EL GRIAL ¿mito o realidad? · Encontrar por un razonamiento adulto la verdadera naturaleza del...
Transcript of EL GRIAL ¿mito o realidad? · Encontrar por un razonamiento adulto la verdadera naturaleza del...
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
1
EL GRIAL ¿mito o realidad?...
Si se tenía que Callar antes de este siglo
XX, hoy las Claves deben estar expuestas
de manera objetiva, en una Toma de Con-
ciencia ampliada. Es el Tiempo de desocul-
tar lo oculto.
Reinar por los dogmas, los tabúes, la astu-
cia o el oscurantismo, ya está acabando en
las Arquitecturas. Le toca a la Luz desnuda
de Gobernar sobre las puerilidades. ¡Es la
hora, en todas partes, de guardar la Letra y
reencontrar al Espíritu… como lo quiere el
Paracleto!
En lo sucesivo, cual sea la Propuesta Esoté-
rica, ésta ha de ser Descubierta y Expuesta
por Vía Seca, la única capaz, a partir de
ahora, de Conducirnos objetivamente a la
Gloria Espiritual donde seremos Salvados.
Antiguamente por Sabiduría, ya que la Ho-
ra aún no había llegado, el Conocimiento
se Transmitía “bajo el manto”, clandesti-
namente, con narraciones de florido len-
guaje. Pero, no estamos más en el Medioe-
vo y el Colectivo humano aunque hoy se
encuentre en una Decadencia, por tanto
éste siguió el movimiento inherente e ine-
ludible de la Evolución: una marcha hacia
adelante. En efecto, la Lucidez progresó en
los Pueblos por todos lados del Planeta y la
Masa, alquimiada por estas fuerzas de vi-
da, creció en madurez; siguiendo liberán-
dose, prueba de su mutación.
Así que, si antaño las leyendas, los mitos y
las cantares de gesta contenían una parcela
del Mensaje, no podemos continuar a con-
tar patrañas. El Hombre ha de Pensar en
Adulto.
Que las historias de la Mesa Redonda rela-
cionadas al Grial, en el mito Artúrico, fue-
ran escritas en el siglo XII por los poetas
Robert de Boron, Chrétien de Troyes o
Wólfram von Eschenbach, no son más que
cuentos adaptados a la madurez, la espiri-
tualidad, quizá al analfabetismo de la so-
ciedad de la época.
¿Es el Grial un objeto sagrado, un lugar
o un estado?...
Según lo que fue contado por todos, el
Grial evoca una copa que Jesus+Cristo
habría utilizado en la última Cena para la
institución de la Eucaristía, o un cáliz con
el cual José de Arimatea habría recogido la
sangre y el agua emanadas de la herida
abierta por la lanza del centurión, en el
costado de Cristo; otras veces, aparece co-
mo un vaso, un plato hondo, une piedra
esmeralda o filosofal, una piedra de fuego,
incluso un pescado… que puede de ser de
diferentes sustancias: de metal precioso, de
piedra, de sangre, de hueso, de esmeralda,
como al contrario, un humilde recipiente de
madera, o quizá un castillo…
Esta cautivadora palabra que siempre en-
gendra fascinación, lo que es normal por
ser inscrita en el inconsciente adánico, apa-
reció por la primera vez en la literatura
mitológica cristiana del medieval. Desde
siempre ha inspirado novelas, películas,
operas, sueños, tan como las vidas mismas
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
2
de miríadas de personas en busca del secre-
to de la vida eterna.
Constatación: su objeto único es su Bús-
queda.
Etimológicamente, sea en francés antiguo,
en galaico-portugués, en ingles medio, o en
provenzal, en catalán, en latino… siempre
implica la idea de un santo recipiente y la
interpretación esotérica de una Sangre
Real, la del Cristo.
Este símbolo de un recipiente sagrado y
mágico, de copa de vida, o aun de arco de
eternidad que procura numerosas virtudes,
tal como regeneración, resurrección, in-
mortalidad y unos cuantos poderes mila-
grosos, hacia la muerte para los «débi-
les»… no es cosa de la Edad Media, sino
de los tiempos los más antiguos; hace parte
de la “Materia del Mundo”, de un Corpus
esotérico fundamental. Es un arquetipo
universal que simboliza un recipiente
abierto conteniendo una Ofrenda a la Di-
vinidad, interpretado bajo diferentes formas
por los iniciados, dependiente del lugar y
de la época.
De hecho, se encuentran muchas referen-
cias precristianas a recipientes mágicos,
como el cuerno de la abundancia, los calde-
ros babilónicos o los de la tradición céltica:
el Caldero del Dagda, de Gundestrup, de
Keridwen, de Bran…
Igualmente, el Grial puede ser objeto de
una pesca o de una caza, de una verdadera
y encantada búsqueda, «algo» que héroes
se deben de perseguir frente a numerosas
pruebas peligrosas y fraguas, y continua-
mente concierne Caballeros, es decir, seres
Distinguidos, la flor y nata de la época…
Otra constante simbólica del Grial, es su
calidad intrínseca femenina, asociada a la
Virgen, como receptáculo o matriz que
engendra. Así, para los Caballeros que
«buscan», el Grial representa el Amor cor-
tes, platónico y místico por una Dama. Un
ágape espiritual para una «mujer» que
queda virgen.
¿No se trataría aquí de Nuestra Señora, la
que nos Engendró directamente en sus pro-
pios Flancos y que, a través del Remonte
de los 3 Reinos, nos Produjo, nosotros se-
res humanos, dotados de Razonamiento y
de Conciencia, al Cenit de su Evolución?...
Encontrar por un razonamiento adulto la
verdadera naturaleza del Grial, esta Palabra
Fuerza, exige recurrir a un poco de metafí-
sica para descodificar el cuento encantado,
interpretar y ligar los significados de los
símbolos; en definitivo, a desenmascarar el
mito escondido detrás de la Letra y de los
textos sagrados, puesto que, ante todo, se
trata de un mensaje esotérico y no de un
objeto concreto, tal como es para el tesoro
templario, aunque exista monedas de oro y
otras reliquias de valor terrestres…
Ahora, después de este rápido recordatorio,
entremos en el Mundo de la Metafísica.
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
3
Dios es una Abstracción, la Creación una
concretización. Concretización de la Luz
original o Espíritu divino que, por Juegos
de Rebotes o de Revueltas impulsados y de
Oscurecimientos otorgados y queridos,
engendra la Materia: de los Universos Ma-
crocósmicos hacia el infinito pequeño.
Allí, Dios cree en un Gran Movimiento
doble de expiración y de aspiración, Solve
y Coagula: Bajada creadora y Remonte a la
Unidad Original.
Cuando se trata del tema metafísico, si se
saca una teja se cae todo el techo…
Así, probar de aclarar la definición del
Grial para comprender su natura profunda
no se puede hacer sin volver a la Metafísica
del origen del Origen, a las Arquitecturas
de la Manifestación, a la Virgen Universal,
a nuestra Señora, al Peregrinaje de Adán en
nuestro Planeta, al Macrocosmos y Micro-
cosmos, al Ser humano y su Supervivencia,
a la Jerusalén Celeste, a los tres Peldaños
de la Creación, al Ω. Finalmente, a desco-
dificar las leyendas, a interpretar y ligar los
significados de los símbolos. En definitiva,
a desocultar lo oculto detrás de la Letra.
La Creación es: Unidad, Dualidad, y Re-
greso a la Unidad, –nuestro Creador– por
un proceso alquímico.
Este Proceso de Remonte es un camino de
transformación, de evolución, de metamor-
fosis, de selección natural, de rectificación,
de consciencialización, de bonificación, de
aligeramiento, de elevación, de búsqueda
de transparencia, de adquisición de densi-
dad, de encarnación del espíritu en la vida,
de liberación de las tinieblas circundantes,
de concentración de esencia –esta luz inte-
rior–, de sacrificio, de redención, finalmen-
te de participación a la Vida Ardiente de la
Unidad, adoptando y aplicándose la Ley de
Creación, y por afinidad, a divinizarse.
Para nosotros, Criaturas divinas, por el Éter
recibido, encontrándonos en la Materia, es
decir, en la Dualidad, el Remonte pasa por
recrear la Unidad en todo, reconstituir el
Andrógino Primordial, fusionando en sí las
fuerzas complementarias descuartizadas. Y
eso, pasa por el Eje del Remonte, el Centro,
el Alma, el Corazón, el Cristo. “... Trampo-
lín de Asunción para los tres Reinos de la
Naturaleza (que Ascenderán a Dios desde
tu productivo Umbral), ¡sé pues, oh fabulo-
sa «Arcilla», este Anillo de Perdón, que
obtenga la Salvación de todo un Mundo
pecador!”
Así que, en este Gran Destino de los Ma-
crocosmos, «en algún lugar, en el interior
de las Espirales de los Mundos siderales,
he aquí, engastada en un Sistema Solar
Nuestra Señora la Tierra… ¡un día, aquí,
la Virgen Universal dejó caer una Gota! —
Lloró un poco de su Vida Voluptuosa…
¡concentrando, en ese lugar, su Naturaleza
Espiritual! — ¡Así origina un Nódulo, o
Pigmento, Burbuja Cristalina de Infancia
Inmaterial al estar compuesta esencialmen-
te de Espíritu Divino Saturado! … ¡Sí, así
es como nació (primero Etérica) la «Cate-
dral» de la que surgimos, y que nos sostu-
vo!
— ¡«Aquí... Grial... ábrete a Placer por una
«nueva Alianza»! … y dime pues ¿cuál es
tu Maravilloso Destino?»
— «¡Mi Maravilloso Destino es una terri-
ble Cruz! — ¡Debo Agacharme tendién-
doos los Brazos para que así Ascendáis
hasta fundiros en Dios y a través de mí!»1
1 In TIERRA-OMEGA de Jacques Breyer, publicado en
2015 por la Editorial BIBLIOPHORE, ISBN: 979-10-93717-03-6.
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
4
Así que, como ¡Todo lo que nace, vive y
muere!… –sólo es cuestión de Tiempo–,
Nuestra Señora conocerá armoniosamente,
a su plano y dentro de sus Arquitecturas, el
mismo Movimiento de Aliento : una Vuelta
a su Genitor, una vez que haya plenamente
acumulado una semejante Cualidad Fra-
guada, quizás Multiplicada, dentro de sus
Arcos.
Por consiguiente, nuestro Planeta tiene su
propio Destino en sus propios límites. Es
un Ser vivo, Macrocósmico, dotado con
alma e inteligencia; es el Macrocosmos
más lindante, fronterizo y acercado para
nosotros, Microcosmos. Es el Gran Destino
de los Macrocosmos como de los Micro-
cosmos: Liberarse de las Tinieblas circun-
dantes y participar a la Gran Obra Divina.
Al final del final, comulgando con Dios,
por medio de Vibraciones, y fundiéndose
en Él, disfrutando así, en un instante perpe-
tuo, de su parte de Eternidad.
Jacques Breyer lo “canta” en su “Oración a
los Señores del Fuego”: Así, participando
(en sus Dimensiones) en la Vida Ardiente
de la Unidad, cada uno de estos Mundos
Portadores (cada una de estas Fuerzas) se
Trasladan a su Omega, donde se puede
Disfrutar, Liberado de las tinieblas del
Camino, mezclado en Dios, su parte de
Eternidad.
En este regreso, Desapareciendo por lo
Alto, en la Unidad. “Bebidos” por la Boca
del Padre –“Oubah el Phoumet” dicen los
Maestros musulmanes: “Este Pantagruel”…
Gargantúa y Pantagruel del Humanista
francés: François Rabelais que, bajo la
forma de una novela de caballería, narra la
historia de dos gigantes: un padre, Gargan-
túa, gigante de los gigantes, y su hijo: Pan-
tagruel. ¿No sería un guiño acerca de las
relaciones entre Macrocosmos y Micro-
cosmos ?…
En la misma Oración a los Señores del
Fuego se encuentra también: “una Proyec-
ción Creadora” que deseó nuestro Planeta
en algún parte del Universo, y la hizo, De-
positando en ella la Ley. Es por eso que, en
el Universo de los Mundos creados y crea-
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
5
dores, nuestro Planeta es auténticamente un
Planeta Elegida por haber podido engen-
drar el Hombre: un Acabamiento, su Con-
ciencia, su Alma. Y, por supuesto, como
nos Engendró, es «nuestra madre», nuestro
Portador, representando nuestro «Dios», el
Dios más inmediato, lo más cercano, para
nuestra relatividad adánica, al Tener la
Ley de Creación en sí misma, bajo una
cierta Frecuencia.
Recibir la Ley, pues de Creación, es recibir
el Poder de ser Creador a su vez. Es recibir
un Impulso que encierra la potencialidad
Divina, con todos sus Dones, Cualidades y
Virtudes, tal como la Determinación a re-
petir el Gesto Creador, en su propio seno.
Habiendo recibido la Inteligencia, el Dis-
cernimiento, la Razón ¿no somos los Depo-
sitarios de la Ley en esta Tierra?
De hecho, siendo a su Plano de Macrocos-
mos sujetada a la Relatividad, «Nuestra
Señora» se encuentra sometida a la Ley de
Regreso a Dios, del mismo modo que los
Seres humanos Elegidos, que serán Reco-
gidos por su propio Genitor.
Por añadidura, deteniendo un Éter Divino
Saturado, así que la Ley, al igual que cual-
quiera Creación en el Universo, sin duda
alguna nuestro Planeta posee igualmente 3
Peldaños, Expresión de la Ley: un cuerpo
físico, un alma: su Astral [anima Mundi], y
un espíritu [Mundi]: una Presencia Etérica
pura, divina, por consiguiente, virgen. Re-
presentando el Principio del Hijo Micro-
cósmico.
De ahí su Virginidad de Madre…2
2 La idea se originó con Platón, los estoicos, y tam-
bién está presente en doctrinas orientales como el Brahman (Dios) y el Atman (alma) en el hinduismo. Similares conceptos fueron sostenidos por filósofos tales como Paracelso (1493-1541), Baruch Spinoza (1632-1677), Gottfried Leibniz (1646-1716) y Frie-drich Schelling (1775-1854). Desde los años sesen-ta, esta idea ha sido recobrada por defensores de la hipótesis de Gaia, por James Lovelock.
No es porque el Planeta es un Ser viviente
redondo que por lo tanto no sea una enti-
dad tangible y que no tenga un Cuerpo
Sutil, subyacente en toda la naturaleza.
Así que, considerando que los seres huma-
nos tienen la posibilidad de acceder a una
Supervivencia Espiritual por la Densifica-
ción adquirida durante la encarnación,
¿Dónde se situaría su Paraíso?
¿Dónde podría ubicarse este Plano de Su-
pervivencia para los propios «hijos» del
Planeta, sino en su parte sutil: el astral de
Nuestra Señora… el Lugar Sagrado de las
Bodas con su Creador… ésta Dimensión
invisible donde los Elegidos Comulgan con
«Dios»… la famosa Jerusalén Celeste?…
¿No somos la Cosecha del Planeta?
¿Su Consciencia, lograda, acabada, alqui-
miada, multiplicada, madurada, entonces
almacenada en sus “arcos”, lógicamente
recogida, y por fin Oferta?
¿No habría finalmente una Razón Suprema
a esta Agricultura Celeste?
¿Consecuencia lógica, Nuestra Señora no
sería simbológicamente una «copa» oferta
a Dios, y sus «hijos», Elegidos por una
dura Selección espiritual, la Ofrenda Ma-
crocósmica?
¿En este Gran Movimiento de Retorno a
Dios, Nuestra Señora no sería una Copa en
la cual se hallaría el Mejor del Mundo ofer-
to, remitiendo así su Acabamiento Fragua-
do y Multiplicado, bajo la «forma» de una
libación que sería «bebida», –la famosa
ambrosia de los dios, su «alimento» celes-
te– que procuraría Embriaguez Divina?
¿No sería esta Dimensión Astral de Ofren-
da Macrocósmica que, a la vez, abrigaría:
el estado de Supervivencia por las criatu-
ras, la Presencia Divina a nuestra Medida,
y la posible Comunión con nuestro Crea-
dor?
Escuchemos una parte muy elocuente de
esta oración a los Señores del Fuego3 : «Tu,
3 In VENCER LA SEGUNDA MUERTE, Jacques Bre-
yer, de próxima publicación por la Editorial LE BIBLIOPHORE.
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
6
Proyección Creadora, que quisiste nuestro
Planeta en algún parte del Universo, Tu,
que la hiciste, Depositando en ella la Ley,
Tu eres el Arco de Nuestra Dama la Tierra.
Y este Planeta, es nuestro Dios, nuestro
Grial, a los Limites de la cual se inscriben:
nuestra Supervivencia – nuestra Libera-
ción – en fin, nuestra Comunión irreversi-
ble con el Espíritu de Dios que nos Con-
sumirá Divinamente en esta Copa, en el
último Día de nuestro Paraíso.»
Ahora, vemos como todo cae lógicamente.
El Grial aparece representar la Dimensión
espiritual de la Supervivencia de los seres
humanos, prolongados un cierto tiempo en
una especie de Inmortalidad Relativa, y el
Lugar encantado de las Bodas con su
Creador.
Es un Mundo invisible, el famoso Paraíso
re-encontrado donde los Elegidos pueden
disfrutar de todas las Beatitudes y contem-
plar la Divinidad; es un Lugar de donde se
puede volver en la encarnación para buscar
una nueva Aumentación. Nacido de nuevo,
el ser se vuelve a encontrar la juventud,
regenerado para un nuevo peregrinaje. Éste
ha re-nacido del Grial, de la Matriz divina.
Es bien Copa de Vida.
Así que el aura del Planeta es nuestro Grial,
nuestra Celeste Patria, una Tierra Nueva
que Abriga nuestras materializaciones es-
pirituales, concretizaciones de nuestras
esencias personales en la Esencia Divina.
Es la Iglesia invisible4.
A todas luces es lógico que la Leyenda
figure un recipiente cóncavo que contiene
el Elixir de la humanidad, la «crema» de
los Elegidos, los seres Distinguidos que
constituyen la Mesa Redonda o Mesa del
Grial de José de Arimatea donde se senta-
ban los caballeros.
4 La Iglesia siempre está representada por una
copa… la famosa Jerusalén Celeste, el Castillo del Grial.
¿No nos dice también la Tradición que el
Iniciado, de Convexo que era, ha de Abrir-
se, de hacerse Cóncavo al Cielo, visto que,
al principio, la Luz se encuentra «debajo
del Almud»?...
Por lo tanto, si Dios es Amor y Misericor-
dia, el Rigor estructura su Creación, le da
su Orden frente al Caos, y por falta de Rea-
lización, de Acabamiento, el Grial puede
procurar la Muerte espiritual de los «débi-
les», por falta de Densidad espiritual, Re-
fundiendo su «persona» en un Infierno
humano. La disolución de su Individuali-
dad consciente.
Entonces, el símbolo del Grial es de doble
filo. De una parte, la sangre que corre nos
remite a la copa del Sacrificio y de la Cruz:
la encarnación humana. Es por eso que el
destino del ser humano es Cristico y que,
por amor de Dios, debe sacrificar sus pro-
pias Tinieblas, conocer una forma de Gól-
gota, Mejorándose por un proceso alquími-
co iniciático que le conduce a vivir, en la
vida, una pequeña muerte, no física, sino
alquímica, simbólica. Pues, cualquier sa-
crificio implica un renunciamiento (a la
vida terrestre, a sus facilidades, a sus pro-
pias tinieblas…) y una privación volunta-
ria, con objeto religioso.
El Ego debe perder y durar, para Perdu-
rar; Prolongarse, Permanecer en la Esen-
cia, Subsistir en el aura del Planeta, Seguir
el Juego, Mantenerse en la Corriente. Es
un Camino hecho de trampas, de obstácu-
los y de reflejos: la Fragua, donde el Ini-
ciado está puesto a prueba de Fuego; siem-
pre al riesgo de Perderse.
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
7
La sangre del sacrificio corresponde natu-
ralmente al corazón, por consiguiente al
Plano del Alma, esta famosa cosecha de la
vida que consagra y procura la Superviven-
cia. Y su objetivo es entonces “¡sanguina-
rio!” visto que tiende a una “rubificación”,
de color purpura.
Y, de otra parte, este símbolo nos remite
también al Plano del Alma que consagrará
la Unión beatifica de todas las almas elegi-
das con “Dios”, nuestro “Dios” lo más cer-
cano, nuestro “Dios” del Planeta, el Hijo
Microcósmico… –es por eso que la Tradi-
ción dice que se Remonta a Dios por su
Hijo– mesclando el corazón humano con
el Corazón Divino, como Dulce Eucaristía.
De hecho, Cristo está lógicamente asociado
al Grial, tal como al ciervo blanco que hay
que Cazar en el Bosque Encantado.
Descodificando los símbolos contenidos en
la literatura del Grial, vemos como los Ca-
balleros de la Búsqueda del Grial pueden
estar sustituidos por los discípulos que se
lanzan en un camino Iniciático.
Verdadera Matriz, el Grial aparece en el
Astral del Planeta como el Receptáculo que
encierra la Cosecha espiritual del mejor de
la Humanidad en un estado Glorioso y el
Alto-Lugar de todas las Beatitudes y de la
Unión posible entre lo humano y lo divino.
Lo que la Tradición llama también la Jeru-
salén Celeste. He aquí Isis, la Matriz griali-
ca de la Virgen, nuestra Madre Tierra, cuyo
l o s T e m p l a r i o s d e C o m p o s t e l a
8
símbolo se encuentra en todas las creencias
desde los tiempos los más antiguos, y no
solamente desde el Medievo en la Francia
del siglo XII.
El “País” del Grial es en realidad él del
Alma del Planeta, constituida por la Fami-
lia del Grial, una Fraternidad Universal, es
decir, constituida por todos los Elegidos,
los Eones, los caballeros del Grial como
Galaad o Parsifal, que son las “Luces” de la
humanidad salvada.
Este Grial es a imagen de un castillo, a
imagen entonces de un Enclave celeste, en
donde la Criatura puede Contemplar a
“Dios”, nuestro Cristo Planetario, en su
Cara Abstracta. Cuando el Dios del Origen
queda para el ser humano un Ser demasia-
do Abstracto e inaccesible para nuestras
medidas.
Así, estamos en la Unidad reencontrada o
reconstituida por comunión con “Dios”, en
la “persona” de Cristo, a través del Ágape,
el Amor divino del hombre por “Dios” y de
“Dios” por el hombre. Aquí, en el Grial,
nos encontramos en el Lugar del Encuen-
tro, la Dimensión de Unión de “Dios” y de
su Creación. Este Punto de Conexión entre
lo Divino y lo Humano es el Centro, el
Mundo, el Eje que constituye la Copa del
Grial. Aquí, la sustancia de la humanidad
se encuentra con la de la Divinidad.
Símbolo perfecto de una Ofrenda, el Grial
es una Realidad espiritual central en la
Creación, es entonces la verdadera Llave
del Mundo, que Da, Recoge y Une.