Discursos Elder Bednar

5/15/2018 Discursos Elder Bednar - slidepdf.com

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En la fuerza del Señor

(Palabras de Mormon 1:14; Mosiah 9:17;Mosiah 10:10; Alma 20:4)

Por el élder David A. Bednar

Del Quórum de los Doce Apóstoles

Tomado de un discurso pronunciado en un devocional de la Universidad Brigham Young el 23 de octubre de 2001

Para ver el texto completo en inglés, visite speeches.byu.edu.

El poder habilitador de la Expiación nos fortalece para hacer el bien y ser benignos, y para servir más allánuestro propio deseo personal y de nuestra capacidad natural.

El presidente David O. McKay (1873–1970) resumió de manera concisa el grandioso objetivo del evangelio Salvador: “El propósito del Evangelio es… hacer buenos a los hombres malos y a los hombres buenos hacermejores, y cambiar la naturaleza humana”1. Por consiguiente, el trayecto de la vida terrenal es para que pasemde ser malos a buenos y a mejores, y para que experimentemos el potente cambio de corazón, que nuesnaturaleza caída se transforme (véase Mosíah 5:2).

El Libro de Mormón es nuestro manual de instrucciones al viajar por el sendero que nos lleva de ser malo

buenos y a mejores, y al esforzarnos para que cambie nuestro corazón. El rey Benjamín enseña en cuantotrayecto de la vida terrenal y la función que desempeña la Expiación al navegar con éxito por este trayecto: “Porel hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menque se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiaciónCristo el Señor” (Mosíah 3:19; cursiva agregada).

Dirijo su atención a dos frases específicas; la primera: “se despoje del hombre natural”. El recorrido de lo malo abueno es el proceso de despojarse del hombre o mujer natural en cada uno de nosotros. En la vida terrenalcarne nos tienta a todos. Los elementos mismos de los que se crearon nuestros cuerpos son, por naturaleza, caídy están siempre sujetos a la influencia del pecado, de la corrupción y de la muerte. Sin embargo, podemaumentar nuestra capacidad de superar los deseos de la carne y las tentaciones “por la expiación de CrisCuando cometemos errores, al transgredir y pecar, podemos arrepentirnos y llegar a ser limpios mediante el poredentor de la expiación de Jesucristo.

La segunda: “se haga santo”. Esa frase describe la continuación y la segunda fase del trayecto de la vida para haque “los hombres buenos [sean] mejores”, o, en otras palabras, llegar a ser más santos. Esta segunda parte trayecto, este proceso de pasar de ser buenos a ser mejores, es un tema que no estudiamos ni enseñamos confrecuencia necesaria, ni tampoco entendemos por completo.

Supongo quegran cantidad de miembros de la Iglesia están mucho más familiarizados con la naturaleza del podredentor y purificador de la Expiación que con su poder fortalecedor y habilitador. Una cosa es saber que Jesucr

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vino a la tierra para morir por nosotros, lo cual es básico y fundamental respecto a la doctrina de Cristo; petambién es necesario que reconozcamos que el Señor desea, mediante Su expiación y por medio del poder Espíritu Santo, vivir en nosotros, no sólo para guiarnos, sino también para darnos poder.

La mayoría de nosotros sabe que cuando hacemos cosas malas, necesitamos ayuda para vencer los efectos pecado en nuestra vida. El Salvador ha pagado el precio y ha hecho posible que seamos limpios mediante Su podredentor. La mayoría de nosotros entiende claramente que la Expiación es para los pecadores; sin embargo,estoy seguro de que sepamos y comprendamos que la Expiación también es para los santos, para los buen

hombres y mujeres que son obedientes, dignos y dedicados, y que están esforzándose por llegar a ser mejoreservir más fielmente. Tal vez creamos, por error, que el trayecto para pasar de buenos a mejores y llegar a santos lo tenemos que realizar solos, por pura valentía, fuerza de voluntad y disciplina, y con nuestras capacidaobviamente limitadas.

El evangelio del Salvador no se refiere simplemente a que evitemos lo malo en la vida; es también esencialmehacer el bien y llegar a ser buenos. La Expiación nos proporciona ayuda para superar y evitar lo malo, para hacebien y llegar a ser buenos. La ayuda del Salvador está disponible para el trayecto entero de la vida terrenal: ppasar de malos a buenos y a mejores, y para cambiar nuestra naturaleza misma.

No digo que los poderes redentores y habilitadores de la Expiación sean separados y distintos; más bien, estas d

dimensiones de la Expiación están relacionadas y se complementan; es necesario que ambas funcionen duratodas las fases del trayecto de la vida y es eternamente importante que todos reconozcamos que estos delementos esenciales del trayecto de la vida terrenal, tanto despojarnos del hombre natural y llegar a ser sancomo superar lo malo y llegar a ser buenos, se logran mediante el poder de la Expiación. La fuerza de volunindividual, la determinación y motivación personales, la planificación eficaz y el fijar metas son necesarios, perfinal son insuficientes para que llevemos a cabo con éxito este recorrido terrenal. Verdaderamente, debemos llea confiar en “los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías” (2 Nefi 2:8).

La gracia y el poder habilitador de la Expiación

Del diccionario bíblico en inglés aprendemos que la palabra gracia a menudo se usa en las Escrituras para indiun poder que fortalece o habilita:

“[Gracia es] una palabra que figura con frecuencia en el Nuevo Testamento, especialmente en los escritos de PabLa idea principal de la palabra es: medios divinos de ayuda o fortaleza, que se dan a través de la abundanmisericordia y amor de Jesucristo.

“Es por medio de la gracia del Señor Jesucristo, que Su sacrificio expiatorio hace posible que la humanidadlevante en inmortalidad, cuando cada persona recibirá su cuerpo de la tumba en un estado de vida sempiterna.igualmente mediante la gracia del Señor que las personas, por medio de la fe en la expiación de Jesucristo yarrepentimiento de sus pecados, reciben fortaleza y ayuda para realizar buenas obras que de otro modo podrían conservar si tuvieran que valerse por sus propios medios. Esta gracia es un poder habilitador que perma los hombres y a las mujeres asirse de la vida eterna y la exaltación después de haber dedicado su meesfuerzo”2.

La gracia es la ayuda divina o la ayuda celestial que cada uno de nosotros necesita desesperadamente para hacemerecedor del reino celestial. Por consiguiente, el poder habilitador de la Expiación nos fortalece para hacerbien y ser benignos, y para servir más allá de nuestro propio deseo personal y de nuestra capacidad natural.

En mi estudio personal de las Escrituras, con frecuencia añado el término “poder habilitador” cada vez encuentro la palabra gracia. Consideremos, por ejemplo, este versículo con el cual todos estamos familiarizad“…sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos” (2 Nefi 25:23). C

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que podemos aprender mucho en cuanto a este importante aspecto de la Expiación si cada vez que encontremopalabra gracia en las Escrituras, insertamos “poder habilitador y fortalecedor”.

Ilustraciones y consecuencias

El trayecto de la vida terrenal es pasar de malos a buenos y a mejores, y cambiar nuestra naturaleza misma.

Libro de Mormón está repleto de ejemplos de discípulos y profetas que conocieron, comprendieron y fuertransformados por el poder habilitador de la Expiación al realizar ese trayecto. A medida que lleguemos a entenmejor ese sagrado poder, nuestra perspectiva del Evangelio se ensanchará y enriquecerá considerablemente; y perspectiva nos cambiará de maneras extraordinarias.

Nefi es un ejemplo de alguien que conoció y comprendió el poder habilitador del Salvador, y confió en Recordarán que los hijos de Lehi habían regresado a Jerusalén para conseguir el apoyo de Ismael y de los decasa. Lamán y otros del grupo que viajaban con Nefi desde Jerusalén de regreso al desierto, se rebelaron, y Nexhortó a sus hermanos para que tuvieran fe en el Señor. A esa altura del trayecto, los hermanos de Nefi lo atacon cuerdas y planearon su destrucción. Presten atención a la oración de Nefi: “¡Oh Señor, según mi fe en ti, líbrade las manos de mis hermanos; sí, dame fuerzas para romper estas ligaduras que me sujet an!” (1 Nefi 7:17; curs

agregada).

¿Saben lo que probablemente hubiese pedido yo si mis hermanos me hubieran atado? “¡Por favor sácame de eenredo AHORA MISMO!”. Me parece muy interesante que Nefi no oró para que sus circunstancias cambiaran; mbien, oró para tener la fortaleza de cambiar sus circunstancias. Y creo que él oró de esa manera precisameporque conocía, comprendía y había experimentado el poder habilitador de la Expiación.

No creo que las ligaduras con las que Nefi estaba atado se cayeran por arte de magia de sus manos y muñecas; mbien, sospecho que fue bendecido con perseverancia así como con fortaleza personal más allá de su capacidnatural y que después, “con la fuerza del Señor” (Mosíah 9:17) luchó, retorció y tiró de las cuerdas hasta qufinal, y en forma literal, pudo romper las ligaduras.

Lo que este episodio implica para cada uno de nosotros es bastante claro. A medida que ustedes y yo lleguemocomprender y a emplear el poder habilitador de la Expiación en nuestra vida, oraremos para tener fuerza ybuscaremos a fin de cambiar nuestras circunstancias en lugar de pedir que nuestras circunstancias cambLlegaremos a convertirnos en agentes que actúan, en vez de ser objetos sobre los que se actúe (véase 2 Nefi 2:14

Consideren el ejemplo del Libro de Mormón cuando Amulón perseguía a Alma y a su pueblo. La voz del Señor va esas buenas personas en su aflicción y les indicó:

“Y también aliviaré las cargas que pongan sobre vuestros hombros, de manera que no podréis sentirlas sobvuestras espaldas…

“Y aconteció que las cargas que se imponían sobre Alma y sus hermanos fueron aliviadas; sí, el Señor los fortalede modo que pudieron soportar sus cargas con facilidad, y se sometieron alegre y pacientemente a toda la volundel Señor” (Mosíah 24:14–15; cursiva agregada).

¿Qué es lo que cambió en esta historia? La carga no fue lo que cambió; los desafíos y las dificultades depersecución no les fueron quitados de inmediato, sino que Alma y sus seguidores fueron fortalecidos; y el aumede su capacidad y fortaleza aligeraron las cargas que llevaban. Esas buenas personas recibieron poder por mede la Expiación para actuar como agentes y producir un impacto en sus circunstancias. Y “con la fuerza del SeñAlma y su pueblo fueron guiados a un lugar seguro en la tierra de Zarahemla.






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Es posible que con toda razón se pregunten: “¿Por qué este relato de Alma y su pueblo constituye un ejemplo poder habilitador de la Expiación?”. La respuesta se encuentra al comparar Mosíah 3:19 y Mosíah 24:15.

“…se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un nisumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue convenieimponer sobre él, tal como un niño se somete a su padre” (Mosíah 3:19; cursiva agregada).

A medida que en el trayecto de la vida terrenal pasemos de malos a buenos y a mejores, a medida que

despojemos del hombre o mujer natural en cada uno de nosotros y nos esforcemos por llegar a ser santos, medida que cambie nuestra naturaleza, los atributos que se detallan en este versículo deberán describir cada más el tipo de persona en que ustedes y yo nos estemos convirtiendo. Llegaremos a ser más como niños, msumisos, más pacientes y más dispuestos a someternos.

Ahora comparen estas características en Mosíah 3:19 con aquellas que se utilizaron para describir a Alma y apueblo: “…y se sometieron alegre y pacientemente a toda la voluntad del Señor” (Mosíah 24:15; cursiva agregad

Creo que el paralelismo que existe entre los atributos que se describen en esos versículos es asombroso, y parindicar que el buen pueblo de Alma se estaba convirtiendo en un pueblo mejor mediante el poder habilitador deexpiación de Cristo el Señor.

Recordarán la historia de Alma y Amulek que se encuentra en Alma 14. En ese episodio, habían condenadmuerte a muchos fieles santos por fuego, y a esos dos siervos del Señor los habían encarcelado y golpeado. Pienen esta súplica que ofreció Alma cuando oró en la prisión: “¡Oh Señor!, fortalécenos según nuestra fe que estáCristo hasta tener el poder para librarnos” (Alma 14:26; cursiva agregada).

Vemos aquí otra vez el entendimiento que Alma tenía del poder habilitador de la Expiación y la confianza quereflejaba en dicha súplica. Y observen el resultado de esa oración:

“Y [Alma y Amulek] rompieron las cuerdas con las que estaban atados; y cuando los del pueblo vieron eempezaron a huir, porque el temor a la destrucción cayó sobre ellos…

“Y Alma y Amulek salieron de la prisión, y no sufrieron daño, porque el Señor les había concedido poder según sque estaba en Cristo” (Alma 14:26, 28; cursiva agregada).

Una vez más se manifiesta el poder habilitador cuando las personas buenas luchan contra la maldad y se esfuerpara llegar a ser aún mejores y servir más eficazmente “con la fuerza del Señor”.

Otro ejemplo del Libro de Mormón es instructivo. En Alma 31, Alma encabeza una misión para traer de nuevredil a los zoramitas apóstatas quienes, tras edificar su Rameúmptom, ofrecen una oración memorizada y llenaorgullo.

Presten atención a la súplica para recibir fuerza que hace Alma en su oración personal: “¡Oh Señor, concédeme q

tenga fuerzas para sufrir con paciencia estas aflicciones que vendrán sobre mí, a causa de la iniquidad de epueblo!” (Alma 31:31; cursiva agregada).

Alma también ruega que sus compañeros misionales reciban una bendición semejante: “¡Concédeles que tenfuerza para poder sobrellevar las aflicciones que les sobrevendrán por motivo de las iniquidades de este puebl(Alma 31:33; cursiva agregada).

Alma no pidió que les fueran quitadas sus aflicciones; sabía que era un agente del Señor y oró para tener el podde actuar e influir en su situación.









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El punto clave de este ejemplo aparece en el versículo final de Alma 31: “[El Señor] les dio fuerza para quepadeciesen ningún género de aflicciones que no fuesen consumidas en el gozo de Cristo. Y esto aconteció segúnoración de Alma; y esto porque oró con fe” (versículo 38; cursiva agregada).

Las aflicciones no se desvanecieron, pero Alma y sus compañeros fueron fortalecidos y bendecidos por medio poder habilitador de la Expiación para que “no padeciesen ningún género de aflicciones que no fuesen co nsumien el gozo de Cristo”. ¡Qué maravillosa bendición! Y qué lección tenemos que aprender cada uno de nosotros.

No sólo en las Escrituras se encuentran ejemplos del poder habilitador. Daniel W. Jones nació en 1830, en Mis[Estados Unidos], y se unió a la Iglesia en California en 1851. En 1856 participó en el rescate de las compañíascarros de manos que se encontraban varadas en Wyoming debido a fuertes nevadas. Después de que el gruporescate encontró a los afligidos santos, les proporcionó el auxilio inmediato que les fue posible e hizo los arregpara que se transportara a Salt Lake City a los enfermos y a los débiles, Daniel y varios jóvenes se ofrecieron ppermanecer con la compañía y proteger sus posesiones. Los alimentos y víveres que quedaron al cuidado de Day sus compañeros eran escasos y se acababan rápidamente. La siguiente cita del diario personal de Daniel Jodescribe los acontecimientos que siguieron:

“Los animales para la caza eran tan escasos que no podíamos matar nad a. Comimos toda la carne de mala caliddaba hambre el sólo comerla. Por fin se acabó, y no quedó nada más que las pieles. Tratamos de comerlas;

cocinaron muchas y se consumieron sin condimentos, y toda la compañía enfermó…

“La situación era desesperante, ya que no quedaba nada más que las pieles de mala calidad de ganado hambrienLe pedimos al Señor que nos indicara qué hacer. Los hermanos no murmuraron, sino que pusieron su confianzaDios… Por fin, recibí la impresión de cómo prepararlas y aconsejé a la compañía sobre cómo cocinarlas: qchamuscaran el pelo y que lo quitaran raspándolo, lo cual tenía la tendencia de quitar y purificar el mal sabor qquedaba después de hervirlo. Después de rasparlas, había que hervirlas por una hora en suficiente agua y tiraagua una vez que se hubiese extraído toda la sustancia viscosa; después lavar y raspar bien la piel, lavarla con afría, hervirla hasta que quedara como gelatina, dejarla enfriar y comerla espolvoreándola con un poco de azúcEra muchísimo trabajo, pero no había más remedio que hacerlo, y era mejor que morirse de hambre.

“Le pedimos al Señor que bendijera nuestro estómago y lo adaptara a esa comida… Al comer, todos parecierdisfrutar el festín. Pasamos tres días sin comer antes de volver a intentarlo. Disfrutamos esa deliciosa comida unas seis semanas”3.

En esas circunstancias, yo probablemente hubiese pedido otra cosa para comer: “Padre Celestial, por favmándame una codorniz o un bisonte”. Es posible que no se me hubiera ocurrido orar para que se fortaleciera estómago y se adaptara a la comida que teníamos. ¿Qué es lo que Daniel W. Jones sabía? Sabía en cuanto al pohabilitador de la expiación de Jesucristo. Él no oró para que sus circunstancias cambiaran; oró para ser fortaleca fin de hacer frente a sus circunstancias. Así como Alma y su pueblo, y Amulek y Nefi fueron fortalecidos, DanielJones tuvo la comprensión espiritual para saber lo que debía pedir en esa oración.

El poder habilitador de la expiación de Cristo nos fortalece para hacer aquello que nunca podríamos hacer nosotros mismos. A veces me pregunto si en nuestro mundo moderno de comodidades, de hornos de microondde teléfonos celulares, automóviles con aire acondicionado y casas cómodas, aprendemos a reconocer nuesdependencia diaria del poder habilitador de la Expiación.

La hermana Bednar es una mujer enormemente fiel y competente, y de su callado ejemplo he aprendimportantes lecciones sobre el poder fortalecedor. Durante cada uno de sus tres embarazos, la observé perseveen medio de intensas y continuas nauseas matinales, literalmente enferma todo el día, cada día durante omeses. Oramos juntos para que fuese bendecida, pero el desafío nunca fue quitado; más bien, recibió la habilid





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de hacer físicamente lo que no hubiera podido hacer por su propia fuerza. A lo largo de los años, también observado la forma en que ha sido magnificada para hacer frente a la burla y al desprecio que provienen de usociedad secular cuando una mujer Santo de los Últimos Días obedece el consejo profético y hace de la familia y cuidado de los hijos sus mayores prioridades. Le doy gracias a Susan y le rindo tributo por ayudarme a aprenesas valiosas lecciones.

El Salvador sabe y comprende

En el capítulo 7 de Alma aprendemos cómo y por qué el Salvador puede proporcionar el poder habilitador:

“Y él saldrá, sufriendo dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases; y esto para que se cumpla la palabra qdice: Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo.

“Y tomará sobre sí la muerte, para soltar las ligaduras de la muerte que sujetan a su pueblo; y sus enfermedatomará él sobre sí, para que sus entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carsepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las enfermedades de ellos” (Alma 7:11–12; cursagregada).

El Salvador no ha sufrido sólo por nuestras iniquidades sino también por la desigualdad, la injusticia, el dolor

angustia y la aflicción emocional que con tanta frecuencia nos acosan. No hay ningún dolor físico, ninguna angusdel alma, ningún sufrimiento del espíritu, ninguna enfermedad o flaqueza que ustedes o yo experimentemdurante nuestra vida terrenal que el Salvador no haya experimentado primero. Es posible que, en un momentodebilidad, ustedes y yo exclamemos: “Nadie entiende; nadie sabe”. Tal vez ningún ser humano sepa, pero el HijoDios sabe y entiende perfectamente, porque Él sintió y llevó nuestras cargas antes que nosotros; y, debido a quepagó el precio máximo y llevó esa carga, Él entiende perfectamente y puede extendernos Su brazo de misericoren muchas etapas de la vida. Él puede extender la mano, tocarnos, socorrernos, literalmente correr hacia nosotry fortalecernos para que seamos más de lo que jamás podríamos ser, y para ayudarnos a hacer lo que nunpodríamos lograr si dependiéramos únicamente de nuestro propio poder.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso pavuestras almas.

“Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28–30).

Declaro mi testimonio y agradecimiento por el sacrificio infinito y eterno del Señor Jesucristo. Sé que el Salvavive. He experimentado Su poder redentor, así como Su poder habilitador, y testifico que esos poderes son realeque están al alcance de cada uno de nosotros. Verdaderamente, “con la fuerza del Señor” podemos hacer y supetodas las cosas a medida que avanzamos en nuestro trayecto de la vida terrenal.

Notas

1. Véase Franklin D. Richards, en Conference Report, octubre de 1965, págs.136–137; véase también DavidMcKay, en Conference Report, abril de 1954, pág. 26.

2. Véase Diccionario Bíblico en inglés, “Grace”; cursiva agregada.

3. 3.

Daniel W. Jones, Forty Years among the Indians, sin fecha, págs. 57–58.

http://www.lds.org/scriptures/bofm/alma/7.11-12?lang=spa#10




http://www.lds.org/scriptures/nt/matt/11.28-30?lang=spa#27








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Prestos para observar



En octubre de 1987, el élder Marvin J. Ashton, en aquel entonces miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, haen la conferencia general acerca de los dones espirituales. Recuerdo con cariño el impacto que su mensaje tuvomí en ese momento y las cosas que él enseñó aún influyen en mí en la actualidad. En su mensaje, el élder Ashtdetalló y describió cierto número de dones espirituales menos notorios: atributos y facultades que muchosnosotros tal vez no consideraríamos dones del Espíritu. Por ejemplo, recalcó los dones de saber preguntescuchar, oír y seguir la voz apacible y delicada; de ser capaz de llorar, de evitar la contención, de ser amable,evitar las vanas repeticiones, de buscar lo que es recto, de acudir a Dios en busca de guía, de ser discípulo, preocuparse por los demás, de poder meditar, de dar un poderoso testimonio y de recibir el Espíritu Santo (vé“Hay muchos dones”, Liahona, enero de 1988, pág. 19).

Otro don espiritual aparentemente sencillo y que tal vez no se valore como es debido, como lo es la facultad de “presto para observar” (Mormón 1:2), tiene una importancia vital para todos nosotros en el mundo que nostocado y nos tocará vivir.

El don espiritual de ser prestos para observar

Todos nosotros hemos aprendido importantes lecciones de los personajes principales del Libro de Mormón. Al ly estudiar sobre la vida de Nefi, Lamán, Alma, el rey Noé, Moroni y muchos otros, descubrimos cosas que debemy que no debemos hacer, y nos damos cuenta más plenamente del tipo de personas que debemos y que no debemser.

En mi estudio del Libro de Mormón, me ha llamado especialmente la atención una determinada descripción

Mormón, el recopilador principal del registro nefita. La detallada representación de ese noble profeta al que desdirigir nuestra atención se encuentra en los primeros cinco versículos del primer capítulo de Mormón:

“Y ahora yo, Mormón, hago una relación de las cosas que he visto y oído; y la llamo el Libro de Mormón.

“Y más o menos en la época en que Ammarón ocultó los anales para los fines del Señor, vino a mí (tendría yo undiez años de edad…), y me dijo Ammarón: Veo que eres un niño serio, y presto para observar;

“por lo tanto, cuando tengas unos veinticuatro años de edad, quisiera que recordaras las cosas que haobservado concernientes a este pueblo…

“Y he aquí… sobre las planchas de Nefi grabarás todas las cosas que hayas observado concernientes a este puebl“Y yo, Mormón… recordé las cosas que Ammarón me mandó” (Mormón 1:1–5; cursiva agregada).

Mormón, inclusive de joven, era “presto para observar”. Al estudiar, aprender y madurar, espero que tambustedes aprendan algo respecto a ser prestos para observar. Su éxito futuro y su felicidad dependen en gmedida de esa facultad espiritual.

Les pido que reflexionen sobre la trascendencia de este importante don espiritual. Tal y como aparece en Escrituras, la palabra observar tiene dos usos principales. Uno sugiere “mirar”, “ver” o “fijarse en algo”, comoIsaías 42:20: “que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye” (cursiva agregada).



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Ser prestos para observar también significa “obedecer” o “guardar”, como se menciona en Doctrina y Conven“Mas benditos son aquellos que han guardado el convenio y observado el mandamiento, porque obtendmisericordia” (D. y C. 54:6; cursiva agregada).

Así pues, cuando somos prestos para observar, en seguida miramos o prestamos atención y obedecemos. Ambelementos fundamentales —mirar y obedecer— son esenciales para ser prestos para observar, y el profMormón es un impresionante ejemplo de ese don en acción.

Quisiera ahora presentar varios ejemplos de las lecciones que se pueden aprender cuando se nos bendiceustedes y a mí, para ser prestos para observar.

Tengo un preciado amigo que ha servido como presidente de estaca. El patriarca de la estaca que había presidhabía tenido varios problemas de salud y no le era posible desempeñar su llamamiento. El renqueante patriatenía dificultades para desplazarse, vestirse y cuidar de sí mismo, y sus fuerzas eran limitadas. Un domingo potarde, este buen presidente de estaca fue a la casa del patriarca para alentarlo y comprobar cómo se encontrabael momento de entrar en la casa, vio al patriarca vestido con traje, camisa blanca y corbata, sentado en la sala enasiento reclinable. El presidente de estaca saludó al preciado patriarca y, sabiendo lo mucho que le habría costavestirse, le sugirió gentilmente que no era necesario que se vistiera así en domingo ni que en ese día recibiera apersonas que quisieran una bendición patriarcal. Con una voz amable pero firme, el patriarca reprendió

presidente de estaca diciendo: “¿Acaso no sabe usted que ésta es la úni ca manera que me queda de demostrarlSeñor lo mucho que le amo?”.

El presidente de estaca fue presto para observar. No sólo oyó la lección sino que también la sintió, y la pusopráctica. La reverencia por el día de reposo, así como la importancia del respeto, la conducta y la vestimeadecuada cobraron más importancia en el ministerio del presidente de estaca. La capacidad espiritual para ver, recordar y poner en práctica aquella lección fue una gran bendición en su vida y en la de muchas otras personas

Antes de acudir a la reunión sacramental, la hermana Bednar suele pedir en oración tener ojos espirituales pver al necesitado. Con frecuencia, al observar a los hermanos, las hermanas y los niños en las congregacionsiente la impresión espiritual de visitar o de llamar por teléfono a una persona determinada; y cuando la hermaBednar recibe un impresión así, no tarda en reaccionar y obedecer. Lo habitual es que apenas se dice el “amén”la última oración, está hablando con un joven o abrazando a una hermana; y ni bien llega a casa, toma el teléfonhace una llamada. Desde que conozco a la hermana Bednar, las personas siempre se han maravillado porcapacidad que ella tiene para discernir y atender las necesidades de ellas. A menudo le preguntan: “¿Cómosabía?”. El don espiritual de ser presto para observar le ha permitido ver y actuar con prontitud y ha sido ubendición en la vida de muchas personas.

La hermana Bednar y yo conocemos a un ex misionero que durante cierto tiempo salió con una joven a la qquería mucho y con la que deseaba tener una relación más seria, al grado de que consideraba, y esperacomprometerse y casarse con ella. Su relación estaba en marcha en la época en que el presidente Hinckley acons

a las hermanas de la Sociedad de Socorro y a las jovencitas de la Iglesia que llevaran únicamente un pendie(arete) en cada oreja.

Este joven aguardó pacientemente cierto tiempo a que la jovencita se quitara los pendientes que le sobraban, pno lo hizo, lo cual constituyó un valioso indicio para el joven, que se sintió incómodo por la falta de ellaresponder a la petición de un profeta. Por ésa y otras razones, el joven dejó de salir con la chica, ya que él buscauna compañera eterna que tuviera el valor de obedecer presta y calladamente el consejo del profeta en todas cosas y en todo momento. El joven fue presto para observar que la jovencita no lo era.



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Supongo que a algunos de ustedes les cuesta aceptar este último ejemplo, pues tal vez crean que aquel joven excesivamente duro en juzgarla o que el basar una decisión de trascendencia eterna, aunque sea en parte, endetalle supuestamente insignificante es algo tonto o fanático. Puede que estén molestos porque el ejemploconcentra en una joven que no respondió al consejo de un profeta y no en un hombre. Me limito a invitarlepensar y a reflexionar en el poder de ser prestos para observar y en lo que se observó en realidad en el cdescrito. ¡Los pendientes no eran el problema!

Un último ejemplo. Por mucho tiempo me ha fascinado la naturaleza de la interacción entre el Espíritu del Seño

Nefi, como aparece en los capítulos del 11 al 14 de 1 Nefi. Nefi desea ver, oír y conocer las cosas que su padre, Lhabía visto en la visión del árbol de la vida (véase 1 Nefi 8). En los capítulos del 11 al 14, el Espíritu Santo ayudNefi a aprender sobre la naturaleza y el significado de la visión de su padre. Resulta curioso que en estos capítuel Espíritu del Señor mande en 13 ocasiones a Nefi que “mire”, como si esa acción fuera un elemento fundamendel proceso de aprendizaje. Se aconsejó a Nefi repetidas veces que mirara, y como fue presto para observar, viárbol de la vida (véase 1 Nefi 11:8), a la madre del Salvador (véase 1 Nefi 11:20), la barra de hierro (véase 1 N11:25) y al Cordero de Dios, el Hijo del Padre Eterno (véase 1 Nefi 11:21).

No he descrito más que unas pocas de las cosas de importancia espiritual que Nefi vio, aunque tal vez ustedeseen estudiar esos capítulos con mayor detalle y aprender lo que Nefi aprendió y en cuanto al proceso de

aprendizaje. Mientras estudien y mediten, recuerden que Nefi no habría visto lo que deseaba ver, no habaprendido lo que precisaba saber ni habría podido hacer lo que en definitiva necesitaba hacer, de no haber spresto para observar. ¡Esas mismas verdades se aplican a ustedes y a mí!

Prestos para observar. Prestos para mirar y obedecer. Un don sencillo que nos bendice en forma individual y cofamilias, y que extiende sus bendiciones a muchas otras personas. Cada uno de nosotros puede y debe esforzapor ser digno de un importante don espiritual como es la aptitud de ser presto para observar.

La importancia de ser prestos para observar

Permítanme que aborde la cuestión de por qué el don espiritual de ser prestos para observar es tan vital ptodos nosotros en el mundo en que nos ha tocado y nos tocará vivir. Dicho con sencillez, ser presto para observes el paso previo al don espiritual del discernimiento, con el que también se relaciona. Tanto para ustedes copara mí, el discernimiento es una luz protectora, una guía en un mundo cada vez más tenebroso.

Así como la fe precede al milagro, así como el bautismo de agua precede al bautismo de fuego, así como conviedigerir la leche del Evangelio antes que la carne, así como unas manos limpias pueden conducir a un corazón puy así como las ordenanzas del Sacerdocio de Aarón son necesarias antes de poder recibir las ordenanzas mayodel Sacerdocio de Melquisedec, el ser presto para observar es un requisito y un preparativo para recibir el dondiscernimiento. Sólo podemos tener esperanza en recibir el don celestial del discernimiento con su luz protectorsu guía si somos prestos para observar, si miramos y obedecemos.

El presidente George Q. Cannon (1827–1901), que sirvió como Consejero de cuatro Presidentes de la Igleenseñó convincentemente sobre el don de discernimiento:

“Uno de los dones del Evangelio que el Señor ha prometido a los que concierten un convenio con Él es el don discernimiento de espíritus, un don del que no se habla mucho y por el que se ora menos; sin embargo, es un dde valor incalculable y que todo Santo de los Últimos Días debiera tener…

“Ahora bien, el don de discernimiento de espírit us no sólo da a los hombres y las mujeres que lo poseen el popara discernir el espíritu que posea a otras personas o que influya en ellas, sino que les concede el poder padiscernir el espíritu que influye en ellos mismos. Pueden detectar un falso espíritu y saber cuándo mora en ellosEspíritu del Señor, y eso es de suma importancia en la vida privada de los Santos de los Últimos Días. El poseer y



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ejercer ese don no permitirá que ninguna influencia maligna entre en sus corazones ni influya en pensamientos, palabras y obras. La repelerán; y si por casualidad alguno de esos espíritus se posesionara de ellen cuanto perciban sus efectos lo expulsarán o, en otras palabras, se negarán a ser conducidos e influidos por él”

¿Nos damos cuenta de la suma importancia de este don espiritual en nuestra vida hoy y de cómo el ser prestos pobservar es una poderosa invitación para recibir las bendiciones del discernimiento?

El presidente Stephen L Richards (1879–1959), que fue consejero del presidente David O. McKay, nos ha dado m

datos sobre la naturaleza y las bendiciones del discernimiento:

“En primer lugar, menciono el don del discernimiento, que incluye el poder para distinguir… entre el bien y el mCreo que este don, cuando se cultiva, es fruto de una aguda sensibilidad a las impresiones —impresioespirituales, si así lo prefieren—para leer entre líneas y detectar el mal oculto y, más importante aún, buscabueno que esté disimulado. El grado más elevado de discernimiento es aquel que, aplicado a los demás, percibrevela en ellos lo mejor de su naturaleza, el bien que hay en su interior…

“…Todo miembro de la Iglesia restaurada de Cristo podría tener este don si así lo quisiera. No sería engañado la sofistería del mundo, no sería desviado por falsos profetas ni por cultos subversivos. Aun los indocreconocerían, por lo menos hasta cierto grado, las falsas enseñanzas… Debemos estar agradecidos a diario por e

sentimiento que mantiene viva una conciencia que constantemente nos alerta de los peligros inherentes a malhechores y al pecado” 2 .

Al combinar las enseñanzas de los presidentes Cannon y Richards, vemos que el don de discernimiento funciobásicamente de cuatro maneras distintas.

Primero: Al “leer entre líneas”, el discernimiento nos ayuda a detectar los errores ocultos y el mal que pueda haen otras personas.

Segundo, y más importante: Nos ayuda a detectar los errores ocultos y el mal que pueda haber en nosotros mismAsí vemos que el don del discernimiento no se limita a discernir lo relativo al prójimo ni a las situaciones ajena

nosotros, sino, como enseñó el presidente Cannon, nos permite discernir las cosas como realmente son nosotros.

Tercero: Nos ayuda a encontrar y a sacar a la luz lo bueno que pueda estar disimulado en los demás.

Y cuarto: Nos ayuda a encontrar y a sacar a la luz lo bueno que pueda estar disimulado en nosotros. ¡Qué grbendición y fuente de protección y guía es el don espiritual del discernimiento!

Las enseñanzas de los presidentes Cannon y Richards respecto al poder del discernimiento para detectar el moculto y determinar lo bueno que pueda estar disimulado son más importantes para ustedes y para mí en vistacierto elemento de la visión de Lehi. En ella, varios grupos de personas avanzaban para seguir el camino qconduce al árbol de la vida. El sendero estrecho y angosto corría parejo a la barra de hierro y terminaba en el árLos vapores de tinieblas de los que se habla en la visión representan las tentaciones del maligno que ciegan los ode los hijos de los hombres y los guían a anchos senderos para que se pierdan (véase 1 Nefi 12:17).

Presten particular atención al versículo 23 de 1 Nefi 8 y apliquemos este pasaje a nuestra época y a los problemque encaramos en un mundo cada vez más inicuo:

“Y ocurrió que surgió un vapor de tinieblas, sí, un sumamente extenso vapor de tinieblas, tanto así que los qhabían entrado en el sendero se apartaron del camino, de manera que se desviaron y se perdieron”.



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Recalco una vez más la verdad de que el discernimiento es una luz protectora y una guía en un mundo cada más tenebroso. Tanto ustedes como yo podemos atravesar seguros y con éxito los vapores de tinieblas y tenerclaro sentido de orientación espiritual. El discernimiento es muchísimo más que distinguir el bien del mal; npermite distinguir lo relevante de lo irrelevante, lo importante de lo que no lo es y lo necesario de lo quemeramente bonito.

El don del discernimiento nos ofrece una visión panorámica que se extiende más allá de lo que percibe el ojo ooído natural. Discernir equivale a ver con ojos espirituales y percibir con el corazón, ver y percibir la falsedad

una idea o la bondad de otra persona. Discernir consiste en oír con oídos espirituales y percibir con el corazón,y percibir la inquietud callada en una frase o la veracidad de un testimonio o una doctrina.

He oído con frecuencia al presidente Boyd K. Packer, Presidente en Funciones del Quórum de los Doce Apóstoaconsejar a los miembros y a los líderes del sacerdocio: “Si su percepción se limita a lo que ven con los onaturales y lo que oyen con los oídos naturales, ent onces no saben mucho”. Sus palabras debieran estimularnotodos nosotros, a desear y a buscar adecuadamente estos dones espirituales.

Observar y discernir también nos permite ayudar a quien intente encontrar el camino y que desee avanzar firmeza en Cristo. Bendecidos con estos dones espirituales, no nos apartaremos, no nos desviaremos ni nperderemos. Sólo podremos tener la esperanza de obtener el don divino del discernimiento y su luz protectora y

guía si somos prestos para observar. Así como Alma enseñó a su hijo Helamán: “…asegúrate de cuidar estas cosagradas; sí, asegúrate de acudir a Dios para que vivas” (Alma 37:47).

Declaro mi testimonio especial de que Jesús es el Cristo, nuestro Redentor y Salvador. Sé que Él vive e invoco bendiciones sobre cada uno de ustedes a fin de que deseen ser prestos para observar y disciernan con certeza.

Adaptado de un discurso pronunciado en un devocional de la Universidad Brigham Young el 10 de mayo de 2005

Notas

4. 1.

Gospel Truth: Discourses and Writings of George Q. Cannon, compilados por Jerreld L. Newquist, 1987, págs. 1157.

5. 2.

En Conference Report, abril de 1950, págs. 162–163; cursiva agregada.



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El sueño de Lehi: Asidos constantemente a la barra

por el élder David A. Bednar


El tema dominante del Libro de Mormón —invitar a todos a venir a Cristo— es de primordial importancia ensueño de Lehi.

Me encanta el Libro de Mormón. Entre mis primeros recuerdos del Evangelio está el de mi madre que me leía Bof Mormon Stories for Young Latter-day Saints [Relatos del Libro de Mormón para pequeños Santos de los ÚltimDías], de Emma Marr Petersen. En esas experiencias de mi niñez y durante toda una vida de constante estudioración personal, el Espíritu Santo ha testificado repetidamente a mi alma que el Libro de Mormón es la palabraDios.

Testifico que el Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo; sé que el profeta José Smith tradujo el LibroMormón con el poder de Dios y mediante ese poder; y t estifico que el Libro de Mormón es “…el más correcto

todos los libros sobre la tierra, y la [piedra] clave de nuestra religión; y que un hombre se [acercará] más a Dioseguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”1.

Símbolos clave del sueño de Lehi

La importancia de leer, estudiar, escudriñar y meditar las Escrituras en general, y el Libro de Mormón particular, se recalca en varios elementos de la visión de Lehi del árbol de la vida (véase 1 Nefi 8).

La imagen central del sueño de Lehi es el árbol de la vida, una representación del “amor de Dios” (véase 1 N11:21–22). “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel queél cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Por tanto, el nacimiento, la vida y el sacrifico expiatorio

Señor Jesucristo son las manifestaciones más grandes del amor de Dios por Sus hijos. Tal como testificó Nefi, amor es “más deseable que todas las cosas” y, como declaró el ángel en su visión, “el de mayor gozo para el alm(1 Nefi 11:22–23; véase también 1 Nefi 8:12, 15). El capítulo 11 de 1 Nefi presenta una descripción detallada árbol de la vida como símbolo de la vida, del ministerio y del sacrificio del Salvador: “la condescendencia de Di(1 Nefi 11:16).

El fruto del árbol simboliza las bendiciones de la Expiación. Participar del fruto representa recibir las ordenanzalos convenios mediante los cuales la Expiación puede llegar a ser plenamente eficaz en nuestra vida. El frutodescribe como algo “deseable para hacer a uno feliz” (1 Nefi 8:10), produce gran gozo y el deseo de compartir gozo con otras personas.

Notablemente, el tema dominante del Libro de Mormón —invitar a todos a venir a Cristo— es preeminente esueño de Lehi. Es de interés particular la barra de hierro que conduce al árbol (véase 1 Nefi 8:19). La barrahierro es la palabra de Dios.

Asirse de la barra en oposición a asirse constantemente a ella

El padre Lehi vio a cuatro grupos de personas en su visión. Tres de los grupos avanzaban por el sendero estrechangosto tratando de llegar al árbol y a su fruto. El cuarto grupo no iba en busca del árbol; en cambio, deseaba qsu destino final fuera el edificio grande y espacioso (véase 1 Nefi 8:31–33).

http://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/8?lang=spa

http://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/11.21-22?lang=spa#20






http://www.lds.org/scriptures/nt/john/3.16?lang=spa#15





http://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/8.12,15?lang=spa#11

















http://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/8?lang=spa



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En 1 Nefi 8:21–23, aprendemos acerca del primer grupo de personas que avanzaron y comenzaron a recorrersendero que conducía al árbol de la vida. No obstante, al encontrarse con los vapores de tinieblas, que represen“las tentaciones del diablo” (1 Nefi 12:17), perdieron el rumbo, se apartaron del camino y se extraviaron.

Nótese que en esos versículos no se hace ninguna mención a la barra de hierro. Los que no hacen caso de la palade Dios o la tratan como cosa ligera, no tienen acceso a esa brújula divina que señala el camino hacia el SalvadTengan en cuenta que ese grupo entró al sendero y avanzó, lo cual mostró una medida de fe en Cristo y uconvicción espiritual, pero fueron desviados por las tentaciones del diablo y se perdieron.

En 1 Nefi 8:24–28, leemos acerca de un segundo grupo de personas que entró en el sendero estrecho y angosto conducía al árbol de la vida. Los de este grupo “…avanzaron a través del vapor de tinieblas, asidos a la barrahierro, hasta que llegaron y participaron del fruto del árbol” (versículo 24). Sin embargo, cuando las personasropa fina que ocupaban el edificio grande y espacioso se burlaron de este segundo grupo de personas, éstos avergonzaron” y “…cayeron en senderos prohibidos y se perdieron” (versículo 28). Noten que la descripción indque los de ese grupo estaban “asidos a la barra de hierro” (1 Nefi 8:24; cursiva agregada).

Es significativo el hecho de que los del segundo grupo avanzaron con fe y dedicación. También tuvieronbendición adicional de la barra de hierro, ¡y estaban asidos a ella! Sin embargo, cuando enfrentaron la persecucy la adversidad, cayeron en senderos prohibidos y se perdieron. Aun con fe, dedicación y la palabra de Dios, los

ese grupo al final se perdieron —tal vez porque leían o estudiaban o escudriñaban las Escrituras speriódicamente. El asirse a la barra de hierro a mí me sugiere sólo “ráfagas” ocasionales de estudio o un remirregular en lugar de una inmersión constante y continua en la palabra de Dios.

En el versículo treinta leemos de un tercer grupo de personas que avanzaron “…asidos constantemente a la bade hierro, hasta que llegaron, y se postraron, y comieron del fruto del árbol”. La frase clave de este versículoasidos constantemente a la barra de hierro.

El tercer grupo también avanzó con fe y convicción; sin embargo, no hay ninguna indicación de que las personahayan apartado del camino, hayan caído en senderos prohibidos o se hayan perdido. Tal vez este tercer grupo ly estudió y escudriñó las Escrituras constantemente. Tal vez lo que salvó al tercer grupo de perecer fuediligencia y devoción a las “cosas pequeñas y sencillas” (Alma 37:6). Quizá fue el “conocimiento del Señor” y“conocimiento de la verdad” (Alma 23:5, 6) que obtuvieron mediante el estudio fiel de las Escrituras, lo que les el don espiritual de la humildad, a tal punto que los de este grupo de personas “se postraron, y comieron del frudel árbol” (1 Nefi 8:30; cursiva agregada). Es posible que haya sido el sustento y la fortaleza espirituales qrecibieron al “[deleitarse] en la palabra de Cristo” (2 Nefi 31:20) constantemente lo que permitió que los de egrupo no hicieran caso al escarnio y a las burlas de la gente del edificio grande y espacioso (véase 1 Nefi 8:33). Ées el grupo al que ustedes y yo debemos esforzarnos por pertenecer.

Los hermanos de Nefi preguntaron: “¿Qué significa la barra de hierro, que nuestro padre vio, que conducía al árb

“Y [Nefi] les [dijo] que era la palabra de Dios; y que quienes escucharan la palabra de Dios y se aferraran a ella,perecerían jamás; ni los vencerían las tentaciones ni los ardientes dardos del adversario para cegarlos y llevarhasta la destrucción” (1 Nefi 15:23–24; cursiva agregada).

Entonces, ¿cuál es la diferencia que existe entre asirse y asirse constantemente a la barra de hierro? Permítansugerir que asirse constantemente supone, en gran medida, el uso constante, sincero y con actitud de oración,las Santas Escrituras como fuente segura de verdad revelada y como una guía confiable para el recorrido posendero estrecho y angosto que lleva al árbol de la vida, sí, al Señor Jesucristo.

“Y aconteció que vi que la barra de hierro que mi padre había visto representaba la palabra de Dios, la cconducía a la fuente de aguas vivas o árbol de la vida” (1 Nefi 11:25).








































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El Libro de Mormón es para nosotros hoy en día

El Libro de Mormón establece verdades que son pertinentes y esenciales en nuestros días y para nuestcircunstancias. Moroni destaca la relevancia espiritual y práctica del Libro de Mormón en nuestra vida: “He aquíhablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostradoconozco vuestras obras” (Mormón 8:35). Al haber visto nuestros días y nuestras circunstancias mediantepresciencia de Dios, los autores principales del Libro de Mormón incluyeron, de manera específica, los temaejemplos de mayor importancia para los habitantes de la tierra en los últimos días.

Los invito a considerar detenidamente y con espíritu de oración esta pregunta: ¿Qué lecciones puedo y deaprender de la visión de Lehi del árbol de la vida y del principio de asirme constantemente y de forma continua barra de hierro, que me permitirán mantenerme firme espiritualmente en el mundo en el que hoy vivimos?

Al esforzarse diligentemente y buscar inspiración para contestar esta importante pregunta, llegarán a comprenmás plenamente, por el poder del Espíritu Santo, tanto en el corazón como en la mente, la importancia de asiconstantemente a la barra de hierro; y recibirán la bendición de poder aplicar esas lecciones con fe y diligenciasu vida individual y en su hogar.

Ruego que todos tengamos ojos para ver y oídos para oír lecciones adicionales de la visión de Lehi que nos ayud

a “…seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por tolos hombres. Por tanto, si marcháis adelante, deleitándoos en la palabra de Cristo, y perseveráis hasta el fin,aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna” (2 Nefi 31:20).

Un profeta testifica

“Les testifico que el Libro de Mormón es ciertamente la palabra de Dios, que la comunicación entre la tierra ycielo se ha abierto nuevamente, y que el verdadero camino del Señor se ha revelado a los hombres sobre la tieindicándoles los medios por los cuales cada creyente sincero en Cristo puede recibir todo el conocimiento y todlas bendiciones necesarios”.

Véase, presidente David O. McKay (1873–1970), citado en “Un llamado profético constante”, Liahona, agosto2005, pág. 7.

No les hicimos caso

En el transcurso de mi vida, la frase “no les hicimos caso” (1 Nefi 8:33) me ha dado fortaleza espiritual. En 1 Nealgunas de las personas que avanzan hacia el árbol de la vida no hacen caso de las voces de burla. Los señalan dedos de escarnio, pero ellos no tropiezan; no escuchan. De igual manera, en la actualidad escuchamos muchvoces fuertes y tentadoras; a veces puede ser una verdadera lucha el no hacer caso a esas voces, pero Lehi demuestra que es posible hacerlo.

Me he dado cuenta de que puedo apagar las voces del mundo cuando asisto al templo, leo las Escrituras, voy aIglesia y sigo al profeta. Al hacer esas cosas sencillas, puedo escuchar la voz del Espíritu Santo; y ésa es la voz qvale la pena escuchar. Al hacer caso a la voz del Espíritu, recibo más fuerzas para resistir la tentación.

Cuando seguimos el ejemplo de Lehi y “no… [hacemos] caso”, podemos permanecer en el sendero estrechangosto, y participar continuamente del amor de Dios.

Melissa Heaton, Utah, EE. UU.

¡No dejes este sendero!

http://www.lds.org/scriptures/bofm/morm/8.35?lang=spa#34











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Mi hermana me dio a conocer la Iglesia, y me gustó tanto que al poco tiempo me bauticé.

Aunque no sabía leer, abría el Libro de Mormón y lo hojeaba. Tenía un gran deseo de leer las palabras que veíasus páginas. Mi esposo, que se bautizó tiempo después, estaba intrigado de verme allí sentada mirando el librme decía que desperdiciaba el tiempo.

Con gran dificultad y con la ayuda de mis hermanas de la Sociedad de Socorro y de mis hijos, comencé a tratarleer. Mi objetivo siempre fue leer el Libro de Mormón.

En un momento especialmente difícil, cuando me invadieron sentimientos negativos, escuché claramente espalabras: “¡No dejes este sendero!”. Miré para ver si había alguien allí, pero no había nadie.

Un día le dije a mi hija que ya estaba empezando a leer por mi cuenta. Ella no me creyó y me pidió que sedemostrara. Cuando lo hice, se puso muy feliz.

Mi meta es leer el Libro de Mormón de principio a fin. Leo muy despacio, pero puedo entender y, lo que es mimportante, puedo sentir el Espíritu a través de este libro maravilloso.

Edite Feliciano de Paula, São Paulo, Brasil

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Nota

6. 1.

Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág.67.



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La gloria de Dios es la inteligencia

De una entrevista con el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles; por Kimberly Webb, Revistasla Iglesia

“…si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e inteligencia… por medio de su diligencia y obedienhasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero” (D. y C. 130:19).

He pasado la mayor parte de mi vida en el campo de la educación. Cuando era joven, pensaba que el adquirir ueducación significaba ir a la escuela, hacer exámenes y sacar buenas notas, pero al ir madurando, empecé a darcuenta de la diferencia que existía entre sacar buenas notas en la escuela y adquirir una educación. Una persopuede salir bien en los exámenes escolares y aún así no tener una educación. La verdadera educación signifsaber cómo aprender. Una vez que descubrí esa lección, el aprendizaje se hizo divertido.

Uno de los propósitos principales de la vida terrenal es aprender, obtener conocimiento e inteligencia. En Doctry Convenios 93:36 dice: “La gloria de Dios es la inteligencia”. Tal vez piensen que inteligencia significa tenertalento especial para el trabajo académico, pero inteligencia también significa aplicar el conocimiento qadquiramos para propósitos rectos.

El conocimiento, tanto temporal como espiritual, se adquiere poco a poco. Mi testimonio creció línea por línprecepto sobre precepto, un poquito allí, otro poquito allá (véase Isaías 28:10), de la misma manera que ocurre mayoría de los miembros de la Iglesia. Cuando era niño, recuerdo que mi madre me leía relatos del Libro Mormón y de la historia de la Iglesia. Me sobrevenía un dulce, pacífico y tranquilizante sentimiento de que lo qaprendía era verdadero. Ese sentimiento se convirtió en un deseo sincero de aprender más mediante el estudiolas Escrituras. Nada ha tenido un mayor impacto en mi vida que el leer, estudiar y escudriñar las Escrituras a finobtener más conocimiento e inteligencia.

Vivía en California durante mi adolescencia, durante un tiempo en que las malas influencias, como las drogas ymúsica de mal gusto, se hicieron cada vez más populares. Debido al conocimiento que tuve la bendición de recidecidí no participar en esas cosas; me estaba preparando para ser misionero y servir al Señor. En el cammisional, el conocimiento que tenía de que estaba sirviendo al Señor fortaleció mi resolución de trabaarduamente en la edificación de Su reino. El trabajar como misionero es quizás una de las mejores manerasaprender y de obtener conocimiento espiritual.

El verdadero valor del conocimiento es que te permite ser una persona hábil en cualquier situación, que te permdescubrir lo que debes hacer ¡cuando no tienes idea de qué hacer! En las Escrituras con frecuencia se nos enseñbuscar conocimiento tanto por el estudio como por la fe (véase D. y C. 88:118). En nuestra vida, en nuestfamilias y en la Iglesia, podemos recibir bendiciones de fortaleza espiritual, de orientación y de protección

medida que, por medio de la fe, procuramos obtener inteligencia y aplicar conocimiento espiritual en rectitud.



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El matrimonio es esencial para Su plan eterno

Élder David A. Bednar


El concepto ideal doctrinal del matrimonio

La Primera Presidencia nos ha aconsejado encarecidamente que dediquemos nuestros mejores esfuerzosfortalecimiento del matrimonio y del hogar. Esa instrucción jamás se ha necesitado más en el mundo que hoydía, a medida que se ataca la santidad del matrimonio y se debilita la importancia del hogar.

A pesar de que la Iglesia y sus programas apoyan al matrimonio y a la familia, y por lo general tienen éxito en esiempre debemos recordar esta verdad básica: ningún medio ni ninguna organización puede ocupar el lugar hogar ni cumplir sus funciones esenciales 1 . Por consiguiente, hoy me dirigiré a ustedes, en primer lugar cohombres y mujeres, como esposos y esposas, y como madres y padres, y en segundo, como líderes del sacerdocde las organizaciones auxiliares de la Iglesia. La asignación que tengo es la de analizar la función esencial

matrimonio eterno en el plan de felicidad de nuestro Padre Celestial.

Nos centraremos en el concepto ideal doctrinal del matrimonio. Espero que el análisis de nuestras posibilidaeternas y el recordatorio de quiénes somos y de por qué estamos aquí en la tierra nos brinden dirección, consuy una esperanza sustentadora para todos nosotros, independientemente de nuestro estado civil o de nuestcircunstancias personales actuales. La discrepancia que existe entre el concepto doctrinal del matrimonio yrealidad de la vida diaria, a veces puede parecer bastante grande pero, poco a poco, ustedes van progresanmejor de lo que probablemente se imaginan.

Los exhorto a tener presentes las siguientes preguntas a medida que analizamos los principios relacionados conmatrimonio eterno.

Pregunta 1: En mi propia vida, ¿me esfuerzo por llegar a ser un mejor esposo o una mejor esposa, o me prepapara ser un esposo o una esposa, al comprender esos principios básicos y llevarlos a la práctica?

Pregunta 2: En calidad de líder del sacerdocio o de las organizaciones auxiliares, ¿ayudo a las personas a quiesirvo a comprender esos principios básicos y a llevarlos a la práctica, y de ese modo fortalecer el matrimonio yhogar?

Al meditar con oración en esas preguntas y al considerar nuestra propia relación matrimonial y nuestresponsabilidades en la Iglesia, testifico que el Espíritu del Señor iluminará nuestra mente y nos enseñará las coque debemos hacer y mejorar (véase Juan 14:26).

Por qué el matrimonio es esencial

En “La Familia: Una proclamación para el mundo”, la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoproclaman “que el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es la parte cendel plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos” 2 . Esta frase de la proclamación, que establece el temadiscurso, nos enseña mucho en cuanto al significado doctrinal del matrimonio y recalca la supremacía matrimonio y de la familia en el plan del Padre. El matrimonio honorable es un mandamiento y un paso esenciael proceso de crear una relación familiar amorosa que se puede perpetuar más allá de la tumba.



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Hay dos razones doctrinales convincentes que nos ayudan a entender por qué el matrimonio eterno es esencpara el plan del Padre.

Razón 1: La naturaleza del espíritu del hombre y la naturaleza del espíritu de la mujer se complementan yperfeccionan mutuamente y, por tanto, se ha dispuesto que progresen juntos hacia la exaltación.

La plena comprensión de la naturaleza eterna del matrimonio y de su importancia sólo se puede lograr dentrocontexto supremo del plan que el Padre tiene para Sus hijos. “Todos los seres humanos, hombres y mujeres, s

creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada utiene una naturaleza y un destino divinos” 3 . El gran plan de felicidad permite que los hijos y las hijas espirituade nuestro Padre Celestial obtengan un cuerpo físico, ganen experiencias terrenales y progresen haciaperfección.

“El ser hombre o mujer es una característica esencial de la identidad y el propósito eternos de los seres humaen la vida premortal, mortal y eterna” 4 , y en gran medida eso define quiénes somos, por qué estamos aquí entierra, y qué debemos hacer y llegar a ser. Por razones divinas, el espíritu de los hombres y el de las mujeres diferentes, singulares y complementarios.

Después de que se creó la tierra, se puso a Adán en el Jardín de Edén; sin embargo, y muy importante, Dios dijo

no era bueno que el hombre estuviera solo (véase Génesis 2:18; Moisés 3:18), y Eva llegó a ser la compañera ayuda idónea de Adán. A fin de llevar a cabo el plan de felicidad se necesitaba la combinación singular de facultaespirituales, físicas, mentales y emocionales tanto de hombres como de mujeres. Solos, ni el hombre ni la mupodrían cumplir con los propósitos de su creación.

Por designio divino, se dispone que los hombres y las mujeres progresen juntos hacia la perfección y hacia uplenitud de gloria. A causa de sus temperamentos y facultades singulares, los hombres y las mujeres llevan arelación matrimonial perspectivas y experiencias únicas. El hombre y la mujer contribuyen de forma diferente ppor igual a una totalidad y unidad que no se pueden lograr de ninguna otra manera. El hombre complementperfecciona a la mujer, y la mujer complementa y perfecciona al hombre, al aprender el uno del otro yfortalecerse y bendecirse mut uamente. “En el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón”Corintios 11:11; cursiva agregada).

Razón 2: Por designio divino, se necesitan tanto el hombre como la mujer para traer hijos a la tierra y pproporcionar el mejor entorno para la crianza y el cuidado de los hijos.

El mandamiento que se dio antiguamente a Adán y a Eva de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vihoy día. “Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación se utilicen sólo entre el hombre y la mulegítimamente casados, como esposo y esposa… la forma por medio de la cual se crea la vida mortal fue establecpor decreto divino” 5 . Por tal razón, el matrimonio entre un hombre y una mujer es el conducto autorizado pocual los espíritus entran en la tierra. La completa abstinencia sexual antes del matrimonio y la total fideliddentro del matrimonio protegen la santidad de ese sagrado conducto.

El hogar en el que haya un esposo y una esposa leales y llenos de amor es el entorno supremo en el que se puecriar a los hijos en amor y rectitud, y en el que se pueden satisfacer las necesidades espirituales de los hijos. mismo modo que las características singulares tanto del hombre como de la mujer contribuyen a la plenitud derelación matrimonial, esas mismas características son vitales para la crianza, el cuidado y la enseñanza de los hi“Los hijos tienen el derecho de nacer dentro de los lazos del matrimonio y de ser criados por un padre y una maque honran sus promesas matrimoniales con fidelidad completa” 6 .



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Principios de orientación

Las dos razones doctrinales que hemos analizado en cuanto a la importancia del matrimonio eterno en el planfelicidad del Padre proponen principios de orientación para aquellos que se estén preparando para casarse, plos que estén casados y para nuestro servicio en la Iglesia.

Principio 1: La importancia del matrimonio eterno se comprende únicamente dentro del contexto del planfelicidad del Padre.

Con frecuencia hablamos del matrimonio y lo destacamos como una unidad fundamental de la sociedad, comofundamento de una nación fuerte y como una institución básica sociológica y cultural. Sin embargo, ¡el Evangrestaurado nos ayuda a entender que es mucho más que eso!

¿Hablamos, quizás, acerca del matrimonio sin enseñar adecuadamente la importancia del matrimonio en el plannuestro Padre? El hacer hincapié en el matrimonio sin conectarlo con la doctrina sencilla y fundamental del planfelicidad no puede proporcionar la suficiente dirección, protección ni esperanza en un mundo que cada vezvuelve más confuso y perverso. Bien haríamos todos en recordar la enseñanza de Alma de que Dios dio a los hide los hombres mandamientos “después de haberles dado a conocer el plan de redención” (Alma 12:32; cursagregada).

El élder Parley P. Pratt expresó hermosamente las bendiciones que recibimos a medida que aprendemocomprendemos el concepto ideal doctrinal del matrimonio y nos esforzamos por aplicarlo en nuestra vida.

“José Smith fue quien me enseñó a valorar las entrañables relaciones que existen entre padre y madre, esposesposa; entre hermano y hermana, hijo e hija.

“De él aprendí que podría tener asegurada a mi amada esposa por esta vida y por toda la eternidad; y que sublimes sentimientos de unidad y afecto que nos atrajeron mutuamente emanaron de la fuente del amor divineterno…

“Antes había amado, sin saber por qué; pero ahora amaba con una pureza, con una intensidad de sentimienvirtuosos y exaltados que elevarían mi alma de las cosas transitorias de esta deplorable esfera y la harexpandirse como el océano… En una palabra, ahora podía amar con el espíritu así como con el entendimiento.

“Sin embargo, en ese tiempo, mi muy querido hermano José Smith tan sólo había… levantado una esquina del vedándome sólo un vistazo de la eternidad” 7 .

Como hombres y mujeres, como esposos y esposas, y en calidad de líderes de la Iglesia, ¿vemos cómoimportancia del matrimonio eterno se puede comprender únicamente dentro del contexto del plan de felicidad Padre? La doctrina del plan lleva a los hombres y a las mujeres a esperar el matrimonio eterno y a prepararse pél, y vence los temores y supera las incertidumbres por las que tal vez algunas personas demoren el matrimonilo eviten. Asimismo, un entendimiento correcto del plan fortalece nuestra determinación de honrar tenazmenteconvenio del matrimonio eterno. Al meditar en esa verdad y al entenderla plenamente, se magnificarán nuesconocimiento personal, nuestra enseñanza y nuestro poder para testificar tanto en el hogar como en la iglesia.

Principio 2: Satanás desea que todos los hombres y todas las mujeres sean miserables como él.

Lucifer ataca y distorsiona implacablemente las doctrinas que más importancia tienen para nosotros, para nuestfamilias y para el mundo. ¿Hacia dónde dirige el adversario sus ataques más directos y diabólicos? Satanásocupa infatigablemente de confundir lo que se entiende de la identidad sexual, de fomentar el uso prematurincorrecto del poder procreador, y de ser un obstáculo para el matrimonio honorable, precisamente porque



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matrimonio es ordenado por Dios y la familia es fundamental para el plan de felicidad. Los ataques del adversaal matrimonio eterno seguirán aumentando en intensidad, frecuencia y sutileza.

Debido a que hoy día estamos enfrascados en una batalla por el bienestar del matrimonio y del hogar, en mi últlectura del Libro de Mormón puse particular atención al modo en que los nefitas se preparaban para sus batacontra los lamanitas. Me di cuenta de que los del pueblo de Nefi “estaban enterados del intento de [su enemigopor consiguiente, se prepararon para enfrentarse a ellos. (Alma 2:12; cursiva agregada). Al leer y estudiar, apreque el enterarse del intento del enemigo es un requisito clave para la preparación eficaz. Del mismo mo

nosotros debemos considerar el intento de nuestro enemigo en esta guerra de los últimos días.

El plan del Padre tiene como fin proporcionar guía para Sus hijos, para ayudarles a ser felices y llevarlos segurosnuevo hacia Él. Los ataques de Lucifer hacia el plan tienen como fin confundir a los hijos y a las hijas de Dhacerlos desdichados y detener su progreso eterno. El máximo objetivo del padre de las mentiras es que todnosotros seamos “miserables como él” (2 Nefi 2:27), y se ocupa de pervertir los elementos que más detesta del pdel Padre. Satanás no tiene un cuerpo, no se puede casar y no tendrá una familia, y se esfuerza constantemente tergiversar los propósitos divinamente prescritos del sexo de la persona, del matrimonio y de la familia. Por todmundo se ve una evidencia cada vez mayor de la eficacia de los esfuerzos de Satanás.

En épocas más recientes, el diablo ha intentado combinar la confusión en cuanto al sexo de la persona y

matrimonio validándola legalmente. Al mirar más allá de la mortalidad hacia la eternidad, es fácil discernir quefalsas alternativas que propone el adversario jamás conducirán al estado de plenitud que se puede lograr a tradel sellamiento de un hombre y de una mujer, a la felicidad de un matrimonio honorable, al gozo de la posteridaa la bendición del progreso eterno.

En vista de lo que sabemos en cuanto al intento de nuestro enemigo, cada uno de nosotros debe prestar especcuidado al buscar inspiración personal en cuanto a la forma en que podemos proteger y salvaguardar nuespropio matrimonio, y sobre cómo podemos aprender principios correctos y enseñarlos en el hogar y en nuestasignaciones en la Iglesia, tocante a la importancia eterna del sexo de la persona y de la función del matrimonioel plan del Padre.

Principio 3: Las bendiciones supremas del amor y de la felicidad se obtienen por medio de la relación del convedel matrimonio eterno.

El Señor Jesucristo es el punto principal en la relación del convenio del matrimonio. Tomen nota de cómoSalvador está ubicado en la cúspide de este triángulo, y en la base figura una mujer en una esquina y un hombrela otra. Consideren, ahora, lo que ocurre en la relación entre el hombre y la mujer a medida que cada ugradualmente, “[viene] a Cristo” y se esfuerza por ser perfeccionado en Él (Moroni 10:32). A causa del Redentopor medio de Él, el hombre y la mujer se acercan más el uno al otro.

A medida que el marido y su esposa son atraídos hacia el Señor (véase (3 Nefi 27:14) a medida que aprendeservirse y a atesorarse mutuamente, a medida que comparten las experiencias de la vida, progresan juntos y llea ser uno, y a medida que son bendecidos mediante la unión de sus naturalezas características, se empiezan a dcuenta de la plenitud que nuestro Padre Celestial desea para Sus hijos. La máxima felicidad, que es el objeto misdel plan del Padre, se recibe al efectuar los convenios del matrimonio eterno y al honrarlos.

Como hombres y mujeres, esposos y esposas, y como líderes de la Iglesia, una de nuestras responsabilidades mimportantes es ayudar a los hombres y a las mujeres jóvenes, mediante nuestro ejemplo personal, a aprendercuanto al matrimonio honorable y a prepararse para el mismo. Si las mujeres y los hombres jóvenes observannuestro matrimonio dignidad, lealtad, sacrificio y el cumplimiento de convenios, entonces esos jovencitos buscaemular los mismos principios en sus relaciones de cortejo y matrimonio. Si los jóvenes se dan cuenta de que hem



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puesto en primer plano la comodidad y el bienestar de nuestro compañero eterno, se volverán menos egoístaserán más capaces de dar, de servir y de crear una relación equitativa y perdurable. Si los hombres y las mujeperciben respeto mutuo, afecto, confianza y amor entre el marido y su esposa, se esforzarán por cultivar emismas características. Nuestros hijos y la juventud de la Iglesia aprenderán más de lo que hagamos y de lo qsomos, a pesar de que recuerden muy poco de lo que digamos.

Lamentablemente, muchos jóvenes de la Iglesia hoy en día tienen temor del matrimonio eterno y tropiezan enprogreso hacia esa meta, debido a que han visto demasiados divorcios en el mundo y convenios rotos en s

hogares y en la Iglesia.

El matrimonio eterno no es simplemente un contrato legal provisional que se puede dar por terminado cualquier momento, por cualquier razón; es más bien un convenio sagrado con Dios que puede ligar por esta vidpor toda la eternidad. La lealtad y la fidelidad en el matrimonio no deben ser simplemente palabras atractivas qse mencionan en discursos; más bien deben ser principios que se manifiesten en nuestra propia relación convenio del matrimonio eterno.

Al considerar la importancia de nuestro ejemplo personal, ¿se dan cuenta ustedes y yo de las áreas donde tenemque mejorar? ¿Está el Espíritu Santo inspirando nuestra mente y ablandando nuestro corazón y alentándonomejorar y a ser mejores? En calidad de líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, ¿estam

concentrando nuestros esfuerzos para fortalecer el matrimonio y el hogar?

El esposo y su esposa necesitan tiempo para estar juntos a fin de fortalecerse a sí mismos y a sus hogares contraataques del adversario. Al esforzarnos por magnificar nuestros llamamientos en la Iglesia, ¿estaminvoluntariamente impidiendo que esposos y esposas, madres y padres cumplan sus sagradas responsabilidaen el hogar? Por ejemplo, ¿programamos a veces reuniones y actividades innecesarias de modo que interfieran la relación esencial entre el marido y su esposa, y en la relación de ellos con sus hijos?

Al meditar con sinceridad estas preguntas, estoy seguro de que el Espíritu nos está ayudando aun ahora mismseguirá ayudándonos a cada uno para saber lo que debemos hacer en el hogar y en la Iglesia.

Las fuentes espirituales que necesitamos

Nuestras responsabilidades de aprender y entender la doctrina del plan, de defender el matrimonio honorable yser ejemplos del mismo, y de enseñar principios correctos en el hogar y en la iglesia tal vez nos hagan dudarnuestra capacidad de llevar a cabo la tarea. Somos personas comunes y corrientes que deben llevar a cabo una osumamente extraordinaria.

Hace muchos años, la hermana Bednar y yo estábamos muy ocupados tratando de satisfacer las innumerabdemandas de una familia joven y activa, además de responsabilidades en la Iglesia, profesionales y decomunidad. Una noche, después de que los niños se durmieron, hablamos largo y tendido sobre cuán eficaéramos en dar atención a todas nuestras tareas importantes. Nos dimos cuenta de que no recibiríamos en

eternidad las bendiciones prometidas si no cumplíamos más plenamente el convenio que habíamos hecho entierra. Juntos tomamos la determinación de hacer lo necesario para ser mejores como esposo y esposa. Esa leccaprendida hace muchos años, ha tenido un gran impacto en nuestro matrimonio.

La dulce y sencilla doctrina del plan de felicidad nos brinda una valiosa perspectiva eterna y nos ayuda a entenla importancia del matrimonio eterno. Hemos sido bendecidos con todas las fuentes espirituales que necesitamtenemos la plenitud de la doctrina de Jesucristo; tenemos el Espíritu Santo y la revelación; tenemos ordenansalvadoras, convenios y templos; tenemos el sacerdocio y profetas; tenemos las Santas Escrituras y el poder depalabra de Dios; y tenemos La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.



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Testifico que hemos sido bendecidos con todos los recursos espirituales que necesitamos para aprender acercamatrimonio honorable, para enseñarlo, para fortalecerlo y para defenderlo, y que, en efecto, podemos vivir junen felicidad, como esposos, esposas y familias por la eternidad. En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.

Notas

7. 1.

Véase Carta de la Primera Presidencia, 11 de febrero de 1999; véase Liahona, diciembre de 1999, pág. 1.8. 2.

“La Familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49.

9. 3.

Liahona, octubre de 2004, pág. 49.

10. 4.


11. 5.


12. 6.


13. 7.

Autobiography of Parley P. Pratt, ed. Parley P. Pratt Jr., 1938, págs. 297–298.



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Porque las tenemos ante nuestros ojos

Por el Élder David A. Bednar


Aplicar cinco principios al estudio de las Escrituras puede ayudarles no sólo a saber más del Salvador, sino a más como Él.

Durante los últimos 20 años, la hermana Bednar y yo nos hemos reunido con decenas de miles de jóvenes Sande los Últimos Días para analizar las doctrinas del Evangelio restaurado y considerar las bendiciones del vivdiario principios correctos. Al reunirnos con grupos, tanto grandes como pequeños, solíamos invitar a los jóvenehacernos preguntas y nos ha impresionado sobremanera la profundidad de su conocimiento del Evangelio ycalidad de sus preguntas.

Dos de las preguntas que se nos han planteado una y otra vez son: ¿Por qué es tan importante estudiar Escrituras? ¿Qué puedo hacer para que mi estudio de las Escrituras sea más edificante y eficaz?

Preguntas tan excelentes como éstas merecen una seria consideración por parte de todos.

¿Por qué es tan importante estudiar las Escrituras?

El Señor ha declarado que Su obra y Su gloria consiste en “llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna hombre” (Moisés 1:39). Él estableció Su Iglesia para contribuir a esta gran obra. En consecuencia, la gran misiónLa Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es “invitar a todos a venir a Cristo” (D. y C. 20:59“[perfeccionarnos] en él” (Moroni 10:32). Así pues, todo lo que aprendemos, sabemos y hacemos como discípudel Salvador y miembros de Su Iglesia tiene como finalidad ayudarnos a dar una respuesta afirmativa a einvitación de los cielos.

Venir a Cristo no es un único acontecimiento con un inicio y un fin determinados; más bien, es un proceso quedesarrolla y profundiza durante toda la vida. Como paso inicial del proceso, ciertamente debemos obteconocimiento y aprender sobre Jesús y Su vida, Sus enseñanzas y Su ministerio. Pero para venir a Cristo de verdtambién se requiere una obediencia y un esfuerzo constantes por llegar a ser como Él en nuestros pensamienmotivos, palabras y hechos. A medida que seguimos adelante (véase 2 Nefi 31:20) por el camino del discipulanos allegamos al Salvador con la esperanza de que Él se allegue a nosotros; podemos buscarlo diligentemente cla esperanza de hallarlo; podemos pedir confiando en que recibiremos; y podemos llamar esperando que la puese abra para dejarnos entrar (véase D. y C. 86:63).

Una de las mejores maneras de allegarse al Señor Jesucristo y al mismo tiempo aprender más sobre Él y llegar a

más como Él es mediante el estudio constante de las Santas Escrituras, del “[deleitarse] en las palabras de Cristodiario (2 Nefi 32:3).

Fíjense en que empleé la palabra estudio y no lectura. Estudiar y deleitarse sugieren un enfoque y una intensidque van más allá de la lectura casual o del examen rápido. Estudiar y deleitarse, seguido de una oración sinceruna tenaz aplicación de las verdades y los principios que aprendamos, resultan en una resolución personal, compromiso espiritual y la brillante luz del testimonio. Estudiar, aprender, orar y aplicar en forma adecuada verdades del Evangelio son todos elementos clave del proceso de allegarse al Salvador.



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Las Escrituras tienen una importancia vital para mí al continuar viniendo a Cristo. Con frecuencia mi mente ycorazón reciben la intensa admonición de mi bendición patriarcal, que me insta a “estudiar las Escrituras siempque tenga ocasión”. Durante décadas, esa simple frase me ha brindado guía para mi estudio del Evangelio, y bendiciones prometidas de inspiración e instrucción relacionadas con esa admonición se han cumplido repetiveces en mi vida.

Además, el presidente Harold B. Lee (1899–1973) ha influido enormemente en mi estudio y uso de las EscriturDurante aquella primera capacitación misional en Salt Lake City en 1971, cerca de 300 élderes y hermanas fuim

bendecidos con la instrucción impartida por el presidente Lee en el cuarto de asambleas del Templo de Salt LaSer instruido por uno de los testigos especiales del Señor y un miembro de la Primera Presidencia en semejalugar sagrado fue una experiencia inolvidable para mí.

El formato de la instrucción fue bastante sencillo: el presidente Lee nos invitó a hacerle preguntas sobre cualqutema del Evangelio. ¡Jamás olvidaré lo que sentí al observar al presidente Lee responder a cada pregunta conEscrituras! Sabía que yo jamás tendría un conocimiento de las Escrituras tan grande como él, pero en aqmomento en el Templo de Salt Lake, tomé la decisión de estudiarlas y emplearlas en mi enseñanza y de seguirejemplo del profeta. Aquel compromiso que adquirí siendo un misionero de 19 años, nuevo y sin experiencia,bendecido mi vida de maneras que no se pueden contar ni describir adecuadamente.

Busquen en las siguientes palabras el papel central que desempeñan las Escrituras en el proceso de conocer a Dy de confiar en Él:

“Escudriñen las Escrituras; escudriñen las revelaciones que publicamos y pidan a nuestro Padre Celestial, ennombre de Su Hijo Jesucristo, que les manifieste la verdad; y si lo hacen con la mira puesta únicamente en la glode Dios, sin ninguna duda, Él les responderá por el poder de Su Santo Espíritu. Entonces podrán saber por ustemismos y no por otra persona: No tendrán entonces que depender del hombre para saber de Dios, ni habrá lupara la especulación. No; porque cuando los hombres reciben su instrucción de Aquel que los hizo, saben cómo salvará” 1 .

Por el poder del Espíritu Santo, cada uno de nosotros puede recibir un testimonio espiritual independientecualquier otra persona y “saber por ustedes mismos” que Jesús es el Salvador y nuestro Redentor.

En esencia, las Escrituras son una “grabación” escrita de la voz del Señor, una voz que podemos sentir en el coramás que oírla con los oídos; y al estudiar el contenido de la palabra escrita de Dios y sentir su espíritu, aprendema oír Su voz en las palabras que leemos y a entender la forma en que el Espíritu Santo nos comunica esas palabAsí se explica en Doctrina y Convenios 18:34–36:

“Estas palabras no son de hombres, ni de hombre, sino mías; por tanto, testificaréis que son de mí, y no del homb

“Porque es mi voz la que os las declara; porque os son dadas por mi Espíritu, y por mi poder l as podéis leerunos a los otros; y si no fuera por mi poder, no podríais tenerlas.

“Por tanto, podéis testificar que habéis oído mi voz y que conocéis mis palabras”.

¡Qué importante es que cada uno acuda repetidas veces a las Santas Escrituras y así obtenga experienciconfianza al oír y sentir Su voz. Al estudiar las Santas Escrituras con regularidad, “he aquí, las palabras de Cristodirán todas las cosas que debéis hacer” (2 Nefi 32:3).

Durante nuestro proceso de venir a Cristo, resulta esencial oír y sentir la voz del Señor, así como conocer Spalabras. El Salvador enseñó: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27; cursagregada). Así pues, oír Su voz es el paso previo para seguirle adecuadamente, “porque [mis escogidos] escuc



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mi voz y no endurecen su corazón” (D. y C. 29:7). Verdaderamente, podemos recibir instrucción de Él y seguiTodo miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días goza de la capacidad espiritual de osentir y seguir, la cual se ve fortalecida por medio del estudio diligente de las Escrituras.

¿Por qué es tan importante estudiar las Escrituras? El estudio sincero de las Escrituras nos ayuda a progresar enproceso de venir a Cristo y de llegar a ser más como Él. Por medio de ese deleite diario, podemos obtener testimonio de las verdades del Evangelio por nosotros mismos y aprender a oír y seguir la voz del Señor.

¿Qué puedo hacer para que mi estudio de las Escrituras sea más edificante y eficaz?

El comprender y aplicar cinco principios básicos puede hacer que nuestro estudio personal de las Escrituras más edificante y eficaz.

Principio 1: Oren para recibir entendimiento y soliciten la ayuda del Espíritu Santo. Las cosas del Espírituaprenden únicamente mediante la influencia del Espíritu. Cada vez que comenzamos una sesión de estudio sincde las Escrituras, el ofrecer una oración ferviente y humilde en la que pidamos a nuestro Padre Celestial, ennombre de Su Hijo, la ayuda del Espíritu Santo, mejorará enormemente nuestro aprendizaje, nuestra comprensy nuestra memoria. No sólo resulta útil orar al principio, sino que también lo es pedir entendimiento mientrasestudia. Además, a mí me ayuda expresar gratitud al final de mi estudio por todo lo que he aprendido.

Principio 2: Trabajen. El conocimiento y la comprensión del Evangelio son fruto del estudio diligente de Escrituras bajo la tutela del Espíritu Santo. La combinación que abre la puerta de la caja fuerte que guarda tesoros de las Escrituras incluye una gran cantidad de trabajo, trabajo simple, arduo y tradicional. Un granjeropuede esperar cosechar nada en otoño si no planta con esmero en primavera y trabaja duro durante el verano pdesherbar, fertilizar y cultivar. Del mismo modo, no podemos esperar una gran cosecha de las Escrituras a menque paguemos el precio de estudiarlas regular y diligentemente. Los tesoros de las Escrituras que buscamosnuestra vida no se pueden tomar prestados ni tampoco se pueden adquirir de segunda mano. Cada uno de nosotdebe aprender a abrir la puerta de esa caja fuerte mediante el principio del trabajo.

Principio 3: Sean constantes. Dado el ajetreado ritmo de la vida, no basta con tener buenas intencione

simplemente “esperar” encontrar el tiempo para un serio estudio de las Escrituras. La experiencia me dice queprogramar un horario específico cada día para el estudio, el dedicar todo el tiempo posible a ello y el tener un ludeterminado para hacerlo contribuye enormemente a la eficacia de nuestro estudio de las Escrituras.

Principio 4: Mediten. La palabra meditar significa considerar, contemplar, reflexionar o pensar en algo. Portanto, meditar en las Escrituras es reflexionar reverentemente en las verdades, las experiencias y las lecciones contienen las obras canónicas. El proceso de meditar requiere tiempo y no se puede forzar ni acelerar.

El profeta José Smith nos dio una pauta importante para reflexionar y meditar en las Escrituras cuando ense“Tengo una llave por medio de la cual entiendo las Escrituras. Pregunto: ¿Qué fue la pregunta que ocasionórespuesta, o que causó que Jesús relatara la parábola?” 2 . El esforzarse por comprender la pregunta previa a u

determinada revelación, parábola o episodio puede ayudarnos a obtener un entendimiento más profundo de Escrituras.

El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) recalcó un método similar para estudiar y meditar en las SanEscrituras en general y en el Libro de Mormón en particular:

“Si [los autores del Libro de Mormón] vieron nuestros días y eligieron aquellas cosas que serían de máximo vapara nosotros, ¿no es eso suficiente razón para estudiar el Libro de Mormón? Constantemente deberíampreguntarnos: ‘¿Por qué inspiró el Señor a Mormón (o a Moroni o a Alma) para que incluyera esto en su regist¿Qué lección puedo aprender de esto que me ayude a vivir en esta época?’” 3 .



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La enseñanza del presidente Benson nos ayuda a seguir el consejo de Nefi respecto a “[aplicar] todas las Escritua nosotros mismos para nuestro provecho e instrucción” (1 Nefi 19:23). Así vemos que, al plantearnos preguntameditar en lo que hayamos estudiado en las Escrituras, invitamos a la inspiración y a la ayuda del Espíritu Santo

Principio 5: Anoten sus impresiones, pensamientos y sentimientos. El élder Richard G. Scott, del Quórum de Doce Apóstoles, recalca con frecuencia la importancia de anotar las impresiones y los pensamientos espirituales

“Descubrirás que al anotar tus preciadas impresiones, a menudo se te ocurrirán más. Además, el conocimiento q

obtengas estará a tu disposición por el resto de tu vida. Esfuérzate siempre para reconocer y seguir la direcciónEspíritu, sea de día o de noche, dondequiera que estés y sin importar lo que estés haciendo. Expresa gratitud poayuda recibida y obedécela. Esa práctica afirmará tu capacidad de aprender por el Espíritu y permitirá que el Seguíe tu vida y te ayude a utilizar de manera más provechosa cualquier otra capacidad latente en ti” 4 .

El anotar lo que aprendamos, lo que pensemos y sintamos al estudiar las Escrituras es otra forma de meditar y invitación poderosa que extendemos al Espíritu Santo para que continúe dándonos instrucción.

Somos bendecidos al vivir en una época en la que las Santas Escrituras están tan fácilmente a nuestro alcanRuego que jamás las pasemos por alto ni las tratemos ligeramente. Debemos recordar las Santas Escrituraaplicar a todas ellas las enseñanzas que el rey Benjamín impartió a sus hijos:

“Os digo, hijos míos, que si no fuera por estas cosas [las Escrituras], las cuales se han guardado y preservado pomano de Dios para que nosotros pudiéramos leer y entender acerca de sus misterios, y siempre tener mandamientos ante nuestros ojos, aun nuestros padres habrían degenerado en la incredulidad…

“¡Oh hijos míos, quisiera que recordaseis que estas palabras son verdaderas, y también que estos anales sverdaderos!… y podemos saber de su certeza porque las tenemos ante nuestros ojos.

“Y ahora bien, hijos míos, quisiera que os acordaseis de escudriñarlas diligentemente, para q ue en estobeneficiéis; y quisiera que guardaseis los mandamientos de Dios para que prosperéis en la tierra, de acuerdo clas promesas que el Señor hizo a nuestros padres” (Mosíah 1:5–7; cursiva agregada).

Testifico y afirmo que las Santas Escrituras son verdaderas y que contienen la palabra de Dios. Al proseguir nuestro proceso de venir al Salvador, seremos fortalecidos y prosperaremos al “[deleitarnos] en las palabrasCristo” constante y diligentemente. De hecho, somos bendecidos porque las tenemos ante nuestros ojos.

Notas

14. 1.

“To the Honorable Men of the World”, The Evening and the Morning Star, agosto de 1832, pág. 22; cursagregada.

15. 2.

History of the Church, tomo 5, pág. 261.

16. 3.

“El Libro de Mormón: la clave de nuestra religión”, Liahona, enero de 1987, pág. 3.

17. 4.

“Cómo adquirir conocimiento y la entereza para utilizarlo con sabiduría”, Liahona, agosto de 2002, págs. 12–14.



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Las cosas como realmente son



De un discurso de una charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia, pronunciado en la Universidad Brigha

Young–Idaho, el 3 de mayo de 2009.

Elevo una voz apostólica de amonestación sobre el posible impacto opresivo, sofocante, represivo y limitantealgunos tipos de interacciones y experiencias ciberespaciales en nuestra alma.

Al estar esperando esta oportunidad de aprender con ustedes y al prepararme para ella, he llegado a comprendmejor los fuertes sentimientos que tuvo Jacob, el hermano de Nefi, cuando dijo: “…hoy me agobia el peso de deseo y afán… por el bien de vuestras almas” (Jacob 2:3). El mensaje que deseo compartir con ustedes hoy sedestilado con el tiempo “sobre [mi] alma como rocío del cielo” (D. y C. 121:45). Les invito a poner mucha atencióun tema de gran seriedad que tiene implicaciones tanto inmediatas como eternas. Ruego que el Espíritu Santo econ cada uno de nosotros y que nos enseñe en el tiempo que estemos juntos.

Desde hace tiempo me ha impresionado la definición sencilla y clara del término verdad que figura en el LibroMormón: “…el Espíritu habla la verdad, y no miente. Por tanto, habla de las cosas como realmente son, y de cosas como realmente serán; así que estas cosas nos son manifestadas claramente para la salvación de nuestalmas” (Jacob 4:13; véase también D. y C. 93:24).

Nos concentraremos en el primer elemento principal del término verdad que se encuentra en este versículo: “cosas como realmente son”. Primero repasaremos varios elementos clave del plan de felicidad de nuestro PaCelestial como la base doctrinal para conocer y comprender las cosas como realmente son. Entonconsideraremos los métodos de ataque que utiliza el adversario para distraernos de las cosas como realmente o inhibir nuestra capacidad de discernirlas. Y finalmente, hablaremos de las responsabilidades que tienen usted

la nueva generación. Será necesario que sean obedientes, que honren convenios sagrados y que logren discernircosas sistemáticamente como en realidad son en el mundo actual que cada vez se vuelve más confuso y perverso

Nuestro destino divino

En “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstodeclaran que como hijos e hijas de Dios procreados como espíritus, “acepta[mos] Su plan por medio del cual hijos podrían obtener un cuerpo físico y ganar experiencia terrenal para progresar hacia la perfección y finalmelograr [nuestro] destino divino como herederos de la vida eterna” 1 . Tengan a bien observar la importanprimordial de obtener un cuerpo físico en el proceso de progresar hacia nuestro destino divino.

El profeta José Smith enseñó con claridad la importancia de nuestro cuerpo físico:

“Vinimos a esta tierra para tener un cuerpo y presentarlo puro ante Dios en el reino celestial. El gran principio dfelicidad consiste en tener un cuerpo. El diablo no lo tiene y ése es su castigo; él está contento cuando pueobtener el tabernáculo del hombre; y cuando fue expulsado por el Salvador, le pidió que lo dejara ir a una manade cerdos, demostrando que prefería ocupar el cuerpo de un cerdo que no tener ninguno. Todos los seres qtienen un cuerpo poseen potestad sobre los que no lo tienen…

“El diablo sólo tiene poder sobre nosotros cuando se lo permitimos; en el momento en que nos rebelamos conalgo que proviene de Dios, el diablo obtiene potestad” 2 .

http://www.lds.org/scriptures/bofm/jacob/2.3?lang=spa#2


http://www.lds.org/scriptures/dc-testament/dc/121.45?lang=spa#44











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Nuestro cuerpo físico hace posible que tengamos una amplitud, profundidad e intensidad de experiencia qsencillamente no podíamos obtener en nuestro estado preterrenal. El presidente Boyd K. Packer, Presidente Quórum de los Doce Apóstoles, ha enseñado: “Nuestro espíritu y nuestro cuerpo están combinados de maneraque nuestro cuerpo se convierte en un instrumento de nuestra mente y en el cimiento de nuestro carácter” 3 . tanto, nuestra relación con otras personas, nuestra capacidad de reconocer la verdad y de actuar de conformidcon ella, y nuestra aptitud para obedecer los principios y las ordenanzas del evangelio de Jesucristo se amplmediante nuestro cuerpo físico. En la escuela de la vida terrenal, experimentamos ternura, amor, bondad, felicid

pesar, desilusión, dolor e incluso los desafíos de las limitaciones físicas en formas que nos preparan paraeternidad. Dicho en forma más sencilla, hay lecciones que debemos aprender y experiencias que debemos tenercomo las Escrituras lo describen, “según la carne” (véase 1 Nefi 19:6; Alma 7:12--13).

Los apóstoles y los profetas constantemente han enseñado en cuanto a la importancia terrenal y eterna del cuerPablo declaró:

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

“Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, saes” (1 Corintios 3:16–17).

Y en esta dispensación el Señor reveló que “el espíritu y el cuerpo son el alma del hombre” (D. y C. 88:15). Uverdad que siempre es y siempre será, es que el cuerpo y el espíritu constituyen nuestra realidad e identidCuando el cuerpo y el espíritu están inseparablemente conectados, podemos recibir una plenitud de gozo; cuanestán separados, no podemos recibir tal bendición (véase D. y C. 93:33–34).

El plan del Padre está diseñado para brindar dirección a Sus hijos, para ayudarlos a llegar a ser felices, y pllevarlos a salvo hasta Él con cuerpos resucitados y exaltados. Lucifer se esfuerza por hacer que los hijos y las hde Dios se sientan confusos y desdichados y por entorpecer su progreso eterno. La intención predominante padre de las mentiras es que todos seamos “miserables como él” (2 Nefi 2:27), y se empeña por distorsionarelementos que más odia del plan del Padre.

Satanás no tiene cuerpo, y su progreso eterno se ha detenido. Tal como un dique detiene el agua que fluye enlecho de un río, de la misma manera el progreso eterno del adversario se frustra debido a que no tiene un cuerfísico. Como resultado de su rebelión, Lucifer se ha negado a sí mismo todas las bendiciones y experiencterrenales que son posibles mediante un tabernáculo de carne y huesos. No puede aprender las lecciones que sun espíritu encarnado puede aprender. No puede casarse ni disfrutar las bendiciones de la procreación y de la vfamiliar. No puede soportar la realidad de la resurrección literal y universal de todo el género humano. Uno de poderosos significados en las Escrituras de la palabra condenado se ilustra en la incapacidad que él tiene de segdesarrollándose y de llegar a ser semejante a nuestro Padre Celestial.

Ya que el cuerpo físico es un elemento tan esencial del plan de felicidad del Padre y de nuestro progreso espirituno nos debe sorprender que Lucifer procure frustrar nuestro progreso, para lo cual nos tienta a utilizar el cuede manera inapropiada. Una de las mayores ironías de la eternidad es que el adversario, que es infprecisamente porque no tiene cuerpo físico, nos invita y nos induce a compartir su miseria mediante el uinapropiado de nuestro cuerpo. Por lo tanto, la herramienta que él mismo no tiene y no puede utilizar es el objetprincipal de sus intentos por seducirnos hacia la destrucción física y espiritual.

Los ataques del adversario

El adversario procura influir en nosotros, tanto para que utilicemos de manera incorrecta nuestro cuerpo copara que no le demos la importancia que tiene. Es importante que reconozcamos estos dos métodos de ataquque los rechacemos.




http://www.lds.org/scriptures/nt/1-cor/3.16-17?lang=spa#15






http://www.lds.org/scriptures/dc-testament/dc/93.33-34?lang=spa#32













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Cuando cualquiera de los hijos de nuestro Padre Celestial hace uso indebido de su tabernáculo físico al violar lade castidad, al consumir drogas o substancias adictivas, al desfigurarse y deformarse a sí mismo, o cuando adorídolo falso de la apariencia física, ya sea la propia o la de los demás, Satanás se llena de alegría. Para aquellosnosotros que conocemos el plan de salvación y lo comprendemos, cualquier tipo de profanación del cuerpo es urebelión y un rechazo de nuestra verdadera identidad como hijos e hijas de Dios (véase Mosíah 2:36–37; D. y64:34–35).

Ahora bien, hermanos y hermanas, no me sería posible decirles todas las formas en que podrían hacer u

incorrecto de su cuerpo, “porque hay varios modos y medios, tantos que no puedo enumerarlos” (Mosíah 4:2Ustedes saben lo que está bien y lo que está mal, y tienen la responsabilidad individual de aprender por ustemismos “tanto por el estudio como por la fe” (D. y C. 88:118) las cosas que deben y que no deben hacer y razones doctrinales de por qué deben o no deben hacerlas. Testifico que a medida que deseen aprend“[cuidándose] a [ustedes] mismos, y [sus] pensamientos, y [sus] palabras y [sus] obras, y si… [observan] mandamient os de Dios… [y] [perseveran] en la fe de lo que [han] oído concerniente a la venida de nuestro Señaun hasta el fin de [sus] vidas” (Mosíah 4:30), recibirán luz espiritual y serán protegidos. Y de conformidad confidelidad y diligencia, tendrán el poder de discernir la decepción y rechazar los ataques del adversario cuando éltiente a utilizar indebidamente su cuerpo físico.

Satanás también se esfuerza por inducir a los hijos y a las hijas de Dios a restarle importancia a su cuerpo físEste tipo de ataque en particular es muy diabólico y sutil. Quisiera dar varios ejemplos de cómo el adversario npuede pacificar y adormecer con seguridad carnal (véase 2 Nefi 28:21) y alentarnos a arriesgar las experienciasaprendizaje terrenales que hicieron que nos regocijáramos (véase Job 38:7) en la existencia preterrenal.

Por ejemplo, todos podemos disfrutar de participar en una amplia gama de actividades sanas, amenainteresantes; pero le restamos importancia a nuestro cuerpo y ponemos en peligro nuestro bienestar físico cuannos vamos a extremos peligrosos e insólitos en busca de un mayor y más emocionante torrente de adrenaliPodemos buscar explicaciones racionales de que seguramente no hay nada de malo con estas hazañas y aventuaparentemente inocentes. Sin embargo, el arriesgar el instrumento mismo que Dios nos ha dado para recibirexperiencias de aprendizaje de la vida terrenal —simplemente para ir en busca de una emoción o supue

diversión, para alimentar nuestro ego o para sentirnos aceptados— realmente le resta importancia a nuescuerpo físico.

Tristemente, algunos jóvenes y jovencitas de la Iglesia en la actualidad hacen caso omiso de “las cosas corealmente son” y descuidan las relaciones eternas a causa de las distracciones, diversiones y desvíos digitales no tienen valor perdurable. Me aflijo mucho cuando una pareja joven, que se ha sellado en la casa del Señor tiempo y por toda la eternidad por el poder del Santo Sacerdocio, tiene problemas matrimoniales a causa del efeadictivo de los videojuegos o de socializar por internet en forma excesiva. Un joven o una jovencita pudesperdiciar un sinnúmero de horas, posponer o abandonar la formación académica o vocacional y, finalmensacrificar preciadas relaciones humanas a causa de juegos en video y en internet que adormecen la mente yespíritu. Tal como el Señor declaró: “…por tanto, les doy este mandamiento: No desperdiciarás tu tiempoesconderás tu talento en la tierra para que no sea conocido” (D. y C. 60:13).

Quizá se estén preguntado: “Pero, hermano Bednar, usted comenzó su discurso esta noche hablando deimportancia del cuerpo físico en el progreso eterno. ¿Está acaso sugiriendo que los videojuegos y los diferentipos de comunicación por medio de computadoras pueden jugar un papel en restarle importancia a nuescuerpo físico?” Eso es precisamente lo que estoy declarando. Permítanme explicar:

Vivimos en una época en que la tecnología se puede utilizar para reproducir la realidad, para exagerar la realidapara crear una realidad virtual. Por ejemplo, un médico puede utilizar simulación por medio de software pobtener experiencia valiosa en la realización de una operación quirúrgica complicada, sin necesidad de poner















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riesgo al paciente humano. Un piloto en un simulador de vuelo puede practicar repetidas veces procedimientosaterrizaje de emergencia que podrían salvar la vida de muchos. Y los arquitectos e ingenieros pueden utecnologías innovadoras a fin de modelar sofisticados métodos de diseño y de construcción que reduzcanpérdida de vidas humanas y de daños a edificios causados por terremotos y otros desastres naturales.

En cada uno de estos ejemplos, un alto nivel de fidelidad en la simulación o el modelo contribuye a la eficacia dexperiencia. El término fidelidad indica la similitud entre la realidad y la representación de la realidad. simulación puede ser constructiva si la fidelidad es alta y los propósitos son buenos; por ejemplo, brindar u

experiencia que salve vidas o que mejore la calidad de vida.

Fíjense en la fidelidad que existe entre la representación de la realidad en la versión de la computadora (abajo izquierda) y la realidad de la habitación terminada de la fotografía que aparece en la siguiente página.

En el ejemplo, la alta fidelidad se utiliza para lograr un importantísimo propósito: el diseño y la construcción dehermoso y sagrado templo. Sin embargo, una simulación o modelo puede llevar al perjuicio y peligro espiritual sfidelidad es alta y los propósitos son malos, tales como experimentar con acciones contrarias a los mandamiende Dios o inducirnos a pensar o hacer cosas, “porque es sólo un juego”, que normalmente no pensar íamosharíamos.

Elevo una voz apostólica sobre el posible impacto opresivo, sofocante, represivo y limitante de algunos tiposinteracciones y experiencias ciberespaciales en nuestra alma. Las inquietudes de las que hablo no son nuevas;aplican igualmente a otros tipos de medios de comunicación, tales como la televisión, las películas y la música. Pen un mundo cibernético, estos desafíos son más comunes e intensos. Les ruego que se guarden de la influencialas tecnologías ciberespaciales que se utilizan para producir alta fidelidad y que fomentan propósitos degradany perversos, lo cual entorpece los sentidos y destruye el espíritu.

Si el adversario no logra inducirnos a utilizar incorrectamente nuestro cuerpo físico, entonces una de sus táctimás poderosas es engañarnos a ustedes y a mí, que tenemos espíritus encarnados, para que nos desconectemgradual y físicamente de las cosas como realmente son. En esencia, nos alienta a pensar y a actuar comoestuviéramos en un estado preterrenal, sin cuerpo. Y si lo dejamos, puede astutamente emplear algunos aspecde la tecnología moderna para lograr sus propósitos. Por favor tengan cuidado de no sumergirse y enfrascatanto en los pixeles, en los mensajes de texto, en los auriculares, en Twitter y en las redes sociales de internet ylos potencialmente adictivos usos de los medios de comunicación y de internet al punto que no reconozcanimportancia de su cuerpo físico y que se pierdan de la riqueza de la comunicación de persona a persona. Cuídende las muchas formas de interacciones por computadora cuyas imágenes e información pueden tomar el lugar damplia gama de capacidades y experiencias físicas.

Lean con atención las siguientes palabras que describen una intensa relación romántica que una mujer tuvo conpretendiente del ciberespacio, y fíjense en cómo el medio de comunicación disminuyó la importancia del cuefísico: “Y así fue como él llegó a ser todo en mi vida. Todo lo tangible se disipó. Mi cuerpo no existía; no tenía pie

cabello ni huesos. Todo deseo se había convertido en una corriente cerebral que no llegaba más allá de mi lóbfrontal. No había naturaleza, ni vida social, ni clima. Sólo existía la pantalla de la computadora y el teléfono, mi sy a lo mejor un vaso de agua” 4 .

En contraste, debemos prestar atención a la admonición de Pablo: “…que cada uno de vosotros sepa tenerpropi[o] [vaso] en santidad y honor” (1 Tesalonicenses 4:4).

Consideren nuevamente el ejemplo que mencioné anteriormente de una pareja joven recién casada en la casa Señor. Un cónyuge inmaduro o insensato quizá dedique una cantidad exorbitante de tiempo a los videojuegochatear en internet o a permitir en otras formas que lo digital domine las cosas como realmente son. Al principi

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inversión de tiempo quizá parezca relativamente inofensiva, justificándola como unos cuantos minutos de alinecesario de las exigencias de un día ajetreado. Pero se pierden oportunidades importantes de desarrollamejorar las habilidades interpersonales, de reír y llorar juntos, y de crear un lazo profundo y perdurableintimidad emocional. Progresivamente, la diversión aparentemente inocente puede llegar a convertirse en uforma de esclavización perniciosa.

Sentir el calor de un tierno abrazo de parte de nuestro compañero eterno o ver la sinceridad en los ojos de opersona al expresar el testimonio —todas estas cosas vividas tal como realmente lo son y mediante el instrume

de nuestro cuerpo físico— se podrían sacrificar a cambio de una fantasía de alta fidelidad que no tiene ningvalor perdurable. Si ustedes y yo no estamos alerta, podemos llegar al punto de “deja[r] de sentir” (1 Nefi 17:4tal como Lamán y Lemuel hace tanto tiempo.

Permítanme darles otro ejemplo de la desconexión gradual y física de las cosas como realmente son. Enactualidad una persona puede entrar a un mundo virtual, tal como el programa cibernético “Second Life” [Segunvida], donde puede asumir una nueva identidad. Una persona puede crear un avatar, o un ciber personaje, queajuste a su propia apariencia y comportamiento. O bien, una persona puede inventar una identidad falsa que nocorrelacione de ninguna manera con las cosas como realmente son. Por muy aproximada que sea la nuidentidad a la de la persona, tal comportamiento es la esencia de las cosas como realmente no son. Hace un

momentos definí la fidelidad de una simulación o un modelo. Ahora recalco la importancia de la fidelidad persola correlación entre la persona real y la identidad asumida y cibernética. Tengan a bien observar la falta fidelidad personal en el siguiente episodio que se reportó en el diario Wall Street Journal:

Ric Hoogestraat es un “corpulento hombre [de 53 años], con una larga cola de caballo gris, patillas gruesas y bigcanoso estilo Dalí… [Ric pasa] seis horas cada noche y a veces hasta 14 horas a la vez los fines de semana bajoidentidad de Dutch Hoorenbeek, su muscular yo cibernético de 2 metros de alto. El personaje tiene la aparienciaun [Ric] más joven y más en forma…

“Se sienta a la computadora con las persianas cerradas… Mientras su esposa Sue ve televisión en la sala, el Hoogestraat chatea en internet con lo que en la pantalla aparenta ser una pelirroja alta y delgada.

“Nunca ha conocido a la mujer fuera del mundo computacional de ‘Segunda vida’, un mundo digital de fantasobre el que se ha escrito mucho… Ni siquiera ha hablado con ella por teléfono. Pero su relación ha tomadimensiones curiosamente reales. Tienen dos perros, [y] pagan la hipoteca entre los dos y se pasan horas [enmundo cibernético] de compras en el centro comercial y tomando largos paseos en motocicleta… El lazo queune es tan fuerte que hace tres meses el Sr. Hoogestraat le pidió a Janet Spielman, la mujer canadiense de 38 aque controla a la pelirroja, que se convirtiera en su esposa virtual.

“La mujer con la que está legalmente casado no le ve la gracia. ‘Es un golpe tremendo’, dice Sue Hoogestraat… qha estado casada con el Sr. Hoogestraat durante siete meses” 5 .

Ahora bien, hermanos y hermanas, por favor entiendan. No estoy sugiriendo que toda la tecnología intrínsecamente mala; no lo es. Ni tampoco estoy diciendo que no debemos usar sus muchas facultades en formapropiadas para aprender, comunicar, elevar e iluminar vidas y para edificar y fortalecer la Iglesia; claro qdebemos hacerlo. Pero elevo mi voz de amonestación de que no debemos derrochar ni dañar las relacionauténticas por obsesionarnos con las artificiales. “Cerca del 40% de los hombres y el 53% de las mujeres qjuegan en internet dijeron que sus amigos virtuales eran iguales o mejores que sus amigos reales, de acuerdo una encuesta que se le hizo a treinta mil videojugadores realizada por… una persona que hace poco recibiódoctorado de la Universidad Stanford. Más de una cuarta parte de los videojugadores [que respondieron indicarque] el momento emocional más destacado de la semana pasada ocurrió en el mundo de la computadora” 6 .






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¡Cuán importante, cuán perdurable y cuán oportuna es la definición que el Señor da de la verdad: “las cosas corealmente son”! El profeta Alma preguntó: “Luego, ¿no es esto verdadero?” (Alma 32:35). Estaba hablando de lubondad tan discernibles que se pueden gustar. Ciertamente, “los que moran en [la] presencia [del Padre]… vcomo son vistos, y conocen como son conocidos, habiendo recibido de su plenitud y de su gracia” (D. y C. 76:94).

Mis queridos hermanos y hermanas, ¡tengan cuidado! En la medida en que la fidelidad personal disminuya encomunicaciones por computadora y los propósitos de dichas comunicaciones sean distorsionadas, pervertidamalignas, el potencial del desastre espiritual es peligrosamente alto. Les imploro que se alejen inmediata

permanentemente de tales lugares y actividades (véase 2 Timoteo 3:5).

Ahora me gustaría hablar de una característica adicional de los ataques del adversario. Satanás con frecuenofrece la ilusión atrayente de la anonimidad. Lucifer siempre ha buscado realizar su obra en secreto (véase Mo5:30). Recuerden, sin embargo, que la apostasía no es anónima simplemente porque ocurre en un blog o a trade una identidad falsa en una sala de chat o en un mundo virtual. Los pensamientos, las palabras y los hechinmorales siempre son inmorales, incluso en el ciberespacio. Los hechos engañosos supuestamente ocultos ensecreto, tales como descargar música ilegalmente de internet, o copiar CDs o DVDs para distribuir a amigofamiliares, son de todas maneras engañosos. Todos somos responsables ante Dios, y finalmente seremos juzgapor Él de acuerdo con nuestros hechos y los deseos de nuestro corazón (véase Alma 41:3). “Porque cual es

pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7).El Señor sabe quiénes somos en realidad, lo que realmente pensamos, lo que realmente hacemos y lo qrealmente estamos llegando a ser. Nos ha advertido que “los rebeldes serán traspasados de mucho pesar; porqse pregonarán sus iniquidades desde los techos de las casas, y sus hechos secretos serán revelados” (D. y C. 1:3).

He elevado una voz de amonestación en cuanto a sólo algunos de los peligros espirituales en nuestro muntecnológicamente orientado y rápidamente cambiante. Permítanme decirles nuevamente: ni la tecnología ncambio rápido es bueno o malo en sí; el verdadero desafío es comprender ambos dentro del contexto del peterno de felicidad. Lucifer los alentará a utilizar incorrectamente su cuerpo físico y a restarle la importancia qtiene. Intentará substituir con la monotonía de la repetición virtual la variedad infinita de las creaciones de Dio

convencernos de que sólo somos cosas mortales sobre las que se debe actuar, en vez de almas eternas bendecidcon el albedrío moral de actuar por nosotros mismos. Engañosamente, incita a los espíritus encarnados a perlas bendiciones y las experiencias de aprendizaje “según la carne” (1 Nefi 19:6; Alma 7:12–13) que son posibmediante el plan de felicidad del Padre y la expiación de Su Hijo Unigénito.

Para su felicidad y protección, los invito a estudiar más diligentemente la doctrina del plan de salvación, meditar con espíritu de oración las verdades que hemos examinado. Les ofrezco dos preguntas para consideración conforme mediten en forma personal y conforme estudien con espíritu de oración:

1. El uso de las varias tecnologías y medios de comunicación, ¿invitan o impiden la compañía constante del EspírSanto en su vida?

2. El tiempo que pasa haciendo uso de las diferentes tecnologías y medios de comunicación, ¿aumenta o restrisu capacidad de vivir, de amar y de servir en formas significativas?

Recibirán respuestas, inspiración e instrucción del Espíritu Santo que se ajusten a sus circunstancias y necesidapersonales. Repito y afirmo la enseñanza del prof eta José: “Todos los seres que tienen cuerpos, poseen potessobre los que no los tienen… El diablo sólo tiene poder sobre nosotros cuando se lo permitimos”.

Estas verdades eternas sobre la importancia de nuestro cuerpo físico los fortalecerán en contra de la decepciólos ataques del adversario. Uno de mis más profundos deseos para ustedes es que obtengan un testimonio cada mayor de la Resurrección y un agradecimiento cada vez mayor por ella, incluso de su propia resurrección con





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cuerpo celestial y exaltado “por causa de vuestra fe en [el Señor Jesucristo], de acuerdo con la promesa” (Mor7:41).

La nueva generación

Ahora quisiera hablarles específicamente a ustedes como realmente son. En realidad ustedes son la nugeneración de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En octubre de 1997, el élder NealMaxwell (1926–2004), del Quórum de los Doce Apóstoles, visitó la Universidad Brigham Young-Idaho para tom

la palabra en un devocional. Durante el día que estuvo en el campus, hablamos sobre una variedad de temas Evangelio en general y sobre la juventud de la Iglesia en particular. Recuerdo que el élder Maxwell hizo udeclaración que causó una gran impresión en mí. Esto fue lo que dijo: “La juventud de esta generación tiene ucapacidad mayor de obedecer que cualquier generación anterior”.

Luego indicó que su declaración provenía de una verdad que enseñó el presidente George Q. Cannon (1827–190Primer Consejero de la Primera Presidencia: “Dios ha reservado espíritus para esta dispensación que tienenvalor y la determinación de afrontar el mundo y todos los poderes del maligno, visibles e invisibles, de proclamaEvangelio y mantener la verdad y establecer y edificar la Sión de nuestro Dios sin temor a todas las consecuenciHa enviado estos espíritus durante esta generación a fin de establecer los cimientos de Sión para que nunca msea derrocada y para levantar una simiente justa que honrará a Dios, y que lo honrará de forma suprema y s

obediente a Él en toda circunstancia” 7 .

Los padres y líderes de la Iglesia con frecuencia hacen hincapié en que los jóvenes y las jovencitas de egeneración se han reservado para esta época de la historia del mundo y que son algunos de los hijos más valiende nuestro Padre Celestial. Es cierto que esas declaraciones son verdaderas, pero con frecuencia me he preguntsi los jóvenes escuchan esta descripción con tanta frecuencia que se convierte en algo trillado, y que su importany profundas implicaciones se pasan por alto. Sabemos que de “aquel a quien mucho se da, mucho se requiere” (C. 82:3). Y las enseñanzas del presidente Cannon y del élder Maxwell nos ayudan a comprender más plenamentque se requiere de nosotros en la actualidad. Ustedes y yo debe mos ser valientes y “obedientes a Él en tcircunstancia”. Por tanto, la obediencia es el arma principal en la que la nueva generación debe confiar en la luc

de los últimos días entre el bien y el mal.

Nos regocijamos por el hecho de que el Señor, mediante Sus siervos autorizados, ha “elevado el nivel de requisitos” para los jóvenes y las jovencitas de la actualidad. Dado lo que sabemos en cuanto a quiénes somos y qué estamos aquí en la tierra, agradecemos y apreciamos tal dirección inspirada. Y debemos reconocer que Lucse esfuerza incesantemente por “bajar el nivel de los requisitos”, para lo cual intenta persuadirnos a utiliincorrectamente nuestro cuerpo físico y a restarle la importancia que tiene.

El Salvador nos ha advertido repetidamente que nos cuidemos de la decepción del adversario:

“Y Jesús respondió y les dijo: Mirad que nadie os engañe…

“porque en aquellos días también se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señaleprodigios, a tal grado que engañarán, si fuere posible, aun a los mismos escogidos, que son los escogidos conforal convenio…

“y el que atesore mi palabra no será engañado” (José Smith—Mateo 1:5, 22, 37).

La obediencia abre la puerta a la compañía constante del Espíritu Santo. Y los dones y habilidades espirituaactivados por el poder del Espíritu Santo nos permiten evitar ser engañados, al mismo tiempo que nos permiver, sentir, conocer, entender y recordar las cosas como realmente son. Ustedes y yo hemos sido investidos con umayor capacidad de obedecer precisamente por esas razones. Moroni declaró:

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http://www.lds.org/scriptures/pgp/js-m/1.5,22,37?lang=spa#4











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“…escuchad las palabras del Señor, y pedid al Padre, en el nombre de Jesús, cualquier cosa que necesité is.dudéis, mas sed creyentes; y empezad, como en los días antiguos, y allegaos al Señor con todo vuestro corazónlabrad vuestra propia salvación con temor y temblor ante él.

“Sed prudentes en los días de vuestra probación; despojaos de toda impureza; no pidáis para dar satisfaccióvuestras concupiscencias, sino pedid con una resolución inquebrantable, para que no cedáis a ninguna tentacisino que sirváis al verdadero Dios viviente” (Mormón 9:27–28).

Conforme prestemos atención a ese consejo inspirado, podemos ser y seremos bendecidos para reconocerechazar los ataques del adversario, el día de hoy y en los días que están por venir. Podemos cumplircumpliremos, nuestras responsabilidades preordenadas, y contribuiremos a la obra del Señor en todo el mundo

Testifico que Dios vive y que es nuestro Padre Celestial. Él es el Autor del plan de salvación. Jesús es el CristoRedentor cuyo cuerpo fue molido, quebrantado y desgarrado por nosotros cuando ofreció el sacrificio expiatoÉl resucitó; Él vive, y está a la cabeza de Su Iglesia en estos últimos días. El estar “para siempre envuelto entre brazos de su amor” (2 Nefi 1:15) será una experiencia real, no virtual.

Testifico que podemos ser bendecidos, y que seremos bendecidos, con el valor y la determinación de afrontamundo y todos los poderes del maligno. La rectitud prevalecerá. Ninguna mano impía puede detener el progreso

esta obra. Testifico de estas cosas como realmente son y como realmente serán, en el sagrado nombre del SeñJesucristo. Amén.

“El cuerpo y el espíritu se combinan de tal forma que el cuerpo se convierte en el instrumento de la mente y enfundamento de nuestro carácter”.

Presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles.

Esta imagen es una representación generada por computadora de una sala de sellamientos del Templo de NewpBeach, California.Ésta, e imágenes similares, se utilizan como parte del proceso de planificación y diseño de cuno de los nuevos templos que se construyen. En la representación figuran telas, mobiliario, accesor

iluminación, escala y proporción a fin de demostrar la forma en que cada componente se verá y se sentirá cuanse termine. En esencia, todo el templo y sus elementos están diseñados hasta el más mínimo detalle aun antesque se inicie la construcción.

Fotografía de la actual sala de sellamiento del Templo de Newport Beach, California.

Si el adversario no logra inducirnos a utilizar incorrectamente nuestro cuerpo físico, entonces una de sus táctimás poderosas es engañarnos a ustedes y a mí, que tenemos espíritus encarnados, para que nos desconectemgradual y físicamente de las cosas como realmente son.

Ustedes y yo debemos ser valientes y “obedientes a Él en toda circunstancia”. Por tanto, la obediencia es el arprincipal en la que la nueva generación debe confiar en la lucha de los últimos días entre el bien y el mal.

ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA

© Corbis Y © Getty Images

Izquierda: por Craig Lofgreen, © IRI; derecha: fotografía por Welden C. Andersen, © IRI

Ilustración fotográfica por Steve Bunderson.

ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR Welden C. Andersen

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ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR Craig Dimond

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Notas

18. 1.

Véase “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49.

19. 2.

Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 217–228

20. 3.

Boyd K. Packer, “The Instrument of Your Mind and the Foundation of Your Character”, Universidad Brigham You2002–2003 Speeches, 2003, pág. 2.

21. 4.

Meghan Daum, “Virtual Love”, The New Yorker, 25 de agosto y 1º de septiembre de 1997, pág. 82; también MeghDaum, My Misspent Youth, 2001, pág. 19.

22. 5.

Alexandra Alter, “Is This Man Cheating on His Wife?”, Wall Street Journal, 10 de agosto de 2007, W8, W1.

23. 6.

Alexandra Alter, Wall Street Journal, 10 de agosto de 2007, W8.

24. 7.

George Q. Cannon, “Remarks”, Deseret News, 31 de mayo de 1866, pág. 203; véase también Journal of Discour11:230.



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Buscar conocimiento por la fe

Por el Élder David A. Bednar


En las Escrituras se nos amonesta repetidas veces a predicar las verdades del Evangelio por el poder del Espír(véase D. y C. 50:14). Creo que la mayoría de nosotros, que somos padres y maestros en la Iglesia, somconscientes de este principio y por lo general nos esforzamos por llevarlo a la práctica, lo cual es apropiado. embargo, aun con lo importante que es este principio, es sólo un elemento de un modelo espiritual mucho mayTambién se nos enseña con frecuencia que debemos buscar conocimiento por la fe (véase D. y C. 88:118). Predipor el Espíritu y aprender por la fe son principios inseparables que debemos llegar a entender y a vivir simultány sistemáticamente.

Me parece que recalcamos y sabemos mucho más sobre ser un maestro que enseña por el Espíritu que lo qsabemos en cuanto a ser un alumno que aprende por la fe. Obviamente, los principios y procesos de la enseñanzel aprendizaje son espiritualmente esenciales; sin embargo, al vislumbrar el futuro y prever el mundo cada vez mconfuso y atribulado en el que nos tocará vivir, creo que resultará esencial que todos aumentemos nuescapacidad de buscar conocimiento por la fe. En nuestra vida personal, en la familia y en la Iglesia podemos reciy recibiremos, las bendiciones de fortaleza, dirección y protección espirituales a medida que busquemos con fobtención y puesta en práctica del conocimiento espiritual.

Nefi nos enseña: “Cuando un hombre habla por el poder del Santo Espíritu, el poder del Espíritu Santo… llevamensaje] al corazón de los hijos de los hombres” (2 Nefi 33:1). Observen que el Espíritu lleva el mensaje al corazpero no lo introduce necesariamente en su interior. Un maestro puede explicar, demostrar, persuadir y testificon poder y eficacia espirituales; sin embargo, el contenido de un mensaje y el testimonio del Espíritu Sapenetran el corazón sólo cuando lo permite el receptor. Aprender por la fe abre el camino que conduce al inter

del corazón.

El principio de acción: Fe en el Señor Jesucristo

El apóstol Pablo definió la fe como “la certeza de lo que se espera [y] la convicción de lo que no se ve” (Hebre11:1). Alma declaró que la fe no es un conocimiento perfecto, sino una “esperanza en cosas que no se ven, y que verdaderas” (Alma 32:21). Además, en Lectures on Faith [Discursos sobre la fe] aprendemos que la fe es “el primprincipio de la religión revelada y el cimiento de toda rectitud” y que también es “el principio de acción en todosseres inteligentes” 1 .

Estas enseñanzas resaltan tres componentes básicos de la fe: (1) la fe es la certeza de cosas que se esperan y q

son verdaderas, (2) es la convicción de lo que no se ve y (3) es el principio de acción en todos los seres inteligenDescribo estos tres componentes de la fe en el Salvador como mirar hacia el futuro, contemplar el pasado y actuen el presente en forma simultánea.

La fe, en calidad de certeza de lo que se espera, mira hacia el futuro. Esta certeza se basa en la comprenscorrecta de Dios y la confianza en Él, y nos permite “seguir adelante” (2 Nefi 31:20) hacia situaciones inciertaque a menudo constituyen un reto en el servicio del Salvador.

Por ejemplo, Nefi confió precisamente en este tipo de certeza espiritual para afrontar el futuro cuando regresabJerusalén para obtener las planchas de bronce, “sin saber de antemano lo que tendría que hacer. No obstan[siguió] adelante…” (1 Nefi 4:6–7).



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La fe en Cristo está firmemente ligada a la esperanza en Cristo para obtener nuestra redención y exaltación, yproduce como fruto. La certeza y la esperanza nos permiten caminar hasta el borde de la luz y dar unos cuanpasos en la oscuridad, esperando y confiando en que la luz se mueva e ilumine el camino 2 . La combinacióncerteza y esperanza inicia la acción en el presente.

La fe en calidad de convicción de lo que no se ve mira hacia el pasado y confirma nuestra confianza en Dios y enveracidad de lo que no se ve. Nos adentramos en la oscuridad con certeza y esperanza, y recibimos conviccióconfirmación según se movía la luz y nos brindaba la iluminación que necesitábamos. El testimonio recibido tra

prueba de nuestra fe (véase Éter 12:6) es una convicción que incrementa y fortalece nuestra certeza.

La certeza, la acción y la convicción se influyen mutuamente en un proceso continuo, como una espiral que aascendiendo se expande y se amplía. Estos tres elementos de la fe (la certeza, la acción y la convicción) no esseparados ni aislados, sino que se interrelacionan y forman parte de un ciclo continuo y ascendente. La fe qalimenta este proceso continuo se desarrolla, evoluciona y cambia. Al volvernos nuevamente hacia un futincierto, la certeza nos conduce a la acción y produce convicción, con lo que aumenta la certeza. Nuestra confiase fortalece, línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí.

Encontramos un poderoso ejemplo de la interacción que hay entre la certeza, la acción y la convicción cuando hijos de Israel transportaban el arca del convenio bajo el liderazgo de Josué (véase Josué 3:7–17). Recuerden

los israelitas llegaron al río Jordán y se les prometió que éste se dividiría y que podrían cruzarlo por tierra seCuriosamente, las aguas no se dividieron cuando los hijos de Israel estaban en la ribera del río aguardando a qsucediera algo; más bien, las plantas de sus pies estaban mojadas antes de que se dividieran las aguas. La fe de israelitas se manifestó en el hecho de que entraron en las aguas antes de que se dividieran. Se adentraron enJordán con una certeza en aquello que esperaban a fin de afrontar el futuro. En cuanto avanzaron, las aguasdividieron, y tras cruzar por tierra seca, volvieron la vista atrás y contemplaron la convicción de lo que no se vEn este episodio, la fe en calidad de certeza condujo a la acción y produjo la convicción de lo que no se veía peque era verdadero.

La fe verdadera se centra en el Señor Jesucristo y siempre conduce a la acción. La fe como principio de acc

protagoniza muchos pasajes de las Escrituras que nos son familiares:

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:26; cursagregada).

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores” (Santiago 1:22; cursiva agregada).

“Despert[ad] y aviv[ad] vuestras facultades hasta experimentar con mis palabras, y ejercit[ad] un poco de fe” (Al32:27; cursiva agregada).

Es precisamente la fe como principio de acción lo que resulta vital en el proceso de aprender y aplicar la verdespiritual.

Aprender por la fe: Actuar, y no que se actúe sobre nosotros

¿Cómo se relaciona la fe como principio de acción en todos los seres inteligentes con el aprendizaje del EvangelY, ¿qué se entiende por buscar conocimiento por la fe?

En la gran división de todas las creaciones de Dios, existen cosas que actúan y cosas sobre las que se actúa (véasNefi 2:13–14). Como hijos e hijas de nuestro Padre Celestial hemos sido bendecidos con el don del albedríocapacidad y el poder de la acción independiente. Al estar investidos del albedrío, somos agentes, por lo q



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principalmente debemos actuar y no sólo que se actúe sobre nosotros, en especial cuando procuramos recibaplicar conocimiento espiritual.

Aprender por la fe y aprender de la experiencia son dos de las características fundamentales del plan de feliciddel Padre. El Salvador protegió el albedrío moral mediante la Expiación e hizo posible que actuáramoaprendiéramos por la fe. La rebelión de Lucifer contra el plan tenía como propósito destruir el albedrío hombre, y su intención era que sólo se actuara sobre nosotros.

Consideren la pregunta planteada por nuestro Padre Celestial a Adán en el jardín de Edén: “¿Dónde estás t(Génesis 3:9). El Padre sabía dónde se ocultaba Adán y sin embargo hizo la pregunta. ¿Por qué? Un Padre sabiamoroso permitió a Su hijo actuar en el proceso de aprendizaje y no se limitó a que se actuara sobre él. No hubosermón para reprender a un hijo desobediente, como tal vez muchos de nosotros tengamos la tendencia a dAntes bien, el Padre ayudó a Adán a aprender a actuar como agente y a dar un uso adecuado a su albedrío.

Recuerden cuánto deseaba Nefi conocer lo que su padre, Lehi, había visto en la visión del árbol de la viCuriosamente, el Espíritu del Señor comienza la tutela de Nefi formulándole la siguiente pregunta: “He aquí, ¿qes lo que tú deseas?” (1 Nefi 11:2). Evidentemente, el Espíritu sabí a lo que Nefi deseaba. Entonces, ¿por preguntárselo? El Espíritu Santo estaba ayudando a Nefi a actuar en el proceso de aprendizaje en vez de limitarsque se actuara sobre él. Observen en los capítulos 11–14 de 1 Nefi que el Espíritu le hizo preguntas a Ne

también le pidió que mirara; ambas peticiones representan elementos activos del proceso de aprendizaje.

Gracias a estos ejemplos aprendemos que, en calidad de aprendices, ustedes y yo debemos actuar y ser hacedode la palabra, y no solamente oidores sobre los que se actúa. ¿Somos ustedes y yo agentes que actúan y que trade buscar conocimiento por la fe o aguardamos a que se nos enseñe y que se actúe sobre nosotros? Los niñjóvenes y adultos a los que servimos, ¿actúan y buscan conocimiento por la fe o esperan a que se les enseñe yactúe sobre ellos? ¿Animamos y ayudamos a las personas a las que servimos a buscar conocimiento por la Todos debemos estar anhelosamente consagrados a pedir, buscar y llamar (véase 3 Nefi 14:7).

El alumno que ejerce su albedrío para actuar en consonancia con principios que son correctos, abre su corazónEspíritu Santo e invita tanto a Su poder para enseñar y testificar, como a Su testimonio confirmador. Aprender pla fe requiere un esfuerzo espiritual, mental y físico, y no tan sólo una recepción pasiva. Es la sinceridad yconstancia de nuestros actos inspirados en la fe que indica a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo nuesdisposición para aprender y recibir instrucción del Espíritu Santo. Por tanto, aprender por la fe implica el ejercidel albedrío moral para actuar con la certeza de lo que se espera, e invita a la convicción de lo que no se ve, la cprocede del único maestro verdadero: el Espíritu del Señor.

Consideren cómo ayudan los misioneros a los investigadores a aprender por la fe. El concertar y obsercompromisos espirituales, como son leer el Libro de Mormón, orar en cuanto a él, asistir a las reuniones deIglesia y guardar los mandamientos, requieren que el investigador ejerza la fe y actúe. Una de las funciofundamentales de un misionero es ayudar al investigador a contraer compromisos y honrarlos, es decir, actua

aprender por la fe. A pesar de la importancia que tiene el enseñar, exhortar y explicar, esos puntos jamás podtransmitir al investigador el testimonio de la veracidad del Evangelio restaurado. Sólo cuando la fe del investigainicie la acción y despeje el camino que conduce a su corazón, el Espíritu Santo podrá comunicar un testimonio qconfirma. Los misioneros obviamente deben aprender a enseñar por el poder del Espíritu, pero igual importantiene su responsabilidad de ayudar al investigador a aprender por la fe.

El aprendizaje que estoy describiendo va más allá de una simple comprensión cognitiva o de retener y recorinformación. El tipo de aprendizaje del que hablo hace que nos despojemos del hombre natural (véase Mos3:19), que experimentemos un cambio en el corazón (véase Mosíah 5:2) y que nos convirtamos al Señor y nunos desviemos (véase Alma 23:6). Aprender por la fe requiere “el corazón y una mente bien dispuesta” (D. y



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64:34). Aprender por la fe es el resultado de que el Espíritu Santo lleve el poder de la palabra de Dios no sólocorazón, sino también al interior del mismo. Aprender por la fe no se puede transferir del instructor al alummediante un discurso, una demostración o un ejercicio experimental; antes bien, el alumno debe ejercer su factuar a fin de obtener el conocimiento por sí mismo.

El joven José Smith entendía instintivamente el significado de buscar conocimiento por la fe. Uno de los episodmás conocidos de su vida es su lectura de los versículos sobre la oración y la fe en el libro de Santiago, en el NueTestamento (véase Santiago 1:5–6). Este texto inspiró a José a retirarse a una arboleda cercana a su casa para o

y buscar conocimiento espiritual. Observen las preguntas que José se había planteado en la mente y que sentíael corazón, y que llevó consigo a la arboleda. Evidentement e se había preparado para “[pedir] con fe” (Santiago 1y actuar.

“En medio de esta guerra de palabras y tumulto de opiniones, a menudo me decía a mí mismo: ¿Qué se puehacer? ¿Cuál de todos estos grupos tiene razón; o están todos en error? Si uno de ellos es verdadero, ¿cuál ecómo podré saberlo?…

“Había sido mi objeto recurrir al Señor para saber cuál de todas las sectas era la verdadera, a fin de saber a cunirme. Por tanto, luego que me hube recobrado lo suficiente para poder hablar, pregunté a los Personajes qestaban en la luz arriba de mí, cuál de todas las sectas era la verdadera… y a cuál debía unirme” (José Smith

Historia 1:10, 18).

Observen que las preguntas de José no se centraban sólo en lo que él necesitaba saber, sino también en lo precisaba hacer. Su primera pregunta se centró en la acción, ¡en lo que debía hacer! Su oración no se limitpreguntar: ¿Cuál iglesia es la verdadera? Sino que preguntó: ¿A qué iglesia debo unirme? José fue a la arboledaprender por la fe y tenía la determinación de actuar.

En última instancia, la responsabilidad de aprender por la fe y de aplicar la verdad espiritual descansa sobre cauno de nosotros en forma individual. Se trata de una responsabilidad cada vez más seria e importante en el munen el que vivimos y en el que habremos de vivir. Qué, cómo y cuándo aprendemos se apoya —pero no dependen un instructor, un método de presentación o de un tema concreto o un formato de lección.

Ciertamente, buscar conocimiento por la fe es uno de los mayores retos de esta vida. El profeta José Smith resucomo ninguno el proceso de aprendizaje y los resultados que intento describir. En respuesta a una petición instrucción por parte de los Doce, José enseñó: “La mejor manera de obtener verdad y sab iduría no consistesacarla de los libros, sino en ir a Dios en oración y obtener enseñanzas divinas” 3 .

En otra ocasión, el Profeta explicó que “la lectura de las experiencias de otros, o las revelaciones dadas a eljamás podrán darnos a nosotros un concepto [completo] de nuestra condición y verdadera relación con Dios” 4

Implicaciones para los maestros

Las verdades sobre aprender por la fe tienen profundas implicaciones para los padres y los maestConsideremos tres de ellas.

Implicación Nº 1. El Espíritu Santo es un maestro enviado por el Padre.

El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad y es el maestro y testigo de toda verdad. El élder JamesTalmage (1862–1933), del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó: “El oficio del Espíritu Santo en cuanto aministerio entre los hombres, queda explicado en las Escrituras. Es un maestro enviado del Padre, revelaraquellos que son dignos de su instrucción, todas las cosas necesarias para el progreso del alma” 5 .



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Deberíamos recordar siempre que el Espíritu Santo es el maestro que, tras la invitación pertinente, puede entrarel corazón del que aprende. De hecho, ustedes y yo tenemos la responsabilidad de predicar el Evangelio poEspíritu, sí, el Consolador, como requisito previo para el aprendizaje por la fe que sólo se logra mediante Él (véD. y C. 50:14). En este sentido, ustedes y yo nos asemejamos a esas largas y finas tiras de cristal que se utilizan pcrear los cables de fibra óptica que permiten la conducción de señales de luz a grandes distancias. Así comocristal de esos cables debe ser puro para conducir la luz con efectividad y eficacia, también nosotros debemllegar a ser y continuar siendo conductores dignos a través de los cuales pueda operar el Espíritu del Señor.

Pero debemos tener cuidado de recordar en nuestro servicio que somos conductos y canales, y no la luz. “Porqno sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros” (Mateo 10:20). Notrata de mí ni de ustedes. De hecho, cualquier cosa que hagamos en calidad de maestros para llamar a propósitoatención hacia nosotros —bien sea el mensaje que presentemos, los métodos que empleemos o nuestra condupersonal— es una forma de superchería que impide la eficacia de la enseñanza del Espíritu Santo. “¿La predica el Espíritu de verdad o de alguna otra manera? Y si es de alguna otra manera, no es de Dios” (D. y C. 50:17–18).

Implicación Nº 2. Somos instructores más eficaces cuando fomentamos y hacemos más fácil el aprendizpor la fe.

Todos conocemos el dicho de que dar un pescado a un hombre lo alimenta por un día, pero enseñarle a pesca

alimenta toda la vida. Nosotros, como padres y maestros del Evangelio, no estamos en el negocio de la distribucde pescado. Más bien, nuestra labor consiste en ayudar a las personas a aprender a “pescar” y a llegar a autosuficientes espiritualmente. Este importante objetivo se alcanza mejor cuando fomentamos y hacemos que más fácil para los alumnos actuar de acuerdo con los principios correctos, para lo cual les ayudamos a aprendemedida que lo hacen. “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios” (Juan 7:17).

Observen cómo funciona esta implicación en la práctica según se ve en el consejo que el presidente Brigham Yo(1801–1877) dio a Junius F. Wells cuando éste fue llamado en 1875 a organizar a los hombres jóvenes de la Igles

“En las reuniones comience con el primer nombre de la lista y llame a tantos miembros como el tiempo lo permpara que compartan su testimonio; en la siguiente reunión comience donde hayan quedado y llame a los siguienhermanos a fin de que todos participen y adquieran la costumbre de ponerse de pie y decir algo. Tal vez muchpiensen que no tienen un testimonio, pero hágales ponerse de pie y verán que el Señor les dará facilidad phablar de muchas verdades en las que no habían pensado antes. Más son las personas que han obtenido testimonio al tratar de compartirlo que las que han estado de rodillas orando por recibirlo” 6 .

El presidente Boyd K. Packer, Presidente en Funciones del Quórum de los Doce Apóstoles, nos ha dado un consparecido en nuestra época:

“Si tan sólo pudiera enseñar este principio: que un testimonio se obtiene cuando se expresa. En alguna parte, enbúsqueda de conocimiento espiritual, existe ese ‘salto de fe’, como lo llaman los filósofos. Es el momento en quno llega al borde de la luz y tropieza con la oscuridad, sólo para descubrir que el camino continúa iluminado cauno o dos pasos. La ‘Lámpara de Jehová’, como dice el pasaje, verdaderamente ‘es el espíritu del homb(Proverbios 20:27).

“Una cosa es recibir un testimonio de lo que uno ha leído o de lo que otra persona ha dicho, lo cual es necesacomo comienzo, y otra es que el Espíritu nos confirme íntimamente que lo que hemos testificado es verdadero. dan cuenta de que ese testimonio se nos restituirá a medida que lo compartamos? Al dar lo que tenemos, estonos restituirá, ¡pero aumentado! 7 ”

He descubierto una característica común entre los maestros que más han influido en mi vida; que me ayudarobuscar conocimiento por la fe y se negaron a darme respuestas fáciles a las preguntas difíciles. De hecho, no



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dieron respuesta alguna, sino que me indicaron el camino y me ayudaron a dar los pasos necesarios para encontmis propias respuestas. No siempre aprecié ese método, pero la experiencia me ha permitido entender que solemos recordar por largo tiempo la respuesta de otra persona, si es que la recordamos; mas la respuesta qdescubrimos u obtenemos mediante el ejercicio de la fe, por lo general la conservamos toda la vida. Las enseñanmás importantes de la vida se obtienen, no se enseñan.

La comprensión espiritual con la que ustedes y yo hemos sido bendecidos, y que se nos ha confirmado coverdadera en el corazón, sencillamente no se puede entregar a otra persona. A fin de obtener y “pose

personalmente dicho conocimiento, es preciso pagar el precio de ser diligente y aprender por la fe. Sólo de emodo lo que se sabe en la mente podrá transformarse en lo que se siente en el corazón. Sólo así puede una perspasar de confiar en el conocimiento y las experiencias espirituales de otros a reclamar esas bendiciones paramismo. Sólo así podemos prepararnos espiritualmente para lo que venga. Debemos “[buscar] conocimiento, tapor el estudio como por la fe” (D. y C. 88:118).

Implicación Nº 3. Nuestra fe se fortalece a medida que ayudamos a otros a buscar conocimiento por la fe.

El Espíritu Santo, que puede enseñarnos y recordarnos todas las cosas (véase Juan 14:26), ansía ayudarnoaprender conforme actuamos y ejercemos fe en Jesucristo. Curiosamente, esta ayuda divina para aprender nues más obvia que cuando estamos enseñando, ya sea en casa o en las asignaciones de la Iglesia. Tal y como Pa

aclaró a los romanos: “Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?” (Romanos 2:21).

Observen cómo en los siguientes versículos de Doctrina y Convenios la enseñanza diligente invita a la gracia y ainstrucción celestial:

“Y os mando que os enseñéis el uno al otro la doctrina del reino.

“Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará, para que seáis más perfectamente instruidos en teoría,principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviecomprender” (D. y C. 88:77–78; cursiva agregada).

Tomen en cuenta que las bendiciones descritas en estos pasajes van dirigidas concretamente al maest“Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará”, para que tú, el maestro, ¡recibas instrucción!

El mismo principio se pone de relieve en el versículo 122 de la misma sección:

“Nombrad de entre vosotros a un maestro; y no tomen todos la palabra al mismo tiempo, sino hable uno a la veescuchen todos lo que él dijere, para que cuando todos hayan hablado, todos sean edificados de todos y cahombre tenga igual privilegio” (D. y C. 88:122; cursiva agregada).

Cuando todos hablan y todos escuchan de manera correcta y ordenada, todos resultan edificados. El ejerciindividual y colectivo de la fe en el Salvador invoca la instrucción y la fortaleza del Espíritu del Señor.

Buscar conocimiento por la fe: Un ejemplo reciente

Todos fuimos bendecidos por el desafío que nos extendió el presidente Gordon B. Hinckley en agosto de 2005,cuanto a leer todo el Libro de Mormón antes del fin de aquel año. Con ese reto, el presidente Hinckley nos promque al observar fielmente ese sencillo programa de lectura, nuestra vida y nuestro hogar recibirían una may



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porción del Espíritu del Señor, una determinación fortalecida de ser obedientes a Sus mandamientos y testimonio más fuerte de la realidad viviente del Hijo de Dios 8 .

Observen cómo ese desafío inspirado es un ejemplo clásico de aprender por la fe. En primer lugar, ni a ustedes nmí se nos mandó, ni obligó ni requirió leer, sino que se nos invitó a ejercer nuestro albedrío como agentes actuar de acuerdo con principios que son correctos. El presidente Hinckley, en calidad de maestro inspirado, ninstó a actuar en vez de que se actúe sobre nosotros. En última instancia, cada uno de nosotros tuvo que decidiresponderíamos al reto, cómo lo haríamos, y si perseveraríamos hasta el fin de la tarea.

En segundo lugar, al extendernos la invitación para leer y actuar, el presidente Hinckley nos estaba instandbuscar conocimiento por la fe. No se repartieron nuevos materiales de estudio entre los miembros de la Iglesia, Iglesia no creó lecciones, clases ni programas adicionales. Cada uno tenía su ejemplar del Libro de Mormón, ysendero hacia el interior de nuestro corazón se ensanchó por el ejercicio de nuestra fe en el Salvador al responal reto de la Primera Presidencia. De este modo fuimos preparados para recibir instrucción del único maesverdadero: el Espíritu Santo.

La responsabilidad de buscar conocimiento por la fe descansa sobre cada uno de nosotros en forma individuaesta obligación cobrará mayor importancia a medida que el mundo en el que actualmente vivimos se torne mconfuso y atribulado. Aprender por la fe es vital para nuestro desarrollo espiritual personal y para el crecimie

de la Iglesia en estos últimos días. Ruego que cada uno de nosotros realmente tenga hambre y sed de justicia y lleno del Espíritu Santo (véase 3 Nefi 12:6), a fin de que busquemos conocimiento por la fe.

Tomado de una transmisión vía satélite de un mensaje a los instructores del Sistema Educativo de la Iglepronunciado el 3 de febrero de 2006.

Notas

25. 1.

Lectures on Faith, 1985, pág. 1.

26. 2.

Véase “Lámpara de Jehová”, Liahona, octubre de 1983, págs. 34–35.

27. 3.

Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 230.

28. 4.

Citado por Dennis B. Neuenschwander en “Ordenanzas y convenios”, Liahona, noviembre de 2001, pág. 20.

29. 5.

Los Artículos de Fe, pág. 180.

30. 6.

En Junius F. Wells, “Historic Sketch of the YMMIA”, Improvement Era, junio de 1925, pág. 715.

31. 7.



43

Véase “Lámpara de Jehová”, Liahona, octubre de 1983, págs. 34–35; véase también “La búsqueda del conocimieespiritual”, Liahona, enero de 2007, pág. 18.

32. 8.

Véase “Un testimonio vibrante y verdadero”, Liahona, agosto de 2005, pág. 6.

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En la fuerza del Señor

David A. Bednar

Of the Quorum of the Twelve Apostles

En la fuerza del Señor podemos hacer y soportar y vencer todas las cosas.

Hermanos y hermanas, mi corazón rebosa, mi mente da vueltas, mis rodillas están débiles y temblorosasdescubro que las palabras son totalmente inadecuadas para comunicar eficazmente los sentimientos y las idque deseo compartir con ustedes. Oro e imploro la compañía del Espíritu Santo, para mí y para ustedes, mientles dirijo brevemente la palabra esta mañana de día de reposo.

En las horas que han transcurrido desde que el presidente Hinckley me extendió este nuevo llamado a servirprestado atención a la admonición de Nefi de aplicar “todas las Escrituras a nosotros mismos” (1 Nefi 19:23), un sentido de propósito e intensidad mayor de lo que haya hecho antes.

He reflexionado en las enseñanzas de Pablo de que “lo necio del mundo escogió Dios, y lo que no es, para deshalo que es” (1 Corintios 1:27). Hoy me resulta muy reconfortante saber que soy de lo verdaderamente débil mundo.

He meditado la instrucción de Jacob que se presenta en El Libro de Mormón:

“Por tanto, escudriñamos los profetas, y tenemos muchas revelaciones y el espíritu de profecía; y teniendo todestos testimonios, logramos una esperanza, y nuestra fe se vuelve inquebrantable, al grado de que verdaderamepodemos mandar en el nombre de Jesús, y los árboles mismos nos obedecen, o los montes, o las olas del mar.

“No obstante, el Señor Dios manifiesta nuestras debilidades para que sepamos que es por su gracia y sus gran

condescendencias para con los hijos de los hombres por las que tenemos poder para hacer estas cosas” (Jacob 47).

Hermanos y hermanas, les ruego que presten mucha atención a la forma en que se emplea la palabra gracia epasaje que acabo de leer. Del Bible Dictionary (Diccionario Bíblico en inglés), aprendemos que la palabra grac

menudo se usa en las Escrituras para indicar un poder que fortalece o hace posible que las cosas ocurran: “La iprincipal de la palabra es la ayuda o fortaleza que se dan a través de la abundante misericordia y amorJesucristo.

“Asimismo, por medio de la gracia del Señor, las personas, mediante la fe en la Expiación de Jesucristo yarrepentimiento de sus pecados, obtienen fortaleza y ayuda para hacer buenas obras que no lograrían llevar a ca

si quedasen sólo con sus propios medios” (Bible Dictionary , pág. 697).Es así que el aspecto de la Expiación que nos habilita y fortalece nos ayuda a ver y a hacer el bien y a convertirnen personas buenas de formas que jamás reconoceríamos o lograríamos con nuestra limitada capacidad morDoy testimonio de que el poder habilitador de la Expiación del Salvador es real. Sin el poder fortalecedor deExpiación, yo no podría estar de pie ante ustedes en esta mañana.

¿Captamos el sentido de gracia y del poder fortalecedor de Cristo expresados en el testimonio de Ammón? “Sí, yoque nada soy; en cuanto a mi fuerza, soy débil; por tanto, no me jactaré de mí mismo, sino que me gloriaré enDios, porque con su fuerza puedo hacer todas las cosas; sí, he aquí que hemos obrado muchos grandes milagros



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esta tierra, por los cuales alabaremos su nombre para siempre jamás” (Alma 26:12). De cierto, hermanohermanas, en la fuerza del Señor podemos hacer, soportar y vencer todas las cosas.

Al salir del Edificio de la Administración de la Iglesia después de mi entrevista con el presidente Hinckley el vierpor la tarde, recordé las palabras de Enoc:

“Y cuando Enoc oyó estas palabras, se humilló a tierra ante el Señor, y habló ante él, diciendo: ¿Por qué he hallagracia ante tu vista, si no soy más que un jovenzuelo, y toda la gente me desprecia, por cuanto soy tarde en el hab

por qué soy tu siervo?

“Y el Señor dijo a Enoc: Ve y haz lo que te he mandado, y ningún hombre te herirá. Abre tu boca y se llenará, y yodaré poder para expresarte, porque toda carne está en mis manos, y haré conforme bien me parezca” (Moi6:31–32).

Para todos los que no nos sintamos preparados, nos sintamos abrumados y no a la altura de un nuevo llamamieo responsabilidad, la promesa del Señor a Enoc se aplica de igual manera. La promesa fue verdadera en el díaEnoc y lo sigue siendo en la actualidad.

La noche del 20 de junio del año 2000, me encontraba trabajando hasta tarde junto a algunos colegas en

oficinas ejecutivas de lo que en ese entonces era el Colegio Universitario Ricks, en Rexburg, Idaho. Hacíamos últimos preparativos para una reunión inesperada e histórica que se efectuaría a la mañana siguiente en el reciuniversitario en la cual el presidente Hinckley iba a anunciar que el Colegio Universitario Ricks pasaría a ser uinstitución habilitada para conferir títulos de licenciatura y tomaría el nombre de Universidad Brigham YounIdaho. Como equipo administrativo apenas comenzábamos a darnos cuenta del monumental tamaño deresponsabilidad y del reto que se nos presentaba.

Al salir del edificio esa noche, uno de mis colegas me preguntó: “Señor Rector, ¿no le da miedo?”. Según recuerdocontesté algo así: “Si pensara que tenemos que llevar a cabo la transición apoyándonos exclusivamente en nuesexperiencia y en nuestro juicio, entonces estaría aterrado, pero contaremos con la ayuda del cielo, porque sabemquién está a cargo y que no estamos solos. No, no tengo miedo”. Y los que servimos en la Universidad Brigh

Young—Idaho testificamos juntamente que ha habido ayuda del cielo, que han ocurrido milagros, que se hrecibido revelaciones, que se han abierto puertas, y que hemos sido grandemente bendecidos como personacomo institución.

Les ruego me permitan expresar gratitud y aprecio. Me siento agradecido por mis antepasados, esos hombremujeres fieles y firmes a quienes respeto y honro y a quienes les debo todo. Amo y aprecio a mi madre y a mi pady a la madre y al padre de mi esposa. Estoy agradecido por el amor y el apoyo y la enseñanza y la fortaleza de ell

Mi esposa, Susan, es una mujer virtuosa y una madre recta. Rápidamente notarán ustedes que la pureza ybondad se hacen evidentes en su rostro. La amo y aprecio más de lo que se puede expresar con palabras. agradezco ser la mujer que es, las lecciones que me ha enseñado y el amor que compartimos.

Susan y yo hemos sido bendecidos con tres hijos firmes a quienes amo y doy gracias. Nuestra pequeña familiaexpansión ahora incluye a dos nueras rectas y a tres nietas inteligentes, hermosas y encantadoras. Cuando tenemlas oportunidades de estar juntos, recibimos la bendición de ver apenas un destello de lo que es una familia eneternidad.

Mis amados hermanos y hermanas, estoy agradecido por ustedes. Al verlos congregados aquí en el CentroConferencias y al visualizarlos en centros de reuniones por toda la tierra, soy bendecido por su fidelidad y devocque tienen al Salvador. Al levantar ustedes sus brazos en escuadra el sábado, sentí que fluía hacia mi alma uextraordinaria influencia que sostiene. Pocos de ustedes saben quién soy, mas saben de quien proviene



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llamamiento, y están muy dispuestos a sostener y apoyar. Les expreso mi agradecimiento, y prometo dedicar tomi alma y todas mis energías a esta obra sagrada.

A donde me manden el Señor y los líderes de Su Iglesia iré. Haré lo que quieran que haga. Enseñaré lo que quieque enseñe, y me esmeraré por llegar a ser lo que deba llegar a ser. En la fuerza del Señor y mediante Su graciaque ustedes y yo podemos tener la bendición de lograr todas las cosas.

Como uno de los más débiles de entre los débiles, yo testifico que Dios vive. Doy testimonio de que Jesús e

Cristo. Él es nuestro Redentor y Salvador, y Él vive. También testifico que la plenitud del Evangelio de Jesucristsu Iglesia verdadera han sido restauradas en la tierra en estos últimos días por medio del profeta José Smith. Lllaves de la autoridad del sacerdocio y las ordenanzas de salvación se hallan nuevamente en la tierra. Mediantpoder de dicho sacerdocio las familias de cierto pueden estar juntas para siempre. El Libro de Mormón espalabra de Dios y la clave de nuestra religión, y hermanos y hermanas, los cielos no están cerrados. Dios nos haba nosotros como personas y a los líderes de este reino de los postreros días en la tierra. El presidente GordonHinckley es el profeta del Señor en la tierra actualmente. De estas cosas testifico en el sagrado nombre del SeñJesucristo. Amén.



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Las entrañables misericordias del Señor

David A. Bednar


Testifico que las entrañables misericordias del Señor están al alcance de todos nosotros y que el Redentor de Isrestá ansioso por conferirnos esos dones.

Hace seis meses, me encontré frente a este púlpito por primera vez, como el miembro más nuevo del Quórumlos Doce Apóstoles. Tanto en aquel entonces, e incluso aún más últimamente, he sentido y siento el peso llamamiento a servir y de la responsabilidad de enseñar con claridad, así como de testificar con autoridad. Ruecontar con la ayuda del Espíritu Santo y la invito al dirigirme ahora a ustedes.

Esta tarde deseo describir y examinar una impresión espiritual que recibí momentos antes de pasar a este púlpdurante la sesión del domingo por la mañana de la conferencia general el pasado octubre. El élder DieterUchtdorf acababa de terminar su discurso y de declarar su poderoso testimonio del Salvador. Entonces procedim

a ponernos todos de pie para cantar el himno intermedio que previamente había anunciado el presidente GordB. Hinckley. El himno intermedio aquella mañana fue “Oh Dios de Israel” (Himnos, Nº 5).

Ahora bien, la música para las diversas sesiones de la conferencia se había determinado con muchas semanasanticipación y, obviamente, mucho antes de mi nuevo llamamiento a servir. Sin embargo, si se me hubiese invitaa sugerir un himno intermedio para esa sesión particular de la conferencia —un himno que hubiese sido edificay espiritualmente tranquilizador, tanto para mí como para la congregación, antes de pronunciar mi primdiscurso en este Centro de Conferencias— habría seleccionado mi himno favorito “Oh Dios de Israel”. Los ojosme llenaron de lágrimas al entonar, junto con ustedes, ese conmovedor himno de la Restauración.

Momentos antes de terminar de cantar, acudió a mi mente este versículo del Libro de Mormón: “Pero he aquí,

Nefi, os mostraré que las entrañables misericordias del Señor se extienden sobre todos aquellos que, a causa defe, él ha escogido, para fortalecerlos, sí, hasta tener el poder de librarse” (1 Nefi 1:20).

De inmediato mi mente se centró en la frase de Nefi: “las entrañables misericordias del Señor”, y en ese precinstante me di cuenta de que estaba experimentando una de esas entrañables misericordias. Por medio de himno que se había seleccionado hacía varias semanas, el amoroso Salvador me estaba enviando un menssumamente personal y oportuno de consuelo y tranquilidad. Es posible que para algunos esta experiencia simplemente una linda coincidencia, pero yo testifico que las entrañables misericordias del Señor son reales y qno ocurren al azar ni por pura casualidad. Muchas veces, la hora exacta en la que el Señor muestra Sus entrañabmisericordias nos ayuda a discernirlas así como a reconocerlas.

¿Qué son las entrañables misericordias del Señor?

Desde el pasado octubre, he reflexionado reiteradamente en la frase “las entrañables misericordias del SeñCreo que por medio del estudio personal, de la observación, la meditación y la oración he llegado a comprenmejor que las entrañables misericordias del Señor son las sumamente personales e individualizadas bendicionla fortaleza, la protección, la seguridad, la guía, la amorosa bondad, el consuelo, el apoyo y los dones espirituaque recibimos del Señor Jesucristo, por causa de Él y por medio de Él. Verdaderamente, el Señor acomoda “misericordias a las condiciones de los hijos de los hombres” (D. y C. 46:15).



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Recordarán que el Salvador instruyó a Sus apóstoles, diciéndoles que no los dejaría huérfanos. No sólo enviar“otro Consolador” (Juan 14:16), o sea, el Espíritu Santo, sino que el Salvador dijo que Él vendría a ellos (véase Ju14:18). Yo sugeriría que una de las maneras por las que el Salvador viene a cada uno de nosotros es por medioSus abundantes y entrañables misericordias. Por ejemplo, al hacer frente, ustedes y yo, a los desafíos y a pruebas de la vida, el don de la fe y el sentido apropiado de confianza personal que sobrepasa nuestra procapacidad son dos ejemplos de las entrañables misericordias del Señor. El arrepentimiento, el perdón de pecados y la conciencia tranquila son ejemplos de las entrañables misericordias del Señor; y la constancia y

fortaleza que nos permiten seguir adelante con alegría a través de las desventajas físicas y las dificultaespirituales son ejemplos de las entrañables misericordias del Señor.

En una reciente conferencia de estaca, se manifestaron las entrañables misericordias del Señor en el conmovetestimonio de una joven esposa y madre de cuatro hijos, cuyo marido perdió la vida en Irak, en diciembre del 20Esa fiel hermana relató que después de que le notificaron de la muerte de su esposo, recibió la tarjeta y el mensde Navidad de él. En medio de la brusca realidad de una vida que cambiaría radicalmente, llegó a esa buehermana el oportuno y tierno recordatorio de que, en verdad, las familias pueden ser eternas. Con el permisoella, cito lo siguiente de esa tarjeta de Navidad:

“¡A la mejor familia del mundo! Que se diviertan mucho juntos y recuerden el verdadero significado de la Navid

El Señor ha hecho posible que estemos juntos para siempre; de modo que, aunque estemos separados, aún seguiremos juntos como familia.

“Que Dios los bendiga y los proteja, y que permita que esta Navidad sea nuestro regalo de amor para Él en lo alto

“Con todo mi amor, su papi y esposo que los quiere mucho”.

Obviamente, la mención que él hizo en su saludo de Navidad del hecho de estar separados se refería a la separacocasionada por su destacamento militar, pero, como si hubiese sido una voz que salía desde el polvo, del etercompañero y padre fallecido, a esta hermana le llegaron el consuelo y testimonio espirituales que tanta falthacían. Tal como indiqué anteriormente, las entrañables misericordias del Señor no ocurren al azar ni por pucasualidad. La fidelidad, la obediencia y la humildad traen las entrañables misericordias del Señor a nuestra vidmuchas veces es el horario del Señor lo que nos permite reconocer y atesorar esas importantes bendiciones.

Hace algún tiempo, conversaba con un líder del sacerdocio que sintió la impresión de memorizar los nombrestodos los jóvenes de su estaca que tenían entre 13 y 21 años de edad. Con las fotografías de todos ellos hizo tarjea modo de juego de revisión, las cuales estudiaba en viajes de negocios y otros momentos libres. Ese líder sacerdocio no tardó en aprender los nombres de todo ese grupo de jóvenes.

Una noche, ese hermano tuvo un sueño acerca de uno de los jóvenes a quien sólo conocía por medio defotografía. En el sueño, vio al joven vestido de camisa blanca y con la plaqueta misional de identificación connombre. Con el compañero sentado a su lado, el joven enseñaba a una familia y sostenía en la mano un ejemplarLibro de Mormón, y daba la apariencia de que testificaba de la veracidad del libro. En ese momento, el líder sacerdocio despertó.

En una reunión del sacerdocio que se llevó a cabo posteriormente, el líder se acercó al joven que había visto ensueño y le pidió hablar con él unos momentos. Una vez que se presentaron, el líder se dirigió al joven por nombre y le dijo: “No soy un soñador; nunca he tenido un sueño sobre ningún miembro d e esta estaca, excesobre ti. Te contaré el sueño, y después me gustaría que me ayudaras a entender lo que significa”.

El líder le relató el sueño y le preguntó al joven su significado. Ahogado por la emoción, el jovencito simplemecontestó: “Significa que Dios sabe quién soy yo”. El resto de la conversación entre ese jovencito y su líder



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sacerdocio fue de lo más provechosa, y acordaron reunirse para deliberar en consejo, de vez en cuando, durantemeses siguientes.

Ese jovencito recibió las entrañables misericordias del Señor por conducto de un inspirado líder del sacerdoVuelvo a repetir: las entrañables misericordias del Señor no ocurren al azar ni por pura casualidad. La fidelidad obediencia nos permiten recibir esos importantes dones y, con frecuencia, el horario del Señor nos ayudreconocerlos.

No debemos subestimar ni pasar por alto el poder de las entrañables misericordias del Señor. La sencillezdulzura y la constancia de las entrañables misericordias del Señor serán de mucho provecho para fortalecernoprotegernos en los tiempos difíciles en los que actualmente vivimos y en los que aún viviremos. Cuando palabras no pueden proporcionar el solaz que necesitamos ni expresar el gozo que sentimos, cuando simplemente inútil intentar explicar lo inexplicable, cuando la lógica y la razón no pueden brindar el entendimieadecuado en cuanto a las injusticias e irregularidades de la vida, cuando la experiencia y la evaluación terrenason insuficientes para producir el resultado deseado, y cuando parezca que quizás nos encontramos totalmesolos, en verdad somos bendecidos por las entrañables misericordias del Señor que nos fortalecen hasta tenerpoder de liberarnos (véase 1 Nefi 1:20).

¿Quiénes son los que el Señor ha escogido para recibir Sus entrañables misericordias?

La palabra escogido en 1 Nefi 1:20 es fundamental a fin de comprender el concepto de las entrañabmisericordias del Señor. Según el diccionario, la palabra escogido da la idea de selecto, a lo que se da preferencise escoge; también se utiliza para referirse a los elegidos o escogidos de Dios (Diccionario Oxford en inglés, en línsegunda edición, 1989).

Es posible que algunas personas que oigan o lean este mensaje, erróneamente pasen por alto o descarten la ideatener a su alcance las entrañables misericordias del Señor, al pensar que nunca han sido escogidas ni lo serán. vez pensemos equivocadamente que esas bendiciones y esos dones están reservados para otras personas qparecen ser más rectas o que sirven en llamamientos de importancia en la Iglesia. Testifico que las entrañabmisericordias del Señor están al alcance de todos nosotros y que el Redentor de Israel está ansioso por conferiresos dones.

El ser o el llegar a ser elegidos no es una condición exclusiva que se nos confiere; por el contrario, ustedes ysomos los que determinamos, al final, si somos escogidos. Tengan a bien tomar nota del empleo de la palaescogido en los siguientes versículos de Doctrina y Convenios:

“He aquí, muchos son los llamados, y pocos los escogidos. ¿Y por qué no son escogidos?

“Porque a tal grado han puesto su corazón en las cosas de este mundo, y aspiran tanto a los honores de hombres…” (D. y C. 121:34–35; cursiva agregada).

Creo que lo que implican esos versículos es algo bastante sencillo. Dios no tiene una lista de personas favoritas que esperamos que algún día se añada nuestro nombre. Él no limita “los escogidos” a unos cuantos; porcontrario, son nuestro corazón, nuestras aspiraciones y nuestra obediencia lo que definitivamente determinsomos contados entre los escogidos de Dios.

El Señor instruyó a Enoc sobre este punto particular de la doctrina. Adviertan el uso del derivado de la palab preferir en estos versículos: “…He allí a éstos, tus hermanos; son la obra de mis propias manos, y les diconocimiento el día en que los creé; y en el Jardín de Edén le di al hombre su albedrío;



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“y a tus hermanos he dicho, y también he dado mandamiento, que se amen el uno al otro, y que me prefieran asu Padre” (Moisés 7:32–33; cursiva agregada).

Tal como aprendemos en esos versículos, los propósitos fundamentales del don del albedrío eran que amáramos unos a otros y escogiéramos a Dios. De ese modo, llegamos a ser los escogidos de Dios y damos cabidsus entrañables misericordias a medida que utilizamos nuestro albedrío para escoger a Dios.

Uno de los pasajes de las Escrituras más conocidos y que se cita con más frecuencia se encuentra en Moisés 1:

En ese versículo se describe de manera clara y concisa la obra del Padre Eterno: “Porque, he aquí, ésta es mi obrmi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (cursiva agregada).

En un pasaje correlacionado que se encuentra en Doctrina y Convenios, se describe con igual claridad y concisnuestra obra primordial como hijos e hijas del Dios Eterno. Es interesante notar que este pasaje no parece ser conocido ni se cita con tant a frecuencia. “He aquí, ésta es tu obra: Guardar mis mandamientos, sí, con toda tu almente y fuerza” (D. y C. 11:20; cursiva agregada).

Por tanto, la obra del Padre es llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna de Sus hijos; nuestra obra es guarSus mandamientos con toda nuestra alma, mente y fuerza, y de ese modo llegar a ser escogidos y, medianteEspíritu Santo, recibir y reconocer las entrañables misericordias del Señor en nuestro diario vivir.

Esta misma conferencia en la que estamos participando este fin de semana es también otro ejemplo de entrañables misericordias del Señor. Hemos sido bendecidos al recibir consejo inspirado de los líderes de la Igledel Salvador, consejos oportunos para nuestros tiempos, nuestras circunstancias y nuestros desafíos. Hemos sinstruidos, inspirados, edificados, exhortados al arrepentimiento y fortalecidos. El espíritu de esta conferenciafortalecido nuestra fe y avivado nuestro deseo de arrepentirnos, de obedecer, de mejorar y de servir. Al igual ustedes, estoy ansioso de proceder de acuerdo con los recordatorios, el consejo y la inspiración con los que hemsido bendecidos durante esta conferencia. Y en unos momentos, cada uno de nosotros recibirá una de entrañables misericordias del Señor al oír las palabras de clausura y el testimonio del presidente GordonHinckley. En verdad: “Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras” (Salmos 145:9

Estoy agradecido por la restauración del Evangelio de Jesucristo por conducto del profeta José Smith, y porconocimiento que tenemos hoy día de las entrañables misericordias del Señor. Nuestros deseos, fidelidadobediencia nos invitan y nos ayudan a discernir Sus misericordias en nuestra vida. Como uno de Sus siervtestifico que Jesús es el Cristo, nuestro Redentor y nuestro Salvador. Sé que Él vive y que Sus entrañabmisericordias están al alcance de todos. Cada uno tiene ojos para ver claramente, y oídos para oír perfectamelas entrañables misericordias del Señor a medida que nos fortalecen y nos ayudan en estos últimos días. Ruego qnuestros corazones estén siempre llenos de gratitud por Sus abundantes y entrañables misericordias. Ensagrado nombre de Jesucristo. Amén.



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Llegar a ser misioneros

David A. Bednar


Ustedes y yo, hoy y siempre, debemos dar testimonio de Jesucristo y declarar el mensaje de la Restauración…obra misional es una manifestación de nuestra identidad y de nuestro patrimonio espirituales.

Todos los que hemos recibido el Santo Sacerdocio tenemos la sagrada obligación de bendecir a las naciones y afamilias de la tierra, al proclamar el Evangelio y al invitar a todos a recibir las ordenanzas de salvación mediantdebida autoridad. Muchos de nosotros hemos sido misioneros de tiempo completo, algunos actualmente presese mismo servicio; y hoy día todos prestamos servicio y continuaremos prestando servicio como misionerostoda la vida. Todos los días somos misioneros tanto en nuestra familia, como en nuestras escuelas, en nuestlugares de trabajo y en nuestras comunidades. Sin importar nuestra edad, experiencia o condición en la vida, tosomos misioneros.

La proclamación del Evangelio no es una actividad en la que participamos de manera periódica o temporanuestra labor como misioneros ciertamente no se limita al breve periodo que se presta en el servicio misionaltiempo completo en nuestra juventud o en los años de la madurez. Más bien, en la obligación de proclamaEvangelio restaurado de Jesucristo están implícitos el juramento y el convenio del sacerdocio, el cual concertamLa obra misional es esencialmente una responsabilidad del sacerdocio, y todos los que poseemos el sacerdosomos los siervos autorizados del Señor en la tierra y somos misioneros en todo momento y en todo lugarsiempre lo seremos. Nuestra identidad misma como poseedores del sacerdocio y de la descendencia de Abrahamdefine en gran parte la responsabilidad de proclamar el Evangelio.

Mi mensaje esta noche nos atañe a todos en nuestro deber del sacerdocio de proclamar el Evangelio. Sin embar

mi propósito específico en esta reunión del sacerdocio es hablar francamente con los jóvenes de la Iglesia queestán preparando para el llamamiento de servir como misioneros. Los principios que trataré con ustedes son tasencillos como espiritualmente importantes, y nos deben motivar a meditar, a evaluar y a mejorarnos. Suplicocompañía del Espíritu Santo para mí y para ustedes a medida que juntos consideremos este importante tema.

Una pregunta frecuente

En las reuniones con los miembros jóvenes de la Iglesia por el mundo, acostumbro invitar a los presentes a hapreguntas. Una de las preguntas que los jóvenes me hacen con más frecuencia es ésta: “¿Qué puedo hacer pprepararme de una manera más eficaz para servir como misionero de tiempo completo?”. Esa sincera pregumerece una seria respuesta.

Mis queridos y jóvenes hermanos, lo más importante que pueden hacer para prepararse para el llamamientservir es llegar a ser misioneros antes de ir a la misión. Tengan a bien notar que en mi respuesta recalqué llega

ser en vez de ir. Permítanme explicar lo que quiero decir.

En el vocabulario normal de la Iglesia, solemos hablar de ir a la Iglesia, ir al templo e ir a la misión. Me atreverafirmar que el énfasis un tanto habitual en la palabra ir no es acertado.

La cuestión no es ir a la Iglesia; más bien, es adorar y renovar nuestros convenios al asistir a la Iglesia. La cuestno es ir al templo; más bien, es tener en nuestro corazón el espíritu, los convenios y las ordenanzas de la casa Señor. La cuestión no es ir a la misión; más bien, es llegar a ser misioneros y servir a lo largo de nuestra vida c



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todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Es posible para un joven ir a la misión y no llegar a ser misionero, y no es lo que el Señor requiere ni lo que la Iglesia necesita.

Mi deseo ferviente para cada uno de ustedes, jovencitos, es que simplemente no vayan a la misión, sino que llegua ser misioneros mucho antes de que envíen sus papeles misionales, mucho antes de que reciban un llamamientservir, mucho antes de que sean apartados por su presidente de estaca, y mucho antes de que ingresen en el Cende Capacitación Misional.

El principio de lo que debemos llegar a ser

El élder Dallin H. Oaks nos ha enseñado eficazmente en cuanto al desafío de llegar a ser algo en vez de sólo halas cosas que se esperan o de efectuar ciertos actos.

“El apóstol Pablo enseñó que se nos han dado las enseñanzas y los maestros del Señor para que todos podamalcanzar ‘la medida de la estatura de la plenitud de Cristo’ (Efesios 4:13). Ese proceso implica más queadquisición de conocimiento. No es siquiera suficiente para nosotros estar convencidos de la veracidad Evangelio; debemos actuar y pensar a fin de ser convertidos por medio de él. A diferencia de las instituciones mundo, que nos enseñan a saber algo, el Evangelio de Jesucristo nos desafía a llegar a ser algo…

“…No es suficiente que cualquiera tan sólo actúe mecánicamente. Los mandamientos, las ordenanzas y convenios del Evangelio no son una lista de depósitos que tenemos que hacer en alguna cuenta celestial.Evangelio de Jesucristo es un plan que nos muestra cómo llegar a ser lo que nuestro Padre Celestial desea qlleguemos a ser” (“El desafío de lo que debemos llegar a ser” , Liahona, enero de 2001, pág. 40).

Hermanos, el desafío de lo que debemos llegar a ser tiene que ver de manera precisa y perfecta con la preparacmisional. Obviamente, el proceso de llegar a ser misioneros no exige que un jovencito lleve camisa blanca y corba la escuela todos los días o que siga las reglas misionales en lo que concierne a la hora de acostarse y levantarspesar de que la mayoría de los padres apoyaría esa idea. Pero pueden incrementar su deseo de servir a Dios (véD. y C. 4:3), y pueden empezar a pensar como piensan los misioneros, a leer lo que leen los misioneros, a orar cooran los misioneros y a sentir lo que sienten los misioneros. Pueden evitar las influencias mundanas que hacen

el Espíritu Santo se aleje, y pueden aumentar su confianza al reconocer los susurros espirituales y respondeellos. Línea por línea, y precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí, ustedes pueden gradualmente llegaser los misioneros que desean ser y los misioneros que el Salvador espera.

Ustedes no se transformarán de manera repentina o mágica en misioneros preparados y obedientes el día pasen por las puertas del Centro de Capacitación Misional. Lo que ustedes hayan llegado a ser en los días, meseaños previos a su servicio misional es lo que serán en el CCM. De hecho, la clase de transición por la que tengan qpasar en el CCM será un indicador confiable del progreso que logren para llegar a ser misioneros.

Cuando entren en el CCM es natural que extrañen a su familia, y muchos aspectos de su horario diario serán nuey difíciles, pero para el joven que se haya preparado bien para llegar a ser misionero, la adaptación básica a

rigores de la obra misional y de ese estilo de vida no le parecerán abrumadores, agobiantes ni inoportunos. Es peso por lo que uno de los elementos clave al elevar el nivel de preparación consiste en esforzarse para llegar a misioneros antes de ir a la misión.

Padres, ¿comprenden la función que tienen de ayudar a su hijo a ser misionero antes de que vaya a la misiUstedes y su esposa son muy importantes en el proceso de que él llegue a ser misionero. Líderes del sacerdocide las organizaciones auxiliares, ¿reconocen la responsabilidad que tienen de ayudar a los padres y a todo jovellegar a ser misioneros antes de ir a la misión? El nivel de preparación también se ha elevado para los padres y ptodos los miembros de la Iglesia. El meditar con espíritu de oración en el principio de lo que deben llegar a brindará la inspiración que se ajuste a las necesidades específicas de su hijo o de los jóvenes a quienes sirvan.



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La preparación que estoy describiendo no sólo va enfocada hacia el servicio misional de un joven de 19, 20 óaños de edad. Hermanos, ustedes se están preparando para toda una vida de obra misional; como poseedores sacerdocio, siempre somos misioneros. Si verdaderamente progresan en el proceso de llegar a ser misionerantes de ir a la misión, así como en el campo misional, cuando llegue el día en que se les releve honorablemecomo misioneros de tiempo completo, ustedes partirán de su campo de trabajo y regresarán a su familia, pnunca dejarán de efectuar su servicio misional. Un poseedor del sacerdocio es un misionero en todo momento ytodo lugar. El misionero es quien es y somos quienes somos como poseedores del sacerdocio y como

descendencia de Abraham.La descendencia de Abraham

Los herederos de todas las promesas y de los convenios que Dios hizo con Abraham se conocen comodescendencia de Abraham (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Abraham”, subtítulo “La descendencia

Abraham” , págs. 6–7). Esas bendiciones se obtienen únicamente mediante la obediencia a las leyes y ordenandel Evangelio de Jesucristo. Hermanos, el proceso para llegar a ser misioneros está directamente relacionado coconocimiento de nuestra identidad como descendencia de Abraham.

Abraham fue un gran profeta que deseó la rectitud y fue obediente a todos los mandamientos que recibió de Dincluso el mandato de ofrecer en sacrificio a su amado hijo Isaac. Debido a su perseverancia y obediencia

Abraham se le suele conocer como el padre de los fieles. Nuestro Padre Celestial estableció un convenio cAbraham y su posteridad y le prometió grandes bendiciones:

“…por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;

“de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está aorilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.

“En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz” (Génesis 22:16–1

Fue así que a Abraham se le prometió una gran posteridad y que las naciones de la tierra serían bendecidas p

medio de esa posteridad.

¿Cómo son bendecidas las naciones de la tierra por medio de la descendencia de Abraham? La respuesta a eimportante pregunta se encuentra en el libro de Abraham:

“Y haré de ti [Abraham] una nación grande y te bendeciré sobremanera, y engrandeceré tu nombre entre todas naciones, y serás una bendición para tu descendencia después de ti, para que en sus manos lleven este ministersacerdocio a todas las naciones;

“Y las bendeciré mediante tu nombre; pues cuantos reciban este evangelio serán llamados por tu nombre; y seconsiderados tu descendencia, y se levantarán y te bendecirán como padre de ellos” (Abraham 2:9–10).

En estos versículos aprendemos que los fieles herederos de Abraham tendrían las bendiciones del EvangelioJesucristo y la autoridad del sacerdocio. Por tanto, la frase “lleven este ministerio y sacerdocio a todas las nacionse refiere a la responsabilidad de proclamar el Evangelio de Jesucristo y de invitar a todos a recibir las ordenande salvación por medio de la debida autoridad del sacerdocio. En verdad, sobre la descendencia de Abrahdescansa una gran responsabilidad en estos últimos días.

¿En qué forma se relacionan estas promesas y bendiciones con nosotros hoy día? Ya sea por linaje literal o adopción, todo hombre y jovencito que me oiga esta noche es heredero legítimo de las promesas que Dios le hizAbraham. Somos la descendencia de Abraham. Una de las razones fundamentales por la que recibimos u



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bendición patriarcal es para ayudarnos a comprender mejor quiénes somos en calidad de posteridad de Abrahay a reconocer la responsabilidad que descansa sobre nosotros.

Mis queridos hermanos, ustedes y yo, hoy y siempre, debemos bendecir a todas las personas en todas las naciode la tierra. Ustedes y yo, hoy y siempre, debemos dar testimonio de Jesucristo y declarar el mensaje deRestauración. Ustedes y yo, hoy y siempre, debemos invitar a todos a recibir las ordenanzas de salvación. proclamación del Evangelio no es una obligación del sacerdocio para sólo parte del tiempo; no es simplemente uactividad en la que participamos por un corto tiempo o una asignación que debemos cumplir como miembros de

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Más bien, la obra misional es una manifestación de nuesidentidad y de nuestro patrimonio espirituales. Fuimos preordenados en la existencia preterrenal y nacimos pcumplir el convenio y la promesa que Dios le hizo a Abraham. Nos encontramos sobre la tierra en este tiempo pmagnificar el sacerdocio y para predicar el Evangelio. Eso es quienes somos, y eso es por lo que estamos aquí, hosiempre.

Tal vez les guste la música, los deportes o sean diestros en mecánica, y es posible que algún día trabajen en oficio, en una profesión o en las artes. Pese a lo importante que puedan ser esas actividades y ocupaciones, éstasdefinen nuestra identidad. Lo primero y más importante es que somos seres espirituales; somos hijos de Dios ydescendencia de Abraham:

“Porque quienes son fieles hasta obtener estos dos sacerdocios de los cuales he hablado, y magnificanllamamiento, son santificados por el Espíritu para la renovación de sus cuerpos.

“Llegan a ser los hijos de Moisés y de Aarón, y la descendencia de Abraham, y la iglesia y reino, y los elegidosDios” (D. y C. 84:33–34).

Mis queridos hermanos, mucho se nos ha dado, y mucho se espera de nosotros. Ruego que ustedes, jovencitcomprendan mejor su identidad como descendientes de Abraham y lleguen a ser misioneros mucho antes de qvayan a la misión. Después de que vuelvan a sus hogares y a sus familias, ruego que los ex misioneros siempre smisioneros, y que todos nos levantemos como hombres de Dios y seamos una bendición para las naciones detierra con un testimonio y un poder espiritual más grandes de los que jamás hayamos tenido.

Declaro mi testimonio que Jesús es el Cristo, nuestro Salvador y Redentor. ¡Sé que Él vive! Y testifico que coposeedores del sacerdocio somos Sus representantes en la magnífica obra de proclamar Su Evangelio, hosiempre. En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.



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Para que siempre podamos tener Su Espíritu con nosotro

David A. Bednar


Debemos esforzarnos por percibir cuándo nos “[separamos] del Espíritu del Señor”…[y] estar atentos y aprendde las decisiones y de las influencias que nos separan del Espíritu Santo.

Hoy, voy a hablar en forma de recordatorio y de admonición a los que somos miembros de La Iglesia de Jesucride los Últimos Días. Ruego que la compañía del Espíritu Santo esté presente y que nos ayude, tanto a ustedes coa mí, al aprender juntos.

El bautismo por inmersión para la remisión de los pecados “es la ordenanza preliminar del Evangelio” Jesucristo, y a ésta la deben preceder la fe en el Salvador y un arrepentimiento sincero y pleno. “[Después d

bautismo de agua… se debe recibir el don del Espíritu Santo a fin de que aquél sea completo (véase “Bautismo”,la Guía para el Estudio de las Escrituras , pág. 23). Tal como el Salvador le enseñó a Nicodemo: “…el que no nacide agua y del Espírit u, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). En mi mensaje de esta tarde voconcentrarme en el bautismo del Espíritu y en las bendiciones que se reciben por medio de la compañía Espíritu Santo.

La ordenanza del bautismo y el convenio relacionado con ésta

Al bautizarnos, todos concertamos un convenio solemne con nuestro Padre Celestial. Un convenio es un acuerentre Dios y Sus hijos sobre la tierra, y es importante comprender que Dios determina las condiciones de todos convenios del Evangelio. Ni ustedes ni yo decidimos la naturaleza ni los elementos de un convenio, sino que

emplear nuestro albedrío moral, aceptamos los términos y los requisitos del convenio tal como nuestro PaCelestial los ha establecido (véase “Convenio”, en la Guía para el Estudio de las Escrituras, pág. 38).

La ordenanza salvadora del bautismo la debe efectuar alguien que tenga la debida autoridad de Dios. condiciones fundamentales del convenio, en el que entramos en las aguas del bautismo, son las siguientestificamos que estábamos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo, que siemprerecordaríamos, y que guardaríamos Sus mandamientos. La bendición que se nos promete al honrar ese convenioque siempre podamos tener Su Espíritu con nosotros (véase D. y C. 20:77). En otras palabras, el bautismo por anos lleva a la oportunidad autorizada de tener la compañía constante del tercer miembro de la Trinidad.

La confirmación y el bautismo del Espíritu

Después del bautismo, aquellos que tienen la autoridad del sacerdocio nos colocaron las manos sobre la cabeznos confirmaron miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, y se nos confirió el Espíritu Santo (véD. y C.49:14). La declaración “recibe el Espíritu Santo” que se pronunció en nuestra confirmación fue una directpara esforzarnos por obtener el bautismo del Espíritu.

El profeta José Smith enseñó: “Tan provechoso sería bautizar un costal de arena como a un hombre, si su bautisno tiene por objeto la remisión de los pecados y la recepción del Espíritu Santo. El bautismo de agua no es smedio bautismo, y no vale nada sin la otra mitad, es decir, el bautismo del Espíritu Santo” (Enseñanzas del Prof

José Smith, pág. 384). Nosotros fuimos bautizados por inmersión en el agua para la remisión de los pecad



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También debemos ser bautizados por inmersión en el Espíritu del Señor, “…y entonces viene una remisiónvuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo” (2 Nefi 31:17).

Al obtener experiencia con el Espíritu Santo, aprendemos que la intensidad con la cual sentimos Su influenciasiempre es la misma. No muy a menudo recibimos impresiones espirituales potentes y espectaculares. Aun cuannos esforcemos por ser fieles y obedientes, sencillamente hay ocasiones en nuestra vida en las que no reconocemde inmediato la dirección, la seguridad y la paz del Espíritu. De hecho, en el Libro de Mormón se habla de lamanitas fieles que “fueron bautizados con fuego y con el Espíritu Santo al tiempo de su conversión… y no

supieron” (3 Nefi 9:20).

En las Escrituras se describe la influencia del Espíritu Santo como “un silbo apacible y delicado” (1 Reyes 19:véase también 3 Nefi 11:3) y como una “una voz apacible de perfecta suavidad” (Helamán 5:30). Por consiguieel Espíritu del Señor se comunica por lo general con nosotros de manera tenue, delicada y apacible.

El alejarnos del Espíritu del Señor

En nuestro estudio individual y en la instrucción en el aula, hacemos repetidamente hincapié en la importanciareconocer la inspiración y los susurros que recibimos del Espíritu del Señor; y ese método es correcto y úDebemos diligentemente saber cómo reconocer y actuar ante las impresiones que recibimos; sin embargo, tal v

con frecuencia pasemos por alto, durante nuestro progreso espiritual, un aspecto importante del bautismo poEspíritu.

Debemos también esforzarnos por percibir cuándo nos “[separamos] del Espíritu del Señor, para que no tecabida en [nosotros] para [guiarnos] por las sendas de la sabiduría, a fin de que [seamos] bendecidos, prosperay preservados” (Mosíah 2:36). Precisamente porque la bendición que se nos promete es que siempre podemos te

Su Espíritu con nosotros, debemos estar atentos y aprender de las decisiones y de las influencias que nos sepadel Espíritu Santo.

La norma es clara: si algo que pensemos, veamos, escuchemos o hagamos nos separa del Espíritu Santo, entondebemos dejar de pensar, ver, escuchar o hacer eso. Por ejemplo, si algo que supuestamente es para nues

diversión nos aleja del Espíritu Santo, entonces esa clase de diversión no es para nosotros, puesto que el Espírno puede tolerar lo que es vulgar, grosero o inmodesto y, por lo tanto, será obvio que esas cosas no son pnosotros. Ya que alejamos al Espíritu del Señor al participar en actividades que sabemos que debemos rechazentonces definitivamente sabremos que ese tipo de cosas no son para nosotros.

Admito que somos hombres y mujeres en un estado caído que vivimos en un mundo terrenal y que es posible qno tengamos la presencia del Espíritu Santo con nosotros cada minuto del día. Sin embargo, el Espíritu Santo pupermanecer con nosotros la mayor parte del tiempo, si no es que todo; y en verdad es más el tiempo que podestar con nosotros que el que no esté con nosotros. Al sumergirnos cada vez más en el Espíritu del Señor, debemesforzarnos por reconocer las impresiones que recibimos y las influencias o los acontecimientos que causan qnos alejemos del Espíritu Santo.

Es posible tener “…al Espíritu Santo [como nuestro] guía…” (D. y C.45:57) y es esencial tenerlo para nuesprogreso espiritual y para sobrevivir en un mundo cada vez más inicuo. En ocasiones, como Santos de los ÚltimDías, hablamos y nos comportamos como si el darnos cuenta de la influencia del Espíritu Santo en nuestra vfuese un acontecimiento poco común y excepcional. Debemos recordar, sin embargo, que la promesa del convees que siempre podamos tener Su Espíritu con nosotros. Esa bendición celestial se aplica a todo miembro de la Igleque ha sido bautizado, confirmado y a quien se le ha dicho: “Recibe el Espíritu Santo”.



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La Liahona es un símbolo y una figura para nuestros días

En nuestros días, el Libro de Mormón es la fuente principal de consulta a la que debemos acudir para aprencómo tener la compañía constante del Espíritu Santo. La descripción que se encuentra en el Libro de Mormóncuanto a la Liahona, el director o la brújula que Lehi y su familia utilizaron durante su viaje por el desiertoincluyó de manera específica en los anales como un símbolo y una figura para nuestros días, y es una leccesencial acerca de lo que debemos hacer a fin de disfrutar de las bendiciones del Espíritu Santo.

A medida que nos esforcemos por alinear nuestra actitud y nuestras acciones en rectitud, entonces el EspírSanto llega a ser para nosotros hoy en día lo que la Liahona fue para Lehi y para su familia en su época. Los mismfactores que hacían que la Liahona funcionara para Lehi invitarán de igual manera al Espíritu Santo a nuestra vY los mismos factores que hacían que la Liahona no funcionara antiguamente harán de la misma forma que enactualidad nosotros nos alejemos del Espíritu Santo.

La Liahona: Los propósitos y los principios

Les testifico que, al estudiar y meditar acerca de los propósitos y los principios por los cuales funcionabaLiahona, recibiremos inspiración apropiada para nuestras circunstancias y necesidades personales y familiaSomos y seremos bendecidos con dirección continua del Espíritu Santo.

El Señor preparó la Liahona y se la dio a Lehi y a su familia después de partir de Jerusalén y mientras encontraban viajando por el desierto (véase Alma 37:38; D. y C. 17:1). Esa brújula, o director, marcaba el camque Lehi y su caravana debían seguir (véase 1 Nefi 16:10), sí “un curso directo a la tierra prometida” (Alma 37:4Las agujas de la Liahona “funcionaban de acuerdo con la fe, diligencia y atención” (1 Nefi 16:28) de los viajantecesaba de funcionar cuando los miembros de la familia eran contenciosos, groseros, perezosos o se olvidaban dque debían recordar (véase 1 Nefi 18:12, 21; Alma 37:41, 43).

Esa brújula también proporcionaba el medio por el cual Lehi y su familia podían obtener un mayor “conocimierespecto a las vías del Señor” (1 Nefi 16:29). Por consiguiente, los propósitos primordiales de la Liahona eproporcionar tanto dirección como instrucción durante un viaje largo y agotador. Ese director fue un instrumen

tangible que sirvió como indicador externo de su estado espiritual interno ante Dios, y funcionaba de acuerdo clos principios de fe y diligencia.

Así como Lehi obtuvo bendiciones en tiempos antiguos, a cada uno de nosotros en esta época se le ha dado ubrújula espiritual que nos dirige y nos instruye durante nuestro trayecto terrenal. Tanto a ustedes como a mínos confirió el Espíritu Santo al salir del mundo y al entrar en la Iglesia del Salvador por medio del bautismo y dconfirmación. Mediante la autoridad del santo sacerdocio se nos confirmó miembros de la Iglesia y se amonestó a buscar la compañía constante del “Espíritu de la verdad, al cual el mundo no puede recibir, porquele ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros” (Juan 14:17).

Al seguir adelante por el camino de la vida, cada uno de nosotros recibe la dirección del Espíritu Santo de la mis

forma en que Lehi la recibió por medio de la Liahona. “Porque he aquí, os digo otra vez, que si entráis por la sey recibís el Espíritu Santo, él os mostrará todas las cosas que debéis hacer” (2 Nefi 32:5).

En nuestra vida, el Espíritu Santo funciona exactamente como la Liahona lo hizo para Lehi y su familia, de acuecon nuestra fe, diligencia y atención.

“…deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá enpresencia de Dios…



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“El Espíritu Santo será tu compañero constante, y tu cetro, un cetro inmutable de justicia y de verdad…” (DC.121:45–46).

Y el Espíritu Santo nos proporcionará hoy los medios por los cuales recibiremos, “por medio de cosas pequeñasencillas” (Alma 37:6), un mayor entendimiento en cuanto a las vías del Señor. “Mas el Consolador, el EspírSanto, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo osdicho” (Juan 14:26).

El Espíritu del Señor será nuestra guía y nos bendecirá con dirección, instrucción y protección espiritual a la larde nuestro trayecto terrenal. Invitamos al Espíritu Santo a nuestra vida por medio de la sincera oración, tapersonal como familiar, al deleitarnos en las palabras de Cristo, por medio de la obediencia precisa y diligentefidelidad, y al honrar nuestros convenios y mediante la virtud, la humildad y el servicio. Debemos firmemeevitar las cosas que son inmodestas, ordinarias, vulgares, pecaminosas o malas que hacen que nos alejemos Espíritu Santo.

También invitamos a tener la compañía constante del Espíritu Santo al participar dignamente de la Santa Ccada domingo: “Y para que más íntegramente te conserves sin mancha del mundo, irás a la casa de oraciónofrecerás tus sacramentos en mi día santo” (D. y C.59:9).

Mediante la ordenanza de la Santa Cena, renovamos nuestro convenio bautismal y recibimos y retenemosremisión de nuestros pecados (véase Mosíah 4:12, 26). Además, se nos recuerda semanalmente la promesa desiempre podamos tener Su Espíritu con nosotros . Al esforzarnos por mantenernos puros y sin mancha del munnos convertimos en vasos dignos en los que el Espíritu del Señor podrá morar siempre.

En febrero de 1847, el profeta José Smith se le apareció a Brigham Young en un sueño o en una visión. El presideYoung le preguntó al Profeta si él tenía algún mensaje para las Autoridades Generales. El profeta José le contes“Diga a la gente que sea humilde y fiel y se asegure de conservar el Espíritu del Señor, el cual le guiará con justiQue tengan cuidado y no se alejen de la voz apacible; ésta les enseñará lo que deben hacer y adónde ir; les provelos frutos del Reino…” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young, pág. 45, cursiva agregadDe todas las verdades que el profeta José pudo haberle enseñado a Brigham Young en esa sagrada ocasión, él hhincapié en la importancia de obtener y conservar el Espíritu del Señor.

Mis queridos hermanos y hermanas, les testifico de la realidad de la existencia de Dios el Padre Eterno y de Su hJesucristo y del Espíritu Santo. Que cada uno de nosotros viva para que siempre podamos tener Su Espíritu

nosotros, y de ese modo ser merecedores de las bendiciones tanto de dirección como de instrucción y proteccque son esenciales en estos últimos días. En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.



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Y no hay para ellos tropiezo

David A. Bednar


Mediante el fortalecedor poder de la expiación de Jesucristo, ustedes y yo seremos bendecidos para evisentirnos ofendidos y triunfar sobre la ofensa.

En esta ocasión, ruego que el Espíritu Santo nos preste ayuda tanto a mí como a ustedes al repasar junimportantes principios del Evangelio.

Una de mis actividades preferidas como líder del sacerdocio es visitar a los miembros en sus hogares. Disfrutoparticular de saludar a los miembros a los que se suele describir como “menos activos” y de conversar con ellos.

Durante los años en los que fui presidente de estaca, acostumbraba ponerme en contacto con alguno de los obisy le solicitaba que, tras orar sobre ello, seleccionase a personas o a familias a las que podríamos visitar junt

Antes de salir, el obispo y yo nos arrodillábamos para suplicar a nuestro Padre Celestial que nos diese orientacióinspiración tanto a nosotros como a los miembros a los que iríamos a ver.

Nuestras visitas eran sencillas y precisas. Expresábamos a los miembros afecto y gratitud por la oportunidadencontrarnos en su casa, y les reiterábamos que habíamos llegado hasta allí como siervos del Señor comisionapor Él. Además, les poníamos de relieve el hecho de que los echábamos de menos y de que los necesitábamosmismo tiempo que ellos necesitaban las bendiciones del Evangelio restaurado. Al principio de la conversación,solía hacerles una pregunta como ésta: “Por favor, ¿nos ayudarían a entender por qué razón no están participanactivamente en los programas de la Iglesia y, por ende, de sus bendiciones?”.

Cabe decir que he hecho centenares de visitas por el estilo. Cada persona, cada familia, cada hogar y cada respue

eran diferentes. No obstante, a través de los años, he descubierto un factor común en muchas de las respuestamis preguntas. A menudo, me daban respuestas como las siguientes:

“Hace varios años, un hermano dijo algo en la Escuela Dominical que me ofendió, por lo que desde entonces novuelto a Iglesia”.

“Nadie de esa rama me saludó ni se acercó a mí y me sentí como un intruso. Me sentí ofendido por lo pamistosos que son en esa rama”.

“No me pareció bien el consejo que me dio el obispo. No volveré a poner un pie en ese edificio mientras él ocuese cargo”.

Y así, mencionaban muchas otras razones por las que se habían ofendido, desde diferencias doctrinales entre adultos hasta el haber recibido insultos y burlas crueles de los jóvenes y el haber sido excluido por ellos. Perofactor reiterativo era: “Me sentí ofendido por…”

El obispo y yo los escuchábamos con atención y con sinceridad, y en seguida, uno de nosotros les preguntaacerca de su conversión al Evangelio restaurado y de su testimonio de éste. Mientras conversábamos, a ebuenas personas se les llenaban los ojos de lágrimas al recordar el testimonio confirmador del Espíritu Santdescribir sus anteriores experiencias espirituales. La mayoría de las personas “menos activas” a las que he visittenían un testimonio perceptible y tierno de la veracidad del Evangelio restaurado. Sin embargo, no estabparticipando en las actividades ni en las reuniones de la Iglesia.



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A continuación, yo les decía algo así: “Permítame llegar a entender bien lo que le ha ocurrido. Por motivo de qalguien en la Iglesia le ha ofendido, usted no ha sido bendecido mediante la ordenanza de la Santa Cena y seapartado de la compañía constante del Espíritu Santo; debido a que alguien en la Iglesia le ha ofendido, seseparado de las ordenanzas del sacerdocio y del Santo Templo; además, ha interrumpido su oportunidadprestar servicio al prójimo y de aprender y de progresar. Y está dejando barreras que impedirán el progrespiritual de sus hijos, de los hijos de sus hijos y de las generaciones que les seguirán”. En muchas ocasiones, personas se quedaban pensando unos momentos y, en seguida, respondían: “Nunca he pensado en ello de

manera”. Al llegar a ese punto, el obispo y yo les hacíamos la siguiente invitación: “Estimado amigo: Hemos venido hoaconsejarle que el momento de dejar de sentirse ofendido es ahora mismo. No sólo nosotros le necesitamousted, sino que usted necesita las bendiciones del Evangelio restaurado de Jesucristo. Por favor, regrese y hágahora”.

Escojan no sentirse ofendidos

Cuando creemos o afirmamos que se nos ha ofendido, solemos querer decir que nos hemos sentido insultadmaltratados, desairados o que nos han faltado al respeto. Y, desde luego, al relacionarnos con las demás personvamos a ser objeto de expresiones torpes que nos hagan sentir vergüenza, de observaciones carentes

escrúpulos y maliciosas, por las que podríamos sentirnos ofendidos. No obstante, básicamente, es imposible otra persona los ofenda a ustedes o que me ofenda a mí. De hecho, creer que otra persona nos ha ofendidofundamentalmente falso, puesto que el sentirnos ofendidos es un sentimiento que escogemos experimentar y noestado inferido a nosotros ni impuesto sobre nosotros por otra persona o cosa.

En la espléndida distribución de todas las creaciones de Dios, existen tanto las cosas que actúan como aquélsobre las cuales se actúa (véase 2 Nefi 2:13–14). Los hijos y las hijas de nuestro Padre Celestial hemos sbendecidos con el don del albedrío moral, la capacidad de actuar y de escoger independientemente. Habiendo sdotados del albedrío, ustedes y yo venimos a ser agentes, y ante todo hemos de actuar y no permitir tan sólo queactúe sobre nosotros. El creer que alguien o algo podrá hacernos sentir ofendidos, irritados, lastima

emocionalmente o amargados disminuye nuestro albedrío moral y nos transforma en objetos sobre los cualesactúa. Sin embargo, en calidad de agentes, ustedes y yo tenemos el poder de actuar y de escoger la forma en la qreaccionaremos ante una situación agraviadora o hiriente.

Thomas B. Marsh, que fue el primer Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles en esta dispensación, escosentirse ofendido por un asunto tan insignificante como la nata de la leche (véase Deseret News, abril de 1856, p44). Brigham Young, en cambio, fue severa y públicamente reprendido por el profeta José Smith, pero escogiósentirse ofendido por ello (véase Truman G. Madsen, “Hugh B. Brown—Youthful Veteran”, New Era, abril de 19pág. 16).

En muchos casos, el escoger sentirse ofendido es síntoma de un mal espiritual mucho más profundo y más gra

Thomas B. Marsh permitió que se actuase sobre él y lo que al final se desprendió de ello fueron la apostasía ysufrimiento. Brigham Young fue un agente que ejerció su albedrío y actuó en conformidad con principios correcy llegó a ser un instrumento poderoso en las manos del Señor.

El Salvador ha sido el mayor ejemplo del modo en que debemos reaccionar ante sucesos o situaciopotencialmente insultantes.

“Y el mundo, a causa de su iniquidad, lo juzgará como cosa de ningún valor; por tanto, lo azotan, y él lo soportahieren y él lo soporta. Sí, escupen sobre él, y él lo soporta, por motivo de su amorosa bondad y su longanimipara con los hijos de los hombres” (1 Nefi 19:9).



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Mediante el fortalecedor poder de la expiación de Jesucristo, ustedes y yo seremos bendecidos para evisentirnos ofendidos y triunfar sobre la ofensa. “Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiees decir, no hay ofensa para ellos (Salmos 119:165).

El laboratorio de aprendizaje de los últimos días

Tal vez consideremos que la capacidad de superar la ofensa está fuera de nuestro alcance; sin embargo, dicapacidad no está reservada ni circunscrita a líderes destacados de la Iglesia como Brigham Young. La natural

misma de la expiación del Redentor y el propósito de la Iglesia restaurada tienen por objeto ayudarnos a reciprecisamente esa clase de fortaleza espiritual.

Pablo enseñó a los santos de Efesos que el Salvador estableció Su Iglesia “a fin de perfeccionar a los santos paraobra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medde la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:12–13).

Por favor, fíjense en el empleo del dinámico vocablo “perfeccionar”. Como lo describió el élde r Neal A. MaxwelIglesia “no es una casa de reposo para los que ya son perfectos” (“El hermano ofendido”, Liahona, julio de 19

pág. 78), sino que la Iglesia es un laboratorio de aprendizaje y un taller de trabajo en el que adquirimos experienal practicar los unos con los otros en el proceso continuo de “perfeccionar a los santos”.

El élder Maxwell también explicó con profunda comprensión que en este laboratorio de aprendizaje de los últimdías que se conoce como la Iglesia restaurada, los miembros de ella constituyen “el material clínico” (véase “Jethe Perfect Mentor”, Ensign, febrero de 2001, pág. 13) que es esencial para el progreso y la superación de personas. La maestra visitante aprende su deber al prestar servicio y al querer a sus hermanas de la SociedadSocorro. El maestro inexperto aprende valiosas lecciones al enseñar tanto a los miembros de la clase qparticipan como a aquellos que prestan poca atención y de ese modo llega a ser un maestro más eficaz. Un nueobispo aprende a ser obispo por medio de la inspiración y del trabajar con los miembros del barrio que le apoyde todo corazón, aun cuando reconocen sus flaquezas humanas.

El comprender que la Iglesia es un laboratorio de aprendizaje contribuye a prepararnos para la inevitable realidde alguna forma y en algún momento, alguien en esta Iglesia hará o dirá algo que podrá considerarse ofensivo.suceso así ciertamente le ocurrirá a cada uno de nosotros e, indudablemente, más de una vez. Aun cuando personas no tengan la intención de lastimarnos ni de ofendernos, actuarán alguna vez con falta de consideracióde tacto.

Si bien ustedes y yo no podemos ejercer control en las intenciones ni en el comportamiento de las demás personsí determinamos la forma en la que actuaremos. Les ruego que recuerden que tanto ustedes como yo somagentes dotados de albedrío moral y que podemos escoger no sentirnos ofendidos.

Durante un peligroso periodo de guerra, hubo un intercambio de epístolas entre Moroni, capitán de los ejércinefitas, y Pahorán, juez superior y gobernador de la tierra. Moroni, cuyo ejército padecía porque el gobierno nohabía proporcionado ayuda suficiente, escribió a Pahorán “por vía de reprobación” (Alma 60:2) y le acusaseveramente de insensibilidad, desidia y negligencia. Pahorán hubiera podido sentirse fácilmente ofendido pomensaje de Moroni, pero escogió no ofenderse y le respondió en tono compasivo, describiéndole la rebelión qhabía habido en contra del gobierno y de la que Moroni no estaba al tanto. En su epístola le decía: “He aquí, Morte digo que no me regocijo por vuestras grandes aflicciones, sí, ello contrista mi alma… Ahora bien, me hcensurado en tu epístola, pero no importa; no estoy enojado, antes bien, me regocijo e n la grandeza de tu coraz(Alma 61:2, 9).



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Uno de los grandes indicadores de nuestra propia madurez espiritual se pone de manifiesto en la forma en la qreaccionamos ante las debilidades, la inexperiencia y las acciones potencialmente ofensivas de los demás. Algobjeto, algún suceso o alguna expresión podrá ser insultante, pero ustedes y yo podremos escoger no sentirofendidos, y decir junto con Pahorán: “no importa”.

Dos invitaciones

Doy fin a mi mensaje con dos invitaciones.

Invitación Nº 1

Los invito a aprender acerca de las enseñanzas del Salvador con respecto al trato entre las personas y a aplicarlaepisodios que podrían interpretarse como ofensivos.

“Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborreceorad por los que os ultrajan y os persiguen;

“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?

“Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?

“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:43–44; 46–48).

No deja de ser interesante que a la admonición: “Sed, pues, vosotros perfectos…” preceda de inmediato el conssobre el modo en que debemos actuar ante los que nos hacen mal y nos ofenden. Evidentemente, los estricrequisitos que llevan a la perfección de los santos comprenden asignaciones que nos ponen a prueba. Si algupersona dice o hace algo que consideramos insultante, nuestra primera obligación es negarnos a sentirnofendidos y, en seguida, comunicarnos en privado, con sinceridad y directamente con esa persona. Ese modoactuar invita a la inspiración del Espíritu Santo y permite que se aclaren los conceptos erróneos, y que al mis

tiempo, se comprendan las verdaderas intenciones.

Invitación Nº 2

Es probable que muchas de las personas y de las familias que tienen mayor necesidad de oír este mensaje refereal escoger no sentirse ofendidas no estén participando con nosotros en la conferencia de hoy. Me imagino qtodos nosotros conocemos a miembros que se mantienen alejados de la Iglesia por motivo de que han escogsentirse ofendidos y que serían bendecidos si volvieran.

Por favor, ¿seleccionarán a alguna persona a la que visitarán e invitarán a volver a adorar al Señor con nosotrQuizá podrían llevarle una copia de este mensaje, o tal vez prefieran analizar los principios que hemos examinhoy. Y, por favor, recuerden que todo esto debe expresarse con amor y con mansedumbre, y de ninguna mancon espíritu de superioridad moral ni de orgullo.

Al responder a esta invitación con fe en el Salvador, les testifico y les prometo que se abrirán puertas, será llenuestra boca, el Espíritu Santo dará testimonio de la verdad eterna y el fuego del testimonio se reavivará.

Como Su siervo, hago eco de las palabras del Maestro, cuando Él declaró: “Estas cosas os he hablado, para quetengáis tropiezo [ofensa]” (Juan 16:1). Doy testimonio de la realidad y de la divinidad del Salvador viviente y depoder para ayudarnos a evitar el sentirnos ofendidos y a superar las ofensas. En el sagrado nombre de JesucriAmén.



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Os es necesario nacer de nuevo

David A. Bednar


Por medio de la fe en Cristo podemos estar preparados espiritualmente y librarnos del pecado, sumergirnosaturarnos en Su evangelio y ser purificados y sellados a través del Santo Espíritu de la Promesa.

La casa donde vivíamos durante mi niñez en California estaba bastante cerca de grandes huertos de albaricoquedamascos, cerezas, duraznos o melocotones, peras y otras frutas deliciosas. También vivíamos cerca de plantíospepinos, de tomates y de una variedad de verduras.

De niño, esperaba ansioso la época para envasar. No me gustaba lavar los frascos ni trabajar en el calor decocina, pero me gustaba trabajar con mi mamá y con mi papá; y, ¡me encantaba comer el fruto de mi trabajo! Esseguro de que comía más fruta de la que ponía dentro de los frascos.

Cada vez que veo un frasco de envase casero de cerezas o de duraznos, me acuerdo del tiempo que pasaba cmamá y papá en la cocina. Las lecciones básicas que aprendí acerca de la autosuficiencia temporal y de una vprovidente al recoger y envasar alimentos, han sido una bendición en mi vida. Es interesante notar que, cfrecuencia, en las experiencias simples y comunes se nos brindan las oportunidades más importantes aprendizaje que jamás hayamos tenido.

Como adulto, he reflexionado sobre las cosas que observaba en la cocina durante la época en la que envasábamEsta mañana me gustaría hablar de las lecciones espirituales que aprendemos del proceso mediante el cualpepino se convierte en un pepinillo encurtido. Invito al Espíritu Santo a que esté con nosotros mientconsideramos la importancia de esas lecciones para mí y para ustedes al venir a Cristo y al nacer de nueespiritualmente.

Los pepinos y los pepinillos

Un pepinillo encurtido es un pepino que se ha transformado al seguir una receta específica y una serie de pasLos primeros pasos para transformar un pepino en un pepinillo es prepararlo y limpiarlo. Recuerdo las muchoras que pasaba en el patio del fondo de mi casa quitando los tallos y la tierra de los pepinos que habíamrecogido. Mi madre era muy precisa en cuanto a la preparación y la limpieza de los pepinos; tenía altas normaslimpieza y siempre inspeccionaba mi trabajo para asegurarse de que esa tarea importante se hubiese efectuaadecuadamente.

Los siguientes pasos en el proceso de la transformación son sumergir y saturar los pepinos en salmuera por

tiempo prolongado. Para preparar la salmuera, mi mamá siempre seguía una receta que había aprendido demadre; una receta con ingredientes especiales y procedimientos meticulosos. La única forma en que los pepipueden convertirse en pepinillos es si están totalmente sumergidos en salmuera por un determinado periodoproceso para encurtirlos altera la composición del pepino en forma gradual y produce la apariencia transparentel sabor característico del pepinillo. Rociarlo o sumergirlo de vez en cuando en salmuera no producirátransformación necesaria; en vez de ello, se debe sumergir en forma estable, continua y completa para que ocuel cambio que se desea.

Como último paso del proceso, se deben sellar los pepinillos encurtidos en frascos esterilizados y purificadosllena el frasco con los pepinillos, éstos se cubren con salmuera hirviendo y se procesan en un recipiente p



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calentar al baño María. Se deben quitar todas las impurezas tanto de los pepinillos como de los frascos para queproteja y se conserve el producto final. Si se sigue este procedimiento adecuadamente, los pepinillos se puedalmacenar y disfrutar por largo tiempo.

En resumen, un pepino se transforma en pepinillo al prepararlo, limpiarlo, sumergirlo y saturarlo en salmueraluego sellarlo en un recipiente esterilizado. Este procedimiento requiere tiempo, no se puede apresurar, nipuede pasar por alto ni evitar ninguno de los pasos esenciales.

Un gran cambio

Los siervos autorizados del Señor enseñan reiteradamente que uno de los propósitos principales de nuesexistencia terrenal es que se produzca un cambio espiritual y una transformación por medio de la expiaciónJesucristo. Alma declaró:

“No te maravilles de que todo el género humano, sí, hombres y mujeres, toda nación, tribu, lengua y pueblo, debnacer otra vez; sí, nacer de Dios, ser cambiados de su estado carnal y caído, a un estado de rectitud, sienredimidos por Dios, convirtiéndose en sus hijos e hijas;

“y así llegan a ser nuevas criaturas; y a menos que hagan esto, de ningún modo pueden heredar el reino de Di

(Mosíah 27:25–26).Se nos ha instruido que debemos: “[Venir] a Cristo, y [perfeccionarnos] en él, y [abstenernos] de toda impied(Moroni 10:32), convertirnos en “nuevas criaturas” en Cristo (véase 2 Corintios 5:17), despojarnos del “homnatural” (Mosíah 3:19), y experimentar “un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones, por lo queno tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente” (Mosíah 5:2). Tengan a bien noque la conversión que se describe en esos versículos es potente, no pequeña; es un nacimiento espiritual y cambio fundamental en lo que sentimos y en lo que deseamos, en lo que pensamos, en lo que hacemos y en lo qsomos. En efecto, la esencia del evangelio de Jesucristo supone un cambio fundamental y permanente en nuesnaturaleza, lo cual es posible a través de nuestra dependencia en “los méritos, y misericordia, y gracia del SaMesías” (2 Nefi 2:8). Al escoger seguir al Maestro, escogemos cambiar, para nacer de nuevo espiritualmente.

Preparar y limpiar

Al igual que un pepino se debe preparar y limpiar antes de que sea un pepinillo, también nosotros podemprepararnos con “las palabras de la fe y de la buena doctrina” (1 Timoteo 4:6) y purificarnos, inicialmente, pmedio de las ordenanzas y los convenios que se administran mediante la autoridad del sacerdocio aarónico.

“Y continuó el sacerdocio menor, que tiene la llave del ministerio de ángeles y el evangelio preparatorio,

“El cual es el evangelio de arrepentimiento y de bautismo, y la remisión de pecados” (D. y C. 84: 26–27).

El Señor ha establecido una elevada norma de pureza.

“Enséñalo, pues, a tus hijos, que es preciso que todos los hombres, en todas partes, se arrepientan, o de ningumanera heredarán el reino de Dios, porque ninguna cosa inmunda puede morar allí, ni morar en su presenc(Moisés 6:57).

La preparación y la limpieza apropiada son los primeros pasos del proceso para nacer de nuevo.

Sumergir y saturar

Así como el pepino cambia a pepinillo cuando se sumerge y se satura en salmuera, también ustedes y yo nacemde nuevo al ser absorbidos en el evangelio de Jesucristo y por medio de él. A medida que honremos



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“[observemos] los convenios” (D. y C. 42:13) que hemos hecho, y nos “[deleitemos] en las palabras de Cristo”Nefi 32:3), y “[pidamos] al Padre con toda la energía de [nuestros] corazones” (Moroni 7:48), y “[sirvamos a Dicon todo [nuestro] corazón, alma, mente y fuerza” (Doctrina y Convenios 4:2), entonces:

“A causa del convenio que habéis hecho, seréis llamados progenie de Cristo, hijos e hijas de él, porque he aquí, hél os ha engendrado espiritualmente; pues decís que vuestros corazones han cambiado por medio de la fe ennombre; por tanto, habéis nacido de él y habéis llegado a ser sus hijos y sus hijas” (Mosíah 5:7).

En este versículo se habla en cuanto al nacer de nuevo espiritualmente, lo que por lo general no ocurre de forrápida ni todo a la vez, sino que es un proceso continuo, y no un acontecimiento único. Línea por línea y precepor precepto, de forma gradual y casi imperceptiblemente, nuestras intenciones, nuestros pensamientos, nuestpalabras y nuestras obras llegan a estar en armonía con la voluntad de Dios. Esa fase del proceso transformación requiere tiempo, perseverancia y paciencia.

Un pepino sólo llega a ser un pepinillo si se sumerge en salmuera de forma estable, continua y completa. Téngen cuenta que la sal es el ingrediente clave de la receta. La sal se usa con frecuencia en las Escrituras como símbolo, tanto de un convenio como de un pueblo del convenio; y del mismo modo en que la sal es esencial ptransformar el pepino en pepinillo, también los convenios son fundamentales para nacer de nuevo espiritualmen

Comenzamos el proceso de nacer de nuevo al ejercitar fe en Cristo, al arrepentirnos de nuestros pecados y al bautizados por inmersión para la remisión de los pecados por alguien que tiene la autoridad del sacerdocio.

“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó demuertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:4).

Después de salir de las aguas del bautismo, nuestra alma tiene que estar inmersa y saturada continuamente converdad y la luz del evangelio del Salvador. El sumergirnos de vez en cuando y de manera superficial en la doctrde Cristo y la participación parcial en Su Iglesia restaurada no producirá la transformación espiritual que permita andar en vida nueva; más bien, se requiere la fidelidad a los convenios, la dedicación constante y el ofretoda nuestra alma a Dios, si es que vamos a recibir las bendiciones de la eternidad.

“Quisiera que vinieseis a Cristo, el cual es el Santo de Israel, y participaseis de su salvación y de l poder deredención. Sí, venid a él y ofrecedle vuestras almas enteras como ofrenda, y continuad ayunando y orandoperseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos” (Omni 1:26).

La inmersión y la saturación totales en el evangelio del Salvador son pasos esenciales en el proceso para nacernuevo.

Purificar y sellar

Los frascos esterilizados se llenan con los pepinos encurtidos y se calientan en agua hirviendo para eliminar tolas impurezas y sellar los recipientes de contaminantes externos. Al calentar al baño María, los pepinillosprotegen y se preservan durante largo tiempo. De la misma manera, llegamos a ser cada vez más puros y msantificados al ser lavados en la sangre del Cordero; nacemos de nuevo, recibimos las ordenanzas y honramos convenios que se han administrado por medio de la autoridad del sacerdocio de Melquisedec.

“No obstante, ayunaron y oraron frecuentemente, y se volvieron más y más fuertes en su humildad, y más y mfirmes en la fe de Cristo, hasta henchir sus almas de gozo y de consolación; sí, hasta la purificación y santificacde sus corazones, santificación que viene de entregar el corazón a Dios” (Helamán 3:35).



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La palabra “sellar” en mi mensaje de hoy no se refiere exclusivamente a la ordenanza del matrimonio eterno queefectúa en la Casa del Señor, sino que utilizo esa palabra con el sentido que se explica en la sección 76 de DoctrinConvenios:

“Éste es el testimonio del evangelio de Cristo concerniente a los que saldrán en la resurrección de los justos:

“Éstos son los que recibieron el testimonio de Jesús, y creyeron en su nombre, y fueron bautizados según la mande su sepultura, siendo sepultados en el agua en su nombre; y esto de acuerdo con el mandamiento que él ha dad

“Para que, guardando los mandamientos, fuesen lavados y limpiados de todos sus pecados, y recibiesen el SaEspíritu por la imposición de las manos del que es ordenado y sellado para ejercer este poder;

“y son quienes vencen por la fe, y son sellados por el Santo Espíritu de la promesa, que el Padre derrama sotodos los que son justos y fieles” (versículos 50–53).

El Santo Espíritu de la Promesa es el poder ratificador del Espíritu Santo. Cuando el Santo Espíritu de la Promsella una ordenanza, una promesa o un convenio, éstos se ligan en la tierra y en los cielos (véase D. y C. 132Recibir ese “sello de aprobación” del Espíritu Santo es el resultado de honrar los convenios del Evangelio cfidelidad, integridad y firmeza “con el transcurso del tiempo” (Moisés 7:21). Sin embargo, el sellamiento pu

anularse por la falta de rectitud y por la transgresión.La purificación y el sellamiento por medio del Santo Espíritu de la Promesa son los pasos culminantes en el procde nacer de nuevo.

“Con la fuerza de mi alma”

Mis queridos hermanos y hermanas, ruego que esta parábola del pepinillo nos ayude a evaluar nuestra vida comprender mejor la importancia eterna de nacer de nuevo espiritualmente. Así como Alma el profeta: “Hablo cla fuerza de mi alma” (Alma 5:43).

“Os digo que éste es el orden según el cual soy llamado, sí, para predicar a mis amados hermanos, sí, y a todo el q

mora sobre la tierra; sí, a predicar a todos, ora ancianos o jóvenes, ora esclavos o libres; sí, os digo, a los de edavanzada y también a los de edad mediana y a la nueva generación; sí, para declararles que deben arrepentirsnacer de nuevo” (Alma 5:49).

Testifico de la realidad y divinidad de un Salvador viviente que nos invita a venir a Él y ser transformados. Testique Su Iglesia y la autoridad del sacerdocio se han restaurado por conducto del profeta José Smith. Por medio dfe en Cristo podemos estar preparados espiritualmente y librarnos del pecado, sumergirnos y saturarnos enEvangelio y ser purificados y sellados a través del Santo Espíritu de la Promesa, sí, nacer de nuevo. En el sagranombre de Jesucristo. Amén.



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Limpios de manos y puros de corazón

David A. Bednar


Nuestro propósito espiritual es superar tanto el pecado como el deseo de pecar, tanto la mancha del pecado cosu tiranía.

Tengo gratos recuerdos de mi niñez de cuando mi madre me leía las historias del Libro de Mormón. Era muy hápara hacer que los episodios de las Escrituras parecieran reales en mi juvenil imaginación y no me cabía dudaque mi madre tenía un testimonio de la veracidad de ese registro sagrado. Recuerdo en forma especialdescripción de la visita del Salvador al continente americano después de Su resurrección y de Sus enseñanzapueblo de la tierra de Abundancia. Por medio de la simple constancia de su ejemplo y testimonio, mi maencendió en mí las primeras llamas de fe en el Salvador y en Su Iglesia de los últimos días. Llegué a saber pormismo que el Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo y que contiene la plenitud de Su evangelio eter(véase D. y C. 27:5).

Hoy me gustaría examinar con ustedes uno de mis relatos favoritos del Libro de Mormón: La aparición del Salvaen el Nuevo Mundo, y analizar Sus enseñanzas a la multitud acerca del poder santificador del Espíritu Santo. Rula guía del Espíritu, tanto para mí como para ustedes.

El ministerio del Salvador en el Nuevo Mundo

Durante el ministerio del Salvador en el Nuevo Mundo, que duró tres días, Él enseñó Su doctrina, autorizó a discípulos para efectuar las ordenanzas del sacerdocio, sanó a los enfermos, oró por la gente y con ternura benda los niños. Al acercarse el final del tiempo que el Salvador estaría con el pueblo, resumió en forma concisa principios fundamentales de Su evangelio.

El dijo: “Y éste es el mandamiento: Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizaen mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer díapresentéis ante mí sin mancha” (3 Nefi 27:20).

Es esencial que comprendamos y apliquemos a nuestra vida los principios básicos que describió el Maestro en epasaje de las Escrituras. El primero fue el arrepentimiento, es decir, “entreg[ar] [el] corazón y [la] voluntad a Dioabandonando el pecado” (Guía para el Estudio de las Escrituras, pág. 19, “Arrepentimiento”). Al buscar y recibirforma apropiada el don espiritual de la fe en el Redentor, recurrimos a los méritos, la misericordia y la gracia Santo Mesías y confiamos en ellos (véase 2 Nefi 2:8). El arrepentimiento es el dulce fruto que se recibe por la feel Salvador e implica volcarnos a Dios y alejarnos del pecado.

A continuación, el Señor resucitado explicó la importancia de venir a Él. La multitud se congregó en el templo yles invitó, en forma literal, a venir al Salvador “uno por uno” (3 Nefi 11:15) a palpar las marcas de los clavos enmanos y en los pies del Maestro y meter las manos en Su costado. Todos los que tuvieron esa experiencia “supiecon certeza, y dieron testimonio de que era él” (versículo 15), Jesucristo mismo, el que había venido.

El Salvador también enseñó al pueblo a venir a Él por medio de convenios sagrados y les recordó que eran “hijos del convenio” (3 Nefi 20:26). Recalcó la importancia eterna de las ordenanzas del bautismo (véase 3 N11:19–39) y del recibir el Espíritu Santo (véase 3 Nefi 11:35–36; 12:6; 18:36–38). De igual forma, se nos amonea ustedes y a mí, a volvernos a Cristo, aprender de Él y venir a Él por medio de los convenios y las ordenanzas de



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evangelio restaurado. Al hacerlo, con el tiempo y al final, llegaremos a conocerlo (véase Juan 17:3) “en su protiempo y a su propia manera, y de acuerdo con su propia voluntad” (D. y C. 88:68), como lo hizo el pueblo detierra de Abundancia.

El arrepentirse y venir a Cristo por medio de los convenios y las ordenanzas de salvación son los requisitos ypreparación para ser santificados mediante la recepción del Espíritu Santo y presentarnos sin mancha ante Diosel postrer día. Ahora quisiera que concentráramos nuestra atención en la influencia santificadora que el EspírSanto puede ser en nuestra vida.

Nuestra jornada espiritual

La puerta del bautismo conduce al estrecho y angosto camino y a la meta de despojarnos del hombre naturallegar a ser santos mediante la expiación de Cristo, el Señor (véase Mosíah 3:19). El propósito de nuestra jornaterrenal no es simplemente ver los paisajes de la tierra o utilizar el tiempo que se nos adjudicó con fines egoístsino más bien “[andar] en vida nueva” (Romanos 6:4), ser santificados al entregar nuestro corazón a Dios (véHelamán 3:35), y obtener “la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16).

Se nos manda y se nos enseña a vivir de manera tal que nuestro estado caído cambie por medio del posantificador del Espíritu Santo. El presidente Marion G. Romney enseñó que el bautismo de fuego por el Espír

Santo “nos cambia de lo carnal a lo espiritual; limpia, sana y purifica el alma… La fe en el Señor Jesucristoarrepentimiento y el bautismo de agua son todos elementos preliminares y requisitos del mismo, pero [el bautisde fuego] es la culminación. El recibir [este bautismo de fuego] significa que nuestros vestidos son lavados ensangre expiatoria de Jesucristo” (véase Learning for the Eternities, comp. George J. Romney, 1977, pág. 133; vétambién 3 Nefi 27:19–20).

Por lo tanto, al nacer de nuevo y procurar tener siempre Su Espíritu con nosotros, el Espíritu Santo santificrefina nuestra alma como si fuese por fuego (véase 2 Nefi 31:13 –14, 17); y finalmente, nos hallaremos sin manante Dios.

El evangelio de Jesucristo abarca mucho más que evitar, vencer y ser limpios del pecado y de las malas influenc

de nuestra vida; también conlleva, fundamentalmente, hacer el bien, ser buenos y llegar a ser mejorArrepentirnos de nuestros pecados y pedir perdón son cosas espiritualmente necesarias, y siempre debemhacerlas, pero la remisión de los pecados no es ni el único ni aun el más importante propósito del Evangelio. El qnuestro corazón cambie por medio del Espíritu Santo al punto de “ya no ten[er] más disposición a obrar mal, sinhacer lo bueno continuamente” (Mosíah 5:2), como tenía el pueblo del rey Benjamín, es la responsabilidad qhemos aceptado bajo convenio. Este potente cambio no es sólo el resultado de esforzarnos con más ahínco o lograr mayor disciplina individual; más bien, es la consecuencia de un cambio radical en nuestros deseos, motiy naturaleza, que se logra por medio de la expiación de Cristo el Señor. Nuestro propósito espiritual es supetanto el pecado como el deseo de pecar, tanto la mancha del pecado como su tiranía.

A través de las edades, los profetas han recalcado los dos requisitos: (1) evitar y vencer el mal, y (2) hacer el biellegar a ser mejores. Consideremos la profunda pregunta que hizo el salmista:

“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?

“El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño” (Salm24:3–4).

Hermanos y hermanas, es posible ser limpios de manos y no ser puros de corazón. Tengan en cuenta que tanto manos limpias como el corazón puro son necesarios para subir al monte de Jehová y estar en Su lugar santo.



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Permítanme sugerir que las manos se limpian mediante el proceso de despojarnos del hombre natural y de venel pecado y las malas influencias de nuestra vida por medio de la expiación del Salvador. El corazón se purificarecibir Su poder fortalecedor para hacer el bien y llegar a ser mejores. Todos nuestros deseos dignos y buenobras, aunque son muy necesarios, no producen manos limpias y un corazón puro. La expiación de Jesucristo eque proporciona tanto el poder limpiador y redentor que nos ayuda a vencer el pecado como el poder santificad

fortalecedor que nos ayuda a ser mejores de lo que seríamos si dependiésemos sólo de nuestra propia fuerzaexpiación infinita es tanto para el pecador como para el santo que cada uno de nosotros lleva en su interior.

En el Libro de Mormón encontramos las supremas enseñanzas del rey Benjamín en cuanto a la misión y aexpiación de Jesucristo. La sencilla doctrina que enseñó hizo que la gente cayera a tierra porque el temor del Sehabía venido sobre ellos. “Y se habían visto a sí mismos en su propio estado carnal, aún menos que el polvo dtierra. Y todos a una voz clamaron, diciendo: ¡Oh, ten misericordia y aplica la sangre expiatoria de Cristo para qrecibamos el perdón de nuestros pecados y sean purificados nuestros corazones; porque creemos en JesucristoHijo de Dios, que creó el cielo y la tierra y todas las cosas; el cual bajará entre los hijos de los h ombres!” (Mos4:2; cursiva agregada).

Una vez más, en este versículo encontramos la doble bendición del perdón del pecado, que sugiere manos limpy la transformación de nuestra naturaleza, lo que significa un corazón puro.

Al terminar sus enseñanzas, el rey Benjamín reiteró la importancia de esos dos aspectos básicos del crecimieespiritual.

“Y ahora bien, por causa de estas cosas que os he hablado —es decir, a fin de retener la remisión de vuestros peca

de día en día, para que andéis sin culpa ante Dios—, quisiera que de vuestros bienes dieseis al pobre” (Mosíah 4cursiva agregada).

Nuestro deseo sincero debería ser que fuésemos tanto limpios de manos como puros de corazón, y tener tant

remisión de los pecados de día en día como andar sin culpa ante Dios. El sólo ser limpios de manos no ssuficiente cuando nos hallemos ante Aquel que es puro y que, como “cordero sin mancha y sin contaminación”Pedro 1:19), libremente derramó Su preciada sangre por nosotros.

Línea por línea

Algunos de los que oigan o lean este mensaje pensarán que durante su vida no obtendrán el progreso espiritque describo. Tal vez pensemos que estas verdades se aplican a los demás, pero no a nosotros.

En esta vida no alcanzaremos un estado de perfección, pero podemos y debemos seguir adelante con fe en Cripor el estrecho y angosto camino y progresar en forma constante hacia nuestro destino eterno. El modelo del Separa el progreso espiritual es “línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí” (2 Nefi 28:3Las mejoras espirituales pequeñas, constantes y progresivas, son los pasos que el Señor quiere que tomemosprepararnos para andar sin culpa ante Dios es uno de los propósitos principales de la vida terrenal y la búsqu

de toda una vida; no se obtiene como resultado de períodos esporádicos de intensa actividad espiritual.

Testifico que el Salvador nos fortalecerá y nos ayudará a progresar en forma continua y paulatina. El ejemplo Libro de Mormón de que “muchos, muchísimos” (Alma 13:12) miembros de la Iglesia de la antigüedad eran purosin mancha ante Dios es una fuente de aliento y consuelo para mí. Me imagino que esos miembros de la Igleantigua eran hombres y mujeres comunes y corrientes como ustedes y yo. Esas personas no podían ver el pecasino con repugnancia, y “fueron purificados y entraron en el reposo del Señor su Dios” (versículo 12). Eprincipios y ese proceso de progreso espiritual se aplican siempre a todos y a cada uno de nosotros por igual.

La invitación final de Moroni



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El requisito de despojarse del hombre natural y hacerse santo, de evitar y de vencer el mal, de hacer el biemejorar, de ser limpios de manos y puros de corazón, es un tema que se repite a lo largo de todo el LibroMormón. De hecho, la invitación final de Moroni en la última parte del libro es un resumen de ese tema:

“Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de toda impiedad, y si os abstenéis de toda impied ad, y ama Dios con toda vuestra alma, mente y fuerza, entonces su gracia os es suficiente, para que por su gracia seperfectos en Cristo; y si por la gracia de Dios sois perfectos en Cristo, de ningún modo podréis negar el poder Dios.

“Y además, si por la gracia de Dios sois perfectos en Cristo y no negáis su poder, entonces sois santificados Cristo por la gracia de Dios, mediante el derramamiento de la sangre de Cristo, que está en el convenio del Padpara la remisión de vuestros pecados, a fin de que lleguéis a ser santos, sin mancha” (Moroni 10:32–33, cursagregada).

Es mi deseo que ustedes y yo nos arrepintamos con sinceridad de corazón y realmente vengamos a Cristo. Rueque por medio de la expiación del Salvador procuremos ser limpios de manos y puros de corazón, y que lleguema ser santos, sin mancha. Testifico que Jesucristo es el Hijo del Padre Eterno y nuestro Salvador. Aquel que es mancha nos redime del pecado y nos fortalece para hacer el bien y llegar a ser mejores. De ello testifico ensagrado nombre de Jesucristo. Amén.



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Pedir con fe

David A. Bednar


La oración sincera requiere tanto comunicación sagrada como obras consagradas.

Invito al Espíritu Santo para que nos ayude al reflexionar en un principio que puede servir para que nuestoraciones sean más sinceras: el principio del Evangelio de pedir con fe.

Quiero repasar tres ejemplos en cuanto al pedir con fe en oración sincera y analizar las lecciones que podemaprender de cada uno de ellos. Al hablar de la oración, hago hincapié en la palabra sincera. El simple hecho de oes muy diferente a entregarse en sincera oración. Espero que todos ya sepamos que la oración es esencial pnuestro desarrollo y protección espiritual; no obstante, lo que sabemos no siempre se refleja en lo que hacemopesar de que reconocemos la importancia de la oración, todos podemos mejorar en cuanto a la regularidad yeficacia de nuestras oraciones personales y familiares.

Pedir con fe y actuar

El ejemplo clásico de pedir con fe es José Smith y la Primera Visión. Cuando el joven José deseaba saber la verdacerca de la religión, leyó los siguientes versículos del primer capítulo de Santiago:

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reprochle será dada.

“Pero pida con fe, no dudando nada” (Santiago 1:5–6).

Fíjense, por favor, en el requisito de pedir con fe que, a mi modo de entender, significa la necesidad no sólo

expresar, sino de hacer; la doble obligación de suplicar y de ejecutar; el requisito de comunicar y de actuar.

El meditar en este texto bíblico llevó a José a retirarse a una arboleda cerca de su casa para orar y busconocimiento espiritual. Presten atención a las preguntas que guiaron el razonamiento y las súplicas de José.

“En medio de esta guerra de palabras y tumulto de opiniones, a menudo me decía a mí mismo: ¿Qué se puehacer? ¿Cuál de todos estos grupos tiene razón; o están todos en error? Si uno de ellos es verdadero, ¿cuál ecómo podré saberlo?…

“Había sido mi objeto recurrir al Señor para saber cuál de todas las sectas era la verdadera, a fin de saber a cunirme” (José Smith—Historia 1:10, 18).

Las inquietudes de José se centraban no sólo en lo que necesitaba saber, sino en lo que debía hacer. Su oraciónfue simplemente: “¿Cuál iglesia es la verdadera?”. Su pregunta fue: “¿A cuál Iglesia debo unirme?”. José fue aarboleda a pedir con fe y estaba resuelto a actuar.

La verdadera fe se centra en el Señor Jesucristo y siempre conduce a obras rectas. El profeta José Smith enseñó q“la fe es el primer principio de la religión revelada y el fundamento de toda rectitud” y que también es “el princide acción en todos los seres racionales” (Lectures On Faith, 1985, pág. 1). La acción por sí sola no es fe enSalvador, sino que actuar de acuerdo con principios correctos es el componente central de la fe. Por tanto, “la feobras es muerta” (Santiago 2:20).



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Además, el profeta José explicó que “la fe no sólo es el principio de acción, sino también de poder, en todos los seracionales, ya sea en los cielos o en la tierra” (Lectures On Faith, pág. 3). Por tanto, la fe en Cristo conduce a obrectas que aumentan nuestra capacidad y poder espirituales. El comprender que la fe es un principio de acción ypoder nos inspira a ejercer nuestro albedrío moral según la verdad del Evangelio, invita a nuestra vida los pode

redentores y fortalecedores de la expiación del Salvador, e incrementa nuestro poder interior, por lo que somnuestros propios agentes (véase D. y C. 58:28).

Por mucho tiempo me ha impresionado la verdad de que la oración sincera requiere tanto comunicación sagra

como obras consagradas. Se requiere esfuerzo de nuestra parte antes de recibir bendiciones y, la oración, que estipo de obra, es el medio señalado para lograr la más suprema de todas las bendiciones (véase Bible Dictiona“Prayer”, pág. 753). Después de decir “amén”, seguimos adelante y perseveramos en la obra consagrada deoración actuando según lo que hayamos expresado a nuestro Padre Celestial.

El pedir con fe requiere honradez, esfuerzo, dedicación y perseverancia. Permítanme dar una ilustración de lo qquiero decir y hacerles una invitación.

Nosotros oramos debidamente por la protección y el éxito de los misioneros de tiempo completo de todo el muny un elemento común de muchas de nuestras oraciones es la súplica de que los misioneros sean guiados a personas y familias que estén preparadas para recibir el mensaje de la restauración. Pero, a final de cuentas, es

responsabilidad y la de ustedes encontrar personas para que los misioneros les enseñen. Los misioneros maestros de tiempo completo; ustedes y yo somos buscadores de tiempo completo y, como misioneros de todavida, ni ustedes ni yo debemos orar para que los misioneros de tiempo completo hagan nuestro trabajo.

Si ustedes y yo en verdad oráramos y pidiéramos con fe, como lo hizo José Smith —si oráramos con la expectatde actuar y no sólo de expresar— entonces la obra de proclamar el Evangelio avanzaría de manera extraordinaEn esa oración de fe se incluirían los siguientes elementos:

•

Agradecer a nuestro Padre Celestial las doctrinas y ordenanzas del evangelio restaurado de Jesucristo que n

brindan esperanza y felicidad.

•

Pedir valor y audacia para abrir la boca y compartir el Evangelio con nuestros familiares y amigos.

•

Suplicar a nuestro Padre Celestial que nos ayude a hallar a las personas y familias que serían receptivas a nuesinvitación de que los misioneros les enseñen en nuestro hogar.

•

Prometer hacer nuestra parte hoy y esta semana, y suplicar ayuda para superar la ansiedad, el temor yindecisión.

•

Procurar el don del discernimiento, a fin de tener ojos para ver y oídos para oír las oportunidades misionales qse presenten.

•



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Orar fervientemente por la fortaleza para actuar de la forma que sabemos que debemos hacerlo.

En una oración así se expresaría gratitud y se pedirían otras bendiciones, y se finalizaría en el nombre del SalvadEntonces la obra consagrada de esa oración continuaría y aumentaría.

Ese mismo modelo de comunicación sagrada y obra consagrada se puede aplicar en nuestras oraciones porpobre y el necesitado, por el enfermo y el afligido, por familiares y amigos que estén teniendo dificultades, y aquellos que no estén asistiendo a las reuniones de la Iglesia.

Testifico que la oración llega a ser sincera cuando pedimos con fe y actuamos. Hago una invitación para que tooremos con fe en cuanto al mandato divino de proclamar el Evangelio. Si lo hacemos, les prometo que se abrirpuertas y seremos bendecidos para reconocer las oportunidades que se brindarán y para actuar de conformidcon ellas.

Después de la prueba de nuestra fe

Mi segundo ejemplo recalca la importancia de perseverar a través de la prueba de nuestra fe. Hace unos años, ufamilia de Estados Unidos viajó a Europa. Poco después de llegar a su destino, el hijo de trece años se puso menfermo. Al principio, los padres pensaron que el malestar estomacal se debía a la fatiga del largo vuelo, y la fam

continuó con el viaje.En el transcurso del día, el estado del hijo empeoró al aumentar la deshidratación. El padre le dio una bendiciónsacerdocio, pero no se notó una mejoría inmediata.

Pasaron varias horas y la madre se arrodilló al lado de su hijo para suplicar en oración a nuestro Padre Celespor el bienestar del muchacho. Se encontraban lejos de su hogar, en un país desconocido, y no sabían cóconseguir asistencia médica.

La madre le preguntó al hijo si quería orar con ella; ella sabía que sólo esperar la bendición solicitada no sesuficiente y que tenían que seguir haciendo su parte. Al explicarle que la bendición que había recibido aún teeficacia, ella sugirió que volviesen a suplicar en oración, tal como lo hicieron los antiguos apóstoles: “SeñAuméntanos la fe” (Lucas 17:5). En la oración se profesó confianza en el poder del sacerdocio y la determinaciónperseverar en hacer todo lo que fuese necesario para que la bendición se cumpliera, si es que en ese momentobendición estaba de acuerdo con la voluntad de Dios. Poco después de esa sencilla oración, el hijo mejoró.

La fiel acción de la madre y de su hijo invitó el poder prometido del sacerdocio y, en parte, satisfizo el requisitoque “no [contendamos] porque no [vemos], porque no [recibimos] ningún testimonio sino hasta después deprueba de [nuestra] fe” (Éter 12:6). Así como la prisión en la que estaban Alma y Amulek no se vino abajo “shasta después de su fe”, y así como Ammón y sus hermanos misioneros no presenciaron poderosos milagros en ministerios “sino hasta después de su fe” (véase Éter 12:12–15), así también la curación de este jovencito de traños no ocurrió sino hasta después de su fe y se logró “según su fe en sus oraciones” (D. y C. 10:47).

No se haga mi voluntad, sino la Tuya

Mi tercer ejemplo destaca la importancia de reconocer y aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida. Hace varaños, había un joven padre que había sido activo en la Iglesia cuando era niño, pero que durante la adolescensiguió un sendero diferente. Después de su servicio militar, se casó con una hermosa jovencita y al poco tiempohogar fue bendecido con hijos.

Un día, inesperadamente, su hijita de cuatro años enfermó gravemente y la internaron en el hospital. Desesperay por primera vez en muchos años, el padre se puso de rodillas en oración para suplicar por la vida de su hija.obstante, su estado empeoró. Poco a poco, este padre tuvo la impresión de que su hijita no viviría y, lentamen



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sus oraciones cambiaron; ya no oró para suplicar que se curara, sino para implorar entendimiento. “Hágase voluntad” era el estilo de sus súplicas.

Al poco tiempo, su hija entró en coma, y el padre supo que no le quedaban muchas horas en la tierra. Fortalecicon entendimiento, confianza y poder más allá de los que poseían, los jóvenes padres oraron de nuevo psuplicar la oportunidad de estrecharla entre sus brazos mientras estuviera consciente. La niña abrió los ojos y frágiles brazos se extendieron hacia sus padres para un último abrazo. Entonces murió. Ese padre supo que oraciones habían sido contestadas; un Padre Celestial bondadoso y caritativo había dado consuelo a sus corazon

Se había hecho la voluntad de Dios y ellos habían logrado entendimiento. (Adaptado de H. Burke Peters“Adversity and Prayer”, Ensign, enero de 1974, pág. 18).

El discernir y aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida son elementos fundamentales del pedir con fe en sincoración. Sin embargo, el solo decir las palabras “hágase Tu voluntad” no es suficiente. Todos necesitamos la ayude Dios para someter nuestra voluntad a la de Él.

“La oración es el acto mediante el cual la voluntad del Padre y la del hijo entran en mutua armonía” (BiDictionary, “Prayer”, págs. 752–753). La oración humilde, ferviente y constante nos permite reconocer la volunde nuestro Padre Celestial y actuar de acuerdo con ella. Y en esto, el Salvador nos brindó el ejemplo perfecuando oró en el Jardín de Getsemaní, “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga

voluntad, sino la tuya… Y estando en agonía, oraba más intensamente” (Lucas 22:42, 44).

El objeto de nuestras oraciones no debe ser presentar una lista de deseos o una serie de peticiones, sino asegupara nosotros y para los demás las bendiciones que Dios está ansioso por concedernos, de acuerdo con Su voluny Su tiempo. Nuestro Padre Celestial oye y contesta toda oración sincera, pero las respuestas que recibamos tal no sean las que esperemos ni nos lleguen cuando y como las deseemos. Esta verdad es evidente en los tejemplos que he presentado hoy.

La oración es un privilegio y el deseo sincero del alma. Podemos ir más allá de las oraciones habituales y típicaparticipar en oraciones sinceras al pedir apropiadamente con fe y actuar, al perseverar pacientemente a travésla prueba de nuestra fe, y al reconocer y aceptar con humildad que “no se haga mi voluntad, sino la Tuya”.

Testifico de la realidad y la divinidad de nuestro Padre Eterno, de Su Hijo Unigénito, el Señor Jesucristo, y Espíritu Santo. Testifico que nuestro Padre oye y contesta nuestras oraciones. Ruego que todos nos esforcemos mayor determinación por pedir con fe y de ese modo hacer que nuestras oraciones sean en verdad sincerSuplico que así sea, en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.



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Ora siempre

David A. Bednar


La oración se vuelve más ferviente al consultar al Señor en todos nuestros hechos, al expresar gratitud sincera yorar por los demás.

Mi mensaje de la última conferencia general se centró en el principio del Evangelio de pedir en oración con fe. Hquiero analizar tres principios adicionales que pueden ser de utilidad para que nuestras oraciones sean mfervientes, y ruego la ayuda del Espíritu Santo para ustedes y para mí.

Principio Nº 1. La oración se vuelve más ferviente cuando consultamos al Señor en todos nuestros hech(véase Alma 37:37).

En una palabra, la oración es la comunicación con el Padre Celestial por parte de Sus hijos e hijas en la tierra. “T

pronto como nos damos cuenta de nuestro verdadero parentesco con Dios (concretamente, que Dios es nuesPadre, y que nosotros somos Sus hijos), de inmediato la oración se convierte en algo natural e instintivo por panuestra” (“Oración”, Diccionario Bíblico en inglés, pág. 752). Se nos manda orar siempre al Padre en el nombre Hijo (véase 3 Nefi 18:19–20). Se nos promete que si oramos con sinceridad por lo que sea correcto y bueno, yacuerdo con la voluntad de Dios, seremos bendecidos, protegidos y guiados (véase 3 Nefi 18:20; D. y C. 19:38).

La revelación es la comunicación del Padre Celestial con Sus hijos en la tierra. Al pedir con fe, podemos recirevelación tras revelación y conocimiento sobre conocimiento, y llegar a conocer los misterios y las cosas apacibque traen gozo y vida eterna (véase D. y C. 42:61). Los misterios son aquellos asuntos que sólo se pueden conocecomprender por medio del poder del Espíritu Santo (véase Harold B. Lee, Ye Are the Light of the World, 1974, p211).

Las revelaciones del Padre y del Hijo se transmiten por medio del tercer miembro de la Trinidad, o sea, el EspírSanto. El Espíritu Santo es el testigo del Padre y del Hijo y el mensajero de Ellos.

Los modelos que Dios utilizó al crear la tierra nos sirven de instrucción para ayudarnos a entender qué hacer paque la oración cobre más significado. En el tercer capítulo del libro de Moisés aprendemos que todas las cosascrearon espiritualmente antes de que existieran físicamente en la tierra.

“Y ahora bien, he aquí, te digo que éstos son los orígenes del cielo y de la tierra, cuando fueron creados, el díaque yo, Dios el Señor, hice el cielo y la tierra;

“y toda planta del campo antes que existiese en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese. Porque Dios el Señor, creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes que existiesen físicamente sobre la de la tierra” (Moisés 3:4–5).

De estos versículos aprendemos que la creación espiritual precedió a la temporal. De igual manera, la fervieoración por la mañana es un importante elemento de la creación espiritual de cada día, y precede la creactemporal o las labores del día. Al igual que la creación temporal estaba unida a la creación espiritual y era ucontinuación de ella, así también las fervientes oraciones por la mañana y por la noche están unidas mutuamentson una extensión la una de la otra.



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Consideren este ejemplo: Es posible que haya cosas en nuestro carácter, en nuestra conducta o con respectnuestro progreso espiritual sobre las que necesitemos hablar con nuestro Padre Celestial en la oración demañana. Después de expresar el debido agradecimiento por las bendiciones recibidas, suplicamos entendimienguía y ayuda para hacer las cosas que no podemos hacer valiéndonos sólo de nuestro poder. Por ejemplo, al orpodríamos hacer lo siguiente:

•

Reflexionar en las ocasiones en las que hayamos hablado con dureza o indebidamente a quienes más amamos.

•

Reconocer que aunque sabemos lo que debemos hacer, no siempre actuamos de acuerdo con ese conocimiento.

•

Expresar remordimiento por nuestras debilidades y por no despojarnos más resueltamente del hombre natural.

•

Tomar la determinación de imitar más completamente la vida del Salvador.

•

Suplicar más fortaleza para actuar mejor y llegar a ser mejores.

El orar de esa manera es una parte clave de la preparación espiritual para nuestro día.

En el transcurso del día, conservamos una oración en el corazón para recibir ayuda y guía constantes, tal cosugirió Alma: “…deja que todos tus pensamientos se dirijan al Señor” (Alma 37:36).

Durante ese día particular, notamos que hay ocasiones en las que normalmente tendríamos la tendencia de hab

con dureza, pero no lo hacemos; o estaríamos predispuestos a la ira, pero no cedemos a ella. Discernimos la ayuy la fortaleza celestiales y humildemente reconocemos las respuestas a nuestra oración. Aun en ese momentodescubrimiento, ofrecemos una silenciosa oración de gratitud.

Al final de nuestro día, volvemos a arrodillarnos y damos un informe a nuestro Padre. Examinamos acontecimientos del día y expresamos sincero agradecimiento por las bendiciones y la ayuda recibida. Narrepentimos y, con la ayuda del Espíritu del Señor, buscamos maneras de actuar mejor y de llegar a ser mejoDe ese modo, la oración de la noche aumenta y es una continuación de la oración de la mañana; y la oración denoche es también una preparación para la ferviente oración de la mañana.

Las oraciones de la mañana y de la noche —y todas las intermedias— no son acontecimientos aislados que

guardan relación entre sí, sino que están unidas la una a la otra cada día y a lo largo de días, semanas, meseincluso años. Así es como, en parte, cumplimos con la admonición de “orar siempre” (Lucas 21:36; 3 Nefi 18:15, D. y C. 31:12). Oraciones fervientes como esas juegan un papel decisivo en obtener las bendiciones más sublimque Dios tiene para Sus hijos fieles.

La oración se vuelve ferviente si recordamos nuestra relación con la Deidad y prestamos oído a la siguieadmonición:



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“…implora a Dios todo tu sostén; sí, sean todos tus hechos en el Señor, y dondequiera que fueres, sea en el Señdeja que todos tus pensamientos se dirijan al Señor; sí, deja que los afectos de tu corazón se funden en el Separa siempre.

“Consulta al Señor en todos tus hechos, y él te dirigirá para bien; sí, cuando te acuestes por la noche, acuéstate eSeñor, para que él te cuide en tu sueño; y cuando te levantes por la mañana, rebose tu corazón de gratitud a Diosi haces estas cosas, serás enaltecido en el postrer día” (Alma 37:36–37; cursiva agregada).

Principio Nº 2. La oración se vuelve más ferviente si expresamos gratitud sincera.

Durante el tiempo en que prestamos servicio en la Universidad Brigham Young—Idaho, mi esposa y yo frecuencia alojábamos a Autoridades Generales en nuestro hogar. Nuestra familia aprendió una importante leccsobre la oración ferviente cuando una noche nos arrodillamos a orar con un miembro del Quórum de los DApóstoles.

Durante ese día, a mi esposa y a mí se nos había informado sobre la muerte inesperada de un amigo queridonuestro deseo inmediato era orar por la esposa y los hijos de él. Cuando le pedí a mi esposa que ofrecieraoración, el miembro de los Doce, ajeno a la tragedia, amablemente sugirió que en la oración la hermana Bedsólo expresara agradecimiento por las bendiciones recibidas y no pidiera nada. Su consejo fue semejante

mandato que Alma dio a los miembros de la Iglesia antigua de que “oraran sin cesar y dieran gracias en todas cosas” (Mosíah 26:39). Debido a la tragedia inesperada, el pedir bendiciones para nuestros amigos al principio pareció más urgente que expresar agradecimiento.

Mi esposa respondió con fe a la indicación que había recibido; le agradeció al Padre Celestial las valiosainolvidables experiencias con ese querido amigo; expresó sincera gratitud por el Espíritu Santo como Consoladopor los dones del Espíritu que nos permiten hacer frente a la adversidad y servir a los demás. Y más que naexpresó agradecimiento por el plan de salvación, por el sacrificio expiatorio de Jesucristo, por Su resurrecciónpor las ordenanzas y los convenios del Evangelio restaurado, los que hacen posible que las familias estén unipara siempre.

Nuestra familia aprendió una gran lección de esa experiencia en cuanto al poder de la gratitud en la oracferviente. Debido a esa oración y por medio de ella, nuestra familia fue bendecida con inspiración en cuantalgunos asuntos que nos preocupaban e inquietaban nuestro corazón. Aprendimos que nuestra gratitud por el pde felicidad y por la misión salvadora del Señor proporcionó el consuelo necesario y fortaleció nuestra confiande que todo saldría bien con nuestros queridos amigos. Recibimos también perspectivas en cuanto a las cosas las que debíamos orar y pedir apropiadamente con fe.

Las oraciones más fervientes y espirituales que he experimentado contenían muchas expresiones agradecimiento y pocas peticiones o ninguna. Al tener ahora la bendición de orar con apóstoles y profetencuentro entre estos líderes modernos de la Iglesia del Salvador la misma característica que describe al capiMoroni en el Libro de Mormón: son hombres cuyos corazones se hinchan de agradecimiento a Dios por los mucprivilegios y bendiciones que otorga a Su pueblo (véase Alma 48:12). Además, no multiplican muchas palabrporque les es manifestado lo que deben suplicar y están llenos de anhelo (véase 3 Nefi 19:24). Las oracionesprofetas son como las de los niños por su sencillez y poderosas a causa de su sinceridad.

Al esforzarnos para que nuestras oraciones sean más fervientes, debemos recordar que “en nada ofende el homa Dios, ni contra ninguno está encendida su ira, sino contra aquellos que no confiesan su mano en todas las cosano obedecen sus mandamientos” (D. y C. 59:21). Permítanme recomendar que de vez en cuando ofrezcamos uoración en la que sólo demos gracias y expresemos gratitud. No pidamos nada; simplemente dejemos que nuesalma se regocije y se esfuerce para comunicar agradecimiento con toda la energía de nuestro corazón.



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Principio Nº 3. La oración se vuelve más ferviente cuando oramos por los demás con verdadera intenciócon un corazón sincero.

El suplicar al Padre Celestial las bendiciones que deseamos en nuestra vida es algo bueno y apropiado; embargo, el orar de todo corazón por los demás, tanto por los que amamos como por los que nos ultrajan,también un elemento importante de la oración ferviente. Al igual que el expresar gratitud en nuestras oracioncon más frecuencia amplía el conducto de la revelación, así también el orar por los demás con toda la energíanuestra alma aumenta nuestra capacidad para oír y prestar atención a la voz del Señor.

Del ejemplo de Lehi en el Libro de Mormón aprendemos una lección fundamental. Lehi respondió con femandato y a las amonestaciones proféticas en cuanto a la destrucción de Jerusalén; después oró al Señor “con tosu corazón, a favor de su pueblo” (1 Nefi 1:4–5; cursiva agregada). En respuesta a esa ferviente oración, Lehi bendecido con una gloriosa visión de Dios y de Su Hijo, así como de la destrucción inminente de Jerusalén (véasNefi 1:6–9, 13, 18). Por consiguiente, Lehi se regocijó y todo su corazón estaba henchido a causa de las cosas quSeñor le había mostrado (véase 1 Nefi 1:15). Tengan a bien notar que la visión se recibió en respuesta a uoración a favor de otras personas y no como resultado de una súplica de edificación y guía personal.

El Salvador es el ejemplo perfecto del orar por los demás de todo corazón. En la gran oración intercesora qpronunció la noche antes de Su crucifixión, Jesús oró por Sus apóstoles y por todos los santos.

“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son…

“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,

“…para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos” (Juan 17:9, 20, 26).

Durante el ministerio del Salvador en el continente americano, mandó a la gente que meditara Sus enseñanzasuplicara entendimiento. Sanó a los enfermos y oró por la gente, utilizando palabras que no se podían escr(véase 3 Nefi 17:1–16). El impacto de Su oración fue profundo: “…nadie puede conceptuar el gozo que llenuestras almas cuando lo oímos rogar por nosotros al Padre” (3 Nefi 17:17). Imagínense lo que habría sido oí

Salvador del mundo orar por nosotros.

¿Sienten de igual manera nuestros cónyuges, hijos y otros familiares el poder de nuestras oraciones dirigidaPadre por sus necesidades y deseos específicos? ¿Nos oyen aquellos a quienes servimos orar por ellos con fsinceridad? Si aquellos a quienes amamos y servimos no han oído ni sentido la influencia de nuestras oracionsinceras en favor de ellos, entonces la hora de arrepentirnos es ahora. Al emular el ejemplo del Salvador, nuestoraciones verdaderamente se volverán más fervientes.

Se nos manda “orar siempre” (2 Nefi 32:9; D. y C. 10:5; 90:24), “vocalmente así como en [nuestros corazonesante el mundo como también en secreto, así en público como en privado” (D. y C. 19:28). Testifico que la oraciónvuelve más ferviente al consultar al Señor en todos nuestros hechos, al expresar gratitud sincera y al orar por

demás con verdadera intención y con un corazón sincero.

Testifico que el Padre Celestial vive y que Él oye y contesta toda oración sincera. Jesús es el Cristo, nuestro Salvay Mediador. La revelación es real. La plenitud del Evangelio ha sido restaurada en la tierra en esta dispensaciónello testifico en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.



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Honorablemente [retener] un nombre y una posición

David A. Bednar


El fuego del convenio arderá en el corazón de cada miembro fiel de esta Iglesia que adore y que honorablemeretenga un nombre y una posición en la santa casa del Señor.

Poco tiempo después de que se me llamara a prestar servicio como presidente de estaca en 1987, hablé conbuen amigo quien hacía poco había sido relevado como presidente de estaca. Durante nuestra conversaciónpregunté si había algo que él podría enseñarme en cuanto a llegar a ser un presidente de estaca eficiente.respuesta a mi pregunta ejerció un profundo impacto en mi servicio y ministerio subsecuentes.

Mi amigo indicó que se le había llamado a prestar servicio como obrero del templo poco después de su releLuego agregó: “Desearía haber sido obrero del templo antes de ser presidente de estaca. Si hubiera prestaservicio en el templo antes de mi llamamiento como presidente de estaca, habría sido un presidente de estaca m

diferente”.

Su respuesta me dejó intrigado y le pedí que se explicara un poco más; él respondió: “Creo que fui un bupresidente de estaca. Los programas de nuestra estaca funcionaban bien, y nuestras estadísticas estaban encima del promedio; pero el prestar servicio en el templo ha expandido mi visión. Si se me llamara hoy a sercomo presidente de estaca, mi enfoque principal sería la dignidad para recibir y honrar los convenios del tempMe esforzaría para lograr que la preparación para el templo fuera el centro de todo lo que hiciéramos; haría memi labor de conducir a los santos a la Casa del Señor”.

Esa breve conversación con mi amigo me ayudó a enseñar y testificar incesantemente como presidente de estsobre la importancia eterna de las ordenanzas del templo, los convenios del templo y la adoración en el templo

mayor deseo de nuestra presidencia era que cada miembro de la estaca recibiera las bendiciones del templo pser digno de una recomendación para el templo y de usarla con frecuencia.

Mi mensaje de hoy está enfocado en las bendiciones del templo y ruego que el Espíritu Santo ilumine nuestmentes, penetre el corazón y testifique de la verdad a cada uno de nosotros.

El objeto divino del recogimiento

El profeta José Smith declaró que, en toda época, el objeto divino del recogimiento del pueblo de Dios es el edificar templos a fin de que Sus hijos reciban las ordenanzas más elevadas y de ese modo obtener la vida eter(véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, curso de estudio del Sacerdocio de Melquisedec y d

Sociedad de Socorro, 2007, págs. 443–446). En el Libro de Mormón se recalca esta relación esencial que exentre el principio del recogimiento y la edificación de templos:

“He aquí, el campo estaba maduro, y benditos sois vosotros, porque metisteis la hoz y segasteis con vuestra fuersí, trabajasteis todo el día; ¡y he aquí el número de vuestras gavillas! Y serán recogidas en los graneros para quese desperdicien” (Alma 26:5).

Las gavillas de esta analogía representan a los miembros de la Iglesia recién bautizados; los graneros son los santemplos. El élder Neal A. Maxwell explicó: “Es evidente que, al bautizar, nuestra visi ón debe ir más allá de la pbautismal y debe proyectarse hacia el santo templo. El gran granero en el que debe recogerse a estas gavillas es



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santo templo” (en John L. Hart, “Make Calling Focus of Your Mission”, Church News, 17 de septiembre de 1994, p4). Dicha instrucción aclara y subraya la importancia de las ordenanzas y de los convenios sagrados del templofin de que las gavillas no se desperdicien.

“Sí, las tormentas no las abatirán en el postrer día; sí, ni serán perturbadas por los torbellinos; mas cuando vengtempestad, serán reunidas en su lugar para que la tempestad no penetre hasta donde estén; sí, ni serán impelidpor los fuertes vientos a donde el enemigo quiera llevarlas” (Alma 26:6).

El élder Dallin H. Oaks ha explicado que al tomar los emblemas de la Santa Cena para renovar nuestros convenbautismales “no testificamos que tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo, sino [más bien] que estamdispuestos a hacerlo. (Véase D. y C. 20:77.) El hecho de que sólo testifiquemos que estamos dispuestos sugiere qdebe verificarse algo más antes de que en realidad tomemos sobre nosotros ese sagrado nombre en el sent[supremo y] más trascendental” (véase “El tomar sobre nosotros el nombre de Cristo”, Liahona, julio de 1985, pá77–78). Es evidente que el convenio bautismal contempla uno o varios acontecimientos futuros y conduce hacitemplo.

En revelaciones modernas, el Señor se refiere a los templos como casas edificadas “a mi nombre” (D. y C. 105:véanse también D. y C. 109: 2–5; 124:39). En la oración dedicatoria del Templo de Kirtland, el profeta José Smrogó al Padre “que tus siervos salgan de esta casa armados con tu poder, y que tu nombre esté sobre ellos” (D. y

109:22). Asimismo, pidió una bendición “sobre quienes se ponga tu nombre en esta casa” (v. 26); y al aparecersSeñor y aceptar el Templo de Kirtland como Su casa, Él declaró: “Porque he aquí, he aceptado esta casa, y nombre estará aquí; y me manifestaré a mi pueblo en misericordia en esta casa” (D. y C. 110:7).

Estos pasajes de las Escrituras nos ayudan a entender que el proceso de tomar sobre nosotros el nombreJesucristo que comienza en las aguas bautismales continúa y se amplía en la casa del Señor. Al estar en las agudel bautismo, tornamos nuestra vista hacia el templo. Al tomar la Santa Cena, tornamos nuestra vista haciatemplo. Nos comprometemos a recordar siempre al Salvador y a guardar Sus mandamientos como preparacpara participar en las sagradas ordenanzas del templo y recibir las bendiciones más elevadas que podemos recimediante el nombre y por la autoridad del Señor Jesucristo; por lo tanto, en las ordenanzas del Santo Tem

tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo de una forma más completa y plena.

“Y este sacerdocio mayor [o de Melquisedec] administra el evangelio y posee la llave de los misterios del reinola llave del conocimiento de Dios.

“Así que, en sus ordenanzas se manifiesta el poder de la divinidad.

“Y sin sus ordenanzas y la autoridad del sacerdocio, el poder de la divinidad no se manifiesta a los hombres encarne” (D. y C. 84:19–21).

Que ninguna combinación inicua tenga el poder para… vencer a los de tu pueblo

Vivimos en una gran época en cuanto a la construcción de templos en el mundo; y el adversario de seguroconsciente del aumento de número de templos distribuidos actualmente sobre la tierra. Como siempre,construcción y dedicación de estos edificios sagrados vienen acompañadas de oposición de parte de los enemide la Iglesia, así como de la crítica desacertada de algunas personas dentro de la Iglesia.

Dicho antagonismo no es algo nuevo. En 1861, mientras el Templo de Salt Lake estaba bajo construcción, BrighYoung instó a los santos “Si desean edificar este templo, vayan a trabajar y hagan todo lo que puedan… Algundicen: ‘No me gusta hacerlo, porque nunca hemos empezado a construir un templo sin que las campanas infierno empiecen a repicar’. Quiero oírlas repicar de nuevo. Todas las huestes del infierno se movilizarán… pe



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¿qué importancia creen que esto tendrá? Ya han visto en todo momento la importancia que esto ha llegado a ten(Deseret News, 10 de abril de 1861, pág. 41)

Como santos fieles, nos hemos fortalecido por medio de la adversidad y hemos sido los beneficiarios de entrañables misericordias del Señor. Hemos seguido adelante conforme a la promesa del Señor: “No permitiré q[mis enemigos] destruyan mi obra; sí, les mostraré que mi sabiduría es más potente que la astucia del diablo” (DC. 10:43).

Durante muchos años, la hermana Bednar y yo fuimos anfitriones de numerosos hombres y mujeres fieles que iba ofrecer devocionales a la Universidad Brigham Young–Idaho. Muchos de esos oradores eran miembros emérde los Setenta o habían sido relevados de ese quórum, y habían servido como presidentes de templo trasservicio como Autoridades Generales. Cuando conversábamos con esos fieles líderes, siempre les formulaba epregunta: “¿Qué ha aprendido como presidente de templo que hubiera deseado comprender mejor cuando Autoridad General?”

Al escuchar sus respuestas, descubrí una idea recurrente que sintetizaré del siguiente modo: “He llegadcomprender mejor la protección que podemos recibir mediante nuestros convenios del templo y lo que signiefectuar una ofrenda aceptable en lo que concierne a la adoración en el templo. Existe una diferencia entre miembros que asisten a la Iglesia, que pagan sus diezmos y que ocasionalmente van al templo apurados p

terminar una sesión, y aquellos que con fidelidad y constancia adoran en el templo”.

La semejanza de sus respuestas me impresionó sobremanera. Cada una de las contestaciones a mi preguntacentraba en el poder protector de las ordenanzas y los convenios que podemos recibir en la casa del Señor. respuestas reflejaban con exactitud las promesas que se encuentran en la oración dedicatoria ofrecida enTemplo de Kirtland, en 1836.

“Te pedimos, Padre Santo, que establezcas al pueblo que adorará y honorablemente retendrá un nombre y uposición en ésta tu casa, por todas las generaciones y por la eternidad;

“que ninguna arma forjada en contra de ellos prospere; que caiga en su propio foso aquel que lo cave para ellos;

“que ninguna combinación inicua tenga el poder para levantarse y vencer a los de tu pueblo, sobre quienesponga tu nombre en esta casa;

“y si se levanta contra este pueblo gente alguna, enciéndase tu enojo en contra de ellos;

“y si hieren a este pueblo, tú los herirás; pelearás por tu pueblo como lo hiciste en el día de la batalla, para que slibrados de las manos de todos sus enemigos” (D. y C. 109:24–28).

Tengan a bien considerar estos versículos en vista de la actual furia del adversario, y lo que hemos analizado sonuestra disposición a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo y la bendición de protección prometidquienes retengan honorablemente un nombre y una posición en el santo templo. Es importante notar que tapromesas del convenio son para todas las generaciones y para toda la eternidad. Les invito a estudreiteradamente y a meditar con espíritu de oración el significado de estos pasajes de las Escrituras en su vidpara su familia.

No deberían sorprendernos los esfuerzos de Satanás por frustrar o desacreditar la obra del templo y la adoracen él. El diablo aborrece la pureza y el poder de la casa del Señor; y la protección que hay para cada uno nosotros en las ordenanzas y en los convenios del templo, y mediante ellos, constituye un gran obstáculo paramalvados designios de Lucifer.



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El fuego del convenio

El éxodo de Nauvoo, ocurrido en septiembre de 1846, causó adversidades inimaginables a los fieles Santos de Últimos Días. Muchos de ellos buscaron refugio en campamentos establecidos en la rivera del río Misisipí. CuanBrigham Young se enteró en Winter Quarters de la condición de estos refugiados, envió de inmediato una carttravés del río hasta Council Point exhortando a los hermanos y recordándoles el convenio que habían hecho enTemplo de Nauvoo; él les aconsejó: “Ahora es el momento de trabajar. Permitan que el fuego del convenio hicieron en la casa del Señor arda en sus corazones como una llama inextinguible” (en Journal History of The Chu

of Jesus Christ of Latter-day Saints, 28 de septiembre de 1846, pág. 5). En cuestión de días, se pusieron en marlos carromatos en dirección al este a fin de rescatar a los atribulados santos.

¿Qué fue lo que otorgó tal fortaleza a aquellos primeros santos? Era el fuego del convenio del templo que ardíasus corazones; era su compromiso de adorar y de honorablemente retener un nombre y una posición en la casaSeñor.

Actualmente enfrentamos, y aún enfrentaremos, grandes dificultades en la obra del Señor; pero al igual que pioneros que hallaron el lugar que Dios había preparado para ellos, del mismo modo cobraremos ánimo, sabienque Dios jamás nos puede dejar (véase “¡Oh, está todo bien!”, Himnos, Nº 17). Actualmente, los templos esdistribuidos por la tierra como lugares sagrados de ordenanzas y convenios, de edificación y de refugio contra

tempestad.

Invitación y encomio

El Señor declaró: “He de juntar a los de mi pueblo,… a fin de que se guarde el trigo en los graneros para poseevida eterna, y ellos sean coronados de gloria celestial” (D. y C. 101:65).

De entre los que escuchan mi voz, hay muchos niños, jóvenes y señoritas. Les suplico que sean dignos, constanteque esperen con gran anhelo el día en que reciban las ordenanzas y las bendiciones del templo.

De entre los que escuchan mi voz, hay personas que deberían haber recibido las ordenanzas de la casa del Señ

pero que aún no lo han hecho. Sea cual fuere la razón y sin importar cuán larga la demora, les invito a comenzarpreparativos espirituales a fin de que puedan recibir las bendiciones que sólo están disponibles en el santo tempPor favor, eliminen de su vida las cosas que se interpongan con ello; por favor, procuren las cosas que son consecuencias eternas.

De entre los que escuchan mi voz, hay personas que han recibido las ordenanzas del templo y que por diverrazones no han regresado a la casa del Señor desde hace bastante tiempo. Por favor, arrepiéntanse, prepárenshagan todo lo que deba hacerse a fin de que adoren una vez más en el templo y recuerden y honren sus convensagrados más plenamente.

De entre los que escuchan mi voz, hay muchas personas que poseen recomendaciones vigentes para el templ

que se esfuerzan por utilizarlas dignamente. Les felicito por su fidelidad y dedicación.

Testifico de manera solemne que el fuego del convenio arderá en el corazón de cada miembro fiel de esta Igleque adore y que honorablemente retenga un nombre y una posición en la santa casa del Señor. Jesús el Cristonuestro Redentor y Salvador; Él vive y Él dirige los asuntos de Su Iglesia mediante la revelación que da a siervos ungidos. De estas cosas doy testimonio, en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.



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Más diligentes y atentos en el hogar

David A. Bednar


A medida que seamos más fieles para aprender, vivir y amar el Evangelio restaurado de Jesucristo, llegaremos a más diligentes y atentos en nuestro hogar

En 1833, el profeta José Smith recibió una revelación para varios líderes de la Iglesia con una fuerte amonestacde poner en orden a sus respectivas familias (véase D. y C. 93:40 –50). Una frase específica de esa revelación side tema para mi mensaje: “más diligentes y atentos en el hogar” (versículo 50). Deseo suge rir tres formas enque cada uno de nosotros puede ser más diligente y atento en su hogar. Los invito a que escuchen con oídos qoigan y con un corazón que sienta, y ruego que el Espíritu del Señor esté con todos nosotros.

Sugerencia 1: Expresar amor y demostrarlo

Para empezar a ser más diligentes y atentos en el hogar podemos decir a los seres queridos que los amamDichas expresiones no tienen que ser floridas ni extensas; simplemente debemos expresar amor de manera sincy frecuente.

Hermanos y hermanas, ¿cuándo fue la última vez que tomaron a su compañero eterno entre los brazos y le dijer“Te amo”? Padres, ¿cuándo fue la última vez que de manera genuina expresaron amor a sus hijos? Hijos, ¿cuánfue la última vez que dijeron a sus padres que los aman?

Todos nosotros sabemos que debemos decir a nuestros seres queridos que los amamos, pero lo que sabemossiempre se refleja en lo que hacemos. Tal vez nos sintamos inseguros, incómodos o quizás un poco avergonzados

Como discípulos del Salvador, no sólo tratamos de saber más, sino que debemos hacer de manera constante máslo que sabemos que es correcto y llegar a ser mejores.

Debemos recordar que el decir “Te amo” es solamente el comienzo; debemos decirlo, decirlo de corazón y, lo mimportante, demostrarlo constantemente. Debemos expresarlo y también demostrar el amor.

El presidente Thomas S. Monson dio este consejo hace poco tiempo: “Con frecuencia suponemos que [las personque nos rodean] deben saber cuánto [las] queremos; pero nunca debemos suponerlo; debemos hacérselo sabeNunca nos lamentaremos por las palabras de bondad que digamos ni el afecto que demostremos; más bien, lamentaremos si omitimos esas cosas en nuestra interacción con aquellos que son los que más nos importa(“Encontrar gozo en el trayecto”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 86).

A veces, en un discurso o un testimonio de la reunión sacramental, oímos algo así: “Sé que no le digo a mi espocon suficiente frecuencia cuánto la quiero. Hoy deseo que ella, mis hijos y todos ustedes sepan que la amo”.

Tal manifestación de afecto quizás sea apropiada, pero cuando escucho una declaración como ésa, me sienincómodo y para mis adentros exclamo que la esposa y los hijos no deberían estar escuchando esa expresiprivada y aparentemente desacostumbrada, en público y en la Iglesia. Espero que los hijos oigan expresionesamor y vean demostraciones de cariño entre sus padres en el diario vivir. Sin embargo, si la declaración públicaafecto en la Iglesia cae de sorpresa a la esposa o a los hijos, entonces es obvio que se debe ser más diligentatento en el hogar.



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La relación que existe entre el amor y la acción que lo demuestre se indica repetidamente en las Escrituras ypone de relieve en la instrucción que el Salvador dio a Sus Apóstoles: “Si me amáis, guardad mis mandamient(Juan 14:15). Así como nuestro amor por el Señor se manifiesta al andar siempre en sus caminos (véDeuteronomio 19:9), así también el amor por el cónyuge, los padres y los hijos se refleja con mayor fuerzanuestros pensamientos, palabras y hechos (véase Mosíah 4:30).

El sentir la seguridad y la constancia del amor de un cónyuge, de un padre o de un hijo es una rica bendición. Eamor nutre y sostiene la fe en Dios, es una fuente de fortaleza y aleja el temor (véase 1 Juan 4:18). Ese amor e

deseo de toda alma humana.

A medida que expresemos amor y lo demostremos continuamente, llegaremos a ser más diligentes y atentosnuestro hogar.

Sugerencia 2: Dar testimonio y vivir de acuerdo con él

Para ser más diligentes y atentos en el hogar, también podemos expresar testimonio a nuestros seres amaacerca de las cosas que sabemos que son verdaderas por el testimonio del Espíritu Santo. Al testificar, nonecesario que la expresión sea larga ni elocuente; y no tenemos que esperar hasta el primer domingo del mes pdeclarar el testimonio de lo que es verdadero. Dentro de las paredes de nuestro propio hogar podemos y debem

dar testimonio puro de la divinidad y la realidad del Padre y del Hijo, del gran plan de felicidad y deRestauración.

Hermanos y hermanas, ¿cuándo fue la última vez que expresaron su testimonio a su compañero eterno? Padr¿cuándo fue la última vez que testificaron a sus hijos acerca de lo que saben que es verdadero? Hijos, ¿cuándo fuúltima vez que compartieron su testimonio con sus padres y su familia?

Ya sabemos que debemos dar testimonio a las personas que más amamos, pero lo que sabemos no siemprerefleja en lo que hacemos. Tal vez nos sintamos inseguros, incómodos o quizás un poco avergonzados.

Como discípulos del Salvador, no sólo tratamos de saber más, sino debemos hacer de manera constante lo q

sabemos que es correcto y llegar a ser mejores.

Debemos recordar que el compartir un testimonio sincero es solamente el comienzo; debemos testificar, hacerlocorazón y, lo más importante, demostrarlo constantemente. Debemos expresar nuestro testimonio y tambvivirlo.

La relación que existe entre el testimonio y la acción que lo demuestre se recalca en las instrucciones queSalvador impartió a los santos en Kirtland: “…y lo que el Espíritu os testifique, eso quisiera yo que hicieseis” (D. 46:7). Nuestro testimonio de la veracidad del Evangelio se debe reflejar en nuestras palabras y en nuestros hechy el lugar para proclamarlo y vivirlo con más fuerza es el hogar. Los cónyuges, los padres y los hijos debesforzarse por superar cualquier indecisión, vacilación o vergüenza para testificar del Evangelio. Debemos crea

buscar oportunidades para atestiguar de las verdades del Evangelio, y vivir de acuerdo con ellas.

Un testimonio es lo que sabemos con la mente y el corazón que es verdadero por la atestiguación del Espíritu Sa(véase D. y C. 8:2). Al expresar la verdad en vez de amonestar, exhortar o simplemente compartir experiencinteresantes, invitamos al Espíritu Santo a confirmar la veracidad de nuestras palabras. La fuerza del testimopuro (véase Alma 4:19) no proviene de palabras sofisticadas ni de una buena presentación; más bien, esresultado de la revelación que transmite el tercer miembro de la Trinidad, o sea, el Espíritu Santo.



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El sentir la fuerza, la elevación y la constancia del testimonio de un cónyuge, un padre o un niño es una grbendición. Ese testimonio fortalece la fe y brinda dirección; genera luz en un mundo que cada vez se hace moscuro. Esa clase de testimonio es la fuente de la perspectiva eterna y de la paz duradera.

Al expresar el testimonio y vivirlo constantemente, llegaremos a ser más diligentes y atentos en nuestro hogar.

Sugerencia 3: Ser constantes

Mientras nuestros hijos crecían, hicimos lo mismo que ustedes han hecho y hacen actualmente: Con regularidorábamos en familia, estudiábamos las Escrituras y efectuábamos la noche de hogar. Pero estoy seguro de queque les voy a describir nunca ha ocurrido en su hogar, pero sí ocurrió en el nuestro.

A veces mi esposa y yo nos preguntábamos si nuestros esfuerzos por hacer estas cosas espiritualmente esenciavaldrían la pena. De vez en cuando leíamos los versículos de las Escrituras en medio de exclamaciones com“¡Fulano me está tocando!” “¡Dile que no me mire!” “¡Mamá, él está respirando mi aire!”. Otras veces las oracionsinceras eran interrumpidas por risitas y codazos; y con varoncitos activos y bulliciosos, las lecciones de la node hogar no siempre daban como resultado altos niveles de aprovechamiento espiritual. Había momentos en que mi esposa y yo nos exasperábamos porque los hábitos de rectitud que tanto nos esforzábamos por fomentarparecían dar los resultados espirituales inmediatos que deseábamos y esperábamos.

Si hoy les preguntaran a nuestros hijos adultos lo que recuerdan de la oración familiar, del estudio de las Escrituy de la noche de hogar, creo que sé cómo contestarían. Seguramente no definirían una oración en particular ni uocasión especial del estudio de las Escrituras ni una lección particularmente importante de la noche de hogar coel momento crucial de su desarrollo espiritual. Lo que dirían que recuerdan es que nuestra familia era constante

Mi esposa y yo pensábamos que el máximo resultado que podíamos obtener era ayudar a nuestros hijocomprender el contenido de una lección en particular o de un pasaje determinado de las Escrituras. Pero eso ocurre cada vez que estudiamos u oramos o aprendemos juntos. Tal vez la lección más grande que aprendieronuna lección que en ese momento no apreciamos en su totalidad— fuera la constancia de nuestro intento y labor.

En mi oficina tengo un hermoso cuadro de un campo de trigo. La pintura se compone de una vasta colecciónpinceladas, ninguna de las cuales sería interesante o impresionante si estuviera aislada. De hecho, si uno se aceal lienzo, todo lo que se aprecia es una masa de pinceladas de pintura amarilla, dorada y marrón qaparentemente no tienen relación ni atractivo alguno. Sin embargo, al alejarse gradualmente del cuadro, todas epinceladas se combinan, y juntas producen un magnífico paisaje de un campo de trigo. Son una infinidadpinceladas ordinarias y sueltas que se unen para crear una bella y cautivadora pintura.

Cada oración familiar, cada episodio de estudio de las Escrituras en familia y cada noche de hogar es una pincelen el lienzo de nuestras almas. Ninguno de esos hechos por sí solo puede parecer muy impresionante o memorapero así como las pinceladas amarillas, doradas y marrones se complementan entre sí y producen una omaestra impresionante, de la misma manera nuestra constancia en acciones aparentemente pequeñas pue

llevarnos a alcanzar resultados espirituales significativos. “Por tanto, no os canséis de hacer lo bueno, porque esponiendo los cimientos de una gran obra. Y de las cosas pequeñas proceden las grandes” (D. y C. 64.33).constancia es un principio clave para poner los cimientos de una gran obra en nuestra vida personal y para ser mdiligentes y atentos en nuestro hogar.

El ser constantes en nuestro hogar es importante por otra razón. Muchos de los reproches más duros del Salvadestaban dirigidos a los hipócritas. Jesús amonestó a Sus discípulos concerniente a los escribas y a los fariseos: “…hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen” (Mateo 23:3). Esa fuerte amonestación es solemne enconsejo de “expresar amor y demostrarlo”, de “dar testimonio y vivir de acuerdo con él”, y de “ser constantes”.



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La hipocresía que pueda haber en nosotros se discierne más claramente y causa mayor destrucción dentronuestro propio hogar. Y los niños son con frecuencia sumamente alertas y sensibles cuando se trata de reconoce

Una declaración pública de amor cuando las demostraciones privadas del mismo faltan en el hogar es hipocresdebilita los cimientos de una gran obra. El hecho de testificar públicamente cuando faltan la fidelidad yobediencia dentro del propio hogar es hipocresía y socava los cimientos de una gran obra. El mandamiento, “dirás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16) se aplica más directamente al hipócrita que hay dentrocada uno de nosotros. Todos debemos ser y mantenernos más constantes. “…sino sé ejemplo de los creyentes

palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza” (1 Timoteo 4:12).

Al esforzarnos por buscar la ayuda del Señor y Su fortaleza, lograremos reducir gradualmente la disparidad qexiste entre lo que decimos y lo que hacemos, entre expresar amor y demostrarlo constantemente, entre testimonio y vivir firmemente de acuerdo con él. A medida que seamos más fieles para aprender, vivir y amaEvangelio restaurado de Jesucristo, llegaremos a ser más diligentes y atentos en nuestro hogar.

Testimonio

“El matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y… la familia es fundamental en el plan Creador para el destino eterno de Sus hijos” (véase “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liaho

octubre de 2004, pág. 49). Por éstas y por otras razones de importancia eterna debemos ser más diligenteatentos en el hogar.

Que todo cónyuge, todo hijo y todo padre y madre sea bendecido para comunicar amor y recibirlo, para expreun firme testimonio y ser edificado por él, y para llegar a ser más constante en las cosas aparentemente pequeque son de tanta importancia.

En esta importante empresa nunca estaremos solos. Nuestro Padre Celestial y Su Amado Hijo viven. Ellos nos amy conocen nuestras circunstancias, y nos ayudarán a ser más diligentes y atentos en el hogar. Testifico de esverdades en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.



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Recibe el Espíritu Santo

David A. Bednar


Estas cuatro palabras: “Recibe el Espíritu Santo”, no son una declaración pasiva; más bien, constituyen un manddel sacerdocio, una amonestación autorizada para actuar y no para que simplemente se actúe sobre nosotros.

Mi mensaje se centra en la importancia de esforzarnos a diario por recibir en verdad el Espíritu Santo. Ruego teel Espíritu del Señor y lo invito para que instruya y edifique a cada uno de nosotros.

El don del Espíritu Santo

En diciembre de 1839, mientras estaban en la ciudad de Washington, D.C. para solicitar indemnización por daños causados a los santos de Misuri, José Smith y Elias Higbee escribieron lo siguiente a Hyrum Smith: “nuestra entrevista con el Presidente [de los Estados Unidos], nos preguntó en qué se diferenciaba nuestra relig

de las otras religiones en esos días. El hermano José dijo que diferíamos en la forma de bautizar y en el don Espíritu Santo por la imposición de manos. Consideramos que todos los demás aspectos están comprendidos endon del Espíritu Santo” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 102).

El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad; Él es un personaje de espíritu y da testimonio de toda verdEn las Escrituras se hace referencia al Espíritu Santo como el Consolador (véase Juan 14:16–27; Moroni 8:26),Maestro (véase Juan 14:26; D. y C. 50:14), y un revelador (véase 2 Nefi 32:5). Las revelaciones del Padre y del Hse transmiten mediante el Espíritu Santo; Él es el mensajero del Padre y del Hijo y testifica de Ellos.

El Espíritu Santo se manifiesta a los hombres y las mujeres de la tierra como el poder así como el don del EspírSanto. El poder puede llegar a una persona antes del bautismo; es el poder convincente de que Jesucristo

nuestro Salvador y Redentor. Mediante el poder del Espíritu Santo, los investigadores sinceros pueden obtener uconvicción de la veracidad del evangelio del Salvador, del Libro de Mormón, de la realidad de la Restauración y llamamiento profético de José Smith.

El don del Espíritu Santo se confiere únicamente tras el debido y autorizado bautismo y por la imposiciónmanos de parte de aquellos que poseen el Sacerdocio de Melquisedec. El Señor declaró:

“sí, arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros para la remisión de sus pecados; sí, bautizaos en el aguaentonces vendrá el bautismo de fuego y del Espíritu Santo…

“Y por la imposición de manos confirmaréis en mi iglesia a quienes tengan fe, y yo les conferiré el don del Espír

Santo” (D. y C. 33:11, 15).El apóstol Pablo aclaró esta práctica a los efesios cuando preguntó:

“¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay EspírSanto.

“Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.

“Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que habíavenir después de él, a saber, en Jesús el Cristo.

http://www.lds.org/scriptures/nt/john/14.16-27?lang=spa#15







http://www.lds.org/scriptures/dc-testament/dc/33.11,15?lang=spa#10










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“Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

“Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo” (Hechos 19:2–6).

El bautismo por inmersión es “la ordenanza preliminar del Evangelio a la que debe seguir el bautismo del Espíra fin de que sea completa” (Bible Dictionary, “Baptism”). El profeta José Smith explicó que el “bautismo es uordenanza santa preparatoria para recibir el Espíritu Santo; es el conducto y la llave por medio de los cualespuede administrar el Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo por la imposición de manos no se puede recibir p

medio de ningún otro principio que no sea el principio de la rectitud” (Enseñanzas de los presidentes de la Igle José Smith, pág. 101).

La ordenanza de confirmar a un miembro nuevo de la Iglesia y de conferir el don del Espíritu Santo es tasencilla como profunda. Los dignos poseedores del Sacerdocio de Melquisedec colocan las manos sobre la cabde la persona y se dirigen a ella por su nombre. Después, por la autoridad del santo sacerdocio y en el nombre Salvador, se confirma a la persona miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ypronuncia esta importante frase: “Recibe el Espíritu Santo”.

Es posible que la sencillez de esta ordenanza nos haga pasar por alto su importancia. Estas cuatro palabras“Recibe el Espíritu Santo”— no son una declaración pasiva; más bien, constituyen un mandato del sacerdocio, u

amonestación autorizada para actuar y no para que simplemente se actúe sobre nosotros (véase 2 Nefi 2:26)Espíritu Santo no entra en vigor en nuestra vida simplemente porque se colocan las manos sobre nuestra cabezse pronuncian esas cuatro palabras importantes. Al recibir esta ordenanza, cada uno de nosotros acepta usagrada y constante responsabilidad de desear, procurar, trabajar y vivir de tal manera que de verdad “recib[amel Espíritu Santo” y los dones espirituales que conlleva.“Porque, ¿en qué se beneficia el hombre a quien seconfiere un don, si no lo recibe? He aquí, ni se regocija con lo que le es dado, ni se regocija en aquel que le diodádiva” (D. y C. 88:33).

¿Qué debemos hacer a fin de que esta amonestación autorizada de procurar la compañía del tercer miembro deTrinidad se convierta en una constante realidad? Permítanme sugerir que necesitamos (1) desear sinceramerecibir el Espíritu Santo; (2) invitar debidamente al Espíritu Santo a nuestra vida; y (3) obedecer fielmente mandamientos de Dios.

Desear sinceramente

Debemos primeramente desear, anhelar y procurar la compañía del Espíritu Santo. Ustedes y yo podemaprender una gran lección sobre los deseos justos de los fieles discípulos del Maestro que se describen en el Libde Mormón.

“Y los doce instruyeron a la multitud; y he aquí, hicieron que la multi tud se arrodillase en el suelo y orase al Paen el nombre de Jesús…

“Y oraron por lo que más deseaban; y su deseo era que les fuese dado el Espíritu Santo” (3 Nefi 19:6, 9).

¿Nos acordamos, del mismo modo, de orar ferviente y constantemente por lo que más deseamos, aun el EspírSanto?¿O nos distraímos por las preocupaciones del mundo y la rutina del diario vivir, y pasamos por alto o incldescuidamos este don, que es el más valioso de todos los dones? El recibir el Espíritu Santo empieza con nuessincero y constante deseo de tener Su compañía en nuestra vida.

http://www.lds.org/scriptures/nt/acts/19.2-6?lang=spa#1















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Invitar debidamente

Podemos recibir y reconocer más fácilmente el Espíritu del Señor si lo invitamos debidamente a nuestra vida. podemos obligar, ejercer coerción o mandar al Espíritu Santo; más bien, debemos invitarlo a nuestra vida conmisma bondad y ternura con la que Él nos trata (véase D. y C. 42:14).

Nuestras invitaciones para tener la compañía del Espíritu Santo ocurren de muchas maneras: al hacer conveniocumplirlos; al orar sinceramente de manera personal y con la familia; al escudriñar diligentemente las Escritur

al fortalecer las relaciones adecuadas con familiares y amigos; al procurar pensamientos, actos y palabvirtuosos; y al adorar en nuestros hogares, en el santo templo y en la iglesia. Por el contrario, el quebranconvenios y compromisos o nuestra indiferencia hacia ellos, el no orar y estudiar las Escrituras, y pensamientos, actos y palabras inapropiados hacen que el Espíritu se aleje de nosotros o que nos evite totalmen

Así como el rey Benjamín enseñó a su pueblo: “Y ahora bien, os digo, hermanos míos, que después de haber saby de haber sido instruidos en todas estas cosas, si transgredís y obráis contra lo que se ha hablado, de modo queseparáis del Espíritu del Señor, para que no tenga cabida en vosotros para guiaros por las sendas de la sabiduríafin de que seáis bendecidos, prosperados y preservados” (Mosíah 2:36).

Obedecer fielmente

El obedecer fielmente los mandamientos de Dios es esencial para recibir el Espíritu Santo. Se nos recuerda everdad cada semana al escuchar las oraciones sacramentales y al participar dignamente del pan y del aguaprometer que estamos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo, a recordarle siempre guardar Sus mandamientos, se nos promete que siempre podremos tener Su Espíritu con nosotros (véase D. 20:77). Por lo tanto, todo lo que el evangelio del Salvador nos enseña a hacer y a llegar a ser tiene como bendecirnos con la compañía del Espíritu Santo.

Consideremos las razones por las que oramos y estudiamos las Escrituras. Sí, anhelamos comunicarnos en oraccon nuestro Padre Celestial en el nombre de Su Hijo, y sí, deseamos obtener la luz y el conocimiento disponiblelos libros canónicos, pero tengan a bien recordar que estos hábitos santos son, ante todo, maneras por las q

siempre recordamos a nuestro Padre Celestial y a Su Amado Hijo, y que son requisitos para tener la compaconstante del Espíritu Santo.

Reflexionen en las razones por las que adoramos en la casa del Señor y en nuestras reuniones del día de reposoprestamos servicio en el templo por nuestros familiares fallecidos, y por nuestras familias y amigos en los barrioen las ramas en donde residimos. Y sí, disfrutamos de la recta jovialidad que encontramos entre nuesthermanos y hermanas; pero, ante todo, nos reunimos en unidad, para procurar las bendiciones y la instrucción Espíritu Santo.

Orar, estudiar, reunirse, adorar, servir y obedecer no son cosas aisladas e independientes de una larga listatareas que estén relacionadas con el Evangelio. Más bien, cada una de estas prácticas rectas es un importa

elemento de una imperante búsqueda espiritual para cumplir el mandato de recibir el Espíritu Santo. Lmandamientos de Dios que obedecemos y el inspirado consejo de los líderes de la Iglesia que seguimos, se centrprincipalmente en obtener la compañía del Espíritu. Básicamente, todas las enseñanzas y actividades del Evangese centran en venir a Cristo al recibir el Espíritu Santo en nuestra vida.

Ustedes y yo debemos esforzarnos por ser como los jóvenes guerreros que se describen en el Libro de Mormquienes “procuraron cumplir con exactitud toda orden; sí, y les fue hecho según su fe…

“…y son diligentes en acordarse del Señor su Dios de día en día; sí, se esfuerzan por obedec er sus estatutos y juicios y sus mandamientos continuamente” (Alma 57:21; 58:40).

















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Testimonio

El Señor ha declarado que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es “la única iglesia verdaderviviente sobre la faz de toda la tierra” (D. y C. 1:30). Esta Iglesia restaurada es verdadera porque es la Iglesia Salvador; Él es “el camino, y la verdad y la vida” (Juan 14:6). Y es una iglesia viviente debido a las obras y los dodel Espíritu Santo. Cuán bendecidos somos por vivir en una época en la que el sacerdocio está sobre la tierrpodemos recibir el Espíritu Santo.

Varios años después de que el profeta José Smith fue martirizado, se apareció al presidente Brigham Youncompartió este eterno consejo. “Diga a la gente que sea humilde y fiel y se asegure de conservar el Espíritu Señor, el cual le guiará con rectitud. Que tengan cuidado y no se alejen de la voz apacible; ésa les enseñará [lo qdeben] hacer y a dónde ir; les proveerá los frutos del reino. Diga a los hermanos que tengan el corazón dispuestconvencimiento a fin de que cuando el Espíritu Santo llegue a ellos, su corazón esté listo para recibirlo. Pueddiscernir el Espíritu del Señor de cualquier otro espíritu, pues Él susurrará paz y gozo a su alma y les quitará corazón toda malicia, odio, envidia, contiendas y maldad; y todo su deseo será hacer el bien, fomentar la rectituedificar el reino de Dios. Diga a los hermanos que si siguen al Espír itu del Señor, les irá bien” (Enseñanzas de

presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 103).

Ruego que deseemos sinceramente y que invitemos debidamente al Espíritu Santo a nuestra vida diaria. Rue

también que cada uno de nosotros obedezca fielmente los mandamientos de Dios y que de verdad recibamoEspíritu Santo. Prometo que las bendiciones que el profeta José Smith le describió a Brigham Young pertinentes y que las puede lograr toda persona que escuche o lea este mensaje.

Doy testimonio de la realidad viviente del Padre y del Hijo. Testifico que el Espíritu Santo es un revelador, consolador y el maestro óptimo de quien debemos aprender. Y testifico que las bendiciones y los dones del Espírestán en funcionamiento en la Iglesia de Jesucristo restaurada, verdadera y viviente en estos últimos días. De etestifico en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.









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El espíritu de revelación



El espíritu de revelación es real, puede funcionar, y de hecho funciona, en la vida de cada uno y en La Iglesia.

Expreso gratitud por la inspiración que ha dirigido la selección del himno que vendrá después de mis palab“¿En el mundo he hecho bien?” (Himnos, Nº 141). Me doy por aludido.

Los invito a considerar dos experiencias que la mayoría hemos tenido con la luz.

La primera experiencia sucede cuando entramos en un cuarto oscuro y encendemos el interruptor de la Recuerden cómo, en un instante, la habitación se llena de luz y hace que desaparezca la oscuridad. Lo que antesse veía y era incierto, se vuelve claro y reconocible. Esta experiencia se caracteriza por el inmediato e intenreconocimiento de la luz.

La segunda experiencia tiene lugar al observar la noche transformarse en la mañana. ¿Recuerdan el lento y cimperceptible aumento de luz en el horizonte? En comparación con el hecho de encender una luz en un cuaoscuro, la luz del sol naciente no irrumpe de inmediato. Más bien, la intensidad de la luz aumenta de mangradual y constante, y a la oscuridad de la noche la reemplaza el resplandor de la mañana. Finalmente, el soasoma por el horizonte, pero la evidencia visual de su inminente llegada se manifiesta horas antes de aparerealmente sobre el horizonte. Esta experiencia se caracteriza por el discernimiento sutil y gradual de la luz.

De esas dos experiencias comunes y corrientes con la luz podemos aprender mucho acerca del espíritu revelación. Ruego que el Espíritu Santo nos inspire e instruya al centrar nuestra atención en el espíritu revelación y en los métodos básicos mediante las cuales se recibe.

El espíritu de revelación

La revelación es la comunicación de Dios con Sus hijos en la tierra y es una de las grandes bendiciones relacionacon el don y la compañía constante del Espíritu Santo. El profeta José Smith enseñó: “El Espíritu Santo esrevelador”, y “ningún hombre puede recibir el Espíritu Santo sin recibir revelaciones” (Véase, Enseñanzas de

Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 139).

El espíritu de revelación está al alcance de toda persona que, mediante la debida autoridad del sacerdocio, reclas ordenanzas salvadoras del bautismo por inmersión para la remisión de los pecados y la imposición de manpara recibir el don del Espíritu Santo, y que actúe con fe para cumplir el mandato del sacerdocio que dice: “Rec

el Espíritu Santo”. Esta bendición no se limita a las autoridades que presiden la Iglesia, sino que le pertenece y destar en vigor en la vida de todo hombre, toda mujer y todo niño que alcanza la edad de responsabilidad y qentra en convenios sagrados. El deseo sincero y la dignidad invitan al espíritu de revelación a nuestra vida.

José Smith y Oliver Cowdery adquirieron una valiosa experiencia con el espíritu de revelación al traducir el Libde Mormón. Esos hermanos descubrieron que podían recibir el conocimiento que fuera necesario para llevacabo su obra si pedían con fe, con un corazón sincero, creyendo que recibirían. Con el tiempo, fuecomprendiendo cada vez más que el espíritu de revelación normalmente funciona como pensamientossentimientos que acuden a nuestra mente y corazón por el poder del Espíritu Santo. (Véase D. y C. 8:1–2; 100:5Como el Señor les mandó: “Ahora, he aquí, éste es el espíritu de re velación; he aquí, es el espíritu mediante el c










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Moisés condujo a los hijos de Israel a través del Mar Rojo sobre tierra seca. Por tanto, éste es tu don; empéñateél” (D. y C. 8:3–4).

Hago hincapié en la frase “empéñate en él” en relación con el espíritu de revelación. En las Escrituras, cfrecuencia se describe la influencia del Espíritu Santo como “una voz apacible y delicada” (1 Reyes 19:12; 1 N17:45; véase también 3 Nefi 11:3) y “una voz… de perfecta suavidad” (Helamán 5:30). A causa de que el Espírnos susurra tierna y delicadamente, es fácil comprender por qué debemos rechazar los medios de comunicacinapropiados, la pornografía y las substancias y conductas perjudiciales y adictivas. Esas herramientas

adversario pueden dañar y, con el tiempo, destruir nuestra capacidad para reconocer los sutiles mensajes de Dpor medio del poder de Su Espíritu, y responder a ellos. Cada uno de nosotros debe considerar seriamentmeditar con espíritu de oración cómo rechazar las tentaciones del diablo, y en rectitud “empeñarnos” en el espíde revelación en nuestra vida y en la de nuestra familia.

Modelos de revelación

Las revelaciones se transmiten de diversas maneras, entre ellas, por ejemplo, sueños, visiones, conversaciones mensajeros celestiales e inspiración. Algunas revelaciones se reciben de forma inmediata e intensa, mientras otras se reconocen de manera gradual y sutil. Las dos experiencias que describí relacionadas con la luz nos sirvpara entender mejor estos dos modelos básicos de revelación.

Una luz que se enciende en un cuarto oscuro es semejante a recibir un mensaje de Dios rápida y completamenttodo de una vez. Muchos de nosotros hemos experimentado este modelo de revelación cuando se nos ha darespuesta a nuestras oraciones sinceras o se nos ha proporcionado orientación o protección, de acuerdo convoluntad y el tiempo de Dios. Las descripciones de este tipo de manifestaciones inmediatas e intensas encuentran en las Escrituras, se relatan en la historia de la Iglesia y se manifiestan en nuestra propia vEfectivamente, estos poderosos milagros sí ocurren. Sin embargo, este modelo de revelación tiende a ser minfrecuente que común.

El aumento gradual de la luz que irradia el sol naciente es semejante a recibir un mensaje de Dios “línea por línprecepto por precepto” (2 Nefi 28:30). La mayoría de las veces, la revelación viene en pequeños incrementos alargo de cierto tiempo, y se concede de acuerdo con nuestro deseo, dignidad y preparación. De manera graduadelicada, esas comunicaciones del Padre Celestial “[destilan] sobre [nuestra alma] como rocío del cielo” (D. y121:45). Este modelo de revelación tiende a ser más común que infrecuente y es evidente en las experienciasNefi, cuando intentó diferentes métodos antes de lograr obtener de Labán las planchas de bronce (véase 1 Nef4). Finalmente, fue guiado por el Espíritu a Jerusalén “sin saber de antemano lo que tendría que hacer” (1 Nefi 4Él no aprendió a construir un barco con maestría singular todo al mismo tiempo; antes bien, el Señor le mostrNefi “de cuando en cuando la forma en que debía… trabajar los maderos del barco” (1 Nefi 18:1).

Tanto la historia de la Iglesia como nuestra vida están colmadas de ejemplos del modelo del Señor para recirevelación “línea por línea, precepto por precepto”. Por ejemplo, las verdades fundamentales del Evang

restaurado no se le dieron a José Smith todas a la vez en la Arboleda Sagrada. Esos valiosos tesoros se revelasegún lo requirieron las circunstancias y en el momento propicio.

El presidente Joseph F. Smith explicó cómo este modelo de revelación tuvo lugar en su vida: “En los años dejuventud… con frecuencia iba y le pedía al Señor que me manifestara alguna cosa maravillosa, a fin de recibirtestimonio. Pero el Señor no me concedió milagros sino que me mostró la verdad, línea por línea… hasta que hizo saber la verdad desde el tope de la cabeza hasta la planta de los pies, y hasta que se borraron completamede mí las dudas y el temor. No fue necesario que enviara a un ángel de los cielos para hacerlo, ni tuvo que habcon la trompeta de un arcángel; sino que, mediante el susurro de la voz apacible y delicada del Espíritu del Dviviente, me dio el testimonio que poseo. Es por medio de ese principio y de ese poder que dará a todos los hijos





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los hombres un conocimiento de la verdad que permanecerá con ellos y los hará conocer la verdad como Dioconoce y cumplir con la voluntad del Padre como lo hace Cristo. Ningún número de manifestaciones maravillopodrá jamás lograr eso” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, págs. 287–288).

Los miembros de la Iglesia tenemos la tendencia a recalcar tanto las maravillosas y dramáticas manifestacioespirituales, que tal vez no apreciemos, y hasta pasemos por alto, el modelo común por medio del cual el EspírSanto lleva a cabo Su obra. La misma “sencillez de la manera” (1 Nefi 17:41) de recibir impresiones espirituapequeñas y graduales que con el tiempo y en su totalidad constituyan la respuesta deseada o la guía q

necesit emos, tal vez nos haga “traspasar lo señalado” (Jacob 4:14).

He conversado con muchas personas que dudan de la fortaleza de su testimonio personal y subestimancapacidad espiritual porque no reciben impresiones frecuentes, milagrosas ni intensas. Quizás al considerarexperiencias que tuvo José en la Arboleda Sagrada, las de Saulo en el camino a Damasco y las de Alma hijo, llegama pensar que algo está mal con nosotros o nos falta si no tenemos esos ejemplos conocidos y espiritualmesorprendentes. Si ustedes han tenido pensamientos o dudas similares, sepan que es algo muy normal; simplemesigan adelante con obediencia y fe en el Salvador. Si lo hacen, “no podr[án] errar” (D. y C. 80:3).

El presidente Joseph F. Smith aconsejó: “Muéstrenme Santos de los Últimos Días que tienen que nutrirse cmilagros, señales y visiones a fin de conservarse firmes en la Iglesia, y les mostraré miembros… que no son rec

ante Dios y que andan por caminos resbaladizos. No es por manifestaciones milagrosas dadas a nosotros qseremos establecidos en la verdad, sino mediante la humildad y la fiel obediencia a los mandamientos y leyesDios” (Doctrina y Convenios, Manual para el alumno de instituto, Religión 324–325, 1985, pág. 351).

Otra experiencia común con la luz nos ayuda a aprender una verdad adicional sobre el modelo de revelación“línea por línea, precepto por precepto”. A veces el sol se levanta en una mañana nublada o brumosa; debido anubosidad, percibir la luz es más difícil, y no es posible determinar el momento preciso en el que el sol se levansobre el horizonte; no obstante, en esas mañanas tenemos suficiente luz para reconocer un nuevo día y llevacabo nuestras tareas.

De manera similar, muchas veces recibimos revelación sin reconocer exactamente cómo o cuándo la estamrecibiendo. Este principio lo ilustra un importante episodio de la historia de la Iglesia.

En la primavera de 1829, Oliver Cowdery era maestro en Palmyra, Nueva York. Al enterarse de José Smith y dobra de traducción del Libro de Mormón, sintió la impresión de ofrecer su ayuda al joven profeta. Por consiguieviajó a Harmony, Pensilvania, y se convirtió en el escriba de José. El momento de su llegada y la ayuda qproporcionó fueron de suma importancia para que el Libro de Mormón saliera a luz.

Posteriormente, el Salvador le reveló a Oliver que las veces que había orado para recibir guía, había recibinstrucción del Espíritu del Señor. “De lo contrario”, declaró el Señor, “no habrías llegado al lugar donde ahestás. He aquí, tú sabes que me has preguntado y yo te iluminé la mente; y ahora te digo estas cosas para que seque te ha iluminado el Espíritu de verdad” (D. y C. 6:14–15).

Por lo tanto, Oliver recibió una revelación mediante el profeta José Smith en la que se le informaba que haestado recibiendo revelación. Aparentemente, Oliver no había reconocido ni cómo ni cuándo había estarecibiendo orientación de Dios y necesitaba esa instrucción para aumentar su conocimiento del espíritu revelación. De hecho, Oliver había estado caminando en la luz como cuando el sol se levanta en una mañanublada.

En muchas de las incertidumbres y los desafíos que afrontamos en nuestra vida, Dios nos pide que hagamosmejor posible, que actuemos y no que se actúe sobre nosotros (2 Nefi 2:26), y que confiemos en Él. Quizásveamos ángeles, no escuchemos voces celestiales ni recibamos impresiones espirituales sorprendentes. Tal vez



















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frecuencia sigamos adelante con esperanza y oración —pero sin absoluta seguridad— de que estamos actuandoacuerdo con la voluntad de Dios. Pero a medida que honremos nuestros convenios y guardemos los mandamienal esforzarnos con más constancia por hacer lo bueno y ser mejores, podemos andar con la confianza de que Dguiará nuestros pasos. Podemos hablar con la certeza de que Dios inspirará nuestras palabras. Esto es, en partesignificado del pasaje que dice: “…entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios” (D. y C. 121:45).

A medida que procuren y apliquen de manera apropiada el espíritu de revelación, les prometo que “camin[aránla luz de Jehová” (Isaías 2:5; 2 Nefi 12:5). A veces el espíritu de revelación actuará de manera inmediata e inten

otras, de manera sutil y gradual, y con frecuencia de forma tan delicada que tal vez no lo reconozcamconscientemente; pero sin importar el modelo mediante el cual se reciba esa bendición, la luz que proporcioiluminará y ensanchará su alma, iluminará su entendimiento (véase Alma 5:7; 32:28), y los dirigirá y los protega ustedes y a su familia.

Declaro mi testimonio apostólico de que el Padre y el Hijo viven. El espíritu de revelación es real, puede funciony de hecho funciona, en la vida de cada uno y en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Testifde estas verdades en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.



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El corazón de los hijos se volverá

David A. Bednar


Invito a los jóvenes de la Iglesia a aprender sobre el espíritu de Elías y a experimentarlo.

A medida que estudiamos, aprendemos y vivimos el evangelio de Jesucristo, la secuencia es a menudo instructConsideren, por ejemplo, las lecciones sobre las prioridades espirituales que aprendemos del orden en qocurrieron los principales acontecimientos cuando la plenitud del evangelio del Salvador se restauró en esúltimos días.

En la Arboleda Sagrada, José Smith vio al Padre Eterno y a Jesucristo y habló con Ellos. Entre otras cosas, Joséenteró de la verdadera naturaleza de la Trinidad y de la revelación continua. Esa majestuosa visión dio paso a

dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:10) y constituye uno de los acontecimientos mimportantes de la historia del mundo.

Aproximadamente tres años después, la noche del 21 de septiembre de 1823, en respuesta a una ferviente oracla habitación de José se llenó de luz hasta que “quedó más iluminada que al mediodía” ( José Smith—Historia 1:3Un personaje se apareció al lado de su cama, llamó al muchacho por su nombre y declaró “que era un mensajeenviado de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni” (versículo 33); él instruyó a José en cuanto a la salida luz del Libro de Mormón, y después citó del libro de Malaquías, del Antiguo Testamento, con una ligera variacen las palabras que se utilizaron en la versión del rey Santiago: “He aquí, yo os revelaré el sacerdocio por medioElías el profeta, antes de la venida del grande y terrible día del Señor.

“…Y él plantará en el corazón de los hijos las promesas hechas a los padres, y el corazón de los hijos se volverá a padres. De no ser así, toda la tierra sería totalmente asolada a su venida” (versículos 38 y 39).

Las instrucciones que Moroni dio al joven profeta comprendían, a final de cuentas, dos temas principales: (1Libro de Mormón y (2) las palabras de Malaquías que predecían la función que tendría Elías el Profeta enRestauración “de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiemantiguos” (Hechos 3:21). Por consiguiente, los acontecimientos introductorios de la Restauración revelaronentendimiento correcto de la Trinidad, recalcaron la importancia del Libro de Mormón y previeron la obrasalvación y exaltación tanto de los vivos como de los muertos. Esa secuencia inspiradora es instructiva en cuantlos asuntos espirituales que son de suprema prioridad para la Deidad.

Mi mensaje se centra en el ministerio y el espíritu de Elías predichos por Moroni en las instrucciones iniciales qle dio a José Smith. Ruego sinceramente por la ayuda del Espíritu Santo.

El ministerio de Elías el Profeta

Elías era un profeta del Antiguo Testamento por medio de quien se efectuaron poderosos milagros. Él selló cielos y no llovió en el antiguo Israel durante tres años y medio; multiplicó la harina y el aceite de una viulevantó a un joven de los muertos e hizo descender fuego del cielo en un reto a los profetas de Baal. (Véase 1 Re17–18.) Al concluir el ministerio terrenal de Elías el Profeta, “subió al cielo en un torbellino” (2 Reyes 2:11) y trasladado.

http://www.lds.org/scriptures/nt/eph/1.10?lang=spa#9


http://www.lds.org/scriptures/pgp/js-h/1.30?lang=spa#29





http://www.lds.org/scriptures/pgp/js-h/1.38,39?lang=spa#37


http://www.lds.org/scriptures/nt/acts/3.21?lang=spa#20


http://www.lds.org/scriptures/ot/1-kgs/17?span=17-18&lang=spa

















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“De las revelaciones de los últimos días, aprendemos que Elías el Profeta poseía el poder sellador del SacerdocioMelquisedec, y que fue el último profeta que lo poseyó antes de la época de Jesucristo” (Bible Dictionary, “ElijahEl profeta José Smith explicó: “El espíritu, poder y llamamiento de Elías el Profeta es que ustedes tenganautoridad de poseer las llaves de la… plenitud del Sacerdocio de Melquisedec… y de… obtener… todas las ordenanque pertenecen al reino de Dios” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 3cursiva agregada). Esa sagrada autoridad para sellar es esencial a fin de que las ordenanzas del sacerdocio seválidas y vinculantes, tanto en la tierra como en el cielo.

Elías el Profeta se apareció con Moisés en el Monte de la Transfiguración (véase Mateo 17:3) y confirió autoridad sobre Pedro, Santiago y Juan. Se apareció nuevamente con Moisés y otros el 3 de abril de 1836 enTemplo de Kirtland y confirió las mismas llaves a José Smith y a Oliver Cowdery.

En las Escrituras se registra que Elías el Profeta se presentó ante José y Oliver y dijo:

“He aquí, ha llegado plenamente el tiempo del cual se habló por boca de Malaquías, testificando que él [Elíaprofeta] sería enviado antes que viniera el día grande y terrible del Señor,

“para hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres, para que el mundo enterofuera herido con una maldición.

“Por tanto, se entregan en vuestras manos las llaves de esta dispensación; y por esto sabréis que el día grandterrible del Señor est á cerca, sí, a las puertas” (D. y C. 110:14–16).

La restauración de la autoridad de sellamiento por medio de Elías el Profeta en 1836 fue necesaria para preparamundo para la segunda venida del Salvador, e inició un mayor interés mundial en la investigación de histofamiliar.

El espíritu y la obra de Elías el Profeta

El profeta José Smith declaró: “La responsabilidad mayor que Dios ha puesto sobre nosotros en est e mundoocuparnos de nuestros muertos… porque es necesario que el poder de sellar esté en nuestras manos a fin de sela nuestros hijos y nuestros muertos para la plenitud de la dispensación de los tiempos, una dispensación en la qse han de cumplir las promesas que Jesucristo hizo para la salvación del hombre… De ahí que, dijo Dios: ‘Yoenvío el profeta Elías’” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 507).

José explicó además:

“Pero, ¿cuál es el objeto de [la venida de Elías el Profeta]? ¿O cómo se va a cumplir? Las llaves habrán entregarse, el espíritu de Elías habrá de venir, el Evangelio habrá de establecerse, los santos de Dios habrán de congregados, Sión habrá de ser edificada y los santos habrán de subir como salvadores al monte Sión [véase Abd1:21].

“Pero, ¿cómo van a llegar a ser salvadores en el monte Sión? Edificando sus templos… y yendo a recibir todas ordenanzas… en bien de todos sus antepasados que han muerto…; y en esto consiste la cadena que une el corazde los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres, lo cual cumple la misión de Elías el Profeta” (véEnseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, págs. 504–505).

El élder Russell M. Nelson ha enseñado que el espíritu de Elías es “una manifestación del Espíritu Santo que testimonio de la naturaleza divina de la familia” (“Un nuevo tiempo para la cosecha”, Liahona, julio de 1998, p36). Esa singular influencia del Espíritu Santo impulsa a las personas a buscar los datos, documentar y valorar a antepasados y parientes, tanto pasados como presentes.

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El espíritu de Elías surte su efecto tanto en las personas que son miembros de la Iglesia como en las que no lo sSin embargo, como miembros de la Iglesia restaurada de Cristo, tenemos la responsabilidad, adquirida pconvenio, de buscar a nuestros antepasados y proporcionarles las ordenanzas salvadoras del Evangelio. “…ellos[son] perfeccionados sin nosotros” (Hebreos 11:40; véase también Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: J

Smith, pág. 507). Ni “tampoco podemos nosotros ser perfeccionados sin nuestros muertos” (D. y C. 128:15).

Por esas razones investigamos nuestra historia familiar, edificamos templos y efectuamos ordenanzas vicarias. esas razones se envió a Elías el Profeta para restaurar la autoridad para sellar que ata en la tierra y en el cie

Nosotros somos los agentes del Señor en la obra de salvación y exaltación que evitará “que el mundo entero [sherido con una maldición” (D. y C. 110:15) cuando Él vuelva de nuevo. Ése es nuestro deber y nuestra gbendición.

Una invitación a la nueva generación

Ahora solicito la atención de las mujeres y los hombres jóvenes y los niños de la nueva generación mientras recala importancia actual del espíritu de Elías en nuestra vida. Mi mensaje va dirigido a toda la Iglesia en general, pa ustedes en particular.

Muchos de ustedes tal vez piensen que la obra de historia familiar la lleva a cabo principalmente la gente may

Sin embargo, no tengo conocimiento de que en las Escrituras o en las pautas que emiten los líderes de la Iglehaya alguna restricción en cuanto a la edad que limite este importante servicio a los adultos mayores. Ustedes hijos e hijas de Dios, hijos del convenio y edificadores del reino. No tienen que esperar hasta tener una eddeterminada para cumplir con su responsabilidad de colaborar en la obra de salvación a favor de la famhumana.

Hoy en día, el Señor ha puesto a nuestra disposición extraordinarios recursos que les permiten aprender y amobra a la que infunde vigor el espíritu de Elías. Por ejemplo, FamilySearch es una colección de registros, recursoservicios que se pueden acceder fácilmente con computadoras personales y diversos dispositivos de madiseñados para ayudar a la gente a descubrir y documentar su historia familiar. Esos recursos también esdisponibles en los centros de historia familiar ubicados en muchos edificios de la Iglesia por todo el mundo.

No es una coincidencia que FamilySearch y otros recursos hayan salido a la luz en una época en la que los jóveestén tan familiarizados con una gran variedad de tecnologías de la información y la comunicación. Ustedes tienlos dedos amaestrados para textear y twitear para acelerar y adelantar la obra del Señor, y no sólo pcomunicarse rápidamente con sus amigos. Las destrezas y la aptitud que se manifiestan entre muchos jóveactualmente son una preparación para contribuir a la obra de salvación.

Invito a las jóvenes de la Iglesia a aprender sobre el espíritu de Elías y a experimentarlo. Los aliento para qestudien, para que busquen a sus antepasados y se preparen para efectuar bautismos vicarios en la casa del Señpor sus propios familiares fallecidos (véase D. y C. 124:28–36). Y los exhorto a ayudar a otras personas a buscar datos de historia familiar.

Si responden con fe a esta invitación, el corazón de ustedes se volverá a los padres. Las promesas que se hicieroAbraham, Isaac y Jacob se arraigarán en su corazón. Sus bendiciones patriarcales, en las que se declara el linaje,unirá a esos padres y cobrarán mayor significado para ustedes. El amor y la gratitud que sienten hacia santepasados aumentará. Su testimonio del Salvador y su conversión a Él serán profundos y perdurables. Y prometo que serán protegidos contra la creciente influencia del adversario. A medida que participen en esta obsagrada y lleguen a amarla, serán protegidos en su juventud y durante su vida.

Padres y líderes, por favor ayuden a sus hijos y a la juventud a saber en cuanto al espíritu de Elías, y a sentirlo. Pno hagan esa labor demasiado rígida o formal ni brinden demasiada información o capacitación detallada. Invite

http://www.lds.org/scriptures/nt/heb/11.40?lang=spa#39















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los jóvenes a explorar, a experimentar y a aprender por sí mismos (véase José Smith—Historia 1:20). Cualqujoven puede hacer lo que estoy sugiriendo mediante los módulos disponibles en lds.org/familyhistoryyouth.presidencias de los quórumes del Sacerdocio Aarónico y de las clases de las Mujeres Jóvenes pueden desempeuna importante función al ayudar a todos los jóvenes a familiarizarse con esos recursos básicos. Cada vez másnecesario que los jóvenes aprendan y actúen y de ese modo reciban más luz y conocimiento por el poder Espíritu Santo, y que no sólo sean estudiantes pasivos sobre quienes principalmente se actúe (véase 2 Nefi 2:26)

Padres y líderes, se asombrarán al ver la rapidez con la que sus hijos y la juventud de la Iglesia se vuelv

sumamente diestros con esos recursos. De hecho, ustedes aprenderán valiosas lecciones de los jóvenes sobre cóutilizar esos recursos eficazmente. Los jóvenes pueden brindar mucha ayuda a las personas mayores quesientan incómodas o intimidadas por la tecnología o que no están familiarizadas con FamilySearch. Ustetambién contarán sus muchas bendiciones cuando los jóvenes dediquen más tiempo a la obra de historia familiaa prestar servicio en el templo y menos tiempo en videojuegos, navegando por internet y en Facebook.

Troy Jackson, Jaren Hope y Andrew Allan son poseedores del Sacerdocio Aarónico que fueron llamados por obispo inspirado para enseñar en equipo una clase de historia familiar en el barrio. Esos jóvenes representamuchos de ustedes en su afán por aprender y deseo de servir.

Troy dijo: “Solía ir a la iglesia y simplemente me sentaba allí, pero ahora me doy cuenta de que tengo que ir a cas

hacer algo. Todos podemos hacer historia familiar”.

Jaren informa que a medida que aprendía más sobre historia familiar, se dio cuenta “de que esos no eran snombres, sino personas reales. Me emocionaba más y más llevar esos nombres al templo”.

Y Andrew comentó: “Me he interesado en la historia familiar con un amor y un vigor que no sabía que tenCuando me preparaba cada semana para enseñar, a veces sentía la impresión del Santo Espíritu de actuar y ponen práctica algunos de los métodos que se enseñaban en la lección. La historia familiar antes me asustaba, pero la ayuda del Espíritu pude cumplir con mi llamamiento y ayudar a mucha gente del barrio”.

Mis amados jóvenes hermanos y hermanas, la historia familiar no es tan sólo un programa o una activid

interesante auspiciada por la Iglesia; más bien, es una parte vital de la obra de salvación y exaltación. Ustedes hsido preparados para esta época y para edificar el reino de Dios. Se encuentran hoy día en la tierra para colabocon esta gloriosa obra.

Testifico que Elías el Profeta regresó a la tierra y restauró la sagrada autoridad para sellar. Testifico que lo queata en la tierra se puede atar en el cielo. Y sé que los jóvenes de la nueva generación desempeñan una función vien esta gran empresa. De ello testifico en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.




http://lds.org/familyhistoryyouth



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Velando… con toda perseverancia



Un sistema espiritual y precoz de advertencia… puede ayudar a los padres de Sión a velar y a discernir respecto a sus hijos.

Hace poco iba manejando mi auto mientras las gotas de una tormenta empezaban a caer sobre el parabrisas.lado del camino, en una señal electrónica aparecía una oportuna advertencia: “Carretera resbaladiza adelante”superficie por la que conducía parecía bastante segura, pero esa vital información me permitió prepararme paraposible peligro que no esperaba y que aún no veía. Al proseguir hacia mi destino, reduje la velocidad y miré catención por si había más señales de peligro.

Las primeras señales de advertencia son evidentes en muchos aspectos de nuestra vida; por ejemplo, la fiebpuede ser el primer síntoma de una enfermedad o dolencia. Varios indicadores económicos y laborales

mercado se utilizan para pronosticar las futuras tendencias en la economía local y nacional y, según la región mundo en la que vivamos, podemos recibir advertencias de inundaciones, avalanchas, huracanes, maremotornados o tormentas invernales.

También somos bendecidos con señales espirituales tempranas de advertencia como una fuente de protecciódirección en nuestra vida. Recuerden cómo Dios le advirtió a Noé de cosas aún no vistas, y éste “preparó el apara que su casa se salvase” (Hebreos 11:7).

A Lehi se le advirtió salir de Jerusalén y llevar a su familia al desierto porque la gente a quien él había declaradarrepentimiento procuraba matarlo (véase 1 Nefi 2:1–2).

El Salvador mismo fue protegido mediante una advertencia angelical: “…he aquí un ángel del Señor se le apareen sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo tdiga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo” (Mateo 2:13).

Consideren el lenguaje del Señor en la revelación conocida como la Palabra de Sabiduría: “Por motivo de maldades y designios que existen y que existirán en el corazón de hombres conspiradores en los últimos días, osamonestado y os prevengo, dándoos esta palabra de sabiduría por revelación” (D. y C. 89:4).

Las advertencias espirituales deben conducir a una vigilancia más alerta. Ustedes y yo vivimos en “un día amonestación” (D. y C. 63:58). Y debido a que se nos ha advertido y que se nos advertirá, debemos estar, comapóstol Pablo amonestó: “velando… con toda perseverancia” (Efesios 6:18).

Ruego la guía del Espíritu Santo al describir un sistema espiritual y precoz de advertencia que puede ayudar a padres de Sión a velar y a discernir con respecto a sus hijos. Este sistema precoz de advertencia se aplica a los hde todas las edades y tiene tres componentes básicos: (1) leer el Libro de Mormón y hablar de él con los hijos, dar testimonio espontáneamente de las verdades del Evangelio con los hijos e (3) invitar a los hijos coaprendices del Evangelio a actuar y a que no sólo se actúe sobre ellos. Los padres que hagan esas cosas fielmeserán bendecidos para reconocer las primeras señales del crecimiento espiritual de los hijos o de los desafíos qse tengan con ellos, y estar mejor preparados para recibir inspiración a fin de fortalecer y ayudar a esos hijos.



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Componente número 1: Leer el Libro de Mormón y hablar de él.

El Libro de Mormón contiene la plenitud del evangelio del Salvador y es el único libro que el Señor mismo testificado que es verdadero (véase D. y C. 17:6; véase también Russell M. Nelson, “Un testimonio del Libro Mormón”, Liahona, enero de 2000, pág. 84). De hecho, el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión.

Los poderes del Libro de Mormón que convencen y convierten provienen tanto de un enfoque central en el SeJesucristo así como de la inspirada sencillez y claridad de sus enseñanzas. Nefi declaró: “Mi alma se deleita en

claridad para con mi pueblo, a fin de que aprenda” (2 Nefi 25:4). En este caso, el término “claridad” deninstrucción que es evidente y fácil de entender.

El Libro de Mormón es el más correcto de todos los libros sobre la tierra porque se centra en la Verdad (véase Ju14:6; 1 Nefi 13:40), o sea, Jesucristo, y restaura las cosas claras y preciosas que se han quitado del Evangeverdadero (véase 1 Nefi 13:26, 28–29, 32, 34–35, 40). La combinación singular de esos dos factores —el enfocaen el Salvador y la claridad de las enseñanzas— invita de manera convincente el testimonio confirmador del termiembro de la Trinidad, o sea, el Espíritu Santo. Por consiguiente, el Libro de Mormón se dirige al espíritu ycorazón del lector como ningún otro tomo de Escritura lo hace.

El profeta José Smith enseñó que el obedecer los preceptos que se encuentran en el Libro de Mormón nos serv

para “acercar[nos] más a Dios” que cualquier otro libro (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smipág. 67). El leer el Libro de Mormón con regularidad y hablar en cuanto a él invita al poder para resistitentación y producir sentimientos de amor dentro de nuestras familias. Los análisis acerca de las doctrinas y principios del Libro de Mormón proporcionan oportunidades para que los padres observen a sus hijos, escuchen, aprendan de ellos y les enseñen.

Los jóvenes de todas las edades, incluso los bebés, pueden responder al espíritu característico del Libro Mormón, y lo hacen. Los niños quizá no entiendan todas las palabras y los relatos, pero ciertamente pueden senla clase de espíritu que describió Isaías (véase Isaías 29:4; véase también 2 Nefi 26:16). Las preguntas que haganiño, las observaciones que el niño comparta y las conversaciones que surjan proporcionan las primeras señalesadvertencia que serán cruciales. Y lo que es más importante, tales conversaciones pueden ayudar a los padrediscernir lo que sus hijos estén aprendiendo, pensando y sintiendo acerca de las verdades que encierra esagrado tomo de Escritura, así como las dificultades que puedan estar afrontando.

Componente número 2: Dar testimonio espontáneamente

El testimonio es un conocimiento personal, basado en la atestiguación del Espíritu Santo, de que ciertos hechosimportancia eterna son verdaderos. El Espíritu Santo es el mensajero del Padre y del Hijo y el maestro de toverdad y el que guía a ella (véase Juan 14:26; 16:13). Por lo tanto, “por el poder del Espíritu Santo podréis conola verdad de todas las cosas” (Moroni 10:5).

El conocimiento y la convicción espiritual que recibimos del Espíritu Santo son el resultado de la revelación. P

buscar y obtener esas bendiciones se requiere un corazón sincero, verdadera intención y fe en Cristo (véMoroni 10:4). El testimonio personal también implica responsabilidad y el dar cuenta de ella.

Los padres deben velar y estar espiritualmente atentos a las oportunidades que ocurran espontáneamente pdar testimonio a sus hijos. Esas ocasiones no tienen que programarse, planearse ni dirigirse con un guión.hecho, cuanto menos estructurada sea la ocasión para compartir tales testimonios, mayor será la probabilidad pedificar y lograr un impacto perdurable. “Ni os preocupéis tampoco de antemano por lo que habéis de decir; matesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os será dado en la hora precisa la porción qle será medida a cada hombre” (D. y C. 84:85).



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Por ejemplo, una conversación familiar que se lleve a cabo de manera natural durante la cena puede ser el maperfecto para que uno de los padres hable de las bendiciones específicas que recibió durante el curso actividades relativamente cotidianas, y que testifique de ellas. Y un testimonio no siempre tiene que empezar cofrase: “Les doy mi testimonio”. Nuestro testimonio se puede declarar de forma tan sencilla como “Sé que hoy bendecido con inspiración en el trabajo” o “La verdad de este pasaje de las Escrituras siempre ha sido upoderosa fuente de guía para mí”. Oportunidades similares para compartir el testimonio también pueden surgiviajar juntos en el auto o en el autobús o en diversas situaciones.

Las reacciones de los hijos a ese testimonio espontáneo y su entusiasmo o renuencia a participar son fuenpoderosas de señales precoces de advertencia. La expresión de un hijo sobre una lección que aprendió enestudio familiar de las Escrituras o una declaración franca de preocupación sobre un principio o práctica Evangelio puede ser sumamente esclarecedor y ayudar a los padres a entender mejor la pregunta o las necesidaespecífica del hijo. Esas conversaciones —especialmente si los padres están tan ansiosos de escuchar comohablar— pueden fomentar un ambiente de apoyo y de seguridad en el hogar y alentar la comunicación continsobre temas difíciles.

Componente número 3: Invitar a los hijos a actuar

En la gran división de todas las creaciones de Dios, hay “cosas que actúan… [y] aquéllas sobre las cuales se actú

(2 Nefi 2:14). Como hijos de nuestro Padre Celestial, hemos sido bendecidos con el don del albedrío moralcapacidad y el poder de actuar en forma independiente. Dotados de albedrío, somos agentes, y principalmenhemos de actuar y no que se actúe sobre nosotros, especialmente al “[buscar] conocimiento, tanto por el estucomo por la fe” (D. y C. 88:118).

Como aprendices del Evangelio, debemos ser “hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores” (Santia1:22). Nuestro corazón se abre a la influencia del Espíritu Santo si ejercemos debidamente el albedrío y actuamde acuerdo con principios correctos; y por medio de ello invitamos Su enseñanza y Su poder testificativo. Lpadres tienen la sagrada responsabilidad de ayudar a los hijos a actuar y a buscar conocimiento por medio de lay un hijo nunca es demasiado pequeño para tomar parte en este modelo de aprendizaje.

Si al hombre se le da un pescado, le da de comer una vez; si al hombre se le enseña a pescar, lo alimentará todavida. Como padres e instructores del Evangelio, ustedes y yo no estamos en el negocio de distribuir pescados; mbien, nuestra obra es ayudar a nuestros hijos a aprender a “pescar” y a llegar a ser espiritualmente firmes. Eobjetivo vital se logra mejor al animar a nuestros hijos a actuar de acuerdo con principios correctos, al ayudarloaprender por medio de la acción. “El que quiera hacer la voluntad de él conocerá si la doctrina es de Dios o sihablo por mí mismo” (Juan 7:17). Tal aprendizaje requiere un esfuerzo espiritual, mental y físico y no sólo urecepción pasiva.

Invitar a los hijos como aprendices del Evangelio a actuar y a que no simplemente se actúe sobre ellos se llevcabo al leer y al hablar sobre el Libro de Mormón y al testificar espontáneamente en el hogar. Imagínense,

ejemplo, una noche de hogar en la que se invita y se espera que los hijos vayan preparados para hacer pregunacerca de lo que leen y aprenden del Libro de Mormón o sobre un tema que recientemente se haya recalcadouna conversación sobre el Evangelio o testificado espontáneamente en el hogar. E imagínense, además, que hijos hagan preguntas que los padres no estén adecuadamente preparados para contestar. Algunos padres quisientan algo de aprensión hacia ese método poco estructurado de la noche de hogar. Pero las mejores nocheshogar no son necesariamente el producto de paquetes preparados de antemano, comprados o bajados de intercon bosquejos y ayudas visuales. Qué oportunidad tan gloriosa para que los miembros de la familia escudriñjuntos las Escrituras, busquen conocimiento por el estudio y por la fe y reciban instrucción del Espíritu San“…porque el predicador no era de más estima que el oyente, ni el maestro era mejor que el discípulo… y todtrabajaban, todo hombre según su fuerza” (Alma 1:26).



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¿Estamos ustedes y yo ayudando a nuestros hijos a ser agentes que actúan y que buscan conocimiento tanto porestudio como por la fe, o hemos capacitado a nuestros hijos a que esperen para que se les enseñe y se actúe soellos? Como padres, ¿estamos dando de comer principalmente a nuestros hijos el equivalente de pescaespiritual, o estamos constantemente ayudándolos a actuar, a aprender por sí mismos y a permanecer firmeinmutables? ¿Estamos ayudando a nuestros hijos a estar anhelosamente consagrados en pedir, buscar y llam(Véase 3 Nefi 14:7.)

El entendimiento espiritual con el que ustedes y yo hemos sido bendecidos, y cuya veracidad se ha confirmado

nuestro corazón, no se puede simplemente dar a nuestros hijos. El precio de la diligencia y del aprendizaje tapor el estudio como por la fe se debe pagar para obtener y personalmente “poseer” tal conocimiento. Sólo de manera lo que se sabe en la mente también se podrá sentir en el corazón. Sólo de esa manera un hijo dejarádepender del conocimiento y de las experiencias espirituales de los padres y adultos y reclamar esas bendiciopara sí mismo. Sólo de esa manera nuestros hijos podrán estar espiritualmente preparados para los desafíos dvida mortal.

Promesa y testimonio

Testifico que los padres que constantemente lean el Libro de Mormón y hablen de él con sus hijos, que compartsu testimonio de manera espontánea con ellos y que los inviten, como aprendices del Evangelio, a actuar y a que

sólo se actúe sobre ellos, serán bendecidos con ojos que vean lejos (véase Moisés 6:27) y con oídos que oigansonido de la trompeta (véase Ezequiel 33:2–16). El discernimiento y la inspiración espirituales que usterecibirán de la combinación de estos tres hábitos santos les permitirán ser como atalayas en la torre parafamilia, “velando… con toda perseverancia” (Efesios 6:18), para bendición de su familia y de su futura posteridSe lo prometo y testifico en el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.



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Una reserva de agua viva

Élder David A. Bednar


Charla Fogonera del SEI para Jóvenes Adultos • 4 de febrero de 2007 Universidad Brigham Young

Mi esposa y yo estamos agradecidos de estar aquí esta noche. Al viajar por el mundo, apreciamos las oportunidade reunirnos con jóvenes fieles como ustedes y de aprender de ustedes. Esta noche pido la ayuda del Espíritu Samientras adoramos juntos y buscamos unidos recibir enseñanzas de lo alto (véase D. y C. 43:16).

Quiero comenzar con una pregunta sencilla. ¿Cuál es la sustancia o el artículo más valioso del mundo? Inicialmepodríamos pensar que el oro, el petróleo o los diamantes tienen el mayor valor, pero de todos los minerametales, joyas y disolventes de la tierra, la sustancia más valiosa es el agua.

La vida brota del agua y el agua sostiene la vida. El agua es el medio requerido para realizar las diversas funcio

relacionadas con todas las formas de vida conocidas. Las dos terceras partes del cuerpo son agua. Una persopuede sobrevivir muchos días, incluso semanas, sin alimento, pero usualmente morirá en sólo tres o cuatro díasagua. La mayor parte de los grandes centros de población están situados cerca de fuentes de agua fresca. En popalabras, la vida no podría existir sin el acceso a una cantidad suficiente de agua pura.

Agua viva

Dado el papel vital del agua para sostener toda forma de vida, el uso que hace el Salvador de la frase “agua vivtiene suprema importancia. Tal como se describe en el capítulo cuatro de Juan, Jesús y Sus discípulos pasaron pSamaria al viajar de Judea a Galilea. En la ciudad de Sicar se detuvieron junto al pozo de Jacob.

“Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. “Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.

“La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porqjudíos y samaritanos no se tratan entre sí.

“Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, yte daría agua viva.

“La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?...

“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;“mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él ufuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:7–11, 13–14).

El agua viva a la que se refiere este episodio es una representación del Señor Jesucristo y Su evangelio. Y así comel agua es necesaria para sostener la vida física, también el Salvador, Su doctrina, sus principios y ordenanzas sesenciales para la vida eterna. Necesitamos diariamente su agua viva en grandes cantidades para sostener nuescrecimiento y desarrollo espiritual.



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Las Escrituras son una reserva de agua viva

Las Escrituras contienen las palabras de Cristo y son una reserva de agua viva a la que tenemos fácil acceso y deque podemos beber profundamente. Debemos acudir a Cristo y venir a Él, quien es “la fuente de aguas vivas”Nefi 11:25; compárese con Éter 8:26; 12:28) al leer (véase Mosíah 1:5), estudiar (véase D. y C. 26:1), escudri(véase Juan 5:39; Alma 17:2), y deleitarnos (véase 2 Nefi 32:3) en las palabras de Cristo contenidas en las SanEscrituras. Al hacerlo, podemos recibir guía y protección espiritual durante nuestra jornada mortal.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene la mayordomía sagrada de preservar y protegepureza de las revelaciones escritas (véase D. y C. 42:56)—la preciosa reserva de agua viva. La Iglesia completó uobra monumental en las décadas de los setenta y ochenta al producir la edición de las Escrituras que disfrutamhoy con notas al pie de página, referencias correlacionadas y ayudas para el estudio, mapas e informacadicional.

Cuando se presentaron por vez primera las Escrituras actualizadas a los miembros de la Iglesia a principios dedécada de 1980, el élder Boyd K. Packer profetizó:

“Con el paso de los años, estas Escrituras producirán generaciones sucesivas de cristianos fieles que conocenSeñor Jesucristo y están dispuestos a obedecer Su voluntad.

“La generación mayor se ha criado sin ellas, pero otra generación está creciendo” (En Conference Report , octubre1982, o “Scriptures”, Ensign, noviembre de 1982, pág. 53).

Han pasado veinticuatro años desde que el élder Packer pronunció esas palabras, y la generación a la que se refeestá sentada esta noche en edificios de la Iglesia en todo el mundo. Estaba hablando de ustedes y de mí. La grmayoría de ustedes sólo ha conocido las Escrituras como las tenemos hoy. Tengan en mente ese hecho mientrassigo citando las palabras del élder Packer.

“Las revelaciones les serán abiertas como no ha pasado en la historia del mundo. Ahora se han colocado en manos los palos de José y de Judá. Profundizarán en el Evangelio más allá de lo que pudieron haberlo logrado

antepasados. Tendrán el testimonio de que Jesús es el Cristo y tendrán la capacidad para proclamarlo y defender(“Scriptures”, Ensign, noviembre de 1982, pág. 53).

No sólo somos bendecidos por tener estas Escrituras tan a la mano en la actualidad, sino que también tenemoresponsabilidad de usarlas de manera regular y eficaz y de beber profundamente de la reserva de agua viva. Crque esta generación de jóvenes está más sumergida en las Escrituras, conoce más a fondo las palabras de profetas, y es más propensa a acudir a las revelaciones en busca de respuestas que cualquier generación pasapero tenemos una gran distancia que cubrir en el sendero estrecho y angosto— más que aprender, más que apliy más que experimentar.

Cómo obtener agua viva de la reserva de las Escrituras

Ahora quiero revisar con ustedes tres métodos básicos para obtener agua viva de la reserva de las Escrituras: leer las Escrituras de principio a fin, (2) estudiarlas por temas, y (3) escudriñarlas buscando conexiones, modelotemas. Cada uno de estos métodos puede ayudar a satisfacer nuestra sed espiritual si invitamos la compañía yayuda del Espíritu Santo al leer, estudiar y escudriñar.

El leer un libro de Escritura de principio a fin inicia el flujo del agua viva en nuestra vida al exponernos a relatodoctrina del Evangelio importantes y a principios eternos. Este método también nos permite aprender acercalos personajes principales de las Escrituras y la secuencia, el momento y el contexto de los acontecimientos y



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enseñanzas. Al leer la palabra escrita de esta manera, nos exponemos a la amplitud de un tomo de Escritura. Ées la primera forma, y la más fundamental, de obtener agua viva.

El estudiar por temas usualmente sigue a nuestra lectura de principio a fin, se deriva de ella y añade a ella. Pejemplo, al leer el Libro de Mormón, quizás busquemos y localicemos respuestas a importantes preguntas prácty doctrinales como éstas:

• ¿Qué es la fe en el Salvador?

• ¿Por qué es la fe en Jesucristo el primer principio del Evangelio?

• ¿Por qué y cómo nos lleva la fe en el Redentor al arrepentimiento?

• ¿Cómo me fortalece la Expiación para hacer en mi vida diaria las cosas que nunca podría hacer con mi procapacidad y fuerzas limitadas?

El concentrarnos en esas preguntas y estudiar por temas, usando la Guía para el Estudio de las Escrituras, npermite escudriñar y explorar la profundidad de las Escrituras y obtener un conocimiento espiritual mucho mabundante. Este método acelera el flujo del agua viva en nuestra vida.

Tanto la lectura de principio a fin como el estudio por temas son requisitos previos para el tercer método básicoobtener agua viva de la reserva de las Escrituras. Aunque la lectura de principio a fin nos da una amplitud básicaconocimiento, el estudiar por temas aumenta la profundidad de nuestro conocimiento. El escudriñar

revelaciones buscando conexiones, modelos y temas incrementa nuestro conocimiento espiritual al unir y expanesos primeros dos métodos; extiende nuestra perspectiva y nuestra comprensión del plan de salvación.

A mi juicio, el escudriñar diligentemente para descubrir conexiones, modelos y temas es, en parte, lo que signi“deleitarse” en las palabras de Cristo. Este método puede abrir las compuertas de la reserva espiritua l, iluminuestra comprensión mediante Su Espíritu y producir una profunda gratitud por las Santas Escrituras y un nivecompromiso espiritual que no puede recibirse de otra manera. El escudriñar nos permite edificar sobre la rocanuestro Redentor y resistir los vientos de la iniquidad en estos últimos días.

Deseo recalcar un punto esencial. Podrían suponer que una persona necesita mucha educación formal para usarmétodos que les estoy describiendo, pero eso simplemente no es verdad. Cualquier persona que sinceramebusque la verdad, sin importar su preparación académica, puede tener éxito con estos métodos. No necesitamayudas sofisticadas para la enseñanza y no debemos depender extensamente del conocimiento espiritual de demás; sólo necesitamos el deseo sincero de aprender, la compañía del Espíritu Santo, las Escrituras y una meactiva e inquisitiva.

El profeta José Smith enseñó: “Escudriñad las Escrituras; escudriñad las revelaciones que publicamos y pedivuestro padre Celestial, en el nombre de Su Hijo Jesucristo, que os manifieste la verdad; y si lo hacéis con el sólode glorificarlo, no dudando nada, Él os responderá por el poder de su Santo Espíritu. Entonces podréis saber pvosotros mismos y no por otro. No tendréis entonces que depender del hombre para saber de Dios” (Enseñan

del Profeta José Smith, 1976, pág. 7).

Si pedimos, buscamos y llamamos (véase Mateo 7:7), conservándonos siempre dignos de aprender del Espírentonces se nos abrirán las compuertas de la reserva espiritual y fluirá el agua viva. Testifico, declaro y promque esto es verdad.

Permítanme explicar brevemente y dar ejemplos de lo que quiero decir con conexiones, modelos y temas.



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Conexiones

Una conexión es una relación o un enlace entre conceptos, personas, cosas o acontecimientos, y las Escrituras esllenas de ellas. Consideren la relación entre el Padre Eterno y Su Hijo, Jesucristo (véase Mosíah 15:1-9), entremisericordia y la gracia (véase 2 Nefi 9:8), entre las manos limpias y el corazón puro (véase Salmos 24:4)corazón quebrantado y el espíritu contrito (véase 3 Nefi 9:20), el trigo y la cizaña (véase D. y C. 101:65)conocimiento y la inteligencia (véase D. y C. 130:18-19), la justificación y la santificación (véase D. y C. 20:30-3las ovejas y los cabritos (véase Mateo 25:32-33), la inmortalidad y la vida eterna (véase Moisés 1:39), y numero

conceptos más. El localizar, aprender y meditar en esas conexiones con oración —por ejemplo, las similitudes ydiferencias— es una fuente primordial de agua viva y produce comprensión inspirada y tesoros de conocimieescondidos.

Al leer cada uno de los libros canónicos de principio a fin y al estudiar distintos temas, noté que la palacomprensión se describía comúnmente con relación al corazón. Dos pasajes del Libro de Mormón ilustran econexión.

“No habéis aplicado vuestros corazones para entender; por tanto, no habéis sido sabios” (Mosíah 12: 27, cursagregada).

“Y la multitud oyó y da testimonio; y se abrieron sus corazones, y comprendieron en sus corazones las palabras él oró” (3 Nefi 19: 33, cursiva agregada).

Me es muy interesante que en estos y muchos otros pasajes esa comprensión está enlazada principalmente concorazón. Nótese que no se nos aconseja explícitamente aplicar la mente para comprender. Obviamente debemusar la mente y el razonamiento para obtener y evaluar información y para llegar a conclusiones y juiccorrectos. Pero quizás las Escrituras nos estén sugiriendo que la razón y “el brazo de la carne” (D. y C. 1:19) no ssuficiente para producir la verdadera comprensión, la cual, según el uso que se le da en las Escrituras, no se refiúnicamente ni primordialmente al intelecto ni a la comprensión cognitiva, sino que ocurre cuando lo que sabemen la mente se confirma como verdadero en el corazón mediante el testimonio del Espíritu Santo.

El don espiritual de la revelación normalmente opera en forma de pensamientos y sentimientos que el EspírSanto deposita en la mente y en el corazón (véase D. y C. 8:2-3; 100:5-8). Y al avanzar el testimonio y la conviccde la mente al corazón, ya no tenemos sólo información o conocimiento, sino comenzamos a comprender buscar el potente cambio de corazón. La comprensión, entonces, es el resultado de la revelación, un don espirituun requisito previo a la conversión, y nos insta a vivir con más constancia de acuerdo con los principios qaprendemos.

Esta comprensión revelada acerca de la relación entre el corazón y la comprensión ha influido grandemente enmétodo de aprendizaje y estudio del Evangelio, ha afectado de manera positiva la manera de enseñar a nuesthijos y nietos, y ha tenido un impacto en el servicio que presto en el sacerdocio.

Modelos

Un modelo es un plan o una norma que puede usarse como guía para hacer o fabricar algo de manera repetitivalas Escrituras están llenas de modelos espirituales. Usualmente un modelo es más amplio y abarca más que uconexión. En Doctrina y Convenios encontramos modelos para predicar el Evangelio (véase D. y C. 50:13-29), pevitar ser engañados (véase D. y C. 52:14;18-19), para la construcción de templos (véase D. y C. 115:14-16), pestablecer ciudades (véase D. y C. 94), para organizar los quórumes del sacerdocio (véase D. y C. 107:85-100) y sumos consejos (véase D. y C. 102:12), y diversos propósitos más. El identificar y estudiar los modelos de Escrituras es otra fuente importante de agua viva que nos ayuda a familiarizarnos más con la sabiduría yvoluntad del Señor (véase D. y C. 95:13).



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Cuando he leído de principio a fin y también cuando he estudiado por temas en Doctrina y Convenios, meimpresionado un modelo que queda evidente en muchas de las respuestas del Señor a las preguntas de misioneros. En varias ocasiones en 1831, diversos grupos de élderes que habían sido llamados a predicarEvangelio desearon saber cómo debían proceder, qué ruta seguir y qué medio de transporte usar. En revelaciones dadas a través del profeta José Smith, el Señor respectivamente aconsejó a esos hermanos que podviajar por agua o por tierra (véase D. y C. 61:22), que podían fabricar o comprar los vehículos necesarios (véasey C. 60:5), que podían viajar juntos o de dos en dos (véase D. y C. 62:5), y que podían de manera apropiada viajar

varias direcciones diferentes (véase D. y C. 80:3). Las revelaciones daban instrucciones específicas a los hermande tomar esas decisiones “según os parezca bien” (D. y C. 60:5; D. y C. 62:5) o “conforme a lo que... les smanifestado, según su criterio” (D. y C. 61:22). Y en cada uno de esos casos, el Salvador declaró: “a mí me es igu(D. y C. 60:5; D. y C. 61:22; D. y C. 62:5; D. y C. 63:40; D. y C. 80:3).

Tal vez nos sorprenda esa declaración del Señor de que le es igual lo que hagamos en esas cosas. ClaramenteSeñor no les decía a esos misioneros que no le importaba lo que ellos hicieran, sino que recalcaba la importanciaponer en primer término lo más importante y concentrarse en las cosas debidas, que en esos casos era llegarcampo de labor asignado e iniciar la obra. Debían ejercer la fe, usar el buen juicio, actuar de acuerdo con la guía Espíritu y determinar la mejor forma de viajar a su asignación. Lo esencial era la obra que se les había llamadrealizar; la manera de llegar no era esencial.

Qué modelo tan asombroso que podemos aplicar en nuestra vida. Jesucristo nos conoce y nos aindividualmente. Está interesado en nuestro desarrollo y progreso espiritual, y nos insta a crecer mediante el de nuestro juicio inspirado, recto y sabio. El Redentor nunca nos dejará solos. Siempre debemos orar pidiendo gy dirección, y buscar la compañía constante del Espíritu Santo. Pero no debemos desmayar ni sentirndesanimados si no recibimos rápidamente respuestas a nuestras peticiones de dirección o ayuda. Esas respuescasi nunca llegan de una sola vez. Se impediría nuestro progreso y se debilitaría nuestro juicio si se nos diera torespuesta inmediatamente y sin requerir el precio de la fe, el trabajo, el estudio y la persistencia.

El modelo que estoy describiendo queda ilustrado brevemente en la siguiente instrucción a esos misionerosantaño.

“Yo, el Señor, estoy dispuesto, y si alguno de vosotros desea ir a caballo, o en mula, o por carro, recibirá ebendición, si la recibe de mano del Señor con un corazón agradecido en todas las cosas.

“Queda en vosotros hacer estas cosas según vuestro juicio y las indicaciones del Espíritu.

“He aquí, el reino es vuest ro; y estoy siempre con los fieles. Así sea. Amén” (D. y C. 62:7-9; cursiva agregada).

Las cuestiones principales de este episodio no son los caballos, las mulas ni los carruajes, sino la gratitud, el juicla fidelidad. Sírvanse notar los elementos básicos de este modelo: (1) un corazón agradecido en todas las cosas;según vuestro juicio y las indicaciones del Espíritu; y (3) el Salvador siempre está con los fieles. ¿Podemcomenzar a percibir la guía y la certeza, la renovación y la fortaleza que se pueden recibir al seguir este modsencillo para el juicio justo y recto? En verdad, los modelos de las Escrituras son una valiosa fuente de agua viva.

Los juicios más difíciles que hacemos pocas veces son entre el bien y el mal o entre alternativas atractivas yatractivas. Usualmente, las decisiones más difíciles son entre el bien y el bien. En este episodio de las Escrituras,caballos, las mulas y los carruajes podrían haber sido opciones igualmente eficaces para viajar. De manera similustedes y yo podríamos ubicar diferentes oportunidades u opciones aceptables que podríamos elegir. Debemrecordar este modelo de las Escrituras al tomar decisiones importantes. Si ponemos lo más importante en primtérmino en nuestra vida, como ser un discípulo dedicado, honrar los convenios y guardar los mandamient



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entonces seremos bendecidos con inspiración y buen juicio al avanzar por el sendero que nos conduce de regral hogar celestial. Si ponemos en primer lugar lo más importante, “no podre[mos] errar” (D. y C. 80:3).

Temas

Los temas son cualidades o conceptos que dominan, se repiten y unen, como hilos esenciales entretejidos entexto. Generalmente, los temas de las Escrituras son más amplios y globales que los modelos o las conexiones;hecho, proveen el entorno y el contexto para entender dichas conexiones y modelos. El proceso de busca

determinar los temas de las Escrituras nos conduce a las doctrinas fundamentales y a los principios de salvacióna las verdades eternas que invitan el testimonio confirmador del Espíritu Santo (véase 1 Juan 5:6). Este métopara obtener agua viva de la reserva de las Escrituras es el más exigente y riguroso, pero también rinde la máxiedificación y reanimación espiritual. Y las Escrituras están repletas de temas poderosos.

Por ejemplo, el Libro de Mormón salió en esta dispensación para “convencer al judío y al gentil de que Jesús esCristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones” (Portada del Libro de Mormón). El tecentral y repetitivo del Libro de Mormón es la invitación a todos: “venid a Cristo, y perfeccionaos en él” (Mor10:32). Las enseñanzas, las advertencias, amonestaciones y episodios de este maravilloso libro de Escrituracentran en Jesús el Cristo y testifican de Él como nuestro Redentor y Salvador.

Permítanme dar algunos ejemplos más de temas importantes, valiéndome de pasajes del Libro de Mormón.

“...si los hijos de los hombres guardan los mandamientos de Dios, él los alimenta y los fortifica, y provee los medpor los cuales pueden cumplir lo que les ha mandado” (1 Nefi 17:3).

“[Seguid] adelante con firmeza en Cristo” (2 Nefi 31:20).

“Existen los hombres para que tengan gozo” (2 Nefi 2:25).

“Con la fuerza del Señor puedes hacer todas las cosas” (Alma 20:4).

“La maldad nunca fue felicidad” (Alma 41:10).

Si prometen no reírse, les contaré uno de los métodos sencillos que uso para buscar temas en las Escrituras. recomiendo que ustedes usen el mismo método, porque cada cual usa métodos diferentes con el mismo resultaeficaz. Sencillamente describiré el proceso que funciona bien para mí.

Al prepararme para un discurso reciente, sentí la impresión de hablar del espíritu y los propósitos recogimiento. Había estado estudiando y meditando el mensaje reciente del élder Nelson (“El recogimiento Israel disperso”, Liahona, noviembre de 2006, págs. 79–81) en la conferencia general sobre el principio recogimiento, y el tema era perfectamente adecuado para la naturaleza de mi asignación (véase The Spirit

Purposes of Gathering, BYU–Idaho Devotional, 31 de octubre de 2006).

Percibí que tenía mucho que aprender de las Escrituras acerca del tema, así que busqué y saqué copias de todospasajes en los libros canónicos con cualquier variación de la palabra “recoger”. Enseguida leí cada pasaje buscanconexiones, modelos y temas. Es importante notar que no comencé a leer buscando ciertas ideas preconcebidOré pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y sencillamente comencé a leer.

Al estudiar los pasajes acerca del recogimiento, marqué con lápices de colores los que tenían frases o puntosénfasis similares. Cuando había leído todos los pasajes, algunos de los versículos estaban marcados de rojo, algude verde y algunos de otros colores.



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Ahora, esta es la parte que quizás les haga reír. Después usé las tijeras para recortar los pasajes que había copiay los coloqué en pilas según su color. Ese proceso produjo una pila grande de pasajes marcados de rojo, otrapasajes marcados de verde, etc. Luego clasifiqué los pasajes dentro de cada pila grande en pilas más pequeñ¡Parece que cuando cursaba el primer grado me gustaba mucho recortar con tijeras y poner las cosas en pilas!

Los resultados de ese proceso me enseñaron mucho acerca del principio del recogimiento; por ejemploexaminar las pilas grandes aprendí que los pasajes describen por lo menos tres aspectos claves del recogimienlos propósitos, los tipos y lugares del recogimiento y las bendiciones del recogimiento.

Advertí que algunos de los propósitos primordiales eran adorar (véase Mosíah 18:25), recibir consejo e instrucc(véase Mosíah 18:7), edificar la Iglesia (véase D. y C. 101:63-64) y brindar defensa y protección (véase D. y115:6). Al estudiar acerca de los tipos y lugares de recogimiento, descubrí que somos recogidos en familias etern(véase Mosíah 2:5), en la Iglesia restaurada (véase D. y C. 101:64-65), en las estacas de Sión (véase D. y C. 109:5en los santos templos (véase Alma 26:5-6) y en dos grandes centros: la antigua Jerusalén (véase Éter 13:11) yCiudad de Sión o la Nueva Jerusalén (véase D. y C. 42:9; Artículos de Fe 1:10). Sentí agradecimiento al aprender la edificación (véase Efesios 4:12-13), preservación (véase Moisés 7:61) y fortaleza (véase D. y C. 82:14) salgunas de las bendiciones del recogimiento.

A través de ese proceso sentí un agradecimiento más profundo por el espíritu del recogimiento como parte integ

de la restauración de todas las cosas en la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Ahora no tomarétiempo para relatar las otras cosas que aprendí; mi propósito es ilustrar brevemente una manera de buscar temas de las Escrituras.

Las bendiciones que podemos recibir

Son maravillosas las bendiciones de conocimiento, comprensión, revelación y júbilo espiritual que podemos recal leer, estudiar y escudriñar las Escrituras. El “[deleitarnos] en la palabra de Cristo” (2 Nefi 31:20) es emocionay placentero y nos edifica. La palabra es buena “porque empieza a ensanchar mi alma; sí, empieza a iluminar entendimiento; sí, empieza a ser deliciosa para mí” (Alma 32:28). “He aquí, están escritas, las tenéis ante vosotrpor lo tanto, escudriñadlas” (3 Nefi 20:11)— y serán “en [vosotros] una fuente de agua que salte para vida eter(Juan 4:14).

Al leer, estudiar y escudriñar durante varios años, me he concentrado muchas veces en la doctrina de la expiacde Jesucristo. No hay otro acontecimiento, conocimiento ni influencia que haya ejercido un mayor impacto en mmis 54 años de vida que el leer, estudiar a fondo y escudriñar repetidamente buscando conexiones, modelotemas relacionados con la doctrina de la Expiación. Esta doctrina central y salvadora ha destilado gradualmentemi alma como el rocío del cielo; ha influido en mis pensamientos, palabras y obras (véase Mosíah 4:30); y llegado a ser para mí un pozo de agua viva.

La visión de Lehi

La importancia de leer, estudiar y escudriñar las Escrituras queda resaltada en varios elementos de la visión qtuvo Lehi del árbol de la vida.

El padre Lehi vio a varios grupos de personas que seguían adelante por el sendero estrecho y angosto tratandollegar al árbol y a su fruto. Los integrantes de cada grupo habían entrado al sendero por la puerta arrepentimiento y el bautismo por agua y habían recibido el don del Espíritu Santo (véase 2 Nefi 31:17–20)árbol de la vida es el elemento central del sueño y en 1 Nefi 11 se indica que es una representación de Jesucristofruto del árbol simboliza las bendiciones de la expiación del Salvador. Resulta interesante que el tema principalLibro de Mormón de invitar a todos a venir a Cristo es el punto central de la visión de Lehi. La barra de hierro qconduce al árbol es de gran interés (véase 1 Nefi 8:19); representa la palabra de Dios.



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En 1 Nefi 8, en los versículos del 21 al 23 aprendemos de un grupo de personas que se adelantaron e ingresarosendero que conducía al árbol de la vida; no obstante, al encontrarse con los vapores de tinieblas, que represenlas tentaciones del diablo (véase 1 Nefi 12:17), perdieron el camino, se alejaron y se perdieron.

Es importante notar que en estos versículos no se hace mención de la barra de hierro. Los que no hacen caso depalabra de Dios o la tratan a la ligera no tienen acceso a esa brújula divina que señala el camino al SalvadConsideren el hecho de que los de este grupo entraron al sendero y siguieron adelante, exhibiendo una medidafe en Cristo y una convicción espiritual, pero fueron desviados por las tentaciones del diablo y se perdieron.

En los versículos del 24 al 28 del capítulo 8 leemos de otro grupo de personas que entraron en el sendero estrecy angosto que conducía al árbol de la vida y que siguieron adelante, avanzaron a través del vapor de tiniebasidos a la barra de hierro, hasta que llegaron y participaron del fruto del árbol. Sin embargo, cuando los ocupandel edificio grande y espacioso se burlaron de ellos, sintieron vergüenza y cayeron en senderos prohibidos yperdieron. Sírvanse notar que en las Escrituras dice que este grupo se asió de la barra de hierro.

Resulta importante que el segundo grupo haya avanzado con fe y dedicación. También contaban con la bendicadicional de la barra de hierro, ¡ y estaban asidos a ella! No obstante, cuando enfrentaron la persecución yadversidad, cayeron en senderos prohibidos y se perdieron. Aun con fe, dedicación y la palabra de Dios, este gruse perdió— tal vez porque sólo leían o estudiaban o escudriñaban periódicamente las Escrituras. Tal vez tenían s

“arranques” ocasionales de estudio, o se sumergían de manera irregular en lugar de tener una inmersión constay regular en la palabra de Dios.

En el versículo 30 leemos del tercer grupo de personas que avanzaron asidos constantemente de la barra de hiehasta llegar y postrarse y comer del fruto del árbol. La frase clave de este versículo es “asidos constantemente” barra de hierro.

El tercer grupo también avanzó con fe y convicción; sin embargo, no hay ninguna indicación de que se hayalejado, que hayan caído en senderos prohibidos o se hayan perdido. Quizás hayan leído y estudiado y escudriñconstantemente las palabras de Cristo. Quizás haya sido el constante flujo de agua viva lo que salvó al tercer grude perecer. Ustedes y yo debemos esforzarnos por ser parte de ese grupo.

“¿Qué significa la barra de hierro, que nuestro padre vio, que conducía al árbol?

“Y les dije que era la palabra de Dios; y que quienes escucharan la palabra de Dios y se aferraran a ella,

perecerían jamás; ni los vencerían las tentaciones ni los ardientes dardos del adversario para cegarlos y llevarhasta la destrucción” (1 Nefi 15:23—24, cursiva agregada).

¿Cuál es entonces la diferencia entre asirse y aferrarse a la barra de hierro? Permítanme sugerir que aferraconlleva el uso constante y con oración de los tres medios de obtener agua viva que hemos analizado esta noche

“Y aconteció que vi que la barra de hierro que mi padre había visto representaba la palabra de Dios, la c

conducía a la fuente de aguas vivas o árbol de la vida” (1 Nefi 11:25).

Cada uno de estos métodos —leer de principio a fin, estudiar por temas y buscar conexiones, modelos y temaedifica, instruye y brinda una porción intermitente del agua viva del Salvador; no obstante, yo creo que el uregular de los tres métodos produce un flujo más constante de agua viva y es, en gran medida, lo que signifaferrarse a la barra de hierro.

Durante nuestras actividades normales del día, ustedes y yo perdemos una gran cantidad de agua que compgran parte de nuestro cuerpo físico. La sed es la exigencia de agua por parte de las células, y debemos repodiariamente el agua del cuerpo. Francamente no tiene sentido “llenarnos” ocasionalmente de agua, con lar



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periodos intermedios de deshidratación, y lo mismo se aplica a la sed espiritual, que es la necesidad de agua viUn flujo constante de agua viva es muy superior a los sorbos esporádicos.

¿Estamos leyendo, estudiando y escudriñando diariamente las Escrituras de una manera que nos permaferrarnos a la barra de hierro, o estamos sólo asidos? ¿Estamos ustedes y yo avanzando hacia la fuente de aguvivas, confiando en la palabra de Dios? Éstas son preguntas importantes en las que debemos reflexionar coración.

Esta noche, para concluir, cantaremos juntos el himno “La barra de hierro”. En verdad, esta canción de los jusserá una oración ferviente y conmovedora (véase D. y C. 25:12). Que tengamos oídos para escuchar las leccioneseste himno.

Testifico de Jesucristo y del poder de Su palabra, y de Él como la Palabra. Él es el Hijo del Eterno Padre, y yo sé qÉl vive. Testifico que el aferrarnos a la barra de hierro nos conducirá a Su agua viva. Como siervo Suyo, invoco ebendición sobre ustedes: que se expanda su deseo y capacidad de aferrarse a la barra de hierro; que aumente suen el Salvador y que esa fe desplace sus temores— y que beban profundamente de la reserva de las Escrituras yesa manera lleguen a conocerlo a Él. Recordemos siempre que

Si en oscura tentación

la senda no se ve,la barra os dirigirá,

si os sujetáis con fe.

(Himno no 179)

En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.



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Las cosas pequeñas y sencillas [son] esenciales para elcrecimiento

De una trasmisión para las mujeres de la iglesia

“Los patrones espirituales son ahora, y han sido siempre, ayudas importantes para el discernimiento, y fuentesguía y protección para los Santos de los Últimos Días fieles”, enseñó el élder David A. Bednar, del Quórum deDoce Apóstoles, en la Conferencia de mujeres 2011 de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah. “Un poderpatrón que utiliza el Señor para hacer avanzar Su obra y para educar a los hijos del Padre Celestial sobre la tiees… ‘que por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas’ (Alma 37:6)”.

Un patrón espiritual

Tanto el élder Bednar como su esposa, la hermana Susan Kae Robinson Bednar, hablaron durante la sesiónclausura de la conferencia. El élder Bednar explicó la necesidad que tenemos de patrones en calidad de guíamodelos en nuestras vidas. “Los patrones ayudan a evitar los desvíos estériles e indeseables, y facilitan

uniformidad que resulta apropiada y benéfica”, dijo. “Creo que muchos, sino todos, los logros más gratificantememorables [alcanzados] en el hogar, en la Iglesia, en nuestros empleos y profesiones, y en nuestras comunidadserán producto de ese importante patrón espiritual: el de las cosas sencillas y pequeñas”. Aseguró a sus oyenque quienes “realicen fiel, diligente y constantemente las cosas sencillas que son correctas ante Dios cosecharesultados extraordinarios”.

Tres ejemplos

El élder Bednar compartió tres relatos para ilustrar ese concepto.

Primero habló sobre los antepasados del élder L. Tom Perry, Gustavus y Eunice Perry, las primeras personas

linaje Perry en aceptar el Evangelio. Hoy en día, sus descendientes ascienden a más de 10.000. Su dedicaciónEvangelio, evidente en pequeños y sencillos actos como la oración regular, la observancia del día de reposo,conversaciones sobre el Evangelio, y demás, “produjeron un legado de fidelidad” en suficientes familias como pcrear tres estacas de la Iglesia.

El segundo relato del élder Bednar giró en torno a sus antepasados Luke y Christiana Syphus, quienes se unierola Iglesia en Inglaterra durante los primeros días de la Restauración. Mediante sus “buenos hábitos… su carácamable y… [su] ejemplo de fortaleza y devoción” condujeron a Joseph y Adelaide Ridges al Evangelio. Más adelaJoseph Ridges construyó el órgano del Tabernáculo, el cual ha llegado a ser un símbolo de la Iglesia en todomundo.

Finalmente, el élder Bednar compartió la experiencia de su f amilia al vivir en Arkansas. Sus hijos “se esforzabpor vivir el Evangelio y ser ejemplo de los creyentes” en un área en la que eran comunes las opiniones negativalas falsedades sobre la Iglesia. Para el momento en que el élder Bednar y su familia se mudaron a Idaho tras varaños en Arkansas, el ejemplo de sus hijos había ayudado a cambiar el punto de vista de muchos integrantes decomunidad. Uno de aquellos miembros de la comunidad aceptó el pedido del élder Bednar de que defendieraIglesia en su zona de Arkansas una vez que los Bednar hubieran partido y ya no pudiesen hacerlo.

El élder Bednar dijo que en cada uno de esos ejemplos los miembros habían vivido el Evangelio “de formpequeñas, sencillas y comunes”. Aunque no se produjeron resultados espectaculares, “por medio de copequeñas y sencillas se realizaron grandes cosas”.



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Dos preguntas

Pidió a la audiencia que considerara dos preguntas: (1) ¿Por qué por medio de cosas pequeñas y sencillasrealizan grandes cosas? y (2) ¿por qué el patrón espiritual de que por medio de cosas pequeñas y sencillasrealizan grandes cosas es tan crucial para vivir el evangelio de Jesucristo con fe y diligencia?

Valiéndose del ejemplo del riego por goteo, explicó que “en el riego por goteo, la administ ración de agua se cenmás y es más frecuente que… otros métodos”. De forma similar, “si ustedes y yo nos centramos en reci

frecuentes gotas constantes de sustento espiritual, entonces las raíces del Evangelio pueden arraigarse cprofundidad en nuestra alma, pueden llegar a establecerse y cimentarse firmemente y pueden producir un fruextraordinario y delicioso”. Al entender eso, el patrón de las cosas pequeñas y sencillas tiene gran poder. Dicpatrón “produce firmeza y perseverancia, una devoción cada vez mayor, y una conversión más completa al SeJesucristo y a Su evangelio”. De ese modo, llegamos a ser “cada vez más firmes e inmutables” y menos “propensorepentinas, celosas y exageradas manifestaciones de espiritualidad seguidas por extensos periodos de indolenci

Irrigadores inteligentes

“En el sentido del Evangelio… ustedes y yo debemos llegar a ser irrigadores por goteo inteligentes y evitar repentinas manifestaciones espirituales esporádicas y superficiales”, dijo el élder Bednar. “Podemos evita

superar las repentinas manifestaciones espirituales insostenibles conforme empleemos el patrón del Señor decosas pequeñas y sencillas y lleguemos a ser irrigadores verdaderamente inteligentes”.

El élder Bednar concluyó sus palabras con una bendición para que “de acuerdo con su deseo, fidelidad y diligenpuedan tener ojos que vean y la capacidad de seguir adelante y perseverar en el poderoso patrón espiritual decosas pequeñas y sencillas que realizan grandes cosas; en sus vidas personales, en sus familias y en sus emprerectas”.



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In a State of Happiness (Mormon 7:7)

Elder David A. Bednar

Brigham Young University –Idaho Devotional

January 6, 2004

Good afternoon, brothers and sisters. And welcome to Rexburg in January!! I am grateful for this chance to worswith you as we begin another new semester at Brigham Young University-Idaho. I pray for and invite the HGhost to be with me and with you as together we “. . . seek learning, even by study and also by faith” (Doctrine Covenants 88:118).

Today I want to discuss with you basic components of “the great plan of happiness” (Alma 42:8,16), the meanand role of happiness in the plan, and the relationship between happiness and obedience. We also will discuss implications of what we learn about happiness and obedience for you as young women and young men who livethe earth at this time.

The Plan

In this the dispensation of the fulness of times, many plain and precious truths have again been restored to earth concerning the divine plan of happiness and our eternal destiny as sons and daughters of the Eternal FathThe great plan of happiness is designed to bring about man’s immortality and eternal life. The plan includes Creation, the Fall, and the Atonement, along with all God-given laws, ordinances, and doctrines. The plan makepossible for all people to be exalted and live forever with God (2 Nephi 2, 9). The scriptures also refer to this pas “the plan of salvation” (Alma 24:14; Alma 42:5; Moses 6:62), “the plan of redemption” (Alma 12:25; Alma 22Alma 34:16), and “the plan of mercy” (Alma 42:15, 31).

In particular, the restoration scriptures—the Book of Mormon, the Doctrine and Covenants, and the Pearl of Gr

Price—contain a wealth of knowledge about the plan of happiness. Please turn with me in the Pearl of Great Prto Abraham 3:24-26.

And there stood one among them that was like unto God, and he said unto those who were with him: We will go do

for there is space there, and we will take of these materials, and we will make an earth whereon these may dwell;

And we will prove them herewith, to see if they will do all things whatsoever the Lord their God shall command them

And they who keep their first estate shall be added upon; and they who keep not their first estate shall not have gl

in the same kingdom with those who keep their first estate; and they who keep their second estate shall have gl

added upon their heads for ever and ever.

In these three verses we are introduced to the fundamental and essential elements of the great plan of happineThe primary purpose for the creation of the earth was to prepare a place whereon the Father’s children wouldproved to see if they (meaning you and me) would do all things whatsoever “the Lord their God shall comm

them.” We further learn that those who kept their first estate, meaning those spirits who were faithful in premortal existence, would have the opportunity to be added upon by obtaining a physical body and through thexperiences in mortality—and that those who kept their second estate, meaning those who were faithfulmortality, could have glory added upon their heads throughout eternity.



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I find verse 25 especially interesting. The very purpose of the creation and of our mortal existence is to see if yand I will do and become whatever the Lord instructs and commands us to do and to become. We have beendowed with agency—the capacity of independent action—for the precise purpose of obeying God and seekrighteousness. We have not been blessed with agency to do whatever we want whenever we will. Rather, accordto the plan, we are to exercise our agency in doing and becoming whatever God commands. For that purpose earth was created. For that purpose you and I are here in the second estate.

The Role of Happiness in the Plan

Please now consider the relationship between the great plan of happiness and the law of obedience. The PropJoseph Smith taught that:

Happiness is the object and design of our existence; and will be the end thereof, if we pursue the path that leads to

and this path is virtue, uprightness, faithfulness, holiness, and keeping all the commandments of God. But we can

keep all the commandments without first knowing them, and we cannot expect to know all, or more than we n

know unless we comply with or keep those we have already received (Teachings of the Prophet Joseph Smith, SectFive, 1842–43, p. 255).

Note the connection between happiness, which is the very object of the plan of happiness and of our mo

existence, and obedience to the commandments of God. Obedience is central to becoming and being and remainhappy.

The Prophet further explained:

But in obedience there is joy and peace unspotted, unalloyed; and as God has designed our happiness —and

happiness of all His creatures, he never has—He never will institute an ordinance or give a commandment to

people that is not calculated in its nature to promote that happiness which He has designed, and which will not en

the greatest amount of good and glory to those who become the recipients of his law and ordinances (Teachings of Prophet Joseph Smith, Section Five, 1842–43, p. 256).

All that our Father gives to us and all that He requires of us is designed to promote the very happiness that is object of the plan and of our existence. Obedience is neither a chore nor a burden; rather, it is the source of trhappiness in both mortality and eternity. We do not yield or give up our happiness when we obey. Obeying cauhappiness. Obedience frequently is referred to as the first law of heaven; it is also the key which opens the doothe happiness intended for God’s children in the great plan of happiness.

Please now turn with me in the Book of Mormon to Mosiah 2:41:

And moreover, I would desire that ye should consider on the blessed and happy state of those that keep

commandments of God. For behold, they are blessed in all things, both temporal and spiritual; and if they hold

faithful to the end they are received into heaven, that thereby they may dwell with God in a state of never-end

happiness. O remember, remember that these things are true; for the Lord God hath spoken it (emphasis added).

I want to draw our attention to three key elements in this scripture. First, the words blessed and happy in tverse essentially are synonymous. In other words, to be blessed is to be happy and to be happy is to be blessed. often correctly refer to happiness as a mood or an attitude or an emotion. But this verse helps us understand thappiness also is a state of being blessed as a result of keeping the commandments of God.

Brothers and sisters, the essence of what I hope to communicate this afternoon is built upon this one baprinciple: to be blessed is to be happy and to be happy is to be blessed. Consider this relationship among obedieand blessings and happiness as we read together Doctrine and Covenants 130:20-21:



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There is a law, irrevocably decreed in heaven before the foundations of this world, upon which all blessings [a

happiness] are predicated —

And when we obtain any blessing [and happiness] from God, it is by obedience to that law upon which it is predica

(emphasis added).

This relationship also is highlighted in Doctrine and Covenants 132:5:

For all who will have a blessing [and happiness] at my hands shall abide the law which was appointed for that bless[and happiness], and the conditions thereof, as were instituted from before the foundation of the world. (emphadded)

Second, notice in Mosiah 2:41 how the verse emphasizes that those who keep the commandments “. . . are bles

in all things, both temporal and spiritual . . . .” Let me suggest that this phrase points to the second estate or “hand now” blessings that flow from obedience. And third, the anticipated or third estate and eternal blessinassociated with keeping the commandments are featured in the line “. . . if they hold out faithful to the end they

received into heaven, that thereby they may dwell with God in a state of never- ending happiness . . . .” Simply stabrothers and sisters, keeping the commandments invites both proximate and future blessings and happiness iour lives.

In our study of the scriptures, we quickly recognize that the Book of Mormon is the handbook for happiness. Tword happiness is used 28 times in the standard works, and 26 of the 28 verses that contain the word happinare found in the Book of Mormon. One reference to happiness is found in the Doctrine and Covenants, and oreference is found in the Pearl of Great Price. Thus, all scriptural references to happiness are found in restoration scriptures.

Please consider and reflect upon these remarkable teachings from the Book of Mormon:

And if there be no righteousness there be no happiness (2 Nephi 2:13, emphasis added).

And it came to pass that we lived after the manner of happiness (2 Nephi 5:27, emphasis added).

Now was not this exceeding joy? Behold, this is joy which none receiveth save it be the truly penitent and hum

seeker of happiness (Alma 27:18, emphasis added).

Behold, I say unto you, wickedness never was happiness (Alma 41:10, emphasis added).

Clearly, in the restoration scriptures in general and the Book of Mormon in particular, we find many plain aprecious truths that have been restored about the great plan of happiness and the spiritual state of happinesswhich we all should aspire.

Happiness and Obedience and the Youth of the Church

In October of 1997 Elder Neal A. Maxwell visited our campus to speak in a devotional. Sister Bednar and I providtransportation to and from the Idaho Falls airport for Elder and Sister Maxwell, and we hosted them for lunchour home. The time we spent with this mighty Apostle and his lovely wife before and after the devotional winvaluable, and the lessons we learned were priceless. As we talked together about a variety of gospel topicsgeneral and the youth of the Church in particular, Elder Maxwell made a statement that greatly impressed me. said, “The youth of this generation have a greater capacity for obedience than any previous generation.” He tindicated that his statement was based upon a principle taught by Elder George Q. Cannon in the early days of Restoration. Please listen carefully to the following statement by Elder Cannon:



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God has reserved spirits for this dispensation who have the courage and determination to face the world, and all

powers of the evil one, visible and invisible, to proclaim the Gospel, and maintain the truth, and establish and build

the Zion of our God, fearless of all consequences. He has sent these spirits in this generation to lay the foundation

Zion never more to be overthrown, and to raise up a seed that will be righteous, and that will honor God, and ho

him supremely, and be obedient to him under all circumstances (Journal of Discourses, 11:230 [May 6, 186emphasis added).

We frequently are reminded by our church leaders that the young men and women of this generation have b

reserved for this day and are some of the most valiant of Heavenly Father’s children. But these additional insigby Elders Cannon and Maxwell help us further to understand that today’s young people h ave a greater capacityobedience and are to be valiant and “ . . . obedient to him under all circumstances.” And an additional and importimplication of these teachings is clear: those blessed with the greatest capacity to obey also have the greatopportunity for true and lasting happiness.

Obedience Operates at Different Levels

Brothers and sisters, obedience operates at a number of different levels. Elder Bruce R. McConkie has taught:

Obedience is the first law of heaven, the cornerstone upon which all righteousness and progression rest. It consists

compliance with divine law, in conformity to the mind and will of Deity, in complete subjection to God and commands. To obey gospel law is to yield obedience to the Lord, to execute the commands of and be ruled by h

whose we are (Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, p. 539, emphasis added).

Note how Elder McConkie includes the elements of compliance, conformity, and subjection or submission in description of obedience. Let me suggest that each of these three elements can be considered as a progressive leof obedience. And each level of obedience leads to an ever-increasing state of happiness. Thus, happiness aobedience are not simply passive steady states; rather, they must grow and develop and deepen and increase aexpand. Our experience with and understanding of happiness and obedience should change as we devespiritually and as we gain additional light and knowledge—line upon line and precept upon precept.

Let me now present a series of comparisons that illustrate how obedience operates at different levels. It is othing to obey in order to quality for and receive blessings for ourselves; it is quite another thing to obey apreparation to give and to serve others more effectively. And obedience motivated by a desire to give and to semore effectively yields a happiness far greater than that produced by obedience intended to benefit self. It is thing to merely and perhaps mechanically comply with God’s commandments; it is quite another thing to obey thereby fully submit and subject oneself to the will and timetable of the Lord—and to experience happiness in HIt is a good thing to obey out of a sense of duty; but it is an even greater thing, a more spiritually demanding thito obey through love. It is one thing to reluctantly or grudgingly conform to commandments; it is a different thto joyfully “. . . obey and observe to perform every word of command with exactness . . .” (Alma 57:21, emphaadded) and cheerfully “. . . observe strictly to keep the commandments of God . . .” (Helaman 13:1, emphasis added

is one thing to perform the outward actions of obedience; it is quite a different thing to become inwardly what commandments are intended to help us become. It is one thing to obey the institutional, public, and shacommandments associated with the Lord’s kingdom on earth—commandments such as the law of chastity, the of tithing, and the Word of Wisdom; it is an even greater thing to receive and respond to the individual, private, personally revealed commandments that result from continual and faithful obedience.

Commandments Not a Few

Please turn with me to Doctrine and Covenants, section 59, verses 3 and 4:



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Yea, blessed are they whose feet stand upon the land of Zion, who have obeyed my gospel; for they shall receive

their reward the good things of the earth, and it shall bring forth in its strength.

And they shall also be crowned with blessings from above, yea, and with commandments not a few, and w

revelations in their time—they that are faithful and diligent before me (emphasis added).

We learn in these verses that those who have obeyed the gospel shall receive the good things of the earth, blessifrom above, commandments not a few, and revelations in their time. In particular I now want to draw our attent

to the phrase “and with commandments not a few .”

Brothers and sisters, for the past few minutes I have attempted to differentiate between obedience thatpredominately complying and conforming in nature and a higher level of obedience that includes spiritsubmission and enables us to receive “commandments not a few .” Obedience that is primarily complying aconforming is good and is truly obedience. But the higher level of obedience I am trying to describe—an obediethat stretches beyond the letter of the law to the spirit of the law —is both heartfelt and willing. And it bringsindividualized gospel insight and a perspective and a power and a state of happiness that are precious beyomeasure. As we read in section 64 of the Doctrine and Covenants, verse 34:

Behold, the Lord requireth the heart and a willing mind; and the willing and obedient shall eat the good of the lan

Zion in these last days (emphasis added).

Progressing from the level of complying obedience to the level and happiness associated with heartfelt and willobedience does not occur quickly or all at once. Nor is it merely a matter of greater personal discipline; it ichange of disposition, a change of heart. And this gradual change of heart is one that the Lord accomplishes witus, through the power of his Spirit, in a line-upon-line fashion. For example, in Philippians 2:12, Paul encourathe Saints to “. . . work out your own salvation with fear and trembling.” But how are we to do that? Note the answthat follows in verse 13: “For it is God which worketh in you both to will and to do of his good pleasure.” That is,give ourselves to the Lord and choose to be changed. He is working on us and in us.

Brothers and sisters, it is vitally important for all of us to remember that progressing to higher and more spiritu

demanding levels of obedience is not simply a matter of more personal determination, more grit, and mowillpower; rather, it is accomplished through the enabling power of the Atonement of the Lord Jesus Christ. Thtrue and lasting happiness is a function of progressing to and through “letter of the law” obedience to public ainstitutional commandments and toward the spirit of devoted discipleship and a private, personal, and individchange of heart.

I find it fascinating that one of the greatest blessings related to keeping God’s commandments is additiocommandments. Now, individuals who find commandments restrictive and constraining clearly will not regmore commandments as a blessing and as a source of happiness. But the Apostle John taught that for one who hcome unto Christ and been born again, God’s “commandments are not grievous” (1 John 5:3). Thus, individuals whave eyes to see and ears to hear will readily recognize the consummate spiritual benefit and happiness that cofrom additional direction from heaven.

What are these “commandments not a few ” and how do we receive them? The individual and perso“commandments not a few ” we receive frequently tend to focus upon the good things we can and should dodevelop and deepen our discipleship—as opposed to focusing primarily upon the bad things we must avoidovercome. Such instructions typically are proactive and anticipatory in nature. For example, many of us rememthe teachings of President Spencer W. Kimball concerning fast offerings. He stated:



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I think that when we are affluent, as many of us are, that we ought to be very, very generous . . . . I think we should

very generous and give, instead of the amount we saved by our two meals of fasting, perhaps much, much more —

times more where we are in a position to do it (Conference Report, April 1974, p. 184).

Thus, an individual or a family may be prompted to freely and willingly and cheerfully contribute to the foffering fund at a level far beyond the routine and basic “letter of the law” standards with which most of us familiar. The “commandments not a few ” in this example are gladly obeyed in order to bless and strengthen othwith serious challenges and insufficient resources.

A few additional examples may be helpful. As I proceed, however, please keep in mind that I am not attemptingprovide a comprehensive list of what “commandments not a few ” are or should be. Such commandments individual and quite personal; nonetheless, a further illustration or two can help us to better comprehend tconcept.

To an obedient young man or woman striving to live a morally pure life may come individualized “commandme

not a few ” about properly controlling personal thoughts. Such tutoring by the Holy Ghost can help a young womor man to “. . . let virtue garnish [his or her] thoughts unceasingly . . .” (Doctrine and Covenants 121:45) and to “. .

all thy thoughts be directed unto the Lord; yea, let the affections of thy heart be placed upon the Lord forev

(Alma:37:36).

“Commandments not a few ” may come to concerned and committed parents in Zion about discerning seeminordinary and simple gospel teaching opportunities within the walls of their own home. To be sure, such parefaithfully attend Church meetings with their children and consistently hold home evening and family councilinstructed by our leaders. But these parents will also be urged by the Holy Ghost to teach and testify daily at tdinner table or in the car or while performing routine household chores or playing together as a family. Childreared in such a gospel and Christ-centered home may also one day proclaim, “. . . We do not doubt our mothers [

fathers] knew it” (Alma 56:48).

To an honest Latter-day Saint may come “commandments not a few ” concerning personal honesty and integrity atrustworthiness. Obviously, such an individual would never deceive an employer or cheat on a test or reseapaper at school or betray a confidence at home or at Church or at work. But individualized instruction by the HGhost may assist this person to give the full measure in his or her work and to be more honest with himselfherself —and to see things “. . . as they [really] are . . .” (Doctrine and Covenants 93:24). The Holy Ghost also can hsuch an individual communicate with others in an increasingly honest and appropriate way.

God’s Work and Our Work

Among the members of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, one of the most well-known and frequenquoted passages of scripture is found in Moses 1:39. This verse clearly and concisely describes the Eternal Fathwork and glory, and I am confident most of us can recite it perfectly from memory: “For behold, this is my work a

my glory —to bring to pass the immortality and eternal life of man” (emphasis added).

A companion scripture found in the Doctrine and Covenants describes with equal clarity and conciseness primary work as the sons and daughters of the Eternal Father. Interestingly, this verse does not seem to be as wknown and is not quoted with great frequency. Please turn with me to Doctrine and Covenants, section 11, ve20: “Behold, this is your work, to keep my commandments, yea, with all your might, mind and strength” (emphadded).

Thus, the plan and the work of the Father are to bring to pass the immortality and eternal life of His children. Owork is to keep His commandments with all of our might, mind, and strength—that thereby we might receive happiness which is the object and design of our existence. May each of us learn and understand that being bless



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and being happy are the result of obedience, and may we have a greater desire and determination to obey Gocommandments with all of our hearts and with willing minds. May we be blessed to qualify for and to receive ato recognize “commandments not a few.” May each of us also discern that obedience is the key that opens the doto the supernal blessings of the great plan of happiness.

Brothers and sisters, I testify that God the Eternal Father lives. Jesus Christ is His Only Begotten Son. And I witnthat the Father’s eternal plan enables us to be happy and blessed as we obey. In the name of the Lord Jesus Chramen.



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Learning to Love Learning

DAVID A. BEDNAR

David A. Bednar was a member of the Quorum of the Twelve Apostles

of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints

when this commencement address was given on 24 April 2008.

My beloved brothers and sisters, I rejoice with you on this special day. Sister Bednar and I have loved watching happy graduates and grateful family members celebrate a truly important accomplishment. Cameras are clickirecorders are running, text messages are flying, and smiles are beaming all over this campus. Tonight atomorrow convocations will convene, festive meals will be enjoyed, and plans for the future will be discussed. Tis a day both for remembering and for making memories.

I recall with fondness the day I graduated from Brigham Young University with my undergraduate degree. Suand I were just a few days away from the birth of our first child, I was about to begin work on a master’s degree,were really poor, and together we looked forward with anticipation to the opportunities and challenges of future. That graduation day for us marked a beginning rather than a conclusion. And as Sister Bednar and I revi

our lives and look back on that important day, we recognize and acknowledge the guiding hand and tender mercof the Lord.

Over the course of my life, I have participated in commencement ceremonies as a student, as a parent, aprofessor, as a university president, as a friend, and as a spectator. I frankly cannot recall precisely how macommencements I have attended, but it is a very large number. And I readily admit that I genuinely encommencement day on a university campus.

My experience in commencement ceremonies has taught me a valuable lesson: graduates and their families clittle about and rarely remember anything a commencement speaker says. I certainly believe that truth apphere today.

My graduation gift to you is a shorter-than-you-expect commencement message that focuses upon the principlelearning to love learning. I want to briefly discuss the importance of learning to love learning in three aspectsour lives. Learning to love learning is central to the gospel of Jesus Christ, is vital to our ongoing spiritual apersonal development, and is an absolute necessity in the world in which we do now and will yet live, serve, awork.

1. Learning to Love Learning Is Central to the Gospel of Jesus Christ

The overarching purpose of Heavenly Father’s great plan of happiness is to provide His spirit children wopportunities to learn. The Atonement of Jesus Christ and the agency afforded to all of the Father’s child

through His infinite and eternal sacrifice are divinely designed to facilitate our learning. The Savior said, “Learnme, and listen to my words; walk in the meekness of my Spirit, and you shall have peace in me” (D&C 19:23).

We are assisted in learning of and listening to the words of Christ by the Holy Ghost, even the third member of Godhead. The Holy Ghost reveals and witnesses the truth of all things and brings all things to our remembra(see John 14:26, 16:13; Moroni 10:5; D&C 39:6). The Holy Ghost is the teacher who kindles within us an abidlove of and for learning.

We repeatedly are admonished in the revelations to ask in faith when we lack knowledge (see James 1:5–6)“seek learning, even by study and also by faith” (D&C 88:118), and to inquire of God that we might receinstruction from His Spirit (see D&C 6:14) and “know mysteries which are great and marvelous” (D&C 6:11). T



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restored Church of Jesus Christ exists today to help individuals and families learn about and receive the blessiof the Savior’s gospel.

A hierarchy of importance exists among the things you and I can learn. Indeed, all learning is not equally importThe Apostle Paul taught this truth in his second epistle to Timothy as he warned that in the latter days mpeople would be “ever learning, and never able to come to the knowledge of the truth” (2 Timothy 3:7).

Some facts are helpful or interesting to know. Some knowledge is useful to learn and apply. But gospel truths

essential for us to understand and live if we are to become what our Heavenly Father yearns for us to become. Ttype of learning I am attempting to describe is not merely the accumulation of data and facts and frameworrather, it is acquiring and applying knowledge for righteousness.

The revelations teach us that “the glory of God is intelligence” (D&C 93:36). We typically may think the wintelligence in this scripture denotes innate cognitive ability or a particular gift for academic work. In this vehowever, one of the meanings of intelligence is the application of the knowledge we obtain for righteous purpoAs President David O. McKay taught , the learning “for which the Church stands . . . is the application of knowleto the development of a noble and Godlike character” (David O. McKay, “True Education,” Improvement Era, Ma1957, 141).

You and I are here upon the earth to prepare for eternity, to learn how to learn, to learn things that are temporaimportant and eternally essential, and to assist others in learning wisdom and truth (see D&C 97:1). Understandwho we are, where we came from, and why we are upon the earth places upon each of us a great responsibiboth to learn how to learn and to learn to love learning.

2. Learning to Love Learning Is Vital to Our Ongoing Spiritual and Personal Development

Brigham Young, the man for whom this university appropriately is named, was a learner. Although PresidYoung had only 11 days of formal schooling, he understood the need for learning both the wisdom of God and tthings of the world. He was a furniture maker, a missionary, a colonizer, a governor, and the Lord’s prophet.

I marvel at both the way Brigham Young learned and how much he learned. He never ceased learning from revelations of the Lord, from the scriptures, and from good books. Perhaps President Young was suchconsummate learner precisely because he was not constrained unduly by the arbitrary boundaries so ofimposed through the structures and processes of formal education. He clearly learned to love learning. He clealearned how to learn. He ultimately became a powerful disciple and teacher precisely because he first waseffective learner.

President Brigham Young repeatedly taught that “the object of [our mortal] existence is to learn” ( JD 9:167). Tfollowing statements by President Young emphasize this truth:

Statement 1. “The religion embraced by the Latter-day Saints, if only slightly understood, prompts them to sea

diligently after knowledge. There is no other people in existence more eager to see, hear, learn, and understatruth” ( JD 8:6).

Statement 2. “Put forth your ability to learn as fast as you can, and gather all the strength of mind and principlefaith you possibly can, and then distribute your knowledge to the people” ( JD 8:146).

Statement 3. “This work is a progressive work, this doctrine that is taught the Latter -day Saints in its naturexalting, increasing, expanding and extending broader and broader until we can know as we are known, see as are seen” ( JD 16:165).



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Statement 4. “We are in the school [of mortality] and keep learning, and we do not expect to cease learning whwe live on earth; and when we pass through the veil, we expect still to continue to learn and increase our fundinformation. That may appear a strange idea to some; but it is for the plain and simple reason that we are capacitated to receive all knowledge at once. We must therefore receive a little here and a little there” ( JD 6:286)

Statement 5. “We might ask, when shall we cease to learn? I will give you my opinion about it: never, never” 3:203).

Brigham Young’s acceptance of and conversion to the gospel of Jesus Christ fueled his unceasing curiosity and lof learning. The ongoing spiritual and personal development evidenced in the life of Brigham Young is a worexample for you and for me.

3. Learning to Love Learning Is an Absolute Necessity in the World in Which We Do Now and Will Yet LiServe, and Work

Many of you already have posed for graduation pictures with family and friends by the landmark sign located at entrance to this campus on which the following motto is found: “Enter to learn; go forth to serve.” This expresscertainly does not imply that everything necessary for a lifetime of meaningful service can or will be obtainduring a few short years on this campus. Rather, the spirit of this statement is that students come to rece

foundational instruction about learning how to learn and learning to love learning. Furthermore, your desire acapacity to serve have not been “put on hold” during your years of intellectual exploration and development on tcampus. As students you have served in many and meaningful ways. Thus, you entered both to learn and to serv

May I respectfully suggest an addition to this well-known motto that is too long to put on the sign but importantus to remember: “Enter to learn to love learning and serving; go forth to continue learning and serving.” Truly yentered Brigham Young University to learn to love learning and serving. As you now depart from this campuspursue family, educational, and career opportunities, you are going forth to continue both learning and serving.

Today as we bask in the satisfaction of worthy accomplishment, each of us certainly realizes that academassignments, test scores, and a cumulative GPA have not produced a final and polished product. Rather, you ha

only started to put in place a foundation of learning upon which you can build forever. Much of the data aknowledge obtained through a specific major or program of study may rapidly become outdated and obsolete. Tparticular topics investigated and learned are not nearly as important as what has been learned about learning.we press forward in life—spiritually, interpersonally, and professionally—no book of answers is readily availawith guidelines and solutions to the great challenges of life. All we have is our capacity to learn and our love of afor learning.

I believe a basic test exists of our capacity to learn and the measure of our love of learning. Here is the test: Whyou and I do not know what to do or how to proceed to achieve a particular outcome—when we are confronwith a problem that has no clear answer and no prescribed pattern for resolution—how do we learn what to do?

This was precisely the situation in which Nephi found himself as he was commanded to build a ship. “And it cato pass that the Lord spake unto me, saying: Thou shalt construct a ship, after the manner which I shall show ththat I may carry thy people across these waters” (1 Nephi 17:8).

Nephi was not a sailor. He had been reared in Jerusalem, an inland city, rather than along the borders of Mediterranean Sea. It seems unlikely that he knew much about or had experience with the tools and sknecessary to build a ship. He may not have ever previously seen an oceangoing vessel. In essence, then, Nephi wcommanded and instructed to build something he had never built before in order to go someplace he had nebeen before.



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Now I doubt any of us will be commanded to build a ship as was Nephi, but each of us will have our spiritual alearning capabilities tested over and over and over again. The ever-accelerating rate of change in our modworld will force us into uncharted territory and demanding circumstances.

For example, the U.S. Department of Labor estimates that today’s graduates will hav e between 10 and 14 differjobs—by the time they are 38 years old. And the necessary skills to perform successfully in each job assignmwill constantly change and evolve.

For much of my career as a professor, there was no Internet, no Google, no Wikipedia, no YouTube, and TelePresence. The Internet only began to be widely used by the general public in the mid-1990s. Prior to that tino courses were taught about and no majors were offered in Internet-related subjects. I remember teaching myHTML and experimenting with ways student learning could be enhanced through this new and emergtechnology. In contrast, most of you have never known and cannot imagine a world without the Internet andassociated technologies. I know I am revealing my advanced age, but the change from my “no Internet world”your “Internet only world” has occurred within the last 15 years. Can we even begin to imagine how much thinwill continue to change during the next 15 years?

Because vast amounts of information are so readily available and sophisticated technologies make possiwidespread and even global collaboration, we may be prone to put our trust in “the arm of flesh” (2 Nephi 4:34;

also 28:31) as we grapple with complex challenges and problems. We perhaps might be inclined to rely primaupon our individual and collective capacity to reason, to innovate, to plan, and to execute. Certainly we must uour God-given abilities to the fullest, employ our best efforts, and exercise appropriate judgment as we encounthe opportunities of life. But our mortal best is never enough.

President Brigham Young testified that we are never left alone or on our own:

My knowledge is, if you will follow the teachings of Jesus Christ and his Apostles, as recorded in the New Testame

every man and woman will be put in possession of the Holy Ghost. . . . They will know things that are, that will be, a

that have been. They will understand things in heaven, things on the earth, and things under the earth, things of ti

and things of eternity, according to their several callings and capacities. [ JD 1:243]

I congratulate you on this special day. I pray you have been blessed with a deep and enduring love of learniLearning to love learning equips us for an ever-changing and unpredictable future. Knowing how to learn prepaus to discern and act upon opportunities that others may not readily recognize. I am confident you will pass test of learning what to do when you do not know what to do or how to proceed.

As our sons left home to attend college, to serve as missionaries, and to pursue their personal and professiodreams, Sister Bednar and I shared with them the following counsel:

Remember that you represent the Savior.

Remember that you represent your family.

Remember that you represent The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints.

And as you now graduate from BYU, let me add one more item to the list:

Remember that you represent Brigham Young University.

Today you become alumni of Brigham Young University and have the responsibility to help the world betunderstand who we are and what we do at this remarkable institution. How you live, what you do, and what y



become ultimately define this university. May the Lord bless you as you always remember Him and serve Him wfaith and diligence.

I witness the living reality of God the Eternal Father, of our Savior and Redeemer, even the Lord Jesus Christ, andthe Holy Ghost. I also declare my witness that the gospel of Jesus Christ has been restored to the earth in thlatter days.

I pray your love of learning will grow ever deeper, ever richer, and ever more complete, in the name of Jesus Chr

amen.

Discursos Elder Bednar

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