Broche liriforme Baños de Cerrato_A4_Octubre_2012

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Hemos escogido como pieza del mes un objeto perte-neciente a la indumentaria personal del momento de la tran-sición entre el Mundo Antiguo y la Alta Edad Media. Másconcretamente, de la época en la que los visigodos goberna-ban Hispania desde la ciudad de Toledo.

Se trata de un broche de cinturón que apareció al plan-tar un árbol en la explanada situada delante de la iglesia his-panovisigoda de San Juan de Baños. Al haberse conservadotanto la placa, como la hebilla y la aguja, cabe deducir quecuando se encontró todavía formaba parte del ajuar funera-rio de una sepultura.

Los arqueólogos llaman “broche de cinturón” a lo que,normalmente, en castellano se denomina “hebilla” (palabraderivada del nombre latino fibula). De hecho, un broche decinturón no es otra cosa que un aro de hebilla unido a unaplaca metálica destinada a sujetar el broche al cuero (o la tela)de la correa del cinturón. En este caso, el aro de la hebilla, laaguja y la placa poseen unos salientes perforados que forma-ban una bisagra que giraba alrededor de un eje de hierro. Laplaca posee en su parte posterior cinco ojales o salientes per-forados que atravesaban el material ¿textil? del cinto. Todosestos elementos poseen en nuestro caso unas elegantes for-mas curvilíneas.

Siguiendo las pautas marcadas por la investigación ale-mana, tradicionalmente volcada en el estudio de la culturamaterial de los llamados “pueblos germánicos”, los arqueólo-gos suelen referirse a este tipo de broches como de placa “liri-forme” (en forma de lira). Lo cierto es que bajo esta denomi-nación se agrupan broches de cinturón con placas de formasmuy variadas, todas ellas copiando o adaptando objetos delmismo tipo propios de la gran koiné cultural bizantina (proce-dentes entre otros lugares de Italia, Asia Menor), por lo queestas hebillas también son calificadas de “bizantinizantes”.

La fecha asignada a estos broches de cinturón (centra-da entre mediados y finales del siglo VII) deriva, en últimotérmino, de la atribuida a sus prototipos bizantinos post quemel año 630. Esta cronología se basa en el ejemplar aúreo apa-recido en el tesoro de Krategos (Mitilene, Lesbos) junto condos monedas de Heraclio de la ceca de Constantinopla (años613/630); así como en el broche de bronce encontrado en elpecio de Yassi Ada, naufragado al parecer entre 626 y 630.

En cuanto a la técnica de fabricación de las placas, pare-ce ser relativamente compleja: A partir de la confección de unprototipo de plomo (o de un broche ya existente) se confec-cionaba un molde univalvo de arcilla. Este molde servía parafabricar matrices de cera, a las que posteriormente se añadi-rían a mano los salientes del reverso. Posteriormente, estasmatrices eran fundidas en bronce, según el procedemientodenominado “a la cera perdida” y luego se retocaban con uncincel, recibiendo finalmente los detalles decorativos con laayuda de un buril. Esto hace que pueda haber broches muy

similares, aunque ninguno exáctamente idéntico. El brochede San Juan de Baños presenta la característica decoración dela toreútica hispanovisigoda de zarcillos rematados en cabe-zas de grifos o rapaces.

Desconocemos el significado exacto de este tipo deobjetos y la razón de su introducción en las sepulturas en unmomento ya de plena cristianización, y en el que el mobilia-rio fúnebre parece haberse reducido a un único recipienteconteniendo agua o aceite consagrado. Al final de la épocaromana, el cingulum tenía un carácter de insignia oficial, sím-bolo de rango y dignidad entre los soldados y los funciona-rios civiles del Imperio. El privilegio de portar el cingulum, asícomo su decoración, fueron objeto de una meticulosa regu-lación. Por otro lado, el cingulum formaba también parte de lavestimenta litúrgica de los cléricos, existiendo en el Pontificalromano-germánico una ceremonia de Benedictio cinguli en lacual, sin embargo, los broches no aparecen mencionados. SanCesáreo, obispo de Arles, fue enterrado con su cinturón conhebilla de marfil y otras insignias litúrgicas. En Bizancio y enla Burgundia merovingia algunos de estos broches constituí-an auténticos relicarios; en Hispania algunos broches de cin-turón tienen forma de cruz y en otros, de forma rectangular,aparece el Crismón, con la indicación hic est (Cristo está aquí)o tecum sit (Cristo sea contigo). La posesión y presencia en lastumbas de estos objetos que representan el triunfo de Cristopuede tener, por tanto, un sentido profiláctico (protector) ysalvífico.

Por lo que respecta a los Visigodos, éstos constituyeronen la Hispania de los siglos V al VII una casta social militar,originada a partir del momento en el que los Godos deAlarico (una de las gentes germánicas orientales), entraron enel territorio del Imperio romano huyendo de la llegada de losHunos. Posteriormente, puestos al servicio del poder impe-rial romano, configuraron una especie de “ejército errante”que, tras muchas vicisitudes acabó por recibir el encargo degobernar Aquitania en nombre de Roma (y desde allí deintervenir militarmente en la Península Ibérica). Con la des-aparición del Imperio romano de Occidente en el año 476, seconvirtieron en uno de los estados o reinos germánicos“herederos del Imperio”: el llamado Reino visigodo deTolosa, que luego, al trasplantarse a la Península Ibérica, seconvertiría en el Reino visigodo de Toledo.

Estos estados “herederos del Imperio” obtenían sulegitimidad del reconocimiento nominal del Imperio romanode Oriente (esto es de Bizancio), cuyo ceremonial e insigniasintentaron imitar en un proceso de “imperialización” que enel caso del Reino de Toledo debió culminar en época deLeovigildo (569-586). Habría que poner en relación con estaimitatio imperii la adopcíón por parte de los hispanovisigodosde los broches de cinturón de tipo bizantino como el queaquí mostramos.

Fernando Pérez Rodríguez-Aragón