JUAN XXIII. EL PAPA DEL CONCILIO VATICANO...

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Comunidad Pasionista • Santuario de Santa Gema Octubre 2012 - Nº 980 - Año XCV - 28002 Madrid JUAN XXIII. EL PAPA BUENO EL “PÁRROCO DEL MUNDO” EL PAPA DEL CONCILIO VATICANO II

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Comunidad Pasionista • Santuario de Santa GemaOctubre 2012 - Nº 980 - Año XCV - 28002 Madrid

JUAN XXIII.EL PAPA BUENO

EL “PÁRROCO DEL MUNDO”EL PAPA DEL CONCILIO VATICANO II

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Preimpresión: Francisco Antón

Octubre 2012 - AÑO XCV - N.º 980

Desde mi ventanaMiguel González, C.P.

Passio CaritatisJosé Luis Quintero Sánchez, C.P.

Santa Gema: “Amar, fue su oficio”Aniceto Rey López

Familia y VidaJulia Merodio

El Evangelio cada díaAntonio San Juan

Rincón de oraciónSor Cati de la SS. Trinidad, C.P.

Desde la otra orillaGregorio Satos Zayas

A mi Familia Pasionista...Marta Martínez A.

Catequistas

San Juan de Ávila,doctor de la Iglesia Universal

M. G.

Con el Rosario en las manosP. Eutiquio López, C.P.

Otra JuventudAlberto Busto

Evocación de un atardecer en laFacultad de Filosofía

Francisco Antón Alted

¿Matrimonio... Para siempre?

Benedicto XVI y la Iglesia en Cuba:Verdad, caridad y pasión (II)

José Roberto Rugamas Morán

Jóvenes y teólogos, en amistad y diálogoJosé Luis Larrabe

Orar para serFernando Holgado Retes

Beca “Santa Gema Galgani”

¿Progreso?Juan Carlos Prieto T.

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El11 de octubre deeste año 2012, se

cumplen los 50 de laapertura del VaticanoII (1962). El Papa Be-ato Juan XXIII, “aco-giendo como venidade lo alto una voz ín-tima de su espíritu”,lo había convocado so-lemnemente tres añosantes, los que fuerontres años de prepara-ción intensa.

El Concilio delPapa Juan marcó unhito en la marcha yen la historia de laIglesia, y en algúnmodo, de la humani-dad entera. Cabe afirmar, una vez más,que, como en tiempos del Bautista,también en estos tiempos nuevos “huboun hombre enviado por Dios que se lla-maba Juan”.

El saludo, improvisado y emocionado,del Papa en la noche de la inauguracióndel Concilio, en una Plaza de San Pedroa rebosar, fue como una intuición sinté-tica de lo que el Concilio sería, y de loque sería la intervención carismáticadel Papa Bueno en la gran asambleaconciliar: “Regresando a casa, encontra-réis a los niños; hacedles una caricia ydecidles, esta es la caricia del Papa. Talvez encontréis alguna lágrima que en-jugar. Tened una palabra de alientopara quien sufre. Sepan los afligidosque el Papa está con sus hijos, especial-mente en la hora de la tristeza y de laamargura. En fin, recordemos todos, es-

pecialmente, el vínculo de la caridad...”.En los 50 años transcurridos, nuestra

Iglesia ha estado “marcada” por el espí-ritu y los documentos del Concilio. Se-gún algunos, el proceso ha ido demasia-do lento, para otros, acelerado en exce-so. Con todo, una cosa es bien segura: el11 de octubre de 2012, da comienzo el“año de la fe”, promulgado por Benedic-to XVI, y del 7 al 28 de octubre, tendrálugar el Sínodo de los Obispos sobre “lanueva evangelización”, celebrándoseademás el 20 aniversario de la promul-gación del “Catecismo de la Iglesia”. To-dos estos y otros acontecimientos, hun-den también sus raíces, en una u otraforma, en el espíritu y la letra del Con-cilio del Papa Bueno, el Concilio delinolvidable Beato Juan XXIII.

✒ Miguel González, C.P.

DESDE MI VENTANA

Revista Pasionario/255

EL CONCILIO DE JUAN XXIIICincuenta años ya...

EL CONCILIO DE JUAN XXIIICincuenta años ya...

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LATEOLOGÍALATINOAMERICANADELALIBERACIÓNElSeñorCrucificadoyel“PuebloCrucificado”:Identificaciónycompromisoquebrotadelamor

PASSIO CARITATIS

Revista Pasionario/256

hizo una llamada a la fe ya la opción por la justicia.Esta experiencia hizo des-cubrir cómo la pasión deCristo se prolonga en lahistoria de la humanidad.Y además subrayo un ele-mento importante: La re-cuperación histórica delseguimiento de Jesucristoprolongando sus opciones.Esta recuperación históri-ca de las causas de lamuerte de Jesús, subra-yando su conflictividadreal con estamentos opre-sores del ser humano ymanipuladores de Dios yde la verdadera religiónsuscitó compromisos enorden a una presencia pú-blica de lo cristiano queseñalaba al Dios de la

Vida como aquel que reclama la dignidad de sushijos pisoteada no por un ciego destino, sino porintereses pecaminosos que tomaban el rostro desistemas económicos explotadores o principiosde seguridad nacional que escondían los rasgosmás oscuros y cainitas de la condición humana.

Nacía, además, esta praxis de la convicciónde la existencia de una única historia de sal-vación, la que se teje en el caminar de los pue-blos atentos a la revelación de Dios y de la ne-cesidad de la manifestación en el “aquí y aho-ra” del Reinado de Dios con el establecimientode dinamismos y estructuras de gracia frentea las de pecado e injusticia. Se resaltaba elprimado del amor al que se le pedía rasgos derealización en acciones que suponen modifica-ción y alternativas a las existentes.

Esta presencia tan intensa del hecho cris-tiano en el entramado social, cuestionando de-sarrollos opresores y sangrantes, estuvo acom-pañada de persecución y martirio. Esta reali-dad tomó rostro en personajes públicos comonoticia de otros muchos anónimos que fuerontambién martirizados por defender la digni-dad de los pequeños o denunciar la injusticiaen nombre de Dios y de su compromiso con lahumanidad. Nombres como Mñor. Oscar Ro-mero, Rutilio Grande, Luis Espinal, IgnacioEllacuría y sus compañeros de la UCA son lamostración pública de otros muchos.

La experiencia de Igle-sia y la reflexión teoló-

gica de gran parte de lasComunidades Cristianasde Hispanoamérica, des-pués del Concilio Vatica-no II, estableció una pro-funda relación entre fe enJesús y compromiso por laerradicación de la injusti-cia y la pobreza. LasAsambleas de los Obisposcelebradas después delConcilio: Medellín (1968),Puebla (1979), Santo Do-mingo (1992) y Aparecida(2007) fueron determinan-tes en esta opción. Espe-cialmente en las Asamble-as de Medellín y Puebla sepuso de relieve la situa-ción desafiante que parael cristiano suponía la re-alidad socio-económica, convirtiéndose la iglesiaen la voz de los sin voz, haciendo una “opciónpreferencial por los pobres”. Este compromisoconvirtió a esta iglesia en una iglesia persegui-da y martirial en razón de su opción proféticaque no solo acompañaba a los pobres y deshere-dados en su situación sino que también teníauna palabra de denuncia de la injusticia estruc-tural que hacia mella en rostros concretos. Enla Asamblea de Puebla se decía: “La situaciónde pobreza generalizada, adquiere en la vidareal, rostros muy concretos, en los que se debe-ría reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, elSeñor, que nos cuestiona e interpela: rostros deniños golpeados por la pobreza antes de na-cer...rostros de jóvenes, desorientados por no en-contrar su lugar en la sociedad... rostros de in-dígenas y con frecuencia de afro-americanosque viven marginados y en situaciones inhuma-nas... rostros de campesinos que como grupo so-cial viven relegados en casi todo el continente...rostros de obreros frecuentemente mal retribui-dos... rostros de sub-empleados y desempleados,despedidos por las duras exigencias de crisiseconómicas...rostros de marginados y hacinadosurbanos...” (cf. n. 31-41). En esta perspectiva, laexperiencia y la contemplación de Cristo Cruci-ficado en la realidad de pueblos sangrantes porla pobreza, el desprecio de su dignidad y lascondiciones infrahumanas de su existencia, se

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Revista Pasionario/257

La reflexión teológica ha elaborado el con-cepto de “pueblo crucificado” para catalogardesde la fe la identidad de estos pueblos atra-vesados por la injusticia y para suscitar elmodo de colocarse ante ellos; ha elaboradoademás una pastoral con el slogan, “bajar dela cruz a los pueblos crucificados” y ha recla-mado la dimensión práctica y encarnada de lapresencia cristiana siendo verdadera y eficazfermento de una nueva fraternidad. Y comoconsecuencia reconoce también la existenciade “mártires jesuánicos”.

JESÚS MÁRTIRY LOS “MÁRTIRES JESUANICOS”

El teólogo Jon Sobrino ofrece esta reflexión:Si se nos permite una precisión conceptual, elmártir jesuánico es no sólo ni principalmente elque muere por Cristo o por causa de Cristo,sino el que muere como Jesús y por la causa deJesús… Esto que parece nuevo, si uno lo com-para con la definición canónica del martirio, eslo más antiguo. En el evangelio de Mateo, Je-sús envía a una misión semejante a la suya, aanunciar el Reino, expulsar demonios. Y lesanuncia que también sufrirán persecución (Mt 10,16). “Los odiarán por causa mía” (Mt 10,21-22), “les entregarán a la tortura y les mata-rán, y serán odiados por todas las naciones porcausa de mi nombre” (Mt 24, 9-10), “Dichososcuando les persigan por mi causa” (Mt 5,11). Yla teología de Juan lo dice todavía con mayorprofundidad: “Los expulsarán de las sinagogas.E incluso llegará la hora en que todo el que lesmate piense que da culto a Dios (Jn 16, 1-4). Yda la razón: “cuando el mundo les odie tenganpresente que primero me ha odiado a mí. Elsiervo no es más que su señor, si a mí me hanperseguido también a vosotros os perseguirán”(15, 18-20). Además de ese asemejarse a Jesúscomo causa de la persecución, la teología joáni-ca desarrolló otra tradición sobre la excelenciacristiana de la muerte: la entrega de la propiavida por amor a los hermanos (Jn 15,13;1ª Jn 3,16). De esta forma se pronuncian losdos elementos fundamentales de nuestros már-tires “jesuánicos” actuales: el amor y la defensa

a los hermanos, los pobres, y el llevarlo a cabo,como Jesús, hasta la muerte… La conclusión esque los mártires jesuánicos reproducen la vida,la praxis y el destino de Jesús, y se introducenen el dinamismo esencial de su vida. Dicho conla mayor sencillez posible, 1) Jesús es asesina-do porque estorba; 2) Jesús estorba porque ata-ca a los opresores; 3) Jesús ataca al opresorpara defender al pobre; y 4) Jesús defiende alos pobres –hasta el final– porque los ama.

Monseñor Oscar Romero (1917-1980) Ar-zobispo del Salvador, representa este compro-miso contra la injusticia en nombre del Evange-lio. Su proceso de conversión a esta causa es lú-cido y evangélico. Un día antes de su asesinato,hizo un enérgico llamamiento al ejército salvado-reño: “Yo quisiera hacer un llamamiento, de ma-nera especial, a los hombres del ejército. Y enconcreto a las bases de la Guardia Nacional, dela policía, de los cuarteles... Hermanos, son denuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos her-manos campesinos.Y ante una orden dematar que dé unhombre, debe preva-lecer la ley de Diosque dice: “No ma-tar”. Ningún soldadoestá obligado a obe-decer una orden con-tra la Ley de Dios.Una ley inmoral, na-die tiene que cum-plirla. Ya es tiempode que recuperen suconciencia, y queobedezcan antes asu conciencia que ala orden del pecado. La Iglesia, defensora de losderechos de Dios, de la Ley de Dios, de la digni-dad humana, de la persona, no puede quedarsecallada ante tanta abominación. Queremos queel gobierno tome en serio que de nada sirven lasreformas si van teñidas con tanta sangre. Ennombre de Dios y en nombre de este sufrido pue-blo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada díamás tumultuosos, les suplico, les ruego, les orde-no en nombre de Dios: Cese la represión”.

LA CATEGORÍADE “PUEBLOCRUCIFICADO”

Junto a estos már-tires jesuánicos explí-citos están tambiénhombres y mujeresque se han parecidoen vida y muerte a Je-sús, aunque no hayan

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Revista Pasionario/258

ra el martirio desde la respuesta del antirrei-no a quien lucha activamente por el reino, elmodelo principal –analogatum princeps– es elque se parece a Jesús, ejemplificado en mon-señor Romero, los mártires de la UCA, MartinLuther King. Si se lo considera desde el car-gar con el pecado del antirreino, el analoga-tum princeps son estas mayorías indefensas,que son entregadas a la muerte inocente, ma-siva y pasivamente.

Comparadas con la muerte de Jesús, lasmuertes de estas mayorías, expresan menos elcarácter activo de lucha contra el antirreino yla explícita libertad con que se las aborda.Pero, por otro lado, expresan más “la inocenciahistórica” –pues nada han hecho para merecerla muerte más que el ser pobres– y la inde-fensión –pues ni posibilidad física tienen deevitarla–. Sobre todo, son esas mayorías lasque cargan injustamente con un pecado (la in-justicia que les priva cotidianamente de ali-mentación, salud, educación..., y el desprecioque les priva de palabra, dignidad...) que lesha ido aniquilando poco a poco en vida y, defi-nitivamente, en muerte. Estas mayorías sonlas que mejor expresan el ingente sufrimientodel mundo. Sin pretenderlo y sin saberlo,“completan en su carne lo que falta a la pa-sión de Cristo”. Son hoy el siervo doliente yson el Cristo crucificado. Son las que más trá-gicamente muestran toda la negrura de la pa-sión del mundo.

La pasión histórica de Cristo y su perenneidentificación con los sufrientes de hoy re-claman la fe y el amor cristiano no mera-mente como compromiso ético, sino expre-sión teologal del Dios Amor que re-dime desde la solidaridad y la par-ticipación.

✒ José Luis QuinteroSánchez, C.P.

expresado el sentido de sus vidas de forma ex-plícitamente cristiana. Han dado sus vidastrabajando y luchando en movimientos popu-lares. Todos ellos son –análogamente– márti-res que se parecen a Jesús. Nuestro mundo hi-pócrita y envilecido los ignora y los quiere en-terrar. Camina –afirma Jon Sobrino– así auna vida sin calidad, a un progreso sin huma-nidad, a una libertad sin generosidad, a unamor sin ternura. No sabe lo que pierde al en-terrar a los mártires jesuánicos.

Mucha ciencia ha acumulado el primermundo, pero todavía ni poner nombre sabe ados tercios de la humanidad pobre, a los 800millones de seres humanos que pasan hambrey a los 50 millones que mueren de ella. Hapuesto el nombre de “holocausto” a los seis mi-llones de judíos vilmente eliminados, pero noa los 80.000 que murieron en Hiroshima...

Aquí en El Salvador, continúa escribiendo,desde abajo y desde lo pequeño, cristianos degran lucidez y de gran corazón y misericordia,al menos han encontrado nombre para ellos,los más excelsos de nuestra fe. Estos desechosde la humanidad, producto en muy buena par-te del primer mundo –el que se reparte Áfricacomercialmente (el grupo de los siete, Denver,1997)–, el que acumula en manos de tres per-sonas lo equivalente a los recursos de los 600millones de seres humanos más pobres, tienennombre. Son “el siervo doliente de Jahvé”, quecarga sobre sus espaldas el hambre, las tortu-ras, las guerras, la indignidad, las migracio-nes, el desprecio, la muerte, que el primermundo le ha impuesto. Son el “pueblo crucifi-cado”, la presencia de Cristo crucificado ennuestro mundo, máxima radicalización de Mt 25. Cristo no está sólo presente en el quepasa hambre y sed, en el que está enfermo,desnudo, encarcelado, sino en el que es priva-do de todo, sobre todo de vida.

Existen, pues, los asesinados masiva, ino-cente y anónimamente, sin haber hecho uso deninguna violencia, ni siquiera la de la palabra.No entregan activamente la vida por la defen-sa de la fe y ni siquiera, en directo, por defen-der el Reino de Dios. Son considerados como“estorbos”, que deben ser eliminados para des-hacerse con más facilidad de los que traba-jan explícitamente por la justicia. Son los cam-pesinos, los niños, las mujeres y los ancianossobre todo, que mueren lentamente día a díay mueren violentamente con increíble cruel-dad y en total indefensión. Son, simplemente,matados y masacrados. Y ni siquiera tienen li-bertad para escapar de la muerte. Son el sier-vo de Jahvé, los pueblos crucificados.

Si nos preguntamos por su posible martirioy lo comparamos con el de los mártires jesuá-nicos, la respuesta es compleja. Si se conside-

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Santa Gema, fue una mujer mística,un alma eminentemente contemplati-va, enamorada de suDios. Su misión en lavida, fue el amor. Espor eso que tanta gen-te acude a ella, implo-rando favores del cie-lo, reiterando agrade-cimientos. Porque seconfía plenamente enella, y porque la fe,“hace milagros”.

Ante todo, SantaGema nos conduce di-rectamente a Aquelque nos ama con amorincomparable.

“Hazme saber, ama-do de mi alma, dondeapacientas el rebaño,para que no ande yocomo vagabunda”, re-

za el Cantar de los Cantares (1,7). Estepasaje bíblico, refleja la constante vitalde Gema. Su amor primordial, es siem-pre Jesús.

Jesús en la Cruz, fue siempre paraGema el Maestro primordial en el su-blime arte de amar. Ella, por otra par-te, asimiló y vivió en toda su plenitud elgran don de la paternidad de Dios. Asíse expresaba Gema, reiteradamente:“Jesús, enséñame a adorar al Dios Pa-dre, Padre tuyo y Padre mío, como tú loadoras”. Gema caminó siempre como dela mano de Dios-Padre, por eso quenunca caminó “como vagabunda”.

Gema tenía muy claro cual era su vo-cación y su destino: ser santa. Quienesconocen su biografía, saben muy bienque, el sacerdote que la bautizó, dijocomo con clarividencia: “quien sabe siesta niña será la primera santa coneste nombre, Gema”. Jesús, Señor yMaestro, le hizo ver en alguna de susrevelaciones: “Tú, serás santa”.

La Eucaristía, fue siempre paraGema como una fuente inagotable delmás puro amor. Exclamaba: “Cada vez

que recibo a Jesús,que me convierta enÉl, para llegar a ser,con Él, con el Padre ycon el Espíritu, unosolo”.

Santa Gema, revelóy seguirá revelandosiempre en su carne yen su vida los modosdel proceder de Dios.

Santa Gema, voló alcielo, víctima de amor,el sábado santo, oncede abril de 1903, des-pués de vivir una vidacomo “hija predilectade la Pasión de Cristo,su Maestro y Señor”.

✒ Aniceto Rey López

Revista Pasionario/259

SANTAGEMA:“AMAR,FUESUOFICIO”

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Las tres palabras elegidas para el VIIEncuentro mundial de las Familias son:Familia, trabajo, fiesta.

Y se eligieron porque lo que el Encuen-tro pretendía era hacer una familiaabierta al mundo. Por eso no podían fal-tar el trabajo y la fiesta, pues formanparte esencial del contexto donde la fami-lia desarrolla su vida cotidiana.

También era preciso tener en cuentaque, la familia necesita su espacio dondedesarrollarse y su tiempo dentro del mo-mento en el que le toca vivir.

Por eso, nada mejor que situarnos ennuestra realidad, para poder ponernosante la relación –hombre-mujer– con sussingulares estilos de vida, cuyas realida-des habrán de conjuntar para propiciarunas buenas relaciones familiares, resi-diendo en el mundo (trabajo) y humani-zando el tiempo (fiesta).

Y quiero que sea, precisamente, en estarealidad donde tomen cuerpo estos artí-culos que intento ofreceros. Con ello, sola-mente, pretendo que sean una luz queilumine la conjunción de la vida familiar,en el desarrollo de la existencia cotidianainsertada en la sociedad y en el mundo.

LA IMPORTANCIA DE ELEGIRUN ESTILO DE VIDA

Si hay una cosa importante para la vidafamiliar es el de escoger nuestro pro-pio estilo de vida. Algo optado libremen-te bajo una seria escala de valores. Unmodo de vivir que no será mejor ni peorque el de los demás sino distinto; un estilode vida que, sumado a otros muchos, vayadando consistencia a esta sociedad vacía,que parece que se nos va de las manos.

Y ¿por qué la familia debe elegir suverdadero estilo de vida? Porque hoy, másque nunca los “estilos de vida vacíos” pro-liferan demasiado, haciendo todos los es-

FAMILIA Y VIDA

LAFAMILIA,ELTRABAJOYLAFIESTA

fuerzos para arrastrarnos a ellos y tra-tando de hundir a ese verdadero estilo devida que engrandece.

Entonces ¿cuáles serán esos nuevos es-tilos de vida, por los que deberíamos op-tar, para que nuestra familia sean un re-ferente en relación al trabajo y la fiesta?

Imposible contestar a estas preguntassi antes no nos silenciamos y nos para-mos a pensar como lo hizo Jesús, al tomaruna vida humana como la nuestra.

Dos pasajes bíblicos describen de modoadmirable esta realidad:

• Primero.–Cómo Jesús vino a vivirentre nosotros (Juan 1,11-12).

• Después.–Cómo eligió para ello elseno de una familia humana (Lucas2,40,41. 51-52).

Vino a los suyos,y los suyos no la recibieron.

Pero a todos los que la recibieronles dio poder de hacerse hijos de Dios:

a los que creen en su nombre(Juan 1,11-12)

Este primer texto nos presenta a Je-sús habitando en medio de su gentey la dura realidad es la que plasma: “Vinoa los suyos, y los suyos no lo recibieron”.

La Palabra eterna salida del seno delPadre, toma la condición humana y deci-

Los hijos, también sueñany señalan horizontes.

Revista Pasionario/260

Al comenzar el nuevo curso, me ha parecido oportuno fijar los temas, queos ofrezco, en el Encuentro Mundial de la Familia en Milán. Lo he pensadoasí, porque en este momento de la historia, que nos ha tocado vivir, las noti-cias se suceden con tal rapidez que no somos capaces de asimilarlas debida-mente. De ahí que me haya parecido oportuno volver al Encuentro de Milán,pues todo él encierra una riqueza que no podemos desaprovechar.

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de hacerlo viviendo en una familia comola nuestra.

Pero el Pueblo de Dios que debería ha-berlo acogido, lejos de acogerlo lo rechaza.Es más, no tarda en quitárselo de en medio.

No ha sido capaz de darse cuenta deque Jesús no desistiría. Trabajaría en ellohasta el fin de su vida. Para terminar enla Cruz, entregando a su madre al nuevohijo, a la vez que a ella la encomendaríaal discípulo amado; y leemos en el evan-gelio de Juan que, “desde aquella hora eldiscípulo la acogió en su casa”.

EL ESTILO DE VIDA DE JESÚS

No puede estar más claro. Aquí tene-mos el estilo de vida que quiere mostrar-nos Jesús, el que Él mismo eligió para vi-vir entre nosotros: un estilo de vida ca-paz de acoger y engendrar.

Jesús pide que la familia sea lugarque acoge y genera vida en plenitud.Pero, no sólo la vida física, sino una vidaabierta a la ofrenda y a la alegría.

Por eso, la familia ha de ser capaz de“acoger” sabiendo salvaguardar la propiaintimidad, la historia de cada uno, lascostumbres familiares, la confianza en lavida, la esperanza en el Señor.

La familia es capaz de “engendrar”cuando hace circular los dones recibidos,cuando sabe conjugar el ritmo de la exis-tencia cotidiana entre trabajo y fiesta, en-tre afecto y caridad, entre compromiso ygratuidad.

Sabiendo que, para dar el don que reci-be, la familia ha de saber: custodiar ytransmitir la vida, tanto en la parejacomo con los hijos.

La familia tiene que tener su propio rit-mo, el latido de su propio corazón. La fa-milia ha de ser lugar de descanso y de im-pulso, de llegada y de partida, de paz y desueño, de ternura y de responsabilidad.

La pareja debe construir un clima ade-cuado antes de la llegada de los hijos. Por-que los hijos al llegar necesitan ver unacasa llena de amor. La casa tiene que serun hogar habitado, no puede quedar de-sierta a causa del trabajo, sino que la fa-milia deberá aprender a vivir y a conjugarlos tiempos del trabajo con los de la fiesta.

Bien sé que, a menudo, la familia de-berá hacer frente a presiones externas

que no consienten el ideal que ha elegido,pero los discípulos del Señor han de seraquellos que, viviendo en las situacionesconcretas, saben dar sabor a cada cosa,incluso a lo que no han logrado cambiar.Pues ellos, como los discípulos de Jesús,han de ser la sal y la luz de la tierra.

También como los discípulos han dedar una importancia especial al domingo.El domingo debe de ser un tiempo deconfianza, de libertad, de encuentro,de descanso, de compartir. El domingoes el momento del encuentro entre losmiembros de la familia y por ser el Díadel Señor habrá que reservar un tiempopara la oración, para la escucha de la Pa-labra de Dios y para la Eucaristía.

Esto nos ayudará a que también losdías de la semana reciban luz del domingoy de la fiesta, haciendo que, en la familia,haya menos dispersión, más encuentro,menos prisas, más diálogo, menos cosas ymás presencia.

Seamos valientes y hagámoslo así. Ellonos hará cultivar los sueños,aceptar los sufrimientos y soste-nernos en la esperanza.

✒ Julia [email protected]

Revista Pasionario/261

Familia uniday creyente,

el mejor“estilo de vida”.

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EL EVANGELIO CADA DÍA

Qué bien quedamos retratados loshumanos en el Evangelio. Cuando apa-rece el Maestro de Nazaret, “los sabios yentendidos” –aquella gente que tantaimportancia se daba- no entienden a Je-sús. Los maestros de la Ley critican susenseñanzas, sin comprender que preci-samente en El se estaban cumpliendolas Escrituras. Tenían la mente y el co-razón cerrados por su autosuficiencia. Ycuando llega, se resisten a recibir al Me-sías que tanto habían esperado.

Los pequeños y sencillos, en cambio,reconocen en El al Enviado, que duran-te tanto tiempo habían anunciado losprofetas. Los humildes tienen el cora-zón abierto para entender al Maestroque hablaba con tanta autoridad, y quepasaba invitando a la gente: Venid a mítodos los que estáis cansados y agobia-dos, y yo os aliviaré. Y frente a la incre-dulidad de tantos, Jesús se siente pro-fundamente agradecido por la fe queencuentra en los más pequeños y senci-llos. Se llena de alegría y no deja dedarle gracias a Dios Padre.

¿Cómo oraba Jesús?

Qué suerte para nosotros que el evan-gelista nos haya descubierto los senti-mientos de Jesús y nos haya dado a co-nocer su oración. Porque, muchas vecesen el Evangelio vemos a Jesús orando,pero pocas en las que los evangelistas

GraciasporlosmássencillosAqueldíaexclamóJesúsdiciendo:“Tedoygracias,Padre,Señordecieloy

tierra,porquehasescondidoestascosasalossabiosyentendidosyselashasreveladoalagentesencilla.Sí,Padre,asítehaparecidomejor.TodomelohaentregadomiPadre,ynadieconocealHijomasqueelPadre,ynadieconocealPadresinoelHijo,yaquienelHijoseloquierarevelar.

Venidamítodoslosqueestáiscansadosyagobiados,yyoosaliviaré.Car-gadconmiyugoyaprendeddemí,quesoymansoyhumildedecorazón,yen-contraréisvuestrodescanso.Porquemiyugoesllevaderoymicargaligera”.

(Mateo11,25-30)

A Jesús le mueve a orar el que la gentesencilla acepte al Padre que le ha enviado.

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cuela para aprender con El los miste-rios del Reino; si nos comprometemos aseguirle sin condiciones, y a obedecerlea El, “manso y humilde de corazón”, sintener que servir a otros señores.

Y qué gracia tan grande para los su-yos: ser causa de la oración filial de Je-sús, permaneciendo pobres y sencillos,y poniendo en El toda nuestra espe-ranza. A eso nos invita hoy el Señor: asentirnos a gusto con El; a repararnuestras penas siguiéndole de cerca; asentirnos discípulos suyos y aprenderde El, compartiendo su oración y suvida.

En el seguimiento de Jesús, no desa-parecen las dificultades, pero se con-vierten en carga ligera, porque El tieneun corazón humilde, y en su escuela esun maestro manso para todos. Este ma-estro no libera a sus discípulos de laobediencia ni de la cruz; pero nos pro-mete que no serán insoportables susexigencias, ni lo serán la obediencia asu Evangelio, ni el peso de nuestra cruzde cada día.

Gracias, Señor, por ser para nosotrosun Maestro manso y humilde de cora-zón, paciente y misericordioso. Porque apesar de todo, el amor entrañable quenos tienes nos impide sentirnos discípu-los fracasados. Muchas gra-cias, por no desesperar nuncade nosotros, ni exigirnos nun-ca más de cuanto podemos.

✒ Antonio San Juan

nos transmiten su forma de orar: esamanera suya tan filial de dirigirse al Pa-dre, y esa invitación tan consoladora quenos hace, para compartir su enseñanza ysu descanso con todos los que podamossentirnos cansados y agobiados.

A Jesús le mueve a la oración el quela gente sencilla esté aceptando al Pa-dre que le ha enviado, y abriendo suvida a la voluntad de Dios. Esto le lle-na de alegría y gratitud. A los sabios desu pueblo, el Maestro de Nazaret no lesparecía suficientemente bueno ni en-tendido. Sólo le entienden los humildesy sólo éstos se sienten con fuerza paraseguirle. Sólo los pobres se enriquecenacogiendo sus palabras y presenciandolos milagros de sus manos.

Sus discípulos de hoy debiéramossaltar también de alegría, viendo a Je-sús feliz al ser aceptado por gente tansencilla, y más sencilla que nosotros. Ydar muchas gracias con El al Padre, porsentirse mejor conocido y apreciado porlos pobres y humildes de su pueblo. Yqué bueno que hoy seamos nosotros losque compartamos con El nuestras ale-grías y nuestras penas; y que nos con-virtamos en el motivo de su oración fi-lial y de su gozo más íntimo.

Orar la palabra

Qué suerte más grande para noso-tros. Podemos alegrar el corazón de Je-sús, si no dejamos de acudir a su es-

Nos invita el Señor a compartir su oración y su vida.

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RINCÓN DE ORACIÓN

LAPUERTADELAFE

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“El símbolo de la fe es un signo de identificación y de comuniónentre los creyentes... es la recopilación de las principales verda-des de la fe.” (Catec. nº 175).

1 ELCREDOO“SÍMBOLO”

En el Credo, nos dice S. Cirilo de Jerusalén, se ha “resumido en unos pocos versículostodo el dogma de la Fe... Que lo consideréis durante todo el tiempo de la vida como viá-tico y fuera de esta fe no aceptéis ninguna otra... No se ha compuesto como le pareció alos hombres, sino que cada una de sus afirmaciones se ha entresacado de toda la Es-critura y contiene la única doctrina de la Fe”.

El Credo tiene tres partes. Cada parte expresa la fe en cada una de las divinas per-sonas de la SS. Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) con fórmulas breves que lla-mamos artículos de la fe (Catec. nº 191). Un artículo de la fe es: Creo en Dios Padretodopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Otro: Creo en Jesucristo, su úni-co Hijo, nuestro Señor y así sucesivamente siguen los demás artículos. “Sus pala-bras son breves, pero contienen todos los misterios. En forma abreviada se han recogi-do de todas las Escrituras, como piedras preciosas engarzadas en una corona” (Nicetasde Remesiana).

Los dos Credos más importantes en la Iglesia son: el Credo de los apóstoles y el Cre-do Niceno-Constantinopolitano (Catec. nº 194). El primero resume la fe apostólica. Es elantiguo credo bautismal de Roma. El segundo, un poco más amplio, resume la fe profe-sada en los concilios de Nicea (año 325) y Constantinopla (año 381), de ahí su nombre.

2 CREOENDIOSPADRETODOPODEROSO,CREADORDELCIELOYDELATIERRA

DIOSPADRECREADOR

El primer artículo que profesamos se refiere a la fe en Dios Padre creador. Los cris-tianos creemos que el origen de nuestra vida, del mundo y del universo está en Dios,Padre de nuestro Señor Jesucristo. Los Stos. Padres, en sus catequesis, explicaban esteartículo trinitariamente, es decir, no confesaban primero un monoteísmo: Creo en Diosy luego la Trinidad, sino que interpretaban el término Padre del primer artículo ensentido trinitario, como Padre del Hijo. Y así decían a sus catecúmenos:

“Crees en Dios Padre todopoderoso, Dios ingénito, el cual nadie tomó comienzo ni lo re-cibió de nadie, Dios invisible, al que ningún ojo de carne basta para verlo, Dios inabarca-ble, el cual lo abarca todo, Dios inmutable, el cual no se muda con el tiempo ni envejece porla edad, sino que siempre es el mismo, el cual no comenzó a vivir en el tiempo, sino que vi-viendo siempre no admite sucesor alguno, Dios bueno y justo, Creador del cielo y la tierra.A éste lo confiesas como Dios y al mismo tiempo como Padre” (Nicetas de Remesiana).

La creación ha salido de las Manos de Dios, no ha surgido por casualidad. Sea cualsea la explicación científica que explique el comienzo de la vida, no está reñida con esteartículo de fe porque, en último término, el principio de la vida no procede de nosotros,sino de Dios. El hombre, por más que avance y progrese, por más que abarque y per-feccione, no tiene en su poder “hacer surgir la vida de la nada”. Es algo que está re-servado a Dios. El Padre ha creado “Todas las cosas, celestes y terrestres, visibles e in-

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visibles” por medio de su Hijo y para Él (Col. 1,16). De ahí que no sólo en la obra de laRedención –que veremos en el segundo artículo–, sino también en la de la Creación, elDios que confesamos es el mismo y único Dios trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo.“En esto consiste la piadosa confesión de fe en Dios, en que no sólo sepas que Él es Dios,sino en que lo reconozcas también como Padre, *Padre del Verbo viviente, de la virtudde la sabiduría propia* el cual antes de todos los siglos, antes de todo comienzo, antesde absolutamente todo tiempo engendró de sí mismo un Hijo, el espíritu al espíritu, Diosa Dios” (Nicetas de Remesiana).

El Padre siendo elorigen y principio dela creación es, tam-bién, nuestra meta,nuestro fin. Comodecía el Sto. Padreen su homilía duran-te la Vigilia Pascual(7-IV-2012): “La cre-ación está orientadahacia la comuniónentre Dios y la cria-tura”.

Por eso, creer enDios Padre creadorno es indiferente anuestra vida sino,como nos dice el Ca-tecismo, “es decisivo”(nº 282). Sabemosque hemos salido desus Manos llenas de

amor y bondad, que esas Manos nos sostienen y guían en el camino de la vida y que,en esas Manos, seremos acogidos al final de nuestra existencia.

DIOSPADRETODOPODEROSO

“Aquel que es bondad, es al mismo tiempo poder, es omnipotente. El poder es bondady la bondad es poder” (Benedicto XVI, Papa. 7-IV-2012).

Esta omnipotencia de Dios consiste, según el Catecismo (nº 268) en que Dios “ha cre-ado todo, rige todo y lo puede todo”. Omnipotencia que no es arbitraria sino amorosa,porque Dios es nuestro Padre. Y, al mismo tiempo, misteriosa, porque sólo la fe puededescubrirla cuando se manifiesta en la debilidad.

En este todo-poder de Dios comprendemos su Providencia para con nosotros. Sabe-mos que somos conducidos y guiados, también a través de los sufrimientos inexplica-bles y a través de los peligros de nuestra vida. La fe en la Providencia infunde en nues-tro corazón la dulce confianza de que “todo coopera al bien de los que aman a Dios”(Rm 8,28). Dios es Señor del mundo y de la historia y “aunque los caminos de su Pro-videncia no sean desconocidos, sabemos que un día cuando le veamos cara a cara (1Co13,12) Él nos desvelará cómo a través incluso del pecado y del mal, nos ha conducidoy guiado hacia Él” (Catc. nº 314).

✒ Sor Cati de la SS. Trinidad, C.P.Oviedo

Dios Padre,creador de todo y de todos(fresco de Miguel Ángel,

en la Capilla Sixtina).

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DESDE LA OTRA ORILLA

Un centenar de naciones no respetan lalibertad religiosa. Son muchos los paísesdonde ser cristiano se llega a pagar con lavida. Millones de creyentes son persegui-dos por su fe, pero los cristianos, los máshostigados. Se estima que cerca de cienmillones de personas en todo el mundo su-fren persecución a causa de su fe cristia-na, y en muchos lugares sólo pueden viviren forma clandestina abandonados a susuerte.

Mártires, testigos

Tan habituados estamos a contemplarla plaga de la violencia y del terrorismo, ladifusión de extremismos y fundamentalis-mos, que parece que ello no va con noso-tros. Casi a diario y por doquier se regis-tran en el mundo fenómenos que ponen enriesgo la integridad física de muchos cre-yentes. Si nos referimos al hecho religioso,vemos con cierta rabia y una total impo-tencia, cómo se ve limitado el libre ejerci-cio de profesar librementela propia fe, uno de los de-rechos humanos esencia-les, reconocidos universal-mente.

Cuando se habla demártires, se piensa en lagente que moría en la an-tigua Roma. Sin embargo,la Roma de los primerossiglos con sus odios y fo-bias, con su intolerancia e

intransigencia, ha vuelto con virulencia alescenario de nuestro mundo actual. Nerón,Decio, Domiciano, Diocleciano, en un in-digno contubernio, parecen haber “re-en-carnado sus fantasmas” para golpear denuevo a comunidades cristianas, en un es-cenario de terror. ¿Qué tendrá el cristia-nismo, religión del Amor y la tolerancia,para que sea tan perseguido?

Ante esta ola de violencia que sufrenlos seguidores de Jesús, “cristianos masa-crados”, pocas o ninguna representacióngubernamental, quiere manifestar públi-camente su profunda preocupación por lasituación que viven numerosos hermanosen la fe en sus países de origen donde sonperseguidos por razones de su fe. Nues-tros misioneros, que han entregado suvida al prójimo, sufren continuamenteataques perpetrados y dan testimonio fe-haciente de tanta tropelía y contínuasmuertes injustas de hombres y mujeresinocentes.

Persecuciones múltiples

Asistimos a una persecución sangrienta,pero también hay otra solapada y callada.Silencio ante el hecho tan vergonzoso, yque muchos justifican por intereses econó-micos y estratégicos. Los países comunis-tas e islamistas los más intolerantes. Unaideología comunista haciendo la guerra aDios y desterrándolo para que no entre enlas conciencias; miles de personas en con-tinua diáspora, abandonando sus hogarespor miedo a las amenazas de muerte quese difunden frecuentemente desde muchasmezquitas. Guerra al infiel desde los púl-pitos que degenera en Iglesias asaltadas y

SigloXXIylapersecucióndeloscristianos

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destruidas, y en constantes persecucionesy asesinatos. Tampoco debemos juzgarcomo inocente el proyecto cultural quedesde un laicismo anticristiano, más bienanticatólico, se nos impone en tantos esce-narios políticos y areópagos mediáticos denuestra sociedad Occidental.

Cuándo llegará el día en que prevalezcala verdad frente a las ideologías y fanatis-mos. Se estima en más de cien mil perso-nas al año que mueren en defensa de suCredo. Si estas cifras no son un grito almundo, si esta masacre no se detiene, si nose reconoce que la persecución contra loscristianos es una emergencia en todo elmundo con respecto a la discriminación yviolencia religiosa, el diálogo entre las re-ligiones sólo producirá simposios maravi-llosos, pero no resultados concretos.

Es hora de hablar alto y claro

Es hora de levantar la voz ante el es-candaloso silencio de los medios de comu-nicación occidentales, por los miles de cris-tianos muertos o perseguidos de todas lasdenominaciones en el mundo. La represióny las restricciones a la libertad religiosaque sufren las comunidades cristianas, so-bre todo en África y Asia, se obvian en losmedios de comunicación; Es un momentoen el cual está habiendo más mártires queen cualquier momento de la historia de laIglesia, mártires de quienes muchas vecesni siquiera su nombre es conocido. Delan-te del Señor están muy presentes, elloshan recibido la corona de la gloria en elCielo, y sobre todo, están dando un testi-monio de fortaleza en la fe.

Resulta angustiosa la diáspora de milesde personas que reuniendo en un hatillolas pertenencias más esenciales, quizásalgún recuerdo especialmente querido, se

alejan de la persecución. Así caminancientos de familias cristianas, tragándoselas lágrimas por una historia de siglosque se deja atrás, para librarse del acosopermanente y de las amenazas de muerte,por el mero hecho de profesar su fe enCristo.

Cristo, camino, verdad y vida

«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida»,así se revela Cristo en el Evangelio de SanJuan. Mas la Verdad tiene muchos enemi-gos, y así se puso de manifiesto desde elmismo comienzo de la andadura de la Igle-sia. A lo largo de los siglos el odio se hamanifestado de muchas y variadas formas,y su concreción violenta ha regado de san-gre cristiana los cinco continentes. La epo-peya de los mártires que cayeron bajo laespada, la horca o las balas, por el merohecho de creer en lo que nosotros rezamoscada domingo en el Credo. A algunos deellos los veneramos en los altares, pero lagran mayoría son desconocidos; sus restosdescansan en tumbas sin nombre, esquele-tos olvidados para la Historia y para loshombres.

El Papa Benedicto XVI señaló en su au-diencia del 16 de mayo pasado que “no hayningún grito humano que no sea escucha-do por Dios”, especialmente en la oraciónque libera a la persona de la esclavitud ypermite sobrellevar el sufrimiento. Tam-bién nos recuerda, que la Cruz es y siguesiendo el signo del “Hijo del Hombre”: a finde cuentas, la verdad y el amor no tienenotra arma en su lucha contra la mentira yla violencia que el testimonio del sufri-miento.

En el discurso escatológico (Mc 13,9),Jesús hace referencia a las futuras perse-cuciones de los suyos; el anuncio del Evan-gelio estará siempre bajo el signo de laCruz; esto es lo que los discípulos de Jesúshan de aprender en cada generación.

Los cristianos sabemos que Jesús ya ha-bía anunciado que ese es el camino de losque le siguen: «Si alguno quiere venir enpos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruzde cada día, y sígame» (Lc 9,23)y «No está el discípulo por enci-ma de su Maestro» (Lc 6,40).

✒ Gregorio Santos ZayasBarcelona

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A mi Familia Pasionista...(donde me hago persona y dónde día a día madura mi fe)

Gracias por abrirme tus puertas,por enseñarme a mirar más allá de mí...

Gracias por acogerme en tus brazos,por enseñarme a orar, a crecer y a creer

Gracias por enseñarme a amar...Has sido y eres la fiel compañera,

la que siempre está dispuesta,la que cuando me perdí,

me buscó hasta encontrarme...Cerraste mis heridas una y otra vez

y me hiciste hombre nuevo...Nunca dudaste de mi frágil humanidad,

siempre apostaste por mí...Hoy quiero decirte:

¡CAMINA, ANHELA, SUEÑA!No te dejes envolver por la monotonía,

que cada día sea una nueva oportunidad,que cada amanecer traiga un reto que afrontar...Grítale al mundo quién eres, con qué sueñas...

Dile que nunca te conformas, que luchas siempreque el Reino de Dios es tu mayor anhelo...

Cuéntale, que todo lo que eres,lo especial que te identifica, no viene de ti

sino que te lo ha regalado el Omnipotente, el Señor de la Vida...Sin ti(sin los tuyos), mi vida sería otra...No sé si mejor o peor, sólo sé que diferente

Sin ti nunca hubiera sido compromiso,ni lucha, ni instrumento de paz...

Sin ti(sin los tuyos)nunca hubiera sido mano de Dios,

ni esperanza de futuro, ni palabra viva...Sin ti, no habría crecido tanto por dentro

ni hubiera dicho y oído tantas veces “Te quiero”...Sin ti, mi vida sería una vida más...

Pero siento que contigo, hecha de hermanos,de dones y de Espíritu Santomi vida ha llegado a ser VIDA

para mí y para los demás...

¡¡¡GRACIAS!!

✒ Marta Martínez A., Santander

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Cuando Dios creó el mundo, un díaantes de darlo por terminado, enco-mendó a sus ángeles la tarea de reco-rrerlo entero y comprobar si faltabaalgo por hacer. Un ángel le contestó:“Señor, mil veces nos has enviado aver si faltaba algo y ya te hemos di-cho que todo quedó bien”. Y Dios sefue a dormir.

A la mañana siguiente Dios ma-drugó más de lo normal, se asomó ala ventana y vio que el hombre esta-ba talando bosques, robando a susempleados, engañando, fabricando ar-mas para pelear y matar… y entoncesmandó de nuevo a sus ángeles bajar ala tierra e indagar qué había hechomal y corregirlo.

Muchos días después, los ángeles su-bieron a su presencia: “Señor, te hemosde dar una mala noticia: toda tu obraha quedado perfecta, salvo una cosa: elcorazón del hombre, que se rasga y encada grieta se cuelan unos sentimien-

tos extraños que Tú no creaste: odios,envidias, celos, rencores, ambición…Nosotros hemos cerrado sus heridascon tus palabras, pero se vuelven aabrir continuamente. El corazón delhombre te ha quedado algo frágil. Ha-bría que estar todo el día a su lado.

Un ángel propuso: “sólo cabe una so-lución, has de destruirlo y volver a cre-arlo de nuevo; el de los elefantes tequedó muy bien, podrías copiárselo”.Dios contestó: “No sería mala idea sino les hubiese cogido ya tanto cariño,y hasta tengo algunos escogidos entreellos para grandes misiones. Creo quela mejor solución es la que dijiste an-tes: que haya ángeles en medio deellos, siempre cerca, para cerrar susheridas y sanarles el corazón, para ha-blarles de mí. ¡Id todos!, Quedáis sintrabajo en el cielo. ¡Todos a la tierra!”

… Y así fue que Dios creóa los catequistas.

CATEQUISTAS

"Catequistas parroquia S. Miguel y Sta. Gema-Santander"."Catequistas parroquia S. Miguel y Sta. Gema-Santander".

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SANJUANDEÁVILA,DOCTORDELAIGLESIAUNIVERSAL

El asombro, y tres preguntas

Días atrás, tuve la oportunidad derepasar la apretada síntesis que de suvida diseñó, año tras año, el Padre Mar-tínez Puche. De inmediato surgió en míel asombro ante la riqueza de sentido yde los contenidos de la vida de un hom-bre excepcional. Y con el asombro, trespreguntas para las que aún no he ha-llado respuesta.

1.ª: Cómo pudieron encuadrarse enuna vida breve tantos quehace-res como: predicador incansableen pueblos y ciudades, fundadorde colegios y universidades, di-rector espiritual de almas pre-claras, teólogo-escritor con doc-trina honda, práctica y clarivi-dente, que aún hoy asombra, re-laciones múltiples con los gran-des santos y prohombres de suépoca. Reformador de la Iglesia,aplicando las enseñanzas delConcilio de Trento. Y entre tan-to, dos años en la cárcel de la In-quisición, por suspicacias y de-laciones sobre su “recta doctria”.

2.ª: Cómo habría sido posible que nose hayan dado a conocer, mayor-mente, la vida, la ejemplaridady las enseñanzas de este sacer-dote universal hasta época muyreciente. Y

3.ª: Cómo explicar que desde sumuerte, hasta su canonización,pasaran nada más y nada me-nos que cuatrocientos años.

Hace ya varios años que la Confe-rencia Episcopal Española tomó con elmayor empeño el proyecto y la propues-ta de que Juan de Ávila fuera procla-mado Doctor, es decir, maestro y men-tor en la Iglesia Universal. Al fin, obje-tivo alcanzado, con fecha, señalada porel Papa, el 7 de octubre de 2012.

Su mensaje, válido también hoy

Con vistas a esta solemne proclama-ción, la misma Conferencia Episcopalhizo púbica una Instrucción de gran in-

San Juan de Ávila, nació en Almodóvar del Campo, Ciudad Real,el 6 de enero de 1500, y murió en Montilla, Córdoba, el 10 demayo de 1569. Fue proclamado “Beato” en 1894, y canonizado,proclamado santo, en 1970. Finalmente, el Papa Benedicto XVIproclama a San Juan de Ávila “Doctor de la Iglesia Universal” el7 de octubre de 2012.

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terés. De ella entresacamos los siguien-tes párrafos, aleccionadores:

“Pero, ¿qué puede decirnos un hom-bre del siglo XVI a quienes vivimos enel XXI? ¿Qué sentido tiene que irrumpaen nuestro presente un personaje quecuenta con quinientos años de historia?Juan de Ávila, el clérigo andariego querecorrió ciudades y pueblos predicandoel Evangelio; que abandonó honores, ri-quezas y proyectos para poseer solo aJesucristo; el hombre culto, sencillo yespiritual tal vez más consultado de sutiempo ha continuado presente con sutestimonio y sus escritos durante loscinco siglos que nos separan de él yalza de nuevo su potente, humilde y ac-tualísima voz ahora, en este momentocrucial en que nos apremia la urgenciade una nueva evangelización. Porquepasan los tiempos, pero los verdaderoscreyentes como él son siempre contem-poráneos”.

La verdad, no se ha de callar

«La originalidad del Maestro Ávilase halla en su constante referencia a laSagrada Escritura; en su consistente yactualizado saber teológico; en la segu-ridad de su enseñanza y en el cabal co-nocimiento de los Padres, de los santosy de los grandes teólogos. Como profun-

do admirador de San Pablo, también ensu acusado paulinismo y, al estilo delApóstol, en su firmeza para proclamarlos contenidos de la fe. Como él mismoescribe en una carta: “La verdad no seha de callar, y débese decir con muchaafirmación, diciendo que, aunque el án-gel del cielo otra cosa evangelizare, nodebe ser creído (cf. Gal 1,8)”».

Considerando la Pasiónde Jesucristo

«El momento más dulce y tierno dela oración en Juan de Ávila es el dedi-cado a considerar la pasión de Jesucris-to, y mirar a Cristo por la fe tiene comoconsecuencia el divino intercambio: Élasume nuestros males y nosotros reci-

bimos la plenitud de su vida. Loexplica así: “Cierto, pues sumuerte fue poderosa para resu-citar a los muertos, también loserá su vida para conservar envida a los vivos. Hízonos deenemigos amigos, pues no nosdesamparará siendo amigos. Sinos amó desamándole, no nosdesamará amándole. De mane-ra que osemos decir lo que dijoSan Pablo: Confío que aquel,que comenzó en vosotros el bien,lo acabará hasta el día de Jesu-cristo (Flp 1,6)”».

✒ M. G.

Habitación deSan Juan de Ávila.

Sepulcro deSan Juan de Ávila.

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ha alcanzado entre losfieles y las muchas in-dulgencias y singu-lares privilegios,concedidos por losPapas a cuantos lorezan, dan garan-tía de su valor yde la alta estimaque se le profesa enla Iglesia.

UN COMPAÑEROSIN PAR EN EL CAMINO

Son muchos los cristianos que tienen ladevoción y el gusto de llevar el Santo Ro-sario en sus manos o en sus bolsillos, ytodos constatan que es una manera muyfácil y eficaz, para gozar de la seguridadde que Jesús y María nos acompañan.

Llevar el Rosario en las manos es tenerconciencia de que Jesús y María caminansiempre a nuestro lado, porque saben queles necesitamos para ver con claridad elcamino que hace a nuestra salvación, ypara que nos sintamos estimulados a se-guir sus ejemplos en todo nuestro cami-nar.

Resuenan en nuestros oídos y repeti-mos una y otra vez con nuestros labioslas palabras del Ángel a María y las desu prima Santa Isabel, y repetimos encada una de las avemarias, los nombresde Jesús y de María, en un tono encendi-do de alabanza y de admiración, y le pe-dimos a María que ruegue por nosotros,ahora y en la hora de nuestra muerte.

Con el rosario en nuestras manos, nosresulta más suave la aspereza del cami-no, más soportables y llevaderas las con-trariedades de la vida, y más ilusionanteel recorrido de los misterios de la vida,pasión y muerte de Jesús que culminancon el triunfo de su Resurrección y la glo-rificación de su Madre María que son, asu vez, la culminación y gloria de cuantose nos ofrece y ha de acompañar a cuan-tos lo rezan.

Contemplamos a María a quien confe-samos con orgullo, “Bendita entre las

UNA DEVOCIÓN QUE NOS DACOMPAÑÍA Y VIDA

Todos sabemos lo que es el Santo Ro-sario, y lo que sus cuentas, pesan en lasmanos de cuantos lo rezan.

Podemos decir que el Rosario tienevida en sí mismo y que, cuando lo lleva-mos con devoción en nuestras manos, te-nemos la impresión de que no estamossolos y que nos da la certeza de que al-guien nos acompaña y que nos llena dealegría y de esperanza.

El Rosario es un signo de bendición y depromesas que nos hace vivir la presenciade Jesús y de María que quieren acompa-ñarnos en donde quiera que nos encontra-mos. Sus cuentas están impregnadas de laluz y del calor que irradian los misteriosde amor y de gracia que, a través de ellas,vamos contemplando.

Nos gusta y nos complace ver el SantoRosario en las manos de los cristianos, ylo vemos también con admiración, entro-nizado en muchos hogares y lugares detrabajo, como un signo inequívoco de ben-dición y de gracias.

El Rosario es una oración popular ysencilla, que nos une con Jesús y con Ma-ría, y que nos lleva como de la mano, acontemplar con amor y con fe, la Vida, laPasión y la Resurrección de Jesús, juntocon las glorias y prerrogativas más excel-sas de María, la Madre de Jesús que estambién madre nuestra.

Cuando rezamos el Rosario, los nom-bres de Jesús y de María están de contí-nuo en nuestros labios y nos dan la cer-teza de que nos escuchan y permanecen anuestro lado.

Al Rosario lo llamamos “Santo”, y loes, porque santos son los misterios que enél contemplamos y porque también son“santas y reveladas”, todas las oracio-nes que en él rezamos.

Nos cuenta la tradición que fue la Vir-gen María quien se lo entregó a SantoDomingo de Guzmán, en el siglo XIII,como un signo de protección y de ayudacelestial contra los enemigos de la Reli-gión y de la Iglesia, y la popularidad que

CONELROSARIOENLASMANOS

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mujeres”, Lc 1,42, llena de gracia y decelestial hermosura, y confesamos su“Grandeza”, a la vez que le pedimosconfiados, sintiéndonos hijos suyos, que“Ruegue por nosotros, ahora y en la horade nuestra muerte”, y que nos mantengajunto a Ella, ahora y siempre.

UN TRAMPOLÍN DEL PARAÍSO

El Rosario es igualmente un trampolínque nos hace saltar de la tierra a lo másalto del cielo, para situarnos junto a Je-sús y María, coronados con todo el es-plendor de gloria, como Reyes de losÁngeles y de los Santos que se sienten“bienaventurados” en su presencia y seponen en sus manos para convertirse enintercesores y servidores nuestros.

Los misterios gloriosos son como un es-pejo a través del cual vemos con claridadmeridiana la gloria que Jesús nos ofrecea cuantos creemos y nos esforzamos enseguirle como ovejas de su rebaño, porqueéste es el mandato que ha recibido delPadre: “que no pierda a nadie de cuantoscreemos en Él, sino que nos resucite y nosdé la vida eterna”. Jn 6,29.

Jesús nos ama y quiere tenernos a sulado y hacernos partícipes de su gloria;“porque donde estoy yo, quiero que estéis

también vosotros”, Jn 14,3, y para quenos resulte más fácil conseguirlo nos hadado a María, su Madre como madrenuestra, para que cautivados por su amortierno y contando con su apoyo e interce-sión constante, podamos tener aseguradala vida eterna.

Los misterios gloriosos nos invitan ynos comprometen a tener la mente y elcorazón en el Reino de los Cielos que esdonde nos encontramos con Cristo deseo-so de poder transfigurarnos en Él, y don-de nos espera María deseosa de tenernosa su lado para siempre para formar connosotros la gran familia de los hijos deDios, contemplados en el Apocalipsis,“como los rescatados entre los hombres,como primicias para Dios y para el Cor-dero”, Ap 14,4.

Así es el Rosario el que nos lleva a tra-vés de sus misterios y como llevados de lamano de María, a vivir nuestra dignidadcristiana, como la vivieron Jesús y María,“muertos para las cosas de la tierra”, Col3, 3. y buscando en exclusiva “los bienesde arriba donde está Cristo–con María–, sentado a la de-recha del Padre. Col 3,1-2.

✒ P. Eutiquio López, C.P.

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OTRA JUVENTUD

Laalegríadedarsealosdemás

■ ¿Cuándo y cómo surgió en voso-tras esa decisión de viajar a Boliviay convivir durante un mes con los ni-ños más pobres?

■ Desde hace mucho tiempo teníamosesta idea en la cabeza… Queríamos viviruna experiencia así, de entrega total a losdemás, pero no sabíamos ni cuándo nidónde; solo sabíamos que nuestro mo-mento era ahora. Y cuando el Padre JoseMaría nos lo ofreció, no dudamos ni unsegundo. Nos contó el proyecto, el lugardonde íbamos a convivir y los días queduraba, y nos pareció todo perfecto, asíque nos decidimos a disfrutar de estaaventura. Además, aunque te da un pocode miedo al principio, el hecho de ir con“Chema” deja tranquila a cualquiera…

■ De todo lo que visteis en Boli-via, ¿qué fue lo que más te sorpren-dió?

■ Había tantas cosas por las que sor-prenderse, tanto buenas como malas, queno sabría decirte una sola. Desde el atra-so tremendo que ves en una cultura queno hace apenas nada por estos pequeñosabandonados, hasta el amor que te dabandesde el primer momento cada niño. Pero,sin duda uno de los momentos más cho-cantes fue una tarde que nos dirigimoscon el Padre Sevi a velar a una niña dedos añitos… Había fallecido mientras es-taba con su canguro. De hecho sospecha-ban de ella, y la mamá estaba sola rezan-do a la pequeña. Fue muy impresionante,allí en su casa (si se puede llamar así,porque era un piso sin construir, con ba-sura y muchos destrozos), viendo la carade la niña y la de su madre, destrozada, ytodas rezando con ella. Allí eso es el día adía, porque hay un alto índice de muerteinfantil, y a nosotras nos destrozó…

■ Para ti, ¿aquellas monjas pasio-nistas de la Residencia están entre-

gando su vida por los niños más po-bres?

■ Sí, sí y sí. Sin duda, vaya. Son elejemplo claro de la caridad, la dedicacióny la entrega por y para los demás. Se danenteritas, regalan todo lo que tienen y tedejan con la boca abierta con cada histo-ria que te cuentan. Son auténticas… Vesa Dios en sus ojos, en sus actos y en cadacaricia de gesto de cariño que prodigan alos peques. Y aunque han dejado sus paí-ses, su familia y sus comodidades de “pri-mer mundo”, son más felices que cual-quiera. A todas nos enamoraron y nosfascinaron, porque realmente su vida escuidar a los niños que nadie quiere…Yeso te llena el corazón de ternura y ad-miración.

■ Patricia, ¿hay todavía gente ennuestro mundo egoísta que da feliz-mente su vida por los demás?

■ Claro que los hay, pero esos no salenen las noticias ni en la tele. De ellos no secuenta nada cuando sube la Iglesia alcandelero, pero claro que están. Son tro-citos de Jesús andando por el mundo,amando como Él amaba. Y lo que más tellama la atención es que son felices así,dejando atrás todo ese mundo egoísta quete da una vida cómoda y consumista, ydando todo lo que tienen por los que máslo necesitan. Este mes nos hizo sentirnosaún más a gusto en nuestra familia pa-sionista, viendo todo lo que hacen por elmundo, y la verdadera pasión con la quehacen todo. Desde aquí, les mando mimás sincero aplauso porque se lo mere-cen.

■ ¿Saben agradecer aquellos ni-ños pobres de Bolivia los favores quereciben?

■ Eso es algo que nos marcó a todas…El hecho de que, siendo niños abandona-dos, que no han recibido cariño casi nun-

Nos lo cuenta Patricia Álvarez, una de las jóvenes que el verano pasadoconvivióduranteelmesdeagostoconotrasamigas,todasantiguasalumnasdelColegioSanGabrieldeAlcaládeHenares,enlamisiónPasionistadeBolivia.

Revista Pasionario/274

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■ Con los ojos cerrados, Pa-dre… De hecho ya pienso en elpróximo lugar al que me gustaríair, aunque no descarto, por supues-to, volver a Bolivia, ya que me en-cantaría volver a ver a todas laspersonas maravillosas que he co-nocido allí. Yo creo que es ese tipode experiencias que, cuando la vi-ves una sola vez, te entran las ga-nas de más y más, y estoy conven-cida de que mi experiencia comovoluntaria pasionista no se queda-rá aquí.

■ ¿Estás de acuerdo con laspalabras de Jesús: “Hay másalegría en dar que en recibir”?

■ Jesús no puede dar más en elclavo… Esa frase podría resumir cual-quier vivencia de voluntariado, ya quedando consigues ser feliz. Dando te sien-tes útil, te sientes querido y sientes quehaces felices a muchas personas. Dandono te importa nada más… porque cuandolo haces de verdad, con el corazón, te lle-na más que cualquier otra cosa. Así quecreo firmemente en las palabras de Je-sús, no solamente por Bolivia, sino por-que intento que mi vida se parezca lomás posible a esa expresión… ¡No te ima-ginas lo que ganas!

■ Manda hoy un mensaje a los re-ligiosos y religiosas de allí

■ Lo primero… ¡os echo de menos!Qué alegría pensar que me queda tiem-po para poder disfrutar de vuestras pa-labras y experiencias, aunque sé quecomo allí no estáis en ningún sitio. Soismi ejemplo a seguir, os admiro y estimo,y os deseo lo mejor en este camino tanlargo que lleváis recorriendo, pero queaún os queda por terminar. Esos niñosson felices y, sobre todo, VIVEN graciasa vosotros, y eso Dios algún día os lo re-compensará. Gracias por demostrar elcarisma pasionista por cada rincón delmundo.

Muchas gracias, Patri, por tumensaje tan lleno de esperanza.

✒ Alberto [email protected]

ca, que no han tenido un padre y una ma-dre que les hayan mimado, llegabas tú yte llenaban de besos. Nos encantaba. Íba-mos a cualquiera de nuestros dos lugaresde trabajo y los pequeños venían corrien-do a abrazarte, a besarte, a contarte cual-quier cosa… en el IDAI, aunque no pue-den correr tanto, pero te gritaban nadamás entrar de la alegría que les dabaverte. Eran tremendamente felices te-niendo a gente a su alrededor que, sim-plemente, les daba la merienda o les ves-tía para irse a dormir… Normal que nosenamoráramos de cada uno de ellos.

■ ¿Qué fue lo que más duro se oshizo: la lejanía, el frío, la comida?

■ No se nos hizo nada duro por ningu-no de estos tres aspectos. La lejanía esta-ba, sí, pero sabíamos a lo que íbamos y laaguantábamos sin lugar a dudas. Tambiénpasamos muchas veces frío, pero allí erainvierno y era normal, así que tampoco ha-bía mayor problema. Y de la comida no tevoy a decir ni una queja porque teníamosdos cocineras bolivianas maravillosas quenos preparaban muchos platos típicos desu tierra, e incluso alguno español, así queestábamos muy bien cuidadas. Como ya tehe dicho antes, iba Chema… ¿Qué te voy acontar que no sepas? Era nuestro “padre”allí, e hizo todo lo posible para que no nosabandonaran las fuerzas.

■ ¿Volverías a repetir la experien-cia?

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La tarde estaba quieta. De cuando encuando, el limpio vuelo de una cigüeña

rasgabaelazuldelcielo.AntelascuevasdelCampodelÁngelrefulgíalablancuradicho-sadelaropalimpiatendidaalsolyelverdeencendidodeunostiestosdegeraniosinun-dabandealegríadehuertaaquelretazodepaisaje.Subidalaviolentaypedregosasen-da,sepresentabaantenosotroslainmensallanuradeCastilla.En lohondo,anuestrasespaldas,quedabaelpueblodormidoensuhistoria, y lamajestuosa torre de la iglesiadeSanJustoapedreabaincansablementeelcielo. La lengua negra de un tren sucio dehumoydistanciaslamíalabrasadelsolquesehundíaenelhorizonte.

Antenosotrosaparecíalamoleinmensade la Facultad de Filosofía. Hacia ella nosencaminamos. Cuando llegamos a suspuertashabíarevuelodegentesqueentra-banysalían.Eranfamiliaresde jóvenesfi-lósofosqueacababanderecibirlatonsuray que dentro de unos días saldrían paratierras lejanas a predicar la doctrina deCristo.Fotografíasengrupo,alegríaenlosrostrosyen loscorazones.Tambiénnoso-tros íbamos a despedirnos de unos cuan-tos filósofos, futuros sacerdotes. Las am-pliassalasrebosabandepúblico,ydespuésdeunavisitaalasobriacapillayperdernosenellaberintodelabibliotecadesemboca-mosenelsalóndeactos.

Siempre recordaréaquella tarde. Se re-creabannuestrosespíritusconunconcier-todemúsicaclásica,cuandoirrumpióenelsalónunamujerdeaspectohumilde.Veníaacompañada de su hijo, un joven filósofoalto, rubio, de ojos alegres. De su brazocolgabauna guitarra.Acercóse anosotrosynospidióconlasonrisaenloslabiosque

por unosmomentos interrumpiésemos laaudición,puesqueríacantaralgoenhonorasumadre.Gustosamenteaccedimos.Yeljoven, acompañándose de la guitarra, en-tonó unas sentidas y melodiosas cancio-nes.Elcuadroerasimpático.Uncuracan-tandoparasumadre.Yonohabíavistoenmividaalgosemejante.Ysiempreviviráenmirecuerdoelcontentodeaquellamadreque, con lágrimasdeemoción, escuchabaenternecidaasuhijo.

Salimosalaanchuradelatarde.Elcampoolíaamiesesmaduras,yenloaltounreac-tordibujabasucaprichosaestelasobreelfir-mamento. Yo sentía una profunda admira-ción por aquellos jóvenes a quienes iba adespedir.Habíaentreellosdelasmásvaria-

Memoria grata y agradecida (al inicio de un nuevo curso)

Evocación de un atardecer en la Facu

«Por eso la despedida era jovial,confiada, con la esperanza puestaen Dios, en la comprensión entre loshombres de buena voluntad».

Vista de la entrada del Colegio San Ignacio de Loyola

(antigua Facultad de Filosofía para estudiantes Jesuitas).

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Revista Pasionario/277

cultad de Filosofíadasclasessociales.Y,sinembargo,entodos,lamisma ilusión, elmismo afán, elmismocaminodeperfección:seguiraDios,lucharyvivir por Dios. Jóvenes que en sus hogaresdisfrutabandetodaslascomodidades,deja-banparasiempreelcariñopaternoacambiodelsacrificiodelasvicisitudesydelaincóg-nitadetierraslejanas.Teníanvocaciónyfe.Y,comolasentían,ibanahacerpartícipesdeesafe,consusestudios,consuoración,consuausteridad,aloshombres.

Ytodoconlasonrisaenloslabios.Yconamorybondad.Poresono tienenadadeparticularenellosqueunfilósofolecanteasumadre:niqueensusratoslibresdeora-ciónyestudiosedediquenaplantarárbo-les; ni que con ayuda del nivel y la llanalevantenungallinero;niquelasfaenashor-tícolas sean conocidas y trabajadas porellos, para luego zambullirse en las aguasfrías. Como no es de extrañar, tampoco,quede la laboriosacolmenadeCristosur-jancantorescomoelPadreDuval,y litera-tos y poetas como Martín Descalzo, ymaestrosenelartede traducira losclási-cos yenamoradosde lasabejas virgilianascomoelmalogradoPadreLorenzoRiber...

Caíalanoche.Fuimosdespidiéndonosdelos jóvenes filósofos recién tonsurados.Aquelladespedidatuvocomoconsecuenciaestrechar nuevasmanos, conocer nuevascaras.Notenía,pues,el sabor trágiconi laprofundatristezadeladiósdesnudo.Seibanunos, es verdad, pero llegaban otros. Poresoladespedidaerajovial,confiada,conlaesperanza puesta en Dios, en la compren-siónentreloshombresdebuenavoluntad.

Emprendimoselregresohaciaelpueblo.Allí estaba,anuestrospies, con todos susdefectosycontodassusvirtudes.Unmur-

ciélago, con su volar blando y pegajoso,pasó rozandomis sienes. Sin querer, volvílavistahacialaFacultad:parecíaunanaveinmensadeslizándosehacia lo infinito.Allíenaquellasceldillasiluminadas,quedabanentregadosasumeditaciónlosfuturossa-cerdotesquedentrodepoco saldríanporesosmundosasembrarelDivinoAmor.

Losversosdeaquelfrailecico,poeta,re-sonaroncomonuncaenmisoídos:

Buscandomisamoresiréporesosmontesyriberas,

nicogerélasflores,nitemerélasfieras,

ypasarélosfuertesyfronteras.

Arriba,sobreelcerrodelViso,muycercadelcielo,quedabatemblandolalágrimadeunlucero.

FranciscoAntónAlted (†14enero2012)Semanario«NuevoAlcalá»,1959

Cartel TURESPAÑA, diseñado por Manuel Revilla Bel.

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¿MATRIMONIO...PARASIEMPRE?

SERGE RAZAFINBONY Y FARAANDRIANOMBONANA, (Pareja denovios de Madagascar):

Serge: Santidad, somos Fara y Ser-ge, y venimos de Madagascar. Nos he-mos conocido en Florencia, donde esta-mos estudiando, yo ingeniería y ella

economía. Somos novios desde hacecuatro años y soñamos volver a nuestropaís en cuanto terminemos los estudiospara dar una mano a nuestra gente,también mediante nuestra profesión.

Fara: Los modelos familiares quepredominan en Occidente no nos con-vencen, pero somos conscientes de quetambién muchos tradicionalismos denuestra África deban ser de algún modosuperados. Nos sentimos hechos el unopara el otro; por eso queremos casarnosy construir un futuro juntos. Tambiénqueremos que cada aspecto de nuestravida esté orientado por los valores delEvangelio. Pero hablando de matrimo-nio, Santidad, hay una palabra que, másque ninguna otra, nos atrae y al mismotiempo nos asusta: el «para siempre»...

SANTO PADRE: Queridos amigos,gracias por este testimonio. Mi oraciónos acompaña en este camino de noviaz-go y espero que podáis crear, con los va-lores del Evangelio, una familia «parasiempre». Usted ha aludido a diversostipos de matrimonio: conocemos el «ma-riage coutumier» de África y el matri-monio occidental. A decir verdad, tam-bién en Europa había otro modelo dematrimonio dominante hasta el sigloXIX, como ahora: a menudo, el matri-monio era en realidad un contrato en-tre clanes, con el cual se trata de con-servar el clan, de abrir el futuro, de de-fender las propiedades, etc. Se buscabaa uno para el otro por parte del clan,esperando que fueran idóneos uno paraotro. Así sucedía en parte también ennuestros países. Yo me acuerdo que, enun pequeño pueblo en el que iba al co-legio, en buena parte se hacía todavía

El Papa clausuró en Milán el “Encuentro Mundial de las Familias” (2-6-2012). Con aquella ocasión, algunas personas, previamente señaladas,en diálogo y cercanía, se dirigieron al Papa con preguntas muy concretas,y de gran interés. Ofrecemos en este número, la respuesta sobre matri-monio y familia.

El Papa Benedicto,tuvo palabras

entrañablespara los jóvenes,

para los esposos.

LA PALABRA DEL PAPA

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así. Pero luego, desde el s. XIX, viene laemancipación del individuo, de la per-sona, y el matrimonio no se basa en lavoluntad de otros, sino en la propiaelección; comienza con el enamoramien-to, se convierte luego en noviazgo y fi-nalmente en matrimonio. En aqueltiempo, todos estábamos convencidosde que ese era el único modelo justo yde que el amor garantizaba de por sí el«siempre», puesto que el amor es abso-luto y quiere todo, también la totalidaddel tiempo: es «para siempre». Desafor-tunadamente, la realidad no era así: seve que el enamoramiento es bello, peroquizás no siempre perpetuo, como lo estambién el sentimiento: no permanecepor siempre. Por tanto, se ve que elpaso del enamoramiento al noviazgo yluego al matrimonio exige diferentesdecisiones, experiencias interiores.Como he dicho, es bello este sentimien-to de amor, pero debe ser purificado, hade seguir un camino de discernimiento,es decir, tiene que entrar también la ra-zón y la voluntad; han de unirse razón,sentimiento y voluntad. En el rito delmatrimonio, la Iglesia no dice: «¿Estásenamorado?», sino «¿quieres?», «?estás

decidido?». Es decir, el enamoramientodebe hacerse verdadero amor, implican-do la voluntad y la razón en un caminode purificación, de mayor hondura, quees el noviazgo, de modo que todo elhombre con todas sus capacidades, conel discernimiento de la razón y la fuer-za de voluntad, dice realmente: «Sí,esta es mi vida». Yo pienso con frecuen-cia en la boda de Caná. El primer vinoes muy bueno: es el enamoramiento.Pero no dura hasta el final: debe venirun segundo vino, es decir, tiene que fer-mentar y crecer, madurar. Un amor de-finitivo que llega a ser realmente «se-gundo vino» es más bueno, mejor que elprimero. Y esto es lo que hemos de bus-car. Y aquí es importante también queel yo no esté aislado, el yo y el tú, sinoque se vea implicada también la comu-nidad de la parroquia, la Iglesia, losamigos. Es muy importante esto, todala personalización justa, la comuniónde vida con otros, con familias que seapoyan una a otra; y solo así, en estaimplicación de la comunidad, de losamigos, de la Iglesia, de la fe, de Diosmismos, crece un vino que vale parasiempre. ¡Os felicito!

Y les exhortóa permanecer

“firmes en la fe”y en las enseñanzas

de la Iglesia.

Y les exhortóa permanecer

“firmes en la fe”y en las enseñanzas

de la Iglesia.

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BENEDICTOXVIYLAIGLESIAENCUBA:VERDAD,CARIDADYPASIÓN(II)

(Ecos y remembranzas de un testigo presencial)

En su homilía, en la plaza José Martí, deLa Habana, el 28 de marzo el Papa definióal católico como Ciudadano y Creyente a lavez, importante distinción, que le libra deser mera masa o ciudadanos no creyentes(de los cuales también había muchos enaquella misa), fue una invitación a mante-nerse en la fe, y soportar pacientemente lascríticas que les etiquetan como personas fa-náticas o histéricas; la fe de los Cristianos,si bien es un misterio, se revela por Cristoy exige un constante uso de la razón y deldiálogo.

No todos se sintieron llamadosAl salir de aquella plaza y regresar al

centro de la ciudad, pude ver con cierta tris-teza que muchos, verdaderamente muchos(considerando que es una ciudad con apro-ximadamente tres millones de habitantes)no se sintieron llamados, ni por la fe, ni por

el civismo, ni por la Iglesia, ni por el Esta-do, a participar de aquel suceso; la Iglesiaen Cuba no convoca, no tiene mayores re-cursos; por años sólo se mantuvieron pocos,pero su testimonio es bueno. Ahora han re-gresado muchos y eso es mejor. Sin embar-go, cada uno, los que se quedaron y los quevuelven, son calidad y no cantidad.

Reflexionando, al regresar a casaUna vez de regreso en la comunidad pa-

sionista, en aquel claustro, con la vivenciade la pobreza y la memoria de la Pasión,pude dimensionar toda la densidad deaquella experiencia; al ver al Papa Benedic-to XVI: un anciano, aparentemente revesti-do de poder y de influencias, que recibe laobediencia de millones de personas; vi a unhombre frágil, no es un atleta robusto comolo fue Juan Pablo II y no goza de su caris-ma ante las masas, tampoco saca llantos de

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los fieles; sin embargo, comunica una auto-ridad diferente a la que los demás líderesnos tiene acostumbrados; ¿Cómo ejerce Be-nedicto XVI su autoridad? ¿Diplomacia oPastoreo? ¿Qué lo sostiene entre los gran-des de nuestro tiempo?

Al valorar la persona y trabajo de JosephRatzinger, comprendí la importancia de es-pacios como el claustro del convento dondeme hospedé; en cualquier sociedad delmundo, es necesario darse la oportunidaddel silencio y la meditación: en medio de laspreocupaciones por la economía, el poder, lapolítica local y global, y otros tantos afanes(legítimos y no legítimos) poder refugiarsepara luego reasumir la propia vida y nohuir de ella. Nutrirse de la vida del Espíri-tu y hacer auténtica la interrelación huma-na; creo que ese es el secreto que el papatambién quiere transmitirnos: vivir tododesde la fe y la verdad.

La Iglesia, espacio privilegiadopara el encuentro con Cristo

A propósito recuerdo la frase de San Pa-blo de la Cruz comentando el Evangelio deSan Juan 17,20-21, decía: “no se llega aser una sola cosa buscando construir equi-

librios con esfuerzos diplomáticos a la ma-nera del mundo, sino por medio de la vidadel Espíritu, que unos a otros se transmi-ten. Este es el punto de llegada de toda latensión vital y escatológica de la crea-ción”.

Así vistas las cosas, la Iglesia en Cubacomo en cualquier otro lugar, se enfrenta almismo reto: ser un espacio privilegiadopara el encuentro con Cristo, que obligato-riamente exige encuentro con uno mismo ycon las demás personas, sin que se puedaclasificar cual debe ser primero, porqueesos encuentros son un todo, en interaccióny unidad de vida.

Finalmente, así como Juan Pablo II en1998, obtuvo del gobierno cubano que el día25 de diciembre de cada año fuera de des-canso; la visita del Papa Benedicto XVI, lesdejó a los cristianos cubanos una noticia fe-liz: la otorgación de un asueto para el Vier-nes Santo.

“El que cree contagia con su viday el dolor se cubre con amor,

porque el hombre se sientesolidario con el mundo.

Lo sabemos, el camino es el amor.”

✒ José Roberto Rugamas MoránDesde La Habana

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JÓVENESY TEÓLOGOS,EN AMISTADYDIÁLOGOEjemplo de esto veo con gozo y hasta con

admiración en Karl Rahner, que “Respondea los jóvenes: tengo un problema” en el libroasí titulado y publicado hace pocos años enla Editorial Sal Terrae, 1984 y ss. No me ex-traña que un libro así haya tenido y siga te-niendo acogida en cuantos estamos metidosen la pastoral juvenil con alma, vida y co-razón: ¡que somos muchos!

Esos jóvenes, que también son muchos, lehabían enviado un puñado de cartas en elepígrafe: “Tengo un problema: ¿podría Vd.ayudarme?”. Son gente joven, normal, deedades comprendidas entre dieciséis y vein-tipocos años, cuya sinceridad y humildad enplantear esas preguntas, las fundamentalesde la vida de toda edad y condición, merecen,sin duda, ser atendidas y ser escuchados,como así lo hizo el teólogo Karl Rahner en lajuventud de su tercera y cuarta edad [sic.].

Las preguntas y la respuesta

Se trata de preguntas como ¿dónde estála felicidad? Yo no tengo sentimientos deculpa. ¿Se puede ser adolescente y adulto ala vez? Casi nunca pienso en Dios. ¿Dargracias a Dios habiendo tanta miseria en elmundo?

El teólogo Rahner se lo tomó en serio yno se dedicó a suministrar recetas. Sus res-puestas, como las de un viejo amigo son ab-solutamente personales, a veces críticas,pero siempre estimulantes con su prover-bial claridad de ideas y su riquísima expe-riencia, proporcionando una serie de indica-ciones realistas y consejos prácticos queevidencian su asombroso conocimiento de lavida, sintonizando con los palpitantes pro-blemas e inquietudes de los jóvenes.

En el fondo se atreve a decirles que habríaque vivir de muy distinta manera. Los jóve-nes se han interesado de la vida de Francis-co de Asís, “il poverello”, cuyo estilo de vidasencillamente les ha entusiasmado: “su for-ma de romper con cosas hechas, su actuaciónplana y transparente, su confianza en Dios.La excusa de que vivimos en tiempos distin-tos quizás haya que aceptarla con tal de queno huyamos de lo esencial del problema: no-sotros mismos. Sin miedo a lo nuevo.

En su respuesta, Rahner les felicita deque gracias a Dios no se les ve atormenta-dos con problemas artificiales como le ocu-rre a mucha gente que piensa que sólo asíse puede ser una persona moderna y de hoy.

Cada persona tiene en su vida una misiónpropia que le ha sido confiada por Dios.Cada uno es una persona irrepetible, quecada uno tiene que buscarlo y encontrarlo.Deja y acepta que Dios te regale cada día laverdadera vida de la gracia y la libertad.¡No dejes de intentarlo con alegría!

“Me cuesta enormementeir a misa, ir a la Iglesia”

“Aunque soy y me considero cristiano”.Pero yo casi nunca voy a misa. He de confe-sar abiertamente que en parte es por pere-za, dicen algunos jóvenes. Otros muchos po-nen como causa, excusa, que tampoco vanlos amigos, pocos, casi ninguno. Pero sobretodo no voy y no vamos porque es “una misamuerta”. “Le diré lo que para mí sería unamisa viva: una misa “de negros” donde secantan espirituales, donde la gente no tienereparo en gritar y aplaudir... ¿Qué puedohacer si estas misas no me dicen nada?Rahner les contesta, mejor dicho, da ele-mentos de respuesta para que piensen ellosmismos, los jóvenes: comienza diciendo que“admites que a veces no vas a misa por pe-reza”. Pues bien: la pereza hay que supe-rarla. E imagínate que todas las misas fue-

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P. Karl Rahner.

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ran como tú deseas y como describes en tucarta y quieras que los demás tengan losmismos gustos que tú. Ellos también tienensus derechos y su propia mentalidad que nonecesariamente debes tildar de rutina.

Y pone un ejemplo: cuando vuelves de laUniversidad a casa, quizás de mal humor,¿no tiene perfecto sentido decir una palabraamable a tus padres y hermanos aunque note brote espontáneamente del corazón?¿Acaso el hacer comunidad con personasque no le resulten a uno especialmente sim-páticas no puede ser algo más grande y máshumano que la experiencia de un pequeñogrupo basado en la mutua simpatía? Si tie-nes oportunidad, procura contribuir activa-mente a un tipo de celebración litúrgica quese aproxime lo más posible a lo que en ge-neral y con todo derecho, esperas tu del cul-to y de la forma de celebración.

Para amar a Dios nome hace falta la Iglesia

“Creo en Dios pero no en la Iglesia”. Talvez se deba, en parte, a que, en mi opinión, laIglesia tiene un pasado “negro”, les respondeRahner. Y, en parte, también, porque puedoacercarme a Dios sin necesidad de la Iglesia.“Casi me repugna (continúa el joven en sucarta) ver a la gente recitando mecánicamen-te, sin atender a su sentido, unas oracionesque se han aprendido de memoria... como elrezo del rosario e incluso confesarme con uncura. Y así con los rituales de la Iglesia.

Responde Rahner a estos problemas.Para empezar, si piensas que da igual reci-tar una receta de cocina que rezar un rosa-rio sospecho que nunca has rezado de ver-dad el rosario. Si lo hubieras intentado mása menudo, tal vez habrías descubierto quela monotonía de esta oración encierra uninusitado potencial de sosiego, de relajara-ción y de ánimo para estar a solas consigomismo lejos del ajetreo cotidiano.

En realidad lo que me asombra, dice Rah-ner a los jóvenes, es que tengáis tantas difi-cultades con la Iglesia... Los jóvenes de aho-ra queréis comunidad, exigís una mayor cer-canía mutua, fraternidad, servicio al próji-mo. Pero no ha de ser un grupo meramentebasado en una simpatía que puede disolver-se fácilmente, sino que debe proporcionarrealmente a la persona y a su vida un fun-damento duradero... una comunidad estruc-turada con su inevitable organización [...].

Y en cuanto a la confesión ¿estás de verastan seguro de hallarte en tan indudable co-munión y unidad con Dios que no necesitaspara tu pecado una palabra perdonadora deJesús a través de la Iglesia, del sacerdote?

¿Que no necesitas expresarte en ningúnacto simbólico? Debo decirte honradamente,responde Rahner, que esa frase me resultaterrible... ¿No eres una persona compuestade cuerpo y alma? ¿Es que la realidad másíntima y nuclear de tu persona no tienetambién necesariamente que exteriorizarseen manifestaciones corpóreas, incluso decara a Dios?

Hay cartas de jóvenes que le dicen que noentienden la oración. Rahner les dice quesimple y sencillamente la pongan en prácti-ca. [Como esquiar se aprende no sólo con li-bros, sino esquiando]. Sólo orando se apren-de a orar, termina diciendo en este libro, ju-venil donde los haya, aunque escrito por unjoven de tercera y cuarta edad.

✒ José Luis LarrabeEspecial para “Revista Pasionario”

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ORAR PARA SER

“LOSPOBRESENELESPÍRITU”Los pobres ocupan lugares preferentes

en la Biblia, y en el Evangelio, de mane-ra muy especial. La pobreza de que allí sehabla, no es solamente una carencia debienes, una cierta condición económica osocial. Es también una disposición inte-rior, una actitud del corazón. Dice Jesús:“Bienaventurados los pobres en el espíri-tu porque de ellos es el reino de los cie-los”.

La pobreza material suele ser conse-cuencia del desorden en la administra-ción, de conductas desequilibradas, frutode injusticias personales o sociales, defraudes, de abusos de poder.

Sin lugar a duda, tanto las “situacionesde abundancia” como “las situaciones depobreza”, influyen en el ser y en el proce-der de las personas. Ambos extremos pue-den producir también ocasiones de peca-do. Es por ello que el autor bíblico se di-rige a Dios, y le suplica: “No me des, Se-ñor, pobreza ni riqueza, si no solamentelo necesario”, “nuestro pan de cada día”.

Para vivir en realidad la pobreza de es-píritu, se requiere una cierta actitud dehumildad, y “el santo temor de Dios”. Am-bas realidades son necesarias para perte-necer al pueblo de Dios, y para entrar ensu Reino de Amor.

Con el “pobre de espíritu” que lo es deverdad, todo el mundo se siente a gusto.Como a gusto nos encontramos con María,la humilde esclava del Señor, mujer ver-daderamente pobre y sencilla... Para quédecir que Jesucristo, el Señor, es ejemplarúnico e insustituible que de aquella ver-dadera pobreza. San Pablo, lo describegráficamente: “se despojó de su rango, ytomó la condición de esclavo, pasando poruno de tantos”. Recordemos su nacimien-to en Belén, en sublime pobreza, todo eltrayecto de su vida privada y pública, ypor último, su pasión y muerte de cruz.

Los evangelizadores, los misioneros dela Iglesia, no deben llevar consigo ni oroni plata, sí una gran confianza en suMaestro y Señor (Mt 10).

El pobre con el espíritu del Lázaro dela parábola de Jesús, tiene asegurada laeterna salvación; el rico como Epulón, porel contrario, tienen asegurado el rechazopor parte de Dios.

Oremos sí, por los ricos, y también porlos pobres, para que todos sepamos valo-rar y lleguemos a alcanzar la verdaderapobreza de espíritu, por intercesión deMaría, la Virgen pobre y humilde.

✒ Fernando Holgado RetesVillamartín, Cádiz

Nuestros misioneros, en Bolivia,entregan sus días y sus vidas a los más

pobres entre los pobres.

Revista Pasionario/284

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Revista Pasionario/285

Beca a Santa Gema Galgani(EnmemoriadelPadreLeandroG.Monge,Pasionista)

Agradecen y piden Favores a Santa Gema

Descansan para siempre en el Señor

Ángela Padorno (Madrid) 20 €Una devota (Madrid) 20 €Encarna Domínguez Arribas (Madrid) 20 €Pedro Ortega Borreguero (Badajoz) 50 €Ana Cisnero García (Madrid) 05 €Una devota (La Cumbre, Cáceres) 50 €María Jesús Sebastián (Madrid) 20 €Varias devotas (Vicálvaro, Madrid) 20 €Una devota (Madrid) 15 €Flia. Rodríguez (Alicante) 10 €Esperanza y Maruja García (Asturias) 27 €Unas devota (Madrid) 50 €Una devota (Madrid) 20 €Varias devota (La Cumbre, Cáceres) 30 €

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantesal sacerdocio y a la vida pasionista, en España y América.

Colaboradores y amigos de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!

Aurora Menéndez López (Madrid), Cándida Ávila (La Cum-bre, Cáceres), Una devota (Puertollano, Ciudad Real), LuisaVadillo López (Pontevedra), Carmen Delgado (Madrid), Pe-dro Martínez (Madrid).

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema, si desean salir en esta páginadeben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24 - 28002 Madrid.

Teléfono 915 635 407 - http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Teresa Ortuño Losada (Yecla, Murcia), Antonio EstradaGonzález (Párroco de la Cala de Moral, Málaga), Josefa De-vesa (Polop, Alicante), María Juana Fuster Mora (Polop, Ali-cante), Manuel Cabrera Gil (San Isidro, Galdar, Gran Cana-ria), María Dolores Prieto (Madrid), Juanita Sánchez Mar-tín, Corresponsal de Sta. Gema (Torrejoncillo, Cáceres),Francisco Romero Hernández (Malcocinado, Badajoz), Ca-talina Higuero Manzano (Alcuescar, Cáceres).

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el día 14 de cada mes a las cuatro de la tarde.

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Revista Pasionario/286

No me considero tanmayor como para andardiciendo aquello de“cualquier tiempo pasa-do fue mejor”, porque,entre otras cosas, no escierto. Al menos en bas-tantes aspectos, prefie-ro los tiempos que vivimos, aunque nosean una maravilla. Si quieren, echa-mos la vista atrás a los años de guerrasy de postguerras; al hambre que sepasó en este país, y en tantos otros, y ala falta de medios para hacer frente in-cluso a cosas básicas. Bien es cierto quelas personas salían adelante con lo quefuera y luchando por la vida.

A pesar de que hoy vivimos mejorque hace años, al menos una gran ma-yoría, me preocupan los derroteros porlos que nos encaminan y nos dejamosencaminar. Hemos pasado de ser astu-tos como ardillas a ser necios y pasivos.Los medios de comunicación, el sistemafinanciero, los políticos y la tecnologíanos hacen propuestas que acatamoscomo a quien le cuelan un jarabe di-suelto en una bebida.

Discúlpenme el tono, pero no soportover los campos de fútbol llenos gritan-do: “¡¡¡Gooool!!” Y no diciendo: “¡¡Que nonos suban el IVA!!”. A mí, si fuera polí-tico, me acobardaría un poco, no mucho,eso es cierto. Lo de echarse a la callepara recibir a la selección de fútbol es-pañola, (que ahora llaman “La roja”), enlugar de llenar las calles para manifes-tarnos contra el precio de la vivienda,es preocupante. Ese grupo tan numero-so de gente negándose a pagar el precioexcesivo de la vivienda achica al máspintado, aunque sea alguna entidad fi-nanciera de renombre o alguno de losmuchos especuladores. Visto lo visto, aver si va a tener razón el poeta latinoJuvenal con aquello de “Pan y circo”.

¿PROGRESO?

Desde que escribiera aquella frase yahan pasado veintiún siglos, y pareceque no aprendemos. La diferencia esque, al menos en aquella época, los em-peradores, además de ofrecer las entra-das para los juegos circenses, regalabantrigo o lo vendían a un precio muy ba-rato; todo un detalle por su parte.

Otra cosa que me preocupa es la tec-nología. Parece que no es dañina, perotiene sus efectos secundarios (tambiénmuchos aspectos positivos). Me centra-ré en algo concreto. Si les digo que casiel 53% de los usuarios de teléfonos mó-viles españoles tiende a sentir ansie-dad cuando pierden su teléfono móvil,se les agota la batería, el saldo, o notienen cobertura en la red, supongoque dirán ¡¡no es para tanto!!. Pues sí,parece que tenemos un dios nuevo, ysin darnos cuenta nos tiene como servi-dumbre.

Bajo una sensación de libertad y pro-greso, sucumbimos ante placeres mo-mentáneos y pasajeros, nos divertimoscon lo efímero. Es necesario recuperarla esencia de lo que nos hace humanosy perdurables; es preciso no confundirprogreso con ataduras.

Nos están, y estamos, enredando sin ca-bles. La comunicación no precisa de tantatecnología. Para trascender hacia lo divinoy personal sólo se requiere estar en buenaonda y en sintonía con uno mis-mo y con los demás.

✒ Juan Carlos Prieto [email protected]

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PasionistasLa Congregación Misionera fundada por SAN PABLO DE LA CRUZ

(Su fiesta, el 19 de octubre)

PASIONISTAS ❈ Un carisma ❈ Una vocación ❈ Un servicio.

JOVEN, Si sientes una inquietud, en búsqueda de verdad y deplenitud, ávido de dar mayor sentido a tu vida, deseoso de ayudar yservir a los demás,❈ Como sacerdote ❈ Como hermano coadjutor ❈ Como misionero,

La Congregación PASIONISTA, te ofrece esa posibilidad❈ Llámanos ❈ Escríbenos

¡Cuenta con nosotros! ~ ¡Contamos contigo!¡GRACIAS!

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