7/23/2019 hagui

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Haji

La interrupcin me llega a los odos cuando estoy mitad dentro, mitad fuera de una baera redonda, haciendo un dibujo con el agua que ha

salpicado los azulejos de cermica del suelo. Mutazz me llama, golpeando la puerta de nue!o, los golpes disipan mi ensoacin como si esta

fuera una bandada de pjaros. Me trae un mensaje de padre y luego se aleja con las gracias que le he susurrado. "stoy aterido, las !elas

desprenden ms luz que calor y el fro me tiene paralizado aqu donde estoy, contemplando las yemas de los dedos, limpias y arrugadas debido a

las abluciones de la tarde. Los callos desaparecen, es mara!illoso cmo se curan. #n pequeo milagro, e$cepto que los milagros desafan las

leyes de la naturaleza y esto lo demuestra. %asta. "l sentimiento de culpa me saca de la baera, a nadie le gusta estar esperando.

La lana y el lino se me aferran a la piel y la arena susurra bajo mis pies. &i hubiera !i!ido hace miles de aos, en !ez de arena hubiera sido

hierba !erde. &i contemplamos el pasado, todos los desiertos fueron !ergeles e$uberantes.

#n !iento helado me en!uel!e, pero eso no me preocupa. "l crep'sculo es mi hora preferida del da y hoy el cielo est despejado( puedo

contemplar fijamente el lapislzuli infinito en lo alto y contar los puntitos de luz pura y blanca. La belleza que se obser!a solamente puede !erse

eclipsada por la que no se ha !isto y, aunque las grandes distancias del espacio no me permiten contemplar trillones de mundos aparte, no pueden

alejarlos de mi pensamiento. Qu gira en torno a esa estrella? Esa, la ms baja de la Osa Mayor. Cmo ser la vida all?

&on preguntas que in!aden todo mi ser. &i pudiera encontrar a )ios, le preguntara una cosa detrs de otra sin parar, abandonndome a m

mismo para saborear las respuestas. * !eces creo que si )ios diera forma a mis ideas, el uni!erso se transformara seg'n mi pensamiento. +ero a

fin de encontrar a )ios, primero debo encontrarme a m mismo.

Mi padre es un hombre alto de ojos negros como el azabache( yo soy bajito con los ojos como el mbar, no nos parecemos en nada. o es

mi padre natural, aunque considero que la diferencia es insignificante.

)urante aos no me pareci as, por mucho que lo quera y -l me quera, el *) era un oc-ano entre nosotros. %ueno, en mi fuero interno,

no en el suyo. Luch- contra ese desapego mediante meditacin y oracin. u!e que hacer uso de toda la paciencia que tena a fin de apro!echar

ese escurridizo momento, un instante de apego, de inmediatez, un instante !ictorioso de la conciencia espiritual superior, ese momento sagrado

del ahora, justo ahora, en el que no e$iste ni pasado ni futuro, ni las diferencias entre uno y los dems. Lo encontr-, y despert-, y me abandon(

pero al dejarme tambi-n disip mis temores. o es fcil, pero puedo encontrar ese instante de nue!o, puedo encontrarlo en una noche como esta

si el !iento amaina y todo queda en calma. "s un instante de alegra que mi corazn llora cuando se des!anece. Mi padre lo mantiene consigo en

medio de un tornado, de un infierno en llamas o en el fondo del ilo, lo tiene, lo tiene siempre.

Mientras la mascarilla filtra las impurezas, oigo la cancin de un pjaro. &aqqara no est desinfectada y hay una pl-tora de cad!eres.

)entro de la ciudad, los quebradizos esqueletos fingen dormir, mientras que en el desierto los carroeros han desperdigado huesos humanos por

doquier. "l !iento los esconde bajo la arena o los deja al descubierto, seg'n se le antoje, y yo me doy cuenta mientras camino y acepto, taciturno,

estos recordatorios de lo poblado que fue este lugar.

La mascarilla no solamente me protege de este ambiente, sino que protege al entorno de m. "l agua del aliento se con!ierte en sal y los

depsitos de sal pro!ocan grietas. Las grietas hacen estragos en las estructuras que esperamos poder restaurar. "l tiempo ha ido acumulando

muchos daos, las tumbas se deshacen lentamente debido a las ingentes cantidades de turistas descuidados que ahora yacen muertos, pero cuyo

aliento perdura. "sto es penoso. Mis hermanos, hermanas y yo utilizamos microbios para desalinizar los monumentos y lser a fin de borrar las

pintadas. /untos hemos pasado gran parte de esta semana restaurando la pirmide escalonada de 0oser. o es una de las tradicionales en forma

de tringulo, sino ms bien un zigurat, con seis mastabas una encima de otra, cada una ms pequea que la anterior. "s la primera pirmide de

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"gipto, construida hace casi cinco mil aos y, mientras cojeo en direccin a ella, me satisfago del trabajo que hemos realizado. La piedra caliza

del armazn ha quedado limpia y sin marcas. La hemos reconstruido, la hemos pulido y le hemos de!uelto el blanco calizo, de modo que la luz

de las estrellas baila en la superficie.

oda!a queda tanto por hacer dentro de las tumbas, muchos ladrillos sueltos por reparar. #na restauracin completa nos lle!ara aos y

!ol!eremos a casa en cuestin de unos das. )e todas formas, es una buena obra, una buena leccin y un buen desafo. 0oser construy esta

mara!illa imponente con la esperanza de forjar una relacin con )ios y eso es algo a lo que rendimos honor1 rendimos honor al talento de su

arquitecto, 2mhotep, y al trabajo de innumerables trabajadores cuyos nombres se ha lle!ado el tiempo, rendimos honor a la cuna de la

ci!ilizacin, rendimos honor a nosotros mismos.

3uando lo encuentro, mi padre est encor!ado sobre el nue!o sistema de !entilacin con las mangas de la camisa enrolladas. "st poniendo

a punto el caudal de aire y la biorremediacin, la finalidad es la de controlar el n'mero de microbios desaladores y la frecuencia de salida de

estos. *unque me da la espalda, se !uel!e al notar mi presencia.

!alaam alai"um #a ra$ma%tulla$4dice, desendome paz y misericordia de )ios.

&alai"um assalam4le respondo.

Me acerco a su lado y as trabajamos en silencio. Me fijo en el equilibrio delicado que se esfuerza por alcanzar y le ayudo lo mejor que

puedo. *justamos, comprobamos, !ol!emos a reajustar y a comprobar de nue!o( tal es el proceso de tantas tareas en la !ida. )ios nos ha

bendecido con aptitud para realizar este tipo de trabajo y, pronto, logramos nuestro objeti!o. Mi padre cierra el sistema herm-ticamente y asiente

satisfecho, me despeina el pelo y s- que, bajo la mascarilla, est sonriendo.

Me pregunta si tengo hambre 5no la tengo6, si no tengo fro 5casi6, si me molestan hoy las piernas 5no ms de lo habitual6. 7ablamos en

rabe, un idioma que me resulta difcil de escribir aunque pueda hablarlo de modo pasable. 3omo siempre se preocupa por mi bienestar, pero las

preguntas son intencionadas. Qu 'retende?Mat$a tureed?

Me pregunta que si me siento con fuerzas suficientes para !iajar, un tpico manido y frustrante para m puesto que padezco una dolencia

degenerati!a que hace que andar me suponga un gran esfuerzo. Ms o menos logro ir arrastrando los pies, aunque estarme quieto es a menudo

peor que mo!erme ya que las articulaciones y los m'sculos se me agarrotan si no los utilizo. Los !iajes largos me cansan en demasa. "stamos

tratando el problema con ejercicio, yoga, medicamentos y rezos. * decir de todos, el tratamiento funciona, algunos das mejor que otros, pero en

la actualidad me siento ms fuerte que nunca. Le refiero esto porque no quiero suponer una carga para mi familia. o hace falta demorar el !iaje

por m, podemos regresar a ebas cuando quiera.

4o 4me dice4, no hablo de !ol!er a casa, eso no es lo que quiero decir.

48*dnde entonces9

(a$r4me contesta, cogi-ndome del hombro para !ol!erme en direccin norte y ligeramente este.

La misma direccin hacia la que -l miraba.(a$r, el oc-ano y ms all.

"s una grata sorpresa, una sorpresa ensombrecida por la tristeza. Mi hermana perdida se aleja del paraso durante un agridulce instante,

penetrando en mi corazn antes de !ol!er al mismo, como debe.

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47as organizado un intercambio 4le digo4. 7a pasado tanto tiempo.

4)emasiado tiempo 4concede.

7a hecho las paces con mis tas que !i!en en otro continente, donde nunca he estado.

48:ue si quiero ir9 3on toda certeza. ;iajar- encantado.

Mis parientes alemanes siempre han estado demasiado lejos para mi gusto y, sal!o ocasionales !isitas, los conozco 'nicamente como

espectros en con!ersaciones a larga distancia. &on mi familia, pero he abrazado a muy pocos de ellos. &on algo raros, pero no deberan serme

desconocidos.

+or supuesto, hay razones que e$plican la distancia, tanto prcticas como afecti!as. 3on tan pocos de nosotros con !ida en el mundo, sera

insensato si !i!i-ramos todos en el mismo lugar. &i se diera una catstrofe en *lemania, "gipto sobre!i!ira y !ice!ersa. *s, no se juega todo a

una carta. "l moti!o afecti!o es bastante ms complicado, antes de nacer yo, ya e$ista algo de enemistad entre los adultos. Mi padre no los odia,

pero considera su postura incompatible con la suya( no poseemos las mismas creencias y no tienen por qu-.

3ada alma sigue sus principios y lo que concuerda con unos puede no encajar bien con otros. La desgraciada realidad es que un accidente

ha destruido la armona entre nosotros. Mi padre lo perdona todo pero no ol!ida nada, y los considera responsables de la muerte de 7essa.

3uando recuerdo a mi hermana, !eo cmo aquella sonrisa desenfadada se torna fcilmente en una armoniosa y aterciopelada risa( con esa

!isin me !iene el recuerdo del olor a menta fresca y sua!e que la segua dondequiera que fuera. Luego imagino el tono de su cabello, !!ido

como un caballo a la luz del sol, caoba y muy clido. "ra la mayor de nosotros y algo ms que una hermana para m( recuerdo cmo me

arrullaba en sus brazos, cmo comparta conmigo los tesoros ms queridos de la biblioteca, cmo me ayudaba con la lengua y la aritm-tica, a

estirar las e$tremidades, a abrir la mente y el corazn, y cmo me recordaba que tomara los medicamentos cuando yo solamente quera jugar.

ambi-n recuerdo que a mi padre, cuando escuch la noticia de su muerte, las lgrimas le caan por el rostro curtido.