Comprender no es suficiente

1
94 SALUD 95 obra de teatro. Leer es coger distancia de aquello que es leído. Seguro que todo aquello que nos envuelve es objeto de nuestras más contrarias emociones y forman parte de nuestros más amplios conocimientos, pero allí no se en- cuentra nuestra palabra. Superada la Fe, la Ciencia abre nuevos interrogantes y la Filosofía investiga los límites de la misma. Uno de ellos es la subjetividad. La Ciencia cierra este camino centrándose en aquello ob- jetivable, mensurable y repetible. Aquello que no puede ser objeto de ciencia, en todo caso tiene que ver con el paradig- ma que sustenta dicha ciencia, y de la técnica y metodología que se aplica sobre ese terreno material o intelectual que se pretende abarcar. Incluso dando por hecho que el método transforma al obje- to de estudio, las ciencias aplicadas al psiquismo humano, pretenden objetivar lo que se plantea como límite del cono- cimiento objetivo, la huidiza subjetividad, haciendo renacer el mito del Golem, de Frankenstein, del hombre-máquina, del cerebro como ordenador. Las palabras del inicio de este texto ofrecen una visión idea- lista de la subjetividad haciendo de ella el equivalente de voluntad, abrochando las pretensiones de la humanidad en relación al desarrollo científico con las cuestiones persona- les que todos albergamos en relación a nuestra vida. ¿Puede ser la vida objeto de conocimiento? ¿Perdemos el tiempo dedicando a saber de nuestras vidas en vez de vi- virlas sin más? El Psicoanálisis es el terreno que permite la subjetivación de nuestro conocimiento inconsciente. La subjetividad no es el límite, sino el punto de partida. Es la posibilidad de dar vida a las palabras sin hacernos simple eco de ellas. No se trata de una ciencia que estudia nuestros determinan- tes bio-psico-sociales frente a los que el analizante se sitúa descubriéndolos y adueñándose de ellos. El Psicoanálisis nos descubre que nuestra subjetividad está en todo caso sobredeterminada: esto es, que bajo nuestro conocimiento consciente no solo hay un saber no sabido, sino que la escisión de nuestro saber también afecta y funda nuestra subjetividad. Saber o no saber, vivir una vida u otra, en todo caso la elec- ción nunca dejará de estar en nuestras manos. El Psicoanálisis es el terreno que permite la subjetivación de nuestro conocimiento incons- ciente. La subjetividad no es el límite, sino el punto de partida. Es la posibilidad de dar vida a las palabras sin hacernos simple eco de ellas L as siguientes palabras, de Paul Ricoeur, me servirán de base para, si bien admitir el peso de la palabra en nuestro desarrollo humano, también comentar las aportaciones del campo psi- coanalítico acerca del Sujeto. “Comprenderse es apropiarse de la historia de la propia vida de uno. Ahora bien, comprender esta historia es hacer el relato de ella, conducida por los relatos tanto históricos como ficticios, que hemos comprendido y amado. Es así como nos hacemos lectores de nuestra vida”(RICOEUR, P. Autocomprensión e Historia) El hombre contemporáneo se encuentra inmerso en un mundo de palabras. Los mitos orales transmitidos de generación en genera- ción nos han contado cuál era nuestro papel en el Mundo. A la vez que a través de los sentidos, el relato de nuestros predecesores ha orientado nuestra mirada a lo más grande y lo más pequeño. La Ciencia ha ido aportando al hombre nuevas herramientas para llegar más lejos y más cerca. Sus descubrimientos son proclama- dos como banderas del desarrollo y evolución del hombre, en un Cosmos cada vez mayor y más lleno de incógnitas. El papel del hombre en el propio conocimiento es el objeto de la Filosofía. Si bien la Religión viene a dar por cerrada esta cuestión bajo el telón del dogma de fe, prometiendo a cambio la trascen- COMPRENDER NO ES SUFICIENTE Javier Alejandro Kuhalainen Munar Médico Psiquiatra dencia espiritual del hombre, la Filosofía cuestiona ambas verdades y sin embargo no ceja en el empeño de poder llegar a la Verdad. Las palabras de Ricoeur son la condensación del jue- go que viene realizando el ser humano con el conoci- miento. Si bien el horizonte del saber sitúa al hombre en el inicio de un camino, la voluntad de éste será alcanzarlo. La palabra es tanto la herramienta de co- nocimiento como el resultado del descubrimiento. Partimos con la capacidad para hacernos dueños de un lenguaje y nuestras palabras, o bien el relato de nuestros hechos será el testimonio de lo que hicimos. Visto así, sin embargo, aún no podemos dar conteni- do a aquello que el hombre sitúa entre interrogantes. Nuestra vida actual no puede ser simplemente un re- lato -director y actor no coinciden en el papel de la Ilustraciones: Dr. Kuhalainen.

description

Las siguientes palabras, de Paul Ricoeur, me servirán de base para, si bien admitir el peso de la palabra en nuestro desarrollo humano, también comentar las aportaciones del campo psicoanalítico acerca del Sujeto.

Transcript of Comprender no es suficiente

Page 1: Comprender no es suficiente

9494 SALUD 95

obra de teatro. Leer es coger distancia de aquello que es leído. Seguro que todo aquello que nos envuelve es objeto de nuestras más contrarias emociones y forman parte de nuestros más amplios conocimientos, pero allí no se en-cuentra nuestra palabra.

Superada la Fe, la Ciencia abre nuevos interrogantes y la Filosofía investiga los límites de la misma. Uno de ellos es la subjetividad.

La Ciencia cierra este camino centrándose en aquello ob-jetivable, mensurable y repetible. Aquello que no puede ser objeto de ciencia, en todo caso tiene que ver con el paradig-ma que sustenta dicha ciencia, y de la técnica y metodología que se aplica sobre ese terreno material o intelectual que se pretende abarcar.

Incluso dando por hecho que el método transforma al obje-to de estudio, las ciencias aplicadas al psiquismo humano, pretenden objetivar lo que se plantea como límite del cono-cimiento objetivo, la huidiza subjetividad, haciendo renacer el mito del Golem, de Frankenstein, del hombre-máquina, del cerebro como ordenador.

Las palabras del inicio de este texto ofrecen una visión idea-lista de la subjetividad haciendo de ella el equivalente de voluntad, abrochando las pretensiones de la humanidad en relación al desarrollo científico con las cuestiones persona-les que todos albergamos en relación a nuestra vida.

¿Puede ser la vida objeto de conocimiento? ¿Perdemos el tiempo dedicando a saber de nuestras vidas en vez de vi-virlas sin más?

El Psicoanálisis es el terreno que permite la subjetivación de nuestro conocimiento inconsciente. La subjetividad no es el límite, sino el punto de partida. Es la posibilidad de dar vida a las palabras sin hacernos simple eco de ellas. No se trata de una ciencia que estudia nuestros determinan-tes bio-psico-sociales frente a los que el analizante se sitúa descubriéndolos y adueñándose de ellos.

El Psicoanálisis nos descubre que nuestra subjetividad está en todo caso sobredeterminada: esto es, que bajo nuestro conocimiento consciente no solo hay un saber no sabido, sino que la escisión de nuestro saber también afecta y funda nuestra subjetividad.

Saber o no saber, vivir una vida u otra, en todo caso la elec-ción nunca dejará de estar en nuestras manos.

El Psicoanálisis es el terreno que permite la subjetivación de nuestro conocimiento incons-ciente. La subjetividad no es el límite, sino el punto de partida. Es la posibilidad de dar vida a las palabras sin hacernos simple eco de ellasL

as siguientes palabras, de Paul Ricoeur, me servirán de base para, si bien admitir el peso de la palabra en nuestro desarrollo humano, también comentar las aportaciones del campo psi-

coanalítico acerca del Sujeto.

“Comprenderse es apropiarse de la historia de la propia vida de uno. Ahora bien, comprender esta historia es hacer el relato de ella, conducida por los relatos tanto históricos como ficticios, que hemos comprendido y amado. Es así como nos hacemos lectores de nuestra vida”(RICOEUR, P. Autocomprensión e Historia)

El hombre contemporáneo se encuentra inmerso en un mundo de palabras. Los mitos orales transmitidos de generación en genera-ción nos han contado cuál era nuestro papel en el Mundo. A la vez que a través de los sentidos, el relato de nuestros predecesores ha orientado nuestra mirada a lo más grande y lo más pequeño.

La Ciencia ha ido aportando al hombre nuevas herramientas para llegar más lejos y más cerca. Sus descubrimientos son proclama-dos como banderas del desarrollo y evolución del hombre, en un Cosmos cada vez mayor y más lleno de incógnitas.

El papel del hombre en el propio conocimiento es el objeto de la Filosofía. Si bien la Religión viene a dar por cerrada esta cuestión bajo el telón del dogma de fe, prometiendo a cambio la trascen-

Comprender no es sufiCiente

Javier Alejandro Kuhalainen Munar

Médico Psiquiatra

dencia espiritual del hombre, la Filosofía cuestiona ambas verdades y sin embargo no ceja en el empeño de poder llegar a la Verdad.

Las palabras de Ricoeur son la condensación del jue-go que viene realizando el ser humano con el conoci-miento. Si bien el horizonte del saber sitúa al hombre en el inicio de un camino, la voluntad de éste será alcanzarlo. La palabra es tanto la herramienta de co-nocimiento como el resultado del descubrimiento. Partimos con la capacidad para hacernos dueños de un lenguaje y nuestras palabras, o bien el relato de nuestros hechos será el testimonio de lo que hicimos.

Visto así, sin embargo, aún no podemos dar conteni-do a aquello que el hombre sitúa entre interrogantes. Nuestra vida actual no puede ser simplemente un re-lato -director y actor no coinciden en el papel de la

Ilustraciones: Dr. Kuhalainen.