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a16 EL COMERCIO sábado 26 de marzo del 2011 Su nombre es Erel. No quiere de- cirnos mucho. Las palabras salen breves en una mezcla de francés y español, pero logran recrear aquel trágico día de enero en que perdió a su esposa, su hija y su ho- gar en poco más de un minuto; el tiempo en que duró el terremoto en Puerto Príncipe, Haití. Desdeentonces,élymuchosde sus connacionales han salido de la isla para buscar un nuevo comien- zo.¿CruzaráslafronterahaciaBra- sil? Erel no me lo dice. Da media vuelta y se sumerge en el grupo de cuatro compatriotas que siempre lo acompaña, bajo el intenso sol de Iquitos, protegido por las caracte- rísticas palmeras de la Plaza de Ar- mas de nuestra ciudad selvática. Semanas antes del terremoto del 12 de enero del 2010 algunos haitianos habían encontrado la forma de burlar los controles para llegar a Brasil o la Guyana France- sa en busca de un trabajo más ren- table que en su empobrecida isla. Luego de la tragedia esta opción se convirtió en una necesidad y los estafadores, lamentablemen- te, supieron aprovecharla. Fueron siete los haitianos que llegaron por primera vez a Iquitos en estas circunstancias. Un sujeto de nombre Julio César Contreras les prometió, a cambio de US$100 o US$200 cada uno, ayudarlos a cruzar Ecuador, entrar al Perú por Tumbes y llegar a Iquitos, donde otro contacto los esperaría para cruzar a Tabatinga, la ciudad bra- silera ubicada en la triple frontera con ese país y Colombia. Allí les conseguirían trabajo. Pero solo se cumplió la mitad del plan. Los haitianos quedaron varados en Iquitos, sin dinero y sin pasapor- tes, pues hasta eso les quitaron. El técnico PNP Ismael Vás- quez, que investiga posibles ca- sos de trata y tráfico ilícito de mi- grantes, señala que la denuncia no prosperó porque la identidad del estafador era falsa. “Tres de ellos vinieron a pedir ayuda. Buscamos un traductor francés e iniciamos trámites con el consulado de Chile para darles nuevos pasaportes, pues Haití no tiene embajada en el Perú. Por desgracia, al poco tiempo suce- dió el terremoto en Chile y los do- cumentos demoraron”, recuerda Carmen Arévalo, coordinadora de Derechos Humanos del Vica- riato Apostólico de Iquitos. Todos en este primer grupo eran jóvenes. Habían salido de su país poco antes de la tragedia en Haití con lo que llevaban puesto y, durante las tres semanas que duró el viaje hasta pisar Iquitos, solo se enterabandelasmalasnoticiaspor televisión. El vicariato les propor- cionó teléfonos para que localiza- ran a algún familiar en la isla, pero fueenvano.Todoshabíanmuerto. La Cruz Roja los hospedó y les dio comida durante ocho meses, hasta que ellos mismos optaron por cruzar a Brasil sin esperar el trámite de sus nuevos pasapor- tes. Desde entonces han arri- bado a la ciudad selvática unos siete grupos más, el más grande lo formaban treinta personas, in- cluidos niños y mujeres. “Algunos han regresado de a pocos a sus países, luego de que Crónica MIGRACIóN ILEGAL Tras el terremoto que azotó Haití, sus hijos buscan una oportunidad para comenzar de nuevo. Los migrantes llegan a nuestra selva con la esperanza de cruzar a Brasil, pero a veces son estafados Los haitianos varados en Iquitos TEXTO: ELIZABETH SALAZAR VEGA FOTOS: LESLIE SEARLES EMBARAZADA. Llevar a un niño en el brazo o en el vientre no es obstáculo para quienes no ven oportunidades en su país. Esta mujer cruzó sola la frontera y llegó a Tabatinga, Brasil. INCERTIDUMBRE. No van a un trabajo seguro, sino a tentar suerte. Estos tres haitianos viajan en una embarcación iquiteña. SIN NADA. Los migrantes, en su mayoría jóvenes hombres y mujeres, no llevan más que lo que tienen puesto. Los candidatos municipales los incluyeron en su listado de promesas Quedaron varados en Iquitos, sin dinero, sin pasaportes, pues hasta eso les quitaron Sin documentos Los sujetos que lu- cran con el tráfico de mi- grantes obtienen hasta US$200 por cada per- sona que captan. En el caso de los hai- tianos estafados, los delincuentes se que- daron también con sus pasaportes. Los mi- grantes solo portaban estas copias fotostáti- cas de sus documen- tos originales. Regiones CONTáCTENOS [email protected] El clima para mañana Las precipitaciones continuarán en las principales ciudades de la sierra y la selva, informó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología. NORTE Máx. Mín. CENTRO Máx. Mín. SUR Máx. Mín. Tumbes Piura Chiclayo 31º 22º Lima Huacho Ica 27º 27º 32º Ilo Tacna Moquegua 27º 27º 27º 33º 31º 22º 20º 16º 16º 10º 19º 19º 17º sus familiares en Estados Unidos o República Dominicana les envia- ran dinero, pero hubo quienes sí lograron cruzar la frontera. Nun- ca nos quisieron decir qué tipo de trabajo les esperaba allá”, sostiene Gladys Arévalo, representante de VICARIATO APOSTóLICO DE IQUITOS LOS PRIMEROS. Los haitianos que llegaron en el primer grupo de migrantes fueron estafados. En la foto aparecen tres de ellos. El pasado 1 de marzo delega- ciones de Ecuador y Brasil, integradas por representan- tes de las embajadas y asun- tos migratorios, se reunieron en Quito para analizar la si- tuación y flujo migratorio de los haitianos, el cual ha au- mentado tras el terremoto. Solo en la ciudad brasileña de Tabatinga, en la triple fron- tera entre Brasil, Colombia y Perú, hay 80 hombres, muje- res y niños haitianos alberga- dos por la Pastoral de la Movi- lidad Humana. Todos llegaron ahí atravesando nuestro país. La mencionada organiza- ción trabaja de la mano con el Alto Comisionado de las Na- ciones Unidades para los Re- fugiados (Acnur) en la región. El periplo que algunos siguie- ron empezó en República Do- minicana, donde tomaron un avión a Lima y de ahí un ómni- bus a Pucallpa y una barcaza a Iquitos o Santa Rosa, para luego cruzar el Amazonas. Unos 80 haitianos viven en Tabatinga la Cruz Roja en esta ciudad. Hoy se mantienen entre 8 y 10 haitianos en Iquitos y se reúnen todos los días en la plaza, entre ellos Erel. El vecindario no dudó en ayu- dar a los primeros migrantes, les dio alojamiento, comida y los llevaron a las radios locales para exponer sus dramas. Incluso en la campaña electoral de octubre los candidatos al sillón municipal in- cluyeron en su listado de prome- sas a estos sorpresivos huéspedes y les hicieron donativos. Pero los grupos que llegaron después solo querían un techo momentáneo. “Les buscamos trabajo como barrenderos o en restaurantes, pero no quisie- ron. Su meta era ir a Guyana porque allí les pagan en dóla- res, hablan su idioma y hay una colonia haitiana afincada”, dice Rita Ruck Riera, asesora legal del vicariato. Unos pocos han optado por quedarse y conse- guir un trabajo. Para los iquiteños la palabra víctima ya no se ciñe sobre estos visitantes, pues la mayoría cruza la frontera con dinero propio o se mantiene en contacto con el tra- ficante que ofrece trasladarlos. Solo están de paso por nuestra selva, hasta que llegue el día más oportuno para irse. Pero eso no los exime de la vulnerabilidad y los peligros que afrontan al cru- zar ilegalmente, solos o con un hijo en brazos, persiguiendo la esperanza de un futuro menos sombrío. Sobrevivientes. π

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a16 EL COMERCIO sábado 26 de marzo del 2011

Su nombre es Erel. No quiere de-cirnos mucho. Las palabras salen breves en una mezcla de francés y español, pero logran recrear aquel trágico día de enero en que perdió a su esposa, su hija y su ho-gar en poco más de un minuto; el tiempo en que duró el terremoto en Puerto Príncipe, Haití.

Desde entonces, él y muchos de sus connacionales han salido de la isla para buscar un nuevo comien-zo. ¿Cruzarás la frontera hacia Bra-sil? Erel no me lo dice. Da media vuelta y se sumerge en el grupo de cuatro compatriotas que siempre lo acompaña, bajo el intenso sol de Iquitos, protegido por las caracte-rísticas palmeras de la Plaza de Ar-mas de nuestra ciudad selvática.

Semanas antes del terremoto del 12 de enero del 2010 algunos haitianos habían encontrado la forma de burlar los controles para llegar a Brasil o la Guyana France-sa en busca de un trabajo más ren-table que en su empobrecida isla. Luego de la tragedia esta opción se convirtió en una necesidad y los estafadores, lamentablemen-te, supieron aprovecharla.

Fueron siete los haitianos que llegaron por primera vez a Iquitos en estas circunstancias. Un sujeto de nombre Julio César Contreras les prometió, a cambio de US$100

o US$200 cada uno, ayudarlos a cruzar Ecuador, entrar al Perú por Tumbes y llegar a Iquitos, donde otro contacto los esperaría para cruzar a Tabatinga, la ciudad bra-silera ubicada en la triple frontera con ese país y Colombia. Allí les conseguirían trabajo. Pero solo se cumplió la mitad del plan. Los haitianos quedaron varados en Iquitos, sin dinero y sin pasapor-tes, pues hasta eso les quitaron.

El técnico PNP Ismael Vás-quez, que investiga posibles ca-sos de trata y tráfico ilícito de mi-grantes, señala que la denuncia no prosperó porque la identidad del estafador era falsa.

“Tres de ellos vinieron a pedir ayuda. Buscamos un traductor francés e iniciamos trámites con el consulado de Chile para darles nuevos pasaportes, pues Haití no tiene embajada en el Perú. Por desgracia, al poco tiempo suce-dió el terremoto en Chile y los do-cumentos demoraron”, recuerda Carmen Arévalo, coordinadora de Derechos Humanos del Vica-riato Apostólico de Iquitos.

Todos en este primer grupo eran jóvenes. Habían salido de su país poco antes de la tragedia en Haití con lo que llevaban puesto y, durante las tres semanas que duró el viaje hasta pisar Iquitos, solo se enteraban de las malas noticias por televisión. El vicariato les propor-cionó teléfonos para que localiza-ran a algún familiar en la isla, pero fue en vano. Todos habían muerto.

La Cruz Roja los hospedó y les dio comida durante ocho meses, hasta que ellos mismos optaron por cruzar a Brasil sin esperar el trámite de sus nuevos pasapor-tes. Desde entonces han arri-bado a la ciudad selvática unos siete grupos más, el más grande lo formaban treinta personas, in-cluidos niños y mujeres.

“Algunos han regresado de a pocos a sus países, luego de que

Crónica Migración ilegal

Tras el terremoto que azotó Haití, sus hijos buscan una oportunidad para comenzar de nuevo. los migrantes llegan a nuestra selva con la esperanza de cruzar a Brasil, pero a veces son estafados

Los haitianos varados en IquitosTexTo: ElizabEth Salazar VEgaFoToS:lESliE SEarlES

embarazada. llevar a un niño en el brazo o en el vientre no es obstáculo para quienes no ven oportunidades en su país. esta mujer cruzó sola la frontera y llegó a Tabatinga, Brasil.incertidumbre. no van a un trabajo seguro, sino a tentar suerte. estos tres haitianos viajan en una embarcación iquiteña. sin nada. los migrantes, en su mayoría jóvenes hombres y mujeres, no llevan más que lo que tienen puesto.

los candidatos municipales los incluyeron en su listado de promesas

Quedaron varados en iquitos, sin dinero, sin pasaportes, pues hasta eso les quitaron

Sin documentos

los sujetos que lu-cran con el tráfico de mi-grantes obtienen hasta US$200 por cada per-sona que captan.

En el caso de los hai-tianos estafados, los delincuentes se que-daron también con sus pasaportes. los mi-grantes solo portaban estas copias fotostáti-cas de sus documen-tos originales.

regionesconTácTenoS [email protected]

El clima para mañanaLas precipitaciones continuarán en las principales ciudades de la sierra y la selva, informó el servicio nacional de meteorología e Hidrología.

N O R T E Máx. Mín. C E N T R O Máx. Mín. S U R Máx. Mín.Tumbes

Piura

Chiclayo

31º 22º Lima

Huacho

Ica

27º

27º

32º

Ilo

Tacna

Moquegua

27º

27º

27º

33º

31º

22º

20º

16º

16º

10º

19º

19º

17º

sus familiares en Estados Unidos o República Dominicana les envia-ran dinero, pero hubo quienes sí lograron cruzar la frontera. Nun-ca nos quisieron decir qué tipo de trabajo les esperaba allá”, sostiene Gladys Arévalo, representante de

VicariaTo apoSTólico De iQUiToS

Los primeros. los haitianos que llegaron en el primer grupo de migrantes fueron estafados. en la foto aparecen tres de ellos.

El pasado 1 de marzo delega-ciones de Ecuador y brasil, integradas por representan-tes de las embajadas y asun-tos migratorios, se reunieron en Quito para analizar la si-tuación y flujo migratorio de los haitianos, el cual ha au-mentado tras el terremoto.

Solo en la ciudad brasileña de tabatinga, en la triple fron-tera entre brasil, Colombia y Perú, hay 80 hombres, muje-res y niños haitianos alberga-dos por la Pastoral de la Movi-lidad humana. todos llegaron ahí atravesando nuestro país.

la mencionada organiza-ción trabaja de la mano con el alto Comisionado de las Na-ciones Unidades para los re-fugiados (acnur) en la región. El periplo que algunos siguie-ron empezó en república Do-minicana, donde tomaron un avión a lima y de ahí un ómni-bus a Pucallpa y una barcaza a iquitos o Santa rosa, para luego cruzar el amazonas.

Unos 80 haitianos viven en Tabatinga

la Cruz Roja en esta ciudad. Hoy se mantienen entre 8 y 10 haitianos en Iquitos y se reúnen todos los días en la plaza, entre ellos Erel.

El vecindario no dudó en ayu-dar a los primeros migrantes, les dio alojamiento, comida y los llevaron a las radios locales para exponer sus dramas. Incluso en la campaña electoral de octubre los candidatos al sillón municipal in-cluyeron en su listado de prome-sas a estos sorpresivos huéspedes y les hicieron donativos.

Pero los grupos que llegaron después solo querían un techo momentáneo. “Les buscamos trabajo como barrenderos o en restaurantes, pero no quisie-ron. Su meta era ir a Guyana porque allí les pagan en dóla-res, hablan su idioma y hay una colonia haitiana afincada”, dice Rita Ruck Riera, asesora legal del vicariato. Unos pocos han optado por quedarse y conse-guir un trabajo.

Para los iquiteños la palabra

víctima ya no se ciñe sobre estos visitantes, pues la mayoría cruza la frontera con dinero propio o se mantiene en contacto con el tra-ficante que ofrece trasladarlos. Solo están de paso por nuestra selva, hasta que llegue el día más oportuno para irse. Pero eso no los exime de la vulnerabilidad y los peligros que afrontan al cru-zar ilegalmente, solos o con un hijo en brazos, persiguiendo la esperanza de un futuro menos sombrío. Sobrevivientes. π