Cronista Oficial del Real Sitio y Villa de Aranjuez · la del licor, coñac y como no ANIS...
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Cronista Oficial del Real Sitio y Villa de Aranjuez
UNA DESTILERÍA RIBEREÑA EN LA HISTORIA. ANÍS Y LICORES LABRADOR
Cuando estamos en tiempo de Navidad viene bien aludir a una marca
que presidió las mesas de muchos
hogares, tiendas de ultramarinos y bares
de Aranjuez y la Comarca, nos referimos a
la del licor, coñac y como no ANIS
LABRADOR, fabricado íntegramente en el
pueblo de Aranjuez. Pero sería un olvido
imperdonable no resaltar además la
fabricación de gaseosa, sifón y zumo de
esta misma firma. Por tanto abordamos
esta nueva Pincelada que corresponde al
ramo industrial del Real Sitio y Villa desde
el siglo XIX.
Hace aproximadamente dos años
referíamos en este apartado de nuestra
intrahistoria cómo se ponían en
funcionamiento dos firmas de bebidas gaseosas y sifones; lo detallaba en sus
inéditas Memorias el vecino
Ángel Sánchez-Guzmán, la
primera de ellas era del
industrial de la localidad
Manuel De la Vega en el
apartado de gaseosas y
sifones “La Campiña”, y de
la segunda firma comercial,
su propietario se llamaba
Osorio. Como referencia tenemos el siguiente apunte de Sánchez-Guzmán.
«Otra de las familias bien conocidas en la localidad era la de Osorio, de
excelente posición social y económica, con un buen taller de cerrajería con
fundición y fábrica de gaseosas en la Carrera de Andalucía y casa de su
propiedad, donde trabajaban él y sus dos hijos».
Efectivamente, esta industria
se ubicada en la Carrera de
Andalucía nº 13, en el margen
izquierdo de la misma carretera
viniendo de Andalucía.
Pasada la Guerra Civil, en
1943, el vecino Cariniano Fuentes Gil
pone en marcha en este domicilio de
esa calle, una novedosa industria de
alcoholes, aguardientes, licores,
ponches y coñac, especialmente la
del anís con la denominación “ANIS
LABRADOR”. Y en 1956 aparece la
firma de gaseosas y sifones y zumos
llamada “CERES”; la destilería a lo
largo de los años será referencia en el mercado no solo local o comarcal, sino
en la Provincia de Madrid.
Los dos productos
comerciales toman el nombre de
elementos artísticos y
arquitectónicos de la Real Casa de
Aranjuez. Por ejemplo, “CERES”
por ser la escultura de la diosa
situada en su origen en el Jardín
del Príncipe y posteriormente
trasladada al Parterre del Jardín
de la Isla, donde permanece en la
actualidad. Y “Labrador”, por la
Real Casa de Labrador, que
aunque en sus orígenes no era el
pensamiento del propietario de la
firma, como veremos seguidamente
si fue el sentido del nombre final
del producto por lo que implicaba de renombre.
En ese año 1943 es cuando aparece el primer anuncio al público, y lo
hace en el libro de las
Fiestas de septiembre. Al
año siguiente aparecía de
nuevo en el aludido libro
de Fiestas, la imagen del
frontal de la Real Casa de
Labrador. En este año el
propietario de la industria,
Fuentes Gil, solamente
anunciaba el “ANIS
LABRADOR”. En el año 1945 en el libro de festejos volvía mostrarse el anuncio
de la Destilería Anís
Labrador, pero ahora no
anunciaba solo el anisado,
sino otros licores que
también elaboraba como la
Crema de Cacao, Café,
Coñac o jarabes.
Es el día 19 de julio
de 1949 cuando Guillermo
Roeb, en representación de
Cariniano Fuentes Gil, que reside en el propio domicilio donde radicaba la
destilería ribereña, presenta en el registro de Patentes y Marcas del Ministerio
de Industria y Comercio,
una marca por el espacio
de veinte años «para
distinguir destilerías,
alcoholes, aguardientes,
licores, ponches y coñac,
consistentes en la
denominación “ANIS
LABRADOR”. Etiqueta de
9ª. Clase».
En la etiqueta de la botella se muestra un edificio que no parece ser la
casa del Labrador.
«La marca que se solicita
consiste en una etiqueta de forma
octogonal que contiene en su parte
central y dentro de un recuadro
elíptico un edificio formado por cinco
pabellones. Dicho recuadro está
circundado por una franja de fondo
blanco en forma de cinta, ostentando
en la parte superior la denominación
“ANIS LABRADOR” y en la parte
inferior la residencia del peticionario.
Fuera de la franja y en la parte
superior se ve en primer término la
denominación CLASE SUPERIOR y en
la inferior sobre otra cinta o fondo
blanco C. FUENTES GIL. Todo tal y
como se aprecia en el dibujo adjunto».
Finalmente el documento, fechado en
Madrid ese día 19 de julio, refiere que
Cariniano Fuentes Gil quería obtener la
marca comercial para distinguir de otros su
destilería «alcoholes, aguardientes, licores,
ponches y coñac consistente en la
denominación de ANIS LABRADOR».
El Ministerio de Industria le concedía
en esa fecha la patente de esta marca a favor
de dicho empresario ribereño.
Hasta aquí todo podría ser perfecto
sino fuera porque el dibujo interior de la
etiqueta resultó posteriormente modificado,
representándose en el nuevo el inmueble de
la Real Casa de Labrador. Y en la parte
posterior de la botella, la fuente de Baco del
Jardín de la Isla. Es decir, ambas imágenes y
el nombre comercial tenían conexión directa
con propiedades de la Real Casa en Aranjuez.
Una imagen que Patrimonio Nacional no iba a permitir se utilizase sin
autorización previa. Un asunto que dio lugar a un expediente sobre el uso
indebido de la imagen de la puerta principal
de la Real Casa de Labrador, que se guarda
en los fondos históricos del Archivo General
de Palacio. A pesar de este contratiempo la
imagen del famoso “ANIS LABRADOR”
siguió impresa en las etiquetas de las
botellas hasta el cierre de la industria.
Seis años después de adquirir la
patente de la marca de “ANIS LABRADOR”,
un análisis sobre Aranjuez publicado por el
Instituto de Estudios de Administración Local
a raíz de un Seminario de Urbanismo, recoge
sobre la industria de esta población en
1955, en el cuadro perteneciente a
Alimentación, la existencia de una fábrica
de aguardientes con un valor aproximado de
200.000 pesetas, y las cuatro fábricas de
gaseosas con un valor global de 300.000
pesetas.
Tras el fallecimiento de Cariniano Fuentes, titular de la empresa y
cabeza de familia, será la viuda y su hijo Felipe Fuentes Ruiz quienes a partir
de 1956 regenten el
negocio. Con el tiempo
este será la principal
referencia de la empresa
familiar. En ese año
mismo año la industria
familiar seguía con la
fabricación del anís,
coñac y licores, y como
novedad comenzaba a
elaborar los zumos con la
marca “CERES”, además de adquirir la explotación de la gaseosa “La
Revoltosa” aunque por poco tiempo.
En septiembre de 1960 aparece uno de los primeros anuncios sobre la
fabricación en la rama de gaseosas y sifones con la marca “CERES”. Además
del zumo de limón natural y piña tropical.
Según Paquita, esposa de Felipe Fuentes, es en torno a la década de los
años ochenta del siglo pasado cuando esta industria ribereña de la gaseosa y
el sifón pasaba a engrosar otro de los capítulos de la historia industrial que
floreció en Aranjuez y la Comarca que había florecido tras la contienda civil.
La empresa del ribereño Fuentes paraba sus máquinas para siempre.
Una industria más de la Provincia de Madrid que sucumbía en la historia del
Real Sitio y Villa de Aranjuez.
Publicado el día 24 de diciembre de 2014 en El Rincón del
Cronista http://joseluislindo.wordpress.com/
José Luis Lindo Martínez