República Bolivariana de Venezuela.Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior.Instituto Universitario Tecnológico“Antonio José de Sucre”Extensión – Maracay.Problemas Socioeconómicos del País.

AUTORES:

Hecmil Padilla 19.466.088 (75)

José Ramírez 19.277.609 (75)

Diciembre, 2010

Actualidad sobre El Dólar y Cadivi

Desde el Febrero del 2003, Venezuela cuenta con un régimen de control de cambios. Cualquier empresa o individuo que desee o necesite realizar compras o pagos en el exterior, debe contar con autorización y cumplir una serie de requisitos ante la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI).

Como cabe suponer, los trámites burocráticos necesarios pueden tomar tiempo, y pueden contar con importantes trabas en las transacciones que mantiene el país con empresas o personas en el exterior, lo que redunda en retrasos y en ocasiones, un impedimento a las mismas.

Adicionalmente, el control cambiario que existe en Venezuela ha originado la necesidad de medios alternativos de realizar la compra de divisas, a través de permutas y mercados paralelos de divisas.

Desde el segundo Trimestre del 2010, a las complicaciones de Cadivi, se agrega un nuevo mecanismo para la adquisicion de divisas: el SITME, sistema que pretende suplantar y controlar el dolar paralelo.

Dificultad en adquisición de divisas encarece costos

El presidente CONSECOMERCIO, Fernando Morgado, explicó que las dificultades para adquirir dólares impedirá a los comerciantes vender la mercancía navideña que ofrecían en años anteriores, además de anticipó un posible aumento en los precios de los productos. 'Más de un 80 por ciento de nuestros afiliados no han recibido y hemos tenido que recurrir en el pasado al mercado permuta, ese mercado ya no existe y hoy estamos comprando a algunos revendedores que han logrado importar, eso aumenta el costo del producto'. Por su parte el presidente de la red para la defensa del trabajo, la propiedad y la construcción, Vicente Brito indicó que las medidas implementadas por el gobierno nacional contra la empresa privada comprometen las finanzas públicas y producen un encarecimiento de los servicios.

El dólar afecta al sector salud

Ante la amenaza del presidente Hugo Chávez de estatizar las clínicas privadas si incrementan los precios, quienes laboran en este sector explicaron que el aumento se debe al control cambiario. A juicio de los médicos, cuando se decidió otorgar dólares preferenciales sólo a quienes importen productos que no se produzcan en Venezuela, no se previó que el mercado nacional no podría cubrir la demanda. El presidente de la Asociación de Clínicas Privadas de Venezuela, Ricardo Alfonso, reconoció el aumento en el costo de los insumos; sobre todo desde que el Ministerio de Industria y Comercio decidiera otorgar dólares oficiales sólo a la importación de productos que no se elaboran

aquí y la industria venezolana no se da abasto: "Debe recurrirse al dólar paralelo y eso hace que los gastos y los insumos aumenten de precio".

Paralizadas importaciones de equipos médicos y quirúrgicos

Las importaciones de equipos médicos y quirúrgicos, insumos para laboratorios clínicos y otras instituciones de salud, se encuentran paralizadas porque Cadivi no recibe las solicitudes para adquisición de divisas. 

La directora ejecutiva de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos y de Laboratorios, Anerlín Méndez de Guerra, informó que la situación se agrava porque repuestos y materiales utilizados por el sector quedaron en la lista de dólares a 4,30 bolívares, lo que encarecerá el costo de exámenes y otros estudios clínicos. 

"Cadivi tiene el proceso detenido, no está aprobando ningún tipo de solicitud y con el ajuste cambiario hay rubros del sector con dólar a 2,60 bolívares y otros a 4,30 bolívares. Se ha solicitado una revisión de las listas porque hay fuentes radioactivas que se usan para el diagnóstico y tratamiento del cáncer que se tendrán que importar a una tasa cambiaria de 4,30 bolívares, al igual que químicos que requieren los laboratorios para análisis de sangre, electrodos y películas radiográficas", informó Méndez. 

La directora de Aveden agregó que materiales para la protección radiológica y para la manipulación de radioactivos que no se producen en el país deben comprarse en el exterior a una tasa cambiaria a 4,30 bolívares, además de las neveras para la preservación del plasma sanguíneo. También están en esta lista las placas de rayos x, monitores de computadora para tomógrafos y cámaras de fotografía y video que se requieren para todos los exámenes de órganos. 

"Un electrocardiógrafo puede costar entre 5.000 a 6.000 bolívares y se puede importar con dólares a 2,60 bolívares, pero si hay que reponer la pieza principal, por daños, debe comprarse a un dólar superior, lo que la hace incluso más costosa que el aparato nuevo", indicó Méndez. 

Señaló que los distribuidores temen que se agoten los inventarios. "La otra opción es acudir al mercado permuta pero los equipos saldrán más costosos. Se está trabajando con lo que hay en existencia". 

Otra dificultad es que requieren certificados de no producción para importar los insumos médicos, aún cuando no se fabrican en el país. 

Proponen al BCV y a Cadivi asignarles dólares a 2,60 bolívares para todos los equipos y que se les exonere el certificado, mediante un chequeo previo del registro de información fiscal (RIF) y el número de registro de Cadivi, para evitar que otros sectores se aprovechen inescrupulosamente de esta

medida, en vista de que hay artefactos de uso múltiple en otras actividades, como las cámaras de video y los monitores. 

CADIVI deja sin dólares preferenciales insumos y equipos médicos

El pasado sábado CADIVI tomó la decisión de excluir productos médicos vitales de lista de exentos de certificados de no producción. Ante esto, la asociación de distribuidores médicos advierten que puede surgir una "grave situación". El gremio médico destacó que una serie de "equipos, insumos, productos, partes y piezas imprescindibles" para la prestación de los servicios médicos y de salud en general "han sido excluidos de la lista de bienes, insumos y materias primas que no necesitan los certificados de no producción nacional o de producción insuficiente". Así lo informó Rafael Castillo, presidente de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorios y Afines (Avedem).

Enfermarse será más caro

La flotación de un dólar con incertidumbre deja a los proveedores de insumos de salud a merced de los vaivenes del dólar; pero a los pacientes los coloca en condiciones peores, porque éstos no pueden trasladar sus costos a nadie, sino simplemente pagar el alto costo de vida

Inevitablemente los costosos servicios médicos y la importación de medicinas y equipos médicos se verán afectados por la dependencia de las importaciones acrecentada en años recientes.

En otros tiempos, Venezuela contaba con la presencia de unos 100 laboratorios que producían los medicamentos con una menor dependencia del exterior. Hoy, después de muchos años con un marco regulatorio errado y controles de precios, solo quedan 25 firmas, de las cuales solo tres son transnacionales.

Juan Manuel Domínguez, presidente de la Cámara Venezolana de Farmacia, no tiene dudas en prever que todas las medicinas, así sean producidas en el país, registrarán, a partir de marzo, un alza, que variará según los nuevos costos agregados, como consecuencia de las variaciones que causa la fuerte depreciación del bolívar bajo el nuevo régimen de flotación cambiaria. 

Pero será solo hasta finales del mes de marzo cuando se registre verdaderamente la influencia del dólar en los precios. Esto sucede porque la industria farmacéutica revisa sus costos cada trimestre para determinar el valor de las medicinas, cuyo PVP de venta recibe un ajuste, supervisado por el Ministerio de Producción y Comercio. Para finales del mes de marzo vendrá el nuevo precio de los medicamentos con el ajuste correspondiente de la depreciación.

Así, subirán incluso los productos nacionales, porque esos medicamentos utilizan componentes o principios activos que son importados; en adición, algunos insumos nacionales de alguna forma también están vinculados a la divisa.

Domínguez destaca que realizaron jornadas de trabajo con el Ministerio de Producción y Comercio y con representantes de toda la cadena de medicamentos, a fin reducir los efectos de los problemas que se pueden presentar con la variación del precio del dólar.

Como ejemplo de algunos problemas, presentó el caso de las cajas de cartón para los medicamentos, hechas por una empresa (Papeles Maracay) que tiene poca competencia en el mercado, la cual ya anunció una elevación de los precios y no suministra los pedidos sino se paga una diferencia de 50%, sin importar que la mercancía fuera pedida antes de la devaluación. 

Se espera que igualmente suceda con los fabricantes de los envases de vidrio (Owens Illinois), que aprovechan su dominio de mercado y cada trimestre suben los precios, lo que influirá inevitablemente sobre los costos y acentuará la proporción del alza.

Domínguez asegura que en todo esto los detallistas son los que terminan siendo más perjudicados con la nueva situación, pues los costos operativos se elevaron (alquiler, electricidad, teléfono e impuestos municipales), mientras ellos no pueden trasladar costos a las medicinas y hacen el sacrificio en su margen de ganancia o hasta reducen el porcentaje de rebaja a los clientes.

El representante de las farmacias aconseja al público solicitar las alternativas de medicamentos genéricos, que permiten un ahorro sustancial, en algunos casos hasta de 50%. Igual que se puede ahorrar al escoger medicamentos de marca nacional, que son más baratos que los de firmas extranjeras.

A esta situación se le suma los efectos de las tasas de interés, porque todas estas empresas trabajan con cartas de crédito y créditos a corto plazo, que encarecen la reposición de medicamentos. Como salida a esto, se busca, con el apoyo del Gobierno, la consecución de créditos blandos a través del Banco Industrial de Venezuela, culminó Domínguez.

Importadores esperan estabilidad

El presidente de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorios y Afines (Avedem), Eleazar Colmenares, asegura que las fluctuaciones del dólar crean gran incertidumbre, porque 95% de los productos de ese ramo son importados.

Muchos son comprados con créditos internacionales en dólares, por lo tanto, mientras no se estabilicen los precios, para determinar el diferencial (para la fecha de la redacción del artículo), no se suministran los precios o se venden los productos, hasta saber cuál llegará a ser el costo de reposición de las nuevas mercancías.

Esta cámara, que agrupa a unas 130 empresas que suministran el equipamiento médico a la estructura hospitalaria del país, deberá llegar a un acuerdo con los acreedores del exterior para hacer un refinanciamiento de sus deudas, pero el diferencial, de alrededor de 30%, producto de la depreciación del bolívar, no ha podido ser acordado para su refinanciamiento. 

Lamentablemente, dice, la fluctuación no ha permitido determinar cómo se establecerán los precios para poder comercializar los productos.

Perjuicios para todos

En cuanto a las licitaciones del Gobierno (que se hacen a través del Ministerio de Salud), perjudican a éste porque el diferencial de 30% no puede ser cancelado, ya que las partidas están designadas, por lo tanto, para resolver estas operaciones, el pago deberá ajustarse con un menor suministro de equipos a fin de que el precio sea igual a la factura original.

En el caso del sector privado, el problema se complica para los pacientes, pues las clínicas trasladan directamente a los honorarios médicos, lo cual contribuye a una reacción en cadena de subida de precios, que se reflejará en más inflación.

En el caso de que se establezca un control de cambios, Colmenares prevé que el sector se verá limitado, porque el proceso de importación y la comercialización de los productos médicos en toda Venezuela requiere anualmente más o menos unos 400 millones de dólares, porque el Gobierno, principal cliente, no tiene una política definida para la compra de productos médicos, es decir, no se puede planificar con base a pedidos que se hacen bajo criterios laxos.

Por otro lado, hay nuevas pérdidas, ya que las subastas de dólares favorecen a la intermediación de la banca en la compra de dólares baratos, mientras que los clientes finales reciben el dólar a 1.100 y 1.500 bolívares. Esta diferencia no se ha definido. Colmenares dice que las tasas de interés contribuyen a la incertidumbre, pues ningún negocio lícito ofrece ganancias tan grandes como para pagar un financiamiento de alrededor de 100%; la pregunta es: ¿a qué precio se debería vender para pagar créditos que rayan la usura? Creo que, por los momentos, nadie podría comprar con este proceso inflacionario.

Del mismo modo, algunas empresas del ramo tienen problemas con las "cartas de crédito" solicitadas con motivo de procesos licitatorios, previos a la

flotación del bolívar, del Ministerio de la Salud, así que los precios reflejaran el valor de los refinanciamientos y las tasas en las cuales se consigan los pagos. 

¿Cuánto aumentarán los medicamentos?

La verdad es que según José Vicente Urbina vigilan muy de cerca la evolución del mercado antes de tomar cualquier decisión. Calculan una divisa a un cambio no mayor de 1.200 bolívares. Laboratorios PlusAndex inicia operaciones en Venezuela con una inversión de 1.400 millones de bolívares, orientada fundamentalmente a la producción y distribución de medicamentos genéricos, aunque también de marca. Por lo menos 90% de las materias primas que componen los medicamentos son de marca; desafortunadamente, en Venezuela apenas el alcohol y el azúcar son algunos de los productos que se compran en el país, además de algunos excipientes. Urbina explica que como toda empresa, ellos establecieron las premisas económicas actuales y futuras, y que, con cálculos conservadores de la tasa de cambio, hacen una evaluación detallada para ver si asimilan los costos de algunos productos. En cualquier caso piensa que los medicamentos genéricos constituyen una alternativa viable para el cliente final, ya que en promedio se maneja una diferencia de entre 25 y 35%. "El precio promedio de un medicamento sería de Bs. 3.832 (US$ 5,35) mientras que el genérico se ubicaría en Bs. 2.360, esto daría una diferencia de 62%". Un control de cambio no favorecería a la industria, ya que lo que se busca es un equilibrio". Piensa que los descuentos que hasta ahora habían podido ofrecer las cadenas de farmacias dispuestas a ser más competitivos en un contexto de gran competencia, se hizo posible gracias a los descuentos por volumen, que en algunos casos llegaban a 40,5%. Hay una alternativa: sacrificar parte de las utilidades. Lo cierto es que este laboratorio sigue dispuesto a invertir 400 millones de dólares para el registro de nuevos productos, entre los que incluye todos los medicamentos más utilizados en las consultas médico-asistenciales.

A mediano plazo pretenden ubicarse entre las primeras 10 empresas farmacéuticas dedicadas a la producción y comercialización de productos genéricos – de las 80 que actualmente existen en el país–, sin que ello implique descuidar el segmento de medicamentos de marca.

DEVALUACIÓN AFECTARÁ LA COMPRA DE EQUIPOS MÉDICOS

La devaluación del bolívar anunciada por el presidente Hugo Chávez el viernes pasado tendrá incidencias directas en el sector salud. La compra de materiales médico quirúrgicos e insumos podría verse comprometida. El aumento se verá reflejado también en la atención a las personas y la administración.

Marisela Reverol, presidenta del Colegio de Médicos de Zulia, aseguró que aunque el presidente Hugo Chávez manifestó que la salud quedaría con manejo del dólar preferencial a 2,60, ésta no escapará del aumento. Estimó un

incremento prudente y conservador de 0,3 por ciento, sólo en caso de que todo lo relacionado con el sector se rija con el dólar preferencial de 2,60. "Los equipos e insumos médicos, que son importados, se verán afectados en cierta medida en relación al cambio".  

Advirtió que se podrían presentar problemas con las divisas y la adquisición de material médico quirúrgico y medicamentos, por parte del sector médico privado. Estimó que el sector privado incluya dentro de sus servicios o manejo administrativo el porcentaje de aumento.

Sin embargo, ayer el Gobierno publicó los códigos arancelarios. La tasa de cambio más cara, es decir, el denominado dólar petrolero fijado a 4,30, será el que regirá gran parte de la salud como los aparatos para el uso de cirugía, odontología, tomografías y estimuladores cardiacos, entre otros.

DISCUSIÓN SOBRE EL SERVICIO DE SALUD EN VENEZUELA

Punto de vista de los vendedores de equipos

Adolfo Gómez, directivo de la Asociación Venezolana de Empresas que Comercializan Equipos Médicos, proporcionó al análisis los puntos de vista de un sector que poco se toma en cuenta. Sin embargo, son los equipos médicos ese “factor tecnológico” que tiene una gran incidencia en los costos de la salud.

Gómez  mencionó varios problemas que confronta el sector: la actividad cambiaria, la burocracia, las tasas de interés, y la no estandarización de los equipos.

En relación con el tema cambiario, Adolfo Gómez mencionó que las autorizaciones se tardan entre 30 y 60 días; que si bien otorgan las divisas al cambio de 2,6 bolívares, al final terminan pasando a 4,3 Bs. por dólar. En cuanto a la tasa de interés que aplican los bancos, señaló que aplican tasas entre 20 y 23%, como a cualquier actividad comercial. Así mismo, se refirió a la poca estandarización de equipos dentro de clínicas y hospitales. A veces se tienen 4 equipos de 4 marcas distintas, con repuesto y partes también diferentes para el mantenimiento. Lo que encarece los costos de mantenimiento.

Para compensar algunos de estos problemas, los vendedores de equipos realizan alianzas estratégicas con médicos y clínicas, dice Gómez. Con lo que equipos y accesorios se venden directamente al paciente, y los exámenes que  los laboratorios realizan también directamente. Esto elimina un eslabón de la cadena de comercialización, resultando en ahorros para el paciente.

“Si no abordamos el tema con responsabilidad, los perjudicados somos todos”, señaló Adolfo Gómez. Y que estas apreciaciones son un “panorama al futuro”, por que “sólo podemos hablar de hipótesis” al ser leyes en discusión.

Finalmente, el representante de los comercializadores de equipos médicos informó que estaba de acuerdo con la regulación por parte del estado, pero que si  “se regula una actividad sin ver las actividades conexas, se reducirá la prestación del servicio”.

TECNOLOGÍA MÉDICA CAE EN CAMA

Como todos los demás mercados asociados a la salud, el de equipos de tecnología médica creció en forma espectacular, pero a partir de 2009 todo cambió y hasta ahora no se anticipa una terapia que lo salve de la debacle

Una fuerte reducción en la disponibilidad de divisas y el abierto diferencial entre el tipo de cambio oficial y el de permuta, en fase creciente, ha propiciado una mecánica de escasez y virtual paralización de la oferta privada de bienes y servicios médicos, de la que, hasta ahora, sólo se han salvado los farmacéuticos y, en menor medida, las clínicas, a causa de que sólo una parte de sus hoy vigilados costos está dolarizada.

En el primer cuatrimestre de 2008, cuando el Fisco tiró la casa por la ventana, Cadivi autorizó asignaciones al sector salud por 1.200 millones de dólares, 1.053 de los cuales (87,75%) fueron a los laboratorios y 174 (14,5%) llegaron a manos de los importadores de equipos médicos. 

En el mismo período de este año, con sólo 662,8 millones de dólares asignados a salud y con la presunción de que los farmacéuticos requieren un volumen de divisas similar para evitar la escasez, para el resto no queda sino la esperanza de que los ingresos petroleros del país mejoren milagrosamente.

Pero la esperanza es un lujo caro, y los importadores de tecnología médica, afiliados o no a AVEDEM (Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos de Laboratorios y Afines), no pueden permitírsela. De hecho, la situación de estos empresarios no es para nada optimista: se mantienen en operación pese a las poquísimas y tardías asignaciones, liquidaciones que no terminan de producirse, paralización de crédito por parte de casa matrices y un incremento de la permisología para obtener dólares. O como una curiosa manera de mantenerlos entretenidos mientras dure la larga espera por Cadivi, que en la mayor parte de los casos ya pasa de 180 días.

Antonio Orlando, director de AVEDEM y presidente de Meditron, una de las empresas líderes del sector de tecnología médica, suscribe la opinión de que su sector no puede permitirse migrar por completo al tipo de cambio de permuta, como si los productos que importan no fueran esenciales. Y no se trata de un tema de principios, sino –según dice- de que “los costos de adquisición de tecnología, operación y actualización tecnológica serían tan, tan altos, que se harían inalcanzables. ¿Cuántos bancos van a hacer falta, entonces, para financiar una unidad de radioterapia, o un centro de diagnóstico

por imágenes? ¿Tres? ¿Cinco? Recién montamos uno de estos últimos en el Centro Médico Docente La Trinidad, y costó 9 millones de dólares en equipos y 5 millones en obras civiles. Eso no se puede hacer a cambio de permuta”.

Permutar o no permutar

Los equipos de alta tecnología requieren una enorme inversión inicial para su adquisición e instalación, usualmente financiada por la banca. La selección del proveedor de la marca es muy importante, porque éste debe garantizar el costoso mantenimiento y actualización de tales equipos a lo largo de toda su vida operativa, que puede sobrepasar las tres décadas, lo que constituye una relación de largo plazo que hasta a los matrimonios mejor avenidos les cuesta soportar.

Esto significa que el costo financiero y de oportunidad de que uno de estos aparatos quede inutilizado por falta de repuestos es muy alto, por lo que algunas clínicas podrían llegar a estar dispuestas a adquirir las piezas y consumibles necesarios, aunque les cuesten tres o cuatro veces más que al dólar Cadivi.

“El precio de un tomógrafo asciende a unos 600 millones de bolívares, y su costo de mantenimiento está entre 12 y 15 por ciento de ese valor: 90 millones a tasa de cambio Cadivi”, revela Joe Winsley, director comercial de GVM, uno de los líderes del mercado de diagnóstico por imágenes y representante exclusivo de equipos General Electric. 

“Hasta el año pasado, la asignación se obtenía en 48 horas y esta velocidad permitía que mantuviéramos un buen inventario de partes. Pero hoy, entre la falta de acceso a dólares y la reciente inclusión de nuestros repuestos en la lista de bienes que requieren de certificados de Insuficiencia o No Producción Nacional por parte del Ministerio de Tecnología e Industrias Intermedias, es imposible responder, ni con rapidez, ni a 2,15 bolívares por dólar”, señala Winsley.

“Al tipo de cambio de permuta, el monto de mantenimiento del tomógrafo sube hasta 30 o 40 por ciento de su valor, lo que suma unos 240 millones de bolívares al año, que deben seguir siendo amortizados por los usuarios”, agrega el gerente de GVM. ¿A qué precio tendrá que cobrarse una tomografía, entonces? O mejor dicho, ¿a cuánto permitirá el gobierno que se cobre? Es sabido que el Seniat, el Indepabis y otros entes gubernamentales mantienen una estrecha vigilancia sobre los precios que cobran las clínicas por sus servicios, y que tienen la potestad de usar como cepo la Ley de Delitos Cambiarios, que amenaza con supresión del acceso a dólares Cadivi a los beneficiarios que usen como referencia una tasa de cambio mayor. Hasta ahora, los voceros consultados afirman estar trabajando con una tasa de cambio promedio, pero, sin asignaciones ¿cuánto más podrá durar su esfuerzo?

Cobertura y competencia

“Los servicios de radioterapia del país están abarrotados. La demanda es muy alta y crece constantemente”, afirma Paula Ayala, gerente de Ventas de Enthera/Cardilma, líder del mercado local de equipos oncológicos, responsable de 18 de los 30 aceleradores lineales en uso en hospitales, clínicas y unidades independientes de radioterapia del país. 

“Según parámetros de la OMS, debería funcionar un acelerador lineal por cada 400 mil habitantes, de manera que en Venezuela tendría que haber 60. Y casi todos los que hay están concentrados en la región centro-norte costera, por lo que hay importantes vacíos de atención en occidente, oriente y el sur, y los pacientes de esas zonas se movilizan hasta donde pueden o deben para tener sus diagnósticos o tratamientos”, revela.

Pese a que el sector no maneja cifras oficiales, pues los importadores son reacios a compartirlas con AVEDEM (lo que significaría entregar números a la competencia; por eso GVM y Enthera/Cardilma no pertenecen al gremio, y otros, como Siemens, declinan consignarlas), lo que sí está claro es que todos estos servicios son rentables. Pero eso sí: cuando están bien administrados.

Antonio Orlando afirma que un servicio de imagenología pobremente gerenciado es un sumidero de recursos y fuente de dolores de cabeza. “En 1995, junto con el Centro Médico de Caracas, que usaba unos equipos nuestros que aún no se habían amortizado”, relata Orlando, “pusimos a funcionar allí un mecanismo de 10 años de duración, mediante el que la clínica suministra el espacio físico y los médicos radiólogos y enfermeras. Meditron se ocupa de la obra civil de remodelación, de suministrar e instalar los equipos, garantizar su mantenimiento y actualización constante, aportar el personal técnico y administrativo, y asumir el manejo completo de la operación, a cambio de 85 por ciento de los ingresos totales”. Así nació IDACA, una empresa del grupo que ofrece ese servicio al Centro Médico Docente La Trinidad, a las clínicas Las Ciencias, Los Altos (San Antonio de los Altos) y Buenaventura (Guarenas/Guatire), además del fiel y satisfecho Centro Médico, que mantiene su acuerdo desde entonces.

Pero si la tecnología es rentable, y el truco está en la administración, ¿por qué conformarse sólo con 15 por ciento de los ingresos, por altos que éstos sean? Ese es el argumento que enarbola en su gestión de ventas Guillermo Zamudio, gerente del área médica de Siemens. Si bien es líder en fabricación de tomógrafos y otros equipos de altas prestaciones, es débil en aceleradores lineales y resonancia magnética. El gigante germano y sus productos médicos tienen una participación modesta en Venezuela, aunque muy fuerte en el sector público, cuyos equipos han mantenido por muchos años.

Seguramente, en vista del carácter díscolo y complicado de atender del mercado de salud gubernamental (la fortuna invertida y, aparentemente,

perdida en la adquisición vía Cuba de equipos para Barrio Adentro III, nunca instalados, mal almacenados, ya sin garantía y tras una negociación que no incluyó su mantenimiento, así parece indicarlo), la empresa emprendió hace tres años un proceso de reenfoque hacia el mercado privado, que ya hoy genera 70 por ciento de sus ingresos. Otra lectura de esa cifra implicaría que el Gobierno hace muy poco mantenimiento, si acaso, de sus longevos equipos Siemens.

En línea con el diagnóstico de la mala distribución geográfica, y ante la fuerte competencia que ofrecen en los mercados principales otras marcas importantes, como GE (GVM), Philips (Meditron) y Varian (Cardilma), Zamudio revela que la nueva frontera está en el interior del país, donde hay dueños de clínicas dispuestos a gestionar financiamiento e invertir para ingresar a este rentable negocio. “Hay regiones por servir, empresarios interesados y público para hacer funcionar servicios médicos basados en tecnología, pero somos pesimistas respecto de que los costos sean accesibles si no hay acceso a divisas a una tasa aceptable”, resume el representante de Siemens.