En el Camino / número 10

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Ellas migran De víctima del tren a activista; la historia de José Luis Hernández PÁG. 5 El Viacrucis que se convirtió en una exigencia por los derechos PÁGINAS 4 Y 8 En el Camino es un proyecto de Periodistas de a Pie con el apoyo de Open Society Fundation. Se imprimen 3,000 ejemplares. Editores: Alberto Nájar y Daniela Pastrana. Diseño: Jazmín Estrada. Fotografías: Iván Castaneira y Prometeo Luce- ro. Asistente de Foto: Ximena Natera. México, DF, lunes 5 de mayo de 2014 | Número 10 Ejemplar gratuito CENTROAMÉRICA REGISTRA UN FLUJO INTENSO DE MIGRACIÓN FEMENINA PÁG. 2 Camino En el Foto: Iván Castaneira

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El periódico En el Camino es un proyecto de Periodistas de A Pie elaborado con el apoyo de Open Society Foundations de publicación mensual dirigido a las personas migrantes, que se distribuye a través de los albergues con un tiraje de 3000 ejemplares.

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Ellas migran

De víctima del tren a activista; la historia de José Luis HernándezPág. 5

El Viacrucis que se convirtió en una exigencia por los derechosPáginas 4 y 8

En el Camino es un proyecto de Periodistas de a Pie con el apoyo de Open Society Fundation. Se imprimen 3,000 ejemplares. Editores: Alberto Nájar y Daniela Pastrana. Diseño: Jazmín Estrada. Fotografías: Iván Castaneira y Prometeo Luce-ro. Asistente de Foto: Ximena Natera.

México, DF, lunes 5 de mayo de 2014 | Número 10Ejemplar gratuito

CentroamériCa registra un flujo intenso de migraCión femenina Pág. 2

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Caminan por dos

Por Periodistas de a Pie

Son miles. A veces viajan en pe-queños grupos, pero casi siem-pre se les puede ver acompañadas de jóvenes adultos. Cada vez con más frecuencia llevan tomados de la mano o a su lado a niños pequeños.

Mujeres migrantes que siem-pre han estado presentes en el fenómeno pero que por razones desconocidas permanecieron in-visibles, incluso por décadas.

La Organización de Naciones Unidas señala que, en el mundo, hay unas 104 millones de muje-res en condición migratoria irre-gular.

América Latina, y en particu-lar la región de Centroamérica, México y Estados Unidos, regis-tran un movimiento particular-mente intenso.

Las estadísticas dicen que el número de mujeres migrantes se ha mantenido estable en los últi-mos años, e incluso el dato más reciente señala que del total de centroamericanos devueltos a sus países, del 15%, aproxima-damente, unas 10.000, son del sexo femenino.

Pero los números no dan cuen-ta de la realidad que viven las mu-jeres migrantes, que en algunos casos, como quienes viajan en el tren, es más dura y cruel que la de sus compañeros varones.

Las mujeres sufren frecuen-

¿Al gobierno mexi-cano le impor-tan realmente los migrantes cen-

troamericanos? La pregun-ta es pertinente después de conocer el desenlace que tuvo una caravana de 15 hondureños mutilados por el tren, quienes sin dinero y con dificultades físicas viajaron desde su país has-ta Ciudad de México.

El objetivo era hablar con el presidente Enrique Peña Nieto, para contarle del infierno que significa viajar por México, y pe-dirle ayuda, su interven-ción para frenar los abusos o presionar a los gobiernos de Centroamérica para que asuman su responsabilidad en la migración de miles de personas cada semana.

Consiguieron una au-diencia en el Senado y la Secretaría de Gobernación les dijo que buscaría un es-pacio en la agenda presi-dencial para el encuentro, pero fue sólo una táctica para cansarlos.

La historia de los hon-dureños mutilados desnu-da otra vez la actitud que las autoridades mexicanas asumen hacia las personas en situación migratoria irregular, y hace más evi-dente la ausencia de una política pública sobre el fenómeno.

Si no hubo la sensibili-dad de atender a personas evidentemente vulnera-bles y lastimadas en terri-torio mexicano, ¿qué trato se puede esperar a los miles de niños, adolescentes, mu-jeres y jóvenes que diaria-mente huyen de sus países para salvar su vida?

Hay muy pocos servicios de salud especializados en los pueblos por donde pasan

las mujeres migrantes enfrentan más obstáCulos en el CaminoTELéfonos de ayuda

2 3ediTORiaL72 migranTEs

aLbeRguesCasa del Migrante. Tapachula, Chiapas.Avenida Hidalgo sin número, colonia San Antonio Cahoacán.Tel. 01 96262 67770 [email protected]

Albergue Jesús El Buen Pastor. Tapachula, ChiapasCarretera a Raymundo Enríquez sin número.Cel. [email protected]

Casa del Migrante Hogar de la Misericordia. Arriaga, Chiapas. 5ª Sur No. 1420, colonia Playa Fina.Tel. 966 665 8904 [email protected]

Albergue Hermanos en el Camino, Ixtepec, Oaxaca. Av. Ferrocarril Poniente No. 60, Barrio La SoledadTel. [email protected]

Comedor Migrante San José Huehuetoca, Edo. de MéxicoQuintana Roo sin número, Barrio San BartoloTel. 202-4586002

Albergue La 72 Domicilio conocido colonia Estación Nueva.Tel. 934 11 65 394934 11 82 [email protected]

Casa del Migrante. Irapuato, Guanajuato. Calle Río Silao No. 1897, Frac. La PraderaTel. 462 135 3654

dica especializada, como gine-cólogos, por ejemplo, son muy reducidas.

Pero esto, es apenas una par-te de la historia que para las mu-jeres representa el viaje al norte desde sus hogares.

Quienes viajan con sus hijos corren el riesgo de separarse de ellos, especialmente si consiguen

Las migrantes centroamericanas entrentan el peligos de los abusos sexuales

Mujeres migrantes reclamaron derechos a leigisladores mexicanos

tes abusos sexuales (incluso por sus connacionales) a lo largo de la ruta. Muchas son secuestra-das por bandas de esclavitud y hasta se han registrado casos de secuestros para obligarles a rea-lizar trabajos domésticos.

En los pueblos y ciudades por donde pasan los migrantes,las posibilidades de atención mé-

llegar a su destino y son deporta-das desde Estados Unidos.

La violencia no se limita al viaje. Poco se conoce del impac-to que representa dejar su hogar y muchas veces a los propios hi-jos bajo el cuidado de familiares o amigos.

También se conoce muy po-co el cambio de actitudes que su-fren a lo largo de la ruta, y mucho menos se de las dificultades que enfrentan para tener acceso a la justicia, especialmente en los ca-sos que involucran a bandas de delincuencia organizada.

A diferencia de sus compañe-ros varones, las mujeres migran-tes enfrentan, a cada metro que recorren México, un viaje doble: el que cruza el país y el camino a un infierno personal lleno de injusticias y sobre todo soledad .

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54LA HISTORIA

De víctima a activistaPor rodrigo soberanes santín

Antes de caer del tren, Jose Luis Hernández tocaba la guitarra y jugaba al fútbol. Eran sus gustos más grandes.

“Ahora juego el fútbol como un deporte ex-tremo”, bromea este joven hondureño aficio-nado a la música ranchera y religiosa (canta casi a diario).

Es uno de los casi 500 migrantes que han regresado Hondura con alguna discapacidad. Hace nueve años, al caer de la bestia, quedó atrapado entre las ruedas del tren de carga y perdió una pierna, un brazo y cuatro dedos de la otra mano.

Tenía 17 años y estaba en el país hacien-do su segundo intento de llegar a Estados Uni-dos viajando sin documentos legales con su amigo Selvi.

“Mi amigo Selvi ni siquiera se dio cuen-ta cuando me caí porque iba con un gran sue-ño y creía que yo estaba bromeando cuando se dio cuante que yo ya no estaba y empezó a buscarme. Más adelantito miró en las rue-das del tren y vio sangre”, cuenta José Luis.

El par de jóvenes estaba a punto de llegar a Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando ocu-rrió el accidente.

“En el viaje te cuidas mucho, yo nunca pensé que me iba a desmayar. Ni siquiera me dormí porque yo cuando tenía sueño me ama-rraba del tren arriba o en las escaleras, o me sentaba en los vagones que tenían paila y ahí podía ir a gusto un poco más seguro”.

Ahora, con 26 años, es el presidente de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad (Amiredis) de la ciudad de Pro-greso, capital del departamento de Yoro, en Honduras y la mayor parte de su tiempo está dedicada al activismo en favor de las 35 per-sonas que pertenecen a Amiredis y que tam-bién sufrieron por lo menos una mutilación durante el tiempo en que viajaron por Mé-xico en el tren. En abril. el ahora activista encabezó una inédita marcha a la ciudad de México para perdir una audiencia con el pre-sidente Enrique Peña Nieto. Pero el manda-tario no los recibió.

el Viacrucis del migrante fue sumando decenas en los al-

bergues hasta convertirse en una marcha de protesta.

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Migrantes mutilados, los más vulnerablesPor Periodistas de a Pie

El tren en marcha se sacudió y la multitud de migrantes que viajaba sobre los vagones se movió bruscamente, empujando a quienes se encontraban descuidados. Rosmar Alber-to Rivera Santos iba medio dormido y por eso no pudo sostenerse. Tras el empujón cayó a las vías, pero entonces las ruedas pasaron sobre el muslo de su pierna izquierda.

Eran las nueve de la noche de un viernes cerca de Arriaga, Chiapas, al sureste de Méxi-co. El migrante hondureño no entendió lo que sucedía, sólo miraba a los vagones que pasa-ban rápidamente. Al momento de la caída só-lo sintió un fuerte ardor. “Pero cuando miré al otro lado del riel, de la línea, vi que eran mi pie y mi zapato. Ya no podía caminar, ya me estaba desangrando”.

Rosmar sobrevivió gracias a la ayuda de unos desconocidos que lo llevaron a un hospi-

tal, donde permaneció 32 días. Luego regresó a su pueblo en Progreso, Honduras, donde en-frentó una dura realidad: El abandono de su familia, dificultades para conseguir empleo, tristeza y soledad.

Desde su accidente no había regresado a México, pero volvió recientemente junto con un grupo de migrantes que también su-frieron mutilaciones en su viaje por tren.El grupo se llama Asociación de Migrantes Re-tornados con Discapacidad (Amiredis) y viajó sin dinero ni documentos migratorios des-de Honduras, con la esperanza de hablar con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien no los recibió.

Para ellos la cuesta es más empinada. No se sabe cuántos han sufrido accidentes por-que ni en México ni en Centroamérica hay un registro. Y las autoridades hacen muy poco para ayudarlos. Su único refugio son organi-zaciones civiles y albergues que sobreviven en la pobreza cotidiana.

José tenía 17 años y un intento previo de llegar a E.U a sus espaldas, cuando cayó del tren.

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Es difícil dejar atrás el hogar, la familia y todo lo conocido. Dejar atrás tu país . El camino es duro y el costo, excesivo. Sudor y lágrimas se incluyen en la cuenta. Pero la búsqueda de una vida mejor es un derecho humano.Es un derecho que en ocasiones se convierte en una lucha extra para las personas en tránsito y que se gana sólo con perseverancia y voluntad de validar lo que es innato de todo humano.

luCES En El CAMInO

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• El mercado de llamadas telefónicas entre México es el más grande del mundo. Cada año se consumen al menos mil millones de minutos con un valor superior a los cinco mil millones de dólares.

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¿SAbíAS qué?

pASATIEMpO

una historia polémicaPor Periodistas de a Pie

La celebración a las madres no es nueva. Algunos historiadores dicen que la tradi-ción inició en Grecia, antes del nacimiento de Cristo, aunque la forma actual del fes-tejo inició hace tres siglos en Inglaterra.

En México los aztecas honraban a la maternidad al igual que otras civilizacio-nes prehispánicas asentadas en Centroa-mérica.

En el país la celebración actual tiene una historia controvertida.

Una de las versiones es que el festejo nació por iniciativa del director de un pe-riódico capitalino, el Excélsior, quien en 1922 apoyó la idea del secretario de Edu-cación José Vasconcelos de dedicar un día para agasajar a las madres.

No fue buena voluntad, en el fondo bus-caban quitar atención a un movimiento que quería dar a las mujeres derecho al voto.

La fecha seleccionada fue el 10 de ma-yo. En El Salvador y Guatemala se celebra el mismo día, mientras que en Honduras es el segundo domingo de mayo.

Sin embargo, lo que une hoy a la región es la parte comercial. Al inicio era una for-ma de recordar el papel importante de la madre en la estabilidad familiar, aunque ahora parece un pretexto para la fiesta, y un motivo para hacer negocios.

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¿CÓMO VIAJAR?Si eres deportado de Estados Unidos y te dejan en territorio mexicano, recuerda que tienes derecho a: contar con asesoría legal, espacios dignos para descansar, recibir alimentos y trato digno de las autoridades y sobre todo, a comunicarte con tu familia.

COnsejO pRÁCTICO

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Primero fueron los mutilados por La Bestia. Luego, cientos de centroamericanos marcharon por la capital de México para exigir visas humanitarias. Fue un Viacrucis que se convirtió en grito de protesta. Pidieron hablar con el presidente. no los recibió, pero sentaron a la mesa a los legisladores federales y al gobernador de Veracruz. una jornada inédita. abril fue histórico en la larga lucha por los derechos de migrantes.

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