Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

download Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

of 7

Transcript of Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    1/15

    8LSUICIDIO

    eSTU IO

    oe

    SOCIOlOGía

    Traducción de Emilio

    Bemini

    Estudio preliminar

    de

    Osvaldo lazzetta

    /7 ·

    ·

    n o n t o

    B I

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    2/15

    COLECCIÓN

    NOVECENTO

    L SUICIDIO

    Director

    de

    la colección: Eduardo Rinesi

    Durkhe1m. Émile .

    El suicidio / Émile Durkheím. - 1ª ed. Buenos Aires: Gorla,

    416 p ,

    21xl5

    cm. - Novecento ; 4)

    Traducción de Emilio Bemíni

    ISBN 987 20773 4 7

    1 Título onginal: Le suíc1de. Étude de sociologie

    CDD A864

    Diseño Y diagramación:

    Ugo

    Riverón - Juan Manuel Miieo

    Traducción: Emilio Bernini

    Revisión técnica de la traducción: Eduardo Rinesi

    Estudio preliminar: Osvaldo lazzetta

    2004.

    1

    b y al

    Sr Ruy de

    Villalobos

    Editorial Gorla agradece a la Sra. Mónica Schma en erger .

    la colaboración para la presente edición.

    © Por

    el

    Estudio preliminar EDITORIAL GORLA 2004

    ©

    2004

    EDITORIAL

    GORLA

    Raúl S.

    Ortiz

    48 1° E

    Ciudad Autónoma de Buenos Aires

    (1414) -

    Argentina

    [email protected]

    . 1

    d te libro ni

    su

    almacenamiento

    en un

    No

    se

    permite la

    ~ e p r o d u c c i ó n

    total o p;rc1a

    c : : ~ u i e r f ~ r m a

    o por cualquier medio,

    sistema informático,

    n su

    .transmt

    s

    n ~ ~ d o s sin

    el

    permiso previo del editor.

    eléctrico, mecánico, fotocopia u o

    ros

    m •

    Queda hecho

    el

    depósito que marca la ley 11.723

    Derechos reservados

    ISBN

    987-20773-4-7

    Impreso en la Argentina

    Printed in Argentine

    eSTUDIO PReum1naR:

    El

    desencanto frente

    al

    avance de la

    sociedad

    industrial

    La

    mirada

    de Émile

    urkheim

    sobre

    el

    fenómeno

    del suicidio

    por Osvaido

    lazzetta

    1. Introducción

    tmile Durkheim {1858-1917)

    no

    sólo es uno de los padres fundadores de la

    sociología francesa sino también uno de

    los

    principales referentes

    de

    la sociología

    clásica, junto a Carlos Marx (1818-1883) y Max Weber (1864-1920).

    De

    acuerdo con Edward Tiryakian -uno de los más reconocidos especialistas

    sobre Durkheim-, el sociólogo francés suministró a esta disciplina su primer gran

    paradigma científico , pues no solamente aportó

    un

    conjunto de recetas técnicas

    sino un completo método de aproximación a

    los

    fenómenos sociales. Aunque no

    pudo cumplir totalmente con

    su

    proyecto vital.

    su

    esfuerzo por instaurar a la socio

    logía como ciencia rigurosa, con un ámbito propio

    de

    indagación y sus principales

    esferas de especialización articuladas, hace de Durkheim una figura única

    en la

    evolución histórica de

    la

    disciplina (Tiryakian,

    p.

    223).

    Por

    su

    parte,

    en

    su clásico trabajo

    a estructura de

    la

    acción social

    Parsons

    considera a Durkheim uno de los grandes científi cos empíricos de

    su

    tiempo

    (p. 384)

    en

    tanto señala a El suicidio

    (1897)

    como el trabajo que mejor conden

    sa su intento por tratar empíricamente ciertos fenómenos sociales relevantes.

    La delimitación de

    un

    campo de indagación autónomo para la sociología, clara

    mente diferenciado de los de

    la

    psicología,

    la

    filosofía y

    a

    biología, constituyó una de

    las preocupaciones centrales de Durkheim. Tal ha sido su contribución a esta tarea

    que, en ocasiones. ella aparece confundida con su nombre, como sugiere Barbé al

    designarla como el problema de Durkheím (p. 157). Bajo esa expresión se resume

    su propósito de subrayar la consistencia de las variables sociales y constitui rlas en

    un

    campo relativamente autónomo de análisis. distinto

    al de

    otras discipl inas.

    Su

    obra está estrechamente asociada al nacimiento de

    la

    sociología académi

    ca. esto es a la institucionalización de esta disciplina como cátedra y como prác-

    tica profesional. Durkheim comienza en 1887 su iarga y fecunda carrera c d é m ~

    ¿fJ

    EL SUICIDIO 5

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    3/15

    ca, que habría de durar tres décadas. Ese año inaugura en la Facultad de Letras

    de

    la

    Universidad

    de

    Burdeos un curso

    de

    "ciencia social". siendo ésta

    la

    primera

    ocasión en que una universidad francesa abre sus puertas a una materia sospe

    chada, hasta entonces, de ser una scientia non grata (ver Alpert. p 50). En

    1902

    es convocado por la Universidad de París para dictar

    un

    curso de educación, pero

    en el marco de esa cátedra introdujo la enseñanza de

    la

    sociología -su campo

    predilecto.

    Esta

    incongruencia se resuelve en 1913 cuando

    un

    decreto transformó

    oficialmente la cátedra de Durkheim en "Ciencia

    de

    la Educación y Sociologfa .

    Ésta era la primera

    vez

    que una cátedra universitaria. francesa adoptaba como

    título oficial el barbarismo forjado algunas décadas antes por Comte.

    1

    Su

    tarea intelectual está enmarcada por un clima de época atravesado tanto

    por las tensiones que sobrelleva la Tercera República frente a

    las

    amenazas de los

    intereses clericales y monárquicos id entificados con el pasado como por

    la

    crecien

    te intensidad

    de los antagonismos de clases. Durkheirn comparte las inquietudes e

    ideales laicos

    y

    republicanos

    de

    su generación intelectua l y es un lúcido .testigo de

    la ascendente presencia del socialismo y el movimiento obrero europeo. Como

    recuerda Gouldner (p. 361).

    en 1870

    se crea

    el

    primer partido obrero francés y se

    suceden intensos conflictos de clases e industriales que culminan en 1886

    con

    la

    gran huelga de Décazeville. el mismo año en que Durkheim estaba escribiendo La

    división del trabajo social.

    Según Gouldner. la preocupación de Durkheim por la

    "solidaridad" no resulta ajena a las crecientes grietas que dividen a la sociedad

    francesa a partir de la expansión del socialismo.

    Su

    obra cubre una diversidad de disciplinas, constituyendo

    una

    referencia insos

    layable

    para

    quienes están familiarizados

    con la

    sociología,

    la

    historia,

    la

    educación,

    la antropología.

    De

    todas maneras. se destacan cuatro publicaciones que condensan

    su tarea intelectual y reconocen un mismo hilo conductor: la cuestión socíal.

    2

    Se

    trata de De la división del trabajo social (1893), Las reglas del método sociológico

    {1895), El suicidio (1897) y Las formas elementales de la vida religiosa (1912).

    Estas obras, aunque resultan representativas de su labor intelectual,

    no

    agotan

    su producción, por cierto más rica y diversa que lo que sugieren aquellos títulos.

    VI

    Recordemos que en Burdeos la cátedra

    de

    Durkheim ten a el título técnico de "ciencia social".

    Véase al respecto Alpert (pp.

    74-5).y

    Tiryakian (pp. 227-8).

    2

    La

    permanencia

    de

    este tema como un

    e e

    que atraviesa toda

    su obra

    es·sostenida por Rodríguez

    Zúñiga, quien sugiere que la cuestión social siempre estuvo en el centro de todos sus estudios y

    preocupaciones.

    .•

    6 ÉMILE URKHEIM

    En

    tal sentido, merecen recordarse también otros trabajos en los que incursiona en

    la historia de la educación (Historia de Ja educación de las doctrinas pedagógi-

    cas. La evolución pedagógica en Francia

    3

    )

    y

    en

    ia sociología de la educación (La

    educación como socialización), y aquellos en los que incluso esboza una teoría del

    estado (lecciones de Sociología). Como la de otros clásicos de la sociología, la obra

    de Durkheim se resiste al fraccionamiento disci plinari o que solemos imponerle con

    fines académicos.

    Aun cuando resulta difícil hablar de "una obra" como un todo

    coherente y homogéneo desprovisto de fisuras y ambigüedades, sus trabajos dispo

    nen de cierta

    unidad

    que

    no

    respetamos suficientemente al convertirlos en

    objetos y "materiales" de enseñanza.

    Pese

    a las atendibles razones prácticas que

    nos llevan a separar su producción. la lectura de sus textos resulta enriquecida si

    se

    realiza desde esta perspectiva de conjunto.

    Ése es

    el camino que adoptaremos

    en

    esta ocasión para contextualizar El suicidio.

    2 Estudio sobre El sui idio

    l suicidio es el tercer trabajo de importancia publicado por Durkheim tras

    La

    división .. y Las reglas ... Se trata de una obra fundamental pues en ella retoma y

    profundiza aspectos tratados

    en

    las anteriores pero aportando nuevos elementos

    que no siempre mantienen continuidad con las mismas. Por una parte, El suicidio

    le permite probar empíricamente muchos de los supuestos teóricos y metodológicos

    contenidos

    en

    Las reglas .. ,

    en

    especial

    la

    idea de que

    la

    clave explicativa de lo

    social reside en

    Jo

    social y no en lo individual, y en La división . ., en la medida en

    que abandona cierta perspectiva opt imist a respecto al pape conectivo de

    las

    ins

    tituciones industriales en la sociedad moderna y

    al

    papel positivo de la individua

    lidad gestada bajo

    su

    expansión.

    El

    individualismo positivo de

    La

    división .. deviene,

    en

    El suicidio, en un egofsmo que compromete la posibilidad de con tar con alguna

    versión de individualism o compatible con lo social. Al mismo tiempo, en esta obra

    adelanta los fundamentos de su propuesta acerca de la importancia de las corpo

    r a c i ~ n e s tema que luego

    r e t o m r ~

    y a'mpliará

    en

    el "Prefacio de la segunda edi

    ción

    de

    La

    división .. ,

    publicado

    en

    1912.

    V

    3

    Este libro desmiente ciertos estereotipos que tienden a presentar a Durkheim como un "a-historicista".

    empleando en este caso una metodología histórica que contradice esa imagen que resulta de la

    consideración excluyente de sus trabajos "evolucionis tas" o "funci onalis tas". /

    ¡¡ ¡

    EL SUICIDIO

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    4/15

    En El suicidio

    acentúa cierta perspectiva pesimista y negativa respecto

    al

    fenó

    meno del individualismo que se inspira en buena medida en la concepción

    hobbesiana del hombre como un ser movido por impulsos egocéntricos ilimitados

    que requieren

    un

    freno externo. Dado que el individuo no puede limitar

    sus

    deseos

    infinitos e insaciables,

    ese

    freno debe provenir necesariamente

    de

    alguna fuerza

    exterior. Este punto de partida

    lo

    aproxima

    al

    problema hobbesíano del orden.

    Esto es. si las

    pasiones humanas no se contienen ante un poder superior. reinará

    la iey del más

    fuerte. generando un estado

    de

    guerra crónico. Aunque comparten

    el mismo punto de partida, la solución que ofrece Durkheim al problema difiere de

    la

    formulada

    por

    el

    pensador inglés pues

    el freno

    que propone

    no es

    físico sino

    moral es

    decir.

    social. La

    coerción que

    la

    sociedad ejerce sobre

    el

    individuo

    es,

    en

    la versión durkheimiana,

    moral

    de modo que Durkheim

    se

    distancia de

    la

    tesis del

    monopolio

    de

    la violencia estatal sustentada por Hobbes.

    4

    Sin embargo, a fin de presentar las principales contribuciones de este libro

    para

    la sociología, conviene distinguir en

    él

    un doble registro: por un lado, conden

    sa

    y expresa

    un

    modo de aproximación a los fenómenos sociales; por el otro, ofrece

    una concepción de la sociedad y el individuo que no puede resultamos indiferente

    por

    el

    modo singular en que son combinados desde la perspectiva durkheimiana.

    2 1

    n

    modo de aproximación a los fenómenos sdciales

    La primacía de lo social sobre lo individual

    La

    relación individuo-sociedad reconoce en Durkheim

    dos

    aproximaciones al

    ternativas: una

    de

    ellas alude a su concepción

    de la sociedad

    como un poder

    moral superior que actúa como instancia humanizadora del individuo;

    la

    otra nos

    revela ciertas premisas metodológicas que. en oposición al individualismo

    metodológico, exigen remitirnos a lo social para expli car lo social. Ambas expresan

    modos alternativos y complementarios de concebir

    la

    relación entre ambos térmi

    nos, que confluyen, sin embargo, en la

    prímacfa

    de

    lo social sobre

    lo

    individua/.

    V

    • Como Hobbes, Durkheím postulará que la libe rtad es producto áe una reglamentación Y

    s t ~

    es

    impuesta externamente por un poder morai superio r . Esta coerción social

    no

    ex:.luye a p e r s o ~ a l i d a d

    individual sino que constituye una condición para

    su

    existencia.

    La

    sociedad

    no

    opnme

    al ind1v1duo,

    lo humaniza. No existe antagonismo entre el individuo y la sociedad dado que la influencia que ésta

    ejerce sobre aquél no tiene la finalidad de oprimirlo o disminuirlo sino engrandecerlo, no

    ?

    _repnme,

    lo

    humaniza. No

    representa, según Durkheím , una tira n

    a

    insoportable .

    son

    los mismos

    ind1v1duos

    los

    interesados en esta sumisión (véase Durkheim, La educación .... pp. 101-4 .

    ÉMILE DURKHEIM

    Si bien

    la

    sociedad está compuesta

    de

    individuos. ella

    no

    constituye

    una

    mera

    suma

    de

    individuos sino un sistema que resulta de la asociación

    de

    éstos, configu

    rando una entidad sui generis radicalmente distinta de la suma aritmética de los

    rasgos

    individuales

    de los

    miembros que

    Ja

    componen y susceptible

    de

    ser definida

    objetivamente. La sociedad es entendida entonces como una entidad autónoma

    que, a semejanza de

    las

    ideas platónicas, presenta una existencia independiente

    de las conciencias individuales.

    Es

    en la naturaleza de la sociedad -como una

    nueva forma de existencia-y

    no

    en

    sus

    unidades integrantes donde deben hallarse

    las causas determinantes de los hechos sociales . Aunque éstos son producto de

    la

    actividad del hombre,

    no

    pueden explicarse

    en

    términos individuales.

    Esta

    nue

    va entidad

    no

    proviene de los elementos que

    la

    componen sino del todo formado

    por su unión: la vida e s t ~ en el todo y no en las partes. Inspirado en Rousseau -

    que

    se

    niega a entender

    la

    voluntad general como una mera suma

    de

    voluntades

    particulares-, Durkheim también sostendrá que

    el

    todo

    no

    es

    igual a

    la

    suma

    de

    sus partes

    (E suicidio. p.

    322

    de

    esta edición).

    5

    La

    sociedad debe entenderse como una pluralidad

    de

    individuos asociados

    que

    posee una

    personalidad cualitativamente diferente

    de

    las personalidades

    individuales que la componen.

    6

    Es

    muy cierto

    -admite

    Durkheim-que

    la

    sociedad

    no

    comprende otras fuerzas actuantes que las

    de

    los individuos, ... sólo que los

    individuos, al unirse. forman

    un

    ser psíquico

    de

    una especie nueva que, en conse

    cuencía, tiene

    su

    propia manera

    de

    pensar y

    de

    sentir

    .

    .. ) La asociación

    es

    tam

    bién

    un

    factor activo que produce efectos especiales. Así pues,

    es en

    sí misma algo

    nuevo (p. 322) .

    V

    5

    Durkheim toma especíalmente en cuenta la noción rousseauniana de sociedad. Citando a Rousseau.

    escribe que una sociedad es un ser moral que tiene cualidades propias y distintas de las de los seres

    particulares que la constituyen.

    más

    o menos como los compuestos químicos tienen propiedades que

    no posee ninguna de las mezclas que los componen (. .

    )el

    bien y el mal públicos no serían solamente

    la suma de los bienes y los males particulares como en una simple agregación, sino que residirían en

    la razón que los une: serían más grandes que esa suma, y lejos

    de

    que

    la

    felicidad pública fuese

    establecida sobre la felicidad de los particulares, sería ella su fuente . Durkheím califica de

    extraordinario este pasa¡e de Rousseau atribuyéndole a éste tener un sentimiento muy vivo de la

    especificidad del reino social: lo concebía muy claramente como un orden

    de

    hechos heterogéneos

    con relación a los hechos puramente individuales. Es

    un

    mundo nuevo que

    se

    suma

    al

    mundo puramente

    psíquico . Rousseau -agrega Durkheim- comprendió que la socíedad no es nada si no es un cuerpo

    unificado y definido distinto de sus partes véase "El

    contrato social

    de Rousseau ,

    en

    Durkheim.

    Montesquieu

    Rousseau

    .. pp. 103-4 .

    6

    En El suicidio Durkheim advierte que resultaría absurdo desprender de esta premisa

    la

    sospecha de

    que la sociedad es posible sin individuos (pp. 331-2 . / ::,"'

    L SUICIDIO 9

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    5/15

    Esta entidad

    sui generis.

    independiente

    de

    los individuos pero

    al

    mismo tiempo

    producto

    de su

    unión, actúa

    sobre éstos

    imponiéndoles

    sus

    directivas y proporcionán

    doles

    las

    categorías fundamentales

    de

    ética, percepción y acción: "la sociedad

    no

    puede constituirse a

    no

    ser con la condición de penetrar en las conciencias individua

    les hasta

    formarlas

    'a

    su propia

    imagen

    y semejanza"'

    La educación .. p.

    37).

    En El suicidio

    Durkheim pone a prueba muchos

    de

    los presupuestos teóricos y

    metodológicos anticipados en Las reglas . ?: se propone validar la idea de que los

    "hechos sociales"

    son

    objetivos y susceptibles de medición a través

    de la

    "estadís

    tica moral" y

    al

    mismo tiempo probar que

    las

    tendencias colectivas tienen

    una

    fuerza propia que actúa sobre el individuo, determinando desde fuera su obrar

    (pp.

    321-2).

    En

    El suicidio

    Durkheim afronta

    el

    desafío

    de

    justificar una lectura sociológica

    de

    un fenómeno considerado, casi por definición, objeto

    de

    indagación

    de la

    psicología. Desde luego, se interroga permanentemente acerca de la legitimidad

    de tal propósito: dado que "el suicidio es

    un

    acto de individuo que sólo afecta al

    individuo, parece que debe depender exclusivamente

    de

    factores individuales, y

    que,

    en

    consecuencia, sólo concierne a la psicología" (p. 42). ¿"Interesa a la

    Sociología" tal fenómeno?

    Su

    respuesta es categórica y fundada, pues si en lugar

    de ver en los suicidios algo más que acontecimientos particulares y aislados entre

    sí "se considera

    el

    conjunto de los suicidios cometidos en una sociedad dada

    durante una unidad

    de

    tiempo dada, se constata que

    el

    total

    así

    obtenido

    no es

    una simple suma

    de

    unidades independientes. un todo de colección, sino que

    constituye por sí mismo un hecho nuevo y

    sui generis

    que tiene

    su

    unidad y

    su

    individualidad, su naturaleza propia,

    en

    consecuencia, y que, más aún, esta natu

    raleza es eminentemente social" (p.

    42).

    De

    aquí proviene la gran diferencia que separa los puntos de vista del psicólogo

    y del sociólogo: "El primero siempre se encuentra frente a casos particulares.

    aislados entre sí. Así, pues, suele constatar que la víctima era un nervioso o

    alcohólico, y explica por uno u otro

    de

    estos estados psicopáticos

    el

    acto realiza

    do .

    Según Durkheim tienen razón. en cierto sentido, pues si el sujeto se

    ha

    matado y no

    lo

    han hecho sus prójimos, frecuentemente es por ese motivo. Sin

    V

    El Prólogo

    de El

    suicidio aclara que

    en

    el curso de esta obra

    se

    encontrarán tratados

    ba¡o

    una forma

    concreta los príncipales problemas de metodología planteados y examínados en Las reglas . , y

    procura probar especialmente

    un

    principio fundamental: que los hechos sociales deben ser estudiados

    como cosas,·es decir. como "realidades exteriores al individuo" (p.33).

    1

    ÉMILE DURKHEIM

    embargo no

    és ese

    el motivo por

    el

    que en general se suicida la gente. "La causa

    productora (del fenómeno) necesariamente se

    le

    escapa a quien sólo observa

    indi-

    viduos ( .. ) Para descubmla,

    es

    necesario elevarse por encima

    de

    los suicidios

    particulares y percibir lo que constituye su unidad" (p. 335).

    Consecuente

    con

    su caracterización de s uici dio como

    un

    "hecho social". en

    la

    introducción del libro anticipa que "las causas de muerte están situadas fuera de

    nosotros mucho más que en nosotros" (p. 39) y

    esa

    fuerza social externa e¡ercida

    sobre

    el

    individuo

    se

    refleja en un variado catálogo de expresiones que condensan

    esa

    primacía

    de lo

    social sobre

    lo

    individual: "fuerza colectiva", "corriente colecti

    va", "corrientes su1cidógenas", "causas suicidógenas", "causas sociales

    de

    los

    suicidios", "estado social", etc.

    8

    De

    manera que la mirada

    de

    la sociología resulta pertinente para abordar

    el

    suicidio

    sí lo

    que se pretende indagar

    son

    las causas que impulsan a una sociedad

    a "producir un contingente determinado de muertes voluntarias". El suicidio en

    tanto expresión

    de un

    "cierto estado de

    la

    organización social" interesa

    al

    sociólo

    go, no al psicólogo (p. 48).

    Como

    podrá apreciarse, Durkheim

    se

    empeña

    en

    dejar claramente delimitado

    un

    ámbito de investigación propio, susceptible de medición y comparación. "Si la

    sociología existe,

    no

    puede ser sino el estudio de

    un

    mundo aún desconocido,

    diferente de los que exploran las otras ciencias" (p. 322). En el Prólogo

    de El

    suicidio

    expresa abiertamente que "para que

    sea

    posible

    la

    existencia de

    la

    socio

    logía. es necesario que tenga, ante todo, un objeto que

    le

    pertenezca solamente a

    ella y al que conozca como

    una

    realidad propia. no tomada de otras ciencias"

    9

    .

    y

    ª En El suicidio. Durkheim expresa que "la constitución moral de la sociedad es la que fija a cada

    instante el contingente de muertes voluntarias. Existe pues

    para

    cada pueblo

    una

    fuerza colectiva, de

    una

    energía determinada.

    que

    impulsa a

    los

    hombres a matarse.

    Los

    movimientos que el paciente

    cumple Y que, a primera vista, parecen sólo expresar su temperamento personal: son,

    en

    realidad,

    la

    continuación y prolongación

    de un

    estado social que ell os mani fiestan exteriorment e (. . ) Éstas

    tendencías de la colectividad, al penetrar

    en

    los indivíduos. los impulsan a matarse. En cuanto a los

    acontecimientos privados, que generalmente

    pasan

    por ser

    las

    causas primeras del suicidio. no tienen

    otra acción que la que les prestan las disposiciones morales de la víctima, eco del estado moral de la

    sociedad (. .. )

    Todo

    depende

    de

    la

    intensidad

    con

    la que

    las

    causas suicidógenas

    han

    actuado sobre

    el

    individuo" (p.

    311 2

    .

    9

    Véase

    el Prólogo de

    El suicidio (p. 34).

    Para ser ¡ustos corresponde señalar que a Durkhe1m no lo

    mueve

    solamente

    la

    obsesión por diferenciar a la Sociología de

    la

    Psicología sino también el propósíto

    de erradicar

    un

    modo

    de

    entender a aquella como

    un

    dominio confundido

    con

    "síntesis filosóficas" y

    "generalidades brillantes"

    apoyadas en

    "referencias de segunda mano" (p.

    31

    . Para

    no

    incurrir

    en

    tales deficienci as Durkheim aclara que

    su

    investigación

    se

    apoyó en la

    consulta

    de 26.000

    expedientes

    de suic1di.o (p. 35).

    ./86

    EL SUICIDIO

    11

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    6/15

    Su

    esfuerzo

    por

    mantener coherencia con este presupuesto lo empujó a ex

    cluir

    del objeto

    de

    estudio de

    la

    sociología aspectos que, como

    el

    motivo y

    la

    intención

    de

    los actores, consideraba inobservables desde

    su

    perspectiva.

    La

    intención -ac lara- es algo demasiado íntimo como para poder alcanzarla desde

    afuera y

    por

    aproximaciones groseras (p.

    39 .

    Como advierte Portantiero (p. 26), al descartar la voluntad de quien comete

    el acto

    de

    suicidarse Durkheim

    se

    ubica en un punto de partida opuesto

    al

    que

    asumía

    un

    contemporáneo suyo: Max Weber. t.ste, precisamente, adoptará como

    objeto

    de

    estudio

    de

    la sociología los actos de los individuos que contengan fines

    e intenciones. Ambos expresan caminos metodológicos inversos, producto de dos

    tradiciones culturales opuestas -el naturalismo positivista de Durkheim; el

    historicismo

    en

    Weber. Si

    la

    perspectiva weberiana ensaya un novedoso entrecru

    zamiento entre sociología y psicología, el punto de partida escogido por Durkheim

    descansa,

    en

    cambio,

    en

    una precisa delimitación y contraste entre ambos cam

    pos de

    conocimiento.

    Si

    bien

    eso le

    permitió a Durkheim poner de manifiesto la especificidad y

    potencialidades de la mirada sociológica , también

    limitó

    sus posibilidades de

    comprensión

    de

    los fenómenos sociales.

    En

    este sentido, Alpert señala que los

    análisis

    de

    Durkheim lucen incompletos a

    la

    luz

    de

    las contribuciones aportadas

    por Weber.

    tste

    enseña que además de las causas y funciones que intentó

    explicar Durkheim es posible obtener

    de

    la vida social cierto tipo conocimiento

    que

    se

    desprende del análisis comprensivo .

    Con

    ello Weber alude a

    la

    investi

    gación de un proceso o situación social desde el punto de vista de las motivacio

    nes

    de· los agentes humanos que

    en él

    intervienen. Esto consiste

    en

    referir las

    acciones de estos agentes a sus motivos, en establecer los fines que los mismos

    persiguen y en

    fijar

    en qué forma se unen los medios a los fines en el desarrollo

    de sus actividades sociales. Se trata en una palabra, de averiguar /os porqués de

    la

    acción humana

    en la

    medida

    en

    que afectan determinados fenómenos, situa

    ciones y procesos sociales. Durkheim ignoró este aspecto.

    Su

    oposición al méto

    do

    psicológico

    en la

    explicación social lo hizo receloso de los esfuerzos por inter

    pretar los fenómenos sociales atendiendo a los motivos individuales o a la rela

    ción

    de

    medios y fines.

    Se

    observa

    en

    Durkheim cierta incapacidad para tomar

    en

    cuenta en forma concreta cómo

    se

    conducen los agentes humanos

    en

    las

    situaciones sociales. Como sociólogos interesados por

    el

    reino de lo social -agre

    ga Alpert-, hemos de determinar no sólo las causas y funciones de los fenómenos

    sociales, sino también sus

    porqués.

    El conocimiento sociológico puede

    ser

    com

    prensivo

    al

    mismo tiempo que etiológico y funcional. Estos tres tipos

    de

    conocí-

      2

    ÉMILE DURKHEIM

    miento social ni son idénticos ni

    se

    excluyen entre sí; más bien

    son

    complemen

    tarios.

    Es

    erróneo, en este sentido, suponer que el análisis comprensivo puede

    ser siempre sustituto de la interpretación causal o que

    la

    averiguación

    de las

    funciones excluye la investigación de las causas. Cada uno de estos tipos de

    conocimiento completa a los demás (Alpert, pp.

    131

    y 132-4).

    ostura constructivista

    Pese

    a que

    se

    atribuye a Durkheim

    un sesgo

    positivista que

    se

    expresa

    en

    su

    tentativa

    de

    abordar los hechos sociales como cosas y en un abusivo repertorio

    de

    metáforas biologistas que traducen cierta propensión a natural izar

    lo

    social,

    no es

    menos cierto que ello coexiste

    con

    una postura constructivista del objeto

    de

    estudio que

    lo

    distancia

    de

    la corriente positivista.

    Este

    aspecto

    ha

    sido ampliamente resaltado por la literatura sociológica que

    reconoce

    en

    Durkheim

    una

    postura activa destinada a romper

    con las

    nociones

    de

    sentido común . Ello

    se

    expresa en la exigencia

    de

    una def inic ión previa que le

    permita delimitar los grupos

    de

    hechos que quiere estudiar,

    de

    modo de darles

    la

    homogeneidad y

    la

    especificidad que les

    son

    necesarias

    para

    poder

    ser

    tratados

    científicamente (p. 37).

    Es

    deber del científico fijar previamente esos conceptos

    apartándose de la terminología vulgar y ias palabras de la lengua corriente que

    por

    su

    ambigüedad expondrían

    al

    científico a

    las

    contusiones

    más

    serias .

    Es

    preciso

    no

    dejarnos guiar por la acepción recibida que

    no

    traduce

    más

    que

    las

    impresiones confusas de la gente (p. 37).

    Cumpliendo con dicha exigencia, en las primeras páginas arriba a una defini

    ción mediante la cual designa como suicidio todo caso

    de

    muerte que resulte,

    directa o indirectamente,

    de

    un acto, positivo o negativo, realizado por fa vfctima

    misma, a sabiendas

    de

    que iba a producir

    ese

    resultado

    p.

    40 .

    Bourdieu, Chamboredon y

    Passeron

    subrayan que

    la

    familiaridad

    con el

    universo

    social constituye el obstáculo epistemológico por excelencia para

    el

    sociólogo por las

    enceguecedoras evidencias que presentan las ilusiones del saber inmediato p.

    27).

    En

    razón de

    ello valoran

    las

    impugnaciones

    de las

    verdades del sentido co

    mún que contienen

    las

    premisas metodológicas

    de

    Durkheim cuando

    nos

    reclama

    descartar sistemáticante todas

    las

    prenociones .

    La

    exigencia durkheimiana

    de la

    definición previa, tan frecuentemente condenada como momento obligado del ritual

    de

    la

    exposición escolar, ha sido objeto de

    una

    rehabilitación operacionalista,

    pues

    tiene como función primordial descartar

    las

    prenociones,

    es

    decir las pre-

    /

    6

    EL SUICIDIO

    13

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    7/15

    construcciones

    de la

    sociología espontánea, construyendo el sistema

    de

    relaciones

    que define al hecho científico (pp. 131-4) .

    Esta

    valoración positiva sobre la

    ruptura

    que la definic ión previa establece

    con el sentido común no exime a Durkheim de ciertos juicios críticos por

    su

    sesgo

    antiteórico y menosprecio respecto al papel del sujeto de conocimiento

    en la

    cons

    trucción del objeto

    de

    estudio. Ello

    se

    reflejaría

    en

    su insistencia

    de

    que los hechos

    sociales sean considerados como cosas, en su tesis empirista de que los conceptos

    de tipo son promedio, y

    en su

    renuncia a admitir

    la

    necesidad de formular alguna

    hipótesis teórica previa a la labor de clasificación véase Bravo pp. 17-8).

    Modelo de investigación empírica

    Alpert sostiene que el estudio de Durkheim sobre los coeficientes de suicidio

    representa una de las demostraciones más claras y seguras de

    la

    forma en que

    el

    análisis y sistematización racionales de datos cuantitativos pueden contri buir a la

    comprensión

    de

    los fenómenos sociales (p. 117).

    Por el modo en que Durkheim logra ordenar los hechos para probar y perfeccio

    nar su teoría, l suicidio es considerado un modelo de investigación sociológica .

    Este esfuerzo resulta más meritorio aún si se tiene en cuenta el carácter rudimen

    tario

    de

    algunos instrumentos

    de

    los que

    se

    valió

    para encarar

    esa

    tarea.

    No

    obs

    tante,

    la

    metodología

    de

    l suicidio no sólo

    es

    importante para los historiadores

    de

    la sociología, sino también para los sociólogos comprometidos con la investigación

    empírica.

    En la

    metodología de Durkheim es central el uso

    de

    lo que ha sido

    llamado análisis multivariable, esto es, el estudio e interpretación de las

    interrelaciones complejas entre una multiplicidad de características. En efecto,

    gran parte del análisis empírico de l suicidio puede interpretarse como la intro

    ducción progresiva de variables adicionales véase Selvin).

    2 2 Concepción de la sociedad el individuo

    En cierto modo, La división .. representa una versión original sobre la relación

    que mantienen tres poderosas

    energfas

    que

    mueven

    la sociedad: individualismo,

    solidaridad y estado. El modo en que éstas fueron combinadas por Durkheim, aún

    constituye una referencia ineludible para pensar sobre estas mismas cuestiones

    en

    el presente.

    La división .. no

    sólo contiene en germen

    los

    elementos esenciales de

    14 ÉMILE

    DURKHEIM

    su producción posterior

    10

    ,

    sino también algunas claves para reflexionar sobre la

    articulación de estos temas. en especial para considerar la relación entre interés

    privado e interés general.

    En La división .. Durkheim pone especial énfasis en

    la

    relación entre individuo

    y solidaridad social. En este libro ofrece una versión positiva del progreso de

    la

    personalidad ind ividual derivado de la diferenciación y complejidad creciente que

    asume la sociedad moderna al acentuarse la división del trabajo.

    El

    debilitamiento

    de

    la

    conciencia colectiva y

    la

    correlativa ampliación de la esfera individual consti

    tuyen uno de los rasgos centrales que emergen del tránsito de la sociedad arcaica

    a

    la

    sociedad moderna retratado

    en

    este libro. Este aumento

    de la

    individualidad

    promovido por la diferenciación social,

    no

    implica necesariamente ausencia de

    solidaridad, sino otro tipo de solidaridad, sustentada en una base cooperativa que,

    bajo el nombre de

    orgánica,

    contrapone a la

    mecánica,

    basada en una comunidad

    de creencias, tal como prevaleció en las sociedades primitivas.

    En

    este enfoque,

    la

    ausencia de fuertes creencias compartidas

    no

    resta

    carácter moral

    a la

    solidaridad

    orgánica,

    pues en rigor, la cooperación también tiene su moralidad intrínseca •

    Ésta genera un individualismo morar' que no debe confundirse con

    el

    egoísmo

    (esto es. la búsqueda de intereses propios) postulado por la teoría económica

    clásica y

    la

    filosofía utilitarista.

    12

    En suma, la expansión de la personalidad individual que conlleva el aumento

    de

    la

    división del trabajo

    no

    estaría reñida con

    la

    solidaridad social.

    Su

    hallazgo

    sobre los efectos

    paradoja/es

    que ocasiona la división del trabajo al generar simul

    táneamente mayor autonomía individual y mayor interdependencia social constitu

    ye una de sus contribuciones más originales y recordadas:

    V

    ¿Cómo

    es

    posible

    -se pregunta

    Durkheim- que,

    al

    mismo tiempo que

    se

    hace más autónomo, dependa

    el

    individuo más estrechamente de

    la

    socie-

    dad? ¿Cómo puede se r a la vez más personal solidario?, pues es indudable

    que

    esos

    dos movimientos,

    por

    contradictorios que parezcan, paralelamente

    1

    º Tal es lo

    que sugiere

    Parsons

    (p.

    391).

    Capítulo VII del Libro Primero de la La división ...

    12

    Este punto

    de

    vista es sostenido por Giddens 1997, pp. 94-5). Es preciso resaltar que Durkheím

    recoge y defiende el legado del individualismo occidental como una conquista

    en

    términos de

    autonomía y emancipación pero, como bien advierte Filloux

    se

    trata

    de

    un individualismo ético

    diferente del 111dividualismo postulado por el liberalismo económico como del egoísmo - individualismo

    absoluto - que coloca al individuo por encima de todo (p. 23). 88

    -

      LSUICIDIO 15

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    8/15

    se persiguen.{ .. )

    Nos ha

    parecido que

    lo

    que resuelve esa aparente antino-

    mia

    es una

    transformación de

    la

    solidaridad social, debida l desenvolvi-

    miento cada

    vez

    más considerable de la división del trabajo (La división ..

    pp.

    45-6).

    Esta ampliación de la autonomía

    individual no es

    entendida como un

    descompromiso

    con lo

    social, pues este carácter dual de

    la

    sociedad industrial

    permite

    al

    hombre tornarse

    al

    mismo tiempo, más personal más dependien te.

    13

    En

    suma, la emancipación progresiva del individuo no implicaba necesariamente

    un debilitamiento,

    sino una

    transformación

    del vínculo social.

    De

    este

    modo, Durkheim rompe con la imagen

    de un

    juego de suma cero, esto

    es,

    de una cantidad limitada a distribuir entre intereses privados e interés general.

    La relación entre individuo sociedad es una relación de gradación, de tal suerte

    que

    los

    fines colectivos, un estado fuerte más libertad indivi dual pueden

    ser

    combinados, quedando por determinar solamente las condiciones bajo las que

    podrá

    ser lograda esta gradación.

      4

    Sin embargo,

    en

    contraste con esta perspectiva positiva que ofrece sobre

    el

    desarrollo

    del

    individualismo, en El suicidio Durkheim ofrece una versión pesimista

    y negativa

    al

    advertir que esta ampliación

    de la

    individualidad

    ha

    desembocado

    en

    un egoísmo

    que

    no

    resulta fácilmente conciliable con

    la

    solidaridad social.

    En

    esta

    obra

    manifiesta inquietud frente

    al

    progreso del egoísmo que tiende a expandir

    se en las

    sociedades modernas.

    Si

    en

    su

    versión positiva Durkheim

    no

    reconoce

    una

    contradicción entre

    el

    desarrollo

    de

    la personalidad individual Y a solidaridad

    social (sino

    más

    bien una paradoja),

    en

    sus análisis sobre

    el

    suicidio egoísta

    y

    también el anómico) constata en cambio que el yo individual

    se

    afirma con exce

    so

    frente

    al yo

    social y a expensas de éste , expresando una forma particular

    de

    suicidio que resulta de una indiv iduaci ón desmesurada (p.

    219 . Las

    diferentes

    causales

    de

    este tipo de suicidio representan formas alternativas

    de

    desconexión

    de los individuos con la sociedad que contradicen, de algún modo, las previsiones

    optimistas

    de su

    primera obra.

    En

    el abordaje de este tipo

    de

    suicidio, particular

    de las sociedades modernas, Durkheim advierte que el ind ividual ismo, sin duda,

    no es

    necesariamente el egoísmo, pero

    se

    le acerca;

    no se

    puede estimular

    al

    uno

    sin expandir

    más

    al otro (p.

    376 .

    V

    3 Véase

    Be¡ar.

    4

    Véase Luhmann.

    ; 16

    ÉMILE DURKHEIM

    Para

    Raymond· Boudon r a n ~ o i s Bourricaud, Durkheim nunca consiguió salir

    completamente

    del

    círculo vicioso que se presenta en la conclusión de a división ..

    Y que vuelve a encontrarse

    en

    El suicidio: la división

    del

    trabajo aparta a los indivi

    duos

    de las

    creencias colectivas

    les exgone al

    egoísmo , al mismo tiempo que la

    solidaridad,

    al

    hacerse orgánica ,

    les

    torna

    más

    indispensables y complementarios

    unos para

    otros. (Boudon Bourricaud,

    pp.

    344-6).

    Las ambigüedades que atraviesan a Durkheim en este aspecto conservan ac

    tual idad siguen aportándonos enseñanzas dentro del inacabado debate sobre las

    implicancias de la sociedad

    de

    mercado . En su

    obra

    conviven en tensión dos

    lecturas posibles

    en

    torno a este tema: por

    un

    lado tenemos

    al

    Durkheim crítico

    de

    los

    economistas mancheste rianos que denuncia la anomia generada por

    el

    mer

    cado; por el otro, el sutil'observador que advierte la latente integración que puede

    emerger

    de

    los intercambios

    de

    mercado.

    Según Albert Hirschman, Durkheim supo advertir que los intercambios de

    mercado no sólo pueden disolver los vínculos morales premodernos, según su

    conocida tesis

    de

    la anomia, sino que también pueden crear y producir sutiles

    formas de integración social. Hirschman advierte en Durkheim una actitud

    ambivalente

    -similar

    a la que también caracterizó la

    obra de

    su contemporáneo

    alemán

    Georg Simmel-

    por la que quedó atrapado entre

    la

    antigua opinión

    de

    que

    ias actividades orientadas hacia el interés ofrecen una base hacia la integración

    social. la crítica,

    más

    contemporánea, que se le hace a

    la

    sociedad de mercado

    de ser atomística de corroer la cohesión social. Nunca explicó detallada con

    cretamente cómo concebía

    una

    sociedad 'solidaria' que surgiera

    de la

    división del

    trabajo a la postre

    pasó

    a

    una

    opinión más activista que

    ya no

    contaba

    con

    este

    mecanismo

    para

    lograr

    la

    cohesión social y en cambio, subrayó

    la

    educación moral

    la acción polít ica (Hirschman, pp. 120-1). Hirschman advierte

    una

    considera

    ble virtud en la acti tud ambivalente de Durkheim, pues reconoce que en la

    sociedad pueden,

    de

    hecho, estar en acción procesos contradictorios.

    Nos

    resulta

    difícil reconocer que ambas tendencias puedan

    ser

    correctas, aunque

    no

    caben

    dudas que va en interés de las ciencias sociales captar la complejidad que encie

    rran los fenómenos que explican (p. 139).

    La felicidad no aumenta con l progreso de la civilización

    Al

    retratar la ampliación

    de

    la conciencia individual asociada a la creciente

    diferenciación y complejidad creada por la acentuación de la división del trabajo,

    /8?

    EL SUICIDIO

    i

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    9/15

    Durkheim percibió con lucidez una

    de las

    tendencias más singulares de

    la

    socie

    dad moderna. Boudon

    y

    Bourricaud atribuyen a Durkheim las reflexiones y

    los

    trabajos más importantes y

    de

    mayor influencia a propósito del individualismo y

    particularmente sobre su desarrollo en las sociedades modernas.

      5

    Sin embargo, el sociólogo francés exhibió una actitud ambivalente frente a este

    creciente proceso de individualización. Aunque exaltó

    los

    efectos emancipadores

    de

    la modernidad

    y

    la secularización, no dejó de experimentar cierta inquietud

    frente a

    la destrucción de los vínculos sociales que traía aparejada

    esta

    afirmación

    de

    la

    individualidad,

    razón

    por

    la

    que consideró necesario recrear, por medio

    de la

    educación,

    la

    integración moral

    de la

    sociedad

    (véase

    Touraine,

    1979, p.

    302).

    Como

    Weber frente al avance

    de

    la "racionalidad", Durkheim celebraba y

    al

    mismo tiempo temía

    al

    proceso

    de

    progresiva individualización,

    esa

    otra

    gran

    fuer

    za

    desatada por la modernidad. Pese a considerarlo fundamental

    para

    la moral

    colectiva

    de

    las sociedades modernas, manifes tó constantes recelos frente

    al

    desa

    rrollo del individualismo y formuló conjeturas sobre estos recelos.

    Su

    hipótesis

    principal es que más allá de cierto límite, el desarrollo del individualismo es incom

    patible

    con

    el desarrollo armonioso del individuo y la sociedad (véase

    al

    respecto

    Boudon

    y

    Bourricaud, pp.

    343-4 .

    En

    Durkheim hallamos

    una

    mirada desencantada frente

    al

    proceso de moderni

    zación, similar,

    en

    ciertos aspectos, a la que experimenta Weber frente

    al

    avance

    de

    la

    racionalidad progresiva.

    Parsons

    señala que Durkheim

    se

    interroga "si

    la

    felicidad

    ha aumentado con el progreso de la civilización".

    Su

    conclusión

    es

    negativa

    y

    se

    apoya

    sobre

    las

    evidencias empíricas que

    le

    aportan

    sus

    estudios sobre

    la tasa de

    suicidios

    en Europa para

    probar que ella

    es más

    alta entre

    las

    partes más "civiliza

    das"

    de

    la población, especialmente en las ciudades,

    en el

    comercio y las profesio

    nes liberales.

    En

    El suicidio Durkheim "se hizo mucho más pesimista acerca

    de

    la

    sociedad europea contemporánea" advirtiendo la gran importancia empírica

    de

    la

    anomía especialmente en ciertos lugares estratégicos (pp. 402-26).

    En

    El suicidio Durkheim reconoce que

    la

    fuente de malestar

    de

    la sociedad

    moderna es "moral". Congruente con su propensión a homologar lo social con lo

    moral en

    esta obra enfatiza que la naturaleza del desorden y trastorno típico de

    \

    "V

    5

    De

    todas maneras, reconocen que otros autores, como Alexis

    de

    Tocqueville en La

    democracia en

    América {México,

    Fondo

    de Cultura Económica. 1998) y

    Georg

    Simmel en Cuestiones fundamentales de

    sociología (Barcelona. Gedisa. 2002 , también merecen ser recordados por sus aportes a este tema

    8

    ÉMILE DUAKHEIM

    dicha sociedad es de carácter moral. Los suicidios no hacen sino expresar "la

    alteración del temperamento moral" y atestiguan "una alteración profunda

    de

    nuestra estructura social" (p. 399 .

    Al

    referirse

    al

    "suicidio egoísta", Durkheim señala que las "corrientes de depre

    sión y desencanto" no emanan "de ningún individuo

    en

    particular" sino que

    ex-

    presan "el estado de desagregación en que se encuentra la sociedad". Este "ma

    lestar social"

    es

    la causa del suicidio y

    se

    traduce en "corrientes colectivas" que

    se

    imponen al individuo, víctima del "desamparo moral" que produce aquella "desin-

    tegración" social (p. 224).

    En

    las conclusiones de este libro sugiere que "si la gente se mata

    hoy más

    que

    en otro tiempo, no

    es

    porque debamos hacer,

    para

    mantenernos. esfuerzos más

    dolorosos

    ni

    porque nuestras necesidades legítimas estén menos satisfechas; más

    bien, sucede que ya no sabemos dónde se detienen las necesidades legítimas Y

    que

    ya

    no percibimos el sentido de nuestros esfuerzos (. .. )

    El

    malestar que pade

    cemos

    no

    procede, pues,

    de

    que las causas objetivas

    de

    sufrimiento hayan aumen

    tado

    en

    número o

    en

    intensidad; o que ese malestar testimonia no

    es

    ya

    una

    gran

    miseria económica, sino una alarmante miseria moral" (p. 397-8 .

    De

    todas maneras,

    es

    preciso aceptar que

    el

    énfasis puesto por Durkheim en

    la

    naturaleza moral del "desorden" moderno

    no lo

    empuja a

    una

    ilusoria restauración

    de

    los valores religiosos como sf apreciamos en ciertas expresiones

    de

    la comente

    neoconservadora contemporánea.

      6

    Durkheim

    está

    persuadido

    de

    que

    esa

    "co

    rriente de tristeza colectiva" reflejada en el incremento del suicidio,

    no se

    puede

    contener y atenuar restaurando "artificialmente formas sociales anticuadas". "Los

    apologistas de la institución religiosa cometen el error

    de

    creer que

    la

    regla de

    antaño puede ser eficaz aún.

    Su

    ineficacia actual es la causa del mal. Estas

    soluciones fáciles no guardan relación con las dificultades del problema". Acepta

    que no podemos contar con las religiones para "poner diques al suicidi o", Y que si

    bien estamos preservados del suicidio egoísta

    en la

    medida en que estamos socia

    lizados; "las religiones no pueden socializamos sino en la medida en que

    nos

    quitan el derecho al libre examen". Para Durkheim "la historia del espíritu huma-

     

    s Destacamos especialmente dentro

    de

    esta corriente a Peter Berger y Daniel Bel . Este último.

    especialmente

    en

    su trabajo Las contradicciones culturales del capitalismo propone "el retorno a

    alguna concepción de la religión" que proporcione una identidad definida y segundad

    ex1stenc1al.

    De

    todas maneras. cuando Bel postula esta restauración

    de

    la religión es plenamente conc1ente que esta

    recurriendo a "una respuesta anticuada" (p. 34). 9tJ

    EL SUICIDIO 9

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    10/15

    . s del libre pensamiento (. .. ), es decir, a

    no es la historia misma de los progreso t de partida las religiones

    ya

    no

    'd d ueiva a

    su

    puno ' . ·

    menos que la humam a v 'd , y profundo sobre las

    conc1enc12s

    d · · muy

    extend1

    o

    n1

    mu

    podrán ejercer un

    omm10

    d .

    1

    derecho al libre examen, a la

    m1c1a-

    r ) las únicas viables

    serán

    las que en at á

    1·1berales

    del protestantismo.

    ,... ún

    que las sec as

    rn

    s

    tiva individual,

    más

    lugar a . bros la vigorosa acción que sería

    d

    á

    1·ercer

    sobre sus

    rn1em

    ,

    Asl pues, no po r n e 1 . 'd'10

    Por

    consiguiente

    s1

    los que

    1 obstáculos a su1c1 .

    indispensable

    para p o ~ r

    e . . único medio para curarnos fueran conse-

    ven en una restauración religiosa el 1 establ ecimiento de las religiones

    cuentes consigo mismos, deberían reclamar e r

    más arcaicas (pp.

    38

    6

    -

    402

    ).

    a naturaleza del desencanto

    moderno

    1

    nta que

    ta

    idea de

    . . 'dio anórnico Durkheirn ame

    En el

    capítulo relativo al suic1 .

    de

    toda reglamentación sobre

    . . funda con

    la

    ausencia

    P

    rogreso economico se con

    d

    1 1da

    moderna más afectado

    por la

    · í ue

    el

    sector e a v ·

    esta

    esfera.

    Ello

    explicar a q . 1 undo del comercio y

    de la

    industria

    .

    de

    normas

    sea

    precisamente, e m

    ausencia

    (pp. 267 Y

    ss.).

    . .

    do

    considerada corno un medio al servi-

    La industria, en vez de continuar

    s1en.d

    el ob1'etivo supremo

    de

    los indivi-

    se

    ha

    convert1

    o

    en

    cío de

    un

    fin

    que la

    supera,

    de

    que los apetitos que pone

    en

    . d d

    Pero

    entonces, suce .

    duos y de las soc1e

    a

    es.

    'd d ue los limite

    Esta

    apoteosis del

    'b d de toda auton a q ·

    juego

    se encuentran

    era

    os . .

    1 ha

    puesto por encima

    de

    toda ley

    .f.

    1

    por decirlo asi. os . .

    bienestar, al

    sant1

    icar

    os,

    . . t de los deseos

    ha

    sido aun

    . . ste desencadenam1en o

    humana

    (.

    ..

    ) Finalmente, e . d

    t .

    y por

    la

    extensión casi indefinida

    ·

    mo

    de

    la in us na

    agravado

    por

    el

    desarro o mis dí vender sus productos más que

    en la

    del mercado. Mientras el productor no

    Pº.

    a 'bl no podía tampoco sobreexcitar

    . ód' de la ganancia pos1 e

    región inmediata, lo m ico . d t nder tener por cliente

    al

    mundo

    . . . h ue casi pue e pre e .

    su

    ambíc1on.

    Pero a

    ora

    q . . límites aceptarían las pasiones que

    entero. ¿cómo, frente a estas perspectivas sin . .

    . t

    7 (pp

    268-9). .

    se las limite como an

    es.

    . ltado los deseos sin que exista

    . 'd con ello se han

    exa

    La

    prosperidad ha

    crec1

    o y

    't

    Así

    los apetitos individuales,

    · d fijarles un rrn

    e.

    una

    instancia supenor capaz e 1 d a

    no

    saben dónde están los

    ·d r una fuerza regu a or •

    q

    ue no

    están contern os

    po

    be qué es posible y qué

    no

    lo

    d b detener·

    Ya no se sa

    límites antes los que se

    .en.

    . l reivindicaciones y las esperanzas

    qué

    es 1·usto

    y qué es

    m1usto.

    cuáles

    son as

    es,

    . d'd (p 266)

    legítimas, cuáles las que exceden 1a me i a . .

    2 ÉMILE OURKHEIM

    Los deseos ilimitados son insaciables por definici ón y los límites deben pro

    venir de una poder superior externo al individuo. Ese poder superior es la sociedad

    y la naturaleza

    de

    su poder es moral . Las pasiones e intereses individuales

    deben ser limitados por un poder moral .s.uperior pues no

    hay en

    la constitución

    orgánica de los hombres

    ni

    en su constitución psicológica una fuerza interna que

    marque un límite a

    sus

    inclinaciones.

    En

    cuanto esos deseos dependan del indivi

    duo solamente, son ilimitados (p.

    260).

    Sin embargo, esta combinación entre impulsos egocéntricos irrefrenables y

    la

    ausencia

    de

    regulación

    de

    la vida económica

    se

    convierte

    en una

    constante fuente

    de

    frustración que empuja a

    los

    individuos

    al

    desencanto y la desesperación.

    La

    ausencia

    de

    límite externo y

    la

    desregulación

    de

    la

    economía

    se

    conjuga

    con

    el

    mal del infinito inherente a

    la

    naturaleza egoísta del hombre. Ante el menor

    inconveniente. faltan las fuerzas

    para

    soportarlo . Esta búsqueda sin término

    produce fátiga y desencantamiento pues

    la

    excitación de

    los deseos

    produce

    un

    desgaste

    de

    energía que

    no se

    compadece

    con

    las gratificaciones y recompensas

    obtenidas. Por más placer que el hombre experimente

    al

    actuar, al moverse,

    al

    hacer esfuerzo, aún

    es

    necesario que sienta que sus esfuerzos no son vanos y que,

    al

    marchar, avanza. Ahora bien,

    no

    se

    avanza

    cuando

    no se

    marcha hacia ningún

    objetivo ni, lo que viene a ser

    lo

    mismo, cuando

    el

    objetivo hacia

    el

    que

    se

    tiende

    está

    en el

    infinito.

    Como

    siempre

    es

    la misma la distancia a

    ía

    que permanecemos

    alejados del objetivo, por

    más

    camino que hayamos hecho, todo sucede como

    si

    nos

    hubiéramos agitado estérilmente

    en el

    mismo lugar. Incluso las miradas lanza

    das

    hacia atrás, y el sentimiento

    de

    orgullo que puede sentirse

    al

    percibir

    el

    espa

    cio

    ya

    recorrido, sólo podrían causar una muy ilusoria satisfacción. porque el espa

    cio a recorrer

    no

    ha disminuido sin embargo en proporción. Perseguir

    un

    fin inac

    cesible por hipótesis

    es,

    entonces, condenarse a un perpetuo estado

    de

    descon

    tento (p. 261 . La fatiga, además, basta por sí sola

    para

    producir

    el

    desencan

    tamiento, porque

    es

    difícil

    no

    sentir, a

    la

    larga,

    la

    inutilidad

    de

    una búsqueda sin

    término (p.

    269).

    Eso explica que

    sean

    las funciones industriales y comerciales

    las profesiones que aportan mayores víctimas

    al

    suicidio anómico.

    l barrera entre individualismo y egoísmo

    Como

    señalamos anteriormente.

    para

    Durkheim

    el

    individualismo no

    es

    necesa

    riamente el egoísmo,

    pero

    se le acerca bastante.

    En

    las sociedades actuales ...

    el

    individuo

    se

    inclina fácilmente a tomar por dios

    al

    hombre que

    hay en

    él, a erigirse

    a sf mismo en objeto de su propio culto (p. 376).

    . l J/-

    EL SUI IDIO

    2

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    11/15

    Como puede apreciarse. las nociones

    de

    egofsmo e

    individualismo

    aunque no

    coinciden. están estrechamente correlacionadas en los análisis durkheimianos. Se-

    gún Boudon y Bourricaud. bajo el nombre

    de

    egofsmo Durkheim designa

    la

    ampli

    tud

    de

    la autonomía dejada

    al ego

    es decir,

    al

    individuo, en la elección de sus

    actos y creencias. Esta autonomía, según los análisis de El

    suicidio

    varía de acuerdo

    con el medio social y cultural en que está inmerso el individuo. También puede

    variar

    en

    función

    de la

    coyuntura.

    Por

    consiguiente, El

    suicidio

    completa y matiza Jos

    análisis anteriores de La

    división .... La

    tesis esencial de

    La

    división ..

    es, en efecto,

    que

    el

    desarrollo del individualismo es consecuencia

    de

    la creciente complejidad

    de

    a división del trabajo y del paso de las sociedades tradicionales a las sociedades

    modernas. Pero El suicidio ofrece

    una

    teoría más compleja en la que

    el

    egoísmo

    aparece como una variable dependiente de múltiples factores complejos no necesa

    riamente vinculados entre

    sf.

    Abre, de este modo, una perspectiva

    más

    satisfactoria

    que

    se

    aleja de

    a

    simplicidad de

    la

    teoría evolucionista presentada en La

    división ....

    Sin embargo, en ambas obras Durkheim está indeciso sobre el juicio a formular

    respecto de una evolución que muestra un lado positivo (el progreso de

    la

    'persona

    lidad individual') y un lado negativo (el progreso del 'egoísmo'), desde

    el

    punto de

    vista a

    la

    vez de la sociedad y del individuo. Es posible reconocer cierta ambigüedad

    en el uso que hace Durkheim del concepto de 'egoísmo', en ocasiones empleado de

    manera neutra, y en otras, asumiendo una marcada connotación negativa (Boudon

    y Bourricaud, pp. 341-2).

    La sutil diferencia entre egoísmo y anomia

    Si bien Durkheim distingue entre tres tipos de suicidios: altruísta, egoísta y

    anémico, en rigor se interesa mucho más por los dos últimos. pues en tanto

    el

    primero está declinando cada vez más en

    la

    sociedad moderna.

    son

    los otros dos

    los que exhiben un desarrollo que puede considerarse morboso .

    Eso

    explica que

    sólo se concentre en los suicidios egoísta y anémico en sus conclusiones. El altruísta

    -aclara Durkheím-

    no

    entra para nada en el progreso ~ t u l del suicidio: Hoy

    pierde mucho

    más

    terreno del que gana; suele observárselo, sobre todo,

    en

    las

    sociedades inferiores (p. 271).

    El sucidio anómíco representa

    un

    nuevo

    tipo

    de suicidio que difiere de los

    otros porqu e depende, no de

    la

    manera

    en

    que los individuos están vinculados a

    la

    sociedad, sino del modo

    en

    que ella los reglamenta. El suicidio egoista procede

    de que los hombres

    ya

    no encuentran en la vida una razón de ser, el suicidio

    ÉMILE DURKHEIM

    altruísta proviene de que esa razón les parece estar fuera de la vida misma, y el

    tercer tipo de suicidio, cuya existencia acabamos de comprobar. procede de que

    su actividad está desorganizada y de que sufren por ello (p. 271 .

    De todas maneras, Durkheim admite que la frontera que separa

    al

    suicidio

    egoísta del anémico

    es

    muy sutil. Seguramente, este suicidio y el suicidi o egoísta

    no

    dejan de estar emparentados. Uno y otro se deben a que la sociedad

    no

    está

    suficientemente presente en los individuos. Pero la esfera en que está ausente no

    es la misma en ambos casos. En el suicidio egoísta, falta en la actividad propia

    mente colectiva, dejándola así desprovista de objeto y de significación.

    En

    el suici

    dio anémico, falta en las pasiones propiamente individuales, dejándolas de ese

    modo sin freno que las regule . A pesar de sus relaciones ambos tipos de suicidios

    resultan independientes entre sí reclutando a

    su

    principal clientela

    en

    diferen

    tes medios sociales: el egoísta en las carreras intelectuales - el mundo donde se

    piensa -, y el anémico en el mundo industrial o comercial

    id.).

    Anthony Giddens señala que el estudio efectuado por Durkheim

    en

    torno a las

    diferencias entre

    suícidio egofsta

    y

    suicidio anómico

    no deja de presentar cierta

    ambigüedad lo que ha ofrecido motivos para que algunos comentaristas conside

    ren

    que ambos tipos de suicidio,

    no

    pueden en realidad, distinguirse en forma

    significativa (pp. 155-6).

    El propio Durkheim abona esta impresión cuando,

    en

    las conclusiones de El

    suicidio

    admite

    la

    existencia

    de

    ciertas afinidades entre ambos tipos de suicidio.

    Al reivindicar el papel de las corporaciones como inst rumento adecuado para

    nuestra reorganización mora l sugiere que aquella

    no

    sólo permitiría combatir el

    suicidio egoísta sino también. su pariente próximo, el suicidio anémico . Este

    último suicidio es pasible del mismo tratamiento que el anterior pues la anomia.

    en efecto, procede de que, en ciertos puntos de la sociedad, faltan fuerzas colec

    tivas, es decir, grupos constituidos para reglamentar

    la

    vida social. En parte, es

    consecuencia del mismo estado de desagregación del que también procede

    la

    corríente egoísta. Sólo que esta misma causa produce efectos diferentes conforme

    a su punto de incidencia, según que actúe sobre las funciones activas y prácticas

    o sobre las funciones representativas ( .. ) El remedio es. pues. el mismo en un

    caso y

    en

    el otro (p.

    394).

    Corresponde aclarar, sin embargo, que

    el

    tema de la anomia no

    se

    inicia con

    i

    suicidio.

    Este concepto

    ya

    está presente

    en

    La

    división ..

    -aunque asumiendo un

    péipel relativamente pequeño - para designar a una de las formas anormales de la

    . i nsión del trabajo ( la división forzada del trabajo ) en la que la solidaridad orgáni

    se realizaba imperfectamente. En

    El suicidio la

    anomia adquiere mayor importan-

      /

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    12/15

    cia y el mismo concepto

    es

    explicitado mucho más completamente; de

    ah .

    q ~ ~ su

    tratamiento haya sido aplazado hasta este punto. Asimismo lo que en

    La div1s1on

    ...

    entendía

    por egoísmo está

    mucho

    más

    cerca

    de lo

    que viene a significar

    anomia

    en

    El suicidio

    (Parsons, pp.

    414-21 .

    17

    Valiéndose de los diferentes

    usos

    que Durkheim da a este concepto en sus

    diferentes trabajos, Rodríguez Zúñiga identifica dos versiones de anomia:

    u ~ a

    estructural, contenida en

    La

    división

    . .

    y otra normativa o cultural, por ausencia

    de autoridad moral, en

    El suicidio

    (pp. 77-8).

    Para

    este autor,

    en La divisi6n ..

    la

    anomia es una suerte de estado anárquico de la sociedad producido

    por

    la rapidez

    de

    la

    evolución social. Ausencia

    de

    regulación de las actividades económicas Y

    científicas que producía desorden

    en el

    ejercicio

    de,

    unas y otras(.

    .

    )

    En Ei suicidio

    el

    cuadro

    se

    completa. No

    se

    habla

    ya de una

    situación anárquica, sino que

    también

    se

    introduce

    de

    forma extraordinariamente activa una determinada

    c o ~ -

    cepción del

    hombre(.

    . ) según

    la

    cual éste sería por naturaleza un ente.de

    ap.et1-

    tos insaciables, de pasiones ilimitadas que nunca podrían alcanzar

    sat1sfacc1ó,n,

    incapaz

    por

    sí de trascender

    su

    particularidad y, por todo ello, enteramente ego1s

    ta. Sólo la sociedad puede moderarle, y como

    la

    acción

    de

    ésta sobre

    él

    falla

    en

    los

    momentos de anomia, de anarquía, de ahí el incremento de suicidios .

    Según

    Rodríguez Zúñiga, tal como Durkheim analiza el concepto,

    la

    anomia

    no

    puede

    entenderse

    (a

    la manera en que

    lo

    hace Merton) como rechazo o desviación

    respecto a \o institucionali zado, sino vacío: no

    es

    violación de

    un

    orden,

    smo

    ausencia de orden (p. 80).

    1

    ª

    V · d h b'

    Se

    ún Parsons (p. 409). algunas de las hipótesis que Durkheim intenta probar El su1c1 1

    ya

    a

    1an

    sido 7nsinuadas

    en La

    división .. en

    su

    estudio crítico

    de

    la hipótesis

    de la

    fel1c1dad en

    el desarroHo

    de la diferenciación social. En sus aspectos centrales El suicidio debe considerarse una contmuac1ón

    de

    la

    línea de pensamiento iniciada en

    La

    división... ,

    is

    Gouldner. en cambio, ofrece otra lectura acerca

    de la

    anemia ,

    en la q ~ e

    ésta.

    le¡os de

    expresar

    vacío normativo indica un desajuste entre ciertas normas y las cond1c1ones sociales vigentes.

    d Durkheim a l ~ d e a la anemia aguda que aparece en períodos

    de

    repentma prospendad o

    d ~ ; ; e s ~ ó n

    baio las que

    se

    modifican rápidamente la posición de clase

    de

    las personas.

    e ~ e m b o c n ~ o

    en una mayor propensión

    al

    suicid io, la expresión ausencia de norma: \ .. no s1gmf1ca -segun

    Gouldner- que las personas carezcan de normas, sino que las normas que t 1 ~ n e n ya no c o r r e s p o n d e ~ a

    la nueva posición de clase en la que de pronto se encuentran. Es esta d1spandad entre las

    v1e¡as

    normas las nuevas circunstancías lo que provoca tensione s(. . ) El orden social no reposa solamente

    en

    n o r m ~ s .

    afirma aquí ourkheim; depende del modo en que

    las

    normas se hallen mtegradas ¡unto

    con

    otras condiciones (p.

    351 .

    4

    ÉMILE DURKHEIM

    l

    desregulación de la economía en la sociedad moderna

    Durkheim considera

    al

    ámbito económico como

    el más

    aquejado

    por

    la falta

    de

    instituciones capaces de regularlo.

    Es¡¡.

    idea. condensada en el capítulo

    v de El

    suicidio Y retomada algunos años después en el Prefacio de la segunda edición de

    La

    divisi6n . . se basa en el reconocimiento de que el estado, la familia y a iglesia,

    carecen

    de

    capacidad

    p,ara

    regular aquel espacio crucial dentro

    de la

    sociedad

    moderna.

    En

    el Prefacio de la segunda edición de

    La

    división .. destaca la centralidad

    adquirida

    por

    las

    funciones econ6micas en

    los últimos

    dos

    siglos y

    el

    correlativo

    retroceso experimentado por las funciones militares, religiosas

    y

    administrativas.

    Ello crea una paradoja ¿nsostenible, pues al mismo tiempo que las funciones in

    dustriales

    se han

    apoderado

    de un

    lugar central y absorben a

    la

    mayoría

    de

    los

    ciudadanos, carecen de instituciones que puedan regularlas.

    En

    ese Prefacio,

    Durkheim resalta

    con

    énfasis el triste espectáculo que

    nos da el

    mundo econó

    mico por la falta de regulación (anomia) jurídica y moral en que

    se

    encuentra ...

    (La divisí6n . .

    p. 2 .

    En El suicidio

    Durkheim señala

    al

    ámbito económico ( el mundo del comercio

    Y

    la

    industria ) como aquel especialmente afectado por la ausencia de regulación:

    Desde hace un siglo, en efecto. el progreso económico ha consistido princi pal

    mente, en liberar las relaciones industriales

    de

    toda reglamentación ,

    en

    parte por

    la

    declinación

    de

    la

    religión y

    la

    familia como poderes morales

    con

    capacidad

    para

    disciplinarlos.

    Sin

    embargo, el papel cubierto

    en

    el pasado por ambas institucio

    nes

    tampoco podría

    ser

    cubierto

    en la

    sociedad moderna por

    el

    estado.

    tste,

    en

    lugar de

    ser

    el regulador

    de

    la vida económica,

    se

    ha convertido en

    su

    instrumento

    Yen

    su

    servidor . Y as más contrarias corrientes, desde los economistas ortodoxos

    a los socialistas extremos abogan -según Durkheim-

    para

    reducirlo

    al

    papel

    de un

    intermediario, más o menos pasivo, entre las diferentes funciones sociales . Los

    primeros quieren simplemente convertirlo en guardián

    de

    los contratos individua

    les . en tanto

    los

    segundos le asignan

    la

    tarea

    de

    llevar la contabilidad colectiva .

    pero en definitiva ambos

    le

    niegan capacidad

    para

    subordinar al resto

    de

    los

    órganos sociales y hacerlos converger hacia

    un

    fin que los domine (pp. 267-8).

    De

    manera que ninguno de los grupos sociales integradores disponibles

    en

    la

    sociedad moderna (la sociedad política -estado-, la sociedad religiosa. o la familia)

    cuentan con capacidad

    para

    atenuar esta tendencia.

    La

    tarea

    de

    reorganización

    moral que esta sociedad requiere, sobrepasa las posibilidades de acción de estas

    instituciones (pp. 385-9). / l

    EL SUI IDIO

    5

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    13/15

    En las conclusiones

    de

    El suicidio Durkheim ensaya

    su

    propuesta

    en

    torno a

    la contribución que podrían cubrir las corporaciones para remediar la ausencia

    de regulación en el ámbito económico. De todos modos. admite que tal como

    éstas

    se

    encuentran actualmente,

    se ven

    incapacitadas para afrontar esa tarea.

    Las

    expresiones del trabajo profesional antes reunidas

    en

    ias corporaciones de

    gremios, hoy están separadas y confrontan como asociaciones laborales

    y

    empre

    sarias. "dispuestas a tratarse

    más

    bien como rivales o enemigos que como coope

    radores" (p.

    392).

    Pero esta propuesta es retomada y tratada con mayor amplitud en el Prefacio

    de

    la

    segunda edición

    de a

    división ...

    donde

    le

    reprocha

    al

    estado estar muy

    le1os de los problemas

    de

    los individuos. "manteniendo con ellos relaciones muy

    externas e Intermitentes" como para permitirle penetrar "dentro de ias conciencias

    individuales Y socializarlas interiormente".

    La

    solución que ofrece es que entre los

    individuos. Y

    el

    estado, intercalen

    una

    serie

    de

    grupos secundarlos

    con

    mayor capa

    cidad

    de

    l

    1garse

    a los problemas cotidianos

    de

    la gente.

    En esas reflexiones amplía sus argumentos y recomendaciones relativas a la

    r:animación de los grupos profesionales como fundamento

    de

    una

    nueva

    integra

    ción social. La sugerencia

    de

    fortalecer los lazos sociales sobre una

    base

    funcional

    (las corporaciones) aparece planteada por primera vez en El suicidio pero recibe

    una

    forma

    más

    sistemática en

    el

    Prefacio

    de la

    segunda edición

    de

    a división ...

    Aunque su propuesta

    de

    recrear las corporaciones

    ha

    sido luego considerada

    como

    un

    anticipo de

    los

    modelos "corporativos" ensayados en Europa a partir

    de

    la irrupción de Mussolini, es evidente que entre ellas median concepciones dife

    rentes en torno a

    la

    democracia y sus instituciones.

    La

    reivindicación

    de

    las

    corporaciones formulada por Durkheim

    no

    adhiere al "anti-liberalismo" que pro

    fesaba el corporatismo fascista, ni presenta a las corporaciones como sustituto

    de las instituciones democráticas clásicas. Aquellas sólo representarían un com

    plemento

    de

    éstas aportando una mejor conexión con las preocupaciones

    de a

    vida cotidiana. Reconoce en

    la

    incapacidad del estado y los partidos para esta

    blecer un vínculo adecuado con esas preocupaciones, una

    de

    las principales

    fuentes de "malestar político" de la sociedad moderna. Como podrá apreciarse,

    su

    propuesta

    no

    apunta a arrasar las instituciones liberales

    l á s i c a s

    sino poner

    en

    evidencia sus limitaciones para procesar

    a

    complejidad

    de

    a

    sociedad mo

    derna. En razón de ello. resulta más justo y adecuado considerarlo un antece

    dente del "post-liberalismo" antes que emparentarlo con el "anti-liberalismo"

    corporativista que sobrevino tras su muerte.

    ·

    26 ÉMILE )URKHEIM

    3 Sociedades sin instituciones

    Un nuevo individualismo

    Los

    trabajos

    de

    Durkheim siguen siendo una referencia insoslayable

    para el

    pensamiento y la reflexión social contemporánea. Sin embargo, las preocupacio

    nes de

    la sociología cambian a medida que las sociedades cambian. En nuestros

    días se perfilan nuevas formas de sociabilidad que muy poco se compadecen con

    la imagen

    de

    una sociedad orgánica que se afirmaría con

    el

    avance de la industria

    lización, tal como suponía Durkheim.

    Los

    temores de Durkheim acerca

    de la

    incapacidad

    de

    las instituciones dispo

    nibles

    para

    proporcionar

    un

    tejido conectivo a la sociedad industrial,

    hoy

    resultan

    corroborados por una amplia iiteratura que enfrenta mayores dificultades

    para

    identificar

    el

    cemento colectivo

    de

    nuestras sociedades y reconocer alguna instan

    cia

    de

    articulación que las integre.

    Si el

    pensamiento social clásico

    se

    mueve alrededor

    de

    la idea

    de

    sociedad.

    diferentes circunstancias señalan

    hoy

    un debilitamiento global de

    esa

    idea tanto

    como del hamo sociologicus. Desde los años 70, una amplia literatura se ha inte

    resado

    en

    retratar la emergencia

    de

    un "nuevo individualismo" que si bien reinstala

    al individuo

    en

    un lugar central, difiere del retratado por Durkheim por registrarse

    en el contexto de una sociedad

    de

    masas

    - individualismo de

    masas"-

    lo

    cual

    obliga a reconsiderar algunas

    de

    las categorías provenientes de

    la

    sociología clási

    ca. Este "retorno del individualismo", si bien se inscribe dentro del proceso

    de

    individuación previsto por Durkheim, señala al mismo tiempo una radicalización

    de

    esa

    tendencia, poniendo en cuestión su expectativa inicial -luego revisada

    en

    El suicidio-

    de

    conjugar satisfactoriamente lo social y lo individual.

    La contractualidad solitaria que surge de este nuevo individualismo evoca un

    modo

    de

    sociabilidad que

    no

    postula ninguna sociedad orgánica.

    Cómo

    imaginar

    el

    análisis durkhelmiano frente a

    la

    proliferación

    de los

    "no lugares" retratados por

    Augé:

    esto

    es,

    espacios que no crean ni identidad singular ni relación, sino sole

    dad y similitud, un mundo de individualidad solitaria asocíado a

    lo

    provisional,

    lo

    efímero y

    lo

    pasajero.

    19

    Asimismo,

    nos

    encaminamos hacia a un tipo societal (la "sociedad post-indus

    trial globalizada") que

    no posee

    instituciones y por ende

    no

    puede

    ser

    retratada

    adecuadamente con las categorías

    de

    la sociología clásica. Estas describían a una

    ./ 19

    .

    19

    Véase Augé

    pp.

    98 107. 109y114 .

    EL

    SUICIDIO

    7

  • 8/20/2019 Durkheim - El Suicidio - Estudio de Sociologia

    14/15

    sociedad de instit uciones (la sociedad industrial del estado nacional ) cuya au

    sencia representaba una patologí a que tenía al suicidio como una de sus conse

    cuencias extremas. Hoy día la ausencia de instituciones o de normas no es la

    patología, forma parte de la naturaleza misma de la sociedad (véase Garretón,

    1998,

    p

    11,

    y

    2000,

    p

    44).

    La sociedad retratada por la sociología clásica descansa en dos mecanismos

    fundamentales que conectan al individuo y la sociedad: institucionalización y so

    cialización.

    Sin embargo. según Touraine asistimos a una desmodernización que

    se traduce

    en desinstitucionalizacíón

    y

    la desocialización.

    La primera expresa

    el

    debilitamiento o la desaparición de las normas codificadas y protegidas por meca

    nismos legales

    y

    más precisamente

    la

    desaparición de los juicios de normalidad

    que

    se

    aplicaban a las conductas regidas por instituciones; la segunda, en cam

    bio, alude a la desaparición de los roles, normas y valores sociales mediante los

    cuales

    se

    construía el mundo vivido. La imagen de sociedad elaborada y transmi

    tida por la sociología clásica ya no corresponde a la realidad observable. Por ello los

    sociólogos ... deben acostumbrars e a la desaparición de la Sociedad, si ésta se

    define como el principio regulador

    de

    las conductas. Vivimos

    en

    un mundo de

    mercados, de comunidades y de individuos y ya no en un mundo de instituciones.

    La palabra misma, que fue la clave de bóveda de la sociología clásica, se desmo

    rona ... (Garretón, 1998, pp. 46-52).

    Si bien podemos compartir esta descripción de la sociedad actual, resultaría

    in1usto ignorar que las primeras señales acerca de esta tendencia provienen preci

    samente de la sociología clásica, tal como la propia obra de Durkheim y sus

    ambi-

    güedades

    lo ilustran. Si bien ella expresa una incesante búsqueda de las institu

    ciones que permitieran amalgamar a

    la

    sociedad

    en

    un contexto de diferenciación

    y

    complejidad creciente, resultaría no menos injusto, desconocer que de ella tam

    bién proceden las primeras voces de alerta y desencanto respecto a la capacidad

    de las instituciones de la sociedad industrial para proveer el cemento colectivo, de

    cuya ausencia,

    la

    anomia

    y

    los suicidios

    son su

    manifestación extrema.

    Pese

    a

    la

    inevitable pérdida de actualidad de sus detalles, las tensiones internas que atra

    viesan

    su

    obra no expresan sino las fuerzas contradictorias desatadas por la socie

    dad moderna, dentro de las que nos seguimos moviendo. Tal vez ello resulte

    suficiente para asegurar su vigencia en nuestros días.

    8

    ÉMILE

    DU KHEIM

    ~ U O G R é l F Í a

    Alpert, Harry

    (1945),

    Durkheim,

    México,

    FCE.

    Augé Marc 0

    995), Los no lugares . Espacios

    de

    anon1·mato.

    d

    Una antropologfa

    e la sobremodernidad. Barcelona, Gedisa.

    Barbé _ a ~ ~ o s

    ( 1 ~ 9 3 ) , E ~ ' p r o b l e m a

    de Durkhe1m' (en la formación de la sociología

    argentina) • Sociedad, N 3. Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.

    Bejar, Helena (1992), Una figura de la moral privada: la autarquía . en Carlos

    M o ~ a ,

    Alfonso

    P é r ~ z - A g o t ~ ,

    Juan Salcedo y

    José

    Tezanos, Escritos

    de

    teoría socio

    lógica en homena¡e a

    Lws

    Rodríguez Zúñiga, Madrid, CIS.

    Bell, Daniel

    0987 ,

    Las

    contradicciones culturales del capitalismo, Madrid, Alianza.

    Boudon,

    ~ a y m o n ~

    Y Frarn;:ois Bourricaud (1990), Diccionario crftico de sociología

    Buenos Aires, Ed1cíal. '

    Bourdieu, P., Chamboredon,

    J.

    C. y Passeron J C

    (1975) El o ' · d ·ól

    p

    , , . ,

    1/CIO e

    SOC/

    ogo.

    - resupues os ep1stemolog1cos. Buenos Aires, Siglo Veintiuno.

    Bravo ..Víctor

    _0 984),

    La construcción del objeto de estudio

    en

    Marx. Durkheim y

    Weber , en

    V1ctor

    Bravo, Héctor Díaz-Polanco y Marco A. Michel.

    Teorfayreali'dad

    en Marx D rkh · W . b · ·

    . · u

    e1m

    Y e er México, Centro de Investigación para la Integración

    Social y Juan Pablos Editor.

    Durkheim, Émile

    (1976), La educación como socialización,

    Salamanca, Sígueme.

    Durkheim, Émile (1982),

    La

    división