ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION

9
LA ANTROPOLBGIA CRIMINAL EN ESPARA: SU PROCESO DE ASIMILACION Y EVBLUCION * Andrés Galera Gómez Desde muy diversos puntos de vista ha sido motivo de análisis el movimiento antropológico criminal que en la segunda mitad del siglo XIX protagonizó César Lombroso (1). Sus estudios sobre el delincuente, centrados en la idea de atavismo y de regresión evolu- tiva de la especie humana, definiendo un tipo antropológico peculiar que denominó delincuente, nato (2), son por mismos causa justi- ficada para, sin entrar en materia sobre su veracidad, provocar en- juiciamientos y valoraciones desde ópticas diferentes. Toda Europa participó en el debate; por un lado, los partidarios surgidos al calor de la defensa de un orden social eficaz; por otro, los detractores que arremetían duramente sobre unos cimientos estadísticos mal forjados y sobre observaciones subjetivas de las que difícilmente se podían obtener deducciones significativas; como así sucedió. Hoy, desde nuestra panorámica, parece temeraria cualquier considera- ción antropológica sobre el delincuente desde una óptica científica, pero es un hecho incuestionable que, inconscientemente, nuestra pri- mera impresión fisionómica de un individuo nos sirve de análisis sobre su comportamiento social; es más, la valoración del aspecto externo de un individuo ha tenido siempre un alto grado de esti- mación en una sociedad necesitada de rasgos iilnatos con los que de una forma rápida enjuiciar a un contrincante potencial. No es por ello de extrañar que en algún momento de nuestra historia lo que a simple vista es un hecho cotidiano, sin más trascendencia que la puramente anecdótica, se intentase traducir en un evento cientí- (") Trabajo subvencionado por el Proyecto CAICYT, núm. PR84.0124.COB-01. 273 Arclepio-XXXIX-1987 IR

Transcript of ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION

Page 1: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION

LA ANTROPOLBGIA CRIMINAL EN ESPARA: SU PROCESO

DE ASIMILACION Y EVBLUCION *

Andrés Galera Gómez

Desde muy diversos puntos de vista ha sido motivo de análisis el movimiento antropológico criminal que en la segunda mitad del siglo XIX protagonizó César Lombroso (1). Sus estudios sobre el delincuente, centrados en la idea de atavismo y de regresión evolu- tiva de la especie humana, definiendo un tipo antropológico peculiar que denominó delincuente, nato (2) , son por sí mismos causa justi- ficada para, sin entrar en materia sobre su veracidad, provocar en- juiciamientos y valoraciones desde ópticas diferentes. Toda Europa participó en el debate; por un lado, los partidarios surgidos al calor de la defensa de un orden social eficaz; por otro, los detractores que arremetían duramente sobre unos cimientos estadísticos mal forjados y sobre observaciones subjetivas de las que difícilmente se podían obtener deducciones significativas; como así sucedió. Hoy, desde nuestra panorámica, parece temeraria cualquier considera- ción antropológica sobre el delincuente desde una óptica científica, pero es un hecho incuestionable que, inconscientemente, nuestra pri- mera impresión fisionómica de un individuo nos sirve de análisis sobre su comportamiento social; es más, la valoración del aspecto externo de un individuo ha tenido siempre un alto grado de esti- mación en una sociedad necesitada de rasgos iilnatos con los que de una forma rápida enjuiciar a un contrincante potencial. No es por ello de extrañar que en algún momento de nuestra historia lo que a simple vista es un hecho cotidiano, sin más trascendencia que la puramente anecdótica, se intentase traducir en un evento cientí-

(") Trabajo subvencionado por el Proyecto CAICYT, núm. PR84.0124.COB-01.

273 Arclepio-XXXIX-1987

I R

Page 2: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 3: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 4: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 5: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 6: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 7: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 8: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION
Page 9: ESPARA: SU PROCESO EVBLUCION