Ataque epileptiforme idiopático y síncope cardiogénico en el perro: Consideraciones diagnósticas

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  • Ataque epileptiforme idiopticoy sncope cardiognico en el perro:Consideraciones diagnsticas

    M. GascnDepartamento de Patologa General,Facultad de Veterinaria de Zaragoza.

    Resumen. Con este trabajo intentamos aporrar algunas consideracionesprcticas sobre la problemtica de trastornos convulsivos en el perro y deldiagnstico del ataque epilptico idioptico y sncope cardiognico en laespecie animal. Para ello presentamos 8 casos clnicos de animales llevadosa la consulta de nuestro departamento y que, en algn momento,presentan lo que los propietarios denominaron como ataques. En estosanimales, adems del estudio cardiognico se realizaron anlisis de calcio,fsforo, glucosa, recuentos de glbulos totales, frmula leucocitaria yprotenograma, cuyos resultados son discutidos en cada caso. Asimismoresaltamos la importancia de la anamnesis en el diagnstico de estosprocesos y proponemos el protocolo a seguir en estas situaciones.

    Palabras clave: Ataque Epileptiforrne,Sncope; Perro.

    Aceptado para publicacin: Enero1987

    Correspondencia: Dr. M. Gascn,Departamento de Patologa General,Facultad de Vererinaria, e/MiguelServet 177, Zaragoza 50013.

    Abstract _

    This paper attempts to prouide some practicalconsiderations on tbe problems oj conuulsiuedisorders in dogs and on tbe diagnosis oj idiopatbicep ilep tic attacks and cardiogenic syncope inanirnals. With ibis an, eigbt cases oj anirnalsbrougbt to tbe surgery in our department, tobo atone stage bad suffered attacks according to tbeiroumers, are presented. All tbe animals underuienta cardiogenic study as uiell as analyses includingcalciurn, pbospborus, blood glucose, btood countsand differential, and a proteinogram, the resultsoj uibicb are discussed jor eacb case. Likewise, tbeimportance oj the anamnesis is empbasized toreacb a diagnosis oj tbese disorders and a protocoiis proposed for sucb situations.

    Key words: Epileptiforrn Attack: Syncope, Dog.

    Introduccin

    La llegada de perros a las consultas de pequeosanimales con un sntoma que describe el propieta-rio como ataques pone al clnico en un compro-miso, ya que para el propietario el ataque tiene unsentido muy amplio que deber concretar el clni-co. Ser un ataque de tipo epileptiforme ', ser real-mente un ataque?, Cul ser su etiologa? son algu-nas de las preguntas que debe plantearse el clnico.

    En efecto, los ataques epileptiformes son uno delos sntomas ms comunes de alteracin del siste-

    ma nervioso central en los pequeos animales, conun porcentaje aproximado del 1 % en la clnica ca-nina'"'!', frecuencia que es relativamente alta encomparacin con la de otras especies domsticas'!',La epilepsia se ha considerado como una excesivay paroxismal descarga neuronal a nivel cerebral,cuya manifestacin clnica ms caracterstica es laaparicin de convulsiones'>', o bien simplementecomo un estado de convulsiones repetitivasv?'.

    El ataque epileptiforme ha de contemplarse ni-camente y exclusivamente como sntoma de una dis-funcin cerebral, que puede tener a su vez un ori-gen primario (ataque epileptiforme idioptico) osecundario (ataque epileptiforme sintomtico), de-bindose en estos casos a la accin de txicos o adesequilibrios metablicos o electrolticos'!".

    Asi pues el concepto de epilepsia es muy genri-co y su dificultad diagnstica resulta evidente, sibien el avance en las tcnicas laboratoriales y ex-ploratorias ha permitido la disminucin progresivadel porcentaje de casos de etiologa desconocida'!".

    En ocasiones el problema para el clnico surge in-cluso al tener que diferenciar un ataque epileptifor-me de un sncope ya que, aunque el sncope seentiende genricamente como una prdida transi-toria de la consciencia que afecta brevemente almetabolismo cerebral y que se debe a una faltade los sustratos energticos necesarios, ya sea ox-geno o glucosa'", ste puede ir acompaado deconvulsones't-?', lo que puede inducir con ms ra-zn al dueo a aplicar el trmino de ataque al des-cribir la sintomatologa.

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  • Revista de AVEPA. Vol. , N? 1-198

    No debemos olvidar sin embargo, que todo pro-ceso convulsivo, aislado o repetitivo, se caracterizapor la aparicin de tres fases sucesivas(IO,12,13,16):

    Aura o preictus. periodo de tempo anterior al ata-que en s y durante el cual en animal muestra cam-bios en su comportamiento (inquietud, quejidos,tendencia a esconderse, etc. ..). Su duracin es va-riable (algunos segundos o incluso das) y en oca-siones puede pasar desapercibido para el propietario.

    Ictus. o ataque propiamente dicho, caracterizadopor contracciones tnico-clnicas de la musculatu-ra, que pueden ir acompaadas de miccin, defeca-cin, hipersalivacin y dilatacin pupilar y cuya du-racin oscila entre algunos segundos y variosminutos.

    Pos tic tus: Periodo que sigue al ataque y duranteel cual el animal est confuso y desorientado, inquie-tO, y puede presentar una ceguera transitoria y ata-xia. Esta fase que, al igual que las anteriores, es va-riable en su duracin,' puede llegar a prolongarsedurante algunos das.Es cierto que en muchas ocasiones, la confusin

    entre los distintos procesos que hemos comentadosurge como consecuencia de una anamnesis inade-cuada, bien porque el clnico no es capaz de llegaral fondo del problema o bien por la escasa y, a ve-ces, inexacta informacin que le proporciona el pro-pietario. Tanto es as, que podramos afirmar que silos perros hablaran, la diferenciacin entre sncopey ataque epileptiforme sera mucho ms fcil y elerror diagnstico se reducira considerablemente, locual resulta de gran importancia si tenemos en cuen-ta que el pronstico y tratamiento a intaurar ser dis-tinto segn la naturaleza y etiologa del cuadro cl-nicO

  • M. Gascn. Ataque epileptiforme idioptico y sncope carcliognico en el perro.

    Tabla I

    Proreinograma

    Caso G.B Ca P Gluc. Frmula Leucoctaria (%) globulinas (%)n? x 103 mg/di mg/di mg/di alb, (%)Neut. Linf. Eos. Mon. Basof, alfa beta gamma

    1 9,4 8,0 5,2 69 64 30 4 2 O 52,1 14,8 19,1 13,82 10,3 7,1 4,6 84 71 27 2 O O 53,9 14,7 14,2 15, I

    3 10,4 8,6 6,0 73 63 32 4 1 O 41,6 18,8 20,7 14,84 8,9 7,2 5,4 63 68 29 1 2 O 48,5 18,7 17,7 15,1

    5 8,6 5,0 4,0 57 69 28 3 O O 53,9 17,1 16,2 12,8

    6 11,0 8,3 5,2 59 72 23 5 O O 54,3 14,2 17,4 14,1

    7 10,4 9,3 4,6 62 65 31 3 1 O 56,5 13,6 15,9 14,0

    8 9,6 8,7 4,9 74 74 24 2 O O 56,1 13,9 16,8 13,3

    tato de celulosa'!" y e! clculo de las distintas frac-ciones proteicas del suero se hizo por densitome-tra con un densitmetro Chromoscan 2000. La fr-mula leucocitaria se estudi sobre extensiones desangre heparininzada, teidas con e! mtodo de Pap- .penheim rpido. .

    Resultados y Discusin _

    Los resultados de los anlisis realizados a los ani-males podemos observarlos en la Tabla I, y losdatos electrocardiogrficos en la Tabla Il. As mismo,en las fotografas se muestran las derivaciones elec-trocardiogrficas de los distintos animales estudiados.

    En general, ya modo orientativo, diremos que de!total de animales llegados a nuestra consulta, apro-ximadamente un 10 % de los casos presentan pro-blemas cardiovasculares, de los que un 14 % seacompaan con sncope; un 8 % de los casos co-rresponde a problemas nerviosos, de los que apro-ximadamente un 75 % estn relacionados con pro-blemas infecciosos o parasitarios, y en los que losanimales presentan lesiones permanentes general-mente y un 25 % (2 % de! total) podemos englo-barlo en el grupo de alteraciones epileptiformes, enlas que los animales exhiben fases de ataques peri-dicas de duracin variable.En la Tabla I podemos observar que prcticamente

    todos los parmetros estn dentro de la normalidad,salvo e! calcio en e! caso 5, que luego se comentar.

    Tabla 11*

    En la Tabla lI, correspondiente a los e!ectrocardiogra-mas, no hay grandes alteraciones cuantitativas, siendo-ms manifiestas las cualitativas que se comentan poste-riormente y se refleja parcialmente en las fotografas.

    Los siete primeros casos representan ejemplos depatologa cardiovascular en los que se encuentra pre-sente el sncope. En los casos 1, 2, 3, 4 y 6 es visi-ble el problema vascular, con mayor o menor gra-do de insuficiencia cardiaca. Problemas de arritmiapodemos observarlos tambin en los casos 1 y 7.

    En el caso 1 (Fig. 1) se observa una P binodal, mi-tral, y en la derivacin I y aVR hubo extrasstolesauriculares (supraventriculares), probablemente rela-cionados con e! problema mitral. El soplo holoss-tlico no hace sino confirmar e! diagnstico. El ejeelctrico de -300 indica la insuficiencia cardiacacongestiva, posiblemente relacionada con las altera-ciones pulmonares. El uso de digoxina (digoxina,0,09 mg/Kg/da) y un diurtico (hidroclorotiazida,75 mg/da) mejor notablemente el cuadro clnico.

    En e! caso 2 (Fig. 2), tenemos un animal con in-suficiencia mitral compensada, en fase 1 (Ettinger ySutter, 1970). En el electrocardiograma hay una Pmitral, ancha y binodal, pero no hay soplo en la aus-cultacin, lo que es posible si consideramos la edadde! animal y que e! murmullo en los problemas mi-trales se escucha generalmente a partir de los 7 masde edad'". El eje elctrico indica cierto grado de in-suficiencia cardiaca izquierda. El uso de digoxina (di-goxina, 0,09 mg/kg/da) y teofilina (teofilina,200 mg/da) mejor el cuadro.

    caso Frecuencia eje P poR QRS R Q-T Tn? Puls./min. elctrico rnv sg. sg. sg. mV sg. mv.

    1 180 -300 0,20 0,02 0,07 0,04 l,50 0,07 0,10

    2 120 -300 0,10 0,04 0,10 0,04 1,70 0,13 1,15

    3 300 -450 0,25 0,03 0,06 0,04 2,80 0,08 0,90

    4 240 -300 0,25 0,04 0,08 0,04 1,35 0,08 0,15

    5 60 -350 0,10 0,02 0,08 0,03 1,00 0,12 0,80

    6 190 -400 0,50 0,40 0,10 0,03 1,70 0,10 0,40

    7 90 + 40Q 0,10 0,02 0,06 0,02 1,60 0,10 -8 105 + 100 0,20 0,02 0,11 0,03 1,40 0,12 0,10

    'Datos obtenidos en la derivacin Il. Recorrido a 50 mm/sg.

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  • Revista de AVEPA. Vol. 7, N 1-1987

    -'+ H- .

    -t-i-l-: .

    .;..-i-'-+ '-t-r ,

    -:

    Fig. 1. (caso nO 1. d ll. 50 mm/sg).

    l'I r-r-r 1,-

    r

    w.

    Fig. 2. (caso nO 2. d 11. 50 mm/sg).

    En -el caso n? 3 (Fig. 3) el electrocardiogramamuestra claros signos de hipertrofia ventricular iz-quierda (ondas R altas, slurring del segmento ST,ondas T profundas), y el eje elctrico es de -45 o,por lo que la tos probablemente es de origen car-diaco. Hay as mismo una visible taquicardia sinu-sal, que perfectamente puede estar relacionada conlos sncopes que sufre este animal. El soplo holo-sistlico y la presencia de alguna P binodales nosindican un posible problema mitral. El tratamientocon digoxina (digoxina, 0,09 mg/Kg/da) y un diu-rtico (hidroclorotiazida, 75 mg/da) sirvi para quemejorase el animal.

    En el caso n? 4 (Fig. 4), la clnica y los signos ex-ploratorios nos hacen sospechar de un posible pro-blema valvular con insuficiencia ventricular izquier-da (soplo holosstlico, tos frecuente, sncopes). Enel electrocardiograma solo puede observarse una cla-ra isquemia subendocrdica (segmento ST deprimi-do, pero no se distinguen claramente P mitrales nipulmonares. Podra pensarse tambin en una posi-ble estenosis artica. El uso de digoxina (digoxina,0,09 mg/Kg/da), teofilina (teoflna, 200 mg/da) ydiurticos (hdroclorotazda, 75 mg/da) mejor con-siderablemente el cuadro.

    En el caso 5 (Fig. 5), observamos dos circunstan-cias, por un lado la hipocalcemia (Tabla I), y porotro la bradicardia sinusal y la profunda onda T en-contrada en las derivaciones I, II Y aVL, que indicauna clara isquemia lateral. El uso de una terapiaapropiada con calcio, complejo AD3E, teofilina (reo-filina, 200 mg/da) e isoproterenol (isoproterenol,0,07 mg/da) resolvi el problema.

    El caso 6 (Fig. 6) es quiz el ms enigmtico, dada

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    , '" _lI

    , ----H--

    ." ., -H-

    +,

    Fig. 3. (caso n? 3. d 11 50 mm/sg).

    ,.

    Fig. 4. (caso nO 4. d Il. 50 mm/sg).

    la escasa informacin que nos proporcion el pro-pietario. Se trata de un animal de caza en el que ladiscreta desviacin del eje elctrico podra estar re-lacionada con su complexin atltica. A pesar de lasinterferencias presentes en el electrocardiograma,pueden observarse unas P altas, posiblemente pul-monares, que indican un aumento del tamao de laaurcula derecha, que pudiera estar en relacin conun grave problema pulmonar previo. Se nos infor-m de que posiblemente a la edad de 2,5-3 aos,el animal hubiera tenido problemas de este tipo. Laadministracin de teofilina (teofilina, 200 mg/da) nosdio buenos resultados.En el caso n? 7 (Fig. 7) hay una bradicardia su-

    praventricular con un ritmo de escape nodal (vemoscomplejos QRS sin ondas T). As mismo, parece queexisten problemas de isquemia miocrdica, a tenorde los segmentos ST deprimidos. Se trata en sumade un grave problema que produca en el animal gra-ves sncopes con convulsiones, y que se resolvanparcialmente tratando al animal con isoproterenol(isoproterenol, 0,07 mg/da).

    El caso n:' 8, se aparta de los anteriormente des-critos, ya que se trata de un ataque epileptiformeidioptico, que se identifica fcilmente teniendo encuenta la edad del animal, la anamnesis y normali-dad electrocardiogrfica, as como los anlisis reali-zados (Tabla I) que nos permiten descartar inicial-mente causas de naturaleza infecciosa, parasitaria otxica. Se observan adems las tres fases propias deeste tipo de ataques: preictus, ctus y postic-

    'WS(IO,12.13.16) y hubo una respuesta favorable al trata-miento con fenobarbital (fenobarbital, 5 mg/Kg/da),producto de comprobada eficacia en el tratamiento

  • M. Gascn. Ataque epileptiforrne idioptico y sncope cardiognico en el perro.

    Fig. 5. (caso n? 5. d I. 50 mm/sg),

    Fig. 5 bis. (caso nO 5 d I!. 50 mm/sg).

    de la epilepsia canina(6,17) No existen adems lesio-nes permanentes, relativamente frecuentes en losprocesos infecciosos, parasitarios, txicos o traum-ticos, y que se reflejan en alteraciones funcionalesde uno. o varios grupos musculares.

    Si bien el sncope se entiende como una prdidatransitoria del conocimiento, su clnica en los pe-queos animales slo en un 50 % de los casos, se-gn nuestras observaciones, se presenta con la ni-ca manifestacin de prdida de conocimiento; elotro 50 % de los casos de sncopes se caracterizapor un cuadro' similar al descrito por Ettirtger,(1983), con debilidad muscular y ataxia progresivaprevias al episodio de sncope en s, para presentardespus, y de forma paulatina, una actividad mus-cular incoordinada, simulando un ataque o actividadepileptiforme; en ocasiones hay prdida del controlde los esfnteres con miccin o defecacin involun-tarias y el animal puede emitir aullidos que el pro-pietario interpreta como dolor. Es, en suma, este se-gundo tipo de presentacin, en algunos aspectossimilar al sndrome de Morgagni-Adams-Stokes des-crito en medicina humana'?', el que normalmente elpropietario identifica como un ataque, lo que uni-do a la confusa informacin suministrada por quelconfunde al clnico con cierta facilidad.

    Aunque en la etopatogena del sncope se bara-jan mecanismos neurognicos (ataques vasovagalespor predominio de situaciones de estrs) y pertur-baciones respiratorias y metablicas (acidosis respi-ratoria e hipoglucemia cerebralj?', son las alteracio-nes cardiocirculatorias las que creemos queconstituyen el mecanismo ms frecuente de snco-pe en el perro; en este sentido', las cardiopatas enlas que el volumen sstolico est descendiendo (es-tenosis mitrales y articas e insuficiencias ventricu-lares graves) y arritmias cardiacas son, segn nues-

    Fig. 6. (caso nO 6. d Il. 50 mm/sg) .

    .Fig. 7. (caso nO 7. d Il. 50 rnm/sg).

    tras observaciones, y coincidiendo con otros auto-res(3,S) las causas ms frecuentes. Resulta interesan-te resaltar que, si bien los infartos son poco frecuen-tes en el perro'", creemos que si son relativamentefrecuentes las cardiomiopatas isqumicas (casos nO4 y 7), lo que reduce gravemente el volumen/minu-to al mermar la capacidad del msculo cardiaco. Lasalteraciones de los electrolitos tambin podran es-tar en relacin con algunos casos de hipoxia mio-crdica (caso nO 5). Es, adems, en los problemascardiacos en los que el dueo no relaciona stos consituaciones concretas (esfuerzo ... ), restando impor-tancia a datos tan interesantes como problemas res-piratorios, fatiga, jadeo, etctera. De nuevo insisti-mos en la necesidad de profundizar y araarinformacin en la anamnesis.

    A tenor de los datos que hemos obtenido pode-mos resumir, completando lo anteriormente expues-tO, que los problemas valvulares con cierto gradode insuficiencia cardiaca ocupan un primer planocomo causa de sncope; pero a la vez que los pro-blemas de arritmias (extrasstoles auriculares, ritmosde escape, taquicardias auriculares, bradicardias si-nusales), y finalmente los problemas cardopulmo-nares, en los que el pulmn podra ser en ocasio-nes el punto de partida, colaborando en el desarrolloe instauracin de la anoxia.

    Bajo nuestro punto de vista, cuanto ms grave seael trastorno funcional (casos 1, 5, 6 y 7), no slose compromete el riesgo cerebral, sino que aumen-ta el grado de anoxia cerebral y con ello la proba-bilidad de que el sncope se acompae de convul-siones. Es interesante anotar, que si bien en elsndrome de Morgagni-Adams-Stokes humano el blo-queo aurcula ventricular es el pato mecanismo mscomn'?', en algunos casos presentes en perros enlos que la clnica fue similar, el electrocardiogra-ma no presenta signos de bloqueo pero si de posi-ble isquemia (ST deprimido y T profunda) comose aprecia en alguno de los casos antes descritos(n? 4 y 7).

    En relacin a los ataques epileptiformes idiopti-cos, su diferenciacin de otros problemas nerviososes absolutamente necesaria y, a nuestro juicio, no

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    resulta complicada si se tienen en cuenta varios as-pectos: la clnica, la edad, los datos biopatolgicosy los resultados del estudio radiolgico y de las ex-ploraciones complementarias; aunque pese a ello,nos encontraremos con cierto nmero de casos deetiologa desconocida.

    Pero adems, tenemos que considerar e! compa-rar diferencialmente el ataque epileptiforme idiop-tico con e! sncope.

    Si un animal presenta nica y exclusivamente unaprdida de conocimiento (casos 2, 3 y 4), no cabeduda que se trata de un sncope, y deberemos rea-lizar las exploraciones complementarias necesariaspara aclarar su etiologa; as por ejemplo, si sospe-chamos de un problema cardiocirculatorio, la explo-racin fsica (fundamentalmente auscultacin y per-cusin), electrocardiograma, fonocardiograma yradiologa nos sern de una inestimable ayuda. Perosi como ocurre en los casos 1, 5, 6 y 7, hay ade-ms convulsiones al clnico se le pueden plantear du-das razonables. La edad es un dato importante: enlos casos 1, 3 y 4, cuando los animales tienen de7 a 14 aos, los problemas valvulares se manifies-tan claramente, y en la historia clnica de! animal nose ven aparecer problemas de sncopes (ataques parael dueo) frecuentes a lo largo de su vida, y si losha tenido, lo que ocurre en un bajo porcentaje decasos, su frecuencia es muy pequea. Este hecho noes extrao, pues como ya sealamos anteriormentelos problemas valvulares suelen ser compensadoshasta los siete aosO,sl, y adems los problemas car-diovasculares se presentan principalmente en anima-les de edades avanzadas'". No obstante, en ocasio-nes pueden existir problemas congnitos (caso n:'2), y descompensarse parcialmente la funcin car-daca (en este caso puede aparecer slo el snco-pef) En los animales ms jvenes (casos n? 5, 6 y7) son Jos trastornos de la conduccin y cardiopul-manares las causas ms frecuentes de sncope,aumentado en estos casos la posibilidad de obser-var rigidez o convulsiones que acompaan al cua-dro. No debemos olvidar las alteraciones electrolti-cas que pueden coadyuvar y complicar Japresentacin del problema.

    Por otro lado, el ataque epileptiforme idiopticose presenta a partir del primer ao de edad(3,15,16)yen e! historial clnico de! animal suele haber ante-cedentes, existiendo una cierta predisposicin ra-cia]l3,IZ,15)y heredtara'", las fases clnicas ya descri-tas son definitorias y el clnico deber orientaradecuadamente la anarnnesis.

    El apoyo laboratorial se hace absolutamente indis-pensable; gran cantidad de enfermedades internasque son causa potencial de ataques (trastornos me-tablicos y endocrinos, hepatopatas, alteracionescardovasculares, etc ... )(4,5)pueden descartarse a tra-vs de los anlisis de rutina (calcio, fsforo, gluco-sa, nitrgeno ureico, proteinograma, recuento deglbulos blancos totales y frmula leucocitaria) quenos permitirn a su vez descubrir la existencia deun posible foco inflamatorio de naturaleza infeccio-sa, parasitaria, txica o tumoral. La radiografa con-vencional y la electrocardiografa resultan tambin

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    imprescindibles como medios de ayuda diagnsticaen estos casos, Adems debern incluirse cuantaspruebas virolgcas, parasitolgicas, o de otro tipose consideren necesarias, Otras tcnicas tales comola electroencefalografa, angiografa cerebral y neu-rnoventriculografa'v pueden resultar tambin tiles,aunque las dificultades en su utilizacin disminuyenel inters prctico de las mismas.

    Creemos que con lo anteriormente citado el cl-nico puede en muchos casos orientar y mejorar eltratamiento inicial de choque, que habitualmente lle-var: calcio, glucosa, corticoides y neurolpticos'?',o bien una mezcla de cloramfenicol y dexametaso-na si se sospecha de causa infectocontagiosa, y nousar indiscriminadamente los neurolpticos, que noayudan sino en ocasiones a complicar e! cuadro cl-nico,

    Como punto final de este trabajo expondremosun resumen de cual es, a nuestro juicio, la actua-cin que deber seguir un clnico cuando se le pre-.senta un animal del que el propietario slo pronun-ciar inicialmente una frase a la pregunta de Qule ocurre al animal?: que le dan ataques".

    El protocolo a seguir es el siguiente:

    l. Historia clnicaDe suma importancia en los terrenos que comen-

    tamos, ya que en general es el nico medio de quedispone e! clnico para orientar a priori e! proble-ma, dada la escasa e inexacta informacin que nosdar el dueo y, puesto que en muy pocos casosveremos al animal en el momento de producirse elataque.

    En 1a anamnesis resulta especialmente interesanterecoger los siguientes aspectos: edad, raza, sexo, mo-mento del ciclo sexual, posible relacin entre la pre-sentacin del cuadro y una vacunacin u otros tra-tamientos recibidos, momento de presentacin delos ataques (tras e! ejercicio o la comida, en repo-so, cuando se asusta, etc.) y comienzo de su sinto-matologa (de forma aguda, gradual, etc.), as comola duracin, intensidad y frecuencia de los mismos,

    2. Examen fsicoIr encaminado a descartar aquellas enfermedades

    sistmicas que puedan provocar ataques y, ademsdel examen fsico general del animal, se recomien-da especialmente la exploracin de:

    Sistema cardiovascular y respiratorio: Nos orien-tar sobre la posible existencia de enfermedades car-diacas crnicas, vermes cardiacos y otras circunstan-cias que puedan provocar hipoxia:

    * Auscultacin y percusin,* Electrocardiografa,* Fonocardiograa.* Radiografa torcica.Sistema digestivo y urogenital: Con particular im-

    portancia el hgado y riones, cuya completa eva-luacin requerir de los procedimientos laboratoria-les que se citan ms adelante,

    Examen neurolgicoIncluiremos en e! mismo una cuidadosa explora-

  • M. Gascn. Ataque epileptiforme idioptico y sncope cardiognico en el perro.

    cin oftalmolgica (ceguera, reflejos pupilares anor-males, movimientos oculares), as como una eva-luacin- del estado neurolgico general a travsdel estudio de los reflejos, movimientos facialesanormales, respuesta a los estmulos, ataxias y pare-sias del tercio posterior, etc., siendo tambin reco-mendable el estudio radiolgico del crneo y, cuan-do sea posible el estudio electroencefalogrfico.Insistir de nuevo en este apartado en que el clni-

    co deber indagar si el problema es gradual, con le-siones ms o menos permanentes, o si consiste enepisodios peridicos.

    4. Tests de laboratorioSon un complemento indispensable de los exme-

    nes realizados anteriormente y deben incluir el es-tudio de:a) Sangre: Hemograma completo, que nos permi-

    tir evaluar el estado de anemia y la respuesta a unaposible infeccin.b) Suero:

    -Calcio. J-Fsforo. Permiten evaluar posibles-Magnesio. alteraciones metablicas.-Otros electroltos.

    -Glucosa: Para detectar una posible hipoglucemiafuncional u orgnica.

    -Nitrgeno uriC~.-Protenas totales. Para evaluar el estado he--Enzimas heptica. patico y renal.-Creatinina.

    -Proteinograma: Adems de permitirnos la evalua-cin del hgado y rin, nos orientar sobre la posi-ble presencia de un proceso inflamatorio o tumoral.c) Lquido cefalorraqudeo:

    -Protenas.-Recuento total y diferencial de clulas.-Presin.Otras pruebas de laboratorio que se incluirn se-

    gn los casos son:-Estudios serolgicos y pruebas microbiolgicas:

    De inters cuando se sospeche de procesos vricos,bacterianos o fngicos (moquillo, rabia, meningitis,etc.) .-Pruebas toxicolgicas: Cuando se sospeche de

    una intoxicacin exgena (plomo, hidrocarburos clo-radas, estricnina, etc.)-Pruebas parasitolgicas: Para descartar la posi-

    bilidad de que sea una parastacn masiva por s-caris, u otras parastos (toxoplasmas, filarias, etc.) losresponsables del cuadro clnico.

    Bibliografa _

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