INFORME CAMBIO DE USO - Sistema de Administración de ...
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RESUMEN
Conocer el cambio de uso del suelo es esencial para proyectar planes y programas de
desarrollo económico responsables. El presente trabajo se llevó acabo mediante
interpretación de imágenes de satélite LANDSAT MSS con dos escenarios diferentes
(1985 y 2000) para ubicar el uso del suelo en la meseta purépecha y los cambios que
han ocurrido en la cobertura forestal en los últimos 15 años. Los resultados obtenidos
indican que 58,240 has cambiaron de uso forestal a uso agrícola y de pastizales,
incrementándose el área agrícola en un 115% y en 103% respectivamente. El
incremento del área agrícola se debe principalmente al establecimiento de nuevas áreas
de cultivo para el aguacate, ya que la zona de estudio se localiza dentro de la franja
aguacatera del estado de Michoacán. Así mismo, se llevó acabo un muestreo de suelos
para conocer el estado actual que guardan los mismos.
1. INTRODUCCIÓN
Con el aumento de la población y la sobreexplotación de los recursos naturales, las
interrelaciones entre el género humano consigo mismo y el resto de la biosfera, se han
vuelto sumamente complejas. Es así que el ambiente y los organismos vivientes están
ligados entre sí y son inseparables de la unidad de procesos planetarios. Se sabe que
grandes civilizaciones han desaparecido por desconocer, y no poder realizar, una
adecuada administración de la máxima capacidad de sostén de sus ecosistemas. El
equilibrio biológico depende, en gran medida, de la dinámica de renovación de sus
recursos naturales y la optimización de éstos. Así, por ejemplo, la excesiva presión de
los bovinos sobre los pastizales erosiona el suelo y expande los desiertos con sus
consecuentes efectos de retroalimentación sobre el hombre, por lo que en un análisis
socioeconómico serio no se puede prescindir del conocimiento científico de los grandes
equilibrios ecológicos y del valor que en ellos tienen los conceptos de renovabilidad,
limitación de recursos y de las leyes de la termodinámica. El hombre, al conocer la
dinámica y evolución de estos recursos, tiene la posibilidad y obligación de no permitir
el colapso de su ambiente, tan complejo y fundamental, con todas sus interrelaciones
para nuestra vida. Hacer esto presupone conocimientos profundos de los complejos
mecanismos de interacción climático-biológicos, así como de las leyes de la ecología
(Ritter et al., 1998).
La planificación de desarrollo en un territorio depende, entre otros factores, del
adecuado conocimiento de sus potencialidades productivas. Este conocimiento esta
basado en estudios que faciliten información cualitativa y cuantitativa sobre la situación
de los recursos naturales y sobre el uso a que están siendo sometidos éstos, todo en
conjunto dentro de las investigaciones integradas, de utilidad para la formulación de los
planes de ordenación del espacio (Briceño, 2003).
Caracterizar la cobertura terrestre, el uso del suelo de un área, así como sus cambios
espaciotemporales en relación con las actividades humanas, es fundamental para
entender y predecir la dinámica de los componentes, así como el diseño de políticas y
estrategias de planificación, conservación y manejo sostenible de los recursos naturales
(Ojiva et al., 1994).
El cambio de uso de suelo en México, comúnmente se presenta tanto en zonas
templadas como en tropicales, donde existe una deforestación de la cubierta vegetal que
sucede como resultado de las actividades productivas del desarrollo socioeconómico,
debido principalmente a la expansión de la frontera agrícola. Estos cambios tienen un
impacto negativo en las diferentes escalas, por ejemplo a escala regional, afecta la
estructura y funcionamiento de los ecosistemas, modificando los ciclos hidrológicos y
los regimenes climáticos, favoreciendo el calentamiento global. En el ámbito local,
acelera la perdida del hábitat y la diversidad biológica, así como la degradación de los
suelos (Reyes et al, 2003 y Mas et al, 2006).
El análisis del uso del suelo y los cambios que en ésta tienen lugar son de interés para
numerosas ramas del conocimiento, ya que, generan información básica para la
formulación de planes, programas y proyectos en los organismos de planificación
responsables de la ordenación y organización del territorio y el manejo de los recursos
naturales (Hansen et al., 2000).
En general, los cambios de uso del suelo han sido provocados por políticas oficiales de
apoyo a actividades mas rentables y el acceso a mercados antes inexistentes; además,
de la construcción de infraestructura y el crecimiento poblacional entre otros.
Este trabajo tiene como objetivo analizar los cambios temporales y espaciales del uso
del suelo en la Meseta Tarasca, estado de Michoacán para el período 1985 – 2000. La
metodología incluye el procesamiento digital de imágenes de satélite para la generación
de mapas de clasificación por categorías de uso del suelo empleando Sistema de
Información Geográfica para la tabulación cruzada de los datos de cambios de uso.
Así mismo, el estado que guardan estos suelos en los últimos 15 años, tomando como
herramienta la determinación de parámetros físicos y químicos del suelo. Además, se
realizará un análisis económico a nivel regional que permita conocer cual ha sido el
impacto económico de esta conversión y la relación con la degradación de estos suelos.
2. REVISIÓN DE LITERATURA
Los cambios de uso de suelo son los cambios constantes que sufren la superficie
terrestre debido, principalmente, a la apertura de nuevas tierras agrícolas, desmontes,
asentamientos humanos e industriales construcción de aeropuertos y carreteras (Soria el
al., 1998).
En la actualidad, los estudios sobre procesos dinámicos de los cambios de cobertura de
suelo y la deforestación son importantes y necesarios, porque proporcionan la base para
conocer las tendencias de los procesos de degradación, desertificación y pérdidas de la
biodiversidad de una región determinada (Van Lynden y Oldeman, 1997).
En los últimos tres siglos, el uso del suelo ha cambiado con una velocidad alarmante en
todo el mundo; por ejemplo Ramankutty y Foley (1999) estiman que desde 1850 se han
convertido unos 6 millones de km2 de bosques en cultivos y se han abandonado unos
1.5 millones de km2 de cultivos. Según estimaciones de la FAO (1996,2001) la tasa
global de cambio de uso de cobertura boscosa fue de -9.9 millones ha/año .En términos
regionales, las mayores tasas de de deforestación neta en los años noventas
correspondieron a América Latina y al Caribe (-4.2 millones de ha, 0.51% por año)
asociadas a programas gubernamentales de fomento agropecuario y reubicación de
grupos humanos.
En México, cerca de la mitad del territorio ha sido modificado intensamente (Semarnat,
2002). Se estima que las selvas mexicanas cubrían alrededor de un 20% de la superficie
nacional, y que entre 1976 y 1980 la deforestación anual de estas fue de 160,000 ha/año.
Además, para inicios de los años noventa se perdían anualmente 720,000 has, de
bosque, selvas y vegetación semiárida (Masera et al., 1997). Mas et al., (2004)
menciona que las tasas de deforestación varían entre 0.51% entre 1976 y 2000, y 2%
anual para mediados de los ochentas (World Bank, 1995). Bray et al., 2004) encontró
que las regiones con altas tasas de cambio de uso del suelo (> 2% anual) por lo general
corresponden a áreas de colonización y extensión agropecuaria, mientras que las
regiones con tasas bajas contienen una alta proporción de áreas protegidas. La FAO
(1995) estimó para México una deforestación y cambio de uso de suelo de 508,000
ha/año, lo que nos ubica en el cuarto lugar a nivel mundial. Condición que a nivel
mundial motiva serias controversias ecológicas relacionadas al cambio climático global
e incluso pone en riesgo la seguridad alimentaria y la continuidad de la vida (Agenda 21
de la Cumbre de Río, 1992; Kyoto Japón, 1998).
Se estima que los desmontes ilegales con fines de cambio de uso de suelo son
responsabilidad del 90% de la deforestación en México. Los incendios, la tala
clandestina y las plagas forestales constituyen el resto de las causas (Semarnap, 1998).
El estado de Michoacán al igual que otras entidades del país ha sufrido fuertes presiones
sobre el ambiente, como consecuencia de un crecimiento económico y demográfico
carente de la planeación del uso del espacio. (Bocco, et al. 1999).
Mas et al. (2002b) realizó un análisis en el cambio de uso del suelo para el estado de
Michoacán, encontrando una reducción importante de la superficie forestal durante la
última década. Entre 1976 y 2000, la superficie de bosques templados y tropicales
disminuyó de 1,755,000 a 1,552,000 ha y de 2,049,600 a 1,730,800 ha, lo que
representa tasas de cambio de 0.47 y 0.65 por año respectivamente. Bocco, et al. (1999)
encontró que en un lapso de 18 años el estado de Michoacán perdió 513,644 ha de
bosques templados y 308,292 ha de selvas, correspondientes a tasas de deforestación de
1.8% y 1% anual, respectivamente. La tasa de perdida de bosque es el doble que la
estimada a nivel nacional para este tipo de vegetación. Adicionalmente, 20% de la
superficie con selva y bosque sufrió un proceso de degradación de su recurso forestal.
Estos cambios indican que el estado de Michoacán atraviesa por una etapa sin
precedente en la degradación de su recurso forestal, que sin duda repercute en una
degradación ambiental intensa. Bocco et al. (1999) también encontró que los cambios
de uso de suelo tanto en bosque como en selva se presentan principalmente en zonas
escarpadas, es decir en los lomeríos y sierras del estado. Los valores de este cambio son
91% para bosques y 82% para selvas. Esto indica que los principales patrones de
degradación y tala forestal se producen en ambientes no aptos para usos, la mayor parte
usos productivos y de asentamientos, y que seguramente están desencadenando
procesos intensivos de degradación de laderas y cauces. En otras palabras se están
perdiendo los recursos forestales sin ninguna retribución para sociedad michoacana.
Entre las principales causas del cambio de uso de suelo a nivel global se encuentran la
dotación de infraestructura y presión demográfica, la tenencia de la tierra, la siembra de
cultivos comerciales, el acceso a mercados de comercialización; así como, políticas
oficiales y los programas de subsidio (Cairos et al., 1995; Geoghengan et al, 2001;
Steininger et al, 2001; Repetto, 1998 y Bocco et al, 2001).
En México después de 1988, el financiamiento al sector agropecuario se canalizó a
través del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) en su modalidad de crédito a la
palabra, además de puso en marcha el Programa de Apoyo Directo al Campo
“Procampo”, (SARH, 1993). En 1995 da inicio el Programa de Alianza para el Campo
que vino a reforzar el Procampo. Estos programas no solo han cumplido sus objetivos,
sino que además han tenido efectos secundarios negativos, entre ellos la deforestación (
Reyes et al, 2003). Cortés (2000) sostiene que debido a la práctica de pagar subsidios
por hectárea por año, muchos campesinos llevan acabo la quema o desmonte de sus
parcelas solo con e l objeto de recibir el subsidio.
En la actualidad, existen diversos métodos para la detección de cambios, siendo los mas
utilizados: comparación posclasificación y cambios detectados mediante algebra de
imágenes (Mas, 1999).
La clasificación es el proceso de desarrollar mapas interpretados de imágenes de
sensores remotos. Tradicionalmente, la clasificación se lograba a través de la
interpretación visual de características y de la delineación manual de sus límites. Sin
embargo, con el advenimiento de las computadoras y del tratamiento digital de
imágenes, se ha prestado atención en el uso de la interpretación asistida por
computadora (Lo y Yeung, 2007).
La obtención de cartografía temática mediante el procesado digital de imágenes es una
práctica habitual cuando se cuenta con información espectral suficiente para poder
asignar a cada píxel una de las clases informacionales previamente definidas. Este
proceso de clasificación de imágenes está condicionado, por un lado, por la
disponibilidad de imágenes con la información espectral lo suficientemente diversa y,
por otro, por que las imágenes presenten una resolución espacial con el detalle necesario
para poder abordar con éxito el problema de la discriminación de clases temáticas
planteado (Fernández et al., 2003).
3. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1 Descripción y localización del área de estudio
La Región de la Meseta Purépecha, es una de las cuatro regiones geográficas en el
estado de Michoacán que conserva población indígena, siendo las otras tres: La Cañada
de los Once Pueblos, La Región Lacustre y la Ciénega del Norte.
3.1.1 Descripción geográfica.
Geográficamente La Meseta Purépecha, se encuentra en el centro occidente del estado
de Michoacán, delimitada por las prominencias altitudinales de la Sierra del Centro o
Cinturón Volcánico Mexicano en su porción Michoacán. Considerando como punto de
referencia la población de Paracho, que se ubica en la parte central de ésta región, la
Meseta se encuentra delimitada por las siguientes elevaciones montañosas: al suroeste el
Cerro de Tancítaro a una altitud de 3 840 msnm, al noroeste el Cerro de Patamban a una
altitud de 3 500 metros, al noreste el Cerro del Tecolote a una altura de 3 340 metros, al
este el Cerro del Chivo a 3 220 msnm y por último el Cerro Comburinos a una altitud
de 2920 metros al sureste. Abarcando una superficie aproximada de 2 000 kilómetros
cuadrados.
Las cotas altitudinales de ésta región oscilan entre los 1 950 y 3 840 msnm, presentando
una altitud media de 2 200 metros en las partes centrales, las que se caracterizan por la
presencia de llanuras intermontanas de longitud y amplitud variables, limitadas por altos
topográficos. En dichas llanuras es donde se desarrollan las actividades agrícolas de la
región, basadas en el sistema de año y vez.
La región incluye en su totalidad los Municipios de Charapan, Cherán, Nahuatzen y
Paracho; y parte de los de Chilchota, Los Reyes, Nuevo San Juan Parangaricutiro,
Peribán, Tancítaro, Tangancícuaro, Tingambato, Uruapan, Zacapu y Ziracuaretiro.
3.2. Características físicas.
3.2.1. Fisiografía.
La orografía de la Meseta Purépecha, la constituyen esencialmente complejos
geomórficos constituidos por altos topográficos y llanuras intermontanas. Esto imprime
al paisaje una característica especial ya que al recorrer el área se puede observar una
gran cantidad de cerros (en su mayoría volcanes extintos), planes (llanuras
intermontanas y declives volcánicos), cañadas (taludes y lechos de corriente), así como
la existencia de los denominados “malpaises” (derrames lávicos). La delimitación
natural de la formación que se maneja como Meseta Purépecha es el Valle de Zamora y
Cañada de los Once Pueblos al norte, el Valle de Los Reyes al oeste, el Valle de
Pátzcuaro-Cointzio al sur y oriente y el parte aguas Tingambato-Tacámbaro al sur (
Silva, 1995).
Las cotas altitudinales varían entre los 1 950 y 3 840 m, presentando una altitud media
de 2 200 metros. Por ser una zona elevada, las partes circundantes hacia cualquiera de
los lados, presentan la afloración de manantiales, esto implica que la mayor
precipitación pluvial se reciba en la parte más alta y fría.
En lo referente a exposición, se encuentran todas las exposiciones posibles y la continua
variación topográfica influye en el desarrollo de las masas forestales, ya que la
exposición origina diferencias en cuanto a horas luz que inciden sobre la vegetación,
notándose que el mayor desarrollo de las masas arboladas en función del diámetro y
altura se observan en las exposiciones norte, precisamente en las partes medias y bajas
de las elevaciones montañosas.
En la zona de transición, por el lado oriental, el paisaje es más bien ondulado, formando
mesas, joyas, bolsones y hondonadas intercaladas desordenadamente; mientras que por
el lado sur y centro la topografía es más agreste y de contrastes marcados, lo que en
general ha provocado que la erosión superficial sea más fuerte sobre todo en los
parteaguas y que en la actualidad las masas forestales en esta zona, sean consideradas
como bosques de protección por su reducido incremento y su importancia como
protectores del suelo y del régimen hidrológico. Las pendientes son también muy
variadas, sin embargo se considera que la media general es del 30% aproximadamente.
Considerando como centro convencional de un eje de coordenadas a la población de
Paracho, que además se encuentra en la parte central de la Meseta Purépecha, las
elevaciones más notables son: en el cuadrante noroeste Cerro Marijuata (3 000 msnm),
Cerro Quinguitapu (2 940 m), Cerro de Cocucho (3 000 m) y Cerro de la Alberca (2 720
m). Las principales llanuras intermontanas de ésta región corresponden a la de Santa
Cruz Tanáco y Nurio. Por lo que se refiere al cuadrante suroeste se tiene el Cerro de
Angahuan (3 300 m), Cerro del Santísimo (3 300 m), Cerro del Horno (2900 m), Cerro
Janamo (3 150 m), las llanuras más importantes de esta región son la de San Felipe de
los Herreros y la de Zacán. En el cuadrante noreste incluye en Cerro Pacaracua (3 000
m), Cerro Basilio (3 200 m), Cerro El Capén (3 340 m) y Cerro Pilón (3 380 m),
destacando las llanuras intermontanas de Cherán y Nahuatzen. Finalmente en el
cuadrante sureste, encontramos como importantes las elevaciones del Cerro del Águila
(3 300 m), Cerro de San Marcos (3 280 m), Cerro del Metate (2 900 m), Cerro Cain
Juata (3 000 m), Cerro La Virgen (3 300 m) y llanuras intermontanas como las de
Sevina, San Isidro y Comachuén. (Cuadro 1).
Cuadro 1. Superficie de acuerdo a sus rangos altimétricos en la región de la Meseta Purépecha.
Rangos altímetricos
(m.s.n.m.)
Superficie
(Hectáreas)
A 1600 - 1900 4 125
B 1900 - 2100 18 750
C 2100 - 2400 82 125
D 2400 - 2700 60 300
E 2700 - 3000 26 275
F 3000 - 3300 6 550
G 3300 - 3600 1 250
H Mayor 3600 625
3.2.2. Geología
La meseta Purépecha se localiza en la provincia geológica del Cinturón Volcánico
Mexicano, que esta situada entre los paralelos 19º y 21º de latitud norte y se extiende
desde las costas del Golfo de México hasta cerca de Puerto Vallarta en las costas del
Pacifico ( Mooser, 1969).
En la porción central del Cinturón Volcánico Mexicano se encuentra el denominado
Campo Volcánico Michoacán – Guanajuato, que cubre aproximadamente 40,000 km2
de superficie y coexisten alrededor de 1040 volcanes, en su mayoría son conos de lava y
cineríticos, aunque también existen otras formas volcánicas (Carmichael, 1985).
En general, la composición petrográfica de las rocas que constituyen el Cinturón
volcánico mexicano (CVM) es muy variable, predominan las de tipo andesítico con
cantidades menores en términos ácidos y básico, abundantes productos piroclásticos y
algunas manifestaciones locales de vulcanismo riólítico moderno (Ramírez, 1990).
Esta provincia geológica (CVM) cuya edad aceptada por la mayoría de los autores es
del Mioceno tardío –Pliocuaternario que se continua hasta el Reciente- ( Negendak,
1985; Nixon, 1982), se encuentra delimitada por distintas unidades litológicas que
afloran en cuatro grandes grupos de acuerdo con sus distintas edades y tipos: grupo
intrusivo, grupo mesozoico, grupo de la sierra occidental y la ultima unidad constituida
por suelos aluviales ( Venegas et al. 1985).
Los materiales geológicos principales, se encuentran representados por basalto, andesita,
riolita y tobas feldespáticas; también se presentan materiales de tipo clástico, como
arenas, cenizas, tobas finas, brechas y bombas (Cuadro 4), como es obvio la distribución
no guarda un patrón regular, debido a que las erupciones fueron al azar, la erupción más
reciente corresponde a la del volcán Paricutín ocurrida en 1943 y se asocia a una gran
formación, como lo es el Tancítaro. Atendiendo a dicho patrón irregular, se tiene la
presencia de pedregales o malpais, zonas que desde el punto de vista agrícola, pecuario
o forestal son poco aptas para la producción, sin embargo, su función hidrológica es
fundamental para la absorción de grandes volúmenes de agua de lluvia, por lo cual, en
las áreas más bajas o de menor altitud aparecen ojos de agua, tal es el caso de La
Alberca, Angahuan, Carapan, etc; y otros que alimentan las regiones de Los Reyes,
Uruapan y Zamora.
De acuerdo al tipo de materiales geológicos predominantes en la región, no es posible la
formación de cuerpos superficiales de agua importantes, ya que en toda el área se
presenta una gran infiltración que da origen a corrientes subterráneas que finalmente,
como ya se había señalado anteriormente, afloran hacia la periferia de la Meseta.
Cuadro 2. Materiales geológicos presentes en la Meseta Purépecha.
Material Geológico
Porcentaje (%)
Basalto 80
Andesita 10
Tobas 4
Tobas finas 2
Riolitas 2
Brechas 1.5
Bombas 0.5
Los volcanes más importantes del área, son entre otros, Tancítaro, Patamban, Paricutín,
Pico del Águila y el Metate. Desde el punto de vista geológico y por su origen, la región
se encuentra asociada a fosas tectónicas importantes, como lo son: los lagos de Zirahuén
y Pátzcuaro, los que además representan para el Estado sitios de alto valor turístico.
3.2.3. Suelos
Debido al tipo de materiales geológicos depositados en la región, los suelos presentes en
la zona tienen características de poco desarrollo, es decir, son suelos inmaduros en su
mayoría, ya que las condiciones climáticas regionales no favorecen los mecanismos de
intemperización rápida.
DETENAL (1978) clasifica los suelos de la meseta purépecha considerando la
nomenclatura FAO/UNESCO (1970), como suelos andosoles con tres subunidades:
Andosol crómico, Andosol Húmico y Andosol vítrico, Mientras que Alcalá (2001)
utilizando la Taxonomia de suelos del Soil Survey Staff (1999) los identificó como
Andisoles, subdividiéndolos en tres subórdenes: Vitrands, Udands y Ustands.
Los principales componentes son arenas y cenizas volcánicas, en estados poco
avanzados de degradación. Debido a las condiciones topográficas anteriormente
descritas y a las características fisicoquímicas, estos suelos son altamente fijadores de
fósforo, requiriendo tanto de la cubierta vegetal, como de la materia orgánica con la
biota asociada, para conservar su estabilidad.
Para la agricultura, toda la zona es de cierto riesgo, ya que no es posible el riego y por lo
tanto solo a base de temporal se obtiene la cosecha. Como alternativa a la variabilidad
de las lluvias, se encuentra el cultivo del bosque, ya que la aptitud de los suelos tiende
más hacia la productividad forestal que a la agrícola y pecuaria.
En base a la información que proporciona la cartografía (DETENAL,1978), para esta
región, y las cuales se fundamentan en la nomenclatura FAO/UNESCO (1970), en el
cuadro 2, se expresan las principales categorías, las cuales son bastante amplias y
pueden correr el riesgo de la generalización.
Del análisis de los perfiles de suelos que se reportan en las cartas edafológicas, se
concluye: la textura en el 92% de los casos es medía, observándose con mayor
frecuencia el “migajón arenoso”, siguiendo el “franco” y siendo más escaso el “migajón
limoso” y el “migajón arcillo-arenoso”. La estructura más frecuente es la de bloques,
siendo menos abundantes la migajosa y los bloques subangulares. Los colores varían
desde el obscuro hasta el café claro y amarillo rojizo; el pH en general oscila entre 6 y 7
y el porcentaje de materia orgánica de 1.6 a 13.6%, mientras que la Capacidad e
Intercambio Catiónico de 15 a 44.5 meq/lt.
Hay que mencionar también como un hecho particular, que existen plagas de mamíferos
que se asocian generalmente a los andosoles, como lo es la tuza, animal que tiene la
capacidad de fabricar galerías subterráneas de distintos tamaños, causando daños de
consideración a los cultivos.
Cuadro 2. Principales tipos de suelo en la Región de la Meseta Purépecha.
Tipo de Suelo Superficie aproximada Tipo de vegetación y uso del
suelo
Andosoles Subtipos
húmico, mólico y
ócrico.
80%
Bosques de Pino, Pino-
encino. Cultivos agrícolas y
huertas de frutales.
Luvisoles Asociados
con litosoles y/o
andosoles ócricos
8%
Bosques de Pino, Pino-
encino de escasa altura y
valor comercial. Bosque de
protección y huertas de
aguacate
Acrisoles 7% Bosque de Pino, Pino-encino
de baja calidad. Bosque de
protección y agricultura de
bajos rendimientos.
Litosoles y
Regosoles
2% Pastizales de pobre
crecimiento y agricultura de
bajos rendimientos.
Vertisoles pélicos y
Feozem háplico
3% Matorral Subtropical.
Cultivos comerciales y
ganadería. Incluye las zonas
más bajas de la Meseta.
3.2.4. Hidrología
Con base en la carta de aguas superficiales, escala 1:1000 000, de la Dirección General
de Geografía del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI,
1981), el Estado de Michoacán queda comprendido en dos regiones hidrológicas. La
región más extensa es la número 18, Balsas, que ocupa 34 138 kilómetros cuadrados,
que corresponden al 57 % de la superficie del Estado, quedando la región de la Meseta
Purépecha, incluida en ésta con 90% de su superficie y el resto en la Región Lerma.
Los escurrimientos hídricos permanentes, que se originan en las partes altas cubiertas de
vegetación forestal, desembocan en los numerosos ramales que forman las Cuencas del
Río Balsas y Lerma, así como la cuenca cerrada del Lago de Pátzcuaro.
Por otra parte las corrientes superficiales mas importantes de tipo intermitente que
drenan en la Meseta Purépecha son los ríos Nureto, San Lorenzo, El Pilón, Cupatitzio,
Tumbiscatillo, Cupicuaro, El Tiscato, El Rosario e Itzuhuachacolo.
3.2.5. Clima
De acuerdo a su posición geográfica y conformación orográfica, la región de la Meseta
Purépecha, muestra diversidad de tipos y subtipos climáticos. (Cuadro 3).
Siguiendo los lineamientos del Sistema de Clasificación de Köppen modificado por
Enriqueta García (1988), en la mayor parte de la región, encontramos un tipo templado
subhúmedo con lluvias de verano, C(W2) (W), la precipitación que llega a presentarse
es de 1 200 mm, lo cual implica que las masas nubosas encuentran la condensación
necesaria debido a la altitud. La temperatura media anual oscila entre los 17 y 18 grados
centígrados.
También se observan climas, como el semifrío húmedo C(E)(m)(w), que se registra en
forma restringida en la parte alta del Cerro de Tancítaro, en donde la precipitación anual
es superior a 1 500 mm, y la temperatura media anual oscila entre 10 y 12 ºC.
Cuadro 3. Climas de la Región de la Meseta Purépecha.
Grupo Subgrupo y tipo Subtipo
A CÁLIDOS (A)C(w)(w)
Semicálido subhúmedo
(w2)(w)
Más húmedo
(w1)(w)
Humedad media.
C TEMPLADOS C (w)(w)
Templado subhúmedo
C(E)(m)(w)
Semifrío húmedo
C(m)(w)
Templado húmedo
(w2) (w)
Más húmedo
(w1)(w)
Humedad media.
Por la parte sur, hacia abajo de la cota 1 900 metros sobre el nivel del mar, se presenta el
tipo semicálido como A(C)(w1)(w), caracterizado por una precipitación total anual de
1,000 a 1,200 mm, y temperatura media anual de 18º a 22ºC. El (A)C(w2)w, tiene una
precipitación total anual de 1 200 mm y una temperatura media anual de 18º a 22ºC, es
decir, este tipo de semicálido es más húmedo que el anterior. Esta variación en el tipo de
clima, indica obviamente una transición hacia las tierras cálidas, situación que ha
permitido el establecimiento de grandes zonas productoras de aguacate y otros frutales.
En la parte norte, existe una transición, ya que se observa un clima templado
subhúmedo, cuya fórmula climática corresponde a C(w1) (w), con una precipitación
total anual que va de 700 a 1 000 mm, con una temperatura media anual de 14º a 18ºC.
Hacia el poniente se encuentra el Valle de Los Reyes, donde se vuelve a encontrar un
clima semicálido (A)C(w2)w ó A(C)(w1)(w).
Analizando, es posible notar como la distribución climática implica un gradiente en
función de la altitud, ya que mientras en la parte central existe un clima templado
subhúmedo, en la periferia tiene un clima semicálido, de esta manera, la influencia en la
vegetación se manifiesta con la presencia de bosques de pino, bosques de pino-encino y
bosques de oyamel en la porción central de la Meseta y el matorral subtropical
alrededor. Como consecuencia lógica de este gradiente topográfico, climático y de
vegetación, se tiene la presencia de manantiales y ríos hacia los límites de la región y los
cuales irrigan áreas de gran importancia agrícola y frutícola para el Estado, por lo que,
cualquier modificación física que afecte la absorción de la precipitación pluvial,
originará serias consecuencias en las partes bajas, es decir, si se modifica la cubierta
forestal de manera importante, puede haber repercusiones serias y en el corto plazo e
impactar directamente en la disponibilidad de agua y las actividades productivas.
De hecho en el área de estudio, no existían estaciones meteorológicas, obligando con
ello a interpolar información de otras zonas circunvecinas, con los riesgos que ello
implica. Ante la necesidad de generar información para la región de la Meseta
Purépecha, el CIIDIR Unidad Michoacán proyectó el establecimiento de un Red
Meteorológica, con la participación de otras dependencias estatales y federales, como el
Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán (COBAEM) y la Comisión Nacional
del Agua (CONAGUA). Lográndose la instalación de la estación principal de la red en
Charapan y de una estación secundaria en Cherán, las cuales proporcionaron
información por un período aproximado de 10 años.
3.2.6 Vegetación
En base a los recorridos de campo, a la revisión bibliográfica y a la cartografía
consultada, en la región de la Meseta Purépecha, se pueden reconocer cinco tipos de
vegetación que son:
• Bosque de Pino.
• Bosque de Oyamel.
• Bosque de Pino-encino.
• Bosque de Encino.
• Matorral Subtropical Caducifolio.
Cada uno de los tipos de vegetación citados, ocupa una parte de los gradientes
topográfico, climático, geomórfico y de suelos, presentando además una florística propia
y sus zonas ecotonales están bien reconocidas. Aproximadamente poco menos de la
mitad del área esta cubierta por vegetación natural, la que esta sujeta a una fuerte
presión debido a la utilización, cada vez más frecuente, de nuevas tierras para la
actividad agrícola.
A continuación se describen las principales características, de cada uno de los tipos de
vegetación que se presentan en la región:
Bosque de Pino. Los pinares son comunidades vegetales muy característicos de la
región de la Meseta Purépecha y ocupan aproximadamente 80 000 hectáreas,
distribuidas fundamentalmente entre los rangos altitudinales 2 000-3 800 msnm. Por la
morfología y disposición de sus hojas, los pinos poseen una fisonomía particular y los
bosques que forman presentan un aspecto que difícilmente puede confundirse con otros
tipos de vegetación, destacando las siguientes especies: Pinus pseudostrobus, P.
montezumae, P. leiophylla, P. douglasiana, P. oocarpa, P. michoacana, P. lawsoni, P.
rudis, P. pringlei y P. teocote.
La explotación forestal inadecuada, sobre todo la clandestina, así como los desmontes
para fines de ampliación de zonas agrícolas y frutícolas (principalmente aguacate),
constituyen factores que restan superficie a los bosques y modifican la composición de
los que quedan.
Bosque de Oyamel. Esta comunidad vegetal se presenta en forma de manchones
aislados, en su mayor parte restringidos a las laderas del Cerro del Tancítaro, abarcando
una superficie aproximada de 1000 hectáreas, cuyo rango altitudinal oscila entre los 2
400 y 3 600 msnm. Se desarrollan fundamentalmente en suelos típicamente profundos,
bien drenados, pero húmedos durante todo el año, predominando coloraciones café
obscuras, texturas de migajón limoso y estructura granular. Los valores de pH indican
una reacción ligeramente ácida, ya que varían entre 5 y 7. La altura de la comunidad
varía por lo general entre 20 y 40 metros, aunque pueden alcanzar hasta 50 metros. Las
copas de los árboles presentan un contorno triangular y se ramifican desde niveles
relativamente bajos.
Bosque de Pino-encino. Debido a la similitud de las exigencias ecológicas de los
pinares y de los encinares, da como resultado que los dos tipos de vegetación, ocupen
nichos muy similares y que se desarrollen con frecuencia uno al lado del otro y se
entremezclen formando el bosque mixto, que en la región abarca una superficie de 9 000
hectáreas aproximadamente y que corresponden a lasa zonas ecotonales, desarrollándose
en un rango altitudinal que varía entre los 1 000 y 1 600 metros sobre el nivel del mar.
Bosque de Encino. Son comunidades cuya altura varía entre los dos y los veinte metros,
ocupando una superficie aproximada de 2 000 hectáreas entre los rangos altitudinales
comprendidos de los 8 00 y 1 600 msnm. La fisonomía de los encinares que se presentan
en la región esta notablemente influida por el tamaño de las hojas y de las especies de
árboles que los forman, entre las que destacan las siguientes: Quercus rugosa, Q.
obtusata, Q. crassipes, Q. laurina y Q. candicans.
Matorral Subtropical Caducifolio. Se incluye bajo esta denominación un conjunto de
bosques propios de regiones de clima semicálido y dominados por especies
arborescentes que pierden sus hojas en la época seca del año, desarrollándose en
altitudes de hasta 1 900 metros; este tipo de vegetación en la región ocupa
aproximadamente 2 500 hectáreas. Desde el punto de vista de la explotación forestal, es
de escasa importancia pues el tamaño y la forma de sus árboles, no presentan
características deseables para el comercio.
3.2.7. Uso del suelo
En relación al uso del suelo, de acuerdo con las características orográficas, edafológicas,
climatológicas y de vegetación, además de la propia capacidad de los terrenos se define,
el forestal como su uso más adecuado. Sin embargo, se destina aproximadamente, una
superficie de 80 000 hectáreas para uso agrícola, las principales especies cultivadas son:
maíz, frijol, calabaza, trigo y avena, catalogándose dicha producción como de
subsistencia, ya que hay casos, en los que se estima que se obtienen entre 750 y 1 000
Kg/ha de maíz ( Sagarpa, 2005).
Dentro de la agricultura, se incluye la actividad frutícola, que constituye un factor
económico de gran importancia, fundamentalmente en lo referente al cultivo del
aguacate, que en los últimos años se ha extendido a varios municipios de la Meseta. Así
también se da el establecimiento de huertos de durazno, pera, ciruelo y algo de manzano
en los municipios de Charapan, Cherán, Paracho y Nahuatzen. Además, la fruticultura
se incrementa en la región a expensas de las áreas forestales; ya que la meseta se
encuentra dentro de la franja aguacatera del estado de Michoacán (APROAM, 2005).
Actualmente existen 22 municipios productores en Michoacán con una superficie de
85,709.32 has y una producción de 856,978 toneladas métricas (SAGARPA, 2005).
Además, el caso que más llama la atención, es la introducción del cultivo de papa, se
estima que actualmente existen 1 600 hectáreas sembradas en la zona de la Meseta
(SAGARPA, 2005).
Por lo que respecta al uso pecuario, el coeficiente de agostadero es de una cabeza por
trece hectáreas y la carga con que se trabaja, es de once cabezas por hectárea, lo que trae
consigo un deterioro progresivo de los pastizales de la región y resultados de
productividad escasos, por lo que la actividad ganadera es de poca importancia,
desarrollándose como una actividad complementaria. El ganado ovino tiene relativa
importancia en algunas localidades como Charapan, San Isidro, San Lorenzo y Paracho,
sin embargo, se desarrolla también con índices de baja productividad.
3.2.8 Población Municipal
De acuerdo a los datos del Conteo de Población y Vivienda, 2005, la región de la
Meseta Purépecha tiene una población total de 116 664 habitantes que representan el
2.92% del total estatal, como lo muestra el Cuadro 4.
De la población total el 29.46% de los habitantes constituyen la población
económicamente activa y de ésta el 34.9% desarrolla actividades dentro del sector
primario, es decir, actividades económicas relacionadas fundamentalmente con
agricultura, ganadería y silvicultura. Mientras que el 37.4% de la población ocupada, se
dedica a actividades del sector secundario tales como: industria manufacturera, de la
transformación, construcción, electricidad, agua, etc. Y por último el 21.7%, se
involucra en actividades del sector terciario, como lo son el transporte, comercio,
servicios, etc. El 6% restante, no define de manera específica su actividad, por lo que se
considera como insuficientemente especificada.
Cuadro 4. Población total por municipio y localidad de la Meseta Purépecha.
Municipio y localidad
Población Total
Hombres Mujeres Población económicamente activa
Charapan
10 898
5 093
5 805
4 128
Cherán
16 243
7 619
8 624
4 503
Nahuatzen
23 221
11 062
12 159
6 418
*No incluye la información para todo el municipio, únicamente la correspondiente a las
localidades ubicadas en lo que se definió como Meseta Purépecha.
Anteriormente la mayor parte de la población económicamente activa de la Meseta
Purépecha, se dedicaba a actividades del sector primario, actualmente como se señaló en
el párrafo anterior la mayoría se dedican a actividades dentro del sector secundario,
debido fundamentalmente al deterioro de los recursos naturales de la región, lo que ha
provocado que un número importante de los habitantes de Paracho, Cherán y Nahuatzen
se trasladen a la Ciudad de Uruapan a trabajar.
3.3 Metodología 3.3.1 Análisis de las imágenes de satélite
Para cuantificar los cambios en la cobertura y el uso de suelo en el periodo 1985 -2000,
se utilizaron dos imágenes Landsat georreferenciadas con una resolución de 60*60
metros del 14 de marzo de 1986; y dos imágenes landsat georreferenciadas con
resolución de 28.8*28.5 metros del 23 de abril de 2000.
Paracho
31 096 14 414 16 682 9 599
Los Reyes *
5 489
2 604
2 885
1 360
Uruapan*
15 460
7 634
7 826
4003
Tingambato *
11 422
5 421
6 001
3 587
Ziracuaretiro*
1 930
909
1 021
557
Chilchota *
716
346
370
164
Nuevo Parangaricutiro*
189
85
104
51
TOTALES 116 664 55 187 61 477 34 370
Después de obtener las imágenes se procedió a delimitar el área de estudio, a través de
la elaboración de una mascara digital en formato vectorial, considerando las
coordenadas extremas del área de estudio, proceso que se apoyo con un sistema de
información geográfica.
La metodología utilizada en el presente trabajo se inicia con la clasificación, por
categorías de uso de la tierra, de una parcela dentro de un espacio geográfico delimitado
para el propósito de análisis, y la cual se obtiene a partir de la interpretación de
información proveniente de los sensores remotos.
Se digitalizaron polígonas sobre el mapa las imágenes de satélites, los cuales se
utilizaron como sitios de entrenamientos. En la clasificación asistida por computadora
(CAC) se empleo un árbol de decisiones (AD) de IDRISI®. Este clasificador consiste en
coleccionar atributos, dada una base de datos espacial, se configuran diagramas de
construcciones lógicas que sirven para representar y categorizar una serie de
condiciones que suceden de forma sucesiva, para la resolución de un problema. Los
atributos pueden ser continuos o discretos, los valores del atributo del caso continuo son
siempre números reales, mientras que los valores de atributos del caso discreto es un
pequeño grupo de todos valores posibles, cuando se utilizan valores discretos en las
funciones de una aplicación se denomina clasificación y cuando se utilizan los
continuos se denomina regresión (Quinlan, 1988). Las categorías de uso establecidas
fueron el uso agrícola, pastizales y forestal.
Se llevó acabo un muestreo de 10 sitios en la capa superficial (20cm); así como la
realización de tres pozos podológicos con el muestreo de las capas encontradas.
Posteriormente se mandaron analizar las muestras la Laboratorio de Génesis del Colegio
de Postgraduados, Montecillo, Texcoco, México. Estos datos fueron analizados
tomando en cuenta parámetros como: % Materia orgánica, pH, cationes : calcio,
magnesio, sodio y potasio.
Se realizó un análisis de la evolución que ha tenido el cultivo del aguacate, como
principal cultivo de la zona de estudio, en el periodo 1986-2000; esto con la finalidad
de comparar las superficies con cambio de uso de suelo por áreas de cultivo.
4. RESULTADOS
4.1 Cambio de uso del suelo
Los sitios de muestreo tanto para suelo como para la vegetación su ubicación permitió
verificar los diferentes usos de suelo en la maseta en la zona de estudio.
Los resultados que se obtuvieron indican que en 1985, la superficie forestal ocupaba el
67.98% (109204 ha) del total del área estudiada (160638 ha), la zona agrícola 26.65%
(42826 ha) y el área de pastizales y praderas con el 5.37% (8,608 ha).
En general para 1985 las áreas agrícolas y de pastizales se localizaban principalmente
en las llanuras intermontanas que se ubican en la parte central de la zona de estudio con
una orientación Este – Oeste, en los municipios de Charapan, Paracho, Nahuatzen y
Cherán principalmente; así como en las márgenes de las carreteras. Por otra parte la
zona forestal se localizaba sobre las dos cordilleras que delimitan la zona de estudio,
tanto en la parte sur, correspondiendo con los municipios de Tingambato, Uruapan,
Ziracuaretiro y Tancítaro, así como en la norte, en los municipios de Nahuatzen,
Cherán, Zacapu y Chilchota, además de algunas prominencias volcánicas en la parte
central.
Para el 2000 la superficie forestal disminuyó a solo el 31.74% (50965 ha) del área
total estudiada; mientras que las zonas agrícolas se incrementó hasta ocupar el 57.37 %
y el 10% de pastizales y praderas. Estas diferencias entre los dos escenarios implican
una perdida de 58 240 has que se incorporaron actividades agropecuarias,
principalmente a la actividad frutícola (cultivo de aguacate) y corresponden a un
incremento mayor al 100% con respecto al año 1985.
Para el escenario del 2000 las zonas agrícolas y de pastizales se encuentran extendidas
por toda el área de estudio, quedando las áreas forestales solamente a algunas
prominencias tanto de la parte sur como de la norte.
Así mismo, se muestran estos cambios entre los dos escenarios son mostrados en el
cuadro 5 .
Cuadro 5. Cambio del uso del suelo entre 1985 y 2000.
Código 1985 2000 Diferencia Proporción
ha ha ha %
Agrícola 42,826 92,169 49,343 115
Pastizales y praderas 8,608 17,502 8,894 103
Forestal 109,204 50,965 -58,240 -53
Total 160,638 160638 - -
4.2 Situación del Cultivo del Aguacate en Michoacán
El cultivo del aguacate ( Persea gratissima)es considerado originario de nuestro país y
de América
Central. Es un
producto que tiene
una
importancia estratégica en la agricultura nacional, ya que de la producción mundial,
México es el primer productor con una participación del 69.2% de la producción. A
nivel nacional, este producto se encuentra dentro de los principales cultivos perennes,
ocupando el sexto lugar en volumen de la producción, cuarto en cuanto a superficie
cosechada y séptimo en los respecta al valor de la cosecha ( Aserca, 1991).
La explotación a nivel comercial del aguacate se practica en 16 estado ocupando una
superficie de 124,000 ha; destacando solo cinco los principales productores y entre
estos el estado de Michoacán es el principal productor, con alrededor del 83% del total
(Sánchez, 1994).
En el estado de Michoacán existen 22 municipios productores de aguacate; estos se
localizan en la franja aguacatera del estado; ocupa una superficie de 7752 km2 y
representa el 12.9% de la superficie estatal; aunque, el 80% de la superficie con
aguacate corresponde a los municipios de Tancítaro, Uruapan, Peribán, Ario de Rosales,
Tacámbaro, Nvo. Parangaricutiro y Salvador Escalante (Salazar, 2004). En el Cuadro 6
se muestran los municipios productores del cultivo de aguacate en el estado de
Michoacán.
Cuadro 6. Distribución municipal de la superficie con aguacate en Michoacán
(SAGARPA, 2005).
Municipio Superficie % Del total
Superficie sembrada de aguacate en Michoacán
20 000
40.000
60.000
80.000
100.000
120.000
(ha) (hectareas)
La tendencia que presenta la superficie sembrada de cultivo de aguacate durante el
periodo 1980-2007, señala que a nivel estatal, ha tenido un incremento promedio del
8.03%, pasando de 30979 ha en 1980 a 98463 ha en 2007 ( Figura 5). Así mismo,
durante este periodo se pueden señalar tres etapas: la primera con un despegue de la
superficie sembrada de 30979 ha para 1980 hasta 70156 ha en 1991 con un incremento
global del 126% y un promedio anual del 10.5%; la segunda esta marcada por un
estancamiento de la superficie de aguacate, ya que entre 1992 y 1999 la superficie pasó
de 74487 ha a 76463ha, que implicó un crecimiento global del 2.65% y un crecimiento
anual del 0.3%; por ultimo, la etapa actual esta marcada por un crecimiento del 25%,
pasando de 78,530 ha para el 2000 hasta 98,463 ha para el 2007, esto representó un
crecimiento anual del 3.17%.
Tancítaro 15,177.00 17.7 Uruapan 14,878.00 17.4 Peribán de Ramos 12,839.00 15.0 Ario de Rosales 8,000.00 9.3 Tacámbaro 7,401.50 8.6 Nuevo Parangaricutiro 5,688.00 6.6 Salvador Escalante 5,291.00 6.2 Tingüindín 3,684.00 4.3 Los Reyes 2,849.00 3.3 Nuevo Zirosto (Uruapan) 1,720.00 2.0 Turicato 1,455.00 1.7 Tingambato 1,415.00 1.7 Ziracuaretiro 1,120.00 1.3 Zitácuaro 995.00 1.2 Acuitzio 690.00 0.8 Tangamandapio 575.00 0.7 Apatzingán 448.82 0.5 Cotija 410.00 0.5 San Andrés Corú ( Ziracuaretiro) 318.00 0.4 Tocumbo 285.00 0.3 Villa Madero 262.00 0.3 Taretan 208.00 0.2 Total 85705.32 100
Fuente SAGARPA (2007)
Figura 5. Superficie de aguacate sembrada en el estado de Michoacán entre 1980-2007
Esta ultima etapa de crecimiento coincide con la apertura del mercado de los Estados
Unidos de Norteamérica, ya que desde 1914, los oficiales de sanidad vegetal
prohibieron la entrada de aguacate mexicano a su país argumentando la presencia de
mosca mexicana de la fruta y otras plagas cuarentenarias. Este veto finalmente terminó
en octubre de 1997 para dar paso a la exportación de aguacate mexicano a los Estados
Unidos de Norteamérica (Aserca, 1999).
4.3 Situación de los Suelos
En general, los suelos estudiados son semejantes entre si ya que presentan colores que
van desde pardo amarillento oscuro en húmedo para los perfiles números 2 y 3 (10YR
3/3) y pardo rojizo oscuro (5YR 3/2) para el perfil no.1 en sus primeras 2 capas y
posteriores a estas presenta el mismo color que los dos antes mencionados ( ( pardo
amarillento oscuro (10YR3/4). Dentro de los primeros 30 cm la estructura predominante
es granular, combinada con migajosa para el caso del perfil no. 3 donde la vegetación
es de bosque de pino - encino y la actividad biológica es alta, después de los 30 cm la
estructura cambia a poliédrica principalmente bloques subangulares y angulares
manteniéndose similar conforme a la profundidad. Para todos los casos la consistencia
presente es de friable a muy friable y no plástico ni pegajoso tanto para las capas
superficiales como subsuperficiales. Existe abundancia de raíces finas sobre todo en los
primeros 30 cm donde el manejo de estos suelos hace que la humedad se conserve
buena parte del año y así la vegetación permanezca durante todo el año, excepto para los
suelos del perfil no. 1 donde son pocas y delgadas porque la vegetación solo permanece
durante la época de cultivo, además van disminuyendo conforme a la profundidad y se
van incrementando de tamaño. El color oscuro de los horizontes la estructura granular y
la consistencia friable a muy friable es un reflejo de la acumulación y descomposición
de la materia orgánica, además es común encontrar la estructura granular, en las capas
superficiales de los andisoles con buena permeabilidad y agregación ( Ping et al., 1989
y Egawa, 1977).
De acuerdo con el Cuadro 7, estos suelos presentan texturas de medias a gruesas que
van de franco arenoso a arena francosa con algunos ligeros cambios como franco limoso
y franco arcilloso. La densidad aparente varia entre 0.9 y 1.1 g . cm-3 y las texturas
presentes son condiciones proporcionadas por el desarrollo de microagregados estables
con alta porosidad, alto contenido de humus y el origen reciente de las cenizas
volcánicas ( Ping et al., 1989).
El contenido de materia orgánica ( MO)decrecen en forma irregular con la profundidad,
de media a baja ( 9.3% a 3.0%), esta materia orgánica es proporcionada por la
vegetación que soportan estos suelos ( bosque pino encino, pastizales, cultivos, etc) y
los mayores contenidos se encuentran en los primeros 20cm para los 3 perfiles y en el
caso de los muestreos superficiales los menores contenidos se encuentran en donde se
practica una agricultura de año y vez. La reacción de los suelos al Ph en general es
moderadamente acido, con un rango entre 5.9 y 6.4, sin variación marcada conforme a
la profundidad, excepto para los sitios registrados como las cocinas y Zacán II donde el
ph registrado es neutro (6.5-6.7) donde el cultivo presente es el aguacate; estas
condiciones de acidez son proporcionadas por la acumulación de materia orgánica, asi
como la por las condiciones del material volcánico que dio origen a estos suelos (Wada,
1985).
En general la presencia de Ca, Mg, y K es muy baja de acuerdo con Castellanos, et
al.,(2000) esto debido a que en suelos de textura gruesa la cantidad de estos elementos
en un 95% no rebasa los limites para este nivel; esto debido a que en los suelos con Ph
acido la presencia de bases es menor porque su carga negativa es mas pequeña con el
decremento de del PH, es decir los sitios de intercambio de cationes tienen mas afinidad
por los protones.
MUESTRA HORIZONTES (cm) Estructura pH %MO DAP Ca Mg Na K %A %L %R Clase Textura
Pozo #11 0-13 G y BS 6,3 9,3 1 3,8 0,2 0,2 0,7 68,3 18,1 13,6 Franco Arenoso2 13-37 BA y SA 5,9 5,6 1,1 4,6 0,1 0,3 0,2 56,6 28,9 14,5 Franco Arenoso3 37-71 BS 6,3 3,4 1 3,7 0 0,2 0,3 60,9 21 18 Franco Arenoso4 71-99 BS 6,1 4,2 1,1 6,3 0,1 0,3 0,2 66,3 16,8 16,8 Franco Arenoso5 99-130 BS 6,3 3,8 1 10,5 0,2 0,6 0,3 56 24,8 19,3 Franco Arenoso
Pozo #26 0-13 G y BS 6,1 4,2 1,1 10,5 0,2 0,2 1,5 57,2 28,5 14,3 Franco Arenoso7 13-36 BS 6,1 8,6 1,1 12,9 0,2 1 0,5 53,1 30,2 16,8 Franco Arenoso8 39-70 BS 6,2 3,8 1 5 0,1 0,2 0,9 61,5 24,8 13,8 Franco Arenoso9 70-108 BS 6,3 5,5 1 1,9 0 0,2 0,4 59 29,3 11,7 Franco Arenoso
10 108-130 BS 6,3 5,4 1 4,7 0,1 0,3 0,3 56,1 30,2 13,7 Franco Arenoso
Pozo #311 0-20 M 6,3 4,8 1 3,9 0,2 0,3 0,9 64,3 21,9 13,7 Franco Arenoso12 20-57 G 6,3 6,2 1,1 8,8 0,2 0,4 0,5 25,5 71,5 3 Franco Limoso13 57-80 BS 6,3 3,7 1 9,7 0,4 0,9 2,3 23,3 62,7 14,1 Franco Limoso14 80-110 BS 6,3 3 1,1 9,5 0,3 1,3 9,4 9,3 23,3 67,4 Franco Arcilloso arenoso15 110-130 BS 6,4 3,4 1,1 9,5 0,3 0,8 5,1 10,8 21,6 67,6 Franco Arenoso
Sitios de Muestreo (15 cm)16 Arato G y BS 6,2 3,9 0,9 2,7 0,1 0,3 0,5 80,1 14,9 5 Arena Francosa17 Cheranastico G y BS 6,3 8 1 7,2 0,2 0,4 0,8 17,7 64,3 18 Franco Limoso18 Santa Cruz T. G y BS 6,3 4,4 1 9 0,4 0,3 0,7 39,1 32,1 28,9 Franco Arcilloso19 Cheran G y BS 6,2 6,1 1 2,7 0,2 0,3 0,4 63,1 27,7 9,2 Franco Arenoso20 San Isidro G y BS 6,2 9,6 1 0,8 0 0,2 0,1 58,2 29 12,9 Franco Arenoso21 Comburinos G y BS 6,3 6,2 1 4,5 0,2 0,3 1,5 56,7 34 9,3 Franco Arenoso22 Zacan G y BS 6,3 7,6 1,1 6,7 0,1 0,3 0,5 75,3 18,5 6,2 Arena Francosa23 Zacan II G y BS 6,7 4,8 0,9 3,8 0,1 0,5 0,3 84,2 10,5 5,3 Arena Francosa24 Las Cosinas G y BS 6,5 5,6 1,9 1 0,1 0,4 0,3 79,9 15 5 Arena Francosa25 La Basilia G y BS 6,3 7 1,1 0,5 0,1 0,6 0,2 78,9 13,2 7,9 Arena Francosa
Cuadro 7. Resultados de los análisis de laboratorio
Descripción del perfil de suelos no. 1
Horizonte Descripción Ap
A2
C1
C2
C3
0-13 cm. Cuando húmedo rojizo oscuro cuando húmedo (5YR3/2); textura franco arenoso; estructura granular de < 0.5 cm y bloques subangulares, débilmente, > 4.5cm de Ø; consistencia suelto en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros frecuentes finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los bloques; raíces pocas delgadas; sin reacción al HCl y muy ligera al H2O2; transición horizontal marcada. 13-37 cm. En húmedo rojizo oscuro (5YR 2.5/2); textura franco arenoso; estructura bloques angulares y bloques subangulares, débilmente desarrollados, de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro de los bloques; raíces raras finas; sin reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal. 37-71 cm, En húmedo pardo amarillento oscuro (10YR/3/3); textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro de los bloques; raíces raras gruesas; sin reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal tenue. 71-99 Color pardo amarillento oscuro (10YR3/4) cuando húmedo; textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico en saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los bloques; raíces raras, gruesas; nula reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal tenue. 99-130 Color pardo amarillento oscuro (10YR4/4) cuando húmedo; textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico en saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los bloques; raíces finas, gruesas; nula reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal tenue.
Descripción del perfil de suelos no. 2
Horizonte Descripción Ap
A2
C1
C2
C3
0-13 cm. Cuando húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/6); textura franco arenoso; estructura granular de tamaño < 0.5 cm y bloques subangulares débilmente desarrollados > 4.5 cm de Ø; consistencia suelto en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros frecuentes finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los bloques; raíces abundantes finas y gruesas; sin reacción al HCl y muy ligera al H2O2; transición horizontal marcada. 13-36 cm. En húmedo pardo amarillento oscuro (10YR 3/4); textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados, de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro de los bloques; raíces comunes finas; sin reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal tenue. 36-70 cm, En húmedo pardo amarillento oscuro (10YR/3/4); textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro de los bloques; raíces comunes finas; sin reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal tenue. 70-108 Color pardo amarillento oscuro (10YR4/4) cuando húmedo; textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico en saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los bloques; raíces comunes finas; nula reacción al HCl y al H2O2; transición horizontal tenue. 108-130 Color pardo amarillento oscuro (10YR4/4) cuando húmedo; textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico en saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los bloques; raíces raras y finas; nula reacción al HCl y al H2O2.
Descripción del perfil de suelos no. 3
Horizonte Descripción Ap
A2
C1
C2
C3
0-21 cm. Cuando húmedo pardo rojizo oscuro (5YR2.5/2); textura franco arenoso; estructura migajosa de tamaño < 0.5 cm bien desarrollada; consistencia suelto en húmedo, no pegajoso y no plástico cuando saturado; permeable; poros numerosos medianos y finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los agregados de forma tubular; raíces comunes finas; sin reacción al HCl y muy fuerte reacción al H2O2; transición horizontal marcada. 21-57 cm. En húmedo pardo oscuro (10YR 3//2); textura franco limoso; estructura granular moderadamente desarrollada, de 1 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, ligeramente pegajoso y ligeramente plástico cuando saturado; permeable; poros frecuentes finos, discontinuos, con orientación caótica dentro de los agregados; raíces abundantes finas; sin reacción al HCl y muy fuerte al H2O2; transición horizontal marcada. 57-30 cm, En húmedo pardo amarillento oscuro (10YR/3/6); textura franco limoso; estructura bloques subangulares moderadamente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, ligeramente pegajoso y ligeramente plástico cuando saturado; permeable; poros frecuentes, finos y gruesos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los agregados de forma tubular; raíces comunes finas y gruesas; sin reacción al HCl y muy fuerte al H2O2; transición horizontal tenue. 80-108 Color pardo amarillento oscuro (10YR/3/6) en humedo; textura franco limoso; estructura bloques subangulares moderadamente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, ligeramente pegajoso y ligeramente plástico cuando saturado; permeable; poros frecuentes, finos y gruesos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los agregados de forma tubular; raíces raras y gruesas; sin reacción al HCl y muy fuerte al H2O2; transición horizontal tenue. 108-130 Color pardo amarillento oscuro (10YR3/4) cuando húmedo; textura franco arenoso; estructura bloques subangulares débilmente desarrollados de 5 cm Ø; con consistencia muy friables en húmedo, no pegajoso y no plástico en saturado; permeable; poros numerosos finos, discontinuos, con orientación caótica dentro y fuera de los agregados de forma tubular; raíces raras gruesas; nula reacción al HCl y al H2O2.
5. IMPACTO
El presente trabajo muestra las áreas que fueron deforestadas y cambiaron su uso de
suelo, lo cual permite establecer una política de conservación de estas, ya que esta
zona se considerada como el área de recarga de los manantiales y aguas subterráneas
de las principales áreas agrícolas del estado de Michoacán como son los valles de:
Apatzingán, Los Reyes, Zamora, entre otras. Además, también nos permite regular el
crecimiento sin control del cultivo del aguacate, mediante una política de frontera
agrícola y con esto conservar esta región tan importante desde el punto de vista
ecológico.
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