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EL CULTURAL 12-18 de octubre de 2006 www.elcultural.es Hoy, Una terapia peligrosa Colección Robert de Niro Los 100 años de Hannah Arendt Dos españoles en la Bienal de São Paulo Mayorga escribe para Pimenta Autor y directora nos presentan a El chico de la última fila, que sube el sábado a los escenarios del Festival de Otoño

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EL CULTURAL12-18 de octubre de 2006 www.elcultural.es

Hoy, Una terapia peligrosa

Colección Robert de Niro

Los 100 años de Hannah Arendt

Dos españoles en laBienal de São Paulo

Mayorgaescribe para

Pimenta Autor y directora nos presentan a El

chico de la última fila,que sube el sábado

a los escenarios del Festival de Otoño

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Es la primera inteligenciadel siglo XX español ynuestro filósofo más uni-

versal. Su obra produce perma-nente asombro. Es, además, unode los grandes escritores de la his-toria de la literatura española. Lainfluencia de su pensamiento nodecae y penetra todavía con fuerzaen las nuevas generaciones. Emi-lio García Gómez, soleado de lor-cas y machados, sabio de idiomasárabes medievales y otros benkuz-manes, me dijo un día, mientras pa-seábamos ante los budas de Ba-miyán, en aquel Afganistán del reyZahir y todas las nostalgias: “Nadieen la historia de España ha teni-do tanta influencia sobre su épo-ca como Ortega y Gasset”.

Estallada la guerra civil, desen-cadenados los odios y la sinrazón,asesinados por los milicianos lí-deres de izquierda como Mel-quíades Álvarez y Rico Avello, Or-tega y Gasset, igual que GregorioMarañón, igual que Teófilo Her-nando, igual que tantos otros, com-prendió, advertido por el ad-mirable Julián Besteiro, quesi quería salvar la vida teníaque huir de la España repu-blicana. El padre intelectualde la II República Españo-la tomó así en agosto de 1936, trasmil peripecias, el camino del exi-lio. Zapatero debería molestarseen leer y estudiar lo que ocurrió enEspaña en esas fechas para noequivocar la memoria histórica. LaTransición por él fragilizada sig-nificó la superación de las atroci-dades de ambos bandos, las del

Gobierno de la República y lasde la España nacional. Ortega,como Marañón, como Madaria-ga, estuvo contra unos y contraotros y se hubiera sentido dicho-so en la Monarquía de todos pro-pugnada por su gran amigo DonJuan de Borbón, que ha construí-do, sobre el espíritu de la Transi-ción y tras devolver la soberaníanacional al pueblo, una España sinexclusiones.

Es falso que Ortega fuera un per-sonaje taciturno, depresivo, eco-nómicamente inseguro e interesa-do. Por el contrario, era un hombrealegre, de infatigable sentido delhumor, lleno siempre de curiosi-dad por todo, despreocupado delas cuestiones materiales.

Es falso que durante el fran-quismo cobrara su cátedra sin acu-dir a clase. Su actitud ética antela vida se lo impedía. El 30 de no-viembre de 1953, su hijo José le es-cribió una carta en la que le ex-plicaba que, como no había cobra-do sus honorarios de catedrático

desde la guerra, le jubilarían conrelación al último sueldo percibi-do, que, como fue en 1936, resul-taría ridículo. Cayetano Álvarezarregló el asunto, equiparando elsueldo nunca cobrado desde el 36con el que le hubiera correspon-dido en 1953, pues aunque el fi-lósofo no quería solicitar la pensión

a la que tenía derecho, sus hijosle convencieron: “Tienes que ha-cerlo por mamá, pues en el futu-ro podría tener dificultades si túfaltas”. Es un hecho, en fin, quedesde agosto de 1936 la firma deOrtega no volvió a figurar ni di-recta ni indirectamente en el librode registro del habilitado-pagador,acreditando que había retirado susueldo.

Concluida la Guerra Mundial,Ortega regresó, en efecto, al “hos-co y sofocante” ambiente de la Es-paña vencedora, tras un largo exi-lio en París, Buenos Aires y Lisboa,porque le dolía vivir sin su patria,porque aquí tenía a sus hijos y nie-tos y a una parte de su entorno in-telectual. Su actitud permanecióinvariable a favor de la libertad y encontra de todas las dictaduras, co-munistas, fascistas o militares.

Es falso, en fin, que Ortega yGasset se ofreciera como negropara escribir los discursos de Fran-co. Si inverosímil resulta seme-jante hipótesis más inverosímil es

la afirmación de que las autorida-des franquistas rechazaron el ofre-cimiento. El dictador habría lle-gado al orgasmo intelectual sihubiera podido contar con Ortega.

Ejemplo de integridad y cohe-rencia, el autor de La rebelión de lasmasas murió en 1955 como habíavivido. Su hijo Miguel impidió

que el P. Félix García consumarael paripé de una conversión del fi-lósofo en el lecho de muerte. Re-cuerdo con detalle lo que ocurrióen esas fechas, en medio de unaávida ebullición intelectual, polí-tica y religiosa. Me entristece aho-ra pensar que no tuve ocasión detratar a Ortega ni conversar con él.Siendo yo un adolescente, le salu-dé en el Jáuregui de Fuenterrabía.Me acerqué a él con otros com-pañeros como si fuera Dios uno ytrino. Con el tiempo mantuveamistad con sus hijos: con José,que editó algunos de mis libros enla editorial Revista de Occiden-te, y con Miguel, que fue miem-bro del Consejo Privado de JuanIII, porque los que dijeron: “De-lenda est Monarchia” se agluti-naron en Estoril en torno al hijo deAlfonso XIII para proclamar: “LaMonarquía debe ser reconstrui-da”. En menor proporción, tuverelación con Soledad, a la que noveo desde hace años. Y me admi-ra la moderación, el equilibrio, la

sagacidad histórica y políticade su hijo José Varela Orte-ga, digno nieto de su abuelo.Tuve la suerte de que suviuda Rosa me invitara a al-morzar varias veces en su

casa de Monte Esquinza y allí co-nocí la biblioteca, el despacho, elentorno del español más inteli-gente que ha producido el sigloXX español. Ortega y Gasset, hedicho en alguna ocasión, es el pen-samiento, es la palabra, el verbo,que se hizo inteligencia y metá-fora y habitó entre nosotros. �

Integridad y coherencia de Ortega

LL UU II SS MM AA RR ÍÍ AA AA NN SS OO NNde la Real Academia Española

P R I M E R A P A L A B R A

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Es falso que Ortega fuera un personaje taciturno.

Es falso que cobrara su cátedra sin ir a clase. Es falso que

se ofreciera de negro para escribir los discursos de Franco”“

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ARTE28. Todo África en el Guggenheim, por Ramón Esparza.

30. Pintura y escena de Anselm Reyle, por Mariano Navarro.

30. Juego de opuestos de José Manuel Ballester y Zhang Dali, por Elena Vozmediano.

31. Pia Fries, sentido y sensibilidad, por Rocío de la Villa.

33. Obras inéditas de Antonio Saura, por José Marín-Medina.

34. Tiempo y memoria en la Fundación Tàpies de Barcelona, por Jaume Vidal Oliveras.

35. Christine Borland, primera individual en España, por David G.Torres.

36. Lara Almarcegui y Antoni Miralda, únicos españoles participantes en la Bienal de Saõ Paulo.

38. Subastas/ Arte español en Londres, por Carlos García-Osuna.

TEATRO39. Juan Mayorga y Helena Pimenta, conversación sobre su último estreno,

El chico de la última fila, por José Manuel Mora.

42. Portulanos, por Ignacio García May.

43. Festival de Otoño: Marthaler, Jemmett, Bieito, Teatro Nowy, por Liz Perales.

MÚSICA48. Entrevista con el director Eduardo López Banzo, por Carlos Forteza.

50. Lecciones de contemporaneidad en el Museo Reina Sofía, por Luis G. Iberni.

53. Princesas del jazz/ Madeleine Peyroux y Diana Krall marcan la temporada, por Pablo Sanz.

54. Discos.

CINE44. La ‘festa’ romana. Nicole Kidman bautiza el Festival de Roma, por Carlos Reviriego.

46. El código Aronofsky. La fuente de la vida en Sitges.47. De estreno: El laberinto del fauno. Laberinto de pasiones, por Jesús Palacios.

LETRAS10. Hannah Arendt, 100 años de pensar político:

Eugenio Trías analiza su vida y obra a partir de las biografías de Elisabeth Young-Bruehl y Laura Adler

12. Hannah Arendt, entrevista inédita: “¿Qué es usted? ¿Comunista? ¿liberal?...”14. H. A. y la búsqueda del arraigo, por José Antonio Marina.

16. Andrés Neuman. Ricardo Senabre, ante los relatos de Alumbramiento.

17. Jorge Volpi. Santos Sanz Villanueva se adentra en No será la tierra.

18. Jorge Luis Borges, contra todos. Al fin ven la luz los diarios secretos de Adolfo Bioy Casares.

20. Dino Buzzati. Darío Villanueva comenta Sesenta relatos en el centenario del escritor italiano,

21. Raymond Carver. Antonio Colinas se aventura en su poesía , Todos nosotros.22. Carlos Rojas y Sofía Moro. R. Nuñez Florencio ante Por qué perdimos la guerra y Ellos y nosotros.

26. Los libros más vendidos. 27. Rafael Reig. “En Primera Instancia”: Martín Casariego comparece en la Sala Segunda de lo Fotográfico.

CIENCIA55. Entrevista con Carlos Alejaldre/ Director adjunto del proyecto ITER, por Javier López Rejas.

57. ¿Volverá la malaria a España?/ Nuevos datos sobre el cambio climático, por Vladimir de Semir.

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PORTADAJuan Mayorga y Helena

Pimenta fotografiados por

Sergio Enríquez

PRIMERA PALABRA03. Integridad y coherencia de Ortega, por Luis María Anson.

ÚLTIMA PALABRA58. Pío Caro Baroja/ El sobrino de Baroja recuerda al novelista a los 50 años de su muerte, por Nuria Azancot.

S U M A R I O

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En Portadano de los platos fuertes del Festival de Otoño de Madrid es el estreno de El chico dela última fila, una obra de Juan Mayorga que ha montado Helena Pimenta junto a suhistórica compañía UR Teatro. Texto y escenografía son un claro exponente delmejor teatro que se hace en nuestro país, donde la provocación de Mayorga se unea los diversos registros “hiperteatrales” de Pimenta. El Cultural los ha reunido y elresultado a la vista está: un asombroso diálogo de talentos, acotaciones incluidas, entorno al “punto de vista” capaces de dar la vida en cada función. El resto corre acargo de un profesor de instituto y un alumno, dos generaciones en pugna dispues-tas a convertir el anonimato en un refugio del arte universal.

Dos son los protagonistas de las páginas de Letras: Hannah Arendt y Jorge LuisBorges. Eugenio Trías y José Antonio Marina analizan la vida y obra de la filósofaalemana en el centenario de su nacimiento, así como sus iluminadoras reflexionessobre los orígenes del totalitarismo, el pensamiento político, el significado del mal yel devenir de los hombres en tiempos oscuros. Borges, en cambio, derrocha ingenio,buen humor y pésima intención a la hora de juzgar a escritores de todos los tiempos.Y no salva a casi nadie: ni Juan Ramón Jiménez, ni Ernesto Sábato, Quevedo, Joyceo los premios Nobel logran esquivar su demoledor juicio. El Cultural adelanta unjugoso anticipo de Borges, los diarios secretos de Adolfo Bioy Casares (Destino), queven la luz la próxima semana.

elcultural.es� SSoorrtteeoo FFeessttiivvaall ddee OOttooññoo:: Este viernes consigue entradas en www.elcultural.espara ver La Mosca de la fruta, de Marthaler, y el Faust del polaco Wisniewski.

� PPrriimmeerrooss ccaappííttuullooss :: La Higuera, de Ramiro Pinilla, premio Nacional de Narrativa2006; Y al final, la guerra, de L. Silva y L. M. Francisco; y lo último de Stephen King.

� JJuuzzggaaddoo ddiiggiittaall ddee sseegguunnddaa iinnssttaanncciiaa:: Presenta tus alegaciones al artículo deRafael Reig sobre Martín Casariego.

� HHiissttoorriiaa ddee llooss NNoobbeell:: La actualidad cultural y científica se centra estos días enla Academia Sueca. Consulta toda la información sobre los prestigiosos premios.

� EExxppoossiicciióónn eenn iimmáággeenneess:: La National Portrait Gallery de Londres inaugura lamayor muestra de retratos del artista británico David Hockney.

En la Web

Edita Prensa Europea S.A. Pradillo, 42. Madrid - 28002 Tel.: 91-413 27 06Fax: 91-4132708

[email protected]

DDiirreeccttoorr ddee ppuubblliicciiddaadd::Carlos Piccioni (tel. 915856005)

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El Cultural se vende conjuntamente con eldiario EELL MMUUNNDDOO..

Imprime Rotedic. Dpto. legal: GU452-98

PresidenteLuis María Anson

DirectoraBlanca Berasátegui

JJeeffeess ddee RReeddaacccciióónn::

Nuria Azancot, Javier López Rejas.

JJeeffeess ddee SSeecccciióónn:: Paula Achiaga, Liz Perales.

RReeddaacccciióónn:: Carlos Forteza, Itzíar de Francisco,

Cristina Jaramillo, Carlos Reviriego

DDiirreeccttoorr ddee aarrttee:: Carles Mulet

Críticos: Gonzalo Alonso, Juan Avilés, DavidBarro, Ángel Basanta, Kosme de Barañano, J.M.Benítez Ariza, Túa Blesa, Pilar Castro, J. L.Clemente, Antonio Colinas, Jacinta Cremades, F.Díaz de Castro, Diego Doncel, Ramón Esparza,José J. Etayo, Carlos F. Heredero, J.-AndrésGallego, A.García-Abril, F. García Olmedo, C.García-Osuna, D. Giralt-Miracle, Álvaro Guibert,Germán Gullón, José A. Gurpegui, Abel H.Pozuelo, Javier Hernando, Beatriz Hernanz, JavierHontoria, Luis G. Iberni, José Jiménez, PatxiLanceros, R. López Blanco, Joaquín Marco, J.Marín-Medina, Víctor Morales, Jacobo Muñoz,Rafael Narbona, Mariano Navarro, R. NúñezFlorencio, Bernardo Palomo, José M. Parreño, J. L. Pérez de Arteaga, Román Piña, D. Plácido,Arturo Reverter, Luis Ribot, O. Ruiz-Manjón,Sergi Sánchez, Care Santos, Bernabé Sarabia, S. Sanz Villanueva, Ricardo Senabre, GuillermoSolana, Eugenio Trías, J. Vidal Oliveras, Rocío de la Villa, JavierVillán, Darío Villanueva y Elena Vozmediano.

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L A P A P E L E R A

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La nueva etapa de Austral arran-ca estos días con todos los ho-

nores, y dos títulos (El hobbit, de Tol-kien, y La ciudad de los prodigios, deMendoza) que insuflarán nuevosbríos a una colección tan emblemá-tica antaño como últimamente mor-tecina. Además de páginas más legi-bles y colores más vivos en lasportadas, los libros incluirán nue-vas introducciones y guías de lec-tura orientadas al público más joven,en un intento por reconquistar al lec-tor de bolsillo, ése al que todos loseditores persiguen sin excesiva co-laboración de libreros y distribui-dores, que ven más que mermadossus beneficios con estos libros.

Todavía no salgo de mi asombro.Me he desayunado con radi-

cales “atacando” el edificio delMACBA. Me estoy haciendo viejo ola revolución ya no es lo que era. Nila educación estatal ni la familiar danya para enseñar a las criaturas quehay que tomar los palacios de in-vierno, no los museos, por “capita-listas” que sean. Que éstos se salvan(como hizo Alberti en su día), no seagreden. Hubo de todo, hasta lanza-granadas caseros. Parece que su di-rector, Manuel Borja-Villel, se es-pantó al ver que la fachada de sumuseo se había convertido en uncampo de batalla.

Diez años después de su muer-te, los cazadores de inéditos

(bueno, en realidad su hija Pilar) le

han encontrado al bueno deJosé Do-noso una novela inacabada, La colade la lagartija, que al parecer el chi-leno comenzó a escribir en 1973 yabandonó sin que terminase “ el pro-ceso de revisión; y faltó, quizá, arti-cular las dos historias en el relato”.La cosa es que el crítico peruanos Ju-lio Ortega anda enredado en edi-tarla y publicarla, sin que importedemasiado la voluntad del autor, quesi no la acabó no fue precisamentepor falta de tiempo.

La actriz María Luisa Merlo pre-para Yo, Leonor, una obra sobre

un personaje histórico, Leonor deAquitania, con mucho morbo. Jus-to cuando está de máxima actualidadla sucesión al trono –y el anunciode nueva descendencia por parte delos Príncipes de Asturias– la Merlocelebra sus cincuenta años en los es-cenarios con un montaje en el queencarna a una mujer con carácter yadelantada a su época (medieval)que fascinó con una personalidad in-domable. Así que nuestra escenaestá que arde: teatro, actualidad ehistoria por el mismo precio.

Más historia real. La películaQueen de Stephen Frears está

haciendo estragos en Inglaterra. Conuna recaudación de más de tres mi-llones de libras, el filme hunde eldedo en la crisis que se desató enGran Bretaña durante la semana pos-terior a la muerte de Lady Di, con-tando con la fidelidad que el cine

permite la tensa relación entre la Isa-bel II y Tony Blair. A un mes de sullegada a España, y recién estrenadaen Estados Unidos, desde Bucking-ham Palace nadie se ha pronunciadoaún sobre el retrato (respetuoso, se-gún la crítica) de la Familia Real enla película. “Trabajé asumiendo quela Reina se sentiría complacida alverse retratada como toda una mu-jer”, ha dicho el director.

Me cuentan que una pequeñaeditorial, Morfeo, acaba de pu-

blicar un libro de Paz Vega tituladoCaliente, la historia de una chica pre-coz abiertamente bisexual. Pero quemitómanos y morbosos no se preci-piten a las librerías, o al menos queno lo hagan errados (o herrados, el gé-nero porno les gusta demasiado), por-que bajo el nombre de Paz Vega seoculta un tal Antonio Gálvez que re-sulta ser también el editor, y un tipomás que calenturiento.

Pregunta capciosa: ¿quién ha co-seguido que el Ministerio de

Cultura haya apostado tanto por elfaraónico proyecto Tutto Verdi dela ABAO bilbaína? Parece que unode los máximos responsables del mi-nisterio no hace más que celebrar enpúblico lo que condena en privado.Para los aficionados a Sherlock Hol-mes la solución al caso pasa por loscampos de Madrid y de Murcia.

Otra pregunta capciosa: ¿por quése empeña Vicente Aranda en

adaptar a Juan Marsé? El escritorha puesto por los suelos todas lasadaptaciones que el director ha ro-dado:La muchacha de las bragas de oro,Si te dicen que caí y El amante bilin-güe. Pero Aranda vuelve a la cargacon Canciones de amor de Lolita’s Club,que en la pantalla llevará por títuloLolita’s Club y estará protagonizadapor Eduardo Noriega. Si a Marséno le gusta cómo Aranda interpretasus obras, ¿por qué siempre le dapermiso?

JUAN PALOMO

1.- VICEN TE ARANDA2.- EDUARD O MEND OZ A

3.- STEP HEN FREARS4.- MANUEL BORJA-VILLEL5.- MARÍA LUISA MERLO

La otra Paz Vega se descuelga con un libro

Caliente. Arranca la nueva etapa de Austral, con

permiso de distribuidores y libreros. El Macba,

o lo que queda de la revolución. María Luisa

Merlo será Leonor de Aquitania. Queen arrasa en las panta-

llas británicas. Si a Marsé le disgustan tanto las adaptaciones

de Aranda de sus libros, ¿por qué le vende los derechos?

Caliente, caliente

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E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 1 0

ELISABETH YOUNG-BRUEHL

Tr a d u c c i ó n d e M . L l o r i s Va l d é sy G . To r n é d e l a G u a r d i aPa i d ó s , B a r c e l o n a 2 0 0 66 4 8 p á g i n a s , 3 5 e u r o s

LAURA ADLER

Tr a d u c c i ó n d e I s a b e l M a n g e l íD e s t i n o , B a r c e l o n a 2 0 0 65 7 9 p á g i n a s , 2 9 ’ 5 0 e u r o s

No se sabe qué admirar másen Hannah Arendt, si lapenetración de su inteli-

gencia o su libertad de espíritu. Suscapacidades intelectuales son tantomás vigorosas cuanto más próximasse hallan a la evocación poética o li-teraria, y a la referencia culta ines-perada. Nunca es previsible el rum-bo de su argumentación. Siempreobliga a reflexionar. Pocas veces selee a alguien que de manera tan sis-temática y constante desafía losgrandes tópicos de los estados deopinión. Pero todo ello se conjugacon una capacidad de teledirigir lareflexión siempre hacia grandes uni-dades, o grandes conjuntos.

Su portentoso libroLos orígenes deltotalitarismo demuestra esa gran cua-

lidad. Y sin embargo, ese gran fres-co se desmenuza en miles de pasajesen los que se van reflexionando, demanera individual, muchos de losmás complejos temas de la filosofíapolítica del siglo XX. Ahora se con-memora el centenario de su naci-miento, y diversas publicaciones apa-recen recorriendo su biografía y laevolución de su pensamiento. Tam-bién en traducciones al español. Detodas ellas hay una que destaca porsu carácter de decana: la de su dis-cípula Elisabeth Young-Bruehl, en laque están trazados los episodios desu accidentada vida, desde su infan-cia de niña judía muy protegida porsu madre, su pasaje por la universi-dad, su fascinación por sus maestros(Heidegger, Jaspers, especialmente),su activismo político en la intersec-ción de un sionismo libremente asu-mido y practicado, y una concepciónde izquierdas nada convencional.

La vida de Arendt empieza, haciafinales de los años 30, a sufrir lostiempos terribles del ascenso del na-zismo. Sigue su exilio a París y a Nor-teamérica, y su acomodo, en vísperasde la segunda guerra mundial, al am-biente ideológico y político de Es-

tados Unidos: sus nuevos contac-tos y amistades, sus relaciones per-sonales, su segundo matrimonio.

Poco después de la guerra es-cribe su obra magna: Los orígenesdel totalitarismo. Una obra así es su-ficiente para que pensemos en estamujer como en la figura más sobre-saliente de la filosofía política del pa-sado siglo. En realidad es un peculiarlibro: uno y trino, como Dios. Po-see una sutil unidad, y no estoy deacuerdo con la opinión de la crítica,incluso de la propia autora, de que se

encuentre desequilibrado. Y si loestá, bendito sea ese desequilibrio,el que se descubren en las mejoresobras filosóficas o musicales (en todoMahler, por ejemplo, o los últimoscuartetos de Beethoven).

Es fascinante recorrer esa trilogíao tríptico, en la que se trata el Anti-

judaísmo, en el primer libro, el Im-perialismo, en el segundo, y el To-talitarismo, en el tercero. De hecholos dos primeros van creando las ba-ses de la parte más intensa (y estre-mecedora) de todo el libro: la refle-xión que la autora hace sobre eltotalitarismo en su doble versión,alemán y ruso. Sólo Hitler y Stalin al-canzaron este concepto en plenitud.Téngase en cuenta que el libro sepublica a principios de los 50. Qui-zás cuando se disponga de mayor co-nocimiento será posible evaluar si elexperimento maoísta también se co-rresponde con esta noción. La cualadquiere, en esta pensadora, un ni-vel de rigor y fuerza de comprensiónque la hace insustituible.

La caracterización del totalita-rismo por parte de Arendt es ex-traordinaria, y no es casual que des-encadenase una polémica intermina-ble. Hoy, con la distancia que tene-mos de esas fechas inmediatamen-

“Las biografías de Adler y

de Young-Bruehl contribuyen

al conocimiento de quien creó

obras tan singulares como Los

orígenes del totalitarismo”

L E T R A SEl próximo sábado la filósofa alemana Hannah Arendt hubiese cumplido cien años.Cien años de “pensar por sí misma”, de interpretar el presente sin temer ser po-lémica, con aportaciones esenciales como su reflexión sobre la violencia con-temporánea o los orígenes del totalitarismo, tan discutida en los años 70 porcomparar nazismo y comunismo; su relación Heidegger, su maestro, o su visión delmal en tiempos oscuros. Eugenio Trías analiza en estas páginas su pensamiento alreseñar las dos últimas biografías sobre la filósofa; José Antonio Marina abordasu vida y el sentimiento de arraigo, y publicamos además una entrevista inédita.

Hannah Arendt100 años de pensar en tiempos oscuros

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te posteriores al fin de la II guerramundial, aparece en toda su gran-deza la idea de un doble modo to-talitario en el que este concepto se re-aliza en plenitud: el que asolóAlemania con el nacionalsocialis-mo, y el que practicó el genocidio conla propia población en la URSS du-rante veinticinco años tenebrosos. Laconexión que establece Arendt, yque la biógrafa subraya con buentino, entre el totalitarismo y los cam-pos de concentración, o entre el con-cepto totalitario y la práctica masivae indiscriminada del terror, constitu-ye una aportación excepcional a loque, finalmente, constituye el temay el objeto de todos los desvelos re-flexivos, éticos y políticos de estagran pensadora: la naturaleza del mal.El mal radical, el mal sin paliativos.Un mal que Arendt tuvo el peculiardestino de sufrir.

Las informaciones sobre el ex-terminio de los judíos se iban cono-ciendo. Como una y otra vez decía enartículos retrospectivos, sucedió loque jamás hubiera debido suceder.Nunca debió permitirse que suce-diera: frase que repite en un texto so-bre la Solución Final hitleriana. UnaResolución que sólo desde la locuraes posible negar (como sucede a ve-ces desde voces islámicas). PeroHannah Arendt, a diferencia dequienes, desde ópticas sionistas ra-dicales, piensan ese Mal Absolutosiempre en referencia al Pueblo Ele-gido, esparce el miasma de su Horror,y lo reparte equitativamente, conbuen criterio, entre los dos totalita-rismos (de ultraderecha y ultraiz-quierda). El Gulag soviético encarna

ese Mal con los mismos tí-tulos que Dachau o Aus-chwitz.

Un mal radical queexige una reflexión me-tafísica, teológica, comola que nunca falta en esta

gran judía exiliada, afinca-da finalmente en EstadosUnidos, pero de raíces hon-das en la gran cultura ale-mana, literaria y filosófica, yen toda la cultura occiden-tal, desde sus raíces griegasy cristianas. A diferencia deotros judíos de aquellostiempos turbulentos jamáscreyó que el reencuentrocon sus raíces místicas, te-ológicas, de la tradición ju-día debería apartarle de la

impronta greco-latina denuestra tradición. De hecho

sus coordenadas fueron siem-pre laicas, y aborrecía la fusión

de algunos sionistas entre reli-gión y política.

Su agudeza y, sobre todo, su li-bertad de juicio dieron lugar a un re-guero de críticas. Los sionistas ra-dicales, incluso algunos tansobresalientes como Gerhard Schol-hem, no pudieron aceptar sus ideasacerca del juicio de Eichmann, de loque dio testimonio en su célebre yescandaloso libro Eichmann en Jeru-salén. De hecho le persiguió siemprela polémica, que ella misma provo-caba en ocasión de cuestiones con-flictivas relacionadas con la políticade la guerra fría, con los conflictos ra-ciales en Estados Unidos, o con lastensiones que llevó consigo la con-solidación del Estado de Israel.

Esta biografía de Young-Bruehlha sido ahora convenientemente re-editada. Es la que marca las pautasde otras que nos aproximan a esta in-

teresantísima figura, en las que sedetallan y se concretan aspectos desu vida que no se conocían suficien-temente bien, como las relacionesamorosas con Heidegger, compro-metido con el nacionalsocialismo,cuando todavía era el brillante crea-dor de la más intensa reflexión filo-sófica de su época, Ser y Tiempo . Labiografía de Laura Adler, HannahArendt, también publicada ahora enespañol, es en muchos aspectos unaactualización de las perspectivasabiertas por Young-Bruhel.

Es siempre esperanzador que eltiempo termine por dirimir con jus-ticia los valores del pensamiento fi-losófico, sobre todo cuando no hansido del todo comprendidos en supropia época. La aparición de eselibro excepcional que es Los oríge-nes del totalitarismo se produjo en ple-no ascenso del marxismo en Europa,en medio de la guerra fría, en unclima en el que la palabra totalita-rismo era sobre todo usada por laideología política liberal para desig-nar el régimen de la URSS. En esetiempo el libro de Arendt fue reco-nocido y discutido. Ocasionó muchapolémica. Pero la época no estabamentalmente preparada, todavía,para advertir el inmenso calado de susprincipales tesis, la grandeza y po-tencia de sus análisis filosóficos, y laextraordinaria síntesis creada en esetexto de un espectro tan amplio deasuntos. Hoy se tienden a valorar,así mismo, otros grandes textos suyos,como su obra final La vida del espíritu,o bien su tesis doctoral sobre el amoren San Agustín, o su libro La condiciónhumana. Estas biografías contribuyenal conocimiento de la sugestiva per-sonalidad que hizo posible la creaciónde obras tan singulares.

EUGENIO TRÍAS

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1 0 0 A Ñ O S D E H A N N A H A R E N D T

“La conexión que establece Arendt entre el totalita-

rismo y los campos de concentración constituye una apor-

tación excepcional a lo que constituye el objeto de los

desvelos de esta gran pensadora: la naturaleza del mal”

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L E T R A S

UN documento excepcional,en el que la pensadora nor-teamericana deja clara su

posición ante el liberalismo y elconservadurismo, y da su visión delcapitalismo.

HHaannss MMoorrggeenntthhaauu:: ¿Qué es us-ted? ¿Conservadora? ¿Liberal?¿Cúal es su posición en el tablero deajedrez contemporáneo?

HHaannnnaahh AArreennddtt:: No lo sé. Ni sé,ni jamás lo he sabido. Y me imaginoque jamás mantuve una posición deeste género. La izquierda, como us-ted sabe, me toma por conserva-dora, y los conservadores, a veces,por alguien de izquierdas, una re-fractaria o Dios sabe qué. Y debodecir que me trae completamentesin cuidado. No creo que este tipode cosas aclare en absoluto las ver-daderas cuestiones de este siglo. Nopertenezco a ningún grupo. El sio-nismo es el único grupo al que hepertenecido en toda mi vida. A cau-sa de Hitler, por supuesto. Y aún así,

sólo entre 1933 y 1943. Tras ese pe-riodo, rompí con el grupo. La úni-ca posibilidad de defenderse por serjudío y no por ser un ser humano:en esa época, pensaba que era ungrave error ya que si os atacan por elhecho de ser judío, uno no puedecontestar: “disculpe, no soy judío,soy un ser humano”. Es estúpido. Yestaba inmersa en este tipo de es-tupideces. No había otra posibili-dad: por eso me comprometí conla política judía: la verdad es que nofue tanto política, hice trabajo so-cial, el que estaba, de cierta mane-ra, ligado a la política.

“Ni socialista ni liberal”»Nunca he sido socialista. Nun-

ca he sido comunista. Vengo de unmedio socialista. Mis padres eransocialistas, pero, por mi parte, nun-ca he tenido la mínima veleidad.Por eso no puedo contestar a la pre-gunta. Nunca he sido liberal.Cuando he dicho que no lo era,

omití señalar que tampoco he cre-ído jamás en el liberalismo. Cuan-do llegué a Estados Unidos, escri-bí en mi inglés cojitranco unartículo sobre Kafka, y lo angloni-zaron para “Partisan Review”.Cuando fui a hablarles de la anglo-nización y leí este artículo, la pa-labra “progreso”, entre todas, mesaltó a los ojos. Objeté: “¿qué quie-ren decir con eso? Nunca he em-pleado esta palabra”, etc. De re-pente, uno de los redactores fue aver a otro en la sala de al lado. Medejaron allí plantada y les escuché

decir, en un tono realmente desesperado: “¡Ni siquiera cree enel progreso!”.

MMaarryy MMcc CCaarrtthhyy:: Y sobre el ca-pitalismo, ¿cuál es tu posición?

HHaannnnaahh AArreennddtt:: No compartoel gran entusiasmo de Marx sobre elcapitalismo. Si lees las primeras pá-ginas del Manifiesto comunista, es elmás famoso elogio del capitalismoque se haya visto jamás. Y eso, enuna época en la que el capitalismo yaera el blanco de ataques mordaces,en particular por parte de la derecha.Los conservadores fueron los pri-

“¿Qué es usted?, ¿conservadora?, ¿liberal?...” “No lo sé”En noviembre de 1972 se celebró en Toronto un co-loquio consagrado a la obra de Hannah Arendt, en elque ella misma participó. Melvyn Hill publicó elconjunto de las intervenciones en Hannah Arendt,The recovery of the Public World, en el que también reu-nió las respuestas de Arendt a las preguntas que leplanteaban especialistas, filósofos o sus amigos máscercanos. Y pocos lo fueron tanto como Hans J. Mor-genthau y Mary McCarthy, sus interlocutores en estaspáginas, inéditas en español, que hoy publica El Cul-tural, rescatadas del olvido por “Le Magazine Litteraire”.

Entrevista inédita con Hannah Arendt

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meros en producir las numerosas crí-ticas que fueron luego asumidas porla izquierda, pero también por Marx,por supuesto. En un sentido, Marxtenía absolutamente razón: el so-cialismo es el fin lógico del capitalis-mo. Y la razón es muy simple. El capitalismo empezó con la expro-piación. La ley determinó enton-ces el desarrollo. Y el socialismo per-sigue la expropiación hasta sutérmino lógico y, en cierta manera, seescapa a toda influencia moderado-ra. Lo que llamamos el socialismohumano significa simplemente queesta tendencia cruel que debutó conel capitalismo y continuó con el so-cialismo está, más o menos, tem-plada por el derecho.

»Todo el proceso moderno deproducción es, en realidad, un pro-ceso de expropiación progresiva. Poreso, me voy a negar siempre a rea-lizar una distinción entre los dos.Para mí, se trata de un único y mis-mo movimiento. Y, en ese sentido,Karl Marx tenía toda la razón. Fue el

único que realmente se atrevió apensar este nuevo proceso de pro-ducción, que se propagó por Euro-pa en el siglo XVII, y luego en elXVIII y en el XIX. Hasta ahí, es ab-solutamente cierto. Aunque, es elinfierno. Finalmente, no es el pa-raíso lo que viene. Lo que Marxno ha entendido, es que se trata real-mente del poder. No entendió esta

cosa estrictamente política. Sin em-bargo, vio algo, vio que el capitalis-mo, librado a sí mismo, tiende a ba-rrer todas las leyes que cruzan sucruel progresión.

»La crueldad del capitalismo enlos siglos XVII, XVIII y XIX tam-bién ha sido aplastante. No hay queperder esto de vista cuando leemosel formidable elogio que Marx hace

del capitalismo. A pesar de estar in-merso en el centro de las conse-cuencias más abominables de estesistema, esto no le impidió creer queera un gran tema. Por supuesto, tam-bién era hegeliano y creía en la fuer-za de lo negativo. Pues bien, yo, pormi parte, no creo en la fuerza de lonegativo, de la negación, si suponealgo terrible para los demás.

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H A N N A H A R E N D T , Ú L T I M A E N T R E V I S T A

LL AA FF II LL ÓÓ SS OO FF AA ,, EE NN 11 99 66 33

CC OO NN GG ÜÜ NN TT HH EE RR SS TT EE RR NN ,, SS UU

PP RR II MM EE RR MM AA RR II DD OO ,, HH AA CC II AA 11 99 22 99

� 1906. Johanna Arendt nace el 14 de octubre enHannover, Alemania, hija única de padres judíos deorigen ruso. Huérfana de padre a los siete años,su infancia fue muy desdichada.

� 1924-1928. Formada en Königsberg (el pueblo deKant), estudia filosofía y teología en la Universidadde Marburg bajo la dirección de Martin Heidegger,con quien mantiene un breve romance.

� 1929. Se traslada a Heidelberg y publica su te-sis –dirigida por Karl Jaspers– El concepto del amor enSan Agustín (Encuentro, 2001). Se casa con Gün-ther Stern y se instala en Francfort.

� 1933-1935. Es inhabilitada para la enseñanza enuniversidades alemanas por ser judía. Conoce a Ra-hel Varnhagen, a la que dedica Rahel Varnhagen.La vida de una judía alemana (Lumen, 2000), quepublica a finales de los 50. Lucha contra el nazismoy en otoño del 33 escapa a París, donde trabajarescatando niños judíos para enviarlos a Palestina.

� 1935-1940. Realiza su primer viaje a Palestina.Trabaja en la liga internacional contra el antisemi-tismo y a partir de 1938 en la Agencia judía de Pa-rís. Se divorcia de Stern en 1937 y en 1940 se casacon Heinrich Blücher, militante comunista. Co-noce a Sartre y Walter Benjamin.

� 1940-1941.. Es deportada al campo de Gurns en1940. Gracias a su esposo, consigue un visado paraviajar a Estados Unidos.

� 1941-1945. Comienza a colaborar con el semana-rio alemán “Aufbau”. En 1944 dirige los trabajos dela Comisión para la reconstrucción de la culturajudía europea.

� 1946-1948. A partir de 1945 trabaja, junto a Blü-cher en Los orígenes del totalitarismo. Publica Seisensayos en la colección que dirige Jaspers. Testifi-ca a favor de Heidegger en una audiencia de des-nazificación en Alemania.

� 1949-1950. Se convierte en directora de la Orga-nización para la reconstrucción de la cultura judía.

� 1951-1953.. Logra la ciudadanía norteamericana.Aparece Los orígenes del totalitarismo (Alianza, 1987,2006). La tercera parte se publica bajo el título Elsistema totalitario, en 1972. La primera parte en 1973titulada Contra el antisemitismo, y la segunda, Elimperialismo, en 1982. Obtiene la nacionalidad ame-ricana.

� 1954-1960. se edita en Francfort Los orígenes del to-talitarismo. La condición humana en 1958 (Paidós,1993, 2005). En 1960 obtiene el premio Lessing enHamburgo.

� 1961-1962.. Publica La crisis de la cultura (Tau-rus, 1973, 1998) y Entre el pasado y el futuro (Pe-nínsula, 2003). En Tel-Aviv sigue para “New Yor-ker” el proceso contra Adolf Eichmann, el dirigentenazi que permanecía escondido en Buenos Airesy que fue secuestrado por Israel para juzgarlo. Eich-mann se suicida el 31 de mayo.

� 1963-1969. Sus artículos sobre el proceso de Eich-mann se reúnen en su polémico Eichmann en Je-rusalén (Lumen, 2003). Es acusada de deshonrarel judaísmo. “Nouvel Observateur” reproduceextractos de las reacciones en 1966 bajo el título“¿Hannah Arendt es nazi?. Los movimientos es-tudiantiles descubren y apoyan De la mentira a laviolencia. Profesora en Chicago. Pronuncia un dis-curso en el funeral de Jaspers. Participa en el vo-lumen conmemorativo de los ochenta años de Hei-degger Mélanges.

� 1970-1975. Aparece De la mentira a la violenciay en el 72 Crisis de la república (Taurus, 1998).Muere en Nueva York, el 4 de diciembre de 1975,tras un ataque al corazón. Fue enterrada en elBard College en Nueva York, donde su esposoenseñó durante muchos años.

Hannover, 1906-Nueva York, 1975

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Hay quien se acerca a la his-toria de la filosofía comoquien va a un museo a dis-

frutar con las brillantes creacionesde la humanidad. No es ese mi caso.No soy un espectador, sino un re-ciclador de filosofías pretéritas. Bus-co en ellas lo que me sirve para com-prender mejor la realidad, y resolverlos problemas teóricos y prácticoscon que nos enfrentamos. Por esomi visión de los filósofos es parcial yutilitaria. Me recuerda lo que su-cede con las ciudades. Cada unode nosotros tiene una geografíamental, hecha con las calles que re-corremos, la esquina donde nos ci-tábamos, el jardín en que jugábamosde pequeños. Sabemos que el res-to de la ciudad existe, pero tenemosde esa porción no frecuentada unconocimiento lejano y abstracto. Lapregunta que me hago después deleer a un filósofo –en este caso aHannah Arendt– es siempre la mis-ma: ¿Qué podría utilizar o prolongarde su obra?

Durante años me dediqué a es-tudiar la inteligencia creadora, lossorprendentes mecanismos con quese inventan la ciencia, el arte y la téc-nica. Cuando ya me movía con sol-tura en este terreno, comprendí quehabía olvidado un importante cam-po de la creatividad humana: la éti-ca y la política. No fue una sorpre-sa agradable, porque tenía quevolver a empezar. La ética y la po-lítica siempre me habían aburridomucho, sabía muy poco, y nunca ha-bía pensado escribir sobre ellas, perolas investigaciones imponen su pro-pio destino. Blanca Berasátegui fuetestigo de ese cambio y hace ya mu-chos años me ofreció las páginas de

El Cultural, para iniciar una curiosasección que se llamó “Creación éti-ca”. Pues bien, Arendt fue uno delos responsables del giro de mis in-tereses. Su teoría de la acción me so-naba muy familiar, muy cercana.“Lo esencial del hombre” –escri-bió– reside en su “talento para rea-

lizar milagros”, es decir, “en su ca-pacidad de iniciar, de realizar lo im-probable”. Consideraba que la grancreación, el gran invento, era la li-bertad, y que la libertad sólo se al-canza a través de la política. Todoeso resultaba muy novedoso paramí. Arendt no tenía de la política

la idea despreciativa que se ha ins-talado en nuestro inconsciente co-lectivo, no la reducía a esa furiosa yoscura lucha por el poder, que nosdesasosiega a todos. Considerabala acción política como fuente dela libertad. El ser humano no nacelibre, sino que se hace tal en la ciu-dad. De repente, la política interve-nía en la propia definición de la na-turaleza humana. “El individuo, ensu aislamiento, nunca es libre. Lopuede ser solamente si pisa el te-rreno de la polis, y allí actúa”. El he-cho de que el hombre sea capaz deactuar significa que cabe esperarde él lo inesperado, que es capazde realizar lo infinitamente impro-

bable. A pesar de las terribles ex-periencias que había vivido, Han-nah continuaba siendo optimista.Por eso no sólo daba importancia ala obvia “mortalidad” humana, sinosobre todo a su “natalidad”. Pen-saba que con el nacimiento de unniño algo singularmente nuevo en-tra en el mundo. El ser humano esel comienzo absoluto, decía co-mentando un sorprendente texto desan Agustín: “Para que hubiera uncomienzo, fue creado el hombre, an-tes del cual no había nadie”.

Años después, mientras escribíaLa lucha por la dignidad, con Maríade la Válgoma, me interesó otro

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L E T R A S

Hannah Arendt y la búsqueda del arraigo

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“Arendt consideraba que

la gran creación era la li-

bertad, y que la libertad sólo

se alcanza a través de la po-

lítica, que ella no reducía a la

furiosa lucha por el poder”

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tema tratado por Arendt: las perso-nas sin Estado. Los desarraigados.En uno de sus primeros libros –Ra-hel Varnhagen: vida de una judía– ha-blaba ya del sentimiento de de-sarraigo de la biografiada, la angustiade carecer de Bild, de un modeloque guiara su evolución. Arendt uti-lizó el concepto de “paria”, que se-gún Elisabeth Yung-Bruehl, su me-jor biógrafa, permite interpretar suobra entera. El acceso a los derechosdepende de la pertenencia a un Es-tado, de la ciudadanía, de la posibi-lidad de establecer lazos con otraspersonas. En un momento de la his-toria en que los desplazados, los apá-tridas, los refugiados, los sin pape-les aumentan dramáticamente, laspalabras de Arendt resuenan muyactuales.

Tal vez la necesidad de enrai-zamiento que sin duda Hannah sen-tía, tanto en lo privado como en lopolítico, permita comprender uncomplejo episodio de su vida: su re-lación amorosa con Martin Heideg-ger. Hannah era alumna suya. Unpar de meses después de comen-zar el curso, el maestro la invitó auna charla en su despacho. Heideg-ger recordó después este primer en-cuentro en alguna de sus cartas. Lamuchacha llegó envuelta en una ga-bardina, con un sombrero ocultán-dole la cara, soltando de tanto entanto un “sí” o un “no” apenas au-dible. Tras esa conversación, Hei-degger le escribió una larga carta consu prosa elaborada y elocuente, y po-cas semanas después le declarabasu pasión. Heidegger ejercía sobresus alumnos una poderosa influen-cia, que en este caso utilizó de ma-nera poco decente. Hannah teníadieciocho años, había sido una niñahuérfana, melancólica y vulnerable,compartía el sentimiento de inse-guridad de muchos judíos, un sen-timiento de desarraigo. Se sentíaperdida, desamparada, agotada ensu empeño por no dejarse acomple-jar. En 1945 escribió a su marido:“Esta absurda compulsión, alimen-tada desde la juventud, a actuar

siempre delante de todo el mundocomo si no ocurriera nada, eso es loque consume gran parte de mi ener-gía”. Al elegirla como amante, Hei-degger cumplía un sueño de la jo-ven intelectual judía: serdefinitivamente aceptada por unrepresentante insigne de la culturaalemana.

Heidegger, un hombre casado,acabó pidiendole que no se vieran

más. En agosto de 1933, HannahArendt abandonó Alemania, ape-nas cuatro meses después de queHeidegger ingresara en el Partidonazi y fuera nombrado rector de laUniversidad de Friburgo. Volvie-ron a encontrarse casi veinte añosdespués, cuando Heidegger necesi-taba ayuda para su proceso de “des-nazificación”. De todo este episodio,Hannah Arendt emerge como una fi-gura honesta, generosa y engañada;y Heidegger como una persona ego-céntrica y astuta, como un “menti-

roso compulsivo”, en palabras desu ex amante.

En 1936, Hannah conoció en Pa-rís a Heinrich Blücher, otro refugia-do alemán que militaba en un grupode extrema izquierda. Blücher, unhombre inteligente y discreto, al quetengo una gran simpatía, creía queestaban hechos el uno para el otro, yse empeñó en vencer la resistenciade Hannah, que se había prometido

“no volver a amar a ningún hom-bre”. Lo consiguió. Unos meses des-pués de conocerse, Hannah le escri-bía: “Me obligaste a confiar en ti,pero sólo en ti, y sólo entre nosotros”.Blücher, con su ternura y su cons-tancia, consiguió que Hannah se ol-vidara de su desconfianza y su mie-do. No consiguió, eso es cierto, quese olvidara de “Martin, la leyen-da”, como le llamaba con gran sen-tido del humor, pero la ayudó a en-frentarse con la turbación que laprodujo encontrarse de nuevo con su

inolvidable maestro. En 1960, Han-nah Arendt escribió una dedicato-ria que pensaba mandar a Heideg-ger, acompañando la traducción alalemán de una de sus obras. Decíaasí: “Queda este libro sin dedicato-ria. Cómo debería dedicártelo, ami-go del alma, al que he permaneci-do fiel e infiel y siempre enamo-rada”. No envió esa misiva. En su lu-gar, mandó una fría nota que enfu-

reció a Heidegger.Heinrich Blücher murió en 1970.

Arendt le sobrevivió cinco años.“¿Cómo voy a vivir ahora?”, pre-guntó a sus amigos. Nunca abando-nó el apartamento de Riverside Dri-ve, en el que habían vivido, porqueen él la ausencia de Blücher estaba“presente y viva en cada rincón yen todo momento”. Hannah Arendthabía conseguido arraigarse. Blücherhabía sido su patria.

JOSÉ ANTONIO MARINA

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A R E N D T , 1 0 0 A Ñ O S C L A V E S V I T A L E S

“Al elegirla como amante, Heidegger cumplía un sueño de la joven intelectual judía:

ser definitivamente aceptada por un representante insigne de la cultura alemana. Pero

el autor de El ser y el tiempo, un hombre casado, acabó pidiéndole que no se vieran más”

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ANDRÉS NEUMAN

P á g i n a s d e E s p u m a , 2 0 0 6 .1 6 6 p á g i n a s , 14 e u r o s .

La precocidad de AndrésNeuman como escritor y laestima con que desde el

principio (desde Bariloche, 1999)fueron acogidas sus obras por la crí-tica, eran factores lo bastante peli-grosos para empujarlo a la deriva. Re-conforta comprobar que no ha sidoasí, y que el autor continúa experi-mentando, tanteando en busca deformas narrativas innovadoras, ensa-yando modalidades de relato y con-figurando historias que proporcio-nen al lector la suprema virtud dela sorpresa. Para un novelista, elcuento es en buena medida la hormaadecuada, el ámbito ideal en quesituar estos tanteos, y así me pareceentender los más de treinta relatosbreves que forman este volumen, al-gunos de los cuales, presentados pa-ladinamente bajo el rótulo “Minia-turas”, cultivan la moda del micro-

rrelato. El más breve de todos ellostiene sólo cuatro palabras. Su títuloes “Novela de terror”, y dice: “Medesperté recién afeitado”. Claro que,en este terreno, casi todos los expe-rimentos están ya hechos, y es difícil–en realidad, imposible– sobrepasarel minimalismo del relato que en-cabeza el volumen de Luciano G.Egido Cuentos del lejano Oeste.

No puede pedirse unidad al con-junto, porque la naturaleza de loscuentos aquí reunidos es muy di-versa, y el mismo autor subraya elhecho al agruparlos en tres apartadosdiferentes, a los que hay que sumarunos curiosos “Dodecálogos de uncuentista” que, a pesar de su formade ligeros aforismos, delatan la preo-cupación del autor por un género decontornos borrosos sobre el que hareflexionado con agudeza, con ase-veraciones como éstas: “Narrar es se-ducir: jamás satisfagas del todo la cu-riosidad del lector”. O bien:“Corregir: reducir”, y “Los persona-jes aparecen en el cuento como por

casualidad, pasan de largo y siguenviviendo”. Por lo que se refiere alos relatos, algunos destacan por suconstrucción ejemplar, que les per-mite, en efecto, dejar flotando, sindesarrollarlas, multitud de sugeren-cias, como sucede en “La prueba deinocencia”, atroz estampa de la in-defensión frente alpoder, en un univer-so kafkiano de apa-riencia actual. O en“Las cartas de lostristes”, narraciónepistolar de fondotrágico que constitu-ye una conmovedo-ra visión del desvali-miento sentimental. La soledad yla insatisfacción vital aparecen níti-damente representadas en relatos degran densidad narrativa, como “Doshombres pasajeros” –de intenciona-do título– o “La belleza”. Y varioscuentos tienen la literatura comomotivo esencial, bien con recrea-ciones de autores –“Queneau asal-

taba ancianas”– o con burlas acercade la situación del escritor o de la ac-tividad editorial, como sucede en“El editor no duerme” o en “El gé-nero literario”. El relato inicial, encambio, que da título al libro y plan-tea una vez más la equivalencia en-tre creación biológica y artística –un

problema central,por cierto, en la poé-tica unamuniana–,se me antoja erró-neamente plantea-do y resuelto por sudesmesura y por lainnecesaria acumu-lación de detalles“realistas” que ter-

giversan la ecuación inicial, puesequiparan el parto a la cópula y noal alumbramiento.

A pesar de la desigualdad estéti-ca entre los distintos relatos, Alum-bramiento permite atisbar a un autorque aún puede ir mucho más lejos.

RICARDO SENABRE

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L E T R A S / R E L A T O S

“A pesar de la desi-

gualdad estética entre

los relatos, Alumbra-

miento permite atisbar

a un autor que aún pue-

de ir mucho más lejos”

Alumbramiento

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JORGE VOLPI

A l f a g u a r a . M a d r i d , 2 0 0 6 .5 5 0 p á g i n a s , 1 9 ’ 5 0 e u r o s

AJorge Volpi no le arredran losgrandes retos: es de esos es-critores que afrontan graves

problemas, lo hacen con una enormeseriedad y levantan construccionesnarrativas densas y extensas. Su am-bición y sus preocupaciones se evi-dencian en la muy voluminosa Noserá la tierra, donde construye una pa-rábola global de la pasada centuria.

Le parece el siglo XX al escritormexicano un periodo decisivo en lahistoria de la humanidad, marcadopor hechos de trascendencia irre-versible, descubrimientos capitalesy horrores espantosos. De ahí el es-tímulo para condensarlo en una fá-bula unitaria y amazónica cuya pri-mera impresión de lectura merecuerda ese refrán que sostiene quequien mucho abarca poco aprieta.Aunque la novela se concentre en elúltimo cuarto del novecientos, reco-rre su historia social y política casi ensu totalidad. Su escenario se centraen la Unión Soviética y Estados Uni-dos de modo destacado, pero abar-ca medio planeta (también trata deAfganistán, Azerbaiyán, el Zaire,México, Alemania, Hungría…). Enfin, la envergadura del empeño que-da clara indicando los muchos asun-tos que más o menos se detallan:los sistemas comunista y capitalis-ta, la especulación bursátil, los na-cionalismos, la guerra biológica,Chernobil, la cibernética, la bioin-dustria, el genoma humano…

Para contar e interpretar las trans-formaciones que marcan nuestraépoca, Volpi acude a una mezcla dedocumentación histórica, reportajeperiodístico e invención. Los per-sonajes reales (estadistas, científicoso escritores: Gorbachov, Yeltsin, Re-agan, Mobutu, Sajarov, entre otros)comparten la anécdota con seres de

ficción. Tal alianza de reporterismoe inventiva es un enfoque prome-tedor, pero su funcionamiento noproduce óptimos resultados. Fuerza,aparte de saltos espaciales y tem-porales continuados y violentos, un

número de casualidades excesivopara que los protagonistas ocupen demanera habitual un lugar destaca-do en hechos históricos relevantes.Y, además, y éste es el reparo más se-rio, esa dispersión impide profun-dizar en las anécdotas personales yvarias de ellas de gran interés que-dan como cogidas con alfileres.

El problema viene de que el au-tor mete en el libro más de una no-vela: las historias de una bióloga so-viética, una economista americana yuna experta en informática húngara;estas mujeres arrastran, además, asus familiares, quienes, a su vez, asu-men conflictos nada sencillos. Cadauna de estas líneas requeriría por sísola un tratamiento pormenorizadoy, desde luego, el nexo entre ellas re-sulta casi inverosímil de puro forza-do. Es más, una de esas anécdotashabría bastado para hacer una no-

vela breve intensa, emocionante, te-rrible. Me refiero a la peripecia deOksana, la hija de la bióloga men-cionada y de un científico disidente.Uno intuye, palpa, la grandeza trá-gica y conmovedora que se escon-de en esta chica y que habría aflo-rado si el relato se hubiera centradoen ella y hubiera apurado su emo-cionante vivencia del desvalimien-to. El personaje tiene fuerza bastan-te para ser la encarnación dramáticadel mundo contradictorio de los ma-yores y símbolo pleno de esa reali-dad que la convierte en víctima.

Este exceso de materia, abun-dancia de destinos y problemas, ma-logra la novela. Sería mezquino, sinembargo, limitarse a subrayar estosreparos cuando ha de quedar cons-tancia clara del mérito de una obracon muchos aciertos parciales, y muypor encima del minimalismo quese predica como lo propio de estetiempo y que suele esconder floje-ra o comodidad. Volpi se arriesga, ymucho, y consigue algunas cosasmuy buenas. Destacan la viveza deun puñado de situaciones y la ca-pacidad para crear personajes verda-deros dentro de una concepción psi-cologista. La crónica del siglo tieneuna gran plasticidad y está inspira-da en una reflexión ética profunda.En el fondo de la crónica late la con-dición humana. Y en función de unamirada ácida sobre nuestra naturale-za, el autor acierta a plantear el li-bro como “novela en tres actos”, locual ya sugiere el drama que pone demanifiesto. Las desgracias irrepara-bles se acumulan en el desenlace yla obra en conjunto deja un diag-nóstico muy agrio del pasado y un in-quietante mensaje para el futuro.

SANTOS SANZ VILLANUEVA

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L E T R A S / N O V E L A

“A pesar de sus excesos, la crónica del siglo tiene gran

plasticidad y está inspirada en una reflexión ética profunda”

No será la tierra

RICA

RDO

CASE

S

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L E T R A S

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Sáábbaaddoo,, 3300 ddee jjuunniioo ddee 11995566.. Borges me diceque pueden distinguirse dos maneras de es-cribir mal. Una, por descuido, que no tiene

mayor importancia; por ejemplo, el modo en queestán escritos muchos libros de filosofía y de temacientífico. Otra, por una perversión del gusto delautor; por ejemplo, cuando Ortega y Gasset lla-ma a las mujeres de los tribunales de amor pro-venzales hembras civilizadoras. BORGES: “Por quéhembras? ¿Por qué civilizadoras? Quería exhibir susconocimientos etimológicos. Baroja dice que Or-tega está bien, pero que lo de Gasset es demasia-do catalán y que desconfía de los productos de lafirma Ortega y Gasset”.

Martes, 31 de julio de 1956. [...] BORGES:“Van a nombrar presidente en la Academia Ar-gentina de Letras. No me gusta nada la Acade-mia. Con esa gente no se puede hacer nada. ¿Porqué la Academia depende de la española, que yaestá bastante desacreditada? Habría que inde-pendizar la Academia Argentina de la Españo-la. Con la gente que hay ahí no se puede hacernada. Vos y yo no somos hombres de campa-ñas; preferimos el ocio. Habría que llevar ener-gúmenos: a Sabato o a Martínez Estrada. [...]”.

JJuueevveess,, 2255 ddee ooccttuubbrree ddee 11995566. Borges medice: “Le dieron el Premio Nobel a Juan Ra-món Jiménez”. BIOY: “Qué verguenza...”. BOR-GES: “...para Estocolmo. Primero a Gabriela,ahora a Juan Ramón. Son mejores para inventarla dinamita que para dar premios”. BIOY: “Decualquier modo, Juan Ramón es mucho mejorque Gabriela Mistral. Los malos poemas de JuanRamón son malos; pero los mejores son bastan-te buenos. Gabriela Mistral no ha escrito nin-gún poema bastante bueno.[...]”.

VViieerrnneess,, 2266 ddee ooccttuubbrree ddee 11995566. Hablamos delPremio Nobel. Borges está hoy mejor inclinadohacia Juan Ramón Jiménez: “qué bien lo quedijo: ‘El premio Nobel me llena de tristeza. Mimujer está muy enferma’. Qué bien que dijera

una frase llana: ‘Me llena de tristeza’. Todo se hu-biera ido al diablo si hubiera procedido comoescritor y si hubiera dicho ‘me puebla de triste-zas’ o algo así”. Borges recuerda que hablabamal de casi todos sus compatriotas: “Decía: ‘Nose podía visitar a Pérez de Ayala. Tenía la casaadornada con jamones y chorizos’, o: ‘No se po-día visitar a Azorín. Tenía en la mesa de luz un ce-nicero con un Quijote de metal, de cincuenta cen-timetros de alto’, o: ‘En casa de Antonio Machadono pude sentarme en la silla que éste me ofre-cía porque en ella había quedado olvidado, de va-rios días probablemente, un huevo frito’”. Hoymurió Zenobia, la mujer de Jiménez. [...]

LLuunneess,, 2299 ddee ooccttuubbrree ddee 11995566. Leemos a Ba-roja: el primer capítulo de El árbol de la ciencia.Es notablemente insulso, pobre; [...]. BORGES:“Quién sabe contra cuantos libros está escrito. Paraadmirarlo hay que pensar, quizá, en Ricardo León,quizá en los imitadores de Cervantes. Baroja dijoque Unamuno era deshonesto, que atacaba a Go-ethe y sin inconveniente admiraba la prosa deun presidente Pérez, general de la pampa (Sar-miento). Durante la primera guerra, al menos,fue germanófilo. Escribió Horas solitarias: el títu-lo era un desafío porque Baroja tenía fama deonanista”. Recuerda que cuando leyó, hace años,El árbol de la ciencia, le gustó enormemente. [...]

DDoommiinnggoo,, 99 ddee jjuulliioo ddee 11995599. BORGES: “EnEspaña están tan encerrados en sí mismos queal tratar del modernismo procuran olvidar a Da-río. Ya hay una convención entre los españolesque reconoce como origen del modernismo aJuan Ramón Jiménez y las coplas andaluzas. Esdemasiada ingratitud con Rubén: el modernismoles llegó de América”.

Borges, contra todosPOR ADOLFO BIOY CASARES

Juez severo, sarcástico y mordaz crítico de sus compañeros de letras. Así es el Borges que nos revelan los diariosinéditos de Adolfo Bioy Casares, con el que el autor de Ficciones compartió confidencias a lo largo de más de me-dio siglo de amistad. El Cultural ya publicó hace años la primera ráfaga de estos diarios (sobre literatura, política,las mujeres, la amistad...) entonces secretos y que ahora salen a la luz en edición de Destino. Juan Ramón, Que-vedo, Neruda, los Nobel... nadie se salva de su hoguera de vanidades. En todo caso, historia literaria en estado puro.

El mejor poema de Quevedo lo escribióGóngora. Además Góngora escribió ese

tipo de sonetos antes que Quevedo.

Habría que independizar la AcademiaArgentina de la Española. Con la gente quehay ahí no se puede hacer nada. Habría

que llevar energúmenos: A Sábato...

Yo fingí no haberlo leído [Marinero entierra]. Es una porquería. Pero no es

necesario leerlo: basta con conocer a Alberti.

Qué vergüenza para Estocolmo dar el Premio Nobel a Juan Ramón Jiménez

y a Gabriela Mistral.Son mejores para inventar la dinamita

que para dar premios.

Kafka inventó un tipo totalmente nuevode relato. Ha sabido manejar su inventocon notable economía y lucidez, utilizan-do una cantidad mínima de elementos.

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B I O Y / L O S D I A R I O S S E C R E T O S

Hablamos de Juan Ramón Jiménez. BOR-GES: “Juan Ramón encuentra a Federico Gar-cía Lorca y le dice: ‘Parece que anoche arma-ron jaleo en el estreno de una de tus zarzuelitas’.Uno de los mejores rasgos del carácter español esel de no dejarse sobornar”. BIOY: “Juan Ra-món me dijo que él no podía viajar ni irse al cam-po, porque lo inquietaba estar lejos de los sana-torios. En varias oportunidades de su vida huyóde su casa a un sanatorio; los médicos le asegu-raron que no estaba enfermo, pero prefirió per-manecer allí un tiempo”. BORGES: “¿Cómo po-día gustarle estar en un sanatorio? Es como estaren una cárcel. Bastantes días después de habersalido del sanatorio, yo me despertaba y al verque estaba en casa me sentía feliz: tan feliz queno necesitaba nada más. Es claro que Juan Ra-món era un hombre muy vanidoso; en un sana-torio todo el tiempo se ocupaban de uno, le pre-guntan cómo está y lo examinan: eso le gustaría”.[...] Recuerda: “Boletín Bello Español Andaluz Uni-versal, publicación de Juan Ramón Jiménez...Además de escribir en una prosa horrible, eraintelectualmente muy débil. Él mismo lo sabía.Se amoldaba a ser una suerte de pet de la gente.Cuando empezó a dar lecciones en la Universi-dad de Puerto Rico, y vieron que todas las cla-ses eran la misma y se reducían a unas cuantasanécdotas contra escritores españoles contempo-ráneos, le dijeron que no necesitaba dar más cla-ses, que bastaba con que recibiera a los estu-diantes que quisieran consultarlo. Él no se enojó.Otro se hubiera avergonzado y hubiera tratado deestudiar un poco, para seguir con las clases. [...]

Elogia a Antonio Machado, pero excluye desu elogio los poemas descriptivos de Castilla: “Ahíaparece como turista”. Recita “Retrato”. [...]

SSáábbaaddoo,, 2255 ddee jjuulliioo ddee 11995599. Leemos las pri-meras páginas de Lolita de Nabokov. BORGES:“Yo tendría miedo de leer ese libro. Ha de ha-cer mucho mal a un escritor. Uno advierte quees imposible escribir de otro modo. En seguida,estás haciendo monerías ante el lector, sos un ma-labarista, sacás tu galera y tu conejo, sos un ata-reado Fregoli”. [...]

SSáábbaaddoo,, 11 ddee aaggoossttoo ddee 11995599. BORGES: “¿Vis-te? El mejor poema de Quevedo lo escribió Gón-gora. Además, Góngora escribió ese tipo de so-netos antes que Quevedo. Porque es de Góngora,los críticos no lo encontraron representativo delresto de la obra, no supieron qué hacer con él y noes famoso. ¿Cómo escribió menos solícito velozsaeta en el primer verso? Bueno, quién sabe cómo

pronunciaba: Meno sholicitó veloz shaeta... Imaginoque esa dureza es deliberada, para imitar el silbi-do de la flecha”. [...] Leemos las anécdotas reco-gidas en el apéndice de la edición de Aguilar. BOR-GES: “Qué lejos estamos de España. Es como sileyéramos noticias sobre los persas, o los esqui-males. Se ve que le gustaba plantar frescas. Estasbromas no son buenas, pero ¿qué puede quedar deuna broma después de tantos años? (Sin embar-go las bromas que se conservan de Voltaire noson tan malas...). Uno sigue leyendo porque pien-sa que ya las malas anécdotas estarán agotadas...qué vida: muy clerical, entre curas. Está bien quediga que tiene tan poca teología que mejor es queescriba cosas frívolas, para no caer en herejías”.

JJuueevveess,, 2244 ddee sseeppttiieemmbbrree ddee 11995599. BORGES:“Fuimos a premiar los poemas de una exposición

[...]. Qué poemas. Todos querían premiar unode un hombre que tenía relojes en las rodillas. Unmuchacho Bastianini –¿lo conoces?, es un idiota–[...] dijo: ‘Lorca es un escritor moderno, pero suforma ya es clásica. No puede juzgar a Albertiquien no haya leído Marinero en tierra: libro for-midable’. Yo fingí no haberlo leído. Es una por-quería; pero no es necesario leerlo: basta con co-nocer a Alberti. Premiamos un soneto muypompier. Ya es algo. Qué gente estúpidamente es-crupulosa. No se resolvían a dar a tal poema elprimer premio, a tal otro el segundo. Yo les dijeque los dieran al azar; que dentro de pocos si-glos nadie se acordaría de los poemas, ni de lospremios ni de las personas, que esta tarde, enVilla del Parque, estábamos discutiendo. [...]”.

Domingo, 27 de septiembre de 1959. BOR-GES: “[...] Por ejemplo, en el (modesto) géne-ro policial [...] Kafka no explica ni necesita ex-plicar: su misterio es el misterio del mundo ode la vida”. BIOY: “Participamos en sus relatoscomo en una novela de aventuras: sin embargola acción ocurre como en un sueño. Seguimos concredulidad, como en un sueño, sus sueños”.BORGES: “Kafka inventó un tipo totalmentenuevo de relato; pero, a diferencia de todos losinventores y precursores, ha sabido manejar suinvento con notable economía y lucidez, utili-zando una cantidad mínima de elementos. Estasencillez de sus composiciones es uno de sus ma-yores méritos”. BIOY: “Las personas que in-ventan algo díficilmente pueden discernir bieny atender a varias cosas a la vez. Por ejemplo, Gra-cían, ocupado en buscar epítetos nuevos, no secuida de que sean felices. Si comparamos a Joy-ce con Kafka, Joyce queda como una especiede Breton o Tzara”. BORGES: “Sin embargo,Joyce escribió frases muy lindas”. BIOY: “Losméritos de Joyce son el talento verbal y una ca-pacidad retórica que lo llevaba a momentos deverdadera elocuencia; sus defectos, que no eracapaz de construir una obra y que no era muyinteligente. Kafka fue un ser prodigioso (comoescritor y como ser humano). Los escritos de Kaf-ka interesan al hombre; los de Joyce, al estilis-ta. Joyce es una suerte de Quevedo”. [...] ¿Porqué se ha de escribir un libro en que se men-cionan todos los comercios de Dublín? Las ide-as de Joyce, según las refiere Stuart Gilbert, noeran lúcidas. Los cuentos de Dubliners son muybobos. Müller dijo que el Ulysses no era un libropara ser leído, sino para ser comentado; no en vis-ta de lectores, sino de críticos. No sé si no haycierta analogía entre Rabelais y Joyce”. �

Juan Ramón era un hombre vanidoso.Además de escribir en una prosa

horrible, era intelectualmente muy débil. Él lo sabía. Se amoldaba a una suerte

de pet de la gente.

Escribió Horas solitarias : El título era un desafío porque Baroja

tenía fama de onanista.

El Antonio Machado de los poemasdescriptivos de Castilla parece

un turista

Qué lejos estamos de España. Es como sileyéramos noticias sobre los persas, o

los esquimales.

Baroja dice que Ortega está bien, peroque lo de Gasset es demasiado catalán y

que desconfía de los productos de lafirma Ortega y Gasset.

[Lolita]. Yo tendría miedo de leer ese libro,Ha de hacer mucho mal a un escritor.

Uno advierte que es imposible escribir deotro modo. En seguida estás haciendo

monerías ante el lector.

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DINO BUZZATI

Tr a d u c c i ó n d e M e r c e d e s C o r r a l .Ac a n t i l a d o . B a r c e l o n a , 2 0 0 6 .6 1 6 p á g i n a s , 2 8 e u r o s .

No es ésta la más completarecopilación de las narra-ciones escritas por Dino

Buzzati. En 1982, diez años despuésde su muerte prematura, se publi-có un volumen con el triple de pie-zas que las que se traducen ahora acuenta de los Sessanta raccontique en1958 le proporcionaron a su autorel premio Strega. Ése es, por tanto,el terminus ad quem al que podemosllegar en la trayectoria narrativa deBuzzatti, que había conocido sus pri-meros éxitos en los años cuarentacon el relato “Los siete mensajeros”y la novela corta Miedo en la Scala re-cogidos aquí.

En este último título va inclui-do uno de los temas obsesivos del es-critor. Buzzati, que desarrolló toda suvida profesional en “Corriere de laSera”, al que sirvió tanto de corres-ponsal en la guerra de Etiopía comode crítico de arte, transforma la na-rración aparentemente costumbris-ta de una velada del famoso teatromilanés en una irónica puesta enevidencia del miedo de los burgue-ses al estallido de una supuesta re-volución que creen inminente envirtud, tan sólo, de meras sugestio-nes y, quizás, de su propia mala con-

ciencia. Frente a los cuentos de te-rror, los relatos de miedo de Buzza-ti calan en la sensibilidad de sus lec-tores mediante muy hábiles recursospara generar un clímax desasose-gante a partir de una minucia o unabanalidad, una gota de agua, los ra-tones, las cucarachas, la tiranía de unniño, el caudal del río que se aba-lanza sobre una casa señorial, cuan-do no de una amenaza inconcretacomo la que se cierne sobre los via-jeros del tren en “Algo había pasa-do”. En el cuento “Siete pisos” com-partimos la angustia de GiuseppeCorte al ver cómo su ubicación en lasdiferentes plantas de un sanatorio lova acercando a la muerte, en un cres-cendo kafkiano que también en-contramos en otras piezas como “Noesperaban nada más” y en relatos deambientación oficinesca, como “Unacarta de amor”. No es descabelladaesta conexión con el autor de La me-tamorfosis; Buzzati carece, probable-mente, de su hondura, pero existenmuchas concomitancias entre losuniversos de ambos, con una evi-dente diferencia en la gradación deun componente, el humor, que no esajeno a Kafka, pero que en el italia-no se manifiesta más risueño y pa-tente, asociado además a una ironíageneralizada que no deja de trans-formarse en sarcasmo como suce-de, por caso, en “El crítico de arte”.

Porque no resulta difícil vincu-lar las creaciones narrativas de Buz-zati con su actividad profesional, queincluyó, como es bien sabido, pre-cisamente la crítica artística. “Huel-ga de teléfonos”, “El problema delestacionamiento”, “La peste auto-movilística” son títulos que remi-ten a la cotidianeidad recopilada enlas páginas de la Prensa, del mismomodo que “De hidrógeno” o “Ri-goletto” traslucen el miedo a la gue-rra nuclear, tan propio de aquellosaños primeros de la guerra fría, o “Elcuento de Navidad” responde a una

vieja tradición del periodismo eu-ropeo. En Buzzati se da, sin embar-go, un curioso fenómeno que tam-bién podemos percibir en laliteratura de Álvaro Cunqueiro: elsalto sin solución de continuidadde la realidad más pedestre a la ma-gia y la fantasía. Ambos escritoresson maestros en narrar con los mis-mos recursos y con idéntica solturalo natural y lo insólito, lo empíricoy lo inverosímil. Los propios lectoreshabituales de la Prensa escrita sa-bemos que no hay día en que no senos ofrezca una noticia, avalada porel pacto de veracidad que es propiodel medio, que trascienda o inclusoviolente las reglas de la lógica comúnpara adentrarse en las fronteras de lamaravilla.

Leídos en su conjunto los relatosde Buzzati dejan ver, a veces con de-masiada candidez, las estrategias delautor, que suele comenzar la narra-ción con la muy precisa referencia al

nombre y entorno del protagonistapara emprender luego, gradualmen-te, un camino de sucesiva desreali-zación. Incluso en alguna ocasión,como en “El hombre que quiso cu-rarse”, se incurre en la torpeza deacompañar el escueto relato de loshechos con su hermenéutica ad usumdelphini.Por eso, y en un sentido con-trario, los mejores relatos de Buzza-ti son aquéllos que preservan hastael final la atmósfera ambigua y su-gerente de historias a medio caminoentre la realidad y la fantasía, con unpie en la noticia y la mirada volcadahacia un horizonte de misterio y poe-sía. Curiosamente, algunos de ellos,por ejemplo “La capa” o “La can-ción de la guerra”, coinciden en sutema bélico, al que pertenece tam-bién la última pieza de la colección,otra novela corta de impresionantefactura, “El acorazado Tod”.

DARÍO VILLANUEVA

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 0

L E T R A S / R E L A T O S

Sesenta relatos (de Buzzati, a los 100)

Como en tantas ocasiones ycon tantos autores (Roth,Zweig) ha hecho Jaume Vall-corba en Acantilado, tambiénJavier Santillán, de Gadir, pue-de enorgullecerse de haber re-cuperado del olvido a DinoBuzzati. En los últimos añosha rescatado El desierto de lostártaros, Un amor, El secreto delBosque Viejo, La famosa inva-sión de Sicilia por los osos, Elgran retrato, y ahora, para cele-brar el centenario del italiano(se cumple el próximo lunes 16), publica por primera vez en Es-paña, Poema a fumetti (Poema en viñetas. Novela gráfica), con dibujosdel autor, y una nueva edición ilustrada de El secreto... El primeroes una revisión del mito de Orfeo y Eurídice, cargado de erotismo,misterio y melancolía. Escrito originalmente en 1969, en su momentoel autor no estaba seguro de que fuese entendido y apreciado,aunque él personalmente se prefería pintor antes que escritor.

El cómic inédito

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RAYMOND CARVER

Tr a d u c c i ó n d e J a i m e P r i e d e . B a r t l e b y. M a d r i d , 2 0 0 6 .2 6 0 p á g i n a s , 1 7 e u r o s .

Conocíamos entregas parcia-les de la obra del poeta y na-rrador norteamericano Ray-

mond Carver (1939-1988). Entreellas, alguno de sus libros de rela-tos y los dos poemarios publicadospor Visor. Ahora, el lector españoltiene la posibilidad de acceder a lapoesía completa de este sugestivo yvalioso poeta, publicada con ante-rioridad en Londres (All of Us, 1996).Salvo alguna entrega muy leve, cua-tro son los libros de poemas que es-cribiera: Incendios, Donde el agua seune a otras aguas (el agua del río jun-to al cual fue pescador de peces y depoemas, el que se unía al mar), Ul-tramar y Un sendero nuevo a la cas-cada. Lleva esta entrega total de supoesía dos prólogos, uno del fiel tra-ductor y otro de la mujer de Car-ver, Tess Gallagher, de la que estamisma editorial ha editado un poe-mario –El puente que cruza la luna, entraducción de Eduardo Moga–, quees un sentido y muy revelador ho-menaje precisamente a la figura desu marido.

Leyendo los poemas de Carver–reparando en la claridad impre-sionista de los mismos– no he teni-do por menos que recordar la poesíade otro compatriota suyo, el poetaKenneth Rexroth, aunque el mar-

cado realismo de Carver parezca es-tar lejos del lirismo atmosférico ytrascendental de Rexroth. Aunqueen ambos poetas hay un estatismode palabras e imágenes que losaproximan, el realismo, el carácter

narrativo de sus versos, la naturali-dad expresiva y el coloquialismode Carver, lo distinguen del poetamentor de la generación Beat.

La mayoría de los poemas deCarver parten de una anécdota o cir-cunstancia de la realidad doméstica.A veces, incluso una sola palabradesencadena el poema, que se cie-rra con ironía, humor o gravedad. Enocasiones, esa palabra le da una di-mensión lírica al texto –así en el poema “Colibrí”, o en los que de-dica a otros animales, como el perro,el cuervo o los peces–, pero lo nor-mal es que sea una palabra de la co-tidianidad (un coche, unas zapatillaso un televisor) la que dé lugar al poema. Lo importante es que el poe-ta seguro sabe metamorfosear esa re-alidad –sea lírica o sea descarnada-mente realista– para fertilizarla. Aveces lo trascendente y lo real sefunden en el poema y quizá se ci-fre en esta operación la clave de lavoz tan original de este autor. Así, elcoche es expresión del ensueño,las ondas de la radio le llevan en suduermevela a un diálogo con nues-tro Antonio Machado o un tranvía leconduce al cementerio de Zurich,donde se halla la tumba de Joyce.

Hay, en todo momento, unacompensación en los poemas queequilibra la dura realidad y que lepermite superar las pruebas o pe-sares de la existencia. La muerte so-brevuela la obra de Carter, y no sóloporque el alcohol alterara su exis-

tencia sino, sobre todo, porque losúltimos años de su vida pasaron porla prueba de un cáncer reactivadoque al final le acabó derrotando. Lacercanía cómplice de su mujer y lashuidas a la naturaleza –contrapesosfecundos del dolor– son otras com-pensaciones que se identifican conla más sanadora para él, que fue la dela creación poética.

Algo parecido sucedía ya en susrelatos, los del que reconocierancomo el “Chejov americano”. Porello, es engañoso el realismo brus-co y tantas veces provocador de lapoesía de Carver. Como afirma TessGallagher la poesía fue para él, antetodo, un “cauce espiritual”, una“necesidad del alma”. De ahí quecomenzáramos recordando la sin-tonía –subterránea– con una obraplenamente metafísica como fuela de Rexroth. No faltan en la obrade Carver otras afinidades, bien conpoetas norteamericanos –Dickin-son, Williams, Ginsberg– bien conotros europeos, como Ajmatova, Ce-lan o Lowell. Nos engañaríamos sisólo viéramos en Carver un “inven-tario de los estragos de la vida do-méstica”. Su esposa nos dijo queél logró en sus poemas que “lo ex-traordinario pareciera normal”. Nosotros cambiaríamos esta afirma-ción diciendo que él logró que lonormal pareciera extraordinario.Este es el milagro de la poesía.

ANTONIO COLINAS

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L E T R A S / P O E S Í A

(Carver entre) Todos nosotrosAR

CHIV

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“La mayoría de los poe-

mas de Carver parten de

una anécdota doméstica. Él

logró que lo normal pare-

ciera extraordinario. Este

es el milagro de la poesía”

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L E T R A S / H I S T O R I A

CARLOS ROJAS

P l a n e t a . B a r c e l o n a , 2 0 0 6 . 4 2 0 p á g i n a s , 2 7 e u r o s

ELLOS Y NOSOTROS

SOFÍA MORO

B l u m e . B a r c e l o n a , 2 0 0 6 . 3 1 9 p á g i n a s , 2 8 e u r o s

Pese a su aparente similitud,estamos ante dos obras en lasque priman las disparidades

sobre las semejanzas. La de CarlosRojas se inscribe en la línea tradi-cional del análisis político e ideo-lógico para componer, como bien in-dica su subtítulo, una “antologíade los vencidos en la contienda ci-vil”. Lo que aquí importa, sobretodo, es la reflexión intelectual deresponsables políticos y militares,o de personajes relevantes (artis-tas, intelectuales, etc.) sobre las cau-sas de la derrota republicana. La deSofía Moro, por el contrario, se sitúamás bien en la órbita de la historiaoral que consagrara Ronald Fraser(Recuérdalo tú y recuérdalo a otros): eneste caso lo que interesa no es la di-sección política sino las vivencias delos combatientes de ambos bandos–otra diferencia básica– y, aunqueaparecen algunos nombres conoci-dos, lo que se trata de captar es el su-frimiento del hombre común en unenfrentamiento fratricida.

Por qué perdimos la guerra es unanueva edición, bastante cambiada enextensión y estructura, de una vie-ja obra de 1970. Se trata en principiode una antología de textos, algunosde ellos muy conocidos como el Ho-menaje a Cataluña de Orwell, La ar-boleda perdida de Alberti o las Me-morias de Carrillo. Pero para que elresultado vaya más allá del simple collage, Rojas ha añadido en cada ca-pítulo un extenso prólogo, que lue-go se prolonga en una amplia presentación del personaje y su cir-cunstancia, antes de cederle la pa-

labra. De esa manera los fragmentosseleccionados adquieren un signifi-cado distinto al que podían teneren la obra original: a veces pareceque se mantiene entre sus autoresun diálogo, en otras ocasiones es unintercambio de acusaciones y siem-pre se establece una polifonía enri-quecedora, un cuadro lleno de ma-tices que nos distancia del tópico o latentación maniqueísta.

Es muy revelador que destaca-dos prohombres republicanos (Es-cofet, Ametlla) reconozcan desdeprimera hora que el fracaso del gol-pe sedicioso había supuesto el triun-fo de la rebelión militar, “puesto quela República democrática había desapa-recido, sumergida en el desorden yla anarquía” (p. 46). No todos com-parten esta explicación. Buena par-te de las autoridades o de los espec-tadores extranjeros (Pietro Nenni)culparán a las democracias occiden-tales (Gran Bretaña y Francia) poruna inhibición que juzgan criminal.Otros juzgan determinante la ayu-

da de Roma y Berlín al bando fran-quista (Robert Colodny, AntonioCordón). Pero hay también quienesatribuyen a los manejos de la URSSde Stalin el cáncer que corroerá a laRepública: Besteiro, Enrique Cas-tro, Jesús Hernández, etc. Otros, enfin, prefieren mirar dentro en vez defuera (Guarner, Vidarte, el propioAzaña) y encuentran así, en sus pro-pias entrañas, la razón del fiasco:frente al monolitismo franquista, laRepública nunca dejó de alimentarlas disensiones internas, primerocomo divergencias entre los gobier-nos central, vasco y catalán; después,con enfrentamientos teñidos de san-gre entre partidos o facciones.

Si es difícil extraer un significa-do unívoco del libro de Rojas, nopuede decirse lo mismo del volu-men que firma Sofía Moro. Comoconsecuencia del distinto enfoqueantes aludido, en este segundo casosí emerge una lección diáfana: enuna guerra civil todos somos per-dedores. Si nos atenemos al sentidoprofundo de la obra, podría decirseapenas sin exageración que estas pá-ginas están pergeñadas por los quevivieron aquellos años atroces des-de la trinchera, la destrucción y la

muerte. Son ellos los que narran enprimera persona, normalmente deuna forma muy resumida (tres o cua-tro páginas), las penalidades deaquellos años. Casi siempre con con-tención, con un cierto pudor, comosi las más extremas expresiones dela crueldad y la vesania no tuvierangran importancia.

La autora acierta al no disputar-les el protagonismo que les corres-ponde; se limita a transcribir fiel-mente sus impresiones, comple-mentándolas con unas bellísimas fo-tografías en blanco y negro que a ve-ces dicen más que las propias pala-bras. Salvo contadas excepciones(Sabino Fernández Campo, AbelPaz, Víctor Alba y pocos más) se tra-ta de hombres y mujeres sin rele-vancia social, gente de a pie que, sinpreguntas interpuestas, exponensus heridas físicas y morales con unallaneza desconcertante, como unaconfesión que termina en muchoscasos de modo parecido: quien novivió ese tiempo no puede imaginarcuánto dolor, tanto sufrimiento;aquello no sirvió para nada, no tienejustificación, no mereció la pena.

RAFAEL NUÑEZ FLORENCIO

Por qué perdimos la guerra

“A veces parece que en el libro de Rojas se mantiene en-

tre sus autores un diálogo. Del libro de Moro emerge una

lección clara: en una guerra civil todos somos perdedores”

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LUIS RIBOT

A l i a n z a . M a d r i d , 2 0 0 6 .3 1 2 p á g i n a s , 1 9 e u r o s

Luis Ribot es, posiblemente,uno de los más destacadosprotagonistas de la recupe-

ración que ha experimentado la his-toria española de la edad moderna(siglos XVI al XVIII) en los últimosaños, rescatándola de los esquema-tismos materialistas que la hicierontan indigesta como estéril en otrasépocas. Nombres como los de Gar-cía Martínez, García Cárcel, Martí-nez Shaw, Belenguer, Contreras,Fernández Albaladejo, Andújar, o elpropio Ribot sirven para completaruna brillante nómina de los que hansabido encontrar, desde posicionesideológicas bien distintas, el puntode equilibrio adecuado entre la his-toria de los fastos imperiales, quese prolongó hasta los años sesentadel siglo pasado, y el secarral histo-

riográfico que suponía el empeño deno hacer otra cosa que no fueran es-tudios demográficos y análisis de es-tructuras agrarias.

En ese proceso de renovación Ri-bot ha aportado una perspectiva eu-ropea en sus estudios de la Monar-quía Hispánica, con una especialatención al flanco italiano y medi-terráneo del imperio español. Su co-nocimiento del Nápoles español lehan convertido en uno de nuestrosprimeros italianistas en la edad mo-derna y le han proporcionado una au-toridad indiscutida en los encuentrosinternacionales sobre el siglo XVII.En realidad se podría decir que esapermanente proyección europeaconstituye otro de los rasgos carac-terísticos del trabajo de Ribot que,desde sus estudios sobre Sicilia y larevuelta de Mesina (1674), ha con-tribuido de forma muy brillante a re-saltar la importancia de conocer losescenarios europeos para una com-

prensión más acabada de esa Mo-narquía Hispánica que tanto atraehoy la atención de los grandes es-pecialistas.

El estado moderno ha pasado aser visto con una mayor atención a sufuncionamiento interno y, en esesentido, la atención que Ribot pres-ta al ejército se convierte en un ins-trumento muy significativo paracomprender la gestación de las mo-narquías nacionales que se consoli-daron en el XVI. En el caso de la mo-narquía española, su ejército brindóun modelo de referencia que no en-traría en crisis hasta el apogeo fran-cés del XVII. La tendencia a la crea-ción de ejércitos permanentes, encontraposición a lo que había ocurri-do los siglos anteriores, ha permitidohablar de una verdadera “revoluciónmilitar”, cuya validez se discute eneste libro. El autor del libro ha de-dicado también su atención a la fasefinal del siglo XVII, ocupada por el

reinado de Carlos II el Hechizado(1665-1700). Ribot, que dedica doscapítulos a este reinado, ha señaladolos perjuicios historiográficos que esecalificativo causó a la comprensiónde un periodo que, a veces, ha sidodespachado con una simple imagende decadencia sombría. Ribot, por elcontrario, rehabilita la figura del mo-narca y describe la existencia de pro-gramas de gobierno que coincidie-ron con una relativa recuperacióneconómica que se consolidaría enel siglo siguiente.

Ejército, revueltas populares, lamonarquía de los Austrias meno-res. Esos son los grandes apartadosde un volumen que recoge trabajosrealizados a lo largo de más de vein-te años, pero que se presentan aquíde forma articulada para ofrecer unaatrayente imagen del siglo XVII es-pañol.

OCTAVIO RUIZ-MANJÓN

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 3

L E T R A S / H I S T O R I A

El arte de gobernarEstudios sobre la España de los Austrias

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CLAIRE TRÉAN

Tr a d u c c i ó n d e J u l i e t a C a r m o n a .Pe n í n s u l a . B a r c e l o n a , 2 0 0 6 .25 6 p á g i n a s , 1 7 ’ 5 0 e u r o s .

Entre mayo y diciembre de2005 la periodista francesaClaire Tréan, liberada por

“Le Monde”, donde había cubier-to durante años la diplomacia, lasrelaciones internacionales y Orien-te Medio, viajó por Irán con la ayu-da de una mujer iraní cuyo nombreprefiere mantener en el anonimatopor razones de seguridad. Resultadode las entrevistas y reportajes deaquel viaje es este libro. Península hatenido tres aciertos al editarlo en cas-tellano: no ha esperado para tradu-cirlo uno o dos años como suele ha-cerse con los libros extranjeros; haacertado de pleno en la elección deltema (Irán es hoy uno de los desafíosinternacionales más urgentes) y hacambiado el título de la edición ori-ginal en francés, Le paradox iranien,que vio la luz el pasado 4 de mayo,por un título que refleja mucho me-jor el contenido. Es un libro perio-dístico, no académico. Apenas citaa autores renombrados, selecciona lostestimonios, y sólo incluye una con-versación en formato de entrevista.El resto las va goteando en el textopara reforzar, matizar y aclarar losmensajes principales de la obra.

Para la autora, el presidente Ah-madineyad y quienes le han cata-pultado a la presidencia pretendeninvertir el curso de la historia “parainstaurar un nuevo orden regional yuna nueva relación con Occidente enla que la nuclearización de Irán seráel elemento clave”. Lo tienen muydifícil, si no imposible, porque la ma-yoría de los iraníes y muchos de susdirigentes no apoyan ese proyectodel ala más extremista de la nebu-

losa de conservadores que, con elapoyo decisivo de la milicia basiyi(militantes y espías de barrio) y de lospasdaranes o guardianes de la revo-lución uniformados, se hizo con lapresidencia en el verano de 2005.

Conscientes de su debilidad, losnuevos dirigenteshan elegido el enri-quecimiento de ura-nio, que en la mentede los iraníes signifi-ca la modernidad, elprogreso y el orgu-llo nacional frente alenemigo exterior,para ocultar su inca-pacidad e ineficacia en las tareas degobierno, movilizar a la población ysilenciar a los disidentes. En la pro-paganda neoconservadora iraní a fa-vor de la nuclearización se repitenla necesidad de la energía nuclear(nunca hablan del arma) para recu-perar el estatus de gran nación y el

respeto internacional, y las mil varasde medir de las grandes potencias,que permitieron la nuclearización deIsrael, Pakistán, la India y Corea delNorte, y tratan de impedírselo a Irán.

La legitimidad de Occidentepara dar lecciones a los iraníes es

muy escasa, pueshasta los más prooc-cidentales recuer-dan el apoyo de Oc-cidente a SadamHusein cuando ga-seaba a kurdos e ira-níes, el medio siglode robo de su petró-leo por la Anglo-

Iranian Co., el golpe de la CIA con-tra el primer ministro Mossadegh en1953 por nacionalizar el petróleo ylos 25 años siguientes de apoyo es-tadounidense a la dictadura del Sha.Todo pareció entrar en vías de so-lución el 11-S. Ningún país musul-mán respondió con la rapidez y so-lidaridad de Irán. La cooperaciónentre Washington y Teherán con-tra los talibanes y Al Qaeda en Af-ganistán pudo haber sido el princi-pio de una nueva relación, pero consu discurso del eje del mal en ene-ro de 2002, Bush desperdició la opor-tunidad de hacer las paces con los su-cesores de Jomeini. Aunque lasuerte no está echada, Tréan reco-noce las enormes dificultades paraimpedir que Irán se haga con el armanuclear. Fortalecidos por los preciosdel petróleo, el lodazal estadouni-dense en Iraq y la expansión chiíen Oriente Medio, es obvio que Te-herán está utilizando las conversa-ciones iniciadas hace tres años conEuropa para ganar tiempo. Segúndistintas fuentes, necesita entre 5 y11 años para hacerse con la bomba,pero nadie está seguro de nada.

FELIPE SAHAGÚN

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L E T R A S / P O L Í T I C A

IránEntre la amenaza nuclear y el sueño occidental

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EE LL PP RR EE SS II DD EE NN TT EE DD EE II RR ÁÁ NN ,, MM AA HH MM OO UU DD AA HH MM AA DD II NN EE JJ AA DD

“Según la autora,

los dirigentes iraníes

han elegido el enri-

quecimiento de uranio

para ocultar su inefi-

cacia en el gobierno”

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E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 5

L E T R A S / E P I S T O L A R I O

Cartas de la guerraANTÓNIO LOBO ANTUNES

D e b a t e . B a r c e l o n a , 2 0 0 6 .42 9 p á g i n a s , 2 2 e u r o s .

Qué es Cartas de la guerra?¿La aventura de un hombreque vive y relata el fin de un

período de la historia de su país, elfin sangriento y trágico de la guerrade sublevación de las colonias (An-gola) y de la lucha por su indepen-dencia? ¿Una página de la historiaque cambió el rumbo de la historiade Portugal, que precipitó la Revo-lución de los Claveles y marcó a todauna generación de intelectuales y deescritores lusos en la misma líneaque Vietnam hirió las conciencias dela intelectualidad norteamericana?Es cierto que Angola y Mozambique

fueron heridas abiertas en la con-ciencia del pueblo portugués queinvitaban a la derrota, a ver a Portu-gal como un pueblo pobre y perdidoen un extremo de la península ibé-rica pero Lobo Antunes no nos hablade la inhumanidad de todo aque-llo, sino del tedio y la tristeza de la re-taguardia. Las cartas, que fueron en-viadas a su mujer una vez que LoboAntunes partió para Africa el día deReyes de 1971, son un documentopoco excepcional para conocer lascondiciones en que se desarrollóaquella guerra y para comprenderese sentimiento de pérdida y de sin-razón que encontramos en otros au-tores portugueses.

Cartas de la guerra es, sobre todo,un epistolario de amor, es el episto-

lario de un hombre que soporta todoaquello escribiendo cartas de amor ala mujer con la que había contraídomatrimonio unos meses antes. Ycomo todas las cartas de amor tienenel mismo fondo de sentimentalidadmezclada con sentimentalismo y deosadía mezclada con sueños, sobretodo cuando se confiesa la dimen-sión del deseo, a veces expresadocon imágenes de andar por casa:“Nadie – le escribe el 4 de abril de1971– me recuerda tanto el sexocomo tú, y escribo esto con una enor-me excitación sexual: tengo un más-til con bandera alzada en la barri-ga.¡ Quiero oír gritos! ¡ Quiero gritarencima de ti! Te pondrás unas me-dias negras [...]. Soy tu hombre y teamo”. Cartas que, como él dice, tie-

nen algo de ortopédico, algo que sir-ve para sustituir a la vida que falta.

Además Cartas de la guerra es undocumento para conocer al escritor enciernes que era Lobo Antunes. Por-que la literatura, en medio de la gue-rra, intentaba ser otro motivo de sal-vación personal. Un libro, en fin, pocosignificativo en muchos aspectos.Hay en él algo que le impide alcan-zar una grandeza literaria y es elmodo en que no aparece (sino comoretazos) la tragedia que se vivía a sualrededor. Ahí estaba la aventura quenos hubiera gustado leer, la dramá-tica poesía de aquellos momentosque un verdadero poeta hubiera con-vertido en una obra más valiosa.

DIEGO DONCEL

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E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 6

Ficción(SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA)

22.. Inés del alma mía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3/4Isabe l A l lende. PLAZA & JANÉS

33.. Travesuras de la niña mala . . . . . . . . . . . . . . . .-/14Mario Vargas L losa. ALFAGUARA

44.. Todo bajo el cielo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/1Mat i lde Asens i . PLANETA

55. El viento de la luna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .2/4Anton io Muñoz Mol ina. SEIX BARRAL

66. Brooklyn Follies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7/25Paul Auster. ANAGRAMA

77. Los peces de la amargura . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6/3Fernando Aramburu. TUSQUETS

88. En el nombre del cerdo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4/5Pablo Tusset. DESTINO

99. El abanico de seda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10/2Lisa See. SALAMANDRA

1100. Todas las familias felices . . . . . . . . . . . . . . . . . .4/2Car los Fuentes. ALFAGUARA

11. SABINA EN CARNE VIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3/4J. Sab ina/J. Menéndez F lores. EDICIONES B

22. La guerra que ganó Franco . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/8César V ida l . PLANETA

33. Un escritor en guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1/3Antony Beevor. CRÍTICA

44. Viajes con Heródoto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4/17Ryszard Kapusc insk i . ANAGRAMA

55. Aprender a convivir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/8José Anton io Mar ina. ARIEL

66. La gramática descomplicada . . . . . . . . . . . . . . . .-/1Alex Gr i je lmo. TAURUS

77. Los Borgia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .8/2Juan Anton io Cebr ián. TEMAS DE HOY

88. Adiós, depresión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .2/3Enr ique Rojas. TEMAS DE HOY

9. Ligero de equipaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/15Ian G ibson. AGUILAR

1100. La ciencia de la salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9/20Valent ín Fuster. PLANETA

11. EL CAPITÁN ALATRISTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1/4A. Pérez Reverte. PUNTO DE LECTURA

22. A sangre fría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/27Truman Capote. ANAGRAMA

33. El poder del ahora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9/3Eckhart To l le . MONDADORI

44. Déjame que te cuente . . . . . . . . . . . . . . . . . .4/42Jorge Bucay. RBA

55. En el blanco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .8/29Ken Fo l let . DEBOLSILLO

66. La historia del rey transparente . . . . . . . . . . .2/3Rosa Montero. PUNTO DE LECTURA

77. La cena secreta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7/8Jav ier S ierra. PLAZA & JANËS

88. Memorias de una Geisha . . . . . . . . . . . . . . . .-/42Arthur Go lden. SUMA DE LETRAS

99. Nuestra incierta vida normal . . . . . . . . . . . . .-/7Lu is Rojas Marcos. PUNTO DE LECTURA

1100. La biblia de barro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/4Jul ia Navarro. DEBOLSILLO

11. BUZÓN VACÍO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/8Juan Boni l la . PRE-TEXTOS

22. Todos nosotros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .2/4Raymond Carver. BARTLEBY

33. De Keats a Bonnefoy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3/4VV.AA. PRE-TEXTOS

44. Aullido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .2/5Al len G insberg. ANAGRAMA

55. Libro del anhelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/1Leonard Cohen. MONDADORI

66. Canción de cuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1/15W.H. Auden. LUMEN

77. La vida en llamas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10/7Lu is A lberto de Cuenca. VISOR

88. Soy vuestra voz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6/21Anna A jmátova. HIPERIÓN

99. Tigre la sed . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-/1VV.AA. HIPERIÓN

1100. Ellos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5/7Juan Ramón J iménez. LINTEO

No f icción(SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA)

Bols i l lo(SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA)

Poesía(SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA)

ALBACETE: Herso · ALMERÍA: Sintagma · ÁVILA: Senen · BADAJOZ: Universitas · BARCELONA: La Central, Casa del Libro · BILBAO: Casa del Libro · BURGOS: Mainel CASTELLÓN: Plácido Gómez · CIUDAD REAL: Manantial · CÓRDOBA: Luque · LA CORUÑA: Arenas · CUENCA: Juan Evangelio · GERONA: Geli · GRANADA: Continental · GUADALAJARA:Cobos · HUELVA: Saltés · HUESCA: Casa de las Novelas · JAÉN: Metrópolis · LEÓN: Pastor · LOGROÑO: Santos Ochoa · LUGO: Souto · MADRID: Antonio Machado, Casa del Libro,El Corte Inglés, FNAC, Hiperión, Manzano, Vips · MÁLAGA: Rayuela · MURCIA: Diego Marín · OVIEDO: Ojanguren · PALENCIA: Alfar · PALMA DE MALLORCA: Signo · LAS PALMAS:Canaima PAMPLONA: Universitaria · SALAMANCA: Cervantes · SANTA CRUZ DE TENERIFE: La Isla · SANTANDER: Estudio · SAN SEBASTIÁN: Lagun · SEGOVIA: Vallés · SEVILLA:Casa del Libro · SORIA: Las Heras · TERUEL: Senda · VALENCIA: París-Valencia · VALLADOLID: Oletvm · VITORIA: Study · ZAMORA: Pya · ZARAGOZA: Central

11.. LA CATEDRAL DEL MAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1/23I ldefonso Fa lcones. GRIJALBO

11. DIE VERMESSUNG DER WELTDanie l Keh lmann (Rowohlt)

22. Das echo der SchuldChar lotte L ink (Blanva let)

33. Beim Häuten der ZwiebelGünter Grass (Ste id)

44. JedermannPhi l ipp Roth (Hanse l)

55. HöhenrauschI ld ikó von Kürthy (Wunder l ich)

Alemania

11. THE THIRTEENTH TALEDiane Setterf ie ld (Atr ia)

22. The Book of FateBrad Meltzer (Warner)

33. The Mission SongJohn Le Carré (L i t t le , Brown)

44. Rise and Shineanna Qu ind len (Random House)

55. Judge & JuryJ. Patterson & A. Gross (L i t t le , Brown)

Estados Unidos

11. INÉS DEL ALMA MÍAIsabe l A l lende (Areté)

22. Sin tetas no hay paraísoGustavo Bol ivar (Qu intero Ed ic iones)

33. Travesuras de la niñaMario Vargas L losa (A l faguara)

44. MelodramaJorge Franco (P laneta)

55. RencorOscar Co l lazos (Se ix Barra l)

Colombia

11. É FACILE SMETTERE DI FUMARE...Al len Carr (EWI)

22. Ragionevoli, dubbiGianr ico Carof ing l io (Se l ler io d i G iorg iann i)

33. L’ombra del ventoCar los Ru iz Zafón (Mondador i)

44. Il cacciatore di aquiloniKhaled Hosse in i (Piemme

55. La scoperta dell’albaWalter Ve l tron i (R izzo l i )

I tal ia

11. THE GOD DELUSIONRichard Dawkins (Bantam Press)

22. Look with JamieJamie O l iver (Michae l Joseph Ltd)

33. The Sound of Laughter Peter Kay (Century)

44. The Gospel According to Chris...Chr is Moyles (Ebury Press)

55. WintersmithTerry Pratchett (Doub leday)

Reino Unido

Medios consultados:

DIE WELT (Alemania), THE NEW YORK TIMES (EE.UU.),

EL TIEMPO (Columbia.), CORRIERE DELLA SERA (Italia) ,

THE TIMES (Reino Unido).

L E T R A S / L O S L I B R O S M Á S V E N D I D O S

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HECHOS PROBADOS

QUE las fotos de sus últimos li-bros son antiguas y no se parecen

al aspecto actual del autor. Las prue-bas periciales demuestran que lafoto que aparece en su novela La pri-mavera corta, el largo invierno (Es-pasa Calpe) cuenta con una anti-güedad de al menos cinco años.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Los hechos probados son consti-tutivos de un delito de maqui-

nación para alterar la lectura y de undelito menos grave de vanidad ma-nifiesta. Como establece la ley, lapublicación de “fotografías antiguas,con sombrero, en postura forzada oque por cualquier otro medio falsi-fiquen la imagen fehaciente del es-critor”, vulnera el derecho del lec-tor a “conocer en su caso con certezael aspecto de quien escribiere”, asícomo el derecho, también recono-cido por la doctrina de “ver qué caratiene quien ha escrito semejante es-cena erótica”. Un autor puede ele-gir no aparecer fotografiado, perosi aparece debe “proporcionar al lec-tor una imagen de sí mismo sin en-gaño, posando sin afectación y evi-tando la presencia en la imagen decualesquiera elementos de atrezzoo bibelots decorativos”. La juris-prudencia es unánime al respecto,como lo prueban las severas con-denas contra D. Montero Glez y D.Javier Puebla por el delito conti-nuado de disfraz, con el agravantede sombrero; la condena contra D.David Torres por el delito de posarcon pipa y el agravante de llevarla

apagada; la condena ejemplar con-tra D. Suso de Toro, por abuso exas-perante de gafas de sol; o el falloen el que el Tribunal Supremo des-estima el recurso interpuesto por D.Nicolás Casariego y ratifica su con-dena por el delito de ocultamientosibilino de alopecia. El TribunalConstitucional ha señalado la gra-

vedad de estos delitos, que causan“intensa alarma social”, toda vezque “que abusan de la buena fe y laindefensión del lector sencillo, alque el delincuente impone unaimagen de sí mismo tan fraudulen-ta como interesada”.

No podía D. Martín desconocerque la contraportada de sus nove-las induce a suponerlas escritas porun “joven autor” y, como quiera queel mercado editorial que padecemosotorga suculentos (aunque no siem-pre merecidos) beneficios adicio-nales a la juventud, se aprecia enD. Martín la plena conciencia y ma-liciosa voluntad de sacrificar la ver-dad cronológica en aras de su des-ordenada ambición y afán denotoriedad.

D. Martín actuó en evidentecomplicidad con la empresa editoraque, movida por el ánimo de lucro,ha pretendido hacer pasar a un cua-rentón, padre de dos hijos, por unjoven autor, incurriendo en ilícitopenal al distorsionar deliberada yalevosamente la recepción de laobra en beneficio propio y con gra-ve perjuicio para el buen orden del

sector editorial y los legítimos dere-chos de los lectores.

No obstante la convicción deculpabilidad, se aprecia, sin embar-go, la circunstancia atenuante de co-medimiento biográfico, toda vez queen la nota de contraportada D. Mar-tín, a diferencia de tantos que hoydan penoso ejemplo, se limita a pro-porcionar escasos, pertinentes y fi-dedignos datos, sin pretender habersido aventurero, viajero, correspon-sal de guerra, taxista o cualquier otrasuma de disparates; sin presumirde haber vivido en Nueva York (o ensu defecto Londres o Tokio); y sindeclararse en ningún momento he-redero de Carver, Faulkner, Nabo-kov o cualquiera otro santón vene-rado en el gremio en el que D.Martín ejerce su profesión habitual.

ACUERDO

Que debo condenar y condenoa D. Martín como autor de un

delito de maquinación para alterar lalectura a la pena de no llevar vaque-ros durante los próximos dos años,con la accesoria de tratar de usted alos lectores un año entero.

Que debo condenar y condenoa D. Martín como autor de un deli-to de vanidad manifiesta, en el queconcurre la atenuante de comedi-miento biográfico, a la pena de de-clarar su edad de forma explícita encuanta entrevista por escrito o enmedios de comunicación masivos lehicieren en el curso de los próxi-mos quince meses.

Que debo condenar y condenoa la editorial Espasa-Calpe, como au-tor de un delito de fraude facial, ala pena de publicar las obras com-pletas de don Marcelino Menéndezy Pelayo, polígrafo montañés, ano-tadas por el cantante Torrebruno.Así lo pronuncio, mando y firmo.

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 7

L E T R A S / E N P R I M E R A I N S T A N C I A

11

Han sido vistas las diligencias seguidas contra

((ccoonn mmoottiivvoo ddee llaass ffoottooss ddee ccoonnttrraappoorrttaaddaa ddee ssuuss nnoovveellaass))

Martín Casariego

S A L A S E G U N D A D E L O F O T O G R Á F I C O

y ha sido probado y así se declara como:

RAFAEL REIG

Contra esta resolución cabe interponerrecurso de apelación en el plazo de sietedías ante el juzgado digital de segundaestancia: WWW.ELCULTURAL.ES

*

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A R T E

L a guerra de las imágenes esuna obra no demasiado co-nocida del historiador fran-

cés Serge Gruzinski en la que ana-liza el proceso de imposición delsistema de representación que hoyllamamos “occidental” en la cultu-ra de los indígenas americanos. Algoparecido puede decirse de lo ocu-rrido en el continente africano du-rante el siglo XIX, salvo que laimposición no fue tanto de la ima-ginería religiosa cristiana como la de

una triple colonización: militar, eco-nómica y visual. La expansión de losnuevos imperios coloniales europe-os fue profusamente documenta-da mediante la fotografía que, bajoel aura de la objetividad de la má-quina, no hacía sino imponer a la mi-rada occidental un entorno cultu-ral al que la cámara era totalmenteajena.

Pero, al igual que ocurriera conAmérica Latina, la invasión impe-rialista de África trajo un proceso

de contaminación de culturas. Des-igual, sí, pero no por ello menos im-portante. El descubrimiento de laescultura africana a comienzos del si-glo XX está en la base de buena par-te de lo que definimos como “artemoderno”. En 1920, Roger Fry ini-ciaba un entusiasta estudio sobre laescultura africana añorando la felici-dad de los tiempos en que “Greciaera la única fuente de cultura” y suarte el único indiscutible, “excep-tuando algunas repeticiones del Re-

nacimiento”. La incorporación delas creaciones estéticas de otras civi-lizaciones no sólo socava la visión eu-rocentrista del arte, sino que cues-tiona la validez del concepto mismoa la vista de las creaciones de esasculturas. Desde luego, el interés ini-cial que producen se sitúa más enel ámbito de la antropología que enel de la estética, pero el rechazo delas convenciones manieristas delXIX en artistas como Picasso en-contró, sin duda, una rica vía de ex-

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 8

Hay otras Áfricasque están en ésta100% ÁFRICA ·· C O M I S A R I O : A n d r é M a g n i n . M U S E O G U G G E N H E I M B I L B AO . A b a n d o i b a r r a , 2 . B i l b a o . H a s t a f e b r e r o 2 0 0 7.

CC HH ÉÉ RR II SS AA MM BB AA ::

JJ '' AA II MM EE LL AA

CC OO UU LL EE UU RR ,,

22 00 00 33

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presión en la adopción de ciertas ca-racterísticas de las máscaras triba-les africanas.

La contaminación desigual entreculturas es la idea central que se ob-tiene de la visita a 100% África, ex-posición realizada a partir de los fon-dos de la colección de Jean Pigozzi,CAAC (Contemporary African ArtCollection), adquirida bajo la direc-ción artística de André Magnin. Dehecho, su origen está en una de lasmúltiples muestras que en los últi-mos veinte años han reivindicado lastradiciones artísticas alternativas: laque bajo el título Les magiciens de laterre organizó en 1989 el CentrePompidou de París. Del encuentromutuo entre mecenas y comisariosurgió la idea de una colección que,con los años, se ha convertido en unode los puntos de referencia del artecontemporáneo en el África subsa-hariana.

La primera reflexión que surge alcontemplar la obra de los veinticin-co artistas seleccionados es si el arteafricano no ha adquirido su catego-ría de tal hasta que historiadores, co-misarios y, finalmente, coleccionis-tas, le han hecho un hueco en lasinstituciones del mundo occidental,adaptándolo a sus pautas y reglas.Han sido la creación de estructurasculturales desde Europa (como laBienal de Bamako, ahora en elCCCB de Barcelona, financiada ygestionada desde París) o la perma-nente búsqueda de novedades porparte de los comisarios y el merca-do del arte, lo que ha convertido, porejemplo, las simples fotos de estu-dio de Seydou Keita en objetos de-seados por los coleccionistas. Occi-dentales, por supuesto.

También surge la duda de la va-lidez de un concepto como el de arteafricano, que reduce la diversidad detodo un continente a un solo adje-tivo. Si en una ciudad como Kinsha-sa conviven individuos que hablancuatrocientos idiomas distintos, pen-sar en semejanzas, categorías o es-cuelas es mucho más que una uto-

pía. Sólo la diferencia, entre ellos ycon nosotros, o el fuerte apego alterreno, “su” terreno, pueden con-siderarse verdaderos elementos ar-ticuladores.

La sensación que produce lamuestra es la de la constancia (y me-jor comprensión) de un largo proce-so de contaminación cultural, en elque ha habido desde la asunción demedios totalmente ajenos a la repre-sentación simbolista africana (comola fotografía) a la imitación de los mo-

dos de presentación de la clase co-lonial dominante y, finalmente, su re-lectura desde las culturas indígenas.Las fotografías de Sibidé o Keita nosmuestran el África de los sesenta, consu independencia política recién es-trenada y sus clases dominantes ocu-pando física y simbólicamente el lu-gar dejado por los colonizadores:jóvenes parejas bailando rock en lasdiscotecas, o haciéndose retratar enclara imitación de las poses de estu-dio en Europa o América. Pero delmismo modo podemos encontrar lasinfluencias del cartelismo políticosocialista en la pintura naif de Ché-ri Chérin o Chéri Samba, o la mezclade la tradición tribal y el kitsch oc-cidental en los “aloalos” (elementosfunerarios) de Efiaimbelo. El re-chazo de lo occidental (visto en cla-ve colonialista), íntimamente combi-nado con el anhelo de un desarrolloque, de manera casi única, lo occi-dental puede prometer, son los ele-mentos de una dialéctica sin sínte-sis, alrededor de la cual esta muestrase construye. Mientras el continen-te se destruye.

RAMÓN ESPARZA

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 2 9

La contaminación desi-

gual entre culturas es la

idea central que se obtiene

de la visita a 100% África,

exposición realizada a par-

tir de los fondos de la co-

lección de Jean Pigozzi

�MM OO KK EE :: SS II NN TT ÍÍ TT UU LL OO ,, 22 00 00 00

TT II TT OO SS MM AA BB OO TT AA :: BB II CC II CC LL EE TT AA RR UU RR AA LL ,, 11 99 99 88 .. AA LL AA DD EE RR EE CC HH AA :: JJ .. DD .. OO KK HH AA II OO JJ EE II KK EE RR EE :: HH EE AA DD DD RR EE SS SS ,, 22 00 00 44

BB OO DD YY SS II SS EE KK KK II NN GG EE LL EE ZZ :: MM AA MM UU HH II RR II AA (( VV II LL LL EE FF AA NN TT ÔÔ MM EE )) ,, 11 99 99 66

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Beatrix Ruf, autora del tex-to del catálogo de la mues-tra de Anselm Reyle la pri-

mavera pasada en la Kunsthalle deZurich, que ha sido hasta la fechasu individual más importante, au-guraba que ésta de Heinrich Her-hardt, sería para los espectadorescomo sumergirse en un room pain-ting. Y tal es la sensación que in-vade al visitante al caminar entrelos muros pintados de caput mor-tuum de la galería. Le recibe no sólouna escenografía sino una esceni-ficación de la pintura o de las po-sibilidades de destilación de la pin-tura en el momento actual.Curiosamente, hace un lustro, alescribir sobre su maestro HelmutDorner, titulé mi crítica Tramoyas

del tiempo. Ahora, el discípulo meha sugerido Escenificar la pintura.Cambios de decoración o efectosprodigiosos el uno, interpretar o darforma dramática, el otro.

Cuadros realizados con los ma-teriales más diversos y ajenos a ve-ces a la pintura –papel de plata dediferentes colores, espejos, croma-dos, tubos fluorescentes–, pero queremiten inexorablemente a su his-toria y, de algún modo, tan contra-dictoriamente como los términosingleses y latinos de las frase men-

cionadas anteriormente, tanto laalaban como recuerdan su condi-ción de cosa muerta. Materialesque se entremezclan con detritus yobjetos encontrados en un am-biente artificioso que enfrenta loshitos del modernismo a su críticacontemporánea, a la vez que cele-bra su mera existencia. Contradic-torio, como lo es también la tradi-ción en la que voluntariamente seinscribe y para la que selecciona re-ferentes igualmente discordantes.

Las pinturas en tiras de colorrinden homenaje, como la expo-sición en su conjunto, a las ban-das de color puro que caracteriza-ron las pinturas de los años veintedel artista Otto Freundlich, miem-bro de “Cercle et Carré” y de

“Abstraction-Creation”, in-cluido por los nazis en la lis-ta negra de artistas dege-nerados, que murió en 1943en el campo de concentra-ción de Maidanek.

El caput mortuum es unpigmento –único, junto albol rojo, al negro mangane-so y al azul de París, que nose mezcla con el óleo–, perotambién un término alquí-

mico para el último de los princi-pios pasivos, el residuo que sub-siste después de la sublimación.En la enciclopedia de Diderot elsigno de la calavera es teste morte, elcráneo del hombre muerto, caputmortuum; por último, como escribióEngels en su Dialéctica de la Natu-raleza, significa, literalmente, “ca-beza muerta”, y él se refería así anuestro planeta al que considerabauna isla cósmica.

MARIANO NAVARRO

A R T E / E X P O S I C I O N E S

Ojalá viéramos más a me-nudo en las galerías eltipo de confrontación

que Estiarte nos ofrece estos días:dos artistas de procedencia disparque interpretan de forma opues-ta una misma realidad. Mientrasque José Manuel Ballester (Ma-drid, 1960) –bien conocido parael público español por su prolon-gada atención a las formas arqui-tectónicas, tanto a través de la pin-tura como de la fotografía– ve enlas grandes ciudades chinas que úl-timamente ha visitado un esce-nario luminoso, colorista y pujan-te, aunque contradictorio, ZhangDali (Harbin, Manchuria, 1963)encarna una actitud de resisten-cia a la súbita modernización queexpropia, derriba y borra todo loque estorba a su avance. Balles-ter ofrece perspectivas de urba-nista que, aunque con detalles re-veladores, miran desde lejos ybuscan la armonía de volúmenes,la composición más interesante, laejecución impoluta. Su contrin-cante “se pega” a los muros, tra-baja a pie de calle.

Zhang Dali salió de China en1989, tras la masacre de Tianan-

men, y regresó seis años más tar-de a Pekín, cuando la veloz trans-formación del país había ya des-pegado. Entre 1995 a 1999desarrolló un inmenso proyecto,Diálogos, del que vemos ahora unamuestra: de noche, pintó en las pa-redes de los barrios antiguos, des-tinados a la demolición, una silue-ta que él identifica como unautorretrato esencial. Era una ca-beza de perfil que se reproducía sinpausa; llegó a haber unas 2.000 enla ciudad, e hizo al menos 400 fo-tografías de ellas. Las firmabacomo AK-47 (siglas del fusil Kalas-hnikov) y como 18k (medida depureza del oro), en referencia a larepresión político-militar y al poderdel dinero. Fue un intento dramá-tico de salvaguardar la historia de laciudad, de dotar de alma a esos mu-ros y de conducir de forma signi-ficativa la mirada del ciudadano através de los agujeros que recorta-ba a veces en ellos (en las fotogra-fías, abre ventanas a un fragmen-to de paisaje urbano que aparece,dentro de ese fantasma de cabe-za, como “visión interior”). Des-pués, Zhang Dali ha avanzado enesa dirección de concienciacióncon sus pinturas y vaciados en re-sina de los trabajadores que lleganen masa a las nuevas ciudades (yque son uno de los fundamentos,como mano de obra barata, del cre-cimiento urbanístico); y, en la serieUna segunda historia, con sus com-paraciones entre distintas versionesde fotografías oficiales del comu-nismo en las que se evidencia lacensura y la manipulación de lasimágenes.

ELENA VOZMEDIANO

BB AA LL LL EE SS TT EE RR :: BB EE II JJ II NN GG 22 22 77 77 ,, 22 00 00 66

SS II NN TT ÍÍ TT UU LL OO ,, 22 00 00 66

Ballester/Z. Dalien la misma realidadCONSTRUCTION/DEMOLITION ·· E ST I A RT E . A l m a g r o , 4 4 . M A D R I D .

H a s t a e l 24 d e o c t u b r e . D e 4 . 6 4 0 a 2 0 . 8 6 0 E .

Anselm Reyleescenificar la pinturaCAPUT MORTUUM ·· H E I N R I C H E H R H A R DT. S a n Lo r e n z o , 1 1 . M A D R I D .

H a s t a e l 3 0 d e n o v i e m b r e . D e 5 . 3 0 0 a 3 3 .7 0 0 E .

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A R T E

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 3 1

Es cierto que a la obra deFries le conviene la retóri-ca de la pintura posmoder-

na: sus estrategias deconstructivas yfragmentarias, la variable combi-nación desprejuiciada y ecléctica defiguración y abstracción y medios,su adhesión en mayor o menor gra-do a lo que hoy entendemos comosensibilidad neobarroca... Pero loque percibimos a primera vista ensu obra son flores y cintas, lazos, re-des, madejas y algunas insinuacio-nes fálicas. Es evidente que, aun-que Pia Fries (Beromünster, Suiza,1955) estudiara en Düsseldorf conGerhardt Richter, forjó su propio es-tilo a partir de la reflexión sobre lateoría artística de la crítica feminis-

ta acerca del repertorio femenino,de las artistas mujeres, según la his-toriografía tradicional: la “preferen-cia” por el género del bodegón, lautilización naturalizada de coloresapastelados, el dominio “propio” depatrones decorativos y, en general,la “inevitable” tendencia a no desa-sirse del “íntimo/interior” territo-rio doméstico. De hecho, los cua-dros de Fries, con sus serigrafíassobre la madera y modeladas formasvolumétricas de acrílico, sólo pue-den realizarse en un plano horizon-tal, a la manera de la disposición deobjetos cotidianos sobre una super-ficie a ornamentar (mesa, cama, al-tarcillo ...), que dista bastante del to-que sobre la piel vibrátil (y erótica)

del lienzo del pincel-falo, así comode la eyección tipo manchas sobrela pared. En la práctica, la pintorautiliza más la técnica de cortar y pe-gar que la de “cubrir” superficies;y espátulas, cinceles y buriles tan-to como pinceles. Siendo así, sola-mente la erosión de la moda, a laque también está sometida la críti-ca, explica que hayan desapareci-do estas “cuestiones de género” enlos comentarios recientes que ofre-cen los que avalan su trabajo, en ga-lerías y exposiciones colectivas ins-titucionales. Mientras que la artistacontinúa fiel a su trayectoria cuan-do, por lo demás, es evidente quepúblico y mercado hay para este tipode producción: los cuadros de im-

pecable acabado de Fries,francamente decorativos,encajan a la perfección conel gusto que convencio-nalmente podríamos atri-buir adecuado a las pare-des de despachos yestancias de las nuevas eje-cutivas (que en España seesperan multiplicar) y decoleccionistas afines.

La producción recienteen esta su segunda expo-sición en Distrito Cu4tro,refina todavía más su ob-jetivo. La introducción deplanos en blanco y negroequilibran con mayor so-briedad –incluso elegan-cia– el apastelamiento quegeneralmente se asocia conlo cursi; sin renunciar, des-de luego, a la estridenciasentimental. Todavía con

ecos de su apropiación (vindicati-va) de las láminas botánicas de la ale-mana Maria Sibylla Merian (1647-1717) –hija del grabador y editorMattheus Merian y esposa del pin-tor Johann Andreas Graff–, estas pin-turas bien pueden apreciarse comouna puesta al día visual del dilemailustrado-protorromántico recogidopor el Sense and Sensibility de JaneAusten. Pero más evanescente: endonde la calculabilidad doméstica seha convertido en trato con la mercan-cía abstracta y el cuestionamiento dela sentimentalidad dependiente flo-ta ahora en la esquizofrénica ansie-dad visceral.

ROCÍO DE LA VILLA

PP AA LL II MM PP SS EE SS TT

HH PP ,, 22 00 00 55

Pia Fries, sentido y sensibilidadPLUMBAGO ·· D I ST R I TO C U 4 T R O . B á r b a r a d e B r a g a n z a , 2 . M A D R I D . H a s t a e l 2 0 d e o c t u b r e . D e 5 . 5 0 0 a 3 8 . 0 0 0 E .

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Si durante su vida, y en especialdurante las décadas de 1950 y60, la figura de Antonio Sau-

ra (Huesca, 1930-Madrid, 1998) fuetenida como la de uno de los inci-tadores decisivos en la incorporaciónde nuestra comunidad artística a lasvanguardias, ahora, tras su muerte, eldiscurso de los años acrisola su esti-ma por la excelencia y significaciónhistórica de su obra (su firma es uni-versal y no se discute ni en los mu-seos ni en el mercado), e incluso porconsiderarlo uno de los pintores de“acento español” mejor caracteri-zados (por patetismo; austeridad eintensidad de paleta; gusto tene-brista; suculencia de empastes y vio-lencia de trazo). De ello da fe la ex-posición que le dedican, al alimón,las galerías Rayuela y Juan Gris, pre-sentando cuarenta obras inéditas,procedentes de la Sucesión Saura. Elconjunto se distribuye atendiendo asus géneros predominantes: seriesCaballeros, Damas y El perro de Goya(más dos retratos de Dora Maary dosAcumulaciones), en la galería Rayue-la; y Retratos imaginarios y temáticareligiosa, en la galería Juan Gris.

Con sólo entrar en Rayuela, seimpone la evidencia de que Saura si-gue –de alguna manera– militandoen el art vivant; o sea, que el suyoes un arte que no pertenece ya al pa-sado de sus fechas, sino que siguevivo y activo, dentro del aura de unatradición que arranca –en sus temasreligiosos– de la honda mirada cruelde Grünewald, de “la rojiza carnaza”de Rembrandt y de los oleajes com-positivos de las “vanitas” de ValdésLeal. Simultáneamente, los caballe-ros de sus retratos, sus cabezas cari-caturescas y su serie de calaveras en-

lazan con la modernidad de las ver-siones figurativas de Giacometti,laceradas por una textura granulosay picada, rocosa y erosionada, y asi-mismo con la retratística inicial de

Dubuffet, ruda y áspera de mate-ria, terrible de dibujo y resuelta entonos pardos siempre afines, ocresmates y negros. A la vez, vemos her-manarse sus Damas con las suges-

tiones orgánicas o biomórficas de lasWomen de De Kooning, cabalgandoentre la amenaza, la cita sensual yla evocación abrumadora. Por su par-te, el torbellino de figurillas de susAcumulaciones comulga con el labe-rinto salvaje o rompecabezas de fi-guras y objetos entrelazados de lascomposiciones del último Dubuffet,pero también con las composicionesmás espesas de los imaginistas abs-tractos y los expresionistas abstrac-tos de Estados Unidos (ArshileGorky. Pollock, Philip Guston…).Están además –siempre– los citadosGoya de El perro, con toda su cargade misterio cósmico, abisal, y Pi-casso, explorando el tema femeninocomo belleza obscena, entendiendopor obscenidad –según el sentidopreferido de Saura– como “una pro-funda necesidad del espíritu”.

Un arte y una exposición que sa-cuden al espectador y lo ponen enalerta, como estas mismas obras lohicieron ya antes, desde hace mediosiglo. Saura, para siempre.

JOSÉ MARÍN-MEDINA

Saura y labelleza obscenaRETRATO IMAGINARIO DE SAURA ·· J UA N G R I S Y R AY U E L A . V i l l a n u e v a , 2 2 .

C l a u d i o C o e l l o , 1 9 . M A D R I D . H a s t a e l 2 d e d i c i e m b r e . D e 1 2 . 0 0 0 a 9 0 . 0 0 0 E .

RR EE TT RR AA TT OO II MM AA GG II NN AA RR II OO ,, 11 99 99 66 RR EE TT RR AA TT OO II MM AA GG II NN AA RR II OO DD EE FF EE LL II PP EE II II ,, 11 99 88 88

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Comisariada por Nuria En-guita Mayo, Registros y Há-bitos. Máquina del tiempo

/imágenes de espacio reúne en un pro-yecto de tesis piezas de Yael Barta-na, Massimo Bartolini, Erick Bel-trán, Bleda y Rosa, Jeanne Faust,Xisco Mensua y Francesc Ruiz. Elprograma de mano que se facilita enla entrada de la exposición hace re-ferencia vagamente a la voluntad derealizar una reflexión sobre la me-moria, la identidad, a la construcciónde las historias… Así, por ejemplo,Bleda y Rosa, quienes confrontan suprimera serie Campos de fútbol (1992-1995) y su reciente producción, Ori-genes (2003-2006). La primera captaestadios de deporte vacíos y desva-lijados, como si de una ruina moder-na se tratara; la segunda fotografía ya-cimientos arqueológicos donde sehan localizado restos de homínidos.De alguna manera ellos trabajan conlas huellas que deja el tiempo –por

ausencia o por presencia–. De XiscoMensua me ha interesado especial-mente su serie 1936-1975 (1998),que utilizando material de los me-dios recrea una crónica sobre la rea-lidad española, un mundo que es a lavez poético y crítico. Francesc Ruizpresenta grandes murales en blan-co y negro sobre el muro en que sedibujan barrios y ambientes entrela memoria, la imaginación y su pro-pia percepción.

La descripción podría seguir...Sin embargo interesa destacar que setrata de una propuesta ambigua. Almargen de la respetabilidad que me-recen los artistas y sus obras, no sa-

bría decir cuál es el argumento. Pa-rece que se tratasen de iniciativas ais-ladas. Entre otras cosas, las obras pre-sentadas están abiertas a muchasinterpretaciones. Son opacas, es de-cir, se resisten al análisis, dejan al es-pectador en suspenso, en una sole-dad interpretativa… Aspectos queen sí mismos no son buenos ni ma-los, más aún, según los casos, su apor-tación puede residir en esta calidadequivoca. Pero esa obertura dificul-ta reunirlos en un proyecto común.Hay algo que se escapa…

Dicho sea de paso, la identidad, lamemoria, el cómo contar historias hasido lo que siempre se ha planteado

la poesía y el arte contemporáneos.Pero yo diría que lo justifica, el aglu-tinante de la exposición no es tantouna reflexión o una problemáticapuntual, como la búsqueda de unaposición o de un proyecto que désentido a una labor de gestión cul-tural desde un espacio público. Enmás de una ocasión Nuria Enguita,como responsable de exposicionesde la Fundación Tàpies, ha mani-festado su intención de desarrollar uncontradiscurso frente –según ella– ala homogenización y la comercializa-ción de la cultura. La intención deRegistros y Hábitos es la de promoverun “arte” de experimentación y decompromiso social capaz de gene-rar diálogo y nuevas formas de ver.Un arte –o mejor unas manifesta-ciones– que rompan con las conven-ciones y las lecturas lineales del artefácil y los medios de comunicación,que pongan en cuestión los lengua-jes tradicionales y que, en conse-

A R T E / E X P O S I C I O N E S

En un mundo globalizado...REGISTROS Y HÁBITOS ·· C O M I S A R I A : N u r i a E n g u i t a . F U N D AC I Ó N A N TO N I T À P I E S . A r a g ó n , 25 . B a r c e l o n a . H a s t a e l 1 0 d e d i c i e m b r e .

BB LL EE DD AA YY RR OO SS AA :: MM AA NN DD ÍÍ BB UU LL AA DD EE BB AA NN YY OO LL EE SS ,, BB AA NN YY OO LL EE SS ,, 22 00 00 55 .. SS EE RR II EE OO RR II GG EE NN

FF RR AA NN CC EE SS CC RR UU II ZZ :: LL AA ZZ OO NN AA

AA LL TT AA ,, 22 00 00 66

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 3 4

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cuencia, signifiquen nuevas formasde contar. En esta búsqueda de unproyecto de gestión radica el inte-rés de la exposición en concreto yde la Fundación Tàpies en general.

En estos tiempos modernos, sinembargo, las cosas son complica-das. A Nuria Enguita le correspondela difícil labor de dar un sentido crea-tivo a un espacio institucional. Re-sulta que el “pensamiento crítico” esel dominante, que los espacios pú-blicos promocionan un solo tipo dearte, que por explicar Duchamp yano explica nada, que Walter Benja-mín también está erosionado de tan-to manosearlo sin sentido… El mapade centros institucionales de Bar-celona no absorbe a generaciones dejóvenes artistas de experimentaciónporque simplemente no encajan.

Tristes tiempos los nuestros, perodesde siempre el arte y la poesía hanvehiculado una dimensión transgre-sora y acaso –a pesar de las aparien-cias– también la cultura de masas.Porque, ayer como hoy, la cultura,mantener una relación creativa conla cultura, es una conquista personal.

JAUME VIDAL OLIVERAS

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A R T E / E X P O S I C I O N E S

Entre Simon Starling (pre-mio Turner el año pasado)y Douglas Gordon (con

una reciente antológica en la Fun-dación Miró y codirector del fil-me Zidane), Christine Borland esquizá la menos conocida de los tresartistas de Glasgow. Y sin embargo,su trabajo desarrolla parecidas es-trategias.

En primer lugar, un anclaje enlas raíces del arte conceptual, por lomenos, en la importancia dada alcontenido de la obra, a las histo-rias que se desarrollan detrás. Unade las nuevas piezas que presentaahora en la galería Toni Tàpies con-siste en unas estanterías con botesde mermelada artesanal. Pero re-sulta que esa mermelada está hechacon manzanas de árboles situadosen la antigua finca de Isaac New-ton, seguramente descendientes deaquél que le provocó la reflexión so-bre la ley de la gravedad, ahora con-servadas con una aplicación prác-tica del conocimiento científico.

En segundo lugar, esa fijaciónen el contenido. No renuncia la ar-tista a la realización de obras for-malmente rotundas que, justa-mente, incitan a preguntarse quéhay detrás. Aquí, muestra seis nue-vas fotografías de la serie The Velo-city of Drops en las que aparece unjardín con varias sandías reventa-das. El rojo de las sandías destacaentre el paraje verde. Ahí es dondesalta el interrogante: ¿qué hacen lassandías? ¿qué explica esa imagen?Las sandías son utilizadas en me-dicina forense porque oponen lamisma resistencia a la caída quela cabeza humana. Así, que esecampo podría ser el escenario deun crimen. También Black, White &Shades of Grey documenta la evo-

lución de un inmaculado árbolblanco plantado en un bosque ne-gro. Aunque igual que el resto tam-bién acabará negro por efecto delhongo que provoca una destileríade whisky cercana: un paralelis-mo entre el destilar y el preservaren alcohol.

Y en tercer lugar, la última ca-racterística de Christine Borland

común a los tres de Glasgow es unafascinación por los útiles científicosy técnicos que le lleva a pregun-tas sobre los ciclos vitales, la viday la muerte. En Medicine Cabinet hadisecado plantas blanqueándolas odejándolas sobre papel, como enun archivo botánico. Son malashierbas que crecen en los márgenesde la carretera, que antiguamenteeran utilizadas como medicinaabortiva, y de las que hoy algunasson valoradas curativamente: loque da muerte, da vida.

Tras la intensa valoración delcontenido, del tener algo que ex-plicar sin renunciar a la fuerza ex-presiva de las imágenes, en fin, trasel interés de la obra de Borland seechará de menos una producción ypresentación más arriesgada y con-tundente en un centro de arte, quesupere la necesaria multiplicidadde obras que exige el limitado es-pacio de una galería.

DAVID G. TORRES

Christine Borland (Darvel,Escocia, 1965) forma par-te de la renovada escenaartística de Glasgow, lo quele llevó a ser finalista delprestigioso Turner Prize en1997. La exploración sobrela mortalidad y una mórbi-da fascinación han identi-ficado sus instalaciones,esculturas o fotografías eneventos como la Manifes-ta 1 de Rotterdam (1996) ola Bienal de Lyon de 2000.

Christine BorlandEl contenido y lo contenidoSELECTES PRESERVES ·· TO N I T À P I E S . C o n s e l l d e C e n t , 2 8 2 . B a r c e l o n a . H a s t a e l 24 d e n o v i e m b r e . D e 7. 5 0 0 a 3 5 . 0 0 0 E .

TT HH EE VV EE LL OO CC II TT YY OO FF DD RR OO PP SS :: CC OO PP SS EE ,, 22 00 00 44

XX II SS CC OO MM EE NN SS UU AA :: 11 99 33 66 -- 11 99 77 55 ,,

11 99 99 88 .. DD EE BB AA JJ OO ,, JJ EE AA NN NN EE

FF AA UU SS TT :: II VV ,, 22 00 00 55

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Los separan exactamentetreinta años y les une lapreocupación por el entor-

no y, puntualmente, la Bienal deSão Paulo. Antoni Miralda (Barce-lona, 1942) y Lara Almarcegui (Za-ragoza, 1972) son los dos únicos ar-tistas españoles en la 27 edición dela bienal. Allí, y bajo el auspicio deLisette Lagnado, como comisariageneral, y Cristina Freire, Rosa Mar-tínez, Adriano Pedrosa, José Rocay Jochen Volz, los cuatro co-comisa-rios y el comisario invitado, han for-mado parte del grupo de 118 artis-tas que han desarrollado proyectospara esta bienal. La coexistencia yla convivencia, los ritmos de pro-ducción y prácticas cooperativas hancentrado la realización de los tra-bajos de los dos españoles en el Par-que de Ibirapuera, sede de la cita.Lara Almarcegui ha sido una de las10 artistas invitadas para trabajar so-bre el terreno y durante tres mesesdesarrollar el proyecto que acaba deinaugurar.

–¿Qué trabajos presentan en laBienal de São Paulo?

––LLaarraa AAllmmaarrcceegguuii:: Presento va-rios trabajos nuevos hechos espe-cialmente para la Bienal; uno con-siste en calcular el peso de toda laciudad de São Paulo –incluyendoedificios residenciales, comercia-les, públicos e industriales, las calles

y el metro de todos los distritos. Entotal: 1.224.497.942 toneladas.

»Otro proyecto consistió en pro-ducir una Guía de Descampados deSão Paulo: aquí hay lugares vacíoscon una vegetación de Mata Atlán-tica que explota salvaje entre los edi-ficios, los descampados surgen y des-aparecen de forma repentina a granvelocidad. La Guía de Descampa-dos incluye 36 terrenos diferentescon textos descriptivos de la historia,planes de futuro, fotos y mapas decada terreno. El último proyectoconsiste en la simple acción de cavaren el Parque de Ibirapuera, mesesantes de la Bienal sin comunicar quees un proyecto artístico y sin con-vocar al público pero realizando laacción en un lugar muy visible.

Un centenar de platos de cerámica––AAnnttoonnii MMiirraallddaa:: Yo he traído mi

proyecto Sabores y lenguas, que exis-te ya como trabajo colectivo, itine-rante y en proceso, pero que paraesta Bienal adquiere matices nue-vos, en relación directa con São Pau-lo. He realizado un itinerario por va-rias ciudades (São Paulo, Belem,Río, Bahía y Brasilia) en las que se hahecho una presentación del proyec-to y se ha lanzado una convocatoriapara que diferentes personas de dis-tinto origen y profesión pudieranparticipar. Se ha distribuido en cada

ciudad en torno a un centenar deplatos de cerámica para que quienquisiera hiciese una pieza, una obrarelacionada con el tema de los sa-bores y las lenguas. Este proyectofunciona en el contexto del Museode la Cultura de la Comida en el quellevo trabajando varios años. Lo in-teresante de estos encuentros en-tre comunidades y artistas es quese ha logrado esta colección de pla-tos que funciona como una gran va-jilla imaginaria a partir de muy di-ferentes lenguajes, desde el collagehasta el dibujo o el objeto. Es comouna gran mesa de un restaurante conunos seicientos platos hechos por di-ferentes autores todos ellos conec-tados con la relación entre comiday cultura, país y origen, superviven-cia, salud...También presento, porun lado, un registro de imágenesgigantes de cada ciudad con las quetrato de conectar con el edificio deNiemeyer, un lugar inmenso. Porotro, también he realizado una granestructura con forma de lengua for-mada por fotografías de distintos pla-tos de cada ciudad.

–La Bienal de este año se titulaCómo vivir juntos. ¿Cómo creen queencajan sus respectivos trabajos enesta tesis?

––AA..MM..:: Encaja en el sentido deque pienso que São Paulo se inte-gra perfectamente en este proceso

de integración de culturas. Llevotrabajando casi cuatro años en Sa-bores y lenguas y en él se vierten imá-genes pertenecientes a esta ideade itinerancia, de proceso de inte-gración de imágenes de platos co-rrespondientes a ciudades que he-mos visitado como Bogotá, Caracas,Lima, Ciudad de México, la Ha-bana, Miami... La idea de convi-vencia no puede estar más presen-te, con esa mezcla maravillosa deconexiones e interrelaciones. Aquíconviven los rituales más locales conlas diferentes formas de cocinar decada lugar...

LL..AA..:: Cómo vivir juntos se refierea prácticas de arte que cuestionan elcontexto, sea social, urbano de iden-tidad de una forma activa; y desdeluego alejado de un artista aisladoproduciendo objetos en su estudioque viajan y se colocan dentro dela sala de exposiciones.

El sentido de las bienales–Hay una idea arraigada en la ac-

tualidad de que las bienales debe-rían ser una reflexión sobre el lugaren cuestión a través de trabajos site-specific. ¿Están ustedes de acuerdo?

––AA..MM..:: Que la fórmula “bienal”está en decadencia es algo que ya nohay ni que decir. Creo efectivamen-te que la manera de mantener ciertavigencia es la conexión con el es-pacio, con el lugar, a través de la in-vitación de colectivos que trabajanfuera de los circuitos habituales o enel contexto urbano, como Lara.

––LL..AA..:: A mí también me pareceimprescindible que el artista se cues-tione el lugar donde vive, para mítrabajar sobre el contexto específicoes lo mejor; pero para eso hace fal-ta conocerlo bien, y no siempre haytiempo. Las bienales me parecenimportantes sólo si ayudan a pro-

A R T E / C A R A A C A R A

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La Bienal de São Paulo, pionera junto con Venecia de las grandes muestras ar-tísticas, acaba de abrir sus puertas y, por primera vez desde 1951, lo ha hechoprescindiendo de los pabellones nacionales. Sólo dos artistas españoles –delos 118 – han sido seleccionados por el equipo de comisarios, entre los quetambién se encuentra Rosa Martínez, para participar en una exposición que esteaño tiene como argumento Cómo vivir juntos. Lara Almarcegui y Antoni Miraldanos cuentan los proyectos que presentan así como su experiencia brasileña.

Dos españoles en la Bienal de São Paulo

Lara Almarcegui/Antoni Miralda

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ducir trabajos nuevos interesantesy no tanto como concepto curatorial.

–¿Puede entonces el arte mejo-rar el mundo, o debe resignarse aplantear preguntas muchas veces sinrespuesta?

––LL..AA..:: A mi me molesta muchoque me digan lo que tengo que ha-cer, los artistas que van diciendocómo tenemos que vivir me moles-tan tanto como los arquitectos y ur-banistas; aun con todo, si se consigueno ser imperativo, moralista y políti-camente correcto, está bien intentarmejorar algo. Cuestionar me pare-ce bien y no es tan fácil.

–AA..MM..:: Yo estoy lejísimos depensar que el artista puede cambiarla situación. Hay que pensar enotros niveles mucho más realistas,más cerca de la educación y de la ac-ción. No creo que los artistas po-damos ayudar mucho. Yo lo estoycontinuamente intentando pero nohay manera... No creo que estemospreparados, como tampoco lo es-tán las bienales ni las infraestruc-

turas. Aunque está claro que es a tra-vés de la cultura y la creatividadcomo vamos a poder comunicarciertas cosas necesarias.

–Los dos viven a caballo entreEspaña y Miami (Miralda) o Rotter-dam (Almarcegui): ¿cómo se ve des-de fuera la situación artística espa-ñola?

En España, todavía aprendiendo––AA..MM..:: En España estamos muy

lejos aún de saber cómo exportarnuestros productos. Estamos apren-diendo. Hay que pasar de esta ideade exposiciones que se dedican a ex-portar el arte español en el exteriora otra más cercana al diálogo entre co-munidades de otros países, que esla orientación que se está tomandoen otros lugares. En muchos luga-res del extranjero sorprende el buenfuncionamiento de órganos como lasuniversidades, sobre todo en EstadosUnidos. Éstas suelen tener su propiocentro de arte y profesionales quecrean talleres a nivel internacional.

De este modo se crean foros que es-tán integrados por lenguajes como ar-quitectura o diseño, lenguajes quealimentan la creatividad.

––LL..AA..:: Casi todos los artistas másinteresantes de mi generación vivenfuera. Uno de los problemas de Es-paña es que se escribe y se publicamucho pero se produce muy pocotrabajo nuevo. Hay un nivel teóri-co alto, pero todo el dinero y energíase van a las imprentas. Parece que lasestructuras de arte se dedican mása la difusión y no están dispuestasa correr los riesgos de hacer un pro-yecto nuevo.

–¿Podemos dar con ustedes unpaseo rápido por la Bienal, que les hagustado más?

–––LL..AA..:: He visto trabajos muybuenos de gente que no conocía,como el Taller de Serigrafía de Bue-nos Aires que instalan un puestodonde estampan la ropa con imáge-nes y textos revindicativos. El tra-bajo de Simon Evans fue una sor-presa, son dibujos de mapas de

geografía de un mundo interior don-de no para de dudar preguntarselotodo; un fotógrafo de El Cairo, Ran-da Shaath, tiene unas imágenes ma-ravillosas en las que se ve la vidaen las terrazas de la ciudad: hay pue-blos literalmente enteros en las azo-teas, con calles, bares. Shimabukotiene un vídeo precioso en el saca unpulpo del mar y lo lleva de viaje paramostrarle con detalle Tokio; Super-flex sigue empujando su proyectode Guaraná Power para liberar la po-pular bebida de copyright...

–AA..MM..:: Llama también la aten-ción ver cómo los artistas están ac-tuando directamente sobre el muro,sobre las paredes, a través del di-bujo, la pintura o la serigrafía. Hayun gran despliegue de mensajes in-crustados en las paredes, algo quecreo que es una manera muy inte-resantes de plantear los problemasde hoy en el contexto expositivo. Loque no hay es una mesa inmensaen la que sentarnos todos a conver-sar, y es una pena... �

No creo que el artista pueda cambiar la situación. Hay

que pensar en otros niveles mucho más realistas, mucho

más cerca de la educación y de la acción”. ANTONI MIRALDA“ En España se escribe y se publica mucho pero se

produce poco trabajo nuevo. Hay nivel teórico pero el di-

nero y la energía se van a las imprentas” LARA ALMARCEGUI“

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El 16 de octubre en Londres,incluida en la subasta de Artede Postguerra, se vende una

selección de arte contemporáneo es-pañol con una excepcional Infanta Ide Manolo Valdés realizada en ma-dera en 1985 y que tiene un precioestimado de 300.000 a 450.000 euros.La interpretación picasiana de LasMeninas permitió al Equipo Cróni-ca en 1981 darle una vuelta más a laimaginación con Bufona nacionalquese cotiza entre 90.000 y 120.000 eu-ros. La Caja Vacía de Oteiza datadaen 1958 y realizada en hierro es unapieza que se rematará por encima delos 75.000 euros y más de 100.000 pa-garán por una terracota de Chillida.

Además de una interesante co-lección de obras de Mir muy razo-nables de salida, Balclis tiene unlumínico Meifrén titulado Noctur-no Cadaqués valorado en 90.000 eu-ros y una técnica mixta de Barcelótasada en 80.000 euros. Duránapuesta el 24 de octubre por el in-formalismo de Tápies de los 60, conCinco franjas negras que arranca de42.500 euros y que tendría que mar-car un precio superior pese a no tra-tarse de sus buscadas composicionesmatéricas. Entre los libros hay quecitar el ejemplar 89 de la ediciónpríncipe de Residencia en la tierra deNeruda que se publicó en Santia-go de Chile en 1933 con una tiradade un centenar de copias y se vendepor 12.000 euros. Goya nos cita el 25de octubre con el arte del siglo XIX

con obras de Lucas Velázquez, Ra-fael Senet y Mariano Barbasán enuna banda que va desde 12.000 has-ta 36.000 euros, permitiéndose laexquisitez con una composición deZóbel que admite pujas a partir de15.000 euros y ofertándose, entreel mobiliario, una preciosa silla demanos española Carlos III del sigloXVIII tasada en 72.000 euros.

Lamas Bolaño en Barcelona ySegre en Madrid comparten días deventa, 25 y 26 de octubre. Los bar-celoneses tienen en un paisaje de Vi-ñes, 33.000 euros, el lote más pre-

ciado, y la curiosidad del ofreci-miento de una acuarela de Moran-di que parte de 15.000 euros. Segrecon Amondarain y Ugalde mantie-

ne la presencia de arte actual y conPalencia y Redondela los nombresincontestables que todavía se ad-quieren a precios lógicos.

La sala madrileña ComisiónCero ofrece el 26 de octubre un loteestelar: una pintura de Franciscode Zurbarán titulada Carnero con pa-tas atadas (36 x 51,5 cms.), por la quepiden 900.000 euros. Un Agnus Deisemejante fue adquirido por el Mu-seo del Prado en Durán en 1986 porel equivalente a 120.000 euros. Estatela, que pertenece a un particular,adjunta certificados de José Gudioly de Wildenstein de París.

La Galería mantiene su apuestapor la obra gráfica de calidad y a pre-cios por debajo del mercado. El 31de octubre pueden adquirirse lito-grafías de Bacon con tiradas de 190ejemplares por mil euros, y de Pi-casso por el mismo precio y de Dalíy Miró por la mitad. Aunque los re-mates se doblen, los compradoreshabrán hecho un buen negocio.

CARLOS GARCÍA-OSUNA

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A R T E / S U B A S T A S

El arte españolregresa a Londres

La firma Soler y Llach pone a la venta el 19 de octubre en Bar-celona 540 carteles que se cotizan entre 120 y 15.000 euros, el máspreciado realizado en 1894 por Toulouse-Lautrec (en la ima-gen). La licitación está dividida en dos apartados, publicidad y

cine, y en ellos se pueden admirar auténticas obras maestras deAlphonse Mucha, Ramón Casas, Catalá-Pic, Utrillo o Cardona. Des-taca una interesante colección de posters de la guerra civil es-pañola con propaganda tanto republicana como franquista.

SS OO TT HH EE BB YY ’’ SS VV EE NN DD EE EE NN

LL OO NN DD RR EE SS EE SS TT AA

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33 00 00 ,, 00 00 00 –– 44 55 00 ,, 00 00 00 EE

· Para coleccionistas ·

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En estos tiempos que correndonde abundan las exporta-ciones de espectáculos pre-

fabricados y la carpintería teatral co-rre el riesgo de quedar obsoleta, aún

quedan creadores en este país ca-paces de enfrentarse a proyectosarriesgados por mor de conseguir unminuto de verdadero teatro. Y aun-que, como dice el dramaturgo fran-

cés Bernard Marie Koltés, “el teatroes el lugar donde se dice no a lavida”, no cabe la menor duda deque en el verdadero teatro, en el tea-tro trabajado desde el pilar básico

y necesario del encuentro entre per-sonas dispuestas a ponerse en ellugar del otro, ha de latir algo devida. En el marco del Festival deOtoño, UR Teatro estrena El chico

Maestros y discípulos son los protagonistas de El chico de la última fila, lo nuevo de Juan Mayorga, una obra que tratade personas que han visto demasiado y de personas que están aprendiendo a mirar. El dramaturgo, uno de los másescenificados del momento, ha vuelto a contar con su cómplice Helena Pimenta para llevarla a escena. Tras su es-treno el sábado en Fuenlabrada dentro del Festival de Otoño, el montaje recorrerá diversos escenarios madrileños.

T E A T R O

Mayorga escribe para Pimenta

SERGIO ENRÍQUEZ

Autor y directora dialogan con El Cultural sobre la obra El chico de la última fila

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de la última fila, de Juan Mayorga–un autor que se encuentra en ple-na madurez artística–, bajo la cur-tida dirección de Helena Pimenta.Se estrena el sábado en Fuenlabra-da, luego se exhibirá en San Loren-zo de El Escorial (28 y 29 de octu-bre) y, finalmente, recalará enMadrid, en el Círculo de Bellas Ar-tes (3, 4 y 5 de noviembre).

Un inteligente, complejo y no-ble texto que nos habla sobre maes-tros y discípulos, sobre personas queya han visto demasiado y que es-tán aprendiendo a mirar. Es unaobra sobre el placer de asomarse alas vidas ajenas y los riesgos de con-fundir vida y literatura. El Cultu-ral ha tenido la oportunidad de reu-nir a Mayorga y Pimenta en el cálidosalón de un céntrico hotel madri-leño y poder charlar con ellos so-bre todos estos temas al tiempo que,entre vinos, autor y directora escri-bieron con sus voces esta pequeñapieza teatral en torno a los que con-templan el mundo sin ser vistos.

(Desde la última fila, Juan Ma-yorga y Helena Pimenta parecen sentir-se cómodos. Hay algo de ternura en Ma-yorga que le hace posar para el fotógrafocon la ingenuidad con la que lo haría uncrío ante su foto de la primera comu-nión. Mientras, Helena –recién llega-da de un ensayo con una energía arro-lladora y vitalista– contagia su disfrutepor el trabajo de los actores.)

J. Mayorga- Resulta hasta cier-to punto milagroso que hayamosllegado aquí con una sólida puestaen escena de la que hace un año nohabía escrito ni una sola página.Hace ya un año que UR Teatro(Helena Pimenta y José Tomé) mepropone escribir un texto para ellos.Les ofrecí cuatro o cinco argumen-tos de obras que me interesaban tra-bajar. Uno de ellos es el embrión deEl chico de la última fila. Una vez ele-

gido el argumento, tanto Helenacomo José –y ahora en los ensayostodo el equipo– me asistieron consus argumentos y sus críticas. Me hesentido muy respaldado. El víncu-lo ha sido estrecho y Helena ha res-pirado el texto conmigo desde suscomienzos hasta ahora. Las idea queles ofrecí....

(Y el argumento es el siguiente: Ger-mán, un profesor de bachillerato de Len-gua y Literatura, corrige las redaccionesescritas por sus alumnos bajo el título“Mi pasado fin de semana”. Cada re-dacción le parece peor que la anterior.Hasta que llega a sus manos la firma-da por Claudio, ese chico silencioso quese sienta en la última fila. Germán ten-drá que leerla varias veces para con-vencerse de que sus ojos no le engañan.A partir de esa sorprendente redacción,entre el desencantado profesor y el ex-traño muchacho se establecerá un vín-culo tan intenso como peligroso.)

J.M.- Tanto Helena como yo he-mos sido profesores de secundaria yesto, como la orden sacerdotal, im-prime cierto carácter...

H.Pimenta- El profesor a la horade enseñarles a sus alumnos la no-ción de punto de vista...

(La noción de punto de vista es esen-cial en la obra. El punto de vista del au-tor se nos presenta escindido en múlti-ples visiones en función de los distintospersonajes y, sobre todo, a través de lamirada del joven alumno, Claudio,

un auténtico merodeador que necesitacolonizar y engullir la realidad del otropara entender su propio mundo.)

H. P.- ...elige algo tan sencillocomo escribir una redacción sobreel pasado fin de semana de susalumnos. Esto me apasiona. Juan haconseguido partir de elementosmuy sencillos para construir unade las obras más complejas y pro-vocadoras que he montado. El pun-to de vista entronca con dos aspec-

tos fundamentales en mi vida. Uno:el punto de vista es necesario nosólo en la escritura sino en todo elhecho teatral: en cada escena, encada interpretación... Me asusta lamateria anodina en el teatro. Dar tupunto de vista es prestar tu vida enla función. Dos: la noción de pun-to de vista me ha hecho posicionar-me como creadora en cada mo-mento. Y esto indudablementeconfigura una ideología. Siempreme ha dado miedo quedarme atra-pada en lo ya hecho. Y esta obra teexige permanentemente mirar alotro desde la apertura, sin credosinamovibles. Y este mirar lo abarcatodo, desde la relación maestro yalumno hasta el amor y la noción defamilia.

J. M.- Todo lo que vemos comoespectadores de la familia de Rafa–compañero de clase de Claudio–está tamizado por el ojo de Clau-dio hasta el punto de que a vecesasistimos...

H. P.- Entre el drama, el erotis-mo y el humor...

J.M.- ... a diferentes representa-ciones de un mismo suceso. El he-cho de que se nos presente lo quevemos en la casa de la familia ob-servada como un artificio de la ima-ginación de Claudio arroja luz sobrela misma artificialidad del hecho es-cénico que, como espectadores, es-tamos viendo.

(En “El chico de la última fila” nosencontramos con dos historias que su-ceden en diferentes espacios y tiempos,y que, a medida que los personajes su-cumben a la ficción del joven alumno, sevan entretejiendo a través del filtro desu mirada y las coordenadasespacio/tiempo se van difuminando.)

J. M.- El montaje de UR señalaestos aspectos de realidad/ficción deuna manera fina y detallada, conmucha sutileza y sin ningún pre-

juicio sobre el mundo espiado y ala vez soñado por Claudio.

H.P.- Sabemos que hablamos deficción dentro de ficción y esto, esdecir el teatro, debe dejar algunahuella. Pero todo ello sin grandes al-haracas.

(Germán, el profesor de literatura,enseña a Claudio a mirar de cerca, sinprejuicio, sin condenar a los persona-jes a priori. Germán enseña todo esto,pero nunca ha sido capaz de llevarloa cabo. Germán proyecta todos sus pre-juicios con la clase media sobre la fa-milia espiada por Claudio. El profesorcuestiona la validez de lo que escribeClaudio al tiempo que insufla ese os-curo deseo de atrapar alguna verdadcon la escritura. Germán dota a sualumno -y del mismo modo a los es-pectadores- de las herramientas nece-sarias para poner en tela de juicio la es-critura. En este punto el texto nos hacepensar si la literatura sirve para algoen nuestras vidas y si la función artís-tica comienza donde termina la peda-gógica.)

H. P.- Me cuesta imaginarme aGermán como a un profesor per-fecto. La teoría de la enseñanza deGermán tiene mucho que ver conlos sentimientos. Pero lo que en-seña nunca ha sido capaz de apli-carlo a su vida. Germán enseña altiempo que trata de apropiarse de lavitalidad del joven. Y como tantascosas en la vida que exigen respon-sabilidad, la pedagogía pide ciertarenuncia personal.

(Hay algo muy hermoso en el textoque tiene que ver con la verdadera he-rencia. Con el momento decisivo en elque un ser humano se cuestiona qué ha-cer con todo lo acumulado y aprendi-do durante su vida. Y en este sentido,Claudio será el que posiblemente con-siga escribir todo lo que Germán nopudo.)

J. M.- Recuerdo una frase de

T E A T R O / D I Á L O G O

E L C U L T U R A L 1 2 - 1 0 - 2 0 0 6 P Á G I N A 4 0

Juan ha construído a partir de elementos muy senci-

llos una de las obras más provocadoras que he montado. La

obra te exige mirar al otro sin credos inamovibles ”. PIMENTA“

El montaje es hiperteatral. A diferencia del lenguaje ci-

nematográfico, la puesta en escena permite la conviven-

cia de diferentes planos en un mismo espacio”. MAYORGA“

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Walter Benjamín acerca de la do-cencia: “La escuela no debe ser ellugar donde una generación domi-na sobre la otra, sino el lugar en elque dos generaciones se encuen-tran”. El trabajo de profesor es her-moso pero exige heroísmo en cuan-to a ¿cómo hacer que el alumnocrezca sin tratar de imponer tu vi-sión del mundo? En este sentido,Germán es un profesor imperfec-to, pero al mismo tiempo lo bastan-te generoso como para abrir su bi-blioteca al alumno. Frente a lavisión gozosa del arte de Juana (mu-jer de Germán, galerista de arte con-temporáneo), que es una visión an-titrágica, es decir, no hay nada enel arte por lo que desesperarse, la deGermán se sostiene en la existenciade cierta continuidad entre arte ycultura. De algún modo, Germánpiensa que si todos leyésemos aTolstoi seríamos mejores personas.

H. P.- Quizá la literatura no nos

haga mejores personas, pero lo quesí me parece cierto es que algunascosas pueden ser salvadas a travésdel relato que recoge la experienciahumana.

J. M.- Y uno traiciona su misióncomo artista cuando trata de impo-ner su visión del mundo con el sim-ple objetivo de confirmar lo que yasabe. Sólo si eres capaz de salir alencuentro del otro –y aquí le doyla razón a Germán– el arte puedesalvar a la vida.

H. P.- Dar hospitalidad al pen-samiento del otro. A la creación delotro.

Y esto es lo que precisamenteestá haciendo UR Teatro al llevar aescena un texto de un autor con-temporáneo. Una vez asentado cier-to mercado teatral con sus casi vein-te años de trayectoria y suscelebrados montajes de Shakespea-re, Pimenta y Tomé –fundadores dela compañía– creen que, frente a la

rápida dinámica de producción queexige el mercado teatral, que im-posibilita el disfrute del trabajo ar-tesano del teatro, es necesario con-tar algo radicalmente actual ydramático.

H.P.- Desde el punto de vista dela dirección de actores he tenido quebuscar una necesidad vital que jus-tificara la actitud de personajes comoClaudio sin caer en el fácil tópico de“lo patológico o anormal”. El jovennecesita encontrar unas respuestasafectivas y romper el modelo de fa-milia que ha recibido. Su búsque-da de la verdad obedece a una ne-cesidad. Claudio es el joven que,como cada uno de nosotros, es capazde rebelarse contra lo que sea en subúsqueda de afecto. Y esto es terri-blemente humano.

(La mirada de Claudio sobre elmundo que le rodea será la mirada delpúblico. Vital, inquisidora, crítica, lú-cida, transgresora, precipitada, cen-trada en el presente, ofrecerá a los es-pectadores una visión de la realidad queel mundo adulto, en su pasividad y au-tocomplacencia, olvida con frecuencia.)

J.M.- El montaje es hiper-teatralen el sentido más radical del térmi-no. A diferencia del lenguaje cine-matográfico, la puesta en escena deHelena y la escenografía de JoséTomé permiten al espectador pre-senciar en continuidad diferentes es-pacios y tiempos en permanente diá-logo. El espectador puedecontemplar todos los espacios sinninguna confusión. En este senti-do hablo de un lenguaje radical-mente teatral: creación y conviven-cia de diferentes planos en unmismo espacio de representación.

H. P.- La escenografía de Tomécrea desde el comienzo de la funcióndiferentes espacios delimitados pormuros y barreras que configuran unapoética basada en la convivencia deelementos geométricos inspiradosen la arquitectura contemporánea. Amedida que transcurre la acción losmuros se van difuminando y los es-pacios se van mezclando. La pre-gunta fue ¿cómo favorecer un conti-

nuo salto de tiempos y espacios deuna forma fluida y que al mismotiempo permita la convivencia de to-dos ellos? Juan deja muy claro los es-pacios y los tiempos, pero llega unmomento en que éstos se desvane-cen en la búsqueda desesperada desentimientos.

J. M.- Y es que, por muy prosai-co que suene, la obra nos habla deuna pasión fundamental: a la gentele interesa la gente.

(A medida que la tarde ha ido avan-zando, los pensamientos del autor y ladirectora se han entrelazado de tal ma-nera que ya sólo queda una única vozque habla del amor por el teatro y, en de-finitiva, por la vida. Mayorga ha es-crito una obra sobre maestros y discí-pulos. Pimenta ha dirigido un montajesobre padres e hijos, sobre personas queya han visto demasiado y personas queestán aprendiendo a mirar. Mayorga haescrito sobre el placer de asomarse a lasvidas ajenas y sobre los riesgos de con-fundir la vida con la literatura. Pimentaha dirigido una obra sobre los que eligenla última fila para contemplar el restodel mundo. Juan Mayorga y Helena Pi-menta se levantan de la última fila.Por favor, abran el telón.)

JOSÉ MANUEL MORA

F E S T I V A L D E O T O Ñ O D E M A D R I D

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Uno traiciona su mi-

sión como artista cuando

trata de imponer su visión

del mundo con el simple ob-

jetivo de confirmar lo que

ya sabe”. MAYORGA

Quizá la literatura no

nos haga mejores personas,

pero algunas cosas pueden

ser salvadas a través del

relato que recoge la expe-

riencia humana”. PIMENTA

EE SS CC EE NN AA DD EE EE LL CC HH II CC OO DD EE LL AA ÚÚ LL TT II MM AA FF II LL AA

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T E A T R O / E S T R E N O S

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P O R T U L A N O S

Orgullo

“La Resad de Madrid es una de lasgrandes escuelas del teatro europeo”

ME dicen con frecuencia que barro para casa por-que llevo años defendiendo en público que la RealEscuela Superior de Arte Dramático de Madrid(RESAD) es una de las grandes escuelas del te-atro europeo, pero es que se trata de una verdaddemostrable. Aquí los elogios no gustan, por pe-reza: si algo es malo no hay más que hablar; pero sies bueno está uno obligado a trabajar para man-tener el nivel. Como certeramente escribe mitocayo Amestoy en el catálogo Maestros del Tea-tro, “igual que Sísifo, cada mañana hemos de rei-niciar la tarea”. Por otro lado, hay, en nuestra pro-fesión, algunos sacacuartos que viven devendernos la longaniza con la que, supuesta-mente, atan a los perros en el resto del mundo.Y si se supiera que, sin necesidad de pasaporte, en-cuentra uno, no sólo longaniza, sino jamón de Gui-juelo, se les vendría abajo el chiringuito. Cuan-do yo era estudiante, la desidia de las autoridadespolíticas y de los propios profesionales madrileñoshacia la Resad llegaba a tal extremo que muchostitulados negaban su condición por miedo a entrar

en las listas negras de los productores. No hay exa-geración en esto. Los presupuestos eran ridículos,las instalaciones ineficaces y algunos docentesjamás aparecían por clase. Pero los que sí iban eranmaravillosos: Ricardo Doménech, Pepe Estruch,Lourdes Ortiz, Joaquín Campomanes y tantosotros a los que adorábamos más allá de su labor pe-dagógica. Fue por ellos por lo que la generación delos 80 creció, crecimos, con un profundo orgullohacia aquella institución de la que todo el mun-do hablaba mal y que sin embargo tantas alegrí-as nos reportaba. La magnífica exposición que ce-lebra en el Círculo de Bellas Artes el 175aniversario de la Resad no sólo es una impres-cindible lección de historia, sino la feliz consta-tación de que hay, en ese largo siglo y medio mo-tivos más que sobrados para el orgullo. Deberíanmandar certificado un ejemplar del catálogo aaquel catedrático universitario que, años atrás, de-claró ante el alcalde que era una vergüenza queMadrid no tuviera una escuela de arte dramático...

II GG NN AA CC II OO GG AA RR CC ÍÍ AA MMAAYY

Hasta el 28 de octubre pasarán por la ciu-dad andaluza 22 compañías, de diezpaíses del otro lado del Atlántico y de

España, que ofrecerán 45 representaciones deteatro, danza y música, además de diversos ac-tos relacionados con el mundo de la escena.

La escena como espejo de la sociedad ca-racteriza la nueva edición de Cádiz. La ciudadandaluza acogerá desde obras clásicas de Brechto Cervantes, a originarias de países donde el pa-sado y presente indígena tienen gran protago-nismo. Del autor alemán, la compañía Atalayaha escogido La ópera de tres centavos. La forma-ción dirigida por Ricardo Iniesta quiere subra-yar que el mundo de explotación y delincuen-cia del que hablaban Brecht y Kurt Weill nopertenece al pasado, sino que, con unos ajustes,campea en todo su esplendor por el siglo XXI.Un discurso que contrasta con el de Els Joglars,pues En un lugar de Manhattan recurre al Qui-jote para mostrar con humor el papanatismode la sociedad actual. El discurso antiglobali-zación llega con la compañía mexicana Las Pa-tronas, que presenta en Cádiz El maíz. La obraes una especie de rito con canciones y danza en

defensa de la cultura y la forma de vida propios,representados por el “grano sagrado”, frente ala simobología que tiene la introducción delmaíz transgénico procedente de EEUU.

El otro protagonista del Festival es la mujer.No sólo porque dos actrices, la española MaríaJesús Valdés y la uruguaya Nidia Telles reci-birán los premios del FIT y Atahualpa del Cio-ppo, respectivamente, ni tampoco por la cele-bración del Encuentro de Mujeres deIberoamérica en las Artes Escénicas, cuyo ma-trimonio con Cádiz cumple diez años; sino tam-bién porque la programación descansa en bue-na parte sobre ellas, como demuestran losmontajes Mestiza Power. Retrato de la mujer mayacontemporánea y Olimpia o la pasión de existir.La primera es una producción de las mexicanasde Sa'as Tun que entra de lleno en la realidadde las mujeres mayas. La segunda da un saltoen el tiempo para llegar hasta el París de la gui-llotina. Allí espera la figura de Olimpia de Gou-ges, la revolucionaria que acabó en el cadalsopor desafiar a Robespierre tras pedir la exten-

sión de los derechos recién conquistados a lasmujeres y a los esclavos.

El apartado dedicado al teatro de Chile y Ar-gentina integra siete compañías con algunos delos grandes nombres de su escena. Sobre todo,destacan los del dramaturgo Mauricio Kartún,de quien la compañía Equipo Teatro Llanurarepresentará el soliloquio de un empleado debanco fugado y luego burlado por una jovenComo un puñal en las carnes, y Daniel Verone-se, que llegará a Cádiz con la “chejoviana” Unhombre que se ahoga.

RAFAEL ESTEBAN

22 compañías iberoamericanas participan en el Festival de Cádiz

El próximo martes comienza el XXI Festival Iberoamericano de Cádiz.Chile y Argentina son los países invitados, pero la programación tam-bién se dedica a espectáculos que tienen de protagonista a la mujer.

La escena en femenino

EE LL MM OO NN TT AA JJ EE DD EE CC AA LL LL EE SS PP AA NN II SS HH BB LL UU EE SS

Argentina está representada por

dos de sus autores y directores de

mayor proyección internacional,

Maurizio Kartún y Daniel Veronese

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T E A T R O / E S T R E N O S

EE LL TT EE AA TT RR OO NN OO WW YY DD EE PP OO ZZ NN AA NN OO FF RR EE CC EE UU NN AA GG RR OO TT EE SS CC AA VV EE RR SS II ÓÓ NN DD EE FF AA UU SS TT OO AA CC LL AA MM AA DD AA PP OO RR II NN SS ÓÓ LL II TT AA

De esta primera semana en laque el Festival de Otoñode Madrid ha echado a an-

dar merecen reseñarse cuatro es-pectáculos extranjeros (que se exhi-ben con sobretítulos en castellano) yuno español. Este último es la adap-tación del superventas de Houe-llebecq, Plataforma, que CalixtoBieito estrenó en Edimburgo el pa-sado verano protagonizada por JuanEchanove. Recibida con elogiosascríticas, la obra se presenta un solodía, mañana, en el municipio de SanSebastián de los Reyes. Finalizadoel Festival, recalará en Madrid, en elteatro Bellas Artes.

Por primera vez actúa en Madridla compañía de Oskaras Korsunovas(OKT). Las credenciales de este di-rector de Vilna (Lituania) vienenavaladas por los críticos que en 2001le otorgaron el Premio Europa deNuevas Realidades Teatrales (quecompartió con Josef Nadj). Korsu-novas creció en el ambiente con-testatario de la Vilna soviética y lue-go formó compañía propia e

independiente. Comenzó intere-sándose por la dramaturgia lituanay contemporánea, pero en los últi-mos tiempos también ha hechoadaptaciones de clásicos. El proble-ma de sus versiones es que no sa-bemos qué obra estamos viendo has-ta que no echamos mano delprograma. En El maestro y Margari-ta, de Bulgakov, era realmente difí-cil seguir la pista del texto. En LaAbadía habrá ocasión de ver (des-de hoy y hasta el día 15)un Romeo y Julieta tra-ducido a su discursoposmoderno.

En una órbita decabaret el director londinense DamJemmett y la banda The Tiger Li-llies presentan en el Círculo de Be-llas Artes (desde mañana y hasta eldía 17) un versión musical del cuen-to de Andersen La cerillera (The Lit-tle Match Girl). Jemmett ya ha visi-tado el Festival con espectáculos tansolventes como Dog Face; ahora se hapuesto al servicio del cantante ycompositor Martyn Jacques, fun-

dador de The Tiger Lillies. La es-tética, la combinación de músicas devarios lugares del mundo, su tonoirreverente y la inquietante voz defalsete de Jacques definen a estabanda inglesa (famosa en el Off Bro-adway por Shockheaded Peter, colec-ción de cuentos infantiles con mo-raleja y final horrible).

Dos sólidas compañías de reper-torio, con excelentes intérpretes,también nos visitan. El teatro ber-

linés Volksbühne que, en manos deldirector Christoph Marthaler, pre-senta en el Teatro de la Zarzuela (losdías 17 y 18) La mosca de la fruta. Estamisma compañía y este mismo di-rector ya estuvieron el año pasado enel Festival con Los diez mandamien-tos, lo que permitió hacerse una ideadel teatro burlesco inspirado en larealidad que practican. En La mos-ca de la fruta el director se pregunta

sobre la evolución del hombre, lastécnicas genéticas y el valor del amoren nuestros días. De Marthaler ha-brá ocasión de ver al final del Fes-tival otra de sus piezas, La coronaciónde Popea, de Monteverdi. Antes quedirector de escena, Marthaler fuemúsico y compositor y su reputaciónla han forjado sus puestas en esce-na de óperas y obras musicales. Yfinalmente, un Fausto aclamado porla crítica por fuera de lo común es

el que presenta en el Español (del 18al 21) la compañía polaca TeatroNowy que dirigie Janusz Wisniews-ki. Se trata de una formación, origi-nal de Poznan, fundada en 1923. 16actores componen un reparto queactúa como un coro de marionetasgrotescas, lo que dan al espectácu-lo un tono expresionista.

LIZ PERALES

Dam Jemmet dirige la adaptación del cuento La cerillera, que ha es-cenificado con The Tiger Lillies, banda que combina músicas del mundo,un tono irreverente y la inquietante voz de falsete del cantante

Marthaler, Dam Jemmett, Bieito y el Teatro Nowy, en el Festival de OtoñoDos sólidas compañías de repertorio, la Volksbühne de Berlín y el Teatro Nowy de Polonia, recalan esta semanaen el Festival de Otoño de Madrid, cuya programación incluye también la insólita versión de Bieito de Plataforma.

Comienza el espectáculo

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POR unos días, Roma volverá a ser la ciu-dad del cine. Su primacía mundial a la som-bra de rossellinis, pasolinis y fellinis dio

paso hace varias décadas a un cine en declive, casiborrado del mapa si no fuera por las aportacio-nes puntuales de cineastas como Benigni, Moret-ti o Amelio (y ni siquiera). Aunque Cinecittá yano es más que un lugar fantasma y la ‘dolce vita’ pe-reció en la fauces del recuerdo, la capital italianaquiere recuperar el título de capital del cine. El Fes-tival de Cine de Roma que hoy nace para el restodel mundo, con la ambición de convertirse en unacita tan imprescinidble como Cannes (y acaso su-plantar a su compatriota Venecia) es la gran espe-ranza. Todas las grandes instituciones de la ciudad,incluida su Cámara de Comercio, han volcado susesfuerzos y capital para hacer del recién nacido cer-tamen un vector del cine internacional.

Desde luego no se han tomado a la ligera el pro-pósito. El presidente del Festival, el senador Gof-fredo Bettini, habla de la necesidad de “crear unanueva audiencia de amantes del cine” y de “des-cubrir a nuevos talentos”. Algunas novedades,como la creación de un jurado popular compues-to por cincuenta espectadores (ver apoyo), van en-caminadas a crear ese nuevo prototipo de festivalen sintonía con la era pretendidamente interacti-va. No en vano, los organizadores hablan del na-cimiento de una “fiesta” más que de un festival,porque contemplan la cita como una festividadpara la población, un modelo cultural en el queel cine sea devuelto al pueblo en calidad de “de-recho colectivo” (sic).

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C I N E

La ‘festa’romana

Ha nacido el Festival de Cine In-ternacional de Roma. Con altospresupuestos y ambiciones, el cer-tamen demostrará a lo largo de lospróximos diez días si es capaz de ri-valizar con Cannes, Berlín, Veneciao San Sebastián. Figuras como Ni-cole Kidman, Martin Scorsese oMonica Belluci apoyan esta “fiesta”con el propósito de crear un nuevoconcepto de festival más cercano alos gustos del espectador medio.

Nicole Kidman bautiza hoy el Festival de Roma,dispuesto a competir por el mejor cine mundial

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Pero dejando a un lado las buenas intenciones,todo el mundo sabe que la relevancia de un fes-tival cinematográfico, al menos de momento y porinjusto que parezca, pasa por la altura de las ce-lebridades que lo apoyen. En este capítulo Romaha jugado sobre seguro. Con sus nueve millonesde euros de presupuesto (más que Venecia), paraempezar, ha podido cubrir las demandas de Ni-cole Kidman para que bautice esta nueva citacon su presencia dentro y fuera de pantalla. Lapremiere de Fur, donde la actriz australiana en-carna a la fotógrafa Diane Arbus en un biopic ima-ginado por Steven Shainberg (Secretary), será el pla-to fuerte inaugural de un desfile de personalidadesque contará también con la belleza patria de Mo-nica Belluci (presentando el film N. Io e Napoleone,de Paolo Virzio, donde Danuel Auteil encarna aNapoleón), la nostalgia de Sean Connery (recibi-rá un tributo-retrospectiva a su carrera), o el pres-tigio de Martin Scorsese (quien presenta su nue-va crónica del hampa, Infiltrados, protagonizada porLeonardo DiCaprio y Jack Nicholson).

Gatos al agua. Los festivales “clase-A” –Berlín,Cannes, Venecia y San Sebastián– son aquellosque necesariamente traen a competición películasde estreno mundial o que sólo se hayan estrena-do en su país de origen. En el mercado al que con-curren estos festivales, ya suficientemente com-petitivo, quizá lo último que faltaba era la llegadade un nuevo comprador. Aunque las fechas en quese celebra no le ayudan (es el último del año, al queen teoría le llegarán las migajas), lo cierto es queRoma ha sabido pujar para llevarse algunos gatosal agua. Estos gatos los mostrará en la sección es-pecial “Première”, verdadero anzuelo mediáticodel festival, donde proyectará entre otras Alatris-te y los nuevos trabajos de Lasse Hallström (TheHoax), Christopher Nolan (The Prestige), Mira Nair(The Namesake) o Giussepe Tornatore (La sconos-

ciuta). La sección sección oficial competitiva, in-tegrada por 16 películas, al menos sobre el papelse defiende en pluraldidad y trascendencia cine-matográfica, con preferencia por la distinción au-toral, si bien, de forma muy significativa, no con-templa ningún film norteamericano.

Con una mayoría de participación europea,no podía faltar la cuota nacional a concurso, porlo que por parte italiana participarán tres películas:A cosa nostra, de Francesca Comencini; La’aria sa-lata, ópera prima de Alessandro Angelini, y La stra-da di Levi, en la que Davide Ferrario relata el via-je homérico de Primo Levi tras ser liberado en

Auschwitz. La nueva pieza de Otar Iosseliani (Jar-dins en automne), uno de los grandes autores se-leccionados, también cuenta con participación ita-liana, así como francesa y rusa. Precisamente dela tierra natal de Iosseliani, Georgia, proviene elfim L’Heritage, un conflicto entre clanes dirigidopor Temur y Gela Babluani (padre e hijo).

Autores a concurso. Más autores en secciónoficial: el francés Robert Guédiguian presentará enRoma Le Voyage en Armenia, el argentino Pablo Tra-pero compite con Nacido y criado, una tragedia fa-miliar en el gélido sur argentino; Shane Meadows,una de los voces más significativas de Gran Bre-taña, compite con This is England; fuera de com-petición participará la danesa Susanne Bier con Ef-ter Brylluppet, mientras que el autor de El ladrón decaballos, Tuan Zhuangzhuang, representa a Chi-na con Wu Qingyuan. La obligada cuota orientalse completa con Japón –Akumu, de TsukamotoShinya– y Hong Kong –Fu Zi, de Patrick Tam–. Elturco Reda Erdem (Bes Vakit) y la iraní Nikj Kar-mi (Chand rooz ba’d...) son dos de las apuestas par-ticulares del certamen por un cine joven y desco-nocido, al que se suman las óperas prima MonColonel, del francés Laurent Herbiet, y Cages, delbelga Olivier Masset Depasse.

Reservadas a otras secciones hay programa-das interesantes propuestas como el mockumentaryde Larry Charles Borat: Cultural Learnings of Ame-rica For Make Benefit Glorious Nation of Kazahs-tan, una nutrida retrospectiva sobre el Actors Stu-dio en los cincuenta (Baby Doll, Rebelde sin causa,Un lugar en el sol, etc. ), o el trabajo experimentalde Zhang Yimou Riding Alone For Thousands of Mi-les. Los únicos españoles invitados a la fiesta, apar-te de Alatriste, son Carlos Molinero y Lola Salva-dor, que presentarán La niebla en las palmeras.

CARLOS REVIRIEGO

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SI en Cannes es la Palma y en Berlín el Oso,en Roma será el Marco Aurelio, una mi-niatura de la estatua ecuestre romana. Asíhan bautizado al trofeo del certamen, quese concederá a la mejor película, al mejor ac-tor y a la mejor actriz. La diferencia con elresto de los festivales es que el sanedrín en-cargado del fallo no estará formado por per-sonalidades y figuras de la industria, sino porespectadores. Un comité dirigido por elcineasta italiano Ettore Scola ha entrevista-do personalmente a 300 candidatos. Deellos, fueron seleccionados cuarenta. El res-to, hasta completar los cincuenta miembrosde este peculiar jurado, proviene de genteenviada por los socios cofinanciadores delfestival. Según ha informado la organiza-ción, en el momento de la decisión no in-tervendrá sólo el conocimiento cinemato-gráfico de los miembros del jurado, tambiény sobre todo su habilidad para trabajar enequipo y de definir un criterio claramen-te. Ettore Scola, ejerciendo de árbitro, seráel presidente del jurado.

“INFILTRADOS”La última crónica del hampa dirigi-da por Martin Scorsese.

“N (IO E NAPOLEONE)”Mónica Belluci y Daniel Autiel pro-tagonizan un filme sobre Napoleón.

“BORAT: CULTURAL LEARNINGS...”Un mockumentary de Larry Charlessobre la política norteamericana.

“THE PRESTIGE”Christopher Nolan narra la rivalidadentre dos famosos magos.

Un jurado popular

LOS RECLAMOS DEL FESTIVAL

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C I N E / F E S T I V A L

El código Aronofsky El director de Pi y Réquiem por un sueño presenta en Sitges La fuente de la vida

DARREN Aronofsky se hapropuesto poner a pruebaa sus fans. Después de las

más que notables Pi y Réquiem porun sueño, que a pesar de su aromapseudocientífico desprendían unafuerza visual innegable, ahora el di-rector norteamericano parece haber-se pasado a la pseudofilosofía con Lafuente de la vida (The Fountain), unproyecto de ciencia-ficción en el queha invertido seis años. Tras su pasopor el Festival de Venecia, donde irri-tó a muchos y entusiasmó a pocos, hallegado a España vía Sitges antes desu estreno comercial.

Muchas son las vueltas que hadado la película en su proceso de rea-lización. Después de que Brad Pitt sedescolgara del proyecto hace cuatro

años (y le tomara el relevo HughJackman), la producción se ha vistosometida a las típicas idas y venidasde cualquier artefacto millonario deHollywood. Probablemente La fuen-te de la vida no hubiera variado muchoen lo esencial, pero cuando intervie-nen demasiadas mentes en un pro-yecto tan personal y alienígena comoel que ha concebido Arronofsky, elresultado se ve especialmente afec-tado, máxime si finalmente el corteoriginal de más de dos horas quedareducido a 95 minutos.

En esta hora y media, Arrono-fosky trata de contar 1.000 años debúsqueda de la “fuente de la vida”,un elixir de eternidad que provienesegún el guión de un árbol en algúnlugar de América Central. El cineas-

ta describe la esencia de la películacomo “una historia de amor sobrela pérdida de un ser querido y so-bre lo que eso te enseña”, pero lasverdaderas ambiciones de la pro-puesta, de raíces notoriamente tar-kovskianas, van mucho más allá.

Tres dimensiones. La trama inter-cala tres historias que vienen a re-presentar tres dimensiones de exis-tencia. La primera sucede en el sigloXVI, la segunda en el presente y latercera en el XXVI. En las tres in-tervienen los mismos protagonistas(Hugh Jackman y Rachel Weisz),que personifican sendas partes de unmismo personaje, y a su maneracuentan la misma historia: la aven-tura del amor tratando de detener

la muerte. Esto debería ayudar a quelas conexiones entre una narracióny la otra sean naturales, pero son másabruptas que armónicas.

En el siglo XVI asistimos a un re-lato de historia-ficción en el que lareina Isabel envía al conquistadorTomás al Nuevo Mundo en buscadel elixir de vida. Con el aspecto deun “señor de los anillos” en forma-to televisión, pronto comprendemosque esta parte es en realidad la lec-tura imaginada de una novela, “Lafuente”, que está escribiendo Izzi enla época actual. Izzi es la esposa delDr. Tom Creo, un científico quebusca desesperadamente una curapara detener el tumor cerebral queestá matando a su mujer. Diez si-glos después, Tom es un pequeñobuda en una burbuja que viaja enel cosmos hacia la nebulosa Xibalba,versión futurista del árbol de la vida.Esta parte del film, con una inena-rrable estética new age entre el vi-deo arte onanista y una pieza de ini-ciación al yoga, es la que transformael filme de un artefacto razonable-mente extraño a un artificio inco-herente y de difícil digestión.

“Nos hemos preocupado tantopor mantener la parte física, quenos olvidamos de alimentar nues-tro espíritu”, dice Aronofosky casiparafraseando al director de Stalker.Con La fuente de la vida, a pesar desu inexistente aliento poético, elotrora chico prodigio del cine nor-teamericano también quiere re-cordarle a la materialista sociedadcontemporánea el valor del espíri-tu, que sólo aceptando nuestro fi-nal con naturalidad, podremos dis-frutar de una vida completa. Sus nopocos seguidores tendrán segura-mente que esperar mejor ocasiónpara quedar convencidos. O mejor:que recuperen a Tarkovski. C. R.

Seis años después de su segundo largometraje, Réquiem por un sueño, Darren Aronofsky ate-rriza en Sitges con una propuesta de ciencia-ficción que obtuvo reacciones contrapues-tas en el Festival de Venecia. Mediante la interacción paralela de tres relatos que abar-can mil años de historia, el director plantea la mítica búsqueda humana de la eternidad.

RR AA CC HH EE LL WW EE II SS ZZ YY HH UU GG HH JJ AA CC KK MM AA NN EE NN LL AA FF UU EE NN TT EE DD EE LL AA VV II DD AA ,, DD EE DD AA RR RR EE NN AA RR OO NN OO FF SS KK YY

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HAY cierta tendencia a considerar a Gui-llermo Del Toro un director de cine deterror... Pero, en el fondo, nada más lejos

de la realidad. Las películas de Del Toro, espe-cialmente aquellas más “autorales”, en las que tra-baja sin las presiones de Hollywood, son, esen-cialmente, cuentos de hadas. Incluso filmes comoBlade 2 y Hellboy, inspirados en sendos cómics, es-tán más cerca del fantasy y la aventura pulp, quedel terror en sentido estricto. Además, la obsesióndel director por la infancia marca su obra siem-pre con cierta impronta feérica, de cuento infantil,que es posible reconocer incluso en la fallida Mi-mic. Por ello, era inevitable que, finalmente, DelToro afrontara el reto de penetrar en el Reino delas Hadas... Pero lo ha hecho, como es también pro-pio de su carácter latino, con los pies en el suelo,a través de una historia marcada por la relacióntraumática y abisal entre fantasía y realidad. Entrela belleza del mito y la sordidez del mundo real.Por ello, posiblemente, El laberinto del Fauno seauna de sus mejores películas, si no la mejor.

Alternando los episodios mágicos, de delicio-sa estética que evoca tanto las ilustraciones clá-sicas de Rackham o Dulac, como las de artistasmodernos como Alan Lee o Brian Froud, con otrosde sangriento drama de posguerra, Del Toro plan-tea no tanto la necesidad de los cuentos de ha-das, sin cuya proyección mítica la vida de la niñaprotagonista (y, por extensión, la de todos nos-otros) carecería de sentido, como la coexistenciaincómoda de ambos mundos: el del mito y el dela realidad. Moviéndonos a su gusto entre ese Rei-no de las Hadas, que no carece de peligros y ma-

licia (el viejo Fauno, en gran acierto del director,posee un aire amenazador, propio de algún viejodios pagano de Arthur Machen), y una duraposguerra envenenada por la violencia, el revan-chismo y la amargura, ejemplificados por Sergi Ló-pez, Del Toro consigue una atmósfera impreg-nada de melancolía crepuscular y dotada de fieraconvicción en lo que cuenta. El delicado equili-brio entre las peripecias fantásticas y el dramacotidiano funciona casi con mecanismo de reloje-ría, y la tragedia final, reconvertida en el plano mí-tico en triunfo de la fantasía y la inocencia, deja unsabor agridulce en el espectador.

Tan sólo una cosa molesta en esta fábula don-de la fantasía se da la mano con el realismo, enun contubernio que en otros tiempos hubierapasado sin duda por judeomasónico, y es la au-sencia de un poco de sentido del humor que equi-libre el conjunto, excesivamente oscuro. Pen-sando en Cronos o Hellboy, uno esperaría que eseSergi López, con su reloj parado y su sadismode espaghetti western, tendría algún momento pa-ródico o ridículo... Da la impresión de que el di-rector, temeroso quizá de herir sensibilidades,se contiene, cuando si la acción hubiera ocurridoen México o en un pueblo polaco invadido por losnazis, se habría permitido algo más de ironía, deparodia estilizada. Defecto que empaña sólo unpoco esta aventura, atípica en el panorama del cineespañol, que confirma a Guillermo Del Toro comogenuino “autor” de cine fantástico, con una visiónúnica del género, rica, personal e intransferible.

JESÚS PALACIOS

Siguiendo la estela de Jacques Tourner, lagran novedad que aporta esta película al

género de serie negra es la decisiva interven-ción del mundo sobrenatural en la trama. Eldetective privado, una especie de Sam Spadepero simpático llamado Harry Angel (granMickey Rourke), acepta 5.000 dólares de unmisterioroso cliente llamado Louis Cypher(Robert de Niro disfrutando de su brevepapel) para encontrar al desaparecido cantan-te Johnny Favourite, con quien Cypher tieneun contrato pendiente. Corre el año 1955 ylas investigaciones de Angel le llevan de lafría Nueva York a la ardiente Lousiana, undescenso a los infiernos en el que cada confi-dente con el que se cruza termina siendo uncadáver fresco, brutalmente asesinado. Comosi Chinatown se cruzara con La semilla del dia-blo (es mejor no pensar lo que RomanPolanski hubiera hecho con este guión), Elcorazón del ángel es en las manos del siempresolvente Alan Parker un juego diabólico quecongrega con elegancia los principios genéri-cos del film noir y también del cine de terror.La perversión, lujuria y oscuridad propias delcine negro combinan de forma aterradora conel submundo del vudú y la magia negra.

En materia extrafílmica, algunos recorda-rán que esta fue la película que le causó a laactriz Lisa Bonet su expulsión del show de BillCosby, pues su interpretación abiertamentesensual, con sexo sangriento incluido, noencajaba con el tono familiar y biempensantede la serie. Es el personaje de Lisa Bonet unasacerdotisa del vudú con la clave del enigmaen su mano, pero revelar la resolución delfilme sería una imperdonable canallada paraquien aún no lo ha visto. C. R.

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El Cultural entrega el próximojueves, por sólo 7,50 euros, el DVD Elcorazón del ángel (1987), thriller sobreel cultismo dirigido por Alan Parker.

C I N E / C R Í T I C A

“ E L C O R A Z Ó N D E L Á N G E L”

C U R I O S I D A D E S·· El poema al que se hace referencia sobre Evangeliney su amante lo escribió Henry Wadsforth Longfellow yse titula “Evangeline, A Tale of Arcadie”.

·· Robert de Niro se inspiró en su amigo el directorMartin Scorsese para construir su personaje.

Laberinto de pasionesEL LABERINTO DEL FAUNO � DIRECTOR: Guil lermo del Toro. REPARTO: Ivana Baquero, Sergi López, Maribel Verdú, Doug Jones.GUIÓN: Guil lermo del Toro. NACIONALIDAD: México / España. DURACIÓN: 112 minutos. ESTRENO: 13 de octubre.

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M Ú S I C A

COMO un Quijote de la mú-sica española, Eduardo Ló-pez Banzo (Zaragoza, 1961),

lleva media vida volcado en rescatardel olvido parte de nuestro patrimo-nio sonoro anterior al s. XVIII. Hacecasi dos décadas creó el conjunto AlAyre Español, Premio Nacional deMúsica en 2004, con el que ha reco-rrido algunas de las mejores salas delmundo poniendo los nombres de Lli-teras, Durón o Nebra al lado de losScarlatti, Vivaldi, Haendel, Rameauo Monteverdi. Esa pasión “de des-cubrir mundos escondidos en las par-tituras del pasado” se fraguó en Áms-terdam donde llegó con 18 años paraestudiar al lado del clavecinista Gus-tav Leonhardt, quizás, junto a Har-noncourt, el máximo instigador de larevolución historicista que sacó a lamúsica antigua de su marginalidad.“Al margen de sus enormes capaci-dades como músico, de las que tantoaprendí, supo inculcarnos una grancuriosidad hacia lo que nadie pres-taba atención, para que, como anti-cuarios, supiéramos encontrar teso-ros ocultos, quitarles el polvo ydevolverles el brillo que un día tu-

vieron”. Fue en Holanda donde,alentado por la embajada españolapara que montara un programa conrepertorio barroco español, se fra-guó Al Ayre Español: “Resultó unéxito. Pero fue algo intuitivo, nopremeditado”, señala con pasión.

–Hoy, casi 20 años más tarde, hanalcanzado su velocidad de crucero.

–La apuesta del Gobierno de Ara-gón fue definitiva. Hasta la concesióndel Premio Nacional de Música fun-cionábamos como conjunto de cá-mara, con un repertorio anterior als. XVIII ausente en los programas decualquier formación tradicional. Laayuda institucional nos permitió cre-cer y convertirnos en una orquestacon una infraestructura que nos hahecho capaces de enfrentarnos a unprograma más amplio, incluso de lle-gar al clasicismo. Otros factores hansido el disponer de una sede comola del Auditorio de Zaragoza, unode los mejores de España con unaacústica formidable, y el contar conuna discográfica, como HarmoníaMundi, que hace posible materiali-zar nuestras ideas y proyectos.

–¿Han desaparecido los prejui-

cios que veían a la música antiguacomo un reducto aparte?

–Ha dejado de ser un sinónimode mala música. Antes, el mundode la música moderna nos veía concierta deferencia, creyendo que se re-fugiaban allí los que no daban la talla.Hoy ocurre todo lo contrario, haymuy buenos directores e intérpre-tes que se han sentido seducidos porel repertorio antiguo. Éste ofrece ma-yores libertades interpretativas asícomo el descubrimiento de coloresde instrumentos desconocidos. Esoha hecho que haya subido bastantesu nivel y que ahora mismo esté enperfectas condiciones de competircon cualquier otro grupo de instru-mentos modernos del mundo.

Crisis de las orquestas–De hecho, hace ya tiempo que

se habla de la crisis de las orquestastradicionales, que limitan su pers-pectiva musical a un siglo y medio.

–Por ejemplo, creo sinceramenteque en Zaragoza, donde reside nues-tra orquesta, no hace falta la crea-ción de una nueva formación sinfó-nica. Me parece que a nuestro

alrededor hay orquestas suficientes–Barcelona, Pamplona, Madrid...–y hacer otra más sería innecesario.¿Por qué no apoyar y dejar que sedesarrolle un proyecto como el de AlAyre Español haciendo que se re-creen otros repertorios que comple-menten las programaciones tradicio-nales? Ése es un camino interesanteque está dando buenos resultados.Aunque sigue habiendo una partedel público que está encantada de es-cuchar siempre lo mismo, los con-juntos modernos están azuzados porotra a la que, de alguna manera, legustaría que renovaran su repertorio.Lo que sí pueden aportar conjuntoscomo el mío son experimentos quesuponen una alternativa a las or-questas sinfónicas.

–¿Vivimos un boom de la músicaantigua, con conjuntos como el suyo,Los Músicos de su Alteza, La Ca-pilla de Ministrers o los de Jordi Sa-vall, conviviendo en nuestro país?

–Hay que tener cuidado cuandose comparan los grupos de músicaantigua. Poseemos proyectos, pun-tos de vista y niveles distintos. Siguehabiendo mucho amateurismo, no

El clavecinista y director zaragozano Eduardo López Banzo lleva dos décadas entregado a la recuperación de nuestro pa-trimonio musical. A partir de mañana dirige los tres conciertos del ciclo Arriaga-Mozart organizado por el Teatro Realpara celebrar el bicentenario de ambos autores. Estará al frente de su orquesta barroca Al Ayre Español, junto a la que comienzael próximo mes una gira con la soprano María Bayo para presentar su último disco, dedicado a obras de Nebra y Haendel.

“En la interpretación antigua hay mucho amateurismo”

EduardoLópez Banzo

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todo el mundo está trabajando a la al-tura de lo que se exige en el extran-jero. Personalmente, he tenido mu-cho cuidado en conseguir unaorquesta de calidad para llevarla fue-ra de nuestras fronteras y poder com-petir con las mejores del mundo. Siqueremos viajar con nuestra música,hay que hacerlo con total garantía.

–Su apuesta por las arias de Ne-bra, llevada al disco, ha sido un éxito.

–Después de José de Torres oSebastián Durón, José de Nebra esel gran compositor español de la se-

gunda mitad del s. XVIII. Se me-rece una mínima atención. A vecespara la gente es muy cómodo noquerer conocer la música que se es-cribió en España, pero no podemosdar la espalda a autores como él quesupieron muy bien cómo construirun aria o una cantata. Aún queda pordescubrir. En España, tan sólo se haestrenado una de sus zarzuelas, y enla Capilla Real de Madrid hay mu-cha música litúrgica que recuperar.

–¿Cómo selecciona el repertorio?–A mí me gusta hacer siempre

buena música, no me dejo llevar poraniversarios o efemérides. Yo pre-fiero ver qué música buena me en-cuentro, estudiarla bien y valorar quémerece ser llevado ante el público.

–¿Cómo hacer justicia al compo-sitor ante la ausencia de “tradición”?

–La interpretación no llega a re-solverse, siempre hay cantidad de po-sibilidades. A veces, los músicos his-tóricos se autolimitan demasiado ensu necesidad de comunicarse con elpúblico, tenemos una tendencia dedar a la gente una “clase de estilo”

para que escuchen cómo se inter-pretaba exactamente en una época.Creo que esto es importante, perosiempre y cuando esté acompañadode una dosis de expresividad sufi-ciente que haga entender por qué es-tamos tocando esa pieza. De lo con-trario, queda en un ejercicio enabstracto que no le dice nada al pú-blico. Me gusta llegar a un ensayodesprovisto de cualquier tipo de pre-juicio, trato sólo de hacer música.

CARLOS FORTEZA

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Exporting operaAL Ayre Español ha llevado lamúsica española a prestigiososfestivales de Música Antiguacomo los de Stuttgart, Utrecht,Ambronay o Saintes, la OpéraComique de París, o legenda-rias salas de concierto como laKonzerthaus de Berlín o el Mu-sikverein de la capital austríaca,donde, a menudo, sorprendencon un patrimonio musical porellos desconocido: “Existe ungran respeto hacia nuestro re-pertorio, la gente se nos sueleacercar incrédula preguntándo-nos de dónde sale una música tanimportante”, señala López Ban-zo. Para él, “ser un grupo históri-co no es sinónimo de calidad, elnivel hay que trabajárselo y mu-cho. A nosotros no nos invitanal Théatre des Champs Elysé-es a hacer el Rodrigo de Haen-del por nuestra cara bonita, sinoporque después de años de tra-bajo hemos conseguido un nivelinterpretativo que nos permitefigurar en sus programaciones”.

GLOR

IA R

ODRÍ

GUEZ

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M Ú S I C A / A C T U A L I D A D

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La creación sonora de los últimos treintaaños goza de una presencia muy limitada

en nuestros auditorios por lo que un ciclo di-señado para su difusión merece el mayor inte-rés. Más aún teniendo en cuenta que pocos, porno decir ninguno, tienen la continuidad y cali-dad del que presenta el próximo día 16 el Cen-tro para la Difusión de la Música Contempo-ránea en el Auditorio del Museo Reina Sofía.Todos los lunes, con entrada gratuita, se abrensus puertas para poner en contacto al oyente conel mundo ideado por nuestros actuales crea-dores. Así, como apertura del ciclo, el próximolunes la mezzo Elena Gragera y el pianista An-tón Cardó presentan un programa dedicado a lapoesía en la canción española contemporáneacon obras de autores que, pese a su presencia ac-tual, han mirado a un género que mantiene mu-chos postulados románticos. Esos guiños mues-tran Bernaola y Montsalvatge –ya fallecidos–y los muy activos José Luis Turina, Ángel Oli-ver y Antón García Abril. A lo largo del cursose sucederán auténticos encuentros en la cum-bre, caso del que, con obras de nombres muy de

moda como Gérard Grisey, Wolfgang Rihm ySalvatore Sciarrino, nos brinda el Pierrot Lu-naire Ensemble de Austria (23 de octubre); elfantástico Ensemble Modern, dirigido por el yaconocido George Benjamín que, con obras su-yas, nos traerá otra figura importante, OliverKnussen, nombre demasiado ajeno a la vida es-pañola (4 de diciembre); el siempre fascinanteEnsemble Intercontemporain, dirigido porFrançois Xavier Roth que trae una obra maes-tra, Dérive 2 de Boulez (19 de febrero); el inte-resante Ensemble TIMF, que dará un vistazo almundo coreano con la música de su patriarca,Isang Yun (26 de febrero) o el impactante Bir-mingham Contemporary Music Group (en laimagen) que dirigé Pierre André Valade con mú-sica de Oswaldo Golijov y de Mark AnthonyTurnage (7 de mayo). Entre los solistas destacancon fuerza el pianista argentino residente enEspaña, Horacio Lavandera, con piezas de Stoc-khausen y Berio (27 de noviembre) o los her-manos Capuçon, dos nombres que están en elalero (22 de enero) que llevarán a cabo obras deRihm y Dutilleux (22 de enero).

C I C L O S / A U D I T O R I O D E L M U S E O R E I N A S O F Í A

LA conmemoración del bicentenario del va-lenciano Vicente Martín y Soler ha tenido unsorprendente despliegue, especialmente en suterruño. Es laudable tomar en consideración aun compositor que fue celebrado por el mis-mo Mozart en su Don Giovanni. Así, el próximomartes tendrá lugar el estreno moderno, en elPalau de Valencia, de una de las óperas de esteautor, La festa del Villaggio, en versión de con-cierto, una obra de 1798 que no había visto la luzdesde entonces. Juan Luis Martínez se pon-drá al frente de un elenco de artistas jóvenes.

LA Sociedad Filarmónica de Bilbao presentatodos los años una de las mejores programa-ciones de música de cámara de España para unpúblico fiel como pocos. Grandes figuras comoEmmanuel Pahud, Leonidas Kavakos, Ste-phen Hough, Midori, Arcadi Volodos, entreotros frecuentarán la estupenda sala de la ca-pital vizcaína. Dos figuras de moda, los her-manos Renaud y Gautier Capuçon, junto al pia-nista Frank Braley actuarán el próximo martescon los dos primeros tríos de Franz Schubert enlo que es una sesión de cámara de altura.

Martín y Soler en el Palau Dos hermanos para un trío

CHRIS NASH

Un principio...

“El criterio de programación nopuede obedecer a gustos personales”

ACABA de iniciarse una nueva temporada enel Teatro Real de la que no se sabe muy bienquién es el responsable último. El caso es quela componen nueve programas representa-dos: Ariadna en Naxos, El amor de las tres na-ranjas, Los cuentos de Hoffmann, Wozzeck, Ca-valleria rusticana con Pagliacci, La pietra delparagone, El viaje a Simorgh, El Trovador y Ma-dama Butterfly. Sólo cuatro de los nueve pro-gramas corresponden al generalmente consi-derado como gran repertorio y, de ellos, dos(Trovador y Butterfly) son reposiciones del fon-do de armario. Hay dos escenografías alquila-das –los Strauss y Rossini– y el resto se tratade producciones propias o coproducciones.Además se añaden cuatro veladas con otros trestítulos –el Wozzeck de Gurlitt, Semion Kotko yAriodante– en versión de concierto y, eso sí, bas-tantes más actividades paralelas que en el pa-sado, algunas muy dignas de elogio.

Estamos ante una programación extraña quemuy posiblemente va a generar muchos co-mentarios –y creo que no del todo positivos– enel gran público. Las temporadas de un granteatro de capital han de diseñarse con espe-

cial atención a él, máxime si se ofrecen pocostítulos y si estamos ante el único teatro de la ciu-dad. ¡Qué envidia ese Metropolitan dondeen cinco días sucesivos de esta semana se ofre-cen Butterfly, Flauta mágica, Gioconda, Faustoe Idomeneo! El criterio no puede obedecer a gus-tos personales o a especialidades del progra-mador, sin que ello tampoco quiera decir quesólo ha de atenderse al gran público. El equi-librio es fundamental y no parece que exista enla nueva temporada del Real.

Pero hay otros aspectos que llaman la aten-ción: ¿hay algún gran teatro que abra cursocon un título camerístico, como Ariadna enNaxos, alquilando una discreta producción a untercero?¿Alguno mete de clavo en sus abonosuna ópera mitad concierto, mitad proyeccióna cuarenta euros? Cuando se quiere dibujarun caballo entre varios, lo más probable espintar un camello bactriano. ¿No habrá pasa-do esto este año en el Real?

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Lecciones de contemporaneidad

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M Ú S I C A / A C T U A L I D A D

VA adquiriendo paulatino auge el ciclo quedesde hace años prepara Juventudes Musi-

cales de Madrid, en este caso mimética de otrasentidades privadas. Esta temporada presenta unimportante muestrario de orquestas, directoresy solistas –algunos, también directores–. Para abrirboca, el próximo miércoles, tenemos a la Filar-mónica de Gran Canaria, con su titular PedroHalffter al frente. La firme actitud en el podiode este último, su seguridad de trazo y su buen en-tendimiento de lo escrito, su buen olfato, po-drán ser examinados de nuevo en el Auditorio Na-cional. La agrupación, a la que suele extraer buenrendimiento, acomete una pieza tan exigentecomo lucida, el Concierto para orquesta de Bar-tók. En la primera parte el magnífico violistaGérard Caussé tendrá oportunidad de exhibirseen la muy bella y descriptiva sinfonía Harold enItalia de Berlioz. La serie, que como todas lasde este tipo, es un cajón de sastre, bien que atrac-tivo y lleno de apetitosos productos, tiene sin duda

otros importantes puntos de interés. Citemosen primer lugar el gran tríptico de oratorios cons-tituido por uno de Bach, la Misa en si menor, otro deHaendel, Teodora, y otro de Haydn, Las estaciones.Tres obras maestras que nos acercan, respecti-vamente, al lirismo emanado de la fe, envuelto enun trascendente barroquismo, al dramatismoemotivo y casi operístico de una narración bíbli-

ca y al descriptivismo ingenuo y candoroso, de sin-gular efusión poética de una particular y sensualvisión de la naturaleza. Le Concert d’Astrée quedirige Emmanuelle Haïm –siempre algo exentade garra expresiva–, Les Musiciens du Louvre,con el conciso y algo seco Marc Minkowski, y laOrquesta Revolucionaria y Romántica goberna-da por el puntilloso y elegante John Eliot Gardi-ner, asumen los espléndidos pentagramas.

Cabe reseñar la presencia de instrumentis-tas de reconocida talla: Maria João Pires (Con-cierto de Schumann) y Christian Zacharias (toca ydirige el 27 de Mozart); Anne-Sophie Mutter(Concierto de su ex pareja André Previn, que enotra sesión toca improvisaciones jazzísticas), Ju-lian Rachlin (Concierto nº 1 de Shostakovich) yJoshua Bell (toca y dirige el de Beethoven). Y haybatutas de gran autoridad: Lorin Maazel (con laToscanini), Riccardo Muti (Philharmonia), Da-niele Gatti (Teatro Comunale de Bolonia) y KurtMasur (Nacional de Francia). A. REVERTER

Juventudes musicales, tríptico de oratorios

W. H

ÖSL

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M Ú S I C A / Ó P E R A

LEJOS del tan traído y llevadoequilibrio paritario que hoyasiste a nuestra sociedad, el

jazz siempre ha recibido con los bra-zos abiertos la participación de lamujer en todas las áreas de su en-tramado. Es más, sus profesionalesse enorgullecen de sus grandes y pe-queñas divas, añorando incluso unamayor presencia femenina en sus al-rededores. A las legendarias voces delas Billie Holiday, Sarah Vaughan oElla Fitzgerald hoy nuestro jazz sa-luda con satisfacción la madurezcreativa de nuevas damas que, comoayer, democratizan y humanizan unamúsica que sólo se rige por la verdadartística, independientemente delnombre, el pasaporte, la raza o la re-ligión. Así, el arranque de la tem-porada jazzística se ha visto protago-nizado casi exclusivamente pormujeres, una vez que los lanza-mientos discográficos de artistascomo Madeleine Peyroux o DianaKrall están acaparando buena partede la atención musical.

Madeleine Peyroux (Athens, Ge-orgia, 1973) no es una voz descono-cida para la afición jazzística, aunquesu canción no se hiciera notar al granpúblico hasta el año pasado, cuan-do realizó una breve gira españolapor festivales mayores como el de Vi-toria-Gasteiz, de donde salió sobra-damente victoriosa. Ciudadana es-tadounidense aunque parisina de

adopción, esta joven cantante y gui-tarrista está muy próxima a la esté-tica dos grandes damas; musical-mente, su abrazo a los mundos deljazz y el folclore norteamericano lasitúan al lado de Cassandra Wilson,mientras que vocalmente, la caden-cia lánguida y desgarrada de su can-to la aproximan a Billie Holiday.

Padrinos ilustres. Ahora, diez añosdespués de su primer saludo disco-gráfico, Dreamland, un segundo ál-bum, Careless Love y un tercero jun-to al armonicista William Galison,Got you on my mind, la artista reivin-dica todo su potencial musical conuna cuarta entrega, Half the perfectworld. Rodeada de recitados de Leo-nard Cohen, Tom Waits, Joni Mit-chel, Johnny Mercer o Serge Gains-bourg, la artista consolida un talentoque hasta ahora nos había llegado através de los circuitos independien-tes y ya forma parte de la maquina-ria industrial jazzística, una vez queel producto lo comercializa la mul-tinacional Universal. Peyroux ya tie-ne concertados conciertos este in-vierno en Madrid y Barcelona (19 y21 de noviembre, respectivamente).

De este modo, el cancionero deMadeleine Peyroux nos llega am-plificado con los mismos altavocescon los que ya, desde hace años,cuenta otra singular jazzista, DianaKrall (Nanaimo, Canadá, 1964). Apa-

drinada en sus comienzos por elmismísimo Oscar Peterson, la rubiade oro del jazz coloca estos días en lacalle su última producción, From thismoment on (Verve/Universal). Acom-pañada por el latido orquestal de unabig band que dirigen dos de sus ac-tuales músicos de escenario, el con-trabajista John Clayton y el bateristaJeff Hamilton, la canadiense vuel-ve una vez más sobre los clásicos dela literatura jazzística, una querenciaque no es del todo bien recibida porla crítica especializada. No obstante,ella acaba de manifestar que el tra-bajo no es más que el reflejo de su fe-licidad actual (espera su primer hijo,fruto de su relación con el tambiéncantante Elvis Costello).

Al margen del éxito masivo de es-tas dos mujeres, compartido conotras rentables figuras como Norah

Jones o Lizz Wright, el jazz en fe-menino dispone de otros generosostestimonios. En esta orilla encontra-mos a la pianista y cantante PatriciaBarber (Chicago, 1956), cuyo jazzavanzado ha tenido este verano untítulo más, Mythologies (BlueNote/EMI). Generacionalmente, laartista no forma parte de este nue-vo grupo de jóvenes princesas, aun-que sí comparte con ellas una mismaépoca dorada, fechada entre los dosúltimos lustros. En este rincón de ar-tistas que van más allá de la mera in-terpretación también se sitúan, laviolinista Regina Carter (Detroit,1966), la pianista Hiromi (Shizuo-ka, Japón, 1979), la baterista TerriLyne Carrington (Massachusetts,1965) o la cantante Mina Agossi (Be-sançon, Francia, 1972).

A camino entre la creación afila-da y el arte complaciente tambiénsurgen otras jóvenes representan-tes como Rebekka Bakken, SiljeNergaard, Jackie Allen, Jane Mon-heit o Claudia Acuña. Y entre lasúltimas incorporaciones merecenuna mención la multiinstrumentistabritánica Nellie McKay o la valen-ciana Ester Andújar, probablemen-te la referencia vocal más clara y me-jor definida de nuestro jazz.

PABLO SANZ

Peyroux y Krall lanzan nuevos discos

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Princesas del JazzUn buen nutrido grupo de mujeres, encabezado por Ma-deleine Peyroux y Diana Krall, protagonizan el arranque dela temporada jazzística. Ambas lanzan al mercado dos nue-vos discos y la primera visita el próximo mes nuestro país.

SAM TAYLOR WOOD

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ÁNGELES GULÍN

G. Verdi: Alzira y Stiffelio

ORQ. DE LA RAI/T. REGIO PARMA

G A L A 1 0 0 7 8 3

LA recuperación de las gra-baciones en vivo de Ánge-les Gulín es una suerte paralos aficionados a las grandesvoces. Voz grande como po-cas fue la de la soprano es-pañola nacida en 1943 enRivadavia. Empezó curio-samente cantando papelesde coloratura como la Rei-na de la Noche cuando sólotenía veinte años. Cincoaños más tarde obtendría elprimer premio de vocesverdianas de Busetto y selanzó por el repertorio dra-mático con el que se con-virtió en una de las sopra-nos más cotizadas entre losbuscadores de grabacionesdel vivo, ya que apenas seacercó a los estudios pro-fesionales. Alzira y Stiffeliono son más que versionesdiferentes de una mismaobra que, aunque este do-ble Cd contenga sólo unaselección, dan oportunidadde escuchar a Gulín en suesplendor de los años 1968y 1973. Las grandes ariasdramáticas de agilidad reú-nen una espectacularidadnada frecuente. Junto a ellaalguna otra voz tan impor-tante como la de Gianfran-co Cecchele. Las versionesestán defendidas por la Or-questa y Coro de la Rai, Al-zira, con Maurizio Rinaldien el foso, y la Orquesta yCoro del Teatro Regio diParma, con Peter Maaga labatuta. G. ALONSO

MIGUEL POVEDA

Tierra de calmaJUAN CARLOS ROMERO

D I S C M E D I D M 4 2 3 5 - 0 2

DESPUÉS de la bellísimaobra Deglaç, donde MiguelPoveda canta en su idiomaa diferentes poetas catala-nes, desde Jacinto Verda-guer a Joan Margarit o JoanBrossa, ahora, este hijo de laemigración, de padre mur-ciano y madre castellana,nacido en Barcelona e in-quilino del mundo en el ofi-cio de pasear su arte por losescenarios de este planeta,publica Tierra de calma, unmuestrario de canciones, lamayoría compuestas y es-critas por Juan Carlos Ro-mero y adaptadas a las di-ferentes estructuras rítmicasde tangos, farrucas, soleareso bulerías . La identifica-ción musical de dichos esti-los desaparece para adquirirnuevos diseños melódicos,en el intento de sustituir porotros espacios sonoros tantoel espíritu armónico como ellenguaje emocional a losque estamos acostumbra-dos, y a través de los cualesreconocemos una formula-ción flamenca precisa. Qui-zá en estas propuestas re-novadoras del género noayuden precisamente las le-tras, si exceptuamos las deOrtiz Nuevo y Rafael deLeón, a pesar del empeñode un artista de la calidadque demuestra Miguel Po-veda, que se entrega de lle-no en un admirable ejerci-cio de entereza profesional.VELÁZQUEZ-GAZTELU

ANTONIO VIVALDI

Conciertos para violínG. CARMIGNOLA / A. MARCON

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LOS ritmos, las estructuras,los rasgos melódicos, laaplicación de distintos es-tilos, el manejo de la armo-nía, la diversidad de efectosnos proporcionan suficien-tes elementos para opinaren contra de la estúpida yextendida especie de queVivaldi escribía sobre unafalsilla sus conciertos. Lastécnicas más complejas deuso del arco, las tan variadasindicaciones –arco attacato,sul canto, a piacimiento, sem-pre spiccato…– refuerzan esaimpresión, que tanto subra-ya Olivier Fourés, autor dela edición y de la cadenzadel RV 190. La interpreta-ción es, más que nada, unafiesta y marca bien todosesos contrastes. El violinis-ta de Treviso, Giuliano Car-mignola (1951) posee unarco eléctrico y turbulento,capaz de extasiarse en losLargos. La sonoridad essuave y los ataques preci-sos. Andrea Marcon gobier-na con autoridad y finura,midiendo bien los vaivenes,a la magnífica Orquesta Ba-rroca de Venecia. El CD ra-tifica la altura interpretativade anteriores grabacionesde conjunto y solista, hoycasi imbatibles en este re-pertorio y que nos traen a lamemoria aquellas lumino-sas recreaciones de I Mu-sici o de I Virtuosi di Roma,menos rigurosas en todocaso. A. R.

MONTEVERDI: IL SESTO LIBRO DE MADRIGALICONCERTO ITALIANO/RINALDO ALESSANDRINI

N A Ï V E O P 3 0 4 2 3

El director y clavecinista Rinaldo Alessandrini(Roma, 1960) es ya un veterano, al menos des-de finales de los ochenta, en estas lides y con

su Concerto Italiano ha ido desentrañando, lejos decaducos planteamientos, buscando en todo momentola mayor de las expresiones, estas páginas maravillosas,que explotan y recrean las emociones más puras e ín-timas; los dolores más acerbos; las penas y nostalgias delamor; las lamentaciones de la muerte. Sólo así, reali-zando con limpieza el estilo concitato, el canto nervio-so y ágil, manejando con habilidad la sprezzatura, es de-cir, dando aire y variedad al ritmo, es posible llegar alfondo de versos de poetas como Rinuccini, Petrarca, Ag-nelli o Marino y de calar en este portentoso cuaderno,que establece los dolores de la separación: en el amory en la muerte.

La forma elegante y elástica de traernos estas piezasdota a las interpretaciones de una frescura, una comu-nicatividad y una cercanía únicas, hoy en día difícil-mente conseguidas de este modo, a no ser por el con-junto italiano La Venexiana. A las siete voces, en sí nadaespeciales, pero excelentemente ensambladas, equi-libradas, bien afinadas, se unen un arpa y dos tiorbas,que se constituyen en un operativo y estimulante bajocontinuo.

De esta guisa, es posible marcar los emotivos con-trastes, destacar los acordes disonantes, elaborar losdiálogos, realzar los solos y obtener tan mágicos efec-tos en el canto imitativo. Son ejemplares la tristezaconseguida en la segunda versión, a cinco voces, delLamento de Ariana, el brillo operístico de A Dio, Flo-rida bella o el dramatismo tan exacerbado de la sesti-na Lagrima d’Amante al Sepolcro dell’Amata. Un discode gran importancia, en la línea habitual de sus in-térpretes. ARTURO REVERTER

M Ú S I C A / D I S C O S

El libro de las separaciones

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C I E N C I A

Por fin, y después de variosaños de espera, el ITER estáya en la pista esperando el

pistoletazo de salida. El pasado 26de mayo de 2006 todos sus socios(China, Corea del Sur, Europa,Estados Unidos, India, Japón y Ru-sia) firmaron en Bruselas el prin-cipio de acuerdo del tratado inter-nacional que será ratificado por losGobiernos respectivos a finales delmes que viene, momento en el quese constituirá la entidad jurídicaITER y todos los plazos empezarána correr. El paso previo tuvo lugar elpasado 13 de julio con la eleccióndel equipo directivo en una reuniónde todos los socios celebrada en Ca-darache y de la que Carlos Alejaldresalió como director adjunto delprograma en representación de laUnión Europea.

–Siendo Europa en su conjuntola representante del proyecto, ¿quépapel juega España en la construc-ción y gestión del ITER?

–Lo primero que me gustaríaprecisar es que en fusión en generaly en el proyecto ITER en particu-lar, Europa actúa como un únicopaís. Quisiera aprovechar la oca-sión para decir –y me gustaría queesto sirviera de reflexión– que Eu-ropa es líder mundial precisamen-te en un área en la que actúa de for-ma integrada. Volviendo a la

“Si el ITER tiene éxito revolucionará la energía eléctrica”

Carlos Alejaldre

Carlos Alejaldre acaba de dejar la Dirección General de Política Tecnológica para incorporarse al proyecto ITERcomo director adjunto del programa en representación de la Unión Europea. A punto de salir para Cadarache, y mien-tras empiezan los movimientos de tierra en la localidad francesa, El Cultural ha hablado con el físico sobre elreactor internacional de fusión, sobre su financiación, de su vinculación al CIEMAT y de su proyección científica.

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pregunta, a pesar de que Europacomo un todo es el socio en el pro-yecto, hay sin duda dos países euro-peos que tienen un papel privile-giado: Francia como anfitriona delproyecto internacional y Españacomo anfitriona de la agencia eu-ropea que gestionará desde Barce-lona los aproximadamente 2.500 mi-llones de euros que Europa aportará“en especie” al ITER. Baste seña-lar que Francia y España fueron losdos únicos países que fueron invi-tados a la firma del acuerdo en Bru-selas, además de la Presidencia yla Comisión. Es una gran oportu-nidad científica, tecnológica e in-dustrial.

–¿Qué competencias tendrá laagencia de Barcelona como “enti-dad legal” del proyecto?

–El principal cometido de laagencia en Barcelona será cumplir elamplio abanico de obligaciones queEuropa contrajo con el ITER, co-laborando con la industria y los cen-tros de investigación europeos en elsuministro de los componentes ne-cesarios para la construcción delITER. Además, administrará la con-tribución financiera de la UE alproyecto. La agencia también con-tribuirá a la aplicación del “plan-teamiento más amplio”, un acuerdoentre la UE y Japón para trabajar envarios proyectos conjuntos y acele-

rar el desarrollo de la energía de fu-sión. Estos proyectos complemen-tarán el ITER al cubrir posibles la-gunas en los conocimientos de quese dispone. A más largo plazo, la Co-misión ha anunciado que esta ins-titución irá aplicando progresiva-mente un programa de actividadespara preparar las primeras plantasproductoras de energía de fusión dedemostración.

La batalla de Vandellós–¿Puede decirse que la agencia

ha sido una compensación por la de-cepción de no haberse construidoen Vandellós?

–El trabajo que se realizó parapreparar y defender la propuestaespañola de emplazamiento enVandellós fue sin ninguna duda ex-traordinario y no porque lo diga yo,al final parte interesada, sino quecomo tal fue reconocido por los di-ferentes y exigentes paneles queexaminaron la propuesta desde to-dos los puntos de vista posibles (eincluso imposibles) tanto en el ám-bito europeo como en el interna-cional. Si no hubiéramos dado labatalla, sin ese trabajo y ese reco-

nocimiento, estoy seguro que hoyno estaríamos hablando de la agen-cia en Barcelona.

–Tiene previsto comenzar a fun-cionar (la agencia) a principios delpróximo año. ¿Conoce qué iniciati-vas se están realizando para su pues-ta en marcha?

–De la misma manera que elITER está arrancando de forma pro-visional, un embrión de la agenciaya lleva funcionando un año comounidad asociada al CIEMAT, que esla institución que en España coor-dina, y en gran parte ejecuta, la in-vestigación del programa europeode fusión. Ya hay más de veinte per-sonas trabajando en Barcelona y pre-cisamente la construcción del equi-

po humano estoy seguro que va a seruna de las primeras prioridades de laagencia. De hecho tengo entendidoque en breve la Comisión va a ini-ciar el proceso de búsqueda de suDirector General. Su siguiente tareaserá la contratación inmediata de loscomponentes con mayor plazo deentrega.

–¿Puede decirse que en el ITERen estos momentos es más impor-tante el cómo se construye que elpara qué?

–Sin duda en el difícil proceso denegociación que se llevó a cabo paraconseguir que el proyecto ITERse construyera en Europa, todos loseuropeos que participamos, tenía-mos en la cabeza que nuestro conti-nente debía conservar no solamen-te el liderazgo científico en fusiónsino, quizás mas importante, el li-derazgo tecnológico. Estamos anteuna tecnología que, si tiene éxito,puede revolucionar la forma en laque se genera la energía eléctrica enel mundo y nos parecía que tenía-mos el deber de mantener a Europaen la posición mas privilegiada po-sible para el futuro. El ITER va a serla primera experiencia de integra-

ción de todas las tecnologías nece-sarias para que la fusión funcione yel conocimiento que en el procesose adquiera va a tener sin duda unvalor incalculable.

Una financiación compleja–¿Podría llegar a ser un problema

en algún momento de su construc-ción el apartado financiero? ¿Quécompromiso existe entre los socios?

–Un colega americano me de-cía que la gestión del proyecto es unexperimento dentro del propio ex-perimento y ciertamente el ITERes un modelo complejo en el queprecisamente se ha buscado la par-ticipación internacional más ampliaposible. Piense que más del 50% de

la población mundial está represen-tada en el proyecto. Problemas sur-girán sin duda, pero el tratado queregirá la organización se ha redac-tado y aprobado por todos los so-cios bajo el principio de que los con-flictos sean resueltos por la vía delconsenso. El compromiso de todoses absoluto y como ejemplo le co-mento que en el documento apro-bado no se contempla el abandonodel proyecto durante la etapa deconstrucción.

Del JET al ITER–¿Será decisivo el JET británi-

co en la construcción del ITER?–Formal y directamente el JET

no jugará ningún papel en la cons-trucción del ITER. Una vez dichoesto sería injusto no decir que susaportaciones al diseño conceptualdel ITER han sido muy importan-tes e incluso claves. Si mostramosuna sección transversal y no pone-mos escala, probablemente no dis-tinguiríamos los dos dispositivos yeso le dará una idea de lo impor-tante que el JET ha sido para elITER. Además, un importante ca-pital humano se ha transferido ya y

es previsible que siga sucediendo enel futuro. Pero sin duda el papel másimportante lo va jugar el JET en elárea científica ya que hasta que elITER entre en operación va a seguirsiendo la mayor instalación de fu-sión del mundo y la única capaz deoperar con deuterio y tritio y la ex-periencia que allí se adquiera seráfundamental para encontrar los re-gímenes de operación del ITERmás relevantes y resolver problemasantes de que surjan. De hecho sonmuchas las voces que sugieren queel JET se proyecte más allá de su di-mensión europea y se integre en unproyecto todavía mas global.

JAVIER LÓPEZ REJAS

C I E N C I A / E N T R E V I S T A C A R L O S A L E J A L D R E

Más del 50% de la población mundial está representada en el ITER. Problemas surgirán

sin duda, pero el tratado que regirá la organización se ha redactado y aprobado por todos

los socios bajo el principio de que los conflictos sean resueltos por la vía del consenso”“

M. R

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Expertos medioambientales sos-tienen que los biocombustibles

pueden acabar dañando el ecosiste-ma en lugar de protegerlo del calen-tamiento global. Así lo destaca JeffreyMcNeely en BBC News, argumen-tando que el nivel de biocombustible(hecho con caña de azúcar y otrasplantas) que se puede extraer de latierra cultivable sin el uso de fertili-zantes es muy limitado. Además, lacantidad de grano que se requierepara llenar un tanque alimentaría auna persona durante un año.

Pa r t í c u l a s

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La Fundación Ramón Arecesconmemora los 25 años de la

descripción de los primeros casosde VIH los próximos días 18 y 19 deoctubre en un simposio que reuniráa expertos de diversos países. Bajo eltítulo Sida: 25 años que cambiaron elmundoel encuentro debatirá los prin-cipales aspectos de la enfermedad,desde su implicación social hasta laactual situación médico-científica.Este último abordará los avances far-macéuticos y la posibilidad de la fu-tura comercialización de una vacuna.

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2

¿Volverá la malaria a España?

La acción del ser humano en el clima y su desmesurado consumo están provo-cando cambios irreversibles en nuestro planeta. Dos ediciones seguidas de larevista Nature han confirmado este proceso. Vladimir de Semir, profesor de Pe-riodismo Científico de la Universidad Pompeu Fabra, analiza sus consecuencias.

Durante las dos últimas décadas, innumera-bles estudios científicos nos han ido advir-tiendo de que algo se estaba cociendo en

el clima de nuestro planeta. Sobre lo que no se po-nían de acuerdo los científicos era sobre la evolu-ción que el problema podía tener –¿proceso len-to o rápido?– y sobre cuál era la partede culpa –¿pequeña o grande?– quecabía atribuir a la acción del serhumano. Sea un fenómeno cí-clico o no y sea cual sea la in-fluencia que una parte dela humanidad tiene con sudesmesurado consumo eirresponsable utilización delos recursos naturales, loque hoy ya casi nadie dudaes de que comenzamos a te-ner un serio problema, pu-diendo llegar a estar comprome-tida la supervivencia en muchoslugares de nuestro planeta. Los datosse suceden uno tras otro. Dos ediciones se-guidas de la revista Nature (7 y 14 de septiembre) handado a conocer nuevos estudios que confirman queel proceso se acelera.

Los hielos prácticamente eternos que hemos co-nocido en Siberia se están fundiendo. El permafrost–que es como se conoce este suelo en las regiones quebordean el Círculo Polar Ártico– contiene grandescantidades de carbono que en el proceso de des-hielo se convierte en gas metano, cuyo potencial enel efecto invernadero es 20 veces superior al del gascarbónico. Por lo tanto, debido precisamente al ca-lentamiento de nuestro planeta se van a liberar gasesde forma natural que van a acelerar aún más el fe-nómeno. Por otra parte, se confirma que las tempe-raturas estivales en Europa y de otras regiones de cli-ma moderado del mundo van a ser mucho másvariables y extremas, produciéndose olas de calorcomo la que vivimos en 2003. Por lo tanto muchosotros factores relacionados con la interacción entre elsuelo y la atmósfera van a modificarse, como porejemplo las condiciones meteorológicas. Muchas zo-

nas que han conocido tradicionalmente lluvias vana experimentar serios problemas de sequera, entre lasque, sin duda, puede estar España. Todos estos pro-cesos están tan interrelacionados que no sólo he-mos de temer una gradual desertización de buena

parte de España. Las previsibles modificacio-nes de vegetación y de fauna ligadas al

cambio climático pueden hacer rea-parecer enfermedades que ya

considerábamos erradicadas oque nunca llegaron a existiren nuestras latitudes.

Una de ellas puedeser por ejemplo lamalaria; algunas si-

mulaciones científicas y mé-dicas así lo predicen. Natu-

ralmente, también laseconomías de estas regiones

afectadas pueden verse compro-metidas ligadas a la agricultura, a la me-

teorología, al turismo... Basta pensar, a títu-lo de ejemplo, que si se generalizan las medusas ennuestra costas, ¿seguirán viniendo turistas? ¿Quéharemos con todos los apartamentos que hemos y es-tamos construyendo en el litoral? No nos ha de sor-prender por tanto que un reciente informe de 24páginas de la influyente y seria revista The Econo-mist (edición del 9 al 15 de septiembre) haya sido de-dicado al tema y que su portada esté encabezadapor un elocuente “The heat is on”.

Las soluciones tecnológicas y económicas son po-sibles, pero como casi siempre falta la voluntad po-lítica para afrontar el problema, afirma The Econo-mist en su editorial. La cuestión de fondo es que paraintentar resolver el reto del cambio climático debe-mos pensar en términos de una generación peroquienes deben tomar las decisiones políticas, salvoexcepciones, suelen estar habituados a pensar sólo encortos periodos de tiempo, los que van entre eleccióny elección.

VLADIMIR DE SEMIR

Un grupo de científicos nortea-mericanos liderados por el Dr.

Spencer Behmer ha llevado a cabouna serie de experimentos paracomprobar por qué los insectos nun-ca padecen de obesidad. Manipu-lando la dieta nutricional de variosgusanos, el estudio ha venido a de-mostrar que los insectos desarrollandistintos mecanismos psicológicosrelacionados con el metabolismo.Son capaces de variar su estructu-ra, por regulación enzimática, enfunción de la dieta ingerida.

C I E N C I A

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L A Ú L T I M A P A L A B R A

P Í O C A R O B A R O J A

“Lo de la memoria histórica me parece un error”

PREGUNTA: Cierre los ojos ypiense en su tío, don PíoBaroja: ¿a quién, qué ve?RESPUESTA: A un anciano conel que conviví veintisieteaños, y que para mí, parami familia, era un hombreafectuoso, preocupado porlas necesidades de todos,sincero y cordial.P: ¿Recuerda la última vezque lo vio?R: Yo acababa de volver deMéxico, y él ya estaba muyenfermo, tenía la cabezaperdida y me confundiócon su hermano Ricardo.P: ¿Cómo vería los homena-jes que ahora, a los 50 añosde su muerte, se le rinden?R: Hombre, le agradaríanmucho, y sobre todo le sor-prenderían. No creo quepensase que 50 años des-pués de su muerte estaríatan presente en la vida lite-raria, ni que la sociedadespañola hubiese cambiadotanto. Era un anarquista yun librepensador al que leasombraría tanto homenaje.P: ¿Por qué parece que detodos los escritores del 98es el que está más vivo paralos lectores?R: Sí, es una realidad quecompruebo con satisfaccióny pena por los excelentesautores olvidados. Quizá sedeba a que fue el másavanzado, libre y libertario.P: ¿Qué parte de culpatiene la editorial Caro

Raggio en su actualidad?R: No sé, reconstruí la edi-torial en los años setentapara recuperar su obra ensu centenario, tanto las novelas punteras comootras desconocidas o casiolvidadas o inéditas.P: Usted vivió décadas enMéxico... ¿cómo recorda-ban a don Pío amigos comoLeón Felipe, AlfonsoReyes o Buñuel?R: Con cariño y muchaemoción. Reyes lo retratócomo un hombre honrado,independiente, sobrio,sincero hasta la impertinen-cia...; León Felipe destacósu enorme corazón senti-mental. Altolaguirre le de-dicó páginas emocionantes.¿Buñuel? Bueno, Luis eramás galdosiano.P: De todos los tópicossobre Baroja comopersona, ¿cuál es elmás injusto?R: ¡Se han dichotantas cosas, sobretodo gente que ni loconoció ni lo ha leído!Quizás lo peor sea lo desu misoginia, una acusa-ción injusta porque serefería siempre en suscríticas a la mujer españolade su tiempo, esclava delconfesionario.P: ¿Y como escritor?R: Pues eso, que nosabía escribir. Peromuchos de los que le

acusan sólo repiten ideas de otros, anticuadas e injustas.P: ¿Qué queda por descu-brir de Don Pío?R: No queda nada, porqueél lo dijo todo en sus libros.P: ¿Qué fue lo que más ledesilusionó de la Republica?R: Le decepcionaron loshombres, no la institución.Mi tío, como su hermanoRicardo, que incluso perdióun ojo por la República,creían que los políticosresponderían al reto que lesplanteaba la realidad, perono fue así. Sobre todo ledecepcionó Azaña, mien-tras mantenía su fe enPasionaria, los anarquistas oIndalecio Prieto.

P: Usted que vivió el exilio, ¿qué piensa del afánactual por recuperar lamemoria histórica comobandera política?R: Me parece un error.Comprendo que la gentequiera saber dónde estánenterrados sus abuelosfusilados en la guerra, peroparece que sólo se estárecuperando una memoriarevanchista llena de sangrey violencia.P: Ha explicado que donPío era vasco pero nonacionalista... ¿qué le pare-cería la situación actual?R: Eso es imprevisible, pero creo que de la mismamanera que el carlismo y elliberalismo se dieron elabrazo de Vergara, ahora es-tamos ante una oportuni-dad única.

P: ¿Qué queda de Barojamedio siglo después desu muerte?R: Todo... Quien lo leeahora descubre lavitalidad, la actua-lidad de su rebeldía,

de su realismo, de suanarquía; retrató como

nadie el siglo XIX a travésde las Memorias de un hom-bre de acción; el siglo XX

en sus novelas, susdescripciones y susmemorias, Desde laúltima vuelta del camino. P: ¿Qué es lo que a su tío le gustaría

más de la España actual?R: La calefacción central.P: ¿Y de la vida literaria?R: No sé si leería algo. Mitío leyó mucho en sujuventud a los escritoresjóvenes, filosofía alemana,y después hizo de la lecturay la escritura su profesión,pero no sé si lo que ahorase escribe le interesaríademasiado.P: ¿Por qué se define comoun “fracasado” del cine?R: Muy fácil, porquemientras estuve en Méxicotrabajando junto a cineastascomo Emilio Fernández oel propio Altolaguirrepensé que podría hacercine distinto al que se hacíaen España, pero no pude, ytuve que conformarme conel cine documental. Mehubiese gustado rodar, porejemplo, El árbol de laciencia o Aurora roja.P: ¿Para cuándo unabiografía de su padre, de sutío Ricardo o de suhermano Julio?R: Bueno, acabo de terminarmi libro sobre mi abueloSerafín Baroja, Un abuelofantástico, que influyó demanera decisiva en mipadre, en mis tíos Pío yRicardo, en mi madre... Ylo edita mi hijo, claro, enCaro Raggio... ¿Dóndemejor?

NURIA AZANCOT

Cincuenta años después de la muerte de Pío Baroja, su sobrino Pío Caro sigue sin tenerle miedo ni a laspalabras ni a la vida. Jamás lo hizo, ni cuando vivió décadas en México consagrado al cine y a la amistad, nial regresar en los 70 para recuperar la editorial de la familia, Caro Raggio, y sacar del olvido los libros de sutío. Y su ironía. Vamos, que a don Pío lo que más le gustaría de la España actual sería “la calefacción central”.

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GUSI

BEJ

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