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Calidad de vida relacionada con salud, estrategias de afrontamiento y cumplimiento en el
adulto mayor con diabetes mellitus tipo II.
Quality of life related to health, coping strategies and compliance in the elderly with type II
diabetes mellitus.1
Vianny Carolina Ochoa Valencia2
Resumen
Desde la psicología de la salud se describió el nivel de calidad de vida relacionada con salud,
las estrategias de afrontamiento y el grado de cumplimiento terapéutico en el adulto mayor con
diabetes Tipo II que reside en el municipio de Santuario, Risaralda. La metodología fue de corte
cuantitativo, diseño no experimental, transversal y de alcancé descriptivo-correlacional. La calidad
de vida relacionada con salud en el 83.3% fue excelente-buena; las estrategias de afrontamiento
fueron adecuadas, prevaleciendo el apoyo social y el 63.3% tiene controlado su glicemia. Es por
esto, que es necesario educar a la población colombiana sobre el envejecimiento activo y propiciar
en diferentes escenarios la intervención del psicólogo sobre los determinantes en salud desde salud
mental.
Palabras clave: Psicología de la salud, Enfermedades no transmisibles, gerontología,
educación en salud.
Abstract
From the psychology of health, it was described the level of quality of life related to health,
coping strategies and the degree of therapeutic compliance in the elderly with Type II diabetes that
resides in the municipality of Santuario, Risaralda. The methodology was quantitative, non-
experimental, transversal and descriptive-correlational. The quality of life related to health in
83.3% was excellent-good; coping strategies were adequate, social support prevailed and 63.3%
had glycemia controlled. This is why it is necessary to educate the Colombian population about
active aging and to promote, in different scenarios, the intervention of the psychologist on the
determinants in health from mental health.
Key words: Health psychology, Non-communicable diseases, gerontology, health
education.
1 Este artículo de investigación es producto del trabajo de grado para optar por el título de psicóloga de la Universidad
Católica de Pereira. Este trabajo fue asesorado por Raúl Pelayo Pedraza, especialista en psicología del consumidor
[email protected] 2 Estudiante de psicología de la Universidad Católica de Pereira
2
Tabla de contenido
Introducción ........................................................................................................................................ 3
Antecedentes ........................................................................................................................................ 3
Planteamiento de la pregunta. ........................................................................................................ 11
Justificación. ...................................................................................................................................... 12
Marco teórico. ................................................................................................................................... 15
Psicología de la Salud. ................................................................................................................... 15
Adulto Mayor .................................................................................................................................. 16
Diabetes Mellitus Tipo II. ............................................................................................................... 18
Calidad de vida relacionada con salud ......................................................................................... 20
Estrategias de afrontamiento. ........................................................................................................ 22
Cumplimiento Terapéutico ............................................................................................................. 23
Metodología ....................................................................................................................................... 24
Resultados y análisis. ........................................................................................................................ 27
Análisis descriptivo de la muestra. ................................................................................................ 27
Discusión ............................................................................................................................................ 30
Conclusiones y recomendaciones ................................................................................................... 35
Referencias: ....................................................................................................................................... 38
Lista de tablas
Tabla 1. Análisis estadístico del Inventario de Estrategias de Afrontamiento ............................... 29
Tabla 2. Análisis estadístico del Cuestionario de Salud sf-36 ......................................................... 30
Tabla 3. Análisis correlacional entre las variables. .......................................................................... 30
3
Introducción
La vejez es un periodo del envejecimiento determinante en la vida humana, esta marca un
límite entre la vida y la muerte. Las personas con un rango de edad superior a los 60 años
pertenecen al grupo etario de la tercera edad; estos han elaborado múltiples referentes en el tema
de salud-enfermedad desde la segunda mitad del siglo XX; además, este ciclo se caracteriza por la
disminución funcional y cognitiva; propiciando que en los últimos 60 años se realicen mediciones
sobre la calidad de vida relacionada con salud, entendiendo esta, como la percepción de bienestar
o satisfacción biopsicosocial tanto para la persona con o sin alteraciones de salud.
Es así, como la diabetes Mellitus tipo II es una enfermedad costosa para la persona, la familia
y el sistema de salud; incapacitante y frecuente en este ciclo vital, estas condiciones se afectan por
el grado de cumplimiento terapéutico que la persona utilice con el fin de controlar su grado de
glicemia, entre otros aspectos. Por último, se evalúan las estrategias de afrontamiento empleadas
para controlar, tolerar o reducir el impacto de la enfermedad, dado que, tienen gran relevancia en
la forma como la persona percibe su calidad de vida.
Antecedentes
La calidad de vida relacionada con salud (CVRS) es un concepto que indica bienestar y
satisfacción de necesidades básicas en salud según la etapa del ciclo vital; el adulto mayor se
enfrenta al envejecimiento cronológico y la disminución funcional en el desarrollo de las
actividades de la vida diaria (AVD); Rivera (2004) citado por Rubio Olivares, D. Y., Rivera
Martínez, L., Borges Oquendo, L D. L. C. & González Crespo, F. V. (2015) aporta que "no hay
duda que la variable salud es la de mayor peso en la percepción de bienestar de los ancianos y, que
los déficit de salud constituyen el primer problema para ellos" (p. 3)
4
Es así, como al pasar una década, las investigaciones en CVRS en adultos mayores han
venido experimentado variaciones en los métodos de evaluación, pasando del estudio prioritario
de las estadísticas correspondientes a la morbimortalidad y la expectativa de vida, (Botero de
Mejía, B. E. & Pico Merchán, M. E., 2007, p.14) a valorar los aspectos de este ciclo vital
involucrados en la enfermedad crónica, las redes de apoyo, la espiritualidad, la adherencia al
tratamiento, la recreación y deporte, salud mental, personalidad y autogestión, entre otros.
Algunas investigaciones sobre calidad de vida y CVRS en el adulto mayor con diabetes tipo
II u otras enfermedades crónicas han concluido que:
La percepción sobre calidad de vida en el adulto mayor con diabetes tipo II es más baja que
en otras enfermedades crónicas; por la evolución y las limitaciones de la enfermedad metabólica
en la vida diaria. (Mata Casesa, M., Roset Gamisansb, M., Badia Llachc, X., Antoñanzas Villard,
F., Ragel Alcázar, J. (2003); Vinaccia, S; Fernández, H; Escobar, O; Calle, E; Andrade, I C;
Contreras, F; Tobón, S; (2006), Hervás, A., Zabaleta, A., Miguel, G., Beldarrain, O. & Díez, J.
(2007); Salazar Estrada, J. G., Colunga Rodríguez, C., Pando Moreno, M., Aranda Beltrán, C. y
Torres López, T. M. (2007); Casanova Moreno, M. C., Trasancos Delgado, M., Orraca Castillo,
O., Prats Álvarez, O.M. & Gómez Guerra, D. B. (2010), Sánchez, M. (2011); Salazar Estrada, J.
G., Gutiérrez Strauss, A. M., Aranda Beltrán, C., González Baltazar, R. & Pando Moreno, M.
(2012); López, L.F., Cifuentes, M. & Sánchez, A. (2013); Muñoz Monterroza, D. I. (2013) y
Caballero Perales, C. F. (2016))
La interacción de varios factores protectores o de riesgo predominantes en esta etapa del
ciclo vital van a afectar la percepción de CVRS, como: algunas variables sociodemográficas-
género, nivel educativo, ocupación o jubilación, estado civil, independencia-dependencia para
realizar las actividades diarias, ingresos económicos, ubicación geográfica- y psicosociales -apoyo
5
social, funcionalidad familiar, control percibido (Locus control), espiritualidad, creencias en la
salud, auto-concepto o auto-gestión, personalidad, estado de ánimo depresivo, adhesión al
tratamiento, sistema de salud- (Vinaccia, S. & Orozco, L. M. (2005); González Celis, A. L. &
Padilla, A. (2006); Cunha, M. (2008); Fenco Asalde, M. G. C. (2010); Romero-Massa, E., Acosta-
Ospino, S., Carmona-Castilla, I., Jaimes-Sarmiento, A., Masco-Mier, M., Góngora, A. & Vega-
Jiménez, Ch. (2010), Rondón Bernard, J. E. (2011); Urzúa, A., Chirino, A., & Valladares, G.
(2011); Segura Barrios, I. M. (2012); Jiménez Corona, A., Aguilar Salinas, C. A., Rojas Martínez,
R. & Hernández Ávila, M. (2013); Aponte Daza, V. C. (2015) y Bautista Rodríguez, L. M. &
Zambrano Plata, G. E. (2015))
Las investigaciones anteriores permiten apreciar cómo a mayor edad y nivel de glucosa en
la sangre hay mayor probabilidad de tener una deficiente calidad de vida relacionada con salud;
sin embargo, incluir otras variables sociodemográficas o psicosociales permiten la especificación
de las necesidades en salud y los recursos internos o externos utilizados para hacer frente a la
enfermedad, como expresa Aponte Daza “entre mejor satisfaga el individuo sus necesidades
personales, mejor será su proceso de envejecimiento; y si las personas gozan de una buena calidad
de vida, otros aspectos psicológicos tendrán más probabilidades de funcionar mejor” (2015, p-
157).
La diabetes es una enfermedad crónica no transmisible, incapacitante, costosa, frecuente y
de alta comorbilidad con otras enfermedades cardiovasculares; Harvey, J. N. plantea que “The
diagnosis of diabetes has a major psychological impact”. (2015, p.30), provocando que el adulto
mayor deba valorar la situación; en otras palabras, el diagnóstico, el tratamiento y la necesidad de
cambiar su estilo de vida en pro de su bienestar y salud, optando desde su experiencia por la
estrategia de afrontamiento más adecuada para adaptarse a la enfermedad.
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Algunas investigaciones consideran que la percepción sobre calidad de vida relacionada con
salud es producto de las estrategias de afrontamiento utilizadas por el adulto mayor con
enfermedades crónicas, dado que, algunas acciones están encaminadas a evitar, inhibir
comportamientos o focalizar la situación en aspectos negativos. Al contrario del uso de otras
estrategias de afrontamiento, como: las centradas en la situación o problema, la búsqueda de apoyo
social o espiritualidad, las cuales se correlacionan con una mejor calidad de vida. (González Celis
& Padilla (2006), Reyes Rasse, C. & Rojas Arellano, P. (2006); Urzúa Morales, A. & Jarne
Esparcia, A. (2008); González Celis, A. L. & Araujo Viveros, R. A. V. (2010); Levasseur &
Couture (2015); Mayordomo Rodríguez, T., Sales Galán, A., Satorres Pons, E. & Blasco Igual, C.
(2015), Navarro, A. B. & Bueno, B. (2015) y Karimi, S., Jaafari, A., Ghamari, M., Esfandiary, M.,
Mazandarani, F., Daneshvar, S. & Ajami, M. (2016))
La investigación de González Celis & Padilla (2006) es la única que retoma específicamente
las variables para evaluar calidad de vida y estrategias de afrontamiento en 194 adultos mayores,
de los cuales el 63,9% presentaba una enfermedad crónica, encontrando que las estrategias más
empleadas son: Afrontamiento activo, confrontación, reapreciación y evitación.
Al indagar sobre las estrategias de afrontamiento en pacientes diabéticos se encuentra la
investigación de Gómez-Rocha, S., Galicia-Rodríguez, L., Vargas-Daza, E. R., Martínez-
González, L. & Villarreal-Ríos, E. (2010) que toma una muestra de 48 personas que se dividen en
dos grupos; en el primero se retoman las personas con estilos de vida saludable obteniendo un
promedio de edad de 59 años y una adherencia al tratamiento del 66.1%. Al contrario, el segundo
grupo con estilos de vida desfavorable obtiene un promedio de edad de 60.2 años y una adherencia
al tratamiento de 25.5 %. La investigación concluye que las cifras de glucemia son menores en las
7
personas con un afrontamiento activo y estilo de vida favorable en comparación con el segundo
grupo.
Almeida Escalante, G. D. C. & Rivas Acuña, V. (2008) realizaron una investigación
descriptivo transversal en el 2008 en una muestra de 50 personas con diabetes Mellitus tipo 2, la
edad promedio fue de 49.4 años, en su mayoría del género femenino (78%); el tiempo promedio
de diagnóstico de la enfermedad fue de 7.7 años. La investigación dedujo que el 48% presentaron
estrategias de afrontamiento adecuadas como: la resolución de problemas, la reestructuración
cognitiva, el apoyo social y la expresión emocional, opuesto al 52% de los participantes que
utilizaban las estrategias de afrontamiento de: autocrítica, pensamiento desiderativo, evitación de
problemas y retirada social
En 2015, Vitorino, L. M., Lucchetti, G., Santos, A. E., Lucchetti, A. L., Ferreira, E. B.,
Adami, N. & Vianna, L. A. realizaron una investigación con pacientes de diferentes edades,
concluyendo que los sujetos institucionalizados utilizan mayormente estrategias religiosas y
espirituales para hacer frente a la diabetes tipo II, estas variables se correlacionaron positivamente
con la mayoría de los dominios de calidad de vida de WHOQOL-OLD y WHOQOL-BREF. En un
caso similar la tesis de Torres Leal, I. (2011) con una muestra de 70 pacientes en un estudio
comparativo transversal concluye lo mismo.
Por otro lado, Cervantes Becerra, R. G. (2015) propone un estudio sobre la estrategia de
afrontamiento de apoyo social en personas adultas con diabetes tipo II, encontrando que la falta de
uso de esta estrategia tiene una probabilidad de ser 4.9 veces más riesgosa para descontrol
glicémico. Reyes Rasse & Rojas Arellano (2006) señala que la estrategia del apoyo social es la
más utilizada por los adultos mayores institucionalizados y no institucionalizados, cabe decir, que
los primeros despliegan menos estrategias de afrontamiento activo, aceptación de la
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responsabilidad y autocontrol; al contrario, los segundos recurren al afrontamiento activo, la
planificación, la reinterpretación positiva y el autocontrol.
La tesis de Avecilla Torres, L. P. & Cando Tiñe, N. J. (2016) comprueba que la dinámica
familiar influye en las estrategias de afrontamiento de los pacientes con diabetes mellitus tipo II,
dado que, una buena función familiar se relaciona con la estrategia de resolución de problemas, en
cambio, el mal funcionamiento familiar se vincula con la evitación, pensamiento desiderativo y
retirada social.
Karimi, Et al. En su investigación del 2016, consideran de mayor utilidad las estrategias de
afrontamiento centradas en los problemas antes que las centradas en la emoción, a modo que,
desempeñan un papel fundamental en la capacidad de disminuir las tensiones relacionadas con la
enfermedad de diabetes, logrando llevar una calidad de vida laboral con mejor control de la
enfermedad, satisfacción de vida, adherencia a la terapia y adaptación psicológica-social. En
contraposición, Fernández Ballesteros, R (2009a) & González Celis, A. L. M. (2012) esbozan en
sus estudios que desde la perspectiva de la vejez activa los adultos mayores utilizan más las
estrategia centrada en la emoción.
Según Orozco-Gómez, A. M. & Castiblanco-Orozco, L. (2015) en su revisión sistemática
evidencian la importancia de la intervención psicológica desde el modelo cognitivo-conductual en
los cambios que experimentan las personas diagnosticadas con alguna enfermedad crónica no
transmisible (ECNT). Concluyendo que el modelo clínico debe “favorecer el compromiso con el
tratamiento son los estilos de afrontamiento activo y la capacidad de integrar emociones” (2015,
p. 208) en cualquier tipo de población.
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Como ya se ha dicho, es importante evaluar la capacidad que tiene el adulto mayor con
diabetes mellitus tipo II para gestionar su comportamiento adaptativo a la enfermedad, además, se
debe agregar la manera en la cual contribuye a su estado de salud mediante su participación pasiva
o activa en el tratamiento, donde el control metabólico se va a asociar con una mejor calidad de
vida relacionada con salud (Urzúa, Chirino & Valladares, 2011); siendo esto posible por el
cumplimento terapéutico.
Se debe clarificar que, en esta investigación se indagará por el cumplimiento terapéutico,
puesto que, como plantean Nieto, L. y Pelayo, R. (2009) en su revisión sistemática
El cumplimiento terapéutico es un descriptor de la adherencia, así la obediencia o
coincidencia del comportamiento del consultante con la orden médica puede estar presente en la
adherencia, pero la adherencia no puede describirse o justificarse por la mera existencia del
cumplimiento terapéutico (Nieto & Pelayo, 2009, pp.23-64).
De esta manera, las investigaciones de Libertad Martín A. & Grau Abalo, J. A. (2004), Pfizer
(2009) y Vidal, J. (2009) indican que en países desarrollados el cumplimiento terapéutico en
pacientes crónicos se sitúa entre el 50 y el 75%, siendo más notable la brecha en países en vías de
desarrollo, por la escasez de servicios de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y
rehabilitación o la falta de equidad en el acceso a salud. El cumplimiento está asociado a una menor
morbimortalidad, con la disminución de los costos directos o indirectos por complicaciones agudas
al sistema, menos años de vida perdidos y mejor calidad de vida.
Asimismo, Tamayo, D. C. (2012) halla que los estudios colombianos, en diferentes periodos
y ciudades, coinciden que alrededor de la mitad de los pacientes en tratamiento diabético logran la
meta clínica establecida, una tendencia que se ha visto también a nivel internacional; aunque, en
10
una de las investigaciones citadas en la revisión, los mayores de 71 años las frecuencias de control
metabólico alcanzaron el 29.5% y el 18.5% entre los pacientes con más de 11 años de evolución
de la DM.
Alcaíno Díaz, D. E., Bastías Rivas, N. d. C., Benavides Contreras, C. A. Figueroa
Fuentealba, D. C., & Luengo Martínez, C. E. en el 2014 efectúan una investigación correlacional,
de corte transversal en adultos mayores con diabetes tipo II que concluye que el cumplimiento del
tratamiento tiene una asociación estadísticamente significativa con la estructura familiar, la
disfunción familiar, el sexo masculino, la presencia de pareja y el apoyo social.
En la investigación de Santhanakrishnan, I., Lakshminarayanan, S., & Kar, S. S. (2014) toma
una muestra de 135 personas entre los 50-59 años, de los cuales 80% pertenecían al género
femenino. El estudio encontró que el cumplimiento al tratamiento farmacológico fue del 76% y se
asoció significativamente con el nivel de alfabetización de los pacientes, alrededor de 66% de los
pacientes eran conscientes con al menos uno de los factores de riesgo de la diabetes y la mayoría
(79%) sabía de al menos una de las complicaciones de la diabetes. Sin embargo, el cumplimiento
de la actividad física (37%), cuidado de los pies (60%), revisión de ojos anual (49%) y pruebas de
función renal (51,1%) fueron bajas.
Khan, A. R., Al-Abdul Lateef, Z. N., Al Aithan, M. A., Bu-Khamseen, M. A., Ibrahim, I.
A., & Khan, S. A. (2012) realizaron una investigación que tuvo como propósito medir la tasa de
incumplimiento y los factores que contribuyen a la falta de cumplimiento entre los pacientes
diabéticos en la región de Al Hasa de Arabia Saudita, con una muestra de 535 pacientes diabéticos,
el cumplimiento fue del 67,9%, mayor en hombres (69,34%) que en mujeres (65,45%). El
incumplimiento entre los participantes urbanas fue significativamente mayor que (71,04%) en los
participantes rurales (60,15%,).
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Por último, la investigación de Attyi, A., Bahnasy, R., Abu Salem, M., Al-Batanony, M. &
Ahamed, R. (2013) comprendió una muestra de 339 pacientes diabéticos, el 62.5% cumple con los
tratamientos de la enfermedad; los factores asociados significativamente fueron la edad, los
ingresos y el nivel educativo. Por otro lado, determinaron que el cumplimiento se ve afectado por
la duración del tratamiento, la presencia de enfermedades distintas de la diabetes, y el número de
fármacos prescritos, el olvido y el alto costo del tratamiento.
Planteamiento de la pregunta.
En el anterior apartado, se plantean los antecedentes de la presente investigación,
concluyendo que las variables calidad de vida relacionada con salud, estrategias de afrontamiento
y cumplimiento terapéutico no están referidas exclusivamente a la población Adulto mayor con
diabetes tipo II en esta región del país; además, algunas variables aún no han sido tomadas en
conjunto, como: calidad de vida relacionada con salud-cumplimiento terapéutico, estrategias de
afrontamiento-cumplimiento terapéutico o calidad de vida relacionada con salud, estrategias de
afrontamiento y cumplimiento.
La identificación de criterios aproximados en cada ciclo vital permite prever los factores de
protección y riesgo a fortalecer por medio de procesos de prevención o promoción de la salud.
Convivir en la vejez con diabetes conlleva a altos grados de incapacidad cuando no se tiene un
control adecuado, generando altos costos para el sujeto como para el sistema de salud. De igual
modo, las variables contempladas hacen alusión al concepto de bienestar como eje fundamental
para llegar a una buena vejez, desde los factores comportamentales, cognitivos y emocionales.
Es así, como esta investigación pretende resolver la pregunta ¿Cuál es el nivel de calidad de
vida relacionada con salud, las estrategias de afrontamiento y el grado de cumplimiento terapéutico
en el adulto mayor con diabetes tipo II? Por lo anterior, el objetivo general de la investigación es:
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Describir el nivel de calidad de vida relacionada con salud, las estrategias de afrontamiento
y el grado de cumplimiento terapéutico en el adulto mayor con diabetes Tipo II que residen en el
municipio de Santuario, Risaralda.
Se plantean los objetivos específicos como:
Evaluar el nivel de calidad de vida relacionada con salud en el adulto mayor con diabetes
Tipo II del municipio risaraldense.
Determinar cuáles son las estrategias de afrontamiento más utilizadas por el adulto mayor
risaraldense para enfrentar la enfermedad diabética.
Indagar sobre la posible relación entre el nivel de calidad de vida relacionada con salud y el
grado de cumplimiento terapéutico en el adulto mayor risaraldense con diabetes Tipo II
Justificación.
Según las estadísticas de la Organización mundial de la salud (OMS, 2015), la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL,2014) y el Ministerio de Salud y Protección
Social de Colombia (2014), estiman que entre 2015 y 2050 los índices de vejez se multiplicarán
casi por dos, pasando del 12% al 22%; resaltando que, el aumento de la esperanza de vida no es
producto de condiciones de calidad y que, 1 de cada 4 hogares latinoamericanos conviven con un
adulto mayor, el 80% de estas familias viven en países de ingresos medios y bajos Por otro lado,
la diabetes Mellitus se caracteriza por ser:
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1. Costosa, donde el 12% del gasto en salud mundial se destina a la diabetes (673.000
millones de USD) frente a 548.000 millones de USD destinados en 2013, el 11% del gasto total
fue en adultos mayores (Federación Internacional de Diabetes (FID), 2015) Además, se contempla
que las complicaciones, la incapacidad por la presencia del alto porcentaje de años de vida perdidos
(AVP) conllevan a un gasto sanitario desbordante para el estado. Asimismo, las personas que
tienen diversas barreras de servicios en salud, deben pagar su salud o buscar tratamientos
complementarios o alternativos.
2. Incapacitante, la presencia de esta enfermedad metabólica conlleva a padecer daños en los
ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos. Las mayores complicaciones (Hipoglucemia,
Cetoacidosis e hiperosmolaridad no cetósico) se presentan por el inadecuado manejo de la
enfermedad, más aun, están las comorbilidades crónicas como consecuencia del proceso de la
enfermedad: hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular,
nefropatía retinopatía, neuropatías y daños microvasculares. (Fenco Asalde, (2010), Núñez
Villalba, D. A. (2012), Hernández Alvarado, J. L. (2014) y Federación Internacional de Diabetes
(2015)).
3. Frecuente, esta se desarrollara por estadísticas en diferentes niveles contextuales.
A). A nivel mundial la Federación Internacional de Diabetes (2015) precisa que 415 millones
de personas a nivel mundial poseen la enfermedad metabólica, calculando que de cada 11 adultos
1 tiene diabetes; aproximando que para el año 2040 la población afectada será 642 millones de
personas. Con respecto a esto, se considera que 175 millones de personas con diabetes no están
diagnosticadas. La prevalencia de la enfermedad a nivel mundial es del 8.3%, el tipo de diabetes
más frecuente es la II encontrándose en el 90% de los casos registrados; siendo superior en las
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edades iguales o mayores a 60 años (57%); al contrario de las edades comprendidas entre los 20 y
59 años.
B). A nivel Nacional y regional, valora el Ministerio de Salud y Protección Social que entre
el 2014-2050 aumentara la población de adultos mayores pasando del 7.32% al 8.79%. A nivel
departamental, Risaralda está representada un 12.3% por adultos mayores, este departamento
según el Observatorio nacional de salud de Colombia (2015) fue el tercero en índices de
enfermedad diabética. Aunque, la prevalencia de la enfermedad aumentó en los niveles expuestos,
la tasa de mortalidad entre 2010 y 2014 se redujo.
El Observatorio de diabetes en Colombia (2017) señala que Risaralda se reportan 1.857 casos
por cada 100.000 habitantes ajustándose a las edades entre los 20 a 79 años de acuerdo con los
casos registrados por el sistema integral de información de la protección social (SISPRO), cifras
que disminuyen en departamentos como: Bogotá 1.664 (Capital), Antioquia 1635, Valle del Cauca
1.559 y Bolívar 1.344 casos, diferenciándose por los patrones culturales de cada región.
Lo anterior, soporta la necesidad de identificar la calidad de vida relacionada con salud,
las estrategias de afrontamiento y el cumplimiento terapéutico para contribuir al bienestar del
adulto mayor con esta patología en la región. Desde la psicología de la salud se permite el análisis
del proceso de enfermedad diabética entorno al adulto mayor, partiendo de la intervención de
estados multifactoriales y multideterminantes para el paciente, la familia y el personal asistencial.
Estos constructos en la revisión de antecedentes validan la falta de un conocimiento en una
determinada población y ubicación espacial, el carácter teórico-práctico del campo de la psicología
de la salud, proporciona variables de riesgo o protección y la identificación de relaciones causales
en los determinantes de salud.
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Por otro lado, la producción de conocimiento científico es un medio válido y confiable para
la toma de decisiones en el área de salud; dado que, los nuevos desarrollos buscan el
mantenimiento o la recuperación de la salud. De esta manera, se considera que esta investigación
permitirá:
1. Acceso de un nuevo conocimiento académico y práctico, que pueda fomentar la
realización de estudios multidisciplinares.
2. Los resultados serán insumo para implementar estrategias en los servicios de atención o
centros de salud, para la promoción o la prevención de comportamientos por medio de la educación
en salud, causando la reducción de costos por incapacidad o complicaciones de la enfermedad y
reducción en la frecuencia de la enfermedad en otros momentos del curso de vida.
3. Por último, el estudio establecerá indicadores para monitorear el cumplimiento terapéutico
con el fin de optimizar la adherencia al tratamiento.
Marco teórico.
Psicología de la Salud.
En el Artículo 1º de la Ley 1090 del 2006 de Colombia, se define la psicología como una
ciencia “sustentada en la investigación y una profesión que estudia los procesos de desarrollo
cognoscitivo, emocional y social del ser humano, con la finalidad de propiciar el desarrollo del
talento y las competencias humanas en los diferentes dominios y contextos sociales” (p.1). La
psicóloga crea condiciones que contribuyen al bienestar desde los diferentes campos de aplicación
para mejorar la calidad de vida de los sujetos. Por esta razón, de acuerdo a la ley se considera al
psicólogo un profesional de la salud.
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Atendiendo a la definición anterior, este trabajo se sustenta desde la Psicología de la Salud
la cual Morales Calatayud, F., (1999) define como una rama aplicada de la psicología que se
dedica al estudio de los componentes de comportamiento del proceso salud-enfermedad y de la
atención de la salud en los diferentes procesos de prevención, promoción, diagnóstico, tratamiento
y cuidados paliativos interesándose en el estudio de aquellos constructos psicológicos que
participan en la determinación del estado de salud, en el riesgo de enfermar, en la condición de la
enfermedad y en la recuperación, así como las circunstancias interpersonales que se ponen de
manifiesto en la prestación de servicios de salud.
Adulto Mayor
La gerontología es la disciplina que se enfoca en el estudio del envejecimiento en todo
aspecto biopsicosocial que enmarcada las dinámicas poblacionales históricas y contextuales.; el
envejecimiento se define como un proceso cronológico que implica una serie de modificaciones
irreversibles en los todos los seres vivos, producto de los múltiples factores ambientales y
genéticos, enfatizando el periodo de la vejez.
Es por esto, que la gerontología se divide en tres ramas: Experimental, social y Clínica o
geriátrica; la última se orienta a un grupo multidisciplinar de distintos profesionales de la salud,
Millán Calenti, J. C. (2006) clasifican las enfermedades del adulto mayor en:
A. Pluripatología: presencia de varias alteraciones de la salud de manera concomitante, estos
factores son: la alteración hemostática, afectación de la función inmunológica largos proceso de
latencia, inmovilidad e iatrogenia.
B. Cronicidad e invalidez: referente a las enfermedades incurables que conllevan en su
mayoría a la alteración o incapacidad que impiden realizar las actividades de la vida diaria.
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C. Atipia: presentación inespecífica de la enfermedad.
Con lo anterior, la psicogerontología o psicología del envejecimiento, es la disciplina que
abarca la dimensión psicológica (comportamiento y procesos mentales) desde el envejecimiento o
ciclo de vital y vejez; la evaluación, diagnóstico e intervención en el adulto mayor y su familia
están encaminadas a mejorar la calidad de vida y la adaptación al envejecimiento. (González, I.,
Balo, A. & Gómez, J. (2006); Fernández Ballesteros, (2009b) y Fernández Ballesteros, R., Reig
Ferrer, A. & Zamarrón Casinello, M. (2009).
Por otro lado, es importante desde la psicología del envejecimiento identificar las diversas
posturas en relación con la vejez (Bazo, M., García, B., Hernández, G., Leira, J., López, J., Millán
Calenti, J. & Taboadela, O., 2006), como:
Vejez crónica: En 1996 Busse distingue entre envejecimiento primario y secundario, el
primero corresponde a los cambios inherentes en el proceso de envejecimiento y el segundo por
variables del proceso de envejecimiento como lo son las enfermedades crónicas.
Vejez funcional: Es la percepción de los adultos mayores para sentirse incapacitados o
inhabilitados para continuar con las actividades diarias.
Vejez vital o activa: plantea la existencia de limitaciones para el sujeto que se agudizan con
el tiempo, sin embargo, proponen otros potenciales únicos y distintos en el adulto mayor;
destacando la experiencia humana; ya que, ésta se asocia con una baja probabilidad de enfermar y
discapacidad asociada a un alto funcionamiento cognitivo y capacidad física y compromiso con la
vida.
Es así, como Bazo, Et al., expresa que “La tercera edad es el momento más alto de madurez,
las personas mayores tienen en su poder un tesoro de sabiduría y experiencia y solo por ello,
18
merecen respeto valoración y no marginación” (2006, p. 64); la psicología retoma las diferencias
individuales y las condiciones de desarrollo en este ciclo vital, donde las funciones cognitivas
entendidas por ser actividades mentales que el individuo utiliza cuando interactúa con el ambiente,
pueden estar limitadas, estables o en condiciones excepcionales para influir en sus estado de salud
Diabetes Mellitus Tipo II.
Uno de los mayores riesgos para la salud y el bienestar del adulto mayor son las
enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) que se pueden padecer en la vejez; la
Organización Panamericana de Salud (PAWO) las define como “de etiología incierta,
habitualmente multicausales, con largos periodos de incubación o latencia; largos periodos
subclínicos, con prolongado curso clínico, con frecuencia episódico; sin tratamiento específico y
sin resolución espontánea en el tiempo” (2010,p. 4), de este modo, las áreas mayores de trabajo
para los organismos de salud son: las enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer,
enfermedad renal crónica, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes.
La Federación Internacional de Diabetes (FID, 2015) define la diabetes mellitus como una
condición crónica que ocurre cuando el cuerpo no puede producir o utilizar la insulina; la insulina
es la hormona producida por el páncreas que tiene la función de transportar la glucosa a través de
la sangre al interior de las células del cuerpo donde se utilizará como energía. La falta o ineficacia
de la insulina en las personas con diabetes significa que la glucosa continúa circulando en la sangre.
Asimismo, existen tres tipos principales de diabetes:
La diabetes tipo 1 es causada por una “reacción autoinmune, en la que el sistema de defensa
del cuerpo ataca las células-beta productoras de insulina en el páncreas” (FID, 2015, p.22) como
19
resultado, el cuerpo no produce la insulina que necesita, posiblemente, la diabetes tipo I se deba a
factores de riesgo ambiental o a infecciones virales; siendo más común en niños y adolescentes.
La diabetes tipo 2 es el tipo más común de la enfermedad y se produce cuando “el cuerpo es
capaz de producir insulina pero este se vuelve resistente a ella, de modo que la insulina es ineficaz.
Con el tiempo, los niveles de insulina pueden llegar a ser insuficientes.” (FID, 2015, p.23)
causando: micción frecuente, sed excesiva, pérdida de peso y visión borrosa.
Estos síntomas no suelen ser reconocidos fácilmente, ocasionando serias complicaciones a
largo plazo; ya que, solo las pruebas de sangre correspondientes pueden dar un diagnóstico
apropiado de la situación (la toma de la Glucemia en ayunas, el examen de hemoglobina
glucosilada o la prueba de tolerancia a la glucosa oral). Por otro lado, los factores predisponentes
para este tipo son: sobrepeso, sedentarismo, mala nutrición, etnicidad, historial familiar de diabetes
e historial pasado de diabetes (Exámenes positivos con tolerancia a la Glucosa Alterada o Glucosa
en Ayuno Alterada).
Diabetes Gestacional, se refiere a la alteración de glucosa en la sangre (hiperglucemia) que
se detecta por primera vez en cualquier momento durante el embarazo; “Las mujeres con niveles
de glucosa ligeramente elevados son clasificadas como que tienen diabetes gestacional, mientras
que las mujeres con niveles de glucosa en la sangre sustancialmente elevados son clasificadas
como que tienen diabetes mellitus en el embarazo” (FID, 2015, p.26)
Además, la Federación Internacional de Diabetes (FID, 2015) establece otros tipos de
diabetes menos comunes incluyendo: la diabetes monogénica, como resultado de una mutación
genética y la diabetes secundaria, que surge como una complicación de otras enfermedades
crónicas.
20
El control de los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial y el colesterol previene y
retrasa el padecimiento de complicaciones en la enfermedad; dado que, el inadecuado control de
la enfermedad, puede generar: mayores infecciones, enfermedades en los ojos, en la salud bucal,
enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal, pie diabético, daño en el sistema nervioso y
complicaciones durante el embarazo; encontrándose mayor comorbilidad y mortalidad (Fenco
Asalde (2010); Muñoz Monterroza, (2013). FID, (2015)).
El tratamiento de la diabetes consta del control de fármacos orales o insulina, dieta
balanceada, ejercicio y valoración multidisciplinar, que pueden variar según el momento del curso
de vida.
Algunos factores que dificultan el tratamiento en los adultos mayores son: la descomposición
metabólica aguda, síntomas inespecíficos, síndromes geriátricos, infecciones de repetición, retraso
en la cicatrización de heridas o implicación de terceras personas. Los síntomas en su mayoría no
suelen ser reconocidos siendo más impredecibles en la vejez que en etapas anteriores (Cordibo, F.,
Castro, J. & Isidro, L., 2006)
Calidad de vida relacionada con salud
La salud es un eje fundamental en la existencia de la vida, esta se define como “un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades (OMS, 1948)” (Hernández Bienes, M., 2006); puesto que, todas las personas con
enfermedades o sin afectación biopsicosocial tienen el derecho a disfrutar de una vida satisfactoria
en todos sus componentes personales y sociales.
De este modo, en los años 50 se comienza a utilizar el concepto de calidad de vida y años
más tarde la Organización Mundial de la Salud la conceptualiza como “la percepción del individuo
21
sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y
con respecto a sus metas, expectativas, normas y preocupaciones” (Botero de Mejía & Pico
Merchán, 2007, p.16); siendo un concepto amplio, variado y complejo que engloba diferentes
aspecto del ámbito personal y social. La necesidad de evaluar el proceso de salud en las
enfermedades crónicas, dejo de paso las mediciones clásicas sobre mortalidad, morbilidad y
expectativa de vida, pasando a ser tomadas por un concepto más limitado, la calidad de vida
relacionada con salud.
Schwartzmann, L. (2003) plantea que esta es la valoración que realiza una persona de
acuerdo con sus propios criterios subjetivos del estado físico, emocional y social en que se
encuentra en un momento dado, y refleja el grado de satisfacción con una situación personal a
nivel: fisiológico, emocional y social. En la enfermedad crónica, la valoración del paciente es el
resultante de la interacción del tipo de enfermedad y su evolución, la personalidad del paciente,
las dificultades en las actividades diarias con el ambiente.
Por otro lado, Vinaccia, Alpi, S. & Quiceno, J. M. (2012) realizan una revisión sistemática
sobre la calidad de vida relacionada con salud, concluyendo que las dimensiones más utilizadas se
basan en el estado funcional, la sintomatología asociada al problema de salud y el tratamiento, el
funcionamiento psicológico y social; definiendo la calidad de vida en salud como el “mayor énfasis
a la evaluación de parte del individuo de las limitaciones que en diferentes áreas biológicas,
psicológicas y sociales le ha procurado el desarrollo de una determinada enfermedad y/o accidente
(2012, p. 128).
Cabe aclarar que dentro de la calidad de vida relaciona en salud, se debe de distinguir entre
el bienestar subjetivo y el bienestar psicológico. El primero se “refiere al balance global que las
personas hacen de sus recursos, del curso de los acontecimientos a los que se enfrentan y de la
22
experiencia emocional derivada de ello” (Zubieta, E., Muratori, M. & Fernández O., 2012, p. 70).
En cambio, el segundo hace alusión a los valores que hacen a las personas sentirse satisfechas.
Por último, Álvarez, L. S. (2012) cita a Cockerham que define los estilos de vida, como
“patrones de comportamiento colectivos de salud, que se configuran a partir de diferentes
elecciones que hacen los seres humanos y están condicionados por las oportunidades de vida que
les brinda el contexto en que se desarrollan” (2012, p. 97), en otras palabras, son los
comportamientos particulares que integran las personas del contexto cultural o social por medio
de elección propias, este concepto se diferencia de: condiciones de vida y modos de vida, sin
embargo, están todos conectados al tratarse de calidad de vida.
Estrategias de afrontamiento.
La calidad de vida relacionada con salud va ligada a las formas de afrontar la enfermedad
crónica, el adulto mayor está abrigado en el uso de estrategias de afrontamiento funcionales o
disfuncionales ante las demandas o pérdidas que aparecen en el proceso del envejecimiento.
(González Celis, & Padilla, 2006 p-509). No obstante, el diagnóstico, el tratamiento, las
complicaciones o la evolución de la enfermedad diabética impactan al sujeto en todo el ámbito
biopsicosocial. La enfermedad actúa como un suceso estresante por las limitaciones y
consecuencias en la vida diaria, ocasionado una experiencia personal tensa por la presencia de
estímulos: perjudiciales, amenazantes o retadores.
Morrison, V. & Bennett P. (2006) citan a Lazarus que plantea que el estrés es el “resultado
de la interacción entre las características y valoraciones de un individuo, el entorno del suceso
interno o externo y los recursos internos o externos de que dispone una persona”.p.365) Todo este
23
proceso cognitivo inicia con la valoración primaria del suceso sobre su naturaleza; al mismo
tiempo, se activa la valoración secundaria donde el individuo evalúa sus propios recurso o
capacidades para afrontar el factor estresante.
De este modo, Riso, W. (2009) cita a Lazarus y Folkman (1986) los cuales determinan que
los recursos internos o externos se deducen en las estrategias de afrontamiento como “aquellos
esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar
las demandas específicas externas y o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes
de los recursos de los individuos” (Riso, W., 2009, p. 164)
En el planteamiento inicial Lazarus y Folkman (1986) conceptualizaban dos estrategias de
afrontamiento, las dirigidas al problema (modificación) y las centradas en la emoción (adaptación),
identificando inicialmente 8 estilos (formas personales de actuar). Fernández Abascal & Palmero
(1999), plantea tres dimensiones sobre las estrategias de afrontamiento: activas, pasivas y de
evitación, identificando 18 estilos. Del mismo modo, otros autores referencian otras definiciones
de estilos y estrategias de afrontamiento como: González & Padilla (2006), Londoño, N. H., Pérez,
M. & Murillo, M. N. (2009), González Celis, (2012) y Austillo Brito, (2015).
Otras teorías al hablar de estrategias de afrontamiento, se refieren a mecanismos de defensa
(Teoría psicoanalítica), rendición evitación o compensación de esquemas (teorías de esquemas
Mastery) y teoría meta-cognitiva pasividad y actividad (teoría centrada en el sentido) para
preguntarse sobre las acciones (Conductuales, cognitivas o psicológicas) que un sujeto realiza en
una situación estresante.
Cumplimiento Terapéutico
24
En la investigación de Duran Andrade, M., Forero Luna, J., Galvis Gantiva, L. R. & Gallo
Romero, P. (2010) se cita la definición de Haynes sobre el cumplimiento terapéutico, como “el
grado en que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicamentos, el seguimiento
de una dieta o la modificación de hábitos de vida, coincide con las instrucciones proporcionadas
por el médico o personal sanitario” (p.45-46)
En ocasiones, suelen utilizar el término “compliance” que hace referencia a la obediencia o
a la conducta de cumplimento del paciente para seguir las recomendaciones del profesional de la
salud; asumiendo un rol pasivo frente a su proceso de salud-enfermedad. Caso contrario, de lo que
ocurre cuando hay adherencia, un rol activo, una relación de compromiso entre consultante y
médico.
El cumplimiento terapéutico comienza en el momento en el que el paciente toma las acciones
para controlar su glicemia, según Vidal (2009) los métodos para identificar este control pueden
ser: indirectos (valoración del profesional, control por medio de cuestionarios) o directos (registros
de farmacia, recuento de pastillas, contadores de fármacos, dosis supervisadas, observación técnica
de la insulina y volumen de insulina de los viales y/o plumas, e índices biológicos).
Metodología
La presente investigación utilizó una metodología de corte cuantitativo; puesto que,
pretendía delimitar la información para medir con mayor precisión las variables y las relaciones
entre calidad de vida relacionada con salud, estrategias de afrontamiento y cumplimiento
terapéutico en el adulto mayor con diabetes tipo II, permitiendo “consolidar las creencias
(formuladas de manera lógica en una teoría o un esquema teórico) y establecer con exactitud
patrones de comportamiento en una población” (Hernández Sampieri, R ., Fernández Collado, C.
& Baptista Lucio. M. P., 2010, p. 11), partiendo de lo deductivo a lo inductivo.
25
El diseño es no experimental, dado que, sólo se intentó observar los fenómenos en un único
momento, sin intención de manipular las variables; por esto, el tiempo de medición de la
investigación fue transversal o transeccional. Teniendo en cuenta lo anterior, el alcance de la
investigación fue descriptivo-correlacional donde se recolectaron los datos y describieron las
relaciones entre las variables estudiadas en el adulto mayor con diabetes tipo II.
La muestra no es probabilística y el muestreo se realizó bajo el método de bola de nieve,
porque desde el programa de pacientes cardiovasculares del Hospital San Vicente de Paul de
Santuario, Risaralda, se identificaron los participantes clave, que llevaron a otros y así,
sucesivamente hasta que se estimó una muestra de 30 participantes; teniendo en cuenta, los
términos de inclusión fueron: tener 60 o más años y los de exclusión: Grado de discapacidad
cognitiva, estar identificado con diabetes tipo 1 u otro tipo, no saber leer o escribir. Para la
recolección de la información se manejaron pruebas estandarizadas e inventarios que median las
variables específicas, estos fueron:
El Mini-Mental State Examination (MMSE), cuestionario utilizado para la identificación del
deterioro cognitivo asociado a demencia en adultos mayores. El MMSE está compuesto por 30
ítems; funciones de orientación temporo - espacial, memoria de trabajo y de corto plazo,
habilidades de cálculo, lenguaje y praxis (Pedraza, O., Sánchez, E., Plata, S., Montalvo, C., Galvis,
P., Chiquillo, A. & Arévalo, I., 2014). Su alfa de Cronbach es de 0.882 y está validado en población
Colombiana.
La medición de la calidad de vida relacionada con salud se realizó por medio del cuestionario
de salud sf-36 versión española 1.4 de 1999, formado por 36 preguntas que valoran los estados
tanto positivos como negativos de la salud, que cubren: Función física, Rol físico, Dolor corporal,
26
Salud general, Vitalidad, Función social, Rol emocional y Salud mental. Su alfa de Cronbach es
mayor a 0,7.
El inventario de estrategias de afrontamiento, versión en español de Tobin, Holroyd,
Reynolds & Kigal (1989), adaptada por Cano, Rodríguez & García (2006). Según Avecilla Torres
& Cando (2016) es un reactivo psicológico utilizado para obtener las estrategias de afrontamiento
más utilizadas de pacientes con diagnóstico de Diabetes Mellitus Tipo 2. Esta versión consta de
40 ítems dividido en 8 sub-escalas, que son las siguientes: Resolución de problemas (REP),
Reestructuración cognitiva(REC), Apoyo social (APS), Expresión emocional (EEM), Evitación
de problemas(EVP), Pensamiento desiderativo (PSD), Retirada social(RES) y Autocrítica(AUC).
Su alfa de Cronbach es de 0,78
Se tomaron los datos de las pruebas de hemoglobina glucosilada (HbA1c) del último
trimestre a la fecha de la entrevista para medir el cumplimiento terapéutico, dado que, un nivel de
HbA1c normal es menor al 5,7%; una persona con diabetes tipo 2 con control glicémico se ubica
por debajo del 7%, Si la HbA1c está por encima de 7%, esto significa que la diabetes está mal
controlada, y por lo consiguiente el afectado está en alto riesgo de presentar complicaciones
diabéticas.
Se elaboró y utilizó un cuestionario sociodemográfico para caracterizar la población y
algunas variables de interés. Para el análisis estadístico descriptivo- correlacional se manejó el
programa Excel versión 14 del 2010 de Microsoft y el programa IBM SPSS Statistics versión 21
del 2012.
De esta forma, se cumple con el cronograma propuesto para la investigación en un periodo
de un año; desde el planteamiento de antecedentes, problema, justificación, metodología,
27
revisiones con tutor en todo momento, encuentro con el programa del hospital San Vicente de Paul,
permisos previos con la universidad, revisión de consideraciones éticas, modo de intervención y
búsqueda de pruebas psicotécnicas estandarizadas, contacto con los participantes de casa en casa,
recolección de la información, análisis, discusión, conclusiones y entrega oportuna las
instituciones.
Por último, el proceso de la investigación se enmarco en las consideraciones éticas,
correspondientes a la población a investigar. Se partió de la empatía, respeto, responsabilidad y
confidencialidad presentando la información necesaria sobre la investigación, el consentimiento
informado, la aplicación individual de los cuestionarios, por último, no se encontraron afectaciones
que pudieran llegar a ser remitidas con el personal idóneo.
Fase previa de exploración, rastreo de la información, delimitación de la muestra, aplicación
fase, fase de análisis y fase de divulgación y socializan de los resultados
Resultados y análisis.
Análisis descriptivo de la muestra.
La muestra estuvo conformada por 30 participantes, 21 (70%) mujeres y 9 (30%) hombres,
la media de edad fue 73.2% años (con una desviación estándar de 9.23 años) en un rango de edad
que oscilo entre los 60 a 92 años. Pertenecientes en su mayoría al estrato socioeconómico 2 (50%)
y 3 (33.3%) e ingresos provenientes en mayor proporción por: Apoyo económico familiar (36.6%)
y trabajo (30%), cabe decir, que 24 (80%) adultos mayores alcanzaron un nivel educativo de básica
primaria y solo 1 (3.33%) alcanzo a realizar estudios de posgrado. Con relación al estado civil, 24
(80%) viven acompañados, 3 (10%) están solos y 3 (10%) en hogares para el anciano, de los cuales
15 (50%) están casados y 9 (30%) viudos.
28
Según el tipo de régimen en salud 11 (36.7%) pertenecen al régimen contributivo, 18 (60%)
al régimen subsidiado y solo 1 (3.3%) al régimen vinculado, de este modo, las EAPB con mayor
proporción de afiliados en la investigación son Medimas (40%) y Asmetsalud (26.7%). Algunos
adultos reportaron el padecimiento de otras enfermedades además de la diabetes tipo II, con mayor
frecuencia: la Hipertensión con 16 (53.3%) casos, la artrosis con 6 (20%), osteoporosis con 6
(20%), tiroides con 4 (13.3%) y otras enfermedades con 2 (6.6%); sin embargo, 5 (16.7%) no
reportaron ninguna enfermedad, otros reportaron el padecimiento de 1 (63,3%), 2 (13,3 %) o 3
(6,7%) enfermedades al mismo tiempo sin contar la diabetes.
En cuanto a los años de diagnóstico de la enfermedad diabética la media es de x̄ 11.43 (con
una desviación estándar de 9.62 años) en un rango de 1 a 41 años, el 87% (26) reporta que la
enfermedad fue diagnosticada a tiempo y solo el 13.3% (4) no lo fue, sufriendo complicaciones
severas. Por otra parte, solo 2(6,7%) personas no refieren el uso de ningún tipo de tratamiento
frente a 28 (93.3%) que utilizan tratamientos orales (53.3%), insulina (10 %) o ambos (30%).
Además, se halla que el 53.4% no ha presentado ninguna complicación aguada; en cambio el 20%
ha sufrido hiperglicemia, el 13,3% hipoglicemia y el 13,33% un coma diabético. En cambio, al
preguntar sobre las complicaciones más graves de la enfermedad solo el 23.3% no presenta ningún
tipo, el 26% sufre artereopatia, el 36,7% cardiopatía, 46,7% retinopatía, 13,3% neuropatía y 13,3%
nefropatía, a su vez, 14 (46,7%) personas solo sufren una complicación a la vez, 3(10%) solo 2, 4
(13,3%) solo 3, 1 (3.3%) solo 4 y 1 (3.3%) solo 5.
En cuanto al tratamiento no farmacológico el 96.7% utilizan de 2 o más estrategias, entre
ellas: consumo de infusiones (63.3%), actividad física (53.3 %), búsqueda de información en salud
(53.3 %), dieta (46.7), entre otras; Según el 76.7% recibe apoyo familiar para su autocuidado frente
al 23.3% que no recibe acompañamiento frente la enfermedad. La media aritmética del examen de
29
hemoglobina glucosilada es del x̄ 6.01% (desviación estándar 2.27- varianza de 5.15); teniendo un
control adecuado el 63.3% (19).
Por otro lado, el Mini-Mental State Examination (MMSE) arrojo puntaciones normales, la
media es de x̄ 29.3 (desviación estándar 1.14) en un rango entre 30 a 27 puntos, en otras palabras,
no se detecta demencia o síntomas de disfuncionalidad cognitiva. El inventario de estrategias de
afrontamiento proyecto que los adultos mayores tienen a utilizar entre 2 a 4 estrategias (73.3%)
siendo menor el uso de 1 sola estrategia (26.6%) para el afrontamiento de la enfermedad, cabe
anotar, que dé 9 hombres, solo 5 (16.6%) utilizan 1 estrategia. Las estrategias de afrontamiento
más utilizadas son: apoyo social (APC) 64.4%, resolución de problemas (REP) 49.4% y
restructuración cognitiva (REC) 42.5% y en menor uso: autocritica (AUC) 10% y reiterada social
(RES) 5.2%. Estos resultados se exponen en la Tabla 1.
Frecuencia estadística del inventario de estrategias de afrontamiento
Estrategia de afrontamiento REP AUC EEM PSD APC REC EVP RES
Puntaje total 371 75 190 154 491 319 210 39
Mínimo 0 0 0 0 0 0 0 0
Máximo 20 20 20 20 20 20 20 20
Media 49,4 10 25,3 20,5 65,4 42,5 28 5,2
Desviación estándar (DE) 7.51 4.68 6.75 5.56 5.53 8.25 7.02 2.52
Tabla 1. Análisis estadístico del Inventario de Estrategias de Afrontamiento
Con respecto al análisis del cuestionario de salud sf-36, 10 de los adultos mayores (el 33.3%)
perciben su estado de salud como excelente, 15 (50%) como buena y 5 (16.7%) como regular; no
se encuentra percepciones malas o insuficientes. Lo primero que arroja el análisis del cuestionario
es la evolución de la enfermedad; el 36.6% refiere que su salud ha mejorado, el 26.7% percibe su
salud está igual y el 36.6% refiere que ha empeorado. En relación a las dimensiones; las más
representativas son: función física (79.3%), rol físico (79.1%), función social (87.08%) y rol
emocional (83.3%); la dimensión dolor corporal 19.3% es la de menor representación y gran
30
deterioro para la calidad de vida relacionada con salud; al igual que, salud general (67.16%) y
vitalidad (70.6%), ver Tabla. 2.
Frecuencia estadística del cuestionario de salud sf-36
Dimensión Puntaje total Mínimo Máximo Media Desviación Estándar (DE)
Función física 2380 10 30 79.3 27.96
Rol físico 2375 4 8 79.1 39.06
Dolor corporal 580 2 12 19.33 15.29
Salud general 2015 5 25 67.16 22.54
Vitalidad 2120 4 24 70.66 22.92
Función social 2612.5 2 10 87.08 20.09
Rol emocional 2500 3 6 83.33 31.26
Salud mental 2184 5 30 72.8 23.35
Tabla 2. Análisis estadístico del Cuestionario de Salud sf-36
Análisis correlacional de la muestra
Con respecto a la medición de la hemoglobina Glucosilada se anulan tres resultados por
falta de datos; tomando como muestra solo el resultado de 27 adultos mayores. En la tabla 3. Se
evidencia la relación inversa entre la calidad de vida relacionada con salud y la Hemoglobina
Glucosilada (-0,33977); en cuanto, una aumenta la otra disminuye. Por otro lado, se evidencia la
relación positiva entre calidad de vida y funcionalidad cognitiva.
Matriz de correlación entre variables
Dimensión Hemoglobina
Glucosilada Puntaje
MMSE
Puntaje Cuestionario de
Salud sf-36
Hemoglobina glucosilada 0 0,83473 0,066213
Puntaje MMSE 0,039767 0 0,76528
Puntaje Cuestionario de Salud
sf-36 -0,33977 0,056882 0
Tabla 3. Análisis correlacional entre las variables.
Discusión
Envejecer en Colombia es un tema que a todos nos debe interesar; hablamos sobre la inversión
de la pirámide poblacional, el aumento de la esperanza de vida, la comorbilidad, la mortalidad, los
años de vida perdidos por discapacidad (AVP), el alto costo para el Sistema General de Seguridad
31
Social (SGSS) y pocas veces en la educación del paciente, la familia o la comunidad o el papel
que juega el psicólogo de la salud sobre los determinantes de salud.
Es así, como la última encuesta sobre envejecimiento realizada por el Ministerio de Salud
Colombiano & Colciencias (2015) demuestra la prevalencia de la enfermedad en el 18,5% en una
muestra de 23.694 adultos mayores; aumentando la enfermedad entre los 65 a 75 años, para luego
descender en los grupos mayores. Si este es el panorama colombiano, el papel del psicólogo de la
salud se vuelve imprescindible para el trabajo multidisciplinar e interdisciplinar¸ tanto para
disminuir cargas de la enfermedad o aumentar las ganancias en salud desde el componente mental;
la intervención se debe dirigir a los determinantes en salud, factores de protección o riesgo para el
estado de salud-enfermedad de la persona, la familia y la comunidad.
De este modo, se puede apreciar en los resultados de la investigación en el apartado de
características sociodemográficas la similitud con otras investigaciones, como: el predominio del
sexo femenino, el estrato socioeconómico medio-bajo (2), ingresos por apoyo familiar o trabajo,
nivel educativo de básica primaria-incompleta o completa- y estado civil. (Salazar Estrada, J. G.,
Colunga Rodríguez, C., Pando Moreno, M., Aranda Beltrán, C. y Torres López, T. M. (2007);
López, L.F., Cifuentes, M. & Sánchez, A. (2013), Bautista Rodríguez, L .M. & Zambrano Plata,
G. E. (2015). Adisah-Atta, I. (2016) y Jojoa Hurtado, N. (2017))
En cuanto, a los ítems de salud del cuestionario sociodemográfico; se observa como las personas
que obtuvieron puntaciones regulares en la calidad de vida relacionada con salud tienen mayor
presencia de complicaciones agudas o graves; por efectos no solo de la adherencia o cumplimiento;
sino además, por los años de evolución de la enfermedad, puesto que, la diabetes mellitus tipo II
tiene una evolución lentamente, tiene alta comorbilidad con otras enfermedades y es permanente.
32
(Hervás, A., Zabaleta, A., De Miguel, G., Beldarrain,O. & Díez, J. (2007), López, L.F., Cifuentes,
M. & Sánchez, A. (2013), Bautista Rodríguez, L .M. & Zambrano Plata, G. E. (2015))
De igual modo, en consonancia con la investigación del Ministerio de Salud Colombiano &
Colciencias (2015) se difiere que la prevalencia de la enfermedad aumenta a mayor edad, como lo
plantean las investigaciones de Casanova Moreno, M. C., Trasancos Delgado, M., Orraca Castillo,
O., Prats Álvarez, O.M. & Gómez Guerra, D. B. (2010) y Jojoa Hurtado, N. (2017); ya que, los
años de diagnóstico permiten observar que la enfermedad se puede desarrollar en años previos o
al inicio de esta etapa; en otras palabras, la población está llegando a la edad adulta enferma.
Con respecto a la comorbilidad, se encuentra similitud con los estudios de Casanova Moreno,
M. C., Trasancos Delgado, M., Orraca Castillo, O., Prats Álvarez, O.M. & Gómez Guerra, D. B.
(2010) y Jojoa Hurtado, N. (2017) que mencionan altas frecuencias en el padecimiento de
hipertensión y en la enfermedad cardiovascular; López, L.F., Cifuentes, M. & Sánchez, A. (2013)
plantean que la retinopatía y nefropatía son las complicaciones más frecuentes de la enfermedad
diabética. Cabe decir, que en estos estudios solo se estimó la frecuencia más alta por paciente, no
plantean, que una persona puede padecer más de dos enfermedades o complicaciones a la vez.
Por otro lado, el tratamiento no farmacológico encuentra semejanzas con las investigaciones
descritas anteriormente; ejercicio físico y dieta. Aunque, al medir otros ítems que son relativas al
contexto cultural y que influyen en el cuidado; se encuentra el uso de infusiones o baños yerbales
por parte de los adultos mayores; como saber popular es algo a rescatar; sin embargo, es necesario
que se realicen más estudios para medir la eficacia y eficiencia de estas prácticas; debido a que
pueden ser inadecuadas.
33
Asimismo, Bautista Rodríguez, L .M. & Zambrano Plata, G. E. expresan que “El nivel de
escolaridad en pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes influye para obtener
información y asumir un rol positivo en el autocuidado que debe iniciar y mantener desde el
momento en que conoce el diagnóstico” (2015, p. 144), en contraposición, en esta investigación
se encuentra que el nivel educativo no afecta la búsqueda de información para mejor su condición
de salud o autocuidado.
Lo anterior se debe al uso de las estrategias de afrontamiento por parte de los adultos mayores;
los cuales utilizan diferentes estrategias de afrontamiento, como: apoyo social (APC), resolución
de problemas (REP) y restructuración cognitiva (REC) que resultan ser adecuadas para abordar la
enfermedad diabética que suele ser abrumadora, desbordante y desafiante; como plantean
González Celis, A. L. M. & Padilla, A. (2006) “las estrategias de afrontamiento son muy variadas,
incluso en una misma situación pueden utilizarse varias de estas con éxito, ya que no existe una
estrategia adaptativa única en todas las ocasiones…”(p.508).
Las investigaciones de Reyes Rasse, C. & Rojas Arellano, P. (2006), Navarro, A. B. & Bueno,
B. (2015), Adisah Atta, I. (2016) y Avecilla Torres, L. P. & Cando Tiñe, N. J. (2016) tienen
resultados similares con esta investigación; sin embargo, algunos retomaron la estrategia de
afrontamiento religioso o espiritual por el bagaje cultural de la población estudiada.
Hay que mencionar además, que la estrategia de apoyo social, la percepción positiva en la
dimensión de apoyo social y las características sociodemográficas, permiten inferir que los lazos
sociales o comunitarios permiten mantener y mejorar la salud, además, de propiciar otra clase de
estrategias como la resolución de problemas, la restructuración cognitiva y la expresión de
emociones; en el caso, que sean positivas y adecuadas las relaciones.
34
En contraposición a lo encontrado, Mayordomo Rodríguez, T., Sales Galán, A., Satorres Pons,
E. & Blasco Igual, C. (2015), exponen que “los tipos de afrontamiento disminuyen con la edad,
excepto para el uso de la búsqueda de apoyo social, que se mantiene estable en el tiempo” (p. 29);
esta conclusión puede ser producto de la percepción sobre la vejez o condiciones propias de la
investigación o contexto de desarrollo. Sin embargo, González Celis, A. L. M. & Padilla, A. (2006)
establecen que los adultos mayores tienden a usar tipos de afrontamiento que confronten la
situación; y más cuando compromete su estado de salud.
El siguiente aspecto a tratar es la calidad de vida relacionada con salud, se evidencia que la
percepción se altera por la evolución y limitación de la enfermedad metabólica o de otras
enfermedades adyacentes a la condición del adulto mayor; sin embargo, se debe incluir la
interacción con otros factores de protección o riesgo; ya sean predominantes en esta etapa del ciclo
vital o determinantes en salud, los resultados de la investigación concluyen que el 83.3% percibe
como excelente o buena su salud; siendo coherente con los resultados de otras investigaciones.
Cabe anotar que; la dimensión dolor, salud general y vitalidad son las dimensiones con
puntaciones más bajas (Vinaccia, S; Fernández, H; Escobar, O; Calle, E; Andrade, I C; Contreras,
F; Tobón, S; (2006), Hervás, A., Zabaleta, A., De Miguel, G., Beldarrain,O. & Díez, J. (2007),
López, L.F., Cifuentes, M. & Sánchez, A. (2013) y Bautista Rodríguez, L .M. & Zambrano Plata,
G. E. (2015)). Posiblemente, esto se debe a la presencia de múltiples enfermedades que deterioran
el funcionamiento de la persona al desenvolverse en su medio naturalmente. Las dimensiones de
función física, función social y salud emocional no se vieron afectadas por las características
propias de la población; en su mayoría no son personas discapacitadas, poseen óptimas
condiciones de su estado cognitivo, recurren a diferentes estrategias de autocuidado y monitoreo
35
de la enfermedad, están asociadas a redes de apoyo -familia, pares e instituciones-; lo que beneficia
la buena percepción al sentirse acompañado durante el cuidado de su enfermedad.
Por otro lado, un factor de protección para la estabilidad de la enfermedad diabética es el
control glicémico; que encuentra relación con la calidad de vida relaciona con salud; ya que;
cuando la hemoglobina glucosilada es alta, la percepción de calidad de vida es baja o al contrario.
En contraste a este resultado, Caballero Perales (2016) concluye que la edad y la glucemia en
ayunas se asocian estadísticamente al nivel de calidad, a diferencia del examen de hemoglobina
glucosilada; el cual no se asoció a una baja o alta calidad de vida.
Conclusiones y recomendaciones
Es necesario, fortalecer en el país una visión de envejecimiento activo; sobre todo en
poblaciones dispersas o rurales, donde se pueden encontrar patrones culturales y creencias de vida
diferentes a otros contextos, es momento de educar a la población colombiana desde una
concepción biopsicosocial y evaluar la forma en cómo esto es llevando a cabo.
Las personas en su gran mayoría, están llegando enfermas a la vejez; en este caso, la diabetes
se puede presentar por: diferencias en el diagnóstico, desplazamiento, transición demográfica-
nutricional, aumento de la obesidad y sobrepeso, envejecimiento poblacional, crecimiento
económico, bajo nivel educativo o incremento en la tasa de urbanización (Vargas Uricoecheaa, H.
& Casas Figueroab, L. A. en el 2016); sin embargo, no se aprecia el rol de la persona sobre su
estado de salud u otras variables psicosociales.
36
Es así, como la investigación, la valoración, el diagnóstico o tratamiento sobre los aspectos
psíquicos o mentales del ser humano en el proceso de salud-enfermedad propicia el papel del
psicólogo; su integración al conjunto de profesionales de la salud influyen en la atención de las
condiciones de estabilidad de la enfermedad o mantenimiento de la salud; tomando diferentes
puntos de partida y objetivos -paciente, relación médico-paciente, implicación familiar- como lo
propone la Resolución 4003 de 2008; además, esta guía de atención integral sobre el manejo de
Hipertensión Arterial y Diabetes Mellitus Tipo 2 establece la valoración psicológica desde el
momento de detección inicial y el seguimiento anual a los pacientes, sin embargo, es difícil que
en zonas dispersas o rurales se puedan realizar estas acciones; se esperaría que el nuevo modelo
de salud permita el mayor acceso a la población, asimismo, condiciones de trabajo para el
psicólogo.
De este modo, en Colombia es necesario que el psicólogo este integrado tanto en los procesos
de atención primaria (protección específica o detección especifica) como de atención segundaria
(gestión del riego individual); el primero corresponde a las acciones colectivas y el segundo a las
acciones individuales; ambos deben de interconectarse; por ende, el factor psíquico al incluirse en
las prácticas clínicas puede influir en la disminución de costos de la enfermedad; puesto que, las
complicaciones, las incapacidades, los años de vida perdidos (AVP) en cualquier enfermedad
crónica no transmisible (ENCT) aportan al colapso del sistema de salud y la economía personal;
del mismo modo, estas enfermedades son más frecuentes en años de productividad;
incrementando tiempos de atención, complicaciones por evolución de la enfermedad en personas
jóvenes, baja calidad de vida de la población, mayor presupuesto para la disminución de cargas de
la enfermedad, pensiones por invalidez; ocasionando pérdidas para todos porque nuestro sistema
de salud es del estado, en otras palabras, de todos los colombianos.
37
Es por esto, que la investigación desde psicología de la salud retoma las variables de
cumplimiento terapéutico y estrategias de afrontamiento, dado que, no solo son las condiciones
externas; sino además, las condiciones internas del individuo; teniendo en cuenta, tanto la
adquisición de la enfermedad como el impacto o las implicaciones en su bienestar; en esta
investigación, la del adulto mayor con diabetes tipo II.
La investigación muestra como la calidad de vida del 83.3% es excelente o buena, sin embargo
la evolución, las complicaciones u otras enfermedades pueden afectar la percepción; alterando
principalmente la dimensión de dolor. Las otras dimensiones no se ven afectadas por el uso
adecuado de estrategias de afrontamiento como: apoyo social, resolución de problemas y
reestructuración cognitiva; en cuanto al cumplimiento terapéutico, el 63.3% tiene controlado su
glicemia; además, el 93.7% utiliza otros tratamientos no farmacológicos y el 93.3% utiliza
tratamientos farmacológicos.
Para finalizar este apartado, pretendo establecer algunas dificultades que se encontraron
durante la última fase de la investigación. Inicialmente, se deben elegir cuestionarios más breves
y claros en redacción de ítems; teniendo en cuenta la población y sus características; en este caso,
la medición de variables como: peso, talla, el resultado de la glucemia plasmática en ayunas (GPA),
dimensión espiritual, acceso a servicios sociales o comunitarios, posibles maltratos o abusos, tipo
de trabajo, recreación y ocio. Lo segundo, es que en futuras investigaciones se debe tener en cuenta
que la población adulto mayor tiene gran prevalencia de múltiples comorbilidades y que a su vez,
están puedan ser medidas de forma más general; porque van a afectar los productos. . Por otro
lado, es necesario realizar estudios sobre intervenciones en determinantes desde salud mental y
realizar comparaciones entre población rural-urbana en pacientes diabéticos.
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