EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

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EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL P I N O S N U E V O S

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EL NEGROY SU REPRESENTACIÓN

SOCIAL

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Rompió de pronto el sol sobre un claro delbosque, y allí, al centelleo de la luz súbita, vi porsobre la yerba amarillenta erguirse, en torno altronco negro de los pinos caídos, los racimosgozosos de los pinos nuevos: ¡Eso somosnosotros: pinos nuevos!

JOSÉ MARTÍ

Unámonos, unámonos a tiempo, que todosnuestros corazones palpiten como si fuesen unosolo y así unidos, nuestras veinte capitales setrocarán en otras tantas centinelas que, al divisaral orgulloso enemigo, cuando éste les pregunte:¿quién vive? les responden unánimes, con toda lafuerza de los pulmones: ¡La América Latina!

MANUEL UGARTE

Este libro ha sido editado con el esfuerzo conjunto del InstitutoCubano del Libro, las editoriales cubanas, los autores, los artis-tas plásticos, los diseñadores, los componedores, los correcto-res y los editores de Cuba.

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EL NEGROY SU REPRESENTACIÓN

SOCIAL(Aproximación a la estructura

social cubana actual)

SOCIOLOGÍA

Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2001

Sandra Morales Fundora

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© Sandra Morales Fundora, 2001© Sobre la presente edición:

Editorial de Ciencias Sociales, 2001

ISBN 959-06-0431-5

Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar suopinión, por escrito, acerca de este libro y de nuestras publicaciones.

INSTITUTO CUBANO DEL LIBROEditorial de Ciencias SocialesCalle 14, no. 4101, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.

COMISIÓN DE SELECCIÓNOmar Everleny Pérez VillanuevaManuel Barcia PazRoberto Ferrer Alfonso

Edición y corrección: Enid VianDiseño: Deguis Fernández TejedaRealización: Caridad Castaño JorgeComposición de texto: Pilar Sa leal

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A todos los que me tendieron la mano, a mis padres;y, en especial, al inspirador de este libro,

Rodolfo Alpízar.

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Llama la atención la opinión que maneja el negro sobre símismo como grupo social. Al respecto, es frecuente es-cuchar aseveraciones que reflejan una autoimagen defor-mada, y que en muchos casos coincide con la visión queposeen otros grupos raciales sobre él.

Las condiciones socioeconómicas actuales hacenmás palpable prejuicios y estereotipos en relación con di-cho grupo social. Esta tiende a predominar a nivelmicrosocial (entiéndase la familia y el plano individual), yen ocasiones se reafirma por algunos medios de difusiónmasiva, que a veces presentan una imagen negativa tra-dicionalmente asociada al negro.

Todo lo anterior acrecentó nuestro interés por el es-tudio del negro según la teoría de las RepresentacionesSociales. Esta no solo descubre la autopercepción del gru-po, sino que también a través de ella se obtienen elemen-tos que revelan la influencia del medio en el desarrollo dela identidad de un grupo social. Estos elementos, al serabordados mediante una metodología cualitativa que pri-vilegia contenido y esencia sobre cantidad, permite unconocimiento bastante preciso y concreto del fenómeno.

Resulta innegable la relación que tiene la construccióndel ser o del grupo social con las condiciones que sirven demarco para su desarrollo. Por ello, el estudio de este gruposocial en relación con el contexto histórico y socioeconómicoque lo fue estructurando permite comprender sus particu-

Introducción

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laridades, y constituye una vía de aproximación a su reali-dad social actual.

La realización de este trabajo se orienta al estudiode las representaciones sociales que los negros tienen desí mismos en tanto grupo social. Se resalta la relación exis-tente entre las representaciones y las situaciones históri-cas que han condicionado a este grupo, donde el factoreconómico —expresado en el sistema de relaciones deproducción imperantes—, desempeña una función esen-cial y condiciona en buena medida la estructura social.

Al mismo tiempo, el contenido de las representacio-nes sociales presentará particularidades según la posiciónque se ocupe en la estructura socioclasista, pues las con-diciones económicas que se propician a partir del lugarocupado matizan el contenido de los discursos hacia losdiferentes aspectos de la realidad social; incluidas las ela-boraciones sobre sí mismo en particular y la condición demiembro de determinados grupos en general.

Esta investigación analiza la influencia del factoreconómico en los orígenes del prejuicio racial y la situa-ción socioeconómica e histórica que ha rodeado a estegrupo social, participantes en la construcción de la ima-gen que del grupo tienen los otros y el propio grupo so-bre sí.

Se dedica otro capítulo a la Teoría de las Represen-taciones Sociales, que constituye el eje teórico de la in-vestigación. La parte metodológica incluye los resultadosobtenidos a partir del análisis de la información en lossubgrupos que fue necesario crear, y finalmente, las con-clusiones. Se ha tomado como posible variable diferen-ciadora el lugar ocupado en la estructura socioclasistacubana actual. Así, se incluyó a representantes de la cla-se obrera y técnicos vinculados a la propiedad estatal yemergente.

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Esperamos que lo expuesto permita, por una parte,enriquecer el quehacer cubano en torno a la teoría de lasrepresentaciones sociales, y, por otra, desmistificar y es-clarecer algunos aspectos acerca de la imagen actual delnegro en la sociedad cubana.

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Sobre los orígenes del racismo

A lo largo de cinco siglos de historia, la población negra haocupado una posición desventajosa como grupo social, de-terminada por los regímenes económicos de las potenciaseuropeas en América y África durante la implantación delrégimen colonial. Las relaciones de producción dominantesubicaron a este grupo humano como minoría social, y susprincipales rasgos son la conciencia de poseer ciertas se-mejanzas entre sí y desventajas sociales en común.

Los autores Wagley y Harris han planteado una se-rie de características que distinguen a los grupos minori-tarios: son segmentos subordinados de sociedades establescomplejas; poseen rasgos físicos o culturales particularesque son tenidos en baja estima por los segmentos domi-nantes de la sociedad; son unidades con conciencia de símismos,ligados por los rasgos particulares que sus miem-bros comparten, y por las desventajas que estos les acarrean.La pertenencia a una minoría se transmite por descenden-cia, la cual es capaz de afiliar generaciones sucesivas. In-cluso en ausencia de los rasgos físicos y culturalesparticulares fácilmente manifiestos, los miembros de estosgrupos, por elección o por necesidad, tienden a casarsedentro del grupo.

Para que se desarrolle en los sujetos la concienciade que forman parte de una minoría, es necesario que

1. Fundamentación

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hayan sido asignados por elección propia, o por otros, auna entidad social particular, y que esto traiga consigociertas consecuencias sociales perceptibles, como pue-den ser: el trato discriminatorio y las actitudes negativasen relación con los sujetos que pertenecen a estos gru-pos. Por otra parte, las diferencias individuales no sonrelevantes para sentirse miembro de una minoría, sinoaquellas características asociadas a estereotipos negati-vos difundidos acerca de las personas pertenecientes aesos grupos.1

La historia de penurias y marginación social del ne-gro como miembro de la sociedad, expresada en el racis-mo, surge en el siglo XVIII, época donde comienza aexperimentar auge el sistema de producción capitalista.Alcanza su máxima expresión en el siglo XIX, en que llega ala fase imperialista, teniendo entre sus principales expo-nentes países como Francia, Inglaterra y los Estados Uni-dos. Es precisamente en estos dos siglos donde se registraun incremento de la trata negrera, específicamente en elsiglo XVIII y principios del XIX. Ya a fines del primero apa-recen teorías seudocientífcas de las razas biológicas, quepretenden demostrar la existencia de diferencias entre lasrazas desde el punto de vista físico y mental, con el fin dejustificar el mercado de personas. Partiendo de las ideasde Carlos Marx, Alex Callinicos, investigador del tema se-ñala: “el racismo se constituyó como parte del procesomediante el cual el capitalismo devino el sistema socialeconómico dominante. Sus avatares posteriores han esta-do estrechamente ligados a los del capitalismo”.2

Por su parte, en su libro Estructuras de domina-ción, Philip Mason hace un análisis del desarrollo de las

1 Henri Tajfel: “Grupos humanos y categorías sociales”, en Estudiosde psicología social, Editorial Hender, Barcelona, 1984.

2 Alex Callinicos: Raza y clase, 1997, p. 3

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sociedades humanas hacia estructuras de dominación ysubordinación, y estudia los orígenes del prejuicio del co-lor. Plantea que este se remonta a épocas anteriores alesclavismo y al imperialismo, y ello se evidencia en pasa-jes de la historia explícitos en la Demonología, escritapor Jacob I de Inglaterra y VI de Escocia, donde, al ha-blar de los aquelarres, narra que eran precididos por unnegro que era el demonio en persona. En la obra deShakespeare, Otelo, representada sesenta años antes deque el tráfico negrero fuera un factor de importancia paraInglaterra, ya se evidenciaba el prejuicio del color, osten-tado en el padre de Desdémona, quien prohíbe a su hija elmatrimonio con Otelo, ya que le causaba horror su unióncon un moro.

Estas obras y pasajes míticos muestran una repre-sentación negativa respecto al color negro. Alex Callinicos,en su artículo sobre raza y clase, establece una diferen-ciación —en lo referido al reacismo— entre el mundoantiguo, el medioevo y las sociedades capitalistas. En cuan-to al racismo, Callinicos diferencia este del prejuicio con-tra los forasteros que era característico de las sociedadesprecapitalistas por la falta de comunicaciones. En estecaso, lo foráneo era visto como raro, unido a la ignoranciay suspicacia que los hombres de una región tenían antelo extranjero. En estas sociedades (esclavistas y feuda-les) no existían ideologías ni prácticas que justificaran laexclusión de un grupo en particular, pues no era necesarioinventar una justificación para hacerlo. En la Grecia yRoma antiguas, la esclavitud no se apoyaba en el racis-mo. En las sociedades feudales, las diferencias eran detipo religioso, las clases dominantes se identificaban conel cristianismo, y Europa, que se autodenominaba cristia-na, se mantenía en guerra con los seguidores del Islam.“Las sociedades precapitalistas no necesitaban una ideolo-

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gía racista que justificara la esclavitud, ya que esta era unasituación legalizada, un status más en la sociedad que esta-ba basada en la explotación del trabajo forzado; sin embar-go, la base de explotación en el capitalismo no es lasubordinación legal y política del trabajador al explotador,sino la explotación del trabajo libre pagado, el trabajador eslibre de no vender su fuerza de trabajo, por tanto la depen-dencia del capitalismo de la fuerza de trabajo esclavo seconvirtió en algo anormal que requería una explicación”.3

Según el antropólogo francés Claude Lévi-Straus, elprejuicio racial está vinculado a las desigualdades de po-der, las cuales se agudizan ante las diferencias económi-cas y sociales entre los individuos y los grupos humanos.4

Con el colonialismo y el imperialismo se fomenta einstitucionaliza el prejuicio del color, dada la necesidad dejustificar el dominio de ciertas potencias europeas sobresus colonias. Según Philip Mason, la desigualdad seestructuró con el paso de sociedades simples e indiferen-ciadas a sociedades estratificadas, donde una crecienteespecialización de funciones exige una especialización po-lítica, para que alguien distribuya el excedente de bienesproducidos por la especialización económica. De esta for-ma, los líderes adquieren poder. Para que esto funcionees necesario la necesidad sicológica de creer que estaorganización se debe a diferencias inherentes entre go-bernadores y gobernados.

Al respecto, Mason habla de un elemento mítico,cuya función es la de hacer posible el olvido de las verda-deras causas de las relaciones interclasistas, para ayudara los hombres a excluir a otros hombres del rango de sussemejantes, y es esto lo que sucedió con las sociedades

3 Alex Callinicos: ob. cit., p. 7.4 Claude Lévi-Straus: “Raza, historia y cultura”, en revista El correo

de la UNESCO, marzo de 1996, pp. 30-35.

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con régimen esclavista, en Europa y luego en América,para justificar su acción colonizadora.

Durante la primera mitad del siglo XIX florecieronteorías seudocientíficas encaminadas a justificar este tipode régimen. Pero, en el siglo XVIII, el filósofo escocés Da-vid Hume escribió: “Me inclino a sospechar que todos losnegros, en general todas las demás especies de hombres,son por naturaleza inferiores a los blancos”.5 Este filósofoafirmaba que no podían encontrarse inventos ingeniososentre los negros, ni artes, ni ciencias, a pesar de que lahistoria muestre lo contrario. En África existieron reinosnegros muy avanzados y en su parte occidental florecióuna universidad negro-arábiga entre los años 1200 y 1600,la cual alcanzó fama en España, el norte de África y elmedio Oriente.6

En varios libros que abordan el tema racial se hacereferencia a las ideas que surgieron en la segunda mi-tad del siglo XIX, con Gobineau y sus seguidores. Estasatribuían los logros de la humanidad, en distintos perío-dos de la historia, a “la sangre pura” de raza superior;mientras que el fracaso era asociado a la degeneraciónque se derivaba de la mezcla de razas. Esta corriente depensamiento vino a reforzarse con el “darwinismo so-cial”, basado en la teoría de Darwin sobre la evolucióny el papel de la selección natural traspolada al hombresocial y su desarrollo en la sociedad. Esta doctrina partede que la evolución de los animales y el hombre, desdeformas de vida simples hacia las más complejas, tuvolugar a través de la selección natural; por tanto, los me-nos aptos para sobrevivir fueron destruidos. De ello sededucía que era natural que los hombres más fuertes y

5 ¿Qué se entiende por raza?, en revista Despertad, 1993, p. 6.6 Según datos de The Word book enciclopedia, 1973.

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poderosos desposeyeran y sometieran a aquellos menosaptos para sobrevivir.7

En resumen, son varios los autores que consideranel surgimiento del racismo asociado al factor económi-co, desde Carlos Marx, que fue el primero en plantearlo,hasta estudiosos como Alex Callinicos. En el caso dePhilip Mason, este se manifiesta en desacuerdo con Marxen lo referido a que el prejuicio del color es engendradopor el capitalismo. Él opina que su aparición es anterior,aunque acepta que viene a institucionalizarse con el de-sarrollo de dicho sistema de producción. A mi parecer,no tiene por qué haber contradicción alguna, pues el pre-juicio del color a que se refiere Marx toma la configura-ción del racismo. La principal diferenciación entre uno yotro es que el último tiene el respaldo de una teoríaseudocientífica que justifica su práctica, dada la ventajaque este trae en el desarrollo del sistema de produccióncapitalista y luego como medio de división interna de laclase obrera. Esta división frena la acción de los obrerosen su lucha contra la burguesía desde una conciencia declase, no de raza, sin negar los hechos históricos quemuestra Mason y que se explican sobre todo por la des-confianza a lo foráneo.

Lo anterior justifica el estudio del problema racialdesde un enfoque socioclasista, ya que en él está presen-te el factor económico expresado en los grupos humanosque ocupan una posición de poder. Contextualizándolo enla Cuba actual, lo analizaremos en grupos de la estructurasocioclasita cubana actual que poseen diferentes posicio-nes económicas entre sí.

7 Philip Mason: Estructura de la dominación, Fondo de CulturaEconómica, México, 1975.

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Acerca de la autoimagen del negro

Henry Tajfel plantea que la pertenencia a un grupo se de-fine, entre otros factores, por algunos criterios generadospor el endogrupo y otros creados por el exogrupo.8 Estosllegan a ser asimilados por el primero y todos ellos se ex-presan en una conducta relativamente uniforme de susmiembros. Estos criterios de pertenencia grupal se origi-nan en una situación histórico-social concreta y están in-fluidos por la posición de dominación que tenga elendogrupo respecto a los exogrupos, en un sistema derelaciones de producción específico, de ahí que las carac-terísticas que forman parte de la identidad del grupo seantenidas en alta o en baja estima por la sociedad en depen-dencia de su posición.

Recientes investigaciones sobre las relaciones ra-ciales en la sociedad cubana actual han corroborado laexistencia de valoraciones negativas respecto al negro porparte de grupos no negros y de la propia población negra.Ello se explica por la imposición y prevalencia, durantesiglos, de valores culturales y estéticos propios de la do-minación blanca, poseedora del poder político, económicoy social, lo cual estaba respaldado por una ideología quejustificaba la explotación y discriminación de la raza ne-gra. Todo esto propició que las costumbres que los negrostraían consigo, las cuales constituían su único tesoro, fue-ran menospreciadas. “La cultura blanca” se convirtió enpatrón o modelo ideal a seguir por todos. Ello aún perviveen nuestros días, y se refleja en las valoraciones de losdistintos grupos raciales que componen la sociedad.

El departamento de Etnología del Centro de Antro-pología realizó un estudio de las relaciones raciales en la

8 El endogrupo es el grupo social al cual se pertenece; y los exogru-pos son los grupos que coexisten con el endogrupo y son diferen-tes de este.

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actualidad. Investigó sujetos de diferentes afiliacionesraciales, clases sociales, edades y géneros, y obtuvoque las valoraciones negativas hacia los negros eran muycomunes y se referían a variados aspectos, desde la for-ma de hablar hasta las formas de relación social. Fre-cuentemente se les atribuyeron actitudes delictivas, asícomo un comportamiento excéntrico, bullicioso yalterador del orden. Las descripciones positivas se refe-rían a la fortaleza física y las aptitudes para la música, yambas características fueron también evaluadas positi-vamente por los sujetos de la raza negra. Los sujetos dela raza blanca, por su parte, atribuyeron a su grupo ra-cial menos rasgos negativos, en tanto negros y mestizosenjuiciaron con severidad las posiciones racistas haciaellos, aunque muchas veces coincidieron en asignar asus grupos raciales los mismos valores negativos que losotros les atribuían.9

En otra investigación sobre la imagen de los gruposraciales, realizada por el mismo departamento y publica-da en la revista Temas,10 se obtuvo que la imagen que losnegros tienen de sí es más homogénea que la de blancos ymestizos. Los prejuicios y estereotipos raciales negativosprevalecieron en la imagen del grupo de raza negra. Engeneral, se comprobó que la autoimagen de los negros, ensu mayoría, tiene un contenido negativo, lo que a juicio delos estudiosos está determinado en buena medida por lainfluencia de la familia. Jesús Guanche, en su artículo“Etnicidad y racialidad en la Cuba actual”, define estefenómeno como endoculturación familiar. Esta explicala adopción de conductas transmitidas por la familia a tra-

9 Juan Antonio Alvarado: “Relaciones reaciales en Cuba. Notas deinvestigación”, en revista Temas, Nueva Época, No. 7.

10 “Los prejuicios raciales. Sus mecanismos de reproducción“, enrevista Temas, No. 7, 1996.

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vés de ejemplos, valores morales y laborales heredados oadquiridos en condiciones históricas de pobreza.11

En el pensamiento cotidiano, están presentes mu-chos de los estereotipos y prejuicios aún actuantes en tor-no a los grupos raciales. Un ejemplo de ello se expone enel trabajo “Relaciones raciales, procesos de ajuste y polí-tica social”, de la investigadora María del Carmen Caño.Aquí se refleja cómo, en torno a un mismo asunto u obje-to, se da un tratamiento favorable cuando se trata del blan-co y, por el contrario, es desfavorable al referirse al negro.

Blanco Negro

1. Con uniforme Coronel Maletero2. Con pistola Precavido Asaltante3. Subiendo una loma Alpinista Camino a la cárcel4. Con uñas pintadas Play boy Maricón5. Con maletín Ejecutivo Traficante6. Con chofer Millonario Preso7. Comiendo mucho Alimentándose Muerto de hambre8. Jugando billar Elegante Vicioso9. Leyendo periódico Intelectual Buscando trabajo

10. Con sandalias Turista Marigüanero11. Con picazón Alérgico Sarnoso12. Corriendo Deportista Carterista

“Considero —señala la autora de la investigación—que existen serias deformaciones en la identidad socio-cultural de los negros cubanos, las cuales se reproducenen el proceso de socialización de las relaciones raciales

11 Jesús Guanche: “Etnicidad y racialidad en la Cuba actual”, enrevista Temas, Nueva Época, No. 7, pp. 53-57.

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en la escuela, la familia, los medios de comunicación ma-siva, etc.

De estas deformaciones podríamos adelantar las si-guientes:

• La aceptación pasiva de la crítica a los elemen-tos de su cultura estética, comunicativa, etc.

• La deficiente autopercepción como grupo social,lo que constituye, además, un indicador represen-tativo de la deformación de su autoestima.

• La participación, consciente o no, en la repro-ducción de estereotipos raciales, al intervenircomo diseminador oral de estos.12

Los negros en cubaComo ya es sabido, con el advenimiento de los viajes co-merciales iniciados por Europa, se descubrió el continen-te americano, el cual no solo abrió nuevas fuentes decomercios, sino que fue objeto del más violento saqueo desus recursos naturales y su población nativa. Pero no soloAmérica fue fustigada y expropiada de sus riquezas. Conel incipiente desarrollo del sistema capitalista, durante sufase acumulativa, la colonización enterró sus banderas enel continente africano. Su más abominable engendro fueel medio utilizado para la explotación descarnada de lastierras. La esclavitud implantada a los hombres de estasregiones difería esta vez de la ya conocida en las socieda-des precapitalistas, su rasgo diferenciador fundamental—como ya hemos dicho— se basaba en que el statusimpuesto (la esclavitud), en la sociedad antigua, era per-cibido como natural, estaba legitimado; mientras que en el

12 María del Carmen Caño: “Relaciones raciales, proceso de aporte ypolítica social”, en revista Temas, Nueva Época, No. 7, p. 62.

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capitalismo naciente fue necesario crear una ideología quela justificara.

En Cuba específicamente, a su llegada, los españo-les encontraron a un grupo humano hasta el momentodesconocido para ellos, a los que llamaron “indios”, porcreer arribar a las Indias orientales. La subyugación deldébil por el fuerte —debida a la sed de oro— fue la ca-racterística principal que contorneo las relaciones entreambos grupos humanos. Con el abuso y casi exterminiode los indios, además del creciente desarrollo de la agri-cultura en Cuba, fue necesario la sustitución temprana dela mano de obra nativa por la negra africana, la cual huboque violentar y traspolar a un medio de vida extraño yhostil.

El desarrollo de la colonia estuvo ligado estrecha-mente al de la esclavitud, y esta última engendró el racis-mo, ya que en el Caribe la esclavitud fue identificada conel negro. Así, el nuevo fenómeno tomó un disfraz racial,pero su verdadera esencia radicaba en lo económico.

En su libro El problema negro en Cuba, PedroServiat destaca: “Entre los graves e irreparables perjui-cios que la esclavitud produjo a la sociedad, y en especialal África negra, figuran la despoblación de ese inmensocontinente, el racismo y la discriminación racial”.13 Estosdos últimos fenómenos, hechos universales y extendidoshasta nuestro mundo contemporáneo, han tomando en cadaetapa nuevas vestiduras; pero han mantenido la mismaesencia.

El desarrollo de la esclavitud en Cuba fue atrave-sando diversas facetas antes de llegar al auge de la agri-cultura, con la cual se catapultó a su fase más acabada.Según Pedro Serviat, en Cuba se distinguieron cuatro pe-

13 Pedro Serviat: El problema negro en Cuba y su solución definitiva,Editora Política, La Habana, 1986, p. 2.

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ríodos en la historia de la esclavitud: el primero se ubicadesde los albores de la colonización de la Isla en el sigloXVI, hasta fines del siglo XVIII (1790); un segundo períodoes ubicado desde 1790 hasta el inicio de las guerras deliberación nacional en 1868; el tercero se enmarca entre1868 y 1886, fecha en la que es abolida la esclavitud;mientras que el cuarto y último período va desde 1886hasta el fin de la Guerra de 1895, en 1898.

Serviat expone que las condiciones que propiciaronla implantación de una esclavitud patriarcal y semipatriarcalfue precisamente la estancada economía imperante, ca-rente de fuentes de producción, lo que condicionó que losamos concedieran ciertas libertades a los esclavos, y lespermitieron dedicarse a determinadas actividades econó-micas de las que los amos obtenían ingresos seguros.Asimismo, permitía a los esclavos reunir dinero suficientepara, al año, comprar su libertad.

Por otra parte, era característico que los colonos notuvieran gran cantidad de esclavos, sino que la mayoríaposeía uno o dos a su servicio. Este sistema patriarcal seestableció con el propósito de que los negros traídos a laIsla sirvieran a sus amos con el derecho a comprar sulibertad.

Documentos recogidos por Pedro Serviat dan cuen-ta del modo de vida de los esclavos y los negros libres eneste período. Las mujeres eran más aptas para lograr ocu-paciones económicamente productivas de carácter indivi-dual, como el lavado de ropa, la venta ambulante, etc. Loshombres tenían más limitaciones para ejercer libremente,y, dada la falta de mano de obra para la construcción en lavilla, se acordó poner coto a los jornaleros negros y utili-zarlos en las obras públicas. También se le vendieron alos “negros horros” (libres) parcelas de tierra para labrar.Además, ya desde esa época comienza la incorporación

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de negros libres a una capa de artesanos calificados. Do-cumentos, como los Protocolos notariales, recogen con-tratos de aprendizaje de oficios como zapatero y platero,al que se destinaron muchos mulatos u otros que, junto alos artesanos españoles, adquirían un oficio con el quetambién podían pagar su coartación.14 Estas característi-cas constituían los rasgos típicos de la esclavitud patriar-cal, que, aunque más benevolente que la fase posterior,no excluye el uso de las diferencias raciales como funda-mento para la explotación. Las leyes establecían sancio-nes diferenciadas para un mismo delito, según el gruporacial de los inculpados, había sanciones para españoles,indios y negros; y dentro de estos, distinguían a los libresde los esclavos.

El esclavismo en la Isla continuaba su desarrollo,con la trata de negros esclavos se relacionaban el poderreal, la Iglesia, los tribunales, funcionarios coloniales, ca-sas bancarias, firmas comerciales, y todos aquellos queposeían capital. La entrada de negros a la Isla continuóen aumento; pero aún por debajo de las necesidades de laeconomía.

Así el 28 de febrero de 1789 se dicta La Real Cédu-la que autorizaba, inicialmente por un período de dos años,el comercio libre de esclavos. Con esta libertad, y con laampliación del comercio peninsular con Cuba, se estable-cieron premisas que marcaron el inicio de una nueva eta-pa en el desarrollo económico de la Isla: comenzaba elperíodo de la esclavitud plantacional. De esta fase PedroServiat dijo:

“Al madurar gradualmente las premisas que dan ini-cio a una nueva etapa, van quedando atrás los maticespatriarcales en el tratamiento hacia los esclavos. Se aproxi-

14 Ibídem.

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man los tiempos de la brutalidad esclavista, de la explota-ción más desenfrenada, con el propósito de producir máspara un mercado europeo y norteamericano capaz de asi-milar todo lo que se produzca, todo lo que puedan arran-car los mayorales de las sudorosas espaldas y los fuertesbrazos de negros y negras, de africanos y criollos, de bo-zales y ladinos”.15

Carlos Marx explica que la esclavitud plantacionales el resultado de un proceso anómalo dentro del desarrollomundial capitalista, pues el precio que se paga por el es-clavo no es la plusvalía, sino un capital del amo en deduc-ción del capital del que dispone para la producción real yefectiva, por tanto los plantadores constituyen una bur-guesía esclavista. Este sistema de esclavitud constituyeun modo de producción capitalista, pero solo de un modoformal, ya que la esclavitud de los negros excluye el tra-bajo libre asalariado, que es la base de la producción capi-talista (aunque son precisamente capitalistas los quemanejan la trata negrera). El capitalista y el amo son unamisma persona.16

Junto a los esclavos existían también los asalariadosdentro del ingenio; pero en el sector agrícola no bastabanlos que vendían su fuerza de trabajo, y ello dio lugar a unamayor explotación de la fuerza esclava.

Los negros y mulatos libres no escaparon del tratodiscriminatorio y represivo, ya que constituían una pre-ocupación para la sacarocracia cubana. Hay que tener encuenta que esta población aumentó entre 1768 y 1817; yluego se estancó, cuando les fue difícil obtener la coarta-ción. El sistema continuó fortaleciendo la ideología delracismo para apuntalar la esclavitud. Así, se dictaron

15 Ibídem, p. 28.16 Eduarto Torres Cuevas: La polémica de la esclavitud. José Antonio

Saco, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.

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medidas como la Real Cédula de 1801, la cual limitaba losmatrimonios interraciales. A fines del siglo XVIII, continua-ron las medidas para contener el ascenso social de losnegros libres. Un ejemplo de estas fue la prohibición delas escuelas racialmente integradas, por considerar peli-grosa la instrucción de los negros a la par de los blancos.

Ya a principios del siglo XIX el aumento de la pobla-ción negra constituyó un motivo de preocupación para laburguesía cubana, que temía una reproducción en Cubade los acontecimientos de la Revolución Haitiana. Comen-zó entonces a fomentarse lo que algunos ideólogos deno-minaron el “miedo al negro”, y esta ideología marcó laconducta de la elite cubana. Surgen en esta época impor-tantes figuras, como Francisco de Arango y Parreño yJosé Antonio Saco, quienes creían necesario controlar eldesbalance racial existente donde peligraba la preponde-rancia blanca. Por tanto, era conveniente impulsar la in-migración europea. Arango y Parreño tenía como proyectoestimular el mestizaje en la Isla hasta lograr el blanquea-miento, y así menguar la población negra. Saco, quiendefendía la abolición de la esclavitud por el motivo plan-teado, expuso: “No nos queda más que un remedio, blan-quear, blanquear, y entonces hacernos respetar”.17

Durante ese período las clases sociales se encon-traban relacionadas con una fuerte estructura estamental,ya que aún no estaban formadas las bases de la estructu-ra social capitalista. La estructura estamental establecíadiferenciaciones raciales entre blancos, libres de color, yesclavos; también tenía en cuenta normas de conducta,religión y otros mecanismos que reafirmaban ese carác-ter estamental y creaban fronteras legales y sociales muyrígidas. El estamento superior estaba integrado por losblancos. Aquí se incluían a los individuos de ascendencia

17 Ibídem.

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europea y a mestizos que mantenían una línea paternaconceptuada como blanca y pasaban de la cuarta genera-ción materna según las legislaciones de la época. El esta-mento de los libres de color cubría una amplia gama, queiba desde los pardos o mulatos hasta los morenos o ne-gros. El tercer estamento lo formaban los esclavos. Estenivel, a su vez, distinguía tres elementos diferenciadoresentre sus miembros: uno era el grado de integración a lasociedad, por lo que se discriminaba en primer lugar alnegro bozal, cuyas raíces no eran cubanas; después alcriollo hijo de bozales, que aunque asimilado a la sociedady cultura cubanas aún mantenía vínculos con su pasadoafricano; y, por último al rellollo, hijo de criollos totalmenteasimilado y sin memoria histórica de sus antepasados. Elsegundo elemento diferenciador era el origen étnico, o seasi eran lucumíes, congos o de otra nación africana. Eltercer elemento lo establecía el lugar que ocupaban den-tro de la sociedad. Así, se diferenciaban a los esclavos deplantación, los esclavos agrícolas que no estaban en plan-taciones, los domésticos, los vinculados a la producciónartesanal y los que realizaban trabajos considerados im-propios de los blancos.

La clase dominante la constituía la burguesíaagromanufacturera esclavista, los terratenientes y la bur-guesía comercial; luego le seguía la capa media, divididaen rural y urbana; esta última también con diferenciaciones.

Ya por este período se va perfilando la composiciónde los distintos barrios de la ciudad. Los pobres fueron alos barrios marginales como Salud y Jesús María, ademásde la zona de extramuros de casas humildes. En todo estolos negros siempre llevaban la peor parte. En 1816 se creala Secretaría de Educación de la Sociedad Económica deAmigos del País, la cual introdujo el racismo en las escue-las, al prohibir a personas no blancas ejercer el magisterio.

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Estas solo podían enseñar —muy limitadamente— a algu-nos alumnos de su propia raza. Como resultado de esto elnúmero de alumnos negros decreció, a la par de las escue-las negras, puesto que se consideraba subversiva la supe-ración de los negros libres.

La concepción de lo criollo, y más tarde de lo cuba-no, estaba permeada de un carácter clasista. Arango yParreño excluía a los negros y mulatos libres de la nacio-nalidad cubana, aun cuando hubiesen nacido en la Isla.Para él solo eran criollos los pertenecientes a la burguesíaesclavista nativa blanca o los blanqueados por la ley.

En el campo la situación del negro era peor. Al prin-cipio del período plantacional, la vida sexual de los negrosera limitada, pues no se importaban negras, que eran con-sideradas de bajo rendimiento. Luego esto cambió, cuan-do a principios del siglo XIX se emitió una Real Cédula queexigía la compra de mujeres hasta que todos los esclavosestuviesen casados; aunque solo se obedeció la ley cuandolos esclavistas se dieron cuenta de que las mujeres erantan productivas como los hombres e incluso los supera-ban. A los esclavos clasificados de “buena raza” se lesobligaba a aparearse, para que trajeran críos como si fue-sen animales. Las esclavas grávidas eran obligadas a tra-bajar en el noveno mes de embarazo, otras veces se lescastigaba con el látigo o el machete y algunas recibían loslatigazos en el vientre. Una vez que habían parido, al se-gundo o tercer día tenían que volver a las labores agríco-las. Los niños, al llegar a los cinco o seis años, se iniciabanen el trabajo en el ingenio, pues según la antropologíaesclavista, habían arribado a la mayoría de edad.18 Lavida del esclavo estuvo en dependencia de las ideas eco-

18 Manuel Moreno Fraginals: El ingenio. El complejo económico so-cial cubano del azúcar, Comisión Nacional Editorial de la UNESCO,La Habana, 1964, t. 1.

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nómicas del amo. El costo de su alta producción era unalto índice de mortalidad en la población esclava, pues eltrabajo excesivo, los castigos, la mala alimentación y lainsalubridad eran flagelos que acortaban la vida del negroesclavo.

En la novela Cimarrón, de Miguel Barnet, se narrael testimonio del último esclavo cubano. Se hace referen-cia a los abusos ya citados anteriormente y a la forma deser y pensar de los negros esclavos. Un ejemplo de elloaparece en el párrafo: “los días de más bulla en los inge-nios eran los domingos, yo no sé como los esclavos llega-ban con energías. Las fiestas más grandes de la esclavitudse daban ese día (…) con el sol empezaba la bulla y losjuegos, y los niños a revolverse. El barracón se encendíatemprano. Aquello parecía el fin del mundo. Y con todo yello y el trabajo, la gente amanecía alegre”.19

Otras características atribuidas a los negros se re-flejan cuando el testimoniante afirma: “pero el blancosiempre ha tenido una música distinta al negro. La músi-ca del blanco es sin tambor, más desabrida (…) más omenos así pasa con las religiones. Los dioses de Áfricason distintos aunque se parezcan a los otros, a los de loscuras. Son más fuertes y menos adornados. Ahora mis-mo uno coge y va a la iglesia católica y no ve manzanas,ni piedras, ni plumas de gallo. Pero en una casa africanaeso es lo que está en primer lugar. El africano es másburdo”.20

También habla de la disposición a fajarse del ne-gro, la cual según el testimoniante, no era por salvajis-mo, sino por la forma de ser del negro; sobre todo entrelos ñañigos. Ferrer de Couto, gran defensor del sistema

19 Miguel Barnet: Cimarrón, Editorial Gente Nueva, La Habana, 1967, p. 24.

20 Ibídem, p. 27.

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esclavista, atribuía a los negros los rasgos de vagancia,poca lucidez y salvajismo e incluso abogaba por un tratodiferenciado en relación con los chinos, ya que estos úl-timos procedían de una cultura milenaria y de una de lasgrandes ramas históricas de la familia humana; en cam-bio los negros nacían y vivían salvajes.21

En 1868, cuando estalla la Guerra de Independen-cia, muchos dueños de esclavos, después de la acción deCarlos Manuel de Céspedes, liberan a sus dotaciones ylos conminan a sumarse a la lucha. Era la primera vezque blancos, negros, mestizos y chinos luchaban juntospor una causa común: la libertad. A partir de este hechocomenzó a utilizarse el calificativo de cubanos para todoslos que luchaban contra la colonia española.

Fueron muchos los negros que vieron la oportuni-dad de reivindicarse como hombres, debido al carácterabolicionista radical de la guerra; no obstante, la historiamuestra documentos contradictorios en este sentido. Enel Decreto del 27 de noviembre de 1868 sobre la escla-vitud, proveniente de la Junta Revolucionaria, se mante-nía el derecho de propiedad sobre los esclavos, excluidosaquellos cuyos amos le habían concedido la libertad paraincorporarse a la lucha, y los confiscados a los enemi-gos; así como los palencados. La posición asumida porOriente no fue la misma en Occidente. Estos últimos seresistían más a la abolición, pues como es conocido, elOccidente era una potencia azucarera. Los grandes in-genios se concentraban en esta región, por lo que lamayor cantidad de esclavos se encontraban allí y asumiruna posición abolicionista significaba poner en peligrocapitales, bienes y haciendas.

21 José Ferrer de Couto: Los negros en sus diversos estados y condi-ciones; tales como son, como se supone que son y como deben ser,Editorial Hallet, 1864

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Al finalizar la Guerra de 1968, con el Pacto delZanjón, los españoles reconocen la libertad de los es-clavos; pero solo de los que habían participado en la lu-cha. Es en la Protesta de Baraguá donde —a través dela figura de Antonio Maceo— se reitera la aspiración delos cubanos por alcanzar la independencia de Cuba yabolir la esclavitud no solo de los esclavos integrados alejército, sino de todos en general. En 1880 España aprue-ba una ley que fijaba un plazo de ocho años para la ex-tinción del patronato, pues había declarado a los amospatronos y a los esclavos patrocinados. No es hasta 1886que el régimen español se ve obligado a abolir definitiva-mente el patronato y la esclavitud. Esto, sobre la basede un interés económico, ya que el sistema esclavistahabía caducado ante el progreso industrial que ganabaespacio en el mundo.

Después de la abolición, entre los colonialistasresurgió con más intensidad la agitación en relación conel llamado “peligro negro”, con el propósito de fomentarla división entre los revolucionarios cubanos; aunque im-portantes figuras, como José Martí, desde su lucha ideo-lógica, trataron de contrarrestar esa campaña. Otrodestacado luchador e intelectual, Juan Gualberto Gómez,trabajó mucho, no solo por la independencia, sino ademáspor la reivindicación del negro. El 7 de octubre de 1886 sefunda el Directorio Central de las Razas de Color; quedaformalmente constituido el 2 de julio de 1887 en el Centrode Cocheros de La Habana, y en septiembre de 1888 tie-ne reconocimiento legal y es inscrito en el registro de aso-ciaciones del gobierno provincial de La Habana. Noobstante, no es hasta 1892 que toma fuerza y crecen susfilas. Los objetivos del directorio estaban encaminados aelevar el nivel de instrucción y cultura de la población negra,para así borrar la imagen desfavorable de esta y alcanzarun lugar honroso en la sociedad.

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La situación del negro en la lucha por su integraciónsocial era crítica, la historiadora Oilda Hevia Lanier así loseñala, a partir de documentos del Archivo Nacional deCuba: “En algunos establecimientos, se destinan sitios es-peciales —los peores, por supuesto— para las personasde color; en otros se les excluye por completo; en estecafé solo se les permite consumir de pie, junto al mostra-dor, y en manera alguna sentados en la mesa; en aquelteatro prohíbeseles en absoluto ocupar otros asientos quelos de la cazuela; y la mayoría de las fondas no sirven a laspersonas de color, o cínicamente lo hacen en salones se-parados de aquellos que se reservan para los blancos. Pocoimporta lo inmundo del lugar, todo de color, cualquieraque sea la decencia de su porte y posición, está obligado aocupar en establecimientos registrados como públicos elsitio destinado a los parias”.22

La batalla librada por Juan Gualberto Gómez lograque el gobierno general de la colonia apruebe las deman-das del directorio respecto a las reivindicaciones socialesde los negros; pero como diría José Martí en uno de susartículos en el periódico Patria, “institución como la de laesclavitud, es tan difícil desarraigarla de las costumbrescomo de la ley. Lo que se borra de la constitución escritaqueda por algún tiempo en las relaciones sociales”.23

Varias regiones del país acogieron las disposicionesgubernamentales, excepto La Habana, Matanzas,Cienfuegos y Sagua la Grande. En estas provincias losabogados y consejeros de los dueños de cafés se decla-raron en rebeldía y ocasionaron conflictos públicos. Ex-presaron su oposición a las medidas del gobierno y a los

22 Oilda Hevia: El Directorio central de las sociedades negras de Cuba(1886-1894), Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1996, p. 30.

23 José Martí: La cuestión racial, Editorial Lex, La Habana, 1984,p. 23.

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negros se les amenazó con negarles trabajo, lincharlos yexterminarlos a tiros si persistían en su lucha.

Al respecto Pedro Serviat escribió: “La abolicióntotal de la esclavitud alcanzada en 1886 representó lacondición fundamental para el desarrollo capitalista enla Isla, porque creó las premisas para la conversión delos antiguos esclavos en trabajadores asalariados”.24 Apartir de la abolición comenzó a perfilarse un proletaria-do incipiente. La clase obrera contaba con un gran nú-mero de negros incorporados a los gremios de artesanos,en labores del puerto, ingenios y servicio doméstico prin-cipalmente; aunque también se encontraban blancos queocupaban, en su mayoría, puestos de comercio, agricul-tura e industria. Entre esta clase obrera existía divisiónsocial. En el congreso de 1892, se debatió el tema racial.Allí se denunció la situación del obrero negro, cómo esteocupaba los peores puestos en los talleres, ferrocarriles,viviendas, etc.

Al finalizar la Guerra del 95,los negros que habíansido empleados comienzan a ser desplazados de muchosempleos manuales y son sustituidos por españoles, envirtud del decrecimiento paulatino de la población negraante la apertura de la inmigración de trabajadores blan-cos facilitada por los inversionistas norteamericanos.25

Constituida la república, los Estados Unidos adoptauna política de división nacional. Los negros fueron ex-cluidos del derecho a la propiedad urbana y rural, así comode diferentes empleos y profesiones, como el servicio di-plomático, la administración de bancos, etc. Durante tresdécadas los negros no podían emplearse en determinadaslabores como conductores de tranvías, dependientes detiendas, restaurantes y almacenes comerciales. Fueron

24 Pedro Serviat: ob. cit., p. 65.25 Ibídem.

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destinados al servicio doméstico, lavanderías, limpieza decalles, construcción y otros oficios de menor gratificación.

En Cimarrón, Miguel Barnet recoge cientos de lasvivencias del protagonista de la novela que ilustran el lu-gar en que fue situado el negro en la sociedad: “Al termi-nar la guerra, empezó la discusión de si los negros habíanpeleado o no (...) El resultado fue que los negros se que-daran en la calle (...) En la policía no había ni un unoporciento de negros, porque los americanos sacaron lapalabra esa de que cuando el negro cogiera fuerza, cuan-do se educara, era dañino a la raza blanca. De modo seaque al negro lo separaron completamente, los cubanos dela otra raza se quedaron callados, no hicieron nada y ahíquedó el asunto”.26

En las provincias, la discriminación fue más fuerte,los negros y blancos tenían que estar separados en par-ques y paseos, ya desde la colonia estos no eran admiti-dos en centros públicos de recreo; la situación de laenseñanza tampoco se diferenció mucho de la anterior.

No faltaron las corrientes ideológicas que intentaronsolucionar el problema negro en Cuba. Desde finales delsiglo XIX se destacó la lucha del ya mencionado JuanGualberto Gómez; pero su idea de que la solución estabaen la instrucción, no era la única. Martín Morúa Delgado,destacado intelectual del siglo XIX, quien por su posterioractitud pasara a ocupar un lugar no muy venerado en nues-tra historia, creía que las sociedades negras, a pesar desus buenos propósitos, seccionaban al negro de la socie-dad; y este tenía que ser aceptado en todas las esferas dela vida social, política y económica.

Otra corriente más extremista, representada porPedro Ivonet y Evaristo Estenoz —ambos veteranos dela guerra— exigía sus demandas de forma más enérgica.

26 Miguel Barnet: ob. cit., p. 156.

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Ellos estaban dispuestos a usar la violencia si era necesa-ria, y, más tarde, fueron los protagonistas de la subleva-ción de los Independientes de Color.

Algunos desesperados se afiliaron al Partido Liberalpor considerarlo más democrático que el Conservador.Por esta época, el problema racial no fue un elementoimportante en el incipiente movimiento obrero, pues esteaún no tenía la conciencia política necesaria para la luchacontra el capitalismo y mucho menos para comprenderque el conflicto racial se derivaba del problema de clases.

Los partidos Liberal y Conservador asumieron unaposición que iba desde la indiferencia hasta la negacióndel problema: “no solo se abstenían de hacer algo en be-neficio de los negros, sino que condenaban todo intentode mejorarles a estos su penosa situación, calificándolode racista entonces: de comunista después”.27

Más tarde, para ganar votos de la población negra,otra fue la estrategia a seguir. Algunos de los represen-tantes de estos partidos, en su acción politiquera, donabandinero a las sociedades negras donde la actividad funda-mental era solo la diversión, cuando realmente lo que leshacía falta era trabajo, educación y el respeto de sus de-rechos ciudadanos. Por eso los mismos negros decidieronacometer su autodefensa. Algunos crearon gremios inte-grados solo por negros, otros fundaron un partido propioque, aunque no perseguía tomar el poder político sino re-solver la situación de su raza, dio pie al desencadenamientode una batalla racial con fuertes implicaciones políticas: laAsociación de los Independientes de Color, organizada porEstenoz e Ivonet. Este movimiento, fundado el 7 de agos-to de 1908, fue el más importante acontecimiento prota-

27 Juan René Betancourt: Preludios de libertad; la tragedia del negroy la táctica del Partido Economista, Editorial P. Fernández y Cía.,La Habana, 1951, p. 9.

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gonizado por una minoría social en este tiempo. Su crueldesenlace es ejemplo ilustrativo del grado de marginacióny desconsideración, por parte del gobierno y la sociedad—respaldada por los Estados Unidos— hacia la pobla-ción negra. Es necesario no pasar por alto los hechos quede este movimiento se derivaron.

El Partido o Movimiento de los Independientes deColor no pretendía tomar el poder político, ni siquiera eraun órgano etnocéntrico desde su plataforma programática.Esta última incluía demandas en defensa de los obreros ycampesinos; pretendía desarrollar las relaciones cordia-les entre todos y preservar principalmente la nacionalidadcubana. Abogaba por la educación gratuita y obligatoria,incluida la universitaria; reclamaba la jornada de ocho horasy la repartición de las tierras del Estado entre los pobres.

En 1912, con vista a las elecciones, queda aprobadauna enmienda que no consideraba como partido político ogrupo independiente a ninguna agrupación integrada porindividuos de una sola raza o clase social. Esta enmiendafue propuesta por Martín Morúa Delgado en 1910, y con-dujo a que los líderes del movimiento rehusaran a cederen su lucha y expresaran que llevarían las cosas hasta lasúltimas consecuencias. El ambiente creado fue caldo decultivo para que los racistas recrudecieran aún más suodio hacia los negros. Dentro de ellos figuraron el PartidoConservador y la prensa norteamericana, quienes se lan-zaron a una campaña de provocación, revitalizaron nue-vamente la vieja amenaza del “peligro negro” y de unarepública gobernada por estos. Así, el 20 de mayo de 1912se inicia una sangrienta lucha en Oriente después de laamenaza de Evaristo Estenoz de secuestrar al goberna-dor Manduley para presionar al gobierno. Aunque al finalno se efectuó el secuestro, fueron enviadas tropas paraaplastar la sublevación. El gobierno norteamericano envió

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armas para reforzar el ejército y crear milicias paramilitarescon el pretexto de defender sus propiedades en Cuba.

En Oriente, se incorporaron a la lucha cientos deveteranos y obreros negros. En las zonas sublevadas sellevó a cabo una desenfrenada matanza, aún después dela rendición de los sublevados; y mucha gente inocentefue acusada de participar en la conspiración. Una ola deracismo sacudió toda la Isla. Se comenzaron a tejer fal-sas historias de mujeres y niños violados por los negrosalzados y el Diario de la Marina inició una campañacontra los insurrectos y contra los negros en general. Mu-chos prisioneros fueron asesinados a machetazos, e igual-mente los líderes del movimiento fueron ultimados y suscadáveres mancillados. Se desencadenó una persecucióncontra personas negras que no tenían que ver con la su-blevación y se cometieron actos vandálicos instigados porlos racistas.28

En el momento de estos acontecimientos, en Cubase venía acrecentando la inmigración de braceros anti-llanos. Esta era estimulada por las empresas azucarerasyanquis de Oriente, con el fin de asegurar la fuerza detrabajo. A la par, la burguesía nacional retoma el proble-ma de la mezcla de razas, con la consigna de blanquearpara evitar la preponderancia de la población negra so-bre la blanca. Se manejaron en contra de los negrosfabulaciones e historias mal intencionadas sobre su reli-gión y costumbres (la prensa se dedicó a publicar histo-rias, artificialmente construidas, de niños secuestrados yasesinados para ser tributo de rituales a dioses africa-nos). Ya desde el siglo XIX se publicaban memorias, he-chos y descripciones heróicas del hombre blanco en tierrasafricanas, las cuales eran vistas como salvajes. Se publi-

28 Pedro Serviat: ob. cit.

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caron libros con esta temática en Cuba y en todo el mun-do, reforzando así el sentimiento de que el negro erainferior.

Desde 1929 hasta 1933, Cuba sufre los efectos dela crisis económica capitalista mundial, una de las máscruentas del presente siglo. Esta repercutió en la socie-dad cubana, y, por supuesto, las más perjudicadas fueronlas capas humildes, entre ellos, los negros. El desempleoy otros males sociales afectaron al sector negro, causan-do mucho más estragos por la posición en la que desdeantes se encontraban. Proliferaron aún más los barriosmarginales y las casas de vecindad, a la vez que crecie-ron los alquileres y el deterioro de las viviendas. A losnegros, que en su mayoría habitaban estos recintos, lesiba quedando menos posibilidades económicas, pues soloen el alquiler se le iba la mayor parte del salario, que depor sí era bastante miserable.

En la década del 30, el partido comunista y el mo-vimiento sindical asumen el problema negro dentro desu lucha. Esta llega a constituir uno de los objetivos desu programa, aunque su enfoque no siempre fue acerta-do. Pasa a la historia como un error teórico y prácticode importancia, la llamada Franja Negra de Oriente, pro-puesta por el Partido Comunista de la época. Esta con-sistía en crear un Estado independiente —separado delEstado cubano—en toda la franja oriental, donde la po-blación era mayoritariamente negra. Se pensaba que alcrear una nación homogénea racialmente, los negros notendrían que sufrir el flagelo de la discriminación racial.Afortunadamente, se rectificó y se reconoció lo inade-cuado de estas ideas; pues independientemente de lasdiferencias regionales, la condición de cubano nos hacecompartir características, cultura y lenguaje.

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La Constitución de 1940 significó algunos logros; peroestos carecieron de autoridad en la realidad, pues el con-greso no aprobó legislaciones complementarias que con-virtieran en un hecho lo que propugnaba la Constitución.No obstante la Federación Nacional de Sociedades Ne-gras (fundada en 1938) logra que se apruebe una legisla-ción que sancionara la discriminación racial en el trabajoy otras esferas de la vida cultural y social. El proceso deradicalización iniciado por esta ley fue mal visto por losgobiernos de turno de Ramón Grau San Martín primero yde Carlos Prío después, quienes infiltraron agentesdisociadores en la federación, para evitar su propósito.Esto trajo contradicciones entre negros y mulatos, y entrenegros pequeñoburgueses y obreros. No faltó nuevamen-te la participación norteamericana que se caraceterizó pordesatar campañas diversionistas. Estas propiciaban el abur-guesamiento de algunos grupos negros, se les brindabaexcursiones al extranjero y se les mostraba una falsa rea-lidad acerca de cómo vivía y acerca de la imagen del ne-gro norteamericano.

Durante la fase final de la seudorrepública, protago-nizada por la dictadura batistiana, el problema negro llegóal punto extremo. El negro fue excluido de la administra-ción pública, de los organismos estatales y autónomos ydel alto mando de las fuerzas armadas. La situación de lavivienda se agravó notablemente, y los más afectados fue-ron los negros y mulatos, por ser la población mayoritariaen solares, barrios indigentes, pueblos y centralesazucareros.29

A partir de la situación social en la que vivió elnegro desde su introducción en la Isla descrita, se pue-de apreciar la recurrencia de diversos fenómenos en eldevenir histórico, que generaron y agudizaron los pro-

29 Pedro Serviat: ob cit.

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blemas para este sector de la población. Parafraseandoa Carlos Marx, podemos decir que es el capitalismo elúnico responsable del racismo. Mediante él, se fomen-ta la división interna de la clase obrera, la única capazde modificar su situación y saldar las contradiccionesque el sistema genera, ya que como clase no tiene nadaque perder; por eso la solución se encontraba en elcambio radical, la sustitución del sistema de produccióncapitalista.

Con el triunfo de la Revolución y el establecimientode un sistema de producción socialista, Cuba transfor-ma la estructura social y las relaciones de producciónque engendraron la discriminación por el color de lapiel. Desde el comienzo se inicia una profunda labor dereivindicación del negro y las demás capas humildesdel pueblo. Tanto Fidel como el Che realizan importan-tes intervenciones a favor de la integración nacional yse toman medidas precisas en este sentido. En esteperíodo se estimula el estudio de temas negros, comola religiosidad, la música folklórica afrocubana y otrosaspectos otrora desconocidos y desdeñados por las ca-pas pudientes. Se valoriza y potencia el rescate de nues-tra cultura, la cual es resultado de una fusión de culturasdonde el legado negro tiene gran espacio e influencia.

Fernando Ortiz es uno de los intelectuales que máscontribuyó al desprejuicio en relación con la cultura traí-da por los negros africanos. En su artículo “La expre-sividad musical y oral de los negros africanos”, señala:“El estudio objetivo, científico y artístico, de la músicaafrocubana requiere ante todo limpieza completa de pre-juicios, así de los racismos misonegristas como de losrutinarismos académicos y de los vulgares, que anublanlas mentes. Y hasta de los fáciles moralistas, ingenuoso hipocritones, para quienes toda música de negros es

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un barullo cacofónico para ocasión de impudicia yrelajo.”30

Las medidas revolucionarias con las que se derri-baron las barreras raciales fueron, entre otras, la nacio-nalización de las escuelas privadas, la campaña dealfabetización y la campaña por alcanzar el sexto grado;en otro orden, la creación de círculos infantiles y la aper-tura de escuelas para estudiar secretariado, en las que sepriorizaron a las antiguas domésticas, quienes en sumayoría eran negras. Asimismo, se ofrecieron oportuni-dades de superación tanto a negros, como a blancos ymestizos; se nacionalizaron las playas, los centros de-portivos y recreativos; se entregaron viviendas en zonasresidenciales, antaño exclusivas de la burguesía blanca ,a familias de todas las razas; y, como expresión más aca-bada de igualdad, se reconoció en la Constitución de 1976,el derecho de todos a la plena igualdad sin distinción desexo o raza. Es decir, desde sus inicios, la Revoluciónencaminó sus medidas en favor de elevar el nivel de socia-lización de los grupos sociales en desventaja, entre elloslos negros. Es por ello que las normas legales del Estadose orientaron a todas las esferas de la vida social y política.

Todos estos cambios conllevaron, a lo largo detodo el proceso revolucionario, a aumentar la estimadel negro. Comenzaron a acceder cada vez más a lasuniversidades y a desempeñar responsabilidades deimportancia; además, se inició una política de promover acargos de dirección a negros y mestizos, al igual que amujeres. Sin embargo, a nuestro juicio, el tiempo trans-currido no ha sido aún suficiente para un cambio radi-

30 Fernando Ortiz: “La expresividad musical y oral de los negrosafricanos”, en Órbita de Fernando Ortiz, Editorial Unión, La Ha-bana, 1973, p. 216.

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calmente profundo de la imagen del negro; no solo laque este tiene de sí mismo, sino la que concierne a lapoblación no negra en general. No se pueden olvidarlos cientos de años en que la población negra estuvosumida en la marginación y el desprecio; los prejuiciosy estereotipos a que esto condujo subsisten en mayor omenor medida, y de ellos es también portador este gruposocial.

Actualmente, en las condiciones que enfrenta la so-ciedad cubana, en la cual ha habido una transformaciónde los valores y la subjetividad en general producida porel impacto de la crisis socioeconómica, se vienen presen-ciando actitudes que parecían superadas. Así, a nivel delpensamiento cotidiano, se producen opiniones acerca delmodo de acceso a determinados puestos en el sector emer-gente, que son de elevado prestigio y reconocimiento so-cial o garantizan un buen nivel y condiciones de vida. Semaneja que el color de la piel puede vetar el arribo a estospuestos de trabajo. Estas son solo opiniones, no sustenta-das en normas institucionales ni estudios empíricos; perointegran parte de las ideas expresadas por algunos miem-bros de la población.

Por otra parte, continúa siendo mayoritaria la po-blación negra que vive en los barrios insalubres, los cua-les tienen una fuerte tradición histórica desde tiemposcoloniales. En ellos el estilo de vida y comportamientosocial de sus moradores esta fuertemente influido porlas condiciones anteriores de existencia, que propiciaronla transmisión de patrones culturales, raciales y socialeslegados de generación en generación a través de la fa-milia; o sea la llamada “endoculturación” a la que hici-mos referencia anteriormente.

A lo anterior se suma un manejo inapropiado por par-te de los medios de difusión, principalmente la televisión, en

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que la imagen del negro difundida coincide muchas vecescon roles negativos, como delincuente, hazmerreír o en pa-peles secundarios. Con frecuencia los patrones estéticosque se realzan son los importados de Occidente, que enocasiones distan de la esencia del cubano.

Este estado de cosas propicia que aún en la actuali-dad la imagen del negro no sea del todo favorable. Diver-sos estudios muestran que, a pesar del tiempo, se sostieneuna autoimagen portadora de rasgos desfavorecedores,aun cuando este grupo dejó de ser en Cuba una minoríasocial.

Según Henri Tajfel, gran estudioso de los grupossociales y las identidades, los rasgos con los que un grupose identifica parten, no solo de su propia creación sinotambién de la que el exogrupo le atribuye, y es esto preci-samente lo que parece estar ocurriendo en nuestra reali-dad. Por ello, pretendemos incursionar en la representaciónsocial que el negro tiene de sí mismo y constatar así lascaracterísticas que el grupo se adjudica como expresiónharto acabada del conocimiento social construido por ungrupo social, que rebasa los marcos de juicios, prejuicios,estereotipos o creencias. Este estudio arrojará resultadosque pueden constituir un medio de aproximación al histó-ricamente llamado “problema negro”. Es necesario conti-nuar polemizando al respecto y, sobre todo, investigar desdeuna posición objetiva, consciente y científica sobre estetema, defendiendo la idea de ser parte de una sociedadmezclada y fundida desde el punto de vista cultural y ra-cial, no solo por la idea reflejada en la frase popular queversa: “aquí el que no tiene de congo tiene de carabalí”,sino porque somos protagonistas de esa cultura mezcladay ya, desde hace mucho, genuinamente cubana; y comocubanos, ante todo, nos debemos asumir ante nuestrosojos y frente al mundo tal como somos.

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Las representaciones sociales. Una teoría delconocimiento social

La historia de la teoría de las representaciones sociales seremonta a principios de la década del 60, cuando SergeMoscovici saca a la luz, como tesis doctoral, la obra Lapychanalyse son imáge et son public. En ella se concen-traban largos años de investigación y construcción teórica.En sus inicios no fue muy aceptada, dada la tradición teó-rica que en aquellos momentos primaba en la psicologíasocial. Respecto a esto, Tomás Ibáñez señala la influenciadel conductismo —paradigma dominante en la psicolo-gía— como una de las barreras con que se encontró lanaciente teoría. El sicologismo existente, que circunscribíala disciplina al estudio de los procesos individuales, conce-bía el estudio de la significación social de los objetos socia-les como algo añadido y privativo de áreas más sociológicas.

Por otra parte, en los Estados Unidos se estimabanlos estudios europeos —específicamente franceses—, es-peculativos y verbalistas y, por último, se consideró quelas representaciones sociales no eran más que unareformulación de las teorías de actitudes; pues muchossicólogos utilizaban sus conocimientos de actitudes paraaproximarse a la representación social.1

2. Teorización

1 Tomás Ibáñez: Ideología de la vida cotidiana, Editorial Sendai,Barcelona, 1988.

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Justo en la época en que Moscovici propone suteoría, el mundo académico europeo revitalizaba las ideasde Durkheim. Este, en 1898, definió las representacio-nes colectivas como “producciones mentales colectivasque van más allá de los individuos particulares y queforman parte del acervo cultural de una sociedad (...), ysobre estas representaciones se forman las representa-ciones individuales, que no son más que su expresiónparticularizada según las características concretas delsujeto”.2 De la mano de estas ideas comenzaron a sur-gir importantes trabajos sobre el origen y naturaleza delpensamiento social. Así, Moscovici da cuerpo al con-cepto de representación social y elabora su propuestateórica.

A mediados de la década del 80, la teoría comienzaa ganar adeptos, y en el mundo académico se torna cre-ciente el número de estudios sicosociales que pretendendar cuenta de las representaciones sociales sobre dife-rentes objetos y fenómenos sociales.

Aproximaciones conceptuales

Muchas han sido las formas de analizar y concebir lasrepresentaciones sociales. El propio Moscovici reelaborael concepto más de una vez y reconoce que una de lascaracterísticas de su teoría es la ambigüedad que presen-ta el concepto y la controversia que ello genera. En 1961propone lo que concibió como “Sistema de valores, nocio-nes y prácticas que proporciona a los individuos los me-dios para orientarse en el contexto social y material, paradominarlo(...) un corpus organizado de conocimientos yuna de las actividades síquicas gracias a las cuales loshombres hacen inteligible la realidad física y social, se

2 Ibídem.

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integran en un o en una relación cotidiana de intercam-bios, liberan los poderes de su imaginación...”3

En 1976 escribe: “constituyen una organización psi-cológica, una forma de conocimiento que es específica denuestra sociedad y que no es reductible a ninguna otraforma de conocimiento”;4 y en 1979 define las represen-taciones sociales como “Constructos cognitivos compar-tidos en la interacción social cotidiana que proveen a losindividuos de un entendimiento de sentido común de susexperiencias en el mundo. Son un set de conceptos, afir-maciones y explicaciones que se originan en la vida diariaen el curso de las comunicaciones interindividuales y cum-plen, en nuestra sociedad, la función de los mitos y siste-mas de creencias en las sociedades tradicionales; puededecirse también que son la versión contemporánea delsentido común”.5

En estas definiciones se destaca que las represen-taciones sociales son un conocimiento constituido por uni-dades de conocimientos que, integradas, sirven comoherramientas para la comprensión del contexto material ysocial; y que a la vez parte de este (de la sociedad enparticular).

Denise Jodelet enfatiza en el carácter funcional delas representaciones sociales, ya que se orientan haciala práctica, y constituyen orientaciones para la actua-ción. Además de esto, se remite al condicionamientosocial de las representaciones sociales y a la comunica-ción social como vehículo para su formación. Por últi-mo, las considera como un conocimiento espontáneo, de

3 Giselle Guerra y Zarahy Trejo: El SIDA en Cuba. Aproximacionesdesde la teoría de las representaciones sociales, Universidad de LaHabana, 1996 (inédito).

4 Tomás Ibañez: ob. cit.5 Ibídem.

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sentido común. Tales matices son expresados en la defi-nición siguiente: “Es el conocimiento espontáneo, inge-nuo, que se constituye a partir de experiencias y de lasinformaciones, conocimientos y modelos de pensamien-to que recibimos y transmitimos mediante la tradición, laeducación y la comunicación social. Este conocimientosocialmente elaborado y compartido es también un co-nocimiento práctico, pues orienta nuestra conducta, nospermite dominar el entorno, da sentido a actos y fenó-menos que acaban por sernos habituales. Las represen-taciones sociales participan en la construcción social dela realidad.”6

Los elementos más importantes de estas aproxima-ciones conceptuales pueden resumirse en las afirmacio-nes siguientes acerca de las representaciones sociales.

• Son una forma de interpretación de los hechoscotidianos, una vía más para captar el mundoconcreto.

• Son sustentadas por sentido común, constituidoa partir de la experiencia, de las informacionesy modelos de pensamiento recibidos y transmi-tidos a través de la tradición, la educación y lacomunicación social.

• Constituyen una estructura sicológica integradapor valores, actitudes, nociones, comportamien-tos y estereotipos, que son su forma de expre-sión y que se encuentran organizados de manerasistémica.

• Están influidas por la pertenencia de los sujetosa determinados grupos y surgen ante la necesi-dad de explicación de los sucesos de la vidacotidiana.

6 Giselle Guerra y Zarahy Trejo: ob. cit.

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Acerca de las funciones de las representacionessociales

La literatura especializada define determinado número defunciones importantes de la representación social.

• Son importantes en la comunicación social, yaque exigen un código común a compartir; es de-cir, un mismo trasfondo de representaciones.

• Desempeñan el papel de interpretar y reconstruirla realidad social y permiten explicar la misma.

• Contribuyen a orientar los comportamientos y lasrelaciones sociales, ya que actúan como varia-bles independientes que afectan simultáneamentelos estímulos y las respuestas, por eso justificany guían las acciones.

• Son importantes en la conformación de identida-des personales y sociales, si se entiende que res-ponden a una cultura y a una parte de la identidaddel grupo que la posee.

• Designan sistemas de creencias, la mayoría de lasveces característicos de lo que se denomina“subculturas al interior de una sociedad”. SegúnDenise Jodelet: “Su particularidad consiste en inte-grar, en el análisis de estos procesos, la pertenenciay la participación social y cultural del sujeto;7 portanto, las personas califican los objetos sociales deacuerdo con formas y contenidos de las normassociales del contexto en que se socializan.

• Son generadoras de postura, al estar compues-tas por elementos valorativos que determinan laconducta.

7 Adriana Ballesteros: Mujer y SIDA: un estudio desde la represen-tación social, Universidad de La Habana, 1996 (inédito).

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• Permiten la producción de conocimiento en losgrupos, al tener lugar en el plano intragrupal, don-de vienen a constituir un sistema de pensamien-to compartido por los miembros del grupo y enun plano intergrupal, que estará mediatizado porlas representaciones que los grupos tienen entresí.

Otra función que resulta significativa, dado el objetode representación de esta tesis, es la referida por DaríoPáez (1992). En ella se afirma que las representacionessociales justifican, explican y dan cuenta de una realidadsicosocial muchas veces conflictiva, en el sentido de es-tar en contradicción de forma más o menos explícita convalores ideológicos propugnados en una sociedad. Lacuestión del racismo y los sistemas de creencias, prejui-cios y estereotipos que lo acompañan pueden ser com-partidos por determinados grupos, conformar susrepresentaciones sociales sobre el negro, influyendo so-bre los comportamientos cotidianos, con relativa indepen-dencia de la ideología y sistema de valores que propugnael proyecto social.

Fuentes de las representaciones sociales

Las fuentes de determinación de las representacionessociales se encuentran de modo general en las condicio-nes económicas, sociales e históricas que caracterizan unasociedad, y en su sistema de valores y creencias. DeniseJodelet hace referencia a dos condicionantes específicas:1. La determinación social central (se refiere precisamentea las condiciones socioeconómicas o históricas en unasociedad, las cuales influyen en las representaciones so-ciales en cuanto a su extensión, evolución e interacción);y 2. La determinación social lateral (referida a la influen-

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cia que ejerce el grupo en el condicionamiento de la repre-sentación social en que el sujeto individual también dejasu impronta).

La comunicación social, en especial, los medios dedifusión, cumplen una funsión esencial en la formación delas representaciones sociales. Tienen una fuerte influen-cia, ya que transmiten valores, creencias, conocimientosy modelos de comportamiento. Por otra parte, están lasconversaciones cotidianas. Ellas intervienen en la cons-trucción de representaciones sociales diferenciadas, yaque los sujetos, como miembros de distintos grupos, estánsometidos a contextos conversacionales también diferen-tes. Ello se halla en estrecha relación con las experien-cias personales que se establecen en relación con el objetode la representación, las cuales varían en el individuo, perosiempre en función del grupo de pertenencia y su ubica-ción en la sociedad.8

Serge Moscovici, por su parte, señala los factoresde emergencia de las representaciones sociales:

• La dispersión de la información, que no es másque la dependencia que posee la representaciónde las inserciones sociales ya referidas porJodelet e Ibáñez.

• La focalización, dirigida a destacar la calidaddel juicio y la comunicación en dependencia delos aspectos de interés para el grupo o elindividuo.

• La presión de la inferencia. Según Moscovici,en la medida en que un objeto es relevante den-tro de un grupo social, los miembros de un grupoejercerán presión sobre los demás para que seexpresen y asuman una posición frente al objetoen cuestión.

8 ob. cit

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A partir de lo que estos autores manifiestan, se per-cibe la importancia del contexto en la formación de lasrepresentaciones sociales, en el marco sociohistóricogeneral, donde se incluyen las condiciones económicas, ellugar del grupo que construye la representación, en la es-tructura socioclasista, y el propio medio que ayuda amantener el sistema social, en el cual los medios de difu-sión y las conversaciones —que son expresión de lascondicionantes anteriores— ejercen gran influencia. Todoesto fundamenta el por qué en esta investigación se ten-drá en cuenta diferentes grupos de la estructurasocioclasista cubana actual.

Los autores Wolfgang Wagner y Francisco Eleja-barrieta, en el texto Sicología social, de 1994, dedicanun importante espacio a la morfogénesis de las represen-taciones sociales. Allí aparecen definidas las condicionespara que esta génesis tenga lugar. Según ellos, para quesurja una representación respecto a algún objeto o fenó-meno es necesaria la heterogeneidad de puntos de vistadel problema en cuestión; esto está dado por la existenciade grupos heterodoxos; ejemplo ilustrativo de estos gru-pos son las sociedades industriales. El discurso debe faci-litar la comunicación, pues sobre ella se apoya la divergenciade criterios a través del debate para hacer inteligible elobjeto social en cuestión. Según Tomás Ibáñez, las repre-sentaciones que se construyen sobre un objeto o fenóme-no son sociales, por la naturaleza de sus condiciones deproducción, por los efectos que engendra y por la dinámi-ca de su funcionamiento.

Debe existir, además, una necesidad práctica, la cualla mayoría de las veces es una modificación en las condi-ciones de vida de la sociedad, que ocasiona reelaboracionesy cambios en las concepciones de los objetos sociales; enotras palabras, es en los grupos reflexivos donde es posi-

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ble elaborar el conocimiento consensual respecto a unobjeto social, apoyado en el debate y la comunicación encondiciones que obliguen a ese grupo a la reelaboración yconstrucción de un conocimiento, el cual puede derivaren una representación social.

Las representaciones sociales no se relacionan di-rectamente con el mundo, sino con las evidencias disponi-bles; por esto son imágenes parcializadas de la realidad.Esa evidencia no es más que el consenso social, o sea,creencias compartidas por los otros en un grupo.9

Según Willem Doise y Serge Moscovici,10 el proce-so de construcción de una representación social más queaproximar los puntos de vista, ayuda a formar lazos so-ciales o los refuerza, y produce un efecto de masa a tra-vés de la red de los grupos donde se reproducen los lazosde la sociedad —en un proceso de discusión, recreacióny creación— mediante una acción común. Este procesode construcción esclarece e integra a un nivel superior lasdiferencias entre los distintos puntos de vista, y los trans-forma en opiniones y preferencias sociales. Trae a la su-perficie el conjunto de categorías, juicios, jerarquía devalores y conocimientos individuales de los cuales uno creíaser único poseedor.

Tendencias en torno al objeto de estudio de lasrepresentaciones sociales

El estudio de las representaciones sociales se ha investi-gado en tres áreas del conocimiento social: 1. Las repre-

9 Wolfgang Wagner y Francisco Elejabarrieta: “Las representacionessociales”, en F. Morales, et. al.: Sicología social, McGraw-Hill-Interamericana de España S. A., 1994.

10 Dissensoes e consenso una teoría geral das disecoes colectivas,Editorial Libros Horizonte, Brasil, 1991.

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sentaciones sociales de objetos, ideas y teorías científicas,o conocimiento científico vulgarizado, de utilidad para lavida cotidiana. 2. La representación social de la imagencultural (elementos míticos, mágicos o grandes cuestionesrelevantes para distintos grupos en una sociedad). 3. Lasrepresentaciones de condiciones y fenómenos sociales ypolíticos, relevantes para distintos grupos y contextos muyconcretos. A estos tres campos se les conoce como “Latopografía de la mente moderna”.

El conocimiento científico vulgarizado, o cono-cimiento popular, se usa como fuente de justificaciónsecundaria de convicciones ideológicas previas y sirve deexplicación metafísica de los hechos sociales, a la vez quelos describe y les da significación. Por otra parte, ofreceuna comprensión cotidiana de las razones subyacentes in-tegrada en sistemas morales preexistentes. Esta formade conocimiento está divorciada de la científica original,es una desviación mitologizada de esta. Mientras que elconocimiento científico se dedica a formular la causalidadde los fenómenos, y a encontrar la esencia de estos. Laciencia popular se convierte en parte del orden moral, sedice que “actúa como autoridad en los tiempos modernos,sustituyendo a la de los ancianos y a la Iglesia en civiliza-ciones antiguas”.11

Las representaciones sociales como objetos social-mente construidos (o imagen cultural) abordan el estudiode los objetos sociales con una larga historia, por ejemplola mujer, el cuerpo humano, la enfermedad. Este tipo derepresentaciones hace inteligible el mundo a los miem-bros de grupos sociales y culturales, les proporciona laimpresión de pertenecer a culturas y comunidades espe-cíficas. Según Wagner y Elejabarrieta, delimita los obje-

11 Wolfgang Wagner y Francisco Elejabarrieta: ob. cit.

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tos y entidades, además de estructurar sus característicasy fijar su significado en los contextos sociales.

Por último, el estudio de las representaciones socia-les en el campo de las condiciones sociales y políticas serefiere a aquellas representaciones polémicas que tienenuna breve significación social si se comparan con las cul-turales. Su validez también es restringida en cuanto al ta-maño de las poblaciones a las que se refiere. Estas sonmenos estables, son producto de un proceso evolutivo depersonas, grupos y fenómenos sociales y son la base dela identidad social, pues el conocimiento colectivo sobrelas condiciones políticas, la estructura social y los conoci-mientos históricos guía el pensamiento y la actuación se-lectivas de los grupos sociales.

Estructura, mecanismos y contenidos de la repre-sentación social

Distintos autores han convenido en identificar como es-tructuras de las representaciones sociales, las siguientes:

• La información. Este elemento lo constituyenlos conocimientos que se poseen sobre el objeto.Remite tanto a cantidad como a calidad y fuen-tes, es variable en dependencia del objeto y lacercanía que se tenga con él. El hecho de cono-cer la calidad, cantidad y procedencia de la in-formación es un dato importante para abordar elestudio de la representación social como proce-so. Ello implica estudiar las condiciones que laengendran y la forma en que se estructura se-gún las diferentes inserciones sociales.

• El campo de representación. Remite a la ideade modelo; incluye elementos periféricos y cen-trales. Los aspectos específicos del objeto que

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lo conceptualizan están organizados y jerarqui-zados, constituyen los elementos periféricos.Según J. C. Abric, estos elementos, además deproteger la estabilidad del núcleo central12 tie-nen funciones adaptativas, “el sistema periféricoes mucho más sensible al contexto que al núcleocentral, conduce a la adaptación de grupos e in-dividuos a situaciones específicas y permite in-tegrar las experiencias individuales; de este modose comprende las variaciones individuales de lasrepresentaciones”.13 Abric le llama elementosperiféricos y explica que, además de protegerla estabilidad del núcleo central, tiene funcionesadaptativas. “El sistema periférico es mucho mássensible al contexto que el núcleo central, con-duce a la adaptación de grupos e individuos asituaciones específicas y permite integrar lasexperiencias individuales; de este modo se com-prende las variaciones individuales de las repre-sentaciones”.14

• Por su parte los elementos y esquemas figurati-vos principales configuran el núcleo central. ParaSerge Moscovici este sería un conjunto de imá-genes con forma gráfica y coherente que encierrala esencia del concepto, nos permite comprenderlas cosas de forma más sencilla y a través de suuso se convierte en un hecho natural. Para Abric,desempeña un papel estructurante del resto delos contenidos y dota a la representación de esta-bilidad y permanencia. Según el autor, el núcleo

12 Núcleo central. Estructura más estable en el tiempo —y de mayorconsenso— de la representación social.

13 Wolfgang Wagner y Francisco Elejabarrieta: ob. cit.14 Ibídem.

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tiene dos funciones, una generadora, a través dela cual los demás elementos de la representaciónadquieren o transforman su significado, y unaorganizadora de las relaciones, que asocia los ele-mentos de la representación. Este núcleo es laparte más estable, coherente y rígida de la repre-sentación, ya que está fuertemente anclado so-bre la memoria colectiva del grupo que lo elabora;además, tiene una función de consenso y definela homogeneidad compartida por el grupo, esta-bleciendo un carácter normativo de las significa-ciones que comporta.

• La actitud. Es la disposición más o menos favo-rable que tiene una persona hacia el objeto. Per-mite descubrir una orientación global en relacióncon el objeto de la representación social. Estadimensión es evaluativa, afectiva; articula el com-ponente afectivo de la representación imprimién-dole mayor carácter dinámico a la categoría. Larepresentación social se dinamiza y orienta com-portamientos hacia el objeto, incluso cuando nose posee toda la información sobre él. La actitudimplica reacción ante estímulos ya construidos,mientras que la representación social actúa simul-táneamente sobre el estímulo y sobre la respues-ta, construyendo el estímulo y determinando larespuesta. Es la dimensión más aprehensible —además de ser la primera que aparece— desde elpunto de vista de la génesis.

En cuanto a los mecanismos o procesos de forma-ción de las representaciones sociales, existen dos procesosbásicos y generales que describen su funcionamiento ygeneración. Ellos son: la objetivación y el anclaje. Es-

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tos procesos remiten a la transformación de lo no familiaren familiar, de lo extraño en convencional.

La objetivación. Es el proceso mediante el cual sematerializa un conjunto de significados. Se establece unarelación entre conceptos e imágenes. Reconstruye el ob-jeto entre lo que nos es familiar. Denise Jodelet explicaque este proceso es la primera fase en la formación deuna representación social. Mediante él se materializa elconocimiento en objetos concretos. Según Darío Páez, sesubdivide a su vez en varias fases: primero se seleccio-nan los elementos del objeto social de la representación yse retienen, luego se reorganizan libremente y se estruc-tura un modelo figurativo icónico simple.15

Estas fases a que hace referencia Páez, la literatu-ra las recoge como selección y descontextualización, yformación del esquema figurativo. No son más que laselección de determinadas informaciones del objeto aobjetivar; luego se descontextualizan de la fuente o con-texto al que pertenecen y se generalizan. Posteriormente,el objeto abstracto se materializa en imagen, que es a loque Moscovici llama núcleo figurativo. A partir de aquíse pasa al proceso de anclaje o inserción. Existe una ter-cera fase denominada naturalización, la cual propiciaque la transformación del concepto en imagen pierda sucarácter simbólico arbitrario para convertirse en una rea-lidad con existencia autónoma. Aquí las imágenes sustitu-yen la realidad; lo que percibimos no son ya informacionessobre el objeto, sino la imagen de forma natural. En otrasreferencias al respecto se habla de otra etapa en laobjetivación, la personificación, la cual es la ejemplifica-

15 Darío Páez: “Características, funciones y proceso de formaciónde las representaciones sociales“, en Pensamiento, individuo y so-ciedad. Cognición y representación social, Editorial Fundamen-tos, Madrid, 1987.

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ción de determinada idea en una persona. Esto nos permi-te apoyar nuestros argumentos y proyectar la experienciay la significación atribuidas a las personas sobre la ideaque tratamos de aprender.

El Anclaje. Este es el proceso mediante el cual elsistema de conocimientos de la representación social seancla en la propia realidad social, lo que origina la regula-ción de la interacción grupal. El anclaje aparece comouna asignación de sentido de la representación, pues seconstituye una red de significados alrededor del esquemafigurativo. Este proceso la inserta y relaciona con otroselementos del universo simbólico. “La representaciónobjetivada, naturalizada y anclada, es utilizada para inter-pretar, orientar y justificar los comportamientos”.16 Elanclaje guarda relación con las funciones de clasificar ynombrar. A través de este proceso se incorpora lo extra-ño a una red de significados mediante la inserción del ob-jeto de representación en un marco de referencia conocidoy preexistente, el cual contiene representaciones socialesque actúan como puntos de referencia o por medio de lainstrumentalización social del objeto representado, dondelas representaciones se convierten en sistemas de lectu-ras de la realidad social, que expresan y contribuyen aldesarrollo de valores sociales existentes.

Hay autores que plantean un tercer mecanismo enla formación de las representaciones sociales: el de lacomunicación social e interpersonal que ocurre a lolargo de todo el proceso, vista como conversaciones eintercambios donde se transmiten valores y modelos deconducta. Según Darío Páez, este es el vector de trans-misión del mismo lenguaje en que se desarrolla la repre-sentación e influye en los aspectos estructurales y formalesdel pensamiento social.

16 Ibídem, p. 315.

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En lo que respecta al contenido, este se define a par-tir de las actitudes, informaciones, creencias y percepcio-nes de los sujetos ante el objeto. Estos elementos seorganizan según las clases y grupos, en un contextosocieconómico determinado, a su vez influidos por fenó-menos como las orientaciones ideológicas y (o) religiosasen que se suscriben.

Metodología para el estudio de lasrepresentaciones sociales

El estudio de las representaciones sociales se ha carac-terizado por las diferentes ópticas con que se ha tratadoel fenómeno; una de ellas ha sido el fenómeno visto comoproceso, lo cual implica penetrar en sus mecanismos deproducción (el hecho de centrar la atención en los pro-cesos conduce a otorgar importancia a la cuestión de lainserción social de los sujetos). Tomás Ibáñez explicaque lo que se torna relevante desde esta perspectiva esla comparación entre las representaciones que mantie-nen diferentes grupos sobre un mismo objeto social, yaque mediante estas comparaciones se pone de manifies-to la forma en que las varibles socioestructurales influ-yen en la construcción de la representación social y, deeste modo, se conoce el tipo de dinámica social que estádeterminando que la representación adquiera ciertas ca-racterísticas”.17 Esto tiene que ver con lo que algunosestudiosos opinan sobre cómo debe enfocarse la repre-sentación social. Para ellos el objetivo es descubrir loselementos que dan significación al objeto representadoy cómo esa significación se articula con la práctica coti-diana al interior de los grupos sociales.

17 Tomás Ibañez: ob. cit.

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La otra perspectiva con que se ha abordado el fenó-meno es la representación vista como producto. Desdeesta visión no es necesario acudir a estudios comparati-vos, pues no descubre las dinámicas sociales que se reve-lan con el enfoque anterior. La pregunta que engendraeste enfoque es qué representación social tiene tal o cualgrupo sobre un objeto social determinado. De esta formala investigación se orienta hacia la descripción estática dedeterminados objetos socioculturales, lo cual tiene que vertambién con otra alternativa de estudio relacionada con laobjetivación de imágenes compartidas. Esto es el análisisde las argumentaciones y los contextos de argumentaciónde esa objetivación.

Serge Moscovici propone tres niveles de estudio delas representaciones sociales, atendiendo a la importan-cia que la comunicación tiene en su formación. El primernivel es el de emergencia, y se argumenta sobre la basede la existencia de condiciones que afectan los aspectoscognitivos, como la dispersión y el decalage de la infor-mación, así como la focalización y la presión a la infe-rencia, lo cual evidencia la necesidad de la formación dela representación. El segundo nivel es la formación derepresentaciones. Aquí aparecen los mecanismos ya vis-tos (objetivación y anclaje) que dan cuenta de lainterrelación entre la actividad cognitiva del sujeto y lascondiciones sociales en que se enmarca (aquí también seestudian los contenidos, significados y la utilidad de la in-formación). El tercer nivel es el de las dimensiones delas representaciones, que se refiere a la comunicacióncomo opiniones y estereotipos. Moscovici plantea que ladifusión da lugar a la formación de opiniones, la propaga-ción a las actitudes y la propaganda a estereotipos.

Hay otros autores que centran el estudio en la propiarepresentación social, eligiendo cualquier objeto concreto

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para descubrir la dinámica interna de esta. Para ello esnecesario precisar cuál es el contenido concreto de la re-presentación social. El acceso se realiza a través de técni-cas que permitan detectar el esquema figurativo, el campode representación, las actitudes y el conjunto de informa-ciones que componen una representación social. Sobre todo,se debe determinar si estos elementos están suficientementeestructurados, para concluir que se trata de una represen-tación social y no de un conjunto de opiniones, creencias eimágenes.

Las representaciones se presentan, —en relacióncon sus contenidos—, como estereotipos lingüísticos e in-telectuales (clichés, juicios, etc.). Es característica la rei-teración, la redundancia. A través de la representaciónsocial en su sentencia, prima el razonamiento sobre la pro-pia conclusión.18 En sí se trata de demostrar y reafirmarla conclusión ya conocida y definida normativamente, auncuando se presenta evidencia contraria. En el conocimientode sentido común es típica la causalidad fenoménica quesiga inmediatamente a la acción, sea lógica o no esa rela-ción causal. Esto se debe a un razonamiento por analogíay con economía de medios, que permite reagrupar y clasi-ficar la información distinguiendo unos hechos de otros.

A nivel de contenido, se caracterizan por ser unaactitud hacia el objeto, un conjunto de conocimientos so-bre este y una serie de temas jerarquizados en un campode representaciones sociales donde hay elementosperiféricos y centrales. El lenguaje de las representacio-nes sociales intenta ser filosófico, pues retoma palabras-conceptos de un discurso ideológico-científico. ParaMoscovici, estas palabras-conceptos se emplean en el len-guaje común sin relación precisa con un significado con-ceptual claro, su papel principal radica en dar una valoración

18 Darío Páez: ob. cit.

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científica a las palabras corrientes y legitimar el discursode la representación dándole una etiqueta de cientificidad.

La metodología seguida para descubrir las repre-sentaciones sociales está asociada a lo anteriormenteexpuesto. En este sentido, las características referidaspor Darío Páez tienen consenso entre todos los estudio-sos del tema.1. Las representaciones sociales existen en relación con

diferentes objetos del ambiente, opiniones comparti-das por los miembros de colectividades geográficas oideológicas. Dichas opiniones están más frecuentemen-te asociadas al objeto en cuestión que a otras colecti-vidades.

2. Todo conjunto de opinión no constituye una represen-tación social, pues puede que se trate de residuosmnésicos de informaciones recibidas a través de losmedios masivos de difusión.

3. El primer criterio para identificar una representaciónes que esté estructurada; el segundo criterio es que elconjunto de opiniones refiera elementos emocionaleshacia el objeto en cuestión y estén unidos a comporta-mientos específicos.

4. Una representación social es un conjunto estructuradoy modélico, lo cual permite integrar elementos nuevosdel ambiente.

5. El conjunto estructurado de orientaciones ideológicasque conforman la representación social está relacio-nado con la realidad vital del grupo.

Teniendo en cuenta lo anterior, en el estudio de estefenómeno se utilizan cuestionarios, entrevistas, análisis decontenido de obras literarias, grabaciones y todo aquelloque permita acceder al contenido de la representación. Serge

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Moscovici propone el uso de asociaciones libres y de cues-tionarios de elección forzada. Denise Jodelet, por su parte,ha utilizado encuestas y entrevistas semidirectivas que sonsometidas a un análisis de contenido. De este modo seconoce la cantidad y calidad de la información. Como esnecesario acceder al pensamiento natural, es preciso atra-par toda la red de significados que se expresan a través deldiscurso de los sujetos. Por esta razón, muchos afirman lapertinencia de la metodología cualitativa, que permite elanálisis del contenido discursivo mediante indicadores,como es el caso de la entrevista abierta y las asociacioneslibres.

Para el procesamiento de los resultados de la entre-vista, Jodelet propone separar el discurso de los sujetosen unidades con sentido propio, las cuales son categoriza-das y sometidas al análisis. Este supone:1. Análisis de cantidad de información. Se hace a partir

del conteo de las frases referidas en cada pregunta.2. Análisis de la procedencia de la información. Aquí

se caracterizan las informaciones con el fin de deter-minar las fuentes de las cuales proceden. Se señalansu grado de implicación personal y el arraigo social.Dentro de las categorías formadas, se tienen en cuen-ta las informaciones que parten de convicciones u opi-niones que revelan la manera de pensar del sujeto, lasextraídas de la comunicación social y la observación.Se incluyen aquellas aprendidas a partir de terceraspersonas y aquellos conocimientos provenientes delentorno social. También se incluyen creencias, refra-nes, conocimientos adquiridos a través de estudios, lec-turas, profesión o medios de difusión masiva.

Di Giacomo, en tanto, establece varios preceptos quedevienen consecuencias metodológicas a partir de las ca-racterísticas de las relaciones sociales. Plantea, en pri-

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mer lugar, que el modo de recoger los datos debe permitirponer en evidencia los elementos que componen la repre-sentación objeto de estudio. Aquí es importante que lainformación no esté sesgada por el investigador; por tan-to, no se puede prejuzgar sobre la extensión del campofigurativo del objeto. Por otra parte, si la investigaciónpretende reconocer grupos ideológicos diferentes, son laspropias representaciones las que deben guiarnos. No sedebe postular a priori la homogeneidad de gruposcategoriales. La estrategia es diferenciar en el seno deuna muestra familias de representaciones sociales y asig-nar cada sujeto a su familia de pertenencia. La seleccióndel individuo debe realizarse antes de constituir la estruc-tura representacional. Es necesario poner en evidencia laestructura de opiniones. Para esto se debe afirmar la si-militud o diferencia entre dos estructuras que produzcanla medición repetida de opiniones o la comparaciónintergrupos.

Para evitar la influencia de la subjetividad del in-vestigador en la recogida de información que sesgue lainvestigación, Di Giacomo propone utilizar la técnicade asociaciones libres. Esta se basa en estímulos elegi-dos en función de los objetivos de la investigación, acondición de poder medir directamente la similitud delos campos semánticos. El uso de esta técnica posibili-ta que las personas digan lo que les viene a la menteespontáneamente cuando piensan en algo en particu-lar. Por lo general lo evocado es un conjunto de obje-tos, sucesos o sentimientos y otras producciones deextrema variedad.

Por último, toda investigación sobre representaciónsocial exige criterios a priori sobre su existencia, lo queimplica discriminarla de un conjunto aleatorio de opinio-nes. Deben existir al menos tres criterios, que son: los as-

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pectos emocionales, la capacidad del modelo de integrarnuevos elementos y el carácter funcional de las represen-taciones como reguladoras del comportamiento. Hay quedemostrar que el carácter no aleatorio de las estructurasobservadas no depende de algún móvil verificador, sinoque emerge realmente de la dinámica colectiva y poseeuna función social.19

La identidad sociogrupal, los estereotipos yprejuicios, y las representaciones sociales

La identidad, los estereotipos y los prejuicios son forma-ciones sicológicas en estrecha interacción con las repre-sentaciones sociales. En dependencia del punto de vistaque se asuma, pueden situarse entre ellos límites precisoso no claros; en cualquier caso lo cierto es la existencia deuna estrecha y compleja relación.

A través del estudio de las representaciones sociales,circunscrito a un grupo social específico, es posible conoceracerca de su identidad sociogrupal, ya que las representa-ciones sociales revelan información, evaluaciones, emocio-nes y actitudes respecto al objeto en cuestión, y estáninfluidas por las condiciones históricas concretas y por elcontexto en que los individuos se socializan y el contexto enque el grupo está insertado. A su vez el propio concepto deidentidad social y su proceso de adquisición sirve de expli-cación al contenido de las representaciones conformadaspor el grupo sobre sí mismo, ya que resalta el origen exogrupalde sus características y la influencia de las condicionessocioeconómicas en las mismas.

Según Henry Tajfel, la identidad social, que halla unade sus expresiones en la identidad de grupo, se define como

19 J. P. Di Giacomo: “Tema y método de análisis de las representacio-nes sociales, en Dario Páez: Pensamiento, individuo y sociedad.Cognición y representación social, ed. cit.

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“El conjunto de aquellos aspectos de la autoimagen y laevaluación de esta que se derivan de su pertenencia a gru-pos sociales relevantes para ellos, y a su vez gran parte deesa autoimagen, y de los valores con ella asociados, tienensu origen en las comparaciones con otros grupos que estánen el medio”.20

En esta definición se precisa que los elementos o ca-racterísticas identitarias de un grupo parten de la compara-ción social del endogrupo con los exogrupos presentes enel mismo contexto. Esta comparación implica la asunciónde características que parten del propio grupo y otras que leson asignadas por el exogrupo. Al tener lugar en un contex-to histórico-social concreto, está permeada por esas condi-ciones, las cuales determinan la inserción social del grupo; yesta inserción, a su vez, determina las característicasidentitarias que revelan la posición del grupo en la sociedadrespecto a otros grupos. Por ello, al compararse los gruposentre sí se da paso a la creación de rasgos identitarios. Enestas condiciones, dichos rasgos son tenidos en buena obaja estima, toman significación, y se llenan de contenidosaxiológicos y emocionales.

En relación con lo dicho anteriormente, el sociólo-go español Andrés Piqueras señala: “Sustratos históri-cos, condiciones físicas y factores económicos intervienen,en definitiva, junto a los procesos sociales y políticos delos distintos colectivos humanos, en sus formulaciones yautodefiniciones hegemónicas. Todo ello va generandodiferentes configuraciones y recombinaciones de símbo-los y rasgos identitarios, pero también una disímil influen-cia de aquellos elementos materiales, y una dispar manerade actuar sobre ellos, lo que transforma paulatinamente

20 Henry Tajfel: “Grupos humanos y categorías sociales”, en Estudiosde sicología social, Editorial Hender, Barcelona, 1984.

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percepciones, símbolos y también sustratos.”21 Para re-afirmar lo dicho por Tajfel, continúa: “ni la autodefiniciónestereotípica ni la condicionalidad de pertenencia puedenentenderse si no es considerando el proceso de continuainteracción e interinfluencia entre endogrupo y exogru-pos”.22

Tales presupuestos teóricos devienen sólido anda-miaje para el presente estudio y permiten fundamentar elorigen del contenido de la representación objeto de inves-tigación. Aunque no se persigue desentrañar la identidadsociogrupal, su definición contiene elementos comunes conlos de la representación social que tiene un grupo de símismo, como la autoimagen, las valoraciones y lasactitudes.

Estereotipos y prejuicios

Al tratar sobre la interdependencia entre representación,posición y práctica social, Brewer y Jasper, (1984) se-ñalan que en las representaciones sociales intervienenlas creencias compartidas y los sentimientos de las per-sonas sobre diferentes grupos sociales. Por ello los es-tereotipos y prejuicios grupales y su influencia en lasinformaciones que los sujetos manejan sobre un objetodeterminado deben ser tenidos en cuenta al estudiar lasrepresentaciones sociales. Henri Tajfel define los este-reotipos como imágenes simplificadas de un grupo o ins-titución, que asignan ciertos rasgos comunes a todos susmiembros o representantes, precisando ciertas diferen-cias con los no miembros.23 En tanto el prejuicio, se de-

21 Andrés Piqueras: La identidad valenciana. La difícil construcciónde una identidad colectiva, Madrid, 1996, p. 248.

22 Ibídem.

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60

fine como juicios no comprobados, de naturaleza positi-va o negativa sobre una persona o grupo. Supone unaactitud favorable o no hacia el grupo, e influye en sí unelemento afectivo.

Entre ellos existe marcada relación, pues se reafirmaque el estereotipo es el elemento cognoscitivo o conceptualdel prejuicio; los conocimientos que atribuimos al grupo oindividuo objeto del juicio valorativo que es el prejuicio.

Una forma de acercarnos a la calidad de la repre-sentación que nos ocupa, es la posibilidad que su estudioabre a la aparición de juicios y opiniones; es decir, conte-nidos dentro de los que pueden estar presentes estereoti-pos y prejuicios que, de hecho, constituyen una forma usualde categorización y ordenamiento de la realidad y formanparte de las representaciones sociales, aunque sonirreductibles a ella.

Dentro de los estereotipos pueden aparecer tres gru-pos, en dependencia de la valoración de los grupos a losque se refieran: neutros, positivos y negativos.

Sus características pueden resumirse del modo si-guiente:

• son compartidos por muchas personas;• son atribuidos a una persona como miembro de un

grupo y no como sujeto individual;• son muy resistentes al cambio;• simplifican y generalizan la realidad;• orientan expectativas;• propician que se recuerde con más facilidad la in-

formación congruente con el propio estereotipo.24

El surgimiento de estereotipos y prejuicios se ubica

23 Henry Tajfel: Grupos humanos y categorías sociales..., ed. cit.24 Colectivo Amani S. A.: Educación intercultural. Análisis y resolu-

ción de conflictos, Editorial Popular, S. A., Madrid.

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61

en la socialización del individuo. A través de la relacióncon diferentes grupos de pertenencia, el sujeto aprende—mediante agentes socializadores como familia, escuela,y medios de difusión masiva, entre otros— determinadosvalores sociales e informaciones, portadores de la visiónque se tiene de determinados grupos sociales. La literatu-ra especializada explica los mecanismos que propician laformación de estereotipos y prejuicios en los individuos.

• La categorización social. Esta permite simplifi-car la abundante información del medio en catego-rías sociales, donde se expresa estrecha relaciónentre información del ambiente y estímulos socia-les.

• La comparación social. A través de esta se crean yatribuyen características al grupo y a los exogrupos,con la función de diferenciar a unos de otros.

• La atribución de características. Esta contribuye aatribuir estereotipos y prejuicios a las distintas cate-gorías sociales. Tales características son seleccio-nadas en función de dicha categoría. De tal forma,por ejemplo, los rasgos que se atribuyen a los ne-gros no son iguales a los atribuidos a blancos o chi-nos; ello está permeado por la evaluación social dela categoría (sobre todo cuando se trata de grupossociales). Por lo tanto, juicios, predicciones y com-portamientos se verán afectados por tal evaluación.

Ambos, estereotipos y prejuicios, reflejan una reali-dad deformada y esquematizada. Por ello, cuando se en-frentan a conocimientos nuevos, estos últimos se analizanen función de los primeros. Mecanismos sicológicos comola resistencia al cambio fortalecen dichas formacionessicológicas.

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62

Tanto las representaciones sociales como losestereotipos y prejuicios organizan y dan significación a lainformación proveniente del medio; orientan compor-tamientos y revelan la calidad de las imágenes y lasactitudes de los grupos sociales que interactúan en unmedio social, así como dan cuenta de la valencia de lasidentidades grupales implicadas. Prejuicios y estereotiposforman parte del contenido y, por tanto, de la estructurade las representaciones sociales. De modo más preciso,cuando se trata de la representación de un grupo socialdeterminado, estructura en la que se integran de una formadinámica y sistémica.

Según Doise, la identidad social del sujeto se formaa partir de las características que posee su grupo social,tal como estas están definidas por las categorizacionessociales presentes en los estereotipos y representacionessociales dominantes. Estas representaciones guían el com-portamiento y constituyen su sistema de referencia indivi-dual y grupal.

Aportes y limitaciones de la Teoríade las Representaciones Sociales

A esta teoría se le señalan las deficiencias siguientes:• Su metodología conduce a encontrar una repre-

sentación homogénea, donde quizás existe unarepresentación difusa o una dispersión de los in-dividuos.

• A sus criterios le falta claridad y exactitud, locual es indispensable para conocer si los elemen-tos presentan la suficiente tasa de estructura-ción para ser considerados componentes de larepresentación.

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63

• No es suficientemente claro el principio para de-cidir hasta dónde los componentes representa-cionales en cuestión pertenecen al camporepresentacional en estudio.

No obstante, se reconoce con bastante consenso queesta teoría constituye la expresión más integradora delpensamiento social, ya que contiene una serie de fenóme-nos sociales que —aunque han sido estudiados por sepa-rado en la sicolgía social— son irreductibles a la teoría delconocimiento común, como también se le llama. Constitu-ye, además, una vía eficaz para descubrir la influencia delas contingencias sociales en el discurso de los grupos, yla actitud que estos asumen ante fenómenos relevantespara ellos. Por otra parte, se destaca el papel de la comu-nicación en el plano conversacional y social. Esta teoríapermite esclarecer la significación que tiene el mundo cir-cundante para los grupos que elaboran las representacio-nes sociales, pues, aunque “ingenuo”, tiene como funciónesencial la comprensión del entorno para la orientación yadaptación del individuo.

Mucho más se pudiera escribir sobre el asunto, peropreferimos concluir con dos de sus aciertos, a nuestrojuicio.

1. La teoría de las representaciones sociales hamostrado la necesidad de utilizar elementossicológicos y sociológicos para un estudio mássistémico, a la vez que ha fortalecido lainterdisciplinariedad en el tratamiento de las in-vestigaciones. Al decir de Denise Jodelet (1992),el análisis de las representaciones sociales evi-dencia su posición mixta en la encrucijada de unaserie de conceptos, tanto sociológicos comosicológicos, pues ocupan el espacio donde se in-terceptan lo sicológico y lo social.

Page 69: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

64

2. Metodológicamente, su propuesta ha roto una lar-ga tradición en sicología de focalizar uno u otroextremo del continuum individual-social. Desdeuna teoría social del sujeto, de la sociedad y delhombre, la representación social apuesta por unenfoque que, al no separar el producto (estruc-tura) del proceso (interacción), ponga énfasis enel aspecto dinámico, evidenciando constantemen-te el contexto y el entorno.

Page 70: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

65

Planteamientos metodológicos

Problema:¿Qué características tienen las representaciones socialesque poseen los negros de sí mismos como grupo social?Objetivo General:

Determinar la existencia de representaciones socia-les en los subgrupos estudiados.Objetivos Específicos:1. Caracterizar las representaciones sociales del negro

como grupo social, atendiendo a inserciones socialesdiferentes.

2. Determinar diferencias y semejanzas en las represen-taciones sociales constatadas en los grupossocioclasistas estudiados.

3. Demostrar que las características de las representa-ciones sociales estudiadas son producto de la situacióndel negro, condicionada socioeconómica e histórica-mente.

Hipótesis o conjeturas

Existen distintas representaciones sociales, según el lugarocupado en la estructura socioclasista. Estas comparten

3. Metodología

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66

rasgos comunes a partir de la pertenencia racial común ylas condiciones socioeconómicas e históricas en las quese desarrolló el negro como grupo social.

Características de la muestra

El grupo objeto de estudio se compone de 36 individuosde la raza negra, pertenecientes a distintos grupos de laestructura socioclasista cubana actual. Estos quedaron dis-tribuidos en cuatro subgrupos según su pertenencia al sec-tor tradicional de la economía y al sector emergente de lapropiedad estatal.

Quedaron constituidos los subgrupos, de nueve inte-grantes cada uno, siguientes:

• Obreros del sector de la propiedad estataltradicional.

• Técnicos del sector de la propiedad estataltradicional.

• Obreros del sector de la propiedad estatalemergente.

• Técnicos del sector de la propiedad estatalemergente.

En lo referido a la selección de los sujetos según elcriterio racial, nos apoyamos en la observación, y funda-mentalmente, en la autoafiliación expresada por ellos enun contacto inicial. En este caso hablamos de grupomuestral. Esto se debe a que los sujetos no fueron se-leccionados bajo ningún criterio estadístico de represen-tatividad, puesto que no es este el sentido de lainvestigación.

Se recogieron otras características del grupo muestralaunque no fueron controladas como variables. Estas fue-ron: edad promedio, sexo y escolaridad.

Page 72: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

67

CARACTERÍSTICAS DEL GRUPO MUESTRAL

Técnicas y procedimientos

El levantamiento de los resultados se basó en el análisiscualitativo de la información; aunque fueron empleadosalgunos procedimientos cuantitativos muy sencillos, comola distribución de medias. El método cualitativo se orien-ta al descubrimiento, descripción o procesos del fenóme-no objeto de estudio. Aunque es poco generalizable, ya

Sub-grupos

Edadprome-dio

Hom-bres

Muje-res

Escolaridad Total desujetos

Obreros del Sectorde la PropiedadEstatal Tradicional

27 8 1 9no. grado 9

Técnicos del Sectorde la PropiedadEstatal Tradicional

37 4 5 72

universitariostécnicos medios

9

Obreros del Sectorde la PropiedadEstatal Emergente

33 4 5 3231

universitariostécnicos medios9no. grado12º grado

9

Técnicos del Sectorde la PropiedadEstatal Emergente

34 3 6 9 universitarios9

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68

que no prioriza cantidad, incremento o decrecimiento delproblema que ha de ser explicado, permite el acceso alpensamiento natural, ya que recoge la red de significadosque se expresan mediante el discurso de los sujetos. Aquíse toma en cuenta que uno de los objetivos de la investi-gación está orientado a establecer semejanzas y diferen-cias en ese discurso, por medio de la comparación de lossubgrupos incluidos, así como el descubrimiento de la esen-cia del problema planteado.

Todas las técnicas fueron aplicadas sobre la basedel anonimato, y a partir de una breve introducción sobrelas características de la investigación.

Las técnicas seleccionadas responden a las que tra-dicionalmente han sido utilizadas en el estudio de las re-presentaciones sociales; es decir, asociaciones libres,encuestas, entrevistas y técnicas de medición de actitu-des. En el caso específico de la presente investigaciónseleccionamos: La asociación libre, La escala Likert,El test de las caritas y La entrevista.

Asociación libre. Esta técnica consiste en la evoca-ción de palabras a partir de la representación que sugierepara el sujeto una palabra-estímulo dada. En este caso, elestímulo utilizado fue la expresión “ Los negros”. Luego,con la información recogida se abren categorías que la agru-pan y organizan, y se determinan términos dentro de estasque no son más que palabras que encierran un significadocapaz de incluir una determinada variedad de evocacionesde gran similitud por su significado o por el contexto al quehace referencia. Esta técnica permite mostrar el contenidoy la estructura de la representación, particularmente el nú-cleo central, y propicia que la información sea evocada porlos sujetos de un modo espontáneo (ver anexo I).

Escala Liket: Este instrumento fue creado por Likerten 1932. Su fin es el estudio de las actitudes sociales. Es

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69

de una alta consistencia interna a partir de un cuidadosoproceso estadístico que asegura que cada proposición estérelacionada con la misma actitud general.

La técnica consiste en una serie de proposiciones(ítems) que se le presenta al sujeto sobre el objeto social aestudiar. El número de ellas debe asegurar un equilibrioentre la cantidad de ítems favorables y desfavorables alobjeto. Por su parte, el individuo debe expresar, medianteuna escala, su grado de acuerdo o desacuerdo con cadaproposición.

Para la construcción de la escala utilizada en esteestudio, se recogieron un total de 34 proposiciones sobreel objeto a estudiar, a partir de un pilotaje realizado a 10sujetos. Luego fueron presentadas las proposiciones aotras 50 personas pertenecientes a los grupossocioclasistas incluidos en este estudio. Ellos debíanemitir su valoración sobre cada ítem con el fin de deter-minar los más discriminativos, de mejor comprensión yconcreción, todo lo cual se realizó a través de un largoprocesamiento estadístico.

Finalmente, la técnica quedó constituida por 10 pro-posiciones, 5 favorables y el resto desfavorables al objetoestudiado, lo que garantiza el equilibrio en las afirmacio-nes. De este modo, el instrumento permite mostrar, tantolas actitudes favorables como las desfavorables, ademásdel término medio (ver escala en anexo I).

La escala fue utilizada por Likert en investigacionesrelacionadas a las actitudes hacia distintos fenómenossociales, entre los que se incluyó la actitud hacia el negro.Esto justifica su inclusión en la presente investigación.

Técnica de las caritas. Esta técnica fue tomada dela Tesis de Diploma de Teresa López Jomarrón (1990),tutoreada por el Doctor Manuel Calviño Valdés-Fauly ycotutoreada por la Doctora Carolina de la Torre. Permite

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70

conocer la evaluación afectiva de los sujetos sobre un ob-jeto de estudio. Ha sido muy utilizada en las investigacio-nes de identidad, especialmente para el estudio de laautoimagen del grupo identitario.

La técnica la componen nueve rostros que represen-tan diferentes estados emocionales; de ellos, los sujetosdeben escoger los que consideran más representativos delgrupo estudiado y de otros grupos que les son propuestos.Luego deben argumentar las selecciones y, a partir de es-tos argumentos se obtiene información sobre la imagen aso-ciada al grupo en cuestión. No solo basados en laautoimagen, sino también en las diferencias establecidasrespecto a la visión sobre los otros grupos presentados.

Para el análisis de la técnica, se toman en cuenta losrostros seleccionados por los sujetos y los argumentosdados, los que finalmente son organizados en categoríasinformacionales.

Dada su utilidad en los estudios de autoimagen, fueescogida para la presente investigación. Además porqueaporta información sobre cómo se percibe el negro comogrupo social, lo cual, junto al resto de las técnicas, permitedescubrir el contenido de la representación objeto de es-tudio (ver anexo II).

Entrevista. Se realizó una entrevista semiestructu-rada, compuesta por una serie de preguntas abiertas quepermiten un margen de flexibilidad a partir de las respues-tas de los sujetos. Además, preguntas cerradas. Este ins-trumento facilita la obtención de un gran volumen deinformación, por lo que tiene mucho uso en las investiga-ciones sociosicológicas. Sus ventajas radican en la posibi-lidad de profundizar y obtener importantes informacionesa partir de la relación cara a cara con el sujeto. Ello per-mite el establecimiento de una empatía que, junto a la pre-cisión de las formulaciones, van más allá de lo que

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71

reportaría la pregunta por sí sola. Esto supone una granutilidad en las investigaciones del conocimiento de sentidocomún, el cual se recoge con mayor autenticidad en elcontacto y la conversación que facilita este instrumento.Para garantizar la comprensión y accesibilidad que debepropiciar la técnica, se realizó un pilotaje entre 10 perso-nas. Finalmente, la entrevista quedó estructurada en 8preguntas, orientadas a recoger cantidad, calidad y pro-cedencia de la información, aspectos estos de suma im-portancia para el estudio de la representación social (veranexo III).

Resultados en cada subgrupo

Técnicos del sector de la propiedad estatal tradicional

El análisis de los datos permite afirmar que existe unarepresentación social con las características siguientes:.

Núcleo de la representación. Se estructura alre-dedor del significado discriminados. Este emerge en di-ferentes técnicas, lo cual ratifica su lugar. Pero al mismotiempo puede considerarse que también integran el nú-cleo cualidades positivas de la personalidad, en lasque se destaca el buen carácter.

Campo de la representación. Lo integran el núcleo ylas informaciones en torno al objeto de representación.Aquí se agrupan un conjunto de cogniciones y juicios, queen teoría deben ocupar un orden jerárquico determinado;pero el nivel de profundidad logrado mediante las técnicasutilizadas no permiten configurar tal jerarquía. Ello reque-riría la aplicación de otras técnicas y análisis más precisos,imposibles de llevar a cabo en un estudio de este tipo. Noobstante, los datos obtenidos sí permiten agrupar y estruc-turar el campo representacional de modo general, pues

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72

emergen en más de una técnica, lo cual otorga solidez anuestra afirmación.

Conducta social inadecuada. Emerge con bastanteconsenso compartido. Además aparecen rasgos físicosreferidos a los rasgos faciales —valorados como toscos—y la fortaleza física del negro. Otros atributos son el bajonivel cultural y la propensión a la práctica de religiones deorigen africano. Estos rasgos pudieran ser expresión deestereotipos afianzados en los propios sujetos de la razanegra.

Información. Está integrada por el conjunto decreencias y cogniciones que han sido expresadas a lo lar-go de este análisis y que a juicio de los propios sujetosparten de sus vivencias personales. En cuanto a la cali-dad de la información, se percibe el juicio reflexivo en lasinformaciones expresadas. Tales juicios se orientan a re-saltar la influencia del medio y de las condicionessociohistóricas en que vivió este grupo social, en la for-mación de la personalidad y, por consiguiente, en la con-ducta social con que el negro es asociado por estesubgrupo. Se ofrecen además reflexiones críticas sobrelos prejuicios que subsisten e influyen en que aún el negroencuentre determinadas trabas sociales. Aunque la cali-dad de las imágenes que revelan las informaciones tiendaa ser positiva —pues predomina la alusión a los rasgospositivos— es notable la presencia de estereotipos y pre-juicios negativos sobre el grupo objeto de estudio, lo cualrevela que en este subgrupo tiene cierto peso la atribu-ción de rasgos desfavorables a su grupo de pertenenciaracial. Sin embargo, esta imagen es tenida en alta estimaen relación con la percepción que se tiene del negro africano.

Actitud. Es favorable, aunque está muy próxima auna posición intermedia, la cual expresa un equilibrio en-tre la proporción de criterios a favor y de criterios en con-

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73

tra manejados por este subgrupo. Los sujetos no expresanradicalmente una actitud favorable, son aceptados tantojuicios positivos como negativos o simplemente se emitencriterios que pudieran favorecer al grupo racial si no ex-presaran abstención. No obstante, se observa la tenden-cia a rechazar muchos de los contenidos, lo cual puedeestar determinando el resultado obtenido.

Esta peculiaridad se expresa en las característicasde la información que, aunque portadora de algunos este-reotipos, muestra tanto lo negativo como lo positivo aso-ciado al grupo racial. Por otra parte, la aceptación decriterios desfavorecedores que influyen en el resultadode la actitud se reafirma en el peso que aún tienen losrasgos negativos para este subgrupo, y que son reflejadosen las demás técnicas.

I II III IV V VI

43

12

42

57

127

0102030405060

Total

1 2 3 4 5 6

Categorías

43

57

12

42

712

I II III IV V VI

TÉCNICOS DEL SECTOR DE LA PROPIEDADESTATAL TRADICIONAL. INFORMACIÓN TOTAL

RECOGIDA EN ESTE SUBGRUPO

I: Rasgos positivos.II: Rasgos negativos.III: Capacidad intelectual.

IV: Otras características asociadas a la condición social.

V: Aptitudes.VI: Rasgos físicos.

TOTAL: 173 palabras.

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74

Técnicos del sector de propiedad estatal emergente

En este grupo los resultados arrojan la existencia de unarepresentación social que queda conformada de la mane-ra siguiente.

Núcleo de la representación. Se estructura a par-tir de los significados discriminados y buen carácter;ambos aparecen en varias técnicas con una presencia re-levante, aunque es importante aclarar que el primero semuestra más estable. El buen carácter es expresión deuna imagen positiva identificada con el grupo racial, don-de este es el rasgo más recurrente; pero su peso es menorque el término discriminados.

TÉCNICOS DEL SECTOR DE LA PROPIEDAD ESTATALTRADICIONAL. TÉRMINOS MÁS RELEVANTESDE CADA CATEGORÍA SEGÚN EL CONSENSO

ALCANZADO ENTRE LOS SUJETOS

I II III IV V VI

8

6

3

7

4

7

I II III IV V VI

8

7

6

7

3

4

012345678

Sujetos

1 2 3 4 5 6

Términos por Categorías

I II III IV V VI

8

7

6

7

3

4

I: Buen carácter.II: Conducta social

inadecuada.III: Bajo nivel.

IV: Discriminados.V: Religiosidad (práctica de

cultos sincréticos).VI: Facciones toscas

Page 80: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

75

Campo de la representación. Lo componen, ade-más, elementos periféricos de mayor consenso despuésdel núcleo. En este caso aparece la referencia a la conduc-ta social inadecuada, con gran consenso entre los sujetos ycon una frecuencia de aparición notable. Se señala tam-bién la falta de aspiraciones de superación. Son personascomo cualquier otra, sus aptitudes se inclinan predomi-nantemente hacia la música y se caracterizan por su forta-leza física, entre otros rasgos de este tipo.

Información. La procedencia de la información par-te de las vivencias personales, mediante las cuales se re-salta, con énfasis, manifestaciones de discriminación yprejuicio hacia el negro; aunque también se observan ras-gos positivos focalizados hacia el buen carácter, y enmenor medida, la conducta social inadecuada. Ademásde esta fuente, señalan la información que es transmitidapor los medios de difusión masiva , principalmente la tele-visión. En relación con esta última, se hace referencia ala falta de figuras negras en este medio, y a la transmisiónde una imagen desfavorecedora del grupo racial, aunquetambién aporta información sobre la historia pasada delgrupo. En general, la información ofrecida por estesubgrupo es rica en reflexiones, las cuales superan la ob-servación estereotipada. Los juicios se orientan a ofreceruna explicación causal de las características más frecuen-tes observadas por estos sujetos en los negros, la cual esjustificada por los factores histórico-sociales que influye-ron en este grupo social.

Otro rasgo que tipifica la información aportada porel subgrupo es su carácter crítico, referido a la situaciónexperimentada por el negro actualmente, sobre todo en elsector que opera con divisas. Se resalta la crítica contrael prejuicio racial y las conductas discriminatorias aúnvivenciadas. Aparecen también frases de reafirmación de

Page 81: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

76

la pertenencia racial y predomina el consenso de los ras-gos positivos. Destacan el buen carácter de los individuosde este grupo racial, aunque la alusión a característicasnegativas es también relevante. La imagen negativa delnegro que aquí se maneja cambia cuando es comparadocon otros grupos extranjeros de igual pertenencia racial.Esto se evidencia en lo que refieren del negro norteameri-cano y el africano, los cuales son más discriminados yestán más insatisfechos que el cubano. En general, los jui-cios son bastante imparciales, o sea no predomina elencasillamiento rígido de la información referida al negro.

0102030405060

Total

1 2 3 4 5 6

Categorías

I II III IV V VI

32

43

60

1118

I II III IV V VI

16

TÉCNICOS DEL SECTOR DE LA PROPIEDADESTATAL EMERGENTE. INFORMACIÓN TOTAL

RECOGIDA EN ESTE SUBGRUPO

IV: Otras características aso-ciadas a la condición social.

V: Aptitudes.VI: Rasgos físicos.

I: Rasgos positivos.II: Rasgos negativos.III: Capacidad intelectual.

TOTAL: 180 palabras.

Actitud. Aunque la media de actitud muestra unequilibrio entre la proporción de posiciones a favor y encontra, a partir de un análisis cualitativo se constata latendencia del grupo a asumir posiciones más a favor queen contra, si bien son aceptados también criterios contra-

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77

rios al suyo, y otros que no se muestran ni en uno ni enotro extremo. No obstante, esta actitud se comprueba du-rante todo el discurso manejado por el subgrupo, en el quetienen mayor peso las cualidades positivas y se manifies-tan expresiones de empatía y reafirmación por el grupo depertenencia. La falta de definición precisa ante determina-das posiciones se corrobora en el carácter imparcial de lainformación, en la cual se identifican rasgos favorables ydesfavorables a partir de un juicio reflexivo.

012345678

Sujetos

1 2 3 4 5 6 7

Términos por Categorías

8

7 7

5 554

I II III IVa IVb V VI

TÉCNICOS DEL SECTOR DE LA PROPIEDAD ESTATALEMERGENTE. TÉRMINOS MÁS RELEVANTES DE

CADA CATEGORÍA SEGÚN EL CONSENSOALCANZADO ENTRE LOS SUJETOS

IV a: Discriminados.V b: Personas como

cualquier otra.VI: Fuertes.

I: Buen carácter.II: Conducta social inadecuada.III: Falta de aspiraciones de

superación.

Obreros del sector de la propiedad estatal tradicional

Concluimos que para este grupo la representación quedaconformada de la manera siguiente.

Núcleo de la representación. La información se es-tructura alrededor del término buen carácter, el cual esmanifestado en todas las técnicas y ocupa el primer lugar

Page 83: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

78

en orden de evocación. Por ello nos parece indudable, apartir de su gran estabilidad y consenso, que sea el núcleode la representación. No obstante vale incluir la conductasocial inadecuada, que, aunque no ocupa lugares privile-giados en el orden de evocación, en todas las técnicas essumamente relevante su presencia e identificación.

Campo de la representación. Se hace referencia alos rasgos físicos, destacándose el color negro de la piel yla inclinación hacia la música. Además, se atribuyen queson gente trabajadora, personas como cualquier otra. Sonobjeto de prejuicios raciales, y con menor consenso, refie-ren que son inteligentes. Aparecen otros juicios que por

IV: Otras características aso-ciadas a la condición social.

V: Aptitudes.VI: Rasgos físicos.

0

10

20

30

40

50

60

70

Total

1 2 3 4 5 6

Categorías

I II III IV V VI

31

64 64

7

28 27

OBREROS DEL SECTOR DE LA PROPIEDADESTATAL TRADICIONAL. INFORMACIÓN TOTAL

RECOGIDA EN ESTE SUBGRUPO

I: Rasgos positivos.II: Rasgos negativos.III: Capacidad intelectual.

TOTAL: 180 palabras.

Page 84: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

79

tener menos consenso no son reflejados, por no ser desuficiente peso e interés del campo representacional.

Información. La mayor parte procede de las viven-cias personales de los sujetos. De ellos resaltan las aptitu-des hacia la música, el deporte y el buen carácter. En menormedida, los prejuicios de los que son objeto. La segundafuente relevante proviene de la televisión, mediante la cualconocen la historia del grupo racial en Cuba y sus tradi-ciones culturales, además de constatar estereotipos ne-gativos que identifican al negro con una conducta socialinadecuada reflejada en filmes y seriales. En cuanto a lacalidad, se observa que la información está cargada deestereotipos, ya que los individuos emiten juicios

012345678

Sujetos

1 2 3 4 5 6 7 8

Términos por categorías

8

5

8

4 4

5

6

7

I a I b II III IV a IV b V VI

OBREROS DEL SECTOR DE LA PROPIEDAD ESTATALTRADICIONAL. TÉRMINOS MÁS RELEVANTES DE

CADA CATEGORÍA SEGÚN EL CONSENSOALCANZADO ENTRE LOS SUJETOS

IVa: Personas como cualquierotra.

IVb: Son objeto de prejuiciosraciales.

V: Musicales.VI: Piel negra.

I a: Buen carácter.I b: Trabajador.

II: Conducta socialinadecuada.

III: Inteligentes

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generalizables y rígidos del grupo racial. Aparecen equili-brados en cuanto a proporción, informaciones positivas ynegativas, con la particularidad de que se favorece laautoimagen al inicio, dejando en lugares menos privilegia-dos los juicios peyorativos. Esto muestra que aún el negroes asociado con imágenes que van en detrimento del gru-po racial, aunque se resalten otras que lo ubican en mejorposición. Sin embargo, cuando la autoimagen es compa-rada con la de otros grupos extranjeros de igual pertenen-cia racial, como el africano y el norteamericano, entoncesse resalta el carácter alegre de este, mientras que los otrosson considerados más insatisfechos y discriminados.

Actitud. Se observa una actitud favorable hacia elnegro, manifestada en el predominio de posturas a favorde él. No obstante, la casi totalidad de los sujetos asumenposiciones que manifiestan rechazo. Se evidencia —aun-que en menor medida— en la aceptación de juicios quevan en contra de su grupo racial. Las expresiones general-mente se ubican en los polos favorable-desfavorable. Sonpocos los juicios que se abstienen de tales posiciones, locual reafirma la tendencia encontrada del encasillamientodel grupo racial.

Obreros del sector de la propiedad estatalemergente

Los datos analizados en este grupo demuestran la existen-cia de una representación social compuesta por los ele-mentos siguientes:

Núcleo de la representación. A pesar de que los re-sultados iniciales no se corresponden con los obtenidosposteriormente en cuanto al elemento que figuraba comonúcleo, dado la alta frecuencia de aparición de los térmi-nos conducta social inadecuada y buen carácter —asícomo el consenso mostrado respecto a estos y la división

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de criterios observados en este grupo— podemos referirque asistimos a un momento de consolidación de la repre-sentación social en este subgrupo. En él los elementos cen-trales son los anteriormente referidos, pero ya que el núcleose construye teniendo en cuenta no solo el consenso, sinotambién el orden de aparición de los elementos —y esteno pudo ser comprobado en la técnica que así lo permite(la asociación libre)— referimos la incipiente conforma-ción del núcleo hacia estos términos.

Campo de la representación. Se hace referencia a ladescripción física, compuesta principalmente por los tér-minos facciones toscas, y discriminados, que, aunquecompartidos por la misma cantidad de sujetos que los queperfilan el núcleo, no son referidos en todas las técnicas.Aparecen otros rasgos de menor consenso, como el buennivel cultural alcanzado, el bajo nivel intelectual, la inte-gración social lograda y la identificación del grupo con loscultos religiosos de origen africano.

Información. La información tiende a agruparse enpolos opuestos. Esto se manifesta en los juicios con quecalifican al grupo racial, los que refieren, en diversas oca-siones, cualidades opuestas sobre un mismo aspecto, comoes el caso de las informaciones sobre la capacidad intelec-tual o la opinión referida por unos sobre la integraciónsocial alcanzada, y la conducta social inadecuada que ex-ponen otros. Por otra parte, los términos utilizados mues-tran menos consenso que los de subgrupos anteriores, pueshay mayor variedad de criterios. La información está car-gada de juicios estereotipados, que revelan una imagenpeyorativa del negro, aunque los juicios positivos se pre-sentan con un peso relevante muy seguido de los anterio-res. A pesar de la tendencia al encasillamiento del grupoen determinadas informaciones, se observa el predominiode respuestas reflexivas orientadas a dar explicación de losjuicios expuestos. Se atribuyen a la influencia del medio

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social y la transmisión de patrones de conductas y cultura-les a través de la familia. Es notable el criterio crítico sobrela pervivencia de prejuicios raciales y cierta discriminaciónvivenciada por los sujetos, aún más en el sector turístico oque maneja divisas. La procedencia de la información eneste subgrupo parte fundamentalmente de las vivenciaspersonales, de las cuales afirman, tanto aspectos negativoscomo positivos. También es importante la referencia a lostestimonios o experiencias de otras personas, que reafir-man lo mismo, y la televisión como fuente mediante lacual se conoce la historia de este grupo social.

5256

14

24

9

33

I II III IV V VI0

10

20

30

40

50

60Total

1 2 3 4 5 6

Categorías

I II III IV V VI

5256

14

24

33

9

OBREROS DEL SECTOR DE LA PROPIEDADESTATAL EMERGENTE. INFORMACIÓN TOTAL

RECOGIDA EN ESTE SUBGRUPO

I: Rasgos positivos.II: Rasgos negativos.III: Capacidad intelectual

IV: Otras características asociadas ala condición social.

V: Aptitudes.VI: Rasgos Físicos.

TOTAL: 188 palabras.

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Actitud. Revela una posición media, a partir de laaceptación de criterios que entrañan posiciones en contray a favor del grupo racial de pertenencia. Esto se com-prueba también en los criterios emitidos en el resto de lastécnicas, lo cual pudiera estar influido por la heterogenei-dad encontrada en la composición de este incipiente grupo.

0

1

2

3

4

5

6Sujetos

1 2 3 4 5 6 7 8

Términos por categorías

I a I b II IIIa IIIb IV V VI

6

4 4

6 6

4 4

6

OBREROS DEL SECTOR DE LA PROPIEDADESTATAL EMERGENTE. TÉRMINOS MÁS RELEVANTES

DE CADA CATEGORÍA SEGÚN EL CONSENSOALCANZADO ENTRE LOS SUJETOS

Ia: Buen carácter.Ib: Integración social.II: Conducta social

inadecuada.IIIa: Buen nivel cultural

alcanzado.

III b: Bajo nivel intelectual.IV: Discriminados.V: Religiosidad (práctica de

cultos sincréticos).VI: Facciones toscas.

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Semejanzas y diferencias en las representacionessociales de los distintos grupos socioestructurales

Semejanzas

Los resultados demuestran la existencia de representa-ciones sociales en los subgrupos estudiados. Tanto obre-ros como técnicos poseen informaciones compartidas sobreel tema en sí, que solo varían en cuanto a la relevanciaotorgada por unos y otros a determinados aspectos quecomponen la representación, lo cual se refleja en la varia-ción del grado de consenso que alcanzan estos en cadagrupo.

Ambos grupos (obreros y técnicos) manejan losmismos aspectos informacionales, entre ellos se desta-can los rasgos peyorativos que asocian al negro con uncomportamiento social inadecuado. Estos va desde con-ductas antisociales, como la delincuencia, hasta mani-festaciones contrarias a las normas sociales deeducación, como el que es chabacano y bullicioso. Porotra parte, todos concuerdan en que los negros poseenbuen carácter, a través del cual expresan su alegría ysociabilidad. Ambas características son harto referidasy compartidas por los sujetos. Todo ello muestra la asig-nación de atributos tanto negativos como positivos algrupo racial de pertenencia, y forma parte, en unos uotros, del núcleo de la representación.

Conclusiones

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Consideramos que la existencia de rasgos tanto ne-gativos como positivos en la representación que el negrotiene de sí como grupo social se explica en los anteceden-tes históricos ya abordados; en la situación que ocupó desdesu introducción en la Isla y durante su consolidación comogrupo social. Nos damos cuenta de que con talcondicionante este grupo devino minoría social. Como tal,sus rasgos fenotípicos, como el color de la piel, adquirie-ron para los otros significaciones sociales tenidas en bajaestima. A su vez, las condiciones de marginación deter-minaron, en buena medida, conductas sociales inadecua-das de las que se valían para la subsistencia del grupo.Como los grupos sociales configuran su identidad a partirde atributos construidos por ellos mismos y por los atribui-dos por los exogrupos, no es de extrañar que aún subsis-tan imágenes peyorativas como parte de su representación,y que algunas de ellas se reaviven en las condiciones ac-tuales. No obstante, es innegable que a partir de la trans-formación operada al triunfo de la Revolución, y losconsiguientes logros y reivindicaciones sociales alcanza-das por el negro, la autoimagen de este tiende a mejorar.Las condiciones han coadyuvado al fortalecimiento de laautoestima del grupo, que, integrados a la sociedad, cons-tituye un factor más en el avance de la misma. Por todoesto, en este estudio se observa la tendencia a evocar enlos primeros lugares cualidades positivas de la imagen delnegro, en tanto los rasgos negativos aparecen en posicio-nes posteriores.

Otro de los términos comunes de importancia es lareferencia a la discriminación, que para los técnicos deambos sectores llega a ser la imagen central en la es-tructura de sus representaciones, y aunque entre todoslos obreros no se erige como núcleo, sí es referido porestos.

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La descripción de los rasgos físicos del negro es men-cionada en todos los subgrupos. Sin embargo, es intere-sante que estas características no ocupen un lugarrelevante en las representaciones respecto a otros atribu-tos no físicos ya señalados, lo cual quiere decir que predo-minan en estos los rasgos sociales cuando propicianreflexiones sobre la representación.

En cuanto a la información, se observan puntos deconsenso en la procedencia de la misma, pues indepen-dientemente de otras fuentes referidas en cada subgrupo,las vivencias personales aparecen como fuente común paratodos. A partir de ellas, constatan rasgos positivos y ne-gativos del grupo objeto de estudio.

Diferencias

Obreros. Entre los obreros del sector tradicional y el sec-tor emergente se hallan más diferencias que entre los téc-nicos de uno y otro sector. El buen carácter y la conductasocial inadecuada son los elementos de más consenso enambos subgrupos. Sin embargo en los del sector de lapropiedad tradicional, estas se consolidan como núcleo dela representación; mientras que entre los del sector emer-gente el núcleo parece estarse estructurado sobre la basede estas características. Este proceso de consolidaciónde la representación al que asistimos, según nuestro crite-rio, se debe a la heterogeneidad encontrada en estesubgrupo, ya que se compone de diferentes estratos so-ciales movilizados hacia esta inserción social a partir delas condiciones socioeconómicas y la correspondiente re-estructuración socioclasista.

Entre obreros del sector tradicional son típicas lasinformaciones estereotipadas, ya que tienden a laabsolutización de las características que refieren del gru-

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po social. Tambièn, poco reflexivas, pues a diferencia delos técnicos, no abundan sobre los juicios que emiten. Seobserva además equilibrio entre la proporción de rasgosnegativos que se resaltan y rasgos positivos. En este gru-po la procedencia de las informaciones que poseen partenen primer lugar de las vivencias personales, entre las quese encuentran el carácter jovial, la musicalidad del negroy sus buenas aptitudes hacia el deporte. También, los pre-juicios raciales de los que son objeto por parte de otrosgrupos en la sociedad. Refieren, además, la informaciónprocedente de la televisión a través de la cual han conoci-do sobre la historia del negro.

Es interesante que en los obreros del sector emer-gente los rasgos más comunes que se observan en losobreros tradicionales no van más allá de los comparti-dos por todos los subgrupos y que ya fueron menciona-dos anteriormente. Es propio de este subgrupo la divisiónde criterios en polos opuestos, que se refieren a unamisma cualidad. Por ejemplo, unos manifiestan que losnegros son integrados socialmente y otros que tienenuna conducta social inadecuada. Una de las distincio-nes más relevantes en estos sujetos es la calidad de lainformación, la cual, aunque está cargada de estereoti-pos como la de los obreros tradicionales, tiende a lareflexión orientada a encontrar la causalidad de los cri-terios que emiten sobre el negro (factores histórico-sociales y culturales heredados y condiciones del medio).Es característico la crítica sobre algunos aspectos so-ciales, como la referencia a la discriminación, que tie-ne mayor relevancia en este subgrupo que en losobreros tradicionales. Los del sector emergente asu-men un discurso más crítico en cuanto a este rasgo, elcual es enmarcado en el sector turístico, ya que segúnellos es donde más se manifiesta.

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En relación con los obreros tradicionales, la imagendesfavorable del negro tiende a ser predominante; aun-que se observan lazos de unión en las fuentes de informa-ción. Tanto en uno como otro sector parten de vivenciaspersonales y de los medios de comunicación masiva (prin-cipalmente la televisión); sin embargo, las vivencias per-sonales tienden a resaltar más aspectos negativos de laconducta social asociada al negro. Este subgrupo presen-ta en su representación tanto características propias delos obreros tradicionales como características encontra-das en los técnicos. Creo que esto se debe a la heteroge-neidad en la composición de los obreros emergentesreferida anteriormente.

Técnicos. En los técnicos del sector tradicional, comolos del emergente, la representación social halla su núcleoen el término discriminación. El resto de las informacio-nes que integran el campo representacional guardan es-trecha relación con este fenómeno. También integran elnúcleo rasgos positivos, como el referido al buen caráctercon que es asociado el grupo racial.

En este estrato social prima la información crítica yreflexiva. Esta no tiende al encasillamiento rígido de losjuicios emitidos, sino que busca la causalidad en las condi-ciones sociohistóricas y culturales que influyeron en estegrupo social. El fenómeno de la discriminación no es re-ferido solo a la historia del negro en Cuba, sino también alas condiciones actuales, en las que aún perciben —enalgunas esferas— determinadas manifestaciones al res-pecto. Principalmente, en las más competitivas, en las quesegún ellos, al negro le es más difícil desenvolverse (elturismo o los altos puestos de dirección).

En ambos subgrupos (tradicionales y emergentes),los criterios positivos acerca del negro ocupan mejor po-sición respecto a los negativos, aunque la diferencia no es

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ostensible. Las opiniones críticas no solo se refieren a lasconductas discriminatorias, sino también a las conductasnegativas que perciben entre los negros.

No obstante, aunque comparten estos rasgos comu-nes, se observan sutiles diferencias entre un subgrupo yotro. En los técnicos del sector tradicional la fuente deprocedencia de la información parte de vivencias perso-nales sobre los rasgos negativos de la conducta social delnegro; mientras que entre los técnicos del sector emer-gente, aunque se refiere la misma fuente, esta da cuentade más rasgos positivos del carácter del negro que losnegativos. Además, hacen referencia a la influencia delos medios de comunicación masiva, en especial la televi-sión, la cual, a su juicio, transmite una imagen peyorativadel negro, aunque aporta conocimientos sobre su historia.Por otra parte, aluden a la falta de actores negros queaccedan a la televisión. Esto es reflejo del elevado espíri-tu crítico de los técnicos de este sector, que tiende a supe-rar el de los técnicos del sector tradicional. Ello se debe aque, según sus criterios, se está más expuesto a las condi-ciones que los hacen sentirse discriminados, como las ma-nifestadas en experiencias negativas que han vivido en elmomento de optar por una plaza en el sector del turismo.También se evidencia en los juicios de reafirmación haciasu pertenencia racial encontrados.

En resumen, las informaciones acerca de las repre-sentaciones sociales estudiadas en los distintos grupos dela estructura socioclasista cubana actual, son reflejo decómo las condiciones económicas e histórico-socialesmoldean el pensamiento social de los grupos humanos, eneste caso de los negros como grupo social. Ello se con-serva en cogniciones compartidas entre ellos, tanto lasconformadas en sistemas socioeconómicos anteriores,como las que develan la influencia del medio social ac-

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tual. Por otra parte, se observa que las características deesas representaciones están en consonancia con el dis-curso conversacional que se maneja en las insercionessociales estudiadas, a partir de las condiciones que estasaportan a sus miembros y que se evidencian en la calidadde las informaciones referidas.

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I. Asociación Libre

Diga todo lo que le viene a la mente al escuchar la frase:“Los negros...”

Escala de Medición de Actitud: Likert

Exprese su grado de acuerdo para cada proposición apartir de las siguientes alternativas de respuesta:1. Completamente de acuerdo.2. De acuerdo.3. Indeciso.4. En desacuerdo.5. Completamente en desacuerdo.

Proposiciones1. Los negros no se apoyan entre sí.2. Familiarmente tienden a presentar más conflictos.3. Les gusta ensañarse con los de su propia raza.4. Son buenos deportistas.5. Su mundo por lo general es bajo.6. Han sabido superarse.7. Si no la hacen a la entrada la hacen a la salida.8. Los negros se caracterizan por ser honrados.9. Son luchadores.10. Son abiertos, desinhibidos.

Anexos

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Téc

nica

de l

as ca

rita

s

Seña

la e

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aso

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I. Entrevista Semiestructurada

Esta entrevista responde a una investigación sicológica so-bre lo que los individuos pertenecientes a la raza negrapiensan de ellos mismos. Esperamos la mayor sinceridadposible en las respuestas ofrecidas.

Datos:

Edad:

Sector de la propiedad estatal al que pertenece:

Sexo:

Ocupación:

1. De los grupos raciales que aparecen a continuación,diga a cuál usted pertenece.

Blanco Negro Mestizo Indio Chino

a) ¿Por qué se considera negro?

2. Mencione las características, rasgos o cualidades queusted crea que son típicas de los negros. ¿Por qué piensaasí?

3. La opinión que usted tiene de los negros en general laha aprendido por

Vivencias personales.

Testimonios o experiencias de otras personas.

Creencias generalizadas por la mayor parte de lagente.

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Información que usted ha obtenido a través de lec-turas.

Información obtenida a través de la T.V, radio, cineu otro medio de comunicación masiva.

Información obtenida por cursos, carrera profe-sional u otros estudios realizados por usted.

Otras

a) Explique el por qué de las alternativas seleccio-nadas.

4. Teniendo en cuenta lo que usted piensa de los negros,diga una palabra o una frase que identifique a los ne-gros en general.

a) ¿Por qué?

5. ¿Ha tenido a lo largo de su vida o durante su experien-cia laboral alguna vivencia positiva o negativa con per-sonas de su raza? Nárrela.

a)¿Cómo usted cree que han influido esas experien-cias en la opinión que usted se ha formado de losnegros?

6. De las experiencias que usted ha tenido o escuchadode otras personas, en las siguientes áreas:

Experiencias en el barrio.

Durante su paso por la escuela o su niñez.

En las relaciones de pareja.

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95

En las relaciones de amistad.

Otras.

a) Relate esas experiencias y la opinión que usted se haformado de los negros, a partir de las mismas.

7. Exprese los juicios y comentarios que a lo largo de suvida usted ha escuchado que los negros dicen de símismos. Mencione aquellos con los que usted concuer-da y explique por qué.

8. Diga la opinión que usted tiene de los negros en gene-ral y por qué piensa así.

Page 101: EL NEGRO Y SU REPRESENTACIÓN SOCIAL

97

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103

DE LA AUTORA:

SANDRA MORALES FUNDORA. (La Habana, 1974). Es gra-duada de Sicología, por la Universidad de La Habana. Harealizado diversos posgrados en el área de la sicologíassocial y en equipos de trabajo. Actualmente se encuentraejerciendo el servicio social en la Dirección de EstadísticasSociales de la Oficina Nacional de Estadísticas.

DE LA ILUSTRADORA

DEGUIS FERNÁNDEZ TEJEDA (Santiago de Cuba, 1946),diseñadora gráfica, dibujante, fotógrafa. Se graduó en laEscuela Nacional de Arte en la especialidad de pintura.Graduada en la Universidad de Oriente en la Licenciaturade Historia del Arte. Ha obtenido varios premios en salo-nes nacionales de fotografía y dibujos, y un premio dedibujo en Polonia en 1977. Ha participado en varias expo-siciones colectivas de libros, afiches y pintura. Ha obteni-do las medallas de la Alfabetización, 40 Aniversario de lasFAR y la Raúl Gómez García. Desde 1970 laboró comodiseñadora gráfica y dibujante en la Editorial Oriente. Enla actualidad se desempeña como Especialista Principalen Diseño de la Editorial de Ciencias Sociales/Científico-Técnica.

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105

Introducción / 11. Fundamentación / 4

Sobre los orígenes del racismo / 4Acerca de la autoimagen del negro / 10Los negros en cuba / 13

2. Teorización / 36Las representaciones sociales. una teoríadel conocimiento social / 36Aproximaciones conceptuales / 37Acerca de las funciones de las representacionessociales / 40Fuentes de las representaciones sociales / 41Tendencias en torno al objeto de estudiode las representaciones sociales / 44Estructura, mecanismos y contenidosde la representación social / 46Metodología para el estudio de lasrepresentaciones sociales / 51La identidad sociogrupal, los estereotipos y prejuicios,y las representaciones sociales / 57Estereotipos y prejuicios / 59Aportes y limitaciones de la Teoríade las Representaciones Sociales / 62

Indice

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106

3. Metodología / 65Planteamientos metodológicos / 65Hipótesis o conjeturas / 65Características de la muestra / 66Técnicas y procedimientos / 67Resultados en cada subgrupo / 71Obreros del sector de la propiedad estatal tradicional / 77

Anexos / 91Bibliografía / 97DE LA AUTORA / 103DE LA ILUSTRADORA DE CUBIERTA / 103