Égloga de cinco pastores sobre las cosas de...

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Lemir 19 (2015) - Textos: 931-966 ISSN: 1579-735X Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia Edición, introducción y notas de Miguel Ángel Pérez Priego 1 1.– Este trabajo se ha realizado dentro del Proyecto de Investigación FFI2014-51781-P del Ministerio de Ciencia e In- novación, Subprograma de Investigación Fundamental.

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Lemir 19 (2015) - Textos: 931-966

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Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

Edición, introducción y notas de Miguel Ángel Pérez Priego1

1.– Este trabajo se ha realizado dentro del Proyecto de Investigación FFI2014-51781-P del Ministerio de Ciencia e In-novación, Subprograma de Investigación Fundamental.

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Descripción bibliográfica

Égloga pastoril nuevamente compuesta, en la qual se introducen | cinco pastores, y el uno es encantador, y el vicario del lugar, el | qual es llamado para que haga fe de un casamiento; y el razonamiento | dellos es la mayor parte de las cosas que se han seguido en Valencia de | huir de las gentes y del tornar, y de las de los moros, y cómo | Nuestra Señora y Sant Vicente Ferrer a nos han guardado de perecer; y có- | mo un pastor vio a unas señoras nobles que es-tando retraídas por | las muertes en un lugar, se ivan a ver las fuentes y las huertas, y | aquel pastor dize que deven de ir a buscar leña para ganar la vida, y otro | pastor le responde y le dize en cierta manera los nombres de aquellas | señoras, en las quales avía nombres de Ana Ysabel y María; y a la | mezcla desto también de las passiones que los pastores suelen tener y | ansias de las yervas y del ganado; y cómo a la fin un pastor se que- | ría morir por amores de Ximena de Hontorio, y el encantador le | sanó con sus untos y encantes e hizo que ella penasse de amores | dél. Y a la fin un villancico.

(La parte superior de la portada la ocupan ocho tacos xilográficos, distribuidos en dos fran-jas horizontales; representan a seis figuras con sus nombres encima (Juan melenudo, Perantón, Climentejo, Gilcalvo, Mossén Bartholomé, Llorente encantador), además de un castillo en la de arriba y de un árbol en la de abajo. Ocupando el tercio inferior de la página y las primeras cinco líneas de la siguiente, va el título y encabezamiento de la obra. A continuación, en las páginas siguientes, el texto en verso a dos columnas).

s.l., s.i., s.a. (pero h. 1550? Burgos, en los talleres de Juan de Junta?) 4º .- a8 [avj+4] .- 8 hs .- Letra gótica. 1r: ¶ J. Salueos dios aca garçones / ... 8v: desde aquí a siempre jamas / no mas co-

pla ni cancion. Fin.

Esta égloga formaba parte del volumen facticio de piezas dramáticas impresas que, procedente de la biblioteca del banquero y bibliófilo Johann Jakob Fugger, pasó a custo-diarse en la Bayerische Staatsbibliothek, en Múnich, sign. Rar. 273 (11)2. A lo largo de la Segunda Guerra Mundial parece que fue destruido aquel volumen y, al término de la mis-ma, había desaparecido de la biblioteca, aunque se han podido conseguir las fotografías de algunas piezas, que utilizamos en la presente edición.

Por la similitud de los tacos xilográficos y la tipografía utilizada, Mercedes Fernán-dez Valladares, La imprenta en Burgos (1501-1600), Madrid, Arco/Libros, 2005, 2 vols., p. 1364, postuló su procedencia impresora de los talleres burgaleses de Juan de Junta. En sus Adiciones (en preparación) a esta obra, de las que amablemente nos ha facilitado un ade-lanto, advierte además que un ejemplar de la égloga aparece ya registrado por Hernando Colón, Supplementum, n. 15.115, f. 12v, col b: «Egloga pastoril sobre las cosas de Valencia en español», y su incipit en el Abecedarium B, col. 1578: «Salue os dios aca garsones de passiones como no tañeys», entre otras obras adquiridas por el bibliófilo en Valladolid

2.– Ferdinand Wolf, «La Danza de los muertos, comedia española representada en la fiesta del Corpus Cristi, publicada nuevamente según una impresión antigua», Viena, 1852 (trad. esp. J. Sanz del Río, Madrid, CODOIN, XXII, 1853, pp. 520-521), hizo una descripción del volumen facticio y de su contenido. Interesantes consideraciones sobre sus caracterís-ticas tipográficas ofrece también Mercedes Fernández Valladares, «Un taller de imprenta para la Farsa llamada dança de la muerte: Burgos como foco difusor del teatro de cordel en el siglo xvi», Revista de Filología Románica, 2003, 20, pp. 7-23.

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en septiembre de 1536, lo que haría pensar en una edición de h. 1535. Por otro lado, a la vista de las fotografías del ejemplar del facticio de Múnich y tras el análisis de los tacos de figuras factótum en la portada, advierte también Fernández Valladares que habría que retrasar la fecha de esta edición hasta c. 1550, pues ofrece ya al menos dos tacos que fue-ron renovados por entonces mediante una nueva entalladura («concretamente el taco de las casas, que pasó a tener tres niveles de ventanas en la torre, y el del anciano sabio que representa a mossén Bartolomé, aquí con bonete del que se ha eliminado el ajedrezado»).

Es muy probable, por tanto, que existieran dos ediciones impresas de la Égloga de las cosas de Valencia, ambas procedentes de las imprentas burgalesas de Juan de Junta: una de hacia 1535, de la que poseyó y registró un ejemplar Hernando Colón, sin que se haya conservado este ni ningún otro de esa edición; y otra de hacia 1550, uno de cuyos ejemplares adquirió Jacobo Fugger y custodió en el volumen facticio que se conservaba en la mencionada Bi-blioteca Estatal de Baviera. Este modo de producción de reiteración de ediciones fue ca-racterístico del taller de Juan de Junta, según estudió en otro lugar Fernández Valladares, «Un taller de imprenta...», art. cit. Por su larga duración en el tiempo, el taller de Junta conformó un fondo editorial del que iba reeditando constantemente unos mismos títulos de fácil comercialización. Varias piezas del volumen de Múnich, como la Tragicomedia alegórica del paraíso y el infierno, la Farsa de Juan de París o la Farsa del mundo y moral de López de Yanguas, tuvieron este mismo proceso de publicación en aquellos talleres: una edición de los años veinte o treinta y otra de hacia 1550.

Pero además de estas dos ediciones, creemos que hubo de haber aún una edición ante-rior de nuestra égloga o cuanto menos una copia y composición manuscrita. Su marcada ambientación localista en la Valencia de las primeras décadas del siglo, sus alusiones a acontecimientos ocurridos hacia 1519, como la epidemia de peste o los ataques turcos a la costa, así como la presencia de valencianismos en la lengua que hablan los personajes, reclaman una escritura y representación de la obra en ese contexto histórico y geográfico, en el que podían ser bien entendidas aquellas alusiones y referencias.

Comentario

La égloga trata, en efecto, de las cosas de Valencia y alude a sucesos que ocurrieron en 1519. La presencia fantasmal de la peste es una referencia continua. De ella se queja ya el pastor Juan Melenudo al comienzo («No sé por qué merecemos / y tenemos / tantos ma-les y dolencia, / que de fiebre y pestilencia / claramente nos perdemos», vv. 16-21), que ha huido a la sierra tras ver un llagado a la puerta de su cabaña y temer el contagio («Fuime corriendo huido, / que un herido / vi cerca de mi cavaña, / y aparté la mi compaña / por no me ver afligido, vv. 36-40), y a ella irán aludiendo los otros pastores Perantón y Gil Calvo. Por lo que se sabe, la epidemia de peste tuvo su mayor incidencia en el verano de 1519, cuando se llegaron a contabilizar siete u ocho muertes al día. La salida y abandono de la ciudad fue general entre las gentes, huyeron los nobles y el gobernador, y sólo quedó el marqués de Zenete, que ganó en popularidad. Carlos I aplazó su venida, excusándose ante tal situación, cuya gravedad, sin embargo, negaban los jurados del concejo.3

3.– «Luego la acometió la pestilencia por el mes de julio del dicho año [1519], que fue la total de los cuerpos y almas de la República. Porque saliéndose della huydos la mayor parte de los ministros de la justicia y oficiales de regimiento, y

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Otra referencia histórica de la égloga es a los ataques de las naves de los turcos y mo-ros que hacen incursiones en la costa y ocasionan también la huida de las gentes. Así lo cuenta Juan Melenudo («qu’el traidor de Mahomete, / con falso esplete, / de seta gente ha dexado (...) / Con esto han multiplicado / y engendrado / tantos de turcos y moros / que hazen venir con lloros / a mucho de fiel christiano», vv. 71-79) o Gil Calvo («Y emos vis-to despobladas / y cerradas / muchas casas de Valencia, / no todas por pestilencia, / que algunas son de espantadas / porque venían las armadas / muy cercanas / de los turcos sin temor, / como si rey ni señor / no oviesse en nuestras Españas», vv. 101-110). Los ataques se venían produciendo desde años atrás, pero en junio de 1519 los jurados escriben al rey alarmados por las veintiocho fustas y cuatro galeras que han sido avistadas. En tanto que el rey establecía una contribución de los reinos costeros para protección de su litoral, los oficios y gremios se organizaron en cofradías y se armaron para defenderse.4 Y en tanto la gente más poderosa abandonaba la ciudad, aquellos oficiales, hermanados y provistos de armas, iniciaban la sublevación5.

En ese ambiente histórico es en el que se enmarca la égloga. Es esta, en parte, una cró-nica poética de aquellos sucesos principales, en la que se cuenta de la peste, de las muertes y contagios, de los ataques a las costas, del abandono de la ciudad. Hay en ese relato mo-mentos de intensa emoción lírica, como la contemplación de la ciudad despoblada y la pregunta con acentos manriqueños (ya advertidos por R. Froldi) por el esplendor pasado de caballeros y damas:

¡O solitaria que queda, a según era, la tan poblada ciudad, dolor era de mirar de quán poca gente queda! ¿Qué es de tantos galanes principales que tenías en ti, Valencia? ¡Cómo te han hecho ausencia, toviendo tan pocos males! ¿Qu’es de tanta gente honrada ataviada, y las damas festejadas, tan vestidas y arreadas, que no te ha quedado nada?

los ciudadanos ricos de hazienda y virtud, quedó la miserable ciudad desapoyada de sus columnas y entregada a las hezes populares», Gaspar Escolano, Décadas de la historia de Valencia, Valencia, 1610, libr. X, cap. ii, fol. 1448 r.

4.– A estos ataques se refiere también Gaspar Escolano en la obra citada y con más detalle, Juan B. Perales en su conti-nuación de las Décadas de Escolano: «en el año 1518 recorría nuestras costas el pirata Cachidiablo (Barbarroja), con una escuadra de diecisiete naves, y una de sus hazañas fue asaltar el pueblo de Chilches, cuyas casas y haciendas saqueó, lle-vándose infinitos cautivos y un respetable botín. Ancló después en el puerto de Denia, apresó dos naves cargadas de trigo que venían a Valencia, llegó a Alicante (...) quedando interrumpido el comercio marítimo de Valencia, porque ya no había seguridad ni para los buques mercantes ni para los pueblos de la costa» (Décadas de la insigne y coronada ciudad y reino de Valencia, por J. B. Perales, 3ª parte, t. iii, Valencia, 1880, p. 603)

5.– Dentro de la amplia bibliografía existente, una documentada descripción de estos sucesos y de la situación de Valen-cia en aquellas fechas, puede verse Ricardo García Cárcel, Las germanías de Valencia, Barcelona, Península, 1981.

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(vv. 156-170)

Pero junto a todo eso hay una reflexión cristiana, una inculpación por los pecados co-metidos, que reiteran los pastores y que ha dado lugar a la intercesión de la Virgen y de San Vicente Ferrer:

PERANTÓN No te espantes, Gil hermano, estando sano, que Dios nos dé malas fadas, ni las landres a manadas embiadas de su mano. Porque está tan enojado el Soberano con justa razón con nos, qu’es de agradecer a dos que por nos han abogado. GIL ¿Y essos dos podré saber quién pueden ser? PERANTÓN Es la Virgen gloriosa (no pienses en otra cosa, que assí lo puedes creer) con sant Vicente Ferrer, que merecer pudo la tal compañía, y bastó su romería librarnos de perecer. (vv. 181-200)

Ese plano religioso es muy intenso en la égloga y nos habla seguramente de una auto-ría clerical. La devoción a Sant Vicent proclama una vez más la vinculación de la obra a Valencia, que expresa por boca de los pastores la devoción al santo patrón y la fe en sus palabras y advertencias apocalípticas, así como en sus promesas de ayuda y amparo al pueblo valenciano.

La religiosidad impregna a tal punto la égloga que da lugar a una escena ciertamente fantástica. Cuando los pastores creen ver a las mujeres que han huido de la ciudad reco-giendo leña y acercarse a una fuente, en realidad asisten a una escena visionaria, casi mís-tica, en la que se les aparece tres mujeres envueltas en sus briales blancos que no son sino las tres santas mujeres del Evangelio: Ana, María e Isabel (la abuela y la madre de Cristo, y la madre del que lo bautizó). De ese modo, se crea un doble plano significativo, en el que se confunde la anécdota de las mujeres que huyen al campo con la visión de las mujeres santas que redimen y salvan a la ciudad. Aunque pudiera pensarse en nombres en clave de damas nobles de la sociedad cortesana, parece claro que se trata aquí de un elemento religioso más que del procedimiento alusivo frecuente en el género de la égloga. La escena viene además reforzada por un curioso efecto representacional que sería, como indica la rúbrica («Ivan todas con briales blancos vestidas», v. 350+), la aparición fugaz de un

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cortejo de mujeres vestidas con briales blancos a la vista de los pastores que creen ser las mujeres de la ciudad que van en busca de leña.

Con todo esto, la égloga, que en su primera parte se presenta como un simple coloquio pastoril en que se cuentan sucesos de actualidad a la manera, por ejemplo, de las églogas de Juan del Encina, cobra una proyección nueva. Resulta así una visión casi épica de la Va-lencia de 1519, asolada por la peste, los ataques piratas, el despoblamiento y desgobierno que darán paso a las germanías, y una reflexión y súplica fervorosa que busca en la fe el alivio y trascendencia de aquellos males. Todo, como decimos, dentro del marco de una égloga, de un diálogo entre pastores.

La segunda parte de la obra, en cambio, se centra ya en el tema amoroso, característico del género, de manera que se irán sucediendo diversas situaciones de amores pastoriles. Juan, tras haber comentado y meditado con Perantón sobre la situación vivida en la ciu-dad, quiere ya despedirse. Pero Perantón le retiene para contarle sus penas de amor por Llorenta, que se ha desposado y empreñado con otro. Llega Gil Calvo, que parece saber de cómo tratar a las zagalas. La aparición luego de Juan, herido y maltrecho al perseguir a Juanilla, no hace sino resaltar otro fracaso amoroso.

Gil Calvo anuncia a continuación que se ha desposado con Ximena Hontorio, de la que quien estaba enamorado era Climentejo. Juan le comunica a este la noticia y, tras con-firmarlo ambos con el vicario Mossén Bartholomé, Climentejo queda entristecido y de-solado. Juan trata de consolarlo haciéndole ver cómo ahora las cosas han cambiado, todo el mundo ha sanado, las gentes han vuelto a la ciudad, y él debe tomar nueva enamorada entre las damas que han regresado. A pesar de todo, Climentejo no reacciona, puesto que sufre mal de amores y está hechizado, de manera que sólo podrá curarlo el encantador Llorente. Este, en efecto, tras hacer que Climentejo se arrodille, llevará a cabo un encan-tamiento con diversos ungüentos y unturas:

Arredraos allá, señores y garçones. Híncate tú de rodillas, verás con qué maravillas haremos las abusiones. Y mirá con devoción qu’es razón, las medicinas que traigo, que aunque ella sea hijadalgo, la entrarán al coraçón; y un ungüento muy famoso y precioso, con que te untes las cejas, que a mugeres y aun ovejas les pareceras gracioso; y la simiente del Cupido, bien molido, pies y plumas de asno blanco, y la cresta de un lavanco,

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traerás en ti contino (…) (vv. 926-945)

Con todo ello y, al parecer, con la intervención divina que declaran estos versos, queda sanado el pastor: Y agora, pues te has untado y encantado, levántate, si quisieres, y verás que tu mal hado, cómo Dios te le ha tornado en gasajado y plazeres. (vv. 966-971)El villancico final no hará sino proclamar el remedio del pastor en su penar y esa victoria sobre el dios de amor:

¡A la he, Climentejo, ha! Nuevas suenan en poblado que de pena eres librado, y que ella a buscarte va. Nunca pastor ha tovido tal remedio en su dolor: ¡hallar contra el dios de amor, otro que más ha sabido! Pues tal ventura has tenido, dime quién sanado te ha, que de tu mal soy herido, y de mal en peor me va. (vv. 972-983)

Como vemos, el cuadro es muy rico y variado. Todos aman, todos los pastores están enamorados y son engañados o engañan, nadie parece guardar fidelidad, pero todos pe-nan de amores. Las pastoras no tienen presencia real, aunque sí nombre (Llorenta, Juani-lla, Ximena). Los personajes más pintorescos, de farsa, son el vicario Mossén Bartholomé y el encantador Llorente.

Mossén Bartholomé es la figura del clérigo legitimador, que une en el matrimonio amores más o menos lícitos. Y deja ver al mismo tiempo su rijosidad y desvergüenza, por lo que no tiene pudor en afirmar que la novia ha pasado por su mano, «yo la he metido y sacado…» (v. 671). Este tipo de clérigo que trata de intervenir y arreglar o legitimar las situaciones entre parejas, lo vemos ya en el fray Teodoro de la comedia Serafina de Torres Naharro, que mediante la confesión promete perdonar a Floristán de la muerte de Orfea con el fin de salvar a toda costa su unión con Serafina. De condición semejante es el es-trafalario ermitaño fray Vegecio de la comedia Tesorina, de Jaime de Huete, que casa en secreto a los amantes Tesorino y Lucina. En la desapostura y carnalidad ahondará la figu-ra del Fraile de la Farsa del matrimonio, de Diego Sánchez de Badajoz, que planea casar a

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la pastora Menga con su criado Martín para luego compartirla con él.6 En nuestra égloga la intervención de este personaje de farsa, encarnado en mosén Bartolomé, es muy breve. Apenas se le dedica una decena de versos, sólo para dar cuenta a Juan y Climentejo que ha desposado a Gil Calvo y a Ximena, aunque no deja de traslucir sus inclinaciones carnales insinuando su relación íntima con ella.

En cuanto al encantador, es una figura pintoresca. Es también pastor como los demás, pero diríamos «un poquito hechicero», conocedor de ciertas artes mágicas que ayudan a bien querer, a sanar la enfermedad de amor. Ante las dudas de Climentejo, simple pastor desmelenado, le hace ver que él ha curado de amores a gentes más importantes, como aquel imaginado duque de Normandía que vivía de su dama despedido (vv. 841-850). Luego maneja con destreza su «laboratorio» de sustancias mágicas y, por tanto, invero-símiles: ungüento para las cejas, simiente del Cupido bien molido, pies y plumas de asno blanco, la cresta de un lavanco. Para llevar a cabo el hechizo, hace arrodillarse a Climente-jo y, una vez untado y encantado, levantarse. Tal actitud de postración indicaría en princi-pio la sumisión del hechizado al poder maligno, sumisión que era necesaria y obligada en los encantamientos verdaderos y, por tanto, condenados por la iglesia. En nuestra pieza, el autor da un giro a esa situación, que resuelve con la intervención de Dios, ante quien esos gestos no son sino actos de devoción. El personaje enlaza con la descendencia de «celes-tinas» y conjuros que la obra de Fernando de Rojas dejaría en el teatro de la época7. Es de la misma progenie que la vieja Beroe de la comedia Tidea, de Francisco de las Natas, que la Vieja del anónimo Auto de Clarindo, la Candelera de la Farsa de la hechicera, de Diego Sánchez, o la alcahueta Briana de la Comedia pródiga, de Luis de Miranda. Como en casi todos esos casos, el hechizo es confuso, incompleto o irreal, los ingredientes fantásticos e imposibles, y el personaje en definitiva un tanto bufo y grotesco, con su mezcla de rasgos de magia y religiosidad. La diferencia esencial es que aquí es un personaje masculino, un pastor, algo encantador y hechicero, que no necesita invocar al diablo, sino que cuenta con la ayuda del Dios verdadero.

El final feliz de la égloga hace suponer que hubo de ser compuesta para celebración de algún casamiento particular, pero también la habilitaba para ser representada en otras circunstancias semejantes de boda o desposorios, lo que explicaría su éxito de varias y reiteradas ediciones. Es también de suponer que la escribiría de encargo alguien no profe-sional del verso, probablemente un hombre de iglesia, un clérigo y bachiller culto (como otras veces ocurre con este tipo de obras), que se acerca por una vez a la copla, pero que pide perdón al lector y promete no reincidir «desde aquí a siempre jamás»:

Si mi obra no estuviere tal qual requiere razón, si alguna confusión viere qualquiera que la leyere,

6.– M. Á. Pérez Priego, «La Farsa del matrimonio, de Diego Sánchez de Badajoz», en Irene Romera y Josep Lluís Sirera (eds.), La mujer: de los bastidores al proscenio en el teatro del siglo xvi, Valencia, Publicacions de la Universitat de València/Colección Parnaseo, 2011, pp. 237-249.

7.– Puede verse M. Á. Pérez Priego, «Celestina en escena: el personaje de la vieja alcahueta y hechicera en el teatro renacentista», en Ivy A. Corfis y Joseph T. Snow (eds.), Fernando de Rojas and Celestina: Approaching the Fifth Centenary, Madison, Seminary of Medieval Studies, 1993, pp. 295-319.

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ruégole que aya perdón, y no más; desde aquí a siempre jamás, no más copla ni canción. (vv. 984-991)

En esta edición seguimos el texto de h. 1550, que se conservaba en la Bayerische Staats-bibliothek y del que poseemos fotogramas de una copia fotográfica. Se trata de un texto bastante descuidado en su impresión, propio de un trabajo menor, encomendado segura-mente a aprendices en una gran imprenta como la de Junta que edita muchos pliegos de cordel. Las variantes y errores de imprenta son muy numerosos y presentan un amplio y ejemplar catálogo. Por un lado, existen las consabidas y habituales duplografías (conten-tarte por contarte, dessamava por dessama) y haplografías (comas por comamos), pero son muy frecuentes las supresiones o añadidos de letra (auía por auían, espante por espantes, huye por huyen, podrá por podrán; han por ha, cantando por catando, oydo por ydo) y, so-bre todo, los cambios de letra, debidos a mala lectura del original (desfierre por desfierra, cierro por cierto) y más por caja sucia (lan por las, gue por que, lcoremos por lloremos, oaré por paré) o letra vuelta (passiou por passión). Naturalmente hemos eliminado esos errores y hemos tratado de leer e interpretar rectamente el texto, distanciándonos en muchos casos de los editores precedentes. Las expresiones y giros lingüísticos valencianos, como quedó dicho, son bastante frecuentes en el texto, unas veces más reconocibles que otras, por ejemplo: desfierra (v. 24), esplete (v. 72), todo hombre (v. 234 y 701), moltones (v. 379), semblantes (v. 404), mossén (v. 661), frares (v. 749). Muchos de esos vocablos y expresiones estarían castellanizados, bien por el propio autor bien por los impresores burgaleses. En cualquier caso, tales rasgos son prueba inequívoca de la procedencia valenciana de la obra, si bien escrita en momentos de intensa castellanización de aquella sociedad y cultura.8

Al tratarse de un texto teatral y poético, no son pocas las decisiones que exige al editor. Por ello, hemos ordenado el texto claramente en estrofas y versos, con sus correspondien-tes sangrados y separaciones. Hemos ordenado el diálogo de los personajes, distribuyendo el parlamento de cada uno de ellos de la manera más inteligible, para lo que en alguna oca-sión hemos tenido que completar o corregir la indicación del texto. Hemos completado el nombre de los personajes en el diálogo, hemos separado con un doble espacio los cambios de escena y hemos transcrito en cursiva las pocas didascalias que ofrecía el texto, sin aña-dir ninguna por nuestra cuenta.

8.– Sobre el ambiente cultural y teatral, en particular, puede verse Joan Oleza Simó, «La tradición pastoril y la prác-tica escénica cortesana en Valencia (I): el universo de la égloga», en J. Oleza Simó (dir.), Teatro y prácticas escénicas I. El Quinientos Valenciano, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 1984, pp. 189-217; Teresa Ferrer Valls, «Corte virreinal, humanismo y corte nobiliaria en la Valencia del siglo xvi», en E. Berenguer (coord.), Reino y ciudad. Valencia en su historia, Madrid, Fundación Caja Madrid, 2007, pp. 185-200.

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Bibliografía

Urban Cronan, Teatro español del siglo xvi, Madrid, Sociedad de Bibliófilos Madrileños, 1913, pp. 333-365; Eugen Köhler, Sieben Spanische Dramatische Eklogen, Dresden, 1911, pp. 172-176 y 266-296; Rinaldo Froldi, Lope de Vega y la formación de la comedia, Salamanca, Anaya, 1968, pp. 61-63; Joan Oleza Simó, «La tradición pastoril y la práctica escénica corte-sana en Valencia (I): el universo de la égloga», en J. Oleza Simó (dir.), Teatro y prácticas escé-nicas I. El Quinientos Valenciano, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 1984, pp. 189-217.

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Égloga pastoril nuevamente compuesta, en la qual se introducen | cinco pastores, y el uno es encantador, y el vicario del lugar, el | qual es llamado para que haga fe de un casamiento; y el ra-zonamiento | dellos es la mayor parte de las cosas que se han seguido en Valencia de | huir de las gentes y del tornar, y de las de los moros, y cómo | Nuestra Señora y Sant Vicente Ferrer a nos han guardado de perecer; y có- | mo un pastor vio a unas señoras nobles que estando retraídas por | las muertes en un lugar, se ivan a ver las fuentes y las huertas, y | aquel pastor dize que deven de ir a buscar leña para ganar la vida, y otro | pastor le responde y le dize en cierta manera los nombres de aquellas | señoras, en las quales avía nombres de Ana Ysabel y María; y a la | mezcla desto también de las passiones que los pastores suelen tener y | ansias de las yervas y del ganado; y cómo a la fin un pastor se que- | ría morir por amores de Ximena de Hontorio, y el encantador le | sanó con sus untos y encantes e hizo que ella penasse de amores | dél. Y a la fin un villancico.

Interlocutores: Juan Melenudo, Perantón, Gil Calvo, Climentejo, Mossén Bartholomé, Llorente encantador.

JUAN Sálveos Dios acá, garçones, de passiones. ¿Cómo no tañéis rabé? Miafé, yo creo que porque se an muerto muchos pastores. 5 Dios que nos libre d’engaño y tanto daño como vemos de contino, que no puedo tomar tino con este año de ogaño. 10 Y tengáis buena ventura con artura y os guarde Dios y os dé bien, y os dé mucha leche y miel, y cesse desaventura. 15 No sé por qué merecemos y tenemos tantos males y dolencia, que de fiebre y pestilencia claramente nos perdemos. 20

PERANTÓN ¿Y cómo? ¿Tú no sabes ya quánto ha

19. pestilencia: peste, enfermedad contagiosa mortal; provocada por la infección del aire, las gentes abandonaban los lugares infectados para salir al campo y buscar aires más puros.

20. nos perdemos: ‘padecemos, sufrimos, fenecemos’.

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que se despuebla la tierra? Cada uno con su desfierra por essos caminos va. 25

JUAN Bien lo sé que cierto está, y assí va, si me açotan en la plaça, que lo sabrán en mi casa, si en el poblado será. 30 Porque quanto se a seguido, lo he sabido, aunque no estava en la tierra.PERANTÓN ¿Eras sobido a la sierra? O dime ¿de dó has venido? 35JUAN Fuime corriendo huido, que un herido vi cerca de mi cavaña, y aparté la mi compaña por no me ver afligido. 40PERANTÓN ¿Y de qué estava herido esse mezquino, de rayo o de piedra de onda?JUAN De una gránola redonda, que le dexó allí tendido. 45PERANTÓN ¡Quántos males se han seguido, y he sabido, y desatientos estraños, que no bastarán diez años para cobrar lo perdido! 50 Que por la mar y la tierra gran defierra han perdido los christianos, todo por nuestros peccados, según se suena en la sierra, 55 qu’en fama de mortandades o señales que suelen venir a vezes, van huyendo como peces que conocen los nasales. 60

24. desfierra: desferra; «Aut. entiende ‘discordia’, pero el significado debe ser ‘despojo, botín’, como el del cat. desferra, del cual se tomó» (DCECH); ‘despojos, lo que queda de una casa destruida’ (Diccionari Valencià, Generalitat Valenciana, 1995).

44. gránola: gránulo, es decir, los bubones o landres producidos por la peste. 48. desatiento: ‘turbación, enajenación’. 52. desfierre en el impreso, pero debe ser desfierra como en v. 23, asegurado además por rima.

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Lemir 19 (2015) - Textos 943Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

Y también quería, sin arte, yo contarte qué se a seguido en tu ausencia: porque no me dan licencia, quiérolo dexar aparte. 65JUAN Harto es lo que sabemos, pues que vemos las desdichas que nos siguen y males que nos persiguen, que remediar no podemos: 70 qu’el traidor de Mahomete, con falso esplete, de seta gente ha dexado que, de dentro de un poblado, se pueden casar con siete. 75 Con esto han multiplicado y engendrado tantos de turcos y moros que hazen venir con lloros a mucho de fiel christiano. 80 Y Dios, por nuestros pecados mal obrados, consiente por esperar que dexemos de pecar y que más le conozcamos. 85 Y vemos alborotados y espantados muchos deste nobre pueblo, de lo que mucho me duelo, aunque yo abito en los prados, 90 que las gentes renegadas y apartadas de la nuestra fe de Christo nos toman, según he visto, los navíos a manadas. 95GIL Por esso son concertadas las armadas que dizen que haze el rey. Mas la fin nunca se vey de ver gentes captivadas. 100

62. contentarte en el impreso, pero seguramente se trata de un simple error por adición, una duplografía: cont[ent]arte. 72. esplete: probable valencianismo, ‘provecho, cosecha, explotación’; esplet: ‘cosecha abundante’ (Dicc. Valencià). 72. de seta gente: ‘gente de secta’, mahometanos, que, como más abajo se indica, practican también la poligamia, permi-

tida en la religión islámica. 88. nobre por noble, en la lengua del pastor.

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Y emos visto despobladas y cerradas muchas casas de Valencia, no todas por pestilencia, que algunas son de espantadas 105 porque venían las armadas muy cercanas de los turcos sin temor, como si rey ni señor no oviesse en nuestras Españas. 110 Pues guárdense de sus mañas y hazañas que muestra su gran poder, si no, quiçá podrá ser 115 qu’él les tome sus cavañas, que el pueblo de escarmentado y espantado de lo que podía seguirse, no hazían sino huirse de la mar lo más lontano. 120PERANTÓN ¿Qué quiere dezir lontano, Gil hermano?GIL Que se apartavan muy lexos moços y niños y viejos, cada uno con su ganado, 125 que más vale mal logrado y enterrado en qualquiera mocedad, que no todo la edad lo padezca captivado. 130 Y pues que avían començado y acabado de huir los principales, por miedo de mortandades que Dios nos ha señalado, 135 ívanse los menestrales y otros tales, gastando de sus ducados, a buscar otros poblados, donde no aya tales males. 140

120. lontano: ‘lejos, alejado’, italianismo.126. mal logrado, en el impreso.129-130. Así en el impreso; otros editores leen: que no toda la edad / le padezca captivado.131. auía en el impreso.136. menestrales: trabajadores, oficiales; se marchaban también al ver que huían los principales.138. Uso frecuente del genitivo partitivo, como en los vv. 78-80.

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Lemir 19 (2015) - Textos 945Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

Y otros también sus mugeres por plazeres de subir en anganillas los matavan de renzillas, que dexassen sus averes, 145 diziendo desta manera que si fuera alguna su enamorada, que más presto la sacara, porque allí no se muriera. 150 ¡O, qué maravilla era, a quien lo viera, verlos huir sin parar y cargar y caminar por los portales afuera! 155 ¡O solitaria que queda, a según era, la tan poblada ciudad, dolor era de mirar de quán poca gente queda! 160 ¿Qué es de tantos galanes principales que tenías en ti, Valencia? ¡Cómo te han hecho ausencia, toviendo tan pocos males! 165 ¿Qu’es de tanta gente honrada ataviada, y las damas festejadas, tan vestidas y arreadas, que no te ha quedado nada? 170 Verdad es que te han quedado y no dexado todos los del regimiento, con tal discreción y tiento que muy bien te han conservado. 175 ¡O señor, tú seas loado y ensalçado, porque tal gracia les diste y por nos morir quesiste en la cruz crucificado! 180PERANTÓN No te espantes, Gil hermano, estando sano,

143. anganillas: ‘aguaderas’; así en el impreso, no es necesario corregir por angarillas, como hacen otros editores.165. toviendo: ‘teniendo’, formado sobre el perfecto fuerte tovo.173. regimiento: los jurados, el gobierno de la ciudad.

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que Dios nos dé malas fadas, ni las landres a manadas embiadas de su mano. 185 Porque está tan enojado el Soberano con justa razón con nos, qu’es de agradecer a dos que por nos han abogado. 190GIL ¿Y essos dos podré saber quién pueden ser?PERANTÓN Es la Virgen gloriosa (no pienses en otra cosa, que assí lo puedes creer) 195 con sant Vicente Ferrer, que merecer pudo la tal compañía, y bastó su romería librarnos de perecer. 200 ¡O pobres gentes mezquinas, mal sabidas, que piensan, por se apartar, que no han a Dios de pagar las deudas que son devidas! 205 Vayan, vengan do quisieren o tovieren parecer de ser livrados, que si de Dios son llamados, hallarlos ha do estuvieren. 210GIL Con esso ivan derramadas y espantadas, que cuanto tienen, destruyen, sin saber por qué se huyen muchas gentes a manadas. 215JUAN Calla, que en esso concluyen y no rehuyen lo que dixo aquel Ferrer, santo de gran merecer, no te espantes porque huyen. 220 Que las cosas que dixera el santo qu’era, siempre salen verdaderas, que burlando ni de veras

184. landre: ‘peste’.210. han en el impreso, aunque el sentido prefiere ha.

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Lemir 19 (2015) - Textos 947Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

ninguna no falleciera. 225GIL Y aquesse santo bendicho, ¿qué ha dicho?JUAN ¿Abrás plazer en oíllo?GIL ¡Dilo, por tu fe, carillo!JUAN Yo te diré lo que dixo: 230 que huían todas las gentes, parad mientes, sin saber por qué ni a dónde, y destrúyesse todo hombre por bien que se tengan mientes, 235 que unos vienen y otros vamos, no paramos, y otros dexan su casa, y do van con mala brasa son algunos ospedados, 240 que para pagar los carros, que son caros, venden manillas, collar, sin quererse remediar padres a fijos ni a hermanos. 245PERANTÓN ¡Calla ya, necio pastor! Di lo peor: que por los nuestros pecados están ogaño los prados tan secados qu’es dolor, 250 y el ganado trashijado, maltratado, porque no halla artura, lo ovejuno con tristura, lo vacuno apellejado, 255 y otro mal más y más grande: que la hambre que hay ogaño en los ganados no sé si es por mal curados o porque tengan desgaire. 260 Que los trayan rebaldanes siempre a pares,

225. falleciera: ‘faltara’, ‘no se cumpliera’.226. bendicho: ‘bendito’.229. carillo: ‘amigo, compañero’, voz muy frecuente en el habla pastoril.231. huían: otros editores leen huyan.234. todo hombre: valencianismo, tot hom ‘todos’, ‘todo el mundo’.240. algunos: algunas en el impreso.260. desgaire: ‘desaliño’ (DCECH).261. rebaldanes: rabaldanes, rabadanes, ‘ayudantes jóvenes del pastor’.

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muertos de la tal dolencia, que no ay sabiduría para poder remedialles: 265 con daños tan desiguales, tú ya sabes que está el mundo en perdición.JUAN ¡No te espantes, Perantón!PERANTÓN ¡O, que me destruyen males! 270JUAN Dezí por qué, hermano Pedro.PEDRO Porque me pierdo esperando la hartura y sígueme desventura, que de contino desmedro; 275 que aun no cojo lo que siembro, a lo que entiendo, que pardales y otras aves se hinchan los gavachales, o no sé cómo lo pierdo. 280JUAN Por ventura tú has sembrado y no contado, o se te es muerto en la tierra, que cierto en toda la sierra, ninguno no se ha quexado. 285PERANTÓN ¡Yo bien lo tengo contado, mal peccado! Mas las gentes que han huido, por ventura lo han comido, por no averlo bien guardado. 290JUAN Quéxate del mal recaudo que tú has dado, que las gentes que han huido, cierto es que han destruido quanto a la mano han hallado. 295PERANTÓN Mas lo que más me a quexado y sombrado oy, estando en mi majada, que he visto una gran manada de mugeres que han passado. 300

266. desiguales: ‘desproporcionadas, enormes’.269. espante en el impreso.275. desmedro: ‘decaigo, disminuyo’.278. pardales: ‘gorriones, pardillos’.279. gavachales: no he documentado esta palabra.285. cierro en el impreso, pero el sentido reclama cierto, como en v. 294.291. recaudo: ‘logro’.

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Lemir 19 (2015) - Textos 949Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

Y quando bien he pensado, he acordado que leña devían buscar, para poder pan comprar quando tornen a poblado. 305 Van cansadas y afligidas las mezquinas, que es dolor de las mirar, verlas assí trabajar por el campo doloridas. 310 Creo que huyen por las muertes, ¿tú, que sientes? que no puedo otro pensar, viéndolas assí passar por encima las simientes. 315 JUAN Calla ya, loco innocente, que a una fuente se ivan con sus vezinas, tan garridas, tan polidas, ¿quién te lo haze en creyente? 320 Tan hermosas, relamidas y febridas, ¿te pienses que van por leña? ¡Nunca medre tu greña! ¿Y con tal ojo las miras? 325 Bien parece en tu hablar y juzgar que tú no las conocías. ¡Nunca medran tus encías! ¿No lo podías preguntar? 330 Bien te las podren obrar, sin herrar, que señoras son muy nobles; no te tornes, no te tornes, que te lo quiero contar. 335 Dezirte quiero sus nombres (no te assombres, jura hago a san Miguel):

308. lan en el impreso.311. huye en el impreso.320. en creyente: quizá deba interpretarse ‘increyente, descreido’.322. febridas: ‘resplandecientes, engalanadas’ ( J. Manrique, Coplas, v. 220: «las baxillas tan febridas»).324. greña: cabello desgreñado, símbolo de la rusticidad y necedad del pastor.331. podren: forma arcaica por podríen, podrían.336. Los nombres de las damas a los que aluden estos versos son, claro está: Ana, María e Isabel, la abuela y la madre

de Cristo, y la madre de Juan el Bautista.

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de agüela y madre de aquél que nos ha echo ser hombres; 340 la otra de gran beldad, de poca edad, madre del que bateó a Christo, por cuya lunbre hemos visto después mucha claridad. 345 No pienses que a trabajar ni a leñar ivan las tales señoras, que no verás todas horas otras que les hagan par. 350

Ivan todas con briales blancos vestidas

PERANTÓN Con esso las vi vestidas y polidas, todas de tovajas blancas. ¡Dome a Dios, pensé que santas del cielo eran descendidas! 355

JUAN Torna a dezir qué dezías. ¡Desvarías!PERANTÓN Ya no quiero más hablar, que estoy harto de contar de tantas malenconías. 360 JUAN Pues yo te quiero consolar tu pesar, porque es crecida victoria por poca penada gloria. Nuevas te quiero contar. 365PERANTÓN ¡Oxalá me consolasses o buscasses remedio en tal desconcierto!

343. bateó: ‘bautizó’, forma arcaica y de evolución popular.349. todas horas: totes hores.350. gue en el impreso.353. tovajas: ‘paños, lienzos, toallas’.357. Esta propensión visionaria podría estar arraigada en los habitantes de la ciudad, que vivían en un estado de so-

bresalto y angustia permanentes, desde la desoladora inundación del Turia en septiembre de 1517 a la terrible epidemia de peste de 1519 y los continuos ataques piratas. Ese estado de pánico y temor colectivo propiciaría la visión imaginaria de resplandecientes figuras sobrenaturales, cuando no de amenazadoras sombras fantasmagóricas. Así ocurrió en 1517, cuando todo el mundo creyó ver por la calles de la ciudad un espantoso león: «Nada de extraño tiene que el terror de los habitantes les hiciese ver horribles fantasmas, cuya imaginaria silueta refractábase tomando grandes proporciones sobre la superficie de las aguas. Una de aquellas sombras fantásticas creadas por el terror de una población angustiada, debió ser el espantoso león que recorrió las calles» ( Juan B. Perales, ob. cit., lib. III, cap. 1, p. 571).

360. malenconías: por melancolías, ‘cosas tristes’.

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Lemir 19 (2015) - Textos 951Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

[JUAN] Mira bien lo que te cuento; está atento y no hablasses: 370 que más de un mes ha passado, bien contado, que no ay ningún herido, ni pastores no han venido a quexarse del ganado. 375PERANTÓN ¿Por qué mientes, mallogrado? ¡Qu’en poblado diz que mueren a montones!JUAN Calla, que dizen moltones, si entiendes lo valenciano. 380PERANTÓN No só sino castellano y bien llano; déxate dessas razones, que, aunque bivo entre pastores, entiendo lo palaciano. 385JUAN Sei contento, y no lloremos ni quexemos, pues tienes conocimiento que Dios nos da cumplimiento más que no le merecemos, 390 que los peccados que hazemos y tenemos, no se pueden comprar sin querernos emendar; de contino le ofendemos, 395 y Él siempre piensa en nos dar con qué passar, por mostrar su gran clemencia, y no executa su potencia en querernos castigar. 400 Y queremos despertar y no matar con semblantes aldavadas, y son las puertas cerradas

376. mallogrado: como en v. 126379. moltones: juego de palabras, con la creación de un derivado del valenciano molt ‘mucho’ (y no muntons ‘montones’).381. só: soy.386. sei: ‘sé’, forma de imperativo, ya arcaica y refugiada en la lengua rústica. lloremos: lcoremos en el impreso, error del cajista por clara confusión de letra.388. perífrasis, por ‘conoces, sabes’.401. quieremos en el imp.404. semblantes: ‘semejantes’, del valenciano semblant; aldavadas: ‘llamadas con la aldaba a la puerta’; también en sentido

espiritual, ‘llamadas, avisos divinos’.

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de la nuestra charidad. 405 Menester será emendar, sin tardar, nuestro bevir peligroso, porque después, con reposo, podamos en gloria estar; 410 pues nos ha dado consuelo, con buen zelo, sin falta del temporal, ganemos lo celestial mientras somos en el suelo, 415 pues jamás falta tempero por entero, para el bien de las ovejas. Dime aora ¿por qué te quexas del que has d’estar plazentero? 420 que agora, a la fin, tenemos, si bien vemos una añada de hartura de prados y de verdura donde engorden los carneros, 425 qu’en los más secos oteros y peñeros, que ay en todo este desierto, en toda ogaño no han muerto solamente dos corderos. 430 Y ay los trigos tan enteros en los sequeros, que cada grano de ogaño muestra, sin ningún engaño, infinitos espigueros. 435 ¿Qué hazes aquí escondido, dolorido? Sal por toda aquessa altura y verás mucha verdura, y no estés tan afligido; 440 y también si saber quieres, pues tú eres, nuevas ciertas que he oído: que tornan los que han huido, con sus casas y mugeres. 445

416. tempero: ‘sazón y buen tiempo’.429. toda ogaño: uso infrecuente de ogaño como femenino.

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Lemir 19 (2015) - Textos 953Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

¡O, qué sublimados bienes (¿no los vedes?) nos haze Muestro Señor y nosotros, con error, ignoramos las mercedes! 450 Levántate ya, si quieres, pues te dueles de lo que pierde natura, y verás con tanta hartura con que tú contento quedes. 455PERANTÓN Dios te conserve tus bienes, y en plazeres se te convierta tristura; nunca tengas amargura ni passión por las mugeres, 460 y tengas buenaventura, que tristura me tenía muerto de enojos.JUAN Pues alégrense tus ojos, que Dios nos dará hartura. 465 PERANTÓN Él sea sanctificado y loado, qu’en el año qu’entrará, de su mano nos dará gran abrigo y gran reparo. 470JUAN Pues quédate a Dios, Perantón.PERANTÓN No es razón que tú me dexes assí, pues sabes que estó sin mí, todo lleno de passión; 475 y más me ha aquexado a mí, quando ir te vi, que ya está el coraçón lleno, pues que no cabe en mi seno, parte quiero hazer a ti. 480 Tú sabes que yo me perdí, porque vi las beldades de Llorenta, y me vi en muy gran afrenta quando della me partí. 485 JUAN Desso me acuerda a mí, que te vi perdido de amores della;

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aora no sé si es por ella, que yo nunca más la vi. 490PERANTÓN ¿Cómo la verás tú, di?, que assí que s’es desposada ogaño, y ame fecho el mayor engaño qu’en el mundo nunca vi: 495 que palabra avíamos dado e igualado, yo y el padre desta hembra, de me dar tierras de siembra y la metad del ganado. 500 Y en este medio a tomado, de callado, amores nuevos con otro, y han jugado a colso roto hasta qu’él la haya empreñado; 505 y quando el caso se ha sabido cómo ha sido, que no se podía hazer más, heme quedado yo atrás, y él ha sido su marido. 510 ¡O triste de mí, perdido, dolorido, nunca fue tal sinrazón!

GIL CALVO ¿Qu’es aquesto, Perantón?PERANTÓN ¡O qué gran mal me ha venido! 515GIL CALVO ¿De qué estáis tan enojado, Pedro hermano? ¿Abórtanos las ovejas?PERANTÓN No pienso ahora en essas quexas, que de otras vivo aquexado. 520GIL CALVO Mal es vivir con cuidado y enojado, en tan ásperas montañas; pero bastarían las hazañas que nos dé nuestro ganado. 525 Una colmena he catado

502. de callado: ‘de callada’, ‘secretamente.504. colso roto: colso rato en el impreso. 518. abórtanos: es decir, ‘nos abortan’.526. catado: catar las colmenas «es lo mismo que castrarlas; es voz muy usada en Castilla la Vieja» (Diccionario de Auto-

ridades).

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y he sacado tanto de panal y miel. ¿Quieres venir? Darte he dél, tomaremos gasajado. 530PERANTÓN Nunca más el mi pellejo yo le dexo poder plazer sostener, ni gasajar en comer, seyendo moço ni viejo. 535GIL CALVO Pues toma de mí consejo, que soy viejo: en amar estas zagalas nunca hagas muchas galas, ni pertrecho ni aparejo, 540 antes, como perro viejo o gozquejo, que va a morder sin ladrar, do las podrás aferrar, tú las remoja el pendejo; 545 y con esto de tal son y sazón, te querrán de sus entrañas que pondrá fuerças y mañas para verte, Perantón. 550PERANTÓN Es muy natural razón a sinrazón, que la que hombre quiere y ama, aquella más le dessama y le da mayor valdón. 555

Entra el otro

JUAN ¡Ay, ay, ay, pese a Sansón, y qué dolor! que corriendo tras Juanilla me di un golpe en la espinilla que me llegó al coraçón, 560 y tengo hinchada la rodilla que es mancilla; que me mordió un avejón

530. gasajado: ‘gasajo, placer en compañía’, frecuente en el habla pastoril.549. podrá en el impreso.554. dessamava en el impreso, pero parece clara duplografía por dessam[av]a.

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y hame hinchado el aguijón catando una colmenilla. 565PERANTÓN Y di, ¿con qué te has curado, desdichado?JUAN Corrí, que nunca paré hasta que a Juana topé más adelante del prado. 570 Díxele qué mal tenía y que venía por que ella me curasse; díxome que me tornasse por donde venido avía; 575 roguéle con gran porfía, si quería, porque no muera del todo; díxome: «Ponte del lodo», que luego se sanaría. 580 ¡Yo sí sanaré con esto!PERANTÓN ¡O, qué cesto! ¿Con esso piensas sanar? También te pudiera echar un alvarda y un cabestro. 585

Entra Gil Calvo

GIL CALVO ¡Dios mantenga los del puesto! ¿Qué es aquesto? ¿Qué hazéis todos acá? Véisme aquí, que vengo ya a prazer de todos presto. 590PERANTÓN ¿Y traes algo que comamos o bevamos?GIL CALVO Trayo una fruta muy buena.PERANTÓN ¡A, Dios te de buena estrena, como todos desseamos! 595 Mas amuestra, que tardamos. ¡Ea, veamos si a todos podrá bastar!GIL CALVO Si aún más parte alcançar de la que nos desseamos. 600

565. cantando en el impreso, por catando.568. oaré en el impreso, error por confusión de caja, por paré.586. dal en el impreso, por del.591. comas en el impreso, pero es clara haplografía por coma[mo]s.

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Lemir 19 (2015) - Textos 957Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

Habla Juan Melenudo JUAN Vos seáis muy bien llegado, Gil el Calvo. ¿Mi ganado viene, o qué? GIL CALVO En el prado lo dexé, después que m’é desposado. 605 JUAN ¡Buenas nuevas son de oír, para reír! ¡Enhoramala seáis casado! ¿Con qué burra avéis topado? ¿No me lo podíais dezir? 610 GIL CALVO No digáis burro a ninguno, pues sois uno de los que pacen en siesta, que desta hazían gran fiesta los zagales de uno en uno; 615 la qual a nombre vulgar, sin herrar, la Ximena de Hontorio.JUAN Pues no plaze del desposorio, y aun a otros hazes pesar, 620 que bien le duele a Climente, si lo siente.GIL CALVO ¿Y desso qué se te da a ti? Pues que nació para mí, de Climente ni otros veinte, 625 no se te dé nada dello ni por ello.JUAN ¡Por mi fe, que se lo diga!GIL CALVO Querría más una higa, que a quantos pueden sabello. 630

Llama a Climentejo

JUAN ¡O Climente, hi de Bras! dónde estás? Tú duermes en tu majada y tu señora es casada, que de amores morirás. 635 Viene bien presto, verás y oirás lo que nos dize Gil Calvo.

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958 Lemir 19 (2015) - Textos Ed. Miguel Ángel Pérez Priego

CLIMENTEJO Veisme aquí, do só llegado; ¿qué nuevas me contarás? 640 JUAN Para ti muy malas son sin sazón, que bevirás con querella, pues de novio en bodas della tú no has bailado el son. 645 CLIMENTEJO ¿Cómo, dime, quién es ella? ¿Es muy bella?JUAN La Ximena de Hontorio, casamiento y desposorio que a hecho el Calvo con ella. 650 Y si no tienes creído que assí ha sido, yo lo sabré del vicario, porque tiene el callendario de quantos missa han oído. 655CLIMENTEJO Sábelo tú, por tu fe, porque sé que muero de amores della; que si es verdad que es con ella, nunca me levantaré. 660

JUAN ¡O Mossén Bartholomé!MOSSÉN Luego iré. JUAN ¿Dónd’es vuestra reverencia? MOSSÉN Aquí estó, que no hago ausencia de poblado en buena fe. 665 JUAN ¿Es verdad que s’es casado, o desposado, Gil Calvo con la Hontorio?MOSSËN Yo me hallé en el desposorio, que por mi mano a pasado. 670 Yo la he metido y sacado con mi mano, a la novia un buen anillo, y él, con un gaván pardillo, ha salido mejorado. 675

CLIMENTEJO ¡O triste de mí, cuitado, lazerado,

661. mossén: aunque durante la Edad Media en la Corona de Aragón era un tratamiento honorífico, en la época se apli-caba ya sólo a los eclesiásticos.

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Lemir 19 (2015) - Textos 959Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

pastor de gran desventura! No me bastará cordura, moriré desesperado 680 en pensar quanto é’sperado, apassionado, pensando casar con ella, y aora moriré por ella, pues ventura no ha bastado. 685 Nunca más peinaré greña ni melena, ni me vestiré el jubón, ni el cinto, ni el camisón que me avía hecho por ella. 690 ¡Dexáme, quiero morir por salir de tan ásperas fatigas! No me den gachas ni migas, que no lo puedo sufrir. 695JUAN ¿Qu’es esto? ¿Tienes calambre o quál landre de las que corrían ogaño, que muestras tan gran desmayo que as cuidado espantarme? 700 Aora que todo hombre es sano, Dios loado, y las gentes son tornadas, no será razón que hagas tanto del apassionado, 705 porque de las que han tornado ya a poblado, alguna podrás amar; que para un clavo sacar, otro ha menester hincado. 710 [CLIMENTEJO] Todo lo tengo mirado, y contemplado de las que dizes que ternán, y en verlas luego me assombran, que ninguna me a gradado. 715 JUAN Pues, por cierto, no ha quedado en lo forano

701. todo hombre: como en el v. 234.709. claue en el impreso, por clauo.715. me agradado escrito en el impreso.

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960 Lemir 19 (2015) - Textos Ed. Miguel Ángel Pérez Priego

so algunos cavallerotes, por avançar los escotes y sisa que no han pagado. 720 ¡Cómo han perdido el verano que ha passado, quantos han ido y venido y en las tierras que han seído, sus dineros han dexado! 725 Mas aosadas que han trochado y passado donzellas, moças y viejas, que no quedarán quexas qu’el reino no han oteado. 730CLIMENTEJO ¿Tú piensas, en buena fe, que porque algunas plazer tomavan, que a otras no les pesavan? Si el requebrador no fue, 735 bien parece en tu hablar y razonar, que passión nunca has tenido; pues algunas se han partido que más quisieran quedar. 740 JUAN ¡Quánto de fanfarronar y rallar! ¡Quánto enfingir de saber! CLIMENTEJO Sí, que muchas, sin prazer, les fue forçado el mudar. 745JUAN ¿Y a qué propósito esso? ¿Has buen seso? CLIMENTEJO Porque tenían sus comadres, y otras, prática con frares, y olvidarlas han con esso. 750JUAN Esso sería si estuviessen, que no bolviessen hasta passar la quaresma; del alma gran carga es essa, que confessar no pudiessen. 755

718. so: ‘sino’, conjunción.723. oydo en el impreso.724. seído: ‘sido, estado’.726. aosadas: ‘ciertamente’; trochado: de trochar, ‘caminar por veredas angostas o por maleza’.742. rallar: ‘molestar, fastidiar’.749. frares: ‘frailes de orden religiosa’, en catalán.

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Lemir 19 (2015) - Textos 961Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

CLIMENTEJO Del cuerpo te digo yo, ¡entiende, ho, o! d’estar tanto descargado les pesa, pese a mal grado, que no por la confessión. 760 Si no por la confessión de mi passión, yo te diría tantas cosas, que dixesses que te asombras en oír tal processión. 765 Mas estoy tan mal tratado, apassionado, del dolor que me atormenta, que no te sabría dar cuenta de mi çurrón ni cayado. 770JUAN Ya te avría buscado buen recado de quien te pueda sanar, si el ganado ay quien guardar, que no se entre en lo vedado. 775 Mas creo que estás hechizado, malhadado, que no puedes apartar el amor de tal lugar, oviéndote ella dexado. 780 CLIMENTEJO Que me dexe, no me dexa la gran quexa que me dan amores della.JUAN No te mueras, Dios te prega, sin confessarte en la igreja. 785 ¡O, espérame, iré a buscar sin tardar a Llorente, encantador! que aquel no tengo temor que no te puede sanar. 790 CLIMENTEJO ¡O, que no tendrán valor ni sazón, ni poder encantaderas, que burlando ni de veras no me dexa la pasión! 795

780. oviéndote: ‘habiéndote’, creado sobre el perfecto fuerte ovo.785. igreja: ‘iglesia’, frecuente en la lengua rústica.795. passiou en impreso, por letra vuelta.

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962 Lemir 19 (2015) - Textos Ed. Miguel Ángel Pérez Priego

Mas si tú con discreción, qu’es razón, lo querrás ir a buscar, conocerás en su hablar si abrá en mí redempción. 800 JUAN Yo le llamaré muy presto, que sé qu’es esto, que cerca mora de aquí.CLIMENTEJO Llámalo, que estó sin mí. Si no, yo moriré desto. 805

JUAN ¡O Llorente, encantador!LLORENTE ¿C’os plaz, señor?JUAN ¿Adónde en buen hora estás? Ven acá presto, verás cómo se muere un pastor. 810LLORENTE ¿Y qué mal es este que ha avido? ¿Es herido?JUAN De lo que da el dios de amor al que le es más servidor, es el mal deste mezquino. 815LLORENTE Pues desso no esté afligido ni tendido, que no morrá desta hecha.

JUAN Ven acá ver si aprovecha. ¡Levántate, hombre perdido! 820 Cata aquí qué te he traído, y es venido quien te aliviará de pena y soltará la cadena que captivo te ha tenido; 825 avrás avido buen día y mejoría en averle hallado presto; mediante Dios, crey en esto que luego te sanaría. 830 Habla con él y verás, y oirás, lo que suele hazer a vezes. Parece que te adormeces, o no sé qué tal estás. 835

818. morrá: ‘morirá’: desta hecha: ‘esta vez’.829. crey: ‘cree’, imperativo.

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Lemir 19 (2015) - Textos 963Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

CLIMENTEJO ¡Pastor, que Dios te consuele como suele, y te libre de dolores! Tú sanas del mal de amores, que de contino más duele. 840LLORENTE Mirá qué dize, señores: a mayores, que no tú con tu melena, los he sacado de pena y librado de passiones; 845 un duque de Normandía que vivía de su dama despedido, yo le hize ser querido en mi cabaña este otro día. 850CLIMENTEJO Ya he sabido tus loores y valores, tus saberes y poderes: sáname presto si quieres, yo te daré cient cabrones. 855 LLORENTE Por menos de unos calçones que me endones, te daré sanado presto, que dirás: «¿ Jesús, qu’es esto? ¿Ya só fuera de pasiones?» 860 Y aun si me das un capote de picote, te haré horro del daño, y que antes que passe un año, vaya por ti al estricote, 865 y se tenga por dichosa, venturosa, poderte ver o hablar, aunque sea la más hermosa qu’en poblado pueda estar. 870 ¿Tú piensas que mi saber y poder es assí ligeramente? Yo he sanado más de veinte deste mal de bien querer. 875 CLIMENTEJO Pues si vos podéis hazer con tal saber

862. picote: ‘vestido de piel de cabra’.863. horro: ‘libre’.

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964 Lemir 19 (2015) - Textos Ed. Miguel Ángel Pérez Priego

que afloxassen mis sospiros, para contino serviros vuestro esclavo quiero ser. 880 LLORENTE Yo hago a la mar que se abra, aunque brama, y cuento todas las arenas, y mato dos mil vallenas, y torno de cabro cabra, 885 y al sol, y también la luna, aunque es una, y assimesmo las estrellas, si Dios quiere, ni él ni ellas no harán claridad ninguna. 890 CLIMENTEJO Pues si todo quanto hablas tú lo encantas y es possible a tu saber, si me querrás guarecer, darte he dos paridas vacas. 895LLORENTE Ya te dixe, quando vine, que aunque se esquive, la haré venir a manos y que antes de pocos años de amores de ti se fine. 900JUAN Hazle que en este verano quede sano, que passa muy mala vida desque Ximena s’es ida.LLORENTE Luego le daré reparo. 905JUAN Levántate, Dios te praga, no se vaya sin que remedio te dé.CLIMENTEJO Ahora, suso, que os daré, que de buen coraçón vaya. 910LLORENTE Mira, si tu plazer es, que me des algunas cabras paridas.CLIMENTEJO Si me sanáis las heridas, quantas tengo llevarés. 915JUAN Aora, sús, que bien está; si assí va, no será mala la paga; si le sanas desta plaga, muy bien te contentará. 920

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Lemir 19 (2015) - Textos 965Égloga de cinco pastores sobre las cosas de Valencia

CLIMENTEJO Por cierto que te daré, sí, a la hé, muchas cabras y cabrones.JUAN No estemos en más razones.LLORENTE Apartá, començaré. 925 Arredraos allá, señores y garçones. Híncate tú de rodillas, verás con qué maravillas haremos las abusiones. 930 Y mirá con devoción qu’es razón, las medicinas que traigo, que aunque ella sea hijadalgo, la entrarán al coraçón; 935 y un ungüento muy famoso y precioso, con que te untes las cejas, que a mugeres y aun ovejas les parecerás gracioso; 940 y la simiente del Cupido, bien molido, pies y plumas de asno blanco, y la cresta de un lavanco, traerás en ti contino. 945 Y encántote el estantino, si te atino con todo el poder de Venus, y de quantos hombres buenos a nuestro rey han servido. 950 Y beverás tanto vino de contino, como agua podrá bastar a una muela rodear para moler un molino; 955 y andarás siempre guarnido, apercebido de muy constante servir, qu’esto te basta guarir, aunque estés más afligido. 960

921. a la hé: a la fe, ‘de cierto, de seguro’.944. lavanco: ‘pato salvaje’.

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Mas guarda no aya sabido que es guarido el Cupido, dios de amor; son quiçá, será peor si tornas a ser herido. 965 Y agora, pues te has untado y encantado, levántate, si quisieres, y verás que tu mal hado cómo Dios te le ha tornado 970 en gasajado y plazeres.

Villancico

¡A la hé, Climentejo, ha! Nuevas suenan en poblado que de pena eres librado, y que ella a buscarte va. 975

Copla

Nunca pastor ha tovido tal remedio en su dolor: ¡hallar contra el dios de amor, otro que más ha sabido! Pues tal ventura has tenido, 980 dime quién sanado te ha, que de tu mal soy herido y de mal en peor me va.

Desculpa de la obra

Si mi obra no estuviere tal qual requiere razón, 985 si alguna confusión viere qualquiera que la leyere, ruégole que aya perdón; y no más, desde aquí a siempre jamás, 990 no más copla ni canción.

Fin

964. son: ‘si no’.976. tovido: ‘tenido’, como en v. 165.