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E speranza curación sin Publicación internacional de los adventistas del séptimo día Vol. 8 No. 5 E speranza curación sin 26 mujer lugar de una El Alcanzar una métodos nuevos 8 región antigua con obedecer 12 Aprendiendo a

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Esperanzacuración

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P u b l i c a c i ó n i n t e r n a c i o n a l d e l o s a d v e n t i s t a s d e l s é p t i m o d í a

Vol. 8 No. 5

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www.spanish.adventistworld.orgwww.adventistworld.org: Disponible en línea en trece idiomas

3 I N F O R M E M U N D I A L

3 Noticias breves 5 Informe especial 10 Iglesia de un día

11 S A L U D M U N D I A L

¿Criticar o actuar contra el tabaco?

N O T A D E T A P A

16Esperanza sin curación

Olen Netteburg¿A quién recurrir cuando la historia no tiene un final feliz?

8 P A N O R A M A M U N D I A L

Alcanzar una región antigua con métodos nuevos

Ted N. C. Wilson La estructura administrativa de la iglesia se

modifica para adaptarse a las nuevas realidades sociopolíticas.

12 D E V O C I O N A L

Aprendiendo a obedecer Lyndelle Brower Chiomenti Ven aquí, siéntate, quieto. Los perros aprenden

a obedecer ¿no deberíamos los cristianos hacer lo mismo?

14 V I D A A D V E N T I S T A

La casa del árbol Marcia Azevedo El trabajo conjunto es una manera excelente

de criar a los niños.

20 C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

¿Vacíos o llenos? Marcos Paseggi El discipulado no es tanto eliminar los malos

hábitos como cultivar los buenos.

22 D E S C U B R I R E L D O N D E P R O F E C Í A

La iglesia, sobre un fundamento sólido

Frank M. Hasel Los prudentes construyen sobre la roca.

24 H E R E N C I A A D V E N T I S T A

Pioneros y cantantes Lael Caesar Trabajaron duro, cantaron con dulzura y

ejercieron una gran influencia.

26 R E S P U E S T A S A P R E G U N T A S B Í B L I C A S

El lugar de una mujer

27 E S T U D I O B Í B L I C O

Al enfrentar las preocupaciones

28 I N T E R C A M B I O D E I D E A S

D E P A R T A M E N T O S

TAPA: MINISTERIO DE CURACIÓN: El doctor Olen Netteburg ofrece curación y esperanza a sus pacien-tes a pesar de las instalaciones inadecuadas y escasos recursos del Hospital Adventista de Béré (Chad). F O T O G R A F Í A : A D A M H E R N A N D E ZPublicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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Cada día de clases, unos doscientos veinte niños cruzan la frontera desde Mexicali (México) para ingresar a Calexico (EE. UU). Las dos poblaciones contiguas comparten algo más: los niños son educados por una escuela adven-tista que hace poco celebró setenta y cinco años de existencia.

La conmemoración incluyó un culto de adoración en el que Bernardo Sámano, exdo-cente de la institución, fue el predicador. A la tarde se ofreció un concierto que reunió a los «Mission Singers», el grupo musical de la casa, y a la noche hubo una feria donde se recolecta-ron fondos para las necesidades de la escuela. Aunque algunos de los más de cien exalumnos que llegaron para celebrar la ocasión viajaron desde lugares distantes, la mayoría aún vive en la región. La Escuela Misionera de Calexico, que se encuentra a menos de siete metros de la valla internacional y a solo dos cuadras del cruce de frontera, ha estado compartiendo el evangelio desde 1937.

«La escuela es una misión junto a la valla entre los Estados Unidos y México. Muchos exestudiantes han llegado a ser líderes de nues-tra iglesia», dijo Alan Bohman, exdirector de la institución. Lo que comenzó como una escuela de un solo salón de clases y treinta alumnos se convirtió en una institución adventista que llegó a tener más de cuatrocientos estudiantes (actualmente tiene 275). La mayoría de los padres envían sus hijos allí para que reciban educación estadounidense y aprendan inglés, pero el personal de la escuela les ofrece mucho más que eso. Alrededor del noventa por ciento de los alumnos no es adventista, pero asiste a la escuela por su excelencia educati-va. Como resultado, muchos también han aceptado el mensaje adventista.–informe de Nic Lindquist, Escuela Misionera de Calexico

Wilson visita Ruanda y anuncia expansión de la iglesia

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, mencionó en su sermón del pasado 3 de marzo en el Estadio Nacional en Kigali, que los adventistas de Ruanda están comprometidos con la

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Una presencia sanadora

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ANIVERSARIO INSTITU-CIONAL: Alan Bohman (izquierda), exdirector de la Escuela Misionera de Calexico, junto a la frontera entre Estados Unidos y México, entrevista a Alfredo Loreto, quien estudió en la institución en los años 1965 y 1966, durante un encuentro para celebrar el 75° aniversario de esa escuela adventista.

Escuela misionera adventista75cumple años

Cien escuelas sabáticas que, animadas, procuran responder «¿Por qué Dios

permite el sufrimiento?» se desvanecen en el silencio de la medianoche, en una sala de espera de un hospital cualquiera. Habla-mos en voz baja; nos tomamos de la mano; sentimos repetidos deseos de orar.

Si existe una respuesta útil al clamor atribulado de tantos corazones, esta se halla en el abrazo de otro creyente que nos sostiene, escucha y acompaña en nuestras horas más oscuras. Cuando sentimos dolor o temor, lo que más anhelamos es la pre-sencia de alguien que conozca al Salvador.

En el mundo adventista hay decenas de miles –acaso millones– de esos hombres y mujeres que ministran la gracia y el consuelo del Sanador en salas de espera, habitaciones de hospital y clases de Escuela Sabática. Ningún aporte teológico o filosó-fico que puedan hacer en esos momentos difíciles tiene la mitad de importancia que lo que implica compartir la compasión de Jesús con un brazo alrededor de los hom-bros o el susurro de una plegaria. El amor sabe cuándo quedarse inmóvil, cuándo esperar, cuándo llevar al que sufre hacia las promesas de Aquel que nunca falla.

Lo invito para que, al leer la nota de tapa «Esperanza sin curación», aproveche la oportunidad de hacer una pausa para orar por los que trabajan en la vanguardia de la atención a los que sufren física o emocionalmente. Ore por esos miles de médicos, enfermeras, consejeros, trabaja-dores asistenciales, capellanes y pastores adventistas en casi doscientas naciones. Lo invito a orar no tanto por las palabras que emplearán al ayudar a los que sufren o al experimentar ellos mismos el sufrimiento, sino para que ellos mismos puedan ser sos-tenidos mientras sostienen a tantos otros.

Aquel en quien todas las cosas subsisten (véase Col. 1:17) regresará pronto. Y en su abrazo eterno, hallaremos la mejor respuesta al interrogante continuo que siempre comienza con un «¿Por qué?»

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sociedad para producir unidad y re-conciliación en este país que continúa sanando después del genocidio que co-bró la vida de ochocientas mil personas en 1994. La región ha experimentado conflictos intermitentes entre los hutus y los tutsis durante décadas.

Varios funcionarios del gobierno, incluidos el primer ministro Pierre Habumuremyi y el alcalde de Kigali, Fidele Ndayisaba, estuvieron presentes en los cultos sabáticos que congregaron a más de treinta mil personas. Wilson recordó a los representantes del gobier-no que la Iglesia Adventista está colabo-rando en el país mediante la educación, la salud y programas espirituales. Tam-bién aprovechó la oportunidad para agradecer a los funcionarios nacionales por proteger la libertad religiosa. «Que siempre pueda decirse que Ruanda garantiza la libertad religiosa de todos

sus habitantes» –expresó Wilson al citar la disposición gubernamental que permite que los adventistas cumplan sus tareas de servicio comunitario en domingo, en lugar del sábado.

Unos días antes, el Primer Ministro participó junto a Wilson en la coloca-ción de la piedra fundamental de una expansión de la Universidad Adventista de África Central. La nueva Escuela de Ciencia y Tecnología de Kigali «contribuirá al progreso de la obra de Dios», dijo Wilson, y añadió que la nueva extensión del campus apoyará no solo a los adventistas sino a toda la comunidad.–informe de la Red de Noticias Adventistas

Sordos de Kenia celebran visita especial y bautismos

Decenas de sordos kenianos fue-ron bautizados a mediados de febrero durante una visita de los líderes de la iglesia dedicados a alcanzar a ese grupo de la población. La visita y los bautismos fueron una grata señal de reconocimiento hacia una comunidad que no siempre tiene suficiente apoyo en la iglesia (véase «¿Podemos oírlos?», Febrero 2012).

Larry Evans, enlace de Internatio-nal Deaf Ministries en la Asociación General de la Iglesia Adventista, fue acompañado por John Blake, de Gospel Outreach Deaf Ministry Canadá; David Trexler, de Three Angels’ Deaf

Ministries y Thompson Kay, director del Team Education Centre. Junto a Paul Muasya, presidente de la Unión de África Oriental, el grupo pasó once días visitando los ministerios para sordos de Kenia. Su primera parada fue la sede regional de DOOR (Deaf Opportunity OutReach) International, en Ongata Rongai, cerca de Nairobi. El ministerio, que tiene lazos con la organización Wycliffe Bible Translators, traduce sec-ciones de la Biblia al lenguaje de señas para África y Asia.

El grupo participó en Mombasa de la boda de Dickens Otieno y Lydia Khakay, dos adventistas sordos. También acudieron varios sordos de Nairobi, Kisumu y Nakuru.

En el mensaje del sábado por la mañana, Evans instó a la congregación a apoyar la obra para alcanzar a todos los sordos. Previamente una sorda contó la historia para los niños. Esa tarde los sordos tuvieron varias presentaciones que incluyeron canciones y testimonios en lenguaje de señas.

En los dos días siguientes, el grupo visitó varias escuelas para sordos y presenció dos ceremonias bautismales a cargo de pastores del lugar.–informe de Catherine Nyameino-Ontita, Unión de África Oriental

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BAUTISMO DE SORDOS: Escena bautismal en la que un grupo de sordos fue recibido en la Iglesia Adventista. En total fueron bautizadas treinta y ocho personas en ocasión de la visita de líderes de este ministerio.

PIEDRA FUNDAMENTAL: El Primer Ministro de Ruanda, (segundo desde la izquierda) participa junto al presidente de la Asociación General Ted N. C. Wilson y a Blasious Ruguri, presidente de la División de África Centro Oriental, en la colocación de la piedra fundamental de un campus satélite de la Universidad Adventista de África Central. Wilson visitó Ruanda en marzo como parte de una gira por la región.

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celebrará el sábado 16 de junio, cerca de donde Jesús y sus discípulos pueden haberlo hecho en Jerusalén.

El BRI lanzó una convocatoria de trabajos para presentar en la conferen-cia, bajo el tema central de la antropolo-gía bíblica. Según expresa el sitio web de la organización: «Se han planificado un total de doce sesiones plenarias, algunas de las cuales exploran el tema central en conexión con el Antiguo Cercano Oriente, el Antiguo Testamento y el Nuevo, la filosofía griega, el judaísmo,

el pueblo del Libro, y es importante que conozcamos mejor las tierras bíblicas». Al destacar que «en los últimos quince años se han hecho cierto número de descubrimientos arqueológicos y epigráficos [de inscripciones] significa-tivos», Wahlen expresó que la oportuni-dad de ver la historia de primera mano seguramente mejorará la comprensión y la presentación de las verdades bíblicas por parte de los participantes.

La conferencia comenzará el 11 de junio en el kibutz Ginosar, a la vera del Mar de Galilea, y concluirá diez días más tarde en Jerusalén. El grupo

Más de trescientos estudiosos, profesores universitarios y líderes adventistas de todo

el mundo se reunirán en dos lugares de Israel en junio próximo, para una conferencia bíblica internacional. Los encuentros periódicos, ya llevados a cabo en 1998 y 2006, buscan promover la cohesión teológica en el movimiento adventista mundial, que se encuentra activo en más de 203 países.

Se espera que Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, los presidentes de las trece Divisiones mundiales y otros líderes participen de la conferencia y la gira.

«Esta es la más grande conferencia bíblica internacional adventista de la historia, en la que participarán 330 teólogos y administradores de más de sesenta países –dijo Clinton Wahlen, director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas (BRI) de la iglesia, que organiza el evento–. Hay setenta presentaciones sobre la natura-leza humana, la muerte y la creciente influencia del espiritismo, gran parte de las cuales serán finalmente publicadas en un libro erudito sobre el tema. Esta conferencia representa otro importante paso en la construcción de una unidad teológica adventista en todo el mundo».

Los delegados también recorrerán diversos sitios históricos y bíblicos. Según Wahlen: «Los adventistas somos

Mark A. Kellner, editor de noticias

Estudiosos y líderes adventistas visitarán Israel en junioConferencia bíblica analizará la antropología bíblica y recorrerá sitios históricos

MAR DE GALILEA: Vista del Mar de Galilea desde el Kibutz Ginosar.

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Por supuesto, hay muchos otros sitios para visitar en el norte de Israel. Nazaret, donde Jesús pasó su niñez, ofrece la posibilidad de conocer una recreación de una «aldea del siglo I d. C.».

Es probable que el grupo de BRI también visite Capernaum, el nombre romano (latino) de K’far Nahum, o la Aldea de Nahum. Capernaum era el lugar donde vivía Simón Pedro, donde Jesús realizó varios milagros, y desde donde él y sus discípulos salieron a recorrer Galilea. «Nahum» era un nombre común en Israel, por lo que no se conoce una conexión entre el po-blado y el profeta Nahum del Antiguo Testamento. Pero es útil recordar el nombre hebreo de la aldea, y el hecho de que hasta el siglo V d. C. era una aldea judía, a pesar de su tan conocido nombre romano.

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la historia cristiana, la cultura y la teología contemporánea. Otras sesio-nes plenarias analizarán el ministerio en una era espiritista, la creación, la evolución, la naturaleza humana y la muerte y el infierno en las Escrituras. También se presentarán cincuenta y cuatro trabajos adicionales en seis sesiones paralelas».

Además de la conferencia se visita-rán muchos sitios bíblicos, que el que suscribe ya visitó en septiembre de 2011 en una gira de prensa organizada por el Ministerio de Turismo de Israel. El kibutz Ginosar, en el Galil (como los israelíes denominan al Mar de Galilea), fue clave para el descubrimiento en 1986 de los restos de un bote de pesca del siglo I d. C. que ahora se conoce como «El bote de Jesús» y se exhibe en el kibutz. La muestra esconde una historia bastante asombrosa.

Todo comenzó con un viejo clavo herrumbrado que sobresalía de la cos-ta seca del Mar de Galilea. Por lo gene-ral, estaría cubierto de agua, pero 1986 fue un año más seco. El clavo llamó la atención de los hermanos Moshe y Yuval Lufan, pescadores que vivían en el kibutz, que siguieron analizando el fango del lugar. Una cosa llevó a la otra y, finalmente, descubrieron los restos de un bote de pesca supuestamente del siglo I d. C. Se realizó entonces una cuidadosa excavación a mano, y finalmente el bote fue sellado en poliu-retano y transportado al Museo Yigal Allon del kibutz. Ahora se encuentra en exhibición, preservado cuidadosa-mente bajo una capa de cera.

La datación de carbono autenticó la historia del bote: es realmente del siglo I d. C. Nadie puede probar de quién era o quién navegó en él. Pero hay un hecho interesante: para construirlo se usaron doce tipos de madera diferente, una cifra que concuerda con las doce tribus de Israel.

SINAGOGA DE CAPERNAUM: Ruinas de una sinagoga que se cree fue edificada en el mismo sitio donde estaba la sinagoga del siglo I d. C., a la que asistieron Jesús y sus discípulos.

EL «BOTE DE JESÚS»: Fragmentos de un bote del siglo I d. C. en exposición en el Kibutz Ginosar, donde se llevará a cabo la primera parte de la Confe-rencia Bíblica Internacional 2012.

MANOS DE CARPINTERO: Un carpintero recrea el oficio de Cristo en la aldea histórica del siglo I d. C. en Nazaret.

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¿Por qué es importante? Nos ayuda a entender por qué la sinagoga de Capernaum del siglo V d. C. tenía una estructura tan grande. Aún quedan unas pocas columnas, paredes y filas de asientos (junto a los muros, es decir, no organizadas como los bancos actuales), y el sitio atrae a miles de visitantes por mes. La estructura del siglo V d. C. se encuentra sobre ruinas de edificios similares más antiguos, lo que hace que muchos piensen que este era el sitio de la «casa de reunión» o bet knéset del siglo I d. C., a la que asistió Jesús. Antes de su destrucción en el año 70 d. C., los judíos adoraban en un solo lugar: en el templo de Jerusalén. Las asambleas locales eran casas de reunión (bet knéset) y casas de estudio (bet midrás).

Jerusalén, donde se llevarán a cabo la mitad de los eventos de la conferencia bíblica, es naturalmente un punto cen-tral para los cristianos de todo el mun-do. Durante la visita de quien suscribe esta nota, el grupo visitó en primer lugar el Monte de los Olivos, que mira hacia el extremo oriental de la «Ciudad Vieja» y el Monte del Templo. En lados opuestos del Valle de Cedrón hay un cementerio judío y otro musulmán, y al mirar desde el monte la vista está dominada por la Cúpula de la Roca, parte de un complejo islámico de siglos

de antigüedad sobre el aún más antiguo Monte del Templo.

Desde el Monte de los Olivos, Jesús miró hacia Jerusalén y lloró, dado que conocía su suerte, como lo registra Lucas 19:41-44: «Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella. Dijo: “¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos”» (NVI). Y en esa gran colina Jesús oró antes de ser traicionado, arrestado, juzgado y crucificado, como leemos en Mateo 26: «Se postró sobre su rostro y oró: “Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”» (vers. 39, NVI).

En el templo designado como «Jardín del Getsemaní» hay mucho para ver, incluida una sección vallada del jardín donde se encuentran algu-nos de los olivos más antiguos. Con los años, los olivos no se vuelven más altos sino más gruesos en el tronco. ¿Cuántos años tienen estos olivos? Nadie lo sabe con certeza. Pero es interesante imaginar que acaso uno de los árboles de ese monte presenció la agonía de Cristo.

La visita continuó por el Museo de Israel, que incluye una maqueta de Jerusalén en el año 66 d. C., unos

treinta y tres años después de la muerte y resurrección de Cristo, y cuatro años antes de la destrucción del Templo por parte de los romanos. La maqueta, que se exhibe al aire libre, ofrece una perspectiva de la Ciudad Vieja y se puede ver toda la zona de una manera más clara que al recorrer las calles.

Dentro del Santuario del Libro, se exhiben fragmentos de muchos de los rollos del Mar Muerto hallados en Qumrán (Israel), así como un rollo completo del libro de Isaías, que fueron copiados por la secta judía de los esenios, y coinciden sorprendente-mente con manuscritos posteriores de los libros representados del Antiguo Testamento. Esto puede hacer que los creyentes confíen más en la Palabra de Dios.

A los visitantes aguardan nume-rosos otros sitios, desde las ruinas del templo de Salomón del Kotel o «Muro occidental» hasta lugares históricos conectados con eventos de la vida de Jesús. La atmósfera misma de la Ciu-dad Vieja evoca una época que difiere vastamente de la frenética vida de gran parte del mundo moderno.

Muchos cristianos describen su visita a Israel como una experiencia «transformadora». Aunque cada asistente tendrá su propia reacción a lo que ve en Israel, el hecho de que esta conferencia bíblica se lleve a cabo en la tierra donde caminó y enseñó Jesús sin duda ofrecerá oportunidades educativas que irán más allá de los diez días del evento. ■–parte de este artículo apareció en el blog «Israel Sojourn» del autor, que puede ser visitado en http://bit.ly/wVIJni

SINAGOGA DE CAPERNAUM: Ruinas de una sinagoga que se cree fue edificada en el mismo sitio donde estaba la sinagoga del siglo I d. C., a la que asistieron Jesús y sus discípulos.

http://bit.ly/GBotif

Para leer el informe de la Adventist Review acerca de la Conferencia Bíbilica 2006, visite

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La Gran Comisión dada por Cristo «Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos

en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Mat. 28:19) es una orden imperecedera que tenemos que obedecer en cada rincón del mundo hasta el fin del tiempo. Ha sido la decla-ración de misión de la iglesia desde sus comienzos. Y aunque el llamado en sí es perdurable, la manera de llevarlo a cabo ha sido adaptada a las diversas épocas y lugares.

Uno de esos lugares es Oriente Medio. En el pasado, por diversas razones, la iglesia era más vibrante, y poseía un crecimiento más sólido de miembros. Sin embargo, siempre hay dinámicas que parecen afectar el crecimiento y las oportunidades de la iglesia. En el pasado más reciente, algunos cristia-nos de Oriente Medio, incluidos los adventistas, han abandonado la región por diversas razones, para trasladarse a lugares que ofrecen mayores opor-tunidades de vivir la fe sin obstáculos. Como resultado, la feligresía adventista autóctona de Oriente Medio se ha visto diezmada considerablemente. Esto ha dificultado la tarea de la iglesia, porque

su testimonio se ve fortalecido si se cuenta con un creciente número de testigos.

Un plan estratégicoAl buscar maneras de satisfacer estos

desafíos particulares, en 2010 se formó la Comisión de Investigación del Gran Oriente Medio y el Mediterráneo, con el propósito de estudiar la obra de la iglesia en la región. Después de analizar los datos históricos, demográficos y estadísticos, el 9 de octubre de 2011 la comisión presentó un informe a los delegados al Concilio Anual, y recomendó que los países de Oriente Medio fueran adscritos directamente a la sede central de la iglesia bajo una Gran Unión de Oriente Medio. Antes de ese voto, la supervisión administrativa de estos países estaba dividida entre dos Divisiones mundiales (la Transeuropea y la Euroafricana). Aunque la iglesia está agradecida por la manera positiva en que estas Divisiones ayudaron a fomentar y desarrollar actividades ad-ventistas en Oriente Medio, la comisión informó que la dependencia directa de la sede central de la iglesia contribuiría al crecimiento de la iglesia en la región

Ted N. C. Wilson

Las tierras bíblicas aún

necesitan oír el mensaje

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8 Adventist World | Mayo 20128 Adventist World | Mayo 2012

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y brindaría asimismo varias ventajas logísticas. También serviría para agrupar países con culturas similares (ver mapa).

Punto de énfasis para la iglesia mundial

Estos cambios administrativos han hecho que Oriente Medio sea ahora un punto de énfasis para la iglesia mundial. Animo a que todos nuestros miembros se interesen decididamente en compar-tir la maravillosa esperanza adventista con los más de quinientos millones de personas que viven en la Unión del Gran Oriente Medio. Esas preciosas y maravillosas personas son hijos de Dios, y poseen gustos y necesidades como todos nosotros. Es nuestro pri-vilegio llevar esta gran carga y mostrar entusiasmo por el bien de los que viven en algunas de las civilizaciones más antiguas del planeta.

Nuestra gran tarea en el presente es tratar de reconstruir una base de testigos en esa parte del mundo y com-partir nuestro importante mensaje de esperanza por todo medio posible. Queremos ayudar a las comunidades locales, orientar a la gente para que

encuentre significado y propósito, y ayudarlos a experimentar la vida en toda su plenitud física, mental, social y espiritual.

Mi niñez en EgiptoEsto no es para mí una cuestión

administrativa. Me identifico estrecha-mente con esa región, dado que crecí en El Cairo (Egipto). Mis primeros re-cuerdos tienen que ver con la que suele ser llamada «la cuna de la civilización». Hasta los ocho años, todo mi mundo estaba compuesto por países como Libia, Líbano, Egipto e Italia. Hasta esa edad jamás salí de ese mundo.

Cuando crecemos en una cultura particular, nos vemos influidos por muchas cosas que nos acompañan toda la vida. La comida de Oriente Medio es mi comida predilecta. Recuerdo cuando comía ta’miyya (el falafel egipcio) e iba con mi madre a la esquina para com-prar maíz recién tostado. ¡Era delicioso! Y el recuerdo de beber jugo puro de mango en El Cairo me ha acompañado como un punto destacado de lo que Dios ha producido en el fértil delta del Nilo. La cultura de Oriente Medio es muy antigua e intricada. El árabe es

uno de los idiomas más hermosos y expresivos del mundo. Los maravillosos beneficios de aprender la cultura de otra parte del mundo se encuentran más allá de cualquier experiencia educativa. He aprendido que la mayor riqueza de la zona es su gente. Es verdad que también hay riquezas como reservas de petróleo y antigüedades, pero el recurso real es la población.

Toda esta región está atravesando actualmente por diversos cambios sociales y políticos. Sin embargo, aun en medio del cambio tenemos la tarea más abarcadora de cumplir la comisión evangélica. Es un objetivo duradero, con un método estratégico adaptado.

Cómo participarHay varias maneras en las que

usted puede ayudar a cumplir la Gran Comisión en esta región del mundo. En primer lugar, tenga presente al Gran Oriente Medio en su lista de oración. Ore por los dedicados miembros, pastores y líderes que están en la región. Ore para que se mantengan firmes en el Señor y puedan dar un testimonio positivo y diligente. En segundo lugar, puede participar siendo fiel con sus

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Gran Unión de Oriente Medio

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Mazira, Malaui

diezmos y ofrendas, como es el caso de las Ofrendas de la Escuela Sabática y la Ofrenda para el Presupuesto Mundial, que sostienen la obra en esta y otras regiones del mundo.

Asimismo, puede apoyar iniciati-vas especiales que serán anunciadas oportunamente, para colaborar con diversos proyectos únicos. Las personas o las iglesias locales pueden patrocinar un programa especial. Las Escuelas Sabáticas de Niños pueden poner un énfasis especial en Oriente Medio, la región donde creció Jesús. Hay muchas maneras de ayudar a que nuestros niños conozcan que necesitan pensar y orar por esa región especial del mundo.

Usted, su congregación o su Asociación pueden contactarse con la Secretaría de la Asociación General para solicitar información sobre cómo colaborar con los diversos proyectos, ya sea como empleados o voluntarios.

Al alcance de todosOriente Medio es un lugar especial

donde la gente enfrenta diversos desa-fíos. Los eventos actuales en la región pueden abrir nuevas oportunidades para ayudar a los que normalmente no están abiertos a escuchar el mensaje de esperanza de la Iglesia Adventista. Falta ver qué dirección tomarán esas tenden-cias, pero sabemos que durante tiempos de cambio las personas se muestran más abiertas.

Ore por favor para que la iglesia de Dios use estas oportunidades para maximizar la receptividad actual en esa importante y antigua región. Ore para que la gente tenga acceso a las palabras preciosas de Dios, llenas de esperanza, salvación y redención, en un momento cuando proclamamos los mensajes de los tres ángeles que señalan la pronta segunda venida de Cristo. ■

Ted N. C. Wilson es presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista.

En los últimos dos años se han construido miles de «Iglesias de un día» en diversas partes del mundo, cada una de ellas gracias a donaciones de cristianos comprometidos. Esta carta de James Jones, uno de los donantes, describe la bendición que significa dar:

«Cuando pude donar por primera vez para construir una iglesia, mi esperanza secreta era poder visitarla un día. Es algo que el Señor me movió a hacer.

»Cuando recibí un mensa-je que me informaba el lugar en donde se habían usado los fon-dos, busqué inmediatamente a Mazira (Malaui) en mi mapa de África y comencé a soñar lo im-posible. Entonces, un mes más tarde, el Señor me invitó a partici-par de un viaje misionero con los ministerios “Share Him” y “Quiet Hour” a Makawsa (Malaui), ¡a cuarenta kilómetros de mi iglesia en Mazira! Apenas podía creer que Dios había respondido mi oración con tanta claridad.

»Organicé el viaje en enero de 2011, y oré cada día para que Dios me usara cuando visitara Malaui en agosto.

»Nuestros esfuerzos por el Reino de Dios fueron muy bendecidos. Des-pués de tres semanas de reuniones se bautizaron 1064 almas, y he aprendido a amar a la gente de Malaui.

»El último domingo, con la ayuda de algunos maravillosos nuevos amigos, pude visitar Mazira y ver la “Iglesia de un día” con la que gracias al Señor pude contribuir. Fue la respuesta más grande a una oración que he experi-mentado personalmente.

»Es inspirador pensar que Dios me hizo viajar miles de kilómetros para conocer a los que recibieron las bendiciones divinas por mi medio. Fue aún una bendición más increíble acompañar a una multitud de miembros de iglesia en el templo que el Señor permitió que se construyera con mi colaboración.

»Gracias Maranatha y ASI por todo lo que hacen por el Reino de Dios. Mi oración es que él los siga usando de manera destacada y con poder».

«Iglesias de un día» es un proyecto en colaboración entre la Iglesia Adventista, Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASI) y Maranatha Volunteers International. Estas historias llegan hasta usted gracias a Dick Duerksen, el «narrador» de Maranatha.

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Iglesias de un día

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Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Peter N. Landless es cardiólogo certificado especialista en cardiología nuclear y director asociado del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Por definición, un ministerio tiene que responder a una necesidad. Cuando Elena White escribió las

palabras inspiradas de que Jesús «vino a este mundo como siervo para suplir in-cansablemente la necesidad del hombre»,1 ella definió el ministerio de curación. Hoy vemos que el ministerio de la salud marcha al ritmo de conductores diversos.

Varias cuestiones de salud requieren nuestra atención. Una es la epidemia mundial del tabaco. Puede ser que los fumadores rechacen cualquier intento de ayudarlos a dejar de fumar, pero toda la sociedad puede beneficiarse de la participación colectiva para hacer frente a este problema y esta necesidad.

La doctora Gro Harlem Brundtland, exdirectora general de la Organización Mundial de la Salud, dijo: «El tabaco es uno de los más grandes desastres emer-gentes de la historia humana». Es mejor enfrentar esos problemas mediante estra-tegias de salud pública. Es probable que dé mejores resultados regular la industria tabacalera que hacer esfuerzos individua-les. Como lo expresó Matthew Myers, presidente de la organización Campaign for Tobacco-free Kids: «Cuesta creer que un producto tan destructivo para el cuerpo humano como es el cigarrillo siga prácticamente desregulado respecto de la protección de la salud y la seguridad».

Como adventistas necesitamos no solo analizar el problema sino participar para disminuir la influencia del tabaco.

Deberíamos apoyar los esfuerzos colecti-vos de prohibir el cigarrillo en los lugares públicos y ambientes laborales cerrados. Todos los edificios y medios de trans-porte tienen que estar libres de ese humo venenoso. Podemos unirnos a nuestros representantes en los diversos niveles de gobierno pidiendo reformas en ese sentido. El aumento de la carga impo-sitiva al tabaco reduce su consumo; un diez por ciento de aumento en el precio real del tabaco en el mundo, prevendría un mínimo de diez millones de muertes relacionadas con su consumo.2

Asimismo, tenemos que continuar brindando ayuda a los individuos para que dejen de fumar, y reconocer que la medicación apropiada duplica el número de personas que abandonan el hábito. Deberíamos cooperar con los médicos en la planificación de progra-mas para dejar de fumar. Tenemos que usar el púlpito para advertir a los jóvenes, los niños y el público en general de los peligros del tabaco.

La mayoría de los fumadores que-dan atrapados en el vicio en la adoles-cencia; por ello, no dudemos en apoyar la implementación de prohibiciones a la promoción y publicidad del tabaco, que tantas veces apunta a los jóvenes.

Mahatma Gandhi (1869-1948) fue quien expresó: «Tenemos que llegar a ser el cambio que queremos experimentar».

La industria del tabaco ha estado promoviendo el cigarrillo sin descanso,

pero aún más insidiosas han sido las inversiones para disuadir a que se publiquen los efectos perjudiciales del cigarrillo para la salud.

La industria también está mirando hacia Asia y África, cuyas crecientes poblaciones representan campos fértiles de dependencia para unos y ganancias para otros. En el mundo, uno de cada diez adultos muere por una afección relacionada con el tabaco. No solo los hombres sino también las mujeres y los niños están siendo atrapados por un hábito que acorta sus vidas.

Es esencial que como adventistas dejemos de protestar y despotricar contra el tabaco y hagamos algo que realmente reduzca su consumo entre la juventud. Un buen comienzo es trans-formarnos en mentores solícitos de los jóvenes. La amistad es más importante que cualquier consejo o predicación.

Trabajemos como Jesús, respondien-do a las necesidades y procurando ayu-darnos mutuamente. Más del cincuenta por ciento de las naciones del mundo no cuentan con los controles mínimos sobre el tabaco. Nosotros conocemos la necesidad y podemos involucrarnos en esta tarea. Deberíamos unirnos a otros para buscar el control de este producto pernicioso y adictivo. Acaso los adventistas podemos una vez más ser los primeros a la hora de promover un ataque mundial contra el tabaco. ■

1 Elena White, El ministerio de curación, p. 11.2 World Bank, Curbing the Epidemic, p. 39.

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¿Criticaractuar

Allan R. Handysides y Peter N. Landless

T I J M E N V A N D O B B E N B U R G H / D I G I T A L M E N T E M O D I F I C A D A

Me gustaría que se refiriera a una de las principales necesidades relacionadas con la salud, como lo es la adicción al tabaco. Creo que en cuestiones de salud solemos enfocarnos demasiado en nuestras necesidades personales y egoístas.

S A L U D M U N D I A L

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Lyndelle Brower Chiomenti

«¡Timmer! ¡Ven!»

«¡Timmer! ¡VEN!»

«¡No, Timmer! ¡Ven para aquí!»

«¡Deja de molestar a Barkley!

¡TIMMER! ¡VEN!»

De mis seis perros, Timmer es el que más me ha costado entrenar. Es un animal feliz y sociable que disfruta de la compañía de los humanos y de los de-más perros, pero puedo decir que posee un trastorno por déficit de atención. Cualquier cosa que ve o huele –ya sea en el parque, el automóvil, la cocina o el patio– resulta mucho más atrayente que obedecer las tres reglas básicas que todos los perros necesitan aprender: «¡Ven!», «¡Siéntate!» y «¡Quieto!»

Cierto día, mientras regresaba a casa después de una sesión de entrenamiento y meditaba frustrada en la situación, me di cuenta repentinamente que así como un perro tiene que aprender a venir, sen-tarse y quedarse quieto para ser un buen ciudadano canino, nosotros también tenemos que aprender esas mismas órde-nes para ser buenos ciudadanos del reino de Cristo. Y en términos generales, ese aprendizaje no nos resulta más fácil que en el caso de nuestro travieso cachorro.

Lección 1: Venir a JesúsComencemos con la orden de

«venir». En Mateo 11:28, Jesús nos extiende una invitación. «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (NVI).1 Esta invitación es «el llamado del evangelio: el que quiera, venga. Todos los que vengan recibirán el reposo como don de Cristo, y obten-drán paz y consuelo en sus corazones. Pero al venir a él tienen que tomar su yugo y someterse a su autoridad. Tienen que aprender de él todas las cosas para su consuelo y obediencia. Él acepta al siervo bien dispuesto, por más imperfecto que sea su servicio […]. Tal es la misericordia del Reden-tor; ¿por qué el pecador trabajado y cargado habría de buscar descanso en cualquier otro lugar? Vayamos a él diariamente en busca de la liberación […] del pecado y Satanás, de toda preocupación, temor y angustia […]. Vayamos a Jesús, y hallaremos descanso para nuestras almas».2

Lección 2: Sentarse a los pies de Jesús

Una vez que Timmer aprendió a venir, fue importante que aprendiera a sentarse. Lo mismo sucede en nuestra relación con Cristo. En Juan 6:1-3,

leemos que debido a las curaciones milagrosas que Jesús hacía, una gran multitud lo siguió cuando cruzó al otro lado del Mar de Galilea. Una vez allí, subió al monte donde se sentó con sus discípulos. La gente no solo se sentó con Jesús, sino que permaneció con él y lo escuchaba con atención.

En Lucas 10:38-41 María se sentó a los pies de Jesús para escuchar sus en-señanzas, mientras su hermana Marta corría de aquí para allá en la cocina, haciendo todos los preparativos que consideraba necesarios. Cuando Marta se quejó por la falta de interés de María en su labor, Jesús dijo: «Marta, Marta […], estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesa-ria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará» (vers. 41, 42, NVI).

Cuando visitamos a alguien en su casa o su oficina, sentarse implica una disposición de quedar por cierto tiempo. Es una señal de amistad y de que nos interesa nuestra relación con esa persona. Asimismo, cuando nos sentamos con Dios, estamos comuni-cando que queremos pasar tiempo de calidad con él. No estamos apurados, y estamos dispuestos a dejar de lado las tareas diarias para que él nos alimente. En efecto, es casi imposible crecer y ser alimentados por Cristo si rara vez nos

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Lyndelle Brower Chiomenti es editora del folleto de Escuela Sabática para universitarios en el Depar-

tamento de Escuela Sabática y Ministerios Personales de la Asociación General.

Cuando nos sentamos con Dios, estamos comunicando que queremos pasar tiempo de calidad con él.sentamos con él o si hacemos nuestro culto personal a las apuradas para de-dicarnos a nuestras tareas diarias.

Lección 3: Quedarse quietoLos perros que aprenden a sentarse

por largos períodos de tiempo pueden aprender mejor la orden de quedarse quietos. Esto requiere el crecimiento de una relación saludable entre el perro y el ser humano. De la misma manera, cuando aprendemos a sentarnos con Jesús, aprendemos a quedarnos, es decir, a habitar en él. Entonces, gracias al Espíritu Santo, desarrollamos el fruto del Espíritu, que es «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza» (Gál. 5:22, 23).

Escuchemos lo que dice Jesús a sus discípulos: «Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer» (Juan 15:4, 5). Esta unión «no es un contacto casual, ninguna unión que se realiza y se corta luego. El sarmiento llega a ser parte de la vid viviente. La comunicación de la

Desafortunadamente, ese también es uno de los problemas que tengo con Timmer. Uno de sus entrenadores me dijo, durante una sesión bastante problemática, que «enseñar a un perro a que camine al lado de su amo es enseñarle que el mejor lugar y el más seguro siempre será al lado del amo».

Ahora entiendo mucho mejor la respuesta de Pedro a la inolvidable pregunta de Jesús a los discípulos: «¿También ustedes quieren marcharse?» Dijo Pedro: «Señor […], ¿a quién iremos?» (Juan 6:67, 68, NVI). En efecto, después que aprendemos a venir, sentarnos y quedarnos con Jesús, des-cubriremos que el mejor lugar y el más seguro siempre será permanecer a su lado. ■

1 Las citas bíblicas atribuidas a las NVI pertenecen a la Nueva Versión Internacional. Copyright © 1999 por Biblica, Inc. Usada con autorización. Todos los derechos reservados.2 Matthew Henry, Concise Commentary on the Bible.3 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 676.

vida, la fuerza y el carácter fructífero de la raíz a las ramas se verifica en forma constante y sin obstrucción. Separado de la vid, el sarmiento no puede vivir. Así tampoco, dijo Jesús, podéis vivir separados de mí. La vida que habéis recibido de mí puede con-servarse únicamente por la comunión continua. Sin mí, no podéis vencer un solo pecado, ni resistir una sola ten-tación […] El estar en Cristo significa recibir constantemente de su Espíritu, una vida de entrega sin reservas a su servicio. El conducto de comunicación debe mantenerse continuamente abier-to entre el hombre y su Dios. Como el sarmiento de la vid recibe constan-temente la savia de la vid viviente, así hemos de aferrarnos a Jesús y recibir de él por la fe la fuerza y la perfección de su propio carácter».3

Lección 4: Quedarse en un lugar seguro

Al comienzo de este artículo mencioné que hay tres órdenes que tiene que aprender un perro. Sin embargo, hay también una cuarta orden que hace que la vida sea mucho más agradable. Es la orden que dice: «Sígueme». Es cuando el perro aprende a caminar junto a su amo, en lugar de correr adelante por su cuenta.

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casadel

La historia de un interesante proyecto familiar

disfrutar mientras trepaban en busca de nidos de aves y anun-ciaban con orgullo cuán alto podían llegar, se me ocurrió construir una casa en el árbol. Los niños saltaron de alegría al escuchar la idea. Analizamos el nuevo proyecto y nos pusimos a trabajar. Hicimos bosquejos sobre la base de imágenes de casas de árboles que encontramos en Internet. Inclusive pen-samos en construir un puente colgante para unir la casa del árbol con otro árbol en el centro del jardín.

Pasamos dos meses recolectando retazos de madera en la carpintería de la universidad. El cajón de madera de una recién adquirida lavadora industrial para el lavadero del cam-pus nos sirvió para construir el piso y parte de las paredes. Solo compramos madera para las cuatro vigas angulares, cada una, de casi tres metros y medio. Todo lo demás era reciclado. Fue una aventura en sí juntar los materiales, dado que los niños anhelaban el momento de ir a buscar retazos de madera del fondo de la carpintería como si fuera la búsqueda de un tesoro. En la ferretería local compramos un taladro, brocas, tornillos, clavos, una cinta de medir, un nivel, un martillo y una caja de herramientas.

Elena White escribió: «Las lecciones aprendidas, los hábitos adquiridos durante los años de la infancia y de la niñez, influyen en la formación del carácter y la

dirección de la vida mucho más que todas las instrucciones y que toda la educación de los años subsiguientes». (Conducción del niño, p. 170)

Criar a los niños, mientras trabajamos por la iglesia, ha brindado a mi familia numerosas oportunidades de experiencias inolvidables. Hemos sido bendecidos con la posibilidad de vivir en diferentes países con gran exposición a nuevas aventuras y desafíos. A lo largo de estos años, hemos atesorado los dulces momentos que brinda un hogar donde reina la actividad, las comidas animadas y las oportunidades de aprender juntos.

Marcia Azevedo

F O T O S C O R T E S Í A D E L A F A M I L I A A Z E V E D O

V I D A A D V E N T I S T A

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En el caso de nuestros primeros dos muchachos, siempre han sido motivo de risa los vívidos recuerdos de la vida en una granja: las cabalgatas, el tiempo pasado con los terneros, los momentos de ordeñar las cabras, perseguir las gallinas y jugar con el perro, y todas las botas de goma que tuvimos que usar. Creemos en la vida natural y simple. Por ello, escogimos criar a nuestros hijos en un ambiente pacífico, libre de televisión, videojuegos y otras dis-tracciones. Eso nos ha dado tiempo y oportunidades de crear recuerdos familiares duraderos.

Cuando nos trasladamos a nuestro nuevo hogar en otro país, nos sorprendió gratamente tener una casa cómoda con un hermoso jardín, rodeada de montañas rocosas y majestuosas. Nuestros tres hijos menores –Raquel, de cinco años; David, de siete; y Rebekah, de nueve– exploraron inme-diatamente con entusiasmo los alrededores y hallaron lugares interesantes donde jugar. Debido a que el patio trasero era pequeño, pronto nos dimos cuenta de que los tres pequeños preferían la sombra de un imponente árbol de nuez pecana, al frente de la casa, al que podían subir con facilidad. Al verlos

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Comenzamos despejando la zona donde pensábamos cons-truir. Marcamos un cuadrado y cavamos los cuatro extremos para colocar las vigas. El terreno era duro y rocoso, dado que rara vez llueve en ese lugar. Usamos un asta de hierro para re-mover las rocas, y sacamos la tierra con recipientes de plástico y uno de los cucharones de nuestra cocina. Los niños se turnaban para sacar la tierra de los hoyos. Como tratamos de no cortar ninguna rama del árbol en el proceso, tuvimos que modificar un poco los planes y cavar dos veces. También expandimos el tamaño de nuestra casa en el árbol cuando nos percatamos que era muy pequeña para albergar a tres niños y sus amigos.

Después de cavar y preparar la base, perforamos las principales vigas y las atornillamos juntas, colocándolas en

tan limpio y ordenado como de costumbre, dado que nos habíamos dedicado a la construcción. Pero el entusiasmo de ellos era palpable. En la Escuela Sabática y el Club de Aventureros, los niños anunciaron con orgullo a sus amigos que estaban construyendo una casa en el árbol, y los invitaron a conocerla.

Para mí, construir la casa del árbol para mis hijos me dio una sensación única de realización, por el tiempo bien emplea-do y la edificación del carácter (el de ellos y el mío). Con cada clavo, cada tornillo y cada tabla, los niños observaron asombra-dos nuestros progresos. Aprendieron verdaderamente lo que puede lograr el trabajo en equipo, y vieron que la providencia de Dios también se halla en las pequeñas cosas de la vida. Cada vez que hallábamos un trozo de madera que podía ser usado en la construcción, yo decía: «Gracias Jesús». Quería que mis hijos vieran que Dios provee aun en las cosas pequeñas. Y cada vez que durante el culto familiar pedía a mis hijos que expresaran algún agradecimiento, los pequeños mencionaban el progreso del proyecto. Noté asimismo que todos mis hijos comenzaron a pensar: «Juntos podemos lograr cualquier cosa». Aun mi esposo descubrió un aspecto mío que en los veintitrés años que compartimos no había imaginado que existía. Y no pude sino regocijarme al ver a todos tan alegres.

Después de dos meses de trabajo, la casa del árbol por fin estuvo lista. Ahora los niños juegan en ella todos los días, y muchos amigos vienen a acompañarlos. Tenemos muchas fo-tografías de la casita de madera, porque ellos mismos quieren algún día compartir con sus propios hijos lo que han logrado.

Al construir con mis hijos, también coloqué otro bloque en los cimientos de su carácter. Elena White compara el desarrollo del carácter con un proceso de construcción, que comienza en los cimientos y continúa la secuencia de pasos necesarios para lograr el objetivo final. «Hay que echar un fundamento correcto, levantar un armazón fuerte y firme, y luego, día tras día, adelantar la obra de edificar, pulir y perfeccionar».1

¿Cómo puedo, como madre, construir un mejor funda-mento al pasar tiempo con ellos, que dirigiéndolos para que aprendan a valorar las cosas pequeñas de la vida, aprendiendo que el Dios de amor corona de éxito y recompensa nuestros esfuerzos cuando nos entregamos a él?

Mi oración es que cuando los vientos de la vida acometan a mis hijos, ellos se mantengan firmes, fortalecidos por los principios aprendidos.

El tiempo pasado con nuestros hijos es una inversión para la eternidad. ■

1 Elena White, Conducción del niño, p. 17.

Marcia Azevedo (arriba, izquierda) es enfermera, esposa de pastor y madre de cinco hijos. Vive en el campus de la Universidad Peruana Unión, cerca de Lima (Perú).

los hoyos. Entonces preparamos el concreto, mezclando la arena con piedra y cemento, y llenamos los hoyos y el piso de una capa sólida. Como necesitábamos espacio para la construcción, tuvimos que cortar un extremo de la ladera de la montaña donde vivimos. Por eso tuvimos que cavar sin descanso, remover la tierra y alisar el terrero. No obstante, durante todo el proceso, mis tres «polluelos» estuvieron a mi lado, y sus rostros eran una constante motivación para seguir adelante.

Los dos mayores –André y Daniel, de diecisiete y quince años– colaboraban cuando necesitábamos fuerza bruta. Ayudaron a sostener las vigas, atornillar y clavar. Mi esposo también ayudó toda vez que le fue posible –en ocasiones, de traje y corbata–, colaborando con lo que hiciera falta en ese instante, dándonos siempre palabras de aprecio, ánimo y reconocimiento.

Este proyecto nos proveyó muchas bendiciones. A nuestros pequeños les dio un sentido de propósito y distinción, además de un sano orgullo por el logro. La familia también tuvo que hacer sacrificios: por ejemplo, soportar un hogar no

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Desde el momento en que lo vi, supe que moriría. Yo no quería enca-riñarme con él. Emmanuel tenía ocho años y su hermano accidentalmente le había volcado un alimento hirviendo. Era una cantidad suficiente como para alimentar a toda la familia. Hacía unos años había quedado huérfano, y se encontraba en proceso de adopción por un «tío» y una «tía» que en realidad no lo eran. Ahora es un huérfano quema-do. No quiero encariñarme.

Soy médico emergentólogo. Un niño con quemaduras de segundo y tercer grado en diez por ciento del cuerpo no tiene muchas probabilidades de sobrevivir en el mejor centro de quemados del mundo. El Hospital Adventista de Béré no es el mejor centro de quemados del mundo, y Emmanuel tiene quemaduras de tercer grado en el cuarenta por ciento del cuerpo. No me voy a encariñar.

Lo miro. Lo toco. Le hablo. Está vivo. Respira. Piensa. Se mueve. Habla. ¿Qué puedo hacer?

Lo único que puedo hacer es tratarlo. Para eso estudié; para eso soy

Desde el momento en que lo

¿Es posible confiar aun cuando existen preguntas sin respuesta?curaciónsinEsperanza

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SERVICIO DESINTERESADO: Janna Wagner y el doctor Netteburg examinan a un paciente de pediatría. Wagner es una de las diez voluntarias del hospital.

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PERSONAL DEL HOSPITAL: El personal del Hospital Adventista de Béré en pleno.

DÍA 1.

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¿Es posible confiar aun cuando existen preguntas sin respuesta?curaciónsinEsperanza

médico. El paciente llega, y yo le doy un tratamiento. El paciente mejora, y yo me siento mejor conmigo mismo. A veces me acuerdo de agradecer al Señor.

No puedo tratarlo parcialmente. Necesito darle un tratamiento completo. Es costoso. Sus «tíos» no pueden pagar-lo. Pero afortunadamente, el gobierno ordena que tratemos a los pobres sin cobrarles. En un caso así nos asignan los medicamentos y otras necesidades; no-sotros los atendemos. Ordeno fluidos, antibióticos, cimetidina, una sábana y vendas limpias. Y por supuesto, medica-mentos para el dolor: Tylenol y Motrin. Es lo único que tenemos por aquí, en el mejor centro de quemados del lejano paraje «Lejos-de-todo», en Chad.

Salgo del hospital y camino bajo los árboles de mangos hasta mi hogar, a unos cincuenta metros de allí. No me voy a encariñar con Emmanuel. (¡Tengo que dejar de llamarlo por nombre!) Es tan solo otro paciente. Otro niño que va a morir en Chad.DÍA 2. Emmanuel parece estar muy incómodo. Creo que puedo usar su nom-bre sin por ello encariñarme.

DÍA 4. Aún está vivo. Bueno, al menos no morirá de problemas respi-ratorios.DÍA 7. Comienzo a pensar: En una de esas se salva. No, me estoy engañan-do. Quemaduras de tercer grado en cuarenta por ciento del cuerpo. Morirá. Y aunque viva, quedará terriblemente deformado. Tendrá terribles contrac-turas. Jamás podrá usar sus manos. Le tendrán que recortar la piel continua-mente para que su cuerpo pueda seguir creciendo. En caso de que cicatrice, la cicatriz no dejará que crezca la piel. Se va a morir. No me estoy encariñando.DÍA 12. Sigo escuchando palabras tales como «milagro». Hasta yo la uso en cierta ocasión. Pero un milagro implica permitir que este niño muera. Está sufriendo terriblemente; siempre que tiene las fuerzas para llorar, lo hace sin parar.DÍA 19. Alguien tiene la idea de traer un cubo de agua junto a su cama para lavarlo. Las enfermeras y yo pro-curamos explicar que no es necesario, ¿pero qué sabemos nosotros? Emma-nuel llora cada vez que lo colocan en el

agua. No puedo imaginar lo que sufre. Él cree que lavarse le hace bien, por lo que con valentía restriega su cuerpo en carne viva. Gime mientras se inflige dolor a sí mismo. Es tan valiente. No, no me estoy encariñando con Emmanuel. No puedo hacerlo.DÍA 25. El hospital se queda sin medicamentos del gobierno para Emmanuel. La familia no puede pagar. Benzaki, que trabaja en el hospital, comienza a pagar los gastos de su bol-sillo. ¿Qué le pasa a este hombre? ¡No gana trescientos dólares al mes! ¿Cómo puede gastar todo su dinero en un caso perdido?DÍA 34. Esta mañana, Benzaki me lleva junto al lecho de Emmanuel. El niño apenas respira. Aun así, quieren que haga todo lo posible. Me siento en la cama junto a la suya y veo que está sumamente pálido. En un trozo de papel, solicito suero, dextrosa, una transfusión de sangre, quinina, am-picilina, gentamicina, metronidazol y cimetidina.

Las enfermeras no pueden hallar una vena. Voy a mi oficina y regreso con una aguja intraósea* y cinco gramos de magnesio. Reconozco el riesgo de depresión respiratoria, pero aun así, le aplico el magnesio por vía intramus-cular. Entonces atornillo manualmente una larga aguja de metal en la tibia.

Con la aguja llego hasta la médula ósea antes de que las enfermeras encuentren una vena. Comenzamos a darle los medicamentos. Tengo que salir de allí antes de que me involucre personalmente con el paciente. No me estoy encariñando con Emmanuel. Es un caso perdido.

Más tarde estoy en mi consultorio haciendo ecografías, cuando escucho sollozos. Sé lo que ha pasado. Salgo de allí y veo a Benzaki, ese terco empleado del hospital que jamás se dio por venci-do. Nos dirigimos juntos a la habitación de Emmanuel.

El niño ya está en una camilla cubierto por una sábana, listo para ser

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CULTO DEL PERSONAL: Cada mañana, el personal del hospital se reúne bajo unos mangos para el culto devocional. El lugar se transforma entonces en sala de espera del hospital, y durante la noche allí también duermen los parientes de los pacientes.

LOS MÁS VULNERABLES: El doctor Olen Netteburg trata a incontables bebés en un país que tiene uno de los índices más elevados de mortalidad infantil del mundo.

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llevado al hogar de sus «tíos».Pido que esperen y que bajen la

camilla. Quiero mirarlo una vez más. Quiero retirar la sábana. Quiero despe-dirme de ese muchachito que no sabía una palabra del inglés ni del francés que es lo que yo uso para comunicarme. Me encariñé con él.

Un enfermero ora en el idioma local. No tengo idea qué dice, pero cuando abro los ojos las lágrimas me nublan la visión.

No puedo orde-narles que se lo lleven. Sé cómo decirlo en francés. Hasta muevo los labios. Pero sé que si procuro expresar-me, se me quebrará la voz. Ellos entienden. Y se lo llevan.

Salgo del hospi-tal con Benzaki. Su esposa está sentada bajo los árboles de mangos, en el bloque de concreto que usamos de sala de espera. Ella también se ha encariñado con el muchachito. Y está llorando.

Me siento a su lado, sin saber que está por bombardearme con preguntas que no estoy preparado ni soy capaz de responder.

«Dígame, doctor Olen. Dígame, ¿por qué murió? ¿Cuál es el propósito de su sufrimiento? ¿Qué está procurando decirme el Señor?»

Me entero de la historia. Los Benzaki habían decidido adoptar a ese niño en diciembre. Ya habían estado pagando sus estudios. Los dos tenían más de cuarenta años y no tenían hijos, algo serio para su cultura. Cuando conocieron a Emmanuel, después de orar mucho decidieron adoptarlo. Hasta ese momento, jamás habían pensado en esa opción, pero firmaron los papeles y estaban a punto de concretar la adopción.

A D A M H E R N A N D E Z

FAMILIA BENZAKI: El señor y la señora

Benzaki lloran la muerte de Emmanuel,

a quien estaban por adoptar.

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Kermit Netteburg

pero decidió no arriesgar a toda la humanidad para salvar a la otra parte, al Dios-hombre. Dios jamás renunció a una raza que el resto del universo consideraba indigna, desahuciada, fea y deformada.

Por eso no le grito nada a la señora Benzaki. Por el contrario, la abrazo. Y juntos lloramos bajo la sombra de los mangos. ■

*Se inyecta una aguja intraósea a través de la corteza exterior del hueso hasta llegar a la médula ósea, lo que permite el acceso inmediato al sistema vascular.

A D A M H E R N A N D E Z

Entonces Emmanuel sufrió las terribles quemaduras. Lo visitaban cada día y pagaron el tratamiento. Viajaban largas distancias en motocicleta para buscar los medicamentos que necesita-ba. Le mostraron a Emmanuel lo que era el amor de un padre y una madre, algo que nunca antes había conocido.

Y esa mañana, después de despertar-se temprano para terminar de preparar su habitación para el día cuando pudie-ra ir a vivir con ellos, la señora Benzaki visitó a su futuro hijo, tomó su mano y escuchó que le decía «Mamá» por primera vez. Entonces falleció.

–Dígame, doctor Olen. Dígame por qué. Acordamos adoptarlo cuando estaba sano. Y lo seguimos queriendo después de que sufrió las terribles quemaduras. No nos importó que quedara deformado o feo. De todas maneras sería nuestro hijo. ¿Por qué, doctor Olen? Dígame ¿por qué?

Olen y Danae Netteburg son médicos misioneros en el Hospital Adventista de Béré. Ambos se graduaron de la Universidad de Loma Linda (California, Estados Unidos), y completaron residencias en el Centro Médico Baystate de Springfield (Massachusetts); ella en ginecología y obstetricia, él en emergentología. Después de ser estudiantes misio-neros en África –ella en el Hospital Malamulo (Malaui) y él en el Hospital Heri (Tanzania) y en programas de ADRA-Ruanda– decidieron dedicarse al servicio misionero.

Se conocieron en el Club Misionero Estudiantil mientras cursaban la carrera de medi-cina. Decidieron ser misioneros en Chad porque, según dijeron, «allí las necesidades son más grandes». Son los únicos médicos en una población de doscientas mil personas en el sur del país, por lo que tienen que esforzarse mucho para separar tiempo para jugar con sus dos hijos Lyol y Zane.

Ambos provienen de familias misioneras. Los abuelos de Olen fueron misioneros durante diecisiete años en el Líbano e Iraq. El padre de Danae fue médico misionero en Nigeria antes de que ella naciera. Él y su esposa Delores se mudaron hace poco a Béré, donde él trabajará como el tercer médico del hospital.

Olen y Danae tienen un blog donde relatan periódicamente sus experiencias en el hospital. Puede leer más en www.missionarydoctors.blogspot.com.

Kermit Netteburg, padre de Olen, es pastor principal de la iglesia adventista de Beltsville, en Beltsville (Maryland, Estados Unidos).

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Olen Netteburg y su esposa Danae son médicos en el Hospital Adventista de Béré (Chad). Ellos tienen dos hijos: Lyol y Zane. Este artículo ha sido adaptado de su blog. Si quiere leer otras experiencias de su ministerio, visite www.missionarydoctors.blogspot.com.

–¿Pero no lo entiende? –sentía de-seos de gritar–. ¡Era un caso perdido! ¡Era una causa perdida! ¿No puede alegrarse de que ya no siga sufriendo? ¿Y no sabe acaso que lo verá de nuevo en el cielo, con la piel inmaculada? No conozco las razones de Dios. No entiendo las reglas que gobiernan la batalla entre el bien y el mal. Quizá en su justicia, Dios permite que el diablo se tome más libertades de las que no-sotros quisiéramos. Y solo nos importa decirle a Dios que él no es justo.

Quería gritarle, pero en realidad no a ella sino a todo el mundo, a ese mundo en el que vivo y que parece adicto al dolor y al sufrimiento.

Sin embargo, no atino a gritar. Recuerdo que Dios vino a esta tierra en carne humana. Recuerdo que una parte de Dios observó como otra sufría. Esa primera parte podría haber intervenido,

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Cuál sería su reacción si Jesús viniera a visitarlo y se hospedara en su hogar? ¿Sentiría deleite o desespera-ción? ¿Alegría o agobio?

Por otro lado, ¿ha recibido alguna vez invitados inopor-tunos? ¿Qué hizo en esa ocasión? ¿Se mostró impaciente, esperando que se fueran pronto? ¿O se acostumbró tanto a ellos que terminaron siendo amigos?

Cuando Jesús estuvo en esta tierra, contó una historia sobre una visita especial. Se refirió a un «viejo» conocido nuestro, alguien que esperábamos no ver nunca más. Sin em-bargo –dijo Jesús– ese conocido ha regresado. Y es probable que nuestro viejo «amigo» esté acompañado.

Dijo Jesús: «Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares secos buscando reposo, pero no lo halla. Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí”. Cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entran y habitan allí; y el estado final de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación» (Mat. 12:43-45).

Jesús no está efectuando una declaración doctrinal, modificando así la enseñanza bíblica sobre la mortalidad del alma. No obstante, está compartiendo una parábola para comunicar una lección. ¿Qué está tratando de enseñarnos?

Así sucedióLos escribas y fariseos le dijeron a Jesús que querían ver

una señal (Mat. 12:38). Pero Jesús les contestó: «Necesitan actuar de acuerdo con la luz que han recibido» (vers. 39-42). En sí mismos, las señales y los argumentos no hacen que la gente crea o cambie de conducta (Juan 12:37).

Un momento después, en su parábola, Jesús emplea una metáfora poderosa. ¿Qué significa tener la casa «desocupada, limpia y ordenada» (Mat. 12:44, TLA1)? En primer lugar, ¿qué representa esa casa?

Jesús relacionó la historia con la gente que la escuchaba (vers. 45); por ello, «casa» es una metáfora de nuestra vida individual. Una casa desocupada, limpia y ordenada se refiere a una vida dedicada a conservar las apariencias, a mostrar una imagen externa de corrección a cualquier precio. Representa al cristiano que hace todo esfuerzo personal por «verse bien», por «hacer lo correcto», aun cuando eso implique no hacer nada. Jesús se refería a las personas demasiado preocupadas

con la «justificación por la doctrina», con probar un punto aun a costa de desaprobar a un pecador. Para ellas, lo impor-tante era «vaciar», no «llenar». Estaban más interesadas en estar en lo correcto, en reglamentar en lugar de profesar, en colar el mosquito mientras tragaban el camello (Mat. 23:24). Podían recitar todas las cosas que las personas piadosas no tienen que hacer, aun cuando ni se preocupaban en cumplir lo que sí tenían que llevar a cabo.

En realidad, esas personas no eran particularmente malvadas. En efecto, es una reacción sumamente humana. Cuando Dios no es el Señor de nuestras vidas, nuestra escala de valores se ve perturbada. En ese sentido, ¿qué podemos decir de nuestro caminar cristiano? ¿No corremos también el peligro de estar demasiado preocupados por diezmar «la menta, el anís y el comino», mientras descuidamos «lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe» (Mat. 23:23)?

Ahora bien, si el Espíritu nos convence de que, en ocasiones, somos también parte de esa «mala generación», ¿qué podemos hacer? ¿Cómo evitar la trampa de la casa desocupada, limpia y ordenada?

Hacia una teología de acciones positivasSi permitimos que el Espíritu abra nuestros ojos espirituales,

podremos comprender que la religión que propugna un vacío inmaculado no es la religión de la Biblia. Jesús vino para darnos vida «en abundancia» (Juan 10:10). Si la religión de Jesús es más abundante que otros tipos de vida, ¿cómo nos atrevemos a expresarla en forma de negación o de inacción? Y si ya hemos caído en la trampa de la religión del negativismo, ¿cómo pode-mos liberarnos para comenzar a crecer con gozo en Cristo?

Un posible comienzo implica reconocer que la teología del negativismo y la inacción a menudo nos mantiene en un círculo vicioso que no lleva a ninguna parte y, por cierto, no conduce al cielo. El Señor nos invita a ungir nuestros ojos con «colirio» para ver y entender su voluntad (Apoc. 3:18).

Jesús también nos invita a actuar deliberadamente en forma positiva. Al comentar Mateo 12:43-45, Elena White expresa: «No es necesario que elijamos deliberadamente el servicio del reino de las tinieblas para pasar bajo su dominio. Basta que descuidemos de aliarnos con el reino de la luz».2

Por sobre todas las cosas, el Señor anhela transformar nues-tra mente y motivaciones. Aun en nuestros emprendimientos

VacíosN Ú M E R O 1 1

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

¿

?20 Adventist World | Mayo 2012

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sociales y misioneros, no es importante tan solo lo que hacemos, sino por qué lo hacemos. «Hay una pasión por las almas –escribió Oswald Chambers– que no proviene de Dios, sino del deseo de convertir a otros a nuestro punto de vista».3 No se trata de nosotros, sino de dar gloria al nombre de Dios.

¿Qué se espera entonces de cada uno? ¿Cómo podemos crecer hasta llegar a ser personas según el corazón de Dios? «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (1 Juan 2:6). ¿Y cómo anduvo Jesús? «Anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo» (Hech. 10:38).

Luces en las tinieblasDios nos invita a ser luces, a dejar de ser conocidos por lo

que no hacemos y a comenzar a ser reconocidos por lo que escogemos hacer. Nos dice: «Así alumbre vuestra luz delante

de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifi-quen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mat. 5:16).

¿Qué cambios deberíamos hacer entonces en nuestra vida y en la manera de relacionarnos con nuestros colegas no cristianos, recrearnos, compartir el mensaje de salud y guardar el sábado?

En términos humanos, nuestra «casa» puede estar inma-culadamente limpia, pero si no está llena de Cristo, de nada

sirve. Isaías profetizó: «El sol y la luna se oscurecerán, porque el Dios todopoderoso reinará» (24:23, TLA). El profeta estaba en lo cierto: cuando Dios reina en nuestra vida, ningún espíritu errante puede regre-sar a nuestro hogar, porque nuestra casa estará para siempre llena de la presencia de Cristo. Y cuando él viva con nosotros y dentro de nosotros, no podremos sino ser una «fuente de agua que salte para vida eterna» (Juan 4:14).

¿A quién prefiere tener usted como invitado? ¿A un espíritu maligno errante y sus malvados secuaces, o a Cristo?

Yo prefiero mi Cristo. ■

1 Las citas bíblicas atribuidas a la TLA pertenecen a la versión Traducción en Lenguaje Actual. Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 2000. Usada con autorización.2 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 291.3 My Utmost for His Highest (Grand Rapids: Discovery House Publishers, 1995), lectura devocional para el 27 de octubre.

Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal por su muerte en la cruz. Aquel que subyugó los espíritus demoníacos durante su ministerio terrenal, quebrantó el poder y aseguró la

destrucción definitiva de ellos. La victoria de Jesús nos da la victoria sobre las fuerzas malignas que todavía buscan controlarnos y nos permite andar con él en paz, gozo y la certeza de su amor. El Espíritu Santo ahora mora dentro de nosotros y nos da poder. Al estar continuamente comprometidos con Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos librados de la carga de nuestras acciones pasadas. Ya no vivimos en la oscuridad, el temor a los poderes malignos, la ignorancia ni la falta de sentido de nuestra antigua manera de vivir. En esta nueva libertad en Jesús, somos invitados a desarrollarnos en semejanza a su carácter, en comunión diaria mediante la oración, alimentándonos con su Palabra, meditando en ella y en su providencia, cantándole alabanzas, reuniéndonos para adorar y participando en la misión de la iglesia. Al darnos en servicio amante a aquellos que nos rodean y al testificar de la salvación, la presencia constante de Jesús por medio del Espíritu transforma cada momento y cada tarea en una experiencia espiritual. (Sal. 1:1, 2; 23:4; 77:11, 12; Col. 1:13, 14; 2:6, 14, 15; Luc. 10:17-20; Efe. 5:19, 20; 6:12-18; 1 Tes. 5:23; 2 Ped. 2:9; 3:18; 2 Cor. 3:17, 18; Fil. 3:7-14; 1 Tes. 5:16-18; Mat. 20:25-28; Juan 20:21; Gál. 5:22-25; Rom. 8:38, 39; 1 Juan 4:4; Heb. 10:25).

Marcos Paseggi es traductor profesional, entusiasta escritor e investigador bíblico. Escribe desde Ottawa (Canadá). También colabora como traductor de la edición

en español de ADVENTIST WORLD.

Marcos PaseggiVacíos ollenos?

C R E C I M I E N T O E N Cristo

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En muchos sentidos, los adventistas tenemos una gran deuda con Elena White (1827-1915). Sin sus consejos prácticos e influencia positiva, la Iglesia Adventista

sería sin duda muy diferente de lo que es hoy día. Considere-mos algunas de esas contribuciones.

1 Aceptar a la Biblia como autoridad final. Elena White ensalzó constantemente a la Biblia como la autoridad final de toda fe y práctica. En cierta ocasión escribió: «Poco caso se hace de la Biblia, y el Señor ha dado una luz menor para guiar a los hombres y las mujeres a la luz mayor» (El colportor evan-gélico, p. 129). Su profundo aprecio por las Sagradas Escri-turas y su aceptación confiada de todo lo que está escrito en ella, se han convertido en un modelo para que los adventistas lleguemos a ser el «pueblo del Libro». Nuestras doctrinas no están basadas en las visiones de Elena White sino en un profundo estudio de la Palabra de Dios.

2 Confirmar verdades bíblicas y orientar la comprensión de nueva luz. Elena White jugó un papel significativo a la hora de fijar importantes verdades bíblicas en la conciencia colectiva adventista. Por medio de ellos, Elena White contri-buyó a hacer más profundo nuestro amor por Cristo y por cada ser humano que estaría perdido sin él. Su pasión por el evangelismo modeló la espiritualidad adventista desde sus inicios hasta el mismo presente.

3 Entender el gran conflicto entre Cristo y Satanás. Sus inspiradas perspectivas sobre el plan de salvación y el gran conflicto entre Cristo y Satanás han dado a los adventistas una comprensión teológica única de la salvación divina y de su solución para el problema del pecado. La atención que ella brindó al mensaje bíblico profético, en especial a los libros de Daniel y Apocalipsis, ayudó para que los adventistas obtuvié-ramos una perspectiva teológica distintiva, que ha modelado nuestro mensaje e identidad.

4 Grabar el mensaje central de justificación por la fe. Sin Elena White, el mensaje central de la justificación por la fe no habría prosperado y obtenido un lugar tan destacado

en nuestra iglesia. Su reconocimiento y promoción de esta verdad mediante el énfasis de A. Jones y E. Waggoner sobre la justificación por la fe en el Congreso de la Asociación General 1888 otorgó gran impulso a sus mensajes.

5 Presentar un mensaje integral de salud y promover un estilo de vida saludable. En una era cuando en Norteamérica lo normal era comer carne todos los días, ella promovió una dieta vegetariana e inspiró una revolución de alimentos saludables que comenzó con el Dr. John Harvey Kellogg y su creación de los copos de maíz. Se establecieron numerosos sanatorios innovadores a fin de promover la vida saludable. Los estudios de salud y longevidad de varios países indican que, en promedio, los adventistas viven entre siete a doce años más que la población general. Ninguna otra iglesia pro-testante opera tantos hospitales, centros médicos, sanatorios e industrias de alimentos saludables.

6 Promover la educación cristiana. Elena White poseía un sincero interés en la educación y promovió conceptos abarcadores de la educación cristiana. También señaló la importancia del hogar en la educación temprana de la niñez y presentó valiosas perspectivas sobre asuntos pedagógicos. Gracias a su influencia, los adventistas cuentan con el más grande sistema educativo protestante del mundo.

7 Desarrollar un ministerio mundial de publicaciones. La impresionante productividad literaria de Elena White1 y sus consejos sobre la importancia de la palabra impresa han contribuido a que los adventistas desarrollen un ministerio mundial de publicaciones que promueve y distribuye impresos y valores cristianos, y que incluye a la Revista Adventista (fundada en 1849) y a Adventist World (2005).

8 Establecer una organización y estructura mundial efectiva. Los consejos de Elena White han ayudado a establecer una organización y estructura eclesiástica efectiva que permite que la Iglesia Adventista conserve una misión mundial que en la actualidad alcanza a más de doscientos países.

La influencia de un profeta

Frank M. Hasel

fundamento sólidoLa iglesia, sobre un

D E S C U B R I R E L D O N D E P R O F E C Í A

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Frank M. Hasel es decano del Seminario Teológico y director del Centro de Estudios de Elena White en el Seminario Schloss Bogenhofen (Austria).

fundamento sólido

Porcentaje entre los que

leen a Elena White

Porcentaje entre los que

no leen a Elena White

Sólida relación con Cristo 85 59

Seguridad de estar bien con Dios 82 59

Estudio personal diario de la Biblia 82 47

Apoyo financiero regular a proyectos locales de ganancia de almas

76 46

Hacen el culto familiar todos los días 70 42

Tuvieron estudios bíblicos con un no adventista en el último año

45 26

Han ganado a alguien para Cristo en los últimos tres años

46 33

Se reúnen periódicamente con un grupo pequeño de estudio o comunión

40 20

P A T R I M O N I O W H I T E

Discípulos para Cristo

Una iglesia sin profetaSi me pongo a pensar qué sería de la Iglesia Adventista sin

la influencia positiva de Elena White, no tengo que buscar mucho para hallar una comparación destacada: la Iglesia Cristiana del Advenimiento, compuesta por adventistas que guardan el domingo y se remontan al movimiento millerita. Se estima que poco después del Gran Chasco de 1844, tenían entre treinta a cincuenta mil miembros. Hoy día, tienen unos setenta y cinco mil miembros en treinta países.

Cuando se organizó nuestra iglesia en 1863, había unos tres mil quinientos adventistas. Hoy día hay más de diecisiete mi-llones en más de doscientos países. Una diferencia importante entre los dos grupos es la siguiente: los cristianos del adveni-miento rechazaron el ministerio profético de Elena White.2

El impacto de Elena White en la experiencia espiritual

Una de las bendiciones más destacadas que ha recibido la Iglesia Adventista gracias al ministerio de Elena White es el impacto positivo que ella aporta a la experiencia espiritual personal y colectiva. Hace unos años, la División Norteameri-cana llevó a cabo una encuesta exhaustiva sobre el crecimien-to de la iglesia. Parte de la encuesta buscaba determinar si los feligreses que leen con regularidad los escritos de Elena White difieren significativamente de los que rara vez lo hacen. Las respuestas de más de ocho mil doscientos adventistas revelan algunos resultados fascinantes (ver tabla).

En todas las categorías, los que leen a Elena White con regularidad tuvieron porcentajes más altos que los que no lo hacen.3 Los escritos de Elena White nos animan a estudiar la Biblia, nos conducen a una experiencia espiritual más rica, nos inducen a profundizar la relación personal con Jesucristo y nos motivan para ser activos en la misión.

Elena White no reemplaza a la Biblia. Por el contrario, ensalza las Escrituras y nos ayuda a tomar seriamente la Palabra de Dios. Su ministerio fue el don de Dios a la iglesia remanente del tiempo del fin para ayudarnos a preparar al mundo para el pronto regreso de Cristo. Por ello resulta relevante aun hoy el consejo bíblico de 2 Crónicas 20:20 u.p.: «Creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados». ■

1 Elena White escribió más de cinco mil artículos y cuarenta libros. Es considerada la escritora estadounidense más traducida. 2 James R. Nix, «The Light Still Shines», mensaje devocional con motivo del Concilio de Primavera de la Asociación General, el 15 de abril de 2004.3 Cf. Roger L. Dudley y Des Cummings, Jr., «Who Reads Ellen White?», Ministry, Octubre 1982, pp. 10-12.

Vol. 8 No. 5 | Adventist World 23

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y cantantesLa historia de la familia Ottley de Trinidad

Neville Ethelbert Ottley conoció al amor de su vida en un concierto de un coro de niños en Puerto España, en la isla caribeña de Trinidad. Él tenía once años;

ella tenía la misma edad, y cantaba de solista. Ella era adven-tista; él anglicano. Ella estaba cerca de su hogar en Belmont, mientras que él estaba lejos de San Fernando, la capital de la región meridional de la isla.

Lejos del hogarNeville, sin embargo, estaba contento de estar lejos de su

casa. No por causa de Myra, la niña cantante, sino porque su hogar no era un lugar agradable. Su madre había fallecido; su padre también. Sus abuelos habían muerto. Lo cuidaba la se-ñora Smith, que en la comunidad era conocida con un apodo algo grotesco. Su familia no se preocupaba por él. Lo golpea-ban constantemente. Sumido en la pobreza, Neville huyó de su hogar. Un tal señor Williams, que era amigo de la señora Smith, le ayudó a escapar. El señor Williams era adventista y llevó a Neville a la Escuela Sabática. No sabía que estaba ayudando a desarrollar a un futuro ingeniero mecánico, líder de Conquistadores, director departamental de Asociación y administrador de la educación superior. Y así fue que a los once años, Neville escuchó cantar a Myra.

Cantando juntosCerca de dos décadas más tarde, Neville y Myra for-

maron su propio dúo musical, cuando el amor y la verdad de Dios unieron sus corazones y sus vidas. Esa unión sería una bendición para la Iglesia Adventista de Trinidad y de otros lugares, brindando sesenta y seis años de muchas cosas buenas gracias a la bondad individual de ellos y a su

trabajo como equipo. Neville aportó sus conocimientos de carpintería y capacidad administrativa. Myra, que llegó a ser conocida como una mujer discreta pero muy activa, enseña-ba el preescolar durante la semana y el sábado en la Escuela Sabática, y dirigía su propia guardería de niños. El equipo era conocido por la buena jardinería, una sólida disciplina, la hermosa música –ya sea como dúo o con sus cuatro hijos Nevilla, Geraldine, Myron y Ruby– y su auténtica piedad. Muchos de los que llegarían a ser líderes del adventismo en el Caribe saben que tienen una deuda de gratitud con Neville y Myra por la influencia de estos dos obreros de Dios allí en el Colegio Superior Unión del Caribe, ahora la Universidad del Sur del Caribe (USC).

Las circunstancias de esa unión resultan sumamente interesantes. Neville había decidido orar sobre el futuro de su relación con cierta joven. Con los ojos cerrados, abrió la Biblia y colocó su dedo sobre un versículo. Entonces los abrió y su dedo estaba señalando un versículo que hablaba de «no edificar una casa» (quizá 1 Crón. 17:4). Él entendió que eso significaba que si se casaba con ella no podría formar una familia. Sobre esa base, puso fin a la relación, y escogió en cambio a Myra. Iniciaron el noviazgo cuando estaban cerca de los treinta años. Myra sabía que al igual que ella, Neville tenía muchas amistades. Cuando le preguntó por qué la había elegido por sobre todas las demás, Neville le dio esta respues-ta espiritual: «La Biblia me orientó». Se casaron en 1943, y criaron cuatro hermosos hijos que han expandido de manera notable la testificación misionera y el ministerio musical en la iglesia. Fue asombroso para algunos, aunque no para Neville, que su ex novia finalmente se casó, pero jamás tuvo hijos. A veces Dios guía a las personas de maneras misteriosas.

Lael Caesar

Pioneros

H E R E N C I A A D V E N T I S T A

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Lael Caesar es editor asociado de ADVENTIST WORLD.

La obra en TrinidadSolo después de siete invitaciones Neville y Myra

aceptaron dejar su hogar en California en diciembre de 1959 para regresar al lugar donde ejercerían el mayor impacto en el desarrollo del adventismo: en Trinidad y Tobago, su país de origen. Habían llegado a California después de estudiar en el Colegio Misionero Emanuel (hoy Universidad Andrews) entre 1945 y 1951. Neville también había reali-zado otras contribuciones mientras estudiaba en el colegio. Había ayudado al tío Dan a iniciar el programa radial de niños Tu historia preferida, que ahora es mundialmente famoso. Sus habilidades como carpintero también le brinda-ron trabajo en la carpintería del colegio. De adolescente, su primera ocupación en Trinidad había sido en un aserradero. Después de un solo mes de entrenamiento, logró hacer una alcancía en forma de libro. Con esa motivación, estudió formalmente carpinteríal. En el colegio adventista, pronto reconocieron su capacidad y le ofrecieron un empleo de tiempo completo.

Cuando regresó al colegio en Trinidad, Neville trabajó en primer lugar como profesor de matemáticas. Décadas después, los estudiantes aún recuerdan cómo se las ingenia-ba para dar nueva vida a esta ciencia, transformando en algo comprensible lo que parecía un misterio. Neville también siguió haciendo comprensibles los números cuando tiempo después trabajó como gerente de la institución. En esos días, el colegio tenía solo dos administradores: un rector y un gerente. Una de las tareas de Neville era determinar cuán satisfactorios eran los planes financieros de los alumnos. Su lírica voz de tenor contrastaba con la firmeza de su tra-bajo en la gerencia. Ese industrioso hombre, que construyó cada uno de los muebles de su casa cuando se casó con Myra, no solo quería administrar bien el colegio sino ense-ñar a los estudiantes la importancia de la responsabilidad financiera. Aunque él era administrador financiero –con una perspectiva diferente– jamás entendió por qué los bancos estaban dispuestos a otorgar préstamos a personas con cuentas sin pagar.

A pesar de ello, no se lo recuerda como una persona carente de compasión. Una gran cantidad de hijos «adopta-dos» lo recuerdan como lo hacen sus propios hijos y nietos: como un padre estricto pero cariñoso. Además de sus cuatro hijos de sangre, Neville fue padre de decenas de jóvenes. Durante muchos años, la gente sabía que podía depender de él para que los ayudara en una gran variedad de temas, desde las finanzas y la educación de sus propios hijos hasta consejos sobre reparaciones caseras o la compra de una casa. Myra explicó que Neville era feliz al dar a la siguiente generación lo que él jamás había recibido de chico.

Las tareas oficiales de docencia y administración son solo parte del sólido legado al adventismo de Trinidad y del Caribe. Acaso porque no requería decir que no a los postulantes ilusionados pero sin recursos, Neville también es muy bien recordado por los cultos vespertinos que llevaba a cabo en el campus, según se recuerda en las páginas de Valley Echoes 1964, el anuario de la institución. También se esforzó por mejorar las instalaciones. Las generaciones posteriores escucharon hablar de su trabajo como adminis-trador financiero de la institución. Pero muchos de los actua-les estudiantes de la USC no saben que se están beneficiando gracias al desinteresado talento de este hombre que diseñó algunos de los edificios que ellos ahora ocupan.

A pesar de todo, fue el ministerio del canto lo que le granjeó el cariño de las audiencias de Trinidad y Tabago y de todo lugar donde iba. Llegó a ser un ejemplo moderno del título que en la antigüedad recibió David: «el dulce cantor de Israel». Al regresar a los Estados Unidos después de ocho años de fructífero servicio en el Caribe, Neville tuvo el privilegio de ser miembro de la distinguida Sociedad Coral Nacional. También presentó recitales como solista y deleitó a muchas bodas con su hermosa interpretación de «Oración de bodas».

ConclusiónDios bendijo a Neville y a Myra con larga vida, para que

pudieran hacer mucho bien en el nombre de Dios a su pue-blo y su causa. Neville tenía casi noventa y seis años cuando pasó al descanso. Myra lo siguió casi dos años después, a los noventa y siete. La dulce música de sus vidas continúa es-cuchándose hoy día gracias a generaciones de la familia que son líderes de iglesia, educadores, cantantes, instrumentis-tas, arreglistas y directores musicales. Los dos ejemplos más evidentes del impacto musical de la familia son la Escuela de Música Ottley, dirigida durante ya tres décadas por la primogénita Nevilla, y los internacionalmente aclamados Metro Singers, dirigidos por su hijo Myron. Ambos viven en Hyattsville (Maryland, Estados Unidos). Estos son legados verdaderamente dignos de la familia Ottley, respetados y venerados por los adventistas del Caribe y por muchos otros, gracias a la obra de Neville y Myra. Pronto cantaremos con ellos en la gloria. ■

La historia de la familia Ottley de Trinidad

cantor Llegó a ser un ejemplo moderno del título que en la antigüedad recibió David: «el dulce cantor de Israel».

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R E S P U E S T A S A P R E G U N T A S B Í B L I C A S

No estoy seguro que la llamaría

«reprensión», pero entiendo

la que creo es su principal preocupa-

ción. La indisposición de Jesús para que María ayudara

a Marta a preparar los alimentos da la impresión de que dar alimentos a otros con espíritu de servicio,

es incompatible con la tarea de escuchar a Jesús. Parece que Jesús estuviera devaluando el trabajo de las mujeres en el hogar. Pero antes de sacar alguna conclusión, deberíamos examinar el texto desde la perspectiva de las enseñanzas de Jesús, tomando en consideración algunas prácticas culturales de sus días.

1. Marta es la anfitriona: Cuando Jesús llega a la aldea donde viven María y Marta, esta sale y lo invita a su casa. Jesús acepta de buena gana ese acto de genuina hospitalidad. Lucas menciona otras personas que invitaron a Jesús a su casa. Leví invitó a Jesús a su hogar para un banquete (Luc. 5:27-29); los fariseos (Luc. 7:36; 11:37) y aun un fariseo prominente (Luc. 14:1) también lo invitaron. En el caso de Zaqueo, Jesús se invitó solo, aunque el publicano se alegró de recibirlo (Luc. 19:5, 6). El de Marta es el único caso en el que Jesús aceptó la invitación a la mesa de una mujer y lo hizo para derribar barreras, demostrar que su ministerio abarcaba a todos (Luc. 7:33-35) y enseñar e ilustrar mediante su propia conducta cómo es el reino de Dios. Sentarse a la mesa no era simplemente una cuestión de comida sino una oportunidad única de enseñar a los que lo invitaban. Marta invitó a Jesús sabiendo que era responsable por los alimentos y que el Maestro usaría su hogar como centro de enseñanza.

2. Preocupación por la comida: Es probable que Jesús no viajaba solo. En consecuencia, Marta tenía que preparar comida para varias personas. El texto dice que Marta «estaba distraída con los preparativos para la gran cena» (Luc. 10:40, NTV).1 Se encontraba sobrecargada por la cantidad de trabajo para la importante visita. María, que sabía que el Maestro aprovecharía la ocasión para enseñar, decidió sentarse a sus pies, como una discípula ansiosa de

aprender. El propósito principal de Jesús para esos momentos se estaba haciendo realidad.

Es comprensible el pedido de Marta. Ella necesitaba ayuda para cumplir de manera adecuada sus responsabilida-des de anfitriona. Los contrastes son interesantes: Mientras aprende, María permanece en silencio; Marta se acerca para expresar un pedido en forma audible. La respuesta de Jesús es bondadosa pero clara. El doble vocativo –Marta, Marta– expresa simpatía y apego emocional. Jesús está interesado en Marta y en su tarea, pero ella tiene que entender que existe algo más importante que el alimento físico. Es una cuestión de prioridades. Parece decirle que no es necesario brindarle una comida extraordinaria; no necesita ir más allá de sus posibilidades. Le dice que el objetivo principal de esos momentos es compartir el mensaje del reino de Dios. Como la cuestión se refiere a las prioridades, María ha elegido la mejor porción.

3. Las mujeres como estudiantes: Lo que hizo Jesús en la casa de Marta resulta extraordinario en el marco de la práctica judía de la época. En general, las mujeres casi no recibían una educación formal. En sus hogares, aprendían de sus madres las leyes de la pureza e impureza, y las responsabilidades domésticas. Para el judaísmo del siglo I d.C., era casi impensado que un maestro le enseñara direc-tamente a una mujer. Ellas podían aprender en la sinagoga, pero su asistencia era esporádica debido al ciclo menstrual y al hecho de que tenían que cuidar a los niños. En ese marco, el evento en la casa de Marta es especial. Jesús le enseña a María, y le pide a Marta que se acerque y aprenda de él. Al mismo tiempo, aligera su carga y la libera para que pueda ser más eficiente en el servicio. Ella también podía ser discípula de Cristo. ■

1 El texto bíblico indicado con «NTV» ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc. Todos los derechos reservados.

Ángel Manuel Rodríguez, ya jubilado, dirigió por muchos años el Instituto de Inves-tigaciones Bíblicas de la Asociación General.

¿Por qué Jesús reprendió a Marta

porque le pidió a María que la ayudara

en la cocina (Luc. 10:38-41)?

mujer lugarElde una

26 Adventist World | Mayo 2012

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E S T U D I O B Í B L I C O

La preocupación y la ansiedad son dos de las emociones más atroces que acaso nos toque enfrentar. Socavan la energía, empañan el gozo e impactan de manera nega-

tiva en la salud. Dios tiene un plan mucho mejor para nosotros que vivir paralizados por el temor, la preocupación y la ansie-dad. Jesús dijo: «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10). Aunque no siempre podemos controlar nuestras emociones, podemos controlar la manera de procesarlas. En esta lección descubriremos cómo enfrentar las preocupaciones, la ansiedad y el temor.

1 Lea Salmos 37:8. Cuando nos enojamos por el curso que toma nuestra vida o nos afligimos por el futuro y nos llenamos de preocupación, ¿cómo se ve afectada nuestra salud física, mental y espiritual? El salmista es claro: El rencor y las preocupaciones solo crean estragos en todo nuestro ser. La preocupación o ansiedad excesivas liberan propiedades químicas negativas en el torrente sanguíneo que destruyen la salud. El temor paralizante también nos impide ver la posibilidad de que Dios haga lo imposible y remedie la situación.

2 Lea Salmos 34:3-7. ¿Qué solución ofrece el salmista como remedio contra el temor?Cuando magnificamos al Señor y alabamos su nombre por su bondad, él nos librará del temor y la preocupación. Una de las razones por las cuales nos preocupamos tanto se debe a que miramos en la dirección equivocada.

Alguien dijo: «Cuando miro mis problemas, estos crecen; cuando miro a Jesús, ellos desaparecen». Por supuesto, esto no significa que si estamos con Jesús no tendremos problemas. Significa que en él se encuentra la solución a ellos.

3 Lea Filipenses 4:6, 7. ¿Qué consejo dio Pablo a los creyentes de Filipos para enfrentar la ansiedad? ¿Cuál será el resultado de seguir el consejo del apóstol?Al llevar nuestras preocupaciones a Cristo y presentarle nuestras preocupaciones con corazón agradecido y confiado de que nos librará de la ansiedad, él promete llenar nuestro corazón de una paz que sobrepasa la comprensión humana.

4 ¿Qué seguridad le dio Pablo al joven Timoteo en 2 Timoteo 1:7?El amor rompe las cadenas del temor y nos libra de la esclavitud de las preocupaciones. Al estar llenos del amor de Dios, disfrutamos de una mente plena y saludable. Véase también 1 Juan 4:18.

5 En el Sermón del Monte, Jesús pidió a sus discípulos que dejaran de preocuparse por sus pro-blemas inmediatos y desafíos futuros. El Maestro señaló que era plenamente capaz de suplir sus necesidades. Lea Mateo 6:25-34. Enumere todas las cosas de las que según Jesús, no tenemos que preocuparnos. Entonces, enumere la razón básica por la cual son malas las preocupaciones (vers. 27).

6 Lea Mateo 11:28-30. ¿Qué amable invitación da el Salvador a los que están agobiados por las preocupaciones?¡Qué Salvador compasivo y amante! Nos invita a echar todas nuestras preocupaciones a sus pies. Él es plenamente capaz de cargarlas. Sus hombros son lo suficientemente amplios y fuertes para sostenernos.

La preocupación y la ansiedad son emociones. Las circunstancias de la vida hacen que estas emociones nos agobien, pero podemos escoger qué hacer con ellas. Es posible albergar pensamientos negativos, proyectar mental-mente el peor resultado posible, o llevar conscientemente «todo pensamiento a la obediencia de Cristo» (2 Cor. 10:5) y colocarlo a sus pies. Podemos tomar la decisión de echar «toda [nuestra] ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de [nosotros]» (1 Ped. 5:7). Al cultivar un espíritu de confianza ante los desafíos de la vida, las preocupaciones ya no dominarán y controlarán nuestros pensamientos.

¡Alabado sea el santo nombre de Dios! ■

Mark A. Finley

M A R T I N W A L L S

enfrentarpreocupacıones

las Al

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En las ciudadesLos jóvenes adventistas de la Misión de Negros Oriental y Siquijor organizaron actividades de reavivamiento espiritual del 9 al 18 de abril de 2012. Uno de nuestros desafíos fue decidir dónde llevar a cabo el evento. Se me ocurrió dónde hacerlo al leer algunos números de Adventist World.

Dios me guió para que eligiera el número de octubre 2011 con la nota de tapa «En las ciudades». El artículo «Con brazos de amor», de Gary Krause, fue definitivamente la respuesta. Me ayudó a sugerir que hiciéramos el reaviva-miento en la ciudad. Sentí la necesidad de la gente del lugar, donde también viven muchos de nuestros amigos. Como escribió Elena White: «El Señor ha estado llamando nuestra atención a las multitudes descuidadas de las gran-des ciudades, aunque poca atención se le ha dado al asunto» (Fundamentals of Christian Education, p. 537).

Silverwynn Ada Llena Zamboanguita, Negros Oriental, Filipinas

¿Qué significa «adoración adventista»?No siempre leo todos los artículos de Adventist World, pero el número de septiembre 2011 es un real tesoro.

Los temas analizados son de gran calidad y profundidad. Me sumo

¿Dónde está Dios?Gracias por el excelente material en Adventist World. Me refiero al artículo «A causa de tus palabras», de Bill y Heather Krick, y a «¿Dónde está Dios cuando lo necesitamos?», de John Skrzypaszek (Vol. 8 Nº 1, enero 2012).

En el último caso, tengo una respuesta: Dios está en el mismo lugar que su amado Hijo Jesucristo, quien murió en la cruz y se levantó al tercer día como conquistador de la muerte. La gracia de Jesús, el amor de Dios el Padre y la comunión con el Espíritu Santo están con todo aquel que lo busca.

Heitor Aparecido dos Santos Mogi das Cruzes, San Pablo, Brasil

Hay esperanzaEscribo en respuesta al estudio de Mark Finley «Hay esperanza» (Vol. 8 Nº 1, enero 2012).

Un día sentí un gran desánimo al pensar en lo que está por venir sobre el mundo. Me pregunté: ¿Qué esperanza tengo? ¿Cómo sobrevivir a lo que sobre-vendrá? ¿Estaré lista? Lloré amargamente

al darme cuenta de mi propia peca-minosidad, y solo atiné a pensar: ¿Qué esperanza me queda?

Ese mismo día recibí la revista y encontré el estudio bíblico. Mi carga fue quitada inmediatamente porque Dios me dio la seguridad de que él es mi esperanza y de que puedo confiar en que él me sostendrá.

Sherrie Monique Bell Coon Rapids, Minnesota, Estados Unidos

Experiencias de oraciónEl artículo de Janet Page titulado «Operación lluvia global» (noviembre 2011) destacó la iniciativa mundial de oración de la iglesia. ¿No sería inspirador leer en una edición futura de Adventist World sobre algunas de las experiencias que experimentaron las iglesias que se dedicaron a orar? Creo que sería muy alentador para los lectores.

Helmut MayerAlemania

Cartas

Sentí la necesidad de la gente del lugar .

A H M E D A L - S H U K A I L I

– Silverwynn Ada Llena, Zamboanguita, Negros Oriental, Filipinas

I N T E R C A M B I O D E I D E A S

Sentí la de la gente del lugar . Sentí la de la gente del lugar .de la gente del lugar .de la gente del lugar .

28 Adventist World | Mayo 2012

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Los que hacen ejercicio 21 minutos por día tienen una probabilidad 65 por ciento menor de sentirse fatigados, que los que no lo hacen.

Fuente: Mental Health and Physical Activity

minutos por día21

a Ted N. C. Wilson, presidente de la iglesia, en su visión de lo que constituye la verda-dera adoración.

El artículo «¿Qué significa “adoración adventista”?» debería ser usado por todos nuestros pastores para incrementar la conciencia de nuestros miembros sobre el tema. Vivo en las Antillas Francesas y mi congregación tiene unos mil miembros.

En el Caribe, donde abunda el folclore y la tradición, no siempre es fácil escoger con sabiduría, en especial en lo que respecta a la música. Cuando a esto añadi-mos la falta de conversión y la mundanali-dad, es posible perder de vista fácilmente y por completo lo que es adoración, porque puede convertirse rápidamente en un espectáculo (acaso un buen espectáculo) aunque no es para la gloria de Dios.

Que Dios permita que nuestros directores de música, pastores y líderes sean más conscientes de la seriedad del tiempo en que vivimos, y que podamos regresar al camino recto y angosto para gloria de Dios.

Louise-Marie Fortas LouriMartinica

Nuevos cuerposAgradezco a Dios por Adventist World, que me ayuda a fortalecer mi fe en Cristo. También comparto sus inspiradores artículos con mis amigos.

El artículo «Nuevos cuerpos», de Edna Olsen Regester (Septiembre 2011), me resultó muy gracioso, y al mismo tiempo revela cuán inútiles son los esfuerzos humanos de seguir viviendo. En realidad, solo procuramos controlar los riesgos.

Nuestra vida está en las manos de Dios.Florence OfovweNigeria

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a [email protected]. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

RESPUESTA: Tres ancianos de iglesia de la congregación de Nuevo Laredo-Cavazos participaron de la Maratón Powerade 2010 en Monterrey (Nuevo León, México). Corrieron para honrar a Jesús y enfatizar el estilo de vida adventista.

Las cifras26 años era la

edad media de los

habitantes del mundo

en 2000. Para 2050, se

espera que esa cifra

alcance los 37 años.

Fuente: Naciones Unidas

lugarmundo

se encuentra?del

¿En qué

Vol. 8 No. 5 | Adventist World 29

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¡Gloria al Señor! Les pido que oren para que encuentre un trabajo satisfactorio donde me paguen bien. He trabajado en comercialización, contaduría […] y en firmas legales. También estoy orando para que pueda contraer matrimonio.

Peter, Zimbabue

Por favor, oren para que nuestros dos mellizos sean lo más sanos posibles. Puede ser que uno de ellos tenga síndrome de Down.

Mónica, Argentina

Somos una familia pobre. El médico me ha operado, pero aún siento dolor. Oren por favor por nosotros.

Jean Claude, Burundi

Oren por favor por Srikanth, su familia y su iglesia en la India. Están experi-mentando dificultades financieras y problemas de salud. Oren también para que uno de mis ojos se sane, y por mi madre.

Carol, Estados Unidos

Investigaciones llevadas a cabo en Taiwán indicaron que los que comían dos kiwis todas las noches una hora antes de acostarse conciliaban el sueño un treinta y cinco por ciento más rápido que los que no lo hacían. Los kiwis contienen serotonina, una sustancia que regula el ciclo del sueño.

Las familias de los pacientes que frecuentan el Hospital Adventista de Béré (Chad) a menudo trabajan en la huerta del hospital para cubrir parte de los costos del tratamiento. Para saber más de este hospital, lea la nota de tapa de este mes «Esperanza sin curación».

En la vida, todos enfrentamos

desafíos de uno u otro tipo.

Pero escondernos tras las

dificultades solo nos impide

darnos cuenta de la medida

de la gracia divina, que

puede lograr que seamos y

hagamos lo que él anhela . – Larry R. Valorozo,

Bolonia, Italia

R Á P I D Odormir

P O R S I L E I N T E R E S A

Adventist World Imagen de

Fuente: Men’s Health

El mundo cuenta con

Fuente: Departamento de Comunicaciones de la Asociación General/Wikipedia

31 000restaurantes McDonald’s

templos adventistas

71 048

I N T E R C A M B I O D E I D E A S

AGRADECIMIENTOSPedidosY

Para

más

30 Adventist World | Mayo 2012

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■ Recuerdo a Paul Weisner, mi director cuando estaba en la escuela primaria. Era un hombre muy piadoso. Cada vez que oraba, parecía que Dios estaba allí presente con nosotros. –Richard, Toronto, Canadá

■ Fui uno de los muchos estudiantes de la Universidad de Loma Linda que tuvo clases con A. Graham Maxwell. Su pregunta «¿Qué nos dice este texto sobre Dios?» me ha acompañado y me la sigo haciendo aún hoy cuando estudio la Biblia. –Katie, Perth, Australia

■ Aunque jamás lo conocí personalmente, mi pastor y profesor de Biblia favorito es Morris Venden. He leído todos sus libros. Cuando estuve tentado a pensar que jamás sería lo suficientemente bueno para ser salvo, gracias a sus libros y grabaciones supe lo que es justificación por la fe. –Phillipe, Ciudad del Cabo, Sudáfrica

Para la próxima, díganos en cincuenta palabras o menos cuál es su himno favorito. Envíe su opinión a: [email protected] Coloque como asunto «My Favorite Hymn»

Mipastor/profesor...

P A L A B R A S O M E N O S5O5O

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a [email protected]. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

Les pido que oren por múltiples situa-ciones desconcertantes en mi familia, para que sepa que aunque abunden las tinieblas, Dios está con nosotros. Estoy preocupada especialmente por mi hija que está en Sudáfrica.

Keffie, por vía electrónica

“He aquí, vengo pronto . . .”Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

EditorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

Editor ejecutivo Bill Knott

Editor asociado Claude Richli

Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk

Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vicepresidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.

Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Kenneth Osborn; Guimo Sung; Chun, Pyung Duk: Han, Suk Hee

Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran

Editores de Seúl, Corea Chun, Pyung Duk; Chun, Jung Kwon; Park, Jae Man

Editor en línea Carlos Medley

Coordinadora técnica y Servicios al lectorMerle Poirier

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Consultor E. Edward Zinke

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Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste

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Junta administrativaJayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Kenneth Osborn, Juan Prestol, Claude Richli, Akeri Suzuki, Exoficio: Robert Lemon, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson

Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti

Consultores Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M. Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons, Alberto C. Gulfan Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara, Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari, Bertil A. Wiklander.

A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

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A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 8, No. 5

favorito...

AGRADECIMIENTOSPedidosY

En los últimos tiempos he estado apartada de Dios; por favor, oren para que sea transformada.

Catherine, Kenia

Vol. 8 No. 5 | Adventist World 31

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Una familia. Un mundo. ADVENTIST WORLD.

* El profesor Ongeri es el ministro de Educación de Kenia, y trabaja sin descanso

para mejorar las oportunidades educacionales de los jóvenes de su país.

Cada mes, ADVENTIST WORLD llega a las manos de este maestro.El Honorable Profesor Embajador

Sam K. Ongeri* lee ADVENTIST WORLD,

para estar en contacto con su familia

adventista de todo el mundo. Usted puede

hacer lo mismo. Solicite ADVENTIST WORLD,

al Secretario de Comunicaciones

de su iglesia.