El Kirchnerimos Como Construcción Hegemonica Populista.cantamutto

download El Kirchnerimos Como Construcción Hegemonica Populista.cantamutto

of 27

Transcript of El Kirchnerimos Como Construcción Hegemonica Populista.cantamutto

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    1/27

    //29

    // Francisco J. Cantamuo*

    El kirchnerismo como

    construccin hegemnicapopulista

    Resumen:Este trabajo busca ofrecer una interpretacin general del kir-chnerismo, a casi una dcada de su surgimiento. Entendemos que es po-sible interpretarlo como una recomposicin hegemnica de una fraccinde la gran burguesa, en clave populista. Para jusficar esta lectura, estetrabajo empieza por revisar cmo podemos entender la relacin entreEstado y sociedad. A connuacin se ofrecen lecturas condensadas delkirchnerismo como construccin hegemnica y como ruptura populista,para cerrar con nuestra propia lectura de conjunto.

    Palabras clave: Kirchnerismo- Hegemonia- Populismo- Estado

    Abstract:This paper seeks to provide a general understanding of the kir-chnerism, at almost a decade of its emergence. We pose that it can beinterpreted as a hegemonic recomposion of a fracon of the big bour-geoisie, in a populist way. To jusfy this reading, this paper begins by re-viewing how we understand the relaonship between state and society.Aerwards, we establish the main ideas of interpreng the kirchnerism

    as hegemonic construcon and also as populist rupture, to close withour own reading of the whole process.

    Keys words: Kirchnerismo- Hegemony- Populism- State

    * FLACSO/CONACYT. Gran parte de este trabajo fue avanzado en el seminario de ProcesosPolcos Contemporneos de FLACSO-Mxico, a cargo de Julio Aibar y Daniel VzquezValencia. Agradezco a quienes componen ese espacio de trabajo, as como a AgosnaCostanno, por revisar el documento. Toda opinin o error son responsabilidad del autor.

    Correo: [email protected]

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

    Ao 2, N 3, 2013

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    2/27

    //30

    An cuando no estemos de acuerdo con el resultado exacto, pocasdudas caben acerca de que algo ha cambiado en el escenario lanoame-ricano, y esto ya es un paso adelante en el debate. Captar los perfiles de

    los procesos sociales en ciernes, sin una distancia temporal que facilite lainterpretacin, resulta siempre un ejercicio arriesgado por la conngen-cia de lo que sigue. Este trabajo busca ofrecer una interpretacin generaldel proceso kirchnerista, a casi una dcada de su surgimiento.

    Entendemos por kirchnerismo al conjunto de prccas, ideas y polcasorganizadas a parr de las figuras presidenciales de Nstor Kirchner yCrisna Fernndez. Aunque ambos liderazgos presidenciales juegan unrol central, entendemos que el kirchnerismo excede la figura parcular

    de cada uno de estos, mostrando expresiones con diverso nivel de orga-nizacin (pardo, movimientos, etc.). Creemos que es posible interpre-tarlo como una recomposicin hegemnica de una fraccin de la granburguesa, en clave populista. Para jusficar esta lectura, este trabajoempieza por revisar cmo podemos entender la relacin entre Estado ysociedad. Se ofrecen luego lecturas condensadas del kirchnerismo comoconstruccin hegemnica y como ruptura populista, para cerrar con unalectura de conjunto.

    Disquisicin sobre el Estado

    La divisin de las ciencias sociales en disciplinas es un recurso epistemo-lgico vlido, que no puede hipostasiarse en una postulacin anquilo-sada de realidades lmas (Wallerstein, 1996). Sin embargo, ste es elmpetu en relacin al Estado de varios enfoques contemporneos muydifundidos, representando un escaso aporte, al perder visin de con-

    junto. Al respecto, creemos que los aportes desde el marxismo puedenser de ulidad.

    La lectura ms popularizada sobre el Estado en Marx es aquella que loresumira como el comit de negocios de la burguesa (Marx y Engels,1999). Esta idea, privilegiada por ciertos exgetas economicistas, conso-lida una lectura instrumental del Estado como rgano al servicio exclu-

    sivo del capital. Tomando otros textos de Marx, es posible mazar este

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    3/27

    //31

    carcter instrumental: incluso cuando habla de reflejo de la sociedad,la idea detrs es que representa una determinada relacin de fuerzasentre disntas clases sociales, y no el exclusivo dominio de una de ellas

    (Barrow, 2000; Maguire, 1984).

    Sin anular la controversia, sealamos que existen apenas una serie deacuerdos bsicos en torno a la teora marxista del Estado: su origen enla divisin del trabajo, su carcter clasista, su funcin general de man-tener las relaciones sociales capitalistas, y su futura destruccin (Casar,1982; Cerroni, 1976). Posiblemente el lugar privilegiado lo tenga la ideade que no es posible comprender al Estado y la polca fuera del sistemasocial (Born, 2000; Maguire, 1984) ni por oposicin a l (como tendan

    a hacer los filsofos polcos previos a Marx). La idea de una imposibleseparacin ontolgica ene implicaciones epistemolgicas para nuestrotrabajo: al pensar los cambios del Estado en la etapa actual, necesitamosuna discusin ms amplia del conflicto social.

    En este sendo, pasando por alto controversias y maces, el de Gramsciha sido uno de los aportes ms importantes, al ampliar el concepto deEstado incluyendo al denso entramado de instuciones normalmente

    asociadas al derecho privado (Counho, 2000). A diferencia del concep-to de aparatos ideolgicos del Estado de Althusser, no hay aqu un poloque garance coherencia o unidad: en Gramsci, el conflicto de clases sedesperdiga a lo largo de toda la sociedad, de la que el Estado no es sino lalma trinchera (Anderson, 1978; Gramsci, 1975). De esta manera, lopolco se ampla, gana nuevos espacios para su ejercicio, sin reducirse aun exclusivo mbito (Liguori, 2000).

    En sociedades con cierto grado de desarrollo, el dominio de la clase capi-talista se exende ms all del gobierno, y no se sosene slo por la fuer-za o la coercin, sino que conquista el apoyo deliberado de la poblacin.Cuando la clase (o fraccin) dominante logra movilizar el consenso acvode los grupos subalternos, estamos frente a lo que Gramsci llam he-gemona (Gramsci, 1984; Gruppi, 1976). Debe notarse que la expresinhegemona aqu no implica slo prevalencia, sino un acto ms profundode conviccin o anuencia de parte de los grupos que no se encuentranen posicin hegemnica. La clase dominante ene diversos mecanismos

    para lograr este consenso, incluso en trminos negavos (Piva, 2007;

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    4/27

    //32

    Thwaites Rey, 1994). Sin embargo, la cesin efecva de recursos (ma-teriales) en la consideracin de los intereses o demandas de los grupossubalternos es quiz el mecanismo ms efecvo (Gruppi, 1976; Kohn,

    1991). Es decir, la clase debe superar sus intereses corporavos justa-mente para poder sasfacerlos (Gramsci, 1975).

    Sobre la base de esta lma reflexin es que Laclau (2006a) buscar ha-cer su propia propuesta terica, eludiendo la remisin clasista de Grams-ci. La creacin de discursos que otorguen sendo socialmente significa-vo construye lo social de un modo fuerte: es la disputa polca la quedefine la sociedad misma, en torno a la bsqueda de cierto grupo porpresentar sus demandas como las universales. La operacin polca por

    excelencia es, por ello, la arculacin de demandas de modo tal que lossujetos que las detentan vean alterarse su propia idendad, al recono-cerse como parte de algo ms.

    En parcular, Laclau ha indagado con ahnco la nocin de populismo,quitndole las referencias negavas.1 Su intencin es presentar una de-finicin formal del populismo, como aquella arculacin que atraviesael campo de lo social dicotomizndolo en torno a dos polos (digamos el

    pueblo y los enemigos del pueblo), de modo que el ejercicio de la re-presentacin populista implica una escisin interna sobre la comunidadcivil, al querer representar a todos afirmando a la vez la representacinde una parte (Aboy Carls, 2001; Pereyra, 2012). Sin extendernos sobreesta nocin, queremos hacer notar que el Estado como locus de prc-ca y atencin ha directamente desaparecido. Dado el impacto de la in-terpretacin en esta clave de los procesos contemporneos de AmricaLana, esto resulta al menos problemco, pues se trata de procesosdonde la conquista del poder estatal por medio del voto ha sido una delas novedades ms importantes.2

    Ms all de las mlples diferencias entre los autores referidos en esterpido e injusto- panorama, queda clara la posibilidad de revisar los

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

    1- No queremos dejar pasar el hecho de que, basndose en las categoras gramscianas, ya exisanintentos por comprender el populismo como especificidad en la construccin de hegemona enlas sociedades lanoamericanas (Aric, 2005; de pola y Portanero, 1981; Portanero, 1981).2- Debemos notar que el propio Laclau no ha ofrecido interpretaciones acabadas de estos pro-

    cesos ms que en entrevistas periodscas (cf. Laclau, 2006b).

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    5/27

    //33

    cambios en el Estado durante el kirchnerismo mediante un anlisis qued cuenta del conflicto a nivel de la sociedad de conjunto. El Estado, pen-sado como condensacin de relaciones sociales, necesariamente debe

    responder a los cambios que se expresen en las relaciones sociales delas que forma parte. El entramado en el conflicto de clases define as laforma especfica del Estado. 3

    Converbilidad y crisis

    La construccin instucional post-dictadura privilegi una dimensin pro-

    cedimental de la democracia. El control privilegiado de la gran burguesatanto del aparato estatal como de la estructura econmica sesgarn lasposibilidades de la democracia en un sendo excluyente para las mayo-ras (Campione, 2002). Hay bastante consenso en idenficar la Converbi-lidad como el apogeo del neoliberalismo en Argenna, cuando el conjun-to de los sectores dominantes, bajo el comando de las fracciones interna-cional y financiera, confluir en un programa de reformas que implicarla apertura, desregulacin, privazacin y liberalizacin de la economa.

    Basualdo (2006) llam muy anadamente a esta confluencia comunidadde negocios. El rgimen de acumulacin y el Estado que emergen de laderrota histrica de los sectores populares se configuran de modo exclu-yente, haciendo del Estado como un instrumento excluyente, cercano aaquel descrito en el Manifiesto Comunista (Sanmarno, 2010).

    Este programa entrar en crisis en la segunda mitad de los 90, por laconfluencia de disntos procesos. La aplicacin de las reformas habahecho muy vulnerables a los pases perifricos a los movimientos in-ternacionales de capitales, induciendo importantes efectos de conta-gio. La crisis de Brasil en 1998 genera un serio problema en Argen-na. Agotado el programa de privazaciones, la confluencia de la granburguesa muestra sus lmites, y el capital extranjero inicia un claroavance sobre la propiedad nacional de la estructura producva. Esto

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

    3- Trabajos como los de Bonnet (2012) y Piva (2011) se enfocan sobre los arreglos instuciona-les que la forma de Estado muestra a raz de estos conflictos. Nuestra perspecva no es antag-

    nica con este po de aproximaciones, sino ms bien intenta ser complementaria.

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    6/27

    //34

    fomenta una creciente separacin de estrategias al interior del bloqueen el poder: por un lado, quienes abogaban por una profundizacinde las reformas (programa dolarizador), y por el otro, los sectores quebuscaban una salida diferente (programa de devaluacin). La disputaentre estos programas se sostuvo a lo largo de ms de 3 aos, sin unaresolucin prefigurada (Cantamuo, 2012a; Gaggero y Wainer, 2006;Schorr, 2001; Wainer, 2010).4

    La ruptura al interior del bloque dominante resulta de una lenta separa-cin de fracciones capitalistas que ya no podan sobrevivir bajo el esque-ma de reglas vigente: aquellos sectores de la produccin transable queenen una menor producvidad relava (gran parte de la industria, algu-

    nas fracciones de la burguesa agropecuaria) requeran de un esquemaque les ofreciera proteccin ante la competencia. Cuesonar la Conver-bilidad no era al principio tarea sencilla, habida cuenta del consenso quegeneraba tal esquema de reglas en la poblacin en general, an cuandose rechazaran sus efectos. Eso favoreci durante algn empo la defen-sa del rgimen vigente por parte de aquellos sectores ms producvos(agro concentrado), protegidos de la competencia (privazadas), o bene-ficiados por el esquema de apertura (comercio).

    De modo concomitante, los sectores subalternos iniciaron un procesode creciente organizacin y movilizacin, socavando las bases de legi-midad del consenso de la Converbilidad. El esquema de polcas seencontraba cerrado a las demandas de estos sectores por empleo y me-

    joras en la distribucin del ingreso, pues contradecan el sendo de laapertura y compevidad externa de la economa. La acumulacin deexperiencia de estos sectores desgast lentamente la autoridad estatalpara sostener el programa tal como se encontraba (Bonnet, 2002). Muy

    lejos entonces se encuentra la explicacin de la crisis que aqu apenasesbozamos- de la idea de estallido en el 2001.

    A medida que los efectos de la Converbilidad se acumulaban, diversossectores salan a protestar en la calle. El largo desgaste producido porlas organizaciones de trabajadores desocupados y por fracciones de la

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

    4- Debo a Andrs Wainer gran parte de las reflexiones respecto del conflicto de clases que da

    forma a esta crisis.

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    7/27

    //35

    clase trabajadora ocupada (CTA y el MTA de Moyano) impeda avanzarsistemcamente por el camino del ajuste para profundizar el modelo.Las fracciones que defendan la Converbilidad, dado no ofrecan alter-

    navas para la clase trabajadora ni para fracciones menores del propiocapital, se fueron quedando aisladas. Al mismo empo, el otro grupo defracciones capitalistas mostraban un programa alternavo, que ademstrataban de validar apelando a un discurso producvo y de empleo, queempataba aunque fuera de modo distorsionado- con algunas demandasde los trabajadores (Cantamuo, 2012b). El peronismo, con su bagaje dereminiscencias nacional-populares probara ser de ulidad para anclareste discurso en cierto imaginario colecvo, tal como lo demostrara elfallido y fugaz gobierno de Rodrguez Sa.

    Justamente por esos das es que el Grupo Producvo anuncia su pro-grama con todos los detalles: con la devaluacin, el cese de pagos dela deuda y la pesificacin de la economa como demandas centrales.5

    Este programa sera el libreto de accin de Duhalde al llegar al gobier-no, aunque su ejecucin final diverja del original debido a los necesarioscompromisos de negociacin (Rodrguez Diez, 2003). As, la salida de laConverbilidad no fue estructurada por un programa popular, sino en

    funcin de las necesidades de un sector del bloque en el poder. Peropara que la crisis tuviera salida, las fracciones ahora al comando del blo-que en el poder debieron apoyarse en las demandas e intereses de lossectores populares, acvamente repudiando el orden previo (Basualdo,2006a; Bonnet y Piva, 2009; Lucita, 2007).

    Remimos a las obras referidas por mayores especificaciones, pero cree-mos que se puede afirmar que la agudizacin del conflicto interburgus,el ascenso de las luchas sociales y la debilidad del Estado terminarondando forma a una crisis de hegemona. Es decir, las fracciones dominan-tes dentro del bloque en el poder eran incapaces de concertar el acuerdode los sectores subalternos, ya ni siquiera por mecanismos dbiles comoel miedo a la hiperinflacin o el desempleo (Piva, 2007). La separacininterna del bloque en el poder se fund no slo sobre necesidades es-

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

    5- El Grupo Producvo es una escisin del G8 que sostuvo la Converbilidad, compuesto porla Unin Industrial Argenna, la Cmara Argenna de la Construccin y las Confederaciones

    Rurales Argennas.

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    8/27

    //36

    tructurales, sino tambin sobre la capacidad de las fracciones del GrupoProducvo de interpelar a una parte de los sectores subalternos: estole permi ofrecer un programa de salida al descontento popular, sin

    haberle dado espacio alguno en el diagnsco de la crisis y sus alterna-vas. Aunque los sectores populares impugnaron fuertemente la formade Estado de la Converbilidad, no ofrecieron porque no pudieron, por-que no supieron, porque no quisieron, sera otro debate- una alternavapolca con fuerza propia de gobierno, permiendo a la fraccin referidadel bloque en el poder tomar provecho de ello en su favor.

    Duhalde encarn tal proyecto en su forma autoritaria, tanto por no ha-ber sido elegido por el voto, como por el carcter represivo de su rela-

    cin con los sectores populares. Si Rodrguez Sa oficializ el default dela deuda, Duhalde se encarg de llevar adelante la devaluacin y la pesi-ficacin de la economa. Esto gener una nueva constelacin de preciosrelavos, favorable a los sectores transables, y en detrimento relavo delas fracciones que adscribieron a la Converbilidad hasta el final. Esteperjuicio debe tomarse con cuidado, puesto que: el agro ms concentra-do (ms producvo y menos endeudado) mejor su rentabilidad relava,incluso descontando las retenciones; los bancos recibieron compensa-

    ciones ms que suculentas por la pesificacin asimtrica (Cobe, 2009);y los subsidios a las privazadas pasaron lentamente a ser la principalfuente de gasto pblico. Cada una de estas compensaciones fueron ne-gociadas en funcin de las presiones y protestas de afectados: del agrocontra retenciones, de los bancos contra la pesificacin, de los usuarioscontra los intentos por subir las tarifas.

    El sector realmente perjudicado en esta etapa fue la clase trabajadora deconjunto, afrontando un nivel de desempleo histrico y una cada pro-medio del salario real del orden del 35%. Las ganancias para el sectorindustrial ms concentrado, en parcular para las empresas extranjeras,tambin alcanzaron niveles histricos, pero por lo elevados (Azpiazu,Schorr y Manzanelli, 2012; Burachik, 2008; Michelena, 2009). De hecho,la cpula empresarial inici un proceso combinado de inversin, desen-deudamiento y atesoramiento en colocaciones financieras (Prez Arca,2009). El uso de la capacidad instalada ociosa abarat an ms la puestaen marcha de la acvidad en los primeros aos, especialmente en ramas

    intensivas en mano de obra.

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    9/27

    //37

    La divisin interna del bloque en el poder y la acvacin conflicva de lossectores subalternos marcan el cambio ms importante en la forma delEstado en esta etapa. Ntese que la divisin interna de la gran burguesa

    no implica un enfrentamiento antagnico entre sus fracciones: existe unacuerdo fundamental respecto de su beneficio conjunto en detrimentode la clase trabajadora, toda discrepancia interna se resuelve en el mar-co de esta pauta general. No obstante, la falta de acuerdos ms precisosdificulta la regulacin de forma automca, haciendo de cada polcauna disputa. Es por esto, y por la fuerza de la impugnacin popular, quela funcin del aparato estatal ya no puede ser cumplida invisibilizndose.El Estado abiertamente asume una tarea de intervencin, dirimiendo en-tre demandas en cada caso, polizando su accionar (contra el supuesto

    tecnicismo imperante en los noventa): definiendo fronteras de aliadosy perjudicados en cada caso, una divisin amigo-enemigo en potencia(Schmi, 2001). La recuperacin de los instrumentos de polca econ-mica (fiscal, monetaria, cambiaria) aliment esta lgica, al acrecentar losrecursos a disposicin para esta toma de decisiones.

    El kirchnerismo como construccin hegemnica

    La salida de la Converbilidad carg todo su peso sobre la poblacin tra-bajadora, ocupada y desocupada. Si bien la falta de dilogo del gobiernode Duhalde no ayudaba a ganar legimidad, fue la masacre de PuentePueyrredn en junio de 2002 la que acab con cualquier intento por per-manecer en el poder, teniendo que adelantar las elecciones. En mayo de2003 asumir las funciones Nstor Kirchner, ganando por abandono lasegunda vuelta con Menem.

    Las explicaciones de las caracterscas del perodo iniciado a parr deall difieren. En general, se acepta la idea de que se trata de un po deacumulacin neodesarrollista (Basualdo, 2011; Fliz, 2008; Katz, 2013;Rinesi, 2011; Sanmarno, 2010). Aunque estn en discusin las precisio-nes sobre qu implica exactamente esto, se suele entender que incluyeuna mayor presencia regulatoria del Estado, en las inversiones y en lainstucionalidad de la relacin patronal-obrera. Aunque se habla de in-

    dustrializacin, no est claro que tal proceso sea una realidad: ms bien,

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    10/27

    //38

    se ha dado connuidad al po de insercin externa dependiente, basa-da en la explotacin de recursos primarios o industriales de bajo valoragregado, y el aprovechamiento de mano de obra barata. En este sen-

    do, varios autores sealan bases fuertes de connuidad (Born, 2013;Castorina, 2009; Rajland, 2012; Zemelman, 2007). Svampa (2011) llamjocosamente a esta situacin consenso de los commodies, en reem-plazo del consenso de Washington.

    Sin embargo, asumir que todo conna igual que en la dcada anterior(como hace por ejemplo Casllo, 2007) no resulta adecuado. Esta ideaes diferente a postular que se trata de una recomposicin capitalista,en el sendo de que la formacin social manene ciertos parmetros

    bsicos de su reproduccin (Bonnet, 2012; Katz, 2013; Lucita, 2013). Lainusitada recuperacin de la acvidad (insismos: basada en una mejo-ra sustancial de las ganancias de las fracciones dominantes dentro delbloque en el poder), especialmente de sectores intensivos en mano deobra, mejor de modo marcado la situacin del mercado de empleo: ladesocupacin desciende y los salarios reales recuperan parte de lo cado.Aunque esta situacin repercu en una mejora en la distribucin del in-greso (Graa y Kennedy, 2010), los procesos que le dieron lugar se agota-

    ron aproximadamente en 2007 (Basualdo, 2011; Piva, 2011). A parr deall se ha observado una serie de procesos contradictorios (devaluacin,impuesto a las ganancias aplicado al salario, ampliacin de asignacionesfamiliares, etc.), cuyo resultado neto no es evidente; aunque los indiciosparecen indicar un deterioro de la distribucin del ingreso.

    Para construir cierta legimidad, las fracciones dominantes del bloqueen el poder han tenido que considerar, aunque sea distorsionada o par-cialmente, las demandas de los sectores subalternos que facilitaron lasalida de la Converbilidad, incluso como mecanismo para quitar ini-ciava a estos sectores, reconduciendo el proceso en canales instu-cionalmente aceptables en trminos del rgimen de explotacin y dedominacin (Basualdo, 2006; Castorina, 2009; Colecvo Situaciones,2005; Katz, 2013; Piva, 2011; Sanmarno, 2010; Svampa, 2011).6 Eneste sendo, habra un principio de construccin hegemnica por partede los sectores dominantes, toda vez que buscan basar su dominacin

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

    6- sta es la lgica con la que De pola y Portanero (1981) analizaron el peronismo.

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    11/27

    //39

    sobre mecanismos de consenso, cediendo compromisos reales con lossectores subalternos sin que stos lleguen a afectar sus propios inte-reses. El intento por la construccin de transversalidad, entre pardos

    y organizaciones sociales, es interpretado por varios autores como ladeclaracin abierta de ese intento hegemnico (Basualdo, 2011; Katz,2013; Svampa, 2011).

    Sin embargo, se ha sealado tambin que la necesidad de que el Estadoarbitre entre clases y fracciones de clase est dando cuenta de la falta deun acuerdo slido entre los sectores dominantes, lo que impedira hablarde hegemona sin ms (Bonnet, 2012; Born, 2013; Gmez, 2012). El for-mato populista que administra la construccin precaria sealara estos

    compromisos dbiles entre fracciones de clase. Por esto es que Lucita(2013) habla de un rgimen transicional, Katz (2013) de bonaparsmo,Basualdo (2006) y Castorina (2009) de transformismo, Modonesi (2012)y Sanmarno (2010) de revolucin pasiva o revolucin-restauracin.

    Estos autores disnguen diferentes periodizaciones, basndose en losmecanismos por los que los sectores dominantes procuran integrardemandas de los sectores subalternos. Intentando una descripcin es-

    lizada, Gaggero y Wainer (2006), Muoz (2004), Piva (2007), Rajland(2012), Retamozo (2011), Svampa (2006, 2011) y Wainer (2010) precisanelementos para comprender las demandas, acciones y alianzas de los di-ferentes actores sociales para comprender la estructuracin de la formade la crisis, y su impacto en la recomposicin posterior. Duhalde cumplirlas primeras tareas en la recomposicin capitalista, el programa desnudode las fracciones dominantes del bloque en el poder, lo que implicarun sesgo excluyente, que marcar cierta connuidad con el rgimen im-pugnado de la Converbilidad (Bonnet, 2012; Gmez, 2012; Retamozo,2011). Kirchner cumplir la tarea de lograr consenso de los sectores sub-alternos, a parr de la consideracin de algunas de sus demandas e inte-reses, sin por ello alterar el rumbo trazado por su predecesor (Basualdo,2011; Bonnet, 2012; Piva, 2011; Svampa, 2011).

    El punto de quiebre ser el conflicto con el campo de 2008. Tanto Ba-sualdo (2011) como Bonnet (2012) insisten en el origen estrictamentepolco (no econmico) de este conflicto, pues se pone en cuesn la ca-

    pacidad del Estado de arbitrar entre las fracciones del bloque dominan-

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    12/27

    //40

    te. Mientras que para Basualdo a parr de all los sectores subalternosganan capacidad de control del Estado, para Bonnet al igual que paraPiva (2011)- se nota el agotamiento del intento de estrategia hegemni-

    ca de la gran burguesa.7

    Si bien estamos de acuerdo con estos lmosautores con que existe cierto agotamiento de la estrategia original, cree-mos al igual Svampa (2011)- que el perodo que le sigue expresa unaexacerbacin de la propia lgica de construccin hegemnica populista,y no necesariamente un cambio o reemplazo.

    Esta lgica exacerbada, descrita como el arbitraje estatal entre fraccionesde clase, lleva a que el sujeto de la hegemona parezca ser el propio go-bierno, y no un actor social definido en el campo estructural: se oblitera as

    el componente clasista que dio inicio al kirchnerismo y marca su devenirposterior. Ser que estas dificultades de interpretacin surgen del anlisisbasado exclusivamente en clases sociales? Las interpretaciones de cortelaclausiano del kirchnerismo sealan que el proceso hegemnico populis-ta involucra la construccin de una idenficacin con la figura de pueblo,que difumina las idendades de clase. Veamos qu enen para aportar.

    El kirchnerismo como ruptura populista

    Las categoras desarrolladas por Laclau y Mouffe (1987) y Laclau (2006b)forman el acervo terico bsico de los estudios referidos en esta sec-cin. Su propuesta se enfoca en la lgica de arculacin discursiva dedemandas, proponiendo una interpretacin que se sosene sobre el ca-rcter polco de toda idendad social. El kirchnerismo se definira porsu carcter populista, lo que representa una ruptura respecto de la lgicainstucional que lo precede.

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

    7- Sin perjuicio de los grandes aportes que Basualdo ha realizado a la interpretacin de la historiaeconmica y polca reciente de Argenna, creemos que existen ciertas imprecisiones conceptua-les en su obra ms reciente. As dir que, a parr de 2008, el gobierno nacional y popular sera unaalianza de po policlasista donde en algunos casos la hegemona la ejercen los trabajadores y enotros casos alguna fraccin de la burguesa (Basualdo, 2011: 164). Esta nocin de hegemona sealeja de la matriz gramsciana que Basualdo reivindica, en el sendo de que parece algo totalmen-te emero. Sin intenciones de purismo conceptual, el problema es pensar que efecvamente laclase trabajadora ejerce de a momentos la direccin de la sociedad, de acuerdo a sus intereses e

    ideas, subordinando a la gran burguesa, algo que no parece constatarse.

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    13/27

    //41

    En tal sendo, se enfaza la importancia de la construccin discursiva deidendades, entendiendo por discurso toda prcca socialmente signifi-cava y no slo la palabra hablada. A pesar de esta aclaracin, la mayor

    parte de los estudios empricos se enfocan slo sobre la palabra del pre-sidente Nstor Kirchner, dando cuenta de la estructuracin que en l serealiza de la realidad, pero abandonando relavamente las condicionesde recepcin (De pola, 1982) que hacen tal discurso creble, o ms pre-cisamente- capaz de interpelar eficazmente sujetos sociales.8La caracte-rizacin del perodo de crisis previo suele ser muy general, sin dar cuentade la lgica de la crisis, sino ms bien enunciando sntomas de la misma.

    Tal es el caso del trabajo de Barbosa (2012), que usaremos como gua

    por completo y sistemco, complementndolo con otros estudios. Allla crisis aparece ante todo como la ruptura de la lgica de arculacinprevia, ligada a la idea de estabilidad (Barbosa, 2010; Fair, 2009). La es-tabilidad (polca, econmica, etc.) habra operado como significante va-co capaz de arcular demandas, estableciendo una frontera discursivasobre la cual se defina el campo de equivalencias: por un lado, todoslos que aportaban a ella, y por el otro quienes la amenazaban. A medidaque se acumularon demandas no sasfechas por el sistema instucional,

    se gener un descontento generalizado, que acab por poner al rgi-men mismo como obstculo para la obtencin de respuestas: el puntonodal Converbilidad como expresin de tal arculacin queda deses-tabilizado, y al aparecer como un enemigo, facilita la interpretacin dedemandas dispersas como equivalentes entre s. Se traza de esta formauna nueva frontera por oposicin al rgimen, que nuclea demandas sinrelacin necesaria entre s. El que se vayan todos emerge como signifi-cante flotante bajo el cual proliferan demandas de disnto cuo.

    Como se puede ver, no hay una explicacin aqu de por qu razn elrgimen de la Converbilidad no era capaz de absorber las demandas,sino que se describe tal situacin. Accesoriamente, se enfoca slo sobrela dimensin ms abierta de tal crisis, el que se vayan todos, omiendola larga tarea de desgaste llevada adelante por organizaciones sociales

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

    8- La labor terica de Laclau muestra un elevado grado de abstraccin, que dificulta su aplicacinemprica y ha llevado a algunas premuras metodolgicas (Patrouilleau, 2010). En todo caso, elpropio Laclau (2006c) ha adverdo sobre la necesidad de considerar ampliamente estas condicio-

    nes de recepcin del discurso

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    14/27

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    15/27

    //43

    de lder a travs de recursivas operaciones de idenficacin. Al propor-cionar una narracin que permite hacer inteligible la historia, el relatobusc dar carcter duradero a la idendad, hacer sntesis de lo hetero-

    gneo, forjar la cadena de equivalencias (Patrouilleau, 2010). Es decir, laoperacin de leer la historia previa forma parte central de la arculacin.Pero no todo es pasado: ante la miseria y crisis que ste representa, elkirchnerismo va a remir permanentemente a un proyecto por hacer-se, el proyecto que ste viene a encarnar. Esta intencin de completarla promesa de la nacin, haba sido sistemcamente interrumpida poractores que an la amenazan, que ponen en cuesn la patria misma(Donot, 2012; Garzn Rog, 2009; Patrouilleau, 2010).

    Aparece entonces una dimensin que es central en la definicin del kir-chnerismo como arculacin populista, y es la convivencia de una co-munidad escindida (Aboy Carls, 2001; Laclau, 2006a): al tratar de re-presentar la forma de subsanar el agravio recibido por aquellos queno son parte, aquellos a los que el rgimen deja insasfechos por notramitar sus demandas, el populismo se enfrenta al problema de que-rer representar a toda la comunidad, pero a la vez reconocer que notodos son parte de sta. En otros trminos, se trata de una arculacin

    hegemnica, donde una parte busca representar al todo, en la que laparte referida es a la vez parte y todo: el pueblo como plebe (plebs) ycomo ciudadana (populus). En el discurso kirchnerista convive la utopade una nacin-Argenna unificada con la imagen de dos Argennas,donde estn los agraviados y los que agravian (Barbosa, 2012). Perma-nentemente se excluyen intereses y demandas parculares, por desafiarla construccin colecva, pero se reconocen a todos como actores deun mismo proyecto. Esta superposicin entre parte y todo, una tensinque no se resuelve, es caractersca central para definir al kirchnerismocomo populismo.

    Kirchner mismo responda al doble sendo de las demandas expresadasen la crisis de 2001. Por un lado, frente a las demandas postergadas quelas organizaciones sociales haban puesto sobre el horizonte, Kirchnerllamar a la solidaridad y apelar a la construccin de un modelo inclu-sivo. Por otro lado, la demanda de normalizacin y orden, de goberna-bilidad frente al caos, ser arculada por Kirchner con un discurso de re-

    formas ciudadanas y llamado a un capitalismo normal, serio (Gmez,

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    16/27

    //44

    2012; Rajland, 2012). Se superponen as lgicas equivalenciales y dife-renciales de tramitacin de las demandas (Barbosa, 2012), explotandola ambivalencia fundante del populismo que apela al pueblo como parte

    y como todo (Retamozo, 2011).La apelacin discursiva al pueblo permira reunir bajo un mismo cam-po a todos aquellos que hubieran sido amenazados por los privilegiosde los sectores dominantes. La apelacin a la tradicin nacional-popularcomo forma especfica de la democrazacin de las masas, en parcularbajo la forma del peronismo, fue un recurso para el kirchnerismo (Bar-bosa, 2010; Donot, 2012; Patrouilleau, 2010; Rinesi, 2011). Esto permiinterpelar a muchas organizaciones que se reconocan en tal tradicin(Muoz, 2004; Retamozo, 2011; Svampa, 2006), creando una primera

    idenficacin popular (Patrouilleau, 2010).

    La posibilidad de interpelar eficazmente a sujetos no previamente or-ganizados ser recin efecva a parr del conflicto con el agro en 2008.Cuando se desata esta disputa, las organizaciones rurales que se autoi-denficaron con el campo facilitaron la construccin de una cadenade equivalencias sobre este significante: oligarqua-dictadura-golpismo-anpueblo (Guerrero Iraola, 2011). Ante tal arculacin antagnica, el

    gobierno se eriga como representante del pueblo, democrcamenteelecto. Esto atrajo hacia el gobierno a muchos intelectuales progresistas,que se agruparon en Carta Abierta. Esta situacin se repera en 2009con los debates de la Ley de Medios Audiovisuales y la Ley de Matrimo-nio Igualitario, atrayendo hacia s a personajes de la cultura y arstas(Katz, 2013; Svampa, 2011). El gobierno reforzar esta idenficacin atravs de una polca cultural agresiva, a travs de la propaganda oficialy la produccin de contenidos, tanto en los medios oficiales como en losmedios privados aliados, fortaleciendo la construccin de hegemona enel campo cultural (Gmez, 2012). El evento fortuito de la muerte en 2010de Nstor Kirchner terminara por atraer masivamente a amplios secto-res de la juventud (Svampa, 2011). Resulta una incgnita en qu medidala idendad popular se ha afianzado en torno al kirchnerismo (De pola,2005), pero pocas dudas caben de que ha interpelado a la poblacin,dicotomizando el espacio social (Barbosa, 2012).

    Creemos que esta apretada presentacin permite comprender la orien-

    tacin general de la interpretacin post-estructuralista del kirchnerismo

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    17/27

    //45

    como populismo. En resumidas cuentas, se trata de una ruptura discursivaque compone nuevas idendades siempre precarias- a parr de la ape-lacin al pueblo como significante vaco que permite estabilizar la cadena

    de equivalencias formada por las demandas irresueltas por el rgimenneoliberal. Se pueden sealar varios dficits de esta interpretacin.

    En primer lugar, estos estudios suelen no tomar en cuenta el discursode otros actores, ni considerar otras prccas socialmente significa-vas, o se lo hace de manera poco precisa. Esto no es una falla terica,sino una falencia de los estudios empricos. En segundo lugar, aunquees cierto que en la reconstruccin narrava de la idendad kirchneristano es relevante la cronologa histrica, tal aproximacin analca es v-

    lida para entender cmo decant tal idenficacin ex post: si se buscaexplicar las condiciones de posibilidad de las interpelaciones sucesivasque formaron tal idenficacin, es necesario observar la historicidaden el orden que transcurri. Es decir, no se puede contestar a la pre-gunta de cmo construy la arculacin hegemnica omiendo la se-cuencia en que sta ocurri.

    En tercer lugar, suele faltar una idenficacin precisa de las demandas

    pre-existentes a la interpelacin populista: quines sostenan esas de-mandas y por qu lo hacan? Sin este anlisis, pareciera que el populismopuede interpelar en el vaco cuando quiera y a quines quiera, algo cier-tamente falso. En este respecto, los estudios de Muoz (2004), Retamozo(2011) y Svampa (2011) constuyen los ejemplos mejor logrados de cmosubsanar estas faltas todos exceden el marco terico laclausiano. En lostres casos se idenfican cules eran las organizaciones populares que te-mazaban el espacio pblico sin respuesta a sus demandas, cules eransus diagnscos de la situacin, sus propuestas y sus tradiciones identa-rias. Sobre todo este bagaje es que el populismo actuar.

    As, por ejemplo, no es trivial el hallazgo de Retamozo (2011) de que tantolas organizaciones de derechos humanos (HIJOS) como el nuevo sindica-lismo (CTA) haban dado los primeros pasos para forjar las cadenas deequivalentes, vaciando sus demandas de sendo para hacerlas capacesde contener otras demandas, arculando as un conjunto de sujetos po-lcos de otra forma dispersos. No es un dato menor, pues el kirchneris-

    mo recupera el discurso de los derechos humanos juscia y memoria- y

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    18/27

    //46

    la idea de un modelo de crecimiento, producvo e inclusivo a parr deesas primeras arculaciones. Asimismo, tanto Svampa (2006, 2011) comoMuoz (2004) muestran cmo el kirchnerismo incorpora demandas de

    organizaciones que se idenfican con la tradicin nacional-popular, op-tando por dividir, controlar y contener organizaciones con una improntaautonomista o clasista.

    En un sendo semejante, como cuarta crca, al no dar cuenta de cmoo por qu se acumulan demandas insasfechas (como se dijo, la crisisno es explicada sino descrita), no es posible explicar la emergencia denuevas demandas, ni tampoco por qu algunas de estas demandas se-ran atendibles o no. La materialidad discursiva del populismo tambin

    se restringe en un campo de demandas que acepta como tramitables,como atendibles, excluyendo otras que no puede procesar, an cuandosean democrcas y provengan de sectores subalternos.10Es decir, la ar-culacin populista tambin puede dejar (y de hecho lo hace) demandasirresueltas por escapar al rango circunscripto de orden aceptable. Estaliteratura no analiza de qu depende ese rango.

    En quinto lugar, derivado de lo anterior, al tratar diversas polcas aplica-

    das, esta literatura se enfoca en ver cmo aportan a la constucin de laidendad popular, pero no explican cmo opera la lgica diferencial el or-denamiento populista. Aboy Carls (2005) justamente sugiere que se debedefinir el populismo por esta tensin nunca resuelta de lgicas equivalen-ciales y diferenciales. Tratar de pensar cmo ambas aportan a la consolida-cin de la idendad popular kirchnerista, ofrece una interpretacin valiosade por qu esta fuerza polca se sosene en la tensin irresuelta.

    En sexto lugar, no hay aqu una lectura integrada respecto del espacioque ocupan los sectores dominantes en la construccin hegemnica po-pulista. Esto es un problema no slo desde el punto de vista de la crcaclasista, sino incluso de la misma construccin de idendades populares:acaso no hay grandes empresarios kirchneristas? Qu los interpela,qu hace posible que ocupen un lugar en esta arculacin, cuando noes obvio que se ubiquen del mismo lado de la frontera trazada con elpasado neoliberal?

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

    10- Esta crca me fue sugerida por Agosna Costanno.

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    19/27

    //47

    En spmo lugar, no hay aqu demasiadas especificaciones cronolgicasrespecto del proceso. Aparentemente, luego de la crisis de 2001, la cons-truccin kirchnerista se alimenta a parr de la reacvacin antagnica de

    la idenficacin popular con conflictos como el de 2008 y los sucesivos.No est claro qu hace posible mantener la interpelacin a lo largo delempo, cuando las condiciones de recepcin cambiaron en el empo.Resulta interesante que exista una idenficacin tal que no se someta apruebas de verdad, y pueda sostenerse contra la informacin que la rea-lidad codiana ofrece. No estamos pensando en un problema de engaoo manipulacin, sino que resulta valioso para la explicacin de la hege-mona kirchnerista el que esta operacin pueda llevarse adelante inclusocuando los sujetos polcos sepan que no es necesariamente verdadera.

    Finalmente, esta literatura abandona por completo la discusin del roldel Estado. En este sendo, a pesar de estudiar a profundidad el discursode Kirchner y Fernndez, no hay reflexiones que aborden el problema delpoder que implica la invesdura presidencial, ni por qu sta ene ma-yores recursos de interpelacin que otros discursos en disputa con ste.La idea del Estado como condensacin de relaciones sociales no implicauna exterioridad del mismo al proceso polco de conformacin de la

    sociedad, y por lo tanto no parece ser necesariamente contradictoria conlos presupuestos de este enfoque.

    Ese dicil objeto de aprehensin

    Como dijimos al inicio, parece claro que algo ha cambiado en AmricaLana. Ya no estamos en el apogeo neoliberal, aunque no sepamos biendnde estamos. La discusin sobre qu es o qu representa el kirchne-rismo dicilmente pueda saldarse en unas lneas, por muchas que sean.Este trabajo intent reponer la discusin desde la literatura disponible,para comprender los cambios en la forma del Estado argenno, conci-bindolo como una condensacin de relaciones sociales, y no como unactor separado ni externo a los conflictos que atraviesan la sociedad.

    Creemos que el kirchnerismo es una construccin hegemnica bajo un

    formato populista comandada por una fraccin de la gran burguesa. Las

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    20/27

    //48

    caracterscas mismas del formato populista de arculacin hegemnica,que incluyen la consideracin de ciertas demandas populares, y el conflic-to interno al bloque en el poder ligado al comando de una fraccin de la

    gran burguesa, hacen que esta construccin contenga en sus propias po-sibilidades de xito las condiciones mismas de su inestabilidad. Esto sig-nifica que, si bien la respuesta se sosene, las manifestaciones empricasconcretas que adquiera el kirchnerismo variarn a lo largo del empo.

    De modo sucinto y general, adems de conjetural, se pueden iden-ficar dos grandes etapas en el kirchnerismo. La primera etapa estaracaracterizada por los condicionantes bsicos de la salida de la Conver-bilidad: la atencin a las demandas abiertas de la fraccin de la gran

    burguesa que logra posicionarse al comando del bloque en el poderjunto a la paulana consideracin de las demandas de los sectorespopulares. Devaluacin, reestructuracin de la deuda externa y pesi-ficacin de la economa conforman los ejes explcitos de las primeras,mientras que entre las lmas se pueden listar no exhausvamente larecomposicin del ingreso, la atencin del dficit de empleo, el controlde la corrupcin, la juscia en relacin a los derechos humanos. Laruptura de la unidad al interior del bloque dominante, la reacvacin

    econmica y la salida del esquema de polcas de la Converbilidadpermi al Estado ganar cierta autonoma polca y econmica. Elkirchnerismo reforz esta situacin al re-polizar la accin del Esta-do, alabando abiertamente el carcter volivo de su intervencin yla necesidad de reconfigurar una democracia que considerase las de-mandas de la poblacin (Donot, 2012). El manejo abierto de esta tensaarculacin de intereses diversos conforma, en gran medida, la marcapropia del populismo.

    Uno de los ncleos de esta primera fase es entonces la reconstruccindel Estado capitalista (Bonnet, 2012; Colecvo Situaciones, 2005; Katz,2013; Lucita, 2013; Rajland, 2012). Esto es, el Estado gana capacidad deintervencin, pero no cuesona ninguna de las bases del privilegio de lossectores dominantes. El resultado neto del nuevo proceso no es claro.Si bien se pueden observar cambios en la forma del Estado respecto delos noventa, no hay seales de que los mismos se encuentren consolida-dos.11 Por esto, prccamente todos estos autores hablan de una crisis

    de la forma Estado neoliberal, sin la consolidacin de una nueva forma.

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    21/27

    //49

    Quiz uno de los rasgos ms significavos de la nueva forma Estado seasu carcter eminentemente polco: contra el discurso misficador delos noventa, que retraa de la esfera de la decisin colecva algunas

    de las polcas ms significavas para ponerlas al servicio de algunossectores especficos, el kirchnerismo reivindica el carcter de rbitro delEstado, su capacidad de intervenir en funcin de decisiones polcas.Esta reivindicacin del rol del Estado y la falta de consolidacin de unaforma estable, son los rasgos que cuesonan la solidez hegemnica delproceso kirchnerista.

    Esta caracterizacin general ingresa, justamente, en una fase ms ten-sa a parr de 2007/08. Para ese entonces se patenzan las dificultades

    del proyecto de transversalidad en la construccin de la fuerza polcapropia, y el gobierno retoma la disputa al interior del pardo juscialista,donde se encuentra la resistencia de sectores internos formados a la luzdel proceso neoliberal de las dcadas previas. En esta fase comienzan aagotarse las respuestas estructurales a demandas de la clase trabajadora(mejora del empleo, recuperacin del salario, etc.). Al mismo empo,una fraccin de la gran burguesa cuesona el po de arculacin porrazones eminentemente polcas: la burguesa agraria no acepta su des-

    plazamiento del comando del bloque en el poder. El gobierno se ve for-zado a radicalizar su estrategia, incrementando la tensin de su lgica,forzando a una mayor polarizacin del espacio social.

    Sin volver atrs las crcas formuladas en la seccin previa, es posibleque la idendad kirchnerista sea una construccin que atraviesa las cla-ses, aunque lo haga con una distribucin desigual. La lectura basada ex-clusivamente en clases puede caer en la tentacin de procurar explicarel proceso a parr de la manipulacin, la cooptacin y el engao, que

    aunque definivamente existen- ene poca potencia explicava socio-lgicamente hablando. La arculacin kirchnerista se basa en interpelarsujetos polcos que no siempre se arculan en clases ni fracciones declases (por ejemplo, las organizaciones de derechos humanos), pero for-

    11- Basualdo (2011), Bonnet (2012) y Piva (2011) consignan, en general, el creciente peso delEstado (por empleados, por dependencias, por tamao en el PBI), la preeminencia del poder eje-cuvo al interior del mismo, la re-estazacin forzada- de algunas de las privazadas, el mayor

    peso de las dependencias polcas en detrimento de las tcnicas-econmicas.

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    22/27

    //50

    man parte sustanva de su construccin. Es necesario considerar taleselementos en la interpretacin, y no hacerlo como un agregado ad hoc.Combinando ambas lecturas, es posible analizar las polcas que se suce-

    den desde 2008, dado que stas: a) no afectan al capital como clase; b)de hecho, benefician a algunos grupos o fracciones de la gran burguesa;c) slo se afect negavamente a grupos especficos de la gran burgue-sa; d) se comienzan a suceder gestos y medidas que s van contra la claseobrera de conjunto; e) definen varias decisiones muy relevantes que nose inscriben en el registro de la lucha de clases.

    Estas lmas medidas son muy importantes en trminos de la consolida-cin de la idendad popular del kirchnerismo: le hicieron ganar el apoyo

    sustanvo de muchos sectores de la poblacin, en una arculacin querebasa y fracciona las clases, aunque con efectos desiguales. Pero la re-cuperacin progresista de algunas de estas polcas no puede olvidaral mismo empo al resto de ellas, y la solucin no puede estar en unasuma y resta: es necesario cruzarlos con una lectura estructural. Por otraparte, la misma estrategia de polarizacin permanente podra estar en-dureciendo estas idendades de modo que se le hace dicil incorporarnuevos actores a su lid: comienza a perder capacidad hegemnica.

    Se puede pensar esta segunda fase como una suerte de empate hege-mnico, tal como lo pens Portanero (1977) para la etapa de industria-lizacin? Ese empate indicaba la imposibilidad de cualquier grupo socialde orientar con su propio proyecto de sociedad al resto. En la serie deimportantes diferencias, resaltamos que, si bien en la actualidad los sec-tores subalternos mostraron mayor capacidad para bloquear polcas eimpulsar otras que fases previas del neoliberalismo, los sectores domi-nantes claramente manenen su dominio a nivel estructural. Aunque elEstado y el gobierno mismo estn atravesados por conflictos entre frac-ciones de clase, y por ello mismo no parece tener una adscripcin socialunivalente, la sucesin de polcas de la segunda fase parece ofrecer unaparadoja: el gobierno parece ms popular cuando sus beneficios para laclase trabajadora se vuelven menos claros.

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    23/27

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    24/27

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    25/27

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    26/27

    //54

    Liguori, G. (2000). El debate sobre Gramsci en el cambio de siglo. En D. Kanoussi

    (Ed.), Gramsci en Amrica. II Conferencia internacional de estudios gramscianos (pp.

    305323). Mxico: Plaza y Valds-BUAP.

    Lucita, E. (2007, March 13). Nueva etapa de acumulacin, Qu perspecvas? Ar-

    genpress, p. 10. Buenos Aires.

    Lucita, E. (2013, January 29). La parte del todo (a propsito de la intervencin pol-

    ca). Argenpress, p. 8. Buenos Aires.

    Maguire, J. M. (1984). Marx y su teora de la polca (p. 271). Mxico: Fondo de

    Cultura Econmica.

    Marx, K., y Engels, F. (1999). Manifiesto del Pardo Comunista (p. 36). Marxists In-

    ternet Archive.

    Michelena, G. (2009). La evolucin de la tasa de ganancia en la Argenna (1960-

    2007): cada y recuperacin. Realidad Econmica, (248), 83106.Modonesi, M. (2012). Revoluciones pasivas en Amrica Lana. Una aproximacin

    gramsciana a la caracterizacin de los gobiernos progresistas de inicio del siglo. En

    M. Thwaites Rey (Ed.), El Estado en Amrica Lana: connuidades y rupturas (pp.

    139166). Sanago de Chile: CLACSO/ARCIS.

    Muoz, A. (2004). Los discursos de la desocupacin y la pobreza, las organizaciones

    de desocupados y la esfera polco estatal. Lavboratorio, 4(15), 14.

    Patrouilleau, M. M. (2010). Discurso y narracin en las dinmicas de constucin

    identaria. La experiencia kirchnerista en Argenna. CONfines, (6), 3758.Pereyra, G. (2012). Lmites y posibilidades del discurso populista. Utopa y Praxis La-

    noamericana, 17(58), 1126.

    Prez Arca, R. (2009). Un enfoque micro del ciclo posconverbilidad. Realidad Eco-

    nmica, (246), 105126.

    Piva, A. (2007). Acumulacin de capital y hegemona dbil en la Argenna (1989-

    2001). Realidad Econmica, (225), 7298.

    Piva, A. (2011). Una aproximacin a los cambios en la Forma de Estado en Argenna

    (2002-2009). Theomai, (23), 123.

    Portanero, J. C. (1977). Economa y polca en la crisis argenna: 1958-1973. RevistaMexicana de Sociologa, 39(2), 531565.

    Portanero, J. C. (1981). Los usos de Gramsci (p. 197). Mxico: Folios Ediciones.

    Rajland, B. (2012). El estado del Estado en la Argenna despus de 2001. Connuida-

    des y rupturas. En M. Thwaites Rey (Ed.), El Estado en Amrica Lana: connuidades

    y rupturas (pp. 255277). Sanago de Chile: CLACSO/ARCIS.

    Retamozo, M. (2011). Movimientos sociales, polca y hegemona en Argenna. Po-

    lis, (28), 125.

    Rinesi, E. (2011). Notas para una caracterizacin del kirchnerismo. Debates y Com-

    Dossier: Las transformaciones del Estado en Amrica Lana

  • 7/25/2019 El Kirchnerimos Como Construccin Hegemonica Populista.cantamutto

    27/27

    //55

    bates, 1(1), 141172.

    Rodrguez Diez, A. (2003). Historia secreta. Devaluacin y pesificacin (p. 237). Bue-

    nos Aires: Bifronte.

    Sanmarno, J. (2010). Crisis, acumulacin y forma de estado en la Argenna post-neoliberal. Cuesones de Sociologa-Revista de Estudios Sociales, (5), 235253.

    Schmi, C. (2001). El concepto de lo polco. En H. Aguilar (Ed.), Carl Schmi, te-

    logo de la polca (pp. 167223). Mxico: Fondo de Cultura Econmica.

    Schorr, M. (2001). Atrapados sin salida?: la crisis de la converbilidad y las contradic-

    ciones en el bloque de poder econmico. Buenos Aires.

    Svampa, M. (2006). La Argenna: movimientos sociales e izquierdas. Entre Voces,

    (5), 4.

    Svampa, M. (2011). Argenna, una dcada despus. Del a la

    exaltacin de lo nacional-popular. Nueva Sociedad, (235), 1734.Thwaites Rey, M. (1994). La nocin gramsciana de hegemona en el convulsionado

    fin de siglo. Acerca de las bases materiales del consenso. En L. Ferreyra, E. Logiudice,

    y M. Thwaites Rey (Eds.), Gramsci mirando al Sur. Sobre la hegemona en los 90.

    Buenos Aires: K&ai.

    Wainer, A. (2010). Clase dominante, hegemona y modos de acumulacin. La recon-

    figuracin de las relaciones de fuerza en el interior de la burguesa durante la crisis y

    salida de la converbilidad (1998-2003). FLACSO Argenna.

    Wallerstein, I. (Ed.). (1996). Abrir las ciencias sociales. Mxico: Siglo XXI.Zemelman, H. (2007). Algunas reflexiones en torno al populismo. Giro Prcco. Situa-

    cin Actual de Amrica Lana (p. 24). Mxico: Lanoamericanos.

    El kirchnerismo como construccin hegemnica populista