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En el Esbozo de Historia de nuestro partido se demuestra cómo los comunistas de la Argentina hemos sido los únicos que hemos analizado la situación económica, política y social de nuestro país y la trayectoria histórica de nuestra Nación, a la luz de una doctrina científica, cual es el marxismo-leninismo, a fin de poder dar una definición acertada respecto al carácter de la revolución por cuya realización debía y debe luchar nuestra clase obrera y nuestro pueblo, a fin de impulsar el desarrollo de la economía na- cional, asegurar el bienestar de nuestras masas laboriosas y la democracia, la libertad y la independencia de nuestra Patria. De ese análisis hemos extraído la conclusión de que el tipo de revolución por cuya realización debía y debe luchar nuestra cla- se obrera y nuestro pueblo es el democrático-burgués, o sea, la revolución agraria y antimperialista; y que, por consiguiente, ese debía ser el objetivo estratégico a conseguir, objetivo que no debía ni podía ser abandonado hasta haberlo realizado, mientras que la táctica a emplear con el fin de conseguir ese objetivo de- bía y podía ser cambiada de acuerdo a los cambios que se pro- ducirían en la situación nacional e internacional. ¿Por qué planteamos así el problema? Porque no hay que olvi- dar que, mientras la estrategia tiene como fin establecer el obje- tivo fundamental de la lucha del movimiento obrero y popular para una determinada etapa de la revolución y de organizar, movilizar y dirigir las fuerzas revolucionarias hacia la obtención de ese objetivo, la táctica, en cambio, tiene como fin organizar, movilizar y dirigir las luchas de las masas por objetivos parciales y hacerlas converger hacia el objetivo fundamental. Partiendo de este principio, los comunistas de la Argentina, al mismo tiempo que señalarnos a nuestra clase obrera y a nuestro pueblo la necesidad de hacer converger sus luchas por la obten- ción de sus reivindicaciones inmediatas hacia el objetivo funda- mental antes dicho y de concentrar sus ataques contra sus ene- migos principales, que son la oligarquía terrateniente, el gran capital, los monopolios imperialistas y los sectores políticos defensores ele sus intereses, les señalarnos también el hecho de que, para poder abrir nuevos cauces a la vida económica, políti- ca, social y cultural de la Nación, era y es preciso crear un movi- miento popular unitario, un Frente Democrático y Antimperia- lista, bajo la hegemonia de su partido: el Partido Comunista. Les señalamos que eso era tanto más necesario, por cuanto la debilidad esencial del movimiento obrero y popular de nuestro país residía en cl hecho de la insuficiente organización, concien- cia política y unidad combativa del proletariado y de su insuficien- te audacia para colocarse a la cabeza de todas las fuerzas de- mocráticas y progresistas, y actuar independientemente en la lucha por la realización de la revolución democrático-burguesa, agraria y antimperialista. Este hecho, que ha sido puesto de relieve constantemente por nuestro partido, lo fue con mayor fuerza aún durante y después de la guerra que acaba de terminar, al establecer la táctica a seguir a fin de aprovechar la coyuntura favorable que se pre- sentaba para hacer triunfar las reivindicaciones de nuestra clase obrera y de nuestro pueblo, y para asegurar la democracia, la li- bertad y la independencia nacional. En efecto: siendo nuestro objetivo estratégico la lucha por la realización de la revolución agraria y antimperialista -objetivo que se mantuvo antes, durante y después de la guerra, o sea, antes del 4 de junio, durante el período de la dictadura y des- pués del 24 de febrero-, sin embargo, nuestra táctica, tendiente a impulsar las luchas de nuestra clase obrera y de nuestro pue- blo hacia la realización de ese objetivo, cambió varias veces du- rante esos períodos. En el X Congreso, realizado en 1941, nuestro partido estableció su línea política y táctica después de analizar la situación económica, social y política nacional y la situación internacional. Al hacer el análisis de la situación nacional afirmamos: UNTREF VIRTUAL | 1 Trabajos Escogidos Tomo I Victorio Codovilla El Tipo de Revolucion Por Cuya Realizacion Debe Luchar La Clase Obrera y El Pueblo Argentino

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Historia

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  • En el Esbozo de Historia de nuestro partido se demuestra cmolos comunistas de la Argentina hemos sido los nicos que hemosanalizado la situacin econmica, poltica y social de nuestropas y la trayectoria histrica de nuestra Nacin, a la luz de unadoctrina cientfica, cual es el marxismo-leninismo, a fin de poderdar una definicin acertada respecto al carcter de la revolucinpor cuya realizacin deba y debe luchar nuestra clase obrera ynuestro pueblo, a fin de impulsar el desarrollo de la economa na-cional, asegurar el bienestar de nuestras masas laboriosas y lademocracia, la libertad y la independencia de nuestra Patria.

    De ese anlisis hemos extrado la conclusin de que el tipo derevolucin por cuya realizacin deba y debe luchar nuestra cla-se obrera y nuestro pueblo es el democrtico-burgus, o sea, larevolucin agraria y antimperialista; y que, por consiguiente, esedeba ser el objetivo estratgico a conseguir, objetivo que nodeba ni poda ser abandonado hasta haberlo realizado, mientrasque la tctica a emplear con el fin de conseguir ese objetivo de-ba y poda ser cambiada de acuerdo a los cambios que se pro-duciran en la situacin nacional e internacional.

    Por qu planteamos as el problema? Porque no hay que olvi-dar que, mientras la estrategia tiene como fin establecer el obje-tivo fundamental de la lucha del movimiento obrero y popularpara una determinada etapa de la revolucin y de organizar,movilizar y dirigir las fuerzas revolucionarias hacia la obtencinde ese objetivo, la tctica, en cambio, tiene como fin organizar,movilizar y dirigir las luchas de las masas por objetivos parcialesy hacerlas converger hacia el objetivo fundamental.

    Partiendo de este principio, los comunistas de la Argentina, almismo tiempo que sealarnos a nuestra clase obrera y a nuestropueblo la necesidad de hacer converger sus luchas por la obten-cin de sus reivindicaciones inmediatas hacia el objetivo funda-mental antes dicho y de concentrar sus ataques contra sus ene-

    migos principales, que son la oligarqua terrateniente, el grancapital, los monopolios imperialistas y los sectores polticosdefensores ele sus intereses, les sealarnos tambin el hecho deque, para poder abrir nuevos cauces a la vida econmica, polti-ca, social y cultural de la Nacin, era y es preciso crear un movi-miento popular unitario, un Frente Democrtico y Antimperia-lista, bajo la hegemonia de su partido: el Partido Comunista.

    Les sealamos que eso era tanto ms necesario, por cuanto ladebilidad esencial del movimiento obrero y popular de nuestropas resida en cl hecho de la insuficiente organizacin, concien-cia poltica y unidad combativa del proletariado y de su insuficien-te audacia para colocarse a la cabeza de todas las fuerzas de-mocrticas y progresistas, y actuar independientemente en lalucha por la realizacin de la revolucin democrtico-burguesa,agraria y antimperialista.

    Este hecho, que ha sido puesto de relieve constantemente pornuestro partido, lo fue con mayor fuerza an durante y despusde la guerra que acaba de terminar, al establecer la tctica aseguir a fin de aprovechar la coyuntura favorable que se pre-sentaba para hacer triunfar las reivindicaciones de nuestra claseobrera y de nuestro pueblo, y para asegurar la democracia, la li-bertad y la independencia nacional.

    En efecto: siendo nuestro objetivo estratgico la lucha por larealizacin de la revolucin agraria y antimperialista -objetivoque se mantuvo antes, durante y despus de la guerra, o sea,antes del 4 de junio, durante el perodo de la dictadura y des-pus del 24 de febrero-, sin embargo, nuestra tctica, tendientea impulsar las luchas de nuestra clase obrera y de nuestro pue-blo hacia la realizacin de ese objetivo, cambi varias veces du-rante esos perodos.

    En el X Congreso, realizado en 1941, nuestro partido establecisu lnea poltica y tctica despus de analizar la situacineconmica, social y poltica nacional y la situacin internacional.

    Al hacer el anlisis de la situacin nacional afirmamos:UNTREF VIRTUAL | 1

    Trabajos EscogidosTomo I

    Victorio Codovilla

    El Tipo de Revolucion Por Cuya RealizacionDebe Luchar La Clase Obrera

    y El Pueblo Argentino

  • ''El imperialismo, valindose del auxilio de la oligarqua latifun-dista, se ha adueado completamente del control de nuestra pro-duccin agropecuaria, sometindola a una succin extensiva yasfixiante: ha frenado sistemticamente todo desarrollo econ-mico que no estuviera directamente ligado con sus intereses: hatomado el control de la mayor parte de las materias primas y delas industrias establecidas en el pas, monopolizndolas en per-juicio de la iniciativa de origen nacional; ha impedido con unabestial explotacin a base de tarifas y sobreganancias especula-tivas, el desarrollo de las pequeas explotaciones agropecuariasy la formacin de un mercado interno; ha supeditado el conjuntode la economa argentina a una completa dependencia del mer-cado externo: ha deformado nuestra economa nacional, desa-rrollndola viciosamente en torno a los centros de comercio deultramar y convirtiendo las provincias y territorios alejados enzonas pobres y retrasadas: ha trabado y amortiguado mediantesu accin extorsiva el crecimiento de la produccin nacional, entodos los rdenes.

    El pas, para salvarse, necesita producir ms y mejor; pero el la-tifundio y los monopolistas extranjeros no le permiten eso. Talsituacin lleva al pas a la catstrofe, a menos que la clase obre-ra y el pueblo se decidan a tomar en sus manos la suerte de laNacin y dirigir hacia nuevos rumbos su vida econmica, polticay social.''

    Y agregbamos:

    ''El pas ha llegado al punto en que la supervivencia de la estruc-tura oligrquica semi feudal dependiente del mercado exterior,no representa la posibilidad del menor progreso, sino, por el con-trario, la seguridad del retroceso y de la decadencia general. Porello, toda tentativa oligrquica de 'solucin' orientada hacia laproteccin del crculo privilegiado de grandes terratenientes yganaderos, ya sea mediante el sistema de 'trueques' con la Ale-mania nazista, como lo imaginan algunos ilusos dirigentes reac-cionarios que dan por descontada la victoria alemana, o en basea los tratados que han regido en el pasado nuestras relacionescon Gran Bretaa y con Estados Unidos, lejos de ser una salidade la crisis. significara una agravacin en grado mximo de lascausas de la misma.

    El pas ha llegado a este extremo: o supervivencia de la estruc-tura oligrquica y. en ese caso, atraso, decadencia y miseria ge-neral o modificacin radical de esa estructura con la eliminacinde la oligarqua y, en ese caso, marcha hacia la liberacin nacio-nal, nacionalizacin progresiva de Ias empresas extranjeras deutilidad pblica. entrega de la tierra a los campesinos, industrial-izacin del pas, desarrollo de una economa independiente, pro-greso y bienestar para el pueblo.La crisis econmica deviene crisis poltica".1

    Partiendo de ese anlisis llegamos a la conclusin de que, sien-do como anteriormente el objetivo estratgico el de asegurar eltriunfo de la revolucin democrticoburguesa, agraria y antimpe-rialista, la tctica a emplear para conseguir ese objetivo estratgi-co deba ser, en ese momento, luchar para conseguir que nues-tro pas participara en el frente de las Naciones Unidas en lalucha contra los imperialistas agresores germano-fascistas ynipones, y, de ese modo, contribuir a su derrota en el orden inter-nacional, en consideracin de que esa derrota contribuira a debi-litar las fuerzas de la oligarqua terrateniente, de los monopoliosimperialistas y de los sectores polticos reaccionarios y profascis-tas que las sostenan en el orden nacional. Slo as era posiblecrear las condiciones favorables para el desarrollo del movimien-to obrero y popular.

    Por consiguiente, el objetivo tctico, en el orden nacional, era el de:

    "... la formacin de un gran frente de la democracia, para la libe-racin nacional y social de la Argentina. ya que este amplio frentedemocrtico que propiciamos es una necesidad que surge deuna situacin real: parte de un reagrupamiento de fuerzas que yaest en marcha. De un lado, se agrupan las fuerzas de la demo-cracia, la clase obrera, los campesinos. los intelectuales honra-dos, las masas populares, la burguesa progresista, interesadosen el mantenimiento de las instituciones democrticas y de laslibertarles constitucionales, partidarios de la formacin de un Go-bierno Democrtico y Popular, atento a la voluntad y necesidades

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    Victorio Codovilla

    1 Ver Por la libertad e independencia de la Patria, ed, Problemas. Bs. As..1947.

  • del pueblo. defensor de la economa del pas y de su indepen-dencia poltica.Del otro lado, se agrupan las fuerzas de la reaccin: los sectoresms reaccionarios de la oligarqua terrateniente y de la burgue-sa, ligados a los grupos fascistas 'nacionales' y a la pandillaagresora nazifascistafalangista.''

    Y el objetivo tctico, en el orden internacional era el de:

    "... luchar por la constitucin de un frente mundial contra el nazi-fascismo en apoyo y en torno de la URSS y sus aliados, para ladestruccin del agresor nazifascista, ya que el aplastamiento delos nazifascistas en los campos de batalla de Europa, en todoslos pases del mundo y, por consiguiente, en el nuestro, y el triun-fo de la URSS y de sus aliados, es la premisa indispensable parael desarrollo del movimiento obrero y democrtico de nuestropas, para el desarrollo de un programa de liberacin nacional ysocial, que dar al pueblo argentino pan, tierra, trabajo, bienes-tar y libertad.1

    Ahora bien, una vez establecido el objetivo estratgico y la tcti-ca a emplear para conseguir su realizacin, el partido se plantela siguiente cuestin: Cules son las fuerzas que objetiva y sub-jetivamente pueden y deben participar en el frente nacional bajola hegemona del proletariado, de su partido de vanguardia, elPartido Comunista? A esa pregunta dio la siguiente contestacin:

    Desde el punto de vista de su composicin social (fuerzas obje-tivas)

    "... la clase obrera, que por su fuerza numrica, por su mayorgrado de cohesin y de organizacin, por su conciencia de clasey su sentimiento nacional, est llamada a propulsar la movili-zacin de esas fuerzas, a organizarlas y a orientarlas e impulsar-las en la lucha ya que, como clase, es la nica realmente conse-cuente y ajena a las actitudes vacilantes y conciliacionistas. Parala solucin democrtica del problema argentino estn, ademsde la clase obrera, las grandes masas del campo, despojadaspor la oligarqua, los trusts extranjeros y las empresas ferrovia-rias: la masas pequeoburguesas arruinadas por los monopo-

    lios; los sectores progresistas de la burguesa nacional, que nopueden desarrollar sus industrias en Ias condiciones asfixiantescreadas por la actual estructura econmica".1

    Desde el ponto de vista de su organizacin polticosocial (fuerzassubjetivas)

    "... el Partido Radical: el Partirlo Demcrata Progresista: los parti-dos y agrupaciones provinciales autnomos, vinculados al idea-rio popular y democrtico: el Partido Socialista: el Partido Comu-nista, la Confederacin General del Trabajo, la Unin SindicalArgentina, la Federacin Agraria Argentina y dems organizacio-nes obreras. campesinas, femeninas, culturales, empeadas enla recuperacin nacional"2

    Ahora bien; ese objetivo estratgico y esa tctica fueron mante-nidos durante todo el perodo del gobierno de Castillo y duranteel perodo de la dictadura militar que le sigui, porque su polticaexterior fue la continuacin, bajo otra forma, de la poltica casti-llista de neutralidad profascista, y porque su poltica interiortenda a favorecer los intereses de la oligarqua terrateniente, delgran capital nacional y de los grandes trusts y monopolios extran-jeros.

    De no haber sido as, los gobiernos de facto no hubiesen repri-mido el molimiento obrero y popular, infludo por los comunistasy dems fuerzas democrticas, que luchaba por un cambio de lasituacin econmica y poltica del pas en un sentido democrti-co y progresista. y por incorporar a la Argentina al Frente de lasNaciones Unidas.

    Adems, ese objetivo estratgico, o sea la lucha por la realiza-cin del programa de la resolucin agraria y antimperialista, lo

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    Victorio Codovilla

    1 Por la libertad e independencia de la Patria.

    1 Idem

    2 Por la libertad e independencia de la Patria.

  • sostuvimos tambin al participar en la coalicin de las fuerzasque integraron la Unin Democrtica, que luch en las eleccio-nes de 1946, y conseguimos que muchos de los puntos del pro-grama de la revolucin agraria y antimperialista, fueran incluidosen la propia plataforma electoral de la coalicin.

    Por consiguiente, la "acusacin" que hicieran entonces los jefesperonistas contra nuestro partido, afirmando que los comunistasnos habamos ''coaligado'' con la oligarqua y el imperialismo, fueuna acusacin completamente falsa, hecha con fines electora-les. tendiente a engaar a las masas trabajadoras con respectoa los Verdaderos propsitos de los comunistas: y esa ''acusa-cin" fue todava ms canallesca al hacerse eco de ella el grupi-to de renegados que fueron expulsados de nuestras filas, por seralgunos de ellos provocadores policiales o elementos ligados alsector reaccionario, anticomunista y antisovitico del peronismo.

    Y que esa "acusacin'' era completamente falsa, lo demuestra elhecho de que en nuestra 4 Conferencia Nacional, realizada endiciembre de 1945, o sea antes de las elecciones, al analizar lasituacin nacional indicamos cules eran los cambios fundamen-tales que deban realizarse en la estructura econmica de nues-tro pas para hacerlo marchar rpidamente por la senda del pro-greso, de la independencia nacional y del bienestar social.

    Dije entonces:

    ''La economa de nuestro pas se debate en una serie de contra-dicciones profundas, nue dan a la crisis por la que atraviesa ac-tualmente, el carcter de una crisis que afecta al conjunto de suestructura: no se trata, pues, de una crisis simplemente coyun-tural." Cules son estas contradicciones?" Creo que entre las principales pueden sealarse las siguientes:" La contradiccin existente entre el desarrollo de las formas ca-pitalistas de produccin y las formas semifeudales de propiedady de relaciones sociales que aun existen en el campo. La con-tradiccin entre el desarrollo impetuoso de la industria liviana na-cional -textil, qumica, metalrgica, del calzado, etc.-, y la falta deindustria pesada para abastecerla de maquinarias, as como la

    insuficiente explotacin de las materias primas nacionales. Lacontradiccin entre la existencia de grandes stocks de productosagropecuarios y las dificultades que se oponen a su circulacinen el interior del pas, como consecuencia de los fletes caros yde la insuficiencia de los transportes, debido a su explotacinanticuada por empresas extranjeras monopolistas. La contradic-cin entre la necesidad que tienen la industria y la agriculturanacionales de expandirse hacia el mercado interno y de obtenernuevos mercados exteriores, aplicando progresos tcnicos querebajen sus costos de produccin, y las trabas con que chocaesta necesidad a causa del monopolio extranjero sobre los trans-portes terrestres y martimos y sobre las principales industrias detransformacin de productos agropecuarios (frigorficos, molinosharineros, etc.). La contradiccin entre las grandes ciudadescomo Buenos Aires, Rosario, Mendoza, etc., donde cl nivel devida y el consumo son relativamente elevados, y el resto de lapoblacin que tiene un nivel de vida desproporcionadamentebajo. La contradiccin entre Ias llamadas provincias ricas y lasllamadas provincias pobres, debida a una desigual distribucinde las industrias, de los transportes y de la poblacin, y otras dela misma ndole.Cmo pueden ser liquidadas esas contradicciones?"A travs de un plan de reorganizacin de la economa nacionalsobre bases progresistas, que permita liquidar la estructura eco-nmica atrasada del pas, armonizar la produccin agrcola eindustrial y orientar los capitales nacionales y extranjeros en unadireccin conveniente al inters nacional."Lo primero que hace falta para eso es una amplia reforma agraria."La reforma agraria es necesaria, no solamente para mejorar lasituacin material de las masas campesinas, sino tambin paraelevar el monto de la produccin agropecuaria y reducir su costotanto para mantener y ampliar el mercado exterior como paraampliar el mercado nacional mediante el aumento del consumopopular."

    Y conclua:

    "Solamente la ejecucin de un plan orgnico de desarrollo eco-nmico de la Repblica, fundado en una reforma agraria profun-da, en una reorganizacin de sus industrias, en una reestructu- UNTREF VIRTUAL | 4

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    Victorio Codovilla

  • racin y modernizacin de las transportes, en una convenientedistribucin del crdito y de las cargas fiscales. har posible quenuestro pas vaya superando progresivamente las contradic-ciones de diversa naturaleza que hemos sealado antes."Slo asi ser posible que nuestros obreros y campesinos, quenuestra juventud y nuestras mujeres. que nuestros tcnicos, pro-fesionales, maestros e intelectuales, puedan mirar el porvenir sinzozobras, seguros de poder conseguir un trabajo adecuado yremunerativo, y de mejorar substancialmente sus actuales condi-ciones de vida."Si se quiere solucionar a fondo los problemas econmicos,polticos y sociales que han llevado a nuestro pas a la encruci-jada actual; si se quiere asentar el rgimen democrtico sobrebases firmes, es preciso fijar un programa de la amplitud del queacabamos de indicar. Por eso, los comunistas insistimos en l, ylo difundiremos en el seno del pueblo.1

    Est claro? Creo que si. Nuestro partido se haba trazado suobjetivo estratgico -la solucin de los problemas de la revolu-cin agraria y antimperialista- y tanto si hubiese triunfado la coali-cin de la Unin Democrtica, como al triunfar la coalicin pero-nista, estaba dispuesto a continuar su lucha hasta conseguir eseobjetivo, y la est continuando.

    Por qu? Porque hasta ahora, y an cuando Pern y los jefesperonistas afirmen lo contrario, la revolucin agraria y antimpe-rialista todava no se ha realizado en nuestro pas, y esa revolu-cin que an no ha sido realizada puede y debe ser realizada.

    Por consiguiente, nuestro objetivo estratgico contina en pie,aun cuando nuestra tctica haya cambiado y puede cambiar denuevo a medida que se produzcan cambios en la situacin na-cional e internacional.

    Los Cambios Producidos En La Situacion Nacional EInternacional, Y Los Cambios Tacticos Del PartidoComunista Frente A Los Mismos

    En efecto; los cambios tcticos fueron necesarios al producirseun cambio en la situacin poltica interna debido al desplaza-

    miento de fuerzas sociales y polticas del campo de la ex UninDemocrtica al campo del peronismo, desplazamiento que sefue acentuando despus de las elecciones de 1946, y al pro-ducirse un cambio en la situacin poltica externa, debido a quedespus que los imperialistas nazifascistas y nipones fueron bati-dos en los campos de batalla, los restos del fascismo y las fuer-zas de la reaccin mundial se fueron concentrando alrededor deun nuevo centro -Wshington en lugar de Berln-, y que la direc-cin del movimiento reaccionario mundial pas de manos de losimperialistas nazifascistas y nipones a manos de los imperialis-tas yanquis, ingleses y sus satlites.

    Debido a ello, mientras ayer, nuestro partido, el partido del prole-tariado, debi buscar y busc sus aliados en todos tos sectorespolticos y sociales nacionales interesados en la derrota de losimperialistas germanofascstas y nipones y dispuestos a lucharcontra las fuerzas polticas nacionales en que se apoyabanaqullos y por trasformaciones democrticas y progresistas decarcter econmico, social y poltico, que permitieran liquidar labase material de la reaccin nacional, o sea, busc sus aliadosen las organizaciones obreras y campesinas independientes, yen los partidos polticos democrticos: Socialista, Radical,Demcrata Progresista y algunos partidos provinciales, y por esoparticip con ellos en la coalicin de Unin Democrtica; des-pus que se produjeron los cambios ya sealados en la situacinnacional e internacional, nuestro partido busc y busca los alia-dos en todos los sectores polticos y sociales dispuestos a resis-tir los avances colonizadores del imperialismo yanqui y a lucharcontra la oligarqua terrateniente, los grandes capitalistas, losmonopolios extranjeros, las fuerzas nacionales reaccionarias yprofascistas y los sectores polticos en que stos se apoyan.

    Por eso, nuestro partido contina buscando sus aliados en lasorganizaciones obreras y campesinas -sean cuales fueren susdirigentes-, en los sectores democrticos del movimiento pero-nista y en aquellos sectores del Partido Socialista, de la UninCvica Radical, del Partido Demcrata Progresista y en algunos

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    Victorio Codovilla

    1 Victorio Codovilla: Informe a la IV Conferencia Nacional del PartidoComunista (diciembre de 1945), captulo V.

  • partidos provinciales -y tambin en los elementos sinceros delnacionalismo-, es decir, que busca sus aliados entre todos losque -hombres y partidos- estn dispuestos a luchar contra el im-perialismo angloyanqui y sus sirvientes "nacionales" y los avan-ces de la reaccin clerical fascista.

    Como puede verse, hoy como ayer, el objetivo estratgico siguesiendo el mismo: buscar aliados para la lucha por el bienestar denuestro pueblo, cosa que slo puede conseguirse en la luchacontra la oligarqua y el imperialismo -cualquiera sea la formaque tome, es decir, la forma fascista o "democrtica" a lo Tru-man- y por la realizacin de la revolucin agraria y antimperia-lista, mientras que la tctica para conseguir ese objetivo estra-tgico ha cambiado, puesto que los aliados para llevar a caboese objetivo estratgico se encuentran tanto en el campo de laoposicin como en el del peronismo. Lo mismo puede decirse enlo que respecta a la lucha contra los enemigos de la revolucindemocrticoburguesa, agraria y antimperialista, puesto que s-tos se encuentran tambin tanto en uno como en otro campo.

    Pero, es claro que entre el planteamiento del problema de los ali-ados y su solucin, hay un gran trecho de camino para recorrer.

    Por qu? Porque no depende solamente de la existencia de lascondiciones objetivas y de la voluntad de una sola parte, el quelos aliados potenciales puedan trasformarse en aliados activos,sino tambin de la disposicin que tenga la otra parte a realizarla alianza con otras fuerzas, o, en ltimo caso, a realizar accio-nes paralelas, coincidentes hacia el mismo fin, o sea hacia larealizacin de la alianza. Mientras no exista disposicin favorableen ambas partes, la alianza no puede realizarse.

    En en el orden internacional, por ejemplo, la URSS, los pasesde la nueva democracia y los pueblos en general, quieren la co-existencia pacfica entre todas las naciones grandes y peque-as; quieren que los diferendos entre ellas sean discutidos yresueltos de comn acuerdo en el seno de la Organizacin delas Naciones Unidas, sobre la base del respeto a su Declaracinde Principios y a sus Estatutos. Pero, he aqu que los sectoresdirigentes de los grandes pases capitalistas -Norteamrica,

    Inglaterra, Francia y sus satlites-, que tienen propsitos expan-sionistas, no quieren cooperar en igualdad de condiciones con laURSS y dems naciones que practican la verdadera democracia,dentro de la Organizacin Internacional.

    En cambio, quieren imponerles su voluntad mediante una "ma-yora'' de votos de ''representantes'' de naciones ms o menossatlites, a los que manejan a su gusto en la ONU, o quieren quela URSS y los pases de la nueva democracia se rindan a su vo-luntad bajo la amenaza de lanzar contra ellos bloques de nacio-nes ''occidentales'' y continentales, y de utilizar el Plan Marshallcon el propsito de aislarlos econmicamente.

    Qu hacer en este caso? Lo que hace la Unin Sovitica y lospases de la nueva democracia, o sea, luchar consecuentementepor la coexistencia pacfica de todos los pueblos y nacionesamantes de la democracia, la libertad y la independencia nacio-nal; y lo que hacemos los comunistas y los demcratas de ver-dad de todas partes del mundo, o sea, esclarecer persistente-mente a la clase obrera y al pueblo sobre los propsitos nefastosde los crculos dirigentes de los pases imperialistas, y organizarla resistencia activa contra su poltica expansionista, seguros deque, como su poltica va contra los intereses de sus pueblos y detodos los pueblos del mundo, no podr tardar mucho en produ-cirse el choque entre las imposiciones de los de arriba y la resis-tencia de los de abajo a esas imposiciones; o, mejor dicho,seguros de que tardar slo el tiempo que los sectores de avan-zada de la clase obrera y del pueblo necesiten para esclarecer alas masas sobre los propsitos siniestros de esos gobernantes,y organizar la lucha para obligarlos a cambiar de poltica o desa-lojarlos del poder y remplazarlos por gobernantes sensibles a lavoluntad del pueblo y a los intereses de la nacin.

    Eso puede suceder en Norteamrica, por ejemplo, si los sectoresagresivos de los imperialistas pertenecientes a los partidosDemcrata y Republicano sufren una derrota en las prximaselecciones, o si Wallace y los verdaderos demcratas de esepas, aun cuando no ganen las elecciones, renen un caudalelectoral de una importancia tal que oblique a los representantesdel partido que salga triunfante en las elecciones a reflexionar UNTREF VIRTUAL | 6

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    Victorio Codovilla

  • sobre los resultados catastrficos de la poltica del gobiernoanterior, a frenar la poltica aventurera y expansionista de lostrusts y monopolios y de los militaristas yanquis y a buscar lacooperacin con la URSS y los dems pases democrticos paramantener la paz.

    Eso puede suceder, por ejemplo, si, como todo lo hace prever, apesar de la ley esclavista Taft-Hartley, se intensifican y amplanlas huelgas de los obreros norteamericanos, como consecuenciade su creciente resistencia a permitir que los patronos y el go-bierno descarguen sobre sus espaldas los efectos de la crisis endesarrollo en Estados Unidos, despidiendo a los obreros, redu-ciendo sus salarios, ya sea directa o indirectamente, a travs delalza del costo de la vida.

    Eso puede suceder, por ejemplo, al fracasar el Plan Marshall -yno cabe duda que por las razones que he dado en mis conferen-cias anteriores ha de fracasar- puesto que es de prever que lospueblos ''beneficiados'' por ese plan a medida que se den cuen-ta de sus propsitos expoliadores y dominadores, no se dejarncolonizar ni expoliar fcilmente.

    En efecto; una cosa es conquistar el apoyo de ciertos sectoresmenos conscientes de las masas populares, entregndoles ci-garrillos, latas de conserva, barritas de chocolate y otras chuche-ras durante las elecciones, y prometiendo al pas una ayudaeconmica "amplia'' para reconstruir lo destruido por la guerracomo sucedi en Italia, a fin de conseguir votos para los neo-fascistas y para De Gsperi y dems sirvientes "nacionales" delimperialismo yanqui; y otra cosa ser cuando ese sector delpueblo italiano se de cuenta que ha sido engaado, puesto quelas chucheras que le entregaron los yanquis durante las elec-ciones y sus "promesas" de ayuda econmica, no han sido msque una forma de ''dorarle la pldora'' del Plan Marshall, a fin dehacerle tragar su contenido colonizador y expoliador.

    Y que el conjunto del pueblo italiano -y no solamente su partems consciente y ms esclarecida polticamente- se va dandocuenta del engao vil de que es vctima de parte de los De Gs-peri, Saragat y dems sirvientes "nacionales" del imperialismo

    yanqui, lo demuestra, como ya lo he sealado, la forma viradacon que se levant en protesta contra la tentativa de asesinatode su lder querido, el camarada Togliatti, as como sus manifes-taciones de querer terminar con el gobierno de De Gsperi, go-bierno del hambre, causante de las huelgas y provocador de laguerra civil!

    Esto puede suceder, por ejemplo, si los imperialistas yanquis lle-garan a desencadenar la guerra de agresin que preparan con-tra la URSS, los pases de la nueva democracia y dems pue-blos libres con fines de colonizacin y expoliacin, pues essabido que si bien los sectores imperialistas del capitalismo y losmilitaristas yanquis se esfuerzan por crear el clima de guerra, elpueblo norteamericano, en general tiene muy poca voluntad devestirse la casaca militar para ir a Europa a defender los intere-ses de los grandes trusts y monopolios yanquis: sobre todo por-que sabe que de la Europa actual, insuflada del espritu renova-dor y progresista. seran muy pocos los yanquis que retornarana Norteamrica.

    Esto puede suceder en Inglaterra, por ejemplo, si el descontentoque existe ya en el seno de la clase obrera inglesa y que se refle-ja de ms en ms en el seno del Partido Laborista adquiere unvolumen tal que obligue a los actuales gobernantes laboristas -sirvientes de la burguesa y de los sectores imperialistas de supas-, a cambiar de rumbo 'en poltica interior y exterior, y si no lohacen, los reemplacen por gobernantes dispuestos a entendersecon la URSS y los pases de la nueva democracia, establecien-do un intercambio econmico de beneficios mutuos y colaboran-do en el mantenimiento de la paz.

    Hay gente que cree que el Imperio Britnico sigue siendo tanslido, econmica y polticamente, como lo era antes de la guer-ra; pero, esa gente no se da cuenta de que ''el coloso de los piesde barro" ya se est desmoronando, o sea, que ha llegado elmomento, previsto por Lenin, en que la crisis que sacude eltinglado econmico y poltico de Inglaterra puede desembocar enla revolucin.

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    Trabajos EscogidosTomo I

    Victorio Codovilla

  • Dijo Lenin:

    "No podemos saber -ni nadie se halla en estado de determinarlopor anticipado- cundo estallar la verdadera revolucin prole-taria en Inglaterra y cul ser el motivo principal que despertar,inflamar, lanzar a la lucha a las grandes masas, hoy an ador-mecidas... quizs sea una crisis parlamentaria la que 'abra elpaso', la que 'rompa el hielo'; acaso una crisis que derive de laconfusin de las contradicciones coloniales e imperialistas cadavez ms complicadas, inextricables y exasperadas: son posiblesotras causas. No hablamos del gnero de lucha que decidir dela suerte de la revolucin proletaria en Inglaterra (esta cuestinno sugiere duda alguna para ningn comunista, pues para todosnosotros est firmemente resuelto), pero s del motivo que des-pertar a las masas proletarias adormecidas hoy todava, laspondr en movimiento y las conducir a la revolucin."1

    Est claro? Creo que s.

    Nadie puede saber tampoco en qu momento la crisis econmi-ca que se est agudizando de ms en ms en los pases capita-listas -Estados Unidos inclusive- pondr en movimiento las ma-sas a tal punto que los sectores reaccionarios "nacionales'' y losimperialistas no puedan controlar la situacin poltica. Pero esvisible ya que los acontecimientos marchan en esa direccin.

    En efecto; aun cuando los voceros de la reaccin mundial y suprensa venal hablan todos los das de "derrotas'' comunistas endiversos pases, de ''escisiones'' en los sindicatos obreros y de''desplazamientos'' de fuerzas de izquierda hacia la derecha, laverdad es bien otra.

    La verdad es que todos los dirigentes polticos que desde el go-bierno o fuera de l se oponen a los avances sociales de lasmasas laboriosas y a la voluntad de paz de los pueblos, nave-gan contra la corriente, y el curso democrtico y progresista losempujar cada vez ms hacia atrs. obligndolos a recogervelas o a hundirse.

    Todo es cuestin del tiempo que necesiten los comunistas en sutrabajo paciente por elevar la conciencia poltica de la clase obre-

    ra y del pueblo, por consolidar y desarrollar su organizacin sindi-cal y poltica y por unificar su accin para el combate, ya que lascondiciones favorables para la lucha y para el triunfo de la de-mocracia popular y del socialismo son cada da mayores entodos los pases, inclusive en los que gracias al terror, las fuerzasprofascistas y proimperialistas creen haberse ''consolidado'' en elpoder.

    En el orden nacional, por ejemplo, los comunistas nos esforza-mos por impulsar a los sectores democrticos y antimperialistas-que existen tanto en el campo del peronismo como en el de laoposicin- a la unin y a la formacin de un frente democrtico yantimperialista para luchar contra las fuerzas reaccionarias y pro-fascistas -oligarqua terrateniente, gran burguesa comercial yfinanciera, monopolios nacionales y extranjeras-, coaligadas conlos imperialistas yanquis e ingleses. que quieren someter a nues-tro pas a su dominacin econmica y poltica completa, o, casocontrario, estrangular la economa nacional y amenazar a laArgentina con una agresin armada directa o indirecta.

    Ahora bien, en funcin de la lucha contra el enemigo principal delmomento actual -el imperialismo yanqui- y contra el enemigotradicional interno -la oligarqua terrateniente, el gran capital co-mercial y financiero y los trusts y monopolios extranjeros-, loscomunistas liemos establecido una lnea poltica v tctica quetiende a unir a nuestro pueblo para la defensa de la independen-cia econmica de nuestro pas, el bienestar social y Ia soberananacional.

    Con ese fin, hemos manifestado estar dispuestos a apoyar -yapoyaremos decididamente- cualquier accin del gobierno pero-nista o cualquier medida que tienda a debilitar efectivamente lasposiciones de la oligarqua terrateniente y de los monopoliosimperialistas y a crear las condiciones favorables para llegar a suliquidacin completa.

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    Victorio Codovilla

    1 V. I. Lenin: Obras Escogidas, tomo IV, pg. 406, ed. Problemas, Bs, As.,1946.

  • Atendiendo a los reiterados llamados del gobierno con respectoa la necesidad de la unin de los argentinos para defender laindependencia econmica y la soberana nacional, pero partien-do del principio incontrovertible de que este no es un problemaque pueda resolver solamente el gobierno o el movimiento polti-co en que se apoya, sino que es un problema cuya solucin esposible slo mediante la intervencin de todo el pueblo, los comu-nistas hemos dicho y decimos que para que esa defensa puedarealizarse con xito, es preciso que el gobierno asegure a todoslos argentinos -nativos y extranjeros habitantes del pas- el gocepleno de sus derechos polticos y que no aplique medidas repre-sivas a los que luchan por la formacin de un frente democrticoy antimperialista, de liberacin nacional y de justicia social.

    Pero, las cosas no suceden as, y no por culpa nuestra.

    En efecto; mientras en las esferas oficiales se habla contra laprepotencia del imperialismo yanqui, y en algunos casos se re-siste su poltica expansionista, como sucedi en las Conferen-cias de La Habana y Bogot -hechos que somos los primeros enponer de relieve y apoyar- luego no se realiza una poltica exte-rior consecuente tendiente a quebrar el monopolio imperialistaen nuestro pas, ya que no se establecen relaciones diplomticasy comerciales francas y leales, de beneficios mutuos y de largoalcance con la Unin Sovitica y con los pases de la nuevademocracia, sino que se establecen slo acuerdos limitados conalgunos de esos pases, acuerdos cuya utilidad no desconoce-mos, y por eso apoyamos, pero que resultan absolutamente insu-ficientes para romper el cerco econmico y poltico que los impe-rialistas yanquis estn estableciendo alrededor de nuestro pas.

    Mientras en las esferas oficiales se manifiesta que se quieremantener una posicin de ''equidistancia" entre el imperialismonorteamericano e ingls por un lado y la Unin Sovitica y lospases de la nueva democracia por el otro, se declara desdeahora que en caso de guerra se estar al lado de Norteamricay contra la URSS.

    Mientras se declara que no se aceptarn imposiciones de losimperialistas yanquis, se participa en el bloque continental dirigi-

    do por los mismos y se aceptan -aun cuando se dice que a rega-adientes- las directivas anticomunistas impartidas por los crcu-los dirigentes norteamericanos, con el fin de ocultar su polticaexpansionista, y adems, el delegado argentino ante la ONU -eldoctor Arce- se suma, cuando no se adelanta, al coro antisovitico.

    Mientras se habla de la necesidad de unir al pueblo argentino -nativos y extranjeros habitantes del pas- alrededor de una polti-ca de defensa del progreso econmico, del bienestar social y dela independencia nacional, en ciertas esferas oficiales se consid-era como rprobos a todos aqullos que no comulgan con todocuanto realiza el gobierno en el campo econmico, poltico y cul-tural interior, y con su poltica exterior.

    Mientras se habla de democracia para todos, cada da son msrestringidas las libertades ciudadanas para los que no actan conel beneplcito ele las esferas oficialistas, y no slo se restringe yse avasalla el derecho de reunin, organizacin y libre `emisinde ideas con simples medidas policiales, propias de un Estadopolicaco, sino que, tambin, se cercenan las prerrogativas par-lamentarias excluyendo a diputados de la oposicin por el solohecho de disponer el oficialismo de una mayora circunstancialen la Cmara, desconociendo as la voluntad popular.

    Mientras se habla de unidad sindical y de plena independenciadel movimiento obrero y popular, en ciertas esferas oficiales se(],a orden ele perseguir a los defensores ms consecuentes delos intereses de los obreros y dems trabajadores -sean elloscomunistas, peronistas o sin partido- tanto en los lugares de tra-bajo cono en los sindicatos y dems organizaciones de masas.

    Y as de seguido.

    Por ello, no depende solamente de los comunistas y de lasdems fuerzas democrticas, que no actan en el campo del ofi-cialismo, el poder llegar a la estructuracin de la unidad nacional,que, segn afirma el general Pern, busca y necesita el gobier-no para poder hacer frente a la poltica expansionista del impe-rialismo yanqui y defender con xito los intereses econmicos denuestro pas y la soberana nacional. UNTREF VIRTUAL | 9

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    Victorio Codovilla

  • Qu hacer en este caso? Lo que hemos hecho hasta ahora,pero con erais decisin que hasta ahora, aplicar la lnea polticay tctica establecida en nuestro XI Congreso, o sea, defenderconsecuentemente los intereses de nuestra clase obrera, denuestro pueblo y de nuestra Nacin, e impulsar el entendimientoentre los sectores obreros y populares, tanto del campo pero-nista como del de la oposicin, para llegar a la formacin de unfrente democrtico y antimperialista, de liberacin nacional y dejusticia social, seguros (le que no han de tardar en darse lascondiciones favorables para que nuestra lnea poltica y tcticaunitaria triunfe.

    Pero, para ello hay que acordarse siempre que, tal cono lo afir-mamos en nuestro XI Congreso,

    "...para que nuestra linea politica y tctica tenga xito en su apli-cacin y beneficie los intereses de la clase obrera y del puebloes preciso que nuestro partido mantenga, hoy ms que nunca,su independencia poltica." Qu quiere decir esto? Quiere decir eme nuestro partidoimpulsar y apoyar resueltamente toda medida de gobierno quebeneficie los intereses de la clase obrera y de las masas popu-lares o que tienda a reforzar la independencia nacional; y criti-car y se opondr activamente a todos aquellos actos de gobier-no nue representen una concesin a los elementos reacciona-rios y profascistas y a los monopolios imperialistas y sus agen-tes. Los comunistas nos colocaremos decididamente a la cabezade las luchas de las masas por cl cumplimiento de las promesasque Pern hizo al pueblo y no nos dejaremos provocar por losaliancistas y otros enemigos que estn interesados en crear unestado de beligerancia entre los afiliados a nuestro partido y lasmasas obreras y populares que siguen a Pern. Todo ello en fun-cin de unir a la clase obrera y a todo el pueblo en un poderosofrente de liberacin nacional y social." Pero, repito, al realizar esa poltica, el partido no puede ni deberenunciar ni por un solo instante a su independencia poltica y asu derecho de difundir su programa de revolucin agraria yantimperialista y de propagar su finalidad socialista.1

    Est claro? Creo que s.

    Nuestro partido, el Partido Comunista de la Argentina, ha decumplir su misin histrica como la han cumplido y la estn cum-pliendo los partidos comunistas de todas partes del mundo; y sumisin histrica en el momento actual es la de esforzarse porencontrar los diversos caminos que conducen a la realizacin dela revolucin democrticoburguesa, agraria y antimperialista, yno cabe duda que los encontrar.

    El Fenomeno Social Del Peronismo Y Su Relacion ConLa Falta De Solucion De Los Problemas De LaRevolucion Agraria Y Antimperialista

    Las condiciones objetivas para ello ya se dan, y las condicionessubjetivas no han de tardar mucho en darse.

    El propio movimiento peronista, para poder obtener el apoyo delas masas ha tenido que plantear y prometer la solucin de losproblemas de la revolucin agraria y antimperialista, signo estede que la situacin est rasadura para su realizacin.

    Por eso, cuando surgi el fenmeno social del peronismo, diji-mos que ese fenmeno no haba surgido por casualidad, sinoque era el producto de la situacin econmico-social y poltica denuestro pas que haba llegado a una encrucijada a causa de lafalta de solucin de los problemas de la revolucin democrticoburguesa, agraria y antimperialista, agraria y antimperialista.

    Dijimos que esos problemas, que se arrastraban sin solucindesde haca varias dcadas, fueron los que dieron motivo a quelos dirigentes peronistas realizaran su demagogia social y obtu-vieran el apoyo de un sector considerable de la clase obrera y delpueblo, puesto que se presentaron ante ellos como dirigentes deuna ''nueva fuerza" que surga a la faz poltica para ''dar solucin"a esos problemas.

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    Victorio Codovilla

    1 Victorio Codovilla: Dnde desembocar la situacin politica argentina?,ed. Anteo, Bs. As., 1946; Resistir la Argentina al imperialismo yanqui?, ed.Anteo, Bs. As., 1948.

  • Cuando Pern lanzaba la consigna de "la tierra para los que latrabajan" y tronaba contra la oligarqua terrateniente, no slorecoga el clamor de las masas campesinas que reclamaban yreclaman la reforma agraria. sino que tambin expresaba unanecesidad perentoria cie la economa nacional, que para poderdesarrollarse reclamaba y reclama la liquidacin de las formasde propiedad y cie relaciones sociales semifeudales existentesen el campo.

    Cuando tronaba contra los monopolios extranjeros en general ycontra el imperialismo yanqui en particular recoga el clamor po-pular que exige el desarrollo independiente de la economa na-cional y su defensa ante su avasallamiento por parte de los monop-olios imperialistas, a fin de salvaguardar la soberana nacional.

    Cuando tronaba contra el gran capital nacional y extranjero ydaba la consigna demaggica de la ''supresin de la explotacindel hombre por el hombre'' -cosa posible solamente en el rgi-men socialista-, recoga el clamor popular contra los grandes te-rratenientes y ganaderos, los grandes industriales y comercian-tes, los especuladores nacionales y extranjeros que han hechoganancias fabulosas durante y despus de la guerra, mientras lapoblacin laboriosa pasaba penurias cada da mayores, a causadel alza de( costo de (a vida y la disminucin del poder adquisi-tivo de la moneda.

    Cuando tronaba sobre la necesidad de establecer la ''autarquaeconmica'' a fin de impulsar el desarrollo industrial del pas,recoga el clamor popular contra la oligarqua terrateniente, elgran capital nacional y los monopolios imperialistas que han fre-nado y frenan el desarrollo industrial del pas, o lo han permitidosolamente en aquellas ramas industriales (industria liviana) que,aprovechando la coyuntura favorable de la guerra les proporcio-naba ganancias fabulosas, tanto en cl mercado interior como enel exterior.

    Cuando, en fin, tronaba contra la corrupcin existente en el senode los partidos polticos tradicionales y se presentaba como elmoralizador de la vida poltica del pas, recoga el clamor popu-lar contra la prctica del fraude, la corrupcin y la violencia, que

    era ejercida desve las esferas oficiales, con el fin de que fueranenviados al parlamento y a los cuerpos colegiados represen-tantes o agentes de la oligarqua, del gran capital nacional y delos monopolios imperialistas.

    Por ello, nuestro partido no se limit simplemente a calificar dedemagogos sociales a los jefes del movimiento peronista, sinoque puso de relieve tambin el hecho de que stos habanplanteado problemas reales, pero que, dada la composicin so-cial heterognea del peronismo, mientras los sectores obreros ypopulares del mismo participaban y participan en ese movimien-to en la esperanza de que el peronismo d solucin a esos pro-blemas, la mayora de los dirigentes peronistas no se proponan,ni se proponen, darle una solucin de fondo, sino hacer sloalgunas concesiones econmico-sociales a las masas trabajado-ras, a fin de conseguir su apoyo para conquistar el poder y con-solidarse en l, para luego llegar al compromiso con la oligarqua,el gran capital nacional y los monopolios imperialistas, y mante-ner en lo esencial la estructura econmico-social y el rgimenpoltico existente anteriormente.

    Por eso nuestro partido, dijo que las masas que haban votadopor Pern, lo haban hecho -en su inmensa mayoraen la espe-ranza de que el gobierno peronista diera solucin a esos proble-mas y que si no les daba solucin llegara un momento en quese agudizara la contradiccin entre la demagogia social de losjefes peronistas y la voluntad de justicia social de las masas quese haban enrolado en el peronismo. Dijo que, si el partido delproletariado se ligaba estrechamente a esas masas, llegara acolocarse a ser cabeza, y por el camino de la lucha abierta con-tra la oligarqua terrateniente, el gran capital nacional y los mo-nopolios imperialistas y sus valedores, antiguos y nuevos, lle-gara a obtener la realizacin de lo que se haba prometido alpueblo y no se haba cumplido.

    Dijo, entonces, que el pueblo, tanto el que haba votado por elperonismo como el que haba votado por la Unin Democrtica,lo haba hecho con el propsito de que se diera cumplimiento asus aspiraciones; pero que nuestro partido particip en la UninDemocrtica porque estaba seguro que su triunfo hubiese facili- UNTREF VIRTUAL | 11

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    Victorio Codovilla

  • tado la realizacin de las aspiraciones populares, afirmando que,ele todos modos, triunfara quien triunfara en las elecciones, losproblemas a resolver quedaran en pie, y que si la clase obreray el pueblo queran conseguir sus objetivos inmediatos y media-tos, deban luchar unidos y de modo independiente, bajo la direc-cin de su partido de vanguardia, el Partido Comunista.

    La Contradiccin Entre La Demagogia Social Y LaPolitica Social, Y Sus Derivaciones

    En efecto: citando nuestro partido estableci su lnea poltica ytctica ante el peronismo, lo hizo teniendo en cuenta esta mxi-ma marxista:

    "As como en la vida privada se distingue entre lo que un hom-bre piensa y dice de s mismo y lo que realmente es y hace -diceMarx-: en las luchas histricas hay que distinguir todava msentre la fraseologa y los propsitos de los partidos y sus progra-mas y verdaderos intereses, entre lo que se imaginan ser y loque en realidad son."1

    A1 aplicar esta mxima, los comunistas comprendimos lo querepresentaba la demagogia social como instrumento en manosde los jefes peronistas para conquistar el apoyo de las masas;pero comprendimos, tambin, que las masas que seguan a losjefes peronistas lo hacan porque crean que por ese caminoconquistaran ms fcilmente la justicia social, que tanto anhela-ban y anhelan.

    Dijimos que debido a ello, las consignas demaggicas que ha-ban hecho circular los jefes peronistas

    "...han calado hondo en el corazn de las masas y van trabajan-do de mis en ms su cerebro'', y que este era ''un ndice de queel conflicto entre la demagogia social (propagada por los jefesperonistas) y la poltica social (anhelada por las masas) no ha detardar mucho producirse".1

    Ahora bien; qu es lo que est pasando en la actualidad?

    Creo que no hace falta ser muy lince para darse cuenta que lalucha, ora abierta ora solapada, que se est desarrollando en elseno del movimiento peronista no se debe solamente a la actitudlevantisca de tal o cual dirigente nacional o local, de tal o cualsector del peronismo con fines de predominio personal o degrupo; sino que es el reflejo de la lucha general mundial que tam-bin se est desarrollando en nuestro pas, ora abierta ora sola-pada, entre los que quieren impulsar la vida econmica, poltica,social y cultural de la Nacin por la senda democrtica y progre-sista, en funcin de la defensa de la independencia econmica yde la soberana nacional, y los que quieren impulsarla por lasenda reaccionaria, y hacerla capitular ante el imperialismo yan-qui abrindole las puertas del pas a la colonizacin.

    Y no cabe duda de que esta lucha se ir agudizando de ms enms, hasta llegar a su punto culminante, en el momento en quela crisis econmica mundial -en particular la crisis que se estdesarrollando en Norteamrica- incida sobre la vida econmicade nuestro pas y haga sentir sus efectos desastrosos.

    Entonces, las fuerzas democrticas y progresistas y las reaccio-narios y proimperialistas que se encuentran en uno y en otrocampo -en el del peronismo y en el de la oposicin sistemtica-han de separarse de ms en ms para ir reagrupndose en elfrente poltico que mejor responda a su manera de pensar y quemejor defienda sus intereses econmicos-sociales y los de laNacin.

    Entonces, como se dice en Mxico, "cada cual buscar a su tal'':y el panorama poltico nacional, extremadamente confuso en elmomento actual, se ir esclareciendo.

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    Victorio Codovilla

    1 C. Marx, El dieciocho Bramario de Luis Bonaparte, pg. 31, ed. rusa, 1941,Carlos Marx y Federico Engels, Obras escogidas, ed. Cartago, Bs. As.,1957, pg. 176.

    1 Vittorio Codovilla; Democracia o reaccin?, cap. XI, ed. Anteo, Bs. As.,1947; Resistir la Argentina al imperialismo yanqui?, ed. Anteo, Bs. As.,1948, pg, 252.

  • Por qu? Porque los sectores reaccionarios del peronismo, losgrandes industriales, los grandes comerciantes, los grandes fi-nancistas, los grandes terratenientes, los antiguos y los nuevosricos, se irn acercando de ms en ms a las fuerzas tradicio-nales de la oligarqua -parte de ellos ya han restablecido sus vn-culos con esos sectores- y, juntos, defendern sus intereses declase y trataran de hacer marchar a nuestro pas bajo las horcascaudinas del imperialismo yanqui: mientras que las fuerzas obre-ras y populares, peronistas y no peronistas -los sectores progre-sistas de la burguesa inclusive- irn agrupndose en el frentedemocrtico y antimperialista para defender sus intereses y losde la Nacin.

    La tarea de nuestro partido, su tarea histrica, es la de contribuirele modo decidido a acelerar ese proceso de concentracin defuerzas democrticas y de trasformarse en la fuerza organizado-ra, movilizadora y dirigente de ese frente: misin que le respondepor ser la nica fuerza capaz de defender consecuentemente yhasta el fin los intereses de nuestro pueblo y de nuestra Nacin.

    Nadie puede prever en qu momento llegar este proceso a supunto culminante. Lo que se puede afirmar, sin lugar a dudas, esque no ha de tardar mucho sin que las fuerzas democrticas yantimperialistas, de uno y de otro campo, lleguen a un entendi-miento.

    La demagogia social y algunas concesiones de carcter eco-nmico pueden desviar momentneamente a parte de los traba-jadores de la lucha independiente por hacer triunfar sus reivindi-caciones inmediatas y mediatas; pueden desviar, sobre todo, aaquellos trabajadores que todava no han adquirido la concien-cia de la fuerza que representan y la clara nocin de la misinhistrica que le corresponde desempear al proletariado y a supartido de vanguardia para trasformar la sociedad en un sentidoprogresista; pero la poltica social que realiza consecuentementeel Partido Comunista, en defensa de los intereses de la claseobrera y de las masas laboriosas, y por la independencia eco-nmica y la soberana nacional, no ha de tardar en imponerse yen atraer a todo lo que hay de sano y combativo en el movimien-

    to obrero y popular al frente democrtico y antimperialista, de li-beracin nacional y justicia social.

    De eso no puede caber duda.

    El peligro reside en el hecho de que no todos nuestros camara-das lleguen a darse cuenta, con la rapidez que se requiere, delproceso de diferenciacin poltica que se est operando y que seir operando cada da ms en nuestro pas; que subestimen elcreciente grado de desarrollo de la combatividad de la clase obre-ra y del pueblo y de su conciencia poltica y que, a causa de ello,no sean suficientemente audaces en el planteamiento de los pro-blemas eran mico-sociales y en organizar y dirigir las luchas parahacer triunfar las reivindicaciones obreras y populares, de carc-ter inmediato y mediato.

    Y que ese peligro de subestimacin del creciente grado de con-ciencia poltica y del espritu de combatividad de la clase obrera,de las masas campesinas y del pueblo en general, existe entrealgunos de nuestros afiliados y dirigentes, lo demuestran unaserie de hechos que muchos de vosotros, que estis en contac-to directo con las masas, conocis suficientemente.

    Permitidme que, por mi parte, cite uno solo de esos hechos, muysencillo.

    Hace das escuch a un camarada de base decir: "Habl con unobrero peronista, le expliqu pacientemente cul era la lnea denuestro partido, me escuch atentamente, me hizo varias pre-guntas con el fin de que le aclarase algunas cuestiones que noeran claras para l, y termin diciendo: 'yo pienso de igual mane-ra, es que no ser comunista sin saberlo'?''Ahora bien; puede considerarse la contestacin de ese obreroperonista como una contestacin casual? No. Hay miles y dece-nas de miles de trabajadores que piensan igual que l. Vivimosun momento en que las ideas comunistas penetran por todos losporos de la clase obrera y del pueblo. Los diversos sectores so-ciales viven en un estado de inquietud con respecto al maana.Leen los diarios, oyen la radio, conversan con sus camaradas y

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    Victorio Codovilla

  • amigos en los lugares de trabajo y fuera de los mismos. Oyenhablar constantemente de lo que hacen o dejan de hacer los co-munistas. A veces oyen la verdad y la mayora de las vetea oyenmentiras. Pero eso no hace ms que estimular su deseo desaber quines son y qu quieren los comunistas.

    La idea de que "las cosas no pueden seguir as" se abre caminoentre los obreros, los campesinos, los pequeos industriales ycomerciantes, la intelectualidad, en fin, entre la gente del puebloo ligada al pueblo, y se disponen a hacer algo para que estocambie.

    Los comunistas expresan las ansias de todos esos sectores dela poblacin, le proporcionan una plataforma de lucha y le danuna perspectiva de salida democrtica y progresista a la situaciny, por eso, al conocer quines son y qu quieren los comunistas,exclaman: "Quizs yo tambin soy comunista, sin saberlo.''

    Ahora bien; ante tales hechos, resulta claro que as como debe-mos mantener cerradas hermticamente las puertas del partidoa los aventureros polticos: y expulsar del mismo a los que sehayan infiltrado en l, debemos en cambio abrirlas de par en parpara que entre a l los que son ''comunistas sin saberlo'', y dar-les el carnet e incorporarlos, sin ms ni ms, a las filas de nues-tro partido, que es el suyo.

    La Linea Politica Y Tactica De Los Comunistas Ante ElMovimiento Peronista

    Creo no equivocarme al afirmar que hemos entrado en la faseprevista en el XI Congreso de nuestro partido, en el que estable-cimos nuestra lnea poltica y tctica frente al movimiento pero-nista, como una lnea tendiente no a rebajar el nivel del partido ala altura del grado de conciencia de las masas influidas por elperonismo, sino tendiente a elevar la conciencia de estas masasa la altura de la conciencia poltica adquirida por los elementosde vanguardia de la clase obrera y el pueblo que forman en elpartido de los comunistas.

    En efecto, ya se empiezan a notar sntomas importantes de acer-camiento de los elementos ms combativos del peronismo hacianuestro partido y el ingreso de muchos de ellos en nuestras filas.

    Adems, como nuestra lnea poltica y tctica, tendiente a la for-macin de un frente democrtico y antimperialista de liberacinnacional y de justicia social, no tiene, ni puede tener como fincontraponer los sectores obreros y populares influidos por el pe-ronismo a los sectores obreros y populares influidos por los par-tidos polticos que formaron la coalicin de Unin Democrtica,se empiezan a notar tambin entre estos ltimos, sntomas deacercamiento de sus elementos ms combativos hacia nuestropartido y el ingreso de algunos de ellos en nuestras filas.

    Por eso se puede afirmar, sin lugar a dudas, que estamos llegan-do a la fase en que es posible unir en la accin a unos y otros sec-tores populares en la lucha comn por sus reivindicaciones inme-diatas y en funcin de la lucha general para liquidar las fuerzas dela oligarqua terrateniente, de los monopolios extranjeros y delgran capital nacional, y por dar solucin a los problemas de la revo-lucin democrticoburguesa, agraria y antimperialista.

    Es claro que este proceso no sigue todava el ritmo que exige lagravedad de la situacin porque atraviesan nuestro pas y elmundo, pero hay que tener en cuenta, tal como lo ha dicho y re-petido muchas veces nuestro partido, que para que cambie larelacin de fuerzas a favor del frente democrtico y antimperia-lista, es preciso que las masas influidas por el peronismo y lasinfluidas por la oposicin sistemtica, vayan haciendo su propiaexperiencia; y que, sobre todo, es preciso tener en cuenta queesa experiencia ser tanto ms profunda y tanto ms rpida, si elpartido de vanguardia de la clase obrera, el Partido Comunista.les ayuda a hacer su experiencia en estrecho contacto con ellas.

    Dice Stalin:

    'La direccin leninista consiste precisamente en que la van-guardia sepa arrastrar tras de s a la retaguardia, en que la van-guardia marche adelante sin apartarse de las masas. Pero para

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    Trabajos EscogidosTomo I

    Victorio Codovilla

  • que la vanguardia pueda conducir efectivamente tras de si a lasgrandes masas, para ello se requiere una condicin decisiva, yesta es precisamente que las mismas masas se convenzan porsu propia experiencia de lo acertado de las indicaciones, directi-vas y consignas de la vanguardia.'' 1

    Est claro? Creo que s.

    Las masas, particularmente las influidas por el peronismo, estnhaciendo su propia experiencia a un ritmo bastante acelerado -segn lo comprueban nuestros camaradas que estn en contac-to con ellas- y, a medida que la van haciendo se acercan de msen ms a ellos y aceptan y defienden la lnea poltica y tctica elenuestro partido.

    Alguien podra objetar, y en realidad se objeta, nuestra posicin delmodo siguiente: "Entonces, ustedes, los comunistas, han estable-cido y establecen su lnea poltica y tctica con respecto al pero-nismo teniendo cono perspectiva la posibilidad de un fracaso.''

    De ninguna manera! Nosotros no hablamos del fracaso del pe-ronismo en su conjunto, sino que hemos afirmado y afirmamosque es imposible que un sector considerable de dirigentes delmovimiento peronista se proponga impulsar la realizacin de larevolucin agraria y antimperialista -tal como se le prometi alpueblo- debido a que sus intereses coinciden o van coincidiendocada da ms con los intereses de las capas sociales que sal-dran perjudicadas si esa revolucin se realizara de verdad.

    En cambio, hemos afirmado y afirmamos que el sector obrero ypopular del peronismo s que est interesado en que se realicela revolucin agraria y antimperialista, puesto que tiene interesesque no slo no son coincidentes, sino que son contrarios a losintereses de las capas sociales que se perjudicaran con la rea-lizacin de esa revolucin.

    Partiendo de ese hecho dijimos estar dispuestos a impulsar yapoyar todo lo que hay de positivo en la obra gubernamental delperonismo y a criticar y combatir todo cuanto haya de negativoen ella.

    As lo hemos dicho y as lo hacemos, en la medida de nuestrasposibilidades.

    Si, tal como lo prometi, el gobierno de Pern realizara la refor-ma agraria: si luchara consecuentemente por la independenciaeconmica y poltica del pas manteniendo a raya a los avasa-lladores imperialistas yanquis: si impulsara el progreso generaldel pas, en funcin de mejorar sustancialmente las condiciones devida de la clase obrera y del pueblo; si se apoyara en las masaspopulares para realizar una poltica democrtica y progresista enel orden interno, y si en el orden externo sumara los esfuerzas denuestro pas a los de los pases que luchan por mantener la paz yasegurar la independencia de todos los pueblos, al frente de loscuales se encuentra la Unin Sovitica, los comunistas sostendra-mos decididamente y sin reservas al gobierno peronista.

    Pero las cosas no suceden as.

    Por qu? Porque independientemente o no de la voluntad deciertos dirigentes peronistas de marchar en esa direccin, no leses posible hacerlo debido a que en el gobierno peronista y en lasfuerzas en que se apoya, predominan los elementos que sirvenlos intereses del gran capital nacional y extranjero y de la oligar-qua terrateniente. Debido a ello, al mismo tiempo que esos ele-mentos se ven obligados a hacer algunas concesiones de carc-ter econmico-social a las masas para conservar su apoyo, sinembargo no toman, ni estn dispuestos a tomar, medidas defondo para cambiar en el orden econmico la estructura del pasen un sentido progresista y en el orden poltico en un sentidodemocrtico para independizarlo del imperialismo.

    Es esto casual? No.

    Tal como se afirma en la Tesis aprobada en el XI Congreso delpartido, mientras las masas populares no lleguen a comprenderque los problemas de la revolucin agraria y antimperialista slopodrn ser resueltos impulsando su realizacin desde abajo, los

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    Victorio Codovilla

    1 J. Stalin, Cuestiones del leninismo, ''En torno a los problemas del leninismo".

  • dirigentes actuales de la poltica nacional slo realizarn peque-as reformas desde arriba, pero sin resolver los problemas defondo y si las masas no se lo impiden llegarn al compromiso -algunos sectores del peronismo estn llegando ya- con la oligar-qua terrateniente y los monopolios imperialistas.

    Por eso, en la Tesis del XI Congreso se deca que existen dosperspectivas de desarrollo de la situacin econmica y polticanacional:

    "La perspectiva de su desarrollo como movimiento popular bajola hegemona del proletariado y, por consiguiente, la realizacinplena de la revolucin agraria y antimperialista: y la perspectivade su desarrollo bajo la hegemona de la burguesa, lo que lleva-r a su compromiso con la oligarquia terrateniente y los mono-polios imperialistas y a la derrota de la revolucin democrtico-burguesa.

    "La primera perspectiva slo es posible si la clase obrera esta-blece una estrecha alianza con las masas campesinas y con lossectores progresistas de la burguesia, y si en el transcuro de lalucha, el proletariado consigue la hegemona en el bloque de lasfuerzas coincidentes en la realizacin de la revolucin democrti-coburguesa. La segunda perspectiva puede tener lugar si losobreros y las masas campesinas slo confan en el gobierno ac-tual y no en su propia organizacin y en su propia fuerza paraimpulsar el desarrollo de la revolucin.

    "La primera perspectiva slo es posible con la existencia de unGobierno democrtico y popular, con predominio de represen-tantes de la clase obrera -organizada sindical y polticamente- yde las masas cam resinas, que procedera a la realizacin deuna amplia reforma agraria. a la liquidacin del latifundio y laentrega de la tierra a los campesinos y obreros agrcolas: a lanacionalizacin de las empresas imperialistas y de las princi-pales fuentes de materias primas, combustibles y energa: alcontrol por el Estado de los resortes bsicos de la economia y delas finanzas del pas: a la diversificacin y alimento de la produc-cin agropecuaria: al desarrollo industrial sobre la base de laindustria pesada: al mejoramiento progresivo y substancial del

    nivel de vida y de las condiciones de trabajo de la clase obrera yde la poblacin laboriosa. Para lograr esto, es preciso que laclase obrera tenga su propia organizacin sindical unitaria, inde-pendiente de los patrones y del Estado: que las masas campe-sinas puedan darse libremente la forma de organizacin que msconvenga a la lucha por sus intereses inmediatos y por la refor-ma agraria: y que el conjunto del pueblo pueda gozar amplia-mente del derecho de organizacin, de prensa y dems dere-chos democrticos, y que el Partido Comunista se consolide y sedesarrolle como el gran partido de la clase obrera y del pueblo.La segunda perspectiva, la de confiar solamente en la buena vol-untad del Gobierno actual para la solucin de los problemas ciela clase obrera y del pueblo, equivale a entregarse ciegamente ala direccin politica de fuerzas que, pese a su demagogia socialrepresentan en lo esencial los intereses de la burguesa industri-al, financiera, agraria y comercial. y, por consiguiente, son con-trarias al desarrollo de la revolucin agraria y antimperialista, y alcreciente bienestar de las masas populares.'' 1

    Desgraciadamente, hay que reconocer que, hasta ahora, se estcumpliendo la segunda perspectiva, puesto que el sector reac-cionario del peronismo pesa mas en el gobierno que el sectordemocrtico y popular.

    Cmo cambiar la segundo perspectiva por la primera?

    Propagando y aplicando con ms decisin que hasta ahora,nuestra poltica unitaria a fin de reunir en un frente comn a lostrabajadores peronistas y no peronistas, y apoyando con msdecisin que nunca al sector democrtico del movimiento pero-nista y del gobierno que est dispuesto a desprenderse del las-tre reaccionario clericalfascista y proimperialista.

    Para ello, no es preciso exigir a los trabajadores influidos por elperonismo que dejen de creer en Pern y dejen de ser pero-nistas: y no es pr-eciso exigir a los trabajadores influidos por lospartidos de la ex Unin Democrtica que dejen de ser radicales,

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    Victorio Codovilla

    1 Tesis del XI Congreso, en Boletn N 1 del XI Congreso.

  • socialistas, demcratas progresistas o sin partido -puesto quenosotros tampoco pensamos renunciar a nuestra honrosa condi-cin de comunistas-; sino que se trata de explicarles que si quie-ren conquistar su bienestar y asegurar la libertad y la indepen-dencia del pas, deben confiar en su propia organizacin y en supropia fuerza, puesto que los gobiernos pasan y los trabajadoresquedan.

    Por consiguiente que pueden y deben apoyar al gobierno de Pe-rn, si ste les facilita el camino para la obtencin de sus reivin-dicaciones, pero que no deben olvidar que, la sediciente situa-cin de ''prosperidad indefinida'' va tocando a su fin y que lasconcesiones econmico-sociales que anteriormente obtuvieron,por uno u otro camino, en adelante las obtendrn solamente atravs de la lucha independiente, basndose en su propia orga-nizacin y en su propia fuerza.

    O sea, que debern actuar independientemente a travs de susorganizaciones obreras, de sus organizaciones campesinas, desus organizaciones profesionales y a travs de distintos comitsde lucha, si quieren obtener sus reivindicaciones de carcterinmediato y mediato.

    Hay que explicar a los elementos obreros y populares peronistasy no peronistas, ms que hasta ahora, que solamente estandounidos en el frente democrtico y antimperialista les ser posibledefender consecuentemente sus intereses, ya que la experienciademuestra que poco duran las conquistas econmicas, si es queel poder poltico no est en pianos de las fuerzas obreras y po-pulares, democrticas y progresistas, dirigidas por su partido devanguardia, el Partido Comunista.

    Pero hay que explicarles, sobre todo, a los elementos ms cons-cientes y ms combativos de la clase obrera y del pueblo, lanecesidad de incorporarse a su partido de vanguardia, al PartidoComunista, nico partido que, por ser sangre y carne de la claseobrera y el pueblo est en condiciones de defender hasta el finsus aspiraciones.

    Ahora bien, creo que no hace falta subrayar el hecho de quenuestra poltica unitaria ser comprendida con ms claridad porla clase obrera y el pueblo, si los comunistas les explicamoscmo al realizar nuestra lnea no vamos contra nadie que se pro-ponga marchar en direccin favorable a los intereses del puebloy de la Nacin, sino que vamos solamente contra los que se opo-nen a la defensa de esos intereses.

    Procediendo as, no puede caber duda de que nuestra lneapoltica y tctica unitaria no ha de tardar en imponerse entre lasamplias masas peronistas y no peronistas.

    Por qu? Porque:- defendemos el derecho de los obreros y empleados a mejoressalarios y sueldos, y a mejores condiciones de vida, no contra elgobierno, sino con el gobierno si ste defiende ese derecho, perolo criticaremos y lo combatiremos como hasta ahora, cuando nolo defienda;- defendemos el derecho de los campesinos a recibir preciosremunerativos por la venta de sus cosechas y a que se lesentregue la tierra para que la trabajen individual o colectivamente-tal como se les ha prometido-, no contra el gobierno, sino con elgobierno; pero lo criticaremos y lo combatiremos como hastaahora si no les devuelve la diferencia de precios a loscampesinos, si no se les paga precios remunerativos por lascosechas actuales y si no se les entrega la tierra;- defendemos la independencia econmica y la soberana polti-ca de nuestro pas y apoyaremos decididamente todo, cuantorealice el gobierno en direccin a resistir los avances coloniza-dores del imperialismo yanqui; pero criticaremos y combatiremoscomo hasta ahora toda concesin de carcter econmico y polti-co que el gobierno haga al imperialismo y sus agentes;- defendemos la necesidad de que nuestro pas mantenga rela-ciones diplomticas y comerciales con todos los pases del mun-do que respeten nuestra independencia, pero criticamos, comba-timos y combatiremos al gobierno si en lugar de estrechar lazoscon la URSS y los pases de la nueva democracia que estnexentos de todo fin imperialista, los estrecha como hasta ahora

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    Victorio Codovilla

  • con el rgimen sanguinario de Franco u otro rgimen similar,puesto que esas relaciones no benefician, ni los intereses denuestro pas, ni los intereses ele los pueblos de esos pases. 1

    Y as de seguido.

    Esta es la posicin poltica clara y firme que asumimos ante elmovimiento peronista y ante el gobierno, en la que pensamoscontinuar sin dejarnos desviar de ella ni por las medidas represi-vas que se nos est aplicando ni por las amenazas de mayoresrepresiones ni por los halagos que se nos pueda hacer.

    Como sabemos que todo lo que nosotros defendemos corres-ponde a la defensa de los intereses de nuestra clase obrera, denuestro pueblo y de nuestra Nacin, y como para defender esosintereses propugnamos la unidad nacional, y no la desunin delos argentinos, sabemos tambin que, siendo como somos san-gre y carne de nuestra clase obrera y nuestro pueblo, no ha detiempo sin que nuestra verdad se imponga entre las ampliasmasas, an cuando momentneamente no todas ellas compren-dan nuestra poltica y, aun cuando, los sectores reaccionarios yprofascistas del oficialismo, crean que nos podrn alejar de ellas,mediante medidas represivas.

    Que Hacer Para Elevar La Conciencia Politica DelMovimiento Obrero Argentino Al Nivel De SuCombatividad

    No desconocemos el hecho de que gran parte de los trabajado-res no han llegado todava a comprender el nexo estrecho queexiste entre lo econmico y lo poltico, o sea, no han llegado acomprender la verdad establecida por Lenin de que "la poltica esla expresin concentrada de la economa", y que, de la clasesocial que tenga el poder en sus manos, depende que la polticaeconmica que realice el gobierno beneficie a las masas labo-riosas y a la Nacin, o a los grandes terratenientes y capitalistasnacionales y extranjeros.

    No desconocemos que, an cuando la combatividad de los sec-tores obreros y populares influidos por el peronismo sigue cre-

    ciendo, en cl momento actual todava no se asiste a un procesorpido de esclarecimiento de su conciencia poltica.

    No desconocemos que el gobierno actual ha conseguido ador-mecer el espritu poltico democrtico de gran parte de las ma-as,a travs de ciertas concesiones de carcter econmico-social,mantenindolas alejadas de la actividad poltica de clase, ytratando de hacerles perder la nocin de que son ellas las quepueden dirigirlo todo, puesto que son las que lo producen todo.

    No desconocemos que el gobierno actual ha hecho penetrar la''idea'', en gran parte de los trabajadores, de que no es necesarioque se preocupen directamente de la defensa de sus intereses,puesto que existe un hombre "providencial'', el Presidente de laRepblica, y una mujer, tambin "providencial", la seora delPresidente, que "piensan" por todos y ''resuelven'' los problemasa favor de todos: de los pobres y de los ricos.

    No desconocemos que entre parte de las masas influidas por elperonismo ha penetrado la "idea'' del principio de la autoridadjerrquica, o sea la ''idea'' de que los dirigentes sindicales ''pien-san'' por todos los trabajadores y ''resuelven'' desde arriba todoslos problemas que interesan a los trabajadores: de que los dele-gados ''piensan" y "resuelven" los problemas de todos los afilia-dos del sindicato, desde arriba, sin necesidad de que stos serenan democrticamente en asambleas generales.

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    Victorio Codovilla

    1 No se puede ni se debe estar de acuerdo, por ejemplo, con los conceptosvertidos por el general Pern a un periodista brasileo en una entrevista enla que afirmo que:"La Republica Argentina es un pas latino y la gente de Espaa es de nues-tra sangre y de nuestra raza.''Sean lo que sean las cualidades o los defectos de los gobiernos, stospasan, mientras que los pueblos son los que permanecen,Con los colapsos de Francia e Italia, los pases latinos entraron en una cri-sis de influencia, y eI aislamiento de lo.s pueblos ibero-latinos acentu nues-tro malestar."La Repblica Argentina, acudiendo en auxilio de la Madre Patria, condena-da a un duro aislamiento por los pueblos eslavos y anglosajones, practicun gesto de legtima defensa, porque los latinos aislados serian reducidos acampos de caza de las otras razas constituidas en bloques polticos yeconmicos, poderosos por la masa de pueblos que los componen." (AFP,16/ VIII/48.)

  • No desconocemos que la Secretara de Trabajo y Previsin y laseora del Presidente de la Repblica han infundido, en granparte de los trabajadores, la "idea" de que en esa Secretara hayquien "piensa" por todos los trabajadores y est en condicionesde ''resolver" sus diferencias con los patrones de un modo salo-mnico: dando al pobre lo que es del pobre y al rico lo que esdel rico.

    No desconocemos que la masa influida por el peronismo no rea-liza actividad democrtica de carcter poltico ni de ninguna otraespecie, ya que el Partido Peronista nunca rene a sus afiliadospara discutir los problemas de carcter econmico, poltico ysocial, y educarlos en el ejercicio de la democracia.

    No desconocemos que, debido a las restricciones policiales, casino se realizan asambleas pblicas de masas para discutir losproblemas polticos, econmicos, sociales y culturales del pas,y las manifestaciones pblicas que se realizan son las patroci-nadas por organizaciones adictas al gobierno, y no tienen lugarpara debatir esos problemas, sino para rendir pleitesa a losjefes.

    No desconocemos el hecho doloroso de que, hasta el Primero deMayo -da consagrado tradicionalmente por los trabajadores denuestro pas para revistar sus fuerzas y para proclamar su volun-tad de luchar por sus reivindicaciones de carcter econmico,social y poltico- se ha tratado por parte de la direccin de la CGTde vaciarlo de todo contenido de clase y de trasformarlo en unda de adhesin incondicional a la poltica gubernamental y en undesfile carnavalesco con seleccin de ''misses" y todo.

    No desconocemos que bajo el pretexto de que "este es un go-bierno de trabajadores" se quiere ocultar a la clase obrera y alpueblo el contenido de clase de la poltica gubernamental, tantointerior como exterior, y de ese modo hacerle perder la nocin deque de la realizacin de una u otra poltica depende el desarro-llo independiente de la vida econmica del pas y la contribucinal mantenimiento de la paz mundial.

    Como si estos hechos no fueran lo suficientemente graves, elgeneral Pern acaba de declarar1 que se reformar la Constitu-

    cin para ''actualizarla" y ''colocar a la Constitucin Nacional enuna tercera posicin'' para ''adaptarla al sistema catlico, apos-tlico romano" 2 lo que significa, no una ''actualizacin" de laConstitucin segn el modelo de las democracias populares,sino una regresin con respecto a la Constitucin del 53, y, porconsiguiente, un paso ms hacia la estructuracin del Estado detipo corporativo.

    Y as de seguido.

    Estos hechos son, indiscutiblemente, graves, por cuanto no seasiste a una suficiente resistencia de parte de la clase obrera ydel pueblo tendiente a impedir que tengan lugar.

    En efecto; las caractersticas tradicionales de la clase obrera y delos sectores populares de la Argentina han sido sus sentmientosdemocrticos y su sensibilidad poltica ante cualquier injusticiade orden nacional o internacional.

    Ellos reaccionaron siempre vivamente ante la poltica reacciona-ria, chovinista, de la oligarqua, tendiente a dividir a los habitan-tes de la Argentina entre nativos y extranjeros, tratando de unnodo despreciativo a los segundos.

    Anteriormente, por ejemplo, la deportacin de honestos traba-jadores, como pas recientemente con los obreros griegos, y lasamenazas de deportacin que estn pendientes sobre otros tra-bajadores de origen eslavo, no hubiesen pasado sin que tuvie-ran lugar protestas tumultuosas de masas, con el fin de evitaresas deportaciones. Y, menos an, se hubiese podido asistir a la

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    Victorio Codovilla

    1 Ver declaracin del general Pern del 3 de setiembre de 1948.

    2 Lasa declaracin del general Pern explica esta otra que hiciera el profe-sor falangista Jimnez Caballero en una conferencia dada en la Universidadde Buenos Aires en la que afirm que "la situacin argentina es hoy como lade Espaa a fines del siglo XV, ya que tambin aqu como alli existen dosReyes Catlicos. un matrimonio gobernante que, como mostrara Lope deVega en Fuente Ovejuna, tiene por misin unir 'masas' y 'oligarcas',descamisados' y 'feudales', con el propsito de afrontar la magna tarea degobierno'' (18 de agosto de 1948).

  • vergenza de que el congreso de una organizacin sindicalcomo la de la carie, haya podido tolerar que sus "dirigentes" leimpusieran la aceptacin de una resolucin, declarando "nece-saria'' la infame ley 4144, que antes fue siempre motivo deluchas del movimiento sindical sin distincin de tendencias.

    Actualmente, son solamente los sectores ms conscientes y mscombativos de la clase obrera y del pueblo, encabezados por loscomunistas, quienes han demostrado y demuestran sensibilidadpoltica ante tales hechos reaccionarios, propios de gobiernosoligrquicos, cuya poltica funesta se dice combatir.

    Lo mismo puede decirse en lo que respecta al problema espaol.

    Anteriormente, fue una gran mayora de la clase obrera y delpueblo argentino la que manifest su solidaridad activa con lalucha heroica del pueblo espaol en defensa de la Repblicademocrtica. Y, posteriormente, cuando cay la Repblica, laque repudi abiertamente al rgimen sanguinario de Franco yprest ayuda a los republicanos espaoles.Actualmente, en cambio, si bien la simpata por el pueblo espa-ol no ha desaparecido, sin embargo, a excepcin de la partems consciente y ms combativa de la clase obrera y el pueblo,el resto no manifiesta en forma abierta su descontento ante loscrmenes de Franco, ni ante la ayuda econmica que le prestanuestro gobierno ni ante el acercamiento poltico entre la Argen-tina y la Espaa franquista.

    Ahora bien; cmo explicar estos hechos?

    Creo que en gran parte se deben a que la neutralidad profascistapracticada por los gobiernos de nuestro pas durante la guerra -neutralidad que permiti cierta prosperidad- y el hecho de quelas fuerzas de avanzada de la democracia, y en primer lugar loscomunistas, fueron impedidos de actuar libremente entre lasmasas, ha permitido que penetrara entre sectores considerablesde la clase obrera y el pueblo -particularmente entre sectores deobreros incorporados a la industria provenientes del interior delpas- la idea poltrona, pequeoburquesa de "preocpate de tuposicin personal'' y "no te metas" en poltica.

    Todos estos hechos han sido y deben ser tenidos en cuenta porlos comunistas, que basamos nuestra lnea poltica sobre hechosreales.

    Pero, eso no quiere decir que la mayora del pueblo argentinohaya perdido toda sensibilidad poltica -como han querido y ace-leren hacerlo creer ciertos opositores sistemticos- sino quequiere decir que su sensibilidad poltica ha sido simplementeadormecida y que depende y depender en aran parte de nues-tro partido y dems fuerzas democrticas y antiimperialistas con-secuentes el hacer que esa sensibilidad despierte.

    Y que esto es posible, lo demuestra el hecho de que -tal cono loafirman nuestros camaradas que actan junto con los trabajado-res peronistas- nuestra lnea poltica v tctica es de ms en msaceptada por ellos y la cordialidad de relaciones entre peronistasy comunistas es cada da ms estrecha.

    Pero es claro que los comunistas no pensamos que se puedadespertar la sensibilidad poltica del sector de la clase obrera v elpueblo que la tiene adormecida, llamndola a reflexiones sobreel sentida ''ideal'' de la vida, y desligando cm problema del senti-do material de la vida, o sea, de la lucha por mejorar lac condi-ciones de vida y trabajo de la clase obrera y el pueblo.

    Los comunistas, por ejemplo, pensamos que no es acertado elplanteamiento que hiciera el doctor Parry en la ConvencinNacional del Radicalismo, cuando dijo que el pueblo argentinodebe congregarse

    "...bajo la bandera del radicalismo despus de superada la crisisactual, revelada en el hecho de que simples planteamientosmaterialistas hayan podido conmover el alma argentina, y poreso nuestro esfuerzo [el de los radicales] consiste en luchar porla recuperacin del sentido ideal del pueblo, nica base de sugrandeza perdurable." 1 .

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    Victorio Codovilla

    1 Discurso del Dr. Parry en la Convencin Nacional de la UCR (29 de juniodc 1948).

  • Justamente, la incomprensin de parte de las fuerzas democrti-cas. y en primer lugar, del radicalismo, de que el peronismo esun fenmeno social que ha surgido como consecuencia de lafalta de solucin material de los problemas que interesan a laclase obrera, al pueblo y a la Nacin, por parte de los gobiernosanteriores, de los radicales inclusive, es ]a que ha llevado el pasla situacin actual.

    Si desde 1930, poca en que el radicalismo fue desalojado deipoder por el golpe militar-fascista de Uriburu, no pudo reconquis-tarlo, a pesar de que, indiscutiblemente, goza de apoyo entre lossectores populares del pas, es porque no se present ante elpueblo unto con los comunistas y dems sectores democrticosy progresistas, como fuerza dispuesta a luchar decididamentepara dar solucin a los grandes problemas econmicos, polticossociales y culturales que el momento histrico plantea ante nues-tro pas en funcin de la realizacin de la revolucin agraria yantimperialista, a fin de mejorar substancialmente las condicionesde vida y de trabajo de la clase obrera y del pueblo argentino.

    Por eso, debe ser claro para nosotros, comunistas, que el frentedemocrtico antimperialista que propiciamos, no puede rea-lizarse sobre bases ''idealistas'', abstractas, sino 'sobre la basede un programa econmico-social concreto, y que debe organi-zarse desde abajo. mientras no sea posible organizarlo tambindesde arriba.

    Cmo hacer esa unidad? Esa unidad puede y debe hacerse atravs de diversas formas de organizacin: comits de obrerosen las fbricas y lugares de trabajo por la defensa de sus intere-ses inmediatos: comits de campesinos y trabajadores del cam-po para luchar por sus reivindicaciones cie diversa ndole y porla reforma agraria: comits de vecinos de localidades y barriadaspara conseguir ia rebaja de los precios de los artculos de pri-mera necesidad: comits de mujeres y comits de jvenes paraluchar por sus reivindicaciones especficas: comits pro reformademocrtica de la Constitucin; comits unitarios para defenderel rgimen democrtico de toda suerte de acechanzas; y as deseguido. Slo de ese modo ser posible dar una base slida algran frente democrtico y antiimperialista, de liberacin nacional

    y ele justicia social, y hacer frente con xito a la reaccin internay al expansionismo colonizador del imperialismo yanqui y asegu-rar la independencia econmica, el bienestar social y la sobe-rana nacional.

    Esto es tanto ms necesario, por cuanto hoy el dilema es: n seimpulsa la revolucin agraria y antimperialista y se asegura laindependencia econmica del pas, el progreso, el bienestarsocial y la soberana nacional: o las fuerzas de la oligarquia, delgran capital nacional, de los monopolios imperialistas con laayuda de los sectores fascistas y de ciertos "demcratas" truma-nianos abrirn las puertas al imperialismo yanqui para la colo-nizacin completa de nuestro pas.

    Por eso, para que ese dilema sea resuelto a favor de nuestraclase obrera, de nuestro pueblo y de nuestra Nacin, es precisoluchar denodadamente para conseguir la formacin del frentedemocrtico y antimperialista de liberacin nacional y de justiciasocial.

    Ahora bien, esta tarea slo podrn realizarse con xito los afilia-dos de nuestro partido si se funden, en cierto modo, con lasmasas trabajadoras, en general, y con las masas peronistas, enparticular, y si les ayudan ms que hasta ahora a hacer su expe-riencia viva a travs de las diversas fases de la lucha por susreivindicaciones hasta que el conjunto de la clase obreraadquiera la conciencia del Papel histrico nue bajo la direccinde su partido de vanguardia, el Partido Comunista, le corres-ponde jugar en la sociedad actual. para emanciparse y varaemancipar a nuestro pueblo de toda forma de explotacin y deopresin nacional. y se disponga a jugarlo.

    Por eso los comunistas hoy como ayer debemos rechazar todapoltica aventurera, golpista. venga de donde venga, de derechao de "izquierda'', y mantenernos firmes en la posicin estableci-da en el XI Congreso al afirmar que:

    "...es nuestro deber decir -y decirlo con toda claridad desde estatribuna-n a nuestros amigos actuales y potenciales. a todos losque aman a nuestro pueblo y a nuestra Patria, que el camino a UNTREF VIRTUAL | 21

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    Victorio Codovilla

  • seguir no es el de las aventuras, sino el de esforzarse por crearlas condiciones propicias para que se cierre definitivamente ennuestro pas el ciclo de los golpes de Estado...". Para ello hayque "...continuar la lucha para unir a todos los que estn dis-puestos a luchar por consolidar y desarrollar el regimen demo-crtico, por colocarse al lado de los que se proponen marchar enesta direccin -dentro y fuera del Gobierno actual- y luchar con-tra todos los que, por uno u otro motivo, contribuyen a crear unclima de intranquilidad poltica favorable a un nuevo golpe defuerza que slo beneficiara a los sectores reaccionarios del pasy a los monopolios imperialistas. Todo ello, bajo las consignasde: legalidad constitucional, orden democrtico, libertad, justiciasocial, progreso econmico, soberana nacional." 1

    La nuestra es, indiscutiblemente, una tarea cuya realizacin noes fcil en el momento actual.

    Sin embargo, esta tarea puede y debe realizarse. Para realizarlacon xito, es necesario mucha paciencia. mucha dedicacin y unafe absoluta en la justeza ele la lnea poltica y tctica del partido.

    Pero no cabe duda de que nuestra poltica de unir a todos lospatriotas argentinos sean o no nativos, sean opositores o guber-namentales, es una tarea histrica que slo nuestro partido, van-guardia del proletariado, puede realizar, puesto que inspira suaccin en una finalidad unica: defender los intereses de nuestraclase obrera, de nuestro pueblo y de nuestra Nacin.

    En efecto: mientras ciertos nacionalistas chovinistas, los repre-sentantes de la reaccin nacional y los agentes del im