DEMOCRACIA Y FORMACIÓN CIUDADANA EN LA IED VENECIA …

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DEMOCRACIA Y FORMACIÓN CIUDADANA EN LA IED VENECIA NUEVO MUZÚ Michael Giovanny Benavides Carrillo Director: Jorge Orlando Blanco Suárez Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de Ciencias y Educación Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales Bogotá D. C Marzo de 2020

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DEMOCRACIA Y FORMACIÓN CIUDADANA EN LA IED VENECIA NUEVO

MUZÚ

Michael Giovanny Benavides Carrillo

Director:

Jorge Orlando Blanco Suárez

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Ciencias y Educación

Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales

Bogotá D. C

Marzo de 2020

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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 4 Justificación 9 Metodología 10

ESTADO DEL ARTE 15 Formación ciudadana en la escuela: Una revisión desde la Ley 115 hasta la actualidad. 15

Análisis de contenido. 19 La formación ciudadana en la actualidad... 2004-2018. 25

MARCO TEÓRICO 33 La democracia y la política 34 Formación ciudadana y ciudadanía. 35 Paideia democrática como formación política 36

Las habilidades comunicativas y la deliberación 39 La comunicación y la deliberación en el aula 40

Representaciones sociales 42 Perspectiva pedagógica 44

El constructivismo en el aula de clase. 45 La problematización y el aprendizaje activo. 46

Capítulo 3. 48

REPRESENTACIONES DE LA DEMOCRACIA Y LA POLÍTICA EN LA IED VENECIA NUEVO MUZÚ 48

Representaciones institucionales frente a la Democracia, la Política y la Ciudadanía 48 Análisis documental del manual de convivencia. 49 Las entrevistas a los docentes. 56 Las representaciones de los estudiantes de 503 y 602 64

Capítulo 4. 85

SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA: PROPUESTA DE FORMACIÓN POLÍTICA EN LA IED VENECIA NUEVO MUZÚ 85

Formación ciudadana y ciudadanía en la escuela 86 ¿Qué aporta abordar pedagógicamente las representaciones sobre los conceptos de Democracia y Ciudadanía en la escuela? 86 Elementos necesarios para el abordaje de la Democracia y la Política en la escuela 90

La problematización de representaciones sociales como herramienta didáctica para la Formación Ciudadana94

Ejercicio de la política en el aula de clases 94 Adecuación didáctica de los contenidos 100 La planeación docente 104

Aportes de la práctica pedagógica a la formación de docentes en la Licenciatura en Ciencias Sociales (LECS) 105

3

Conclusiones 109

Referencias Bibliográficas 113

ANEXOS 117

4

INTRODUCCIÓN

La Constitución Política de 1991 se construyó bajo la necesidad de llevar a cabo una

transformación profunda de la sociedad colombiana y de sus instituciones con miras a abrir

caminos para democratizar los distintos aspectos de la vida social, entre ellos la educación.

En este marco, se formula la ley 115 de 1994 (Ley General de Educación), que sustenta el

ejercicio formativo en la escuela en valores como la tolerancia, el respeto y la libertad. En el

artículo 5º correspondiente a los fines, la ley especifica que una de las metas es “2. La

formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios

democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el

ejercicio de la tolerancia y de la libertad” y más adelante, en el artículo 13, correspondiente

a los objetivos comunes a todos los niveles de formación, menciona que la educación debe

“Propiciar el conocimiento y comprensión de la realidad nacional para consolidar los

valores propios de la nacionalidad colombiana tales como la solidaridad, la tolerancia, la

democracia, la justicia, la convivencia social, la cooperación y la ayuda mutua”.

Es debido a esto que en la escuela se hace necesario pasar de la educación de

urbanidad y buenos modales, y la educación de cívica a una formación ciudadana que

permita el desarrollo y la consolidación de esos valores democráticos a los que hace

referencia la ley 115.

A partir de estas transformaciones en la estructura institucional, se desarrollan

distintos proyectos de formación en distintas instituciones escolares. Resaltan Díaz, V,

Azocar J. (2006) que, estos proyectos hacen evidente una multiplicidad de miradas en

cuanto a lo que es la formación ciudadana, sus contenidos y sus formas. Así, los autores,

identifican 4 tendencias que se asumen como formación ciudadana: “la educación cívica, la

5

educación en democracia y para la democracia, la construcción de cultura democrática y la

educación ética y en valores” (2006, p.p.17-18).

La revisión de estas miradas lo que pone en evidencia es que se despoja a la

formación ciudadana de su componente de formación política una vez que se limita esta al

seguimiento de un manual de convivencia o a la resolución de conflictos escolares. Esta

dificultad desvía la discusión de lo político, y en específico, de lo democrático, y nos deja

frente a una formación ciudadana vaciada de contenido y formas que permitan la formación

de imaginarios que guíen las prácticas democráticas en la escuela.

De este modo, al no poseer una postura clara frente a la democracia y la ciudadanía,

se limitan los escenarios de participación y no se concibe al estudiante como ciudadano.

Esto se puede evidenciar en lo que algunas escuelas entienden como participación

ciudadana: votar por un representante en una escenificación de elecciones que realiza la

institución (Jordi Romero, comunicación personal, 28 de mayo 2019)

Frente a esta problemática, se hace necesario plantear un proyecto de formación

ciudadana que la conciba como un proceso de formación política destinado a la reflexión

sobre la vida en común y la construcción significaciones y prácticas democráticas en la

escuela.

Esta propuesta parte de concebir al estudiante como un agente activo y reflexivo en la

construcción de sociedad. Desde allí se hace necesario plantearse el interrogante por cómo

desde las representaciones de Democracia y Política presentes en la escuela, se puede

construir una propuesta de formación política que responda a la necesidad de problematizar y

reflexionar estas representaciones. Para esta finalidad, se realizó esta investigación dentro de

la Institución Educativa Distrital Venecia Nuevo Muzú, ubicada en la localidad de Tunjuelito.

Aunque no toda propuesta de formación ciudadana tiene de fondo una concepción de la

6

democracia y sus valores, se indaga por las representaciones que poseen tanto la institución

como los estudiantes sobre la democracia y la política.

Esto con el fin de responder a la siguiente pregunta de investigación ¿Cómo a través

de la problematización de las representaciones de democracia y política que construyen los

estudiantes de los grados 503 y 602 de la Institución Educativa Distrital Venecia Nuevo

Muzú, se puede desarrollar una propuesta de formación política que permita el

fortalecimiento de habilidades reflexivas, comunicativas y deliberativas en torno a la

ciudadanía?

En función de lo anterior, el objetivo general es: analizar la manera en que a través de

la problematización de las representaciones de democracia y política que construyen los

estudiantes de los grados 503 y 602 de la Institución Educativa Distrital Venecia Nuevo

Muzú, se puede construir una propuesta de formación política que permita el fortalecimiento

de habilidades reflexivas, comunicativas y deliberativas en torno a la ciudadanía. Y como

objetivos específicos se plantean: a). Caracterizar las representaciones que posee la IED

Venecia Nuevo Muzú alrededor de la formación ciudadana; b). Identificar las

representaciones de lo democrático y la política que construyen los estudiantes de los grados

503 y 602 de la IED Venecia Nuevo Muzú y, c). Desarrollar una propuesta pedagógica de

formación política que por medio de la problematización de las representaciones de la

democracia y la política que construyen los estudiantes de los grados 602 y 503 permita

fortalecer las habilidades reflexivas, comunicativas y deliberativas en torno a la ciudadanía.

En el presente informe, se presenta en un primer momento el diseño metodológico de

la investigación. Seguido a esto, se presenta el estado del arte en torno la forma como la

escuela ha venido trabajando la formación ciudadana desde la formulación de la Ley General

7

de Educación en 1994, hasta el 2018. La revisión documental consta de 14 investigaciones

que hacen parte de las bases de datos del Instituto para la Investigación Educativa y el

Desarrollo Pedagógico (IDEP), la Universidad Distrital y la Universidad Pedagógica

Nacional.

El estado del arte, se divide en dos partes: la primera sección, retoma la

categorización de la formación ciudadana propuesta por Alexis Vladimir Pinilla Díaz y Juan

Carlos Torres Azocar en el estado del arte titulado De la educación para la democracia a la

formación ciudadana: una década de incertidumbres, en donde los autores plantean que se ha

entendido la formación ciudadana como: (a). La educación cívica, (b). La educación en

democracia y para la democracia, (c). La construcción de cultura democrática y (d). La

educación ética y en valores (2006, pp.17-18). Desde esta categorización, se clasifican las

investigaciones realizadas entre 1994 y 2004.

La segunda parte titulada La formación ciudadana en la actualidad... 2004-2018,

consiste en el desarrollo de 3 nuevas categorías que surgen a partir de la revisión de

investigaciones realizadas entre 2004 y 2018. En estas, se entiende la formación ciudadana

como: (e). La perspectiva escuela-ciudad-escuela, (f). La perspectiva enfocada en la

enseñanza de los derechos humanos y (g). La formación ciudadana como formación política. 1

Seguido a esto, se plantea el marco teórico partiendo de los postulados de la filosofía

política de Cornelius Castoriadis. En el apartado La democracia y la política se construyen

las categorías de política y democracia, seguido a esto, se plantea la discusión frente a la

Formación ciudadana y ciudadanía. Con base en estos planteamientos, en el apartado La

paideia democrática como formación política, se construye un concepto propio de lo que

1 Aunque en la perspectiva de enseñanza en y para la democracia se evidencia el abordaje de los derechos humanos, no se explicita el papel central de estos en la propuesta de formación como sí se hace en la perspectiva enfocada en la enseñanza de los derechos humanos

8

se entiende por formación política y se establece lo que se considera como habilidades

comunicativas, pensamiento reflexivo y deliberación, esto con el propósito de esclarecer la

postura teórica y política asumida a la hora de llevar a cabo la investigación y la intervención

pedagógica. Seguido a esto se expone el concepto de representación social usado en la

investigación y la perspectiva pedagógica que sustenta la intervención.

El capítulo 3 se titula Representaciones de la política y la democracia en la IED

Venecia Nuevo Muzú y tiene como objetivo describir detalladamente el diseño y desarrollo

de la intervención llevada a cabo con los cursos 503 y 602; además de reflexionar en torno al

proceso de delimitación, recolección y análisis de las representaciones sociales en la escuela.

Para ello, se tendrán en cuenta tanto los soportes empíricos (talleres, diarios de campo,

grabaciones, entre otros) como lo que en esta investigación se entiende por representaciones

sociales y su pertinencia a la hora de abordar el tema de la política y la democracia con niños

y niñas.

Para este propósito, este capítulo se divide en 3 secciones: la primera parte está

enfocada en la descripción del proceso de recolección y análisis de las representaciones de la

institución frente a la formación ciudadana, teniendo como fuente de información el manual

de convivencia como, y entrevistas realizadas a los docentes con los que se llevó a cabo la

intervención.

La segunda sección se encarga de describir el proceso de caracterización de las

representaciones sociales que construyen los estudiantes de los grados 503 y 602 en torno a la

democracia y la política, teniendo como base ejercicios de indagación como cartografías

sociales y talleres.

El cuarto capítulo está destinado a la sistematización de la experiencia como forma

de plantear la propuesta de formación política desarrollada. La sistematización consiste en el

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establecimiento de un objeto, un objetivo y unos ejes de reflexión. Los tres ejes abordan los

elementos epistemológicos, metodológicos-didácticos y pedagógicos de la experiencia de

Formación política.

Por último, se plantean unas conclusiones teniendo en cuenta la pregunta de

investigación y los objetivos planteados para este proceso investigativo y pedagógico.

Justificación

La sociedad colombiana ha experimentado cambios sustanciales desde la constitución de

1991, y en estos momentos, con la transición hacia la finalización del conflicto armado, se

expanden las posibilidades para la construcción de un proyecto que como sociedad nos saque

del terror y la falta de oportunidades y nos guíe hacia una sociedad más justa, libre y

democrática. Pero este proyecto no es posible si no se reflexiona sobre el objetivo común que

construimos como sociedad y nos cuestionamos la manera en que se forman los ciudadanos

que hacen parte de esa sociedad. Es allí donde adquiere importancia este esfuerzo

investigativo, en la medida en que brinda las herramientas necesarias para reflexionar frente

al ejercicio de la política y la construcción de democracia escolar.

Si se piensa ya concretamente en la enseñanza de las ciencias sociales, la importancia

de esta investigación radica en que brinda una alternativa frente al tema de la formación

ciudadana y la construcción de democracia en el ambiente escolar. Con eso se busca ampliar

las posibilidades de formación política en la escuela y se busca realizar aportes a la discusión

en torno a la democracia y la formación ciudadana.

En un ámbito personal, esta investigación parte de distintas interrogantes en cuanto al

problema de los sistemas de gobierno y la libertad, lo que me llevó a revisar los alcances y

limitaciones que tiene la democracia en un ambiente como el escolar, ya no como un simple

sistema de gobierno sino como una forma de vida que garantiza la autonomía dentro de un

10

proyecto en común. Considero que se ha subestimado la dimensión política de los niños y

jóvenes, y que se han limitado los procesos de formación política en la escuela al simple

abordaje del aspecto procedimental de la democracia. Debido a esto, me parece importante

realizar esta propuesta de formación ciudadana como formación política para dar una nueva

perspectiva de las posibilidades de formación política en la escuela

Metodología

La presente propuesta investigativa tiene como enfoque epistemológico a la hermenéutica -

comprensiva. Desde este enfoque se busca interpretar y comprender las diversas

representaciones que los estudiantes construyen en torno a la democracia y la política. Esto

supone comprender cómo los estudiantes objetivan conceptos como democracia y política y

cómo los ordenan dentro de un constructo de la realidad.

Para ello vamos a tomar la propuesta hermenéutica - comprensiva llevada a cabo por

Alvarado S. (2006) en su estudio titulado Sentidos y Prácticas Políticas de Niños, Niñas y

Jóvenes en Contextos de Vulnerabilidad en el Eje Cafetero, Antioquia y Bogotá: Un Camino

Posible de Consolidación de la Democracia, la Paz y la Reconciliación Mediante Procesos

de Formación Ciudadana.

Desde la perspectiva de Alvarado (2008) esta metodología busca comprender cómo se

configuran las representaciones y se construyen sentidos, en el caso de esta investigación en

torno a la democracia y la política. Este proceso de comprensión de representaciones tiene 3

fases fundamentales: la primera consiste en la descripción tanto del grupo humano como del

entramado social y cultural que contextúa el fenómeno que se quiere interpretar, la

descripción inicia con el planteamiento de unos interrogantes sobre el fenómeno, estas

interrogantes sirven de base para el acercamiento al grupo y a su contexto; un segundo

11

momento es de interpretación, en donde se hace la búsqueda de relaciones entre categorías

que permitan el planteamiento de hipótesis cualitativas, Por último, se lleva a cabo la fase de

reconstrucción de sentido y de construcción teórica, esta fase tiene la finalidad de realizar una

comprensión global a través de la articulación de las argumentaciones en ejes teóricos que se

desligan de lo empírico,

Para establecer metodológicamente qué implica el estudio de representaciones en el

aula, primero se hace una aclaración respecto al proceso de formación de las

representaciones. Según Moscovici (1979) las representaciones se construyen a través de 2

procesos: el de objetivación y el de anclaje, la objetivación refiere al proceso por el cual la

representación se transforma de lo abstracto en algo material, concreto, es una operación

formadora de imagen y estructurante; el anclaje, por otro lado, refiere al proceso mediante el

cual la novedad se incorpora a sistema de pensamiento preexistentes y se dota de sentido de

acuerdo a esos prototipos que posee el sujeto, se trata de incorporar el objeto a un sistema de

significaciones ya construido.

Respecto al proceso de objetivación de representaciones, siguiendo lo que plantean

Berger y Luckmann (2003), es la forma en que las representaciones se constituyen en objetos

que expresan intencionalidades subjetivas, pero que son compartidos en un universo

simbólico.

Cuando se habla de caracterizar la objetivación de las representaciones de los

estudiantes, se habla de develar la manifestación de significaciones de la realidad por medio

de objetos, más concretamente signos de naturaleza verbal o pictográfica. Instrumentos como

la cartografía social o el taller permiten que el estudiante manifieste el conjunto de nociones,

opiniones e información que posee sobre un tema y las relaciones entre aspectos constitutivos

como participación - espacio - género. De la misma manera, el diario de campo permite

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resaltar la forma en que esas representaciones guían el accionar del estudiante dentro del

salón, su interactuar con los otros y las formas en que se desenvuelve en situaciones

cotidianas. Esto con el propósito de develar las formas de objetivación y anclaje de las

representaciones.

Desde este enfoque epistemológico, esta investigación retoma la etnografía educativa

como enfoque investigativo, con el fin de recolectar información de manera sistemática y de

describir detalladamente las representaciones que construyen los estudiantes y el ambiente

educativo en el que interactúan estos sujetos. Resalta Elsie Rockwell que “la etnografía puede

dar la descripción de procesos que se dan dentro y fuera de la escuela, puede integrar a ella

los conocimientos de los diversos actores que intervienen en el proceso educativo” (2008, p.

29).

Para la caracterización de las representaciones que posee la institución en torno

formación ciudadana, se hizo una revisión documental del manual de convivencia y se

contrastó con información de los profesores recolectada por medio de entrevistas semi

estructuradas. La revisión documental, hace parte de la recopilación de información de

fuentes secundarias y tienen como finalidad “reunir un conjunto de datos e información

diferente a través de testimonios escritos con el propósito de darle unidad” (Cerda, 2011, p.

387).

Esta propuesta pedagógica e investigativa hace uso de 2 tipos de técnicas para la

recolección de representaciones en el aula de clase: la primera es la técnica interrogativa en la

que se privilegia el uso de dibujos y soportes gráficos; y la segunda es la técnica etnográfica

en donde se privilegia el uso de instrumentos como el diario de campo y el registro

audiovisual de las sesiones de trabajo: elaboración y socialización de las cartografías y mapas

mentales, por medio de audios y fotografías.

13

En cuanto al proceso y la pertinencia del uso de estos instrumentos a la hora de recolectar

representaciones, precisa Araya (2002) que:

Esta técnica abarca tres fases: a) la producción de un dibujo (o de una serie

de dibujos), b) la verbalización de las personas a partir de esos dibujos, c)

un análisis de los elementos constituyentes de la producción gráfica.

El interés de este análisis es —además de poner en evidencia elementos

constitutivos de la representación— penetrar con cierta facilidad en los

elementos organizadores de la producción, es decir en la significación

central de la representación producida. (p. 58).

Haciendo referencia directamente a la cartografía social, este instrumento posee una

particularidad, y es que su análisis no es propio de la cartografía formal y tampoco es análisis

de imágen; la cartografía social posee sus particularidades.

El mapa, como mensaje social, no remite exclusivamente a un lugar

físico, sino que bien puede entenderse como abstracción que sirve

para situarse en el mundo; es decir, como la expresión de diversos

modos de subjetivación por los que el ser humano habita su propia

existencia. (Barragán, 2015, 256).

Teniendo en cuenta esta caracterización, el análisis del uso pedagógico de la

cartografía social está enfocado hacia 3 elementos fundamentales: El territorio que

alude a las particularidades de la presencia de los sujetos que se materializa en

ciertos límites que identifican a los habitantes; el sistema de relaciones, que hace

referencia a la forma en que la cartografía evidencia las relaciones entre sujetos y con

su entorno, y por último hace referencia a las acciones con las cuales los sujetos se

apropian del espacio (Barragán, 2015).

14

Por último, la problematización de las representaciones que construyen los estudiantes

-esto como primer paso de un ejercicio de formación política- se realizó a través de talleres . 2

El taller desde la perspectiva de Ander Egg (1991) es “una forma de enseñar y, sobre todo de

aprender, mediante la realización de «algo», que se lleva a cabo conjuntamente” (p. 10). Este

aprender haciendo se vincula directamente con la problematización en la medida en que

implicó la vinculación de la producción de conocimiento a la solución de un problema real y

en la medida en que buscó la producción de un conocimiento activo, en cuanto esto,

menciona el mismo autor que

Las actividades que se realicen en el taller, deben estar vinculadas a la

solución de problemas reales propios de una disciplina o área de conocimiento,

a un dominio técnico, o bien relacionadas a conocimientos, capacidades y

habilidades (...) El profesor no enseña, sino que ayuda a que el educando

«aprenda a aprender» (1991, pág. 31).

Tanto la producción de conocimiento por medio de la solución de problemas objetivos

como el papel central del estudiante en este proceso son características fundamentales de la

acción de problematizar (Mariño, 2014). Estas se evidencian en el proceso y finalidad del

uso pedagógico del taller.

2 Para revisar el cronograma de actividades y construcción de la propuesta, revisar cuadro 1 de los anexos

15

ESTADO DEL ARTE

Formación ciudadana en la escuela: Una revisión desde la Ley 115 hasta la actualidad.

Este estado del arte rastrea experiencias educativas en la ciudad de Bogotá a través de 14

investigaciones enfocadas en la formación ciudadana, esto con la finalidad de brindar un

panorama frente a las perspectivas presentes en los procesos de formación ciudadana en los

últimos veinticuatro años.

Esta revisión se realiza a partir del estado del arte desarrollado por Alexis Vladimir

Pinilla Díaz y Juan Carlos Torres Azocar, titulado De la educación para la democracia a la

formación ciudadana: una década de incertidumbres, que se realizó a través de la revisión

documental de experiencias entre 1994 y 2002 desde un enfoque hermenéutico -

interpretativo, y en donde los autores plantean cuatro categorías para caracterizar la

formación ciudadana: (a). La educación cívica, (b). La educación en democracia y para la

democracia, (c). La construcción de cultura democrática y (d). La educación ética y en

valores (2006, pp.17-18). Para la construcción de su estado del arte, los autores revisan a su

vez dos estados del arte realizados entre 1994 y 2004: Formación y educación para la

democracia en Colombia, realizado por Marco Raúl Mejía y Gabriel Restrepo en la primera

parte de la década de 1990 y que recoge las experiencias de setenta y tres instituciones; y el

estado del arte formación ética, valores y democracia del profesor del profesor Guillermo

Hoyos, que recoge proyectos de investigación en torno a la filosofía moral y la política en los

procesos de formación realizados entre 1994 y 1999. 3

Además de plantear estas categorías, los autores concluyen lo siguiente: existe una

ausencia de referentes comunes sobre lo que en la política se entiende por ciudadanía; que

3 Cabe aclarar que se accede a estos estados del arte gracias a la compilación de los profesores Pinilla y Azocar, pero se hace la consulta de la fuente primaria -los propios estados del arte- para enriquecer el análisis propuesto.

16

existe un vacío en la sistematización de experiencias en torno a la formación ciudadana y que

se pueden resaltar dos grandes enfoques, la resolución de conflictos y la convivencia escolar,

y la educación moral y formación en valores.

Fuera de los estados del arte se hace la revisión de seis tesis de grado de las

universidades Distrital y Pedagógica que recogen las experiencias de docentes en formación; y

se hace la revisión de cinco experiencias de docentes en ejercicio sistematizadas por el IDEP.

En segundo lugar, este estado del arte revisa ocho de estas investigaciones once

realizadas entre 2005 y 2018, desde las cuales se proponen otras tres categorías para

caracterizar la enseñanza de democracia y ciudadanía en la escuela: (e). La perspectiva

escuela-ciudad-escuela, (f). La perspectiva enfocada en la enseñanza de los derechos humanos

y (g). La formación ciudadana como formación política. 4

La distribución por categorías de las investigaciones consultadas se condensa en el

siguiente cuadro:

Categorización de las investigaciones consultadas para la construcción del estado del arte

Educación

cívica

Educación ética y

en valores

Cultura

Democrática

Educación en

Derechos

Humanos

Escuela-

ciudad-escuela

Formación

política

4 Aunque en la perspectiva de enseñanza en y para la democracia se evidencia el abordaje de los derechos humanos, no se explicita el papel central de estos en la propuesta de formación como sí se hace en la perspectiva enfocada en la enseñanza de los derechos humanos

17

Mejía R,

Restrepo G.

(1997)

Formación y

educación para

la democracia

en Colombia,

Bogotá: Unesco,

Instituto para el

desarrollo de la

democracia Luis

Carlos Galán

Hoyos, G. (2001)

Formación ética,

valores y

democracia,

Bogotá: Icfes,

Colciencias,

sociedad

colombiana de

pedagogía

Avendaño, A.

Cifuentes, M.,

Suárez, T. (2004)

Espacios de

interacción

comunicativa

para la

formación en

cultura

democrática y

convivencia

ciudadana,

Bogotá: Instituto

para la

Investigación

Educativa y el

Desarrollo

Pedagógico

(IDEP)

Romero D.

(2015)

Competencias

ciudadanas,

PEI y pruebas

saber una

mirada para

construir

ciudadanía,

Bogotá:

Universidad

Pedagógica

Nacional

Hernández, J

(2014) valores

básicos de

competencias

ciudadanas:

relación entre

formación

ciudadana y

comportamiento

s urbanos

responsables,

Bogotá:

Universidad

Pedagógica

Nacional

Valencia, D.

(2018)

Representaciones

sociales de la

participación

política

en estudiantes de

séptimo del

Colegio

Marruecos y

Molinos, Bogotá:

Universidad

Distrital

Francisco José de

Caldas

18

Boada M. (2001)

Convivencia y

valores humanos

para formar en

una ética pública,

Centro Distrital

Rómulo Gallegos,

Bogotá: Instituto

para la

Investigación

Educativa y el

Desarrollo

Pedagógico (IDEP)

Betancourt J,

Aguilar J. (1998)

Procesos de

construcción de

cultura

democrática en

instituciones

educativas de

Santa Fe de

Bogotá, Bogotá:

Instituto para la

Investigación

Educativa y el

Desarrollo

Pedagógico

(IDEP)

Cañón, O.

(2017)

CIUDADANÍA

ESCOLAR La

construcción de

ciudadanía a

partir de

espacios de

participación

escolar, Bogotá:

Universidad

Distrital

Francisco José

de Caldas

Castro, G, Pulido

I. (2008) Bogotá,

un espacio de

formación

ciudadana,

proyecto de

formación

ciudadana:

trabajo de

sistematización

de experiencias

escuela-ciudad-e

scuela, Bogotá:

Instituto para la

Investigación

Educativa y el

Desarrollo

Pedagógico

(IDEP)

Morales E.

(2017) Visiones

de maestros y

estudiantes sobre

formación

ciudadana y

formación

política. Una

mirada desde las

representaciones

sociales, Bogotá:

Universidad

Pedagógica

Nacional

19

Tranchita, M,

Rincón L,

Sabogal L y

Almonacid E

(2004) Bogotá

nuestra ciudad,

centro de los

procesos de

formación

ciudadana

Bogotá: Instituto

para la

Investigación

Educativa y el

Desarrollo

Pedagógico

(IDEP)

Tabla N°1

Fuente: Elaboración propia

Análisis de contenido.

Referente a la primera categoría educación cívica, Marco Raúl Mejía y Gabriel Restrepo

realizan un ejercicio de entrevistas y revisión documental desde un enfoque comparativo e

interpretativo en setenta y tres instituciones que llevan a cabo procesos relacionados con la

20

educación para la democracia, esto en el marco del estado del arte: Formación y educación

para la democracia en Colombia. Apuntes para un estado del arte. Los autores nos brindan

luces sobre 4 tipificaciones de la formación cívica: La educación moral; la educación para la

formación de actitudes democráticas; la formación para la democracia a través de currículos

comprensivos y las variantes de la cívica tradicional. Con esto se resalta que el recurso al que

más se apela es el de la enseñanza de los símbolos patrios y a su sacralización, y en algunos

casos se refiere también a la formación de buenos católicos (1997).

Sin embargo, buena parte del libro de Mejía y Restrepo es dedicada también a la

educación en democracia y para la democracia, sobre la cual los autores resaltan que la

formación ciudadana se considera como un acto de negociación cultural en donde se asume la

ciudadanía como “una construcción subjetiva de sentirse igual a otros con los mismos

derechos, que tiene como manifestación la necesidad subjetiva de suscitar deseo de, pasión de,

movilizarse, exigir” (1997, p. 197). La ciudadanía no consiste entonces en una veneración de

los símbolos patrios sino en el desenvolvimiento del sujeto a través de la movilización y la

participación.

Frente a esto, se puede comentar que la concepción de la formación ciudadana como

enseñanza cívica dista mucho de la construcción de nociones de lo democrático en la escuela,

ya que se limita a la reproducción de un discurso oficial en torno a lo nacional, entendido

como la veneración de los símbolos patrios y los valores católicos. La enseñanza de cívica en

la escuela no tiene como objetivo la formación de ciudadanos, pues centra sus esfuerzos en el

dogma de la fe católica o en el dogma del discurso oficial sobre los valores nacionales.

De la revisión realizada por Mejía y Restrepo se extrae la conclusión que

el espíritu de hegemonía, cualquiera haya sido su signo, ha jugado un papel

causal de extraordinaria significación, pues dicho espíritu se halla presente

21

tanto en conservadores como en radicales, en católicos o en comunistas y no

ha sido ajeno a las ideologías restauradoras o a las utopistas. Con el agravante

de un movimiento auto sostenido, porque la hegemonía en la política se

proyecta en la educación y la hegemonía en la educación reproduce y afianza

el fanatismo excluyente en la política. (P. 237)

En cuanto a la educación ética y en valores, se revisa el estado del arte construido por

el profesor Guillermo Hoyos, titulado formación ética, valores y democracia, y que a través

de la revisión documental, recoge diecinueve proyectos de investigación pertenecientes

principalmente a COLCIENCIAS y enfocados a la educación ciudadana como educación

ética y valores.

El profesor Hoyos agrupa estas investigaciones en ocho categorías: Aplicación de la

perspectiva teórico-filosófica a la dimensión educativa; Investigación y desarrollo de modelos

de educación moral; Las estructuras y la teoría comunicativa de la educación; Comunicación,

democracia, comportamiento moral y convivencia en la “escuela”, en el proceso educativo;

Pedagogía y no-violencia; Pedagogía y sexualidad; Perspectiva de género y Filosofía para

niños.

Hoyos plantea que “la formación de la persona moral a partir de las vivencias en las

que se dan los fenómenos morales en el mundo de la vida y de la manera como son asumidos

comunicativamente los sentimientos morales, en los que se dan dichos fenómenos, es de

hecho el lugar de una <<Educación para la ciudadanía>>” (2001, p. 5). Las experiencias

revisadas por Hoyos se orientan hacia la enseñanza de los principios éticos y morales en los

que se fundamenta la democracia como régimen que tiende hacia el bien común y el

reconocimiento del otro a través de la de la pluralidad.

22

Los objetivos de las experiencias revisadas por el profesor Hoyos refieren directamente a tres

aspectos:

1. La estricta observancia de los derechos humanos que le corresponden a cada

ciudadano, consecuente con su corresponsabilidad en el compromiso de velar por

los derechos humanos de los demás. El derecho a la vida en cualquier condición

es el más primario y básico de todos los derechos humanos; 2. La plena vigencia

de la ley y la aplicación de la justicia en derecho bajo condiciones de igualdad y

3. La preponderancia del ‘bien común’ y la legitimación societal de lo público.

Una de sus manifestaciones consiste en lo no supeditación de lo público por

parte de intereses privados privilegiados para su propio provecho y en

detrimento-exclusión de otros intereses de la población -en especial de los

grupos desprotegidos. (p.60).

Frente a estas investigaciones el profesor Hoyos plantea dos conclusiones: una a nivel

metodológico en la que resalta que “es importante señalar que la mayoría de los estudios

define enfoques y estrategias de investigación de corte cualitativo-etnográfico, con énfasis en

la descripción e interpretación” (Hoyos, 2001, p.63). La segunda es de carácter contextual al

afirmar que “los proyectos presentados responden a una inquietud legítima y muy

significativa: se ha comprendido que la situación de violencia del país tiene que ver con

procesos de educación” (2001, p.64)

Una de las tesis consultadas por fuera de los estados del arte y que brinda otra

perspectiva de la educación en valores es la propuesta por Mercedes Boada y su equipo de

investigación (2001), titulada: Convivencia y valores humanos para formar en una ética

pública, Centro Distrital Rómulo Gallegos, que es llevada a cabo mediante el ejercicio

23

etnográfico y la revisión documental. La investigación plantea una perspectiva enfocada en la

convivencia escolar, pero que es vinculada como expresión de una ética pública: unos

valores morales colectivos que permitan la sana convivencia en el ambiente escolar. El

objetivo de esta formación ética es el de formar sujetos autónomos que puedan tomar

decisiones morales y que posean un sentido de pertenencia e identidad como posibilidad de

responder a los retos que las comunidades exigen (2001).

De esta investigación se pueden extraer las siguientes conclusiones: En los procesos

de construcción de normas aún se ve la imposición y que las diferencias conceptuales y de

formas de relacionarse hace que las formas de construir pactos sean diferentes. (2001)

Es importante resaltar que la formación ciudadana como enseñanza ética y en valores

tiene como base los principios fundamentales de la democracia (tolerancia, respeto y

pluralidad). Sin embargo, no se pueden tomar como máximas morales debido a que estos

valores son históricos y contextuales: ¿Implica lo mismo la justicia para alguien de estrato

bajo que para alguien de estrato alto? Otro aporte fundamental de esta perspectiva es

concebir el proceso formativo como un proceso de interacción comunicativa, ya que en el

lenguaje radica la base para la construcción de imaginarios y sentidos que luego orientan la

práctica.

En la categoría la construcción de cultura democrática, nos encontramos con una

investigación consultada por fuera de los estados del arte y sistematizada por el IDEP, esta

investigación es realizada por Alvaro Avendaño, Marlén Cifuentes y Tulia Suárez y se titula

espacios de interacción comunicativa para la formación en cultura democrática y

convivencia ciudadana. La investigación se realiza a partir de la investigación-acción y la

etnografía, la información es recolectada a través de entrevistas, encuestas y observación.

24

Para la intervención pedagógica se parte de posturas como la escuela nueva de Dewey y la

pedagogía crítica de Freire.

Esta investigación plantea que el proceso de formación ciudadana es la interacción

comunicativa que “permite el reconocimiento de las subjetividades y la búsqueda de

encuentros en donde la interacción posibilite la construcción de consensos que contribuyan a

mejorar el ambiente educativo en las instituciones escolares” (2004). La formación ciudadana

se concibe como el ejercicio de reconfiguración de la ciudadanía hacia la construcción de

subjetividades capaces de mediar y solucionar conflictos gracias a la interacción

comunicativa.

Como conclusiones de esta investigación, los autores plantean que el espacio de

interacción comunicativa en donde se está dando la innovación son las clases de sociales y

que el ambiente escolar es propicio para adelantar una serie de acciones que contribuyan a

que los estudiantes asuman comportamientos que permitan la emergencia y sostenibilidad de

prácticas ciudadanas

Otras experiencias enfocadas hacia la construcción de cultura democrática son las que

presenta el estudio de Juan Francisco Aguilar y José Javier Betancourt titulado Procesos de

construcción de cultura democrática en instituciones educativas en de Santa Fe de Bogotá

(1999). Este estudio se realiza a través del estudio de caso de experiencias en la ciudad de

Bogotá. La investigación tiene como objetivo indagar los significados y sentidos atribuidos

por los actores escolares a los procesos de construcción de cultura democrática (...)

entendiendo el concepto de cultura democrática en la escuela como el complejo de

significados que estructuran los comportamientos, las prácticas, los saberes, los valores y

representaciones que configuran el marco de las relaciones de convivencia en el ámbito

escolar.

25

Desde esta perspectiva, el proceso de formación ciudadana se concibe como la

construcción de significados y sentidos en torno a lo democrático que configuran las

relaciones de convivencia escolar, esto partiendo de la necesidad de concebir la escuela como

un espacio de interacción comunicativa, respondiendo a la planteado desde posturas como la

pedagogía crítica, el constructivismo y la educación popular. Estas dos nociones de la

formación ciudadana la conciben como el esfuerzo por formar un entramado de

significaciones que permitan guiar la convivencia escolar bajo preceptos democráticos.

Referente a esto, se puede afirmar que reducir el problema de la democracia en la

escuela a la convivencia escolar limita las posibilidades de formación política en la escuela,

pues no se busca incorporar al estudiante como agente de participación y modificación de las

relaciones escolares sino que se busca mejorar su comportamiento.

La formación ciudadana en la actualidad... 2004-2018.

Desde aquí se hace necesario enriquecer la anterior discusión con elementos que aparecen

desde el 2004 hasta el 2018 y que buscan ampliar la discusión propuesta por el estado del arte

de Díaz y Azocar con la revisión de investigaciones de docentes en formación y de

experiencias de docentes en ejercicio.

Lo primero que hay que tener en cuenta es el marco estatal, que brinda los

lineamientos para la institucionalización de la formación ciudadana a través de unos

estándares básicos de competencias ciudadanas, tomando dos referencias: la cartilla Formar

para la ciudadanía ¡SÍ es posible! (2004) y La cartilla Brújula (2011). En este contexto, es

necesario saber a qué hace referencia el concepto de competencias ciudadanas, con el fin de

establecer los lineamientos del proceso de formación: “las competencias ciudadanas

representan las habilidades y los conocimientos necesarios para construir convivencia,

26

participar democráticamente y valorar el pluralismo.” (MEN, p.6) Para el 2011 no ha

cambiado mucho la disposición del MEN (que se extiende hasta el 2014)

Las competencias ciudadanas entonces, son una serie de

conocimientos, actitudes y habilidades comunicativas, emocionales,

cognitivas e integradoras que funcionan de manera articulada para que

todas las personas seamos sujetos sociales activos de derechos, es

decir, para que podamos ejercer plenamente la ciudadanía respetando,

difundiendo, defendiendo, garantizando y restaurando nuestros

derechos. (MEN, p. 22).

Esta postura estatal se ve marcada por la identificación de la ciudadanía con la

protección y promoción de los derechos humanos, siendo este, el eje central del proceso de

formación ciudadana. Nos encontramos entonces con una nueva perspectiva de la formación

ciudadana: la formación en Derechos Humanos.

Dentro de esta perspectiva de formar competencias ciudadanas como formación en

derechos humanos, nos encontramos con el trabajo investigativo de Cañón O. (2017) titulado

CIUDADANÍA ESCOLAR La construcción de ciudadanía a partir de espacios de

participación escolar. La investigación se realiza a través del ejercicio etnográfico y parte de

los postulados de la pedagogía crítica y la necesidad de comprender críticamente la realidad,

la autora resalta que “la ciudadanía para el caso de la escuela, está relacionada con las

actitudes, comportamientos, valores y ante todo con el ejercicio pleno de los derechos a

través de mecanismos de participación ciudadana” (Cañón,2017, p.45) Cañón a partir de la

investigación expone las siguientes conclusiones :

27

Se logró reflexionar sobre los comportamientos y las actitudes que ellos

tenían como ciudadanos en formación o ciudadanos escolares; en cuanto a la

escuela se determina como factor influyente en la participación y la formación

ciudadana, principalmente por ser el espacio en que se desenvuelven los jóvenes

escolares; se encontró que los jóvenes asumen su ciudadanía desde diversas

perspectivas, pero se caracteriza por ser individual , tienen en cuenta diversos

aspectos, que son dados por la educación de sus padres, las condiciones de su

entorno y las estructuras que crean de acuerdo a sus vivencias y experiencia.

(Cañón, 2017, p. 117- 118)

Sin embargo, para darnos una visión más amplia de la materialización de la propuesta

de competencias ciudadanas del MEN en la escuela, abordaremos la revisión documental que

hizo Romero D. (2015). sobre los PEIs de 10 instituciones en Bogotá en su estudio

competencias ciudadanas, PEI y pruebas saber una mirada para construir ciudadanía.

Según la autora, la perspectiva del Ministerio de Educación Nacional que tiene como

enfoque la defensa y promoción de los derechos humanos, aunque se encuentra en proyectos

y se enuncia como discurso institucional, no ha dado resultados más allá de las pruebas saber

pro destinadas a evaluar las competencias ciudadanas, y poco se han modificado las

relaciones de convivencia escolar en dichas instituciones.

Es importante resaltar que la democracia implica reconocer al otro como sujeto de

derechos. Sin embargo, esto implica reproducir un significado de la democracia ya dado, con

unas perspectivas claras de los derechos (universales) que muchas veces no responden a los

contextos específicos de los estudiantes y las instituciones.

De acuerdo a esta revisión documental la autora concluye que:

Para poder mejorar la convivencia es necesario crear estrategias

28

pedagógicas en donde se integren los diversos escenarios de los alumnos buscando

que la escuela sea el agente integrador es necesario aclarar que la formación en

Competencias Ciudadanas se sustenta en la necesidad de establecer acuerdos,

principios y valores universales que permitan a los seres humanos obtener una vida

armónica en sociedad (2015, p. 37)

A pesar de la predominancia de esta postura en el discurso oficial, nos encontramos

con otras tendencias en las experiencias de formación ciudadana. Una de ellas es la que

concibe a la ciudadanía en relación con la ciudad, la perspectiva escuela-ciudad-escuela: “la

ciudad es un espacio privilegiado para formar ciudadanos” (Castro y Pulido, 2007, p. 23).

La formación ciudadana se concibe desde esta perspectiva como el medio para

profundizar el conocimiento de la ciudad y lograr una apropiación del territorio,

considerando que el ciudadano solo se considera como tal en la medida en que entra en

relación con el espacio que lo rodea, la ciudad. Bajo esta misma perspectiva se plantea el

trabajo de Tranchita M, Rincón L, Sabogal, L. y Almonacid, E. (2004) titulado Bogotá

nuestra ciudad, centro de los procesos de formación ciudadana Bogotá y que se realiza

desde la perspectiva de la investigación - acción, realizando entrevistas y observación

participante. En esta investigación, los autores parten de los postulados de la pedagogía

urbana para concebir la ciudad como un agente educativo y un espacio que construye

identidad personal y política, la propuesta de formación ciudadana se basa en realizar talleres

en diferentes espacios de la ciudad, centrados en el conocimiento de Bogotá y de su

funcionamiento. Estos talleres al profundizar el conocimiento de la ciudad les brindan a los

estudiantes elementos para la convivencia ya que la ciudad alberga distintos conflictos y

problemáticas.

29

Dentro de esta perspectiva, nos encontramos también con la propuesta de Hernández

(2014) en el estudio valores básicos de competencias ciudadanas: relación entre formación

ciudadana y comportamientos urbanos responsables , que a partir de la revisión documental,

el grupo focal y la observación conductual, realiza un proyecto enfocado en campos de

acción que tienen inmersos varios elementos del respeto por el otro y de las acciones y

comportamientos que como sujetos pueden afectar a la sociedad en general. La formación

ciudadana para esta autora debe facilitar “el vivir y convivir y participar de forma armoniosa

en la ciudad (...) de manera que se debe partir de que el ambiente físico influye sobre el

aprendizaje y el comportamiento de los sujetos en diferentes lugares” (2014, p.41). Estas

propuestas se enfocan en el desarrollo de los postulados de la pedagogía urbana, que consiste

en vincular al estudiante con su ciudad y sus dinámicas, principalmente por medio de

recorridos y talleres en lugares importantes de la ciudad.

Por último, nos encontramos con la categoría de formación política, siguiendo esta

línea nos encontramos con dos investigaciones de docentes en formación. La primera es la

investigación realizada por Efraín Morales que se titula Visiones de maestros y estudiantes

sobre formación ciudadana y formación política. Una mirada desde las representaciones

sociales Colegio María, llevada a cabo en la IED Mercedes Carranza de la ciudad de

Bogotá. Esta investigación se lleva realiza bajo la metodología y los postulados de

investigación - acción, se realizan talleres, entrevistas y observación participante.

Partiendo de la hermenéutica interpretativa, esta investigación tiene como objetivo

analizar las representaciones sociales de los maestros y de los estudiantes frente a la

formación ciudadana y la formación política, para ello parte del concepto de Moscovici de

representaciones sociales, considerando que “las ideas de representaciones sociales son guias

para la acción y que las representaciones sociales influyen de manera decisiva en las

30

prácticas y comportamientos de las personas.” (Moscovici, 2006, citado en Morales, 2017,

Pág. 72). En cuanto a la formación política, este autor retoma el concepto de política de

Hannah Arendt y resalta que “para Arendt, la formación política no es algo espontáneo o

natural, supone la decisión de encuentro de los seres humanos con los otros, supone la

creación de espacios públicos para llegar acuerdos por medio de la palabra” (Morales, 2017,

Pág. 70). Más allá del concepto de formación política que recoge este autor, la importancia

de esta investigación radica en concebir la formación ciudadana como formación política,

entendiendo la necesidad de cimentar el ejercicio ciudadano en posturas claras frente a la

política.

La segunda investigación es la realizada por Daniel Valencia en Colegio Marruecos y

Molinos y que se titula Representaciones sociales de la participación política en estudiantes

de séptimo del Colegio Marruecos y Molinos. Esta investigación tiene como finalidad

generar una propuesta de formación política a partir de la pedagogía de la subjetivación y el

enfoque del desarrollo de las capacidades y de la clasificación de las representaciones

políticas que poseen los estudiantes en torno a participación política.

Para esta investigación, la formación política se considera como

toda experiencia educativa (en un escenario de enseñanza formal o

no) basada en el aprendizaje y potenciación de herramientas

específicas (conceptuales, procedimentales, actitudinales) que

permitan a los “aprendices” beneficiados de dicha experiencia, desplegar

sus capacidades para la toma de decisiones, de posturas y juicios

para comprender y actuar en su entorno social. (Valencia, 2018, Pág.

27).

31

Desde esta postura la formación política refiere directamente a procesos intencionados

de aprendizaje que tienen como finalidad el despliegue de las capacidades de los estudiantes

para interactuar en un entorno social.

Entender la formación ciudadana como formación política implica cimentar el

ejercicio ciudadano como un ejercicio político, que se basa en habilidades y conocimientos

que permitan el desenvolvimiento de los sujetos en su entorno social. Esta es la postura que

asume esta investigación, partiendo de unos referentes propios para la construcción del

concepto de política y por consiguiente de la base sobre la cual se edifica el concepto de

formación política.

En cuanto a la revisión que se realizó, cabe resaltar que la mayoría de las

perspectivas enfocan su propuesta de formación ciudadana en la escuela hacia el problema

de la convivencia en el ambiente escolar. Ya sea que se trate de formación en valores, la

construcción de una cultura democrática o la formación en derechos humanos, la propuesta

busca modificar las relaciones de convivencia dentro de la escuela hacia relaciones de

respeto, tolerancia y la construcción de consensos. Por otro lado, las propuestas de educación

cívica y de escuela-ciudad-escuela buscan establecer una relación entre ciudad y escuela:

tanto el respeto de unos símbolos patrios como la apropiación de un territorio, buscan

generar un sentido de apropiación por lo público, lo nacional, o en el segundo caso, lo

distrital.

Metodológicamente se puede resaltar que todas las investigaciones se enmarcan en el

enfoque de investigación cualitativo, en donde predominan los enfoque interpretativos y

comprensivos, aunque partiendo de la descripción exhaustiva de las experiencias. En cuanto

a la recolección de información se privilegia el uso de la observación, el diario de campo y la

32

revisión documental, sin embargo se hace casi inexistente la reflexión en torno a las

herramientas didácticas.

Pedagógicamente se encuentra también una continuidad en las bases teóricas para la

investigación, predominando el uso de la pedagogías críticas, la pedagogía urbana y las

pedagogía del diálogo, resaltando siempre la importancia de estudiar el fenómeno de la

formación ciudadana como un espacio de interacción comunicativa.

Un vacío presente en la mayoría de las investigaciones es la reflexión en torno a la

transposición didáctica implícita en toda intervención en el aula, una vez que los postulados

pedagógicos deben ser llevados al aula mediante herramientas didácticas de enseñanza -

aprendizaje. Sin embargo, no se reflexiona frente a las dificultades didácticas que implica

llevar al aula conceptos como democracia y política.

Una vez revisadas las formas en que se han articulado los elementos

democracia-ciudadanía-escuela, se hace necesario brindar elementos que ayuden a vincular

la formación ciudadana con una visión clara de la política y que permita desde esta relación,

la formación de ciudadanos participativos y autónomos dentro de contextos democráticos.

33

MARCO TEÓRICO

Es necesario fortalecer el componente político de la formación ciudadana debido a que se

evidencia que muchas veces la formación ciudadana en la escuela se ve reducida al problema

de la convivencia y la resolución de conflictos dentro del ámbito educativo, lo que la aleja de

su propósito: “garantizar que el individuo cuente con los elementos necesarios para devenir en

ciudadano” (Herrera, 2014, p.15).

Para este propósito, se parte de los postulados de la filosofía política de Cornelius

Castoriadis y del concepto de representaciones sociales para construir las categorías que

permitan el desarrollo de esta propuesta pedagógica e investigativa. Luego se hace la

vinculación de estos postulados con la propuesta pedagógica de John Dewey y Henry Giroux.

Esta construcción teórica parte de los postulados de Cornelius Castoriadis en torno a

la Democracia y la Política para establecer los significados que guían la formación de

ciudadanos en la escuela; seguido a esto, se plantea la reflexión frente a la ciudadanía como

condición que permite al sujeto participar en la esfera pública, para luego desarrollar la

importancia de la pedagogía en este proceso a partir del concepto de Formación Ciudadana

como paideia democrática y su vinculación con los postulados de John Dewey y Henry

Giroux. Por último se desarrolla el concepto de representaciones sociales como el campo en

el cual los sujetos expresan la construcción simbólica de la realidad que guía sus prácticas y

media su relación con los otros en un contexto histórico y social particular. Estos constructos

cognitivos reflejan la interacción entre individuo y sociedad. La puesta en duda por parte de

los propios estudiantes de estos constructos socialmente elaborados y compartidos es lo que

esta investigación va a considerar como el ejercicio de la política en la escuela.

34

La democracia y la política

Actualmente la democracia se ha reducido a su conjunto de procedimientos, dejando de lado

la reflexión frente los significados imaginarios en los que se sustenta y por los cuales se

orienta la sociedad. Esto se debe, según Castoriadis a “la crisis de significados imaginarios

que conciernen a la finalidad de la vida colectiva” (2000, p.143). La cual es atribuida por el

autor a una crisis de la política misma: la privatización y el individualismo reinantes dejan

libre curso a lo arbitrario de los aparatos; en un nivel más profundo, a la marcha autónoma de

la tecnociencia, un desarrollo en todas direcciones y sin ninguna verdadera “orientación” de

la tecnociencia. (1990).

Frente a este panorama, Castoriadis propone retomar la concepción griega de la

democracia como régimen político, el cual dentro de lo posible busca la realización de la

autonomía, tanto individual como colectiva, y la consecución del bien común tal y como sea

establecido por la colectividad en cuestión. (Castoriadis, 2000)

Al hablar de democracia como realización de la autonomía, se habla de un proceso de

auto - institución por el cual una sociedad dicta las propias reglas de su existencia. Desde el

punto de vista de Castoriadis, la autonomía implica la realización de la libertad efectiva tanto

del individuo como de la sociedad por medio del cuestionamiento explícito de la ley y de los

significados imaginarios de instituyen la sociedad (1975, 2005, 2000)

Ahora bien, este es un suceso que no se presenta espontáneamente y que no puede ser

simplemente importado de una sociedad a otra sino que implica un esfuerzo individual y

colectivo. El establecimiento de un régimen democrático es el producto de la participación

dentro de la actividad política de todos los miembros de la sociedad, entendida la política

como: “el cuestionamiento explícito de la institución establecida de la sociedad” (Castoriadis,

2000, p. 60) Es la puesta en duda de las instituciones y de sus significados imaginarios lo que

35

nos deja frente a un nuevo escenario en donde debemos construir un nuevo ordenamiento y

llenar de nuevos significados el mundo que nos rodea.

A partir de estos planteamientos, esta investigación considera la política como:

“la actividad lúcida que tiene por objeto la institución de una sociedad

autónoma y las decisiones relativas a la empresas colectivas (...)

actividad colectiva explícita que se cree lúcida (reflexionada y

deliberada) que se da como objeto la institución de la sociedad como tal”

(p.122; p. 61) 5

A partir de la conceptualización realizada, se deriva que la esencia de la democracia

como ejercicio de la política es el cuestionamiento explícito y lúcido de lo instituido, con el

fin de instituir una sociedad que se dicte sus propias normas de existencia. Entendido esto,

la formación democrática en la escuela está enfocada en la formación de ciudadanos para y

desde la autonomía, pues la sociedad no puede ser autónoma si sus individuos no lo son.

Este propósito se lleva a cabo mediante el cuestionamiento que el estudiante puede

llegar a hacer de los significados que guían su construcción de la realidad y sus prácticas.

Estos significados que se construyen frente a un objeto determinado, se expresan mediante

lo que se ha caracterizado como representaciones sociales. Así pues, el ejercicio de la

política en la escuela que posibilite la construcción de espacios democráticos se lleva a

cabo mediante la problematización como ejercicio sistemático de cuestionamiento.

Formación ciudadana y ciudadanía.

Esta concepción de la democracia tiene implícita una reflexión frente a la ciudadanía y las

facultades críticas que sustentan todo ejercicio político tal y como es caracterizado en esta

5 la primera parte de esta definición es tomada de Psicoanálisis y política (1989) y la segunda parte es tomada de Poder, política y autonomía (2000)

36

investigación, lo que deriva en una separación de la concepción clásica de la ciudadanía

como un status que deriva de la pertenencia del sujeto a una clase, raza o género.

La visión clásica de la ciudadanía, atada a la idea moderna de Estado-nación es

expresada por Marshall (1997) cuando resalta que “la ciudadanía es un status que se otorga a

los que son miembros de pleno derecho de una comunidad. Todos los que poseen ese status

son iguales en lo que se refiere a los derechos y deberes que implica”(p. 312). Este estatus en

Marshall se encuentra vinculado a condiciones de clase, raza y género, siendo así una

concepción limitada de la participación de los sujetos en la política.

Frente a este obstáculo, la construcción de la ciudadanía ha venido modificándose hasta llegar

a posturas críticas. Esta es la postura que se asume en esta investigación.

Esta postura hace énfasis en la propuesta de ciudadanía crítica y emancipadora

propuesta por Henry Giroux. Respecto a esto, el autor estadounidense menciona que “la

ciudadanía es una práctica emancipadora que vincula la adquisición de facultades críticas con

formas de lucha social” (1993, p.20) Giroux establece además que la ciudadanía es una

construcción histórica y social, a lo que debería agregarse el ser una construcción cultural.

La condición de ciudadanía es la que permite a los sujetos desenvolverse en el ámbito

de los asuntos de interés colectivo, en donde su ejercicio se fundamenta en unas facultades

críticas como la deliberación o la reflexión que permitan hacer de este una actividad

emancipatoria. La ciudadanía en la escuela se vincula entonces a las facultades críticas que

desarrollan los estudiantes mediante el cuestionamiento de los asuntos de interés colectivos y

la construcción de consensos frente al bien común.

Paideia democrática como formación política

La institución de una sociedad democrática parte de la construcción de nuevas subjetividades

que modifiquen la forma en que el ser se despliega en la sociedad tanto como individuo como

37

ser social (ciudadanía), ya que una sociedad no puede ser autónoma si los individuos que la

componen no son autónomos.

Este propósito se lleva a cabo mediante los procesos de socialización, en los cuales se

le presenta al individuo un magma de significaciones imaginarias que este incorpora y

remoldea como marco interpretativo para comprender y construir la realidad. “toda sociedad

deberá socializar la psique de los seres que la componen, y la naturaleza de esta psique

impone tanto a los modos como al contenido de esta socialización de fuerzas tan inciertas

como decisivas” (Castoriadis, 1990, p.109). Este proceso de socialización se realiza

primordialmente por medio de la educación, la cual tiene la función de ≪producir≫

individuos en la medida en que comparten unas significaciones objetivas que se han

materializado en instituciones.

Ahora bien, ≪la producción≫ de individuos en la escuela, se hace necesaria como

un ejercicio consciente e intencionado, una praxis, lo que implica que se da como objetivo “la

organización y la orientación de la sociedad con miras a la autonomía de todos y reconoce que

ésta presupone una transformación radical de la sociedad” (Castoriadis, 1975, p. 124). La

práctica pedagógica entendida como praxis es el ejercicio intencionado y reflexivo, que desde

la autonomía busca formar individuos autónomos.

Una vez que se ha entendido que todo proceso de institución de la sociedad va de la

mano obligatoriamente de una paideia que produzca individuos que se puedan desenvolver

dentro de esa sociedad, hay que resaltar que la institución de una sociedad y de entornos

democráticos debe considerar un proyecto de paideia democrática.

La visión de Castoriadis respecto a la importancia de la educación en la institución de

sociedades democráticas es resaltada también por pedagogos como John Dewey, para este

autor, la educación tiene como finalidad el desenvolvimiento de la democracia como:

38

Un modo de vivir asociado, de experiencia comunicada juntamente. La

extensión en el espacio del número de Individuos que participan en un

interés, de modo que cada uno ha de referir su propia acción a la de los

demás y considerar la acción de los demás para dar pauta y dirección a la

propia. (Dewey, 1998, p. 82)

Reconocer la escuela como un escenario que posibilite la construcción de

democracia entendida desde el punto de vista de autores como Dewey o Castoriadis

implica cuestionar las relaciones dentro de la escuela y sus propósitos formativos,

implica tener en cuenta que formar en y para la democracia conlleva la modificación

de la escuela como institución de adoctrinamiento y que reproduce relaciones de

dominación.

Teniendo en cuenta esto, Giroux (1993) plantea que el papel de la escuela y de

los maestros es “la de establecer espacios públicos donde los estudiantes puedan

debatir, apropiar y entender los conocimientos y las habilidades que se necesitan para

vivir en una democracia crítica” (Pág. 305)

Recogiendo las consideraciones hasta el momento realizadas en este fragmento, esta

investigación caracteriza la formación política como:

Todo proceso de formación intencionado, continuo y reflexivo que tenga como

objetivo realizar la autonomía de los individuos y de la sociedad que

conforman, en la medida en que fortalece los conocimientos y la habilidades

que le permiten a los sujetos interactuar de manera crítica con la sociedad.

Este concepto de formación política implica el desarrollo de una capacidad reflexiva y

deliberativa propia, implica limitar las contingencias de la vida mediante el cuestionamiento

explícito de lo instituido.

39

Cuando se hace referencia a la reflexividad como habilidad o competencia de una

persona, inevitablemente se hace alusión a una facultad del pensamiento, la capacidad de

encadenar ideas o pensamientos en los que uno es la causa del otro y en donde el fin es

brindar una conclusión frente a un tema.

En torno a esto, señala Dewey que el pensamiento reflexivo es “el examen activo,

persistente y cuidadoso de toda creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de los

fundamentos que la sostienen y las conclusiones a las que tiende” (Dewey, 1993, p. 24). Para

el autor estadounidense, el aspecto más importante a resaltar es que la reflexividad implica

una revisión persistente y cuidadosa de algún tema. La sistematicidad es la característica

fundamental que diferencia el pensamiento reflexivo de cualquier divagación.

Hay que tener en cuenta que la profundidad de la reflexión no es siempre la misma, y

que responde, entre otras cosas, al nivel de formación de las personas y a la edad de las

personas. Teniendo en cuenta estas salvedades, este ejercicio de intervención pedagógica

busca fortalecer la reflexividad de los estudiantes en la medida en que se propone guiarlos a

través de un proceso en el que sea necesario evaluar y caracterizar una situación problemática

para luego plantear posibles soluciones a dicha situación. La finalidad de la actividad,

teniendo en cuenta las limitaciones antes expuestas, es la de llevar a cabo un ejercicio

cognitivo sistemático que permita por medio del abordaje de una situación problemática el

desarrollo de habilidades comunicativas.

Las habilidades comunicativas y la deliberación

La comunicación es posible una vez que existe un conjunto de símbolos y de reglas

semánticas y sintácticas en común. La comunicación implica poner un mensaje en universo

de sentido en común. “La comunicación en el aula puede entenderse como el interés del

docente y de los alumnos en transmitir pensamientos e ideas, quedando claro el carácter

40

coparticipativo de la acción” (Shablico, 2012, p.2). Sin embargo, aunque en nuestro entorno

compartimos estos elementos que supondrían una fácil comunicación, muchas veces

encontramos en la escuela dificultad para expresar y comprender mensajes, producto de la

incapacidad para producir y escuchar de manera asertiva mensajes escritos o hablados.

Aunque el fortalecimiento de las habilidades para la comunicación escrita es de vital

importancia, esta intervención no se centra en ellas una vez que la escritura es el medio de

comunicación preponderante en la escuela, y con el desarrollo del ejercicio se buscan

alternativas no sólo en cuanto a contenidos pertinentes para la escuela sino en cuanto a

metodologías que reconozcan el uso de nuevos lenguajes y permita la participación activa de

los estudiantes.

Teniendo en cuenta esto, el ejercicio debe propender por el fortalecimiento de dos

elementos fundamentales en la comunicación oral: la producción y la comprensión. En

cuanto a la producción de comunicación oral, para Bygate (1987) se deben reforzar 3 fases:

Planificar, Seleccionar, producir. Considerada la primera parte de una comunicación, se hace

necesario revisar las habilidades que faciliten la recepción y comprensión del mensaje, para

esto tomaremos lo propuesto por Cassany, Luna y Sanz (2003) en donde reconocen las

siguientes habilidades: reconocer, seleccionar, interpretar, anticipar, inferir y retener.

El ejercicio de intervención estará destinado a la producción de comunicación oral

una vez que supone la interacción entre los estudiantes y con el docente y la realización de

ejercicios que lleven a la construcción y socialización de argumentos. Estas habilidades se

consideran fundamentales para una comunicación asertiva.

La comunicación y la deliberación en el aula

Se considera que la deliberación se refiere al desarrollo de capacidades que se sustentan en la

convicción de que los miembros que integran una comunidad política, mediante un proceso

41

de argumentación y raciocinio, son capaces de llegar a puntos de encuentro y acuerdos sobre

los temas que competen a todos y todas. (Magendzo 2007). Entendida de esta manera, la

deliberación no se puede desligar del accionar comunicativo, ya que es necesario crear esos

elementos en comunes y pasar por las etapas anteriormente descritas en este documento para

poder llevar procesos argumentativos y de raciocinio como los que menciona Magendzo.

En relación a la importancia de la deliberación en el aula de clase, el Congreso Nacional de

Chile (2015) menciona lo siguiente:

La deliberación empieza con la identificación de los asuntos públicos (se convierten en tales

en tanto afectan el bienestar colectivo) y su consiguiente problematización (dudar, elaborar y

verificar hipótesis, plantear preguntas relevantes, explorar incertidumbres). Supone la

capacidad para formar parte de un debate público argumentando y optando ante diferentes

situaciones.(…) Supone, además, aprendizajes que lleven a dialogar sin imposiciones

arbitrarias, contraponiendo puntos de vista y diferenciando opiniones de hechos e

identificando intereses detrás de las opiniones, rigiéndose por la fuerza de los argumentos y

no por el argumento de la fuerza. Por ello, es indispensable desarrollar habilidades de

argumentación y de convencimiento con explicaciones racionales, así como disposiciones

para dejarse convencer. (P. 2)

De estas consideraciones se desprenden 4 habilidades que el estudiante debe poseer a la hora

de deliberar en la escuela:

a). Problematizar los asuntos públicos a partir del procesamiento de información sobre él; b).

Explicar y aplicar principios, conceptos e información vinculada a la institucionalidad y a

principios de la democracia; c). Asumir una posición sobre un asunto público y sustentarla de

42

manera razonada sobre la base de la información procesada, y, finalmente, d). Construir

consensos que conduzcan al bien común.

Representaciones sociales

A continuación se abordarán las características de las representaciones sociales que

establecen Moscovici y Farr y Wagner para luego aterrizar estos elementos en una definición

que nos permita ubicar la categoría en el ambiente escolar y que nos dé luces sobre su

tratamiento metodológico

Moscovici plantea que las representaciones son constructos cognitivos que sirven para

explicar el mundo y que no son completamente producto de la razón, es el sentido común y

cotidiano que guía nuestro actuar y nos provee códigos comunes que permiten la

comunicación, al respecto menciona el autor que las representaciones sociales son:

Un sistema de valores, nociones y prácticas que proporciona a los individuos

los medios para orientarse en el contexto social y material para dominarlo (...)

proponiendose a los miembros de una comunidad como medio para sus

intercambios y como código para denominar y clasificar con claridad las

partes de su mundo, de su historia individual o colectiva. (Moscovici, 1979,

p. 20).

La representación social no solo es la guía para el comportamiento sino que remodela

el mundo y reconstituye los elementos en los cuales se lleva a cabo ese comportamiento, la

representación social da sentido al comportamiento en la medida que lo integra a una red de

relaciones.

Por otro lado Farr y Wagner (1999) resaltan que “a social representation is the

ensemble of thoughts and feelings being expressed in verbal and overt behaviour of actors

which constitutes an object for a social group” (p. 6). Un objeto se hace parte del mundo

43

social de un grupo en la medida en que tome cierta importancia para el grupo y no

simplemente por unas características inmanentes del objeto, a su vez, el grupo da el marco de

descripción para el relacionamiento de los objetos y le da un sentido a esa interacción.

Teniendo en cuenta la conceptualización anterior, la categoría de representación social

nos da un marco muy amplio de lo que son estos constructos, lo que plantea ciertas

dificultades a la hora de su caracterización y tratamiento en el aula de clase, para atender estas

dificultades, esta investigación hace referencia a las representaciones sociales como:

El conjunto de informaciones, opiniones, estereotipos y creencias que al

hacer parte del sentido común de los estudiantes guían su accionar y sus 6

interacciones tanto con sus pares como frente a figuras de autoridad.

Cuando hacemos referencia a las representaciones de lo político y lo democrático en el

aula, se hace alusión a los sentidos y significados que construyen los estudiantes en torno a

estos dos conceptos y cómo estos se reflejan en formas de actuar y de relacionarse en los

distintos escenarios de la escuela. Esta construcción de sentidos y significados que se hacen

manifiestos tanto en los discursos como en la práctica no son únicos ni inmutables, son el

reflejo del devenir social e histórico de cada grupo humano, y expresan un ordenamiento de la

realidad que se ha naturalizado y convertido en hegemónico. Así pues, la problematización de

dichas representaciones debe entenderse como un paso en la lucha por la construcción

hegemónica de sentidos y significados que construyen la realidad.

6 El sentido común no es una concepción única, idéntica en el tiempo y en el espacio: es el "folklore" de la filosofía, y, como el folklore, se presenta en formas innumerables; su rasgo más fundamental y más característico es el de ser una concepción ( incluso en cada cerebro ) disgregada, incoherente, incongruente, conforme a la posición social y cultural de las multitudes, cuya filosofía es. (Gramsci, 1971, pp. 125-126) El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce.

44

A partir de esto, el tratamiento de las representaciones sociales en el aula de clase

requiere de dos procesos fundamentales: 1. Caracterizar esos elementos del sentido común

que guían las formas en que los estudiantes construyen la realidad e interactúan entre sí y

frente a figuras de autoridad como los docentes o los directivos; 2. Comprender el contexto en

el que dichas representaciones se construyen.

Es importante en este proceso realizar una descripción detallada de los discursos y las

prácticas de los estudiantes así como del entorno institucional, esto a partir de la construcción

de instrumentos como la cartografía social, el mapa mental o el juego de rol que develan estas

representaciones y su estructura.

Perspectiva pedagógica

Este fragmento busca responder a la preguntas por el papel del estudiante dentro del proceso

de enseñanza y aprendizaje, el tipo de conocimiento que se busca construir y el papel del

docente en todo este proceso.

Para llegar a responder estas interrogantes, se hace necesario aclarar primero la

perspectiva pedagógica desde la cual se van a dar estas respuestas.

De esta manera, primero se da un panorama del constructivismo dentro del aula de

clase; luego se abordará la problematización como herramienta didáctica del constructivismo

que sirvió como base para las actividades de indagación y el desarrollo de los talleres. Dentro

de la problematización, se ahonda en lo que es un problema y en las características que posee

la acción problematizadora; luego estableceremos qué conocimiento se crea al problematizar,

qué papeles juegan el docente y el estudiante y cuáles son los objetivos de formación

propuestos dentro de la acción problematizadora.

45

El constructivismo en el aula de clase.

La perspectiva constructivista concibe el aprendizaje como un proceso de construcción de la

realidad en el que el individuo partiendo de sus experiencias y de la interacción con el

ambiente le da forma a la realidad en constructos. En torno a esto, resalta Chadwick (1999),

que

La esencia del constructivismo es el individuo como construcción propia

que se va produciendo por la interacción de sus disposiciones internas

con su medio ambiente; y la idea de que el conocimiento no es una copia

de la realidad sino una construcción que hace la persona (p. 3)

De este postulado se deriva un aspecto importante que marca una ruptura con el

modelo tradicional de enseñanza, y es que el estudiante es el centro del proceso de enseñanza

y aprendizaje, pues cada persona posee experiencias particulares e interactúa de manera

distinta con el ambiente; por consiguiente, hace distintos constructos de la realidad.

Un segundo aspecto que hay que resaltar es que el conocimiento desde esta

perspectiva se asume como un constructo en el que el estudiante tiene un papel activo y en el

que juegan un papel importante tanto las estructuras previas del estudiante como el ambiente

social y cultural en el que desarrolla ese proceso, esto significa que el aprendizaje no es un

asunto sencillo de transmisión, internalización y acumulación de conocimientos sino un

proceso activo de parte del alumno en ensamblar, extender, restaurar e interpretar, y por lo

tanto de construir conocimiento desde los recursos de la experiencia y la información que

recibe (Chadwick, 1999).

Al partir de las estructuras cognitivas previas, lo que se busca es articular el

conocimiento nuevo a estas estructuras ya existentes con el fin de hacerlo significativo,

resaltan Coll et al (2007) que “no se trata de una aproximación vacía (al contenido), desde la

46

nada, sino desde las experiencias, intereses y conocimientos previos (...) y cuando se da este

proceso, decimos que estamos aprendiendo significativamente” (p.16) El proceso de

enseñanza y aprendizaje dentro del constructivismo tiene como finalidad la construcción de

aprendizajes significativos.

Ahora bien, metodológicamente hablando, esta propuesta se para en la acción

problematizadora como herramienta para la construcción de conocimiento activo y de

aprendizajes significativos.

La problematización y el aprendizaje activo.

Lo primero que hay que dejar claro es a qué se hace referencia cuando hablamos de

problematizar. Zanotto y Rose (2003, citados en Mariño, 2014, p.6) nos dicen que la

problematización

consiste en saber relacionar de forma coherente y secuenciada: (1) la

identificación de un problema, que es relevante, específico y objetivo; (2)

la búsqueda de los factores que explican el problema de forma suficiente

y pertinente; y (3) la generación de soluciones.

La acción de problematizar va más allá del planteamiento de un interrogante; una

pregunta no equivale a un problema. Por lo tanto, la acción de problematizar posee unas

características propias a tener en cuenta en el aula de clase: 1. se deben cumplir las tres fases

propuestas por Zanotto y Rose; 2. El problema se le debe presentar al estudiante como una

situación de desequilibrio que le implique un reto cognitivo; 3. Se debe encontrar lo

problemático del problema, es decir: qué es lo que hace a esta situación un problema

(Mariño, 2014), 4. El problema posee una naturaleza compleja, “en cualquier caso son

problemas que no presentan una solución única y donde ciertos componentes son inciertos”

47

(Orange, 2005, p. 6) El problematizar en el aula implica generar un proceso en el que se

cumplan con estas premisas.

La finalidad de este proceso, desde esta perspectiva pedagógica se plantea en un

objetivo concreto de formación: “dar lugar a procesos de reflexión y problematización, en los

cuales los alumnos realicen un aprendizaje significativo y desarrollen las competencias que

les permitan aprender a aprender” (Mariño, 2014, p. 4) Como tal, la problematización tiene

como finalidad -respondiendo a la corriente constructivista- el aprender a prender y la

construcción de un aprendizaje significativo, con las implicaciones que se mencionaron en el

anterior segmento.

En cuanto a la relación entre estudiante y conocimiento, la problematización establece

que esta parte de una postura activa en donde el estudiante crea sus propias estructuras para

entender la realidad mediante la interacción con los otros y con los contenidos del ambiente,

con el fin de comprender y significar su entorno; el aprendizaje activo comparte, según

Mariño (2014), las características propias de la problematización “el aprendizaje activo

comparte los elementos empleados en la práctica de las personas para resolver y actuar en

problemas en tiempo real y aprender a través del cuestionamiento y la reflexión mientras

hacen esto”( p. 3); la problematización y la reflexión son dos aspectos fundamentales en la

relación entre estudiante y conocimiento.

Desde el constructivismo, el docente es considerado un guía que crea las herramientas

y los escenarios para el aprendizaje activo, en el caso concreto de la problematización, esto

implica que los docentes “organizan o presentan una determinada actividad bajo la forma de

un problema” (Mariño, 2014, p. 4).

48

Capítulo 3.

REPRESENTACIONES DE LA DEMOCRACIA Y LA POLÍTICA EN LA IED

VENECIA NUEVO MUZÚ

Este capítulo tiene el objetivo de describir detalladamente y analizar la intervención llevada a

cabo en la IED Venecia Nuevo Muzú entre el mes de Marzo y el mes de Noviembre de 2019,

esto con el fin de evidenciar el qué, el cómo y el porqué de lo realizado en este proyecto

investigativo y pedagógico. De esta descripción se desprende un elemento constitutivo de la

propuesta de Formación Política que es el de las representaciones sociales, ya que son el eje

desde el cual se construyeron los ejercicios de caracterización y de problematización.

En función de lo anterior, se hace una descripción del proceso de caracterización de

las representaciones sociales tanto de la institución como de los estudiantes, lo que

comprende el análisis documental del manual de convivencia, las entrevistas

semiestructuradas al profesor Jordi Romero y la profesora Marcela Machuca, el proceso de

diseño e implementación de los instrumentos y las representaciones sociales halladas en los

cursos 503 y 602 frente a las categorías de Democracia, Política y Ciudadanía.

Representaciones institucionales frente a la Democracia, la Política y la Ciudadanía

La intervención llevada a cabo en la IED Venecia Nuevo Muzú se dividió en 2 partes: la

primera tenía la finalidad de caracterizar la institución y los estudiantes de los grados 503 y

602, y por otro lado, tenía el propósito de caracterizar las representaciones que poseían tanto

la institución y los docentes como los estudiantes frente a la Democracia, la Política y la

Ciudadanía; la segunda parte se enfocó en desarrollar los talleres de problematización de esas

representaciones halladas.

La primera parte de la intervención constó de 11 sesiones de trabajo, 8 con el curso 503 y 5

con el curso 602, dos sesiones de trabajo con cada grupo para la elaboración y socialización

49

de la cartografía social y 5 sesiones para la elaboración y socialización del taller de la isla, 3

para 503 y 2 para 602. A parte de esto, se destinaron 2 sesiones para la realización de las

entrevistas semiestructuradas a los docentes Jordi Romero del área de Ciencias Sociales y

Marcela Machuca del área de Lenguaje.

La segunda parte de la intervención se dividió en 2 sesiones de trabajo, 1 con cada grupo para

la elaboración y socialización del taller de problematización. Generalmente cada sesión de

trabajo duró entre 60 y 80 minutos, aunque los ejercicios de problematización tuvieron una

duración de 90 minutos.

Análisis documental del manual de convivencia.

En cuanto a la caracterización de las representaciones institucionales de la Democracia, la

Política y la Ciudadanía, esta realizó por medio de la revisión documental del manual de

convivencia, resaltando que no se pudo tener acceso al Proyecto Educativo Institucional

debido a que no se facilitó por parte de la coordinadora y no se encuentra aún en la página

web del colegio. Adicional a esto, se realizaron entrevistas semiestructuradas a los docentes

para complementar la información que se recolectó frente a las representaciones que

construye la institución, esto a partir de la práctica de cada docente y evidenciado tensiones,

contradicciones, fortalezas y posibilidades en cuanto a la formación ciudadana.

Esta información se analizó a partir de las categorías de Formación Ciudadana,

Democracia, Ciudadanía y Política, entendiendo que de la categoría de Democracia y Política

se desprende la reflexión frente al tipo de sujetos que la sociedad quiere formar, y por tanto,

las categorías de Formación Ciudadana y Ciudadanía. Esto teniendo en cuenta que todo

ejercicio de Formación Ciudadana debe tener claro sus contenidos, sus formas y sus

50

propósitos, por lo cual se hace necesario hacer precisión sobre lo que la institución considera

por Democracia, Ciudadanía y Política.

Al abordar el manual de convivencia, resalta que en cuanto al tema de Formación Ciudadana,

el colegio la concibe como la

formación de ciudadanos y ciudadanas que siendo conscientes de sus

deberes, interactúan en la sociedad de manera activa y democrática,

respetando los derechos de los demás, reconociendo y haciendo uso

racional de los suyos dentro de una sociedad activa y diversa (2016,

p.1)

Lo anterior refleja que el establecimiento de una sociedad democrática y la

formación de ciudadanos implica para la institución una cuestión de derechos y deberes, en

donde la participación de los ciudadanos se da en el marco del reconocimiento y el respeto

de los derechos tanto propios como de los demás. Esto comparte elementos con la categoría

de Formación Ciudadana como formación en derechos humanos planteada en el estado del

arte, en tanto que esta entiende que “la ciudadanía para el caso de la escuela, está

relacionada con las actitudes, comportamientos, valores y ante todo con el ejercicio pleno de

los derechos a través de mecanismos de participación ciudadana” (Cañón, 2017, p.45).

La Formación Ciudadana en este marco tiene como propósito que los estudiantes se

reconozcan y reconozcan al otro como sujetos de Derechos y que a partir de esto se

garanticen los espacios para la participación activa de los estudiantes.

Lo anterior plantea la participación activa de los estudiantes como un elemento

central de la propuesta institucional de formación ciudadana. Desde el punto de vista

institucional, participar activamente refiere a la capacidad propositiva y de toma de

decisiones de los estudiantes y el ejercicio responsable de la libertad con miras a lograr la

51

autonomía de los estudiantes (art.5), entendida esta como: “a. Participar activa y libremente

en las decisiones que afecten a mi persona y al quehacer institucional y social. b. Propiciar

espacios y metodologías para realizar propuestas. c. Participar activamente en las diferentes

formas de organización institucional”. (art. 7).

De esta manera, se incorporan nuevos elementos a la propuesta de formación

ciudadana de la institución, ya que expresa que los mecanismos de participación no solo

garantizan el ejercicio pleno de los derechos sino que está enfocado al ejercicio de la

libertad como medio para alcanzar la autonomía de los estudiantes. Esto permite establecer

puntos de conexión con lo planteado por esta investigación, y es que se determina que el

establecimiento de una sociedad autónoma se lleva a cabo mediante la posibilidad de los

sujetos de dictarse sus propias reglas y de participar en la organización institucional.

En consecuencia, se entiende que la libertad que deriva de la autonomía no solo

refiere a la posibilidad de participar sin restricciones en la toma de decisiones, sino que

implica una reflexión frente a la norma y el proceso de auto institución mediante la

participación del estudiante en el propio ordenamiento del colegio, en la toma de decisiones

y en sus formas de organización. Esta postura frente a la autonomía se acerca a la

conceptualización realizada anteriormente, en donde se plantea que la autonomía es la

condición resultante tanto de un proyecto de autoinstitución individual como de una

autoinstitución de la sociedad misma. (Castoriadis 2000).

El proceso de autoinstitución implica reflexiones respecto al bien común y los

mecanismos y espacios de participación, lo que hace necesario contemplar el fortalecimiento

de capacidades argumentativas, deliberativas y comunicativas que permitan la interacción

comunicativa que supone esta tarea, a pesar de esto, dichos elementos no son centrales en la

propuesta institucional. Aunque se concibe como fundamental el desarrollo de la autonomía

52

con el fin de aumentar la libertad de los estudiantes y así fortalecer el ejercicio democrático

de la ciudadanía, no se presenta claridad frente a los elementos pedagógicos y didácticos que

permiten llevar esto a cabo.

Por otro lado, se debe reflexionar sobre el alcance que pueden tener las propuestas de

los estudiantes tanto en orden de creación de normas como en la reorientación de las

dinámicas institucionales, principalmente porque el colegio no posee espacios destinados a

la expresión de los estudiantes frente al resto de la comunidad educativa. Por ejemplo, no se

evidencia algún mecanismo de interlocución entre los estudiantes y los administrativos más

allá de los representantes de curso y personeros, y adicional a esto, la relación entre los

coordinadores y los estudiantes se reduce a aspectos disciplinarios y de convivencia

(retardos, inasistencias, llamados de atención).

A partir de esto, se podría asegurar que la poca participación estudiantil en la

creación de normas y la deliberación frente a la institución misma se debe a las prácticas

autoritarias tanto de los docentes como de los directivos que en su ejercicio del poder como

figuras de autoridad segregan a los estudiantes a una posición subordinada tanto en los

procesos de enseñanza como en los espacios de participación. Sin embargo, esta situación

no responde solo a estas apreciaciones superficiales.

En primer lugar, los estudiantes toman parte en la creación de normas que pueden

pasar desapercibidas y que no afectan a las directivas o docentes, pero que se materializan

en espacios como el comedor, las canchas y los pasillos y que median las relaciones de los

estudiantes, incluso en el salón de clase. Esta normativa puede ser explícita como el uso de

las canchas, que corresponde a los hombres de los grados más avanzados para los partidos

de fútbol, o pueden pasar mucho más desapercibidas como la asignación de puestos en el

53

salón. Estas normas son igualmente sancionadas (un balonazo, un empujón, un insulto) y

compartidas por los estudiantes.

En segundo lugar hay que considerar que algunos estudiantes expresan que es mejor

que alguien tome las decisiones en su lugar, ya que consideran que los profesores y los

directivos están mejor preparados que ellos para esa tarea. La forma en que los estudiantes

perciben las clases puede ser un indicio de que docentes y directivos comparten esa opinión,

ya que los estudiantes expresan que en algunas clases ellos solo tienen que escuchar al

docente y hacer lo que este diga ¿Implica esto que los profesores creen que los estudiantes

no tienen nada valioso que aportar?

Es difícil afirmar esto cuando las prácticas y los discursos de los docentes que

apoyaron este ejercicio investigativo evidencian esfuerzos sistemáticos por dotar a los

estudiantes de capacidades críticas para apropiar y cambiar sus realidades. Sin embargo, esta

es una dinámica que expresan los estudiantes en relación a su experiencia educativa que no

se agota en estos dos profesores, y por lo tanto, es un aspecto que limita las herramientas

que poseen los estudiantes para participar activamente.

Frente a las distancias que pueden existir entre lo planteado en el manual de

convivencia frente a la participación de los estudiantes y lo evidenciado en la práctica, se

hicieron unas aclaraciones: no se puede considerar solamente como producto del ejercicio de

poder de los docentes que subordina a los estudiantes, ya que los estudiantes participan en la

construcción de normas que regulan sus comportamientos. Sin embargo, las experiencias de

los estudiantes en las que se ven excluidos del desarrollo de las clases, pueden limitar las

herramientas discursivas y de pensamiento que facilitan su participación activa en otros

espacios.

54

Sintetizando, frente a la categoría de Formación Ciudadana, del manual de

convivencia se pueden extraer las siguientes representaciones: la formación ciudadana está

enfocada en que los estudiantes se reconozcan y reconozcan al otro como sujeto de

derechos; la escuela tiene como una de sus funciones la de formar ciudadanos que participen

en la conformación de sociedades democráticas; la Formación Ciudadana tiene como

propósito por medio de la creación de mecanismos de participación lograr la autonomía de

los sujetos a partir del ejercicio de su libertad, y por último, la Formación Ciudadana tiene

como objetivo la formación de ciudadanos que transformen su realidad a partir de ejercicios

críticos.

Estas representaciones permiten resaltar puntos de conexión entre la propuesta

institucional y los presupuestos teóricos sobre los que se desarrolló esta propuesta,

principalmente en dos elementos centrales: la formación ciudadana debe propender por el

desarrollo de la autonomía, entendida esta como un proceso de (auto) institución

(Castoriadis, 2000); y por otro lado, el ejercicio de la ciudadanía exige la adquisición de

unas facultades críticas con el fin de transformar la realidad (Giroux, 2003).

La segunda categoría es la de ciudadanía, en concordancia con el objetivo de la

formación ciudadana, el manual de convivencia expresa que se relaciona con “Desarrollar

mi capacidad de decisión y actuar con autonomía” (art.7). Como se revisó anteriormente, la

autonomía para la institución consiste en la participación libre y activa en la toma de

decisiones que afecten a la comunidad o al propio sujeto, lo que involucra necesariamente

un ejercicio transformador.

El propósito transformador del ejercicio ciudadano propuesto por la institución tiene

sus bases en la capacidad de los sujetos para desarrollar procesos en los que puedan darse sus

propias normas para actuar y puedan decidir qué es lo mejor para ellos. De acuerdo a lo

55

anterior, es posible establecer una conexión con la propuesta de ciudadanía crítica de Henry

Giroux (2003), en tanto que la ciudadanía propuesta por la institución debe ser considerada

necesariamente como un acto emancipador ya que la transformación de las realidades que

viven los estudiantes parte de develar las relaciones de dominación.

A partir de esto, se plantean las siguientes representaciones institucionales frente a la

categoría de Ciudadanía, que poseen puntos en común con la postura de ciudadanía crítica

asumida en esta investigación: la práctica de la ciudadanía tiene como finalidad la

transformación de las realidades a partir de la exposición de las relaciones de dominación;

segundo, el eje de la ciudadanía es la apertura de espacios que propicien la participación

activa de los sujetos en procesos organizativos.

La última categoría que sirvió para filtrar la información contenida en el manual de

convivencia es la de Democracia. En relación a esta, el documento determina que uno de los

principios democráticos es que “mi libertad y mi necesidad de trascendencia hallan espacios

en las posibilidades de participación directa o indirecta en la orientación, dirección o

proyección de mi colegio Venecia”. (art. 7). Esta misma relación de la democracia con la

participación en un proyecto en común, se refleja más adelante en este mismo artículo, en

donde se expresa que “la democracia participativa no es posible si no se respeta la

singularidad y la capacidad de cada uno y si al mismo tiempo, no se da a todos un

tratamiento de igualdad”. En este fragmento se relaciona a la participación con el respeto de

la singularidad y la garantía de igualdad.

Sin embargo, el problema del bien común va más allá de garantizar la participación

de cada uno de los estudiantes; la democracia plantea un reto más grande que es el de pensar

efectivamente qué es lo mejor para todos y cómo se determina esto, pues a pesar de la

participación de todos, estos dos elementos pueden ser determinados de forma arbitraria.

56

Considerando esto, es necesario reflexionar sobre quién toma estas decisiones y el cómo, y

las consecuencias que esto tiene en el ejercicio participativo de los estudiantes.

La representaciones que sobresalen en estos fragmentos son: La democracia en la

escuela resulta de la participación directa en la orientación y dirección de mi colegio, y que,

esa participación no es posible si no se garantizan condiciones de igualdad y respeto por la

singularidad.

Esta propuesta institucional tiene un enorme potencial en la medida en que sitúa a la

participación como punto central de la Formación Ciudadana, entendiendo además que esta

debe estar enfocada hacia un ejercicio de autoinstitución por medio de un ejercicio de

formación del pensamiento crítico. Sin embargo, existe un vacío en la reflexión de las

implicaciones tanto metodológicas como didácticas de esta postura, lo que deriva en que en

la práctica el desarrollo de la autonomía mediante la apertura de espacios de participación se

vea obstaculizada por prácticas que tienen lugar en la institución como la limitación de la

participación en las aulas de clase al seguimiento de unas dinámicas y unas reglas

establecidas únicamente por el docente y la reproducción de imaginarios sexistas en cuanto

a la forma y los espacios en los que puede participar la mujer.

Las entrevistas a los docentes.

Con el fin de comprender de mejor manera las representaciones institucionales en torno la

democracia, la política y la ciudadanía que sustentan el proceso de socialización política

que lleva a cabo el colegio, se realizaron dos entrevistas semiestructuradas a los docentes

Jordi Romero y Marcela Machuca, una vez que se entiende que cada docente posee su propia

postura frente al tema de la formación ciudadana y que debido a esto, pueden existir

diferencias entre lo plasmado en los documentos institucionales y la práctica docente.

57

Se caracterizan las representaciones de estos dos docentes con el fin de evidenciar las

tensiones, contradicciones y similitudes entre la postura del colegio y la de profesores que

desarrollan o desarrollaron explícitamente procesos de formación ciudadana, ya sea desde el

área de las ciencias sociales o el área de lenguaje.

Las categorías que sirvieron para analizar la información recolectada en las

entrevistas fueron las mismas usadas en el análisis documental. Frente a la categoría de

Formación Ciudadana, la docente Marcela Machuca resalta que es importante llevarla a cabo

porque “no hay unos procesos organizativos y la escuela debería como propiciar esos

encuentros, esos escenarios de participación” (comunicación personal, 18 de Agosto 2019),

Aquí resalta un elemento recurrente a la hora de hablar de Formación Ciudadana que es la

participación, resaltando además la importancia de generar procesos organizativos dentro de

los estudiantes.

En esto, se encuentra semejanza entre lo propuesto en el manual de convivencia y lo

planteado por la docente, en donde desde las dos posturas se sitúa a la participación como eje

de la formación ciudadana con el objetivo propiciar procesos organizativos.

No obstante, esta apreciación deja duda frente los mecanismos de participación dentro

de esos procesos organizativos, pues además de abrir los espacios de participación, los

mecanismos son imprescindibles a la hora de hablar de ejercicio de la ciudadanía.

Al referirse a esta categoría, el docente Jordi Romero aporta que la Formación

Ciudadana busca establecer unos valores para vivir en sociedad. Al respecto resalta el

profesor que consta de “apropiar a los individuos, en este caso a los estudiantes, de los

valores mínimos que se necesita para poder convivir en sociedad” (Jordi Romero,

comunicación personal, 28 de Mayo, 2019). En esta postura se reconocen elementos que esta

investigación agrupó en la categoría del estado del arte Formación Ciudadana como

58

formación en ética y valores, que se caracteriza por “la formación de la persona moral a partir

de las vivencias en las que se dan los fenómenos morales en el mundo de la vida y de la

manera como son asumidos comunicativamente los sentimientos morales, en los que se dan

dichos fenómenos, es de hecho el lugar de una <<Educación para la ciudadanía>>” (Hoyos,

2001, p. 5).

Esta postura, ayuda a resaltar el ejercicio de socialización que supone formar

ciudadanos, ya que se habla de dotar al individuo de unos valores mínimos para vivir en

determinada sociedad, se habla de ese proceso de ≪producir≫ individuos en la medida en

que su psique es dota de unos imaginarios propios de la sociedad en la que se socializa

(Castoriadis, 1975). En el caso del profesor Jordi, se refiere directamente a valores como la

empatía que se consideran como fundamentales en el desenvolvimiento del ciudadano, esto

en la medida en que el docente asume que la habilidad de ponerse en los zapatos del otro

contribuye al ejercicio responsable de la ciudadanía: no hacer cosas que puedan perjudicar a

los demás. (Jordi Romero, 2019)

La formación ciudadana en la escuela desde este punto de vista se puede considerar

como un proceso de socialización que tiene la finalidad de brindar al estudiante valores como

la autonomía, la libertad o la igualdad. A pesar de esto, las prácticas propias de la escuela

reflejan una realidad apartada de las prácticas democráticas plasmadas en el manual de

convivencia y expresada por los docentes. Esto refleja que las representaciones tanto de los

profesores como de la institución no han logrado reflejarse en la cultura escolar, y en buena

medida las prácticas ciudadanas de los estudiantes reflejan hábitos antidemocráticos

(decisiones autoritarias, abuso del poder o discriminación)

Al referirse al objetivo de la Formación Ciudadana en la escuela, se encuentran

similitudes entre las posturas de los docentes, ya que la profesora Marcela Machuca

59

menciona que en este aspecto, la escuela debe propiciar que “los estudiantes adquieran una

postura para enfrentar diferentes realidades” (comunicación personal, 18 de Agosto 2019),

resaltando la importancia de herramientas como el análisis y la argumentación. Acorde a esto,

el docente Jordi Romero menciona que el objetivo al formar ciudadanos debe ser “inculcar

cuestiones éticas o cuestiones que lleven al pelao a reflexionar sobre la realidad en la que

vive, sobre la importancia que tiene el actor social, sobre la importancia que tiene también

para transformar el mundo en el que vive” (comunicación personal, 28 de Mayo, 2019).

Desde el punto de vista institucional que se plasma en el manual de convivencia no se

encuentra claro la forma en que esto se puede llevar a cabo en la institución y verse reflejado

en las prácticas cotidianas. Sobre este asunto la docente Marcela Machuca plantea elementos

que pueden ayudar a que los estudiantes adquieran una postura para enfrentar diferentes

realidades (familiar, escolar, barrial): lo primero es que

el colegio tenga una visión clara de para dónde va porque el ministerio de

educación, la Ley General de Educación todos dicen el colegio debe promover las

habilidades del pensamiento crítico para formar personas diferentes para cambiar la

sociedad, pero eso lo dice la Ley General, el Ministerio lo replica y en todos los

PEIs, o en muchos PEIs tú lo vas a encontrar el componente reflexivo – crítico

pero eso dentro del horizonte de la institución no es palpable. (Marcela Machuca,

comunicación personal, 18 de Agosto 2019)

Esto lo atribuye la docente a distintos factores como la diferencia generacional entre

los docentes y la fragmentación de la educación en campos del saber que no cooperan entre sí

(Marcela Machuca, 2019). A pesar de que lo plasmado institucionalmente no se materializa

en proyectos que propicien la formación del componente crítico-reflexivo, las prácticas de los

docentes sí dan cuenta de este tipo de ejercicios: el docente Jordi Romero menciona que “ se

60

puede mostrar al estudiante que la única participación ciudadana no es la de las votaciones, y

qué mejor participación ciudadana que el estudiante sepa que hay un mecanismo en la

constitución que se llama la tutela que le da el poder de enfrentarse a una institución o a un

poder desde su condición ciudadana” (comunicación personal, 28 de Mayo, 2019); mientras

que la docente Marcela Machuca plantea que “la lectura crítica de los contenidos mediáticos

como las noticias ayuda a formar capacidades argumentativas y reflexivas” (comunicación

personal, 18 de agosto, 2019).

Esta construcción de la formación ciudadana por parte de los docentes permite

establecer una ruptura entre el deber ser planteado por la institución y la cotidianidad de sus

prácticas. Esto atribuido a los factores estructurales que plantea por ejemplo la docente

Marcela Machuca y a que las prácticas en las que se materializan la posición de la institución

frente a la formación ciudadana -como los ejercicios electorales- son problemáticas para los

docentes en cuanto que se consideran como una puesta en escena que brinda una mirada muy

limitada de la democracia (Jordi Romero, comunicación personal, 28 de mayo, 2019).

De lo aportado por los docentes resalta la importancia de formar habilidades como la

reflexividad o el cuestionamiento sistemático como herramientas de transformación social, lo

que supone un posicionamiento del ciudadano como un actor que en el relacionamiento con

los otros y en la determinación de un bien común, resulta fundamental para la

transformación social, ya no solo como aquel sujeto que se visibiliza en el ejercicio electoral

sino como aquel sujeto que asume la responsabilidad de crear nuevos sentidos y significados

que guíen el accionar de la sociedad. Desde luego esto abre la puerta al ejercicio ciudadano

de los estudiantes en cuanto que no limita la democracia a su carácter procedimental

Al respecto, se puede mencionar que las representaciones resultantes frente a la

categoría de Formación serían que: la Formación ciudadana implica la apertura de espacios

61

de participación; la formación ciudadana es un espacio de socialización (política) que busca

brindar a los estudiantes unos valores para vivir en sociedad, y en tercer lugar, la

socialización debe dotar a los estudiantes de herramientas para afrontar y transformar sus

realidades.

La siguiente categoría con la cual se clasificó la información es la de Democracia.

Frente a este tema, el profesor Jordi Romero menciona que aunque la acepción tradicional del

concepto es hacer ejercicio del voto, esta está más relacionada con “la participación del

individuo y del ser humano en una toma de decisiones para transformar la realidad en la que

vive.” (Jordi Romero, comunicación personal, 28 de Mayo, 2019). Similar respuesta se

encuentra en la profesora Marcela Machuca en la medida en que manifiesta que “la

Democracia implica dotar a los estudiantes de herramientas para que puedan participar de

manera crítica” (comunicación personal, 18 de Agosto 2019)

De nuevo destaca en estas posturas el tema de la participación y de habilidades como

el pensamiento reflexivo y crítico como las herramientas necesarias para el fortalecimiento de

la Democracia en la escuela y la transformación de las realidades de los estudiantes. Lo

anterior se puede sintetizar en la representación de que la Democracia supone una

participación activa de los ciudadanos en la transformación de la realidad en la que vive.

La última categoría a tratar es la de Ciudadanía, frente a la cual la docente Marcela

Machuca menciona que “tiene que ver con el sentido de comunidad, reconocer que uno no

vive solo” (comunicación personal, 18 de Agosto 2019). Así pues, la ciudadanía no solo

implica tener unos valores básicos para vivir en comunidad, lo que se asemeja a las normas

de civismo, sino que implica un sentido de comunidad, de lo que resulta común y que por

tanto se comparte y se consensúa con otros, resaltando algo elemental de la Democracia, y es

que es la búsqueda por vivir de la mejor manera con los otros.

62

Este no vivir solo, implica para la docente, no solo cumplir unas reglas de

convivencia sino el trabajo por un proyecto en común, un vivir mejor para los miembros de la

comunidad. A la luz de los postulados de Castoriadis, esta postura refleja un elemento

constitutivo de la democracia, y es que el sentido de bienestar está relacionado con mi

comunidad, con lo que hemos determinado que es vivir bien.

Por otro lado, al referirse a la ciudadanía en la escuela, el docente Jordi Romero

menciona que “no hay una visión del estudiante como ciudadano porque se reduce al

espacio de votaciones y de elegir personero, y hay toda una parafernalia ahí y una puesta en

escena para tratar de recrear las elecciones” (comunicación personal, 28 de Mayo, 2019)

Esto evidencia una representación problemática y es que la ciudadanía no se asocia

con la escuela y que no hace parte de la cultura escolar el ejercicio de la ciudadanía más allá

del ejercicio electoral.

A partir de lo expuesto a través del análisis documental del manual de convivencia y

la información extraída de las entrevistas, lo siguiente es resaltar las contradicciones,

tensiones y similitudes de un proceso de socialización política que no es homogéneo.

Tal vez la contradicción más relevante es la que refiere a la ciudadanía, ya que aunque

el manual de convivencia expresa que esta se relaciona con la participación activa de los

estudiantes a través de la apertura de distintos espacios para este fin, lo que evidencian los

docentes en la cotidianidad de su quehacer es que el ejercicio ciudadano se ve limitado al

voto y que los espacios de participación se restringen a la elección del gobierno escolar.

Tanto los docentes como los estudiantes coinciden en que la escuela no propicia

espacios de participación. En el caso de los estudiantes, esta resistencia frente a las formas en

que se expresa la política y la democracia en la escuela, deviene de la interacción del

estudiante con el docente como figura de autoridad pero también con prácticas arbitrarias de

63

los propios compañeros. Los estudiantes expresan la falta de espacios de participación ya que

tienen muy poca incidencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero también por

situaciones que se evidencia en el trabajo en grupo como “ese compañero no está trabajando

porque solo dice bobadas” (Diario de campo 8, 28 de mayo, 2019) o “es que hacemos las

cosas como ella dice y no nos deja participar” (diario de campo 4, 23 de abril, 2019).

Por otra parte, los docentes afirman la falta de espacios de participación desde el

análisis que realizan de prácticas como la elección del gobierno escolar. Este procedimiento

se basa en el principio de representatividad como eje de la participación y la limita a este,

presentando aspectos problemáticos como decisiones movidas por fanatismos o manipuladas

por los mass media (Jordi Romero, 2019).

La dificultad para plasmar en las prácticas los enunciados tanto institucionales como

de los docentes frente al tema de la Formación Ciudadana, radica en que la discusión no pasa

el plano de las finalidades y difícilmente se reflexiona sobre las implicaciones pedagógicas y

didácticas de los postulados plasmados en proyectos institucionales. La formación de

ciudadanos es un ejercicio de largo aliento, que implica ejercicios conscientes y reflexivos

por parte de la institución y de los docentes, y esto se ve limitado por factores estructurales

como la fragmentación del conocimiento en la escuela, los salones atiborrados de estudiantes

y la sobrecarga de tareas para los profesores. 7

Por otro lado, esto es atribuible también a que en la práctica, la Formación Ciudadana

se limita a un contenido y no se concibe como un proyecto, por esto se crean la cátedras de

democracia, de paz o de derechos humanos. Y al ser asumido de esta manera por algunos

7 Dichos factores estructurales son el resultado de dinámicas económicas, sociales y políticas que se materializan en un proyecto de escuela neoliberal en el que predomina la lógica de costos-beneficios, en donde se busca minimizar la inversión y maximizar los beneficios,delimitando unos objetivos formativos en relación a la acumulación de información, se sobrecarga de trabajo a los docentes y se reducen las jornadas escolares afectando las sesiones de trabajo de cada asignatura. (Torres, R. 2007)

64

docentes, este ocupa solo una pequeña parte del plan de estudios, por ejemplo “a veces

porque no lo quiero si no que el mismo calendario académico me obliga a hacerlo, es que

relego el tema para los últimos períodos de clase” (Jordi Romero, comunicación personal, 28

de Mayo, 2019)

Por último, se puede expresar que existe una congruencia en la preocupación tanto de

la institución como de los docentes por generar procesos de Formación crítica que permitan

reflexionar frente a la forma en que los estudiantes construyen y sancionan normas en la

escuela (que muchas veces pasan inadvertidas y se normalizan en la cotidianeidad de los

estudiantes), esto con la finalidad de generar procesos de reflexión que posibiliten develar

prácticas y discursos autoritarios, y propiciar la búsqueda de un bien común.

Sin embargo, lo que más llama la atención es que aún cuando el colegio reconoce que

es su deber formar ciudadanos, este es un componente que no se encuentra consignado en

ningún plan institucional concreto. Así pues, estos son elementos muy importantes a la hora

de caracterizar el proceso de socialización política que lleva a cabo la institución.

Las representaciones de los estudiantes de 503 y 602

Este apartado expone el desarrollo de las actividades de cartografía social y la situación

hipotética de la isla, y el ejercicio de problematización que se llevó a cabo con los estudiantes

de los grados de 503 y 602 a partir de las representaciones en torno a los conceptos de

Democracia, Política y Ciudadanía que surgieron de los dos primeros ejercicios que eran de

caracterización.

La primera sesión de trabajo se lleva a cabo el día 9 de Abril con el curso 503 el cual estaba

acompañado por la profesora Marcela Machuca. Esta primera sesión sirvió para presentarme

frente a los estudiantes, y presentar la idea y el objetivo del proyecto que se buscaba realizar.

65

En el desarrollo de la presentación los estudiantes comenzaron a hacer preguntas sobre los

temas a tratar, resaltando el tema de las nociones que ellos tenían frente a la política. Al

plantear este como un tema a desarrollar, los estudiantes comenzaron a participar al respecto,

mencionando que para ellos “la política es poder votar; poder elegir participar en las

elecciones; poder escoger a un representante” (Diario de campo 1, 5 de Abril, 2019). Al

ahondar en esta respuesta, yo replico argumentando que esto quiere decir que ellos no tienen

participación en política debido a todavía no pueden votar, a lo que ellos responden que es así,

“uno como menor de edad no tiene participación porque todavía no puede votar” (Diario de

campo 1, 5 de Abril, 2019). De esto se desprende que los estudiantes encuentran un margen

de participación en el funcionamiento institucional en la medida en que escogen una

representante en el gobierno estudiantil.

La formación de esta representación es fácilmente atribuible a la realidad que viven

los estudiantes en la escuela y que resaltan los docentes Jordi Romero en cuanto que “no hay

una visión del estudiante como ciudadano porque se reduce al espacio de votaciones y de

elegir personero, y hay toda una parafernalia ahí y una puesta en escena para tratar de recrear

las elecciones” (comunicación personal, 28 de Mayo, 2019) y la profesora Marcela Machuca

cuando menciona que “la democracia como la hemos enseñado y la hemos trabajado es ir a

votar, ejercer el derecho al voto” (comunicación personal, 18 de Agosto 2019). Es difícil que

el estudiante posea otras representaciones sobre la política ya que tanto en la realidad social

como en la escolar en la que se encuentra, ésta se reduce a votar: la elección del gobierno

como bien lo menciona el profesor Romero es un esfuerzo por recrear la elección de alcaldes,

gobernadores, y otros puesto en el gobierno.

66

Debido a que es esta escenificación lo que el colegio asume como política, es mucho

más fácil que los estudiantes construyan esta representación de la política y de lo que implica

participar dentro de este performance

De esta sesión resaltan varias elementos de la representación que construyen los

estudiantes frente a la política: lo primero es que asocian la política únicamente con el

ejercicio del voto; y la segunda es que los niños y los jóvenes asumen que la participación

política depende únicamente de si pueden votar o no, y en tercer lugar, la participación es un

elemento central de la política.

En las siguientes sesiones se desarrolló el ejercicio de caracterización de Cartografía

social, que tenía el objetivo de identificar qué entienden los estudiantes por participación,

cómo participan y dónde participan los estudiantes. Esto con la finalidad de profundizar en un

aspecto constitutivo de la política y la democracia que no se había tenido en cuenta en la

construcción de la propuesta pero que apareció durante las primeras dos sesiones de trabajo

con los estudiantes: la participación. La cartografía social como soporte gráfico permite la

identificación de los elementos organizadores de la representación social en tanto que

posibilita develar la estructura de la representación, la identificación de un núcleo de

significación y la relación que se establece con otros aspectos de la representación.

Esto se llevó a cabo mediante la graficación de los siguientes aspectos: los espacios

que los estudiantes consideran como importantes dentro o en los alrededores de la institución;

los espacios que no se consideran importantes; los lugares en donde ellos creen que pueden

participar, y los espacios donde ellos creen que no pueden participar.

El ejercicio de cartografía se dividió en 3 momentos: el primer momento consistió en

la explicación del ejercicio y de su objetivo. Para esto, se retoman elementos básicos de la

representación cartográfica como la creación de un croquis, la ubicación de unos puntos de

67

referencia y el establecimiento de unas convenciones; el segundo momento consistió en la

conformación de grupos y la elaboración de las cartografías, para finalizar el ejercicio, se

realiza la socialización de los trabajos.

La realización de las cartografías se lleva a cabo en grupos con el propósito de

fortalecer el trabajo colaborativo entendido a partir de los siguientes elementos: la

interdependencia positiva, que consiste en que cada integrante del grupo busca llevar a cabo

una función sin la cual el objetivo común no se podría llevar a cabo; el segundo elemento es

el de la responsabilidad grupal e individual, desde el cual el grupo asume la responsabilidad

de llevar a cabo la tarea, y cada individuo es responsable de cumplir con su rol; el tercer

elemento en el que cimienta el trabajo cooperativo es la interacción estimuladora (Johnson;

Johnson y Holubec, 1999).

Sin embargo, la conformación de grupos de trabajo no facilitó el cumplimiento de

estas condiciones, y el trabajo en grupo no siempre implicó un trabajo colaborativo. Una de

las formas de trabajo en grupo que se evidenció en la construcción de las cartografías fue que

una parte del grupo trabajaba y la otra se ocupaba en otras actividades como jugar en el

celular o jugar por el salón, “cuando le pregunto a unos estudiantes que por qué no ayudan en

el trabajo, me dicen que ellos no quieren hacer nada, y me encuentro con otros que solo están

jugando en el celular” (diario de campo 3, 7 de mayo, 2019).

Otra de las dinámicas que se presentó dentro del trabajo en grupo es que una persona

determina la forma en que se iba a realizar el trabajo y asigna tareas a sus compañeros o hace

la mayora parte del trabajo, por ejemplo cuando unos estudiantes expresan que “ella no nos

deja ayudar y siempre hacemos las cosas como ella quiere” (diario de campo 4, 23 de abril,

2019). Solo cuando los compañeros expresan esto frente al docente y este pregunta la razón

68

de esta situación, la estudiante o el estudiante que tenía esta postura se abre a que los

compañeros aporten ideas y ayuden en la realización de las cartografías.

Una tercera forma en la que se desarrolló el trabajo en grupo en la construcción de las

cartografías fue que los estudiantes tomaban turnos para incorporar elementos al trabajo.

Mientras un estudiante hacía una parte del trabajo los otros realizaban otras actividades. Esto

se evidencia en la siguiente observación: “Me encuentro con muchos niños escuchando

música o jugando con el celular, les pregunto por qué no están ayudando y me dicen que

están esperando su turno en la cartelera” (diario de campo 6, 14 de mayo, 2019).

Un aspecto a resaltar frente al desarrollo del trabajo en grupo es que las relaciones

entre los estudiantes están constantemente mediadas por agresiones verbales e incluso físicas

(esto más notorio en el curso 602). Esto deriva en que en algunos casos, las disputas frente a

temas como el contenido o las formas de hacer los trabajos sean resueltas mediante la

agresividad y las decisiones impuestas. Ejemplo de esto se pueden considerar los casos en que

uno o dos estudiantes determinan qué hacer y cómo hacerlo. Por otro lado, estas formas de

participar -o no- en el ejercicio se asocian a que el ejercicio no se presentó igualmente

significativo para todos los estudiantes, y eso se reflejó en que algunos no se involucraron de

ninguna forma en el ejercicio.

En cuanto a las cartografías, hay que resaltar que tanto en el ejercicio en el grado 503

como en 602, resalta que los lugares que se consideran importantes están realizados con

mayor detalle, cuentan con mayores características físicas (ventanas, puertas, escaleras,

delimitaciones, entre otras) y están coloreados, y por otro lado, los lugares que no se

consideran importantes apenas se ubican en el mapa o simplemente no se encuentran

cartografiados. (revisar imágenes 1 y 2 ). En cuanto a los límites de la representación se

presentan particularidades, y es que los estudiantes de sexto representan la sección de

69

primaria y la sección de bachillerato, mientras que los estudiantes de quinto solo plasman la

parte de primaria (salones, canchas, cafetería, parqueadero). Esto se debe a que ellos no

frecuentan este espacio aún, y no se presenta como familiar, pero también se debe a

situaciones en los que ellos sufren bullying en estos espacios. “es que los niños más grandes

nos sacan a balonazos y nos hacen bullying” (Cartografía 3, 7 de mayo, 2019).

(Imagen 1, cartografía elaborada por estudiantes de 503)

Esto es una expresión de la representación espacial que tienen los estudiantes de la

escuela, y es que en ocasiones para ellos se puede presentar como un espacio hostil debido a

este tipo de prácticas, sin mencionar los lugares a los cuales no tienen acceso como la sala de

profesores o la zona administrativa en el tiempo de descanso. Estos dos elementos tienen

como consecuencia que el estudiante conciba de manera fragmentada la escuela, con roles

definidos a los cuales se les asocia un lugar y al cual se les dificulta el acceso. Estas formas de

70

relacionamiento entre los actores escolares en los espacios de la institución es uno de los

factores que se deben tener en cuenta a la hora de fortalecer la participación en el colegio.

(Imagen 2, cartografía elaborada por estudiantes de 602)

El tercer momento de este ejercicio consistió en la socialización de las cartografías en

torno a los interrogantes de ¿cuáles lugares consideraban ellos como importantes y cuáles no?

¿qué entendían ellos por participación? ¿en qué espacios creían que podían participar? ¿cómo

creían ellos que participaban en estos espacios? y ¿y cuál es la finalidad de esta participación?

En torno a los lugares que se consideran como importantes se mencionan espacios de

uso común como las canchas, la biblioteca, el comedor o los salones de clase, los cuales

cumplen alguna función para ellos, ya sea la de brindar recreo o alimento, por ejemplo esto se

se expresa en que “el patio es importante porque hay harto espacio, la cafetería es importante

pa comer, porque necesitamos comer“ (grabación 14 de mayo 2019, archivo personal)

mientras que espacios como las oficinas administrativas, los parqueaderos o los límites del

71

colegio no se consideran importantes. (cartografía 503, (1) Mateo,Sharyn, Calet, Johan,

Estiven).

El segundo aspecto en la socialización de las cartografías fue la noción de

participación de los estudiantes. Los aspectos más importantes se recogen en el siguiente

fragmento de la socialización de 602:

- Participar es como estar ahí presente ante alguna circunstancia

- No porque entonces diríamos que en todos los salones participamos.

- Participar es cuando digamos uno en cada actividad que le ponen como que

interactúa con ella. (grabación 14 de mayo, 2019, archivo personal).

Esta intervención de un grupo de estudiantes permite sintetizar los elementos

planteados por los estudiantes tanto de quinto como de sexto en torno a la participación.

Algunos grupos expresan que que la participación es como estar en un lugar y realizar alguna

actividad con alguien más en ese lugar. (Diario de campo 5, 7 de mayo, 2019) En el salón de

clase, esto está relacionado con realizar las actividades propuestas por los docentes, sin

embargo, hay que tener en cuenta que esto no es un ejercicio mecánico y que en este realizar

las actividades propuestas implica ejercicios creativos.

La tercera interrogante que guió las intervenciones fue por los espacios en donde los

estudiantes participan. Estos corresponden a los espacios que se consideran como

importantes, mencionando que estos poseen alguna función para ellos, en estos sobresalen las

canchas de fútbol, sin embargo, se presenta la excepción de los edificios de salones: aunque

los salones son considerados como espacios importantes, no son considerados como espacios

de participación (revisar imágen 3),por ejemplo cuando unas niñas mencionan que “ no

podemos participar en salón porque siempre hay que seguir las reglas del profesor y quedarse

sentaditas y calladitas”(Diario de campo 5, 7 de mayo 2019)

72

(Imagen 3, cartografìa elaborada por los estudiantes de 503)

La anterior intervención de las estudiantes aporta elementos a la discusión desarrollada

en el apartado referente al manual de convivencia respecto a las rupturas entre lo establecido

institucionalmente y lo que se evidencia en la práctica, y es que cuando los estudiantes

consideran que las normas que establecen los docentes son arbitrarias, esto reduce su

posibilidad de participar. Ampliando esta afirmación -teniendo como referencia lo plasmado

institucionalmente- estas restricciones a las posibilidades de los estudiantes de crear sus

propias normas y de participar en las distintas formas de organización institucional reducen la

autonomía de los estudiantes.

La siguiente pregunta que se abordó en los ejercicios de socialización fue la forma en

que los estudiantes participan. En 602 se plantean dos formas de participar, o mejor,

actividades que se pueden realizar de dos formas: de manera individual o grupal. “La mayoría

de veces o casi siempre que participamos es de forma individual; no porque digamos en

73

danzas cuando nos toca de a parejas o en educación física” (grabación 14 de mayo, 2019,

archivo personal).

En la socialización realizada en 503 se presentan elementos adicionales, resaltando

que “nosotros participamos organizando grupos y escogiendo un líder” (diario de campo 5, 7

de mayo, 2019). Esto presenta no solo la colaboración de los estudiantes para realizar una

actividad sino que implica la necesidad de un líder que determine la forma en que se lleva a

cabo el trabajo, y la disposición de los otros compañeros a ayudar en esa tarea.

La última interrogante que se realizó fue la de la finalidad que los estudiantes le dan a

la participación, y tal vez sea este el elemento más confuso de las representaciones que tienen

los estudiantes sobre la participación, esto debido a que no es claro para qué se participa, más

allá de compartir una actividad con unas personas en determinado lugar. Esto contrasta con

los propósitos de la participación planteados tanto por el manual de convivencia como por los

docentes que tienen la finalidad de implicar al estudiantes en procesos críticos que permiten

reflexionar sobre sus realidades y transformarlas.

A partir de los ejercicios de socialización de las cartografías de los grados quinto y

sexto se caracterizaron las siguientes representaciones en torno a la participación: la

participación es estar en lugar y realizar alguna actividad ya sea de forma individual o en

compañía; la participación en el salón de clases es interactuar con las actividades que deja el

profesor; los estudiantes no participamos en el salón de clases porque solo tenemos que

seguir las reglas de los profesores; la participación es formar grupos y escoger un líder.

Estas representaciones expresan una imagen frente a la participación como eje de la

política y la democracia a partir de la cual, y donde se consideran como problemáticos los

siguientes aspectos: ¿Para qué se participa? ¿Cómo se relaciona esta finalidad con el

74

propósito de construir el bien común propuesto por esta investigación? y ¿Cómo se determina

qué es lo mejor para todos y cómo se lleva acabo eso?

El ejercicio de problematización desarrolló estos puntos a partir de plantear un

ejercicio en el que se reflexionara sobre el cómo se determina el mejor uso para un espacio en

común que resulta importante para todos como la canchas, y los mecanismos para llevar a

cabo dicha propuesta.

Hay que resaltar que el ejercicio de cartografía social no sólo permitió la

caracterización de las representaciones de los estudiantes en cuanto a la participación, sino

que permitió revelar dinámicas propias de la escuela que obstaculizan el ejercicio ciudadano

como la exclusión de las mujeres de los espacios de participación: “las mujeres no

participamos en los mismos espacios que los hombres” (grabación 14 de mayo, 2019, archivo

personal) o la violencia física y simbólica sobre la que se basa la lucha por los espacios.

Partiendo del ejercicio de caracterización y análisis de las representaciones sociales obtenidas

a través del ejercicio de cartografía social, es posible inferir frente al proceso de socialización

detrás de estos constructos que: aunque la institución educativa y los docentes tengan

posturas claras frente a la democracia y la política, al no verse estas materializadas en

propuestas didácticas para trabajar la democracia y la ciudadanía, los estudiantes construyen

estas representaciones a partir de informaciones, opiniones y creencias con las que se

encuentran en contacto diariamente, es decir, provenientes de familiares, medios de

comunicación y redes sociales. Hecho que resulta problemático al tener en cuenta que aunque

uno de los principales objetivos del colegio -que se contempla además en el manual de

convivencia- es el de formar ciudadanos, las representaciones en torno a participación que

poseen los estudiantes no son claramente atribuibles al colegio.

75

El segundo ejercicio correspondió al taller de la isla que consistió en el planteamiento

de una situación hipotética en donde cada grupo de estudiantes quedaba atrapados en una isla

y debían resolver situaciones básicas de supervivencia como el refúgio o la búsqueda de

comida. Este taller tenía como objetivo indagar por la forma en que los estudiantes toman las

decisiones y la discusión frente a la importancia de la norma y las posibles sanciones frente al

incumplimiento de estas.

En un primer momento, se les dice a los estudiantes que deben decidir si permanecer

juntos o afrontar esto por su propia cuenta. Todos los estudiantes decidieron seguir juntos:

“es mejor estar juntos porque nos apoyamos entre todos” (taller isla 503, María Fernanda,

Dana, Eliana). Los estudiantes expresan que es mejor permanecer juntos porque así se pueden

ayudar, se pueden cuidar entre ellos, resaltando también que esto facilitaría el trabajo “juntos

es más fácil cazar y encontrar salidas” (taller isla 602, Maria Luisa, Karol, Nicolle). Estas

posturas de los estudiantes de quinto y sexto que se sintetizan en los trabajos referenciados,

permiten agregar elementos a la representación de participación de los estudiantes; y es que

en esta situación hipotética, los estudiantes consideran que su participación con otros está

destinada a la búsqueda del bienestar común, y que incluso, la acción conjunta facilita esa

tarea.

La segunda tarea que se les presenta a los estudiantes es la de escoger un sitio para

refugiarse y la de ir en busca de agua y comida, esto indagando por cómo los estudiantes

tomarían esta decisión. Frente a esto, los estudiantes escogen tres alternativas: votar, escoger

un líder para que él decida o pensar entre todos. Esto se expresa en las siguientes

intervenciones “ votando por quien va a a ser el jefe para que pueda decidir por nosotros”

(taller isla, 503, Ángel, Johan, Santiago) o por ejemplo otro grupo opina que “es mejor

escoger un líder para que él pueda decidir” (taller isla 602, Julieth, Valentina, Dana).

76

Por otro lado, cuando esta decisión no se delega a un líder, se escoge la votación

como mecanismo de determinación de ese bien común, resultando esto en la mayoría de los

casos en una imposición del bienestar de la mayoría sobre la minoría, por ejemplo en

decisiones como la búsqueda de alimento “para mí deberían votar entre sí mismos (...) y el

que tuvo más votos pues tiene que ir” (taller isla 602, Maria Luisa, Karol, Nicolle).

Por último, se presenta la opción de decidir entre todos, por ejemplo “reuniendo las

ideas de cada miembro del grupo, creandolas en una sola idea para encontrar una solución al

refugio” (taller isla 503, Sebastián, Anthony, David, Steven). Esta opción expresa la

importancia que se le otorga a procesos como la comunicación o la deliberación en la toma de

decisiones, pues implica producir una idea, ponerla en discusión y sintetizar una solución

para un problema.

Después de que los estudiantes han pasado por estos obstáculos, se propone una

situación en la que a los estudiantes les es robada la comida por algún desconocido, y después

de algunos intentos logran capturarlo. Una vez que lo han hecho su prisionero, se plantea el

qué hacer con él esto con el propósito de indagar por la importancia que le dan los estudiantes

a la norma, la forma en que la construyen y la sancionan.

Frente a este aspecto, los estudiantes resaltan que “las reglas son necesarias para

mantener un orden; las reglas tienen que ver con pensar en los demás” (taller isla 503,

Christopher, Cristian, Maria Alejandra ). Aunque este ejercicio permitió ver la importancia

que le dan los estudiantes a la creación de normas, también dejó ver la arbitrariedad con la

que en algunos casos se sanciona esa norma, proponiendo en algunos casos que “el castigo

puede ser decapitarlo” (taller isla 602, Julieth, Valentina, Dana) o que “debe ser quemarlo”

(taller isla, 602, Michel, Tatiana, Laura). Estas sanciones son totalmente arbitrarias y

demuestran no solo crueldad sino dinámicas de abuso de poder, en tanto que en esta situación

77

que no supone una autoridad superior a los estudiantes y en donde ellos mismos determinan

las reglas, llegan a considerar estas prácticas.

El campo de la psicología brinda una explicación para estas expresiones de crueldad

de los estudiantes en medio de una situación hipotética. La expresión de la crueldad en el

juego (de rol en este caso) “permite que el niño invierta con su imaginación los papeles: de

víctima pasiva, a verdugo activo. Y en ello obtiene un relativo consuelo, pero consuelo al fin

y al cabo” (Soler, 2018). Plantear así sea solo dentro de un juego castigos como los

mencionados, pueden ser una forma en que por medio de la imaginación, el estudiante

invierte su papel de sujeto de malos tratos y se convierte en victimario.

El desarrollo de este taller permitió evidenciar las siguientes representaciones de los

estudiantes: frente al tema de la creación y sanción de la norma, se expresa que las reglas son

importantes para mantener un orden; en torno a la participación, los estudiantes mencionan

que hay tres mecanismos de participación, el voto, por medio de un líder o la toma de

decisiones conjuntas, y que esta tiene como finalidad facilitar la búsqueda del bienestar para

los miembros del grupo, también resalta que se participa para conseguir un bien común, y que

llevar a cabo esta tarea conjuntamente la hace más fácil.

De este ejercicio, resaltan como problemáticas la importancia que tiene la votación en

los estudiantes a la hora de participar en la toma de decisiones y la arbitrariedad con la que se

puede llegar a construir y sancionar la norma. Frente a estos dos aspectos, el ejercicio de

problematización se planteó como una alternativa al uso del voto como forma de tomar las

decisiones, ya que esta opción se eliminó con anterioridad de las posibilidades, mientras que

frente a la construcción y sanción de normas se discutió a partir del poder que deriva de

figuras de autoridad como el rector o la rectora y los coordinadores o coordinadoras y cómo

esto propicia que se impongan las normas.

78

Adicional a esto, este taller permitió profundizar en la noción de trabajo cooperativo

que ya habían expresado los estudiantes a la hora de hablar de la participación. Cuando a los

estudiantes se les presenta la situación en la que deben escoger entre llevar a cabo los

ejercicios de supervivencia solos o acompañados, la mayoría de ellos responde que “es mejor

si nos colaboramos entre todos (...) es mejor que todos colaboren y opinen” (taller isla 602, 4

de junio, 2019). Así pues, ese estar con otros en un lugar tiene aquí un elemento nuevo que es

el de la finalidad de la participación: la participación tiene la finalidad de lograr el bienestar

de las personas que interactúan entre ellas.

El bien común es un elemento muy importante a la hora de hablar de Democracia y

Política en la escuela, pues en definitiva el ejercicio de la política no es sólo el

cuestionamiento explícito de lo instituido, (Castoriadis, 1990) sino que tiene como propósito

el establecimiento de nuevos significados imaginarios, la búsqueda de instituciones

deseables.

Por otro lado, el taller permitió trabajar el tema de la norma y la forma en que esta es

creada y sancionada cuando es incumplida. Esto con el fin de abordar un aspecto central de la

autonomía que es el de darse sus propias reglas para vivir, y no solo se habla de un proceso

individual sino de la capacidad de la sociedad para poder darse sus propias normas.

El último taller correspondió al ejercicio de problematización que tenía el objetivo de

a partir de una situación cotidiana de los estudiantes, problematizar las representaciones

sociales de los estudiantes en torno a la política y la democracia que se obtuvieron por medio

de los ejercicios de indagación.

La problematización aporta distintos elementos a la Formación Ciudadana en cuanto

que es un ejercicio colaborativo que permite el fortalecimiento de habilidades como la

deliberación y la reflexión frente a problemas objetivos de la cotidianidad de los estudiantes.

79

En adición a esto, permite el desarrollo de un elemento constitutivo de lo que esta

investigación considera como política: el cuestionamiento explícito y lúcido de lo instituido

con el fin de establecer instituciones más deseables para determinada sociedad, esto

considerando que la problematización es un ejercicio sistemático de indagación y

determinación de los aspectos problemáticos de situaciones y relaciones cotidianas, pero que

en su disposición, implica necesariamente un proceso conjunto de creación.

Teniendo en cuenta esto, un ejercicio de problematización consta según Zanotto y

Rose (2003, citados en Mariño, 2014, p.6) de 3 procesos fundamentales:1. la identificación de

un problema, que es relevante, específico y objetivo; 2. la búsqueda de los factores que

explican el problema de forma suficiente y pertinente; y 3. la generación de soluciones. A

partir de estas consideraciones se plantea la situación del acceso a un espacio común como

las canchas, teniendo en cuenta que es el espacio que más se referenció por parte de los

estudiantes como un espacio importante dentro del colegio en donde podían participar. Con la

finalidad de plantear un problema relevante, específico y objetivo, se identificó el uso

diferenciado de las canchas como un problema cotidiano que los estudiantes podían

fácilmente caracterizar.

Para este ejercicio se escogieron las siguientes representaciones: participar en la

política es poder votar para escoger un líder y, la democracia tiene que ver con un

establecimiento del bien común. Estos dos núcleos representativos, permitieron abordar

distintos elementos planteados por los estudiantes a lo largo de los talleres, en relación a

cómo se participa dentro y fuera del aula de clases,para qué se participa, cuál es la

importancia de la norma en este proceso; la necesidad de un líder para decidir; cómo se

determina el bien común y cómo se ejecutan esas propuestas.

80

Al respecto, se buscó problematizar el hecho que limitar la participación política de

los estudiantes al ejercicio del voto cierra espacios de participación en la escuela y por

consiguiente despoja a los estudiantes de la posibilidad de ser autónomos, y por otro lado, se

problematizó la forma en que se determina qué es lo mejor para todos y cómo esto se lleva a

cabo.

El problema se plantea de la siguiente manera : los estudiantes, tanto niños como 8

niñas, ante la imposibilidad de usar las canchas, usan otros espacios para jugar, sin embargo,

esto no da solución al problema planteado, sino que solo lo rodea fortaleciendo las dinámicas

que permiten esta situación. Aquí se da espacio para que los estudiantes expresen las razones

por las cuales ellos creen que se presenta esa situación, lo que busca explorar los factores que

ellos creen explican el problema determinado. Seguido a esto se decide que se le debe dar

solución a este problema, pero que al brindar unas soluciones y votar entre ellas, se presentó

un empate, lo que hace imposible que por este medio se dé solución a este problema. De esta

manera, se pide a los estudiantes que en grupos presenten una alternativa de solución a este

problema, teniendo en cuenta que la votación no es opción posible.

Para llevar a cabo esta actividad, lo primero que se les pide a los estudiantes es que

escojan un rol desde el cuál van a intentar dar solución a la problemática, esto con la finalidad

de evidenciar si los estudiantes asocian la toma de decisiones con roles de autoridad como los

rectores(as), los coordinadores(as), profesores(as) o si por otro lado, concebían a los

estudiantes como un rol protagónico a la hora de tomar decisiones. Frente a esto, hay que

resaltar en el caso de 602 que la mayoría de ellos escogen ser estudiantes, sin embargo, la

toma de decisiones recae sobre el rector o la rectora: “tenemos que escoger la nuestra porque

somos los rectores y los rectores son los que deciden” (ejercicio de problematización, 6 de

8 para revisar la forma en que se presentó a los estudiantes, revisar anexos.

81

septiembre, 2019) esto nos brinda elementos importantes sobre la participación, pues no solo

evidencia que se asocia a pocas personas que ocupan roles de poder sino que la limitación de

la participación se debe vincular directamente a los factores que los estudiantes establecieron

como problemáticos en esta situación: unos niños, de mayor edad, se aprovechan de eso para

no dejar jugar a nadie más; los niños que no pueden jugar por la discriminación o el bullying

debido a que son gordos, nerds, ñoños o flacos; los niños mayores tienen más poder que los

niños pequeños y abusan de ese poder para pegarle a los más pequeños y no dejarlos jugar.

(ejercicio de problematización, 6 de septiembre, 2019).

La determinación de factores que expliquen el problema permitió que los mismos

estudiantes develaran dinámicas que ponen trabas a su participación como el sexismo o el

bullying y posibilitó ver que estas prácticas están mucho más relacionadas a los propios

compañeros que a los docentes o los directivos.

Así pues, estas situaciones que obstaculizan la participación de los estudiantes llevan

a que construyan representaciones de esta en la que se asumen como sujetos pasivos que

deben delegar esta responsabilidad en las personas que detentan cargos de poder.

Una vez que se habían determinado las soluciones por parte de cada grupo, se

procedía a tomar la decisión de cuál era la mejor solución. Este momento permitió

problematizar los aspectos relacionados a la determinación del bien común y los retos que

supone una forma de participación que se expresó repetidamente en las intervenciones

durante los talleres de indagación pero que no siempre se llevaba a cabo: proponer ideas y

decidir entre todos. Esto propició el ejercicio de deliberación frente a cómo permitir el acceso

de todos los estudiantes a la cancha, en la medida en que los miembros que integran una

comunidad, mediante un proceso de argumentación y raciocinio, sean capaces de llegar a

82

puntos de encuentro y acuerdos sobre los temas que competen a todos y todas. (Magendzo

2007).

Por último, hay que resaltar que el objetivo de la actividad, que consistía en la

problematización por parte de estudiantes de unas representaciones sociales que ellos mismos

habían expresado con anterioridad, permitió desarrollar un elementos centrales del

pensamiento reflexivo en tanto que “ examen activo, persistente y cuidadoso de toda creencia

o supuesta forma de conocimiento a la luz de los fundamentos que la sostienen y las

conclusiones a las que tiende” (Dewey, 1993, p. 24).

Más allá de las propuestas que pudieran plantear los estudiantes en este ejercicio, el

taller de problematización se enfocó en el proceso, retomando a Orange sobre los problemas

de naturaleza social, “en cualquier caso son problemas que no presentan una solución única y

donde ciertos componentes son inciertos” (2005, p. 6). El proceso sin embargo, sí presenta

alternativas y ventajas a tener en cuenta: primordialmente se presenta como un ejercicio de la

política que va má allá del voto permitiendo que los estudiantes creen conjuntamente nuevos

sentidos y significados sobre la vida en comunidad; en segundo lugar, permite fortalecer

habilidades como la reflexión o la deliberación fundamentales a la hora de hablar de

participación en la escuela; y por otro lado, metodológicamente se presenta como una

alternativa al trabajo en grupo que no es colaborativo.

Para finalizar, hay que recordar que este capítulo analizó y reflexionó sobre la manera

en que se desarrollaron los siguientes objetivos investigativos: caracterizar las

representaciones que posee la IED Venecia Nuevo Muzú alrededor de la formación

ciudadana; identificar las representaciones de lo democrático y la política que construyen los

estudiantes de los grados 503 y 602 de la IED Venecia Nuevo Muzú.

83

Teniendo esto en cuenta, se puede concluir que el análisis documental del manual de

convivencia permitió caracterizar elementos constitutivos de las representaciones frente a la

Formación Ciudadana que posee la institución como participación activa, autonomía y

libertad.

En concordancia, se puede afirmar que la formación de ciudadanos en la IED Venecia

Nuevo Muzú se entiende como un ejercicio del fortalecimiento de la autonomía con miras a

la participación en la orientación de la institución, sin embargo, dicho posicionamiento carece

de reflexión metodológica y didáctica, lo que se refleja en que estos planteamientos

difícilmente se evidencien en la cotidianeidad escolar.

Respecto a las representaciones de los docentes, cabe resaltar que permitieron

complementar el concepto de Formación Ciudadana a partir de nociones como la de

comunidad o la formación de valores. Sin embargo, lo que más resalta son los puntos de

contacto entre lo planteado por la institución y lo planteado por los docentes, una vez que

coinciden en puntos centrales como la importancia de la participación activa de los

estudiantes y la transformación de las realidades como objetivo del ejercicio ciudadano.

Frente al segundo objetivo, los instrumentos diseñados permitieron determinar

distintas representaciones que poseen los estudiantes y la forma en que estas se relacionan

con estructuras pre existentes y se materializan en prácticas. Así mismo, la caracterización

permitió evidenciar que constantemente estas representaciones entran en negociación, tensión

y contradicción por medio de ejercicios comunicativos, con estructuras propias o con los

compañeros: en el aula de clase coexisten tanto prácticas autoritarias como prácticas

democráticas, y constantemente estas entran en disputa, generando esto procesos de

resistencia como buscar otros espacios para jugar o buscar alternativas para permitir el uso de

todos de espacios en común como las canchas.

84

Un último aspecto a mencionar es que a partir del desarrollo teórico frente a las

representaciones sociales, estas construcciones cognitivas que se describen reflejan una

construcción de la realidad socialmente construidas y compartidas por los estudiantes, que se

plasma en una imagen elaborada a partir de los aportes de la familia, los medios de

comunicación, los docentes y los propios compañeros. Al ser un conocimiento que posee un

fin práctico, se materializa en unas prácticas, que no siempre son coherentes con el discurso

que se enuncia, por ejemplo: frente a las interrogantes de cómo solucionarían este problema,

cómo llevarían a cabo esta actividad, era recurrente la respuesta de “dialogando entre

nosotros y cada uno dando una idea” (grabación 31 de mayo, 2019), cuando esto no siempre

se reflejaba en el comportamiento en la clase y en el desarrollo de las actividades. Esto refleja

primero un condicionamiento de la respuesta a lo que el estudiante considera que el profesor

va a evaluar como correcto, pero también muestra el carácter disgregado, incoherente de las

formas de representación.

Este fenómeno en donde las prácticas y los discursos de los sujetos no son

correspondientes entre sí, es explicado por el psicólogo social Leon Festinger mediante su

teoría de la disonancia cognitiva, la cual explica esta inconsistencia a partir de “la existencia

de relaciones entre cogniciones que no concuerdan” (Festinger, 1975, p. 202). La disonancia

aparece una vez que la persona se enfrenta a una experiencia nueva o recibe conocimientos

nuevos que trastocan los conocimientos preexistentes o la cognición de una conducta

determinada (1975).

Entonces, en el caso de los estudiantes de 503 y 602 de la IED Venecia Nuevo Muzú,

esta disonancia se puede explicar a partir de su acercamiento a una experiencia educativa

nueva que presentó nueva información frente a la Democracia y la Ciudadanía que entró en

conflicto con prácticas, opiniones y conocimientos pre existentes en los estudiantes.

85

Capítulo 4.

SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA: PROPUESTA DE FORMACIÓN

POLÍTICA EN LA IED VENECIA NUEVO MUZÚ

Este capítulo presenta los resultados del ejercicio de sistematización de la experiencia de

formación política llevada a cabo en la Institución Educativa Distrital Venecia Nuevo Muzú

con los estudiantes de los grados 503 y 602, que tuvo como objetivo reflexionar sobre el uso

de la problematización de las representaciones sociales como herramienta didáctica para el

desarrollo de una propuesta pedagógica; esto con la finalidad de generar saberes en relación

con la enseñanza-aprendizaje de la democracia y la ciudadanía en la escuela.

Para este fin, se parte de entender la práctica pedagógica como la actividad educativa

lúcida que tiene como objeto la autonomía de los sujetos (tanto de los estudiantes como de los

profesores), y para la cual el único medio para alcanzar dicho fin es esta misma autonomía.

Desde este punto de vista, la autonomía es el producto siempre inacabado de todo proceso 9

educativo, una vez que supone una auto institución permanente.

La sistematización de esta práctica pedagógica se realiza a partir de tres ejes: uno

epistemológico titulado Formación ciudadana y ciudadanía en la escuela, que reflexiona

frente a la importancia de abordar pedagógicamente las representaciones sobre los conceptos

de democracia y ciudadanía con el fin de formar sujetos con habilidades y conocimientos que

permitan su despliegue como ciudadanos; el segundo eje se ocupa de los aspectos

metodológico y didáctico, y se titula la problematización de representaciones sociales como

herramienta didáctica para la Formación Ciudadana. En este eje se reflexiona frente a la

9 La autonomía hace referencia a un proceso de auto - institución por el cual una sociedad dicta las propias reglas de existencia, significa la realización de la libertad efectiva tanto del individuo como de la sociedad por medio del cuestionamiento explícito de la ley y de los significados imaginarios que instituyen la sociedad

86

pertinencia de la problematización a la hora de hablar de formación política y el porqué

escoger a las representaciones como base para los procesos de formación. Además, se aborda

la importancia de las habilidades comunicativas en los procesos de formación política. Por

último, el eje pedagógico que se titula aportes de la práctica pedagógica a la formación de

docentes en la Licenciatura en Ciencias Sociales (LECS), explora los aportes de la reflexión

de la práctica pedagógica a la transformación institucional y a la formación de docentes,

específicamente en la Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales de

la Universidad Distrital Francisco José de Caldas .

Formación ciudadana y ciudadanía en la escuela

Este eje tiene el propósito de reflexionar frente a la importancia de abordar pedagógicamente

los conceptos de Democracia y Ciudadanía en la escuela en procesos destinados a la

formación de sujetos con conocimientos y habilidades que permitan el ejercicio de su

ciudadanía.

Teniendo en cuenta este objetivo, la reflexión se lleva a cabo a partir de dos puntos: el

primero trata los aportes que realiza el abordaje pedagógico de las representaciones sobre los

conceptos de Democracia y Ciudadanía a la comunidad educativa, esto quiere decir: a los

docentes, los estudiantes y a la institución; el segundo punto se ocupa de los elementos

necesarios para trabajar las representaciones de estos dos conceptos: la creación de espacios

de participación y herramientas didácticas, la adaptación didáctica de los conceptos, y el uso

de los conocimientos, las opiniones y las posturas previas de los estudiantes.

87

¿Qué aporta abordar pedagógicamente las representaciones sobre los conceptos de

Democracia y Ciudadanía en la escuela?

Desde el punto de vista de los docentes, abordar los conceptos de Democracia y Ciudadanía

en la escuela presenta primordialmente las interrogante frente a qué son y cómo se

desarrollan cada uno de estos conceptos. Como ya se ha mencionado, todo proceso de

formación política debe tener claro estas interrogantes para poder fijar los objetivos y la

metodología de su práctica pedagógica referente a la formación ciudadana.

Así pues, llevar a cabo procesos de formación ciudadana en la escuela implica que por

parte de los docentes, estos llevan a cabo una reflexión sobre su propia práctica,

preguntándose no sólo por el qué y por el cómo sino llevando a una pregunta mucho más

compleja y que es la base de todo proceso pedagógico: ¿Qué tipo de ser humano quiero

formar en este proceso? Claro está, cuando el docente responde a las interrogantes sobre qué

es la Democracia y la Ciudadanía y cómo esto se lleva al aula, se está pensando un tipo de

estudiante.

A la hora de trasladar estas interrogantes al profesor Jordi Romero (602) y a la

profesora Marcela Machuca (503) de la IED Venecia Nuevo Muzú encontramos una similitud

que marca los procesos de formación política que cada uno lleva a cabo y que se desarrolló

en esta propuesta: la democracia en la escuela no se puede considerar como un simple

sistema de gobierno, pues limita las posibilidades de participación al voto (Jordi Romero,

comunicación personal, 28 de Mayo, 2019; Marcela Machuca, comunicación personal, 18 de

Agosto 2019). Esta premisa implica concebir de una manera completamente distinta la

democracia en la escuela, pues se considera insuficiente el simulacro de elecciones que se

realizan en la institución; exige trasladarla al ámbito del análisis y la argumentación para

88

debatir posturas (Marcela Machuca, comunicación personal, 18 de Agosto 2019) y al fomento

de espacios organizativos de participación que permitan la reflexión sobre la realidad en la

que viven los estudiantes. (Jordi Romero, comunicación personal, 28 de Mayo, 2019).

Esta reflexión frente a lo que implica enseñar Democracia y Ciudadanía en la escuela

hace evidente que a la hora de formar sujetos, según los profesores, se hace indispensable que

sean sujetos que puedan formar una postura propia que les permita reflexionar sobre la

realidad en la que viven y que les permita construir comunidad (Jordi Romero, comunicación

personal, 28 de Mayo, 2019; Marcela Machuca, comunicación personal, 18 de Agosto 2019).

Esto, a partir del fortalecimiento de habilidades como la argumentación y de valores como la

empatía.

Frente al aporte que se realizó al proceso formativo de los estudiantes, se hace

necesario reflexionar frente a cómo la problematización de representaciones que limitaban su

accionar como ciudadanos, posibilita el fortalecimiento de su autonomía.

En relación a la problematización de las representaciones, cabe resaltar que el logro

más importante es que permitió sacar a la luz dinámicas que se han normalizado enla escuela

y que obstaculizan la participación de los estudiantes y que por consiguiente limitan su

autonomía. Por ejemplo, con el ejercicio de cartografía social se evidenció que algunos

estudiantes no ven el salón de clases como un espacio de participación, ya que “tienen que

quedarse sentaditas y calladitas y seguir las tontas reglas de los profesores” (ejercicio de

cartografía 503). Por otro lado, en el ejercicio de la situación problemática de la cancha, se

evidenció que las mujeres no tienen el mismo acceso que los hombres a los espacios de

socialización (y que los estudiantes señalaron como de participación) debido a que las niñas

consideran que espacios de uso común como las canchas no están hechos para ellas(ejercicio

de problematización 503). Estos dos elementos se resumen en el aspecto más relevante que

89

surgió de los ejercicios de indagación y problematización: las decisiones que afectan a la

comunidad educativa, en su mayoría recaen sobre pocas personas y se toman de manera

arbitraria, desconociendo las posturas de los estudiantes (Ejercicio de cartografía 503 y 602;

ejercicio taller isla 503 y 602, taller de problematización 503 y 602)

Respecto a esto, se buscó que en un primer lugar se evidenciaran cuáles eran los

aspectos problemáticos de estas representaciones, conociendo la totalidad de las

características del problema. Por ejemplo, frente al uso desigual de un espacio en común (y

que los estudiantes señalaron como de participación) como las canchas, se pudo inferir que

responde a problemáticas como el bullying o el machismo.

Sin embargo, el ejercicio de la autonomía no implica solamente un cuestionamiento

de lo instituido, sino que conlleva en sí mismo un proceso de autoinstitución como sujetos y

como sociedad, y para tal fin, resaltan dos características de la problematización: la creación

de soluciones y la búsqueda de la mejor solución para el problema.

La problemática del uso desigual de las canchas plantea una situación cotidiana de la

que son partícipes la mayoría de los estudiantes, de tal manera que al solucionarlo, se están

dando formas de actuar a sí mismos y al colectivo al que pertenecen. Entonces, este primer

paso de la búsqueda de soluciones, implicó un ejercicio de autorregulación y de auto

institución, proceso que se prolonga a la toma de decisiones frente a cómo escoger la mejor

solución y cómo llevarla a cabo.

En relación a lo anterior, hay que decir que las soluciones se movieron entre poner a

discusión el tema, someterlo a votación y tomar la decisión autoritariamente (taller de

problematización 503 y 602) y lo mismo se presenta frente a la forma para escoger la mejor

solución y llevarla a cabo.

90

Los últimos aspectos a considerar dentro de la comunidad educativa, refieren

directamente a la institución como tal, resaltando que este proyecto facilitó la identificación

de dinámicas que obstaculizan el desarrollo de la vida democrática escolar. Como ya se

mencionó anteriormente, trabajar la democracia y la política por medio de ejercicios de

indagación y de problematización permitió develar situaciones que limitan el desarrollo de la

vida democrática en la escuela y que se presentan cotidianamente. Que estos ejercicios hayan

hecho manifiesto que problemas como el bullying, la falta de escenarios de participación y el

machismo limitan el desarrollo de la democracia en el colegio, debe servir de insumo para el

diseño de estrategias que mitiguen el impacto de estas situaciones en los estudiantes y su vida

en comunidad.

Elementos necesarios para el abordaje de la Democracia y la Política en la escuela

A la hora de abordar temas como la Democracia y la Ciudadanía en el aula, se deben

considerar las siguientes condiciones como necesarias para dicho fin: la creación de espacios

y estrategias didácticas que propicien la participación a partir del fortalecimiento de

habilidades reflexivas y comunicativas; hacer uso de las representaciones como insumo para

el diseño de la propuesta, y la adecuación didáctica de conceptos a los estudiantes.

Debido a los hallazgos realizados por medio del ejercicio de cartografía, se hace

fundamental que a la hora de hablar de Democracia y Ciudadanía en la escuela se indague por

medio de distintas estrategias los espacios que limitan y los que posibilitan la participación en

la escuela, y desde luego, hacer visible qué tipo de participación hacen posible estos espacios;

es necesario indagar por los espacios que la institución considera como públicos y qué dice

esto de la idea que posee sobre lo público; y entre otras cosas, se hace indispensable

interrogar por los espacios que sirven de barrera o que fragmentan la participación de los

estudiantes.

91

Por ejemplo, en la IED Venecia Nuevo Muzú, los espacios en los que los estudiantes

participan son espacios en los que no media ningún profesor o directivo, pero que sin

embargo, son espacios mediados por lógicas de exclusión y desigualdad; Por otro lado, los

espacios que la institución establece como públicos (cafetería, biblioteca, canchas) son

espacios que no permiten una interlocución entre estudiantes, profesores y directivos

referente a asuntos que afectan a la comunidad educativa.

Apreciaciones como estas deben ser la base para la creación de propuestas

participativas no sólo enfocadas al aula y que respondan a la realidad del colegio.

Crear o democratizar los espacios de participación implica darle un nuevo rol de

protagonismo al estudiante, pues no sólo se es necesario dar la oportunidad de que tome

decisiones y haga parte de su proceso formativo, sino que dicho proceso debe estar enfocado

hacia el fortalecimiento de habilidades que le permitan participar de la mejor manera. Por

ejemplo, para el docente Jordi Romero (comunicación personal, 28 de Mayo, 2019), el

estudiante participa en la medida en que puede reflexionar sobre su propia realidad y llega a

construir comunidad a partir de valores como la empatía, mientras que la institución plasma

en su manual de convivencia, que la participación tiene que ver con la capacidad de actuar y

tomar decisiones autónomamente, lo que implica: a Participar activa y libremente en las

decisiones que afecten a mi persona y al quehacer institucional y social; b. Propiciar espacios

y metodologías para realizar propuestas, y c. Participar activamente en las diferentes formas

de organización institucional. (art. 7)

Como menciona el manual de convivencia y el profesor Romero, participar tiene que ver con

el relacionamiento con los otros y las formas de organización hacia la búsqueda de un bien

común, objetivo que se lleva a cabo sólo por medio de actividades como la reflexión, la

deliberación y la comunicación.

92

Por otro lado, se hace necesario reconocer que dentro de las lógicas de exclusión se

encuentra la división del uso de los espacios por género, en donde las niñas no tienen

permitido acceder de la misma manera que los hombres a espacios de uso común. Así que

cuando hablamos de crear o democratizar los espacios de participación se hace necesario

develar y luchar contra estas lógicas que excluyen a la mujer de determinados espacios.

El segundo elemento a considerar a la hora de llevar a cabo procesos de formación

ciudadana, es la necesidad de adecuar didácticamente conceptos como Democracia o Política

a los distintos estadios en los que se encuentran los estudiantes, en este caso de quinto y sexto

(entre 9 y 12 años).

Debido a esto, se hace necesario adecuar didácticamente los conceptos o ideas de

Democracia y Política que se busquen llevar al aula, ya que todos tienen implícito un grado

de abstracción y de complejidad que puede escapar a las capacidades cognitivas que poseen

los estudiantes con los que se desarrolla el proceso formativo. Por ejemplo, en el caso de esta

propuesta, se buscó que el concepto se asociara a situaciones cotidianas como la toma de

decisiones en la casa, las reglas en el salón de clases o la búsqueda del beneficio para la

comunidad.

Ésta adecuación didáctica debe responder también a aspectos emocionales, cognitivos

y sociales del tránsito de primaria a bachillerato por el que atraviesan los estudiantes, en

donde la transición entre la primaria y el bachillerato supone para los estudiantes un choque

emocional muy fuerte, y no solo por el tránsito a la pubertad, sino también por el cambio

súbito entre el ser un niño y ser un adolescente. En este sentido, Berliner (1993, citado en

Tonkin y Watt, 2003, p.1), afirma que “The transition from primary to secondary school

represents for many students a stressful move from the nest of a protective, familiar

environment with considerable individual attention, into an often impersonal and intimidating

93

atmosphere in junior high”. Esto viene de la mano con la adquisición de nuevas

responsabilidades, la pérdida de contacto y de supervisión por parte de los padres.

Unido a lo anterior, Berliner (1993, citado en Tonkin y Watt, 2003), expresa que el

autoconcepto de los estudiantes es afectado desfavorablemente por la transición debido a que

Once students reach the 'transition point' on commencement junior high,

academic standards are more rigorous, social circles and peer pressures

change profoundly, discipline is more abruptly delivered, and students

often believe their performance is assessed publicly and has life-long

implications

En el transcurso de unos pocos meses (entre la finalización de quinto y el inicio de

sexto) se modifica radicalmente el ambiente escolar para los estudiantes y se espera que el

niño o la niña se haga responsable de sus tareas, que se dirija solo o sola a la escuela, y se

aumenta la presión que se pone sobre él o ella. Esto sin contar con que se encuentra en un

ambiente en donde vuelve a ser de los estudiantes más chicos y en donde sufre abuso o

discriminación de los compañeros de décimo u once.

Por último, es necesario considerar que todo ejercicio de formación que tenga como

objetivo el aumento de la autonomía de los involucrados debe ser contextualizado y debe

partir de las representaciones que ya han construido los sujetos. El cuestionamiento de lo

instituido lleva consigo un cuestionamiento de las propias creencias y de las situaciones que

el sujeto ha normalizado como parte de su proceso de socialización, así que se requiere

caracterizar las representaciones que frente a la Democracia y la Política han construido los

estudiantes de modo que estas sirvan de insumo para el ejercicio de cuestionamiento y éste no

presente realidades ajenas a los estudiantes.

94

La problematización de representaciones sociales como herramienta didáctica para la

Formación Ciudadana

Este eje tiene la finalidad reflexionar en torno al aspecto metodológico y didáctico de la

propuesta de formación ciudadana realizada en la IED Venecia Nuevo Muzú. Para ello, se

abordará la forma como se llevó a cabo el ejercicio de la política en el aula de clase y la

forma en que se realizó la adecuación didáctica de los conceptos de Democracia y Política

para niños de entre 9 y 12 años pertenecientes a los cursos 503 y 602.

Ejercicio de la política en el aula de clases

Cuando se plantea la pregunta por el cómo llevar a cabo la formación ciudadana en el

aula de clase, la respuesta varía de acuerdo con lo que se entienda por Democracia, Política y

Ciudadanía. La respuesta que se le dé a estas interrogantes servirá de derrotero para el diseño

metodológico y didáctico. En el caso de esta de esta propuesta, la concepción que se planteó

de estos tres conceptos llevó a que el diseño de las actividades estuviera enfocado hacia el

cuestionamiento explícito y lúcido de lo instituido con el fin de incrementar la autonomía de

los estudiantes y de la comunidad a la que pertenecen.

Una vez que se parte de la política como cuestionamiento explícito y lúcido, se hace

referencia también a que éste es un ejercicio sistemático del pensamiento que exige ciertas

condiciones para que pueda ser llevado a cabo. Debido a esto es que se escoge a la

problematización (en el aula) como herramienta que permitiese desarrollar sistemáticamente

ejercicios de cuestionamiento, reflexión y creación, teniendo en cuenta que implica ir más

allá de una pregunta ya que la intención se orienta a identificar lo problemático de una

situación, comprenderla en su totalidad y tratar de darle una solución.

Una de las condiciones más importantes de la problematización, es que el problema

planteado debe ser concreto y cotidiano para los estudiantes. Respondiendo a esto, el diseño

95

de las actividades se planteó en dos fases: una de ejercicios de indagación de representaciones

que además sirvieron para caracterizar la población y otra de problematización que permitió

fortalecer directamente el pensamiento reflexivo y las habilidades comunicativas de los

estudiantes.

El primer momento de indagación se llevó a cabo por medio de la cartografía social,

los mapas mentales y los talleres. La elección de estos instrumentos para la caracterización

de representaciones de los estudiantes en torno a la política y la democracia responde, dentro

de la perspectiva pedagógica, a la necesidad de partir de los conocimientos previos de los

estudiantes como base para crear contenidos que sean pertinentes y de interés, pero ante todo,

busca conocer la estructura cognitiva que poseen los estudiantes con el fin de que las nuevas

experiencias y los nuevos aprendizajes se vinculen a estas estructuras y puedan llegar a ser

significativos. En torno a esto, es importante resaltar que desde el constructivismo

el aprendizaje como construcción implica la generación de estructuras de

conocimiento organizadas en cada sujeto a partir de las interacciones previas

(experiencias), las cuales sirven de ancla a nuevos conocimientos, que a su vez

reconfiguran la estructura cognitiva preexistente. (Ausubel, Novak y Hanesian,

1983).

La caracterización de los conocimientos previos de los estudiantes facilita un aspecto

muy importante de la problematización que es el de generar un desequilibrio cognitivo que es

el que precisamente lleva al estudiante a que por medio de la solución de un obstáculo, pueda

crear conocimientos significativos, en este caso en torno a distintas formas de participar o

tomar decisiones.

En el caso de esta investigación, se indagó por las nociones que poseían los

estudiantes en torno a la Democracia, la Ciudadanía y la Política, encontrando que en torno a

96

la Democracia, algunos estudiantes la conciben como la elección de buenos gobernantes o

como la elección de un representante; mientras que otros estudiantes conciben la democracia

como la toma grupal de decisiones, la participación de todos en igualdad de condiciones o la

búsqueda de un bien común (Ejercicio de mapa mental 503 y 602, Taller isla 503 y 602 y

Taller de problematización 503 7 602)

En cuanto a la Política, la totalidad de los estudiantes la conciben como el ejercicio

del voto que tiene como fin la elección de un representante o un gobernante, descartando así

que ellos mismos puedan tener participación política debido a que no pueden participar en el

ejercicio electoral. (Diario de campo 1)

El último aspecto sobre el que se indagó fue el de Ciudadanía, esto mediante lo que

esta investigación considera como el pilar de este concepto en la escuela: la participación.

Respecto a la participación, algunos estudiantes la consideran como estar en un lugar, y en

algunos casos, implica llevar a cabo las indicaciones del profesor; por otro lado, algunos

estudiantes consideran que participar conlleva el interactuar con otras personas en búsqueda

de un mismo fin (Diarios de campo 4 y 7, Ejercicio cartografía social 503 y 602).

El propósito de generar un desequilibrio cognitivo , se lleva a cabo una vez que el 10

estudiante se enfrenta a la necesidad de superar una situación problemática, para la cual sus

estructuras cognitivas existentes no resultan suficientes y por tanto debe adquirir nuevos

conocimientos y nuevas habilidades (Mariño, 2014). Para el estudiante esto significa que

pueda cuestionar los conocimientos que posee y que este cuestionamiento derive en la

10 el factor principal del constructivismo de la inteligencia reside en un equilibrio mediante autorregulaciones que permite poner remedio a las incoherencias momentáneas, resolver los problemas y superar las crisis o los desequilibrios mediante una constante elaboración de estructuras nuevas (Piaget, J. Psicología y pedagogía, 2001).

97

adquisición de nuevo conocimiento ya sea mediante la incorporación de nueva información o

el desarrollo de otra forma de ver el fenómeno.

Esto se llevó a cabo primero, caracterizando los conocimientos que poseen los

estudiantes sobre la Democracia y la Política por medio de los ejercicios de indagación y a

partir de estos ejercicios en donde aparecen elementos como que la política se relaciona al

ejercicio del voto, que las reglas aunque son importantes para la sociedad pueden ser

sancionadas de manera arbitraria, o que la participación es escoger un líder que tome las

decisiones por uno, se planteó un ejercicio en donde el desequilibrio cognitivo consistió en

plantear una situación problemática cuya posible solución no se encontrara en ninguno de

estos elementos, por lo que era necesario buscar alternativas. Cuando se les pide a los

estudiantes que den solución al problema del uso de las canchas, se especifica por ejemplo

que el voto queda descartado como opción ya que se presenta un empate.

Frente a esta situación, se plantea la alternativa de que cada grupo cree una propuesta

y la exponga al resto de los grupos, y que luego de esto se evalúe cuál es la mejor propuesta

(Taller de problematización 503, grupo: el reinado de la fundación de rectores). El segundo

elemento que supuso una situación de desequilibrio cognitivo para los estudiantes fue la del

líder, que aparecía como una figura importante para algunos estudiantes a la hora de decidir.

Esto se abordó mediante el establecimiento de los roles de profesores (as), coordinadores (as)

y rectores (as), así cada grupo desde uno de estos roles participaba en decidir cuál era la

mejor solución, sin que esto fuera responsabilidad solo de los rectores o rectoras.

Esto tenía como propósito fortalecer en los estudiantes nuevas formas de participación

y de tomar decisiones a partir de trabajar las implicaciones de la creación de propuestas

grupales y los procesos de deliberación y reflexión en situaciones cotidianas.

98

Lo anterior describe dos aspectos indispensables de la problematización: partir de los

conocimientos previos de los estudiantes y generar un desequilibrio cognitivo con el fin de

incorporar nuevos conocimientos. Estas características de la problematización buscan que el

estudiante pueda tener aprendizajes significativos.

Aunque uno de los resultados de los ejercicios de problematización es la adquisición

de aprendizajes significativos por parte del estudiante, dentro de esta investigación no se

diseñó ninguna herramienta que tuviera como propósito dar cuenta de esto. La causa

primordial es que este ejercicio pedagógico e investigativo es de corta duración y por ende las

proyecciones pedagógicas debían ser acordes a los tiempos de trabajo. Debido a esto, el

proceso de evaluación que refiere a si los estudiantes lograron incorporar estos conceptos de

manera significativa o no, es una de las principales falencias de este proyecto en materia

pedagógica.

Por otro lado, el trabajo en grupo se presentó como la manera predominante de

organizar el salón de clases. Frente a esto, hay que mencionar que aunque las sesiones se

basaron principalmente en el trabajo grupal, esto no implicó realmente un trabajo

colaborativo, ya que en muchos casos cada estudiante tomaba turnos para realizar una parte

del trabajo (Diario de campo 4).Eso se evidencia porque generalmente el trabajo en el aula es

individual o simplemente un trabajo grupal, en donde el docente no dispone el ejercicio de

manera que se haga necesario las condiciones del trabajo cooperativo.

Frente al trabajo cooperativo que se buscó posibilitar en el ejercicio de intervención,

hay que resaltar que buscó desarrollar cuatro elementos imprescindibles en esta metodología

de trabajo: la interdependencia positiva, que consiste en que cada integrante del grupo busca

llevar a cabo una función sin la cual el objetivo común no se podría llevar a cabo; el segundo

elemento es el de la responsabilidad grupal e individual, desde el cual el grupo asume la

99

responsabilidad de llevar a cabo la tarea, y cada individuo es responsable de cumplir con su

rol; el tercer elemento en el que cimienta el trabajo cooperativo es la interacción

estimuladora, en donde los alumnos deben realizar juntos una labor en la que cada uno

promueva el éxito de los demás, compartiendo los recursos existentes y ayudándose,

respaldándose, alentándose y felicitándose unos a otros por su empeño en aprender, y por

último, el cuarto elemento consiste en enseñarles a los alumnos algunas prácticas

interpersonales y grupales imprescindibles. Los miembros del grupo deben saber cómo

ejercer la dirección, tomar decisiones, crear un clima de confianza, comunicarse y manejar

los conflictos, y deben sentirse motivados a hacerlo. (Johnson; Johnson y Holubec, 1999).

Desde luego estos elementos imprescindibles se pueden evidenciar parcialmente,

totalmente o en ningún momento, esto depende del grupo de trabajo al que se haga referencia,

sin embargo, una observación general refleja que aún cuando el docente fijaba una tarea en

común, esta no era sumidad por el grupo como tal y se llevaba a cabo como la reunión de

múltiples tareas individuales y difícilmente se asumió la responsabilidad de llevar a cabo las

tareas asignadas (Diario de campo 6). Esto se puede explicar por la preponderancia del

trabajo individual en el colegio y el consecuente desconocimiento de las pautas adecuadas

para el trabajo en grupo como la escucha activa o el respeto de la palabra.

Sin duda alguna este es un aspecto problemático a revisar , teniendo en cuenta que se

trata de esfuerzos de largo aliento, que se logran cuando se asumen de manera sostenible,

mediante la generación de habilidades. Sin embargo, hay que resaltar que el trabajo en grupos

permitió que los estudiantes se involucraran en formas colaborativas, o al menos grupales de

realizar las actividades, saliéndose de la rutina del trabajo individual o de las clases

magistrales, además de crear opiniones y argumentos frente a la forma de llevar el trabajo, ya

fuera en forma o en contenido (Cartografía 503 y 602)

100

El trabajo cooperativo se presentó como común denominador de los tres instrumentos que se

aplicaron: la cartografía, los mapas mentales y los talleres; este implica no solo la

repartición de unas tareas, sino la reunión de habilidades y conocimientos que se ponen en

discusión en la medida en que se busca cumplir un objetivo en común. La importancia de

brindar una experiencia conjunta a la hora de construir conocimiento lo resalta Ander Egg

(1991) al hablar del taller, resaltando que este ayuda a formar actitudes y comportamientos

participativos. Aunque el ejercicio del mapa mental y de la cartografía no se estructuró

como talleres, sí buscó generar las dinámicas propias de participación que resalta Ander Egg

y que buscan propiciar esa construcción de conocimiento como interacción con los otros en

un proceso guiado por el docente.

Adecuación didáctica de los contenidos

La adecuación didáctica de los contenidos responde a reconocer particularidades de los

estudiantes con los que se trabajan como los lenguajes que son predominantes en su

cotidianidad y la preferencia de los lenguajes audiovisuales. Esta adecuación didáctica se

llevó a cabo, además, teniendo en cuenta el contexto propio de los estudiantes, y se realizó

bajo dos condiciones: la predominancia de ejercicios de lecto-escritura y la incorporación de

ciberlenguajes . 11

La primera adecuación didáctica se hace necesaria debido a que los estudiantes

manifiestan que ya estaban cansados de los ejercicios de lectoescritura en el salón, en donde

algunos profesores les hacen dictados o los ponen a transcribir libros de texto en sus

cuadernos. A causa de esto, la mayoría de actividades se diseñaron de manera que

involucraran ejercicios creativos: creación de insignias, roles o cartografías y se presentaron

11 Se hace uso de esta expresión para denominar todos los lenguajes asociados al uso de redes sociales, la navegación por internet y las formas de interacción que de allí derivan.

101

de forma llamativa como cartillas o folletos; o se diseñaron de forma que los estudiantes

tuvieran que interactuar con ellos: con espacios para respuestas o a través de fragmentos de

narraciones.

Respondiendo a esto, se elige el uso de un soporte gráfico como la cartografía, que

además de facilitar la identificación de aspectos constitutivos de las representaciones es un

ejercicio creativo en cuanto la creación de un croquis y de convenciones. El mismo criterio

se usó en el diseño de la actividad de la isla, que crea una situación imaginaria en donde los

estudiantes se encuentran perdidos en una isla después de un accidente aéreo y luego deben

establecer unas tareas para que sus personajes puedan sobrevivir dentro esa isla (ver imagen

4).

(Imagen 4. Fragmento taller isla)

La presentación y el desarrollo del ejercicio de problematización expresa esta alternativa a

los lenguajes escritos mediante la elaboración de un folleto, que permitió que presentar la

información de una manera llamativa al estudiante: de manera sintética, en un formato más

dinámico que la construcción de otros textos e incorporado una apuesta estética vistosa (ver

imagen 5)

102

(Imagen 5. presentación taller de problematización)

Estos ejercicios no solo supusieron la incorporación de imágenes y la reducción del

texto escrito en los talleres que se les presentaban a los estudiantes, sino que involucraron

una forma distinta de interactuar con los contenidos, que buscaba adecuarse al tipo de

contenido que acostumbran consumir los estudiantes mediante medios virtuales, los cuales

están diseñados para presentar la información de manera concreta y en un formato llamativo

(infografías, posts, memes, sketches).

Por último, se evidenció que el lenguaje predominante de los estudiantes es el que

deriva de la navegación en internet y de la interacción en redes sociales. Este lenguaje

conlleva un tipo de interacción del estudiante con los contenidos y con las personas que se

encuentran en el espacio de aprendizaje. Las redes sociales y lo contenidos multimedia están

diseñados para ser altamente interactivos y para llamar la atención rápidamente, ya sea con

una imágen o con un título que capturen la atención del que navega. De la misma manera,

presentan una gran cantidad de contenidos simultáneamente, lo que supone que se pierde

rápidamente la atención sobre un contenido y se salta rápidamente hacia el otro (zapping).

Estos retos son algunos de los que se deben afrontar a la hora de crear herramientas

103

didácticas que se adecúen a la forma en que los estudiantes interactúan con los contenidos y

entre ellos.

Teniendo en cuenta esto, se diseñó el ejercicio de problematización a través de un

folleto (que sintetiza información en un formato llamativo) y se estableció la necesidad de

crear roles (muy populares en los juegos en línea). A pesar de esto, este es el elemento que

presentó mucho más dificultades, una vez que los estudiantes siguen manifestando que

algunos ejercicios no les llamaron la atención o que eran muy aburridos, lo que puede estar

relacionado a que el formato de herramientas como el folleto sigue asociado a los lenguajes

tradicionalmente usados en la escuela (lecto-escritura); por otro lado puede responder a que

los contenidos diseñados por medio de las TIC son mucho más cortos y visuales, mientras

que en el diseño del folleto predominó la descripción textual de la situación. (Diario de

campo 8).

Hay que resaltar que la forma de construir y presentar contenidos mediante el uso de

herramientas cibernéticas (llámense posts de Facebook, historias de Instagram, etc) ha

derivado principalmente en un sentido de la inmediatez. El mensaje o el trasfondo de dicha

información se pierde en el mar de información que posee la red. Desde luego, examinar de

manera crítica estas dinámicas debe ser parte de la reflexión de todo proceso formativo, y es

un aspecto que no se consideró lo suficiente a la hora de realizar la adecuación de

contenidos dentro de esta propuesta pedagógica e investigativa.

La planeación docente

Este tema de la adecuación didáctica de los contenidos refiere directamente a un aspecto

muy importante de la práctica pedagógica e investigativa que es el de la planeación docente

y su importancia en cualquier proceso educativo.

104

El realizar la planeación tanto de la intervención en general como de las sesiones de

trabajo requiere por parte del docente un ejercicio sistemático de indagación, preparación y

diseño, pero también de reflexión y de auto evaluación constante frente a los contenidos que

lleva al aula: pertinencia, objetivos formativos, metodología, recursos, población, entre otros

factores a tener en cuenta.

A pesar de esto, la praxis del docente se encuentra atravesada por situaciones que no

se pueden prever y que determinan su quehacer. Debido a esto se hace siempre necesario

modificar y reorientar la práctica sin perder de vista los objetivos planteados. Dentro del

desarrollo de la práctica, el docente debe enfrentarse a situaciones como la cancelación de

una sesión debido a actividades que no se pueden posponer por parte del docente o

actividades institucionales o la modificación de los talleres debido a que toman más tiempo

de lo esperado o debido a que no funcionan de la manera presupuestada.

En resumen, el docente debe estar atento a lo inesperado y a elementos de la

investigación que no había previsto como la aparición de nuevas categorías o de categorías

emergentes que solo saltan a la vista del investigador una vez que se encuentra en el aula.

Este es el caso de categorías como participación, espacio-territorio y género que emanan de

los estudiantes y se articulan a esta investigación de Democracia y Ciudadanía. Estas

categorías resultaron muy importantes una vez que logran situar el objeto de investigación

en la escuela y brindan características que no se presentan en otro contexto. La influencia

del espacio y el género en la participación estudiantil-ciudadana es un tópico que se articula

gracias a las contingencias que se presentaron en este proceso investigativo.

Estos factores que se encuentran por fuera del dominio del docente no solo le exigen

que modifique su práctica sobre el camino sino que brindan elementos que enriquecen su

propia práctica, no solo a nivel metodológico y didáctico porque se tienen que prever

105

soluciones y alternativas, sino a nivel epistemológico porque pueden ofrecer nuevas formas

de abordar el problema planteado en un principio de manera teórica.

Aportes de la práctica pedagógica a la formación de docentes en la Licenciatura en

Ciencias Sociales (LECS)

Este último eje tiene como objetivo reflexionar frente a los aportes que puede realizar esta

experiencia pedagógica e investigativa al proceso formativo de docentes que lleva a cabo el

proyecto curricular Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco

José de Caldas. Para ello se tendrá como referencia el proyecto educativo del proyecto

curricular que delimitó las orientaciones epistemológicas, pedagógicas y metodológicas para

la transición de la Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales

(LEBECS) a la Licenciatura en Ciencias Sociales (LECS). 12

A nivel de la práctica pedagógica y de los objetivos de formación, el Proyecto Educativo del

Proyecto Curricular -PEP- de la Licenciatura en Ciencias Sociales plantea dos elementos

fundamentales: el primero es el de formar docentes cuyos conocimientos y capacidades les

permitan interpretar críticamente y transformar el mundo social; y el segundo aspecto es que

pretende que sus docentes en formación desarrollen proyectos de innovación

pedagógica-investigativa que favorezcan procesos de cambio educativo (Universidad Distrital

Francisco José de Caldas, 2017). Entonces la interrogante sobre la cual discurrirá este eje es

¿Cuáles son los aportes que puede realizar esta propuesta investigativa y pedagógica a estos

dos pilares del PEP Proyecto Curricular Licenciatura en Ciencias Sociales?

12 Dicho cambio se lleva a cabo respondiendo a que en diciembre del año 2015 y febrero de 2016, el MEN define nuevos lineamientos para la Acreditación de Alta Calidad de las Licenciaturas en el país, con lo cual se hace necesario realizar ajustes curriculares que afectaron al programa, el componente de prácticas pedagógicas y la función de algunos saberes dentro de los componentes de formación. Así, a partir de 2017, nace la Licenciatura en Ciencias Sociales y se otorga nuevamente la Acreditación de Alta Calidad

106

Esta propuesta de formación supone una innovación pedagógica en la medida en que

brinda alternativas tanto epistemológicas como metodológicas-didácticas a la hora de llevar a

cabo procesos de formación ciudadana en el aula. Esto supone interpretar críticamente

dinámicas que se llevan a cabo en la escuela y en su manera de formar ciudadanos: develar

situaciones de exclusión, de autoritarismo, sexismo, entre otros. Plantear una forma novedosa

de dotar al estudiante de habilidades y conocimientos que le permitan el ejercicio de su

ciudadanía, supone interpretar críticamente y buscar la transformación del mundo social, pues

lleva a la apertura de nuevos espacios de participación, de deliberación y de organización.

Relacionado a esto, cabe resaltar que la innovación misma es una interpretación

crítica de la realidad que se observa, pues supone evidenciar una situación problemática y una

posibilidad de transformación. La necesidad de hacer uso de metodologías novedosas en la

formación ciudadana como la problematización o el uso de dibujos y técnicas creativas deriva

de haber evidenciado lo que se consideraba como problemático: una formación ciudadana

que en muchos casos se encuentra despojada de su componente político. Partir de una

interpretación crítica de la realidad y plantear una posibilidad de transformación es reconocer

lo que también plantea el profesor Jordi Romero (comunicación personal, 28 de Mayo,

2019)...la educación es un acto político.

Este proyecto de innovación pedagógica busca en su esencia la modificación de los

procesos de formación ciudadana en la escuela, lo que conlleva una modificación de la forma

en que se concibe al estudiante y una modificación de las habilidades y conocimientos que

forma en su proceso educativo.

Por otro lado, es importante resaltar la importancia del componente investigativo en

toda práctica pedagógica, una vez que dota al docente de las herramientas necesarias para

observar la realidad mucho más allá de lo evidente y le permite analizar la realidad de la que

107

hace parte en el aula de clase. Aquí resalta la importancia de la figura del docente como

investigador propuesta por autores como Stenhouse (1981) que afirma que el docente

transforma su práctica en la medida en que lleva a cabo un proceso de indagación sistemática

frente a su forma de enseñar.

El componente investigativo no solo es importante en la medida en que dota al

docente del cuerpo teórico y de los instrumentos para analizar la realidad escolar en la que

desarrolla su práctica, sino que posibilita que el docente indague y reflexione

sistemáticamente sobre su quehacer con el fin de mejorarlo. En relación a esto, este

reflexionar sobre la práctica, permitió la comprensión de categorías claves como Democracia,

Política y Ciudadanía una vez que posibilitó evidenciar la interrelación de estas con

categorías emergentes como participación, espacio y género.

Lo que se ha desarrollado hasta el momento permite plantear las siguientes conclusiones en

cuanto a la construcción de la propuesta de Formación Ciudadana: el desarrollo de propuestas

de Formación Ciudadana está acompañado de reflexiones en torno a la Democracia, la

Política y la Ciudadanía, y la forma en que estas se pueden trabajar con una determinada

población, así mismo, tienen implícita una reflexión frente al tipo de ser humano que se

quiere formar en estos procesos.

Por otro lado, es necesario que a la hora de formar ciudadanos, se propicie la creación

de espacios y estrategias didácticas que posibiliten la participación de los estudiantes en

igualdad de condiciones; además de esto se debe considerar la adecuación didáctica de

conceptos abstractos según el estadio cognitivo, emocional y sensorial de los estudiantes.

Y por último, en cuanto a cuestiones metodológicas, se puede afirmar que la

problematización se presenta como una herramienta útil en cuanto al ejercicio de la

108

democracia en el aula, en tanto que permite desarrollar ejercicios colectivos de reflexión e

indagación sistemática.

109

Conclusiones

A partir de la experiencia investigativa y pedagógica llevada a cabo en la IED Venecia Nuevo

Muzú, se pueden establecer las siguientes conclusiones que son producto tanto del análisis de

la información como de la reflexión en torno a la propia práctica y el devenir al que está

sujeto toda investigación educativa.

Teniendo en cuenta el análisis de las investigaciones consultadas en la construcción

del estado del arte, se estableció que uno de los problemas de la Formación Ciudadana en la

escuela consiste en que esta se ha trabajado como el seguimiento de las normas del manual de

convivencia y la resolución de conflictos escolares, lo que deriva en que se despoje a la

formación ciudadana de su componente político. La razón a la cual se le atribuyó esta

concepción limitada de la democracia escolar fue a la falta de claridad de los colegios en

relación a los contenidos y las formas de la formación ciudadana.

En relación a esto hay que subrayar que esta caracterización del problema es

insuficiente para entender la realidad de la Formación Ciudadana en la IED Venecia Nuevo

Muzú, pues se evidencia que la mayor dificultad en la institución no es que no existan unos

lineamientos claros frente a lo que es la Democracia escolar y sus implicaciones sino que

estos planteamientos no se reflejan en la cotidianidad de la institución.

Así pues, una parte importante de la discusión debió centrarse en cuáles son los

factores que dificultan la formación de ciudadanos autónomos que participen activamente en

la organización de su propio colegio. Frente a esto, se establecieron distintos aspectos como

la ausencia de proyectos institucionales concretos; la fragmentación del conocimiento en la

escuela que no permite que se considere la formación de ciudadanos como una práctica

transversal; la construcción del currículo que limita la ciudadanía a unos cursos y periodos

110

específicos, y dinámicas que tienen lugar en el colegio como el bullying o la reproducción de

discursos y prácticas sexistas que limitan las posibilidades de participación de los y las

estudiantes.

El punto de inicio en el desarrollo de esta propuesta consistió en la caracterización de

las representaciones de los estudiantes sobre la democracia y la política. A partir de la

construcción teórica que se realizó de las representaciones sociales y de la forma en que estas

se trabajaron en el aula, se derivan algunas apreciaciones que permitirían ampliar el concepto

de representación social para comprender de mejor manera los discursos y las prácticas de los

estudiantes en el ambiente escolar.

El primer aspecto es que los discursos y las prácticas de los sujetos no son productos

exclusivos de la razón, y que por el contrario, en muchas ocasiones se presentan de forma

incoherente y contradictoria. El sujeto posee una dimensión no determinada que se expresa en

lo arbitrario y en lo disgregado que pueden resultar tanto sus construcciones discursivas como

sus acciones. De esta manera se debe considerar que las representaciones no solo tienen una

manifestación explícita, que se expresa en la construcción de símbolos sino que posee una

manifestación implícita que se encuentra en las relaciones concretas de los sujetos y estas no

siempre son correspondientes, que se puede explicar como disonancias cognitivas.

Las representaciones como parte del sentido común expresan lo indeterminado del

sujeto, esto se puede entender como la dimensión imaginaria del individuo y la sociedad. A

partir de esta relación, se entiende que la función representadora de los sujetos tiene como

objetivo la significación del mundo, no como reflejo de lo dado sino como capacidad

creadora en cuanto que instituye un modo de ser de las cosas y de las individuos.

De esto se deriva que para entender las representaciones sociales no baste con

entender los discursos y las prácticas que construyen los sujetos en contextos históricos

111

históricos particulares sino que se debe entender la lucha por la construcción de estas

significaciones y cómo determinadas formas de construir significaciones del mundo

(representar) se naturalizan y se imponen, es decir, se convierten en hegemónicas.

Un vacío que presenta esta investigación frente al estudio de las representaciones

sociales frente a la Democracia y la Ciudadanía, es la caracterización y análisis del contexto

social y familiar como componente objetivo en la construcción de las representaciones. Una

de los aspectos por revisar a profundidad es cómo las representaciones caracterizadas

corresponden a construcciones ideológicas, de clase o de grupos sociales particulares, y cómo

éstas construyen identidades.

En cuanto a los instrumentos diseñados para caracterizar estas representaciones, la

realización de talleres permitió una posibilidad de ver cómo los estudiantes interactúaban

entre sí y realizaban tareas conjuntas, propiciando espacios de deliberación y reflexión frente

a objetivos comunes, teniendo en cuenta las dificultades expuestas en el análisis de

información. La modalidad de taller también permitió acentuar la dimensión práctica del

conocimiento, ya que el taller finaliza en la elaboración de un producto.

El ejercicio de cartografía permitió la identificación de representaciones a partir de

dos procesos: la asociación la participación a espacios concretos del colegio, y la producción

de un discurso oral en relación a este aspecto central de la democracia escolar. Este proceso

fue característico también del taller de la isla que propició la creación de un discurso oral y

escrito frente al tema de las normas y el bien común.

Estos instrumentos privilegiaron la producción gráfica y discursiva de las

representaciones, mientras que los diarios de campo permitieron plasmar las interacciones y

las prácticas de los estudiantes en el desarrollo de los estudiantes, sin embargo, en algunos

112

casos la descripción realizada en estos fue insuficiente o superficial y no terminó por cumplir

este objetivo.

En cuanto a la recolección de las representaciones institucionales y de los docentes,

esto se llevó a cabo mediante el análisis documental del manual de convivencia y la

realización de entrevistas semiestructuradas a los docentes. Estos dos instrumentos

permitieron hacer una indagación focalizada en las categorías de análisis planteadas, lo que

facilita el procesos de análisis de la información.

En cuanto al último objetivo que consistió en la realización de la propuesta de

formación política. Primero, el uso de las representaciones sociales permite la elaboración de

un ejercicio contextualizado que al partir de las experiencias cotidianas de los estudiantes

tiene una mayor posibilidad de construcción de aprendizajes significativos. Por otro lado,

sobresalen los aportes de la problematización como herramienta didáctica para la formación

de ciudadanos en la escuela una vez que es un ejercicio explícito de cuestionamiento que

involucra un trabajo colaborativo.

113

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119

ANEXOS

Cronograma de Trabajo

Martes 9 de abril Cartografía social Grados 602/503

Caracterización

Viernes 13 de abril

Martes 9 - viernes

13 de abril

Revisión

documental

PEI /

manual de convivenci

Miércoles 17 de julio Entrevistas Marcela Machuca

Jordi Romero

Martes 23 de abril Desarrollo

primer

taller de indagación

Grados 602/503

Implementación

Martes 30 de abril Grados 602/503

Martes 7 de mayo Desarrollo

segundo

taller de indagación

Grados 602/503

Martes 14 de mayo Grados 602/503

Viernes 6 de septiembre Desarrollo taller de

problematización

Grados 602/503

Lunes 9 de Septiembre Grados 602/503

Lunes 9 de Septiembre Cierre de intervención

120

Diseño de Taller de problematización

121

122

Diseño actividad indagatoria (Cartografía)