Ética y Significación Cultural

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 Ética y significación cultural Levinas y Husserl sobre la idealidad del lenguaje Antonio Pérez §1. El hablar como constitución del sentido: “el origen de la geometría” de Husserl El pr ob le ma concreto qu e Hu sse rl se pr op on e in ve st ig ar en su ar culo de 19 36 -publicado por E. Fink en 1939 bajo el título  Die Frag e nach dem Ur sprun g der Geom etrie als intentional-historisches Problem 1 - es , ci to a Hu sse rl , “ant e to do, pregun ta r po r el sentido originario de la geometría transmitida c on justo ese sentido válido desde entonces hasta ahora” 2 .  El prob lema del "sent ido origi nal de la geometría" que ocup a a Husser l en este artícu lo no es el tipo de problema que ocupa a los matemáticos 3 ,  pero tampoco es un problema de historia en el sentido de una narración o información acerca de los primeros geómetras 4 , aunque, en cierta forma, es un problema que abarca tanto a la matemática como a la historia. En efecto,  por un lado, la geometría es un hecho histórico o una tradi ción: “La geometría que está, por decirlo así, terminada, hacia la cual se dirige la pregunta que hacemos, es una tradición. Nuestra existencia humana se mueve en un sinnúmero de tradiciones. El conjunto del mundo cultural con todas sus figuras existe en el mundo cultural” 5 . Pero, por otro lado, el problema de su origen -tal como lo propone Husserl- implica no sólo la tradición sino también la manera como esa tradic ión permanece viva hasta hoy mismo, es decir , impl ica la geometría entendi da como una actividad espiritual humana. Pues toda ciencia es objetiva, nos dice Husserl, no sólo como un objeto heredado sino como una tradición mantenida viva o reanimada por algún investigador, “en tanto subjetividad que vale por el conjunto de la ciencia” 6 . En este últ imo sen tid o, en tan to “esp iri tua liza da” ("  geist ig gewo rden") y en tanto "válida para todos" (en tanto posee una “validez universal incondicio nada ("unbe ding te Allge meing ültigk eit " 7 ), la ge omet ría impl ica una ev iden ci a 1 . Cf. " Rev ue In ternat ion ale de P hil oso phi e, Br üss el, 19 39, 1. J ahr gan g, no. 2, S . 203- 225 .  Nue stra s cit as r efie ren a "  Die Kris is ...", Husserliana Band VI; Beilage III; pp. 365-386. 2 .  Die K risi s..., ed. cit., p. 365. 3 . Cf. id. 4 . Cf. id., p. 366. 5 . Id., p. 366. 6 . Id., p. 367. 7 . Id., p. 366. 1

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Fenomenología

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  • tica y significacin culturalLevinas y Husserl sobre la idealidad del lenguaje

    Antonio Prez

    1. El hablar como constitucin del sentido: el origen de la geometra de Husserl

    El problema concreto que Husserl se propone investigar en su artculo de 1936 -publicado por E. Fink en 1939 bajo el ttulo Die Frage nach dem Ursprung der Geometrie als intentional-historisches Problem1- es, cito a Husserl, ante todo, preguntar por el sentido originario de la geometra transmitida con justo ese sentido vlido desde entonces hasta ahora2. El problema del "sentido original de la geometra" que ocupa a Husserl en este artculo no es el tipo de problema que ocupa a los matemticos3, pero tampoco es un problema de historia en el sentido de una narracin o informacin acerca de los primeros gemetras4, aunque, en cierta forma, es un problema que abarca tanto a la matemtica como a la historia. En efecto, por un lado, la geometra es un hecho histrico o una tradicin: La geometra que est, por decirlo as, terminada, hacia la cual se dirige la pregunta que hacemos, es una tradicin. Nuestra existencia humana se mueve en un sinnmero de tradiciones. El conjunto del mundo cultural con todas sus figuras existe en el mundo cultural5. Pero, por otro lado, el problema de su origen -tal como lo propone Husserl- implica no slo la tradicin sino tambin la manera como esa tradicin permanece viva hasta hoy mismo, es decir, implica la geometra entendida como una actividad espiritual humana.

    Pues toda ciencia es objetiva, nos dice Husserl, no slo como un objeto heredado sino como una tradicin mantenida viva o reanimada por algn investigador, en tanto subjetividad que vale por el conjunto de la ciencia6. En este ltimo sentido, en tanto espiritualizada ("geistig geworden") y en tanto "vlida para todos" (en tanto posee una validez universal incondicionada ("unbedingte Allgemeingltigkeit"7), la geometra implica una evidencia 1 . Cf. "Revue Internationale de Philosophie, Brssel, 1939, 1. Jahrgang, no. 2, S. 203-225.

    Nuestras citas refieren a "Die Krisis ...", Husserliana Band VI; Beilage III; pp. 365-386.2 . Die Krisis..., ed. cit., p. 365.3 . Cf. id.4 . Cf. id., p. 366.5 . Id., p. 366.6 . Id., p. 367.7 . Id., p. 366.

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  • indiscutible ("ein Wissen von unanfechtbarer Evidenz"8), evidencia que es el verdadero objeto de estudio en este artculo: cmo es posible, en efecto, que la evidencia geomtrica tenga una validez universal (para todos), siendo as que ha debido tener un origen en la evidencia puramente interior y personal de su(s) inventor(es)?

    La respuesta de Husserl se remonta al "comienzo": podemos suponer a priori que la geometra -como toda ciencia- se ha debido desarrollar en sus orgenes al interior, por decirlo as, de la conciencia de su(s) inventor(es), como una combinacin de "proyecto" (Vorhabe) y "xito" (Gelingen)9. Es justamente esta "evidencia de realizacin exitosa" la que constituye la objetividad propia de la geometra, es decir, su validez para todos: en la conciencia interior de Euclides mismo, la existencia geomtrica no es psquica, no es existencia en la esfera personal de la conciencia, es existencia de entes objetivos para cada uno10.

    Lo que interesa subrayar ahora es que esta "objetividad" de los objetos de la geometra es una objetividad "ideal"11. Su objetividad consiste en ser "repetible", no como lo que se "repite" en varios ejemplares, sino como lo que se mantiene idntico en todas sus repeticiones: El teorema de Pitgoras, toda la geometra es la misma en el lenguaje original de Euclides y en todas sus traducciones12, pues la "objetividad ideal" de la geometra est mediada por el lenguaje: la evidencia originaria de Euclides puede seguir siendo la misma para todo investigador que la "entienda" correctamente, porque el mismo Euclides la entendi mediante un "lenguaje originario", es decir, constituy por primera vez esas objetividades al expresarlas.

    Los "objetos ideales" de la geometra se constituyen en un "lenguaje originario intersubjetivo" o en el "hablar" (Aussprechen), dice Husserl, pues solamente al hablar se constituye, en el presente, el pasado heredado de la tradicin junto con el futuro ideal siempre repetible de la evidencia primera: en el hablar se constituye, al mismo tiempo, la objetividad y la idealidad de la geometra13.

    Es as que el problema de la evidencia se convierte en el problema de los "objetos ideales" de la geometra y, por eso mismo, en un problema del lenguaje, pues la idealidad de los objetos de la geometra es la misma que la del lenguaje: pues el mismo lenguaje est construido de objetividades ideales, por ejemplo, la palabra len (Lwe) aparece en nuestra

    8 . Id.9 . Cf. Id.10 . Id.11 . Cf. Die Krisis, p. 368.12 . Id.13 . Cf. Id., S. 369.

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  • lengua slo una vez, es identica en las innumerables veces que la expresa cualquier persona 14.Pero no por eso debemos apresurarnos a identificar la idealidad de la geometra con la

    idealidad propia del lenguaje. La objetividad ideal de la geometra comparte la idealidad de su objeto mismo. Por ejemplo, el teorema de Pitgoras que permanece idntico en el lenguaje original de su descubridor (o inventor) y en todas sus traducciones. En este caso, el objeto de la idealidad geomtrica no es contingente y, slo para l, la posibilidad de la traduccin-tradicin est abierta al infinito15.

    Dice Husserl En la pgina 68 de su introduccin, Derrida cita una "frase decisiva" de Husserl, que nos ayudar a comprender la diferencia entre la idealidad del lenguaje y la idealidad de la geometra: Las idealidades de las palabras y de las proposiciones geomtricas, las teoras consideradas puramente en tanto que formaciones lingsticas- no son las idealidades que, en la geometra, constituyen lo que es enunciado y acreditado como verdad: los objetos y los estados de cosas geomtricos ideales. En todo enunciado, el objeto temtico, aquello de lo que se habla (su sentido), se distingue de la enunciacin que, en ella misma, no es ni puede ser jams tema en el curso del enunciar (Citado por Derrida, op.cit., pg. 68). Pero, con el objeto geomtrico, en el que se confunden el "tema del que se habla" y el "objeto mismo", es posible sobrepasar por primera vez la idealidad todava encadenada del lenguaje.

    Sin embargo, la objetividad de los objetos de la geometra no es, por otro lado, la objetividad de las cosas. Lo caracterstico de la objetividad de la geometra es su accesibilidad (zugngliches Dasein16), lo que quiere decir: es prometida para todo aquel que "reanime" el sentido de sus proposiciones, porque su objetividad o, para Husserl, su intersubjetividad est fundada en el lenguaje: a su ser objetivo le pertenece ser expresado lingsticamente y ser siempre expresable de nuevo, para decirlo ms claramente, tener objetividad y existencia para-cada-uno slo como significado, sentido del hablar (Rede)"17.

    El lenguaje en tanto hablar sera, pues, la gnesis de la objetividad y del sentido: en el hablar se realizara el doble proceso de recibir pasivamente el sentido "sedimentado" y de crear activamente nuevas significaciones. Esta "reconversin" de lo pasivo-sedimentado18 en la actividad correspondiente es realizada por lo que Husserl llama "reactivacin", que en ltimo 14 . Die Krisis, p. 368.15 . Cf. L'origine..., ed. cit., p. 64.16 . Id. cf. tambin, en la nota a pie de pgina,donde Husserl indica que lo caracterstico de las ciencias

    objetivas es su accesibilidad, lo que le permite afirmar que la traduccin del "lenguaje original de la obra" en otra lengua no afecta (nicht aufhebt bzw. nur zu einer uneigentlichen, indirekten macht) la originalidad de la evidencia

    17 . Id., p. 368, nota18 . Cf. Id.

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  • trmino es la actividad lgica de la "explicacin" ("Verdeutlichung"19), que pertenece al lenguaje mismo. Las mismas ciencias objetivas y, en general, el lenguaje- no son una herencia ya terminada de una vez para siempre, sino que consisten en un "trabajo lgico"20 sobre el "sedimento" heredado.

    2. El hablar y el enigma: el otro como interlocutor

    Es slo la "claridad de la reactivacin"21, entonces, la que nos permite recuperar el "sentido originario" y las "actividades originarias" que realizaron los primeros gemetras, y es tambin ella la que nos permite alcanzar, en vez de la contemplacin de simples figuras, la verdadera creacin de las idealidades originarias22. En el hablar, a travs de la "explicacin" (Verdeutlichung), se anudan el pasado (es decir, la sedimentacin) y el futuro (es decir, la idealidad) en el instante presente; en el hablar se constituye la objetividad o la validez "para todos" de los "objetos ideales" de la geometra as como su "expresabilidad" o, propiamente, su idealidad.

    Para Derrida lo decisivo en todo esto es que toda palabra, a la vez que posibilita la documentacin y por consiguiente la tradicin, es tambin la primera "traicin", en tanto es la posibilidad de la "sedimentacin" que es -en un sentido negativo para Husserl- pasividad y olvido: justamente la posibilidad de la "crisis". Pero, concluye Derrida, debido a la ambigedad de la escritura y dado que en ella el aspecto espiritual (geistige Leiblichkeit) y material (materielle Krperlichkeit) de la palabra se encuentran siempre unidos, la verdad no puede darse sino como un aplazamiento, como retraso y como diferancia.

    Levinas subraya ms bien que Husserl ha mostrado que el lenguaje hace posible la objetividad de los objetos y su tematizacin, pues para Husserl la objetividad del pensamiento consiste en el hecho de ser vlido para todo el mundo, de tal manera que al hablar no transmito al otro lo que es objetivo para m sino que, al revs, lo objetivo solo llega a ser objetivo por la comunicacin. Pero Levinas considera que, en Husserl, el Otro que hace posible esta comunicacin se constituye desde un principio por un pensamiento mondico (TI 223-224). Eso es lo que tratar de explicar a partir de ahora.

    Como estamos viendo, las preocupaciones de Levinas en los aos posteriores a la

    19 . Cf. Id., p. 374.20 . Id., p. 375.21 . Id.22 . Id., p. 376.

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  • publicacin de Totalidad e infinito van en una direccin distinta a las de Husserl y a las de Derrida. Cito a Levinas: Todo hablar es enigma. Se instala ciertamente y se mueve en un orden de significaciones comn a los interlocutores, en medio de verdades triunfantes, es decir primeras, en una lengua portando un sistema de verdades conocidas que el hablar, por ms banal que sea, sigue ciertamente y conduce a nuevas significaciones. Pero detrs de este renovamiento que es la vida cultural, el Decir, es decir, el rostro, es la discrecin de una proposicin inaudible, de una insinuacin inmediatamente reducida a la nada (EDE 21223).

    En esta frase de 196524, Levinas expresa, junto con un aparentemente inofensivo cambio de terminologa25, el proyecto que guiar su pensamiento hasta 1974, ao de la publicacin de De otro modo que ser. En realidad, ya en un artculo aparecido por primera vez en la revista Esprit en 1963, La trace de l'Autre26, Levinas se dirige contra toda concepcin del "hablar" (parler) que lo limite a una "renovacin" de las significaciones que se dan en el horizonte cultural, aunque en este caso las resonancias de Totalidad e infinito son an ms claras: El otro que se manifiesta en el rostro, perfora de alguna manera su propia presencia plstica Su presencia consiste en desvestirse de la forma que sin embargo lo manifiesta. Su manifestacin es un exceso Eso es lo que manifiesta la frmula: el rostro habla. La manifestacin del rostro es el primer discurso. Hablar es, antes de todas las cosas, esta manera de venir de detrs de la forma, una abertura en la abertura (EDE 194).

    El otro (autrui), en efecto, no se limita a significar a partir de un contexto sino que su presencia consistira en venir hacia nosotros; segn el lenguaje que usa Levinas en esa poca, la epifana del rostro es visitacin (EDE 194).

    Pero ya aqu se anuncia tambin, como ms tarde en nigme et phnomne (cf. EDE 203-216), un nuevo inters por la fenomenologa husserliana, aunque no sea sino para, una vez ms, luchar contra sus nociones: La visitacin consiste en invertir el egoismo mismo del Yo, el rostro desarma la intencionalidad que la mira (EDE 195). En este y otros artculos de la misma poca, Levinas termina por transformar la capacidad que tiene la intencionalidad de constituir

    23 . nigme et phnomne. En: EDE pp. 202-216.24 . El artculo nigme et Phnomne apareci por primera vez en la revista Esprit.25 . "... el Decir, es decir el rostro". Antes, en la misma pgina, Levinas identifica tambin el "decir" con la

    expresin, a los que contrapone lo "dicho": La expresin, el decir, no viene a aumentarse a las significaciones (...) las significaciones dichas se ofrecen al decir que las desarregla, como si fuera un escrito esperando su interpretacin"(EDE 212; subrayado por Levinas). Y Levinas prosigue, entregandonos una clave para comprender este cambio de terminologa: (El Decir) es la anterioridad irreversible principial- del verbo con relacin al ser, el retraso no recuperable de lo Dicho sobre el Decir. Por esta anterioridad, las significaciones que se bastan a s mismas llevan el trazo (del Decir) que de inmediato ellas mismas niegan y borran (id.).

    26 . EDE 187-202.5

  • objetos en lo que l llama una proclama: La intencionalidad es pensamiento y entendimiento, pretensin, el hecho de nombrar lo idntico, de proclamar cualquier cosa en tanto que cualquier cosa (EDE 219).

    La relacin con el otro, en cambio, se produce de otro modo. La presencia del otro en su rostro tiene una significacin propia, independiente de toda significacin recibida del mundo. El otro no nos viene simplemente a partir del contexto sino que, sin ninguna mediacin, significa por s mismo. Levinas dice: Su significacin cultural que se revela y que revela horizontalmente, que se revela a partir del mundo histrico , esta significacin mundana se encuentra trastornada y atropellada por otra presencia abstracta, no integrada al mundo (EDE 194, las cursivas son mas, APV), de esa presencia salvaje de la que hablaba Merleau-Ponty.

    Con esto Levinas quiere decir que el hablar en tanto produccin de "objetividades ideales" no es solamente kerigma en tanto proclama o "pretensin", sino que ya el kerigma que lleva la idealidad es, adems, la proximidad entre Yo y el interlocutor, y no nuestra participacin en una transparente universalidad (EDE 224, cursivas de Levinas).

    Levinas afirma que su objecin no es tanto contra un "regreso al infinito"27, sino que la hiptesis segn la cual la relacin con el interlocutor sera an saber, reduce el discurso al ejercicio solitario o impersonal de un pensamiento (EDE 224). Y si as fuera, si la evidencia originaria o la constitucin de la "idealidad" estuviera al principio como condicin de posibilidad de la "comunicacin", entonces toda relacin con un singular sera imposible, pues en ese caso no podra aparecer para la conciencia nada individual, fuera de la idealidad y de la universalidad (cf. EDE 224).

    El hablar, concluye Levinas, no ha podido ser origen slo en tanto "constitucin" de las "objetividades ideales" de la geometra -y del lenguaje mismo-, sin haber sido antes la relacin con un singular -la relacin con un interlocutor.

    A partir de esto, Levinas desarrolla la nocin de esta otra presencia "no integrada al mundo" y encuentra su significacin en una comunicacin "sin palabras ni frases", comunicacin o lenguaje original que sostiene todas las significaciones culturales, lo que hemos llamado antes proximidad. Pues lo que especficamente quiere conseguir Levinas con esta discusin es mostrar que la relacin con el interlocutor -la proximidad- no es una expresin cultural, sino que permite juzgar a las culturas desde un mbito previo, el de la tica o

    27 . En efecto, si la relacin con el interlocutor supone un conocimiento del interlocutor a partir de la universalidad y de la idealidad, "il faudra une nouvelle `relation avec tous' pour assurer la certitude de la premire vrit de tous, qui la vrit pour tous presuposse" (EDE 224)

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  • responsabilidad por el otro.

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