Guareadelmo34

7
Conversar con mis amigos Costumbre se está volviendo ya el tomarme este breve espacio para conversar con mis amigos y los amigos de Somos Bolívar. Lo hago porque parece haber caído en gracia mis palabras con tinte de diario y corte de columna. Se va esta semana y con ella varias experiencias. En una de las alcobas, postrado en su cama, encuentro a Tito, en su rostro el peso de un siglo y cuatro años de vida. Mi Tito, viejo, recuerdo nuestro último encuentro, sonreías a la cámara mientras contabas una vez más aquella historia del amado caballo. Pág.3 ...De Bolívar es mi pasado, será mi presente y espero también lo sea mi futuro... Pág.4 Para los que no me quieren Peligro Si usted no es amigo del director de Somos Bolívar por favor elimine o borre este aburrido documento. Si lo lee puede terminar queriendo a Bolívar, Valle del Cauca. Para los que me quieren Encontré una forma de dibujar a través de letras mi día a día en este inspirador paraíso. Soy un bolivarense de esos muchos comprometido con el progreso de mi amado pueblo. Bolívar Valle del Cauca Mi Diario Pág.4 Pág.6 Forma de desahogarse Por estos días intento apagar mis letras, callar por unos días. Cuando las letras son una forma de desahogarse es difícil encontrar un punto final. Vengo de una difícil semana, difícil digo porque he empezado un dialogo con varios jóvenes de mi Bolívar, el tema: la deserción escolar. Visité a mis viejitos Veo a los hijos de mis amigos, y veo a los niños y niñas bolivarenses y no puedo sentir más que un enorme compromiso con mi Bolívar; porque viví en el Bolívar de ensueño y quiero dejarles a ellos ese Bolívar del ayer. Cómplice de la Libertad Pág.2

description

Encontré una forma de dibujar a través de letras mi día a día en este inspirador paraíso. Soy un bolivarense de esos muchos comprometido con el progreso de mi amado pueblo.

Transcript of Guareadelmo34

Page 1: Guareadelmo34

Conversar con mis amigos

Costumbre se está volviendo ya el

tomarme este breve espacio para

conversar con mis amigos y los

amigos de Somos Bolívar. Lo hago

porque parece haber caído en gracia

mis palabras con tinte de diario y

corte de columna. Se va esta semana

y con ella varias experiencias.

En una de las alcobas, postrado en

su cama, encuentro a Tito, en su

rostro el peso de un siglo y cuatro

años de vida. Mi Tito, viejo, recuerdo

nuestro último encuentro, sonreías a

la cámara mientras contabas una vez

más aquella historia del amado

caballo.

Pág.3

...De Bolívar es mi pasado, será mi presente y espero también lo sea mi futuro... Pág.4

Para los que no me quieren Peligro Si usted no

es amigo del director de Somos Bolívar por favor elimine o borre

este aburrido documento. Si lo lee puede terminar queriendo a

Bolívar, Valle del Cauca.

Para los que me quieren Encontré una forma de

dibujar a través de letras mi día a día en este inspirador paraíso.

Soy un bolivarense de esos muchos comprometido con el progreso

de mi amado pueblo.

Bolívar Valle del Cauca

Mi Diario

Pág.4 Pág.6

Forma de desahogarse

Por estos días intento apagar mis letras,

callar por unos días. Cuando las letras

son una forma de desahogarse es difícil

encontrar un punto final. Vengo de una

difícil semana, difícil digo porque he

empezado un dialogo con varios

jóvenes de mi Bolívar, el tema: la

deserción escolar.

Visité a mis viejitos

Veo a los hijos de mis amigos, y veo

a los niños y niñas bolivarenses y no

puedo sentir más que un enorme

compromiso con mi Bolívar; porque

viví en el Bolívar de ensueño y

quiero dejarles a ellos ese Bolívar

del ayer.

Cómplice de la Libertad

Pág.2

Page 2: Guareadelmo34

Es sábado y amanece en mi venerable tierra, en mi

Bolívar del alma. Ante el replicar de las campanas se

apropian de mí aquellas intenciones de presenciar la

primera misa de la mañana y con ella el Santo Rosario.

Revivo hoy ese pasado colmado de nostalgia, esa

infancia dedicada a las travesuras de un infante que

alguna vez fue acólito.

Aunque solo de mí y de mi creador son las innumerables

oraciones y suplicas que entono en silencio, arrodillado

ante el templo de mi Santa Ana, patrona de los

bolivarenses, debo confesarles que siempre en mis

plegarias está esta tierra. Porque a ti Santa Ana pido por

el progreso de este pueblo, dueño de mi pasado. Pido

por mis amigos, por mi familia y por todos bolivarenses,

para que en cada corazón hermano siempre estén las

más sinceras intenciones de trabajar por el Bolívar que

le hemos de dejar a nuestros hijos y a las nuevas

generaciones.

Te pido a ti Papito Dios y a ti Mamita María por este

proyecto social llamado Somos Bolívar, para que nos

guíes por los senderos del éxito y la humildad, para que

nos alejes de la ambición, la corrupción y otros pecados,

para que cada día nos abrigues con tus bendiciones e

ilumines nuestro trasegar por cada rincón de este

terruño amado.

A ustedes entrego el futuro de este sueño hecho

realidad. Y te agradezco por darme esta tierra por hogar,

y por la fuerza con que me cobijas cada mañana, esa

fuerza con la que tomo la mano de cada bolivarense que

me saluda.

Cómplice de la libertad del silencio

Te pido que llenes de gracia y sabiduría a nuestros líderes, a aquellos que tienen sobre su mano importantes decisiones, y a

aquellos que empuñan en nombre de muchos bolivarenses el presente de este pueblo. Porque veo a los hijos de mis amigos,

y veo a los niños y niñas bolivarenses y no puedo sentir más que un enorme compromiso con mi Bolívar; porque viví en el

Bolívar de ensueño y quiero dejarles a ellos ese Bolívar del ayer.

Ahora he sentido la necesidad de contarle a la gente quien soy. Porque he faltado a muchas reuniones y me he perdido más

de un prometido tinto. Porque siempre por andar de corregimiento en corregimiento y de casa en casa le he corrido a las

oficinas. Y me sonrojo cada que tropiezo con un amigo de Somos Bolívar, porque quiero darle la mano y quiero darle las

gracias por sus saludos y sus comentarios. Porque esta mañana quisiera tomar la mano de más de uno, y no desaprovecho

oportunidad para saludarlos cuando choco desapercibidamente con ellos en algún lugar de este paraíso.

apropio de mi formación y me entregó más de un saber.

Porque fueron y son mis profesores (Omitar, Betty,

Nubia, Oscar Marino, Oscar Bedoya, Carlos Julio y

muchos más) los arquitectos de mis conocimientos, y

siempre que tomo una decisión pasan por mi mente uno

y mil de sus consejos, y siempre se los he dicho, cuando

alabo la profesión del enseñar como esa prodigiosa

vocación de formar pueblos.

Retomando la pregunta a la que anteriormente hacía

alusión. Este sábado me he levantado preguntándole al

Creador por el futuro de Somos Bolívar, y la soledad de

cada calle me inunda de dudas e ideas. Ahora me

encuentro pensado en mi identidad, y esa siempre ha

sido la pregunta numero uno ¿quién eres? ¿Con quién

hablo? Le tengo miedo a los reconocimientos que se

acompañan de puestos y favores, y aunque la frase está

incompleta no quiero dotar este limpio texto de palabras

poco gratas.

Se me ha olvidado ofrecer excusas a los bolivarenses que

no profesan mi religión, pero quiero también que

comprendamos que en la lucha por el Bolívar que

queremos no existen colores, porque las buenas obras

solo se acompañan de humildad y sencillez, y todo lo que

se haga, o hagamos por este terruño no merece

apropiación de títulos o intereses personales; porque lo

hemos de hacer en pago a lo que esta tierra nos ha dado.

Siempre tiendo como bandera el ejemplo de nuestros

abuelos; y una lucha que solo debe acompañarse de un

A ustedes entrego el futuro de este sueño hecho realidad.

Y te agradezco por darme esta tierra por hogar, y por la

fuerza con que me cobijas cada mañana, esa fuerza con la

que tomo la mano de cada bolivarense que me saluda.

Tras recorrer ya varias calles, en este evento santo que

tiene lugar cada sábado a las 05:30 de la mañana, les

confieso que he encontrado la excusa perfecta para recibir

el nuevo día, qué más que hacerlo con la compañía de

Dios, caminando y sintiendo el bello amanecer de un día

más. En cada oración en honor a ti Mamita María oriento

mis intenciones. Soy de aquellos jóvenes que te canta a

viva voz y sin temor al qué dirán, porque no me

avergüenzo de ti y me siento infinitamente orgulloso de

tenerte por madre.

A esta altura y cuando he hecho más de una confesión me

atrevo a preguntarte por el futuro de Somos Bolívar, y

recuerdo cuando este proyecto nació, y lo recuerdo como

si ayer fuera; porque es la segunda pregunta que siempre

hacen los amigos de este equipo. Y siempre les digo que

nació una noche en una popular esquina de Bolívar,

cuando tres amigos nos cansamos del típico “qué hay para

hacer”. Luego se nos unió la soledad y la distancia, cruel

castigo que nos hace amar y valorar más esta tierra.

Éramos a duras penas unos jóvenes que anhelábamos

estrenar una cedula. Con orgullo unos recientes egresados

del Manuel Dolores Mondragón, centro educativo que se

apropio de mi formación y me entregó más de un saber.

Porque fueron y son mis profesores (Omitar, Betty, Nubia,

Oscar Marino, Oscar Bedoya, Carlos Julio y muchos más)

los arquitectos de mis conocimientos, y siempre que tomo

una decisión pasan por mi mente uno y mil de sus

consejos, y siempre se los he dicho, cuando alabo la

profesión del enseñar como esa prodigiosa vocación de

formar pueblos.

Mi Diario: Te amo Bolívar

2

Page 3: Guareadelmo34

Visité a mis viejitos en el ancianato de nuestro

pueblo

Pido a Papito Dios me ilumine para tomar la decisión

correcta. Y tarde o temprano he de mencionar mi

nombre y he de aceptar que soy la persona cómplice de

la libertad del silencio. Pido a los bolivarenses trabajar

por su tierra, y lamento que algunas diferencias me

alejen de unos pocos que quisiera fueran mis amigos, y

quisiera comprendieran que me duele que los intereses

de todos estén por debajo de sus intereses personales.

Porque quiero que mis hijos tengan por hogar a Bolívar. Y

mañana nacerá un nuevo proyecto bajo otro nombre

pero con un mismo propósito: trabajar por el progreso

de Bolívar. Y aplaudiré a cada bolivarense con iniciativa, y

daré mi voto para que todos los bolivarenses, amigos y

no tan amigos, tengan la palabra en nuestro medio. No

me causa envidia y en cambio si me causa admiración y

alegría que más bolivarenses quieran hacer algo por mi

pueblo.

Son ya las nueve de la mañana, quería desahogarme,

quería escribirte a ti amigo. Quería hablarle al Creador.

No quiero hablarte de mí porque no soy el protagonista y

acaso llego a ser un líder. Porque lo que hago no lo hago

esperando algo, lo hago en agradecimiento con esta

tierra que ya me dio mucho. Porque el protagonista

quizás seas tú.

Y no conocerás mi nombre hoy, pero ten la convicción

que aquí estaré para escucharte, porque tú y yo Somos

Bolívar. Y si me necesitas avísame. Hoy me venció el

temor y no pude decirte mi nombre, el temor a los

reconocimientos personales porque no me siento

preparado para dejar de ser un bolivarense del común.

Te invito a caminar conmigo en un sábado próximo; a

que me acompañes a recorrer este paraíso. Quiero que

conozcas todos esos rincones vivificantes de donde

nacen mis palabras.

Comparaba el apreciado sacerdote de Bolívar, Padre

Fernando, en su homilía a un granito de mostaza con

nuestra fe; y decía el evangelio que si nuestra fe fuera

del tamaño de un granito de mostaza, nosotros

moveríamos montañas.

Cómicamente y al lado de un par de señoras veía yo a

cada bolivarense hecho grano de mostaza, y me doy

cuenta que somos muchos los buenos y se están

agotando los malos. Tú eres ese granito de mostaza y

Bolívar, y el progreso de Bolívar, es esa montaña.

Y la fe, y la fe es creer en lo que haces, porque los

grandes edificios se hacen de pequeños ladrillos. Y la fe

mueve montañas, y no tengas miedo a soñar, miedo

seria no tener sueños.

...Siempre teniendo como bandera el ejemplo de nuestros abuelos; y una lucha que solo debe acompañarse de un interés:

el dejarle a nuestros hijos un pueblo como, o mejor, que en el que nosotros vivimos nuestra infancia...

Y aunque la gratitud de los demás vale mucho, no vale

más que la satisfacción personal. El Creador nos otorgo

una conciencia, y es ella la juez de nuestros actos. La

satisfacción personal es poder sonreír en paz, es poder

dormir sin que nos atormente el peso de nuestros

deshonrosos actos.

Anda y dile a tus amigos que ellos y tú son Bolívar. Y

trabaja por el Bolívar que quieres para ti, para tus hijos y

mis hijos.

Abandono mis delirantes renglones. Alzo mi mano y

juro eterno amor a estas tierras. Saludo a todos mis

amigos y saludo a las personas que me acompañaron

esta mañana por las calles de Bolívar rezando el Santo

Rosario; tuve la oportunidad de desearles un feliz día

mientras departíamos de un delicioso chocolate

ofrecido por nuestro sacerdote.

Y espero vernos el próximo sábado, en silencio

entonaré de nuevo cada palabra de este texto. Allí

estaré cumpliéndole una cita a mi Creador.

Hoy sábado 21 de agosto visité a mis viejitos en el ancianato de nuestro pueblo. Mientras acompaño su cotidiano rosario sus

rostros me remontan a la Bolívar del ayer, cuando estas calles hoy pavimentadas eran cómplices de sus travesías y travesuras.

Busco a nuestro abuelo Tito en cada rincón de esta biblioteca viva, nuestros viejos, cada uno, es un libro de ese perpetuado

pasado.

En una de las alcobas, postrado en su cama, encuentro a Tito, en su rostro el peso de un siglo y cuatro años de vida. Mi Tito, viejo,

recuerdo nuestro último encuentro, sonreías a la cámara mientras contabas una vez más aquella historia del amado caballo. Y yo

era un niño cuando eras un lustre jinete, pero no olvido tu trasegar por estas calles que también han de ser testigos de mi vejez.

Con mis viejos agradecido vivo por el Bolívar que me dejaron. Porque no conozco pueblo y nación sin historia y pasado. Y quiero

invitar a cada amigo bolivarense a visitar a nuestros abuelos, y compartir con ellos así sea unos pocos minutos de nuestra joven

vida. Saludo a mis viejitos que con la calidez de sus ojos y el coraje de su piel desafían cada minuto a la vida.

Un abrazo de este amigo que los visita con frecuencia, y aunque en medio de uno y otro vasito de agua de panela no demuestro

mi temor, siento miedo porque cada que marcho de esta biblioteca temo regresar y encontrar un libro cerrado para siempre. A las

personas que cuidan a nuestros viejos siempre gratitud por su labor. Porque su paciencia y su caridad no conocen límite alguno.

Y me quedan unas líneas para despedirme, para saludar de nuevo a cada Bolivarense. Mas que saludarlos, manifestare mi interés

de que juntos construyamos sociedad, presente y futuro.

...Con mis viejos agradecido vivo por el Bolívar que me dejaron. Porque no conozco pueblo y nación sin historia y pasado...

Mi Diario: Te amo Bolívar

3

Page 4: Guareadelmo34

Bolívar gracias mi Bolívar Para conversar con mis amigos y los

amigos de Somos Bolívar

De Bolívar es mi pasado, será mi presente y espero también lo

sea mi futuro

Soraya es del bolivarense por naturaleza su sencillez y

cordialidad, su amor por estos valles y ríos que nos vieron

crecer. Gracias por tus gratas palabras, gasolina que

mantiene con vida este proyecto. Con atrevimiento me

tomo estos pequeños espacios, con el mismo

atrevimiento que lo puede hacer cualquier bolivarense

que quiera manifestarse. Bolivarenses como tú hay

muchos y deseo se multipliquen, porque todos debemos

ser arquitectos del Bolívar que le hemos de dejar a

nuestros hijos. Una vez más gracias.

Culminan las fiestas de Primavera y Guare, debo

confesarles que estos eventos representaban diversión

y entretenimiento para mí, hace ya un par de años. Hoy

son un enorme compromiso porque tenemos la

responsabilidad de mantenerles informados con

inmediatez; siempre que choco con un evento o una

mágica imagen siento el deber de capturarla para

ustedes.

Le agradezco a este equipo porque demostramos que podemos estar al mismo tiempo en diferentes

sitios de nuestro amado Bolívar, y eso es un logro. Yo seguí las fiestas desde Primavera y debo

también agradecerle a cada hijo de esta tierra por su hospitalidad. Porque aunque no quiero contarles

como llegue de Bolívar a Primavera, en un curioso viaje, si quiero contarles que me sentí en casa.

Esa casa que fue la cuna de mis abuelos. Tierra a la que

vengo con frecuencia, y soy testigo de la paz que reina

en tus calles, y soy testigo de la sencillez de tu gente y

soy fiel admirador de tus paisajes. De mis mejores

paseos, el de tomar la cicla, pedalear hasta alcanzarte.

He regresado ya y estoy en Bolívar, cuando cruzo por el

parque recreacional me encuentro con mis amigos de

la defensa civil. Su uniforme naranja me deja ver que

están en calidad del servicio. Tomo la mano de varios

de ellos para saludarlos y preguntarles por su labor

desde mi condición de Bolivarense del común.

Condición que no me oculta el Bolívar del día a día, de

verdad. Porque la libertad del silencio me otorga

facultades para sentarme en chores y a pie limpio a

disfrutar de un Cholado donde mi amigo Jairito, o una

exquisita mazorca donde mi amiga Janet. Y puedo

charlar con ellos lejos de todo quizás inmerecido título

personal.

Luego de esa breve cuña retomo mis líneas para felicitar a los miembros de nuestra defensa civil que

ese día repartían algunas cositas entre los bolivarenses más necesitados. Y Somos Bolívar estará a su

disposición, como hemos estado al servicio de 17 mil bolivarenses. Y saludo también a nuestros

Policías del corregimiento de Primavera porque siguieron paso a paso cada evento de estas

festividades.

Costumbre se está volviendo ya el tomarme este breve espacio

para conversar con mis amigos y los amigos de Somos Bolívar. Lo

hago porque parece haber caído en gracia mis palabras con tinte

de diario y corte de columna. Se va esta semana y con ella varias

experiencias.

Como cosa curiosa quiero contarles a mis amigos, para que se

rían, que fui víctima de la excelente labor que cumplen nuestros

policías en Bolívar. Frente a mi casa y en una de esas esquinas

populares fui requisado por los jóvenes uniformados. Uno de mis

amigos que me acompañaba y que me conoce como director de

Somos Bolívar pregunto que si no me indisponía que siendo el

director de Somos Bolívar fuera requisado y justo en el andén de

mi casa.

Amigo una vez más me dejaría requisar, le respondí. No me

molesta y es un deber de nuestros Policías y un compromiso en

mi condición de bolivarense del común. Para ese momento los

uniformados estuvieron más de cinco minutos con nosotros,

abusivamente confieso que les di la mano y les hice varias

preguntas, cuando los note extrañados por las preguntas me

despedí y los felicite.

Los felicite porque cumplen con su labor. Y en carta al director

Nacional de la Policía expresé: “Es la Policía la institución de todos

los colombianos. Pido a los uniformados en nuestro municipio

guiar su admirada labor con sencillez y humildad, sin perder de

vista que en sus manos, en la autoridad que pregonan y la

seguridad que trasmiten, esta parte del presente y el futuro de

este pueblo. Pueblo que les da la bienvenida”

Esta semana también la aproveche para verme con mis viejitos,

como es compromiso semanal; en esta ocasión decidí visitar a

nuestro abuelo Pedro Luis. Con él tome la silla para recordar esos

días cuando me contaba sus historias de los Liberales y los

Conservadores; de su admirado presidente Lleras. Mi viejito ha

sido víctima del pasar de los años, su memoria falla y por

momentos debo recordarle quien soy.

De Bolívar es mi pasado, será mi presente y espero

también lo sea mi futuro. De aquí son mis primeros

recuerdos, mis primeros pasos y mis primeras palabras.

Mis mejores amaneceres son allá en nuestras lomas, mis

más grandes risas están marcadas en las esquinas y calles

de mi pueblo, mis lágrimas están en los hombros de mis

amigos que también son de estas tierras. Amaneceres de

aquel sol que se deja ver sobre nuestro cielo, que con

sigilo le avisa al gallo que debe empezar su coreada

armonía, amaneceres clandestinos que tocan cada

ventana de nuestras casas para darnos la bienvenida al

nuevo día. Risas que emergen de un recuerdo, una

anécdota ó un mal chiste.

armonía, amaneceres clandestinos que tocan cada

ventana de nuestras casas para darnos la bienvenida al

nuevo día. Risas que emergen de un recuerdo, una

anécdota ó un mal chiste. Mis noches se esconden en

una y otra banca de aquel parque adornado por palmas y

legendarios árboles frutales. Y soy bolivarense y orgulloso

estoy de cada amigo y hermano que trabaja por este

pueblo mío. Porque si el creador me hace padre serán

mis hijos, hijos también de estas tierras.

Mi Diario: Te amo Bolívar

4

Page 5: Guareadelmo34

...Amaneceres de aquel sol que se deja ver sobre nuestro cielo, que con sigilo le avisa al gallo que debe empezar su coreada armonía, amaneceres

clandestinos que tocan cada ventana de nuestras casas para darnos la bienvenida al nuevo día. Risas que emergen de un recuerdo, una anécdota ó

un mal chiste... Mis noches se esconden en una y otra banca de aquel parque

adornado por palmas y legendarios árboles frutales. Y soy

bolivarense y orgulloso estoy de cada amigo y hermano que

trabaja por este pueblo mío. Porque si el creador me hace padre

serán mis hijos, hijos también de estas tierras.

Nohora es sábado y a esta hora cae un fuerte aguacero sobre

nuestro amado pueblo. Por momentos mi inspiración se hace

fugaz ante el ruido de los rayos y relámpagos. De las pocas cosas

que me han quedado difíciles en la vida, una es el olvidarme de

mis épocas de niño, lo digo porque veo por la ventana y me dejo

tentar por aquellas tardes de lluvia cuando con mis amigos

tomábamos nuestras ciclas para lo que nosotros llamábamos

“pantaniar”

Cuando somos niños queremos alcanzar la mayoría de edad, y una

vez siendo adultos nada extrañamos más que nuestras épocas

pasadas, interrumpo este escrito porque me sigue costando

trabajo dejar de ser niño, tomo mi cicla y empiezo mi recorrido

por estas calles, me uno a Jhon y a Julián. Por un momento se me

sale el Somos Bolívar que todos debemos llevar dentro y pienso

en un grupo de niños Boy Scouts de Bolívar.

Pienso en ellos porque hoy es su día de encuentro y esta mañana

mientras yo hacía deporte nos encontramos cerca a la Granja.

Acaso hoy me enteré que en Bolívar teníamos un numeroso

equipo de Boy Scouts, sorpresa mayor me enteré que su guía y

profesor era mi amigo William, sé que si en estos momentos

están con él están muy bien acompañados. Y que si yo tuviera

hijos ya ellos serian pequeños Boy Scouts de Bolívar.

Cesa ya la lluvia, algo mojado ya con el segundo baño del día

retomo estas palabras, retomo mis letras para despedirme una

ocasión más. Espero a ustedes les quede más fácil dejar su niñez

atrás, porque yo siempre que tropiezo con pequeños amiguitos

que están elevando cometa, jugando futbol, o “canicas” no

desaprovecho oportunidad para “pegarme” y revivir mi muy

orgulloso pasado en mi Bolívar.

Digo orgulloso porque a ratos le agradezco a la vida por darme

esas buenas épocas, lejos de las nuevas tecnologías y los

videojuegos. Porque como muchos grandecitos ya, yo también

alcance a redactar en máquina de escribir, de esas que llegaban a

su final y tocaba arrastrar a su comienzo de nuevo, de esas que

emitían un agradable sonido timbrazo. Oh épocas aquellas del

Bolívar del ayer.

Y pido a los padres inculcar en sus hijos el amor por el deporte, y

por supuesto el amor por su pueblo. No solo envíen a sus hijos a

una escuela deportiva, sino también jueguen con sus hijos. Grato

es saber que uno es un amigo más para ellos, y no solo una

temible figura de autoridad. Porque para estos días nuestros niños

quieren ser pequeños adultos, en algunos casos pequeños adultos

irresponsables.

Quieren ser pequeños adultos que cambian sus ciclas por motos,

sus balones por controles de videojuegos y sus cuadernos por

licor. Y como le decía yo a una gran amiga esta semana en una de

esas estresantes filas “a nuestros niños se les está olvidando ser

niños” la conversación terminó con un figurado compromiso a

visitar nuestra institución educativa Manuel Dolores Mondragón.

A encontrarme de nuevo con las empanadas de “Doña Mery”, con

los recuerdos que dejó mi amigo Ramiro y nuestra mascota

“Mocho”. A encontrarme con mis profesores ya elogiados en

textos pasados. Y por supuesto allí estaré.

Antes de irme saludo a la Familia Calle, esta semana se cumplió

un año más del lamentable deceso de Don Constantino, un

excelente padre y un ejemplo de amigo. Quienes recurren la calle

quinta, donde está ubicada la casa de su familia y donde a demás

elaboran un exquisito manjar blanco, los invito a observar con

curiosidad una piedra que está en el andén de la casa sobre el

costado de un poste de energía.

Alguna vez fue Don Constantino quien me contó la historia de esta

memorable piedra, que si pudiera hablar relataría una a una las

historias de los campesinos que en su época llegaban al sitio con

sus caballos para ser herrados. Se cumple también el primer

aniversario de fallecido de Héctor Oliveros.

Conocí a Héctor gracias a Somos Bolívar. Difícil olvidar su saludos,

ese simple “¿Toes?; y recordarlo me cuesta profunda nostalgia

porque él fue uno de los primeros amigos de este proyecto, y con

sus palabras siempre avivo aquella llama que por momentos

parecía apagarse. Todas las tardes a eso de las dos siempre nos

encontrábamos en Messenger, un día “mi Toes”, como yo le decía,

no cumplió la cita.

La historia se repito por varios días, después la triste noticia llegó

a mis oídos, Héctor nos había dejado. Lamento su temprana

partida .Otorgándole un punto a parte a mis letras me despido

pues ya, un abrazo para mis amigos, un hasta pronto para los

amigos de mis letras.

Mi Diario: Te amo Bolívar

5

Page 6: Guareadelmo34

Cuando las letras son una forma de desahogarse es difícil

encontrar un punto final

Mi Diario: Te amo Bolívar

6

Por estos días intento apagar mis letras, callar por unos

días. Cuando las letras son una forma de desahogarse

es difícil encontrar un punto final. Vengo de una difícil

semana, difícil digo porque he empezado un dialogo

con varios jóvenes de mi Bolívar, el tema: la deserción

escolar. Con Andrés tuve éxito y mi deseo es verlo

pronto en un salón de clases, con Luis y Carlos fui un

completo fracaso.

Eso me tiene de nota caída, Luis y Carlos son dos

jóvenes que como muchos dejaron el colegio, se

dejaron guiar por la perversa tesis del dinero fácil y el

éxito inverosímil. Lejos de toda oficina y toda frustrada

campaña, nada funciona más que dialogar de cerca

con ellos, en su ambiente y en su entorno, por eso

tomo hoy una baraja de cartas, por eso tomo mi cicla

para recorrer con ellos estas calles.

Quiero construir con ellos un proyecto que traiga éxito

y progreso al hoy y el mañana de nuestros jóvenes,

ellos serán los pilares de la Bolívar que ha de venir.

Digo lejos de toda oficina porque los viejos queremos

gobernar para los jóvenes, pero nunca los tenemos en

cuenta, y poco valoramos sus opiniones. Es la hora de

que ellos adquieran participación en nuestra sociedad,

y aquí aplicaría la frase “jóvenes gobernando para

jóvenes”.

Utilizo la palabra gobernar y pido no la confundan con

el repudiado concepto de política. Los jóvenes y niños

no votan y por eso son los más perjudicados en los

programas de gobierno. Y ya que me metí en camisa

de once varas hablando de política, saludo a varios

bolivarenses que han pedido mi opinión sobre sus

aspiraciones futuras a la alcaldía de Bolívar. Le corro a

ese tema porque la realidad de un país me ha

condenado a ver la política como un juego donde se

nos olvida todo valor inculcado en la cuna.

Y es como ya lo decía en alguna ocasión, un pueblo con

hambre le pone precio a sus derechos. En pocos días

Somos Bolívar hará llegar a sus correos los estamentos

definidos por el equipo para tratar tales temas. Pido si

públicamente que gobiernen para el pueblo, lo digo

porque una falla de nuestro sistema es que nuestros

gobernantes llegan con sus programas de gobierno,

duran cuatro años y cuando terminan se pierde

continuidad.

Llega un nuevo gobernante y empieza desde cero, así

no existe progreso porque no existe continuidad. Eso

lo aprendí en un salón de clases de cualquier

universidad colombiana. Bolívar se merece un o una

gobernante que le de participación a nuestros

corregimientos, y que elija a sus empleados no por el

que más haga ruido con sus motos o más corra detrás

de esas bullosas y tradicionalistas caravanas. Sino que

elija a sus compañeros de trabajo por meritos propios.

Quiero alejarme ya de este tema, porque no faltará “el

mala leche” que diga que estoy haciendo política. Y

eso lo quiero dejar claro, Somos Bolívar nació como

expresión popular, y para trabajar por este pueblo no

se necesita ser político o hacer política. Porque las

buenas acciones que emprendamos en nuestro

municipio no deben tener color político.

Retomo el tema de nuestros jóvenes y saludo en esta

ocasión a Juan, Lucho, Santiago, Camila, Mario, y

tantos amigos que hoy siguen de cerca este proyecto.

Alguna vez fui ese joven que madrugaba para llegar

temprano a clases, estudiante de nuestro Omitar, de

Betty, de Nubia, de Susanita, de tantos docentes a los

que hoy les agradezco por su formación.

Fui también de esos jóvenes que esperaba por la

campana para salir a verme con mis amigos al

descanso. Hoy las épocas han cambiado, o

evolucionado como dicen los más optimistas. Pero

hablo de ustedes porque en ustedes amigos esta el

presente y el futuro de Bolívar. Yo y muchos

bolivarenses creemos y confiamos en ustedes, y

cambio la palabra “creer” por “estamos seguros” de

ustedes.

Viven ustedes una de las mejores épocas y es la

juventud. Cuando tenía su edad en un rato de esos de

desparche nació Somos Bolívar. Hoy tengo y tenemos

17 mil jefes.

...Espero con este proyecto poner un granito de arena para dejar de soñar con el Bolívar que todos

queremos, para empezar a vivir en el Bolívar que todos nos merecemos...

Si con alguien me identifico es con ustedes, y será quizás por lo que todavía le robo días a mi ya pasajera

juventud. Y también viví esa encrucijada de no saber qué hacer una vez terminado el colegio. Y puedo

decirles amigos que el mundo está lleno de oportunidades y que eso suena a frase de cajón, pero lo

importante es hacer lo que nos gusta, porque solo en eso vamos a ser los mejores.

No saben amigos cuánto vale la sencillez y la humildad en el mundo que se nos esconde entre salón y

salón. Porque ustedes son los futuros Abogados, Ingenieros, Profesores, Administradores, Arquitectos

de Bolívar. Y sus sueños solo se harán realidad el día que comprendan que todo sacrificio tiene su

recompensa y todo esfuerzo su pago.

Somos Bolívar pudo ser un sueño de papel, y nos les niego que a veces llegan a mí protervos vientos

que me incitan a dejar este sueño, pero cuando leo sus comentarios y siento su buena energía me doy

cuenta que de algo, poco o mucho, ha de servir este proyecto. Amigos; de las caídas quedan cicatrices,

que con el tiempo hemos aprendido a llamar experiencias. Y no soy viejo tampoco, eso creo, pero nada

ha de ser más gratificante que llegar a mayorcito, mirar hacia atrás y sentirnos orgullosos de nuestro

pasado.

Page 7: Guareadelmo34

Fotografía Archivo Particular

Mi Diario: Te amo Bolívar

7

...Acepto que mi pueblo tuvo su época difícil pero eso es cuento del ayer. Hoy recorro cada rincón de este amado pueblo con la confianza con la que

camino por mi casa. Yo tenía también esa idea hasta que asumí el riesgo de salir y recorrer mi pueblo. Hoy me doy cuenta que vivimos una buena

época, la mejor para aprovechar y conocer nuestro pueblo...

No creo que se sienta orgulloso aquel que observa sus

actos del ayer y se encuentra con corrupción y traición.

Porque si mañana vas a tener un trabajo que sea porque

te lo mereces, no porque tu Papi es amigo del jefe, o

porque le pediste el favor a un político. Dice la canción

del grande del vallenato “de nada sirve ser el Doctor si es

el ejemplo malo del pueblo”.

A veces en ese paso de la juventud a la ya adultez uno

tropieza con ciertos obstáculos, como dicen los profes a

los que a veces le sacamos más de una rabia “nos

estrellamos con el mundo”. No pierdan cuidado que

venimos al mundo a reír y llorar. Ustedes son jóvenes y

pido trabajen también por este su pueblo. Sus ideas

tienen un elevado precio y no les de miedo hacerse

sentir, eso en buenos términos.

Triste es saber que el primer obstáculo para salir

adelante somos nosotros mismos, cuando decimos “yo

no puedo”. Y confíen en la profe Nubia cuando les

aconseja estudiar y aprender varios idiomas. Y en la

profe Betty cuando les pide ser correctos y estrictos con

las cuentas. Amigos yo debo concluir este saludo, ahora

elaboraré varios proyectos con algunos de ustedes; en

los que este equipo les pueda ayudar, estaremos a su

servicio.

Y me voy a pasar de “lambón” pero quiero saludar

especialmente a Juan Alejandro. Juan escribió por estos

días para Somos Bolívar, es una gran joven de quien

siempre he admirado su sencillez y humildad. No seré

aquel eterno y aburrido director de Somos Bolívar, algún

día este proyecto y yo debemos separarnos, porque

Somos Bolívar no es mío, es de todos los bolivarenses, y

el día que mis jefes “me echen”, ese día me iré.

Y veo a Juan como director de Somos Bolívar, porque

como él es era yo, y siempre que hablamos me

encuentro con un joven de esos muchos que quieren

construir Bolívar. Y es que los jóvenes de hoy día

conviven con los valores superficiales.

Queremos aparentar, quieren sobresalir porque se

toman una copa de aguardiente o porque se fuman un

cigarro, o porque conducen a más de ochenta en las

calles de Bolívar. Y a los osados conformistas que dicen

“así es en todas partes” les presento a Juan.

Paso ahora a conversar con los más mayorcitos, y es que

no me van a creer, pero en mis ya acostumbradas visitas

de semana a nuestros ancianos me encontré con un

álbum fotográfico. Sus padres, abuelos o ustedes mismos

recordaran a nuestros sacerdotes de tiempos pasados.

Pues mientras me comía un helado de mora una gran

abuela me los presentó.

Pude ver en fotos al padre Fontal, Colonia, Guerrero,

Renato y al padre Ansisar. Esta visita ha sido una de las

más gratas, no por el helado de mora, sino porque

recorrí en varios minutos una parte de la historia de

nuestro pueblo. Con los días Somos Bolívar publicará

estas fotografías, no se les olvide amigos que ustedes

también están invitados a este recorrido.

A las seis y cuarto y con el sonar de las campanas “dieron

segundo” terminé la visita porque tenía un compromiso

con la misa en la cual se conmemoró el primer

aniversario de fallecido de Héctor Oliveros. Él fue un

gran amigo de Somos Bolívar, quise cumplirle esta cita

como muchas veces le cumplí las citas del Messenger.

Terminada la misa no hice mayor esfuerzo por saludar a la

familia, y lo hice porque en este tipo de eventos uno como

que sobra. Decidí sentarme a la mesa con algunos amigos

de Ricaurte. Llovía y eran ya las nueve de la noche. Los

busque y muy disimuladamente puse el tema de Ricaurte

en la mesa; lo hice porque hace varios días visite el

corregimiento y mi Ricaurte está cambiando de cara.

Personas como “Toes” se extrañan para

toda la vida. Con él compartí

personalmente dos o tres ocasiones.

Encuentros de esos que terminan en el

parque cuando el amanecer aparece. De

risas estaba hecha su alma y de buenas

obras su corazón. Paz en su tumba.

Allí avanzan las obras del alcantarillado, nuestros amigos de este corregimiento que ha sido bandera de Bolívar ante el

mundo lucen complacidos con las obras, pues dejaran atrás la historia de un pueblo sin alcantarillado. Entre risa, palabra

y un negado café se me salió un “Bolívar debería tener alcalde ricauteño”, cayó en gracia la frase pero siendo realistas y

como dicen los expertos “en Bolívar los alcaldes los pone la montaña”.

Pase de Ricaurte a la montaña y les conté que estaba

cogiendo de costumbre el visitar nuestros corregimientos

altos, y que ya no quería salir de Naranjal, Primavera y la

Tulia. Una de ellas un poco asustada me preguntó qué

sino me daba miedo. Nuevamente se me salió el Somos

Bolívar que llevo por dentro y como abogado honesto

empecé a defender la verdad.

Les cuento, nada mejor que un Tinto con “quesito” en el

parque de Naranjal. En Naranjal hasta chontaduro están

produciendo. Con esa breve explicación aclare las dudas

de mi amiga. De allí y algo tarde acepté una invitación a

comer hamburguesa donde mi exitoso amigo Héctor,

frente a la iglesia católica. Sin plata y con hambre no tenía

otra salida.

En el lugar, que ya es popular, estaban conmigo varios

bolivarenses. Salió a flote el tema de la Policía en Bolívar.

En el sitio noté con alegría como los bolivarenses se

pronunciaron positivamente sobre la institución. Y es que

pronunciaron positivamente sobre la institución. Y es que

los jóvenes uniformados se están luciendo con su trabajo.

Están dejando muy en alto el nombre de la Policía

Nacional. Para ellos mis repetitivos mensajes de

felicitación.

Ya con esto abandono una vez más mis escritos. Esta

semana espero reunirme con Oscar, Jhon y Víctor; ellos

son amigos que trabajan en varios cultivos de Bolívar. Uno

de ellos me invito a compartir un par de palabras en una

popular caseta familiar del Pueblo cuyo nombre no me

quiero acordar. Allí estaré, siempre he admirado a

nuestros jornaleros, pero es una admiración más que

normal casi heroica.

Heroica porque gracias a ellos llega a nuestras cocinas con

que hacer la comida y el jugo. Y varias veces he sido

testigo de su trabajo que empieza en la aurora, y pasa por

los infernarles calores del medio día, al sol y al agua como

ellos dicen. Y quiero conocer el Bolívar de ellos, y porque

ellos dicen. Y quiero conocer el Bolívar de ellos, y porque

no, escuchar que piden ellos de los bolivarenses.

Debo ya despedirme, ya este texto luce aburrido y hasta

poco leible. A todos un abrazo, mis deseos de prosperidad

y éxitos presentes. Si alguien quiere escribir y publicar sus

escritos también lo puede hacer, como yo casi que

abusivamente me tomo estos espacios.

Padre Fontal