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Teoría del conocimiento y epistemología Prof. Camila López Echagüe El Círculo de Viena 1. Presentación general El término “posivismo lógico” o “empirismo lógico” denomina originariamente a un grupo de intelectuales que se autodenominaron integrantes del “Círculo de Viena”. El término se ha extendido desde entonces a otras formas de filosoa analíca y filósofos que realizan análisis lingüíscos. El Círculo de Viena surgió a principios de la década de 1920 en torno a la figura de Moritz Schlick, a parr de su nombramiento para desempeñarse la cátedra de filosoa de las ciencias inducvas que había sido creada en 1895 para Ernst Mach. Schlick tenía intereses filosóficos, pero había llegado a la filosoa desde la sica –hizo su tesis doctoral con Planck-. Pronto se empezó a formar un círculo en torno a él, conformado por discípulos y colegas de disntas disciplinas (cienficos y matemácos sobre todo). Entre los principales miembros de este grupo se encontraban Rudolf Carnap, Oo Neurath, Herbert Feigl, Friedrich Wajsmann, Edgar Zilsel y Victor Kraſt. Estos cienficos y filósofos comenzaron a reunirse al notar que comparan un interés por cierto po de problemas y una misma actud para su resolución; en sus reuniones, discuan sobre asuntos lógicos y gnoseológicos . De a poco se fueron organizando y no solo se limitaron a reunirse con el fin de intercambiar y discur ideas, sino que organizaron acvidades orientadas a constuir un movimiento internacional , tales como como: o congresos (en Praga, Konigsberg, Copenhague, París y Cambridge), o alianza con grupos de filósofos y cienficos de universidades de otros países, tales como la Escuela de Berlín (Reichenbach y Hempel, entre otros) o los lógicos de Varsovia (Lukasiewicz, Tarski), o la edición de la revista Erkenntnis –órgano principal del movimiento-, o la publicación de sucesivas monograas bajo el lema “Ciencia unificada”. o la publicación en 1929 de un manifiesto denominado “La concepción cienfica del mundo”. En este úlmo manifiesto, explicitan sus ideas respecto a la ciencia –sus caracteríscas y objevos-, y mencionan a los autores que idenfican como antecedentes de su línea de pensamiento. Entre ellos destacan Hume y Mach, pero son también referidos otros como Comte, Einstein, Russell, Wigenstein, entre otros. El Manifiesto fue editado por la Sociedad Ernst Mach, cuyo presidente era Moritz Schlick, y estaba dirigido a un público general, no exclusivamente académico. Esto se debe a que la intención de los posivistas lógicos era, en buena medida, difundir una cierta concepción de la ciencia mediante la oferta de cursos, conferencias, arculos y otras acvidades de divulgación. Los integrantes del Círculo de Viena tenían un gran opmismo respecto al papel de la ciencia y la tecnología en la sociedad : creían que la invesgación, educación y divulgación cienfica tenían un importante papel para lograr el progreso social, puesto que ayudaría al hombre a luchar contra la supersción, la ignorancia, la dependencia. 1

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Teoría del conocimiento y epistemologíaProf. Camila López Echagüe

El Círculo de Viena

1. Presentación general

El término “positivismo lógico” o “empirismo lógico” denomina originariamente a ungrupo de intelectuales que se autodenominaron integrantes del “Círculo de Viena”. Eltérmino se ha extendido desde entonces a otras formas de filosofía analítica y filósofosque realizan análisis lingüísticos.El Círculo de Viena surgió a principios de la década de 1920 en torno a la figura deMoritz Schlick, a partir de su nombramiento para desempeñarse la cátedra de filosofíade las ciencias inductivas que había sido creada en 1895 para Ernst Mach. Schlick teníaintereses filosóficos, pero había llegado a la filosofía desde la física –hizo su tesisdoctoral con Planck-. Pronto se empezó a formar un círculo en torno a él, conformadopor discípulos y colegas de distintas disciplinas (científicos y matemáticos sobre todo).Entre los principales miembros de este grupo se encontraban Rudolf Carnap, OttoNeurath, Herbert Feigl, Friedrich Wajsmann, Edgar Zilsel y Victor Kraft. Estos científicos y filósofos comenzaron a reunirse al notar que compartían un interéspor cierto tipo de problemas y una misma actitud para su resolución; en sus reuniones,discutían sobre asuntos lógicos y gnoseológicos. De a poco se fueron organizando yno solo se limitaron a reunirse con el fin de intercambiar y discutir ideas, sino queorganizaron actividades orientadas a constituir un movimiento internacional, talescomo como:

o congresos (en Praga, Konigsberg, Copenhague, París y Cambridge),o alianza con grupos de filósofos y científicos de universidades de otros países,

tales como la Escuela de Berlín (Reichenbach y Hempel, entre otros) o loslógicos de Varsovia (Lukasiewicz, Tarski),

o la edición de la revista Erkenntnis –órgano principal del movimiento-, o la publicación de sucesivas monografías bajo el lema “Ciencia unificada”. o la publicación en 1929 de un manifiesto denominado “La concepción científica

del mundo”.En este último manifiesto, explicitan sus ideas respecto a la ciencia –sus característicasy objetivos-, y mencionan a los autores que identifican como antecedentes de su líneade pensamiento. Entre ellos destacan Hume y Mach, pero son también referidos otroscomo Comte, Einstein, Russell, Wittgenstein, entre otros.El Manifiesto fue editado por la Sociedad Ernst Mach, cuyo presidente era MoritzSchlick, y estaba dirigido a un público general, no exclusivamente académico. Esto sedebe a que la intención de los positivistas lógicos era, en buena medida, difundir unacierta concepción de la ciencia mediante la oferta de cursos, conferencias, artículos yotras actividades de divulgación. Los integrantes del Círculo de Viena tenían un granoptimismo respecto al papel de la ciencia y la tecnología en la sociedad: creían que lainvestigación, educación y divulgación científica tenían un importante papel paralograr el progreso social, puesto que ayudaría al hombre a luchar contra lasuperstición, la ignorancia, la dependencia.

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El advenimiento del nazismo hizo que la mayoría de los integrantes emigrara y así sedispersara este movimiento. No obstante, sus ideas continuaron teniendo presenciainternacional, principalmente en las universidades anglosajonas, adscribiéndose a lalínea de pensamiento denominada “filosofía analítica de la ciencia”.

2. Fragmento de “La concepción científica del mundo”, manifiesto del Círculo de Viena

(1) “La concepción científica del mundo no se caracteriza tanto por sus tesis propias,como más bien por su posición básica, los puntos de vista, la dirección de lainvestigación. Como objetivo se propone la ciencia unificada. El esfuerzo es aunar yarmonizar los logros de los investigadores individuales en los distintos ámbitos de laciencia. De esa aspiración se sigue el énfasis en el trabajo colectivo; de allí también laacentuación de lo aprehensible intersubjetivamente; de allí surge la búsqueda de unsistema de fórmulas neutral, de un simbolismo liberado de la escoria de los lenguajeshistóricamente dados; y de allí también, la búsqueda de un sistema total de conceptos.Se persiguen la limpieza y la claridad, rechazando las distancias oscuras y lasprofundidades inescrutables. En la ciencia no hay “‘profundidades”, hay superficie entodas partes: todo lo experimentable forma una red complicada no siempreaprehensible en su totalidad, sino que a menudo sólo comprensible por partes. (...)Para la concepción científica del mundo no hay enigmas insolubles. La clarificación delos problemas filosóficos tradicionales nos conduce, en parte, a desenmascararloscomo pseudo-problemas y, en parte, a transformarlos en problemas empíricos y deallí a someterlos al juicio de la ciencia de la experiencia. En esta clarificación deproblemas y enunciados consiste la tarea del trabajo filosófico y no en elplanteamiento de enunciados “filosóficos” propios. El método es el del análisis lógico.(...) Este método del análisis lógico es lo que distingue a los nuevos empirismos ypositivismos de los anteriores, que estaban más orientados biológico-psicológicamente.

(2) (...) Hemos caracterizado la concepción científica del mundo en lo fundamentalmediante dos rasgos. Primero, es empirista y positivista: hay sólo conocimiento de laexperiencia que se basa en lo dado inmediatamente. Con esto se establece lademarcación del contenido científico legítimo. Segundo, la concepción científica delmundo se distingue por la aplicación de un método determinado, a saber, el delanálisis lógico. La aspiración del trabajo científico radica en alcanzar el objetivo de laciencia unificada por medio de la aplicación de ese análisis lógico al materialempírico. Debido a que el significado de todo enunciado científico debe ser establecidopor la reducción a un enunciado sobre lo dado, de igual modo, el significado de todoconcepto, sin importar a qué rama de la ciencia pertenezca, debe ser determinado por

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una reducción paso a paso a otros conceptos, hasta llegar a los conceptos de nivel másbajo que se refieren a lo dado.

(3) (...) Que el conocimiento del mundo es posible no se basa en que la razón humanaimponga una forma al material, sino en que el material está ordenado de una maneradeterminada. Sobre el tipo y el grado de ese orden no se pueden saber nada deantemano. El mundo podría estar ordenado de una manera mucho más fuerte de loque lo está; pero también podría estar de un modo mucho menos ordenado sin que seperdiera su cognoscibilidad. Sólo la investigación progresiva de la ciencia de laexperiencia nos puede enseñar en qué grado el mundo es conforme a leyes. El métodode la inducción, la inferencia del ayer al mañana, del aquí al allí, es, por supuesto, sóloválido si existe una legalidad. Pero este método no descansa en alguna presuposición apriori de esta legalidad. Puede ser aplicado en todos los casos en que conduce aresultados fructíferos, esté suficiente o insuficientemente fundamentado; certeza nootorga nunca. Sin embargo, la reflexión epistemológica exige que a una inferenciainductiva se le debe dar significación sólo en la medida en que ésta puede sercontrastada empíricamente. La concepción científica del mundo no condenará el éxitode un trabajo de investigación por el solo hecho de haber sido obtenido por medios queson inadecuados, lógicamente poco claros o insuficientemente fundadosempíricamente, pero se esforzará y exigirá siempre la contrastación con mediosauxiliares clarificados, a saber, la reducción mediata o inmediata a lo vivenciado.”(Asociación Ernst Mach, 1929 [1987])

3. Características del Círculo de Viena

a. La ciencia unificada

Apostaban, los positivistas lógicos, por lograr una ciencia unificada. La creación de una“Enciclopedia para la ciencia unificada” era el objetivo común que compartían todoslos integrantes del Círculo de Viena. ¿Por qué? Porque no puede ser que cada una delas ciencias tenga su propio sistema conceptual, su propio lenguaje; de ser así, esimposible la comparación, comunicación e interacción entre ciencias. Y estainteracción es imprescindible, porque hay que estar usando constantemente losconceptos y leyes de una ciencia en otra. Todo conocimiento es complejo y requiere,en general, de la referencia a leyes de disciplinas diversas (Kraft, 1986). Entonces, tieneque haber algo así como un sistema común: un lenguaje común al cual los enunciadosde toda ciencia puedan ser traducidos.¿Cuál es ese lenguaje? Hubo distintas posturas sobre el tipo de lenguaje para lograresta unificación, pero finalmente triunfó la propuesta fisicalista. Como explica Kraft:

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“El lenguaje unificado de la ciencia tiene que cumplir dos exigencias. Tiene queser:-Primero, intersubjetivo, lo que en el aspecto formal quiere decir: tiene que ser unsistema común de signos y reglas, y en el aspecto semántico: tiene que designar lomismo para cada persona.

-Segundo, universal, es decir, toda proposición de cualquier lenguaje tiene quepoder ser traducida a él, tiene que ser un sistema conceptual en el que puedaexpresarse cualquier hecho. Neurath y Camap consideraron en primer lugar a la física como tal lenguaje, comotal sistema conceptual, por lo que esta teoría recibió el nombre de «fisicalismo».”(Kraft, 1986, p. 178)

La propuesta original de unir a las ciencias en torno al lenguaje de la física fuereformada y pasó a especificarse que el lenguaje común no es estrictamente ellenguaje cuantitativo de la física, ya que también puede contener aspectos cualitativos.Lo esencial de este lenguaje común es que remita a propiedades y relacionesobservables de las cosas. Este lenguaje serviría a todas las ciencias, ya que no solo losenunciados de la física pueden ser reducidos a relaciones observables entre cuerpos:también los de la biología o química. Hay otras disciplinas cuyos enunciados no puedenreducirse a relaciones observables. En tal caso, no pueden considerarse disciplinascientíficas. Tal es el caso de la metafísica. En definitiva, de acuerdo al fisicalismo, existían enunciados atómicos estrictamenteobservacionales. Luego, la inducción y la lógica matemática permitían construirenunciados generales a partir de ellos. Estos enunciados estrictamenteobservacionales fueron denominados “proposiciones protocolares”, de acuerdo altérmino acuñado por Otto Neurath.Según Neurath, la ciencia unificada consta de proposiciones fácticas de dos tipos:-Proposiciones protocolares: discernibles por su forma lingüística.Ej.

-Proposiciones no protocolares: en lenguaje trivial

El lenguaje fisicalista altamente científico requería que cada término de la proposiciónfuera sustituido por un sistema de determinaciones fisicalistas.A partir de los enunciados protocolares, por inducción, surgirían las leyes científicas.

Problemas del fisicalismo

a. Estos enunciados atómicos o primarios requieren de la introducción deconceptos “primitivos” indefinibles. Sin embargo, ¿cómo se determinan estos

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conceptos? No pueden determinarse mediante la “mostración” de aquello quese desea representar, puesto que eso es una percepción subjetiva. ¿Cómo se dael paso para determinar que estos conceptos son la base objetiva y empírica detodos los demás enunciados?

b. El lenguaje fisicalista, dado lo anterior, no sirve para la representación de lopsíquico: toda vivencia psíquica es imposible de comunicar en términosobservacionales. Si no es posible construir enunciados sobre lo psíquico,entonces la ciencia debe renunciar a un gran número de sus enunciados,principalmente los de las ciencias humanas.

c. Otro problema es el de cuál es el vínculo entre los términos teóricos y losobservacionales. Es decir, según el fisicalismo, todo enunciado debe poder sertraducido a enunciados observacionales, pero ¿es esto posible, y lo es en todoslos casos? ¿Acaso no existen términos teóricos que son irreductibles aenunciados observacionales (ej: electrón)? ¿Acaso existen enunciados“puramente empíricos”, o no estarán todos ellos en alguna medida “cargadosde teoría”?

b. El ataque a la metafísica

Tal como menciona Echeverría (1999), los autores del Círculo de Viena seopusieron abiertamente a las posturas de filósofos como Hegel y Heidegger, enlo que refiere a la valoración de la metafísica. Consideraban que la metafísica sebasaba en pseudoproposiciones sin ningún fundamento empírico y defectuosaslógicamente. En cambio, apuntaban por lograr una nueva forma de filosofía, la“filosofía científica”. Siguiendo el programa positivista de Comte, la filosofía (aligual que la psicología y la sociología) debía convertirse en una ciencia positiva.Lo que Hempel llamó el “criterio empirista del significado”, y la utilización de lalógica matemática para el análisis de las proposiciones, permitieron aplicar una“navaja de Ockham” para deshacer a la filosofía de las proposiciones que nopudieran ser reducidas a la experiencia.Toda proposición, para poder ser considerada científica, debe ser verificable.Esto no quiere decir que deba ser “verificada”, sino que sea verificable: es decir,que puedan establecerse condiciones empíricas de acuerdo a las cuales talproposición pudiera ser verdadera o falsa. Las proposiciones que incluyentérminos como “alma”, “esencia”, “cosa en sí” o “dios” no satisfacen esterequisito, por tanto no son exactamente “falsas”, sino que ni siquiera pueden serconsideradas “proposiciones” con sentido: son pseudoproposiciones. Esto traecomo consecuencia el rechazo a la metafísica y a una gran parte de la filosofía,así como otras disciplinas (el psicoanálisis, por ejemplo).

“Uno de los primeros esfuerzos del Círculo de Viena fue el de poner en claro lafunción significativa del lenguaje. Indicar el significado de un signo quiere decirestablecer una relación simbólica entre un signo, o sea, una clase de objetos, y undesignado, esto es, un objeto o una clase de objetos (en su sentido más amplio),

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de tal modo que el signo señale a lo designado y lo represente. Para ello hay queconocerlos a ambos, al signo y a lo significado, ha de poderse indicar cada uno deellos. Por lo tanto, no puede establecerse ningún significado cuyo objeto no puedaindicarse de alguna manera. El significado de una palabra puede establecersemediante una definición, es decir, transcribiéndola mediante otras palabras cuyosignificado ya está dado, de tal modo que la palabra en cuestión pueda sersustituida por las otras.(...) El significado de una proposición se determina por el método de suverificación. No se trata con ello, sin embargo, de la verificación efectiva de unafrase, sino sólo de la posible, de la verificabilidad en principio, no de su verificaciónde hecho. Esta sólo es exigible para su verdad, pero no para su significado. Elsignificado de una proposición no puede obtenerse después de que se la haverificado, pues para poder efectuar la verificación hay que saber ya bajo quécircunstancias es verdadera.Incluso respecto de la posibilidad de verificación hay que distinguir todavía entreverificabilidad empírica y lógica. Una verificación es posible empíricamente si suscondiciones no contradicen las leyes naturales. Una verificación es posiblelógicamente si la construcción de la frase no contradice las reglas lógicas, si nocontradice las reglas de aplicación de sus palabras. El significado de unaproposición depende sólo de su verificabilidad lógica, no de la empírica. Elenunciado «en la cara oculta de la luna hay una montaña de 3.000 metros dealtura» no podemos verificarlo, pero no por ello carece de significado, pues laimposibilidad de la verificación es sólo accidental, empírica, no de fondo, lógica.

Igualmente, los enunciados de la física newtoniana sobre el movimiento absolutono carecen de significado, porque esta física indica criterios para saber cuándoestos enunciados son verdaderos o falsos. (...) Por el contrario, una proposicióncomo «hay un mundo en sí, pero es completamente incognoscible» carece designificado real; parece meramente que lo tiene porque las palabras aisladas«hay», «mundo» y «cognoscible» tienen significado. Pero cuando se priva a estemundo de la cognoscibilidad, se hace imposible por principio determinar si existetal mundo. De este modo se excluye lógicamente la verificación, pues no puedenindicarse circunstancias de ningún tipo bajo las cuales resultase verdadera estaproposición. Es cierto que tal proposición suscita imágenes, tal vez tambiénsentimientos, pero con ello no expresa ningún hecho, no tiene contenido teóricoalguno, pues es contradictoria en sí, ya que afirma conocer al menos la existenciade este mundo a pesar de su incognoscibilidad.

A lo que no puede ser reducido a la experiencia no se le puede atribuir significadoalguno. Es esta una consecuencia extremadamente importante, pues medianteella se obtiene un criterio claro para la delimitación entre el pensamientocientífico y la metafísica, criterio que preocupó profundamente al Círculo de Vienadesde el comienzo. Por «metafísica» se designa una pretensión de conocimientono accesible a la ciencia empírica, de conocimiento que la sobrepasa. No puedeindicarse ningún procedimiento de verificación de sus proposiciones, no sonreductibles a lo experimentable. Por tanto, carecen de significado expresable. Sonmeras reuniones de palabras que aparentan ser proposiciones significativas; sonmeras pseudoproposiciones. Tales proposiciones pueden originarse de dos modos: el uno consiste en quecontengan una palabra a la que no le corresponde ningún significado, querepresenta únicamente un pseudoconcepto; el otro consiste en reunir palabrascon significado de un modo tal que contradiga las reglas de la gramática lógica.

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Una palabra designa un pseudoconcepto cuando para ella no se cumplen lascondiciones de la indicación significativa, es decir, de acuerdo con lo dicho: cuandono pueden indicarse características empíricas del objeto conceptual. Talespalabras son, por ejemplo, «fundamento originario» («Urgrund»), «loincondicional, lo absoluto» «ser-en-sí», «anonadar». Surge también unpseudoconcepto cuando, por ejemplo, se utiliza una palabra como «nada» como sifuese el nombre de un objeto, cuando la verdad es que ella no puede servirlegítimamente más que para la formulación de una proposición existencialnegativa. Por eso se obtienen pseudoproposiciones al querer hacer enunciadossobre este objeto «nada».Son pseudoproposiciones aquellas proposiciones que no violan las reglasgramaticales en sentido filológico y, por tanto, tienen la apariencia deproposiciones verdaderas. Por ejemplo, «César es un número primo» se parece a«César es un general». Con ello se pone de manifiesto que la gramática usual, lafilológica, es insuficiente. Su distinción de los tipos de palabras en substantivos,adjetivos, verbos, etc., necesita ser completada por distinciones ulteriores dentrode ellos en categorías sintácticas, de acuerdo con las clases designadas por taltipo de palabras: cosas, propiedades de cosas o relaciones de cosas, números,propiedades de números o relaciones de números, etc. Las propiedades numéricasno pueden ser atribuidas a las cosas en virtud de su definición. Por ello laproposición «César es un número primo» no puede formularse en un lenguajelógicamente correcto. En tal lenguaje no pueden construirse tampocoproposiciones metafísicas de tipo semejante.Es esta la razón por la que las pseudoproposiciones de la metafísica no son aptasen modo alguno para representar hechos, pero tienen una función completamentedistinta: expresan un sentimiento vital; con ellas se manifiestan las actitudessentimentales y volitivas frente al medio, a los otros hombres, a las tareas vitales.Por eso tiene la metafísica tal valor para tanta gente. El sentimiento vital puedeencontrar también su expresión por la vía de la creación artística. En esto lametafísica es análoga a la obra de arte. Pero en ella el sentimiento vital se expresaen un conjunto de proposiciones que aparentemente se hallan relacionadaslógicamente entre sí, en relaciones deductivas, y de este modo se aparenta uncontenido teórico.” (Kraft, 1986, pp 42-49)

“[Los empiristas lógicos] dividían las proposiciones significativas en dos clases: lasproposiciones formales como las de la lógica o matemáticas puras, que decíaneran tautológicas, en un sentido que a continuación explicaré, y las proposicionesfácticas, que se requería fueran verificables empíricamente. Se suponía que estasclases contenían todas las proposiciones posibles, de suerte que si una oración nolograba expresar nada que fuese formalmente verdadero o falso, ni expresar algoque pudiera someterse a una prueba empírica, se adoptaba el criterio de que ellano constituía una proposición en absoluto; podía tener un significado emotivo,pero literalmente carecía de sentido.Se afirmaba que muchos discursos filosóficos caían dentro de esta categoría: lasdiscusiones sobre lo absoluto o sobre entidades trascendentes o acerca del destinodel hombre; se dijo que esos enunciados eran metafísicos, y se sacó la conclusiónde que si la filosofía había de constituir una rama auténtica del conocimiento,debía emanciparse de la metafísica; los positivistas vieneses no llegaron tan lejoscomo para decir que todas las obras metafísicas merecían ser condenadas a lahoguera: aceptaban, con cierto desinterés, que esas obras podían tener un méritopoético, e incluso que podrían expresar una actitud interesante o estimulante ante

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la vida. Pero sostuvieron que aun así, no decían nada que fuera verdadero o falsoy que, por lo tanto, no podían aportar algo para aumentar el conocimiento; secondenó a los enunciados metafísicos no por ser emotivos, lo que difícilmente sepodría considerar en sí mismo reprochable, sino por pretender ser cognoscitivos,por disfrazarse de algo que no era.Los ataques a la metafísica aparecen, en la historia de la filosofía, con bastantefrecuencia. He citado a Hume y pude haber citado también a Kant, quien afirmóque el entendimiento humano se pierde en contradicciones cuando se aventuramás allá de los límites de la experiencia posible. La originalidad de los positivistaslógicos radica en que hacen depender la imposibilidad de la metafísica no en lanaturaleza de lo que se puede conocer, sino en la naturaleza de lo que se puededecir; su acusación contra el metafísico es en el sentido de que viola las reglas queun enunciado debe satisfacer si ha de ser literalmente significativo.” (Ayer, 1967)

Esta idea de caracterizar a ciertas proposiciones, como las metafísicas, como “carentesde significado”, suscitó sin embargo también críticas desde dentro del propio Círculo:

“En su Logik der Forschung, de la que partieron muchos estímulos importantes,hizo valer Popper contra la determinación entera del significado el hecho de quese trataba de una decisión arbitraria. «No hay nada más fácil que desenmascararun problema como ’pseudoproblema carente de significado’: sólo se necesitaconcebir el concepto de 'significado' de un modo suficientemente estricto, paraque se pueda decir de todo problema incómodo que no se le puede encontrar'significado' alguno; y al aceptarse como 'significativas' las cuestiones de la cienciaempírica únicamente, todo debate sobre el concepto de significado se conviertetambién en carente de significado: una vez entronizado, este dogma delsignificado está libre para siempre de todo ataque, es 'intangible y definitivo'»,como dice Wittgenstein en el prólogo de su libro.” (Kraft, 1986, p. 49)

Esto llevó a que este tema (el criterio de significación de los enunciados; el valor de suverificabilidad en principio) se continuara investigando, corrigiendo y ajustando.

Fragmento de Hans Reichenbach: “La Filosofía Científica”

“He aquí un pasaje tomado de los escritos de un famoso filósofo: "La razón essustancia, así como fuerza infinita. Su propia materia infinita sustenta toda la vidanatural y espiritual, así como la forma infinita, que pone a la materia en movimiento.La razón es la sustancia de la que todas las cosas derivan su ser".Muchos lectores se impacientan ante productos lingüísticos de esta clase. Al no poderver ningún significado en ellos, se sienten inclinados a arrojar el libro al cesto de labasura. Para que puedan superar su reacción emocional y llegar a una crítica lógica, seinvita a estos lectores a estudiar el llamado lenguaje filosófico con la actitud del

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observador neutral, al modo del naturalista que estudia un raro espécimen de insecto.El análisis del error principia con el análisis del lenguaje.El estudiante de filosofía no se disgusta generalmente con las formulaciones oscuras.Por el contrario, al leer el pasaje citado muy probablemente se convencerá de que debeser culpa suya si no lo entiende. Por lo tanto, lo leerá una y otra vez hasta llegar a unaetapa en que crea haberlo entendido.En este punto le parecerá obvio que la razón consiste en una materia infinita que estáen la base de toda la vida natural y espiritual y que es por ello la sustancia de todas lascosas. Se ha condicionado de tal modo a este modo de hablar, que llega a olvidarse delas críticas que haría un hombre menos “ilustrado".Consideremos ahora a un hombre de ciencia acostumbrado a usar las palabras en talforma que toda oración tiene un significado. Sus juicios están constituidos de modo talque siempre puede demostrar su verdad. No le importa que la prueba requiera largascadenas de pensamientos; no le teme al razonamiento abstracto; pero exige que elpensamiento abstracto esté relacionado en alguna forma con lo que sus ojos ven y susoídos oyen y sus dedos tocan. ¿Qué es lo que diría este hombre si leyera el pasaje encuestión?Las palabras "materia" y "sustancia" no le son extrañas. Él las ha aplicado en sudescripción de muchos experimentos; ha aprendido a medir el peso y la solidez de unamateria o una sustancia. Sabe que una materia puede estar formada de variassustancias, cada una de las cuales puede tener un aspecto muy diferente al de lamateria. De modo que estas palabras no ofrecen ninguna dificultad en sí mismas.Pero ¿qué clase de materia es aquella que sustenta la vida? Uno se inclinaría a pensarque es la sustancia de la que están hechos nuestros cuerpos. ¿Cómo entonces puedeidentificarse con la razón?La razón es una facultad abstracta de los seres humanos, que se manifiesta en laconducta de estos o, para ser más modestos, en partes de su conducta. ¿Quiere decirentonces el filósofo citado que nuestros cuerpos están hechos de una facultadabstracta que les es peculiar?Ni siquiera un filósofo podría decir semejante absurdo. ¿Qué quiere decir entonces?Posiblemente que todos los acontecimientos del universo están arreglados de tal modoque sirvan a un propósito racional. Ésa es una aseveración que puede ponerse en telade juicio, pero al menos es comprensible.Pero si es eso lo que el filósofo quiere decir, ¿por qué hacerlo en una forma tanmisteriosa?Ésa es la pregunta que yo quiero contestar antes de decir que es la filosofía y que es loque debería ser.(...) No debe extrañar por ello el hecho de que la acertada explicación de muchosfenómenos naturales haya desarrollado en el espíritu humano el impulso hacia unageneralidad cada vez mayor. La multitud de hechos observados no podía satisfacer elanhelo de conocer; la búsqueda de conocimiento trascendió la observación y exigió lageneralidad. Pero es una triste realidad que los seres humanos tienden a darrespuestas aun cuando no tengan los medios de alcanzar las respuestas correctas. Laexplicación científica exige amplia observación y pensamiento crítico. Mientras másamplia sea la generalidad a que se aspire, mayor debe ser la cantidad de material porobservar y más agudo el pensamiento crítico.

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Cuando la explicación científica fracasó porque el conocimiento de la época erainsuficiente para suministrar la correcta generalización, la imaginación tomó su lugar ybrindo una explicación que resultó atrayente para esta tendencia a la generalidad, alsatisfacerla con ingenuos paralelismos. Analogías superficiales, de preferenciaanalogías con experiencias humanas, se confundieron con generalizaciones y setomaron como explicaciones. La busca de la generalidad se calmó con la seudo-explicación. Y fue en este terreno donde surgió la filosofía.Claro que un origen así no es garantía de nada. Pero no estoy escribiendo una carta derecomendación para la filosofía. Lo que deseo es explicar su existencia y su naturaleza.Y es un hecho que tanto su debilidad como su fuerza pueden explicarse por tener suorigen en una base tan incierta.Permítaseme ilustrar lo que quiero decir con seudo-explicación. El deseo decomprender el mundo físico ha llevado siempre al problema de como principio elmundo. Las mitologías de todos los pueblos cuentan con versiones primitivas sobre elorigen del universo. La historia más conocida de la creación, producto del espírituimaginativo hebreo, se da en la Biblia y data del siglo IX a. e. aproximadamente.Explica el mundo como la creación de Dios. Su explicación es del tipo ingenuo quesatisface a la mente primitiva o a la infantil. Procede por analogías antropomórficas:así como los humanos hacen casas, herramientas y jardines, Dios hizo el mundo. Unade las cuestiones más generales y fundamentales, la de la génesis del mundo físico, secontesta con otra analogía fundada en experiencias de la vida cotidiana. El hecho deque descripciones de esta clase no constituyan una explicación, y de que si fueranverdaderas solo complicarían el problema, es cosa que con frecuencia se ha discutidodebidamente. La historia de la creación es una seudo-explicación.Y, sin embargo, iqué poder tan sugestivo tiene! El pueblo judío, en ese entoncestodavía en una etapa primitiva, dio al mundo una narración tan vivida, que hafascinado a todos los lectores hasta nuestros días. El cuadro sobrecogedor de un dioscuyo espíritu flotaba sobre la superficie de las aguas y dio ser al mundo con unascuantas palabras se apodera de nuestra imaginación. Los profundos deseos innatos deun padre poderoso se satisfacen con esta brillante ficción antigua. Sin embargo, lasatisfacción de deseos psicológicos no es explicación. La filosofía ha salido siempreperjudicada por una confusión de la lógica con la poesía, de la explicación racional conla imaginación, de la generalidad con la analogía.”

c. El empirismo lógico

Los integrantes del Círculo de Viena se autodenominaban “empiristas” porque seguíanla línea de pensamiento de los empiristas británicos modernos como David Hume1,

1 David Hume fue el principal representante del empirismo británico del s. XVIII. Consideraba que “Losmateriales básicos (los «átomos» de la mente) de que se nutre el conocimiento son percepciones de lamente. Estas percepciones son impresiones, si son sensaciones o sentimientos (por ejemplo, oír, ver,sentir, amar, odiar, desear, querer), y son percepciones vivaces e intensas; o son ideas, si son recuerdoso imaginaciones de sensaciones. Las ideas son siempre débiles y oscuras, y son copias de lasimpresiones, mientras que éstas, afirma Hume, provienen de causas desconocidas. Las palabras, a suvez, representan a las ideas, por lo que, para saber si una palabra tiene significado, hay que averiguar

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para quien toda proposición debía poder ser reducida a experiencias para tenersentido; también se llamaban a sí mismos “positivistas” por retomar las ideas delpositivismo clásico fundado por Comte2. Sin embargo, agregaban a estasdenominaciones de “empiristas” y “positivistas” el término “lógicos”, ya que su aportefue agregar al empirismo clásico la herramienta del análisis lógico del lenguaje.

"Cuando persuadidos de estos principios recorremos las bibliotecas, ¡qué estragosdeberíamos hacer! Tomemos en nuestra mano, por ejemplo, un volumencualquiera de teología o de metafísica escolástica y preguntémonos: ¿Contienealgún razonamiento abstracto acerca de la cantidad y el número? ¿No? ¿Contienealgún razonamiento experimental acerca de los hechos y cosas existentes?¿Tampoco? ¿Tampoco? Pues entonces arrojémoslo a la hoguera, porque no puedecontener otra cosa que sofismas y engaño." Esta cita está tomada de la obraInvestigación sobre el entendimiento humano, de David Hume; constituye unexcelente enunciado de la postura del positivista; en el caso de los positivistaslógicos se agregó el epíteto de “lógicos” porque pretendieron incorporar losdescubrimientos de la lógica contemporánea; pensaban que en particular elsimbolismo lógico desarrollado por Frege, Peano y Russell les sería útil, pero suactitud general es la misma de Hume. (Ayer, 1967)

La aparición de nuevas teorías lógicas promovió la reconstrucción de la lógica desde lamatemática. La lógica, entonces, pasó a ser más rigurosa y sistemática: “con elsimbolismo se ha creado una forma de exposición mediante la cual se fijan losconceptos y enunciados y las reglas de su conexión con precisión matemática” (Kraft,1986, p. 28). El nuevo simbolismo lógico permitió lograr un rigor y una precisión queno es posible encontrar en el lenguaje natural.

«Si varias personas quieren ponerse de acuerdo sobre la corrección formal de unainferencia dada, pueden dejar de lado todas las diferencias de opinión sobrecuestiones materiales o cuestiones de interpretación. Sólo tienen que investigar sila serie de fórmulas dada cumple las reglas formales del cálculo» (Camap,«Foundations of Logic and Mathematics», 1939. International Encyclopedia ofUnified Science, vol. I, núm. 3., citado por Kraft, p. 29)

Los neopositivistas notaron, a partir de estos avances en la lógica matemática, que elempirismo clásico había partido de un error en su consideración de las ciencias

cuál es la idea que representa, y se conoce la idea averiguando la impresión de donde procede. Esteprincipio, que suele llamarse el microscopio de Hume, lo aplicará Hume cuidadosamente al análisis depalabras tales como sustancia, causa, libertad, y otras, que suelen considerarse palabras clave de lafilosofía tradicional. Por consiguiente, el origen de las ideas es la sensación, interna o externa”(Encyclopaedia Herder de Filosofía).

2 Auguste Comte fue el fundador del “positivismo” en el siglo XIX, así como de la sociología. En supensamiento destaca la conocida como “ley de los tres estados”. Comte consideraba que “Toda ciencia(habla de astronomía, física, química y biología), igual que todo individuo y aun la especie humana, pasapor tres estados: el estado teológico o ficticio, cuando el hombre explica las cosas recurriendo aprincipios y fuerzas sobrenaturales y de carácter personal; el metafísico o abstracto, cuando el hombresustituye lo sobrenatural por lo abstracto, y recurre a fuerzas y causas a modo de entidades ocultas queexplican la naturaleza; y el científico o positivo, cuando el hombre, renunciando a un saber absoluto, seconforma con conocer las meras relaciones entre fenómenos, esto es, las leyes” (Encyclopaedia Herderde Filosofía).

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formales. El empirismo asumía incorrectamente que la lógica y matemáticanecesariamente podían reducirse a la experiencia (consistiendo en generalizaciones apartir de datos empíricos), por lo cual las leyes lógicas serían inducciones susceptiblesde refutación empírica. El neopositivismo, aún aceptando los postulados empiristascentrales (la importancia de la experiencia como criterio de significado de unenunciado, por ejemplo), rechazaba esta idea, entendiendo que las leyes lógicas ymatemáticas tenían validez a priori, esto es, independientemente de la experiencia. Lalógica no contiene ningún conocimiento relativo a hechos, sino que constituye elfundamento del orden de los pensamientos.Los neopositivistas no son los primeros en llegar a esta conclusión; antes que ellosexistieron filósofos racionalistas que reconocieron el carácter a priori de la lógicamatemática. Sin embargo, sí son los primeros en unir esta apreciación de la lógica alempirismo. De esta forma, el empirismo adquiere un nuevo sentido. Estatransformación es la que determine que a este movimiento se lo conozca tambiéncomo “empirismo lógico”.

d. Inducción, verificación y probabilidad

De acuerdo al “inductivismo”, la ciencia comienza con observaciones cuidadosamenterealizadas y clasificadas, de las que se pasa por inducción a generalizaciones (hipótesis,leyes y teorías), que sirven luego para realizar predicciones.

El inductivismo como teoría del método científico comenzó con Francis Bacon (1561-1626). En el s. XX, es retomado por los integrantes del Círculo de Viena. Enel positivismo lógico se han propuesto diferentes formas de interpretar la inducción.Podríamos decir que las primeras tesis apostaban a alcanzar la verificación de teorías, yluego se fue optando por un probabilismo en lugar del verificacionismo.

d.1. El verificacionismo

En la primera época, el Círculo de Viena creía en la posibilidad de una verificaciónconcluyente de los enunciados extraídos como producto del método inductivo. Esto eslo que se denominaba “criterio empirista del significado”: todo enunciado empírico (a

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posteriori) es considerado verdadero solo si es verificable. En otras palabras, el criteriode demarcación de la ciencia (el criterio por el cual diferencio lo que es ciencia de loque no lo es) es la verificabilidad. En “Problemas y cambios del criterio empirista del significado”, Hempel afirma que alprincipio el Círculo de Viena exigía que la verificación fuese completa y por medio de laobservación.

Ahora bien, este criterio de verificabilidad presentaba ciertos problemas. Entre ellos:-Hempel muestra que de acuerdo con el criterio empirista del significado, una oraciónexistencial (“Existe un cisne blanco”) es plenamente verificable desde el punto de vistaobservacional, pero su negación no, por ser universal. Esto es un problema lógico,porque desde Aristóteles se acepta que si un enunciado pertenece a un dominiocientífico, su negación también tiene que tener sentido en él.-Con frecuencia sucede que los aparatos de observación y medición presuponen por suconstrucción algunas teorías científicas, incluso la misma que se trata de verificar, porlo que puede caerse en un círculo vicioso-Los términos teóricos (masa, electrón, campo, etc.) son traducibles a términosobservacionales por “reglas de correspondencia”, y existe todo un debate sobre cuálesson estas reglas.-Dentro del propio Círculo, Neurath y Hempel afirmaron que las proposiciones solopueden ser confrontadas con otras proposiciones, y no con hechos (por eso insistíanen delimitar enunciados protocolares que constituyeran una base empírica)-El problema de la verificación se remonta al problema clásico sobre la concepción deverdad. Según una concepción clásica, la verdad consiste en una correspondenciaentre el decir y el ser. El empirismo lógico renunció a la categoría de “ser” o “cosa”,hablando en cambio de “hechos”; pero sigue adhiriendo a la misma concepción clásicade la verdad como correspondencia: los enunciados son verificados si se correspondencon hechos observados. Sin embargo, hubo críticas al criterio de verificación por ellado de críticos a la concepción de verdad como correspondencia, que apostaban aotros criterios de verdad como el de la coherencia.-Una distinción para solucionar algunos problemas fue la de diferenciar entreverificación y verificabilidad. Una proposición es verificable cuando, al menos enprincipio, es posible llevar a cabo experimentos y observaciones empíricas queconcuerden con lo dicho en la proposición –más allá de si las proposiciones seanefectivamente verificadas-.-Otro problema se vincula al célebre “problema de la inducción” planteado por Hume:los enunciados universales en general (ej: “todos los cisnes son blancos”), másconcretamente las leyes científicas, quedarían excluidas del lenguaje de la ciencia, ya

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que no existe un número finito de observaciones del cual pueda inferirse un enunciadouniversal.

El debate sobre estas cuestiones fue amplio y prolongado, y hubo distintos intentospor resolver estos problemas. Entre los temas discutidos estuvo la cuestión de laprobabilidad, y la discusión sobre las reglas de correspondencia entre los términosteóricos y los términos observacionales. Finalmente, la crítica de Popper a laverificabilidad tuvo un impacto importante, haciendo que estas posturas primeras delpositivismo lógico fueran consideradas un empirismo excesivamente ingenuo.

d.2. El probabilismo

Dados los problemas del verificacionismo en un sentido estricto, surge el concepto degrado de confirmación, que supone la cuantificación de la confirmación, en base a lateoría de la probabilidad. Una hipótesis posee una probabilidad inductiva que vaaumentando o disminuyendo según las nuevas observaciones confirmen o no dichahipótesis. El valor de una hipótesis va unida al número de datos empíricos que laconfirman.El empirismo lógico acabó confluyendo en la afirmación de la inducción como métodoprincipal de las ciencias empíricas. La lógica inductiva permitiría fundamentar elcriterio de significación empírica, primero se creía en base a la verificabilidadobservacional, y luego de acuerdo al grado probabilístico de confirmación.

e. Contexto de descubrimiento y contexto de justificación

Reichenbach realizó la conocida distinción entre “contexto de descubrimiento” y“contexto de justificación”. En el contexto de descubrimiento se comprenden cuestiones relacionadas con el modoen que se generan las teorías en la ciencia. Se incluyen aquí los procesos psicológicos ysociales que tienen lugar, históricamente, durante el proceso real en que los científicosgeneran nuevas ideas. No corresponde, según este criterio, a la epistemología estudiarestas circunstancias, sino en todo caso a la psicología, sociología o historia.En el contexto de justificación se comprenden los criterios lógicos que dichas teorías ohipótesis deben satisfacer para ser aceptadas científicamente. Solo este contexto esrelevante para a investigación epistemológica, de acuerdo al punto de vista delpositivismo lógico.

“Reichenbach propuso esta distinción en su libro Experience and prediction(1938), en el marco de la teoría de la ciencia que caracterizó al empirismológico y que estuvo centrada en la epistemología. La idea central deReichenbach consistía en prescindir de los procesos científicos reales,tomando como objeto de la filosofía de la ciencia una reconstrucción lógicade las teorías: "la epistemología considera un sustituto lógico, más bien

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que los procesos reales" (Reichenbach, o.c, p. 5). Reichenbach aceptó lapropuesta de Carnap y utilizó la denominación de reconstrucción lógicapara nombrar la tarea que habían de llevar a cabo previamente losepistemólogos:"Podríamos decir que una reconstrucción lógica se corresponde con laforma en que los procesos de pensamiento son comunicados a otraspersonas, en lugar de la forma en que son subjetivamente conformados" ..."Introduciré los términos contexto de descubrimiento y contexto dejustificación para hacer esta distinción. Por tanto, tenemos que decir que laepistemología sólo se ocupa de construir el contexto de justificación" (Ibid.,pp. 6-7).Conforme a dicha propuesta, los filósofos no tienen por qué ocuparse decómo se llega a producir un descubrimiento científico. Reichenbach dejabaasí de lado algunos aspectos de la ciencia que difícilmente podían serasumidos por el Círculo de Viena de Schlick, Carnap, Neurath y otros, nitampoco por el Círculo de Berlín, que él mismo lideraba. Un científico puedeestar guiado en sus investigaciones por hipótesis metafísicas, creenciasreligiosas, convicciones personales o intereses políticos o económicos. Paralos defensores del empirismo lógico, todos estos aspectos de la actividadcientífica no debían ser estudiados por los epistemólogos. De hecho,Reichenbach mencionaba el ejemplo de Kepler, quien partió en susinvestigaciones de una analogía entre la Santísima Trinidad y el sistemasolar, lo cual le resultó heurísticamente muy útil. Lo importante para losempiristas lógicos no eran estas especulaciones teológicas, que en todocaso habrían de ser estudiadas por los historiadores o los psicólogos de laciencia. Lo esencial eran los resultados finales de la investigación científica:los hechos descubiertos, las teorías elaboradas, los métodos lógicosutilizados y la justificación empírica de las consecuencias y predicciones quese derivan de las teorías. De ahí que el contexto de descubrimiento no fueraobjeto de la epistemología ni de la filosofía de la ciencia, sino de lapsicología, de la historia y de la sociología. La génesis de las teorías notenía interés alguno para los defensores de la epistemología científica enlos años 30".Los filósofos de la ciencia admitieron durante muchos años esta distinción yexcluyeron el contexto de descubrimiento de la reflexión epistemológica.Buena parte de los procesos de comunicación del conocimiento científico(la enseñanza, la interacción entre los investigadores en los laboratorios, larecepción de los descubrimientos y los debates entre teorías contrapuestas,etc.) fueron dejados de lado por los epistemólogos, que se centraronexclusivamente en los resultados finales del proceso de comunicación delconocimiento científico (teorías ya elaboradas, libros de texto, etc.). Lainfluencia de las investigaciones metamatemáticas de la escuela de Hilbert,en este sentido, fue muy grande. No sólo había que partir de las teorías taly como habían quedado finalmente articuladas por sus descubridores odivulgadores, tomando como referencia principal los libros de texto o las dejustificación es un punto focal de primera importancia para cualquierdiscusión relevante sobre las relaciones entre la historia de la ciencia y la

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filosofía de la ciencia" (Salmon, 1970, p. 70). Sin perjuicio de que unosaceptaran el contexto de descubrimiento como objeto de investigaciónlógico-filosófica, y otros no, lo cierto es que la distinción misma parecíafirmemente asentada.” (Echeverría, 1995)

Esther Díaz. Conocimiento, ciencia y epistemología:

Estadistinción esla que termina

delineando la idea de una ciencia cuyos enunciados, leyes y teorías son, dealgún modo, independientes de factores “extracientíficos” propios del contextopolítico, social, económico o psicológico en que se crearon. De ahí que, en las últimasdécadas, esta concepción haya sido criticada por dar una visión de la ciencia ahistóricay aislada de su contexto.

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“De un modo simplificado puede atribuirse al Positivismo lógico la responsabilidadde la cristalización filosófica de esa concepción que distancia la ciencia delcontexto político, económico, social y moral donde se produce... Este productocultural puede ser concebido como un esfuerzo por encontrar los recursosintelectuales que hicieran posible la objetividad y la verdad apelando aconsideraciones empíricas y lógicas y sustrayendo al conocimiento de la influenciade circunstancias psicológicas, políticas o de otros órdenes.” (Núñez, Jover, J.,1999d, p. 6)

Desde esta concepción, la epistemología era considerada entonces como el análisislógico del conocimiento científico.

“Investigar el conocimiento científico en su estructura lógica significa investigarcómo se relacionan entre sí sus conceptos y enunciados, cómo unos conceptosestán incluidos en otros, cómo los enunciados pueden inferirse unos de otros, ycuestiones semejantes. En tales investigaciones, en el análisis lógico de losconceptos, proposiciones, demostraciones, hipótesis y teorías de la cienciaconsiste la tarea de la teoría del conocimiento y de la filosofía en general. (...)

El conocimiento se expresa en formulaciones lingüísticas. Sólo mediante ellas sefija y objetiva su contenido intelectual, adquiere una forma fija y duradera y sehace comunicable. Pero el lenguaje no tiene simplemente la función de lacomunicación, no se limita a servir a la comprensión intersubjetiva, sino que es yaindispensable de un modo puramente solipsista como medio de representación.Sin el lenguaje no podría desarrollarse y dominarse la pluralidad de los conceptosy de los contenidos enunciativos. El lenguaje constituye por así decirlo el cuerpodel conocimiento. Sólo con su ayuda puede elaborarse éste. El análisis lógico delconocimiento científico ha de realizarse, por tanto, sobre su formulaciónlingüística. Si la investigación de los hechos, es decir, de aquello que se representamediante el lenguaje, corresponde a las ciencias particulares, el análisis lógico seorienta hacia cómo se representan en el lenguaje los hechos mediante conceptos yenunciados. El análisis del lenguaje constituye el campo propio de la lógica de laciencia.” (Kraft, 1986, pp. 37-38)

4. Bibliografía

Asociación Ernst Mach (1929 [1987]). La Concepción Científica del mundo: El Círculo deViena. REDES, Revista de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología, 9, 103-50.

Ayer, A. J. (1967). El positivismo lógico (No. 146.4 A9Y).

Bunge, M. (2009). Epistemología. México: Siglo XXI.

Chalmers, A. (2000) ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid: Siglo XXI.

Díaz, E. (1996). Conocimiento, ciencia y epistemología. Bs. As: Biblos.

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Echeverría, J. (1995) Filosofía de la ciencia. Madrid: Akal.

Echeverría, J. (1995). Filosofía de la ciencia (Vol. 7). Madrid: Ediciones Akal.

Echeverría, J. (1999) Introducción a la metodología de la ciencia. La filosofía de la ciencia en el siglo XX. Madrid: Catedra.

Encyclopaedia Herder de Filosofía. Disponible en línea en: https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/P%C3%A1gina_principal

Kraft, V.(1986). El círculo de Viena. Madrid: Taurus Ediciones.

Reichenbach, H. (1954). La filosofía científica.

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