Inroducción al a.tiii.

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Nacimiento de Isaac; expulsión de Ismael. Cap. 21:

Jehová premio grandemente la fe que tuvo Abraham a través de los veinticinco años de su

peregrinaje a Canáan. También, intervino milagrosamente para darle un hijo. El nombre

Isaac, puesto al recién nacido, que parecía como un reproche a la risa incrédula de la pareja

anciana, ahora tiene nuevo significado: era la risa de alegría por tener un hijo.

La presencia de Isaac en el hogar trajo otra prueba para el patriarca. Ismael, quien tendría

aproximadamente dieciséis años, demostró su carácter burlándose de Isaac. Parece ser que

fue motivado por su incredulidad y por su envidia. Sara percibió que la naturaleza del

muchacho no concordaba con el espíritu de fe prevalente en la familia. Los dos linajes tenían

que estar marcadamente separados. Sara pidió a su marido que expulsara a Ismael. Era

penoso para Abraham echarlo, pero Dios lo consolaba diciéndole que, por medio de Isaac

vendría su descendencia. Además, por amor a Abraham, Dios cuidaría del joven y su

descendencia formaría una nación grande.

Agar e Ismael aprendieron que aunque expulsados de las tiendas, y sin la protección de

Abraham, no estaban por eso alejados de la solicitud de Dios. Él estaba con Ismael y lo

cuidó en su juventud, haciendo así posible el cumplimiento de la promesa hecha por El

mismo, de que por medio de Ismael haría una gran nación. Sin embargo, al casarse con una

egipcia y al habitar en Parán, Ismael se alejó de la familia de Abraham.

El apóstol Pablo señala el incidente de la expulsión de la sierva y su hijo, como una

ilustración alegórica de la enemistad entre lo que corresponde al esfuerzo de la carne y lo

que viene de la gracia o de la promesa. Agar representa el sistema por el cual los hombres

procuran salvarse, por las obras de la ley, y Sara representa la doctrina de la gracia. Son

incompatibles entre sí. Así, como era necesario que la esclava y su hijo fueran echados para

dar lugar al hijo de la mujer libre, es necesario desechar el sistema de las obras para heredar

la gracia (Gálatas. 4:21-31).

El sacrificio de Isaac. Cap. 22: El pedido de Jehová de que Abraham ofreciera a Isaac

como sacrificio fue la prueba suprema de la fe del patriarca. Horton observa que le era

difícil porque:

a) Se desgarraba el alma de Abraham ante el conflicto de su amor paternal y la

obediencia a Dios.

b) Le parecía extraño porque Abraham ya sabía que no agradaba a Dios, el

concepto pagano de ganar el favor de los dioses sacrificando seres humanos.

c) Dios no le dio razón alguna que respaldara su pedido, como había hecho

cuando animo a Abraham a expulsar a Ismael.

d) El pedido era contrario a la promesa de que solamente por Isaac se formaría la

nación escogida. Dice Mac Laren, "Parece que Dios estaba contra Dios, fe contra fe y

promesa contra mandato."

El propósito de la prueba era aumentar la fe de Abraham, darle la oportunidad de

alcanzar una victoria mayor y recibir una revelación más profunda aun de Dios y su

plan. Dios no tentó a Abraham como algunas versiones de la Biblia traducen Génesis

22:1. La tentación es del diablo y tiene el propósito de conducir al hombre al pecado

(Santiago. 1:12-15). En cambio Dios pone a prueba al hombre para darle la oportunidad

de demostrar su obediencia y crecer espiritualmente. Antes de exponer a Abraham a la

prueba final, le había sometido a una larga preparación.

Aunque Abraham no entendió la razón del mandato de Dios, le obedeció

inmediatamente. Parece que mientras viajaba hacia el monte Moriah, meditaba sobre

el conflicto entre el mandato de sacrificar a Isaac y las promesas de perpetuar el pacto

por medio de él.

Habría pensado que la solución era creer que aun cuando atravesara con el cuchillo el

corazón de Isaac y encendiera el fuego para que el cuerpo de su hijo quedara reducido

a cenizas, Dios resucitaría a Isaac del m montón de cenizas. Por eso cuando dejó a sus

criados, les dijo que volverían a ellos (22:5; Hebreos 11:19). Creer en el poder divino,

para resucitar a los muertos fue la cumbre de su fe. Tal clase de fe, es indispensable al

creyente para alcanzar la salvación (Romanos. 10:9,10).

Lo que pasó después nos enseña que Dios no quiere que le ofrezcamos un cuerpo

muerto, sino un sacrificio vivo, una vida consagrada a EL (Romanos 12:1). "No

extiendas tu mano sobre el muchacho... porque ya conozco que temes a Dios, por

cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único". Todo lo que Dios quería era la rendición de

Abraham un sacrificio en espíritu, quería que Abraham mostrara que amaba más a Dios

que a su propio hijo y las promesas dadas. ¿Exige Dios algo de nosotros que El mismo

no esté dispuesto a dar? Nos amó de tal manera que no "escatimó ni a su propio hijo,

sino que lo entregó por todos nosotros" (Romanos 8:32). Fue premiada grandemente la

fe de Abraham. Recibió a su hijo simbólicamente de entre los muertos y le fue de allí en

adelante más precioso que nunca. De la misma manera, lo que entregamos a Dios, él

nos lo devuelve mucho más enriquecido y elevado que antes.

Abraham tuvo también una revelación más amplia de Dios y su plan. Llamo a aquel

lugar Jehová-jireh, que significa "Jehová proveerá. El nuevo título de Dios llegaría a su

plena expresión cuando otro Hijo, también prometido, sufriría la muerte en la proximidad

del monte Moriah. Tal vez se refiriera Jesús a esta revelación al decir: "Abraham... se

gozó de que habría de ver mi día; lo vio y se gozó" (Juan 8:56). Probablemente

Abraham vislumbró que Dios proveería un substituto, pero por supuesto no tenía la

visión clara de la persona de Jesucristo. (Hoff, 2009).

Nacimiento y Sacrificio de Isaac:

La vida de Jacob

Jacob toma el lugar de Esaú . Cap. 27:1-40: Se puede observar el complot de Isaac para

entregar la bendición de y la contrapartida del plan de Rebeca y Jacob para adueñarse de la

primogenitura, ponen de relieve la carnalidad de toda la familia. Enceguecido por los impulsos

carnales y la parcialidad, Isaac estaba decidido a dar a lo que el bien sabía, no pertenecía al hijo

mayor, según la profecía (25:23). A su vez estaba dispuesto a recibir lo que había vendido por un

plato de lentejas. Rebeca y Jacob no estaban dispuestos a dejar la situación en manos de Dios ni

a confiar en que Él, era capaz de llevar a cabo su promesa. Ellos quisieron aportar sus métodos

carnales. Como resultado, todos sufrieron. Al comprender que Dios había prevalecido sobre sus

planes, Isaac se estremeció. Esaú se desilusionó y se enfureció contra Jacob. Debido a las

amenazas formuladas por Esaú,, Jacob tuvo muy pronto que abandonar el hogar que tanto amaba

y trasladarse a tierra extraña. Allí sufrió mucho bajo la mano correctora del Señor. Rebeca a su vez

tuvo que despedirse del hijo amado para no verlo más: murió antes de que el volviera.

Es interesante analizar las tres bendiciones pronunciabas por Isaac:

a) La bendición translimitada a Jacob (27:27-29) revela que Isaac pensaba en la parte

material que deseaba Esaú, pues no mencionó las promesas más importantes que Dios había

hecho a Abraham. Pidió solamente la riqueza que nace de los campos, el señorío sobre sus

hermanos y sobre los cananeos.

b) La bendición dada a Esaú (27:39-40) se refería principalmente a los descendientes de

este: los edomitas. Estos habitarían donde era difícil cultivar la tierra, fuera de la Palestina fértil.

Volverían sus rejas de arado en espadas para vivir de la rapiña como bandoleros. Si se sometían a

Israel serian librados de esa situación. Históricamente se cumplió pues Israel domino a Edom

desde la monarquía en adelante (ver Números 24:13; 2a Samuel 8:13-14; 1a Reyes 11:15, 16) y

Edom se libró de Israel poco a poco (2a Reyes 8:20-22; Ezequiel. 35:3).

Se espantó Jacob al oír que su hermano ofendido salía a su encuentro con cuatrocientos hombres

(se supone que venían armados). No podía huir pues sus hijos y esposas lo acompañaban. Tomó

precauciones para que en caso de ataque no fueran destruidos. Envió mensajes amistosos y luego

mandó astutamente regalos para apaciguar la ira de Esaú, pero su hermano no le contestó ni

siquiera una palabra: al parecer Jacob estaba entre la espada y la pared.

Oró en buena manera, echando mano de las promesas de Dios, reconociendo su propia indignidad

y la divina fidelidad: pero no se dio cuenta de la causa fundamental de sus dificultades. Quiso ser

liberado de Esaú pero su verdadero enemigo era Jacob mismo. Fue Jacob el que había engañado

y erigido obstáculos en su propio camino. Dios quiso librarlo de su espíritu egoísta y carnal antes

de permitirle entrar en la tierra prometida.

En la lucha con el ángel cerca del arroyo, Jacob, se sentía diferente. Siempre cufió en sus propias

fuerzas, en su astucia y en las armas carnales y había ganado. Ahora, de nada le servían. Bastó

un toque del ángel para que Jacob quedara cojo e incapaz de seguir luchando. Se arrojó en los

brazos de Dios, no pidiendo liberación de su hermano ni de ninguna otra cosa material sino

pidiendo la bendición de Dios. Cambio las armas carnales por las de bendición, oración y confianza

en Dios. Confesó que fue un "Jacob", que fue un "suplantador". Su victoria fue el sometimiento a

Dios.

El Ángel de Jehová cambio su nombre y esto indica un cambio de carácter (Juan 1:42; Gen. 17:5 y

15). Ahora es "el que lucha con Dios" y el significado de su nuevo nombre da la pauta de la manera

en que venció. De aquí en adelante no era el engañador luchando astutamente con los hombres

sino el hombre que obtenía victorias con Dios por medio de la fe. Su nuevo nombre fue trasmitido a

sus descendientes los cuales fueron llamados "israelitas" e "Israel" la nación del pacto.

c) La bendición que Isaac trasmitió a Jacob, cuando este estaba por irse a Padan-aram

(28:3,4) fue la verdadera bendición de Abraham porque incluyó tanto la tierra como la

descendencia. En la visión de Bet-el. Dios mismo añadió la promesa mesiánica (28:14). Jacob fue

desde entonces el heredero del pacto.

Jacob viaja a la Mesopotamia. Cap. 27:41-28:22: Fue motivada en parte, por el temor de lo que

pudiera hacerle Esaú a Jacob si este se quedaba en su casa, y en parte, por el interés de que

Jacob no se casara con una cananea. Rebeca aminó a Isaac a que enviara a Jacob a la casa de

Labán en Padan-aram Cuando Jacob dejó la casa. Isaac lo alentó impartiéndole la bendición del

pacto y aconsejándole que buscara una esposa que fuera digna de compartir las bendiciones

divinas.

En el camino hacia la casa de Labán. Dios dio a Jacob un maravilloso sueño con el fin de animarle

y establecer su fe para que no vacilara en los largos y duros años venideros.

En la visión, la escalera simbolizaba que existía una comunicación entre el cielo y la tierra. Jacob

tenía el cielo abierto. Dios oiría sus oraciones y lo ayudaría. Los ángeles subían y bajaban por la

escalera como mensajeros y ministros del gobierno de Dios sobre la tierra. Jesús aludió a esa

visión diciendo a sus discípulos que verían "el cielo abierto y a los ángeles de Dios que suben y

descienden sobre el Hijo del Hombre" (Juan 1:51); así que la escalera prefiguraba a Jesús, el

verdadero Mediador entre el cielo y la tierra. Solo por él tiene el creyente acceso al Padre (Juan

14:6).

Jehová confirmó a Jacob las promesas del pacto que su padre la había hecho al bendecirlo. Le

prometió que lo acompañaría, guardaría y traería de vuelta a la tierra prometida. Estaría con él, en

forma activa y continua. Esto no significaba que Jehová aprobaría todo lo que hiciera Jacob, sino

que lo acompañaría para llevar a cabo completamente, su elevado propósito en el. La revelación

divina en Bet-el, era por pura gracia (un favor inmerecido). Jacob fracasó muchas veces, no

obstante había algo en él, que respondía a Dios y algo que Dios podía cambiar.

Al despertar, Jacob tuvo miedo pensando que había llegado por casualidad a la habitación terrenal

de Dios y a la puerta del cielo. Luego su temor se convirtió en sobrecogimiento pues reconoció en

forma reverente la presencia de Dios. Ungió una piedra como un acto de culto a Dios y también

para dejar un monumento recordatorio del sitio. Hecho santo por la visión.

El matrimonio con las dos hermanas trajo consigo dificultades, celos y rozamientos. Tales

matrimonios no fueron prohibidos sino hasta la ley de Levítico 18:18. De la unión polígama salieron

los padres de las doce tribus de Israel. Dios demostró su desagrado por el trato que Jacob dio a

Lea haciendo estéril a Raquel y fructífera a Lea. A la despreciada esposa deben su origen seis de

las tribus y entre ellas la de Judá. Lo que a Jacob le parecía una treta cruel era realimente un gran

medio de bendición.

La rivalidad entre Lea y Raquel explica los nombres de sus hijos, ya que estos fueron dados de

acuerdo con las circunstancias. o sentimientos de las madres:

Rubén significa: ved un hijo

Simeón “ ha oído.

Leví “ juntado,

Judá „ alabanza,

Dan „ juez o juzgo,

Neftalí „ mi lucha.

Gad „ buena fortuna.

Aser „ bienaventuranza o feliz,

Isacar „ hay una recompensa.

Zabulón morada,

José „ añadidura,

Benjamín „ hijo de la diestra.

Los últimos dos hijos fueron de Raquel: Benjamín nació años después en la tierra de Canaan

(35:16-20). Durante los catorce años que Jacob sirvió a Labán para conseguir a Raquel, Dios

bendijo a Labán por causa de su yerno.

Jacob recibe la bendición de la primogenitura. En su huida tuvo una visión

Su cojera simbolizaba la derrota de su propio yo, su "espíritu quebrantado" y "un

corazón contrito y humillado" (Salmo. 51:17).

Jacob ya estaba preparado para entrar en Canaan. Posiblemente Dios haya usado la

cojera de Jacob para tocar el corazón de su hermano Esaú de modo que este al verle

renqueando cambiara su actitud: parece que fue así porque toda su ira y resentimiento

desaparecieron. Los dos se abrazaron y lloraron. Se ilustra la verdad de Proverbios

16:7 "Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos

hace estar en paz con él". Sin embargo, Jacob prudentemente rechazó la escolta

ofrecida por Esaú y se fue por otro lado. Aunque los dos hermanos se reconciliaron,

eran muy diferentes en espíritu y en carácter; el uno era hombre de mundo y el otro un

siervo de Dios. Convenía que estuviesen separados.

Jacob y su familia en la tierra prometida. Cap. 33:18-36:43: Jacob había prometido a

Dios que volvería a Bet-el (Gen. 28:22) pero fue solamente hasta Siquem. Allí compró

una propiedad muy cerca de la ciudad cananea y se radicó cómodamente durante diez

años aproximadamente. También edificó un altar, tal vez para testificar de que Dios

había sido fiel al permitirle regresar a Canaan y para expresar su fe en la promesa de

poseer la tierra de Palestina. Sin embargo el edificar un altar no compensaba el

incumplimiento de no regresar a Bet-el.

Jacob pagó un elevado costo por no cumplir su voto. Su hija Dina fue violada y por la

influencia cananea sus hijos Simeón y Leví se convirtieron en seres crueles, traidores y

vengativos. Nos extrañamos de que Jacob permitiera la unión de sus hijos con las

cananeas, porque ellos debían permanecer separados, puesto que eran el pueblo

escogido de Dios.

La poca autoridad que el ejercía en su casa en aquel entonces, está demostrada por la

forma de hablar y obrar. El ultraje perpetrado en los indefensos habitantes de la ciudad

llenó el corazón de Jacob con el temor de una venganza colectiva de los cananeos.

Esto lo despertó para oír la voz de Dios que le mandó volver a Bet-el.

El patriarca respondió inmediatamente al mandato divino exhortando a su familia a

quitar todo rastro del culto idolatra. Los zarcillos a veces indicaban su determinado

estado social o elevado rango. Algunos tenían la figura de alguna divinidad y los

consideraban amuletos. Jacob no podía obedecer a Dios y adorarle de todo corazón

hasta que estos símbolos paganos estuvieran sepultados. Luego regreso a Bet-el.

Jehová intervino sembrando terror en los corazones de los cananeos y protegiendo así

a la familia de Jacob de la venganza de los paganos.

En Bet-el Jacob edificó un altar efectuando nuevamente sus primeras obras

(Apocalipsis. 2:5). Dios se le manifestó y le confirmó su nuevo nombre y las promesas

del pacto. Luego se trasladó a Hebrón, lugar de su padre Isaac. Allí tuvo comunión con

Dios y algunas experiencias tristes que lo hicieron madurar espiritualmente haciéndole

así digno de su nombre "Israel". Raquel, su querida esposa, murió en el camino a

Hebrón. Su hijo mayor Rubén, trajo vergüenza a su padre cometiendo incesto: por eso

perdió su preeminencia entre las tribus hebreas y esta fue pasada a Judá (49: 3-5).

Isaac, su anciano padre, murió Tarn bien después de haber vivido algunos años con

Jacob. Finalmente José fue vendido mientras que Jacob residía en Hebrón.

Jacob hace un pacto con Labán su tío. Dios le cambia el nombre

de Jacob por Israel. Israel se encuentra con su hermano y hacen

las paces. https://www.youtube.com/watch?v=C2CDGSpR4Hs

Se recomienda ver el video completo en el sitio web indicado arriba.

La importancia de Jacob: Las lecciones de la vida de Jacob son las siguientes:

a) Ilustra magníficamente la gracia de Dios. La elección de Jacob para continuar

el linaje mesiánico y el pacto hecho con Abraham no dependía del mérito humano sino

de la voluntad de Dios (Romanos. 9:10-12). Era hijo menor y tenía graves debilidades

de carácter. Dios obro en la vida de Jacob revelándosele, guiándole en la casa de

Labán (Gen. 31:13), protegiéndole de Labán (31:24), y por fin transformándole en

Peniel. Todo fue hecho por gracia.

b) Enseña que Dios usa a los hombres tal como son, para cumplir sus

propósitos. Parece que Dios tiene que hacer lo mejor posible con el material que

usa. Echa mano de Jacob con todas las imperfecciones de este e hizo de él uno de sus

grandes siervos.

c) La lucha con el ángel en Peniel nos ensena que las victorias espirituales no se

ganan por medios dudosos tales como la fuerza y la astucia, sino aceptando la propia

impotencia y echándose en las manos de Dios.

d) Ilustra la ley inexorable de la siembra y la cosecha. Jacob engañó a su padre

anciano y ciego, pero él fue engañado por Labán y, después, cruelmente por sus hijos,

al hacer desaparecer a José.

e) Demuestra la grandeza del plan mesiánico. Mediante la familia polígama de

Jacob con muchos incidentes vergonzosos. Dios, formaría la nación mesiánica y

escogida por la cual vendría el Salvador del inundo. En las familias de Abraham e Isaac

solamente una persona fue heredera de las promesas por cada familia. Pero no hubo

eliminación de personas en la de Jacob. Todos los hijos eran herederos de la promesa y

llegaron a ser padres de las doce tribus.

REFERENCIAS.

Bouter, Hugo, (2006). En el Principio. Un estudio de Génesis 1-11. Flanders. Dutch

Reformed Churches.

Purkiser, W. T. (1947). Explorando el Antiguo Testamento. Lenexa, Kansas. Casa

Nazarena de Publicaciones.

Hoff, Pablo, (2010). El Pentateuco. Editorial Vida. Iglesia Metodista Pentecostal.

Video YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=C2CDGSpR4Hs

Schultz, Samuel, (2006). Habla el Antiguo Testamento. Bible and Theology at Wheaton

College.

Young Eduard, (2006). Una Introducción al Antiguo Testamento. Seminario Teológico

Westmister.

Formar equipos de tres personas.

Escoger 2 preguntas de Isaac y 2 de Jacob y responderlas

trabajando como equipo.

Nombrar un secretario que las va a leer.

Tienen solamente 15 minutos para desarrollar el trabajo. Por

favor, colabore y mantenga un enfoque hacia lo que se está

trabajando.

Al final, cada secretario leerá las conclusiones de cada equipo.

La calificación la voy a dar por equipo. Hagan su mejor esfuerzo

de cooperación.

Preguntas sobre Isaac.

1. ¿De qué manera cumplió Dios su promesa a Abraham? (17:16).

2. ¿Qué significaba que Abraham circuncidara a Isaac?

3. ¿Cuál fue el motivo por el cual Dios lo animó a renunciar a Ismael?

4. ¿Cuál fue el motivo de Dios para pedirle a Abraham que ofreciera a su hijo en

sacrificio?

¿Qué lección practica ve Ud. en el pedido de Dios a Abraham?

5. ¿Qué rasgo del carácter de Abraham muestra el hecho de que haya salido temprano

por la mañana para ir al monte Moriah?

Preguntas sobre Jacob.

1. ¿Qué Dios le dio a Jacob la visión del campamento de ángeles a su alrededor?

(32:1- 2).

2. ¿Qué cambio era el que Dios quería obrar en Jacob?

¿Cómo prevaleció Jacob contra Dios? (¿Fue un triunfo de su propia fuerza o

de la fe? (Ver Oseas 12:3-6).

3. ¿Qué nuevo rasgo de carácter simbolizaba la cojera de Jacob? (Sal. 51:17).

¿Cuál es la importancia del nuevo nombre que Jacob le puso a Dios? (33:20).

Note como Jacob se había referido a Dios hasta este punto. (Gen. 31:5, 42,

53; 32:9).

4.¿Quiénes se portaban más honradamente en el capítulo 34, Siquem y su padre o los

hijos de Jacob? Explique, (ver 1a Pedro. 2:12; 4:15).

¿Mandó Dios que Jacob fuera a Bet-el? (Comparar 35:1 con 28:22).