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EL PENSAMIENTO ECONOMICO LATINOAMERICANO CONTEMPORANEO Señor Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas Señor Presidente Encargado del Banco Central de Venezuela Señor Embajador de Colombia en la hermana República de Venezuela Amigos, compañeros de las Academias de Historia de Venezuela y de Ciencias Económicas y amigos todos En verdad, yo he tomado esta tarde la decision de regresar a mi calurosa Barranquilla para redoblar los esfuer- zos en el trabajo intelectual, para ver si puedo de esta manera merecer tanta bondad, tanta generosidad de mis amigos vene- zolanos, particularmente en estas frases de la bienvenida que me han dado esta tarde; pero vaya rogarles que me disculpen que no responda a las características de esta sala que exigen el máximo de seriedad en la exposición, para que me per- mitan hacer una charla o un diálogo de amigos, informal, como creo que deben tratarse los temas propios de la eco- nom ía, que de manera equivocada nuestros científicos so- ciales o técnicos, a veces enredan con el abuso de termino- logía o de signos y expresiones matemáticas, cuando en ver- dad estas cosas son más bien sencillas y exigen la máxima 17

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EL PENSAMIENTO ECONOMICOLATINOAMERICANO CONTEMPORANEO

Señor Presidente de laAcademia Nacional de Ciencias Económicas

Señor Presidente Encargado delBanco Central de Venezuela

Señor Embajador de Colombiaen la hermana República de Venezuela

Amigos, compañeros de las Academias deHistoria de Venezuela y de Ciencias Económicas y

amigos todos

En verdad, yo he tomado esta tarde la decision deregresar a mi calurosa Barranquilla para redoblar los esfuer­zos en el trabajo intelectual, para ver si puedo de esta maneramerecer tanta bondad, tanta generosidad de mis amigos vene­zolanos, particularmente en estas frases de la bienvenida queme han dado esta tarde; pero vaya rogarles que me disculpenque no responda a las características de esta sala que exigenel máximo de seriedad en la exposición, para que me per­mitan hacer una charla o un diálogo de amigos, informal,como creo que deben tratarse los temas propios de la eco­nom ía, que de manera equivocada nuestros científicos so­ciales o técnicos, a veces enredan con el abuso de termino­logía o de signos y expresiones matemáticas, cuando en ver­dad estas cosas son más bien sencillas y exigen la máxima

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claridad. Antes de iniciarla, perm (taseme unos segundospara hablar de lo que mencionaba el doctor Maza Zavala,la colección de "Antología del Pensamiento Económico ySocial de América Latina" que se está editando en Bogo­tá con el propósito de divulgarlo, frustrado por cierto, enAmérica Latina; esta es una señal de la situación que pade­ce nuestro subcontinente y que tanto preocupó al Liber­tador. La casa editorial Plaza & [anes, y se lo reclamabaahorita al representante de ella en Venezuela, importa li­bros de la casa matriz en Barcelona de autores extranjeroso sea no latinoamericanos. Lo mismo hace la casa repre­sentante de esta editorial en Lima, como acabo de com­probarlo y lo he comprobado aquí y en las otras capita­les; pero ninguna de estas agencias Intenta ni le importadistribuir los libros de los latinoamericanos que publicala propia editorial en algunas de nuestras ciudades; segui­mos en la misma situación de la colonia, cuando cada unade las capitales tenía comunicación directa con las ciudadesimportantes de la metrópoli, pero de ninguna manera sepermitía la intercomunicación de esas capitales entre sí.Esa colección, como los otros esfuerzos que hago, es paratratar de responder a la osad ía de tomar el nombre del Li­bertador para bautizar nuestra modesta universidad en Ba­rranquilla, y también para poder compensar en algo el lla­marme bolivariano, el tener el altísimo honor de conside­rarme bolivariano, lo cual naturalmente todos los días nosobliga a responder a su legado tratando de hacer algo enfavor de su cumplimiento, por lo menos en la divulgaciónde su pensamiento y la valoración de su obra. Quiero men­cionar un detalle que me ha llenado de satisfacción, yes que he encontrado esta tarde aquí a un personaje queestuvimos tratando de saber de su vida desde hace bastan­te tiempo y que tiene una particularidad conmigo que meha llenado, al lado de lo aquí recibido, también de regocijo.

Hace como unos quince años el gran investigadorargentino Oreste Popescu, me hizo saber que en Bolivia

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un José Consuegra había escrito en 1948, o sea cuandoyo estudiaba econom ía (dos años después estuve en Vene­zuela en calidad de exiliado voluntario) un libro sobre untema que precisamente yo traté unos treinta años después enel muy conocido libro "Control de la natalidad como armadel imperialismo" que fue muy difundido hace ya algunos

años y sigue todavía editándose. Algún día de estos pasadosmi amigo el Presidente de la Sociedad Bolivariana, MarioBriceño, gran académico, me envió un recorte donde otroJosé Consuegra de Venezuela, escribía una novela, presentabauna novela de Caracas y era reconocido como gran periodista.Sucede que los dos José Consuegra' son uno solo y el estáaqu (, y ni él sabe cuánto lo valoramos los investigadores delpensamiento social latinoamericano, por ser uno de lospioneros de la teoría de la población y de los primeros que seatrevieron a refutar con lucidez y argumentación feliz las tesismaltusianas, como me atreví yo posteriormente con las tesisneo-maltusianas, y él me decía ahorita que no tenía unejemplar de su libro para obsequiármelo, y yo le respondí:pero yo tengo diez fotocopias de su libro que están en todaslas bibliotecas de la Universidad Simón Bolívar y en mi bi­blioteca particular, porque desde Bolivia me las enviaronlos corresponsales de la revista "Desarrollo Indoamericano";El renombrado Oreste Popescu, que es tal vez la máxima au­toridad como erudito e investigador en América Latina,acaba de publicar un volumen dentro de la colección de laAntología para demostrar que la teoría cuantitativa de lamoneda se originó en nuestro subcontinente, mientras nues­tros técnicos, nuestros economistas van a Estados Unidos aespecializarse en teoría monetaria y a considerar que es ne­cesario partir al extranjero para saber de las especulacionesalrededor de los problemas del dinero y de los precios; re- .sulta que ahora sabemos con absoluta seguridad que dichateoría fue expuesta con lucidez extraordinaria por los eco­nomistas españoles radicados en la América Latina y porpropios criollos latinoamericanos, mucho antes de que apa-

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reciera el pensamiento de la escuela mercantilista, cuarentaaños antes de la presentación del economista Bodino quees reconocido en todos los textos de econom ía, particular­mente de doctrinas económicas, como el padre de la teo­ría cuantitativa de la moneda. Mas aún, demostramos loseconomistas latinoamericanos, con Oreste Popescu a la cabe­za, que la exposición de Matienzo, de Juan de Matienzo,en Bolivia, actual 'y antiguo Perú, como la de varios eco­nomistas que formaron una escuela, compañeros de él enlabores de tipo judicial, fue más clara y en realidad S1 pue­de considerarse como un cuerpo orgánico teórico, porquemientras el señor Bodino da como causa de lo que hoypodríamos llamar inflación, y que él llamaba escasez, nosólo a la cantidad de oro y de plata en circulación, sinotambién a los monopolios, y en ésto yo lo acepto comopionero de mis tesis, de los planteamientos teóricos que es­bozaré esta tarde, hablaba también de los gastos de la oli­garqu ía de entonces, de los cortesanos, y de los problemas

•del comercio internacional, más aún, el señor Bodino habla-ba de moneda metálica de oro y plata, mientras que Matienzova a referirse al dinero lo mismo que los ilustres miembrosdel Tribunal de Charcas, al dinero que es una concepciónmás amplia y naturalmente de máximo contenido econó­mico. Se atreve a decir Popescu, y yo considero que tienetoda la razón, que en el Siglo XVI en Bolivia, existió una es­cuela que toma el nombre de Escuela de Chuquisaca integra­da por los miembros de la Audiencia de Charcas, los Magis­trados, escuela porque ellos no presentan de manera acciden­tal y episódica sus puntos de vista sobre el problema de losprecios de la mercancía sino que lo recojen en un pequeñotratado que envían al Rey de .España y defienden con todaclaridad sus tesis, como hasta entonces no lo había hechoningún grupo de economistas ni economista en particular.Pero no solamente son Pedro Ram írez López de Ero y Perezde Recalde los que pudiéramos llamar precursores al ladode Juan de Matienzo de la exposición de teoría cuantitati-

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va, sino que tam bién en todos los relatos de los cronistas,como es el caso de Ciesia de León y de los escritores de laépoca, el caso del Padre de Las Casas, se hace mención dela relación de la cantidad de dinero con el precio de las merocanoras. Nadie antecede con tanta claridad a Matienzo ni asus compañeros de audiencia, si se menciona el caso dealgunos personajes anteriores que observaron estas rela­ciones de fenómenos pero que no se dedicaron a presen­tar un examen riguroso del fenómeno; sea el caso de Co­pérnico, que en uno de sus famosos libros habla del pro­blema de los precios y también de San Antonio de Flo­rencia que encuentra Popescu es tal vez el más lejano delos inquietos investigadores que deduce algo relacionadocon el tema. La verdad es que Juan de Matienzo, según losanalistas de la historia peruana, (él tiene varios biógrafos]no ha sido considerado y valorado en su magnitud comogran pensador de una época de suma importancia en la his­toria del pensamiento latinoamericano; él escribio un fa­moso libro, el libro sobre el Perú, que ha sido muy divul­gado y traducido, y escribió el libro en Latín Comentarios,unos comentarios que ten ían nombres largos y que pode­mos reducir con la primera palabra; son unos comentariossobre disposiciones reales, Matienzo era 'un jurista y la ma­yoría de sus libros están dedicados al estudio de los temasjurídicos, aunque también Popescu lo encuentra como per­sonero brillante de la teoría del justo precio. Sin embargo,ningún autor, tal vez porque no le correspondía, no era sumateria, había encontrado en el gobierno del Perú, el fa­moso libro, ni en las Comentarias, en latín Comentarios,nada que tuviese que ver con el pensamiento económico. Senecesita que los economistas dediquen tiempo a este aná­lisis, haciendo traducir primero los libros del latín para ex­traer su contenido económico, y es ahora cuando sabemosesta gran verdad o sea, nosotros tenemos un gran economis­ta de origen español, como lo fue también Las Casas deorigen español, y tal vez ellos juntos aparecen necesaria-

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mente, como los padres de nuestra tcorja económica. Sonlos primeros analistas de los problemas del desarrollo lati­noamericano que con una gran fuerza se enfrentan a la rea­lidad para denunciarla, como es el caso de Las Casas.

En lo que a nosotros nos interesa de Matienzo ahorapodemos decir que él, porque aparece como un autor ordena­do, extremadamente ordenado, es el padre de la teoríacuantitativa de la moneda. Ahora por qué Matienzo y por quélos economistas de la audiencia de Charca pueden analizarestos fenómenos y hoy son considerados pioneros? Simple­mente porque se encargan de estudiar la realidad concreta.Nosotros los economistas nos la pasarnos repitiendo frases,especialmente los izquierdistas y marxistas, relacionados conla importancia de la realidad, yo repito frases extraordinariasno solo de Marx sino también de pensadores del capitalismocomo el caso de Guest, que decia que la realidad desborda laimaginación, es más importante; pero nada de eso, no estu­diamos nuestra realidad para deducir conclusiones sino quenos limitamos a leer los textos extranjeros de acuerdo con laalineación que nos corresponde, si estamos dentro de las Ií­neas del capitalismo toda nuestra formación es a través delos autores norteamericanos o europeos y si estamos en lalínea del socialismo, todavía peor, porque reducimos el co­nocimiento de la Ciencia Económica como hacen los profe­sores de América Latina a un librito que, tengo entendido,fue escrito en la Unión Soviética para obreros, el famoso li­bro de Nikitín y yo los llamo tanto a mis profesores de laUniversidad Simón Bolívar como a los colegas de otras uni­versidades de Colombia y a los colegas de Cuba, Nikiteros

Nadie se atreve pués a escarbar en la realidad concre­ta para deducir planteamientos teóricos que correspondana nuestro paisaje y a nuestra conveniencia, sino que muy có­modamente nos limitamos a esperar que desde afuera lospaises con econom ías distintas dominantes, que natural-

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mente tienen que presentar una expostcron distinta a nues­tras conveniencias porque es lo que a ellos conviene, paranosotros repetir como loros lo que nos dicen. Y qué pasaque estos auditores de Charcas observan un fenómeno quesólo podría darse en la América Latina y por eso aqu í ten íaque esbozarse la teorra cuantitativa y es la abundancia dedinero? Comprueban que los precios de las mercancías valenen Lima cuatro veces más que en PotOSI porque ellos estánal lado de PotOSI que es la mina monstruosa, gigantesca queabastece el mundo de plata, están pues en el centro de laproducción del oro y de la plata que invadió a Europa yconvulsionó el mundo, particularmente el mundo mone­tario. Cómo también observan que los precios en Sevillason más caros que en Lima y que en Potosí y por eso dicenellos. en su español antiguo: a do ay dinero los precios se­rán más altos, y comenzarán a deducir queel precio de lasmercancías depende de la masa. monetaria y de la cantidadde dinero que se encuentre- en circulación, exactamenteigual como lo hará posteriormente el señor Badina, perocomo le digo, de manera limitada pero con más seguridady limitación en cuanto al análisis de las causas, los econo­mistas de la etapa mercantil europea hasta extenderse a al­gunos economistas que pudiéramos considerar clásicos opre clásicos como es el caso de Hume.

Las exposiciones de Matienzo son completas, quépasa después? Que más tarde esta teorla monetaria se vaenriqueciendo con nuevos análisis, se van considerando otrosfenómenos, pero siempre conservan la misma presentación:por ejemplo, en la ecuación de cambio los economistas invo­lucran otros conceptos como son la velocidad de la moneda,las transacciones y los propios precios en sí. Es la época delpensamiento del equilibrio, de I laisser faire, de los métodosespontáneos que consideraban que el desarrollo se daba sinnecesidad de la intervención del Estado; y con más optimis­mo van a pensar que en realidad nunca puede concebirse

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una situación de devaluación de la moneda permanente o desubida de los precios permanente, porque el fenómeno mo­netario cuantitativo asf como afecta a los precios, afectaa las transacciones creando una situación favorable en la ofer­ta, vale decir en la producción, para buscar más tarde la com­pensación y el equilibrio, pero al fin y al cabo es la mismateor ra monetaria expuesta por los economistas hispanoame­ricanos. También vemos corno, por ejemplo, Keynes en suanálisis, a pesar de que hace esfuerzos y pretende ser origi­nal con un nuevo planteamiento teórico a la larga es un expo­sitor más de la teoría cuantitativa, lo único que él es más re­finado y en vez de hablar de una demanda global habla deuna demanda efectiva para referirse a un consumo dado y-auna inversión dada, pero en verdad es mucho más peligrosoen su concepción lo que se ha llamado la inflación de cos­tos, porque, aunque él parte del precepto de que la inflaciónmoderada es correcta y lleva hacia la ampliación, a la recupe­ración en los períodos de marasmo para beneficio del em­pleo pleno, que era lo que a él le importaba como economis­ta de un pars desarrollado, y que jamás pensó en países sub­desarrollados ni cosa por el estilo, la verdad es que viene aecharle la culpa del problema a los asalariados, o sea, los tra­bajadores que son los que sienten el peso de la inflación,porque no hay ningún autor por más radical capitalista quesea que no acepte que la inflación es la situación económicaque permite hacer más rico a los ricos y más pobres a los po­bres, y que, como yo planteo en mi libro, la inflación ha ve­nido a ocupar el puesto que antes se le asignaba en la lite­ratura marxista pero incluso en la capitalista (porque tomaotro nombre como valor agregado que es lo mismo) a la plus­valía absoluta y a la plusvalla relativa. Si antes se considera­ba que la acumulación, la coricentración encontraba el ve­h ículo más eficaz en la plusval la absoluta y la relativa, ennuestros d las, particularmente en los paises donde el sin­dicalismo ha obtenido algún grado de desarrollo, de organi­zación que le permita cierta intervención como grupo de

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presión, el agente fundamental de la acumulación se encuen­tra en la inflación, es a través de la inflación donde se danlas grandes ganancias, las grandes utilidades que sirven parala acumulación.

En el área de planteamientos extranjeros, digamosel caso del área socialista, del marxismo, Marx expuso unateoría contraria al planteamiento cuantitativo o de lo quepod íamos llamar de la inflación, su famosa teoría de la cir­culación. La teoría de la circulación expresaba que la sumatotal de los precios y de la velocidad de la moneda exigíauna determinada masa monetaria, o tsea invertía el plantea­miento conocido dentro del orden de la teoría cuantitati­va; sin embargo, lamentablemente, Marx pensó que estoera posible nada más para las monedas metálicas y tieneotro planteamiento teórico que es la famosa teoría de lacirculación monetaria, de las monedas que pudiésemosllamar simbólicas, distintas al oro y a la plata. Con la ex­posición de este teoría, según mi concepto, Marx peca demetalista, de cuantitativista, o sea, tal vez sin el proponér­selo, aparece como brillante expositor de la teoría que hoypodríamos llamar del sistema capitalista. Marx, como loconsidero yo, no puede superar la influencia del momen­to, casi todos los autores que él cita en su famoso libroEl Capital, son los más autorizados exponentes de la teo­ría metalista y de la teoría cuantitativa, y tal vez por elapego a su famosa teoría sobre el valor trabajo, el valorintrínseco de la moneda, llega a pensar que sus tesis sbloson valederas cuando se trata de una moneda metálicaque puede presentar las caracter ísticas de una mercancracon valor de uso y valor de cambio: el oro naturalmentees tal vez una de las manifiestas mercancías que puedepresentar estas características de valor de uso y de valorde cambio, y lo mismo puede suceder con la plata, cosaque no sucede con la moneda papel, con el papel moneda,la moneda simbólica, porque naturalmente es muy fácil

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suponer que una moneda que contiene un miligramo deoro puede ser srrnbolo de una cantidad, digamos, de diezbol (vares en la circulación nacional, y una moneda quetiene diez miligramos de oro, puede ser súnbolo para lastransacciones por, valor de cincuenta bol (vares, por respal­do de esa moneda en las transacciones, esto es muy fácil;porque se supone que 'para un miligramo de oro se necesi­tó una cantidad x de' trabajo para obtenerlo y para obtenercinco miligramos hipotéticamente se necesitaron cinco ve­ces más esfuerzos u harás de trabajo para obtenerlo, lo queno sucede en una moneda simbólica, fiduciaria, donde, porejemplo, un billete de cinco bol (vares se hace con el mismoesfuerzo y a lo mejor con el mismo costo de un billete decincuenta bol (vares, por lo tanto tiene la misma represen­tación de valor trabajo. Lo que no se le ocurrió a Marx, y eslo que yo comento en mi libro, es lo que más adelante va­mos a suponer cuando consideramos que estas monedassimbólicas, que son moneda, están representando el valordel trabajo nacional, el valor de la producción material, yque un billete de cinco pesos, en forma proporcional repre­senta un respaldo a una x cantidad del valor de la produc­ción nacional como lo representará un billete de cincuentabol (vares o sea unas cinco, diez veces más; pero, de todasmaneras, es una moneda y tiene un respaldo tal como lo te­nía la moneda metálica porque está simbolizando el valorde la riqueza nacional.

Este es el planteamiento moderno; lamentablementelos cuantitavistas y metalistas no lo consideraban ast ni tam­poco Marx, y llegaban a pensar que sólo el oro y la plata eransímbolos porque ten (an valor. trabajo, por lo tanto eran losúnicos que pod (an ser moneda. Yo no acepto ésto y digo: yqué tal si la Unión Soviética no hubiese tenido oro para res­paldar su rubro o cualquier otro pars del mundo, de todasmaneras se pone una moneda en circulación que simboli­zara y representará el valor total o la parte al (cuota de la

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producción nacional, porque de la otra manera serta des­cartar la existencia de una moneda si no existiese el respal­do en oro, como muy bien lo dicen los propios autores nor­teamericanos que yo cito, tanto la moneda como el orocomo súnbolos monetarios son equivalentes que cumplen

un papel en un período de la historia y que pueden pasarde moda como han pasado. El oro ya no es símbolo inter­nacional, ninguna moneda está respaldada en su poder ad­quisitivo, por su valor en oro; ya eso pasó, el patrón oro pasoa la historia desde la Segunda Guerra Mundial y desapare­cerá también en las transacciones internacionales. La únicamoneda poderoso medio' de cambio internacional que se.ipartó del patrón oro, como ustedes saben, fue el dólar,hace algunos años.

En el campo latinoamericano nos encontramos conotro hecho fundamental, se expone aquí en nuestro territo­rio tal como se hizo con la teoría cuantitativa, la teoría es­tructural de la moneda, la CEPAL un organismo de las Na­ciones Unidas con sede en Santiago de Chile pero con repre­sentación en toda la América Latina, que ha sido dirigidaen el pasado, por cierto por un venezolano (*), se encargóde analizar la realidad concreta de nuestros paises, estudiarsus problemas de dependencia, SUlS graves problemas estruc­turales, y se apartó de la tradición para decirnos con toda au­toridad que el problema del precio de las mercanc ías exi­gía un análisis distinto al tradicional. Fué así como el mexi­cano Juan Noyola por primera vez y después una serie deeconomistas brillantes, todos ellos han sido redactores allado de Maza Zavala, de Malavé Mata, de Mieres, etc., de laRevista Desarrollo Indoamericano, digamos el caso del granRaul Prebisch, de Celso Furtado, de Sunkel que es tal vez

(*) Se refiere al Dr. José Antonio MayobJ'e, ilustre economistavenezolano fal1ecido

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quien escribe el ensayo más interesante recogiendo todoel legado de la teoría cepalina, etc., una serie de economis­tas van a presentar un nuevo enfoque que se acomoda a nues­tra realidad y a considerar que, distinto a lo que planteabala teoría tradicional que consideraba como agente priorita­rio de la situación de la inflación a la demanda, en verdadquien cargará con la culpa será la oferta, invierten el fenó­meno, y dicen no: hay subida de precios, desequilibrio en

las econom ías monetarias no porque aumente el circulantede manera tan radical como lo expresaban los economistashasta ahora, sino porque la rigidez de la oferta, la limita­ción de la oferta, la inflexibilidad de la oferta facilita el pro­ceso a consecuencia de fenómenos estructurales, entre loscuales sobresale la forma de tenencia de la propiedad territo­rial y del capital y a las cuales se suman también otros he­chos de carácter exterior, como es el caso de la relación decambio y el deterioro permanente que se da en esta área delcomercio internacional. Es, pues, un 'enfoque distinto y seda en América latina. Malavé Mata ha escrito un libro, queno sé si aquí sea tan apreciado como en Colombia, sobre elanálisis de la inflación, donde resume con bastante tino yautoridad la teoría cepalina y hace un inventario de su apor­te comparándolo con la teoría cuantitativa para dejar clari­dad sobre sus diferencias. Esta es una teoría que responde anuestra realidad, porque son hechos que tienen que vercon nosotros, sabemos que en nuestras econom ías la ofertaes rígida y no se conmueve como pensaban los expositoresde la teoría de la ecuación de cambio, de manera espontá­nea, a través del modelo de la subida de los precios, estimu­lando a la oferta con la ampliación de la producción, etc.;no sucede así, y entre nosotros por más .que la masa mone­taria aumente, dadas las estructuras prevalecientes, hay unatotal inflexibilidad en la oferta y no habrá equilibrio, sinoque habrá por el contrario generación de inflación, de su­bida permanente de los precios. lamentablemente, las sa­lidas de la CEPAl como organismo oficial internacional,

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no tienen la firmeza (me refiero a sus recomendaciones depolítica económica), de su exposición teórica general y de­vienen en planteamientos desarrollistas, reformistas en losconsejos que dan a los países de América Latina que im­pidieron que sus planteamientos teóricos tuvieren algún re­sultado positivo. Por lo demás, los estructuralistas que sepresentan a lo largo como heterodoxos, distinto a la orto­doxia de la teoría cuantitativa, hablan de estas presionesestructurales y circunstanciales, pero también de mecanis­mos de propagación, para concluir que a la larga la supera­ción de la demanda sobre la oferta incidirá en la subida delos precios, o sea que al [ado de su aporte tan importantevan a presentar unos planteamientos de sabor cuantitati­vo, por lo que se les clasifica con mucha razón de hetero­doxos. La verdad es que debemos, mucho los economistaslatinoamericanos a este conjunto de investigadores que porprimera vez inventarió la situación de América Latina, hizomención con claridad de estos fenómenos que antes eranintocables, para considerar el gran papel que juegan las es­tructuras como causales de subdesarrollo y de dependencia.

I::s interesante ver, y lo menciono aqu í entre parénte­sis, que economistas coloniales cartageneros, como he dichoyo en algunos de mis libros, de la época pre-bolivariana, en laantesala de la revolución, (por cierto que esos economistasdespués entraron al proceso revolucionario en Cartagena,Narváez y De Pombo, dos grandes economistas que son la má­xima expresión del pensamiento económico colombiano enla época de la colonia) en el análisis de los problemas econó­micos de su tiempo hablan con la misma terminología, oígan­lo bien, de la relación del deterioro de los precios, las relacio­nes de intercambio como lo hizo 200 años después la CEPALy van a pedir en su momento (en el momento que escribenson economistas al servicio de la Corona, uno de ellos es Con­sul de la Corona en Cartagena) una estrategia propia para laAmérica Latina con la poi ítica de la sustitución de importa-

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ciones y la explotación de nuestros recursos para nuestra pro­pia conveniencia. La primera Sociedad de Amigos 'del Paísque se funda en América Latina, y que tiene como sede aMompos, una olvidada, triste y melancólica ciudadela deColombia, que fue muy importante en la época colonial,all í en las exposiciones de esos economistas se planteanestas tesis que hoy nos sorprenden y que creemos que sonmuy novedosas. Estoy absolutamente seguro que ahorita,cuando terminemos esta charla, el profesor Maza Zavala,Mieres o cualquiera de los académicos me va a decir quelo mismo sucedió con los economistas venezolanos radicadosen Venezuela, españoles o criollos que aportaron tanto yque nosotros desconocemos por efecto de esta dominacióny de esta dependencia.

En f.rente de estos planteamientos y me atrevo hoya hablar de ello porque ya está en prensa un libro de un eco­nomista salvadoreño titulado "El origen latinoamericano dela teoría de la moneda y de la inflación" o sea no se refieresólo a la teoría cuantitativa sino también a la teoría estruc­tural y a la teoría de los precios, yo he presentado lo que heconsiderado la tesis o teoría de los precios en la interpreta­ción de la inflación, todo lo contrario del planteamientotradicional que considera a la masa monetaria como agente,con las arandelas de la velocidad y de todas las demás espe­culaciones que quieran agregársela, pero al fin y al cabo ala masa monetaria como agente del valor intrínseco de lamoneda, de su poder de cambio y del fenómeno de las va­riaciones de los precios, Yo considero que la inflación se ge­nera en los precios, que no tiene nada que ver con la canti­dad de dinero, no hay un libro en el mundo, por más que sedigan revolucionarios enemigos del imperialismo, del capi­talismo y agentes de un devenir, de una organización distin­ta, socialista, todos los libros en la exposición de los fenó­menos de la moneda conocidos hasta ahora aceptan la teoríacuantitativa y los más claros en esta presentación son los do-

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cumentos soviéticos o chinos radicales; en este sentido losmanuales atribuyen toda la responsabilidad al manejo fiscaly al manejo monetario en manos de la banca central y de labanca privada. Alguna vez burlándose, medio burla, mediorisa, me decía un gran banquero colombiano, ahora en des­gracia, que fue hombre dominador de las finanzas en gobier­nos pasados me decía: leí su libro y estamos muy agradeci­dos porque nos libera a los banqueros de la responsabilidad.Yo considero que la cantidad de dinero que hay en circula­ción corresponde realmente a la necesaria y aS1 ha sucedidoen todas las etapas de la humanidad, porque ella aparece da­da la suma de los precios de las mercancías que entran al mer­cado, o sea, invierto totalmente el fenómeno, la inflación esun fenómeno de precio, no de moneda, y siempre como loconsideraba Marx, pero que se aparta en su análisis posteriorde su teoría primitiva, siempre las mercancías entran al mer­cado con un valor, las mercancras no adquieren valor porefectos de manos ocultas ni de efectos contrarios de oferta ydemanda. Los productores en todas las circunstancias do­minan, más aún en la etapa actual de concentración del ca­pital, de alto grado de monopolio en la economía capitalis­ta y de dominio absoluto de .Ia oferta en las econom las so­cialistas. De este planteamiento muy primitivo que apenasesbozo aqu 1', porque necesitarla explicarlo, deduzco una se­rie de lo que, no sé con qué autoridad yo llamo leyes, parapensar que en toda circunstancia el domijiio de los mercadospor parte del agente productor o vendedor es el responsablede la subida de los precios y que, por ejemplo', hasta las eco­nom ías de guerra que son las que se presentan como máximaexpresión o ejemplo de las inflaciones galopantes siempreha sucedido: el Estado emite dinero en situaciones anorma­les bélicas, porque los precios de las mercancías que necesitaadquirir exigen mayores movimientos de las máquinas pro­ductoras de billetes, no es por su cuenta que el Estado searriesga a emitir dinero, es porque hay una circunstancia an­terior que lo obliga y es la suma total de los precios, es el

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nuevo nivel que va adquiriendo la mercancra, y esto en todaslas circunstancias. Si nosotros aceptamos, por ejemplo, lateoría cuantitativa con todas sus variantes, estaremos tam­bién aceptando que los asalariados, que todos los trabajado­res son agentes, como lo dice la teoría burguesa, de la si­tuación inflacionaria a través de lo que hemos mencionadocomo teoría espiral salario; el trabajador, el consumidor, esel pobre responsable, es el ama de casa que vá al mercado yque agita la demanda, crea la situación de la demanda quepudiéramos llamar en términos de Keynes efectiva o de lademanda general, la responsable, a pesar de todos sus gritosy sus llantos diariamente y su protesta contra el alza delcosto de la vida, de la canasta familiar, ella es la (mica res­ponsable, como si ella cuando se presentara al supermecadoo al mercado no encontrara ya unos precios establecidospor los agentes dominadores de la oferta, que son los quedeterminan la situación que consideramos inflación o seamovimientos ascendentes en los precios de las mercancíasen general. Este el planteamiento teórico que consideroque responde con claridad irrefutable a una época de gran-

des monopolios: nadie puede osar decir ahorita que se daen nuestras economías capitalistas una libertad de empresani una competencia perfecta, cuando los propios econo­mistas del sistema, los autores norteamericanos hacen vercon claridad que cuando se presenta un comprador a cual­quier parte ya all í le han indicado lo que debe consumir,porque hay unos medios de comunicación que normatizansu conducta de consumidor, la calidad del producto, lascondiciones en que debe consumir, y los precios a que debeconsumir, hasta el punto de que los que ya pasamos de los50 años digamos un ejemplo, aquí muy local, pero paraquitarle un poco de tirantez a la exposición, por más queprotestamos por conseguir unos calzones holgados que nospermitan agacharnos, nos obligan a colocarnos los pantalo­nes apretados de los modistas afeminados de Francia quenos traen aqu í con las marcas extranjeras. Luego, no existe

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el poder del consumidor del que hablaban "los teóricos delpasado, eso es ya una falsedad, es el poder del vendedor yla humillación del pobre comprador sometido a una presióndiaria.

Ahora en las econom (as socialistas existe exactamen­te igual 'o peor, porque al! í hay una centralización absoluta,es el Estado el único dueño monopolista y es el que ~mponelas condiciones. En buena hora los propios economistas delos países socialistas se han dado cuenta de las fallas de sumodelo exagerado en la centralización de la planificación,que ha dado como resultado la quiebra de sus econom ías,o por lo menos los golpes tremendos de sus econom (ascomparadas con el desarrollo de economías capitalistas; esel caso, por ejemplo, de China, ya que hablamos de pan­talones, donde se obligó nada menos que a mil millonesde chinos a tener el mismo vestidito y quién iba a protes­tar? Entonces all í no se pod ía hablar de un poder ni unaingerencia de una masa consumidora, porque era un poderabsoluto, omnímodo, que determinaba las condiciones deproducción, porque all í todo está nacionalizado. Mi con­clusión, pues es que la inflación es un fenómeno de precioy que, por lo tanto, se puede dar en el sistema capitalistacomo en el socialista. Pensábamos unas décadas atrás que és"to era un patrimonio exclusivo de la economía capitalistae incluso así lo llegué yo a exponer en mi libro que no hasido modificado. Hoy consideramos que había un poquitode falta de claridad en la exposición central y en la reali­dad, y nos lo han demostrado los hechos, que son comodicen en el argot popular, tozudos, ahora se están quejandolos chinos de su situación inflacionaria, que han tenido su­bida de precios; los soviéticos, que son en eso tan cuidado­samente dogmáticos, han aceptado que han tenido subidade precios en las últimas décadas; ahora en el gobierno deGorvachov han aceptado ya esa crítica y la gran presióninflacionaria que se ha dado en otras cconom1as como

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por ejemplo en Polonia y otros países, allí no puede ha­blarse de que ha habido un aumento de moneda porqueeso lo domina totalmente el Estado, ni que ha habido unaemisión arbitraria de circulante. AII l' hay una realidad:que los precios han subido' porque el Estado ha modifica­do los precios, y si el Estado modifica los precios se dauna situación de inflación. Este es un planteamiento dis­tinto que naturalmente tiene, como es fácil suponerlo,sus consecuencias y sus salidas de tipo profundamenterevolucionario, porque si aceptamos que el precio' de lamoneda, su poder adquisitivo y el precio de las mercan­das son consecuencia del mal manejo de las economíasmonetarias bastan unos correctivos manipuladores; si to­do fuera porque el Banco Central, en disposiciones oficialesdetermina un aumento del circulante o ampliar la cober­tura de la creación de la emisión secundaria que corres­ponde" a la banca comercial a través de los créditos, bas­ta simplemente con parar las máquinas emisoras' de bi­lletes o aumentar la tasa de redescuento o aumentar latasa de interés, como se consideraba antes; o directamen­te practicar una intervención a la banca comercial paraevitar la expansión innecesaria o imprudente del circu­lante; o sea, puede haber corrección en la econom ía ca­pitalista particularmente en la econom ía subdesarrolladadel fenómeno de la inflación, si fuera por la vía moneta­ria nosotros consideramos que no lo habrá jamás, que,por el contrario, a medida que se desarrolle y amplíe elámbito de acción de la economía capitalista la inflaciónserá un fenómeno mucho más familiar, porque el sistemavive, convive y se genera en él, tanto que el propio Keynescon una gran honestidad acepta las bondades de la infla­ción para poder superar el marasmo en el ciclo económico,en el perrodo crítico, el período de la crisis. Entre noso­tros, sería más absurdo que en la economía capitalista, co­mo dicen nuestros demagogos, nuestros poi íticos para ob­tener votos, que van a hacer que en su gobierno disminu-

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yan los precios de las mercancías: esto sería simplementeabsurdo, porque una baja de los precios de las mercancíasen una econom ía capitalista representa simplemente unhecho que afecta las posibilidades de lo que llamaba Key­nes 'eficacia marginal del capital', o sea, los cálculos y po­sibilidades que tienen los empresarios para ampliar su radiode acción, ampliando la producción, creando más trabajo,más demanda, más oferta, etc., es decir, una baja del preciocontrae inmediatamente la producción y crearía un-a situa­ción de marasmo, tal como se pensó hipotéticamente ensiglos pasados, en el análisis del ciclo económico. La infla­ción es un fenómeno de precio y sólo podrá superarse cuandolos agentes manejadores del precio de las mercancías y delmercado puedan a su vez también manejar, estabilizar losprecios. ¿Cómo sucederá? ¿Podrá suceder en la econormacapitalista? ¿Podrá suceder en la econom ía socialista? Yaeso sería tema para otras investigaciones. Lo importanteen estas especulaciones y en este atrevimiento mío es quequiero responder a un viejo refrán oriental, que cito en al­guno de mis libros, que dice que uno puede dudar de lo queve, y de lo que toca, pero nunca puede dudar de lo que ha­ce con sus propias manos. Yo pienso, yeso puede ser la ra­zón de mi presencia aqu í y ·10 que pueda justificar su es­fuerzo, que mientras nosotros no entremos por nuestrapropia cuenta a indagar nuestros pr-oblemas y a formularnuestros planteamientos teóricos para dar respuesta a to­das las deficiencias, a todos los problemas del subdesarrolloy la dependencia, no podremos salir adelante; como tambiénsi no respondemos al legado de Bol ívar de conocernos, deunirnos, de integrarnos, no podremos de ninguna maneraformular una teoría económica o social defensiva, que nospermita en cualquier sistema encauzar nuestro desarrollopara beneficio propio, porque algunos piensan de una ma­nera muy simplista que todo el problema se debe a la exis­tencia del sistema capitalista en nuestros países subdesa­rrollados. Yo voy un poco más allá, y aunque conceptúo

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al socialista como una etapa superior en el desarrollo so­cial de los pueblos, pienso que si no nos preparamos conla formulación propia de nuestra teoría, si no hacemoscon nuestras propias manos la estrategia defensiva, mañanaseremos los países subdesarrollados y dependientes del sis­tema socialista. Muchas gracias.

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Dra. Isbelia Seqnini Formula lino pregunta

Dr. jasé Consuegra

Su pregunta es muy importante, muy interesante. Elcaso del petróleo es rico para hacer divagaciones y especu­laciones, pero es que todo resulta paradójico. Antes, cuandoyo hablo de agentes productores y responsabilizo no quieredecir que no se dan también unas maniobras muy particu­lares en las econom ías monopolistas, pero que forman par­te de su contexto, de su razón de ser. Antes de la OPEP,por ejemplo, el precio del petróleo era muy bajo, y se atri­bu ía (porque esa ha sido la gran alcahueta de la historia,la alcahueta de la expoliación de la riqueza de los paísesdominados por los dominantes) a la ley de la oferta y la de­manda, se atribu ía la baja de los precios a una mayor ofer­ta o una supuesta menor demanda. Todos sabemos que noera así, que la verdad era que había una diferencia entre elproducto primario, petróleo crudo, y el producto ya ela­borado, digamos gasolina o subproductos, por la sencillarazón de que los propios productores, grandes monopo­listas y yo no voy a ser la autoridad para hablar de esoporque son los venezolanos los que nos han enseñado talcosa, eran a la vez compradores de su propio productopara burlar a los gobiernos y a los pueblos donde saquea­ban la riqueza natural; ellos compraban el propio produc­to de ellos, sus agentes en las famosas reuniones que ha-

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cían en el Golfo de México, etc., para después vender ca­ra la gasolina a nosotros mismos, porque ellos eranlos pro­pietarios de las grandes fábricas que procesaban el petró­leo, las refinerías, etc. a Colombia y a los demás pueblosdel mundo. Cuando viene la actitud positiva de los paísesproductores de petróleo para nacionalizar su producto, ycorno dominadores de la oferta Imponer los precios de suconveniencia, no precios altos, que yo nunca consideré,sino precios justos, salieron a ladrar los teóricos del sistemaimperialista, para atribuirle ala subida de los precios, la cau­sa de la inflación mundial de ése momento. Lo mismo suce­de con lo del café que ha sido saboteado por Norteamérica,que ha creado una zozobra y no sabemos qué implicacio­nes vienen para los pobres países productores de café, conColombia a la cabeza, encontrando al Brasil como un ins­trumento. No se debe olvidar que la producción cafetalerade Colombia es minifundista, y es de nacionales, como esla venezolana, y es la centroamericana, mientras que la bra­silera está en manos de latifundistas en cierto punto pene­trados y dominados por los grandes monopolios extranje­ros. Encontraron una coyuntura favorable para crear éstasituación. Pero respecto a lo que usted considera relacio­nado con la poi ítica defensiva, el caso particular del petró­leo, yo no lo esquivo en el planteamiento teórico, por elcontrario, considero como un instrumento defensivo fun­damental el que estos países se organicen y se conviertanen grandes carteles defensivos de sus productos primariosen los mercados exteriores, porque en realidad el elemento,el hecho fundamental más importante en toda la crisisnuestra, eS el deterioro de los precios en las relaciones deintercambio. Está all í impl ícito en el planteamiento teóri­co. Ahora, cuando usted habla de lo que- yo considero des­de el punto de vista ~e1 sector financiero, bancario, delibrarlo de ésta responsabilidad, 'no podía yo detenermemucho porque no era ese el objeto de mis tésis; pero loque yo hago es recoger el legado positivo de los analistas

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posteriores, como es el caso digamos con respecto de la teo­ría de la circulación de Marx en el planteamiento que de­cíamos originario, recogen los analistas de este siglo del fe­nómeno de la concentración del capital y del dominio delos mercados por parte de los monopolios, el examen im­portante y positivo de la teoría estructuralista en cuanto serefiere a la rigidez de la oferta y los problemas propios delas relaciones internacionales, de la propiedad de los facto­res de producción interna, etc., para ponerlos al día y en con­sideración de una nueva tesis, que es la teoría de los preciospero naturalmente con todas sus implicaciones.

(Pregunta de un participante no identificado)

Quisiera distinguir que es lo prelativo en la concep­cion de que la inflación es un término de precios y desvir­túa la posibilidad de que sea un fenómeno monetario, esdecir, un fenómeno creado por la utilización de recursosde la maquinita del Banco Central. Este es un tema muydebatido realmente, que ha tenido sus detractores y sus de­fensores, gente que califica la inflación de demanda en ca­sos muy peculiares); en América, por general, se suele ha­blar más de la inflación que se llama estructural.

Doctor José Consuegra

51, ahí es donde está el quid, ahí es donde está lacuestión aparente, de quien fue primero, la gallina o el hue­vo, y all í es donde está la diferencia: yo planteo que prime­ro es el precio y después la demanda. Ahora, en cuanto alo que usted habla de la actividad de la demanda de costos,de la teoría de inflación de costos de Keynes, no se olvideque al final la máxima responsabilidad se la achaca Keynesa los trabajadores por efecto del aumento de la demandaefectiva, entonces es la cantidad de dinero que reciben

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ellos a través de los ingresos salariales, que presiona sobrela demanda efectiva, lo que crea la situación inflacionaria,y pur lo tanto Keynes, y asr' lo dicen todos sus seguidores,no plantea una nueva teorfa, sino una teoría cuantitativacon un nuevo vestido, pero que es la misma al final; pormás que él se enrede en consideraciones, por ejemplo, enel análisis de la demanda efectiva, del consumo, y en cuantose refiere a lo de la inversión, de la eficacia marginal del ca­pital, del multiplicador, etc., todo eso al final llega a esa con­c1usión: el problema de la inflación galopante se genera enel sector salario. Eso es lo que queda como claridad, luego,es la demanda lo que él considera la causa aunque tambiénmenciona el costo de producción, pero atribuyéndolo a queno es rentable por los altos costos que tienen al fin y' al cabocomo agente a los salarios. Ahora, el problema está en la se­gunda parte de su pregunta, en saber que es primero, la de­manda o la oferta, o la rigidez de la oferta. Ahora, desdeun punto de vista latinoamericano nosotros no podemos, enningún momento, a menos que seamos unos obcecados, queestemos totalmente dominados por estos planteamientosteóricos, que son muy bonitos, todas esas curvitas que se ha­cen sobre la elasticidad de la demanda, sobre la teorfa de laoferta, la teorta de los precios, y que son precisamente losque ganan los premios Nobel, yo me referla a eso, peroque si usted les pregunta ¿eso tiene que ver con la realidad?,dicen"ni sé, ni me importa". Pero ellos hacen sus especula­ciones y llenan tableros con fórmulas matemáticas, cuandoson cosas sencillas, en realidad muy sencillas. La verdad es,vuelvo a repetirle, si el fenómeno es la demanda, y aquíno podemos dudar ¿cómo vamos a creer nosotros que enun país como Venezuela,o Colombia pueda hablarse de unexceso de demanda, que ya la oferta no tiene más nada quehacer, como pensaba Keynes en su análisis de los paises de­sarrollados, que también tienen fenómenos estructurales, pe­ro que necesitan de otra óptica, cuando nosotros sabemosque si sube el plátano, que si sube el arroz es sencillamente

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porque la tierra está en manos de unos propietarios no inte­resados en ese tipo de producción, sino en su mantenimien­to para otros fines, para una ganader ia extensiva, para un po­der poi (tico o social, y para sacar provecho, porque yo desa­rrollo también un nuevo planteamiento de teoría de la renta.

Nunca he encontrado que ningún colega me halla dado la sa­tisfacción de haberse lerdo eso y c.omentarmelo, pués, distin­to a todas las especulaciones de los economistas clásicos, es­pecialmente del señor Ricardo que es el que más ahonda eneste sentido sobre marginalismo, distancias, etc., la verdades que nuestros propietarios de tierras se contentan con ex­plotar una simple parte de su propiedad, y son absolutamen­te inconmovibles ante el alza de los precios, y siguen obte­niendo máximas utilidades con ésta subida de los precios an­te una rigidez de una oferta de la cual ellos se aprovechan.Lo mismo sucede con el capital: todos los días nos estándiciendo los economistas que en Venezuela. en Colombia,en Argentina, los escasos medios de producción que tene­mos, él capital instalado, apenas se ocupa en una m ínima par­te; maquinarias hechas para trabajar 24 horas apenas traba­jan un turno de 8 horas. Mientras tanto, suben los preciosen el mercado permanentemente, sin que a nadie se le vayaa ocurrir "empresario, vamos a aprovechar esta gran deman­da y vamos a inundar con una nueva oferta", cuando ese esun capital estrictamente monopolista, dependiente del ex­terior, interesado en dominarnos, en crear situaciones ex­clusivamente de conveniencia para ellos. Ahora, en el comer­cio exterior también, en las relaciones internacionales lomismo se dan todos esos fenómenos estructurales que li­mitan la oferta, y que permiten el absoluto dominio delos monopolistas en los precios del mercado.

Doctor José Consuegra

Antes de seguir adelante, doctor, pienso y los de laaudiencia de Charcas dan unos ejemplos, dicen el pan es exac­

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tamente igual, ellos utilizan su lenguaje de esa epoca.res exac­tamente igual en Sevilla que en Potost, o que en América,hablan en general de América, sin embargo en América va­le tantas veces más, a pesar de que el pan tiene la misma ma­teria prima, por la abundancia de dinero de América. Elloslo dicen con claridad. Ahora, en cuanto al doctor me decía,perm ítame que le aclare, es cierto', Aristóteles también men­ciona en su libro, en su Política, habla de relación de preciosy de monopolio, de problemas en aquellos pasajes sobre Talesde Mileto, en la relación de las cantidades del dinero con losprecios y del dominio del mercado, en el precio, etc. Los ro­manos también mencionan eso, pero no puede considerarsecomo teorra orgánica tal como lo hacen todos nuestros cro­nistas que a medida que va pasando si a De León desde Pa­namá entra al Valle del Cauca y observa por ejemplo la rique­za del Mina del Chocó, llega a toda esa región y él rnencio­'na ese hecho cuando llega al Potosí también en su crónicadel Perú que está todo relacionado, pero son simples men­ciones que, claro el investigador va tomando para poderdarle fuerza a su tesis; pero es Matienzo quien presenta,y los auditores, pero más que todo Matienzo y se atrevea llamarla asr y con una cantidad de ejemplos y de exposi­ciones mucho más diáfanas y claras que las de Polan que,como dije, encuentra varios orígenes.

(Pregunta un asistente no reproducida en la grabación)

La pregunta es sobre la médula de sus teorra. La fi­jacron monopol ista del precio como germen o esencia delfenómeno inflacionario, sin embargo, estamos observandoahora en los resultados del año 86, en los Estados Unidospor ejemplo la tasa de aumento de precio fue del 2 por cien­to y en las econom (as europeas un poquito más, en Japóndel mismo orden, exhibiendo una moderación evidentecon relación a lo que venía ocurriendo hace tres o cuatroaños, sin embargo el grado de monopolización no ha dis-

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minuido, cómo explica usted el fenómeno de moderacióndel aumento de precios y de práctico dominio de la infla­ción en los pa rses de mayor conccntracion rnonopól ica?

Doctor losé Consuegro

Yu le saco un PULU el cuerpo a los fenómenos co­yunturales para el análisis general, que se dan estos pro­blemas, pero no se olvide usted que el sistema capitalistahay que considerarlo en su conjunto y que mientras porejemplo, la tasa de inflación no ha crecido en la propor­ción que usted considera' relacionada con el poder mono­pólico o concentración de esos paises, st en los parses de­pendientes subdesarrollados ha sido extraordinariamentealta para beneficio de ellos, porque cuando la tasa de in­flación crece entre nosotros y es un elemento de mayorsucción, en la concentración del capital, estamos pensandoque el gran beneficiado es el capital extranjero y que loscapitales nacionales no son sino simples apéndices, pre­cisamente por ese mayor (ndice de crecimiento de la tasainflacionaria entre nosotros, porque tiene que alimentartanto al capital nacional como al extranjero en los pagosde todas las regal las que se dan por el uso de marca por lapresencia de capitales extranjeros o por el pago de intere­ses en los créditos, etc., entonces hay que considerarlo ensu conjunto para poder determinar si en realidad esa tasade inflación no corresponde a la de la concentración.

Doctor Francisco Mieres

Yo entiendo la cuestión en el sentido de que es lamaxirnización de la ganancia el incentivo fundamentaldetrás de la fijación de precios crecientes, es decir, atribuyoal monopolio capitalista, la médula del proceso inflaciona­rio, en tu formulación, pero no me resulta esto realmente

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con la aplicación al campo socialista, pese a la estatizacionde los medios de producción, la máxima monopolizaciónde los mismos y la planificación del mercado; sin embargo,es indiscutible que se registra la máxima estabilidad de pre­cios, justamente si dejamos de lado los fenómenos coyun­turales de los últimos años,' es decir históricamente durantedécadas tenernos en esos países la situación de precios prác­ticamente congelados; entonces, cómo aplicar tu teona alcampo socialista?

Doctor José Consuegra

Bueno, si allá todo depende del monopolio del Es­tado como un solo organismo, entonces es muy fá~i1 loca­lizar el agente, si los precios suben, si hay inflación es porquelos precios han sido determinados por el Estado que los hacambiado, entonces es mucho más fácil identificar y con­trolar el fenómeno.

(Participante)Pero allá no ha habido inflación

Doctor José Consuegra

Naturalmente que sí la hay, que no ha sido con la in­cidencia que se manifiesta en el sistema capitalista, y en esotiene usted mucha razón mi querido doctor Mieres, pero yoacabo de estudiar en este momento, porque, como le decíaal doctor Maza, estoy escribiendo el capítulo de los SistemasEconómicos en el nuevo texto de economía, acabo de es­tudiar todos los autores chinos y todos con una gran hones­tidad reconocen que los últimos años en 'China han aumen­tado los precios, y se ha dado una situación de inflación,ellos lo atribuyen también, desde el punto de vista de la teo­ría monetaria, por ejemplo, a los déficit fiscales, a los pro­blemas del presupuesto y cosas así, pero se ha dado. Ahora

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en Polonia ustedes saben que hubo una situación inflacio­naria tremenda que motivaron los movimientos de los traba­jadores, que no podemos considerarlos con la simplicidadde que se trata de agentes de la CIA o de provocadores nicosas de esas, porque eran 15 millones de proletarios nací­dos como el jefe de ellos de la era socialista, que era parabuscar un equilibrio entre los salarios y los precios y evi­tar la subida permanente de los precios de las mercancras;allá se presentaban las amas de casa, como aquí entre noso­tros, con las ollas, luego el fenómeno también se dá y natu­ralmente si no se observa esta situación no puede superar­se y no puede tener validez una estrategia que considereque estos precios pueden ser, deben ser manejados por unorganismo estatal interventor para asegurar una estabilidady por lo tanto un consumo adecuado de las mercancras porla familia de un país, las personas de un país, de otra manerano tendría validez.

[Participante no identificado)

El contacto que se ha hecho hoy con usted doctorConsuegra no quisiera perderlo, yo creo que todos los com­pañeros están en la misma tónica y debe continuar a travésde la Revista, deseo que se solucione el problema de la difu­sión mejor aún con una distribuidora latinoamericana de li­bros, pero si ya ha solucionado el problema quisiera saberdónde puedo conseguir aquella revista o cualquier 'de suslibros.

Doctor José Consuegro

Quiero y perrn ítarne con la anuencia de nuestroilustre presidente, que haga de vendedor ambulante deesos que se paran en las esquinas, les quiero hacer saberque de los once volúmenes que van publicados ahora, tieneel privilegio Venezuela de contar con dos de ellos, uno

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de nuestro querido presidente y otro de diez autores ve­nezolanos; lo grave es que ni siquiera podemos (dijéramosque aquí no estamos interesados en conocer el pensamien­to de los bolivianos o de los ecuatorianos) vender aquía los propios autores venezolanos de la colección; pero esun problema general. Estoy absolutamente seguro de quesi la colección se editara en Venezuela y no en Colombia,en Colombia tendríamos el mismo problema de no poderrecibir los libros venezolanos, porque es la misma incomu­nicación propia de la dependencia; acepto su sugerenciaque tanto me llega para seguir en los esfuerzos del envíode la revista, donde escriben los economistas venezolanos,casi todos, y de estos libros.

Doctor D.F. Maza Zavala

. Con estas palabras del doctor Consuegra conclu í­mas, lamentando no poder seguir ofreciendo el derechode palabra al distinguido auditorio por lo avanzado de lahora, damos las gracias a nuestro ilustre conferencista deesta tarde por su brillante exposición, a los que han inter­venido con sus observaciones y preguntas y al público pre­sente por haber prestigiado este acto. Muchas gracias.

Caracas, 9 dc abril de 19H 7

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Parte del público asistente a la Conferencia del Dr. José Consuegra

Diseño y dia.qramación:G.S. Dibujo y ReproducciónComposición de Texto:Amparo Trujillo