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567 NOTAS PARA UN RECONOCIMIENTO ARQUEOLÓGICO PRELIMINAR EN LA ZONA DE INFLUENCIA DE LOS RÍOS TUCUY Y SORORIA, MUNICIPIO LA JAGUA DE IBIRICO Germán A. Peña-L. RESUMEN Se efectuó una exploración arqueológica preliminar en la zona de influencia de los ríos Tucuy y Sororia-Serranía de Perijá (Municipio de la Jagua de Ibirico) en marzo de 1996, dentro del proyecto Perijá, Convenio Corpocesar-Universidad Nacional de Colombia. Se identificaron tres sitios arqueológicos ubicados sobre las laderas orientales de la vereda El Zumbador (Bosque Cantarranas). Dichos sitios corresponden a un conjunto de terrazas naturales donde posiblemente se localizaban áreas de vivienda, ubicadas entre 1290 y 1440 m. En estas terrazas se recuperaron fragmentos de cerámica y artefactos líticos elaborados por grupos indígenas probablemente relacionados con las tribus llamadas Motilonas. En los recorridos de exploración efectuados en las zonas bajas comprendidas por las márgenes orientales de ríos Sororia y Tucuy, no se hallaron evidencias arqueológicas. ABSTRACT A preliminary archaeological exploration in the area of influence of the rivers Tucuy and Sororia-Serranía de Perijá (Municipio Jagua de Ibirico) was done in March 1996.Three archaeological sites located on the eastern slopes of the El Zumbador (Cantarranas forest) were identified. These sites correspond to a series of natural terraces between 1290 and 1440 m, where housing areas were possibly located. Fragments of pottery and lithic artefacts probably made by indigenous tribes of the Motilones group were recovered. No archaeological evidence was found along the eastern banks of the Sororia and Tucuy rivers. INTRODUCCIÓN En tiempos de las conquista española, Ambrosio Alfinger señalaba que las faldas de la Serranía de Perijá estaban habitadas por la tribu de los Dubey, antropófagos llamados por los cronistas “gente de poco provecho”. Probablemente esta tribu sea la misma conocida como Tupe y Tomoco que vivían en la región de Valledupar. En la región de Becerril y las vertientes occidentales de la Serranía del Perijá, durante el siglo XVIII, también vivían los Acanayuto, “aliados de los Tomoco y quienes cultivaban maíz y yuca” (Reichel-Dolmatoff, 1951: 38,60,103). Entre los siglos XVII y XVIII, la Gobernación de Santa Marta continúo las campañas de sometimiento y agrupación de las tribus que habitaban las riberas del río Magdalena, acción que significó la rápida disminución de la población indígena. Las tribus llamadas Motilonas que habitaban en la Serranía de Perijá, conservaron su independencia, favorecidos por las características geográficas de su territorio. La pacificación de estas tribus se organizó generalmente desde Venezuela pero no se lograron resultados satisfactorios. Como las rutas empleadas por los españoles fueron las de los ríos Zulia y Cesar, “el propio territorio de estas tribus entre La Paz y Tamalameque en las faldas de la Sierra de Perijá, no se tocó por lo menos en lo que se refiere a su hábitat dentro de los límites de la Gobernación de Santa Marta”. A comienzos del siglo XIX,

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INTRODUCCIÓN Germán A. Peña-L. 567 Peña-L. El área de este proyecto se localiza en el sector central de la serranía de Perijá, y comprende la zona de influencias de los ríos Sororia y Tucuy. las tribus Motilonas continuaban en la Serranía del Perijá. Durante la segunda mitad de este siglo fueron de nuevo sometidos a infructuosas campañas de pacificación (Reichel-Dolmatoff, 1951:42,45, 46). 568 Reconocimiento arqueológico preliminar

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NOTAS PARA UN RECONOCIMIENTO ARQUEOLÓGICO PRELIMINAR EN LA ZONA DE INFLUENCIA DE LOS RÍOS TUCUY Y SORORIA, MUNICIPIO LA JAGUA DE IBIRICO

Germán A. Peña-L.

RESUMEN

Se efectuó una exploración arqueológica preliminar en la zona de infl uencia de los ríos Tucuy y Sororia-Serranía de Perijá (Municipio de la Jagua de Ibirico) en marzo de 1996, dentro del proyecto Perijá, Convenio Corpocesar-Universidad Nacional de Colombia. Se identifi caron tres sitios arqueológicos ubicados sobre las laderas orientales de la vereda El Zumbador (Bosque Cantarranas). Dichos sitios corresponden a un conjunto de terrazas naturales donde posiblemente se localizaban áreas de vivienda, ubicadas entre 1290 y 1440 m. En estas terrazas se recuperaron fragmentos de cerámica y artefactos líticos elaborados por grupos indígenas probablemente relacionados con las tribus llamadas Motilonas. En los recorridos de exploración efectuados en las zonas bajas comprendidas por las márgenes orientales de ríos Sororia y Tucuy, no se hallaron evidencias arqueológicas.

ABSTRACT

A preliminary archaeological exploration in the area of infl uence of the rivers Tucuy and Sororia-Serranía de Perijá (Municipio Jagua de Ibirico) was done in March 1996.Three archaeological sites located on the eastern slopes of the El Zumbador (Cantarranas forest) were identifi ed. These sites correspond to a series of natural terraces between 1290 and 1440 m, where housing areas were possibly located. Fragments of pottery and lithic artefacts probably made by indigenous tribes of the Motilones group were recovered. No archaeological evidence was found along

the eastern banks of the Sororia and Tucuy rivers. INTRODUCCIÓN

En tiempos de las conquista española, Ambrosio Alfi nger señalaba que las faldas de la Serranía de Perijá estaban habitadas por la tribu de los Dubey, antropófagos llamados por los cronistas “gente de poco provecho”. Probablemente esta tribu sea la misma conocida como Tupe y Tomoco que vivían en la región de Valledupar. En la región de Becerril y las vertientes occidentales de la Serranía del Perijá, durante el siglo XVIII, también vivían los Acanayuto, “aliados de los Tomoco y quienes cultivaban maíz y yuca” (Reichel-Dolmatoff, 1951: 38,60,103).

Entre los siglos XVII y XVIII, la Gobernación de Santa Marta continúo las campañas de sometimiento y agrupación de las tribus que habitaban las riberas del río Magdalena, acción que signifi có la rápida disminución de la población indígena. Las tribus llamadas Motilonas que habitaban en la Serranía de Perijá, conservaron su independencia, favorecidos por las características geográfi cas de su territorio. La pacifi cación de estas tribus se organizó generalmente desde Venezuela pero no se lograron resultados satisfactorios. Como las rutas empleadas por los españoles fueron las de los ríos Zulia y Cesar, “el propio territorio de estas tribus entre La Paz y Tamalameque en las faldas de la Sierra de Perijá, no se tocó por lo menos en lo que se refi ere a su hábitat dentro de los límites de la Gobernación de Santa Marta”. A comienzos del siglo XIX,

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las tribus Motilonas continuaban en la Serranía del Perijá. Durante la segunda mitad de este siglo fueron de nuevo sometidos a infructuosas campañas de pacifi cación (Reichel-Dolmatoff, 1951:42,45, 46).

La Serranía de Perijá constituye una zona poco investigada desde el punto de vista arqueológico. Se conocen los resultados de las investigaciones realizadas al norte de la serranía, en inmediaciones del municipio de La Paz (Reichel-Dolmatoff, 1947; 1986) y los estudios de los cráneos humanos hallados en la cueva “La Trementina”, corregimiento de Becerril (Correal 1986), así como los análisis realizados en cráneos de momias, caracterizadas por presentar máscaras fúnebres procedentes de la “Serranía de Perijá” (Sotomayor & Correal, 2003). En el sitio de La Paz, se encontró al interior de una cueva, grandes cantidades de restos humanos incinerados, asociados con vasijas cerámicas, tabletas de piedra, hachas pulidas, volantes de huso y restos de textiles. La alfarería se relaciona con el período Loma fechado a partir del siglo V a.C. en la zona del valle del río Ranchería (Reichel-Dolmatoff, 1947, 1986; Ardila, 1984). López (2007) elaboró un recuento detallado del proceso de problemas y desplazamientos de la etnia indígena en la serranía. Proyectos sistemáticos de investigación arqueológica en los sectores centro y sur de la Serranía de Perijá, no se han realizado. Entre el 5 y 19 de marzo de 1996 se realizó un reconocimiento arqueológico preliminar, en varios sectores pertenecientes a la cuenca de los ríos Tucuy y Sororia, cuyos resultados se exponen a continuación.

PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA

El área de este proyecto se localiza en el sector central de la serranía de Perijá, y comprende la zona de infl uencias de los ríos Sororia y Tucuy.

Teniendo en cuenta la extensión del área de reconocimiento, la temporada de campo se dividió en dos etapas, de acuerdo con los sitios de permanencia y tiempo asignado: 1. Reconocimientos de las zonas bajas (100- 500 m.) 2. Reconocimiento de las zonas altas (1200-1700 m.)

Reconocimientos en las zonas bajas

El reconocimiento arqueológico en las zonas bajas se efectúo en áreas con bosques secos, comprendidas por las márgenes orientales de ríos Sororia y Tucuy. De acuerdo con el análisis cartográfi co efectuado previamente, se seleccionaron sectores de colinas y terrazas aluviales ubicadas entre los 100 y 500 m, adyacentes al cauce de estos ríos.

Se efectuaron recorridos en las terrazas ubicadas en el costado oriental del río Sororia, al sur - oriente de la cabecera municipal y en fi ncas aledañas a las lomas de Serró Largo. En esta zona no se localizaron yacimientos arqueológicos; probablemente existieron, especialmente en el área de terrazas, pero en la mayoría de los casos fueron afectadas por la erosión y las actividades relacionadas con la explotación del carbón, que ocasionaron la pérdida de los estratos que pudieran tener vestigios culturales. Una situación semejante presentan algunas de las terrazas aledañas al río Tucuy, localizadas al nororiente de la cabecera municipal. El reconocimiento realizado no mostró resultados positivos.

Este recorrido nos condujo al corregimiento de Estados Unidos (municipio de Becerril), en donde se reunió información relacionada con posibles sitios arqueológicos. Con esas referencias se visitó el sitio conocido como “La Cueva del Indio” (véase la página 706: foto a), para lo cual fue preciso ascender por la quebrada del mismo nombre, (afl uente del río Tucuy), hasta los 450 m y efectuar un corto escalado por una pendiente abrupta. Se

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exploró el interior de la cueva, sin encontrar vestigios arqueológicos. Se encontraron fuentes permanentes de agua que fl uyen a través de túneles y cámaras, algunas de ellas muy amplias, en donde se conservan antiguas estalactitas y estalagmitas.

Reconocimientos en las zonas altas

En las zonas altas, se observó vegetación típica del bosque subandino. El área de reconocimiento se inscribe en un paisaje montañoso caracterizado por un valle en “V”, que limita en sus costados por laderas de montaña con infl uencia coluvial, en cuya base desciende el arroyo “El Zumbador”. En esta zona se siente la infl uencia de los vientos alisios, que causan constantes variaciones en la temperatura y la humedad. El reconocimiento arqueológico se concentró en la vereda “El Zumbador”, sobre las laderas orientales del valle comprendido entre el arroyo El Zumbador a 1100 m y los bosques del sector Cantarranas a 1800 m. Sobre estas laderas de tipo coluvio-erosional, se encuentran, una serie de terrazas naturales, con pendientes de 3 a 7%, cuyo origen está asociado con la acumulación de materiales rodados durante procesos coluviales. Con el objeto de verifi car si estos sitios fueron ocupados por el hombre en el pasado, se efectuaron recorridos exploratorios y series de pozos de sondeo en cada una de ellos. En total se examinaron 15 terrazas, siete de las cuales arrojaron resultados positivos. La zona en la cual fueron hallados vestigios arqueológicos se subdividió en tres sitios denominados Zumbador 1, 2 y 3.

En el sitio Zumbador 1 ubicado en el costado noroccidental del bosque del sector Cantarranas, se localizó una terraza coluvial a 1320 m en donde se obtuvieron fragmentos cerámicos en los estratos superfi ciales. En el mismo sitio, al sur de la terraza, se recolectaron muestras superfi ciales de cerámica, sobre una ladera que presenta un

fuerte escurrimiento en masa; esta cerámica (tipo D) solamente se encontró en este sitio.

En el sitio Zumbador 2, ubicado al suroriente del anterior se localizó la terraza más alta (1450 m), sólo se encontraron muestras superfi ciales en las laderas, debido a que la superfi cie plana se encuentra muy erosionada por las prácticas agrícolas actuales.

El sitio Zumbador 3, presentó las mejores condiciones de preservación. Se localizaron seis terrazas, ubicadas entre 1290 y 1360 m, en cuatro de las cuales había evidencias de ocupación humana en dos horizontes estratigráfi cos (Terrazas V, VI, VIII, IX y X) (véase la página 706: foto b). Las evidencias obtenidas en las recolecciones de superfi cie y en los 26 pozos de sondeo realizados en los tres sitios mencionados, permiten establecer que esta zona fue ocupada por un grupo indígena portador de técnicas agrícolas y alfareras. Esta comunidad se estableció principalmente sobre los sectores bajos de ladera de montaña, entre 1250 y 1450 m y acondicionaron sitios de vivienda sobre terrazas de origen coluvial.

El tamaño promedio de las terrazas oscila entre 200 y 500 m2. Solamente la Terraza X, ubicada en la parte baja de la ladera del tercer sitio, presentó un área superior a los 1000 m2. Teniendo en cuenta su localización, este lugar probablemente reunió actividades de interés general para la comunidad (véase la página 706: foto c). En los sondeos realizados en este sitio se observó una distribución uniforme de piedras en la segunda capa estratigráfi ca, que insinúan el acondicionamiento del piso o por lo menos de algún sector de éste. Sólo la ejecución de excavaciones en área permitiría comprender su fi nalidad dentro de la distribución y uso del espacio (véase la página 706: fotos d y e).

La presencia de artefactos de molienda relacionados con grupos agrícolas indican

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que estas comunidades derivaron su sustento especialmente del producto de sus cosechas (véase la página 707: foto b) probablemente algunas de las terrazas y las laderas vecinas a los sitios de vivienda, fueron utilizadas como áreas de cultivo. Seguramente tales actividades fueron combinadas con la caza de animales y recolección de productos vegetales adquiridos en los bosques vecinos. En los sondeos exploratorios no fue posible recuperar macrorestos vegetales ni restos óseos animales, probablemente por las características de los suelos. Sin embargo, los resultados obtenidos por el equipo de Botánicos y Zoólogos del Instituto de Ciencias Naturales (véanse los capítulos relativos, en este volumen), indican que en los actuales reductos del bosque subandino, que se conserva en el límite superior de yacimiento, todavía se encuentra un buen número de especies animales y vegetales que pudieron ser de interés en tiempos prehispánicos. Actualmente en la zona son frecuentes, a pesar de la caza indiscriminada, especies de roedores caviomorfos como Dasyprocta puntata y Cuniculus paca, hecho que podría estar relacionado con antiguas prácticas de caza en las huertas, que implican el aumento de biomasa de especies, al ser atraídas por cultivos de gramíneas o tubérculos (Linares 1971).

MATERIALES ARQUEOLÓGICOS

Como resultado del reconocimiento se obtuvo una muestra de materiales arqueológicos, compuesta principalmente por fragmentos de cerámica y algunos instrumentos líticos. Estos materiales se analizaron en el laboratorio de la Unidad de Arqueología del Instituto de Ciencias Naturales.

La cerámica

Se efectuó una clasifi cación preliminar de una muestra compuesta por 133 fragmentos cerámicos, obtenidos en los pozos de sondeo

y muestreos superfi ciales efectuados en la vereda El Zumbador (Tabla 85).

Teniendo en cuenta que en la actualidad no se dispone de material cerámico comparativo por tratarse del primer reconocimiento que se realiza en esta zona, fue preciso iniciar el análisis preliminar de las características formales y técnicas, para lo cual se tuvieron en cuenta aspectos tales como las características de la pasta (color, dureza, espesor, cocción y textura). Durante el análisis de las pastas y superfi cie se determinaron los colores más frecuentes y se empleó para tal fi n la tabla de color “Standard Soil Colort Charts”. La dureza de la pasta se estimó empleando la escala de dureza 10 minerales, conocida como escala de Mohs. Para medir el espesor de la pasta se empleó un calibrador convencional. En la descripción de la cocción, la textura e identifi cación preliminar de inclusiones se emplearon lámparas - lupa (10X) y un estereoscopio con magnifi caciones de 10X a 45X. Durante esta etapa se tuvieron en cuenta criterios clásicos señalados por Perdomo (1975) y Orton et al (1997). Los componentes et al (1997). Los componentes et alminerales contenidos en las arcillas (inclusiones) o agregados intencionalmente (desgrasantes), que en algunos casos permitieron realizar una aproximación a su origen local u alóctono, para lo cual se tomaron muestras de arenas y gravas en las quebradas adyacentes a los sitios arqueológicos. El tamaño de los contenidos minerales analizados en los fragmentos de cerámica, corresponde a las categorías: fracción arena fi na (entre 0.02 y 0.2 mm), arena gruesa (entre 0.2 y 2 mm) y grava (entre 2 y 8 mm).

Aspectos estéticos o funcionales tales como las decoraciones y las formas de las vasijas no se analizaron, por no contar con fragmentos diagnósticos que permitieran esta caracterización. Al respecto sólo podremos realizar observaciones sobre el tratamiento de la superfi cie. En términos generales todo parece indicar que se trata de una cerámica

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SERRANÍA DEL PERIJÁ (Vereda El Zumbador - Municipio La Jagua de Ibirico)

SITIO Terraza Pozo de sondeo Nivel (cm)Tipo de cerámica

Número de FragmentosA B C D

Zm 1 I 1 0-10 3 3Zm 1 R.s. 10 9 19Zm 2 I R.s 9 1 10Zm 3 V 10 0-10 2 2Zm 3 V 10 Oct-20 1 1Zm 3 V 11 0-10 1 1Zm 3 V R.s. 23 23Zm 3 VI 13 0-10 1 1Zm 3 VI 13 Oct-20 1 1Zm 3 VI 13 20-30 2 1 3Zm 3 VI 13 30-40 1 1Zm 3 VI 15 0-10 0Zm 3 VI 16 0-10 4 4Zm 3 VI 16 Oct-20 4 4Zm 3 VIII 18 0-10 4 4Zm 3 VIII 18 Oct-20 2 2Zm 3 VIII 19 0-10 1 1 2Zm 3 VIII 19 Oct-20 3 3Zm 3 VIII 19 20-30 2 1 3Zm 3 VIII 19 30-40 0Zm 3 VIII 20 20-30 0Zm 3 VIII 21 0-10 2 2Zm 3 IX 23 0-10 2 2 4Zm 3 IX 23 Oct-20 0Zm 3 X 24 0-10 0Zm 3 X 24 Oct-20 12 12Zm 3 X 25 Oct-20 1 1Zm 3 X 25 20-30 1 12 13Zm 3 X 26 0-10 2 2Zm 3 X R.s. 12 12

Tabla 85. Clasifi cación preliminar de los tipos cerámicos en la vereda El Zumbador-La Jagua de Ibirico, Cesar.

de uso doméstico poco decorada, donde predominan vasijas con cuerpo globular y cuello corto (véase la página 707: foto a).

Cerámica tipo A:

Pasta* Color: 5 YR (dull orange) 7/4; 7.5 YR (dull orange)7/4, 8/4, 6/8. Menos frecuente: 5 YR (orange) 7/6; 7.5 YR (orange) 7.5 YR (light yellow orange) 8/4; 8/3.

* Espesor: Entre 5 mm y 14 mm (más frecuente 10 mm).* Textura: Granular a ligeramente laminar.* Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs.* Cocción: Realizada en atmósfera oxidante; alrededor de un 30% presenta un amplio núcleo que indica oxidación incompleta. * Inclusiones: Predominan inclusiones de fragmentos de roca del tipo limonita silicia de origen sedimentario, algunas redondeadas probablemente por la acción del agua. El tamaño varía entre grava y arena gruesa. Estas

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inclusiones constituyen el principal material agregado o desgrasante. Con tamaño arena fi na se observan algunas partículas de cuarzo.

Tratamiento de la superfi cieTratamiento de la superfi ciePresenta un alisado regular, en algunos casos burdo; con frecuencia se observa en la superfi cie el desgrasante. Además de los colores de la pasta, unos pocos fragmentos conservan engobes de color: 7.5 YR (dull orange) 6/4 y 5 YR (dull orange) 6/4

FrecuenciaConstituye el tipo cerámico predominante (74.6% del total de la muestra analizada), y se obtuvo en los tres sitios arqueológicos identifi cados (Tabla 85). Todo parece indicar que este grupo cerámico fue fabricado en la zona, a juzgar por el predominio de limonitas silicias utilizadas como desgrasante, las cuales constituyen el 90% de las muestras obtenidas en las quebradas adyacentes a los sitios arqueológicos.

Cerámica tipo B:

Pasta * Color: 5 YR (dull orange) 6/4; 7.5 YR (orange) 7/6 en áreas distintas al núcleo.* Espesor: Entre 6.3 y 16 mm (más frecuente 7.5 mm).* Textura: Compacta con tendencia laminar. * Dureza: De 2 a 3 en la escala de Mohs.* Cocción: Realizada en atmósfera oxidante mal controlada. Presenta amplios núcleos oscuros.* Inclusiones: se observan únicamente fragmentos de cuarzo cristalino de tamaño arena fi na. Sin otras inclusiones de mayor tamaño.

Tratamiento de la superfi cieTratamiento de la superfi cieEn general presenta un alisado regular, con baños de color: 7.5 YR (orange) 7/6, 6/6; 5YR (dull orange) 6/4; los fragmentos presentan con frecuencia la superfi cie cuarteada.

FrecuenciaComprende una pequeña muestra de 13 fragmentos que constituyen el 9.8% del total de la muestra analizada, la cual se obtuvo únicamente en un pozo de sondeo del sitio Zumbador 3. Sus características sugieren un origen alóctono (Tabla 85).

Cerámica tipo C:

Pasta * Color: 6.5 YR (bright reddish brown); 7.5 YR 5/4. * Espesor: Entre 7 y 9 mm. Más frecuente 5.7 mm. * Textura: Compacta y granular.* Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs.* Cocción: Efectuada en atmósfera oxidante, pocos fragmentos presentan núcleos oscuros. * Inclusiones: Con tamaño arena gruesa (entre 0.2 y 2 mm) predominan partículas de cuarzo transparente y en menor proporción cuarzo lechoso. De igual tamaño se encuentran algunos fragmentos de roca negra y partículas de mica.

Tratamiento de la superfi cieTratamiento de la superfi ciePresenta buen acabado en ambas caras. Algunos fragmentos conservan un engobe (cara externa) de color 2.5 YR (bright brown) 5/6.

FrecuenciaComprende una pequeña muestra de 13 fragmentos que constituyen el 9.8% del total de la muestra analizada. Se encontró en los sitios Zumbador 2 y 3. Sus características sugieren un origen alóctono (Tabla 85).

Cerámica tipo D:

Pasta * Color: 5YR (dull orange) 7/8* Espesor: Entre 3.9 y 5.3 mm. Más frecuente 4.2 mm.* Textura: Compacta granular

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* Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs.* Cocción: Realizada en atmósfera oxidante.* Inclusiones: De tamaño arena fi na (entre 0.02 y 0.2 mm), predominan partículas de cuarzo lechoso seguido por fragmentos de limonitas; en menor proporción se encuentran fragmentos de cuarzo cristalino.

Tratamiento de la superfi cieTratamiento de la superfi ciePresenta buen acabado en ambas caras; la superfi cie externa ha perdido generalmente un engobe de color 7.5 YR 6/4, mientras la cara interna conserva un engobe de color 10YR 7/3 y 6/2.

FrecuenciaComprende una pequeña muestra de nueve (9) fragmentos que constituyen el 6.7% del total de la muestra analizada. Se encontró únicamente en la recolección superfi cial realizada en el sitio Zumbador 1 (Tabla 85).

Artefactos líticos

En las recolecciones superfi ciales efectuadas en las terrazas del sitio Zumbador 3 se obtuvieron cinco artefactos líticos: tres fragmentos de manos de moler, una mano de moler completa y un percutor.

La mano de moler completa y dos de los fragmentos mencionados, fueron elaborados en rocas sedimentarias, presentan forma alargada, sección ovoidal y varias superfi cies desgastadas por el uso; los extremos muestran huellas de percusión (Lámina 6 a, d, e). El otro fragmento de mano de moler fue elaborado en roca de origen volcánico, presenta forma alargada y una superfi cie aplanada con desgaste por uso (Lámina 6c). El percutor es de forma globular, con desconchados producto del uso en toda su superfi cie (Lámina 6b). Estos artefactos están relacionados con actividades de preparación de alimentos de origen vegetal.

CONSIDERACIONES FINALES

El resultado del reconocimiento, aunque es preliminar, constituye un aporte inicial a la problemática arqueológica de esta importante región del país que requiere el desarrollo en proyectos sistemáticos de prospecciones y excavaciones en área, más aun cuando muchos de los sitios arqueológicos identifi cados, están siendo destruidos por la continua deforestación y prácticas agrícolas que ocasionan erosión y deslizamientos en masa. Se comprobó la existencia de zonas con vestigios de ocupación antigua.

AGRADECIMIENTOS

A las antropólogas de la Universidad Nacional de Colombia Alejandra Betancourt y Luz Estella Rincón por su colaboración en las actividades de campo y laboratorio. A la profesora María Pinto del Instituto de Ciencias Naturales por las correcciones relacionadas con la descripción de los artefactos líticos. Al geólogo Mauricio Flores por la identifi cación de los componentes minerales presentes en la cerámica.

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