Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona...

11

Click here to load reader

Transcript of Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona...

Page 1: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 1 -

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA

ESNIFADA

Colectivo Interzona (VVAA) Editorial Amargord

2011 http://www.edicionesamargord.com/LSD

Jordi Bernabeu Farrús Psicólogo/Técnico Municipal de prevención de riesgos

en el consumo de drogas

Alguna previas para la reflexión… El uso de clorhidrato de cocaína es una práctica relativamente extendida entre la población general. De hecho, los datos relativos a la prevalencia de su consumo apuntan a que es la única sustancia que, año tras año, aumenta entre las persona consumidoras de drogas legales e ilegales (a diferencia de otras, como el éxtasis, con un consumo estancado y que se ha reducido). Además, es la sustancia que –tras el alcohol- genera más demandas de tratamiento. Si bien su consumo debe remontarnos tiempo atrás, su consolidación durante los últimos 25 años –cuando se percibe realmente como

Page 2: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 2 -

generalizado- coincide con la universalización de un nuevo patrón de consumo que, a diferencia de épocas pasadas, rompe con el estereotipo clásico asociado al consumidor de heroína o del fumador de antaño de derivados del cannabis o LSD. En ese entonces, predominaban representaciones sociales de individuos “excluidos” y marginalizados, por lo que respecta a la heroína; revolucionarios y alternativos, por lo que se refiere al cannabis u otros psicodélicos. En contrapartida, es recurrente la asociación de la cocaína con el glamour, la beautiful people o la gente de clases acomodadas. Y la realidad nos dice que es una droga consumida por todas las clases sociales, independientemente del dinero y el origen que se tenga. Lo que queda claro es que el momento y las circunstancias de la historia reciente del uso de drogas han sido favorables a la extensión de su consumo. En este sentido, en el final del siglo pasado (80-90 como época “antiheroína”) la expansión de la cocaína generó en su día (y todavía hoy sigue generando) dos elementos característicos, y que a la vez condicionarán el discurso sobre su problematización. Por un lado, un perfil de consumidor mucho más “normalizado” (con aparente “vida formal”, a menudo “invisible” des de la intervención social y sanitaria); y por otro, una percepción de los efectos y los riesgos radicalmente opuestos a los usos de épocas anteriores. A diferencia de la heroína, el consumo de cocaína “integra”, potencia el rendimiento en el trabajo, entra sútilmente en el día a día, acompaña la fiesta, favorece las relaciones, etc. He aquí los motivos de tanta alarma social ante su consumo… En este capítulo se intenta huir de planteamientos dogmáticos y tendenciosos. Por ello, se describen algunas pautas básicas sobre la gestión de los efectos y los riesgos asociados a su consumo. Básicamente en su vía más “popularizada”: esnifada. Y se obvian aspectos relativos a su historia, composición, comportamiento neurofisiológico, etc. que ya se han tratado en otros capítulos del presente libro. Se apuntan ideas con la intención de que puedan servir de recomendaciones a personas consumidoras, y consejos para aquellas que tengan interés en el tema. Se intenta huir de un enfoque “científico” (que no por eso, menos serio). En cualquier caso, la idea original de este capítulo inciden en apostar por presentar un texto escrito desde una lógica senzilla de información, orientación y asesoramiento. Y obviamente incide en la persona y su contexto para potenciar que ésta decida con libertad, a la vez que responsabilidad y capacidad (auto)crítica.

Page 3: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 3 -

Conociendo sus efectos El clorhidrato de cocaína es una sustancia preparada a partir de la planta de la Erithroxylon coca. Tiene dos efectos principales: estimula el sistema nervioso y actúa como anestésico local. Su presentación más habitual es en forma de polvo cristalino blanco, que suele esnifarse. Aunque también puede inyectarse, fumarse (base o crack) e ingerirse oralmente. Esnifar cocaína -la vía de consumo más generalizada (y sobre el que aquí se habla)- consiste en inhalar nasalmente este polvo. Sus efectos estimulantes rápidamente aparecen –en pocos minutos- alargándose entre 30-60 minutos (momentos “álgidos”), generando incluso estimulación horas después de haberla consumido. Paralelamente, y debido a sus propiedades anestésicas, las vías nasales y la zona bucal pueden adormecerse. Pese a todo, éste no es un indicador el 100% fiable relativo a su calidad, ya que existen varios productos (mucho más baratos y de fácil acceso) que son capaces de generar sensaciones parecidas. Si bien es útil recomendar el testeo de sustancias para evitar posibles adulteraciones, y conocer con más exactitud la composición de dicha sustancia, el uso de tests rápidos de detección es escaso con la cocaína en relación a otras sustancias (sobretodo aquellas de toque más psicodélico –MDMA incluido-). Pese a todo, existen servicios de reducción de riesgos (Energy Control, Hegoak, Ai Laket!, etc.) que ejercen este trabajo. Lo más importante es gozar de una fuente de provisionamiento con ciertas garantías evitando comprar, en la medida de lo posible, a desconocidos en espacios de consumo. Tampoco hay que dejarse llevar por aspectos tales como el olor, el color, etc. Por poner un ejemplo, algunas personas atribuyen al fuerte olor o al color cristalino más cualidades sobre su intensidad y calidad, cuando éstos pueden darse por un proceso de degradación en su fabricación. No tiende a degradarse rápidamente con el tiempo. Siempre y cuando se conserve en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar. Su efecto es rápido e intenso. Sube con facilidad, a la vez lo más gratificante (generalmente, lo primero) baja rápidamente. Es placentero. Facilita el habla, las relaciones y produce cierta sensación de seguridad y concentración. Incremente la ansiedad,

Page 4: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 4 -

Cuando el consumo finaliza, durante los momentos posteriores, pero sobretodo al día siguiente, aparece un cuadro cuyos síntomas más frecuentes son cansancio, decaimiento, apatía -incluso tristeza- e irritabilidad (el famoso “bajón”). Esta sustancia tiene una importante capacidad para generar dependencia psicológica. Y de hecho, habituarse a su consumo constituye el problema asociado más grave.

Algunas características de sus consumidores (sobre su propio consumo…) Sin querer entrar en clasificaciones rígidas, podríamos definir, prototípicamente, perfiles claramente diferenciados. Con ello, por lo tanto, diferentes grados de problematicidad: � La persona que consume experimentalmente ha probado o se ha

iniciado en el consumo de cocaína pero no suele repetir a corto plazo, o al menos éste es muy puntual. Desde una perspectiva de gestión de placeres y riesgos es una persona que raramente tiene un consumo problemático, caracterizándose por ser de “poco riesgo”: de poca cantidad, con una elevada percepción de respeto/riesgo, compartido, puntual, etc.

� Aquella que consume ocasionalmente asocia el uso de cocaína a situaciones concretas (determinadas celebraciones, fiestas, etc.) y tampoco se asocia a un consumo de alto riesgo (siempre que no haya factores que intercedan –como los previamente contemplados-).

� Quienes la usan de manera regular tienen más posibilidades de generar un enganche o adicción, y ciertamente con cantidades más altas que los patrones anteriores. Estos consumos frecuentes son considerados de mayor riesgo dado su carácter repetido. Una buena propuesta preventiva pasaría por evitar consumos reguales y frecuentes, traslandándolos al plano ocasional, evitando interferir en la "formalidad” de cada uno (y cada uno sabe cuál es la que le corresponde).

� Por último, encontraríamos aquella persona que presenta una dependencia y, por lo tanto, un principio de consumo problemático. Básicamente la cocaína interferiría en su quehacer diario, imposibilitando desarrollar su cotidianeidad con cierta normalidad. A efectos prácticos, son aquellos consumos que en la mayoría de ocasiones necesitan un tratamiento personalizado, ya que la mayoría de personas que tienen un consumo de este tipo difícilmente pueden

Page 5: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 5 -

reducirlo por propia iniciativa (además de los problemas asociados directamente a éste –salud y economía, principalmente).

Desde una perspectiva de gestión de riesgos, deberíamos ser especialmente prudentes con aquellos consumos enmarcados en lo regular, y sobretodo en las persones que acaban dependiendo de su consumo. Un modo de evitar repeticiones frecuentes es reducir el consumo a ocasiones “especiales”. Esto es: evitando tomar con regularidades tales como semanalmente, quincenalmente, etc; dejar épocas de descanso entre ocasión y ocasión; y detener el consumo si se intuye un mínimo indicio de enganche. El consumidor habitual tiende a “familiarizarse” con la intensidad de sus efectos. E incrementa las dosis para conseguir los mismos efectos. Este hecho (conocido como tolerancia) puede servir de toque de atención en aquellas personas que tengan una relación frecuente con la sustancia. Proponerse límites de consumo (“un gramo, y si se acaba, se acaba”) y cumplirlos (saber decir “basta”) constituye el elemento determinante que posiblemente evitarán problemas futuros. Muchos consumidores que han desarrollado problemas por su consumo atribuyen a la autorregulación del placer un elemento importante para tener bajo control. Los consumidores de cocaína a menudo consumen otras drogas. Sobretodo alcohol, tabaco y en menor medida cannabis. Las mezclas más frecuentes son las que combinan cocaína con alcohol (y tabaco si se es fumador). Generalmente, mezclar cocaína con alcohol intensifica los consumos de ambas sustancias. Esto es, la cantidad que uno acaba tomando es mayor de la que probablemente uno se hubiera planteado si se abstuviera de una de las dos. Dado su carácter contrario (cocaína: estimulante/alcohol: depresor), a muchos consumidores les producen una sensación de complementariedad (“bebo más para que se me baje la estimulación”/”consumo más cocaína para que se baje la borrachera”). Algo igual pasaría con el tabaco y con el cannabis. Por todo esto, un buen consejo para quienes tomaran cocaína es plantearse un consumo moderado de alcohol, a la vez que evitar caer en el círculo “·más alcohol, más coca”. Y viceversa: ser especialmente prudente con utilizar la cocaína para contrarrestar los efectos del alcohol. La combinación de cocaína con otros estimulantes (anfetaminas, metaanfetaminas y derivados de la MDMA o éxtasis, básicamente) puede enmascarar el efecto de estos últimos. Por ejemplo, es conocido entre los consumidores de éxtasis o MDMA que si se mezcla éste con cocaína

Page 6: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 6 -

disminuyen las capacidades empatógenas o entactógenas (capacidad para generar “comunicación con uno mismo”) asociados a dichas sustancias. A la vez, aumentarían los efectos estimulantes sobre el organismo, con los riesgos asociados de una sobreestimulación. El consumo de cocaína también interfiere con el uso de medicamentos. Deberían abstenerse de su consumo aquellas personas que estuvieran tomando medicación psiquiátrica (antidepresivos, ansiolíticos, benzodiacepinas, etc.) y aquellas personas que, aunque no estuvieran siguien una pauta médica, tuvieran algún problema psicológico. Debe evitarse el consumo cuando se están tomando medicamentos pautados por algún problema cardiovascular o de otra índole de problemas físicos (hipertensión, problemas renales, epilepsia, etc.). Se debería ser especialmente cuidadoso con el consumo de cocaína durante una época personal de cierta inestabilidad emocional, económica, etc. Querer contrarrestar un tipo de problema con el de una sustancia altamente adictiva y de carácter intenso pero rápido puede provocar enganches rápidos y sutiles. Aquellos consumidores que, por su consumo, noten efectos tales como excesiva ansiedad, pequeñas paranoias u otros problemas psicológicos, o desajustes de tipo físico (arritmias, taquicardias, cambios de tensión, etc.) deberían detenerlo, y acudir a un servicio especializado si estos persisten o suceden de manera intensa y, sobretodo, si persisten una vez frenado el consumo. Por último, es básico evitar la aparición de una dependencia o adicción. El mejor consejo será escucharse a uno mismo para saber en que fase uno se encuentra, y saber parar a tiempo antes de que el espiral de consumo sea demasiado intenso como para poder detenerlo por propia iniciativa y con buena voluntad. Ante cualquier duda sobre una posible dependencia, puede consultarse con servicios especializados de asesoramiento e información.

Page 7: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 7 -

Prestando atención al contexto Frecuentemente nos olvidamos de la importancia que tiene el contexto en la omnipresente tríada “sujeto-sustancia-contexto”. En el caso de la cocaína, el contexto es determinante para evitar la aparición de problemas asociados a su consumo. Si bien es cierto que el consumo de cocaína se asocia básicamente a momentos de ocio, es frecuente que éste acabe trasladándose a momentos de más “normalidad” ligados al “día a día”. Cuando la cocaína sale del entorno “lúdico” es más probable que aparezcan los problemas, básicamente ligados a la sensación de descontrol y dependencia de su consumo. El mejor consejo sería reducir su consumo a momentos lúdicos, evitando tomar en el trabajo, en los estudios y otros momentos de cierta “formalidad”. Así como detenerlo si uno percibe que éste se está descontrolando (por lo que al “cuando” se refiere). E incluso valorar la ayuda de un servicio especializado. El consumo de cocaína a menudo se da en grupo. Y entre las personas consumidores se comparte la sustancia. Si es el caso, cada consumidor debe disponer de un rulo o turulo personal e intransferible. Es posible que se den contagios o infecciones por el uso de un mismo rulo entre varias personas. Su consumo también puede entrañar riesgos asociados a la conducción de vehículos. La cocaína puede producir una sensación de falsa seguridad ligados a momentos de excitación e incluso concentración que pueden favorecer accidentes de tránsito. Cada vez es más frecuente la presencia de controles policiales que detectan el consumo de cocaína en conductores (más allá de las clásicas pruebas etilométricas). Y la detección de presencia de cocaína mientras se conduce puede abrir procesos penales importantes (más allá de la retirada de puntos del carné de conducir y la sanción económica correspondiente). A la vez, deberían abstenerse aquellas personas que consuman cuando estén utilizando maquinaria pesada que pueda entrañar riesgos para cualquiera. Es relativamente típico (y tópico) apelar a una sexualidad sin riesgos. Y esto básicamente se consigue con el uso de anticonceptivos. Por lo que si hablamos de cocaína y sexo no vamos a hacer una excepción. Es cierto que bajo los efectos de la cocaína pueden darse sensaciones de intensificación de la sensualidad y de la sexualidad que quizás disminuyan la percepción del riesgo de problemas tales como infecciones de transmisión sexual o de embarazos no previstos. Por lo que es tan sencillo: el uso de condón evitará

Page 8: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 8 -

males futuros totalmente evitables. Ente sentido, la cocaína puede dificultar la erección y la eyaculación, así como retardar o anular el orgasmo. Para muchas personas, la cocaína intensifica la agresividad. Y cabe explicarlo: no es que la cocaína ponga violento a uno; sino que puede facilitar que personas con menos capacidad para autorregular su agresividad tengan más propensión a padecer situaciones de violencia (peleas, riñas, etc.). Por lo que se pediría especial control a aquellas personas que bajo los efectos de la cocaína tiendan a ponerse en situaciones de violencia.

¿Y los riesgos legales? En el plano legal, en España el consumo de drogas –en general, no únicamente la cocaína- se encuentra regulado por la Ley Orgánica 1/1992 sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, y lo relativo a la producción y tráfico (distribución y venta) se enmarca en el apartado de “delitos contra la salud pública” del Código Penal. Por este motivo, el autoconsumo de drogas ilegalizadas no está penado (no constituye delito) pero se sanciona por vía administrativa, con multas que oscilan de 300 € a 30.050 €, cuando éste se produzca en lugares públicos, la posesión o tenencia sea para el autoconsumo (es decir, cantidades pequeñas) o se dejen instrumentos o restos del consumo en la vía pública. En nuestro caso, la cocaína no está exenta de esta regulación, por lo que el consumo o tenencia de pequeñas cantidades implicaría multas de a partir 300 €. No se establecen cantidades fijas que determinen qué cantidad se considera para un consumo propio o para tráfico, aunque una cantidad superior a los cinco gramos podría constituir delito, pues generalmente se estimará que que dicha cantidad no sea para una misma persona. La cocaína está incluida en la LIsta I de lasdiferentes listas internacionales de fiscalización de sustancias. Por ello, y desde el punto de vista legal, no se reconoce la posibilidad de realizar usos con finalidad de investigación así como aplicaciones médicas o terapéuticas. Por todo esto, si se consume cocaína, se debería ser especialmente prudente con los posibles problemas legales asociados a su consumo y/o venta. Aquí van tres consejos muy básicos dirigidos únicamente a consumidores:

Page 9: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 9 -

� Llevar cantidades pequeñas y en una sola “pieza” � Llevar cada uno su propio consumo (evitando llevar encima el de

terceras personas) � No vender, ni distribuir (con o sin finalidad económica) ni facilitar

cocaína a terceras personas.

A modo de decálogo: 12 sencillas, humildes y prácticas propuestas para aquellos que consuman y no quieran (o puedan) dejarlo 1. La cocaína es una sustancia que tiene una importante capacidad para

generar dependencia psicológica. Y de hecho, habituarse a su consumo constituye el problema asociado más grave. Prudencia con aquellos consumos enmarcados en lo regular y/o frecuente, y sobretodo en las personas que acaban dependiendo de su consumo.

2. Reducir el consumo a ocasiones “especiales”. Esto es: proponerse

límites de consumo y cumplirlos; evitar tomar con regularidades semanales, quincenales, etc.; dejar épocas de descanso entre ocasión y ocasión; detener el consumo si se intuye un mínimo indicio de enganche. Probablemente el mejor consejo sería reducir su consumo a momentos lúdicos, evitando tomar en el trabajo, en los estudios y otros momentos de cierta “formalidad”, y detenerlo si uno percibe que éste se está descontrolando (por lo que al “cuando” se refiere). E incluso valorar la ayuda de un servicio especializado.

3. No fiarse de aspectos tales como el olor, el color, el adormecimiento

de las vías nasales, etc. No son indicador el 100% fiables relativos a su calidad.

4. Cada consumidor debe disponer de un rulo o turulo personal e

intransferible. Es posible que se den contagios o infecciones por el uso de un mismo rulo entre varias personas.

5. Tener cuidado con los posibles problemas legales asociados a su

consumo y/o venta. Tres simples consejos: (1) llevar cantidades pequeñas y en una sola “pieza”; (2) llevar cada uno su propio consumo (evitando llevar encima el de terceras personas); (3) no vender, ni distribuir (con o sin finalidad económica) ni facilitar cocaína a terceras personas.

Page 10: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 10 -

6. Ser especialmente cuidadoso con las mezclas, sobretodo con el

alcohol.

7. Debe evitarse el consumo cuando se están tomando medicamentos pautados por algún problema cardiovascular o de otra índole de problemas físicos (hipertensión, problemas renales, epilepsia, etc.). Deberían abstenerse también de su consumo aquellas personas que estuvieran tomando medicación psiquiátrica (antidepresivos, ansiolíticos, benzodiacepinas, etc.) y aquellas personas que, aunque no estuvieran siguien una pauta médica, tuvieran algún problema psicológico.

8. Cuidado con el consumo de cocaína durante una época personal de

cierta inestabilidad emocional, familiar, económica, etc. Querer contrarrestar un tipo de problema con el de una sustancia altamente adictiva y de carácter intenso pero rápido puede provocar enganches rápidos y sutiles.

9. Aquellos consumidores que, por su consumo, noten efectos tales

como excesiva ansiedad, pequeñas paranoias u otros problemas psicológicos, o desajustes de tipo físico (arritmias, taquicardias, cambios de tensión, etc.) deberían detenerlo, y acudir a un servicio especializado si estos persisten o suceden de manera intensa y, sobretodo, si persisten una vez frenado el consumo.

10. Su consumo también puede entrañar riesgos asociados a la

conducción de vehículos. A la vez, deberían abstenerse aquellas personas que consuman cuando estén utilizando maquinaria pesada que pueda entrañar riesgos para cualquiera.

11. Pedir control a aquellas personas que bajo los efectos de la cocaína

tiendan a ponerse en situaciones de violencia.

12. Es relativamente típico (y tópico) apelar a una sexualidad sin riesgos. Y esto básicamente se consigue con el uso de anticonceptivos (el condón, como referente). Por lo que si hablamos de cocaína y sexo no vamos a hacer una excepción…

Page 11: Gestión de placeres y riesgos asociados al uso de cocaína esnifada - Cocaína (Colectivo Interzona - Editorial Amargord 2011)

GESTIÓN DE PLACERES Y RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE COCAÍNA ESNIFADA

- 11 -

A modo de reflexión… Las ideas se han escrito durante todo el texto no deben entenderse como determinantes “al cien por cien” de lo que pueda suponer una experiencia de consumo de cocaína. Esta información es básicamente asimilable desde la lógica subjetiva (de cada sujeto). Por ello, son recomendaciones generales, básicas e incluso discutibles. Cualquiera podría -desde su visión particular- apuntar, modificar y corregir apreciaciones que aquí se escriben. En definitiva, se intenta aportar un granito de arena más a una realidad –las drogas- en que el paradigma prohibicionista sigue dominando, y favoreciendo disparidad de opiniones, comprensiones y pensamientos poco proclives al entendimiento. Probablemente, la norma general básica sería aquella que apelara al sentido común personal y colectivo (que a la vez suele ser el menos común de los sentidos). Con ello seguramente conseguiríamos que quienes desearan ejercer su derecho a la libertad lo ejercieran con cierto conocimiento, así como aquellos que -por los motivos que fuere- desarrollaran un consumo problemático- lo asumieran con menos tabúes y estigmatizaciones.