TÍTULO ORIGINAL DE LA OBRA:

.' Between Physics Ilnd Philosophy 1941

ADQUIRIDOS LOS DERECHOS EXCLUSIVOS

QUEDA HECHO EL DEPÓSITO QUE

PREVIENE LA LEY 11.723

COPYRIGHT BY EL MAGISTERIO ARGENTINO .

BUENOS AIRES, 1945.

IMPRESO EN LA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA ~

CON .. T EN 1 DO

Introducción: Fundamento histórico del problema .. . .

CAPiTULO

Pie.

9

l.-La ley de causalidad y la experiencia (19 O 8) . . 21 H.-La importancia de la filosofía de la ciencia de Ernst

Mach en nuestra época (1917) .. .. .. .. . . 31

111.- Teorías físicas del siglo XX y filosofía de escuela (1929)

IV.-¿Hay actualmente una tendencia hacia el idealismo en la física? (1934) . .... . ... .. .. .

V.-La concepción positivista y la concepción metafísica de la física ( 1 935) ..

VI.-El empirismo lógico y la filosofía de la Unión Sovi€­tica (1935)

VIL-Falsas interprttaciones filosóficas de la teoría de los quanta (1936) . .

VIIL-Lo que significa la "longitud" para el físico (1937)

IX.-Determinismo e indeterminismo en la física moderna (1938) .. . ... . .. .

X.-Ernst Mach y la unidad de la ciencia (1938)

Nota bibliog ráfica ..

•

54

96

116

127

138 157

174

191

205

INTRODUCCIóN

FUNDAMENTO HISTóRICO DEL PROBLEMA

TODOS los artículos reunidos en este volumen se deben al mismo motivo y persiguen la misma finalidad . Tanto el motivo como el fin han sido determinados por la situación intelectual producida en el primer tercio del siglo XX. En su mayoría estos artículos fueron escritos durante los últi­mos diez años, a medida que se iba aclarando esa situación. El filósofo que aparentemente había conseguido, el apoyo de la ciencia física, era mirado como conquistador de una posición clave.

Esta situación int-electual, de acuerdo con la filosofía de la historia que prevalece en la actualidad, puede ser descrita del siguiente modo: Tras el reinado del materialismo y del naturalismo en el siglo XIX, nuestro siglo XX muestra tendencia a apartarse de esos movimientos. El énfasis en 10 irracional y en la metafísica, la interpretación idealista y espiritualista de la naturaleza y de la historia, son recono­cidos cada vez más como las características prominentes de nuestro siglo. Y el desarrollo de las ciencias físicas en el siglo XX, que ha traído consigo frases como "el mlundo tetra-dimensional", " la disminución del rigor en las leyes de la naturaleza", es considerado como un signo impor­tante de este cambio general en la vida intelectual. Esta

9

INTRODUCCIÓN

OpinIÓn se encuentra expuesta en innumerables escritos de nuestros días. desde los más breves artículos de diarios hasta los tratados de sociología que alcanzan muchos volúmenes.

No expondré aquí opinión alguna con respecto a si la crisis de nuestra época se caracteriza correctamente por esas expresiones tan populares. El fin principal de estos estudios es demostrar que únicamente se puede utilizar el progreso reciente de las ciencias físicas en este asunto si se 10 inter­preta de acuerdo con la pauta de alguna filosofía acreditada. sin tener en" cuenta la importancia científica de la física moderna.

Estos ensayos tratan. sin embargo. de alcanzar ese fin no tanto por medio de una polémica contra la filosofía, de la historia antes descrita sino más bien mediante una inves­tigación acerca de la manera en que deben ser comprendidos los principios de la ciencia moderna dentro de la misma ciencia. Se verá que. con la debida interpretación. los resul­tados de la ciencia del siglo XX pueden ser utilizados como una característica del cambio del materialismo al espiritua­lismo tanto o tan poco como los de la física de Newton o de cualquier otro período. Este cambio -en la medida en que realme"nte existe. 10 que no examinamos aquí- tiene sus raíces en una modificación de las relaciones humanas y es trasladado de ese campo a la interpretación de la ciencia física. El progreso de esta última en sí mismo nada tiene que ver con esas interpretaciones.

La errónea interpretación de los principios científicos. como se demostrará. puede ser evitada si en toda proposi­ción que se encuentre en los tratados de física o química se tiene el c.uidado de distinguir una aseveración comprobable experimentalmente acerca de hechos observables. de una pro­puesta formulada para 1,"epresentar los hechos de cierto modo mediante palabras o diagramas. Si se hace con rigor esa dis­tinción no habrá en adelante lugar alguno para la inter-

10

..

FUNDAMENTO HISTÓRICO DEL PROBLEMA

pretaclOn errónea de la física en favor de una metafísica espiritualista o de una metafísica materialista.

Una línea de pensamiento semejante ha seguido durante muchos años el Profesor Percy W . Bridgman. de Harvard. Ha destacado más que ningún otro autor una condición que debe cumplir toda teoría física para evitar las oscuridades metafísicas: cada término introducido en la teoría debe ir acompañado de una descripción de las operaciones físicas con las que pueda comprobarse el grado en que la propiedad expresada con ese término puede ser attibuída a un sistema físico dado. La descripción de esas operaciones. la "defini­ción operativa" de ese término. puede ser más o menos . "directa; quizá sólo una combinación de términos correspon­derá a cierta operación. A las opiniones del profesor Bridg~

man' se las ha llamado con frecuencia op.eracionalismo, aun­que a él mismo no le satisface ese nombre. Nunca ha deseado ser autor de un ismo que pudiera ser' tomado como una n·ueva rama de la metafísica.

La"s opiniones expuestas en el presente libro se relacionan estrechamente con el movimiento llamado ahora en general < ~empirismo lógico" o "positivismo lógico". Debo confesar que no simpatizo con ninguna de estas expresiones. Pero una larga\, vida entre opiniones y teorías me ha demostrado que si querernos que una opinión sea considerada como un árbol respetable en el campo de las opiniones; debe tener un rótulo. como 10 tienen muchos olmos y robles en nuestros parques públicos.

, El "segundo fin de este libro es contribuir a la historia de la evolución del "empirismo lógico". Creo que esto ayu­dará también a aclarar ciertos conceptos falsos relacionados con este movimiento.

El "empirismo lógico" se desarrolló mediante la coopera­ción del positivismo centro-europeo con algunos grupos que representaban al pragmatismo norteamericano. El movi-

11

INTRODUCCIÓN

miento europeo se originó en las::\ideas del físico austríaco Ernst M ach. A comienzos del sigló XX contó con muchos adeptos en los círculos científicos de Austria, especialmente en Viena y Praga. A pesar del común idioma alemán, este movimiento sólo pudo encontrar unos pocos adherentes en las universidades del Reich alemán, porque en ellas reinaba la filosofía de Kant y de sus sucesores metafísicos que era considerada como una concepción del mundo particular­mente apropiada para la nación germana. Las doctrinas' de Mach tenían, sin embargo, ciertas características que no con­cordab~n con la evolución de la ciencia moderna. Esas ca­racterísticas eran principalmente las tres siguientes:

19) la poca estimación del papel de la matemática y de

la lógica en la estructuración de la ciencia; 29

) la poca estimación de la fecundidad de la hipótesis atomística; y

39) cierta ambigüedad en la afirmación de Mach de que

las proposiciones de los físicos son enunciados acerca de percepciones de los sentidos. Esta afirmación fué interpre­tada con fr~cuencia como una especie de idealismo subjetivo y hasta como una negación de la existencia de un mundo real.

Por el año 1910 se inició en Viena un movimiento que consideraba a la filosofía positivista de la ciencia de Mach como de gran importancia para la vida intelectual en gene­ral, pero que se daba cuenta muy claramente de los defectos mencionados. Un grupo de jóvenes trató de observar los puntos más esenciales del positivismo de Mach, especial­mente su posición contra el abuso de la metafísica en la ciencia. Sin embargo, con respecto a los puntos en que Mach se hallaba en oposición a la evolución actual de la ciencia, proyectó una reconstrucción de sus doctrinas. A ese grupo pertenecían el matemático H. Hahn , el economista político Qtto Neurath y el autor de este libro, Philipp Frank,

12

FUNDAMENTO HISTóRICO DEL PROBLEMA

que era en aquel tiempo profesor de física teórica en Viena. Estos intentos de reconstrucción se hicieron al principio más bien a tientas; no eran más que preparativos. Tratamos de completar las ideas de Mach con las de la filosofía de la ciencia francesa de Henri Poincaré y Pierre Duhem, y asi­mismo de relacionarlas con las investigaciones lógicas de autores como Couturat, Schroder, Hilbert, etc. La actitud con respecto a la teoría atómica nos fué sugerida en primer lugar por las ideas de L. Boltzmann y luego por las 'de A. Einstein. En aquella época prevalecía una fuerte aver-

• sión a entrelazar con la filosofía de la ciencia toda consi­deración de naturaleza moral, religiosa o política. Aun no se comprendía que el pragmatismo norteamericano era un movimiento afín, aunque por esa época lo apoyó un grupo de sociólogos de Viena. La actitud de torre de marfil del positivismo de ese período la pone mejor de manifiesto el hecho de que aun se hiciese presente en él cierto aprecio del vitalismo de Hans Driesch. En el Capítulo I puede ob­tenerse alguna idea de las opiniones de este grupo, del que veinte años más tarde surgió el Círculo de Viena.

Cómo evolucionaron las doctrinas de Mach en este grupo y qué era considerado como lo más esencial de ellas puede verse en el Capítulo Il, escrito en 1917 después de la muerte de Mach y publicado en memoria suya.

Esa evolución tomó una forma más sólida cuando H . Hahn, en la primera mitad de la tercera década llamó la atención sobre la importancia de la obra de L. Wittgenstein. ~ste era también vienés, pero no pertenecía al círculo posi­tivista. Había ido a Inglaterra y se había dedicado al estudio de los trabajos de Bertrand Russell. Hahn opinaba que la reconstrucción del positivismo sólo podía llevarse a cabo con buen ~xito utilizando la nueva lógica tal como la habían establecido B. RusseIl , A. N . Whitehead y L. Wittgenstein.

Fueron aceptadas muchas ideas de esos tres lógicos; pero

13

INTRODUCCIÓN

se las desvió hacia un empirismo y un positivismo radicales. Hahn propuso la designación de un profesor especial pau la filosofía de la ciencia en la Universidad de Viena. Este puesto había sido ocupado por Ernst Mach. Desde su retiro en 1901 había estado vacante, excépto durante un intervalo de dos años en que fué ocupado por L. Boltzmann, quien explicaba además su cátedra de física . Hahn buscaba a alguien que pudiera suceder a Mach y trabajar de acuerdo con la nueva fase en la doctrina del positivismo. Consiguió que fuese designado' Moritz Schlick. Éste indujo a Rudolf Carnap a ir a Viena como privat-docent. Gracias a la obra de estos dos alemanes del Reich, que no habían podido en­contrar allí eco al,guno para sus ideas, fué posible llevar a cabo el programa del grupo que desde entonces ha sido lla­mado el "Círculo de Viena."

Fueron especialmente Hahn, Neurath y Carnap quienes desarrollaron los principios característicos de este círculo. De éstos, la tesis que quizá ha llegado a ser más conocida afirma. que una proposición tiene un significado sólo si enuncia [os medios para su comprobación. De esto se deduce la "falta de sentido" de todas las proposiciones metafísicas. con lo cual sólo se quiere dar a entender, por supuesto. "falta de sentido" para la ciencia, no la negación de tod~ influencia sobre la vida humana.

Pero el punto de vista del llamado "Círculo de Viéna" no ha sido más que una doctrina particularmente coherentr' entre los muchos frutos intelectuales que han brotado de la tierra del positivismo centro-europeo. Matemáticos como R. von Mises, K. Menger y K. G6del; físicos como E. Schroedinger, economistas como J. Schumpeter, jurisconsul­tos como H. Kelsen y sociólogos como E. Zilse! tienen sus raíces en este ambiente. Todo el fundamento intelectual de este movimiento general puede ser comprendido mejor me· diante el libro de texto de R. von Mises sobre el positivis-

14

FUNDAMENTO HISTÓRICO DEL PROBLEMA

1110 1). Desde el comienzo mismo existió cierta cooperación entre el "Círculo de Viena" y el grupo de Berlín que ro­deaba a Hans Reichenbach. Este grupo, sin embargo, nunca ha aceptado por completo el programa radical del positivis­

mo vienés. Una descripción de las doctrinas del "Círculo de Viena"

durante los primeroe años de su existencia aparece en el Capítulo III. En él se encontrará la síntesis del positivismo y la nueva lógica explícitamente expuesta. Es también inte­resante que desde la formulación rigurosamente lógica de las ideas positivistas se haya puesto claramente de manifiesto su relación con el pragmatismo norteamericano; en este ensayo se pone de relieve esa relación. La creciente compren­sión de esta similitud fué acompañada de un énfasis cre­ciente en el hecho de que las teorías científicas sufren la influencia de la atmósfera social y política. La actitud de torre de marfil del positivismo de antes de la guerra ha comenzado a desmoronarse.

El referido artículo es una conferencia dada en la primera aparición pública del "Círculo de Viena" como grupo ce­rrado, en 1929. Esto tuvo lugar en el Congreso para la Epistemología de las Ciencias Exactas, que incluyó a los grupos de Viena y Berlín. Coincidió con el Congreso de Matemáticos y Físicos alemanes celebrado en Praga. De paso puede decirse que éste fué un ejemplo excelente de la actitud liberal del gobierno de la República Checoeslovaca; dió la bienvenida en su Capital y hasta apoyó financieramente a esa reunión de hombres de ciencia de todos los países de

idioma alemán. . Los matemáticos y físicos germanos, como todos los

estudiosos de las universidades alemanas, se hallaban en esa

1) RICHARD VaN MISES. Kleines Lehrbuch des PositilJismus. (La Haya. 1939).

15

INTRODUCCIÓN

época -en la medida en que se interesaban por la filosofía - bajo la influencia del kantísmo. La mayoría de ellos no trataba en modo alguno de poner su actividad científica en relación lógica con su filosofía. Consideraban a la pri­mera como algo del intelecto, y a la segunda como algo correspondiente al corazón y al espíritu. No era" por lo tanto, un asunto fácil conseguir que la corporación de físicos alemanes permitiera que nuestros grupos positivistas realizaran nuestro congreso con ellos. No obstante, como' yo había enseñado física teórica en la Universidad de Praga desde 1912 y como por ser presidente de la comisión local lo era también del Congreso de Físicos alemanes, las cor­poraciones no podían rechazar fácilmente mi plan. Pero era evidente , para mí que la mayoría de los presentes se mostraba hostil a las opiniones que exponíamos.

Di mi conferencia en la sesión plenaria de los matemá­ticos y físicos alemalJ.es. Mi esposa me dijo luego: "Era penoso escuchar. Me parecía que las palabras caían en el audito¡:Ío como gotas en un pozo tan profundo que no se las podía oír golpear en ~l fondo. 'Todo parecía desvane­cerse sin dejar huella."

Sin embargo, el efecto posterior fué notable. Los físicos alemanes no dieron ya en adelante por supuesta la futilidad ~e la concepción positivista de la física. Su actitud se hi~o defensiva. Esto podía observarse hasta en\f los escrifos de Ma.x Planck, quien había sido el campeón ~ la concepción metafísica de la física ~n la lucha contra el positivismo de Mach.

Conseguí también llevar a cabo la creaci6n de una cátedra especial de filosofía de la ciencia en la Universidad de Praga, para la ,cual fué designado RudcilfCarnap poco des­pués de terminado el Congreso. De este modo, tanto en Viena como en Praga, Schlick y Carnap mantuvieron las tradiciones de Mach no como una escuela"ma~hística" or-

16

,

FUNDAMENTO HISTÓRICO DEL PROBLEMA

,}\tijdQxa, por supuesto, sino más bien de acuerdo con el pro­realizado por el "Círculo de Viena" . Durante los

años siguientes la obra del "Círculo de Viena" despertó interés en muchos países, especialmente en Francia, Escan ·· dinavia y los Estados Unidos. En este país Herbert Feigl (abara' en la Universidad de Minnesota), discípulo de Schlick y más tarde de Bridgman, inventó el término posi­tivismo lógico. Varios jóvenes filósofos .norteamericanos se trasladaron a Viena y Praga para ponerse en contacto cien­tífico con Schlick y Carnap. ElJ.tre ellos figuraron W . V . Quine (ahora en Harvard) y E . Nagel (ahora en Colum­bia). En particular Charles W. Morris, de Chicago, recono­ció la relación con el pragmatismo 'norteamericano y difun­dió la idea de la cooperación entre ambos grupo's. Se decidió, con el propósito de llegar a esa cooperación, reunir un congreso especial, para el que Qtto Neurath creó el nombre de Congreso para la Unidad de la Ciencia. U na conferencia preliminar preparatoria de este congreso se efectuó en 1934 en Praga. C. W . Morris dijo allí: "La doctrina del Círculo de Vien'a es 'positivismo lógico' ; la de los pragmatistas nor­teamericanos es 'positivismo biológico' ". Para el resultado de la cooperación de ambos grupos sugirió Morris el nombre de empirismo lógico, que ha sido adoptado generalmente en los Estados Unidos. En esa reunión preliminar se dió ia conferencí.a publicada aquí como Capítulo IV.

Al año siguiente formulé en el periódico Sciencia de Milán el punto de vista de la concepción positivista de la física como opuesta a la concepción metafísica representada en particular por Max Planck. Este estudio aparece aquí co­mo Capítulo V.

De acuerdo con una decisión tomada en la conferencia preliminar, el Primer Congreso Internacional para la U ni­dad de la Ciencia se reunió en París en 1935. Entre otros, se leyeron estudios acerca de la actitud de los filósofos de

17

INTRODUCCIóN

diversos países con respecto al empirismo lógico. Mi inter­vención consistió en hablar acerca de. la filosofía de la Umón Soviética (Capítulo VI).

El segundo Congreso para la Unidad de la Ciencia se reunió en Copenhague en 1936 y fué dedicado principal­mente a la discusión del problema de la causalidad. Las dudas despertadas por la física de los quanta co~ respecto a la validez general de las leyes estrictas de la naturaleza habían llevado a las interpretaciones más descabelladas de los resultados de la ciencia. NieIs Bohr, uno de los prin­cipales investigadores en el campo de la teoría de los quan­ta, era el físico que había expuesto esta teoría en la forma que introducía los cambios más radicales en los modos de expresión habituales de los físicos. Por invitación suya se reunió el congreso en Copenhague, donde él ,residía. Bene­fició mucho a los participantes, el poder discutir esos pro­blemas con el propio Bohr. No cabe duda de que estos debates ejercieron una fuerte influencia en las interpreta­ciones filosóficas generales de la teoría de los quanta. Des­pués de la conferencia de Bohr en ese congreso se dió la que reproducimos aquí como Capítulo VII. Siguió una diser­tación de Moritz Schlick, que leí yo. Schlick fué asesinado por uno de sus disdpulos de Viena, en la misma U niver­sidad, justamente cuando en Copenhague se realizaba el Congreso. Su asesinato, debido a u~\a mezcla de animosidad personal, filosófica y~1ítica, fué un mal presagio para el destino del positivismo de la Europa Central.

En febrero de 1938 se celebró en Viena y Praga el cen­tenario del nacimiento de Mach. En los actos realizados en la Universidad de Praga traté de llamar la atención sobre las ideas de Mach incorporadas al nuevo movimiento del empirismo lógico. Procuré demostrar que los grandes cam­bios que se observan con tanta frecuencia en el empirismo lógico son sólo cambios en el modo de expresión y no afec-

18

/

FUNDAMENTO HISTóRICO DEL PROBLEMA

a sus tendencias íntimas. Este estudio, publicado aquí Capítulo X, se haIla en la forma en que fué presentado

;al Tercer Congreso para la Unidad de la Ciencia realizado 'in julio de 1938 en Cambridge, Inglaterra.

Con la incorporación de las Universidades de Viena (1938) y Praga (1939) al nuevo pran orgánico de las universidades del Reich alemán, el positivismo centro-euro­peo llegó a su fin. Un movimiento relacionado con él se desarrolló, no obstante, en el prdpio Reich: el "positivis­mo radical" del destacado físico teórico Pascual Jordán, quien intentó una síntesis dei positivismo y el nacional­socialismo. Este movimiento, según creo, cuenta con sólo 'unos pocos adherentes.

El empirismo lógico ha sido acusado con frecuencia de falta de apreciación histórica. Se ha dicho que muchos de sus representantes se han negado desdeñosa mente a entrar en discu,siones con partidarios de otros movimientos filosó­ficos. H;an condenado esos movimientos en su conjunto como metafísicos y por ello "sin sentido", sin valorar su posición en la historia de la vida intelectual. Por lo tanto, he incluído aquí tres artículos en los que se intenta una valuación crítica de otros movimientos filosóficos des­de el punto de vista del empirismo lógico. Para ello se han elegido movimientos que muestran por 10 menos cier­tos puntos en común con el empirismo lógico. Un exa­men del materialismo dialéctico de la Unión Soviética apa­rece en el Capítulo VI; de la Escuela de Uppsala, Suecia, en el Capítulo VIII; y del neo-kantismo germano en la forma más nueva de Cassirer, en el Capítulo IX. Los dos últimos artículos aparecieron en la publicación periódica sueca Theo­ria (Gotemburgo). Formaban parte de las relaciones esta­blecidas por el Congreso para la Unidad de la Ciencia en Copenhague entre el positivismo centro'-europeo y Escan­dinavia.

19

INTROD UCCIÓN

La cooperación intelectual entre los positivismos "lógico" y "biológico" por la que luchó el profesor C. W. Morris se ha convertido en una estrecha cooperación personal como consecuencia de los acontecimientos políticos. Es mi deseo que este libro pueda contribuir en algo a impedir la conver­sión del movimiento del empirismo lógico en una secta estrecha y a hacer que fluya en una corriente más amplia de desarrollo intelectual y cultural.

•

20