Etica Kant

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NOTA SOCIEDAD POR EL SUFRIMIENTO DE LOS EJECUTADOS, EE.UU. REABRE EL DEBATE SOBRE LA PENA DE MUERTE Esa cruel costumbre de matar Desde el 29 de abril, cuando un condenado agonizó durante 47 minutos tras recibir una inyección letal, fueron suspendidas tres ejecuciones. Algunos estados guardan secreto sobre los fármacos que usan y otros quieren volver a la silla eléctrica. La ejecución de Clayton Lockett, de 38 años, condenado a muerte en Oklahoma, Estados Unidos, por asesinar a una joven de 19 años, no salió como las autoridades penitenciarias locales esperaban. Luego de aplicarle la inyección letal, a las 18.33 del 29 de abril último, los médicos declararon a Lockett inconsciente. Tres minutos más tarde comprobaron que no lo estaba. El propio condenado habría afirmado “no lo estoy”. A partir de ese momento, comenzó a retorcerse, gritar y sacudirse con sus manos y piernas, intentando incorporarse en la camilla a la que se encontraba atado. Estaba sufriendo. Falleció de un paro cardíaco 47 minutos más tarde. La dificultad que habrían tenido los médicos para encontrar una vena donde colocar el cóctel, el secreto en torno de los fármacos empleados, que además nunca antes habían sido usados, y el claro sufrimiento del condenado contribuyeron a reabrir el debate entre partidarios y opositores a la pena de muerte. En el último mes se multiplicaron los recursos judiciales ante los tribunales en oposición a este procedimiento y tres ejecuciones fueron suspendidas. La última fue postergada en Missouri por disposición de la Corte Suprema, el último martes. “Corría el riesgo considerable de una muerte atroz y prolongada, a causa de su estado de salud poco común y grave”, afirmó la abogada Cheryl Pilate, defensora de Russell Bucklew, condenado a muerte en 1996 en Missouri por el asesinato de la pareja de su ex novia, a la que después secuestró y violó. Bucklew, de 45 años, iba a ser ajusticiado el martes, pero un tribunal de apelaciones suspendió la ejecución al considerar que “el procedimiento actual de ejecución (en Missouri) presenta un ‘riesgo objetivamente intolerable de sufrimiento’”. Sin embargo, dio marcha atrás en la decisión y la muerte de Bucklew parecía inminente, hasta que el juez de la Corte Suprema Samuel Alito postergó de nuevo la condena, el miércoles último, y ordenó que el caso sea revisado. Los abogados del condenado criticaron el uso del pentobarbital, la droga que ese estado utiliza como anestesia para la inyección letal. Argumentaron que el reo sufre de una rara condición médica con tumores vasculares en el cuello y que el cóctel que le inocularían podría provocarle una hemorragia cerebral y dolores extremadamente fuertes. Según argumentaron, esto iría en contra de la Constitución estadounidense, que prohíbe “un castigo cruel y extraordinario”. Además, alegaron que “el método de ejecución es incompatible con estándares internacionales de derechos humanos” y que Missouri “no ha proporcionado información sobre los fármacos utilizados” en las inyecciones letales. Bucklew había pedido formalmente que su ejecución sea filmada para que el video sea

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SOCIEDADPOR EL SUFRIMIENTO DE LOS EJECUTADOS, EE.UU. REABRE EL DEBATE SOBRE LA PENA DE MUERTEEsa cruel costumbre de matarDesde el 29 de abril, cuando un condenado agoniz durante 47 minutos tras recibir una inyeccin letal, fueron suspendidas tres ejecuciones. Algunos estados guardan secreto sobre los frmacos que usan y otros quieren volver a la silla elctrica.La ejecucin de Clayton Lockett, de 38 aos, condenado a muerte en Oklahoma, Estados Unidos, por asesinar a una joven de 19 aos, no sali como las autoridades penitenciarias locales esperaban. Luego de aplicarle la inyeccin letal, a las 18.33 del 29 de abril ltimo, los mdicos declararon a Lockett inconsciente. Tres minutos ms tarde comprobaron que no lo estaba. El propio condenado habra afirmado no lo estoy. A partir de ese momento, comenz a retorcerse, gritar y sacudirse con sus manos y piernas, intentando incorporarse en la camilla a la que se encontraba atado. Estaba sufriendo. Falleci de un paro cardaco 47 minutos ms tarde. La dificultad que habran tenido los mdicos para encontrar una vena donde colocar el cctel, el secreto en torno de los frmacos empleados, que adems nunca antes haban sido usados, y el claro sufrimiento del condenado contribuyeron a reabrir el debate entre partidarios y opositores a la pena de muerte. En el ltimo mes se multiplicaron los recursos judiciales ante los tribunales en oposicin a este procedimiento y tres ejecuciones fueron suspendidas. La ltima fue postergada en Missouri por disposicin de la Corte Suprema, el ltimo martes.Corra el riesgo considerable de una muerte atroz y prolongada, a causa de su estado de salud poco comn y grave, afirm la abogada Cheryl Pilate, defensora de Russell Bucklew, condenado a muerte en 1996 en Missouri por el asesinato de la pareja de su ex novia, a la que despus secuestr y viol. Bucklew, de 45 aos, iba a ser ajusticiado el martes, pero un tribunal de apelaciones suspendi la ejecucin al considerar que el procedimiento actual de ejecucin (en Missouri) presenta un riesgo objetivamente intolerable de sufrimiento. Sin embargo, dio marcha atrs en la decisin y la muerte de Bucklew pareca inminente, hasta que el juez de la Corte Suprema Samuel Alito posterg de nuevo la condena, el mircoles ltimo, y orden que el caso sea revisado.Los abogados del condenado criticaron el uso del pentobarbital, la droga que ese estado utiliza como anestesia para la inyeccin letal. Argumentaron que el reo sufre de una rara condicin mdica con tumores vasculares en el cuello y que el cctel que le inocularan podra provocarle una hemorragia cerebral y dolores extremadamente fuertes. Segn argumentaron, esto ira en contra de la Constitucin estadounidense, que prohbe un castigo cruel y extraordinario.Adems, alegaron que el mtodo de ejecucin es incompatible con estndares internacionales de derechos humanos y que Missouri no ha proporcionado informacin sobre los frmacos utilizados en las inyecciones letales. Bucklew haba pedido formalmente que su ejecucin sea filmada para que el video sea utilizado como evidencia de su sufrimiento al momento de la muerte, pero el tribunal de apelaciones se lo neg.A raz de la decisin de los fabricantes europeos de negarse a vender el anestsico a quienes lo adquieren para ejecuciones humanas, los 32 estados de Estados Unidos que an aplican la pena de muerte tienen dificultades para hallar barbitricos. Es as que recurren a preparados disponibles en farmacias locales, pero no homologados por las autoridades federales.Para considerar mtodos alternativos de ejecucin, un preso debe poder obtener informacin del producto que el estado de Missouri pretende utilizar, as como su origen y los ingredientes que contiene, sostuvo la abogada de Bucklew.En este contexto, Bill Haslam, gobernador de Tennessee, firm el jueves un decreto que permite volver a usar la silla elctrica como recurso cuando el estado no pueda conseguir los suministros necesarios para la inyeccin letal. La ltima vez que se utiliz este mtodo fue en 2008, en Nebraska.Los debates entre partidarios y opositores a la pena de muerte recrudecieron a partir de la muerte de Clayton Lockett y, en los ltimos das, se presentaron varios recursos judiciales ante los tribunales para cuestionar los nuevos procedimientos utilizados en las inyecciones letales, el secreto en torno de los frmacos empleados y el sufrimiento al que se enfrentan los condenados.Las protestas llegaron incluso hasta la Casa Blanca, donde el presidente Barack Obama calific la ejecucin de Lockett como profundamente perturbadora y aprovech para pedir una revisin completa de la prctica en los estados que la aplican.No obstante, Obama reiter su apoyo a la pena de muerte. Existen ciertas circunstancias en las que un crimen es tan terrible que la aplicacin de la pena de muerte podra ser apropiada: asesinatos en masa o de nios, seal.Por su parte, Ryan Kiesel, director ejecutivo de la Unin Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en ingls) de Oklahoma, luego de la muerte de Lockett, reflexion que este caso trae el interrogante de si existe alguna va humana que permita quitarle la vida a un hombre de forma deliberada.A pesar del rechazo que gener este caso, an el 59 por ciento de los estadounidenses est a favor de la pena capital contra un 35 por ciento que se opone. La mayora de aquellos que se encuentran a favor la consideran aceptable en casos de asesinato y violacin.

Anlisis El disparador de la nota es una ejecucin que result fallida en el estado de Oklahoma. La inyeccin letal que se le dio a Clayton Lockett, un hombre que habia sido condenado a pena de muerte por haber asesinado a un joven de diecinueve aos, no contena los frmacos aprobados para esta clase de sentencia y eso le gener al prisionero cuarenta y siete minutos de larga agona. A partir de ese hecho, dice la nota, recrudeci en Estados Unidos el debate acerca de la abolicin o no de esta prctica. No es casualidad que tanto la pelcula Milagros Inesperados como el hecho que aqu se nos narra estn ambientados en los Estados Unidos. Ese pas tiene una larga tradicin en la ejecucin de penas capitales y, actualmente, ms de la mitad de los estados que lo conforman 32 de 50 siguen avalando este tipo de condena en sus cdigos penales. Como puede leerse en esta misma noticia, incluso su Presidente, Nobel de la Paz en 2009, est de acuerdo con que en determinados casos se aplique la pena de muerte. Los argumentos principales que esgrimen los defensores de esta prctica son dos. El primero de ellos se sustenta en la legendaria ley de Talin ojo por ojo, diente por diente: hay crmenes tan violentos y contrarios a la naturaleza humana que sus perpetradores deben ser ejecutados para compensar el dao causado. En la nota encontramos que, segn una encuesta, el 60% de los estadounidenses est de acuerdo con la pena de muerte en casos de violacin o asesinatos. El segundo argumento que si bien no aparece en este texto en particular, se escucha y se lee muy a menudo est relacionado con el costo que le genera al estado mantener a un recluso condenado a prisin perpetua. La pena de muerte vendra a ser un mecanismo punitivo ideal para reducir gastos. Si Kant estuviera vivo, indudablemente mostrara su rechazo frente a estas posturas. Partiendo del imperativo de los fines, dira que ningn ser humano puede ser utilizado como medio para conseguir algo y, por lo tanto, ambos argumentos estaran equivocados. El primero de ellos porque piensa la ejecucin del condenado como medio para alcanzar una sensacin de justicia; el segundo porque justifica la muerte de un sujeto sobre la base de los dlares que conseguiran ahorrarse. En ninguno de los casos se trata a la persona como un fin en s mismo y eso es contrario al deber. Para oponerse a esta prctica, Kant tambin recurrira al imperativo que reza: Obra como si la mxima de tu accin debiera tornarse, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza. Si la naturaleza es, segn l lo comprende, un conjunto de leyes intangibles que conducen al hombre hacia su mximo nivel de desarrollo, la ejecucin de una persona no puede constituirse en ley universal ms all de cualquier argumento que se pretenda aducir, porque si ello sucediera asistiramos a la autodestruccin de la naturaleza.