COMUNIDADES CRISTIANAS POPULARES DE ZARAGOZA LA...

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COMUNIDADES CRISTIANAS POPULARES DE ZARAGOZA LA HOJA http://ccparagon.pangea.org Ideas y colaboraciones: Coordinadora ó [email protected] Nº 29 Octubre 2006 JAPÓN: NAZARET Y DESIERTO DE LA IGLESIA Pascual Saorín Camacho, sacerdote diocesano de la diócesis de Cartagena (España), misionero en la diócesis de Osaka (Japón) desde 2001. Dicen de quien llega a Japón, que a los pocos días de llegar a este país, uno ten- dría tantas cosas que contar como para escribir un libro; al año, todo lo podría decir en un artículo, y si consigue sobre- vivir algunos años más, resumiría su experiencia con una sola frase. Doy fe que esto es cierto. Yo podría decir que mi experiencia a lo largo de cinco años viviendo y amando Japón se resume en estas dos palabras: “Nazaret” y “desierto”. Me atrevo sin embargo a completar estos dos conceptos con algu- nas pinceladas que conviertan este cua- dro minimalista en una especie de pintura impresionista, sin más trazos que una lluvia de pinceladas que ofrezcan un paisaje lo suficientemente nítido para poder asomarse a él, a la vez que abierto y libre para que el espectador pueda hacer sus propias interpretacio- nes, e incluso convertirse en parte de él. Japón es un país que te obliga a volver a hacerte como un niño. Para vivir este consejo evangélico no hay que hacer absolutamente ningún esfuerzo; es una realidad que se impone. No sólo el idioma (al que san Francisco Javier defi- nió como “la lengua del diablo”), sino toda la cultura, la forma de relacionarse, de ser y de vivir, son absolutamente dis- tintas a la nuestra. Entrar en Japón físi- camente es fácil, pero para entrar, lo que se dice entrar realmente en sus aden- tros, no hay más remedio que descal- zarse, desnudarse, morir a uno mismo para volver a nacer y rehacer de nuevo todo lo que se es. Esto no sólo es válido para las personas, sino también para las civilizaciones y culturas que han venido a confluir en este gran mosaico de islas por donde dicen que nace el sol. En la medida en la que el cristianismo ha intentado usar los mismos medios para entrar en Japón que para entrar en América o África, ha fracasado estrepito- samente. En Japón se rechazó a tiempo la cruz que venía acompañada de la espada. La respuesta de Japón fue con- tundente. En este país, el cristianismo no está asociado a inquisiciones o cru- zadas, bien al contrario, es sinónimo de mártires, como los de Nagasaki, de resistencia clandestina durante más de 400 años sin ayuda externa posible hasta que llegó la hora de la libertad. Podríamos decir que el Japón de hoy se siente en deuda histórica con un cristia- nismo al que la injusticia y la cruz ense- ñaron a ser humilde. Incluso tras la segunda guerra mundial, la evangeliza- ción que se hizo apoyada en la fuerza de los vencedores, hoy se muere poco a poco. Aquella Iglesia edificada con dóla- res americanos sobre terrenos expropia- dos al pueblo, se seca porque está carente de raíces. Sin embargo, hay signos de esperanza, pequeñas luces que podrían incluso ilu- minar el tipo de cristianismo al que nos vamos a ver cada vez más abocados en la vieja Europa. En cifras, los católicos en Japón no pasamos del 0,4%. Lo cual representa un millón de habitantes. Hay que tener en cuenta que de este millón, únicamente 400.000 personas son japo- nesas; el resto somos extranjeros, emi- grantes venidos de todas las partes del mundo en busca de pan y futuro. Japón es un país que puede presumir de un lai- cismo inteligente, educado y cordial, carente de todo revanchismo histórico, lo cual facilita enormemente el trabajo evangelizador. Se calcula que el 10% de CONTENIDOS Japón: Nazaret y desierto de la Iglesia . 1 XV Encuentro de mujeres y teología: Abrazo y mestizaje. Caminos de la interreligiosidad e interculturalidad ........ 3 Autofinanciación de la iglesia ya ........... 4 La escuela, la diversidad y la cohesión social ............................... 4 Derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.................................................. 5 Nuevas empresas para la transformación social en Aragón.................................. 10 La gracia de Dios ................................ 10 Informaciones varias ........................... 10 Úlima hora ............................................ 11 El poema ............................................. 12 • CATECODEF....................................... 12

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COMUNIDADES CRISTIANAS POPULARES DE ZARAGOZA

L A H O J Ah t t p : / / c c p a r a g o n . p a n g e a . o r gI d e a s y c o l a b o r a c i o n e s : C o o rd i n a d o r a ó i n m a c u l a d a z @ g m a i l . c o m

Nº 29Octubre 2006

JAPÓN: NAZARET Y DESIERTO DE LA IGLESIAPascual Saorín Camacho, sacerdote diocesano de la diócesis de Cartagena (España), misionero en la diócesis de Osaka (Japón) desde 2001.Dicen de quien llega a Japón, que a lospocos días de llegar a este país, uno ten-dría tantas cosas que contar como paraescribir un libro; al año, todo lo podríadecir en un artículo, y si consigue sobre-vivir algunos años más, resumiría suexperiencia con una sola frase. Doy feque esto es cierto. Yo podría decir quemi experiencia a lo largo de cinco añosviviendo y amando Japón se resume enestas dos palabras: “Nazaret” y“desierto”. Me atrevo sin embargo acompletar estos dos conceptos con algu-nas pinceladas que conviertan este cua-dro minimalista en una especie depintura impresionista, sin más trazos queuna lluvia de pinceladas que ofrezcan unpaisaje lo suficientemente nítido parapoder asomarse a él, a la vez queabierto y libre para que el espectadorpueda hacer sus propias interpretacio-nes, e incluso convertirse en parte de él.

Japón es un país que te obliga a volver ahacerte como un niño. Para vivir esteconsejo evangélico no hay que hacerabsolutamente ningún esfuerzo; es unarealidad que se impone. No sólo elidioma (al que san Francisco Javier defi-nió como “la lengua del diablo”), sinotoda la cultura, la forma de relacionarse,de ser y de vivir, son absolutamente dis-tintas a la nuestra. Entrar en Japón físi-camente es fácil, pero para entrar, lo quese dice entrar realmente en sus aden-tros, no hay más remedio que descal-zarse, desnudarse, morir a uno mismo

para volver a nacer y rehacer de nuevotodo lo que se es. Esto no sólo es válidopara las personas, sino también para lascivilizaciones y culturas que han venidoa confluir en este gran mosaico de islaspor donde dicen que nace el sol.

En la medida en la que el cristianismoha intentado usar los mismos mediospara entrar en Japón que para entrar enAmérica o África, ha fracasado estrepito-samente. En Japón se rechazó a tiempola cruz que venía acompañada de laespada. La respuesta de Japón fue con-tundente. En este país, el cristianismono está asociado a inquisiciones o cru-zadas, bien al contrario, es sinónimo demártires, como los de Nagasaki, deresistencia clandestina durante más de400 años sin ayuda externa posiblehasta que llegó la hora de la libertad.Podríamos decir que el Japón de hoy sesiente en deuda histórica con un cristia-nismo al que la injusticia y la cruz ense-ñaron a ser humilde. Incluso tras lasegunda guerra mundial, la evangeliza-ción que se hizo apoyada en la fuerza delos vencedores, hoy se muere poco a

poco. Aquella Iglesia edificada con dóla-res americanos sobre terrenos expropia-dos al pueblo, se seca porque estácarente de raíces.

Sin embargo, hay signos de esperanza,pequeñas luces que podrían incluso ilu-minar el tipo de cristianismo al que nosvamos a ver cada vez más abocados enla vieja Europa. En cifras, los católicosen Japón no pasamos del 0,4%. Lo cualrepresenta un millón de habitantes. Hayque tener en cuenta que de este millón,únicamente 400.000 personas son japo-nesas; el resto somos extranjeros, emi-grantes venidos de todas las partes delmundo en busca de pan y futuro. Japónes un país que puede presumir de un lai-cismo inteligente, educado y cordial,carente de todo revanchismo histórico,lo cual facilita enormemente el trabajoevangelizador. Se calcula que el 10% de

CONTENIDOS

• Japón: Nazaret y desierto de la Iglesia . 1• XV Encuentro de mujeres y teología:

Abrazo y mestizaje. Caminos de la interreligiosidad e interculturalidad........ 3

• Autofinanciación de la iglesia ya ........... 4• La escuela, la diversidad

y la cohesión social ............................... 4• Derechos sexuales y reproductivos de las

mujeres.................................................. 5• Nuevas empresas para la transformación

social en Aragón.................................. 10• La gracia de Dios ................................ 10• Informaciones varias ........................... 10• Úlima hora ............................................11• El poema ............................................. 12• CATECODEF....................................... 12

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los japoneses se consideran “cristianosde corazón”, es decir, personas que sesienten profundamente en sintonía einterpeladas por el mensaje de Jesús deNazaret, pero que por diversas circuns-tancias no dan el paso para “bautizarse”y pasar explícitamente a ser parte de laIglesia.

Podríamos decir que la influencia delcristianismo es muy grande en compara-ción con el escasísimo número de cris-tianos. Esto es debido en parte al granprestigio que tiene en Japón el sistemaeducativo católico. La Iglesia, cuando seha desnudado de su prepotencia, hasabido hacerse una Iglesia al servicio delReino, alejada de todo proselitismo ycomprometida con el desarrollo del serhumano sin preocuparse tanto de lascifras de bautismos o de los que vienena misa, cuanto por la felicidad y la liber-tad de todo ser humano. En Asia la Igle-sia ha aprendido a la fuerza a ser sal quesale y luz que alumbre, sin protago-nismo, sabiendo morir a sí misma, a susestructuras y metas institucionales enfunción de la felicidad del ser humano. Elresultado es muy pobre si se mira sin fe,pero enorme cuando se mira con losojos del corazón.

Tradiciones y religiones más antiguasque el cristianismo nos han obligado adescalzarnos y desnudarnos antes deentrar en esta tierra sagrada. Es difícilresponder a la pregunta de por qué hande aceptar los asiáticos una religión queprocede de países que se han enfren-tado en dos guerras mundiales y dar laespalda al budismo pacífico venido delcorazón de este continente. Es cierto

que ese budismo ha sido también alen-tador y consentidor de injusticias enJapón, pero también es cierto que porello mismo muchos japoneses seencuentran hoy en la tesitura de buscarun sentido a sus vidas, un cauce, unareligión que realmente les ayude a viviren paz y libertad. ¿Será el cristianismodel siglo XXI una de esas religiones? Locierto y verdad es que cuando se tratade construir la paz en estos tiempos tur-bulentos, budistas y cristianos nosencontramos en algo más que un simplecruce de caminos. Nos une esa noblemeta; nos une el camino y la vida aun-que nuestras verdades sean un pocodiferentes.

La Iglesia y el misionero que sabe vivirsu “Nazaret” y su “desierto” en este país,no llena su alforja de éxitos ni resulta-dos, ni tan siquiera es valorado muchasveces por trabajar en un país del primermundo como es Japón. En este país hayque salir a buscar la pobreza porqueaparentemente los pesebres y las cru-ces de la vida están ocultas y maquilla-das, como en cualquier otro país delprimer mundo. En Japón, el inmigrante yel pobre es uno mismo: incapaz dehablar correctamente, de entender o desentirse útil durante los largos años deaprendizaje del idioma. En Japón, elmisionero, y con él toda la Iglesia, hande aprender el lenguaje de Nazaret y deldesierto, que es un lenguaje de silencio,de contemplación, de rutina que sigue ala rutina, de constancia, de lágrimas ytambién de sueños y esperanza.

En el país del sol naciente, la fe que sedeforma en ideología, de un color o deotro, acaba por volverse contra unomismo. Japón seduce primero con lafuerza de lo exótico para clavarte final-mente el dardo envenenado de la frus-tración y el fracaso. Una Iglesia o religiónque no sea capaz de morir a sí mismaestará condenada a desempeñar su tra-bajo a lomos del autoengaño y prote-gida con escudos ideológicos que a lalarga nos embrutecen y roban toda posi-bilidad de esperanza.

Sin embargo, cuando al igual que en losprimeros siglos, los protagonistas de laevangelización no son clérigos apoya-

dos por potencias imperialistas, ni tansiquiera eruditos cabalgando a lomos desu sabiduría occidental, sino el pueblosufriente que huye de Israel para empe-zar la conquista de Roma desde lascloacas y catacumbas, entonces la ver-dadera evangelización es posible. Hoy,los descendientes de aquel pueblo judíoderrotado y desterrado de sus propiastierras, son los inmigrantes que cabal-gan a lomos de sus balsas o pateras,para los que el mar no es una barrera,sino un espacio de libertad al que bienmerece la pena ofrecer la propia vidacomo sacrificio.

En mi caso, comparto sueños y utopíascon brasileños, peruanos, bolivianos, fili-pinos, vietnamitas, coreanos, indios…muchos de ellos hermanos en la fe quellevan inscritas en sus vidas la Biblia vivay bien legible del sufrimiento y la libertad.Les digo, por que realmente lo creo, queel futuro del Reino de Dios lo llevan con-sigo y que ellos son los verdaderosmisioneros, y no yo. Nuestra misióncomo evangelizadores depende de queconstruyamos una Iglesia nómada coneste pueblo nómada, peregrina conestos nuevos peregrinos, capaces de lle-gar hasta el Japón y duplicar en apenas20 años el número de cristianos que sehabía mantenido igual durante 400años, cuando los únicos misioneros eranclérigos y religiosos. Dios nos estáhablando desde esta realidad imparableante la que no cabe término medio nitibieza.

Soy optimista en Japón, porque graciasa Dios, la Iglesia en Japón tiene tan pocoque perder que es una Iglesia libre paradarlo todo. Soy sin embargo menos opti-

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mista en la otra orilla del puente en quehe convertido mi vida, en la Iglesia de mipropio país, una Iglesia que reaccionacon crispación y miedo ante el Nazaret yel desierto que se le impone, que seresiste a descalzarse ante la zarzaardiente que debería ser para nosotrosla presencia de Dios en el Misterio de lavida y en los ojos de los pobres.

No estamos tan lejos de llegar un día enEspaña a vivir una Iglesia más “japonei-zada”, es decir, más pobre, más comuni-taria, más abierta, humillada por lahistoria, más víctima que verdugo, máscontemplativa en su Nazaret, más ten-tada, pero robustecida en su desierto,más preñada de futuro que esclava deun pasado que nunca volverá, o mejor,que nunca tendría que volver y al que esun suicidio querer regresar.

XV ENCUENTRO DE MUJERES Y TEOLOGÍA: ABRAZO Y MESTIZAJE. CAMINOS DE LA INTERRELIGIOSIDAD E INTERCULTURALIDADAsociación Mujeres y Teología

Los días 29, 30 de septiembre y 1 deoctubre nos hemos reunido en Zaragozamás de 325 mujeres y algunos hombrespara abrazarnos y mezclarnos en estedespuntar del otoño. Durante estos tresdías, las aragonesas de la AsociaciónMujeres y Teología de Zaragoza noshemos visto acompañadas por mujeresdel resto de las Asociaciones de Mujeresy Teología del Estado, así como por unagran variedad de grupos y movimientosreligiosos, fundamentalmente, aunqueno exclusivamente, cristianos, y de per-

sonas no creyentes, procedentes deGuinea, Marruecos, India, Japón, Italia,Irlanda, Austria, Alemania, Portugal,Venezuela y Nicaragua.

La misma preparación fue ya un caminode búsqueda, complicidad y diálogo,facilitado por la red de redes de Internet.En el desarrollo del Encuentro, junto conla Asociación, quince mujeres de distintaprocedencia, formación y creenciascoordinaron y dinamizaron las Ponen-cias, los Talleres y el Debate cruzado.Recogemos algunos Ecos que nosresuenan con más intensidad:

Se abordó el tema de la Diversidad per-cibida y vivida. Desde el comienzo de lostiempos el mundo ha sido diverso. Sondiversas las comidas, las músicas, lasmanifestaciones artísticas, los paisajes,las culturas, las etnias, los colores…Sóloal pensamiento humano se le ha quitadola diversidad. ¿Quién mató la diversi-dad.?

El Diálogo es el primer camino de lainterculturalidad e interreligiosidad. Lasmujeres establecemos diálogos en lavida, en el trabajo por la igualdad y la jus-ticia, en la experiencia espiritual y se nosexcluye de los diálogos teológicos en loscuales es necesario y urgente que parti-cipemos.

En nuestra vida en diálogo se van dandovivencias y experiencias de conoci-miento y de sabiduría en las que hay queponerse en juego personalmente yexponerse una misma. Sabemos quedialogar es crear un espacio y una histo-ria común; es una herramienta de empo-deramiento que posibilita a las mujeres,como expresa la teóloga Ursula King,percibir y criticar las profundas injusticiasa las que nos vemos sometidas y poderdesarrollar juntas alternativas imaginati-vas. Desde el diálogo podemos llegar auna posición de frontera, siempreabierta, que nos permite acercar viven-cias y convicciones, y que nos va cam-biando lentamente. El diálogo es uncamino de ida y vuelta y de autocrítica.

En los caminos interculturales e interreli-giosos todas y todos necesitamos anali-zar y desprendernos de los estereotiposque tenemos sobre culturas y creenciasdiferentes a las nuestras y disponernos aaprender de ellas.

En todas las sociedades de nuestromundo las mujeres, a pesar de las difi-cultades que encontramos, luchamospor nuestra emancipación, por hacernosvisibles en paridad con los hombres, portener cada una su propia voz, por expe-rimentar su propia fuerza y poder, poridentificarse y definirse a sí misma y portomar sus propias decisiones, con unasensación de libertad completamentenueva. Estamos creando redes deemancipación y resistencia compartida.También dentro de la Iglesia católica hayalgunos grupos de mujeres que mante-nemos una resistencia activa que noslleva a veces a la desobediencia. Una deesas experiencias personales fue com-partida en el Encuentro por una mujeraustríaca, ordenada.

El arte, la danza, la fiesta, la celebra-ción… son expresiones que ponen enjuego nuestro cuerpo y nuestro espíritu,nuestros afectos y sentimientos. Soncaminos de comunicación e intercambio.Por eso este XV Encuentro de Mujeres yTeología en Zaragoza ha estadoenvuelto todo él de símbolos, oraciones,músicas, ofrendas y ritmos de las diver-sas culturas y religiones, que nos hanpermitido abrazarnos, mezclarnos yemocionarnos.

Necesitamos cada persona conocernuestra propia tradición religiosa, com-partir relatos de mezcolanza, vivir enrelatividad, que no es relativismo, sinoque es un estado de relación en igual-

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dad, en projimidad. No tener miedo aanalizar, debatir, a crear criterios de dis-cernimiento en nuestra religión y enotras.

En la medida en que unas religiones seconsideren mejores respuestas a laspreguntas que llevamos por dentro,entonces se dificulta todo tipo deencuentro y de diálogo, porque toda reli-gión es una construcción cultural. Losfundamentalismos de las religiones seproducen cuando se pierde su parte mís-tica y cuando esto ocurre la religión entraen rigidez, sin flexibilidad ni apertura. Enla mística es donde desaparecen lasdiferencias entre las religiones. En laaventura personal de entrar en diálogocon una misma sobre lo interreligioso,experimentamos inseguridad, a la vezque estos cambios nos lanzan a superarprejuicios y a algo nuevo.

Desde nuestra tradición católica, la sal-vación llega a nosotras a través de la vozde Jesús de Nazaret aún vibrante paratantos y tantas y su parte de verdad,pero también a través de otras muchasvoces y de otros muchos trozos de ver-dad y entre mucha gente y muchasvoces distintas.

Hay espacios en los que podemos con-fluir personas que compartimos una tra-dición religiosa con otras que no latienen, como son: la poesía, expresiónde una espiritualidad, el dar sentido avivir en un cuerpo de mujer, la defensa ycuidado de la vida y de la paz, los valo-res que se defienden en el compromisosocial…

Existe un territorio interno que tiene quever con el núcleo espiritual que hay entodos los seres humanos, por donde seaventuran las distintas religiones y tam-bién por donde se aventuran las pacifis-tas, ecologistas, feministas…En elprincipio era la diversidad/diferen-cias….y la Palabra se hizo diálogo inter/intra-humano.

Las mujeres no venimos a pedir sino aofrecer.

AUTOFINANCIACIÓN DE LA IGLESIA YACCP de Andalucía, secretaría técnica.Las Comunidades Cristianas Populares(CCP) de Andalucía, consideramos elnuevo acuerdo de financiación firmadoentre el gobierno español y la conferen-cia episcopal española, como un pasotímido hacia la autofinanciación de lajerarquía de la Iglesia católica. Ya eshora de que se cumpla el compromisofirmado entre el Estado español y el Vati-cano allá en 1979, cuando se establecíaun período transitorio de tres años parallegar a autofinanciarse.

También valoramos positivamente la ins-tauración del pago del IVA en la compra-venta de bienes e inmuebles por partede la Jerarquía eclesiástica, en cumpli-miento de la normativa europea. Y, en sujusta medida también, la subida del 0,52al 0,7 en la casilla del IRPF, y no al 0,8como pretendía la Conferencia episco-pal. De esta forma se eliminará la contra-prestación encubierta que todos losaños recibía ésta de los Presupuestosgenerales, según parece unos 30 millo-nes de € al año.

Pensamos que es una cuestión deestricta justicia equitativa aumentarigualmente el porcentaje destinado a lasONGs desde el 0,52 al 0,7.

A pesar de estas innegables ventajas,seguimos apostando para que enEspaña caminemos con más rapidez

hacia la estructura de un Estado laicocon todas sus consecuencias. Es decir,garantía de libertad religiosa y de cultopara los individuos y comunidades,como establece nuestra Constitución, y,al mismo tiempo, un Estado que no hacepreferencias ni se decanta por unadeterminada religión, cosmovisión osentido último de la vida.

En consonancia con este planteamiento,apostamos por la abolición del Concor-dato entre el Estado español y el Vati-cano y todos los acuerdos posterioresbasados en él. En este contexto deEstado laico, es deseable la supresióndel profesorado de religión en la ense-ñanza pública, que debería ser susti-tuida por una formación sobre el hechoreligioso. Y otras expresiones trasno-chadas como la presidencia de autorida-des civiles y militares en las procesionesy manifestaciones religiosas y viceversa:Actos civiles con expresiones religiosas.

Finalmente, como cristian@s de base,que convivimos cada vez más de cercacon personas de diferentes culturas yreligiones, nos vemos impelidos a vivircon humildad nuestra fe, “desarmando”nuestras lenguaje teológico de todoaquello que ha sido y es aún hiriente ydespectivo hacia las otras religiones.Sabemos que esa “reconstrucción” debeser fruto de una convivencia fraterna,respetuosa y solidaria entre unos yotros, alejada de toda postura funda-mentalista o excluyente.

LA ESCUELA, LA DIVERSIDAD Y LA COHESIÓN SOCIALAsun García Mainar (Torrero I)En la planificación de la vida comunitariade nuestra Comunidad de Torrero I, a lolargo de este curso, nos ha tocado a Nie-ves Laborda y a mí coordinar los mesesde octubre y noviembre. Cuando nospusimos a concretar, decidimos que íba-mos a dedicar parte de estos meses aacercarnos a profundizar en la diversi-dad. En la diversidad que nos propor-ciona el movimiento indigenista enColombia, que ella ha tenido la suerte deverificar in situ este verano; en la diversi-

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dad que nos proporciona la convivenciacon la etnia gitana y en la diversidad quenos proporciona el cuidado y el estarcerca de nuestras personas mayores.

Al pasar a ver cómo y desde qué pers-pectiva los abordábamos, al llegar a ladiversidad que nos proporciona la convi-vencia con la etnia gitana, Nieves decíaque le apetecía enfocarlo desde elcampo educativo porque estaba preocu-pada por la dificultad de integraciónescolar que ella experimenta y com-prueba todos los días en su tarea comotrabajadora social. Yo le manifesté tam-bién esa preocupación como docenteque soy y que llevo ya más de treintaaños enseñando Física y comiendo deello. Yo le dije que “creo que el 60% denuestros escolares, pasa su etapa edu-cativa de mayor permeabilidad forma-tiva, es decir Infantil, Primaria ySecundaria sin haber convivido en lasaulas con la diversidad cultural, étnica,religiosa y económica que se vive ennuestras calles. Muchos de nuestrosniños, adolescentes y jóvenes se estáneducando y formando sin vivir y conviviren las aulas con la diversidad”.

Es mi opinión y os la trasmito porque laeducación es un tema que nos competey nos afecta a todos y a todas.

La escuela y centrándome en esas eta-pas de escolarización obligatoria, nopuede vivir aislada de la sociedad de hoyen aspectos como la diversidad y lacohesión social.

Si nos atenemos al debate mediáticoque se genera en torno al hecho educa-tivo, por parte de políticos, técnicos de laadministración, propietarios de centroseducativos, asociaciones de padres ymadres, sindicalistas, etc., podría pare-cer que el sistema educativo español

está inmerso en un proceso de cambiocontinuo. Y digo podría parecer porque amí me parece que hay mucho ruido ypocas nueces y que todo el debateforma parte de algo que nos gustamucho y es que ponemos muchos árbo-les delante para que no nos dejen ver elverdadero bosque que tenemos detrás,que en este asunto es que en materia devertebrar la diversidad, la pluralidad y lacohesión social, la escuela no está cam-biando casi nada, está atrincherada.

Dentro del amplio debate y la polémicaque en su momento (el último que hahabido) se produjo en nuestra sociedaden torno a la Ley Orgánica de Calidad dela Educación (LOCE), con amplios argu-mentos a favor o en contra, según lospostulados ideológicos, pedagógicos ocorporativos de las diferentes partes ytras la decisión del Gobierno actual deparalizar algunos aspectos de la mismase abrió un tiempo nuevo en el que losagentes sociales del mundo educativotomaron posición respecto de su posibleadaptación y modificación. Muchos denosotros y de nosotras suscribimos através de nuestros sindicatos, asociacio-nes, partidos políticos, etc., un pronun-ciamiento al respecto en el cual seapostaba por un sistema educativo decalidad, basado en criterios de libertad,eficiencia, equidad y cohesión social ysolicitamos un Pacto por la Educaciónque dé estabilidad al sistema educativo ygarantice una educación de calidad paratodos y para todas, así como la presen-tación por parte del Gobierno de unaMemoria Económica y de un Plan deFinanciación que dé respuesta a lasnecesidades educativas reales de nues-tro país.

Cuando el otro día revisábamos en laAsamblea de inicio de curso de Comuni-dades, el Vaticano II, la ilusión quesupuso y la frustración que supone el verla realidad de nuestra Iglesia, tan alejadadel espíritu de ese Concilio, me di cuentaque desde el punto de vista de creyentey para construir el Reino en el campoeducativo al lado de los pobres y de losexcluidos, ese pronunciamiento solo nosirve. Creo que ese Pacto por la Educa-ción no es suficiente.

La escuela hoy tiene que ser laica, plu-ral, democrática, participativa y crítica.Los grandes retos de la escuela hoyestán en luchar por evitar el fracasoescolar y social.

La escuela no puede vivir aislada de lasociedad de hoy y tiene que cumplir tam-bién la función que la misma le reclama,adaptarse a las nuevas estructuras fami-liares.

Debemos educar en valores y entretodos debemos definir cuáles son esosvalores actuales. Valores siempre vigen-tes, como la convivencia y la toleranciatienen que ser el soporte real y no teó-rico de la escuela hoy porque en nues-tras aulas hay y se vive la diversidad yporque nuestra escuela busca de formaactiva la integración y la cohesión social.

DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS DE LAS MUJERESElfride Harth, XXVI Congreso sobre Cristianismo y Bioética, Madrid 7-10 septiembre 2006En América Latina tuvieron que oírhorrores en todas partes sobre la ener-gía que emplea la jerarquía para obstruirdesde la educación sexual de la juven-tud en los colegios hasta el acceso amedios anti-conceptivos para la pobla-ción pobre. Pero al mismo tiempo huboexperiencias muy conmovedoras, comoel encuentro con una monja brasileñaque colabora con Católicas por el Dere-cho a Decidir del Brasil. Esa mujer tra-baja en la pastoral de prostitutas y hacepoco terminó una tesis de teología conMaría José Rosado, la directora deCatólicas que trabaja en la Universidadcatólica de São Paolo. Se trata de una

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tesis sobre la religiosidad de las prostitu-tas, sobre la mariología de estas muje-res. Nos contaba que le tienen unainmensa devoción a María, en la que venla gran consoladora, una pobre mujer delpueblo, que comprende sus penas, sinjuzgarlas. En el fondo ven en ella el ros-tro compasivo de Dios. Y es precisa-mente este uno de los objetivos mayoresde la labor de la religiosa: anunciarles aesas mujeres la Buena Nueva, trabajarsobre los tremendos sentimientos deculpabilidad que las oprimen. Hay algu-nas que hace años no han vuelto acomulgar, aunque sientan una gran sedde acercarse a la mesa del Señor. Van amisa, pero se quedan en el último banco,pues se sienten indignas de ir más allá.Sienten que han pecado y que tendránque volver a pecar pues son madres ytienen que darles de comer a sus hijos.Sufren por haber cometido doce, quinceabortos, por no haberse podido protegercontra un embarazo no deseado. Sufrencada vez por haber tenido que negarle lavenida al mundo a un hijo, pero lo hanhecho porque querían evitarles el des-tino que les esperaba como hijos deprostituta. La religiosa les hace entoncesver que lo que ella reconoce en susactos que tanto las culpabilizan es amor:han optado por cargar con una culpa poramor al prójimo, por amor a esa criaturano nacida, por amor a los hijos que yatienen y para quienes un hermanito mássería una carga bien pesada. – Y enton-ces ella apoya a las Católicas por elDerecho a Decidir en su lucha por ladespenalización del aborto, por amor yrespeto hacia estas mujeres. Sabe quecada vez que una de ellas tenga quepracticarse un aborto clandestino, suvida peligra. Y tiene la convicción de quela vida de cada una de esas mujeres esdemasiado preciosa para ponerla enpeligro. Que cada una de ellas es amadapor Dios y tiene el derecho a la vida, a laintegridad física, a la dignidad.

Defender pues los derechos sexuales yreproductivos de las mujeres es por lotanto una opción por los pobres. Esluchar por que el acceso a educaciónsexual, medios anticonceptivos y enúltimo recurso el aborto no sean el privi-legio exclusivo de quienes tienen eldinero para comprarlos. Para que tam-bién la adolescente más humilde y lamujer más indigente no tengan quearriesgar su vida y su salud sino que seles reconozca la dignidad de ser agentesmorales en cuanto a su sexualidad y sucapacidad de reproducción y que pue-dan vivir una sexualidad sana, positiva yplacentera, basada en relaciones justasy responsables.

Ahora - ¿Qué tiene que ver todo estocon la bioética? Esta disciplina recienteque se ha venido forjando en la intersec-ción de la biología, la medicina, la filoso-fía, la teología, el Derecho y la política?

Diría que la aparición de la bioéticacomo disciplina es precisamente uno delos muchos síntomas de una revoluciónprofunda y global de nuestros conoci-mientos en la que estamos involucradostodas y todos y que ejerce un tremendoimpacto sobre todos los aspectos denuestras vidas y de nuestra concienciacomo seres humanos.

¿Qué significa esta revolución para lasmujeres? ¿Qué significa para su cuerpoy para sus derechos respecto a sucuerpo? ¿Qué significa para su capaci-dad reproductiva y para sus derechosrespecto a su capacidad reproductiva?¿Qué significa para su sexualidad y parasus derechos respecto a su sexualidad?

Qué significa para el orden de poder denuestra sociedad, orden basado en ladiferencia de los sexos, diferencia orga-nizada en una jerarquía de los sexos, enla cual el masculino prima y reina sobreel femenino?

Estas son sólo un par de las muchasinterrogantes que surgen cuando entra-mos en esta problemática. Y es muy difi-cil formular respuestas. Pienso que encuanto a certezas y verdades nosencontramos actualmente en una situa-ción parecida a la del Pueblo elegido en

tiempos del Faraón: El Espíritu que escomo un viento invisible que no se dejaencerrar sino que sopla libremente pordonde le place nos está invitando aléxodo, a partir hacia horizontes desco-nocidos, sin más garantía que la fe enuna promesa y la esperanza de alcanzarlo prometido. Nos encontramos en unasituación en que todo tipo de fronterasempiezan a desvanecerse. Y con elloempieza a tambalear el orden social. Yes esa la razón que explica el recrudeci-miento de todos los fundamentalismos alque asistimos también en la actualidad,fundamentalismos que son síntomas deltemor frente a las incertidumbres y a loscuestionamientos del orden social, sín-tomas de una resistencia a todo cambio,a la necesidad de reformular o reinter-pretar los mitos fundadores de nuestrastradiciones. Y cabe subrayar que todoslos fundamentalismos, ya sean cristia-nos, musulmanes, judíos, nacionalistas,o de cualquier otro tipo, tienen todos unapreocupación clave, que es la negaciónde los derechos sexuales y reproducti-vos de las mujeres, el afán por controlarel cuerpo de las mujeres. Si bien puedanestar en guerra unos con otros, en mate-ria de negación de los derechos sexua-les y reproductivos de las mujeres, losfundamentalistas son aliados incondicio-nales. Así la Santa Sede, gracias al pri-vilegio que goza de ser la única religióna la que se le reconoce el status deobservador no miembro de NacionesUnidas, no tiene el menor inconvenienteen unirse a los gobiernos de Estadoscomo Sudan, Irak, Libia para obstruirtodo avance a nivel de política interna-cional en materia de derechos sexualesy reproductivos de las mujeres. Y con lallegada de George W. Bush a la presi-dencia de Estados Unidos, este paíspasó a ser su mejor aliado en esecampo, razón por la cual los obisposamericanos apoyaron su reelección en

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el 2004, a detrimento de su contrayentecatólico. Preferían que volviera a salirpresidente un protestante que desató laguerra en Irak y que gobierna contra lospobres en su país, con tal de impedir quellegara a la presidencia un católico parti-dario de los derechos sexuales y repro-ductivos de las mujeres.

Por qué se sienten tan amenazados losfundamentalistas por los desarrolloscientíficos recientes?

Porque cuestionan profundamente losfundamentos antropológicos que rigen lasimbología de nuestros sistemas depoder, la simbología tanto religiosa comopolítica.

Con el desarrollo de las tecnologías dela reproducción asistida de la clonaciónpor ejemplo, las categorías de oposicióny complementariedad de los dos sexos,es decir la frontera que los separaba,que servía para establecer y justificar unorden social dado, empieza a perderpertinencia. Si hasta la fecha la repro-ducción biológica de la especie humanarequería la existencia de una humanidadsexuada y la interacción sexual entredos seres de sexo opuesto, se vislumbraque esto no seguirá siendo indispensa-ble en el futuro. Al menos no lo será cien-tíficamente, teóricamente. Es decir queaunque quizá nuestros legisladoressigan prohibiendo la clonación reproduc-tiva y nuestros científicos respeten esaley, lo que nuestro entendimiento nospermite vislumbrar, lo que nuestra mentehoy en día es capaz de imaginar y depensar, no dejará de tener un profundoimpacto sobre la antropología y comocorolario sobre la teología.

Se ha demostrado que es posible produ-cir un nuevo mamífero a partir de un ovo-cito enucleado de esta especie demamífero a la que se le ha implantado elnúcleo de otra célula de cualquier otroindividuo de esa especie. Es decir que lareproducción deja de depender de lasexualidad. Reproducción y sexualidadson dos cosas distintas y desligadas unade otra. Es concebible crear un individuonuevo de la raza humana, distinto a losdemás de su especie a partir de un ovo-cito, pero sin necesidad de esperma.Aún se necesitaría para el desarrollo deese clon un útero, pues no ha logradoaún la ciencia desarrollar incubadorasque puedan suplir el vientre de la mujer.Significa esto que a término largo – almenos teóricamente – si bien siguehabiendo necesidad de mujeres nohabrá necesidad de varones, para que laespecie humana siga perpetuándose yno desaparezca de la faz de la Tierra.Podemos entonces imaginarnos unasociedad humana conformada por indivi-duos que ya no son “el fruto del hombre”,o para decirlo de manera más precisa,“el fruto del varón”. Pero entonces ¿quésignifican en esas condiciones catego-rías antropológicas, y como corolariopolíticas y religiosas como la de “padre”,“hermano”, “filiación”, “linaje”, “descen-dencia”, “ancestros”, “generación”?

Nos daremos cuenta de que no hemosnecesitado llegar hasta la biorevoluciónpara que muchas de estas categoríassean redefinidas. Ya estamos asistiendoa ello, por ejemplo con el reconocimientodel matrimonio gay. La biorevolución enel fondo sólo le concede mayor plausibi-lidad a los cambios antropológicos queestamos viviendo, corroborando en lobiológico lo que ya estamos experimen-tando en lo social y en lo jurídico: que lasfronteras que nos parecían incuestiona-bles y evidentes, Ley Natural dictada porDios y reflejo de su voluntad divinadesde un principio, ahora y siempre ypor los siglos de los siglos amén, cadadía lo son menos.

Qué significa entonces ser mujer? – Yqué significa ser varón? Admito que aun-que creo intuirlo, definiéndome yomisma como una mujer – me siento inca-

paz de dar una definición categórica yesencialista que establezca sin ambi-güedad alguna la frontera entre dosseres, catalogando a uno en la categoría“varón” y al otro en la categoría “mujer”.Siento que la frontera entre ambos seestá desvaneciendo, es cada vez másopaca.

¿Qué significa esta biorevolución quevivimos para el cuerpo de las mujeres ypara sus derechos respecto a sucuerpo?

El cuerpo de las mujeres ha sido siem-pre en todos los sistemas políticos y eco-nómicos que conocemos, materia primapara producir y reproducir el bien másprecioso de la especie humana que essu propia supervivencia y su propia per-petuación. Ha sido la fuente que proveela fuerza de trabajo necesaria para creartodo lo que la humanidad haya podidoconsiderar como riquezas, y esto antesde que estas riquezas puedan ser aca-paradas o repartidas. Los varones tam-bién han venido desempeñando unpapel indispensable en esta labor, perouna diferencia económica central entrevarón y mujer es que la cantidad detiempo que el varón necesita invertir endesempeñar su papel biológico de repro-ductor, es sumamente breve, un par deinstantes, mientras que la parte que leincumbe a la mujer se extiende almínimo sobre un periodo de nuevemeses. En un mundo en que la únicafunción de los varones y de las mujeresfuese la reproducción, y que un varónfecundara sólo a una mujer por día, unvarón necesitaría unas 300 mujeres paraoptimizar su capacidad reproductiva,mientras que a una mujer le bastaría

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tener relaciones reproductivas con unhombre cada 300 días para optimizar lasuya. En una población de igual númerode varones y de mujeres, sobrarían 299varones por cada mujer. O para formu-larlo en lenguaje económico: el valor bio-lógico-económico de una mujer seríaequivalente al de 299 varones. Al menosen sociedades en que la reproducciónbiológica de la especie humana se operesegún la tradición sexuada/sexual. Puesen el horizonte de una reproducción porclonación el valor biológico del varónllega a cero coma cero.

Esta diferencia en el valor de los dossexos la han comprendido desde losmás remotos tiempos históricos todoslos pueblos que se han dedicado a laganadería o a la cría de animales: seconservan las preciosas hembras queproporcionan leche y crías o huevos yse sacrifican los machos de valorincomparablemente inferior, para pro-porcionarle carne a la dieta del grupo,conservando únicamente un par dereproductores.

Y podemos estar seguros de que el ori-gen remoto de todo orden social y polí-tico de que se haya dotado la especiehomo sapiens radica en la acaparacióny el control de ese valor incomparableque representa en la sociedad humanala capacidad reproductiva inherente alcuerpo de las mujeres. Y el ordenpatriarcal consiste en que aquellos indi-viduos del sexo masculino que logrenapropiarse o al menos controlar elcuerpo y el producto del cuerpo de lasmujeres, son aquellos que detienen elpoder. Y la obsesión por el control delcuerpo de las mujeres es quizá la mejormedida para medir el grado de funda-mentalismo patriarcal de cualquier sis-tema de poder.

El ejemplo más flagrante lo proporcionanuestra Santa Madre Iglesia CatólicaApostólica y Romana. Esa “señora”, quees una estructura de poder que en reali-dad está constituida exclusivamente porvarones que renunciaron a su capacidadreproductiva biológica, a cambio delmáximo título de autoridad patriarcal quees el de “padre”, es un colectivo exclusi-

vamente masculino que decide cuálesson las reglas que rigen la sexualidad.Primero la de aquellos otros varones queprefirieron renunciar al poder dentro dela dicha estructura a favor del ejerciciode su sexualidad. La Santa Madre Igle-sia les impone a estos que la únicasexualidad legítima es la heterosexual,es decir aquella que implica interaccióncon el cuerpo de una mujer, con la queestén unidos en matrimonio indisoluble.Y segundo la sexualidad de las mujeres.Pero lo que ante todo se arrogan es elcontrol exclusivo de los cuerpos de lasmujeres cuando estas se encuentrangestando, reduciéndolas a seres porta-doras en su seno de un espacio extrate-

rritorial, una especie de enclave de lacual se ven expropriadas mientras seesté desarrollando allí un fenómeno bio-lógico que puede llegar a culminar en lavenida al mundo de un individuo nuevode la especie humana. Pero este afánpor expropiar a la mujer gestante de sucuerpo y de lo que este está produ-ciendo, será realmente un afán por pro-teger la vida de un ser humano?

Entonces cómo explicar que por la des-trucción de una vida humana haya san-ciones diferentes, según los casos? Elderecho canónico estipula que la san-ción para el aborto es la excomunica-ción. Esta sanción no se aplica sinembargo ni al homicidio ni al asesinato.Ni siquiera a la masacre o al genocidio.Si una mujer embarazada no quiere asu-mir esa maternidad, y decide destruir lavida que está gestándose, ella tiene dosposibilidades: O bien aborta, quizá a losdos o tres meses de embarazo, opta por

que sea destruido el fruto de su vientreantes de dar a luz, o bien da a luz paramatar enseguida al bebé que ha parido.Pues el Derecho canónico considera losdos actos como crímenes distintos, delos cuales el aborto merece una penamucho mayor.

Con el aborto una mujer demuestra quereivindica la integridad de su cuerpo, queesté este gestando o no, y se niega aaceptar una “extraterritorialidad” dentrode sí, sobre la cual otros puedan detenerla autoridad y el control. Por eso se ame-naza a la mujer con excomulgarla. No setrata pues de castigar en primer lugar ladestrucción de una vida humana, sino la

reivindicación de la soberanía moralde la mujer, la reivindicación del con-trol sobre su propio cuerpo.

Y aquí radica la importancia del reco-nocimiento de los derechos sexuales yreproductivos de las mujeres: es lacondición para que todas las mujerespuedan reivinidicar la integridad de sucuerpo. Es necesario que se le reco-nozca a cada mujer el derecho a deci-dir cuál es la opción legítima para ellaen caso de un embarazo: la de llevarloa término o la de ponerle fin. Para quela maternidad sea algo realmentedigno y humanizante, se necesita que

se reconozca como legítima la opcióndel aborto. Pues mi maternidad sólo esrealmente una opción positiva y libre sipuedo legítimamente optar por el aborto,descartándolo. Y aunque el Vaticanointente ocultarlo en su afán de poder:esa es la doctrina católica genuina. Puescabe recordar aquí que una de las com-ponentes fundamentales de la tradicióncatólica es que la conciencia individualinformada es la suprema instanciamoral. Un acto no es un crimen porquesí, sino según las circunstancias en quese cometa. Si una mujer opta por unaborto, después de haber orado y sope-sado en su corazón y conciencia los dife-rentes aspectos de la situación en quese encuentra llegando a la conclusión deque en su caso concreto el aborto es laopción más responsable, pecaría siactuara en contra a su conciencia noabortando. Se trata de una decisióngrave y dificil. Y nadie puede negar que

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un aborto implica la destrucción de unavida humana. Pero la Iglesia católicaadmite que hay casos graves en que ladestrucción de una vida humana puedejustificarse. Así ha desarrollado toda unateología de la guerra justa por ejemplo.En ella enumera las condiciones en lascuales se justifica destruir vidas de sereshumanos nacidos, de personas. En cam-bio es muy poco lo que existe en elcampo de la teología del aborto justo.Prácticamente se reduce a lo que hemoscompilado y sistematizado en Católicaspor el Derecho a Decidir, y que es partede una teología feminista de la libera-ción. Así nos preguntamos por ejemplo:Por qué se consideraría que una mujeres capaz de traer al mundo una criaturahumana y de criarla y ayudarle a ser unapersona adulta y responsable, pero nose le cree capaz de decidir, cuando seencuentra embarazada sin haber optadopor ello, si ella quiere y puede o no asu-mir esa maternidad específica en las cir-cunstancias concretas de su vida? Yrecordamos que contrariamente a lo quesucede en el caso de la destrucción dela vida de una persona en una guerra oen un caso de legítima defensa, en elcaso de un aborto la propia Iglesiaadmite que no tiene la capacidad dedefinir el momento en el cual se sabecon certeza que un embrión o feto esuna persona humana. Y aquí precisa-mente los recientes desarrollos delconocimiento científico nos ayudan a vercon mayor claridad de lo que nos eraposible hasta hace poco: que lo queexiste en el momento de la concepciónes un conjunto de células plenipotencia-rias sin especificación alguna.

No es posible hablar aquí de personahumana. Pues es posible por ejemploque ocurra una división de estas célulasde tal forma que no resulten uno sinodos embriones. ¿Qué será del almainmortal? También podrá dividirse endos – o sería que ya pre-existía en dobledesde el principio en una sola célula? - Eintuitivamente podemos comprenderque aunque haya destrucción de vidahumana, no es lo mismo destruir unembrión que una persona nacida. Bastacon imaginar la escena siguiente: Unamédica trabaja en un laboratorio de

reproducción asistida. Un día una colegale deja un bebé de un año en el laborato-rio, mientras va a resolver un trámite.Mientras está el bebé en el laboratoriose produce un corto circuito que desen-cadena un incendio muy grave. Suenanlas alarmas y la doctora sabe que sólo lequeda un minuto para salir del laborato-rio y salvar su vida. ¿Qué decisión serámás ética? ¿Que tome al bebé queduerme en su cunita en brazos parasacarlo del peligro o que más bien sacri-fique esta joven vida para salvar las 500vidas de 500 embriones congelados quetiene guardados en la nevera de su labo-ratorio?

Luchar contra los derechos reproducti-vos de las mujeres, contra la legalizacióndel aborto, es tomar partido en contra dela vida de las mujeres, pues se prefierearriesgar la salud y la vida de alguien dequien nadie duda que es una persona,aunque quizá de sexo femenino, preten-diendo proteger la vida de un ser dequien es imposible tener certeza de quees una persona.

Abortar sólo lo puede una mujer. Come-ter un homicidio también lo puede unvarón. Pero ambos actos son sanciona-dos de manera diferente. Eso demuestraque la preocupación principal de la Igle-sia es controlar el cuerpo, la sexualidady la capacidad de reproducción de lasmujeres, pues aquí se encuentra el fun-damento de la estructura de poderpatriarcal de la Iglesia. Y esto explica porqué el Vaticano no puede aceptar losderechos sexuales y reproductivos delas mujeres, no puede aceptar la igual-dad de las mujeres, no puede permitir

que las mujeres lleguen a simbolizar laautoridad institucional dentro de la reli-gión, pues toda la estructura del poder yde la autoridad de la Iglesia está basadaen la negación de la soberanía moral delas mujeres en lo que respecta su propiocuerpo, su sexualidad y su capacidad dereproducción. La obsesión del Vaticanoen contra del sacerdocio de las mujeresno es sino la otra cara de la medalla. Nopuede el Vaticano permitir el acceso delas mujeres al sacerdocio, pues el sacer-docio tal y como lo concibe el Vaticanoestá basado en y presupone el controlde la sexualidad en general y el controlde la capacidad de reproducción de lasmujeres en particular. El día en que elVaticano conceda a las mujeres accesoal sacerdocio, este deja de ser lo quees. El día en que el sacerdocio cese deser lo que es, el Vaticano no tendrá yaninguna objeción en admitir a las muje-res al sacerdocio. ¿Será pura casuali-dad que las primeras reivindicacionesformales de mujeres por ser admitidasal sacerdocio hayan coincidido con lainvención de la píldora anticonceptiva?Fue en 1963 que una suiza y luego dosalemanas enviaron al Concilio VaticanoII la solicitud de que se considerara laadmisión de mujeres al sacerdocio.

La píldora anticonceptiva independizó lasexualidad de la reproducción. La res-puesta del Vaticano fue Humanae Vitae.Junto con la cuestión del celibato de lossacerdotes, Pablo VI extrajo la cuestiónde la contracepción de las deliberacio-nes del Concilio Vaticano II. Pensandopreservar la autoridad de la Iglesia loque consiguió fue atestarle un golpe casimortal, pues confundió autoridad conpoder.

Con la revolución biomédica que esta-mos viviendo, ahora es la reproducciónla que se está independizando de lasexualidad. Las relaciones entre lossexos que ya habían experimentado uncambio profundo ¿cómo se verán afec-tadas ahora? ¿Qué será de la ternura,del placer, del amor? ¿Seremos capacesde aprenderlos, de experimentarlos, deproporcionarlos, sin pasar forzosamentepor la reproducción? ¿Por la sexuali-dad? ¿Por la heterosexualidad? ¿No

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son éstas manifestaciones humanasque han existido ya y siempre – indepen-dientemente de la reproducción y de lasexualidad y de la heterosexualidad,sólo que por el afán de controlar lasexualidad y la reproducción muchasveces lo hemos olvidado hasta el puntode ser capaces de justificar y de vivir unasexualidad y una reproducción quizáheterosexuales pero totalmente caren-tes de ternura, de placer y de amor? ¿Noestamos asistiendo precisamente a tra-vés de fenómenos como el matrimoniogay, la transexualidad, etc. a la apariciónde nuevas estructuras sociales quemuestran precisamente que la ternura,el placer y el amor van mucho más alláde las fronteras definidas por los podero-sos?

Quizá llegue un día en que la mujer, queel cuerpo humano sexuado cese de serindispensable para la creación de indivi-duos humanos nuevos, para la perpe-tuación de la especie humana. Ese día elcontrol sobre ese cuerpo dotado de unacapacidad específica, perderá su impor-tancia y las estructuras de poder que sehan formado para ejercer ese controlperderán su objeto. Permitiremos quetengamos que esperar hasta ese díapara inventar un mundo más justo y máspropicio para vivir y amor?

NUEVAS EMPRESAS PARA LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL EN ARAGÓNEd. Colección Trabajo y ColectividadAREINos gusta pensar que “Nuevas empre-sas para la transformación social en Ara-gón” expresa la pasión por la vida. Hacecasi una década, aragonesas y aragone-ses apasionados por la vida iniciaron laandadura que recoge este libro, cuyo ori-gen, múltiple, está en el precepto consti-tucional que ampara el derecho altrabajo; en el saber que, a pesar de rozartasas de pleno empleo, hay un sector dela población excluido de la oportunidadde participar en el mercado laboral, y enla contribución a alcanzar el objetivo de

cohesión social mediante la redistribu-ción de la riqueza.

Desde la Asociación Aragonesa deEmpresas de Inserción, AREI, trabaja-mos con las empresas que integran a laspersonas. Empresas de Inserción de altagestión social y empresarial, difíciles dediseñar, de lanzar y de sacar adelante.Este libro habla de ellas, de su historia,presente y futuro. Y recoge parte de suhumanidad, la de los hombres y mujeresque lo hacen posible.

LA GRACIA DE DIOS

Son avisos parroquiales, reales todosellos, que seguramente habrán sidoescritos con toda la buena voluntad...

* Para quienes entre ustedes tienenhijos y no lo saben, tenemos en la parro-quia una zona arreglada para niños.

* El próximo jueves, a las cinco de latarde, se reunirá el grupo de las mamás.

Las señoras que deseen entrar a formarparte de las mamás, por favor, pedirentrevista para que las atienda elpárroco en su despacho.

* El viernes, a las siete, los niños delOratorio representarán la obra “Hamlet”de Shakespeare, en el salón de la igle-sia. Se invita a toda la comunidad atomar parte en esta tragedia.

* Estimadas señoras, ¡no se olviden dela venta de beneficencia! Es una buenaocasión para liberarse de aquellas cosasinútiles que estorban en casa. Traigan asus maridos.

* El próximo martes por la noche habrácena a base de alubias en el salón parro-quial. A continuación tendrá lugar unconcierto.

*Recuerden que el jueves empieza lacatequesis para niños y niñas de ambossexos.

* El mes de noviembre terminará con unresponso cantado por todos los difuntosde la parroquia.

INFORMACIONES VARIASCentro Pignatelli, noviembre 2006

Jueves 2 20:00 Curso de teología:"Creer hoy el Credo ": Sesión 3ª “Dis-puestos a dar razón de nuestra espe-ranza"(1 Pe 3,16). José AntonioMartínez Paz

Lunes 6 20:00 Ciclo de conferencias:"Cara a cara: Unamuno y Ortega (Lasespañas baratarias". Sesión 1ªJorgeSanz Barajas

Martes 7 20:00 Ciclo de conferencias:"Cara a cara: Unamuno y Ortega (Lasespañas baratarias". Sesión 2ªJorgeSanz Barajas

Martes 7 19:30 Seminario de Formaciónen los Ejercicios Espirituales Ignacianos,sobre "La senda del conocimientointerno" (de Parmananda R. Divarkar,S.J.). Sesión 1ª Luis Lasierra Jové

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Jueves 9 20:00 Teología Curso de teo-logía: "Curso de teología: "Creer hoy elCredo ":Sesión 4ª: 1. "Dispuestos a darrazón de nuestra esperanza" (1 Pe3,16). José Antonio Martínez Paz

Jueves 9 20:15 Pastoral Jóvenes Pigna-telli Taller de oración, 1ª sesión RamónCorrecher Segura y otros de PJP

Viernes 10 19:30 Seminario interdicipli-nar "El Mediterráneo: ¿Confrontación oencuentro?"

Sesión pública 8ª: "Paz y conflictividaden el Mediterráneo: una visión desdeEspaña Bernardo Alvarez del Manzanoy Juan Prat

Lunes 13 17:00 a 21:00 SeminarioInvestigación para la Paz Curso inten-sivo "Introducción a la historia contem-poránea del Magreb". Sesión 1ª: "ElMagreb: sus dimensiones árabe, islá-mica, africana y mediterránea". JoséLuis Gómez Puyuelo

Martes 14 17:00 a 21:00 SeminarioInvestigación para la Paz Curso inten-sivo "Introducción a la historia contem-poránea del Magreb". Sesión 2ª: "Laoposición magrebí al colonialismo" JoséLuis Gómez Puyuelo

Miércoles 15 17:00 a 21:00 SeminarioInvestigación para la Paz Curso inten-sivo "Introducción a la historia contem-poránea del Magreb". Sesión 3ª: "LosEstados independientes" José LuisGómez Puyuelo

Jueves 16 17:00 a 21:00 Seminario

Investigación para la Paz Curso inten-sivo "Introducción a la historia contem-poránea del Magreb".Sesión 4ª: "Elcolonialismo español en el Magreb"José Luis Gómez Puyuelo

Jueves 16 20:00 Teología Curso de teo-logía: "Curso de teología: "Creer hoy elCredo ": Sesión 5ª: 2. "Dios es másgrande que nuestro corazón" (1 Jn 3,20).Jesús Mª Alemany Briz

Jueves 16 20:15 Pastoral Jóvenes Pig-natelli Taller de oración, 2ª sesiónRamón Correcher Segura y otros de PJP

Viernes 17 17:00 a 21:00 SeminarioInvestigación para la Paz Curso inten-sivo "Introducción a la historia contem-poránea del Magreb".Sesión 5ª: "ElIslam político" José Luis GómezPuyuelo

Domingo 19 18:30 Cineclub Ciclo deCine "Metáforas de la mirada adoles-cente": Sesión 1ª: "7 vírgenes", deAlberto Rodríguez. Centro de Solidari-dad de Zaragoza

Lunes 20 19:30 Pensamiento y Cultura.Ciclo "La herencia de Freud. En el 150aniversario de su nacimiento". 1ªSesión: "Actualidad de los conceptospsicológicos y psicopatológicos deFreud". Víctor Hernández Espinosa

Martes 21 19:30 Pensamiento y Cultura-Ciclo "La herencia de Freud. En el 150aniversario de su nacimiento". 2ªSesión: "La teoría de la seducción en

Sigmund Freud" Roberto SalvanésPérez

Jueves 23 20:00 Teología Curso de teo-logía: "Curso de teología: "Creer hoy elCredo ": Sesión 6ª: 2. "Dios es másgrande que nuestro corazón" (1 Jn 3,20).Jesús Mª Alemany Briz

Jueves 23 20:15 Pastoral Jóvenes Pig-natelli Taller de oración, 3 ª sesiónRamón Correcher Segura y otros de PJP

Viernes 24 17:00 a 21:00 PsicologíaEspacios de profundización y formaciónteórica sobre "Las Constelaciones fami-liares". Sesión 1ª Brigitte Champetier deRibes

Sábado 25 17:00;10:00 y 16:00 Psicolo-gía Espacios de profundización y forma-ción teórica sobre "Las Constelacionesfamiliares". Sesiones 2ª y 3ª BrigitteChampetier de Ribes

Domingo 26 10:00 a 14:00 PsicologíaEspacios de profundización y formaciónteórica sobre "Las Constelaciones fami-liares". Sesión 4ª Brigitte Champetier deRibes

ÚLIMA HORAEn la Web de CCPs (ccparagon.pangea.org) encontrarás:

- Información sobre los actos de conmemoración del Vaticano II organizados por CCP Aragón el viernes y sábado3 y 4 de Noviembre en El Pignatelli

- Un uevo Blog, del grupo de mayores de CateCODEF, al que invitan a todo el mundo. Lo encontrarás enlazado enel Mapa de la Web de ccparagon, o directamente en:

melocontaronunviernes.blogspot.comRecuerda que en noticiasccparagon.blogspot.com (o desde Noticias en la página principal de CCPs hay informa-ción actualizada sobre actos, convocatorias, nuevos materiales accsibles en la Web etc y que todas las comunidades pueden publi-car tanto en este blog de Noticias como en los blogs de Anuncio, Denuncia, y Coordinadora, además del de su propia comunidad.

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EL POEMA

Vamos a sembrar ilusiones.Y vamos a ilusionarnosde nuevo.

Porque lo necesitamos.Porque nos lo requierenclamores silenciosos.

La ilusión suena a sueño, a utopía, silencio,contemplación, certeza y esperanza.

La ilusión resuena en el interior,y reclama compromiso,búsqueda, anhelo,manos entrelazadas.

La ilusión sólo se realizaen comunidad, sin egoísmo, con ánimo de servicio,con alegría, con urgentesy compartidos deseos.

Vamos a ilusionarnos(lo necesitamos para vivir,felices), de nuevo.

Domingo 26 18:30 Cineclub Ciclo deCine "Metáforas de la mirada adoles-cente": Sesión 2ª: "C.R.A.Z.Y.", de Jean-Marc Vallée Centro de Solidaridad deZaragoza

Martes 28 19:30 Espiritualidad. Semina-rio de Formación en los Ejercicios Espi-rituales Ignacianos, sobre "La senda delconocimiento interno" (de ParmanandaR. Divarkar, S.J.). Sesión 2ª Luis Lasie-rra Jové y participantes

Jueves 30 20:00 Teología Curso de teo-logía: "Curso de teología: "Creer hoy elCredo ": Sesión 6ª: 2. "Dios es másgrande que nuestro corazón" (1 Jn 3,20).Jesús Mª Alemany Briz

Jueves 30 20:15 Pastoral Jóvenes Pig-natelli Taller de oración, 4ª sesiónRamón Correcher Segura y otros de PJP

CATECODEFContinumamos este curso con tres grupos,el más joven el de postcomunión, con alre-dedor de doce chicos y chicas. Si conocesgente menuda de entre 6 y 7 años a la quepueda interesarle crear un grupo el cursoque viene, ponte en contacto con J. L. Briz(Torrero I) o Teresa Vela (CODEF)

Miguel Angel Mesa Bouzas

Ilusión