EL TABACO EN LA SANTERIA, Herencia India.

Por: Migdalia Osechas; Revista Los Orichas.

En las practicas religiosas de muchas culturas del Caribe encontramos al tabaco, como instrumento de conexión de los mortales con los dioses y los espiritus. Nuestros indios le daban al tabaco un carácter sagrado y religioso. Su humo les ayudaba a mantener el contacto con sus ancestros en el cielo.

Cristobal Colon encontró al llegar a America el habito de fumar tabaco dentro de la población indígena. Este hecho lo señala el navegante Colon en su diario en fecha 6 de Noviembre de 1.492:

“hallaron los dos cristianos, por el camino, mucha gente que atravesaba sus pueblos, mujeres y hombres, con un tizon en la mano y yerbas para tomar los sahumerios que acostumbran”.

Los indios, encontrados en Cuba por los Españoles, poseían una religión animista, donde la figura del llamado BEHIQUE era de gran importancia. Este era a la vez sacerdote, adivino, hechicero y medico. De el expedia la explicación y conservación de los mitos, la practica de la liturgia, la predicción del futuro, el dominio mágico de las fuerzas invisibles, la curación de las enfermedades, las tradiciones poeticas y, junto al Cacique, se ocupaba del ordenamiento social.

Era pues el Behique, la figura central de los indios cubanos. Estos grupos de indios eran espiritualistas y evocaban a los muertos, empleando el humo emitido por el tabaco. Este uso mágico que se le dio a la planta, permitia que se propiciara a los dioses, agradándolos y buscando aplacar su ira. Igualmente, con el humo del tabaco se buscaba ahuyentar los malos espiritus.

Este carácter sagrado que le dieron los indios al tabaco, fue minimizado por los Españoles, quienes inicialmente lo miraron con recelo, pero rápidamente sucumbieron ante el, dándole un uso mas mundano que no tenia nada que ver con lo religioso.

Fue llevado en primer lugar a Portugal en 1.560, por Juan Nicot, embajador de Francia en aquel país. De allí que al principio se conociera a el tabaco como nicotina. Mas adelante, Sir Francis Drake introdujo en 1.585, en Inglaterra, unas plantas procedentes de Tobago de donde tomo su nombre definitivo de Tabaco.

Los africanos llegados a las islas convivieron mucho con los indios y adoptaron la costumbre de fumar tabaco de forma bastante rápida, inicialmente sin repercusiones de sentido religioso. Debemos recordar que muchas veces los negro huian con los indios a las llamadas cimarroneras, buscando libertad.

En esta convivencia adoptaron algunas de sus costumbres; cronistas de la época, asentados en la isla de Cuba, señalan lo siguiente:

“al presente, muchos negros, de los que están en esta ciudad y en la isla toda, han tomado la misma costumbre, y crian en las haciendas y heredamientos de sus amos esta hierba para lo que es dicho, y toman las mismas ahumadas o tabacos; porque dicen que cuando dejan de trabajar y toman el tabaco, se les quita el cansancio” (Oviedo, historia general, tomo I, libro V, capitulo II, p.113, gramaticalmente corregido).

Pero, no solo los negros africanos que se encontraban en las Antillas adoptaron el uso del tabaco, también los que se encontraban en lugares como Sevilla y otros puntos de España. El uso del tabaco en los negros fue de rápida adopción. Por ello, es que llega tan prontamente a África y se extendió velozmente, no tan solo en las costas sino en el interior del territorio, donde cada tribu y cada hechicero comenzaron a hacer uso del mismo.

El gusto y habito hacia consumo hizo que muy prontamente se comenzara su cultivo en muchos lugares del africa subsahariana. Tan rápida fue la difusión del tabaco en africa que algunos europeos, en el siglo 17, al llegar a este continente, lo consideraron un cultivo oriundo de esas tierras.

Al desaparecer la población indígena en cuba, hecho que ocurrió muy rápidamente en ese país (poco menos de un siglo) fueron los africanos y sus descendientes quienes vincularon al tabaco con alguno de sus rituales religiosos. Los esclavos y sus descendientes pensaron que podían obtener los mismos beneficios que obtenían los indios al usar el tabaco como elemento religioso.

De igual manera que adoptaron otros elementos rituales que nada tenían que ver con sus practicas originales, como el vino seco, el aguardiente, la polvora, la cruz, el agua bendita, etc., también adoptaron el tabaco. Pese a esta asimilación en algunos rituales, en las regiones de origen africano en la cuba de ese entonces, este no paso a ser parte esencial dentro de las mismas.

Si bien a Orishas como Eleggua, Oggun, Oshosi, y Shango, se les relaciona con el tabaco, este se ha usado siempre para agradar al Orisha con su humo, pero no constituya un elemento fundamental en la liturgia de estos. En este mismo orden de ideas vemos como siempre se le vincula con Orishas masculinos, nunca a deidades femeninas.

En los Yorubas no existe como costumbre asociar el tabaco a ningún Orisha. En algunos lugares de africa occidental, el humo del tabaco esta totalmente prohibido a Orishas como Eleggua, Shango, y en el culto a los difuntos.

Al ser el tabaco un elemento totalmente americano, debemos decir que el proceso de asimilación a las practicas de los esclavos y sus descendientes en cuba es un hecho que sucedió ahí en ese país y que hemos heredado los iniciados en ese proceso religioso aquí en Venezuela.

Algunos manuales vinculados al ifà de la diáspora hablan del momento en el cual Eleggua acepta como una de sus ofrendas el tabaco. Esto lo vemos reflejado en el siguiente pataki, vinculado al oddun de ifà Ogbe Ate: