Deidad

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Novela

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  • Aquellos que sigan en pie podrndescubrir si el amor es realmentems fuerte que el destino

    Alexandria no est muy segura de sillegar a su dieciocho cumpleaos,a su Despertar. Una orden defanticos ya olvidada quiere matarlay, si el consejo descubre lo querealmente ocurri en las Catskills,todo habr terminado para ella ytambin para Aiden.Por si eso no fuera suficiente, amedida que Seth y lex pasantiempo entrenando que

  • realmente es el eufemismo con elque Seth define estar muy cerca ymucho contacto cuerpo a cuerpootra marca del Apollyon aparece ensu cuerpo, dejndola, antes de loesperado, ms cerca de Despertar.A medida que su cumpleaos seacerca, todo su mundo seresquebraja ante una sorprendenterevelacin, dejndola atrapada entreel amor y el destino. Uno har todolo posible para protegerla. El otro haestado mintindole desde elprincipio.Ahora que los dioses se han dejadover, desatando su ira, muchas vidas

  • cambiarn de forma irrevocable osern destruidas.

  • Jennifer L. Armentrout

    DeidadSaga Covenant 3

    ePub r1.1Titivillus 13.01.15

  • Ttulo original: DeityJennifer L. Armentrout, 2012Traduccin: Vernica BlzquezDiseo de la cubierta: Kate Kaynak

    Editor digital: TitivillusePub base r1.2

  • Captulo 1

    La seda roja se cea sobre miscaderas convirtindose en un ajustadocors que acentuaba mis curvas. Llevabael pelo suelto, caa sedoso sobre mishombros como si fueran ptalos de unaflor extica. Las luces de la sala debaile se reflejaban sobre lasondulaciones de la tela y, a cada pasoque daba, pareca que andaba entrellamas.

    l se par entreabriendo los labios,como si el simple hecho de mirarme le

  • impidiese hacer otra cosa. Sent unclido rubor por toda mi piel. Aquellono pareca que fuese a acabar bien.Estbamos rodeados de gente y l memiraba de aquella manera, sin embargo,no era capaz de irme. Era all dondedeba estar, con l. Era la decisincorrecta.

    Una decisin que yo no habatomado.

    Los bailarines comenzaron a bailarms lentamente, a mi alrededor, con susrostros ocultos bajo deslumbrantesmscaras enjoyadas.

    La inquietante meloda que tocaba laorquesta me atravesaba la piel,calndome hasta los huesos mientras los

  • bailarines se iban apartando.No haba nada que nos separase.Intent respirar, pero no solo me

    haba robado el corazn, sino el aire quenecesitaba.

    All estaba l, enfundado en unesmoquin negro hecho para marcar lasfirmes lneas de su cuerpo. Mientrasextenda su brazo hacia m haciendo unareverencia, una media sonrisa juguetonay traviesa apareci en sus labios.

    Al dar el primer paso las piernas metemblaron. Los focos del techoconducan hasta l, no obstante hubiesepodido encontrarle fcilmente en laoscuridad si de ser necesario. Oa ellatido de su corazn que se acompas

  • con el mo.Sonri.Aquello era todo cuanto necesitaba,

    as que comenc a andar hacia l. Elvestido ondeaba a mis espaldas como unro de seda carmes. Se enderez,agarrndome de la cintura mientras yome abrazaba a su cuello. Apret la caracontra su pecho, empapndome de suolor a ocano y hojas ardiendo.

    Todos nos miraban, pero daba igual.Estbamos en nuestro propio mundo,donde solo importaba lo que nosotrosqueramos, lo que habamos deseadodurante tanto tiempo.

    Rio mientras me haca girar con l,sin llegar a tocar siquiera el suelo.

  • Eres una inconsciente murmur.Le respond con una sonrisa, ya que

    saba que en el fondo le encantaba esaparte de m.

    Me solt y me agarr de la manomientras posaba la otra en la parte bajade mi espalda.

    Cuando volvi a hablar, lo hizo envoz muy baja, casi susurrando.

    Ests muy guapa, lex.El corazn se me encogi.Te quiero, Aiden.Me bes en la frente y comenzamos

    a dar vueltas, girando por toda la sala.Poco a poco se nos fueron uniendo lasotras parejas. Pude llegar a ver susenormes sonrisas y unos ojos extraos

  • bajo las mscaras, ojos completamenteblancos, sin iris. Empec ainquietarme saba qu significabanaquellos ojos. Fuimos hasta una esquina,desde donde escuch unos gritosapagados que venan de la oscuridad.

    Mir hacia la zona de la sala quequedaba en las sombras.

    Aiden?Shhh. Su mano rept por mi

    espalda hasta la base del cuello. Mequieres?

    Nuestras miradas se encontraron.S. S. Te quiero ms que a nada.La sonrisa de Aiden se desvaneci.Me quieres ms que a l?Me qued inmvil entre sus brazos.

  • Ms que a quin?Que a l repiti Aiden. Me

    quieres ms que a l?Apart la mirada de nuevo, mirando

    hacia la oscuridad. Haba un hombredndonos la espalda, agarrado a unamujer, con los labios sobre su garganta.

    Me quieres ms que a l?Que a quin? Intent

    acercarme ms a l, pero no me dej.Las dudas comenzaron a aflorar en miinterior al ver la decepcin en sus ojos. Aiden, qu pasa?

    No me quieres dej caer lasmanos y dio un paso atrs. No, porqueests con l, lo has elegido a l.

    El hombre se gir hacia nosotros.

  • Seth sonri y su mirada ofreca todo unmundo de promesas oscuras. Promesasque yo haba aceptado, que yo habaelegido.

    No me quieres repiti Aiden,fundindose entre las sombras. Nopuedes. Nunca has podido.

    Intent seguirlo.PeroDemasiado tarde. Los bailarines

    llegaron a m y me perd en un mar devestidos y susurros. Trat de zafarme,sin embargo no poda escapar, noencontraba ni a Aiden ni a Seth. Alguienme empuj y ca de rodillas. La sedaroja se rasg. Llam a gritos a Aiden yluego a Seth, pero ninguno atendi mis

  • splicas. Estaba perdida, solo veracaras cubiertas por mscaras, unos ojosextraos. Conoca aquellos ojos.

    Eran los ojos de los dioses.Me levant sbitamente, en la cama.

    Una fina pelcula de sudor cubra todomi cuerpo y el corazn pareca que seme iba a salir del pecho. Pas un ratohasta que mis ojos se acostumbraron a laoscuridad y reconoc las paredes de mihabitacin.

    Qu demonios? Me pas lamano por la frente empapada y ardiendo.Cerr los ojos.

    Hummm? murmur Seth mediodespierto.

    Estornud como respuesta. Primero

  • una y luego otra vez.Qu sexy. Cogi a tientas la

    caja de pauelos. No puedo creer quetodava sigas enferma. Toma.

    Suspir y cog los pauelos,ponindome la caja sobre el pecho parasacar unos cuantos.

    Es culpa tuya achs!. Esculpa de tu estpida idea de ir a nadarestando a achs! cinco grados,caraculo.

    Pues yo no estoy enfermo.Me son la nariz, esper un poco

    para asegurarme de que no se mesaldran los sesos con otro estornudo ydej la caja en el suelo. Resfriarse erauna mierda. En mis diecisiete aos de

  • vida nunca me haba resfriado, hastaahora. Ni siquiera saba que podaresfriarme.

    Eres superespecial, eh?Lo sabes t bien respondi.Me gir y mir a Seth. Pareca casi

    normal con la cara estampada contra unaalmohada, mi almohada. Nadie dira queen menos de cuatro meses se convertiraen un Asesino de Dioses. En nuestromundo, Seth era como cualquier otracriatura mtica: hermoso, perocompletamente mortal.

    He tenido un sueo raro.Seth se puso de lado.Venga, vuelve a dormir.Haca una semana que habamos

  • vuelto de los Catskills y desde entonceslo tena pegado a mi culo, ms quenunca. No era que no entendiese porqu, despus de todo lo sucedido con lasfurias y de haber matado a un puro.Seguramente no volvera a perderme devista nunca ms.

    Tienes que empezar a dormir en tucama.

    Movi la cabeza ligeramente ysonri medio dormido.

    Prefiero la tuya.Y yo preferira que celebrsemos

    la Navidad, tener regalos y poder cantarvillancicos, pero no tengo todo lo quequiero.

    Seth me arrastr hacia la cama

  • nicamente con el peso de su brazo.lex, yo siempre consigo lo que

    quiero.Un escalofro recorri mi piel.Seth?S?Aparecas en mi sueo.Abri uno de sus ojos color mbar.Por favor, dime que estbamos

    desnudos.Puse los ojos en blanco.Eres un salido.Suspir triste y se acerc ms.Lo tomar como un no.Pues ests en lo cierto. No

    poda volver a dormirme, y me mord ellabio. De repente tena tantas

  • preocupaciones que mi cerebro no pudoms. Seth?

    Mmmm?Antes de continuar, vi cmo se

    hunda ms en la almohada. Cuando sepona as tena algo encantador, unacierta fragilidad y juventud que no tenacuando estaba totalmente despierto.

    Qu pas mientras luchabacontra las furias?

    Abri un poco los ojos. Le habahecho varias veces aquella preguntadesde que volvimos a Carolina delNorte. La fuerza y energa que mostr alenfrentarme a los dioses era algo quesolo Seth, al ser un Apollyon hecho yderecho, podra haber logrado. Siendo

  • yo una mestiza sin Despertar? Pues notanto. Las furias tendran que habermepateado el culo cuando me enfrent aellas.

    Seth se tens.Vuelve a dormir, lex.Se neg a contestar. De nuevo.

    Explot de rabia y frustracin, y mesolt de su brazo.

    Por qu no me lo cuentas?Te ests volviendo paranoica.

    Volvi a ponerme el brazo en la tripa.Trat de zafarme, pero me agarr

    ms fuerte. Apret los dientes, gir haciaun lateral y me puse a su lado.

    No me estoy volviendo paranoica,caraculo. Ocurri algo, ya te lo he

  • contado. Todo todo se volvi de colormbar. Como el de tus ojos.

    Respir hondo.He odo que, a algunas personas,

    en situaciones de alto estrs, a veces seles incrementa la fuerza y la sensibilidadde los sentidos.

    No fue eso.Y que la gente, bajo presin,

    puede sufrir alucinaciones.Ech el brazo hacia atrs y no le di

    en la cabeza por poco.No estaba alucinando.No s qu decirte Seth levant

    el brazo y se puso de espaldas. En fin,volvers a clase por la maana?

    De repente, aflor una nueva

  • preocupacin. Volver a las clasessignificaba volver a enfrentarme a todosOlivia sin mi mejor amigo. Sentuna presin en el pecho. Cerr los ojos,pero se me apareci la cara plida deCaleb, con los ojos abiertos pero sinver, con una daga del Covenant clavadaen su pecho. Pareca que solo en sueospoda recordar cmo era realmente.

    Seth se sent y sent como si sumirada me agujerease la espalda.

    lex?Odiaba aquel vnculo superespecial

    que tenamos; era horrible que ltambin sintiera todo lo que yo senta.Ya no tena privacidad. Suspir.

    Estoy bien. No contest. S,

  • ir a clase por la maana. A Marcus ledar algo si vuelve y ve que no he ido.Me puse de espaldas. Seth?

    Inclin la cabeza hacia m. Susrasgos estaban ocultos en la penumbra,pero sus ojos atravesaban la oscuridad.

    S?Cundo crees que volvern

    ellos? Con ellos me refera a Marcusy a Lucian y a Aiden. Se me cort larespiracin. Me pasaba cada vez quepensaba en Aiden, y en cuanto habahecho por m, en lo que habaarriesgado.

    Seth se recost de lado, alarg elbrazo y me cogi la mano derecha. Susdedos se entrelazaron con los mos,

  • palma con palma, y mi cuerpo entero seestremeci. La marca del Apollyon laque no debera estar en mi mano secalent. Mir nuestras manos enlazadas,sin sorprenderme cuando vi las suaveslneas marcas del Apollyonsubiendo por el brazo de Seth. Inclin lacabeza para ver cmo las marcas seextendan por el rostro de Seth. Sus ojosparecieron brillar. ltimamente lohacan mucho tanto las runas como susojos.

    Lucian dijo que volveran pronto,seguramente durante el da de hoy. Muy lentamente, movi la yema de supulgar sobre la lnea de la runa. Losdedos de mis pies se curvaron y mi

  • mano libre agarr con fuerza la manta.Seth sonri. Nadie ha mencionado alGuardia pura sangre. Y Dawn Samos yaha vuelto. Parece que la compulsin deAiden ha funcionado.

    Quera soltar mi mano. Me costabaconcentrarme cuando Seth jugueteabacon la runa de mi palma. Por supuesto,l lo saba, y le gustaba.

    Nadie sabe qu ocurri deverdad. Su pulgar ahora segua lalnea horizontal. Y as continuar.

    Cerr los ojos. La verdad sobrecmo haba muerto el Guardia purasangre tena que seguir en secreto o,tanto Aiden como yo, nos veramos enserios apuros. No solo habamos estado

  • a punto de liarnos aquel verano adems de haberle dicho que lo amaba,algo totalmente prohibido sino quetambin haba matado a un puro endefensa propia. Y Aiden haba usadocompulsiones en dos puros paraencubrirlo. Matar a un puro, para unmestizo, significaba la muerte, dabaigual cul fuese la situacin y, para unpuro, estaba prohibido usarcompulsiones en otro puro. Sicualquiera de aquellos hechos saliese ala luz, estaramos bien jodidos.

    Eso crees? susurr.S. Senta el clido aliento de

    Seth sobre mi frente. Durmete, lex.Dej que la relajante sensacin de su

  • pulgar acariciando la runa meadormilase y volv a sumirme en elsueo, olvidando por un momento todoslos errores y decisiones que habatomado en los ltimos siete meses. Miltimo pensamiento consciente fue elmayor de mis errores, no el chico queestaba a mi lado, sino el que nunca iba apoder tener.

    Aquel da me di cuenta de que,oficialmente poda decir que odiaba laclase de Trigonometra. Me pareca unaasignatura absurda. Cmo iban a

  • importarme las identidades pitagricassi en otras clases del Covenant meenseaban a matar cosas? Mi odio poraquella clase haba llegado al lmite.

    Casi todos me miraban, incluso laSra. Kateris. Me hund en mi asiento ymet la nariz en el libro, aunque nopodra leerlo ni aunque el mismo Apolobajase y me ordenase que lo hiciera.Solo haba un par de ojos que meafectaban de verdad. El resto poda irsea la mierda.

    La mirada de Olivia era dura,incriminatoria.

    Pero por qu no podamoscambiarnos de sitio? Despus de todo loacontecido, sentarme a su lado era la

  • peor de las torturas.Me ardan las mejillas. Me odiaba y

    me culpaba por la muerte de Caleb. Noobstante yo no mat a Caleb, lo habahecho una daimon mestiza. Yosimplemente fui quien hizo que seescapara a escondidas por el campustras el toque de queda que, por lo visto,haban puesto por una buena razn.

    As que, de algn modo, haba sidopor mi culpa. Lo saba y, dioses, hubiesehecho cualquier cosa por cambiaraquella noche.

    Probablemente, la razn por la quetodos continuaban lanzndome miradasfurtivas fuera aquello que dijo Olivia enel funeral de Caleb, cuando no pudo

  • ms. Si no recordaba mal, creo que gritalgo as como Eres el Apollyon!mientras yo la miraba.

    En el Covenant de Nueva York, enlos Catskills, los chavales mestizospensaban que yo era bastante guay, peroall no lo era tanto. Cuando nuestrasmiradas se encontraban, no la apartabanlo suficientemente rpido como parapoder ocultar su incomodidad.

    Al final de la clase, met el libro enla mochila y sal corriendo hacia lapuerta, preguntndome si Deacon mehablara en el siguiente descanso.Deacon y Aiden eran polos opuestos encasi todo, sin embargo tanto Aiden comosu hermano pequeo parecan tratar a

  • los mestizos como iguales, algo bastanteraro entre la raza pura sangre.

    Por todo el pasillo me siguieron lossusurros. Ignorarlos fue ms difcil de loque pensaba. Cada clula de mi cuerpome peda enfrentarme a ellos, pero yentonces qu? Saltar sobre ellos comoun mono loco y matarlos a todos?Seguro que con aquello no ganaramuchos adeptos.

    lex! Espera!El corazn casi se me par al

    escuchar la voz de Olivia. Aceler elpaso, atraves como una bala entre unoscuantos mestizos jvenes que memiraban asustados y con los ojosabiertos de par en par. Por qu me

  • tenan miedo? No era yo la que iba aconvertirse en un Asesino de Dioses enpoco tiempo. Pero oh, no, a Seth s quelo miraban como si fuese un dios. Solofaltaban unas pocas puertas ms y podraesconderme en Verdades Tcnicas yLeyendas.

    lex!Reconoc el tono de voz de Olivia.

    Era el mismo que cuando estaba a puntode pelearse con Caleb, determinado yobstinado.

    Mierda.Ya estaba justo detrs de m, y yo

    solo estaba a un paso de la clase. No loconseguira.

    lex dijo. Tenemos que

  • hablar.Ahora no puedo. Porque,

    seriamente, que me dijesen que eraculpa ma que Caleb estuviese muerto noestaba en la lista de cosas que queraescuchar durante el da.

    Olivia me agarr el brazo.lex, necesito hablar contigo. S

    que ests molesta, sin embargo no eresla nica que tiene permiso para echar demenos a Caleb. Yo era su novia

    Dej de pensar. Me di la vuelta,solt la mochila en medio del pasillo yla cog del cuello. En un segundo, latena contra la pared de puntillas. Conlos ojos muy abiertos, me agarr elbrazo y trat de zafarse.

  • Apret, solo un poquito.Por el rabillo del ojo vi a Lea, que

    ya no llevaba el brazo en cabestrillo. Ladaimon que le haba roto el brazotambin haba matado a Caleb. Lea dioun paso al frente, como si quisieseintervenir.

    Mira, lo pillo susurr con vozronca. Queras a Caleb. Y sabesqu? Yo tambin. Y tambin lo echo demenos. Si pudiese volver atrs en eltiempo y cambiar aquella noche, lohara. Pero no puedo. As que, por favor,djame

    De la nada, apareci un brazo deltamao de mi cintura y me apart unmetro y pico. Olivia se desplom contra

  • la pared, mientras se frotaba el cuello.Yo me gir gruendo.Leon, el Rey del Momento Oportuno,

    me estaba mirando.Necesitas una niera profesional.Abr la boca, pero la cerr al

    momento. Teniendo en cuenta algunas delas cosas que Leo haba interrumpido,no era consciente de lo ciertas que eransus palabras. Pero entonces me di cuentade algo ms importante. Si Leon estabaall, entonces mi to y Aiden tambin.

    T Leon seal a Olivia, vea clase. Volvi a mirarme. Y t tevienes conmigo.

    Me mord la lengua, recog lamochila del suelo y comenc mi paseo

  • de la vergenza por el pasillo, ahoraabarrotado de gente. Vi a Luke, peroapart la mirada antes de que pudiesedescifrar qu pensaba.

    Leon tom las escaleras losdioses saban cunto me gustaban y nohablamos hasta llegar al vestbulo. Lasestatuas de las furias ya no estaban, peroel espacio vaco me hizo un nudo en elestmago.

    Volveran, estaba segura. Solo eracuestin de ver cundo lo haran.

    Se alz ante m cuando se par, consus casi dos metros de msculo puro.

    Por qu cada vez que te veo estsa punto de hacer algo que no deberas?

    Me encog de hombros.

  • Es un talento que tengo.Cre advertir un cierto signo de

    diversin en su rostro mientras sesacaba algo del bolsillo trasero. Parecaun trozo de pergamino.

    Aiden me pidi que te diese esto.El estmago me dio un vuelco

    mientras coga la carta con las manostemblorosas.

    Est est bien?Frunci el ceo.S. Est bien.Ni siquiera trat de esconder el

    suspiro de alivio y di la vuelta a lacarta. Estaba sellada con un lacre rojo,de aspecto oficial. Cuando volv alevantar la mirada, Leo se haba ido.

  • Mov la cabeza y fui hacia uno de losbancos de mrmol para sentarme. Notena ni idea de que Leon pudiese moversu cuerpo tan rpida y silenciosamente.Ms bien pareca que el suelo tuvieseque temblar a su paso.

    Curiosa, deslic el dedo bajo ellacre y romp el sello. Desdobl la cartay vi la elegante firma de Laadan en laparte inferior. Le di un vistazo rpido atodo el pergamino y luego lo le denuevo desde el principio.

    Y una tercera vez.Senta fro y calor al mismo tiempo.

    Tena la boca seca y la garganta cerrada.Mis dedos temblaban levemente, igualque el papel. Me levant y me volv a

  • sentar.Las cuatro palabras se repetan ante

    mis ojos. Era todo lo que poda ver,aquello que importaba saber.

    Tu padre est vivo.

  • Captulo 2

    Con el corazn a mil, salt lasescaleras de dos en dos. Al ver a Leoncerca del despacho de mi to, ech acorrer. Casi pareca alarmado de verme.

    Qu ocurre, Alexandria?Patin hasta parar.Aiden te dio esto?Leon arrug la frente.S.La leste?No. No era para m.Apret la carta contra mi pecho.

  • Sabes dnde est Aiden?S. Leon frunci el ceo.

    Volvi anoche.Dnde est ahora, Leon? Tengo

    que saberlo.No s qu razn puede haber para

    que necesites ver a Aiden tanurgentemente como para interrumpir suentrenamiento. Cruz los brazos sobreel pecho. Y t no deberas estaryendo a clase?

    Lo mir un segundo antes de darmela vuelta y salir pitando de nuevo. Leonno era estpido, as que no me habadicho por error dnde estaba Aiden,pero me daba igual la razn, as que nointent saber por qu.

  • Si estaba entrenando, entonces sabadnde buscarlo. Una brisa fra y hmedaroci mis mejillas al salir por laspuertas del vestbulo y dirigirme haciala zona de entrenamiento. El cielo grislechoso era tpico de finales denoviembre, y haca que el veranopareciese muy lejano.

    Las clases para los estudiantes deniveles inferiores se daban en las salasde entrenamiento ms grandes. Losladridos impacientes del InstructorRomvi que se escuchaban tras una de laspuertas me siguieron por el pasillovaco. Al final del edificio, pasando lasala mdica a la que Aiden me trajodespus de que Kain me patease el culo

  • en el entrenamiento, haba una pequeasala equipada con las necesidades msbsicas y una cmara de aislamientosensorial.

    An tena pendiente entrenar enaquella cosa.

    Mir por el hueco de la puerta y vi aAiden. Estaba en el centro de la sala,enfrentndose a un saco de boxeo. Unafina pelcula de sudor cubra susmsculos fibrosos. Se ech hacia atrs ydio un puetazo al saco que lo hizomoverse varios metros hacia atrs.

    En cualquier otro momento, lohabra admirado de una forma un tantoobsesiva, pero mis dedos se cerraron,apretando la carta. Me met por el hueco

  • y cruc la sala.Aiden.Se gir, y sus ojos cambiaron de un

    gris tranquilo a un tono como detormenta. Dio un paso atrs, pasndoseel brazo por la frente.

    lex, qu qu haces aqu? Nodeberas estar en clase?

    Alc la carta.Has ledo qu pone en la carta?Puso la misma cara que Leon.No. Laadan me pidi que me

    asegurase de que la recibas.Por qu le haba confiado a Aiden

    una noticia as? No poda niimaginrmelo, a no ser que

    Sabas qu pone en la carta?

  • No. Solo me pidi que te la diese.Se inclin para coger una toalla delsuelo. Qu es eso que pone, qu te hahecho venir a buscarme?

    Una pregunta estpida y sinimportancia me vino a la cabeza.

    Por qu se la diste a Leon?Apart la mirada y se qued en

    silencio.Pens que sera lo mejor.Dej caer la mirada hacia su cuello

    y all estaba de nuevo aquella finacadena de plata. Me mora por saber porqu la llevaba, l no era el tipo de toque lleva joyas. Volv a mirarle a lacara.

    Mi padre est vivo.

  • Aiden inclin la cabeza hacia m.Qu?Una extraa sensacin se apoder de

    mi estmago.Est vivo, Aiden. Y lleva aos en

    el Covenant de Nueva York. Estaba alla la vez que yo. Volv a tener lamisma emocin que al leer la carta porprimera vez. Lo vi, Aiden! Saba quelo haba visto. El sirviente de ojosmarrones. Y l lo saba. Saba que yoera su hija. Por eso me miraba siemprede aquella forma extraa. Seguramenteaquello era la razn de que me sintieseatrada hacia l cada vez que lo vea.Aunque yo no lo supiera.

    Aiden pareci palidecer bajo su

  • moreno natural.Puedo?Le di la carta y me pas las manos

    temblorosas por el pelo.Haba algo diferente en l,

    sabes? No pareca estar drogado comolos otros sirvientes. Y cuando Seth y yonos bamos, le vi peleando contra losdaimons. Hice una pausa y tom aire. Yo no lo saba, Aiden.

    Frunci el ceo mientras lea lacarta.

    Dioses murmur.Me apart de l y me abrac a m

    misma. Por mis venas no corra ms queira.

    Es un sirviente, un maldito

  • sirviente.Sabes qu significa, lex?Lo mir, sorprendida de verlo tan

    cerca. En ese momento, capt el olor acrema de afeitado y agua de mar.

    S, que tengo que hacer algo!Aiden puso los ojos como platos.No.Que no, qu?Cogi la carta con una mano y me

    agarr del brazo con la otra. Clav lostalones en el suelo.

    Qu ests?Aqu no dijo en voz baja.Confundida y un tanto sorprendida

    por el hecho de que Aiden me estuviesetocando, me dej llevar por l hacia la

  • sala mdica al otro lado del pasillo.Cerr la puerta tras de s y puso elpestillo.

    Un calor incmodo me recorrientera al darme cuenta de que estbamossolos en una habitacin sin ventanas yAiden acababa de cerrar la puerta. Enserio, necesitaba contenerme porqueaquel no era para nada momento detener las hormonas revolucionadas.Vale, nunca era momento.

    Aiden me mir y tens la mandbula.En qu ests pensando?Eh Di un paso hacia atrs.

    No iba a decrselo a la cara. Me dicuenta de que estaba enfadado, furiosoconmigo. Y ahora, qu he hecho?

  • Puso la carta en la mesa en la queestuve sentada la otra vez.

    No hars ninguna locura.Entrecerr los ojos y le quit la

    carta, dndome cuenta de por qu estabatan enfadado.

    Esperas que no haga nada? Quedeje que mi padre se pudra comosirviente?

    Tienes que calmarte.Calmarme? Aquel sirviente de

    Nueva York es mi padre. Ese padre queme haban dicho que estaba muerto!

    De repente, me acord de Laadan enla biblioteca y de cmo me habahablado de mi padre como si anestuviese vivo. Sent una punzada de

  • rabia en el estmago. Por qu no me lohaba dicho? Podra haber hablado conl.

    Cmo voy a calmarme?No no puedo ni imaginarme por

    lo que ests pasando, o lo que estspensando. Arrug la frente. Bueno,s, puedo imaginar en lo que estspensando. Quieres arrasar los Catskillsy liberarlo. S que eso es lo que estspensando.

    Claro que s.Se acerc a m, y sus ojos brillaban

    como la plata.No.Retroced, sosteniendo la carta de

    Laadan contra mi pecho.

  • Tengo que hacer algo.S que sientes que debes hacerlo,

    pero lex, no puedes volver a losCatskills.

    No voy a arrasar los Catskills. Me puse al otro lado de la mesa segnse iba acercando. Ya se me ocurriralgo. Puede que me meta en problemas.Telly me dijo que si la liaba una vezms, me mandaran a los Catskills.

    Aiden se me qued mirando.La mesa nos separaba.Si pudiese volver, entonces

    podra hablar con l. Necesito hablarcon l.

    Ni en broma gru Aiden.Me qued paralizada.

  • No puedes detenerme.Qu te apuestas? Comenz a

    rodear la mesa.La verdad es que no iba a apostar

    nada. Poda ver en su cara que hara loque fuese para pararme, as que tenaque convencerle.

    Es mi padre, Aiden. Qu harassi fuese Deacon?

    Golpe bajo, lo s.No te atrevas a meterlo en esto,

    lex. No voy a permitir que dejes que tematen. Me da igual por quin lo hagas,no te dejar.

    Las lgrimas me ardan en lagarganta.

    No puedo dejarle seguir con esa

  • vida. No puedo.Vi cierto dolor en su mirada de

    acero.Lo s, pero tu vida es ms

    importante.Dej caer los brazos y dej de

    intentar manipularlo.Cmo puedes tomar esa

    decisin? Y entonces, las lgrimasque haba estado aguantando hastaentonces, brotaron. Cmo puedo nohacer nada?

    Aiden no dijo nada cuando puso susmanos sobre mis hombros y me llevhacia l. En vez de abrazarmedirectamente, se apoy en la pared y sedesliz hacia el suelo, llevndome en

  • sus brazos. Dobl las piernas y le agarrla camiseta con los puos.

    Tom un breve respiro, con un ciertoe inevitable dolor.

    Estoy cansada de que la gente memienta. Todo el mundo ha mentido sobremi madre y ahora esto? Crea queestaba muerto. Y dioses, ojal loestuviese, porque la muerte es muchomejor que por lo que est pasando. Lavoz se me quebr y las lgrimasvolvieron a mojar mis mejillas.

    Aiden me abraz con ms fuerza,acaricindome la espalda en un intentopor calmarme. Quera dejar de llorarporque era de dbiles y humillante, sinembargo no poda parar. Descubrir el

  • destino real de mi padre haba sidohorrible. Cuando la mayor parte de laslgrimas cesaron, me apart un poco ylevant la mirada llorosa.

    Unas sedosas ondas hmedas de supelo oscuro pendan de su frente. Latenue luz de la habitacin resaltaba esospmulos y labios que haba llegado amemorizar haca tiempo. Aiden no solasonrer del todo, pero cuando lo haca,era increble. Yo haba logrado verlaunas pocas veces; la ltima vez fue en elzoo.

    Vindole ahora, de verdad, porprimera vez despus de arriesgar todopara protegerme, sent la necesidad devolver a llorar. Estuve toda la semana

  • anterior repasando lo sucedido, una yotra vez. Poda haber hecho algo deotra forma? Desarmar al Guardia envez de clavarle mi arma en el pecho? Ypor qu Aiden haba usado unacompulsin para encubrir lo que habahecho? Por qu se haba arriesgadotanto?

    En aquel momento nada me parecaimportarme, despus de saber lo de mipadre Me sequ los ojos con lasmanos.

    Perdn por haberte lloradoencima.

    Ni se te ocurra disculparte poreso dijo. Supuse que entonces mesoltara, pero segua rodendome entre

  • sus brazos. Saba que no debera,porque solo acabara suponiendo msdolor, pero me relaj sobre l.Siempre reaccionas de una forma tanvisceral ante todo

    Cmo?Baj el brazo y me toc la rodilla.Es como un acto reflejo. La

    primera cosa que piensas cuando oyesalgo. Actas as en vez de pensar lascosas dos veces.

    Enterr la mejilla en su pecho.Eso no es ningn cumplido.Puso la mano tras mi cuello,

    jugueteando con sus dedos entre mi pelo.Me pregunt si sera consciente de questaba haciendo y aguant la

  • respiracin. Tens la mano y me sujetde tal forma que no poda alejarmemucho. No es que fuese hacerlo, medaba igual lo mal que estuviese, lopeligroso o lo estpido que fuera.

    No es un insulto dijosuavemente, es simplemente quineres. No te paras a pensar en el peligro,solo en qu es lo correcto. Sin embargoa veces no es lo correcto.

    Lo pens.Usar una compulsin sobre

    Dawn y el otro puro fue un acto reflejo?Tard una eternidad en responder.S, y no fue lo ms inteligente,

    pero no poda hacer ninguna otra cosa.Por qu?

  • Aiden no contest.Yo no le forc. Estar en sus brazos,

    con su mano acariciando mi espalda encrculos de una forma nica, meconsolaba. No quera que acabara. Ensus brazos me senta ms tranquila, porraro que fuera. Poda respirar. Me sentaa salvo, estable. Nadie ms poda darmeeso. Era como mi propia receta deRitalin.

    Convertirte en Centinela fue unacto reflejo susurr.

    Aiden levant el pecho y se inclinsobre mi mejilla.

    S.Te te arrepientes?Nunca.

  • Ojal tuviese la mismadeterminacin.

    No s qu hacer, Aiden.Baj la barbilla y roz mi mejilla.

    Su piel era suave, clida, me apasionabay calmaba, todo a la vez.

    Se nos ocurrir la forma deponernos en contacto con l. Habasdicho que nunca pareca estar bajo elefecto del elixir? Podramos escribirleuna carta a Laadan; ella podraentregrsela. Sera lo ms seguro.

    Mi corazn bailote feliz. Laesperanza empezaba a apoderarse de m.

    En serio?S. No me ser difcil darle una

    carta a Laadan, un mensaje. Es lo ms

  • seguro, de momento.Me dieron ganas de abrazarlo, pero

    me contuve.No. Y si te pillan? No puedo

    permitirlo.Aiden rio suavemente.lex, creo que ya hemos

    incumplido todas las normas. No mepreocupa que me pillen por darle unmensaje a alguien.

    No, no habamos incumplido todaslas normas.

    Se ech ligeramente hacia atrs ypude sentir su mirada intensa sobre m.

    En serio pensabas que no iba aayudarte en algo tan importante comoesto?

  • Segu con los ojos cerrados, porquemirarle era mi debilidad. l era midebilidad.

    Las cosas han cambiado.Ya s que las cosas han cambiado,

    lex, pero siempre estar aqu para ti.Siempre voy a ayudarte. Hizo unapausa. Cmo has podido siquieradudarlo?

    Como una idiota, abr los ojos. Mequed pillada. Era como si todo aquelloque se haba dicho, todo lo que saba, yano tuviese importancia.

    No lo dudaba susurr.Hizo una mueca.A veces no te entiendo.Ni yo misma me entiendo la mitad

  • de las veces. Baj la mirada. T yahas hecho demasiado. Lo que hicisteen los Catskills? Me tragu el nudo dela garganta. Dioses, no haba podidodarte las gracias.

    NoNo digas que no merece que te d

    las gracias. Levant la mirada haciasus ojos. Me salvaste la vida, Aiden,arriesgando la tuya. As que, gracias.

    Apart la mirada, fijndola en unpunto sobre mi cabeza.

    Ya te he dicho que nunca dejarque te pase nada. Me devolvi lamirada y vi un atisbo de diversin en susojos color plata. Aunque, ms bien,parece un trabajo a jornada completa.

  • Puse morros.Lo he intentado, en serio. Hoy es

    el primer da que no he hecho nadaremotamente estpido. Obvi la parteen que haba sido secuestrada en mihabitacin por un resfriado.

    Y qu has hecho?No quieras saberlo.Volvi a rer.Supuse que Seth te mantendra

    alejada de cualquier problema.Me di cuenta de que no haba

    pensado en Seth desde que haba ledola carta y me puse tensa. Tampoco habapensado en nuestro nexo. Mierda.

    Aiden tom aire y dej caer losbrazos.

  • Sabes qu significa eso, lex?Trat de reponerme. Haba cosas

    importantes con las que lidiar. Mi padre,el Consejo, Telly, las furias, una docenade dioses enfadados, y Seth. Sinembargo mi cerebro pareca estar hechopur.

    Qu?Aiden mir hacia la puerta, como si

    tuviese miedo de decirlo en voz alta.Que tu padre no es un mortal. Es

    un mestizo.

  • Captulo 3

    No volv a clase. En vez de eso, fuia mi habitacin y me sent en la cama,con la carta frente a m como si fuerauna serpiente a punto de inyectarme suveneno. Estaba descolocada trasdescubrir que mi padre segua vivo yme senta muy estpida por no habermedado cuenta inmediatamente. La carta deLaadan no lo deca claramente.Obviamente saba por qu haba eludidocontar la verdadera bomba que estabasoltando en esa breve carta. Cmo sino

  • habra podido el Consejo tener a mipadre bajo control? Y lo haba vistoluchar. Pareca un ninja con aquelloscandelabros.

    Mi padre era un puetero mestizo, unmestizo entrenado. Joder, quiz hubierapodido ser un maldito Centinela, algoque explicara cmo mi madre loconoci a l antes que a Lucian.

    Un mestizo.Y eso en qu narices me converta?La respuesta pareca muy fcil. Me

    puse de espaldas, mirando a ciegashacia el techo. Dioses, necesitaba aCaleb para poder contarle todo esto,porque no poda ser cierto.

    Si un pura sangre tena hijos con

  • otros puros, salan pequeos y felicesbebs puros. Si un pura sangre se lomontaba con un mortal, salan los tilesmestizos. No obstante si se juntaban unpura sangre y un mestizo. Algototalmente prohibido y tan tab que nisiquiera deba imaginarme el momentoen que concibiesen ese beb, salaqu sala?

    Me levant de repente, con elcorazn a mil. La primera vez que Aidenestuvo en mi habitacin y le mir. Ms bien me lo estaba comiendo con losojos, pero bueno, me pregunt por quhaca eones que las relaciones entremestizos y puros estaban prohibidas. Noera por miedo a que les saliese un

  • cclope, con un solo ojo, pero casi.De un pura sangre y un mestizo sala

    un Apollyon.Mierda dije mirando la carta.Pero tena que ser ms que eso.

    Normalmente solo naca un Apollyon encada generacin, exceptuando a Solarisy al Primero, y a Seth y a m. Esoquerra decir que un mestizo y un purosolo haban tenido hijos unas pocasveces desde que los dioses habanestado en la tierra. Tena que haberocurrido ms veces. Es que mataban alos bebs? No me extraara que losdioses hiciesen algo as, sabiendo lo quesala de un mestizo y un puro. Pero porqu nos habran perdonado la vida a

  • Seth y a m? Obviamente saban que mipadre lo era, ya que lo han mantenidocon vida por alguna extraa razn. Micorazn se encogi, igual que mis puos.Empuj toda aquella ira hacia misadentros para poder usarla ms tarde.Haba prometido a Aiden que no haranada imprudente, y la ira siempre mellevaba a hacer idioteces.

    Un escalofro recorri mi espalda.O un ruido en mi puerta, como siabriesen un cerrojo. Mir la carta y memord el labio inferior. Luego mir haciael reloj que tena al lado de la cama.Llegaba tardsimo al entrenamiento conSeth.

    La puerta se abri y se cerr. Cog

  • la carta y la dobl rpidamente. Sinnecesidad de mirar, saba perfectamentecundo Seth apareca por la puerta, yaque el aire se cargaba de electricidad.

    Qu ha pasado? pregunt sinms.

    No haba mucho que pudieseesconderle a Seth. Habra captado misemociones en el mismo momento en quelea la carta y todo aquello que habasentido al estar con Aiden. No podasaber exactamente por qu tena lossentimientos tan descontrolados gracias a los dioses, pero Seth no eraestpido. Incluso me sorprendi quehubiese tardado tanto en venir abuscarme.

  • Levant la mirada. Pareca una deaquellas estatuas de mrmol queadornaban el frente de los edificios delCovenant, excepto porque su piel tenaun color dorado nico y una perfeccinde otro mundo. A veces pareca fro,impasible. Sobre todo cuando sesujetaba el largo pelo rubio, pero ahoralo llevaba suelto y eso suavizaba losrasgos de su cara. Sus carnosos labiossolan estar curvados en una sonrisachulesca, pero ahora formaban una lneatensa y delgada.

    Aiden me haba sugerido que meguardase para m misma la carta y sucontenido. Laadan haba roto quin sabecuntas reglas al contarme lo de mi

  • padre, pero confiaba en Seth. Despusde todo estbamos destinados a estarjuntos. Haca unos meses me hubieseredo si alguien hubiese dicho quebamos a estar haciendo lo que fuera quehacamos en aquel preciso momento.Cuando nos conocimos, fue un caso derechazo mutuo y, an ahora, tenamosnuestros momentos gloriosos. Hace nodemasiado habra intentado apualarleun ojo. E iba en serio.

    En silencio, le entregu la carta.Seth la cogi y la desdobl con sus

    dedos largos y giles. Me sent sobrelas piernas mientras lo miraba. Suexpresin no delataba qu estabapensando. Despus de lo que pareci

  • una eternidad, levant la mirada.Oh, dioses. No era exactamente

    la respuesta que esperaba. Turespuesta a esta carta ser hacer algoincreblemente estpido.

    Levant las manos.Narices, qu creis, que voy a

    entrar en los Catskills al estiloespartano?

    Seth levant las cejas.Pues vale gru. No voy a

    atacar el Covenant. Har algo, pero noser una locura. Contento? En fin, teacuerdas del mestizo con el que noscruzamos el primer da que estuvimosviendo al Consejo?

    S, te quedaste mirndolo.

  • Es l. Lo s, por eso me sonabatanto. Sus ojos. Me mord el labio yapart la mirada. Mi madre siemprehablaba de sus ojos.

    Se sent a mi lado.Y qu vas a hacer?Voy a escribirle de vuelta a

    Laadan, una carta para mi padre. Yluego, no s. Le mir. El pelo letapaba la cara. Sabes qu significaesto, verdad? Que es un mestizo. Y queesto Nos seal a ambos. Somosla razn por la que las relaciones, lasdivertidas, entre mestizos y puros estnprohibidas. Los dioses saben qu pasa sise enrollan una pura y un mestizo.

    Seguramente es ms que eso. A

  • los dioses les gusta la idea de dominar alos mestizos. Qu crees que les hacana los mortales en sus buenos tiempos?Los dominaron hasta que fuerondemasiado lejos. An siguen tratando alos mestizos como porquera a la quepueden pisar.

    Dios, qu arrebato contra losdioses le haba dado a Seth? Me mir lapalma de la mano derecha, dondellevaba la tenue runa que solo Seth y yopodamos ver.

    Era l, mi padre, el de lasescaleras. No puedo explicarlo, pero los.

    Seth levant la mirada, con los ojosde un extrao tono amarillo.

  • Quin lo sabe?Mene la cabeza.Seguramente el Consejo ya lo

    sabe. Laadan lo saba porque era amigade de mi madre y mi padre. No mesorprendera que Lucian y Marcus losupiesen tambin.

    Te acuerdas cuando escuchamosa Marcus y a Telly hablando?

    Me acuerdo de que te tir de culoal suelo.

    S, porque estabas mirando aTetas.

    Con los ojos como platos, solt unarisotada de sorpresa.

    Tetas? Qu?Ya sabes, esa chica que estaba

  • todo el da encima tuyo en los Catskills.Cuando levant las cejas, puse losojos en blanco. Como si Seth fuese atener problemas para recordar cul era. Estoy hablando sobre la que tenavamos las tetas enormes.

    Mir al infinito durante un momentoy volvi a rer.

    Oh, s, esa espera un segundo,la has bautizado Tetas?

    S, y estoy segura de que nisiquiera te acuerdas de su nombre.

    EhMe alegro de ver que ahora

    estamos en el mismo punto. Y bien, teacuerdas de que Telly dijo que ya tenanuno? Que podan tenerlos juntos?

  • Crees que estaban hablando de m y demi padre? Si Marcus y Lucian losaban, me habra encantado chafarles lacabeza, pero si los pona en contrapondra en peligro a Laadan.

    Seth mir la carta.Tendra sentido. Sobre todo

    teniendo en cuenta las ganas que tenaTelly de mandarte a la servidumbre.

    El Patriarca Telly era el PatriarcaPrincipal de todos los Consejos, y latuvo tomada conmigo desde el principio.Mi testimonio sobre lo ocurrido enGatlinburg no haba sido ms que unatrampa para ponerme frente al Consejo yque votaran para mandarme a laservidumbre. Y yo segua pensando que

  • Telly estaba detrs de la compulsin queusaron sobre m la noche en que casi meconvierto en un polo humano. Si Leon nollega a encontrarme, habra muertocongelada. Luego estaba tambin lanoche en que me dieron el equivalente aun Rofinol del Olimpo para pillarme enuna situacin comprometedora con unpuro.

    Las mejillas me ardieron al recordaraquella noche, ya que prcticamenteestuve acosando sexualmente a Seth,aunque no se quej. Seth supo queestaba bajo la influencia de esa pocin ytrat de controlarse, pero la conexinque tenamos le haba transmitido que milujuria estaba fuera de control. Hubiese

  • perdido mi virginidad de no ser porqueacab la noche vomitando sin parar.Saba que todo aquello molest a Seth,se senta culpable por haber cedido. Yel puo de Aiden acert de lleno en suojo cuando me encontr tirada en elsuelo del bao vestida con su ropa.Aiden no entenda cmo haba sidocapaz de perdonar a Seth y a veces yotambin me lo preguntaba. Quiz era pornuestra conexin, porque lo que nos unaera fuerte. O a lo mejor era algo ms.

    Y luego estaba el Guardia purasangre que haba intentado matarmediciendo que tena que proteger a losde su raza. Sospech que el PatriarcaTelly estaba tambin detrs de todo

  • aquello.Quin ms sabe todo esto?

    Seth me sac de mis pensamientos.Laadan le pidi a Aiden que me

    diese la carta, pero en vez de eso, me ladio Leon. l dice que no la ley, y lecreo. Estaba sellada, mira. Seal elsello roto. Aiden tampoco saba qupona.

    Seth tens la mandbula.Se lo has dicho a Aiden?Saba que ahora deba tener cuidado.

    Seth y yo no estbamos juntos ni nadaas, pero tambin saba que l no estabatonteando con nadie. Los nicos caloresque sent desde que volvimos de losCatskills fueron cuando l estaba cerca

  • de m, sobre todo durante nuestrosentrenamientos cuerpo a cuerpo. Sethera, por encima de todo, un to, y eso leocurra a menudo.

    Pens que, como Laadan le habaconfiado la carta, igual l saba algo,pero no dije al final.

    Pero se lo has contado?No tena sentido mentirle.S, saba que estaba preocupada

    por algo. Obviamente es de fiar y no vaa decir nada.

    Seth se qued callado durante unsegundo.

    Y por qu no viniste a m?Oh, no. Mir hacia el suelo, me mir

    las manos, y al final mir hacia la pared.

  • No saba dnde estabas, y Leonme dijo dnde encontrar a Aiden.

    Acaso intentaste buscarme?Estamos en una isla, no habra sido muycomplicado. Dej la carta sobre lacama, y por el rabillo del ojo le viacercarse a m.

    Me mord el labio. No le debanada, verdad? De todas formas, noquera herir sus sentimientos. AunqueSeth actuase como si no tuviera, yosaba que s.

    No lo pens, sin ms. No es paratanto.

    Vale. Se inclin y sent suclido aliento sobre mi mejilla. Estatarde te he sentido.

  • Tragu saliva.Y entonces por qu no has venido

    a buscarme?Estaba ocupado.Si estabas ocupado, a qu ha

    venido entonces todo eso de que yo nohaba ido a buscarte?

    Seth me apart el pelo de la nuca,ponindomelo sobre el hombro. Me pusetensa.

    Y por qu estabas tanpreocupada?

    Gir la cabeza y nuestras miradas seencontraron.

    Acababa de descubrir que mipadre est vivo y que es un sirviente.Creo que es suficiente, no?

  • Sus ojos cambiaron a un color mbarclido.

    Es una buena razn.Nuestras bocas no estaban muy

    separadas. De repente me puse un tantonerviosa. Seth y yo no habamos vuelto abesarnos desde el da del laberinto. Conel resfriado no tuve muchas ganas, ytampoco es que yo lo hubiese buscado,no obstante no haba vuelto a estornudarni a sonarme desde por la maana.

    Sabes qu?Sonri.Qu?No te he visto muy sorprendido

    por lo de mi padre. No lo sabas,verdad? Contuve la respiracin

  • porque, si lo hubiese sabido y no me lohubiese dicho, no tena ni idea de qupodra haberle hecho, pero bonito nohubiera sido.

    Cmo se te ocurre pensar eso?Entrecerr los ojos. No confas enm?

    No es eso, claro que s. Yconfiaba en l la mayor parte deltiempo, pero es que no te hasorprendido para nada.

    Seth suspir.Ya no me sorprende nada.Se me ocurri otra cosa.Sabes cul de tus padres era el

    mestizo?Supongo que debi de ser mi

  • padre. Mi madre era una pura de lospies a la cabeza.

    No lo saba. De nuevo, haba muchascosas que no saba de Seth. Le gustabamucho hablar de s mismo, pero era todomuy superficial. Y luego estaba tambinel mayor misterio de todos.

    Cul es tu apellido?lex, lex, lex canturre

    suavemente mientras se pona derodillas sobre la cama.

    Junt las manos al reconocer sumirada calculadora. Seguro que estaba apunto de tramar algo.

    Qu?Quiero intentar algo.Como estbamos en mi cama y Seth

  • sola ser un pervertido, mis sospechasaumentaron, y se not en mi voz.

    Como qu?Seth me ech hacia atrs hasta que

    me qued tumbada por completo. Sepuso sobre m con una ligera sonrisa ensus labios.

    Dame tu mano izquierda.Por qu?Por qu ests tan preguntona?Levant una ceja.Por qu siempre tienes que

    invadir mi espacio personal?Porque me gusta. Me dio una

    palmadita en la tripa. Y en el fondo ati tambin te gusta que lo haga.

    Cerr los labios. Estaba bastante

  • segura de que a nuestra unin le gustabaque lo hiciese. Lo poda sentir en aquelmismo instante, poco me faltaba pararonronear. An no tena claro si a m megustaba.

    Dame la mano izquierda. Volvi a ordenar. Vamos a trabajar tustcnicas de bloqueo.

    Y tenemos que darnos la mano?En mi cama, quera haber aadido.

    lex.Suspir y le di la mano.Y ahora vamos a ponernos a

    cantar?Ya te gustara. Me junt las

    piernas y puso una rodilla en cada lado. Tengo una voz estupenda.

  • Es necesario hacer esto? Laverdad es que no me apetece nadadespus de todo. Practicar tcnicas debloqueo mental requera muchaconcentracin y determinacin; doscosas que en aquel momento mefaltaban. Bueno, para ser sinceros mefaltaba concentracin cualquier da.

    Este es el mejor momento. Tussentimientos estn a flor de piel. Tienesque aprender a luchar en contra. Sethme cogi la otra mano, entrelazando susdedos con los mos. Se inclin tanto quesent su pelo rozndome las mejillas.Cierra los ojos. Imagina los muros.

    No quera cerrar los ojos teniendo aSeth sentado sobre m. Nuestra unin

  • segua creciendo da a da. Podasentirla en mi estmago, luchando porsalir a la superficie. Quera tocarle. Onuestra unin quera que le tocase.

    Seth inclin la cabeza hacia un lado.S lo que sientes. Y lo apruebo

    por completo.Me ardan las mejillas.Dioses, cmo te odio.Rio.Imagina los muros. Slidos,

    irrompibles.Me imagin unos muros de ladrillo.

    En mi mente, eran de color rosafosforito con destellos. Les pusedestellos porque as tena algo en lo queconcentrarme. Seth me dijo que la

  • tcnica, si se haca bien, poda funcionarcontra las compulsiones, pero paraemociones y sentimientos los muros nose formaban en la mente, sino en elestmago y en el corazn. Primero seformaban en mi mente y luego ibanbajando, convirtindose en la armadurade mi cuerpo.

    An puedo sentirlo dijo Sethcambiando el peso sobre m. Me dicuenta de que aquello deba de ser unamierda para l. Poda saber que seguaobsesionada con Aiden, preocupada porlo de mi padre y confundida respecto al. Y yo lo nico que poda sentir de lera cundo se pona cachondo.

    El maldito cordn de mi interior

  • mi conexin con Seth empez acanturrear, pidiendo que le prestaseatencin. Era como una mascotamolesta o como Seth. Me pregunt sipodra usar el cordn para bloquear misemociones. Abr los ojos para preguntar,pero cerr la boca.

    Seth tena los ojos cerrados ypareca estar totalmente concentrado enalgo.

    Sus prpados temblaban ligeramentey su boca formaba una perfecta lnea.Las marcas flotaban por toda su piel,movindose tan rpido que al bajarcorriendo por su cuello, metindosebajo su camiseta, los glifos parecanborrosos.

  • Mi corazn dio un vuelco, al igualque el cordn en mi interior. Intentsoltarme la mano antes de que lasmarcas llegasen a mi piel.

    Seth.Abri los ojos de golpe. Las marcas

    flotaban por toda su piel y su antebrazoirradiaba una luz parpadeante de colormbar. Luch por intentar salir dedebajo de l y alejarme del malditocordn, pero solo logr que me sujetaselas manos contra la cama. En mi interiorse desat el pnico.

    Seth!No pasa nada dijo.Pero s que pasaba. No quera que el

    cordn hiciese lo que yo saba que iba a

  • hacer. Y de hecho ya comenzaba. Elcordn mbar enlaz nuestras manos,brillando y chispeando, extendindosepor mi brazo. Me apart intentandoescapar, pero Seth me agarraba fuerte,con sus ojos fijos en los mos.

    El cordn es la energa ms pura,akasha dijo. Akasha era el quinto yltimo elemento, y solo poda sercontrolado por los dioses y el Apollyon.El tono de los ojos de Seth se ilumin.Casi parecan los ojos de un demente.Aguanta.

    No me dejaba ms opciones. Mirnuestras manos. Tembloroso, el cordnse tens y se ilumin de un color mbarbrillante. Un cordn azul se abri paso

  • bajo el cordn mbar, soltando gotas deluz incandescente sobre la colcha. Deseque la cama no empezase a arder, seraalgo difcil de explicar.

    El cordn azul suba y bajaba deintensidad, parpadeante. Me di cuenta deque era mo y ms dbil que el de colormbar. Entonces, el azul empez apalpitar. La mano izquierda me empeza arder y sent punzadas en la piel. Measust al reconocer la sensacin. Merevolv, tratando de zafarme. No queraotra runa, y la ltima vez no estuvimosunidos tanto tiempo como ahora.Aquella vez haba algo muy distinto.

    Seth, esto no Mi cuerpo searque, cortando mis propias palabras.

  • El cuerpo de Seth se tens.Por todos los diosesY entonces lo sent. Akasha

    pasando por los cordones, saliendo dem y entrando en Seth. Era como unaespecie de marca daimon, pero no dola.No aquello estaba muy bien, eraexcitante. Par de forcejear, dejando queel glorioso tira y afloja tomase elcontrol. No pensaba en nada. No tenapreocupaciones ni miedos. El dolor dela mano despareci, dejando tras de sun dolor sordo que se extenda a todo micuerpo. Para m no haba nada ms queaquello y Seth. Cerr los ojos y se meescap un suspiro. Por qu haba tenidotanto miedo?

  • Aun con los ojos cerrados poda verluz. Seth me solt la mano y cay a milado, como dormido. La cama se hundial lado de mi cabeza, donde l habaapoyado las manos. Sent su aliento enmi mejilla, como una clida brisa saladaviniendo del ocano.

    lex?Hum?Ests bien? Puso sus labios

    contra mi mejilla.Sonre.Seth rio mientras su boca buscaba la

    ma, que se abra para l.A medida que el beso se haca ms

    profundo, su pelo me haca cosquillas enlas mejillas. Sus dedos se metieron por

  • mi blusa y acariciaban la piel desnudade mi tripa. Enred mi pierna contra lasuya y nos empezamos a mover juntossobre la cama. Sus labios danzabanjuguetones por toda mi piel mientras susdedos buscaban el botn de mi pantaln.

    Un segundo despus, alguien estaballamando a la puerta.

    Alexandria?Seth se qued quieto sobre m,

    jadeando.No me fastidies. Dime que es una

    broma.Leon volvi a llamar.Alexandria, s que ests ah.Mareada, parpade varias veces. La

    habitacin poco a poco fue hacindose

  • ms clara, igual que la expresin deSeth. Estaba a punto de rerme, perome ca.

    Ser mejor que le contestes, antesde que irrumpa en la habitacin.

    Lo intent pero no pude. Tom aireprofundamente.

    S. Me aclar la garganta. S,estoy aqu.

    Hubo un silencio.Lucian requiere tu presencia

    inmediatamente. Le sigui otromomento de silencio. Tambin quiereverte a ti, Seth.

    Seth frunci el ceo y el brillo desus ojos desapareci.

    Cmo narices sabe que estoy

  • aqu?Leon simplemente lo sabe.

    Le empuj suavemente. Aprtate.Eso intentaba. Seth rod hasta

    ponerse boca arriba, pasndose lasmanos por la cara. Le mir y me levant,me senta mareada. Pas de mirar a Setha mirar mi mano cerrada que fuiabriendo poco a poco. Brillando de unazul iridiscente haba un glifo con formade grapa. Tena marcadas las dos manos.

    Se inclin sobre mi hombro.Hey, tienes otro.Le lanc un puetazo, pero se me fue

    la mano un kilmetro.Lo has hecho aposta.Seth se encogi de hombros y se

  • alis la camiseta.No te quejabas, acaso ahora s?Ese no es el tema, intil. No

    debera tener ninguna.Me mir, levantando las cejas.Mira, no lo he hecho aposta. No

    tengo ni idea de cmo ni por qu ocurre.Quiz sucede porque es lo que tiene quesuceder.

    Os estn esperando dijo Leondesde el pasillo. El tiempo es oro.

    Seth puso los ojos en blanco.Y no podan haber esperado

    otros treinta minutos o una hora?No s qu esperabas conseguir en

    ese tiempo.An segua un poco mareada y me

  • tambale ligeramente al levantarmecuando vi que tena la camisa y elsujetador desabrochados. Como podrahaber pasado?

    Seth sonri.Intent abrocharme los botones como

    pude, ponindome de todos los colores.Por dentro estaba muy cabreada conSeth, pero estaba demasiado cansadacomo para enzarzarme en una peleacontra l. Y luego estaba Lucian. Qunarices querra?

    Te has dejado uno Seth se pusode pie de un salto y abroch el botnque me quedaba sobre el ombligo. Ydeja de ponerte roja. Todo el mundo vaa pensar que no hemos estado

  • entrenando.Eso estbamos haciendo?Sonri an ms y me dieron ganas de

    pegarle en toda la cabeza. No obstanteus ese tiempo para arreglarme el pelo yalisarme la blusa. Cuando en el pasillonos encontramos con Leon creo que yaestaba ms decente.

    Leon me mir como si supieseexactamente qu haba pasado alldentro.

    Qu bien que por fin hayisvenido.

    Seth se meti las manos en losbolsillos.

    Nos tomamos los entrenamientosmuy en serio. A veces nos concentramos

  • tanto que nos cuesta volver a larealidad.

    Abr la boca de par en par. Ahora sque quera atizarle.

    Leon entrecerr los ojos mirando aSeth, se puso recto y nos hizo una sealpara que le siguiramos. Yo iba trasellos, preguntndome por qu le iba aimportar a Leon qu estuviese yohaciendo en la habitacin. Todo elmundo quera que aceptsemos lasbondades del Apollyon. Y luego pensen Aiden, y el corazn me dio un vuelco.

    Bueno, igual no todo el mundo.Una extraa sensacin se apoder de

    mi estmago. Qu acababa de pasar alldentro? Pasamos de estar hablando a

  • montrnoslo, siendo que no haba vueltoa suceder nada as desde los Catskills.Me mir las manos.

    Sucedi aquello del cordnsuperespecial.

    Me sent mal cuando mir haciaarriba y vi a Seth contonendose pasilloabajo. Las mejillas le brillaban, como siapenas pudiese contener toda la energaque flua por su interior. Yo empezaba aestar confundida. Todo aquello de latransferencia de energa al final resultestar bien, igual que lo de despus, perola cara de Aiden me persegua.

    Seth me mir por encima del hombromientras Leon abra la puerta. Fuera yaempezaba a estar oscuro, pero la sombra

  • que se vea sobre el rostro de Seth noera producto de la noche.

    Intent construir el muro a mialrededor.

    Pero no lo consegu.

  • Captulo 4

    Me senta muy cansada cuando medej caer sobre el asiento ms alejadodel escritorio de Marcus. Las escalerasfueron mortales, sin embargo agradecano tener que ir hasta la isla de al lado,donde viva Lucian. Creo que no lohubiese logrado. Solo quera hacerme unovillo y volver a la cama, a cualquierotro sitio que no fuese aquellahabitacin tan iluminada.

    Dnde est todo el mundo? pregunt Seth. Estaba detrs de m con

  • las manos en el respaldo y sus dedos,cubiertos por mi pelo, tocndome laespalda. Pensaba que el tiempo eraoro.

    Leon sonri satisfecho.Debo haberme equivocado en la

    hora.Una sonrisa cansada escap de mi

    boca mientras levantaba las piernas,cruzndolas debajo de m. Como ya hedicho, Leon era el Rey del MomentoOportuno. A lo mejor me echaba unasiesta antes de que llegasen todos.

    Cerr los ojos, apenas prestandoatencin a Leon y Seth, que intentabanmolestarse a base de comentariossarcsticos.

  • La mayora de los entrenamientosno se hacen en las habitaciones dijoLeon. O es que han cambiado losmtodos drsticamente?

    Punto de sarcasmo para Leon.Nuestros entrenamientos no son

    normales Seth hizo una pausa, sabaque haba puesto aquella horriblesonrisa. La que te daba ganas depatearle. Un Centinela no puedeacabar de entender el esfuerzo necesariopara preparar a un Apollyon.

    Punto de sarcasmo para Seth.Bostec y me acurruqu en la silla,

    apoyando la mejilla en el respaldo.Te pasa algo Alexandria?

    pregunt Leon. Ests muy plida.

  • No le pasa nada contest Seth. Nuestro entrenamiento ha sidomuy agotador. Ya sabes, muchomovimiento. Sudando, jadean

    Seth! Solt, dndole sin msremedio el tercer, cuarto y quinto puntode sarcasmo.

    Por suerte, se abrieron las puertas dela oficina de Marcus y entr un montnde gente. Primero mi to pura sangre, elDecano del Covenant de Carolina delNorte. Detrs de l, mi padrastro purasangre, Lucian, el Patriarca delCovenant de Carolina del Norte.Llevaba puesta aquella tnica blancaabsurda y su pelo negro le caa sobre laespalda, recogido con una cinta de

  • cuero.Era un hombre guapo, pero siempre

    tena cierto aire fro y falso, fuerancuales fuesen sus palabras. Estabaflanqueado por cuatro de sus Guardias,como si esperase que una horda dedaimons apareciese para chuparle todoel ter. Supongo que, dados los ltimosacontecimientos, nunca se poda sersuficientemente cuidadoso. Y detrs deellos estaban el Guardia Linard y Aiden.

    Apart la mirada y rec para queSeth mantuviese la boca cerrada.

    Marcus me mir y se sent tras lamesa, con las cejas levantadas.

    Interrumpimos tu siesta,Alexandria?

  • Nada de qu tal ests?, o mealegro de que ests viva. Si es que mequera un montn

    Leon se apart hacia la esquina ycruz los brazos.

    Estaban entrenando hizo unapausa, en su habitacin.

    Quera morirme all mismo.Marcus frunci el ceo, pero Lucian

    oh, mi querido Lucian tena una desus tpicas respuestas. Sentado en una delas sillas frente a Marcus, se estir latnica y rio.

    Era de esperar. Son jvenes y seatraen el uno al otro. No puedesculparlos por buscar algo de privacidad.

    No pude evitarlo. Busqu a Aiden

  • con la mirada. Estaba al lado de Leon yLinard, con la mirada vagando por todala sala. Me mir durante un segundo ysigui mirando hacia todas partes. Soltde golpe todo el aire que haba estadoaguantando y mir a mi to.

    Los ojos de Marcus eran comoesmeraldas, igual que los de mi madre,pero ms duros.

    Destinados o no, las reglas delCovenant tambin estn hechas paraellos, Patriarca. Y por lo que he odo, aSeth le cuesta lo suyo quedarse en suhabitacin durante la noche.

    En serio, aquello no poda ser msvergonzoso.

    Seth se inclin sobre el respaldo de

  • mi silla y baj la cabeza parasusurrarme al odo.

    Creo que nos han pillado.Aiden estaba demasiado lejos para

    haberlo odo, pero se le vea cabreado.Tanto, que Seth levant la cabeza, lemir y sonri.

    Ya no poda ms. Me puse recta yapart el brazo de Seth del respaldo demi silla.

    Es este el motivo de la reunin?Porque, en serio, preferira estardurmiendo.

    Marcus me lanz una mirada glida.De hecho, estamos aqu para

    hablar de lo ocurrido en el Consejo.El estmago se me cerr. Intent

  • poner cara de pquer, sin embargo misojos se dirigieron directamente haciaAiden. l, por su parte, no pareca estarmuy preocupado. De hecho, seguamirando fijamente a Seth.

    Hay varias cosas del viaje quenos preocupan dijo Lucian.

    Marcus asinti y, con las manos bajola barbilla, levant un dedo.

    El ataque daimon es una de esascosas. Como hemos podido comprobar,algunos daimon son capaces de planearataques.

    Entre ellos, mi madre. Ella estuvodetrs del ataque que hubo durante elverano en el Lago Lure. Fue la primeraprueba de que algunos daimons podan

  • trabajar unidos.Pero ese tipo de ataque a larga

    escala es inusitado. Marcuscontinu, mirndome. S s que tumadre insinu que algo as iba asuceder, pero lograr algo de esasdimensiones parece bastanteimprobable.

    Aiden inclin la cabeza hacia unlado.

    A qu se refiere?Creo que alguien les ayud. El

    corazn me dio un vuelco. Alguien dedentro.

    Alguien mestizo o puro?Lucian buf.Es absurdo.

  • No creo que sea totalmenteimposible dijo Leon mirando alPatriarca.

    Nadie, mestizo o puro, estaradispuesto a obedecer a un daimon Lucian junt las manos.

    Quiz no lo haga por propiavoluntad. Puede haberlo hecho bajocoaccin continu Marcus. Aunquetendra que sentirme aliviada, algorealmente feo se remova en mi interior.Y si realmente alguien les haba dejadoentrar?

    No. No poda ser as. Si lassospechas de Marcus estaban en locierto, deba haber sido bajo unacoaccin muy dura.

  • Marcus me mir.Es algo de lo que tenemos que ser

    conscientes, por la seguridad deAlexandria. Los daimons fueron porella, y puede que lo intenten de nuevo.Podran capturar un mestizo, un puro, unGuardia o un Centinela y obligarlo allevarles hasta ella. Tenemos que tenercuidado con eso.

    Me qued paralizada, y supuse queles habra pasado lo mismo a Seth yAiden. Los daimons no venan a por m.Contamos aquella mentira para quepudiese salir de los Catskillsinmediatamente despus de despusde matar al Guardia pura sangre.

    Estoy de acuerdo. La voz de

  • Aiden son totalmente tranquila,podran volver a intentarlo.

    Hablando de su seguridad. Lucian se gir hacia m. Lasintenciones del Patriarca Telly estabanmuy claras y, si llego a saber qu tenaplaneado, nunca hubiese accedido a quese celebrase aquella sesin del Consejo.Mi principal prioridad es verte a salvo,Alexandria.

    Me mov incmoda. Durante miinfancia, Lucian ni siquiera fingiinteresarse por m. No obstante, desdeque volv a finales de mayo al Covenant,actuaba como si fuese su hija prdiga.

    No me engaaba. Si no fuese lasegunda venida del Apollyon, no estara

  • all sentado. A quin pretendaengaar? Seguramente me hubiesencomido los daimons en Atlanta.

    Nuestras miradas se cruzaron. Nuncame gustaron sus ojos. Eran negros, de untono artificial el color de la obsidianay el fro. De cerca, pareca que notena pupilas.

    Me temo que el Patriarca Tellyactuaba bajo una compulsin cuandocometi el horrible acto de entregarteaquella bebida.

    Yo tambin lo sospechaba, peroescuchar aquellas palabras de su bocame dej intranquila. Como Jefe de todoslos Patriarcas, Telly tena una grancapacidad de control. De no ser por el

  • voto de la Matriarca Diana Elders,estara condenada a la esclavitud.

    Cree que volver a ir contraAlexandria? Era difcil no respondera la voz profunda y meldica de Aiden.

    Lucian sacudi su cabeza.Me gustara poder decir que no,

    pero temo que volver de nuevo. Lomejor que podemos hacer esasegurarnos de que Alexandria no semeta en problemas, as no daremos alJefe de los Patriarcas excusa algunapara que la esclavice.

    Varios pares de ojos me miraron.Aguant otro bostezo y levant labarbilla.

    Intentar no hacer ninguna locura.

  • Marcus levant una ceja.Sera un bonito cambio.Le mir y frot la palma de mi mano

    sobre la rodilla. An senta algo raro enla piel, me cosquilleaba.

    Hay algn mtodo msproactivo? pregunt Seth apoyndoseen mi silla. Creo que todos estamosde acuerdo en que Telly volver aintentar algo. No quiere que lexDespierte. Nos tiene miedo.

    A ti te tiene miedo murmur,y volv a bostezar.

    Como respuesta, Seth inclin misilla hacia atrs, obligndome aagarrarme con fuerza a losreposabrazos. Me sonri, acorde con sus

  • siguientes palabras.Casi logra tenerla. Le falt un

    nico voto para ponerla en laservidumbre. Quin dice que noinventar algo en su contra para cambiarel voto a su favor?

    Diana nunca comprometera suposicin por servir a Telly y sus deseosdijo Marcus.

    Guau, lo sabes de primera mano?Marcus ignor mi comentario.Qu sugieres, Seth?Seth se apart de mi silla y se puso a

    mi lado.Qu os parece despojarlo de su

    puesto? As ya no tendra poder alguno.Lucian mir a Seth con cara de

  • aprobacin y podra jurar que Sethbrill un poco. Como si acabase de traera casa las notas, con un diez en todo, yestuviese a punto de ser recompensado.Raro. Raro y realmente extrao.

    Ests sugiriendo dar una especiede golpe de Estado? Que nosrebelemos contra el jefe de losPatriarcas? Marcus mostr a Luciansu escepticismo. No tienes nada quedecir?

    No me gustara formar parte dealgo as, pero Telly, el jefe de losPatriarcas, est anclado en los viejostiempos. Sabes que lo que ms desea esque volvamos a ser una sociedad aparterespondi Lucian con calma. Es

  • capaz de llegar a cualquier extremo paraproteger aquello en lo que cree.

    Y exactamente, qu es en lo quecree? pregunt. El cuero hizo unossonidos poco atractivos al volver ahundirme en la silla.

    A Telly le encantara que notuvisemos relacin alguna con losmortales. Si por l fuera, no haramosnada ms que dedicarnos a los dioses Lucian se pas una mano por la tnica. Cree que el Consejo tiene queproteger el Olimpo, en lugar dellevarnos hacia el futuro por el buencamino.

    Y nos ve como una amenaza hacialos dioses dijo Seth cruzando los

  • brazos. Sabe que no puede venir a porm, pero lex es vulnerable hasta queDespierte. Hay que hacer algo con l.

    Hice una mueca.No soy vulnerable.Claro que s. Los ojos de Aiden

    estaban grises como el acero cuando memir. Si el Patriarca Telly en verdadcree que Seth puede ser una amenaza,intentar sacarte a ti de la ecuacin.Tiene el poder suficiente como parahacerlo.

    Lo entiendo, pero Seth no sevolver loco contra el Consejo. Nointentar conquistar el mundo cuando yoDespierte. Le mir. Verdad?

    Seth sonri.

  • T estars a mi lado.Le ignor y me abrac las rodillas.Telly no puede apartarme solo

    porque crea que puede haber unaamenaza. Pens en mi padre. Sabasin duda que l tambin estaba detrs deaquello. Tiene que haber algo ms.

    Telly vive para servir a los diosesdijo Lucian. Si siente que puedenestar amenazados, no necesita otrarazn.

    Acaso usted no vive para servira los dioses? pregunt Leon.

    Lucian apenas le mir.Claro que s, pero tambin estoy

    para servir a los intereses de mi pueblo.Marcus se frot una ceja,

  • preocupado.Telly no es nuestra nica

    preocupacin. Tambin lo son lospropios dioses.

    S. Lucian asinti. Tambintenemos presente el tema de las furias.

    Me pas la mano por la frente,obligndome a concentrarme en laconversacin. Que me hubiesen invitadoa participar era algo bastanteimportante, as que supuse que deberaprestar algo ms de atencin y dejar loscomentarios sarcsticos.

    Las furias solo atacan cuandoperciben una amenaza hacia pura sangrey dioses explic Marcus. Suaparicin en los Covenants antes del

  • ataque daimon no fue ms que un actocautelar de los dioses. Era un aviso deque, si no podemos mantener a losdaimons bajo control, o si nuestraexistencia acaba siendo revelada a losmortales por culpa de los daimons,respondern. Y cuando los daimonsatacaron el Covenant, soltaron a lasfurias. Pero ellas fueron a por ti, lex.Aunque haba daimons contra los quepodan haber luchado, te vieron a ticomo su mayor amenaza.

    Las furias atravesaron al daimon y aun inocente como si nada justo antes delasedio daimon, y vinieron a por m. Novoy a mentir, nunca en mi vida habaestado tan asustada.

  • Volvern aadi Leon. Es sunaturaleza. Quiz no inmediatamente,pero lo harn.

    La cabeza me daba vueltas.Eso pensaba yo, aunque no he

    hecho nada malo.Existes, cario. Eso es todo

    cuanto necesitan dijo Lucian. Y teres la ms dbil de los dos.

    Tambin la que ms dormida estaba.Si vuelven, yo las destruir dijo

    Seth.Buena suerte. Cerr los ojos,

    descansndolos de tanta luz. Sedesvanecern y luego, simplemente,volvern.

    No si las mato.

  • Con qu? pregunt Aiden.Son diosas. No hay ningn arma hechapor el hombre ni por un semidis que laspueda matar.

    Cuando abr los ojos, Seth estabasonriendo.

    Akasha dijo. Acabar conellas para siempre.

    Ya, pero todava no dispones deese poder dijo Leon, con la mandbulatensa.

    Seth simplemente sigui sonriendohasta que Lucian se aclar la garganta yhabl.

    Yo no llegu ver a las furias. Tuvoque ser algo digno de presenciar.

    Eran hermosas dije. Todos se

  • giraron hacia m, al principio. Luegocambiaron. Jams haba visto algoparecido. Aunque bueno, una dijo queTnatos no estara contento con su vueltacuando acab con ellas. Dijo algosobre el camino que haban elegido losPoderes y que yo sera su herramienta.El orculo tambin dijo algo por elestilo antes de desvanecerse.

    Quines son Los Poderes? pregunt Leon.

    Aiden asinti.Buena pregunta.Eso no tiene que preocuparnos,

    las furias s contest Lucian haciendoun gesto de desprecio con la mano.Igual que Telly, se mueven por antiguos

  • temores. Las furias son leales a Tnatos.Si las furias vuelven, me temo queTnatos no estar muy lejos.

    Marcus dio un manotazo sobre lamesa de caoba.

    No puedo tener a los diosesatacando la escuela. Tengo cientos deestudiantes que mantener a salvo. Lasfurias no miran a quin matan.

    No mencion ni una sola vez lanecesidad de mantenerme a salvo.Dola. Puede que estuvisemosemparentados, pero no nos converta enfamilia de verdad. Marcus no me habasonredo ni una sola vez. No mequedaba nadie. Aquello haca que llegarhasta mi padre fuese lo ms importante.

  • Sugiero que llevemos a lex a unlugar seguro dijo Lucian.

    Qu? dije soltando un gallo.Lucian me mir.Las furias saben que pueden

    buscarte aqu. Tenemos que llevarte a unsitio seguro.

    Seth se sent en el brazo de mi silla,cruzando las piernas por los tobillos.Nada de aquello pareca sorprenderle.

    Le di unos golpecitos en la espaldapara que me prestase atencin.

    T sabas algo de esto? susurr.

    No contest.Con mi mirada le asegur que

    despus tendramos una pelea, y de la

  • buenas. Seth podra haberme al menosconsultado.

    Aiden frunci el ceo.Y dnde la llevarais?Volv a mirarle. Mi pecho se encogi

    cuando, por un momento, nuestrasmiradas se cruzaron. En aquel instante,si me concentraba mucho, poda sentirde nuevo sus brazos a mi alrededor. Noera lo mejor que poda pensar en aquelmomento, con todo el mundo hablandode mi futuro como si yo ni siquieraestuviese presente.

    Cuantos menos lo sepan, mejor respondi Lucian. Estar bienprotegida por mis mejores Guardias ySeth.

  • Marcus pareci pensrselo.As no tendramos que

    preocuparnos de que las furias nosatacasen aqu. Me mir cauteloso.Pero si deja el Covenant ahora, no podrgraduarse y convertirse en Centinela.

    El estmago me dio un vuelco.Entonces no puedo marcharme.

    Tengo que graduarme.Lucian sonri, y me dieron ganas de

    pegarle un puetazo.Cario, ya no tienes que

    preocuparte por convertirte enCentinela. Vas a ser un Apollyon.

    Me da igual! Ser un Apollyon noes lo que yo quiero hacer en la vida!Necesito ser Centinela. Es aquello que

  • siempre he querido. Aquellaspalabras me marcaron. Lo que siemprequise fue tener una eleccin. Enrealidad, ser Centinela era la mejor dedos malas opciones.

    Tu seguridad es ms importanteque tus deseos. La voz de Lucian eradura, me record a cuando de niaentraba a una habitacin donde no debao me atreva a hablar cuando no metocaba. Aquel era el Lucian de verdad,el que asomaba por detrs de sufachada.

    Nadie ms se dio cuenta.Apret las piernas hasta que me

    dolieron.No. Tengo que convertirme en

  • Centinela. Mir a Seth pidiendoayuda, pero de repente pareci estarmuy interesado en la punta de sus botas. No lo entendis. Los daimons mearrebataron a mi madre y la convirtieronen un monstruo. Mirad qu me hicieron!No. Intent respirar, ya que estaba apunto de quedarme sin aire. Adems,da igual dnde me llevis, porque lasfurias me encontrarn. Son dioses! Nopuedo esconderme para siempre.

    Lucian me mir.Eso nos dar algo de tiempo.Estaba muy enfadada, tanto que casi

    me ca de la silla.Tiempo hasta que Despierte? Y

    entonces qu? No te importa lo que me

  • ocurra entonces?Tonteras dijo Lucian. No

    solo tendrs poder, sino que Seth podrprotegeros a los dos.

    No necesito que Seth me proteja!Seth me mir por encima del

    hombro.T s que sabes hacerme sentir

    til.Cllate le solt. Ya sabes a

    qu me refiero. S luchar. He matadodaimons, he luchado contra las furias yhe sobrevivido. No necesito que Sethcuide de m como si fuese mi niera.

    Leon salt.S, necesitas una niera, pero

    dudo que Seth est cualificado para ello.

  • Aiden tosi, pero ms bien parecaahogar una risita.

    Crees que t puedes hacer mejorel trabajo? le pregunt Seth como sinada, aunque yo saba que estaba tenso yque no le estaba preguntando a Leon enrealidad. Porque te invito a que lointentes aadi.

    Los ojos de Aiden cambiaron de grisa plateado. Sus labios se inclinaron enuna media sonrisa cuando sus ojos secruzaron con los de Seth.

    Creo que todos sabemos larespuesta.

    Abr la boca de par en par.Seth se puso recto. Antes de que

    pudiese decir algo, que seguramente no

  • sera bonito, me levant.No puedo dejar el Unos

    puntitos brillantes bailaron frente a misojos y todo empez emborronarse. Elestmago me daba vueltaspeligrosamente.

    WooowEn un segundo tuve a Seth a mi lado,

    cogindome de la cintura con un brazo.Ests bien? Me volvi a sentar

    en la silla. lex?S respir, levantando la cabeza

    lentamente. Todos me miraban. Aidenhaba dado un paso al frente, estaba conlos ojos bien abiertos. Las mejillas meardan. Estoy bien, en serio. Soloestoy cansada.

  • Seth se arrodill junto a m,cogindome la mano.

    Lleva resfriada toda la semana.Se ha resfriado? Lucian hizo

    una mueca. Eso es muy de mortal.Le mir con odio.Pero si los mestizos no se

    ponen enfermos dijo Marcus,mirndome fijamente.

    Bueno, pues eso dselo a la cajade pauelos con la que he estadoviviendo. Me pas los dedos por elpelo. Que ya estoy bien, en serio.

    Marcus se puso de pie.Creo que ya es suficiente por hoy.

    Estamos todos de acuerdo en que, demomento, no hay nada que decidir,

  • verdad?Lucian, que haba permanecido en

    silencio, asinti.La discusin acab y me dieron una

    prrroga momentnea. No me ira delCovenant en aquel momento, pero nopoda quitarme de encima la horriblesensacin de que, al final, la decisin nosera ma.

  • Captulo 5

    La maana siguiente me queddormida y me perd las dos primerasclases. No estuvo mal, la verdad, ya queno tuve que enfrentarme a Oliviadespus de haber intentado ahogarla elda anterior, pero segua estandocansada desde la otra noche. La pausaque tuve antes de las clases de la tarde,la pas discutiendo con Seth.

    Qu pasa contigo? Ech lasilla hacia atrs.

    Ya te lo he dicho. Mir a mi

  • alrededor, haba muy poca gente en lasala comn. Mucho mejor que comer enla cafetera, con todo el mundomirndonos. S que t conocas elplan de Lucian para meterme en elPrograma de Reubicacin de Apollyons.

    Seth gru.Bueno. Vale. Puede que

    mencionase algo. Y qu? No es malaidea.

    Claro que es mala idea, Seth.Tengo que graduarme, no queesconderme. Mir mi bocadillo fro,que apenas haba tocado. Me dio unvuelco el estmago. No voy a huir.

    Se apoy en la silla y puso losbrazos detrs de la cabeza.

  • Lucian solo piensa en tu bien.Oh, dioses. No empieces a decir

    mierdas de Lucian. No lo conoces comoyo.

    La gente cambia, lex. Puede queantes fuese un absoluto imbcil, pero hacambiado.

    Le mir, y de repente me di cuentade que no tena ni idea de qu hacadiscutiendo con l. Dej caer loshombros.

    Y qu ms da?Seth frunci el ceo.A qu te refieres?Nada. Juguete con la pajita.Se ech hacia delante y cogi mi

    plato.

  • Tienes que comer ms.Gracias, pap le solt.Puso las manos arriba y volvi a

    apoyarse en la silla.Calma, conejita.De todos modos, todo esto es

    culpa tuya.Seth resopl.Por qu es culpa ma?Arrugu la frente.Nadie quiere matarte, no obstante

    eres t quien tiene el potencial parapoder acabar con toda la CorteOlmpica. Pero todo el mundo estcomo, Vamos a matar a la que no esthaciendo nada!, y mientras tanto, tpodras irte dando saltitos bajo el sol

  • mientras yo estuviese muerta.Volvi a hacer una mueca.No podra irme dando saltitos si

    estuvieses muerta. Estara triste.Estaras triste porque no seras el

    Asesino de Dioses. Cog el bocadilloy, lentamente, le di la vuelta. Oliviame odia.

    lexQu? Mir hacia arriba. Me

    odia, porque dej que Caleb muriese.Suspir, y me entraron unas ganas

    repentinas de llorar. Ya era oficial:estaba totalmente desquiciada.

    Ya lo s. Le echo de menos.Has intentado hablar con ella?

    dijo abriendo mucho los ojos. Seal el

  • bocata. Come.Gru y le di un enorme mordisco.Seth levant una ceja.Tenas hambre o qu?Tragu. La comida me hizo un nudo

    en el estmago.No.Estuvimos unos minutos sin hablar.

    Sin querer, gir la mano izquierda y mirla runa con forma de grapa, que brillabalevemente.

    Lo hiciste lo hicistequeriendo?

    El qu? La runa? Me cogi lamano palma arriba. No, no lo hiceaposta. Ya te lo he dicho.

    No lo s. Pareca como si

  • estuvieses totalmente concentradocuando ocurri.

    Me estaba concentrando en tusemociones Seth pas el pulgaralrededor del glifo, casi tocndolo.No te gusta, verdad?

    No susurr. Otra marcasignificaba estar un paso ms cerca deconvertirme en otra persona, otra cosa.

    Es algo natural, lex.Pues no lo parece. Le mir a

    los ojos. Qu significa este?Fuerza de los dioses contest,

    sorprendindome. El otro significavalor del alma.

    Valor del alma? Re. Eso notiene sentido.

  • Me agarr la mueca con el pulgar,como tomndome el pulso.

    Son las primeras marcas quereciben los Apollyons.

    Mi mueca pareca pequea en sumano, incluso frgil.

    Las tuyas aparecieron pronto?No.Suspir.Qu qu pas entre nosotros la

    otra noche?Puso una sonrisa juguetona.Bueno, un to dira que estuvimos

    enrollndonos.No me refera a eso. Solt la

    mano y frot la palma contra el borde dela mesa. La sent; la energa o como

  • quieras llamarla, saliendo de m yentrando en ti.

    Te doli?Negu con la cabeza.La verdad es que me gust.Ensanch la nariz, como si estuviese

    oliendo algo que le gustase. Entonces,sin previo aviso, se inclin sobre lamesa que nos separaba, me agarr de lasmejillas y acerc mi boca a la suya. Fueun beso suave, clido, pero raro. Elbesuqueo de la otra noche no contaba, oal menos yo me haba convencido deello. As que ese era el primer beso deverdad desde los Catskills, y en pblico.Y yo an tena el bocata en la manoderecha. As que, s, era raro.

  • Seth se apart, sonriendo.Entonces creo que tendremos que

    hacerlo ms a menudo.Las mejillas me ardan, saba que la

    gente nos estaba mirando.Besarnos?Rio.Me gusta lo de besarnos ms,

    aunque me refera a lo que pas anoche.De la nada, me entr un miedo

    repentino.Por qu? Sentiste algo?Levant una ceja.Oh, y tanto que sent algo.Respir profundamente y solt el

    aire lentamente.Me refiero a cuando me estabas

  • agarrando la mano y apareci la marca.Sentiste algo?

    Nada de lo que parece quequieras que hable.

    Dioses. Apret el bocata. Unasenormes gotas de mayonesa cayeronsobre el plato. No s ni qu hagohablando contigo.

    Seth exhal lentamente.Tienes sndrome premenstrual o

    algo? Porque tus cambios de humor mematan.

    Me qued mirndolo un instante,pensando wow, en serio ha dichoeso?. Entonces ech el brazo haciaatrs y le tir el bocadillo. Hizo un ruidosordo al impactarle en medio del pecho,

  • pero aquello que me hizo sonrer deverdad fue la cara que puso al saltar dela silla. Su cara reflejaba una mezcla deincredulidad y asco mientras se sacudade los pantalones trozos de lechuga yjamn.

    No haba ms que unas pocaspersonas en la sala comn, sobre todopura sangres ms jvenes, todos ellosmirndonos, con los ojos de par en par.

    Tirarle un bocata al Apollyonseguramente no era algo que hacer enpblico.

    Pero no pude evitarlo. Me re.Seth levant la cabeza. Sus ojos eran

    de color ocre encendido y enfadado.Te ha hecho sentir mejor?

  • Me lloraban los ojos de tanto rer.S, un poco s, la verdad.Bien, pues cancelamos el

    entrenamiento de hoy despus de lasclases. Tens la mandbula y se pusorojo. Descansa un poco.

    Puse los ojos en blanco.Como quieras.Seth abri la boca para decir algo,

    pero no lo hizo. Se sacudi los ltimostrozos de jamn y queso, se dio la vueltay se march. An no poda creer queacabase de lanzarle mi comida a Seth.Pareca demasiado, incluso para m.

    Pero haba sido gracioso.Me re para mis adentros.Vas a limpiar todo eso?

  • Me sobresalt y mir hacia arriba.Linard sali de detrs de una columna,mirando la que haba liado en el suelo.

    Me vigilas o algo por el estilo?Sonri tenso.Estoy aqu para asegurarme de

    que ests a salvo.Y eso no es siniestro ni nada.

    Me levant de la silla y cog unaservilleta. Recog cuanto pude, pero lamayonesa se haba pegado a la moqueta. Ha sido idea de Lucian?

    No. Junt las manos a laespalda. Fue una peticin del DecanoAndros.

    Me qued de piedra.En serio?

  • En serio respondi. Deberasirte. La siguiente clase empieza dentrode nada.

    Asent como ausente, tir la basura ycog mi bolsa. La orden de Marcus mesorprendi. Esperaba que Lucianmandase a sus Guardias tras de m, yaque no quera que le pasase nada a suquerido Apollyon. Igual no ledesagradaba tanto a Marcus comopensaba.

    Linard me sigui fuera de la sala, auna distancia discreta. Me recordaba alda en que compr los barcos de guiarespritus que Caleb y yo soltamos en elmar. El recuerdo me encogi el corazny empeor mi mal humor. Durante el

  • resto de clases estuve totalmente zombi.Me cambi rpidamente para

    ponerme la ropa de entrenar y entr enclase de lucha callejera. El instructorRomvi pareca extraamente encantadocon mi presencia.

    Solt la bolsa y me apoy en lapared, haciendo como que no meimportaba el hecho de que no tuviese anadie con quin hablar. La ltima vezque estuve en aquella clase, Calebsegua vivo.

    Apret los labios y mir hacia lapared donde guardaban todas las armas.Me haba acostumbrado tanto a la salamientras entrenaba con Aiden, que casime pareca estar en casa. Al lado de la

  • pared, con las cosas de matar daimons,Jackson sonri al decirle algo unmestizo. Entonces, me mir y sonrichulesco.

    Hubo un tiempo en que me gustaba,sin embargo en algn momento entre quemi madre asesinara a los padres de sunovia si es que an segua con Leay la ltima vez que me enfrent a l, dejde admirarle.

    Le mantuve la mirada hasta que laapart. Entonces segu mirandoatentamente a mi alrededor. Oliviaestaba al lado de Luke, sujetndose elpelo en una coleta. Tena moratones porel cuello. Me mir las manos. Los tenapor mi culpa.

  • Dioses, en qu estara pensando?Me atraves un sentimiento de culpa yvergenza. Cuando alc la vista, Lukeme estaba mirando. Su mirada no erahostil ni nada, simplemente triste.

    Apart la mirada y me mord ellabio. Echaba de menos a mis amigos. Yechaba mucho de menos a Caleb.

    La clase comenz rpidamente y,aunque estaba cansada, lo di todo. Meemparejaron con Elena para una serie deagarres. Al ir repasando las tcnicas,pude por fin poner la mente en blanco.All, entrenando, poda no pensar ennada. No exista el dolor, ni la prdida,no haba un destino contra el que lucharni un padre al que salvar. Supuse que

  • aquello era lo que significaba ser unCentinela. Cuando tuviese que salir acazar, no tendra que pensar en nada msque en localizar daimons y matarlos.Quiz aquella era la razn real de quererser Centinela, porque as podracontinuar con mi vida y hacer qu?Matar. Matar. Y matar ms.

    En el fondo no era aquello quequera. Y me estaba dando cuenta aaquellas alturas?

    A pesar de notarme lenta, era unpoco ms rpida que Elena. Cuandopasamos a los placajes y giros, queconsistan en tirar al otro al suelo ytratar de zafarse, logr mantenerla sujetacontra el suelo, pero poco a poco me fui

  • desinflando.Logr soltarse y, con un movimiento

    de cadera, me tumb en el suelo, deespaldas. Me mir y arrug la frente.

    Te encuentras bien? Ests muyplida.

    Necesitaba buscar cuanto antes enGoogle cunto tiempo duraban losefectos de un resfriado, porque estabaempezando a molestarme. Solo querameterme en la cama. Antes de poderresponder a Elena, el Instructor Romviapareci detrs de nosotras. Aguant ungruido.

    Si puedes hablar es que no estsentrenando lo suficiente. Los ojosplidos de Romvi eran como glaciares.

  • Le encantaba aterrorizarme en clase;estaba bien segura de que me habaechado de menos. Elena, fuera de lacolchoneta.

    Se puso de pie y se ech a un lado,dejndome con el Instructor. A nuestroalrededor, el resto de estudiantesluchaban entre ellos. Me puse de pie yequilibr mi peso, me preparmentalmente para aquello que fuese queiba a hacerme. Me di la vuelta con lasmanos en las caderas.

    Me puso las manos sobre el hombro.En la guerra, uno nunca debe dar

    la espalda.Me solt de su agarre y me puse

    frente a l.

  • No saba que estbamos en laguerra.

    Algo brill en sus ojos.Siempre estamos en la guerra,

    sobre todo en mi clase. Me mir,apuntndome con su nariz aguilea, algotpico, ya que l era un pura sangre quehaba sido Centinela. Y por cierto,qu bien que hayas decidido unirte anosotros, Alexandria. Empezaba a creerque pensabas que no necesitabasentrenar.

    Me vinieron muchas posiblesrespuestas a la mente, pero erasuficientemente lista como para no soltarnada.

    Pareci decepcionado.

  • He odo que luchaste en el asediodaimon.

    Saba que cuantas menos palabrasdijese, menos posibilidades tena de queme acabasen pateando el culo, as quesimplemente asent con la cabezamientras me imaginaba un Pegasoaterrizando en su cabeza y mordindoleel cuello.

    Tambin luchaste contra las furiasy sobreviviste. Solo los verdaderosguerreros logran algo as.

    Mir de reojo hacia el lugar dondeestaban Olivia y Luke, me mirabandesde un extremo de la sala. Cuntasveces habamos acabado en aquellaposicin? Aunque ahora era distinto,

  • porque Caleb sola estar con ellos.Alexandria?Me concentr en l, avergonzada por

    dentro. Nunca deba apartar los ojos deRomvi mientras hablaba.

    S, luch contra las furias.Sus ojos brillaron interesados.Ensame qu hiciste.Me pill desprevenida y di un paso

    atrs.A qu se refiere?Una media sonrisa apareci en su

    boca.Ensame cmo luchaste contra

    las furias.Me humedec los labios, nerviosa.

    No tena ni idea de cmo luch contra

  • ellas y logr sobrevivir, solo saba quetodo se puso de color mbar, como sialguien hubiese vertido pintura de esecolor sobre mis retinas.

    No lo s. Todo ocurri muyrpido.

    No lo sabes. Levant la mano yla manga de su camiseta tipo tnica cayhacia abajo, revelando su tatuaje de laantorcha boca abajo. Me parecedifcil de creer.

    Durante un segundo tuve un lapso decordura.

    De qu es ese tatuaje?Abri la boca de par en par y supuse

    que entonces me atacara. No obstanteno lo hizo.

  • Jackson!Se acerc corriendo, par y puso las

    manos sobre sus estrechas caderas.Seor?Romvi segua mirndome fijamente.Quiero que luchis.Vi que Jackson sonrea. Usando a

    Jackson, Romvi quera que le mostraracmo pude luchar contra las furias ysobrevivir. Daba igual contra quienluchase; no poda ensear lo que nosaba.

    Segn Romvi se marchaba hacia unlateral, par y le susurr algo a Jackson.Fuera lo que fuese, le hizo sonrer antesde asentir.

    Me pas una mano por la frente,

  • aminor el ritmo de mi respiracin eintent ignorar los leves temblores demis piernas. Incluso cansada, era capazde ganar a Jackson. Era un buenluchador, aunque yo era mejor. Tena queser mejor.

    Al final de esta clase te va a dolertodo fanfarrone Jackson mientras secruja los nudillos.

    Levant una ceja y