DESARROLLO SUSTENTABLE: DESDE LA PRIMAVERA...

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4 DE DICIEMBRE DE 2012 L a responsabilidad social empresarial (RSE) irrumpía en las corporaciones globa- les a mediados de los 90, y en Chile lo hacía unos cinco años después. De acuerdo con Ac- ción RSE, una ONG chilena, la RSE es “una visión de negocios que integra armónicamente el respeto por los valores éticos, las personas, la comunidad y el medio ambiente”. Las empresas no sólo debían pensar en desarrollar sus nego- cios y proteger el medio am- biente, sino que integrar el ter- cer y más complejo aspecto del desarrollo sustentable, la equi- dad social, a sus estrategias cor- porativas. Las teorías de Free- man serían adoptadas comple- tamente, al menos en el papel. Uno de los instrumentos para reflejar este cambio era la publi- cación de reportes de sustenta- bilidad (RS), introducidos como una herramienta voluntaria para que las organizaciones transpa- rentaran los efectos generados en su entorno (Figura 1). Una vez más, entre las prime- ras empresas chilenas en publi- car RS fueron las mineras, inclui- das Codelco y las mayores trans- nacionales. Las mineras lo esta- ban haciendo bien desde 2006 hasta 2011 en términos de la sa- tisfacción de los chilenos con su contribución al desarrollo nacio- nal. Ello fue medido en enero de cada año en la encuesta nacio- nal Minerobarómetro (Figura 2). Dicha satisfacción alcanzaría un máximo en 2009 a 2011, cuando la plata del cobre llegaba a los bolsillos de los chilenos, afecta- dos por la crisis global. Pero algo andaba mal. La caí- da de la satisfacción con la mine- ría en 2012 ocurrió debido al movimiento de los estudiantes del año anterior, expresando el malestar general de la pobla- ción con la desigualdad eviden- ciada en la educación chilena, y no con alguna política particular de las empresas mineras. En 2006, Michael Porter escri- bía en el Harvard Business Re- view que en las últimas décadas la sociedad se había alejado de las empresas y si estos dos acto- res no se juntaban, ello significa- ría una sociedad menos próspe- ra en el futuro. Era lo que había venido ocurriendo en Chile, y que fue captado nítidamente por las manifestaciones estu- diantiles de 2011. No bastaba reducir la pobreza, también era necesario acortar la creciente distancia entre pobres y ricos. SOCIEDAD SANA PARA EMPRESAS EXITOSAS Las corporaciones necesitan una sociedad sana para desarro- llar sus negocios, lo que significa buena educación, salud, seguri- dad, y oportunidades de desa- rrollo personal. A la vez, una so- ciedad sana necesita empresas exitosas. La teoría de valor compartido avanzada por Porter en 2006, y nuevamente en 2011, significa reforzar la competitividad de una empresa, mientras simultá- neamente se mejoran las condi- ciones sociales y económicas de las comunidades relacionadas. Se trata de crear valor económi- co, generando valor societal. Utilidades que envuelven va- lor compartido permitirían a la sociedad avanzar más rápido hacia una mayor calidad de vida de las personas, y a las compa- ñías a mejorar sus resultados del negocio. Qué lejos se ve lo ocurrido en Chañaral. Es la empresa del si- glo XXI. Hasta el próximo año. LA IRRUPCIÓN DE LA RSE H ablar de minería susten- table es una contradic- ción en sí misma. La minería es una actividad que extrae cuantiosos volúme- nes del suelo para recuperar una pequeña y valiosa parte de este, un metal, que demanda imperiosamente la sociedad. Para ello extrae recursos que no se reponen, y genera consi- derables desechos y emisio- nes. Por ello, no puede ser sus- tentable. Hasta mediados del siglo XX había aceptación de los efec- tos ambientales generados por la minería, como parte del costo que debía asumir la so- ciedad. La revolución ambiental que nacería en los años 60 en los EE.UU. y que sería irradiada al mundo entero cambiaría com- pletamente el panorama mine- ro. Europa se desharía de casi la totalidad de la minería en la segunda mitad del siglo, y Ca- nadá y los Estados Unidos for- zarían una contracción signifi- cativa de dicha actividad, hasta lograr una renovación tecnoló- gica completa. El mayor efecto ambiental de la minería en Chile ocurrió durante 51 años, desde 1938, ya que 330 millones de tonela- das de relaves de las minas Po- trerillos y El Salvador serían va- ciados al río Salado y al océano Pacífico, embancando y conta- minando la bahía de Chañaral. Recién en 1989, la Corte Supre- ma ordenaría a Codelco, que se había hecho de la explota- ción en 1971, construir un tran- que de relaves. En 1962, Rachel Carson pu- blicaba un libro que cambiaría el mundo, “La primavera silen- ciosa”, en que examinaba el efecto del pesticida DDT y con- cluía que este había devastado la población de pájaros en el noreste de EE.UU. y que había contaminado toda la cadena alimenticia del mundo. La Comisión de la Academia de Ciencias convocada por el Presidente K ennedy ratificaría los hallazgos de Carson. La semilla de la revolución ambiental estaba echada, co- locando altas exigencias a las corporaciones. FRIEDMAN Y LAS U TILIDADES En septiembre de 1970, el economista Milton Friedman respondía a estos eventos en el New York Times afirmando que la “responsabilidad social de la empresa es hacer crecer sus utilidades”. En diciembre de ese año se creaba la Agen- cia de Protección Ambiental de los EE.UU.; en 1972 el Pro- grama de Naciones Unidas pa- ra el Medio Ambiente, PNU- MA, y la primera cumbre mun- dial sobre el “Ambiente Huma- no”, en Estocolmo. El mismo año, el Club de Ro- ma publicaba el influyente li- bro “Los límites del crecimien- to”, el que concluía que habría escasez de algunos de los prin- cipales metales en el futuro, entre ellos el cobre. Estas pre- dicciones probaron, sin embar- go, ser completamente equi- vocadas. LOS ACTORES O “STAK EH OLDERS” En 1983, Edward Freeman introducía el término stakehol- der al léxico estratégico y ético de las corporaciones. Stakeholder significa cual- quier grupo o individuo que pudiera afectar o que fuese afectado por el logro de los ob- jetivos de una organización. In- cluía el público en general, go- biernos, competidores, traba- jadores, sindicatos, clientes, accionistas, ONGs, y otros. El ámbito de responsabilida- des de la empresa iba mucho más allá de los intereses de los accionistas. Chile estaba en medio del gobierno militar y de una de sus mayores crisis económicas, muy lejos, geográfica y mental- mente, de la “primavera silen- ciosa” y del concepto de stake- holder. Sin embargo, algunos secto- res de la élite intelectual del país, que estaban al tanto de lo que ocurría en el mundo, im- pulsaron el Primer Encuentro Científico del Medio Ambiente en La Serena, apoyado por la Academia de Ciencias y orga- nizado por el Centro de Investi- gación y Planificación del Me- dio Ambiente. EL DESARROLLO SU STENTAB LE En 1987 se publicaba el infor- me Brundtland, conocido tam- bién como “Nuestro futuro co- mún”, el que definiría el con- cepto del desarrollo sustenta- ble. Dos condiciones adicionales debían ser satisfe- chas para que el crecimiento económico fuese beneficioso para todos: Que la sostenibili- dad de los ecosistemas de los que dependía la economía es- tuviese garantizada, y que di- cho crecimiento fuese equitati- vo socialmente. 20 AÑ OS DESPU É S No sería hasta 1990 que se iniciaría la revolución ambien- tal chilena. Las únicas empre- sas que tenían políticas y prác- ticas ambientales avanzadas en Chile en los 80 y comienzos de los 90 eran las mineras ex- tranjeras. Codelco incorporó la pro- tección ambiental como políti- ca estratégica sólo en 1990. La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) había difundido un pri- mer documento sobre política ambiental el año anterior. A pesar de su negra historia, la minería se transformaría en el líder de los cambios ambien- tales chilenos con los planes de descontaminación de las fundi- ciones, iniciados en 1992, y con una política explícita de reali- zar estudios de impacto am- biental voluntarios, incluso an- tes de que se dictara la Ley Marco del Medio Ambiente. Recién entonces Chile incor- poró el concepto de “minería para el desarrollo sustenta- ble”, idea muy distinta a la de “minería sustentable”. DESARROLLO SUSTENTABLE: DESDE LA PRIMAVERA SILENCIOSA HASTA EL VALOR COMPARTIDO A P ESAR DE SU NEG RA H ISTORIA, LA M INERÍA SE TRANSF ORM ARÍA EN EL LÍDER DE LOS C AM BIOS AM BIENTALES C H ILENOS C ON LOS P LANES DE DESC ONTAM INAC IÓ N DE LAS F UNDIC IONES, INIC IADOS EN 1 9 9 2 , Y C ON UNA P OLÍTIC A EX P LÍC ITA DE REALIZ AR ESTUDIOS DE IM P AC TO AM BIENTAL. M INERÍA SUST ENT AB LE ¿O X ÍM O RO N? EFECTIVAMENTE, SE TRATA DE UNA EXPRESIÓN CONTRADICTORIA CHILE INCORPORÓ EL CONCEPTO DE “ MINERÍA PARA EL DESARROLLO SU STENTAB LE” , IDEA MU Y DISTINTA A LA DE “ MINERÍA SU STENTAB LE” . BA DO / CL A S E 10 DE 10 Relaves, uno de los temas más complejos desde el punto de vista ambiental. EL MERCURIO

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4 DE DICIEMBRE DE 2012

La responsabilidad socialempresarial (RSE) irrumpíaen las corporaciones globa-

les a mediados de los 90, y enChile lo hacía unos cinco añosdespués. De acuerdo con Ac-ción RSE, una ONG chilena, laRSE es “una visión de negociosque integra armónicamente elrespeto por los valores éticos,las personas, la comunidad y elmedio ambiente”.

Las empresas no sólo debíanpensar en desarrollar sus nego-cios y proteger el medio am-biente, sino que integrar el ter-cer y más complejo aspecto deldesarrollo sustentable, la equi-dad social, a sus estrategias cor-porativas. Las teorías de Free-man serían adoptadas comple-

tamente, al menos en el papel. Uno de los instrumentos para

reflejar este cambio era la publi-cación de reportes de sustenta-bilidad (RS), introducidos comouna herramienta voluntaria paraque las organizaciones transpa-rentaran los efectos generadosen su entorno (Figura 1).

Una vez más, entre las prime-ras empresas chilenas en publi-car RS fueron las mineras, inclui-das Codelco y las mayores trans-nacionales. Las mineras lo esta-ban haciendo bien desde 2006hasta 2011 en términos de la sa-tisfacción de los chilenos con sucontribución al desarrollo nacio-nal. Ello fue medido en enero decada año en la encuesta nacio-nal Minerobarómetro (Figura 2).

Dicha satisfacción alcanzaría unmáximo en 2009 a 2011, cuandola plata del cobre llegaba a losbolsillos de los chilenos, afecta-dos por la crisis global.

Pero algo andaba mal. La caí-da de la satisfacción con la mine-ría en 2012 ocurrió debido almovimiento de los estudiantesdel año anterior, expresando elmalestar general de la pobla-ción con la desigualdad eviden-ciada en la educación chilena, yno con alguna política particularde las empresas mineras.

En 2006, Michael Porter escri-bía en el Harvard Business Re-view que en las últimas décadasla sociedad se había alejado delas empresas y si estos dos acto-res no se juntaban, ello significa-

ría una sociedad menos próspe-ra en el futuro. Era lo que habíavenido ocurriendo en Chile, yque fue captado nítidamentepor las manifestaciones estu-diantiles de 2011. No bastabareducir la pobreza, también eranecesario acortar la crecientedistancia entre pobres y ricos.

SOCIEDAD SANA PARA

EMPRESAS EXITOSAS

Las corporaciones necesitanuna sociedad sana para desarro-llar sus negocios, lo que significabuena educación, salud, seguri-dad, y oportunidades de desa-rrollo personal. A la vez, una so-ciedad sana necesita empresasexitosas.

La teoría de valor compartidoavanzada por Porter en 2006, ynuevamente en 2011, significareforzar la competitividad deuna empresa, mientras simultá-neamente se mejoran las condi-ciones sociales y económicas delas comunidades relacionadas.Se trata de crear valor económi-co, generando valor societal.

Utilidades que envuelven va-lor compartido permitirían a lasociedad avanzar más rápidohacia una mayor calidad de vidade las personas, y a las compa-ñías a mejorar sus resultados delnegocio.

Qué lejos se ve lo ocurrido enChañaral. Es la empresa del si-glo XXI.

Hasta el próximo año.

LA IRRUPCIÓNDE LA RSE

Hablar de minería susten-table es una contradic-ción en sí misma.

La minería es una actividadque extrae cuantiosos volúme-nes del suelo para recuperaruna pequeña y valiosa parte deeste, un metal, que demandaimperiosamente la sociedad.

Para ello extrae recursos queno se reponen, y genera consi-derables desechos y emisio-nes. Por ello, no puede ser sus-tentable.

Hasta mediados del siglo XXhabía aceptación de los efec-tos ambientales generadospor la minería, como parte delcosto que debía asumir la so-ciedad.

La revolución ambiental quenacería en los años 60 en losEE.UU. y que sería irradiada almundo entero cambiaría com-pletamente el panorama mine-ro. Europa se desharía de casila totalidad de la minería en lasegunda mitad del siglo, y Ca-nadá y los Estados Unidos for-zarían una contracción signifi-cativa de dicha actividad, hastalograr una renovación tecnoló-gica completa.

El mayor efecto ambientalde la minería en Chile ocurriódurante 51 años, desde 1938,ya que 330 millones de tonela-das de relaves de las minas Po-trerillos y El Salvador serían va-ciados al río Salado y al océanoPacífico, embancando y conta-minando la bahía de Chañaral.Recién en 1989, la Corte Supre-ma ordenaría a Codelco, quese había hecho de la explota-ción en 1971, construir un tran-que de relaves.

En 1962, Rachel Carson pu-blicaba un libro que cambiaríael mundo, “La primavera silen-ciosa”, en que examinaba el

efecto del pesticida DDT y con-cluía que este había devastadola población de pájaros en elnoreste de EE.UU. y que habíacontaminado toda la cadenaalimenticia del mundo.

La Comisión de la Academiade Ciencias convocada por elPresidente K ennedy ratificaríalos hallazgos de Carson.

La semilla de la revoluciónambiental estaba echada, co-locando altas exigencias a lascorporaciones.

FRIEDMAN

Y LAS U TILIDADES

En septiembre de 1970, eleconomista Milton Friedmanrespondía a estos eventos en elNew Y ork T imes afirmandoque la “responsabilidad socialde la empresa es hacer crecersus utilidades”. En diciembrede ese año se creaba la Agen-cia de Protección Ambientalde los EE.UU.; en 1972 el Pro-

grama de Naciones Unidas pa-ra el Medio Ambiente, PNU-MA, y la primera cumbre mun-dial sobre el “Ambiente Huma-no”, en Estocolmo.

El mismo año, el Club de Ro-ma publicaba el influyente li-bro “Los límites del crecimien-to”, el que concluía que habríaescasez de algunos de los prin-cipales metales en el futuro,entre ellos el cobre. Estas pre-dicciones probaron, sin embar-go, ser completamente equi-vocadas.

LOS ACTORES

O “STAK EH OLDERS”

En 1983, Edward Freemanintroducía el término stakehol-

der al léxico estratégico y éticode las corporaciones.

Stakeholder significa cual-quier grupo o individuo quepudiera afectar o que fueseafectado por el logro de los ob-jetivos de una organización. In-cluía el público en general, go-biernos, competidores, traba-jadores, sindicatos, clientes,accionistas, ONGs, y otros.

El ámbito de responsabilida-des de la empresa iba muchomás allá de los intereses de losaccionistas.

Chile estaba en medio delgobierno militar y de una desus mayores crisis económicas,muy lejos, geográfica y mental-mente, de la “primavera silen-ciosa” y del concepto de stake-

holder. Sin embargo, algunos secto-

res de la élite intelectual delpaís, que estaban al tanto de loque ocurría en el mundo, im-pulsaron el Primer EncuentroCientífico del Medio Ambienteen La Serena, apoyado por laAcademia de Ciencias y orga-nizado por el Centro de Investi-gación y Planificación del Me-dio Ambiente.

EL DESARROLLO

SU STENTAB LE

En 1987 se publicaba el infor-me Brundtland, conocido tam-bién como “Nuestro futuro co-mún”, el que definiría el con-cepto del desarrollo sustenta-b l e . D o s c o n d i c i o n e sadicionales debían ser satisfe-

chas para que el crecimientoeconómico fuese beneficiosopara todos: Que la sostenibili-dad de los ecosistemas de losque dependía la economía es-tuviese garantizada, y que di-cho crecimiento fuese equitati-vo socialmente.

20 AÑ OS

DESPU ÉS

No sería hasta 1990 que seiniciaría la revolución ambien-tal chilena. Las únicas empre-sas que tenían políticas y prác-ticas ambientales avanzadasen Chile en los 80 y comienzosde los 90 eran las mineras ex-tranjeras.

Codelco incorporó la pro-tección ambiental como políti-ca estratégica sólo en 1990. LaSociedad de Fomento Fabril(Sofofa) había difundido un pri-mer documento sobre políticaambiental el año anterior.

A pesar de su negra historia,la minería se transformaría enel líder de los cambios ambien-tales chilenos con los planes dedescontaminación de las fundi-ciones, iniciados en 1992, y conuna política explícita de reali-zar estudios de impacto am-biental voluntarios, incluso an-tes de que se dictara la LeyMarco del Medio Ambiente.

Recién entonces Chile incor-poró el concepto de “mineríapara el desarrollo sustenta-ble”, idea muy distinta a la de“minería sustentable”.

DESARROLLO SUSTENTABLE:

DESDE LA PRIMAVERA SILENCIOSAHASTA EL VALOR COMPARTIDOA P ESAR DE SU NEG RA H ISTORIA, LA M INERÍA SE TRANSF ORM ARÍA EN EL LÍDER DE LOS C AM BIOS AM BIENTALES C H ILENOS C ON LOS P LANES DEDESC ONTAM INAC IÓ N DE LAS F UNDIC IONES, INIC IADOS EN 1 9 9 2 , Y C ON UNA P OLÍTIC A EX P LÍC ITA DE REALIZ AR ESTUDIOS DE IM P AC TO AM BIENTAL.

M INERÍA SUST ENT AB LE¿ O X ÍM O RO N?

EFECTIVAMENTE, SE TRATADE UNA EXPRESIÓNCONTRADICTORIA

CHILE INCORPORÓ ELCONCEPTO DE“ MINERÍA PARA ELDESARROLLOSU STENTAB LE” , IDEAMU Y DISTINTA A LADE “ MINERÍASU STENTAB LE” .

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Relaves, uno de los temas más complejos desde el punto de vista ambiental.

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