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59 Aæo 110/No. 14 N juego, un medio de trabajo, una danza druida bÆrbaramen- te viril No existe certeza de cuÆndo ni quiØn inventó los zancos, pero el hombre los utiliza hace siglos. Pieza para el baile, acto de circo En Japón se usaban antaæo para atra- vesar la nieve; en la antigua Namur belga, para combatir. Pero en La Habana, que pronto cumplirÆ medio milenio, andar en zancos es un arte: vertical, colorido, equilibrista, apasionado. Un arte que tiene su mayor referente en una agrupación teatral nacida con este siglo, un Día de la Madre Tierra, el 22 de abril: Gigantería Habanera. La compaæía tuvo un surgimiento espontÆneo, cuando varios artistas de diferentes manifestaciones se unieron para rescatar la tradición colonial de los pasacalles y al unísono desplegar actuaciones de teatro callejero. Así, VERANO Juego de alturas El programa artístico de la agrupación de teatro callejero Gigantería Habanera resulta una excelente propuesta para estas vacaciones estivales Por RANDY CABRERA-D˝AZ hace 18 aæos en el Centro Histórico de la capital se ven hombres y mujeres intentando tocar el cielo. MÆs que la altura, la aspiración real de estos virtuosos del equilibrio es interesar al pœblico en el oficio al que se dedican, desde el peligro de la caída, cuatro días a la semana, cada mes; desde el tenue invierno haba- nero, hasta este sol tenso, vertical, que hiere los adoquines en verano. Este julio Gigantería abandona sus recorridos habituales para irse, entre los días 6 y 8, a Bayamo, a la primera edición de la Fiesta del Aliæao, evento musical ideado por el cantautor Raœl Torres, quien recla- mó la presencia del conjunto. Tam- biØn la agrupación estarÆ presente en los carnavales de esa ciudad, cuan- do actuarÆn especialmente para los niæos, y luego acompaæarÆn compar- sas y jolgorios. A principios de agosto los haba- neros disfrutarÆn de la mascarada, la danza, la mœsica, pues los zan- queros tomarÆn otra vez las calles adoquinadas. AdemÆs, el 12 de ese mes se presentarÆn ante el pœblico infan- til, como parte de un programa de ac- tividades promovido por Verdarte, otro proyecto asentado en la capital. Tradición decimonónica Para los 14 miembros de Gigantería lo principal es el contacto con la gen- te. Desde esta perspectiva, la priori- dad durante cada presentación es lograr la empatía con el transeœnte, hacerlo sentir parte del espectÆculo. Así lo entiende Susana Gil, directora del conjunto, quien declaró en exclu- siva a BOHEMIA: El reconocimien- to del pœblico valida el teatro callejero, nos legitima como una expresión que, sobre todo, intenta acercarse a las personas. Sus presentaciones itinerantes conjugan rumbas y bailes con elemen- tos propios del teatro y del circo (nœ- meros de malabares, acrobacias) al tiempo que transitan por la ciudad apropiÆndose de los espacios, elemen- tos arquitectónicos y lugares de inte- rØs (Casa del Perfume, Casa de las Especias). De ese modo logran la En la sede de Gigantería Habanera, su directora, Susana Gil, refirió que ya proyectan acciones por el aniversario 500 de La Habana. U Ante todo, disfrutan la interacción con los pœblicos. LEYVA BEN˝TEZ RCD

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N juego, un medio de trabajo,una danza druida bárbaramen-te viril� No existe certeza de

cuándo ni quién inventó los zancos,pero el hombre los utiliza hace siglos.Pieza para el baile, acto de circo� EnJapón se usaban antaño para atra-vesar la nieve; en la antigua Namurbelga, para combatir.

Pero en La Habana, que prontocumplirá medio milenio, andar enzancos es un arte: vertical, colorido,equilibrista, apasionado. Un arteque tiene su mayor referente en unaagrupación teatral nacida con estesiglo, un Día de la Madre Tierra, el 22de abril: Gigantería Habanera.

La compañía tuvo un surgimientoespontáneo, cuando varios artistas dediferentes manifestaciones se unieronpara rescatar la tradición colonial delos pasacalles y al unísono desplegaractuaciones de teatro callejero. Así,

V E R A N O

Juego de alturasEl programa artístico de la agrupación de teatrocallejero Gigantería Habanera resulta una excelentepropuesta para estas vacaciones estivalesPor RANDY CABRERA-DÍAZ

hace 18 años en el Centro Histórico dela capital se ven hombres y mujeresintentando tocar el cielo.

Más que la altura, la aspiraciónreal de estos virtuosos del equilibrioes interesar al público en el oficio alque se dedican, desde el peligro de lacaída, cuatro días a la semana, cadames; desde el tenue invierno haba-nero, hasta este sol tenso, vertical,que hiere los adoquines en verano.

Este julio Gigantería abandonasus recorridos habituales para irse,entre los días 6 y 8, a Bayamo, a laprimera edición de la Fiesta delAliñao, evento musical ideado por elcantautor Raúl Torres, quien recla-mó la presencia del conjunto. Tam-bién la agrupación estará presenteen los carnavales de esa ciudad, cuan-do actuarán especialmente para losniños, y luego acompañarán compar-sas y jolgorios.

A principios de agosto los haba-neros disfrutarán de la mascarada,la danza, la música, pues los zan-queros tomarán otra vez las callesadoquinadas. Además, el 12 de ese messe presentarán ante el público infan-til, como parte de un programa de ac-tividades promovido por Verdarte,otro proyecto asentado en la capital.

Tradición decimonónica

Para los 14 miembros de Giganteríalo principal es el contacto con la gen-te. Desde esta perspectiva, la priori-dad durante cada presentación eslograr la empatía con el transeúnte,hacerlo sentir parte del espectáculo.Así lo entiende Susana Gil, directoradel conjunto, quien declaró en exclu-siva a BOHEMIA: �El reconocimien-to del público valida el teatro callejero,nos legitima como una expresión que,sobre todo, intenta acercarse a laspersonas�.

Sus presentaciones itinerantesconjugan rumbas y bailes con elemen-tos propios del teatro y del circo (nú-meros de malabares, acrobacias) altiempo que transitan por la ciudadapropiándose de los espacios, elemen-tos arquitectónicos y lugares de inte-rés (Casa del Perfume, Casa de lasEspecias�). De ese modo logran la

En la sede de Gigantería Habanera,su directora, Susana Gil, refirió que yaproyectan acciones por el aniversario 500de La Habana.

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Ante todo, disfrutan la interacción con los públicos.

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fusión entre la coreografía y el paisa-je citadino.

Junto a los habituales zanqueros,varios integrantes de la agrupaciónencarnan estatuas vivientes, otraforma de arte callejero que, desde elquietismo, ornamenta plazas y esqui-nas del Centro Histórico de la ciudad.Es, asimismo, otro ejemplo de lasposibilidades interactivas de las pues-tas de la agrupación.

Sin duda, la tradiciónde las marchas pasaca-lles surgidas en el me-dioevo, y de fuerte arrai-go en Cuba durante laépoca colonial, es el se-llo identitario de Gigan-tería. Ella rescata el usofestivo (también fue ri-tual) que le otorgó a esapráctica la comunidadafrocubana durante lacolonia. Agrupadas endiferentes cabildos en lavilla de San Cristóbal,esas sociedades forma-das por esclavos horrossalían en procesión elDía de Reyes, costum-bre de la cual hay noti-cias desde mediados delsiglo XIX, como constaen grabados antiguos delfrancés Frédéric Mialhey en pinturas del espa-ñol Víctor Patricio Lan-daluze.

El conjunto apuestapor mantener vivas las tradicionesculturales de La Habana, empeñoapoyado por la Oficina del Historia-dor, entidad que ahora mismo ejecu-ta un variado y complejo plan deacciones en ocasión del aniversario500 de esta urbe (cuyo centro históri-co es Patrimonio de La Humanidad).

Con motivo de la celebración,Gigantería prepara dos proyectosdestinados a incluirse en las festivi-

dades de noviembre del año próximo.Ambas iniciativas abren una convo-catoria para todos los artistas del paíscon interés en participar en unacompetición de hombres-estatuas,especie de �carrera quietista� por lascalles de la ciudad antigua, donde lofundamental será la creatividad delos disfraces, poses y personajes quese interpreten.

También se realizará La Taras-ca, una procesión ritual cuyos an-tecedentes vienen de la colonia. Setrata de un mito: la representacióngigantesca de un monstruo (usual-mente la figura de una serpientecon una boca inmensa) que, en pe-regrinaje por la población, purga-ba los males de la localidad y de loslugareños.

Al respecto, afirmó Gil: �A nues-tro colectivo le interesa este tipode actividades, pues ofrecen la opor-tunidad de tomar lo mitológico, lohistórico, y traerlo a nuestros días.Además, podemos salvar, enrique-cer lo folclórico y presentarlo alpúblico de hoy en un contextodiferente�.

Llega el verano, festivo, húmeda-mente soleado. La Habana, viejavilla de San Cristóbal, transpira bajoel sol vertical. Pero que el calor no tedetenga, caminante, ve por las callesde piedra, y mira a lo alto en las esqui-nas, hacia los árboles: allí descansana veces, bajo la sombra, hombrestan altos como las ramas. Te esperanpara el juego.

Cuatro veces a la semana actúan en el Centro Históricode la capital cubana.

Grabados y pinturas de mediados del siglo XIX, creados por Frédéric Mialhe y Víctor Patricio Landaluze, testimonian el uso de zancosdurante el Día de Reyes.

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L samurái sostiene un cráneo,con adusta actitud shakespe-riana �¡oh, ser o no ser!�; la katana

en la cintura, pero empuñada conmano firme, anuncia que el dilema delnipón está relacionado con la violen-cia en Trono de sangre (1957), lar-gometraje de Akira Kurosawa. Acontrapelo, otra imagen produce de-sasosiego por la ausencia de personas:un pequeño triciclo abandonado en laoscuridad, con un rastro rojo bajo lasruedas. ¿Y si por el único haz de luz seasoma un espectro de esos que mero-dean en El resplandor (1980), deStanley Kubrick? ¡Solavaya!

La fuerza expresiva lograda en loscarteles de cine realizados en Cubadurante la segunda mitad del siglo XX,y también por algunos recientes, esreconocida por especialistas de mu-seos y galerías de Italia, Francia, Es-tados Unidos, España, así como porcoleccionistas privados. Entre ellosestá el director norteamericanoFrancis Ford Coppola, quien ademásde su bizarro surtido de calcetines,guarda con celo una buena provisiónde afiches promocionales producidos

ARTES V ISUALES

Carteles enla memoriaLa publicidad de estrenoscinematográficos produjoen Cuba valiosas obras,ahora expuestas

allende los mares. Por ellos seríacapaz de rechazarle una oferta almismísimo Vito Corleone.

Si estuviera en La Habana porestos días, el creador de la saga ElPadrino acudiría goloso al Museo Na-cional de Bellas Artes (MNBA), comollegan a diario numerosas perso-nas que quieren disfrutar de la expo-sición La memoria diseñada, abier-ta hasta mediados de agosto en elsegundo piso del edificio de Arte Cu-bano. Allí se enmarcaron más de 240carteles concebidos entre 1960 y 2017por el Instituto Cubano de Arte e In-dustria Cinematográficos (Icaic).La muestra, curada por Sara Vega yLaura Arañó (con la colaboración deDaymar Valdés), está auspiciada porla Biblioteca Nacional José Martí, elProyecto Cartel-On y la Cinematecade Cuba, que celebra de esta manerasu aniversario 58.

Esa última entidad, vinculada alIcaic y dedicada al estudio y fomentode la cultura audiovisual, ha sido unactor relevante en esta historia grá-fica, pues ha propiciado la exhibiciónde grandes obras universales quetuvieron aquí sus correspondientescarteles. El devenir de la cinemato-grafía mundial hasta inicios de losaños 2000, pudiera ser contado a tra-vés de tales afiches.

Ciertamente �y esto ha de ser di-cho más, porque nada surge de lanada�, antes de fundarse la primerainstitución cultural de la Revolucióndel 59, ya varios diseñadores, entre loscuales destacó Eladio Rivadulla, ela-boraban pasquines de películas. Sinembargo, las distribuidoras preferíandibujos de los actores estrellas, parapromover los abundantes filmes mexi-canos, argentinos y norteamericanos.Cuba era, según la representacióndominante, la alegre tierra de la mú-sica y los cañaverales.

Eduardo Muñoz Bachs inauguróuna nueva época con su cartel de His-torias de la Revolución (TomásGutiérrez Alea, 1960). La estética deldibujante, pintor e ilustrador se con-virtió en una de las más reconocidaspor los cinéfilos, pero no fue la únicaque floreció. Como vemos en la actualexhibición del MNBA, durante losaños 60 y 70 se experimentó un desa-rrollo inusitado que acercó al ámbitopopular carteles con influencias delabstraccionismo, el expresionismo, elminimalismo y otras corrientes y es-tilos, al punto de que el escritor Alejo

Propuestade Muñoz Bachs

sobre un personajeque ha sido

presencia habitualentre los cartelistas

cubanos de cine.Y afiche

promocionalcreado por

Nelson Ponce.

Han conquistado las galerías, aunque se les extraña en otros espacios.

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Carpentier calificara a ese cuerpode creaciones como �una pinacotecaal alcance de todos�, la cual atrajo aartistas de renombre como René Por-tocarrero, Raúl Martínez y ServandoCabrera.

Parte del espacio expositivo de Lamemoria diseñada ha sido ocupadopor otros creadores activos duranteaquellos años: Antonio FernándezReboiro, René Azcuy, Antonio Pérez,Alfredo G. Rostgaard, Rafael Morante,Julio Eloy Mesa, Pedro González Pu-lido� Todos idearon novedosas solu-ciones para sugerir, más que denotar,los sentidos ocultos de los filmes. Me-diante la serigrafía, una técnica deimpresión casi artesanal, con pocastintas, colores planos y textos cortosconformaron metáforas visuales.

Durante la inauguración, el críti-co Nelson Herrera Ysla elogió lamuestra, según él una confirmaciónde �las virtudes de un arte, un oficio yuna técnica que se han situado contoda la legitimidad en prestigiosos es-

pacios museísticos del mundo�. Élespera ver, y pronto, los carteles cu-banos de cine como parte de la colec-ción permanente del MNBA, �parauna mejor comprensión de nuestracultura y la reivindicación definitivade tal legado�.

Un acierto de las curadoras deLa memoria� es no quedarse en la�arqueología� de glorias pasadas,sino ofrecer un mapa de esta expre-sión �aquejada de altibajos a partir dela crisis económica de los 90, cuandose redujeron las filmaciones de pe-lículas y las tiradas de sus carteles�hasta la actualidad.

En el umbral de los 2000 otras ge-neraciones emergieron en el contex-to del diseño gráfico. Algunos de susintegrantes muestran obras en elMuseo Nacional de Bellas Artes, en-tre ellos, Giselle Monzón, Raúl Valdés(Raupa), Michele Miyares, AlejandroRodríguez, Alberto Nodarse, VíctorJunco, Roberto Ramos y ClaudioSotolongo.

Para el notable ilustrador NelsonPonce exponer en el MNBA es un granhonor: �Idear carteles de cine me apa-siona, comencé a estudiar diseño in-fluido por esas obras clásicas de lagráfica cubana, que cuestionaron lalínea difusa entre esta profesión y elarte�, dijo a BOHEMIA. Sin embargo,él añora ver más afiches cinemato-gráficos en las calles, porque �ahoramismo no pasa, es contradictorio, hadevenido objeto de culto, de galerías,y ha perdido su espacio natural�.

Quizás el reciente nombramientode la colección de carteles de la Ci-nemateca como Patrimonio Culturalde la Nación, impulse la multiplica-ción entre nosotros de estas obras grá-ficas. Mientras, haríamos bien enregresar al museo para sumergirnosen la vastedad de estéticas que duran-te más de medio siglo han acompa-ñado los estrenos audiovisuales, unmatrimonio feliz en la memoria delos cinéfilos cubanos.

RAÚL MEDINA ORAMA

I hubiese disfrutado del evento,¿cuál sería la reacción del com-positor y guitarrista santiaguero

Pepe Sánchez, autor de Tristezas(1883), pieza que le dio forma definitivaal género? Seguro estaría de plácemesante la raigal manifestación artística;esta ha sufrido modificaciones, peromantiene vigencia en los ámbitoslatinoamericano y universal.

El bolero creó una tradición so-bre la base de su autenticidad. Mu-chos han sido los nombres de com-positores, intérpretes y obras queaportan ideas, temas, estilos, or-questaciones, en beneficio de la me-moria musical.

No por azar la reciente edición delFestival Internacional Boleros de Oroconvocó en La Habana a figuras deaquí y del mundo. Representantes deJapón, México, Puerto Rico, Argenti-na y Venezuela, entre otras naciones,rindieron homenaje a la presencia de

En sazón, bien condimentadoLa edición 30 cautivó a intérpretes, investigadoresy públicos, en instituciones habaneras

la mujer en ese género; especialmen-te fue reconocida Beatriz Márquez,quien ofreció un concierto exquisitojunto al pianista Alejandro Falcón, enel teatro del Museo Nacional de Be-llas Artes.

Como se evidenció durante los 10días del Festival, en la Casa del AlbaCultural y los teatros América y Na-cional de Cuba, tanto en la líricacomo en la forma musical, el bolerodemuestra ductilidad, dada su capa-cidad de relacionarse con una ampliagama de formatos vocales e instru-mentales que originan fusiones, delas cuales forman parte el danzón-bolero, el bolero-soneado, el bolero-tango, y otras.

Lo patentizaron la Charanga deOro (dirigida por el maestro JoséLoyola, presidente fundador del en-cuentro), tríos, cuartetos, ellos incor-poraron repertorios aportados porjóvenes y consagrados.

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FESTIVAL INTERNACIONAL BOLEROS DE ORO

Brillaron en los escenarios HaydéeMilanés �su concierto se transmitióen forma diferida por Cubavisión�,Raquel Hernández, Emilia Morales,Lucy Nevares (Puerto Rico) y OmarLabalié (Chile).

A la Musicalísima Beatriz Márquezy a las mujeres creadoras en el ámbitodel bolero, estuvo dedicado el Festival.

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Sin duda, el desbordamiento defronteras, así como la hibridación en-tre poéticas, trasciende al momentode recrear composiciones que nutrenel patrimonio cultural de los pueblos.En tal sentido fue elocuente la puer-torriqueña Gryssel Ramírez, acompa-ñada por el maestro José AntonioRodríguez; ambos ofrecieron una cla-se magistral de interpretación, me-diante una voz cálida atemperada,sensibilidad y fraseo pianístico.

Lucidez, temperamento, lideraronen algunas voces que revelaron esti-los, valores propios. Otras incursionesse vieron afectadas por la sobreac-tuación, el desequilibrio gestual,tímbrico, al asumir temas clásicosde probada reverencia.

Emociones compartidas

Hay que pensar la música. No bastanel ímpetu, la vocación, es imprescin-dible conocer los aportes abordadosen estudios científicos, la conserva-ción de recursos tímbricos y técnico-expresivos en disímiles instrumentos,la importancia de la industria fono-gráfica. Hacia estas direcciones sedirigió el Coloquio Internacional dedi-cado a la mujer y al centenario delmaestro Argeliers León (1918-2018).Un abarcador programa de temáticas,asuntos y tópicos, propuso el equipotécnico y de realización, dirigido porla musicóloga Alicia Valdés, presiden-ta del espacio teórico, en la salaVillena de la Unión de Escritores yArtistas de Cuba (Uneac).

Mediante exposiciones y análisisenjundiosos, se trajeron de vuelta fe-cundas trayectorias de brillantescompositoras, entre ellas: ConsueloVelázquez y María Enma Valdelamar(México), Isolina Carrillo y MartaValdés (Cuba), cuyo legado se revi-taliza en la contemporaneidad.

Según reveló en esas jornadasJuan Gaspar Marrero, investigadormusical y pedagogo: �El impacto delbolero en América Latina se debió engran medida a la contribución deMéxico, por parte de la Peerless, pri-mera empresa discográfica fundada

en esa nación azteca. Compositores eintérpretes cubanos encontraron enella un apoyo para su difusión conti-nental�.

La presencia del bolero en la Uni-versidad de las Artes (ISA) fue desta-cada por la musicóloga y profesoraMaría del Rosario Hernández, quienanunció la creación de la cátedraJuan Formell en esa institución aca-démica.

Otros especialistas abordaron larelevancia del Centro de Investigacióny Desarrollo de la Música Cubana(Cidmuc), la prominencia de figuras

de la zona central de la Isla y la expan-sión del género en Sudamérica.

Por su parte, Tania Chappi, jefade la sección de Cultura-Historia deBOHEMIA, ofreció una mirada a lostextos sobre música popular publica-dos en este semanario entre 1940 y1949. Se detuvo especialmente en eltitulado El bolero es cubano, donde apartir de criterios vertidos porcultores del género, se polemiza condeclaraciones foráneas en cuanto ala paternidad de este.

Diversas intervenciones, concier-tos, homenajes, presentaciones de li-bros, demostraron que el bolero estáen sazón, bien condimentado. Necesi-ta una sistemática difusión, el regis-tro de voces y piezas merece escuchar-se en los medios de comunicaciónaudiovisuales; de lo contrario queda-rá relegado, a pesar de su valía en unpanorama musical de amplia trascen-dencia en el mundo.

SAHILY TABARESFotos: LEYVA BENÍTEZ

N el concurso que convocó a jóvenes intérpretes merecieron galardones:Gran Premio: Yaima Conille (Cuba); Primer premio: Sebastián Baco (Co-

lombia); Segundo y tercero: los cubanos Maricet Fonseca y Fayris Álvarez,respectivamente. Se otorgaron menciones a José Miguel Sánchez (Cuba),María Fernanda y Yariel Sierra, ambos de Colombia.

Premios y reconocimientos

El maestro JoséLoyola entregóal Dúo Tarín, deCuba, la DistinciónNicolás Guillén,que concedela Uneac.

Omar Labalié (Chile) demostró sumagisterio en la interpretación bolerística.

La puertorriqueña Gryssel Ramírezimpresionó por su talento y sensibilidad.

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A habanera compañía Hubert deBlanck convidó a activar todos lossentidos en un montaje �¿o mon-

tajes?� que asume un nuevo conceptode entender la creación escénica. Setrata de Microteatro Habana, proyec-to emprendido por los más jóvenes deeste colectivo, liderado por OriettaMedina.

Como tendencia, microteatro esuna propuesta que transforma el for-mato, la duración, las condiciones es-paciales y, en general, el concepto delo que estamos acostumbrados a ad-vertir en una puesta tradicional. Estáintegrado por varias obras diferentesque ocurren simultáneamente, entre10 y 15 minutos, en una sala de no másde 15 m2 de extensión, con apenas 15espectadores. Tal proximidad con losactores y actrices genera cierto halode complicidad, siempre diferente ysingular.

Como la vida mismaSingular estética y concepto exploran actoresy actrices de emblemático colectivo cubano

Esta modalidad escénica surgió en2009 en Madrid, cuando el director deteatro y televisión Miguel Alcantud(recordado por las series El internadoy Águila roja), junto a su equipo, ideódarles vida a los cuartos de un prostí-bulo abandonado. En cada uno, duran-te dos semanas, actuaron gruposdistintos, centrados en un tema co-mún: la prostitución. Las piezas se re-presentaron tantas veces como elpúblico lo demandó, incluso, algunasrebasaron la docena de repeticionesen un mismo día.

El experimento resultó muy atrac-tivo para el público por la brevedad yconcisión en el abordaje de ciertos tó-picos, y rápidamente se expandió porEspaña y alcanzó a varios países lati-noamericanos, en los cuales toma elnombre de la ciudad que acoge la re-presentación. De ahí el título de la pro-puesta Microteatro Habana.

De un modo sugerente y creativo,la nómina del Hubert de Blanck pre-sentó, en espacios no convencionalesde su sede, cuatro piezas del barcelo-nés Marc Egea (1973), dramaturgo,guionista, músico y compositor, conun reconocido currículo como escri-tor de textos dramáticos breves.

Poco antes de comenzar las fun-ciones, en el lobby del teatro los asis-tentes entran en situación con ladescarga de un trovador, mientrasdegustan un refrigerio o bebida quepueden llevar consigo incluso ya ini-ciado el espectáculo. La teoría deltodo, La última novela del inspectorTorres, A fuego lento y And the Oscarshould go to (El Oscar debió serpara) fueron las obras elegidas parala temporada.

Todas tienen como eje temático elchantaje, la trampa y la irracionali-dad del desenlace. Siguen el rigordramatúrgico de lo que pudiera seruna buena obra de �teatro largo� (porllamarlo de alguna forma): estructu-ra dramática coherente, giros apro-piados, diseño y construcción de lospersonajes, entre otros elementos.

No obstante, lo más interesante esque logran conmover al espectador,quien por momentos se percibe enuna atmosfera opresiva, divertida-mente asfixiante o atrapado en uncontexto y circunstancia que no le per-tenecen, en una suerte de voyerismocomprometido con el conflicto quesacude a los personajes.

Cada representación, aun siendodel mismo texto, nunca es igual; el in-térprete se reactualiza constante-mente y explora reacciones otras enel público, sin desestimar la unidaddel contenido. La tendencia al mini-malismo en los recursos escenográ-ficos, y la iluminación, en apariencia,naturalista y sin estridencias, jueganun rol cardinal y se ponen en funciónde lo narrado para definir la esenciade cada situación.

Con esta propuesta la joven hor-nada del otrora Teatro Estudio abreuna nueva brecha de exploracionesconceptuales y estéticas, desde lasatisfacción de pertenecer a unade las más emblemáticas institucio-nes de la escena cubana. Ojalá queesta experiencia los inste a retomarel microteatro con un nuevo ciclo deobras.

ROXANA RODRÍGUEZ TAMAYOFotos: CORTESÍA DEL GRUPO

Daniel Oliver y Enrique Barroso, en A fuego lento ; y Gabriela Álvarez y AlejandroGonzález, en And the Oscar should go to , exhibieron organicidad y talento.

Fueron muy destacadas las interpretaciones de Elizabeta Domínguez y HaydeéRamírez, en La teoría del todo ; y de Juan Carlos García y Leonardo Ruiz en La últimanovela del inspector Torres.

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TEATRO

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Por SAHILY TABARES

Aquí, la

N el siglo XXI la cultura es heterogénea, híbrida,en ella confluyen repertorios cultos, populares,masivos. El fenómeno que representa una

telenovela no puede comprenderse mediante la úni-ca descripción de mecanismos empleados: es-quematismo, redundancia o transparencia deconvenciones; resulta esencial el funcionamientosocial de la puesta, o sea, cómo los públicos inter-pretaron conflictos, temáticas, personajes, situacio-nes, en realidades-otras.

Las ficciones audiovisuales exigen valores axio-lógicos, estéticos, honestidad artística, balance deprovocaciones sin abandonar la intención reflexiva,pues experiencias reveladas en la pantalla generanidentificaciones de las audiencias con actitudes,conductas y acciones.

Dichos preceptos no fueron asumidos del todo enel relato telenovelesco En fin, el mar. Desde el iniciose trunca la identificación entre el espectador, lospersonajes y sus vidas en un pueblo marino nuncaidentificado: otros sujetos protagonizan la presenta-ción de una historia ilustrada, apenas, por el paisa-je; tampoco fue posible la lectura de los créditos,faltó el contraste entre el fondo y el color de la letra.

Cierta debilidad sufrió la narración a partir delnúcleo dramático central: Javier (Alberto Joel) y Mari-na (Dalaytti Martín) lucharon para que sus familiasles permitieran unirse, no obstante, el proceso care-ció de grandes obstáculos antes de sublimar el em-peño de la pareja.

Intrigas, secretos, malos entendidos, traiciones,devienen condimentos de un género que apela a lossentimientos, al paradigma ético, en este los bue-nos casi siempre triunfan y los malos son sanciona-dos. Pero una actriz o un actor no pueden serexpresivos si no sienten la pasión de una idea paraentregarse a la creación de otra vida, con sus con-flictos, estados de ánimo; el procedimiento comien-za en el guion, toma consistencia en la puesta enescena mediante la dirección actoral y establecerelaciones con el resto del elenco.

Por doquier faltaron matices en los personajes-tipos, escenas con un sentido lógico, coherente,mensajes dosificados para beneficiar la continuidadde la trama. En consecuencia, intérpretes de proba-do magisterio, como Enrique Molina (Justino) y Yaz-mín Gómez (Socorro), quedaron encerrados enesquemáticas cuerdas: falta de humanidad y egoís-mo, respectivamente.

¿Naufragio en tierra?Ofelia Núñez (Mamucha) demostró que no existen

personajes pequeños. La primera actriz demostró lacondición de vivir el papel con organicidad y bellezaexpresiva.

Quizá la premura u otras urgencias para ajustartiempos, dinámicas o detalles de la narración afecta-ron su verosimilitud. Algunos desajustes condicio-naron errores de script: en ocasiones los personajessalen de la casa o del trabajo con un atuendo yllegan con otro al lugar de destino.

Avatares de personas comunes, incomprensiones,defectos, estereotipos machistas y hábitos nocivos,entre ellos el alcoholismo, constituyen señales dealerta que presentó la telenovela. Sin embargo, nobasta con una escritura propositiva abarcadora, laficción demanda velar por la forma del contenido ylas especificidades de los géneros dramáticos elegi-dos. En ellas cada detalle tiene que justificarse: elalargamiento de la historia, la incorporación de nue-vos personajes, los falsos clímax, la música elegidapara apoyar situaciones, legitimar actitudes o cerrarcapítulos.

Al parecer, una especie de naufragio en tierra dejóEn fin, el mar. No obstante, las telenovelas conti-nuarán siendo un fenómeno social y comunicativodigno de atención en el contexto cubano. Una obraaudiovisual no tiene por qué dar respuestas ainterrogantes recurrentes en la vida diaria, pero re-sulta válida si logra suscitarlas como transpiraciónnatural y permite socializar lo que parece muy difícilde entender, por abordarlo de una manera en laque las sensibilidades, las emociones, participenmucho más.

Nuestra televisión debe insistir en normas de con-ducta implícitas en narraciones concebidas para dis-frutar, de forma productiva, del entretenimiento.Aunque en el mundo interconectado prevalece eldesplazamiento progresivo de la TV tradicional porotras opciones, series y telenovelas mantienen suestatus de conquista sobre espectadores interesa-dos en conocer relatos sobre los otros.

Poco reparamos en las relaciones de complicidadestablecidas por una pantalla que está ahí, hablán-donos, mirándonos a los ojos, en ella predomina lasensación de inmediatez, una manera de expresar locotidiano, compartir luchas, catarsis, confrontacio-nes de la existencia cotidiana.

La intuición artística y los saberes aplicados alaudiovisual pueden evitar otros naufragios.

E

Page 8: Juego de alturasbohemia.cu/wp-content/uploads/2018/07/Pag-59-66-cultura-ya.pdf · encarnan estatuas vivientes, otra forma de arte callejero que, desde el quietismo, ornamenta plazas

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A cargo de ROXANA RODRÍGUEZ TAMAYO

Fiesta del Aliñao en BayamoUn jolgorio, proyecta-do para inicios dejulio, en Bayamo, esla primera edición dela Fiesta del Aliñao.Esta iniciativa (sunombre proviene deuna bebida típicade las provincias orientales cubanas) del músico RaúlTorres ha sido apoyada por diversas instituciones cultu-rales, políticas y gubernamentales de Granma. De acuer-do con un reporte de la Agencia Cubana de Noticias(ACN), en la presente ocasión está dedicada �a Wilfredo(Pachy) Naranjo, líder de la Original de Manzanillo y Pre-mio Nacional de la Música 2011, y a los 15 años delsello discográfico Colibrí, defensor de los más genuinosvalores del pentagrama tradicional cubano�. Durantevarias jornadas actuarán, además de la Original�, otrasagrupaciones musicales del territorio, e invitados dereconocido prestigio en la Isla.

Festival del Changüí en GuantánamoAl cierre de esta sec-ción, los organizado-res del 9º Festivaldel Changüí, con se-de en la Villa del Gua-so, se preparabanpara inaugurar la fies-ta de la bicentenariaexpresión músico-danzaria en la mayor de las Antillas. José Cuenca, coor-dinador del evento, expresó que el género en la provinciade Guantánamo rebasa el marco de lo musical y devienesuceso sociocultural; por lo tanto, la cita es un espaciopara apreciar su desarrollo y la riqueza de los colectivosque lo cultivan. Destacó, además, que el programa com-prende los conciertos habituales con orquestas nacio-nales populares, las sesiones teóricas del ColoquioRafael Inciarte: Simientes, Paralelos y Proyeccionesdel Changüí; competencias de treseros, bongoseros,y bailadores; así como la descarga El Changüí más lar-go. Se espera que en esta ocasión el encuentro abar-que también los municipios de El Salvador, Yaterasy Caimanera.

Teatro sin fronterasA la agrupación Teatro del Viento,liderada por Freddy Núñez Estenoz, lecorrespondió clausurar el 9º FestivalSin Fronteras, celebrado en Ciego deÁvila, con el montaje de ManteCosainspireichon ¡Gracias Alberto!, la másreciente obra del colectivo camagüe-yano, que se basa en un texto originaldel dramaturgo cubano Alberto Pedro

Torriente. Entre las agrupaciones participantes en elevento, Teatro D�Luz ofreció la hilarante puesta Hablan-do con Ionesco; y Total Teatro, de Las Tunas, conquistócon Week End, recontextualización de Weekend enBahía, también de Alberto Pedro y una mirada a conflic-tos de la sociedad cubana. Como novedad en esta edi-ción, la cita contó con críticos de arte, quienes valorarony apreciaron las disimiles estéticas que coexisten ennuestro teatro.

Encuentro de generacionesMientras se redactaban estas líneas se conoció que laAcademia Nacional de Bellas Artes San Alejandro inau-guraría en pocos días la exposición Bicentenario de SanAlejandro. Tradición y contemporaneidad, en el Edificiode Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes.Curada por Delia López Campistrous, especialista delMNBA, la muestra fue concebida a partir de los fondosde este museo, a los que se incluyeron tres esculturasaportadas por el prestigioso centro de estudios y ungrabado de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.Esta selección refleja continuidad en cuanto a ense-ñanza de las artes plásticas y revela al público los ros-tros de figuras cubanas notables, mediante un núcleotemático compuesto por retratos y esculturas. La exhi-bición cuenta con 60 piezas, muchas de las cuales nose exponen desde hace mucho tiempo.

SON NOTICIAEl músico y cantante cubano David Blanco y su gru-po realizan la gira nacional Vida libre, en saludo al 9ºCongreso de la Federación Estudiantil Universitaria(FEU), previsto para este julio en La Habana. En cadanueva tribuna el músico departió con artistas aficio-nados y participó en talleres con los estudiantes.Junji Sakamoto, realizador laureado en 2000 conel premio al mejor director de la Academia Japone-sa de Cine, conquistó otro laurel con la película Er-nesto, coproducida por la nipona Kino Films y RTVComercial de Cuba, y que se dedica al aniversario90 del natalicio del Comandante Ernesto Guevara.Tras un lustro de ausencia en los escenarios de laAtenas de Cuba, el trovador Silvio Rodríguez prota-gonizó su concierto 94, en el matancero Parque deLa Estrella, continuación de la gira por los barriosque emprende desde hace varios años. Esta pre-sentación formó parte del 1er Encuentro de Trovado-res Casa Abierta, el cual estuvo dedicado a los 45años del Movimiento de la Nueva Trova y homena-jeó a la agrupación Nuestra América, con varias dé-cadas de trayectoria artística cultivando el género.Carlos Díaz, director del habanero Teatro El Público,vuelve a sorprender con una puesta transgresora.Se trata del unipersonal Dudo, protagonizado porDenys Ramos y cuya base es una obra de la francesaMarie Fourquet. El cuerpo masculino, la sexualidad,deseos y frustraciones, constituyen el centro de unapropuesta muy a tono con la estética que el mencio-nado dramaturgo cubano y su agrupación han soste-nido durante dos décadas.

S O N N O T I C I A

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