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Historia Caribe ISSN: 0122-8803 [email protected] Universidad del Atlántico Colombia Bermúdez Briñez, Nilda LAS FIESTAS PATRIAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL IMAGINARIO NACIONAL EN VENEZUELA: SU IMPLEMENTACIÓN EN EL ZULIA DURANTE EL SIGLO XIX Historia Caribe, vol. V, núm. 14, 2009, pp. 59-81 Universidad del Atlántico Barranquilla, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=93717337004 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Historia Caribe

ISSN: 0122-8803

[email protected]

Universidad del Atlántico

Colombia

Bermúdez Briñez, Nilda

LAS FIESTAS PATRIAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL IMAGINARIO NACIONAL EN VENEZUELA:

SU IMPLEMENTACIÓN EN EL ZULIA DURANTE EL SIGLO XIX

Historia Caribe, vol. V, núm. 14, 2009, pp. 59-81

Universidad del Atlántico

Barranquilla, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=93717337004

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NILDA BERMUDEZ BRIÑEZ♦

RESUMEN

Se estudia la implementación de las festividades patrias como mecanismo para crear el gen-tilicio venezolano durante el siglo diecinueve y su impacto en el Zulia, particularmente enlos inicios de la República de Venezuela cuando se dotó de fechas fundacionales a la naciónmediante el decreto-ley de 1834 y en el período de los gobiernos de Antonio Guzmán Blanco(1870-1888). Momentos claves en la construcción del Estado-nación y en la cimentación dela conciencia nacional.

PALABRAS-CLAVE

Fiestas patrias, siglo XIX, Venezuela, Zulia, imaginario nacional

STATE HOLIDAYS IN THE RECONSTRUCTION OF VENEZUELAN NATIONALIMAGINARY: ITS IMPLEMENTATION IN ZULIA STATE DURING XIX CENTURY

ABSTRACT

Thist article reviews the implementation of state holidays as a mechanism to create theVenezuelan ethonym during XIX century and its impact in Zulia’s state, particularly, at thebeginning of the Republic of Venezuela, when foundational dates were established by adecree-law in 1834, as well as during 1870-1888, periods of Antonio Guzmán Blanco’government. These periods were crucial in the reconstruction of the State and in the foundationof a national identity.

KEY-WORDS

State holidays, XIX century, Venezuela, Zulia, national imaginary.

♣ Artículo Recibido en Noviembre de 2008; Aprobado en Febrero de 2009. Artículo de Investigación Científica.♦ Docente e investigadora de la Universidad del Zulia. Adscrita al Centro de Estudios Históricos de la Facultadde Humanidades y Educación y al Laboratorio de Historia de la Facultad de Arquitectura y Diseño, ambos de laUniversidad del Zulia. Licenciada en Comunicación Social, Magíster en Historia de Venezuela y Doctora enCiencias Humanas. E-mail: [email protected]�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� 8�8� 9! : ;�� � !

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Después de efectuada la separación dela unión colombiana, cuando se pro-dujo la organización política y admi-nistrativa de Venezuela, se instaló unEstado liberal republicano sustentadoen la Constitución del año 30 de cortecentro-federal dirigida a “orientar elnuevo orden social, conciliar los va-riados intereses y fortalecer el acuer-do contractual.”1 . A pesar que los pos-tulados de esta Constitución no favo-recieron totalmente las autonomías re-gionales ni los deseos federalistas pre-servaba la soberanía política de losestados que integraban la recién crea-da república. Entre las medidas cen-tralistas que cercenaban la autonomíaeconómica la Constitución del 30 con-templaba: el control de los puertos yde sus ingresos, habilitación e inhabi-litación de los mismos, creación deaduanas, limitación de los ingresosprovinciales a los tributos municipa-les. Otras disposiciones, como la eli-minación de los Departamentos y susustitución por la división política delpaís en Provincias (que a su vez se di-vidían en Cantones y Parroquias) apun-taron hacia el mismo objetivo, al pro-vocar la desmembración de áreas pro-ductivas y comerciales. Lo cierto esque se dan los primeros pasos paradarle forma de nación desde el puntode vista jurídico-institucional a un te-rritorio fragmentado políticamente,geográficamente aislado, formado por

muchas “patrias” chicas con interesesregionales fraguados en la larga dura-ción del proceso histórico y que se irádefiniendo a lo largo del siglo XIX.En esta primera etapa de conformacióndel Estado nación es importante des-tacar entre las acciones que se toma-ron para la creación de una represen-tación simbólica de la patria, la acep-tación en 1830 del escudo de Colom-bia con las cornucopias vueltas haciaabajo y con la cinta tricolor en la cualse leía “Estado de Venezuela”, éste semodificó en 1836 a partir de un pro-yecto presentado por el Senado en1834, con la intención de reforzar laidea de unión de Venezuela en un sis-tema centro-federal, el triunfo de lasarmas nacionales y la independencia,se conservó el Pabellón del año 1811hasta 1936 cuando se le suprimió elescudo del centro, se igualó el tamañode las franjas en el mismo orden (ama-rillo, azul y rojo) con el escudo el ex-tremo superior izquierdo; se elaboróla primera Historia de Venezuela deRafael María Baralt, la Geografía deVenezuela y el Mapa Físico y Políticode Agustín Codazzi; también se pro-dujo en el año 1842 el traslado a Ve-nezuela de los restos del Libertador enun acto rodeado de gran celebraciónsolemne y un conjunto de homenajesa su memoria, hecho éste muy signifi-cativo porque por primera vez desdela creación de la República de Vene-zuela se adoptaba oficialmente a Bolí-var como el símbolo más importante

1URDANETA, Arlene, 2001, Federalismo y Gobierno Federal en el Zulia (1811-1870), Maracaibo, TesisDoctoral. Doctorado en Ciencias Humanas, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia: 38

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !de la gesta emancipadora. El movi-miento pictórico caraqueño empezó atransitar el camino de la exaltación delos valores históricos republicanos,sobresaliendo la obra de Juan Loveracon dos creaciones que plasmabanmomentos singulares de la nacionali-dad, “El 19 de abril de 1810” realiza-da en el año 1835 y “El 5 de julio de1811” del año 1838. Es igualmente sig-nificativa la obra del artista plásticoCarmelo Fernández quien registró ensus dibujos todas las ceremonias rea-lizadas con motivo del traslado de losrestos del Libertador (22 en total), al-gunos de los cuales ilustraron la obrade Fermín Toro sobre los honoresofrendados a Bolívar y muchos de ellosse publicaron en periódicos de la épo-ca, especialmente en El Promotor y enEl Venezolano. A este pintor se debetambién el perfil del Libertador y másde 60 retratos de otros héroes que apa-recieron en la Historia de Venezuelade Rafael María Baralt.

Proclamación e implementación delas fiestas nacionales en Venezuelay su impacto en el Zulia

La celebración de las fiestas naciona-les se inicia mediante la Ley del 16 deabril de 1834 sancionada por el Con-greso de la República e inscrita en laGaceta Oficial número 176. Las fies-tas nacionales que se decretaron comode obligatorio cumplimiento en todoel territorio fueron las que conmemo-raban el 19 de abril de 1810 y el 5 de

julio de 18112 . Se explica que estoocurriera tres años después de inicia-do el proceso de formación de la Re-pública, pues la prioridad en esos pri-meros tiempos era lograr su organiza-ción desde el punto de vista jurídico-institucional y alcanzar cierta estabili-dad política, mediante la concertaciónentre los intereses regionales y centra-les. Una vez obtenido ese objetivo sedefinieron medidas destinadas a crearel sentimiento de cohesión en torno ala idea de patria. En los documentosoficiales localizados en el Acervo His-tórico del estado Zulia aparecen a par-tir del año 1837 circulares y comuni-caciones para la solemnización deambas fechas, destacándose que en ellapso comprendido entre los años 1838y 1842, la organización y la programa-ción de los actos estuvo bajo la res-ponsabilidad y coordinación del Des-pacho de Interior y Justicia como ór-gano central desde donde bajaba laorden de acatar el decreto del 16 deabril de 1834 a los gobernadores de lasProvincias, quienes a su vez la remi-tían a los Jefes Políticos y ConcejosMunicipales para que tomaran las pre-visiones necesarias. La convocatoriadel Ejecutivo revela la intención delgobierno central de convertir estas fe-chas patrias en una causa del colecti-vo, cuya celebración debía extendersea todos los pueblos de la república; enel tenor de las comunicaciones puedeapreciarse este interés, una de ella esla enviada al Gobernador de Maracaibopor el Despacho de Interior y Justicia

2 El 19 de abril se produjo el movimiento revolucionario de Caracas que proclamó la emancipación de Venezue-la; el 5 de julio se efectuó la firma del acta de Independencia.

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !el 26 de mayo de 1838 en que se lee:Cumpliendo el Despacho Ejecutivocon el encargo especial que le hace elDecreto del 16 de abril de 1834, reco-miendo a Usted la solemnización delpróximo 19 de abril, gran día nacio-nal, de la manera más digna y propia;y dispone que lo recuerde Usted a lospueblos de su provincia con la antici-pación y solemnidad necesarias3 

En consecuencia, éste se dirigió a lasautoridades de los cantones recordan-do el cumplimiento del decreto, lo mis-mo ocurría en la celebración del 5 dejulio. Se localizaron circulares remi-tidas a los Jefes Políticos y a los Con-cejos Municipales en las que se recor-daba tomar las medidas al efecto “re-uniendo también extraordinariamenteal Ilustre Concejo Municipal a fin deque por su parte acuerde las demostra-ciones públicas que hayan de hacersepara solemnizar tan glorioso día”4 . Alos Jefes Políticos se les ordenaba no-tificar “a las parroquias subalternaspara que hagan guardar el día i no per-mitir sino que se consagre a tan augustamemoria; y es increíble el entusiasmodel pueblo a la menor insinuación quese le ha hecho...”5 . En general, la res-puesta de las autoridades de los canto-nes de la provincia de Maracaibo nose hacía esperar: Gibraltar, Altagracia,Perijá, Zulia, participaban en la orga-nización y programación de actos so-

lemnes en sus respectivas jurisdiccio-nes. Efectivamente se producía un aca-tamiento de las autoridades, obligadasa cumplir y hacer cumplir las fiestasconsagradas. Ahora bien, ¿cómo selograba la participación del colectivoen esas demostraciones públicas deunidad nacional?

Esto se evidencia en los actos que seprogramaban, los cuales, en términosgenerales, fueron creando el ritual quese desarrollaba de manera muy simi-lar todos los años, utilizando los recur-sos de persuasión y medios de comu-nicación más efectivos en esa época:el rito religioso, el toque de campanas,el sonido de cañones, la música mili-tar, los bandos y arengas a viva voz, laescenificación alegórica y los paseoso desfiles, las diversiones y los fuegosartificiales; en fin, todo aquello quefacilitara el contacto entre el pueblo ylas autoridades que representaban elpoder central y en los cuales se depo-sitaba la misión de hacer trascender laidea de la nacionalidad. Los actos in-cluían misa solemne, Te Deum, tirosde cámara al amanecer y música mili-tar. En la víspera, repique general decampanas en todas las iglesias de laciudad, salvas y música, que se repe-tían a las doce del día y al anochecer;en la tarde del día celebrado se reco-rrían “los pasajes más públicos” paradar lectura al bando invitando al pue-

3 ACERVO HISTÓRICO DEL ESTADO ZULIA (en adelante A. H. Z), tomo 12, legajo 16, Celebración defiestas nacionales desde 1837 hasta 1843, Caracas, 26 de mayo de 1838.4 A. H. Z., tomo 12, legajo 16, Celebración de fiestas nacionales desde 1837 hasta 1843, Maracaibo, 3 de abril1838.5 A. H. Z., tomo 12, legajo 16, Maracaibo, 3 de abril 1838.

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !blo a las ceremonias de la fecha. Enlas noches de la vigilia y en la del díade fiesta se iluminaba la Galería de laSala Municipal. A las 5 de la tarde deldía patrio las autoridades y las perso-nalidades que les acompañaban, pre-cedidos por la banda musical, publi-caban y leían el decreto del 16 de abrily, de acuerdo a la fiesta de que se tra-tase, daban lectura al acta del 19 deabril o de la Independencia de la Re-pública y la de Maracaibo en las pla-zas de las tres parroquias de la ciudad.Algunos programas incluían “diversio-nes honestas” como tres días de toros,que se realizaban en la Plaza de la In-dependencia o en calle Derecha, y fue-gos artificiales.

La forma de convocar establecía cla-ramente la diferenciación social pre-sente en aquel colectivo, esto se evi-dencia en la comunicación de fecha 2de julio de 1838 enviada por la Gober-nación al Jefe Político del Cantón Ca-pital en el cual le ordena celebrar conla mayor pompa posible el día 5 dejulio y, entre las medidas que proponeanota como

...la más esencial excitar a los vecinospor medio de un bando de la Jefaturaque se publicará mañana en la tarde contoda solemnidad, para que desde la vís-pera en la noche alumbren del mejormodo las ventanas y puertas de suscasas, i las adornen i barran sus fren-tes, con especialidad en aquellas ca-lles por donde acostumbra pasar elConcejo la comitiva para la publica-

ción del Acta de la Independencia enlas tres parroquias de la ciudad.

También creo de necesidad que se in-vite de parte del Concejo i por tarjetasa los vecinos y familias notables, asípara las fiestas de Iglesia, como parael paseo por la tarde a fin de dar a esosactos el mayor lucimiento y respetabi-lidad.6 

Es importante hacer notar que la cere-monia adquiría “mayor lucimiento yrespetabilidad” con la presencia nosólo de las autoridades sino de la elitemaracaibera conformada por “los ve-cinos y familias notables”. El resto dela población se exhortaba a colaboraren el acomodo y adorno del escenarioque serviría de fondo a las fiestas y aasistir como espectador, animado nosólo por el fervor patriótico sino tam-bién por las “diversiones honestas” conlas cuales atraían su atención, sobretodo los encierros de toros, juego deorigen hispano muy enraizado en lastradiciones populares, “espectáculo”que más adelante será considerado porlos dirigentes ilustrados como una cos-tumbre “bárbara” e incivilizada, opues-ta a la idea de orden y progreso. En elaño 1843 se produjo un cambio en laestructura de organización de estasfiestas al aparecer una comisión nom-brada por el Concejo Municipal deMaracaibo para presentar el programacentral de las fiestas nacionales del 5de julio. Esto resulta interesante y po-dría interpretarse como gesto de am-plitud al permitirse una mayor partici-

6A.H.Z., tomo 12, legajo 16, Maracaibo, 2 de julio de 1838

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !pación de la sociedad, al pasar su co-ordinación de manos de las autorida-des políticas de la región a lo que sesupone haya sido un grupo de perso-nas de la localidad a quienes corres-pondió encargarse de proponer los ac-tos alusivos a la conmemoración. Po-dría expresar también el logro, paraeste período, de una mayor consolida-ción del proceso de formación de lanación al depositar el Estado, a travésde las autoridades regionales que lorepresentaban, esa responsabilidad apersonalidades de reconocido patrio-tismo y una demostración del pacto deasociación entre las elites regionales yel poder central en torno a la necesi-dad de fortalecer el sentido de perte-nencia a la patria venezolana.

Se aprecia en el programa propuestopor esta comisión la inclusión de ele-mentos simbólicos- discursivos dereforzamiento del referente venezola-no al incorporar, además de los actosde costumbre como la misa solemne,la publicación del acta, descargas osalvas, fuegos artificiales, etc., el atrac-tivo de un globo de papel con leyendaalusiva, cantos patrióticos, la iconogra-fía emblemática de la República acom-pañada del retrato de Bolívar en la pla-za pública y un hecho muy significati-vo que es la inclusión de los precepto-res al frente de sus alumnos cargandoel pabellón nacional en los actos de laiglesia y en el paseo, hecho este quepodría manifestar, por una parte, una

mayor participación de la sociedad ci-vil y, por otra, revelar el uso de la edu-cación y la cultura como representa-ción de uno de los paradigmas de lamodernidad decimonónica.

Posteriormente, se producen crisis po-líticas en las que el enfrentamiento re-gión-centro se acentúa, como en elperíodo de gobierno de José Tadeo yJosé Ruperto Monagas (1847- 1858)que centró la atención de los gobernan-tes en las acciones bélicas y de controldel poder. Después de los sucesos delaño 48 que condujo al enfrentamientoarmado en Maracaibo y la posteriorderrota de las fuerzas insurrectas delZulia se afectó enormemente el comer-cio, la agricultura y el bienestar gene-ral, provocando una situación de mi-seria que impidió desarrollar normal-mente la vida de la Provincia deMaracaibo, aunado al hecho del des-vío de los recursos económicos al Te-soro Nacional para gastos militaresdestinados a sofocar los conflictos po-líticos. El ataque al pueblo marabinono fue sólo por la vía de la guerra, unduro golpe a la dignidad se sumaría alas pérdidas materiales: la elevacióndel 24 de enero de 18487  a día de fies-ta nacional que obligaba a celebrar entodo el territorio una fecha que habíaenlutado al Zulia, especialmente aMaracaibo, que había dirigido la lucha.Esta fiesta adquirió la misma catego-ría que las festividades clásicas. A par-tir de entonces se celebraron como fies-

7 Ese día ocurrió el ataque al Congreso Nacional por parte de las fuerzas del gobierno y en ese suceso murieronvarios diputados, entre ellos el representante del Zulia.

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !tas patrias el 19 de abril, el 5 de julio,el 28 de octubre que se decretó comofiesta nacional en el año 1849 equivo-cadamente como día del natalicio deBolívar y el 24 de enero. Se destacaesta última fecha por haber sido unaimposición dolorosa para losmarabinos.

El acatamiento de la celebración del24 de enero se cumplió por parte delas autoridades y fue manifiesta la re-sistencia a esta decisión, que la mayo-ría del colectivo consideró un atrope-llo. Dilian Ferrer sostiene que los es-fuerzos que hicieron las autoridades yel gobierno por lograr la integración yparticipación del pueblo marabino y dealgunos sectores importantes se estre-llaban ante la renuencia de los mismos.Explica la situación de esta manera:

La reacción inicial expresada por laProvincia, fue la de entorpecer la cele-bración que debía ser organizada porlas autoridades para conmemorar lafecha. Existía una contradicción: no sepodía ir en contra de la ley, pero tam-poco podía ser plenamente aceptada.Sin embargo, el rechazo se hizo evi-dente en el sector eclesiástico como enel cuerpo diplomático asentado en laciudad, ya que por lo general estos seexcusaban para no asistir a los actosconmemorativos8 

Incluso se llegó a hacer uso del con-tingente armado para asegurar el aca-

tamiento de la medida y preservar elorden público, táctica que falló enmunicipios como Altagracia, Gibraltar,Perijá, donde se reportaron inconve-nientes que impidieron la celebración.Llegó a solicitarse por la prensa quese dejase al pueblo el privilegio de ren-dir honores sólo a los días de la inde-pendencia y a la memoria de los hé-roes que dieron nacimiento a la patriaen lugar de celebrar aquellos que sig-nificaron luto y lagrimas para el Zulia.Esta situación expresa la voluntad deun colectivo de aceptar y homenajearlos hechos y personajes que habíancontribuido a la formación de la Re-pública y un cierto consenso en tornoa la idea de nación o patria pero un re-chazo a las imposiciones autocráticasde los Monagas. En Maracaibo, estafecha de enero llegó a celebrase con-juntamente con la festividad del patro-no de la ciudad, San Sebastián, posi-blemente con el objetivo de lograrmayor participación de los habitantes.9

 

Ese decreto fue derogado en el año1858, después de la salida de JoséRuperto Monagas de la Presidencia. Anivel urbano, Maracaibo presentabapara el período pocos elementos sim-bólicos representativos de la gesta re-volucionaria de la independencia, qui-zá el único que pueda ser consideradocomo tal es la llamada Pirámide de laIndependencia que se instaló en el es-pacio de la Plaza Mayor.

8 FERRER, Dilian; 2000; Maracaibo durante el Gobierno de los Monagas, Maracaibo; Colección V Cente-nario del Lago de Maracaibo. Biblioteca Temas de Historia del Zulia: 829 A. H. Z., tomo 11, legajo 6, Maracaibo, año 1858

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�� �� ���� �� � ��� ���� ��� ��� � ����� � ��� ����� ������ ��� ��� ��� Las fiestas patrias durante el perío-do federal

Durante el período federal se fue con-solidando un pacto político en el cualse respetaron las autonomías regiona-les en base a acuerdos entre las eliteslocales y el gobierno central que per-mitió ir creando un sentido de nacióny el referente venezolano. La Consti-tución de 1864 garantizó la permanen-cia de una autonomía históricamenteconsolidada por las regiones y locali-dades, pues consagraba la soberanía delos pueblos que aceptaban permanecerformando parte de una nación que losrepresentara ante otros Estados y ga-rantizara el desarrollo y modernizaciónde la sociedad, manteniendo autono-mía política y administrativa en la prác-tica. Arlene Urdaneta sostiene que lalegitimación del federalismo y la or-ganización del Estado Federal exigió“afinar el discurso político, retomarcomo recurso ideológico los concep-tos de patria, nación, federalismo, de-mocracia, autonomía; estrategias paradesarrollar una pedagogía políticaorientada a darle paso a la nueva ge-neración política que sumía el po-der”10 

En el caso de Maracaibo el pacto po-lítico que se había logrado durante losgobiernos del período federal incluyóel mantenimiento de una cierta auto-nomía en el manejo de las rentas quegeneraba la actividad comercial-por-tuaria controlada desde esta ciudad, ejedel circuito agroexportador marabino.

Igualmente se emplearon mecanismospara reforzar la idea de la Federacióny la modernidad, tanto en el campo deldiscurso como de la simbología (em-blemas, escudos, alegorías, etc.) asícomo festividades y escenificacionespúblicas dirigidas a ofrendar devocióna los héroes, a reforzar la historia pa-tria. En el aspecto urbano destacaronalgunas obras, como la construcción dela Plaza de la Concordia en la que secolocó el busto de Bolívar, también seterminó la casa de Gobierno en 1868.En cuanto a las conmemoraciones pa-trias los documentos oficiales confir-man la celebración de las fiestas na-cionales durante los años que van del1860 al 1867, notándose en este perío-do un empeño constante por consoli-dar en el imaginario del colectivo laidea de nación. 19 de abril, 5 de julio y28 de octubre fueron celebradas conlas tradicionales actividades, destacán-dose la de Bolívar del año 1863 queincluyó la colocación del busto delLibertador en la Plaza Mayor y coin-cidió con la visita a Maracaibo del Pre-sidente de la Federación, General JuanCrisóstomo Falcón. En esta década seincorporó una nueva festividad de ca-rácter regional que celebraba el 20 demarzo, que debe ser destacada porqueevidencia la importancia y el signifi-cado de la federación para el Zulia; enuna comunicación del Ministerio deGobierno del 16 de marzo de 1867,dirigida al Prefecto del Departamen-to, este día era calificado como de gra-tos recuerdos para el estado por haber-se proclamado ese día el sistema fede-

10 URDANETA, Arlene, 2001, Obra citada: 18

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !ral “bajo cuyos favorables principiosprogresa y florece entre los demás pue-blos de la Unión.”11 

Cuarenta años después de constituidala república de Venezuela, se mantie-nen algunos de los factores objetivosque definen los intereses regionales,como es el aislamiento de las regionesrespecto al resto del conglomeradonacional, en el caso marabino fue pro-piciado por su localización geográficaque generó condiciones especiales enel orden político-administrativo y sereflejó en una cierta autonomía de ges-tión, esa particularidad también con-tribuyó en la formación de elementosde identidad muy acentuados. A estose agrega la actividad económica dela región que giraba en torno a una eco-nomía de puerto insertada en la deman-da del capitalismo mundial, orientadahacia los mercados internos del circui-to lacustre y hacia los internacionalespor la vía marítima. Para este períodose encuentra adelantado el proceso deconstrucción de la nacionalidad vene-zolana, que se había tejido durante lasdécadas anteriores en base a laconcertación entre los intereses regio-nales y los centrales representados porel gobierno nacional asentado en Ca-racas, conciliación que se había so-portado en el ideal federal logrado enel ámbito jurídico-institucional en lasconstituciones de corte federal o cen-tro-federal que se originaron a partirde la independencia. En estas décadasse había logrado crear la ritualizacióny la incorporación del colectivo en las

festividades patrias, lo cual demuestrala aceptación por parte de las regionesde los elementos simbólicos yescenificaciones públicas dirigidas aofrendar devoción a los héroes queconvocaban el sentido de pertenenciaa la nación venezolana, que tendráun segundo momento de reforzamientodurante el período de gobierno de An-tonio Guzmán Blanco.

Un nuevo impulso al proyecto na-cional

El pacto de alianza en torno a la ideadel federalismo se debilita en el año1870 con la llegada de AntonioGuzmán Blanco al poder, quien inicial-mente pone su empeño en acentuar lacentralización administrativa y econó-mica más que la política, evidencia deesto es que se mantuvo vigente la cons-titución de 1864 que preservaba el Es-tado federal hasta el año de 1874.Durante las dos décadas en que Vene-zuela estuvo bajo el control de Anto-nio Guzmán Blanco, de manera direc-ta ejerciendo la presidencia de la Re-pública o indirectamente, a la sombradel poder, colocando y designando asus sucesores se refuerza desde el go-bierno central la nacionalidad y se to-man medidas para centralizar la admi-nistración de los recursos provenien-tes de los estados y para controlar alos caudillos que habían mantenido “enjaque” a los gobiernos centrales por losconstantes alzamientos. El gobiernonacional funcionó como el instrumen-to institucional para consolidar el Es-

11A. H. Z., tomo 7, legajo 11, Caracas, 16 de marzo de 1867.

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !tado-nación, en uno de los mayoresesfuerzos realizados durante esa cen-turia para lograr tal propósito.

Se instrumentaron una serie de meca-nismos tendentes a fortalecer la cen-tralización administrativa y política,como la creación de institucionesreguladoras de carácter nacional (laCompañía de Crédito, la DirecciónGeneral de Estadística, la DirecciónNacional de Instrucción Primaria), conlo cual las decisiones sobre estas com-petencias de la administración públicaquedaban en manos del Estado. Otrasacciones que emprendió Guzmán paraimpulsar la modernización y uniónnacional fueron medidas como el de-creto de la educación primaria gratui-ta y obligatoria, el del matrimonio ci-vil, el de creación de los Colegios Na-cionales, la realización del I y II Cen-so Nacional en los años 1873 y 1881respectivamente, la elaboración deAnuarios Estadísticos de todos los es-tados, territorios y Distrito Federal yel Primer Anuario Estadístico de Ve-nezuela, la edificación del CapitolioFederal, la construcción de la PlazaBolívar de Caracas con estatua ecues-tre del Libertador, la proclamación delbolívar como moneda venezolana en1879, la disposición de consagrar Him-no Nacional en 1881 al “Gloria al bra-vo pueblo”, la creación del PanteónNacional donde se venerarían los pró-ceres de la Independencia y de épocasposteriores en lo que él mismo deno-minó como “el templo que Venezuela

consagra a la religión del patriotis-mo”12 , la construcción de obras públi-cas como caminos y vías férreas quepermitieran vincular el territorio, laintroducción de cambios urbanos en lasciudades más importantes, particular-mente en Caracas, sede del poder cen-tral.

Para emprender la centralización yunidad política del país debía asegu-rar e incrementar los recursos econó-micos provenientes de las rentasaduanales, principal y casi única fuen-te de ingresos en un país eminentemen-te agroexportador e importador de bie-nes manufacturados e industriales. Es-tos recursos, además de facilitarle eldominio militar y político de Venezue-la, le proporcionaría medios para im-pulsar las obras, financiar la burocra-cia gubernamental y pagar las crecien-tes deudas externas e internas. En elcontrol de las aduanas, por lo tanto, seconcentró gran parte de la atenciónoficial. La construcción de ese pro-yecto nacional de Guzmán debía darestructura de nación a un conjunto deregiones que habían actuado en formamás o menos autónoma y crear en lasciudades el escenario y los actores deesa patria unificada en mapas, en lahistoria oficial, en las representacio-nes simbólicas, en un intento por ha-cerla aparecer homogénea. Para favo-recer el Estado Nacional debían debi-litarse los factores de identidad con lolocal o regional por ser fuente de ins-piración y defensa de la autonomía

12 FLOYD, Mary; 1988, Guzmán Blanco, la Dinámica de la Política del Septenio, Caracas, InstitutoAutónomo Biblioteca Nacional- FUNRES: 215

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !ejercida históricamente y por represen-tar un peligro para la cristalización delmismo. Se acude a diversos mecanis-mos: los jurídicos-institucionales con-templados en el cuerpo de leyes, de-cretos, códigos, reglamentos, la edu-cación formalizada, entre otros ya men-cionados; sin embargo estas accionessi bien permitieron una mayorgobernabilidad del territorio no garan-tizaban la cohesión del colectivo entorno al sentimiento de patria o nación...para enfrentar este problema empleócomo recurso ideológico el manejo deuna simbólica nacional y patrióticadestinada a crear en la población unaidentidad nacional común y sentimien-tos de pertenencia hacia Venezuelacomo un todo homogéneo. Esta sim-bólica contemplaba elementos visua-les y discursivos en torno a la idea dePatria legada a los venezolanos porBolívar en unión del restringido grupode héroes militares que lo acompaña-ron en esta empresa. Estos valores, encuanto herencia común, debían provo-car una aceptación y respeto de igualnaturaleza.13 

Esos elementos simbólicos abarcaronla arquitectura de edificios monumen-tales destinados a los poderes públi-cos y al culto a los prohombres de lanacionalidad, como el Capitolio Fede-ral, cuya decoración se encargó al pin-tor Tovar y Tovar quien recreó en unmural la Batalla de Carabobo y realizó

varios retratos de próceres14 ; tambiénse construyó el Panteón Nacional, asícomo plazas y paseos con el nombrede personajes célebres de la historianacional, importancia singular adqui-rió el uso de la prensa como instrumen-to de ideologización del régimen y delas ideas nacionalistas, la celebraciónde fiestas patrias, entre otros.

Durante la etapa de gobierno deGuzmán denominada “el septenio”(1870-1877), el Zulia fue objeto devarias medidas conducentes a estable-cer estricto control sobre las rentasaduaneras, la más grave de ellas fuela medida de cierre de la aduana deMaracaibo, entre 1874 y 1878, quecondujo a la paralización casi total delpuerto, a la interrupción parcial de ladinámica cotidiana del circuitoagroexportador, ocasionando pérdidasa los comerciantes y penuria en gene-ral.

Las fiestas nacionales clásicas du-rante la década de 1870

El Zulia celebró las festividades nacio-nales clásicas, a las que se agregó ladel 27 de abril de 1870 consagradocomo día de júbilo para Venezuela porel “Ilustre Americano”, por ser la fe-cha clásica de la “reivindicación de lapatria”, “día fausto entre los grandesdías para Venezuela”, como habíansido otras en los gobiernos que le pre-

13 QUEVEDO, Yamarilis; 2000, Identidad y Autonomía. La opinión pública en el Zulia durante elguzmancismo (1880-1890), Maracaibo, Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades y Educación. Universi-dad del Zulia: 3214 Anteriormente este artista había pintado la obra “Firma del Acta de la Independencia” (1881-1883)

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !cedieron. En esta etapa, la centraliza-ción del poder se expresa también enel control que se ejerce sobre las con-memoraciones, al punto que incluso losprogramas eran preparados por el Mi-nisterio del Interior. En el ámbito re-gional se celebró el 3 de agosto de 1870en que el caudillo local Venancio Pul-gar tomó el Castillo Libertador, se de-claró como día de gloria y se solemni-zó con una programación similar a lade otras festividades, igualmente, seproclamó la celebración del día delsanto de Pulgar (18 de mayo), el Mi-nisterio del Interior resolviósolemnizarlo aunque advertía que losvecinos del Estado podrían “entregar-se a todo género de diversiones hones-tas; pero sin que se entienda por estosea obligatorio guardar aquel”15  .

En este período se insiste en los decre-tos en la necesidad de garantizar la pre-sencia en los actos de los representan-tes de los poderes e instituciones entérminos como este de la ceremonia del19 de abril del año 1875, que contem-plaba la realización del Te Deum en laIglesia matriz, en el cual se decía en elartículo 2º “ debiendo concurrir todoel clero y las Corporaciones y funcio-narios públicos a quienes se invitarápor el órgano respectivo y por la pu-blicación del presente Decreto, para lapuntual asistencia”16 . Con igual obli-gación se incluía la asistencia de losdirectores y alumnos de ambos sexosde todos los establecimientos de ense-ñanza pública. En esta etapa de empu-

je de la modernización aparecen en losprogramas elementos que pudieran sernovedosos o, por lo menos, estar vin-culados con manifestaciones de civili-zación y democratización de ellas,como fue la utilización del Jardín Pú-blico como escenario de la concentra-ción popular para el disfrute de con-ciertos en medio de la iluminación ge-neral, la sustitución de diversionespopulares como el encierro de toros porel juego de la cucaña, consideradocomo “espectáculo democrático y po-pular” o las regatas en el Lago; estoscomponentes de aparente modernidady espíritu democrático se combinabancon otros cuya intención era demos-trar la fuerza del poder político- mili-tar del gobierno central en las regio-nes, mediante la presencia de músicamarcial y salvas de artillería que lle-naban los intervalos del repique decampanas, que se repetían a las horasde las oraciones (al amanecer, a las 12del mediodía y a las 6:30 de la tarde),el paseo militar integrado por perso-nal de las fuerzas nacionales y las delEstado recorriendo las principales ca-lles de la ciudad. En esta década del1870 no se efectuaron paseos cívicos,sino militares, tal es el término queutilizaron en los diversos programaslocalizados.

Las festividades patrias durante ladécada de 1880

Para la década de 1880, el Zulia vivióuna nueva etapa de agravios por parte

15A. H. Z, tomo 12, legajo 22, Caracas, año 187216A. H. Z., Tomo 11, Legajo 13, Maracaibo, Año 1875

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !de Guzmán Blanco, cuando en 1881se produjo el despojo de su autonomíacon la medida de fusión del Zulia conel estado Falcón en una sola entidadpolítica-administrativa que se prolon-gó hasta el año de 1891. Sin embargo,el Zulia conservó el puerto y la adua-na que regulaba la actividad de expor-tación e importación del vasto circui-to agropecuario y comercial que cubríala región interiorana del Lago deMaracaibo, los estados Trujillo,Mérida, Táchira y el norte deSantander en Colombia, cuyo controlse ejercía desde Maracaibo. En con-trapartida a esta acción de usurpaciónla década de 1880 representó un pe-ríodo de vigoroso desarrollo económi-co que se extendió a la siguiente. En-tre los indicadores que prueban esta si-tuación de bonanza económica se pue-den mencionar la infraestructura por-tuaria, el movimiento y tráfico maríti-mo-lacustre, los ingresos aduanales, elestado del comercio interior y exterior,el surgimiento de compañías bancariasy aseguradoras, la inversión en trans-porte de productos por vía terrestre ylacustre; además de las obras de in-fraestructura urbana y arquitectóni-ca17 .

Los capitales que producía la florecien-te vida económica que vivió la ciudadpuerto en el último cuarto del sigloXIX extendieron su área de acciónhacia la inversión urbana con nuevosmodos de participación del capital,

como fue la aparición de las compa-ñías anónimas. El capital privado, ex-tranjero y maracaibero, se colocó enempresas de transporte, finanzas, pro-ducción de bienes, servicios yequipamientos urbanos; el Estado par-ticipó en muchas de ellas y algunassurgieron de la iniciativa gubernamen-tal. La idea de progreso y civilizacióndominó el imaginario de las elites y enella se centró el esfuerzo del sectordirigente político, conjuntamente conla sociedad civil, al emprender obrasde fomento público o de protección ala industria, al comercio, a las letras ya las artes. Sin embargo, los beneficiosque en los diversos ámbitos se deriva-ron de este proceso de revitalizacióneconómica del circuito agroexportadorfavorecieron a una minoría (elites po-líticas, comerciales e intelectuales)pues las condiciones generales de vidade la mayoría empobrecida permane-cieron casi inalterables para el final dela centuria. Esta década de 1880 tie-ne desde el punto de vista de la forma-ción y consolidación de la nacionali-dad en el Zulia una gran importanciapues en ella se evidencia la buena dis-posición e integración de las elites re-gionales en ese proceso y es una co-yuntura que impulsa y manifiesta elorgullo y la identidad con la zulianidad,que no entran en contradicción entresí, al contrario, se refuerzan mutua-mente con algunas características es-peciales por ser elementos que se in-corporaron a la lucha por el rescate de

17BERMUDEZ, Nilda; 2001; Vivir en Maracaibo en el Siglo XIX, Maracaibo; Colección V Centenario delLago de Maracaibo. Acervo Histórico del Estado Zulia.

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !la autonomía, como se verá más ade-lante.

La documentación localizada en elAcervo Histórico del Zulia y en la pren-sa permite la identificación de dos ti-pos de celebraciones: las correspon-dientes a las fechas clásicas y a las“Apoteosis” en homenaje a los cente-narios del nacimiento de los grandeshombres de la patria o para exaltar ac-tos en honor a algún protagonista de lahistoria nacional. En el primer caso,las grandes fiestas patrias públicas eranel 19 de abril de 1810, el 5 de Julio de1811, el 28 de octubre (efemérides delLibertador) que se venían celebrandodesde épocas anteriores, el 24 de ju-lio, que se incorporó como fechanatalicia del Libertador y el 27 de abrilde 1870. Estas se consideraban las“fiestas del patriotismo”, del “triunfode la patria”. Las “Apoteosis” se dedi-caron a enaltecer a los fundadores dela patria al cumplirse cien años de sunacimiento, estas festividades incluye-ron a personajes del mundo intelectualy científico. También se organizaronen ocasiones especiales actos de carác-ter oficial y solemne, como el retornoa la patria de los restos mortales deJosé Antonio Páez. En la mentalidadpositivista de aquella época de progre-sos técnicos, como el vapor y el telé-grafo que habían logrado borrar “lasdistancias entre los pueblos”, se defi-nían los Centenarios como símbolos de

la solidaridad y la justicia, pues éstoshabían conseguido unir a los “ilustreshombres del pasado a la vida de la so-ciedad presente”18 . Se afirmaba de ma-nera categórica “Los centenarios noobedecen a otro sentimiento que al deunir, ligar, estrechar las unas genera-ciones con las otras por los anillos desus grandes hombres”19 .

En el Zulia las festividades clásicasmantuvieron el mismo carácter de obli-gatorio cumplimiento; se ordenabanmediante decreto o circular emanadosde la Presidencia estadal dirigidos a losGobernadores Departamentales y Con-cejos Administrativos para que cadaDepartamento “con la debida coope-ración del Concejo y con el patriotis-mo de todos los habitantes de sus res-pectivas jurisdicciones” organizara yhonrara la fecha que se conmemora-ba.20 . Además se recordaba siempre enestas comunicaciones el deber que te-nían los representantes del poder pú-blico de “solemnizar las fechas memo-rables de la historia patria”21 . La au-toridad principal del estado enviabamensajes a los responsables de las cor-poraciones y despachos de la adminis-tración regional para solicitar la pre-sencia de cada uno de ellos y la de losempleados a su cargo.

La invitación a los funcionarios públi-cos expresaba un tono de orden y man-do al solicitar la asistencia con frases

18Los Ecos del Zulia, Año IX, Serie 98, nº 2308, Maracaibo, 24-10-188819 Ibidem20A. H. Z., tomo 8, legajo 7, Maracaibo, año 188021 Ibidem

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !como: “se sirvan solemnizar con supresencia”, “se sirvan acompañarle”,además el contenido de los mensajesse hacían leer a los empleados quienesfirmaban al pie para confirmar su con-currencia o justificar su imposibilidad;debajo o al lado de algunas firmas selee “ No puedo asistir porque el censono me deja un momento desocupado”,“No puedo asistir porque tengo un en-fermo de gravedad”, “no me es posi-ble asistir”22 . El Secretario de Gobier-no, Alejandro Andrade, envió en el año1884 una invitación al Presidente dela Corte Suprema de Justicia en oca-sión de la celebración del 24 de juliocuyo tono demuestra claramente el sen-tido de imposición

Cree el Gobierno de su deber excitar aUd. y por su órgano a los empleadosde la dependencia de esa Corte Supre-ma en el propósito de que todos losfuncionarios del orden judicial concu-rran a compartir con las del orden po-lítico los cultos regocijos que inspirael patriotismo en esta fecha clásica,aparte el deber ineludible que les cum-ple llenar como representantes de unode los poderes del Estado, y a los cua-les se servirá Ud. ordenar su asisten-cia a la festividad mencionada.23 

En estas solemnidades se acostumbra-ba extender las invitaciones al CuerpoConsular acreditado en Maracaibo. Yano se mencionaban a los notables comofactores de “lucimiento y respetabili-

dad” de la festividad, se insiste en lapresencia de los representantes de lospoderes públicos y diplomáticos y seconvoca a la ciudadanía en general. Eltono empleado en las invitaciones y laobligación de firmar en señal de acep-tación ciertamente es indicativo de laaplicación de mecanismoscompulsivos que garantizaran la pre-sencia de número suficiente de perso-nas ante la posible ausencia del colec-tivo maracaibero, sobre todo en festi-vidades decretadas con fines políticoscomo la del 27 de abril. En todas ellasse convocaba, en términos similares alde esta resolución del año 1885 parala fiesta del 24 de julio, a los vecinosde la ciudad “a que hagan asear suscalles respectivas y a que contribuyanal festejo exornando los frentes de suscasas con banderas y con la ilumina-ción en las primeras horas de la nochey la siguiente”24 

En el año 1880 en particular es impor-tante destacar una comunicación en-viada desde Altagracia el 22 de diciem-bre de 1880 al Presidente de la Legis-latura del estado, cuyo contenido lla-ma la atención por cuanto expresa uninterés especial en enaltecer los valo-res regionales, “el poder de la tierrazuliana” pregonado a los cuatro vien-tos en momentos en que se debatía eneste órgano legislativo la nueva Cons-titución propuesta por Guzmán y anteel cual se habían hecho planteamien-tos desde las jurisdicciones departa-

22 A. H. Z., tomo 2, legajo 34, Maracaibo, año 188123 A. H. Z., tomo 14, legajo 34, Maracaibo, año 188424Los Ecos del Zulia, Año V, Serie 59, nº 1385, Maracaibo 23-07-1885

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !mentales del Zulia solicitando descen-tralización política y económica, queno fueron tomados en cuenta por loslegisladores quienes aprobaron el tex-to constitucional sin cambios sustan-ciales el 23 de diciembre de 1880; unade las propuestas fue precisamente ladel representante del DepartamentoMiranda. Como parte del programa decelebraciones de las fiestas de Pascuade ese Departamento, que se efectua-ron del 23 al 27 de diciembre, se in-cluyó la elevación de siete globosaerostáticos, “adornados de pensa-mientos alusivos a la gloria y recuer-dos históricos de los hombres promi-nentes de cada Sección del Estado, quecomo mensajeros de paz y bienestar seelevarán a las regiones etéreas a pre-gonar el poder de la tierra zuliana”25 .En ella se solicitaba la presencia de unaComisión de “honorables representan-tes del pueblo zuliano, que presenciela justicia que se hace al recuerdo detan egregios y distinguidos varo-nes.”26 . Esta demostración de orgulloy enaltecimiento de los valores de la“patria” zuliana por parte de losmirandinos surgió ante la amenaza deuna nueva arremetida contra el Zulia ylas legítimas aspiraciones de sus loca-lidades de conservar el fuero autonó-mico, de allí la importancia que adquie-re un documento como éste que revelala implementación de una actividad in-usual en una festividad de devociónpascual, al emplearla como un meca-nismo de reforzamiento de la identi-dad regional en un momento de peli-

gro para los intereses regionales y lo-cales.

Las fiestas de los centenarios

A Guzmán Blanco le correspondió lacelebración del centenario natalicio deimportantes héroes y personajes de re-nombre para la historia republicana deVenezuela, ocasiones que sirvieronpara ensalzar la obra del gobierno yhacer pensar a la opinión pública quesólo podía estar reservado tal momen-to al “Ilustre Regenerador de Venezue-la” como se lee en discursos y acuer-dos. El más significativo fue el cente-nario del nacimiento de Simón Bolí-var en el año 1883; para el Zulia la fies-ta por excelencia fue la celebración dela apoteosis de Rafael Urdaneta por elmismo motivo en el año 1888, por re-presentar una momento propicio parano dejar duda en el conglomerado na-cional no sólo de la veneración haciael héroe epónimo sino de las potencia-lidades y progresos de la región que ledaban sobrados méritos para hacer vidaindependiente como entidad estadal.En esta década de 1880 se produjo otroacontecimiento de carácter nacional defuerte impacto en el Zulia como fue latraída a Venezuela de los restos morta-les de José Antonio Páez en el año de1888 que coincidió con la efervescen-cia del centenario de Urdaneta. Otrasfestividades de trascendencia fueronlos natalicios de Andrés Bello y de JoséMaría Vargas.

25A. H. Z., tomo 2, legajo 9, Departamento Miranda, año 1880.26 Ibidem

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !El Centenario del Libertador

Esta fiesta se promulgó mediante de-creto del Ejecutivo Federal del 3 deseptiembre de 1881, dictado porGuzmán Blanco para celebrar el pri-mer centenario del Padre y Libertadorde la Patria. Para su implementaciónse nombró una Junta Central en Cara-cas, presidida por Antonio LeocadioGuzmán, y juntas seccionales en cadaestado del país. La Junta central for-muló el programa general y convocó,por orden del Presidente de la Repú-blica, a darle eficaz cumplimiento conel concurso de todas las autoridades,funcionarios, corporaciones, gremiosy ciudadanos “que sean amantes de laPatria y de Bolívar, de la gloria y deldecoro, a fin de que en la apoteosissecular del Héroe tome parte toda Ve-nezuela”27 . Los acuerdos oficialesemanados de los distintos órganos po-líticos permiten definir la importanciade la celebración al declararla fiesta“monumental” o “apoteosis”, la cualse llevaría a cabo en dos partes: la fes-tividad general y la actividad centralque sería la Exposición Nacional deCaracas, a la que debía concurrir “todolo grande, todo lo sublime de la patria”,entendido esto como “las inspiracio-nes del talento, los melodiosos acen-tos de la poesía, los conciertos armo-niosos de la música, las invencionesdel genio, los progresos de las artes,todo aquello que por ser mérito puedaformar un concierto...”28 . Esto alude

claramente a los valores de la moder-nidad y del positivismo presentes enla mentalidad dirigente; el progresomedido no sólo en sus resultados ma-teriales, sino en su producción intelec-tual y artística. Debe recordarse que laExposición Nacional del centenario seutilizó como instrumento para mostraral país y al mundo los adelantos y po-tencialidades de Venezuela con el finde atraer inversiones y capitales; suobjetivo era darla a conocer de la ma-nera más completa y ventajosa posi-ble.29 

Esta fiesta fue la mayor oportunidaddel período para proyectar la gestaindependentista y reforzar el patriotis-mo, demostrar la existencia de un pue-blo amante de las glorias de Bolívar,como imagen símbolo de la nacionali-dad. La intención fue darle a esta fies-ta la condición de “eminentemente ciu-dadana” y que en su organización tu-viese participación el ciudadano, nue-vo actor social de la república, centroy fin de la ficción democrática del pro-yecto de construcción del Estado Na-cional, aunque estuviese dirigida porel gobierno desde la capital de la Re-pública. El discurso sobre el cual sesustentó la celebración hacia referen-cia al culto, entendido como devocióny adoración a los héroes de la patria ya la empresa de la emancipación enfunción de la “nueva religión del pa-triotismo” decretada por Guzmán.

27A. H. Z., tomo 6, legajo 19, Caracas, año 188228A. H. Z., tomo 2, legajo 7, Caracas, año 188229A. H. Z. , tomo 8, legajo 7, Caracas, año 1882

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !El centenario propició la realización devariadas actividades de carácter peda-gógico dirigidas a difundir el discursonacionalista y a consolidar el culto ala Patria. Esa gran tarea sólo podíalograrse mediante al aporte de los co-lectivos organizados e individualidadespertenecientes fundamentalmente a lasélites locales: gremios, sociedades, cír-culos de intelectuales, funcionariosoficiales, clero, entre otros. Una de lasmás importantes acciones en este sen-tido fueron las desarrolladas por lasSociedades Propagandistas de la His-toria Patria que se encargaron de dic-tar conferencias y organizar paseos cí-vicos de manera sistemática todos losmeses durante el año de 1883. EnMaracaibo las conferencias o lecturaspúblicas de Historia Patria seefectuaban en los salones de la Socie-dad “Mutuo Auxilio” a las 7 de la no-che, en ellas participaron como orado-res importantes intelectualesmaracaiberos. Los paseos cívicos fue-ron organizados por la misma socie-dad y se realizaban por las tardes sa-liendo de la Plaza Concordia30 , enellos se incluía un discurso de orden ocomposiciones relativas a los hechosheroicos que se asignaban a personali-dades destacadas de la política y lasletras. A través de la prensa se promo-vían los actos y puede afirmarse tajan-temente que el periodismo fue el granaliado para la divulgación yreforzamiento del sentimiento patrió-tico, pues en las páginas de los perió-dicos circularon notas, avisos, artícu-

los, publicaciones oficiales, que alen-taban la participación del colectivo enlos eventos programados para el cen-tenario del Libertador.

Aunque no se localizó el programa ofi-cial del gobierno seccional, las notasde prensa permiten constatar que éstese desarrolló durante seis días; las ac-tividades centrales se llevaron a caboel 23 y 24 de julio; éstas incluyeronactos religiosos y protocolares, comoel Te Deum, paseo cívico, veladas ar-tístico- literarias, retretas con la parti-cipación de autoridades y personalida-des invitadas. El 24 de julio de 1883,aunque inconcluso, se inauguró el Tea-tro Baralt, que sería en adelante el cen-tro de la actividad cultural deMaracaibo; también el Salón de recep-ciones del Palacio de Gobierno. Estaocasión fue propicia para que el Zuliamanifestara ante el conglomerado na-cional y, especialmente a Guzmán Blan-co, el orgullo de los zulianos por su tie-rra y demostrara con sus produccionesmateriales e intelectuales, con sus in-dustrias e ingenio de sus pobladores,con sus recursos naturales, con su his-toria, que era merecedor de ocupar elpuesto que le correspondía como esta-do soberano de Venezuela. En esto pusotodo su empeño el pueblo del Zulia,particularmente en su participación enla Exposición Nacional, que constitu-yó la segunda parte de las actividadescentrales del centenario cuyo objetivoera, como ya se indicó, exhibir el modode vida y los recursos del país.

30 Antigua plaza mayor, posteriormente plaza Bolívar

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�� �� ���� �� � ��� ���� ��� ��� � ����� � ��� ����� ������ ��� ��� ��� El éxito del Zulia en la ExposiciónNacional tuvo repercusión en todo elpaís y fue reconocida incluso por elpropio Guzmán y por los representan-tes del gobierno. Fue una demostraciónde la fuerza de un colectivo que habíasido agredido y que respondió con lomejor de sí en obra material e intelec-tual, que se mostró dispuesto a partici-par en la festividad de la patria con dig-nidad y honor. En una comunicacióndirigida por el Gobernador de la Sec-ción Zulia al Presidente del Estado Fal-cón en octubre de 1884, éste afirma:

...fue el Zulia, entre las secciones de laRepública, una de las primeras en lle-var el contingente de su patriotismo aaquella gran fiesta de la gratitud na-cional. Así se la vio figurar con éxitosobresaliente, tanto en sus ofrendas ypatrióticos regocijos, como en la Ex-posición promovida por el EjecutivoFederal en la Capital de la repúbli-ca...31 

El centenario de Urdaneta

Las denominadas “Fiestas del Zulia”correspondieron a la celebración delcentenario del natalicio del GeneralRafael Urdaneta que tuvo una trascen-dencia e impacto singulares en laautoestima del colectivo marabino y seconvirtió en una bandera de lucha con-tra los planes del gobierno central dedarle carácter permanente a la fusióndel Zulia con Falcón. Es importante

destacar que a pesar de la importanciadel prócer en la gesta independentistay en la construcción de la república, elejecutivo nacional no manifestó ini-cialmente interés en su conmemora-ción. Esta celebración partió de la ini-ciativa de la Gobernación de la Sec-ción encabezada por el gobernadorAlejandro Andrade quien, mediantedecreto del 24 de febrero de 1888, de-claró el 24 de octubre de ese mismoaño día de fiesta que el Zulia consa-graría al “honor y recuerdo de ese unode sus más preclaros hijos” y anuncia-ba la inauguración de una ExposiciónSeccional en la que se exhibirían “suspropias riquezas, sus adelantos y cuan-to corresponda al objeto, como frutopreciado de nuestra independencia ygaje de los esfuerzos de nuestroslibertadores”. La intención expresadaen el decreto era la de darle dimensiónnacional y continental a la fiesta alsolicitar en el artículo 5º la decididacolaboración del Gobierno del Estado,y agregar que “suplicará a este que in-vite para esa noble fiesta a los demásestados de la unión venezolana; y con-tando también con la patriótica media-ción del gobierno nacional invitará alas demás repúblicas hispanoamerica-nas que quieran concurrir a dar realcey brillo a la fiesta...”32 . Resulta inte-resante revisar las razones que lleva-ron al gobernador Andrade a decretarel centenario de Urdaneta como Apo-teosis, en comunicación que envió alPresidente del Estado:

31A. H. Z., tomo 6, legajo 10, Maracaibo, año 188432A. H. Z., tomo17, legajo 14, Maracaibo, 24 de febrero de 1888

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !Es deber de propia honra e ineludiblepor parte de los gobiernos inspiradosen el bello ideal de la República, paramantener incólume el fuego reparadordel patriotismo y ofrendar a los héroesque lidiaron por la majestad del dere-cho, el homenaje de respeto y amor aque les da título su diploma de gloria.Esa la razón por que el gobierno delZulia que dirijo y pliega en toda oca-sión a los alertas de la conciencia pú-blica, se ha anticipado a decretar lafiesta civilizadora con que ha de cele-brarse el centenario del celebérrimohijo invicto de Maracaibo...33 

Al hacer mención a que su gobiernose sometía “a los alertas de la concien-cia pública” cabría preguntarse si ha-bían hecho presión algunos sectores dela sociedad maracaibera para que elgobierno seccional se pronunciará antetan trascendental acontecimiento parael Zulia frente al silencio del gobiernocentral que, sin embargo, había decre-tado con dos años de anticipación elcentenario de Bolívar y se preparabapara la Apoteosis de Páez en ocasiónde la traída de sus restos a Venezuelapara ser ingresados en el Panteón Na-cional, hecho éste que se efectuó enabril del 88. Desde el Zulia se recordóa través de la prensa al resto del país ladeuda de gratitud con el prócer; el 24de abril el diario El Fonógrafo publi-có en la columna “Centenario deUrdaneta” una larga nota en la cual sedecía que la fiestas en honor al insigne

zuliano debían tener grandísima reso-nancia en todos los Estados de la Re-pública, no sólo por la envergadura delhéroe “ni por sus servicios eminentesy abnegados, ni por la invitación queel Zulia les dirige, sino también por-que no hay uno siquiera de esos Esta-dos en cuyo territorio no combatierael Prócer zuliano por la emancipaciónde Venezuela”, seguidamente pasó aenumerar cada una de las ciudades,incluida Caracas, y de los Estados don-de tuvo actuación destacada el Gene-ral Urdaneta y terminaba así la nota:“lógico es esperar que todos ellos, co-operarán al noble intento de celebrarsu Centenario; y que el Zulia verá lle-gar a la hora de los gloriosos recuer-dos las ofrendas el país entero a unode sus más beneméritos libertadores”34 

En efecto, desde el mes de marzo em-pezaron a llegar comunicaciones deadhesión y participación en la festivi-dad y en la Exposición por parte de lospresidentes de varios Estados, entreotros: Táchira, Mérida, Trujillo, Lara,Bolívar, Bermúdez. Fue en agosto deese año cuando el Ejecutivo Federalemitió el decreto para conmemorar lafiesta y determinó asociarse a la cele-bración y erigir en la ciudad deMaracaibo una estatua pedestre debronce del General en Jefe de la Re-pública de Colombia Rafael Urdaneta.La plaza en honor al héroe se levantóen el sitio conocido como el circo, don-de funcionó el matadero público. La

33 A. H. Z., tomo17, legajo 14, Maracaibo, 24 de febrero de 188834El Fonógrafo, Año IX, Serie 94, nº 1873, Maracaibo 24-04-1888

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !figura del General Urdaneta equipara-ble a la de otros grandes hombres de laRepública como Bolívar, Sucre o Páez,por mencionar a los más renombrados,fue apenas merecedora de una estatuacomo ofrenda del Ejecutivo Federal yde un pronunciamiento de “asocia-ción” a la festividad. De nuevo se evi-dencia que prevaleció el centralismoal empeñarse el poder Ejecutivo enafianzar el carácter originario de Ca-racas en el proceso de construcción dela nación con Bolívar como “Padre yLibertador” de la patria y al dárselepreponderancia a los héroes de la re-gión central, hecho éste que se pusode manifiesto en las celebraciones delos centenarios de Bello, Bolívar,Vargas, Miranda, proclamados y orga-nizados desde la capital. Las regiones,por su parte, presionaron para obteneruna cuota de participación con losprohombres originarios de su espaciogeohistórico en el proceso de construc-ción de la identidad nacional, sobretodo en aquellas localidades dondehabían nacido figuras de actuación re-levante en la revolución de la Indepen-dencia, ese fue el caso del Zulia conRafael Urdaneta, de la región orientalcon Sucre o de los llanos con Páez,entre otros importantes jefes de laemancipación.

En escasamente 8 meses se organiza-ron las fiestas del Zulia, en todos losdistritos, municipios y parroquias senombraron juntas para preparar los fes-tejos y asistir con sus muestras a laExposición Regional. De otras ciuda-des de Venezuela y de otros países his-panoamericanos llegaron cartas de ad-

hesión a la fiesta centenaria; lo mismoocurrió con las representaciones con-sulares certificadas en Maracaibo. ElZulia todo se movilizó para emular ysuperar lo que había sido su participa-ción en la Exposición Nacional deCaracas del año 83, se trataba de uncompromiso moral y de un acto de jus-ticia y solidaridad en un momento po-lítico que podía ser oportuno ante laausencia de Guzmán Blanco de la Pre-sidencia. Esta fue una de las celebra-ciones que logró integrar a todo el co-lectivo en una gran fiesta patriótica yde reivindicación del honor delzuliano. Para el día 24 de octubre y lossiguientes se organizaron paralela-mente actividades de carácter oficial yprotocolar y otras populares dirigidasal pueblo, entre ellas, Te Deum en laIglesia catedral, salutación de todos lospoderes, gremios, cónsules y particu-lares en el Palacio de Gobierno, cuca-ña acuática en el muelle, las embarca-ciones ancladas en el puerto decora-das con banderas de todas las nacio-nalidades; desde la isla de Providen-cia una escuadrilla de naves de velasblancas enviadas por el municipio Mi-randa se dirigieron hacia este puerto.A las dos de la tarde se abrieron laspuertas del teatro Baralt para dar ini-cio a la Apoteosis: los palcos, la plateay la galería completamente ocupados;luego de un toque de campañilla se le-vantó el telón, en el centro del escena-rio apareció el busto del prócer ador-nado con varios “remingtons” enlaza-dos y rodeado al fondo por un grupode soldados vestidos de gala, a un ladola Junta Directiva del Centenario y alotro, la Central del Distrito; la orques-

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !ta al pie del palco escénico dejó oír lasnotas del himno nacional, cantado porun grupo de señoritas y caballeros.Seguidamente el Presidente de la Jun-ta Directiva, Dr. Manuel Dagnino di-rigió una alocución, luego se procedióal acto de ofrendas de distinto tipo:corona de laureles o siemprevivas, unabandera, un cuadro, un libro, una ins-cripción alegórica o algún otro obje-to35 . Al mismo tiempo en la rada delpuerto el pueblo se entretenía admiran-do unas cuantas embarcaciones quesalieron a toda vela en competencia develocidad y destreza; posteriormente,el público se concentró en la calle dela Unión, adornada con banderas y cin-tas de colores, para disfrutar de unavelada musical, allí se efectuaron los“juegos a la gineta”, una especie decompetencia de galope que debe con-ducir a atrapar unas cintas de seda; si-multáneamente se llevó a cabo el pa-seo cívico donde participaron más dedos mil niños de las escuelas que enfila ocupaban casi tres cuadras, esterecorrido de los alumnos de los plan-teles de instrucción adquirió una gransignificación dentro de los actos porconsiderarse “que ello es a nuestroparecer como la exposición brillantede nuestro adelanto intelectual y lasmás espléndida prueba de que el Zuliahermosa cosecha amontona en los gra-neros de su progreso para su gloriosoporvenir”36 . Se inauguró la estatua deRafael María Baralt y el bulevar del

35 El Fonógrafo, Año X, Serie 101, nº 2.003, Maracaibo 06-11-188836 El Fonógrafo., Año X, Serie 101, nº 2.023, Maracaibo 29-11-188837 ROMERO, María M., 1998, Muestras del Progreso. Primeras Exposiciones Industriales del Zulia (1888-1895). Maracaibo, Trabajo de Ascenso; Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad del Zulia.

mismo nombre; en la noche se escu-chó en el muelle del puerto la retretamilitar acompañando los fuegos arti-ficiales, en la calle de Venecia el ve-cindario se deleitó al son de la músicay del baile. A las 7 p.m el Teatro vol-vió a ser escenario de la velada litera-ria que reunió a lo más granado de losliteratos zulianos quienes leyeron orecitaron las producciones en memo-ria del prócer.

La Exposición del Zulia se inauguróel día 25, estuvo abierta hasta el 10 dediciembre. Todos los distritos, corpo-raciones, industrias, gremios, artistas,fotógrafos, literatos y ensayistas delZulia enviaron objetos y produccionesa la exposición; a ella concurrierontambién otros estados (Falcón, LosAndes, Carabobo, Caracas) y estuvie-ron representadas Colombia yCurazao37 . Esta exposición se insertóno solamente en los principios de fra-ternidad y hermandad entre los pue-blos, o como expresión del progresoalcanzado por el estado o poblaciónque la organizaba o participaba, másallá de eso, actuó como el instrumentoque presentó al Zulia ante el conglo-merado nacional como una regiónpróspera, culta y con suficiente capa-cidad material e intelectual para bas-tarse a si misma como entidad autóno-ma. Se percibe que la sociedadmaracaibera aprovechó una oportuni-dad de oro, como fue el centenario de

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�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !Rafael Urdaneta, para iniciar una es-trategia que más adelante conducirá ala jornada de protesta colectiva quedará como resultado el rescate de laautonomía política y que puso fin a unadécada de injusticia para el Zulia. Lasociedad maracaibera venía preparán-dose para actuar en el momento opor-tuno con gran fuerza pero sin eviden-ciar el interés político de manera di-recta, más aún considerando la expe-riencia de fracasos anteriores como elenfrentamiento a Monagas.

Consideraciones finales

En el período estudiado se nota unempeño constante por consolidar en elcolectivo la idea de una nación unidapor una historia común; el uso de unasimbología y el ritual en torno a la exis-tencia de una patria empieza a dar for-mar al imaginario nacional desde lostempranos inicios de Venezuela comoRepública independizada de Colom-bia. Las fiestas patrias constituyeronel ritual público más importante en lacreación progresiva de un sentimientode amor y veneración por la gestaindependentista y por los héroes quelucharon en ella. El proceso de cons-trucción de la nacionalidad venezola-na se tejió durante esas décadas en basea la concertación entre los interesesregionales y los centrales representa-dos por el gobierno nacional asentadoen Caracas, conciliación que se había

soportado en el ideal federal expresa-do en las constituciones de corte fede-ral o centro-federal que se originarona partir de la independencia.

En particular la época guzmancista re-presentó para el Zulia una era de ata-que continuos en la que sufrió en sueconomía básica, con el traslado yposterior cierre de la aduana deMaracaibo, y luego la perdida de laautonomía política, con la fusiónZulia- Falcón en un sólo Estado. Sinembargo, la sociedad zuliana partici-pó en la consolidación de la naciona-lidad y manifestó su devoción por lapatria en cada celebración de las fe-chas fundacionales y en las fiestas delos centenarios. La década de 1880es muy significativa pues en ella seevidencia lo que pudo haber sido unaestrategia de los colectivos organiza-dos (gremios, corporaciones, gruposde intelectuales, clero, sectores polí-ticos) para hacer reconocer ante elconglomerado nacional los valoresmateriales y grado de adelanto y pro-greso del Zulia a pesar de los dos du-ros golpes a que lo había sometido elgobierno, estas ocasiones se presen-taron con la Exposición Nacional delCentenario de Bolívar en 1883 y lafiesta centenaria de Rafael Urdanetaen 1888, que finalmente concluiríaen la organización del movimiento porel rescate de la autonomía, lograda enel año 1891.