La Apertura Catalana

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Apertura catalana

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  • Y. N. NEUSTADT

    LA APERTURA CATALANA

    EDICIONES MARTINEZ ROCA B A R C E L O N A

  • Traduccin directa del ruso

    por AGUSTN PUIG

    Revisin tcnica

    de JOS M.a JUSTE BORRELL

    1971 por EDICIONES MARTNEZ ROCA, S. A. Gran Va, 774 - Barcelona-13

    RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, sin permiso.

    IMPRESO EN ESPAA - PRINTED IN SPAIN

    Depsito Legal: B. 24308 -1982 ISBN 84 - 270 - 0006 - 5

    Grficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona-18

    N D I C E

    PROLOGO Pg. 7

    ORDEN FUNDAMENTAL DE LOS MOVIMIENTOS 1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CB 9

    GAMBITO DE DAMA CATALAN 3. ..., P4D 10

    VARIANTE ABIERTA 4. A2C, PXP 10

    I 5. D4T+ 10 5. ..., C1C-2D 11 5. .... A2D 32

    II 5. C3AR 40 5. ..., P4A 40 5. ..., P3TD 46 5. ..., P4CD 46 5. ..., P3A 50 5. ..., A5C+ 51 5. ..., C3A 52 5. ..., CD2D 54 5. ..., A2R 58

    VARIANTE CERRADA 4. A2C, A2R; 5. C3AR, 0-0; 6. 0-0 61

    I 6. ..., CD2D 64 7. C3A 64 7. D2A 77 7. C1C2D 88 7. P3C 90 7. D3C 91

    5

  • II 6. ..., P3A 91

    III 6. ..., P3CD 94

    IV

    6. ..., C3A 95

    V 6. ..., P4A 95

    ESTRUCTURA INDIA Variante 1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4A 97

    I 4. C3AR, PXP; 5. CXP, P4D 98

    II 5. ..., D2A 102

    III 5. ..., C3A 105

    Variante 1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, A5C+ 106

    I 4. A2D 106

    II 4. CD2D 116

    APERTURA CATALANA DESPUS DE 1. P4D, P4D; 2. P4AD ... 118 2. ..., P3AD 118 2. ..., P3R 118

    I 3. C3AR, C3AR; 4. P3CR 118

    II 3. C3AD, C3AR; 4. P3CR 123

    III 3. P3CR 126

    PARTIDAS EJEMPLARES 127

    6

    P R O L O G O

    La apertura catalana viene a ser un hibridismo de la clsica caracte-rizada por los movimientos P4D y P4AD y la de Ret, y se funda principalmente en la accin flanqueante del alfil de rey. Como se sabe, en la apertura Ret las blancas dan a su adversario la posibilidad de tomar el centro al objeto de presionar luego con sus piezas. En la cata-lana, lo mismo que en las aperturas clsicas, las blancas tratan de formar un centro de peones.

    1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR es el orden fundamental de los movimientos de esta apertura en que, no obstante parecer inofensiva y un poco lenta, las blancas consiguen dominar el centro en algunas va-riantes, y las negras ven amenazado su flanco de dama. Si stas intentan simplificar la posicin, aqullas toman la iniciativa y, preponderando en el centro, pueden variar el plan de su juego para amenazar el flanco de rey adversario.

    El desarrollo de la apertura catalana dio a las negras una importante cosecha de xitos, con el uso de la defensa de Niemzowitsch. Pero las blancas pueden eludir esta popular apertura, mediante 3. P3CR. Al con-trario de la defensa india moderna (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. C3AR, P3CD), el bando blanco impide la evolucin del alfil de dama en esta apertura.

    El nombre de esta apertura tiene su origen del torneo celebrado en Barcelona el ao 1929; en l, Tartakower la practic por primera vez, pero no hizo el movimiento P4AD. Y as, la relacin entre la puesta en prctica y su denominacin es relativa.

    El aspecto moderno de la "apertura catalana" gan popularidad des-pus del conocido torneo A.V.R.O. de 1938, donde se us en varias partidas. Alekhine la emple con preferencia; Keres y Smislov la enri-quecieron con nuevas ideas, y M. Botvinnik introdujo bastantes reformas sustanciales en ella, que fue un arma contundente durante los aos cin-cuenta. Luego, su situacin vari: la teora encontr la forma de que las negras pudiesen equilibrar el juego; esto hizo que perdiese su validez.

    Pero en el transcurso de estos ltimos aos se han hallado nuevas posibilidades para las blancas, posibilidades que le han dado nuevo impulso, contribuyendo a que volviese a practicarse. Korchnoi, uno de los maestros contemporneos ms destacados, hizo uso de ella en el torneo de candidatos del ao 1968.

    Esta apertura puede derivarse de otras, como el gambito de dama, la defensa eslava, la defensa india moderna, la apertura inglesa y el sistema Ret, haciendo una transposicin de movimientos.

    7

  • VARIANTE PRINCIPAL

    1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR

    Diagrama nm. 1

    Las posiciones de la apertura ca-talana que resultan de la variante 1. P4D, P4D; 2. P4AD han sido agrupadas en un captulo indepen-diente.

    Situando el alfil al flanco del rey, las blancas ejercen presin en el de la dama adversaria y tratan de im-pedir la evolucin normal del mismo. Situado en el escaque 2CR, dicho alfil puede intervenir en la toma del centro, que se efecta con P4R.

    Las negras disponen de tres res-puestas :

    3. ..., P4D, con el fin de cortar

    la diagonal 1TR-8TD e impedir que el adversario forme un centro de peones. Es conocida esta respuesta por el nombre de gambito de dama cataln.

    3. ..., P4A para incitar al pen 4D a que cruce la lnea divisoria y, luego, desarrollar el juego segn la variante moderna de la defensa in-dia clsica. La posicin resultante tras 4. C3AR caracteriza la apertura catalana.

    3. ..., A5C+, tras lo cual la con-tienda sigue la trayectoria de las variantes de la defensa india mo-derna.

    El movimiento 3. ..., P4R!?, con-tundente para uno y otro bando y que recuerda al gambito Budapest, se emplea muy poco en esta serie de variantes; caso que se emplee, las blancas deben situar el alfil al flanco del rey, por cuanto ya se ha efectuado el movimiento P3CR. Por ejemplo: 4. PXP, C5C; 5. C3AR, C3AD; 6. A4A, A5C + ; 7. C3A o 7. C2D. Y 4. C3AR, PXP; 5. CXP, P4D; 6. A2C, PXP; 7. D4T+, P3A; 8. DXP5A, A2R; 9. 0-0, 0-0; 10. C3AD ofrece ms posibilidades a las blancas que a su adversario, que pierde un tiempo en comparacin con las variantes del gambito Bu-dapest.

    9

  • GAMBITO DE DAMA CATALAN

    3. ..., P4D

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR.)

    4. A2C

    (Ver diagrama nm. 2)

    A veces, las blancas efectan pri-mero el movimiento 4. C3AR y, des-pus, sitan el alfil en la casilla 2CR. Comnmente, el juego se reduce a la variante analizada. Pero las con-tinuaciones independientes se suce-den de acuerdo con el orden de movimientos del gambito de dama 1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3. C3AR, C3AR; 4. P3CR, lo cual se analiza ms adelante.

    Y las negras tienen que decidir si tomar inmediatamente el pen 4A o en las siguientes jugadas, o proseguir

    VARIANTE

    4. ... PXP

    Tomar este pen vale tanto como prolongar la diagonal en que se llalla el alfil de casillas blancas y aumentar su poder de ataque con-tra el flanco de la dama negra. Sien-do as, qu sentido tiene este mo-vimiento? El plan de las negras

    5. D4T +

    (Ver diagrama nm. 3)

    La variante 5. C3AR se analiza

    en II; en ella, las blancas no rsta-

    lo

    Diagrama nm. 2

    el juego reforzando el punto 4D para contraatacar posteriormente en el centro adversario.

    ABIERTA

    consiste en aprovechar el tiempo, que el contrario pierde en recuperar el pen, para movilizar las piezas y emprender una contraaccin en el punto 4D blanco.

    La variante cerrada 4. ..., A2R, la 4. ..., P3AD, la 4. ..., P4CR y la 4. ..., A5C+ pueden verse en el ca-ptulo Variante cerrada.

    blecen inmediatamente el equilibrio material, sino que continan des-arrollando la apertura; posterior-mente toman el pen 5A con la dama, y en otras variantes lo hacen con el caballo (C1C-2D y CxP) . Las

    Diagrama nm. 3

    negras pueden continuar as: 5. ..., C1C-2D (A); 5. ... A2D (luego, A3A) (B), y 5 P3A con los si-guientes movimientos: C1C-2D y P4R, lo que verenos en el orden de jugadas 5. ..., C1C2D; 6. DXP, P3A.

    A

    5. ... C1C-2D

    Esta respuesta da principio a la evolucin del flanco de la dama: las negras se proponen jugar o P3TD con los subsiguientes movimientos P4A, P4C (o P3C) y A2C o P4A, sin el previo movimiento P3TD.

    6. DXP

    Que puede substituirse con 6. C3AR. Pero las negras atacan a la dama con P4C despus de 6. ..., P3TD; 7. DXP; y as, ganan un tiempo para mover el alfil de casillas blancas. Del mismo modo tiene valor independiente la variante en que las blancas, luego de 6. C3AR, P3TD, no toman el pen 5A, sino que pro-siguen desenvolviendo la apertura con 7. C3A (vase el subcaptulo Las blancas difieren la toma del pen 5A). En vez de jugar 6. ...,

    P3TD, se puede atacar inmediata-mente el centro adversario con 6. ..., P4A. Contra 7. 0-0 conviene opo-ner 7. ..., P3TD, por cuanto 7. ..., PXP; 8. CXP da a las blancas la iniciativa.

    Si tras 6. C3AR las negras no ope-ran por el flanco de la dama al obje-to de terminar antes el desenvol-vimiento del otro flanco, pueden encontrarse con inconvenientes. Ver-bigracia: 6. ..., A2R; 7. DXP (a 7. ..., P3TD sucede 8. D2A, y las negras no pueden hacer 8. ..., P4CR, porque sucede 9. C5R), 0-0; 8. 0-0.

    Diagrama nm. 4

    . 8. .... P3TD; 9. D2A, P4A; 10. CD2D, PXP; 11. CXP. Las negras encuentran obstculos que impiden poner en movimiento el alfil de casi-llas blancas. Y el bando blanco acta eficazmente en la diagonal 1TR-8TD. La partida Eliskazes-Golombek (Estocolmo, 1952) prosigui 11. ..., A4A; 12. C2D3C, A3C; 13. A2D, T1R; 14. TD1D, D2A; 15. DxD, A X D; 16. TA. Este cambio de da-mas no mejor la situacin de las negras. Las blancas ejercen influjo dominante en la posicin.

    8. .... P4A; 9. T1D, D3C; 10. C3A, D5C; 11. D3D, PXP; 12. DXP!, DXD; 13. CXD, C4A; 14. A4A, y las blancas aventajan a su oponente en el desarrollo del juego (Geller-

    11

  • Minich, partida de la competicin URSS-Yugoslavia). Si 9. ..., PXP (en lugar de 9. .... D3C); 10. CXP, D3C; I I . C3AD, las blancas tambin preponderan, pues a 11. ..., C4R si-gue 12. D5C, y el cambio de damas no har que disminuya la presin sobre el flanco de la dama negra ejercida por aqullas. En una partida Bialas-Van Schellting (competicin Repblica Federal Alemana-Holan-da, 1964) sucedi 11. ..., C4A?! 12. P4CD!, C3T; 13. P5C, C4A; 14. A3R, C5C; 15. C6A!, PXC; 16. DXC5C, y la situacin de las negras fue des-esperanzadora.

    8. ..., T1C; 9, C3A, P3TD; 10. P4TD!, C3C (a 10. ..., P4A sucede 11. A4A, T1T; 12. TR1D, con ven-taja para las blancas); 11. D3C, CD4D; 12. C5R!, P4A (pues se ame-nazaba con 13. C6A); 13. CXC (si 13. C6A, P x C ; 14. D x T , P x P , las negras daran una calidad por un pen y un poderoso centro), CXC; 14. PXP, D2A (a 14. ..., A x P se-guira 15. C6A); 15. P4R, C3A; 16. A3R, y las blancas predominan (Eliskazes-Prins, Estocolmo, 1952). Tras 16. ..., AXP (si 16. ..., DxC?, entonces 17. A4A); 17. TD1A, P3CD; 18. D3A, D2C; 19. TR1D, no conviene 19. ..., CXP porque su-cede 20. D3D, P4A; 21. P4CD!, AXP; 22. C6A y se gana una cali-dad. Si 19. ..., C2D, se contesta con 20. C4A y se ejerce una fuerte pre-sin, y si 19. ..., A2D, procede 20. CXA, CXC; 21. P5R. En la partida de referencia se jug 19. ..., A XA; 20. DXA, A2D; 21. CXA, CXC; 22. P5R, y las negras la tuvieron perdida en el aspecto estratgico.

    De lo expuesto, se deduce que el plan de un desarrollo rpido del flanco del rey negro no es convenien-te si el caballo se encuentra en el escaque 2D.

    Otro plan de juego de las blancas podra consistir en tomar el pen 5A con el caballo.

    6. C2D

    Diagrama nm. 5

    6. ..., P4A (tambin es oportuno jugar 6. ..., P3TD, y contestar a 7. Cx.P con 7 P4A y no con 7. ..., P4CD?, lo cual se analiza ms ade-lante ; pues sucede 8. D2A y 9. C5T, luego de que la torre negra se haya retirado a otra casilla).

    7. CXP

    Diagrama nm. 6

    Max Euwe estima oportuno efec-tuar 7. ..., PXP; en este movimiento se basa la partida Petrov-Van Schel-lting (VIII Olimpiada, 1939), donde se prosigui 8. A4A, A2R; 9. C6D+, R1A. Y comenta: Las blancas no

    12

    tienen realmente probabilidad de atacar, y recuperar el pen entraa dificultades. En la sobredicha par-tida se lleg a una posicin ms o menos equilibrada despus de 10. C3A (no conviene 10. DxPA?, por suceder 10. ..., P4R; si 10. CxA, T x C ; 11. AXP, T4A, las negras tienen buen contrajuego, y a 10. CXPCD, A x C ; 11. AXA sigue 11. ..., C4A; 12. D6A, C x A ; 13. DxC, D4D; 14. DxD, C x D ; 15. C3A, P3A, lo que redunda en beneficio de las negras), D3C; 11. D5C, C4D; 12. DXD, C2DXD; 13. CX A, TXC; 14. 0-0,CxA; 15. PXC,A3A;16.TR1D, R2R; 17. CXP. No obstante lo cual, las blancas usaron esta variante en la partida Petrov-Mikenas (XII Cam-peonato de la Unin Sovitica, 1940); mas jugaron 11. C4A en vez de 11. D5C y, tras 11. ..., D5C + ; 12. DXD, AXD + , habran logrado preponderar, si hubieran continuado 13. A2D (en la partida hicieron 13. RA), A X A + ; 14. RXA, C5R + , 15. R1R. De esa manera, las blancas recuperan el pen, y su alfil ocupa una posicin ms activa que el de las negras.

    7. ,A2R;8. PXP, AXP;9 . C3A, 0-0; 10. 0-0, C3C; 11. D2A, A2D; 12. C5R u 11. CXC, AXC; 12. T1D, A2D; 13. D4TR ofrece a las blancas mejores posibilidades (Tolusch-Ma-kagonov, XI Campeonato de la URSS, 1939). A 13. ..., C4D sucede 14. A5C. Y 11. D3C, A2D (partida Flor-Euwe, perteneciente al Torneo A. V. R. O. de 1938) es menos ven-tajoso para las blancas.

    7. ..., P3TD; 8. PXP, AXP; 9. D2A, C3C. En esta variante, las blan-cas an no han movido el caballo del rey, mientras la posicin de las negras es satisfactoria. Vemoslo: 10. CXC, DXC o 10. C5T, D2A y la amenaza 11. ..., A X P + . En una partida Minev-O'Kelly (Berln, 1962), las blancas trataron de obtener ven-taja haciendo 8. A4A y no 8. PXP; pero la obtuvieron las negras tras 8. ..., P4CD; 9. DID, C4D; 10. C6D+, AXC; 11. AXA, A2C! (11.

    ..., D3C hace que el juego favorezca a las blancas: 12. P x P , C x P ; 13. AXC); 12. C3A, P5A; 13. P4R, C4D3A; 14. P5R, C5R; 15. A4C, P4TD; 16. A2D, CXA; 17. DXC, C3C. Si 13. 0-0, la respuesta conve-niente es 13. ,.., D3C. En la partida de referencia se jug 13. P4CR?, pero 13. ..., C2D3A!; 14. A5A, C5A caus pronto la derrota al bando blanco.

    Intentemos reforzar el juego de las blancas con 8. A2D!? en vez de hacer 8. A4A u 8. PXP.

    Diagrama nm. 7

    A 8. ..., P4CD puede suceder el aparentemente paradjico movimien-to 9. D3T y, caso que 9. ..., PXP, se prosigue con 10. C6D+, AXC; 11. DXA y 12. DXPD, que ofrece buenas perspectivas a las blancas. 9. ..., C4D supone perder inmediata-mente la partida, pues las negras se ven forzadas a rendirse tras 10. AXC, PXA; 11. D3R + , D2R (a 11. .... A2R sigue 12. A5T); 12. C6D + . Y a 9. ..., T1CD puede opo-nerse 10. C5T (si 10. A5TD, procede 10. ..., PXP), PXP; 11. A4C. An-lisis.

    Ante 6. C2D, es digna de conside-racin la respuesta 6. ..., P3A.

    13

  • Diagrama num. 8

    De esta manera, el bando blanco ha de perder un tiempo para realizar el movimiento 7. DXP, mientras el negro realiza otra contraaccin en el centro con 7. ..., P4R. Verbigracia: 8. PXP, CXP; 9. D3A, A3D; 10. CR3A, D2R; 11. 0-0, 0-0; 12. CXC, AXC; 13. D2A, A2A; 14. P4R, T1R; 15. P3C, A5C; 16. C4A, TD1D; 17. A3TD, D3R; 18. P3A, A6T, y las probabilidades son equivalentes (par-tida Smislov-Keres, perteneciente al XVIII Campeonato de la Unin So-vitica, 1950.

    Igualmente se puede jugar 8. C1C3A en vez de 8. PXP, para res-ponder a 8. ..., A3D con el inespe-rado movimiento 9. C5C.

    Diagrama nm. 9

    Al lgico 9. .... 0-0 sigue 10. C6R! Y las perspectivas sonren a las blan-cas luego de 9 D2R; 10. CD4R. Por lo visto, 8. ..., C3C conviene-ms que 8. ..., A3D (a 9. D3D debe se-guirse 9. ..., PXP) o jugar primera-mente 8. ..., PXP. Anlisis:

    a

    6. ... P3TD

    Diagrama nm. 10

    La continuacin 6. ..., P4AD se analiza en la variante b, la 6. ..., P3AD en la c y la 6. ..., A2R en la II, F; pero en otro orden de movi-mientos.

    1

    7. D2A

    La variante iniciada con este mo-vimiento dio a las negras mucho que-hacer; Alekhine lo propuso cuando la prctica de la tercera dcada des-cubri que aqullas podan replicar a 7. C3AR con 7 P4CD, tras lo cual 8. D6A pierde eficacia. Esta va-riante puede verse en el apartado 2.

    Ms adelante se encontr un ant-doto contra 7. D2A.

    7. ... P4A

    14

    Aqu carece de sentido la contra-accin 7. ..., P4R porque comparado con la vanante 5. ..., P3A; 6. DXP, CD2D; 7. C3AR, A31 ; 8. 0-0, P4R, las negras han perdido un tiempo en el innecesario 6. ..., P3TD (vase la variante 2), y las posibilidades se inclinaran al bando blanco si se prosiguiera 8. C3AR, A3D; 9. 0-0, 0-0; 10. C3A, P3A; 11. T1D, D2R; 12. A5C, P3T; 13. C4R!, PXA; 14. CXA, DXC; 15. PXP, D4A; 16. DXD, CXD; 17. PXC, P x P ; 18. TD1A.

    En una partida Smislov-Bivschev (Leningrado, 1951), las negras trata-ron de desenvolver el flanco de la dama con 7. ..., T1CD y, luego de 8. C3AR, P4CD; 9. P4TD, A2C; 10. PXP, PXP; 11. C3A, P5C; 12. C4TD, A5R; 13. D1D, tomar la ini-ciativa con el eficaz movimiento 13. ..., P6C (merece atenderse a 13. ..... A3D; 14. 0-0, 0-0, aun cuan-do la situacin de las blancas es pre-ferible en este caso). Prosigui 14. 0-0, A7A; 15. D1R, C5R; 16. A4A, A5C; 17. D1A, CD3A; 18. C1R, lo cual pone de manifiesto que la inicia-tiva de las negras es pasajera y que las blancas tienen probabilidades de xito.

    8. C3AR

    El bando negro tiene que desen-volver el flanco de su dama para huir la dificultad. La partida Smis-lov-O'Kelly (Groninga, 1946) ilustra perfectamente la idea de la apertura catalana; en ella se jug 8. ..., PXP; 9. CXP, D3C; 10. C3C, A5C + ; 11. A2D, C4A; 12. 0-0, CXC; 13. DXC, A4A; 14. DXD, AXD; 15. P3TD. Esto simplific la posicin; mas no resolvi el problema del desenvol-vimiento del flanco en cuestin. La preponderancia de las blancas no ofrece duda. Las negras tampoco consiguieron equilibrar el juego en partidas posteriores, donde se hizo 9. ..., A4A y 9. ..., C4A en vez de 9. ..., D3C.

    Diagrama nm. 11

    En esta posicin de la partida Smislov-Kan (XV Campeonato de la URSS, 1947) sucedi 9. ..., A4A; 10. C3C, A2T; 11. 0-0, 0-0; 12. A2D, D2R (12. ..., C3C era relativamente mejor, pues mover la dama supone perder un tiempo valioso); 13. P3TD, T1R; 14. A4C, D1D; 15. C3A, D2A; 16. TD1A.

    Lo que caracteriza la ineficacia del juego de las negras en la apertura catalana es la constante presin so-bre el flanco de su dama ejercida por las blancas.

    En la partida Alatortsev - Flor (XVIII Campeonato de la Unin So-vitica, 1950), se jug 10. ..., A3D y no 10. ..., A2T.

    Diagrama nm. 12

    15

  • Tras 11. 0-0, 0-0; 12. C3A, T1C; 13. T1D, D2A; 14. D3D, A2R; 15. A4A, P4R; 16. A3R, las blancas tie-nen cierta iniciativa; con todo, in-tentaremos reforzar el juego de ellas: en lugar de 14. D3D, se puede hacer 14. A5C y, si 14. ..., P3T, 15. D2D. Por ejemplo: 15. ..., A2R; 16. A4A, P4R; 17. A3R. La dama est situada mejor en el escaque 2D que en el 3D. Anlisis.

    En la partida Taimanov-Bonda-revski (semifinal del XVII campeo-nato de la URSS, 1949) se prosigui 9. ..., C4A; 10. C3C!, CxC; 11. DXC, D2A; 12. 0-0, A4A; 13. C3A, 0-0; 14. A4A, P4R; 15. A5C. Y la posicin de las blancas es preferible a la de las negras.

    Advertimos que 9. ..., C3CD fue propuesto por Smislov el ao 1947, cuando se estudiaba un plan para desenvolver inmediatametne el flan-co de la dama con los movimientos 8. ..., P4CD y 8. ..., P3CD, que se analizan en la variante principal.

    Diagrama nm. 13

    Con el subsiguiente movimiento CD4D, las negras se proponen cerrar la peligrosa diagonal, y equilibrarn el juego si sucede 10. C3C, A5C + ; 11. A2D, A X A + ; 12. C1CXA, CD4D; 13. 0-0, 0-0; 14. TD1A, A2D.

    Pero substituyendo 11. A2D con 11. C1C2D, se evita toda simplifica-

    cin; se rechaza el ataque del alfil, y se tienen mejores perspectivas. Igualmente es viable 11. C3A; ve-moslo: 11. ..., CD4D; 12. 0-0, D2A; 13. A2D; a 13. ..., CXC; 14. PXC, A2R procede 15. P4AD! Anlisis.

    8. ..., D3C es mejor que 8. ..., P X P, aunque se estime que no equi-libra el juego y que no se ha deter-minado definitivamente su valor.

    Diagrama nm. 14

    9. PXP, AXP; 10. 0-0, 0-0 (como se ver, comprobado, conviene ms 10, ..., D2A y la amenaza 11. ..., A x P +, por limitar las posibles con-tinuaciones de las blancas); 11, C3A, D2A; 12. C1R, T1C; 13. C4T, A3D; 14. DXD, AXD; 15. A3R, C5C (este movimiento es desacertado; conviene 15. .... P4CD; 16. C5A, C3C, porque facilita el contrajuego); 16. A7T, T1T; 17. A4D, y las blan-cas preponderan (partida Bartz-Kl-ger, 1950). De acuerdo con el comen-tario sobre el decimoquinto movi-miento de las negras se puede hacer 12. A5C en vez de 12. C1R. Si 12. ..., P3T, entonces 13. AXC, CXA; 14. TD1A y, caso de que 14. ..., A2D; 15. C4R, CXC; 16. DXC, las blancas se adelantan a su adver-sario en la accin. Anlisis.

    En una partida Mikkov-Sorokin (1955), las negras prosiguieron 11. ..., D1D (y no 11. ..., D2A), y las

    16

    blancas tambin preponderaron si-guiendo 12. P3TD, D2R; 13. T1D, P3T; 14. P4CD, A2T; 15. A2C, C3C; 16. C4R, A2D (a 16. ..., CD4D sigue 17. C x C + , CXC; 18. C5R); 17. CXC + , PXC; 18. D4R. A5T; 19. D4T.

    Se supone que 9. ..., DXP (en substitucin de 9 AxP) , hecho con el fin de desenvolver el flanco de la dama por medio de 10. C3A, P4CD, no altera el valor de la va-riante. En la partida Rovner-Biv-schev (semifinal del XVII Campeo-nato de la Unin Sovitica, 1949), las blancas aprovecharon la vulne-rabilidad de su escaque 4A y mejo-raron el juego al trmino de 11. A3R, D2A; 12. A4A, D3C; 13. P4TD (se dijo que este movimiento deter-mina la superioridad de las blancas), P5C; 14. C1C, A4A; 15. 0-0, A2C. Pero las negras jugaron sin preci-sin; y as, proponemos reemplazar 15. ..., A2C por 15. ..., C4D o por 15. ..., C5C, lo que da a las blancas poca ventaja o ninguna.

    Tampoco se ha visto comprobada la eficacia del movimiento P4CD, apoyado por 8. ..., T2T.

    Diagrama nm. 15

    Partida Donner - Lokvenz (Olim-piada de 1954): 9. 0-0, P4C; 10. P4TD, P5C. Aqu es aconsejable 11. T1D (11. C1C2D, A2C; 12. C3C,

    A5R; 13. D1D, P5A; 14. CD2D, A4D da a las negras ventaja en la posicin, lo cual se produjo en la partida de referencia), pues la pos-tura de la torre frente a la dama de las negras puede ser un obstculo para stas. Se amenaza con 12. C5R. A 11. ..., D3C conviene responder con 12. CD2D y proseguir C4A. Anlisis.

    1) 8. ... P4C

    Diagrama nm. 16

    Este audaz movimiento (el alfil de las blancas situado en 2CR no es peligroso!) se efectu por primera vez en la partida Dunkelblum-Euwe (competicin Blgica-Holanda, 1950). Las negras abren la diagonal "cata-lana" e incitan al oponente a que efecte 9. C5R (x). 9. PXP y luego C5R (y), o 9. P4TD (z) debilitan el flanco de la dama negra. 9. 0-0, A2C; 10. A3R, T1A; 11. P x p , AXP; 12. AXA, CXA; 13. CD2D, 0-0 re-dunda en beneficio de aqul.

    x) 9. C5R 9. ... C4D

    10. AXC

    Las blancas se desprenden del al-fil "cataln" para ganar un pen; pero las negras lo recuperan y mejo-ran su posicin si sucede 10. CxC,

    17

  • D X C ; 11. P X P , A2C; 12. 0-0, T1A, lo que sucedi en la citada partida y en la que se prosigui 13. D3C, A X P ; 14. A2D, 0-0; 15. T1D, D2R; 16. C3A, C3A; 17. A X A , D X A .

    Promete poco la tentativa de com-plicar el juego con 10. C6A, D3C; 11. P4R, D X C ; 12. P X C , PXP5D; 13. 0-0, pues las negras terminan fe-lizmente el despliegue de sus fuerzas despus de 13. . . . , C3A; 14. T1R + , A2R.

    10. ... 11. C X C

    P X A D x C

    11. ..., A X C se estima insatisfac-torio, porque la variante 12. P X P , D3A; 13. 0-0, T1A; 14. A3R impi-de a las negras restablecer la igual-dad material (a 14, ..., P5D sucede 15. D4R + ).

    Murey propuso reemplazar 12. ..., D3A por 12. ..., D4T + y contestar a 13. A2D con 13. . . . , P5C; 14. P6A, A6T, y a 13. C3A con 13. . . . , A X P ; 14. A2D, P5C (15. C x P , A x P + ).

    A 13. C2D sigue 13. ..., T1A y se recupera el pen, y a 13. D3A puede seguirse 13. . . . , D X D + ; C X D , A X P . Si 15. CXPD, entonces 15. ..., A3A.

    12. P X P A2C

    El propsito de ganar una calidad, mediante 12. ..., D6T; 13. A4A, D7C; 14. T1A, A6T, no es realiza-ble porque lo impide 15. C2D!

    En- su manual, M. Euwe estima que las blancas sacan ventaja si a 15. . . . . D X P T responden con 16. D3D. Mas no advierte que pueden ganar la dama adversaria, prosi-guiendo 16. C3A, D7C; 17. T1C.

    12. ..., D3A; 13. P4CD, A2C es una transposicin de movimientos de la variante principal. Slo resta advertir que a 13. . . . , P4TD (caso no se haga 13 A2C) hay que oponer 14. P4TD!

    Segn Euwe, las negras se hacen con la iniciativa a cambio del pen sacrificado; pues el flanco del rey, debilitado por el alfil cataln, puede ser objeto de ataque, en apoyo de lo cual aduce la siguiente vanante : 14. P4C, P5D; 15. P3A, P4TR o 14. . . . , P4TD; 15. A3T, P X P ; 16. A X P , P5D; 17. P3A, P4TR. Sin embargo, mantienen la superioridad material si prosiguen 18. C2D; por lo que las negras han de buscar otra forma de ataque.

    Y) 9. P X P

    1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5. D4T + , CD2D; 6. D.X.P, P3TD; 7. D2A, P4A; 8. C3AR, P4CD.)

    9. ... A X P

    Contra 9. .. . , C X P es eficaz la rplica 10. A3R.

    10. C5R T1CD!

    Diagrama nm. 17

    13. 0-0 D3A

    Sacrificando una calidad, las ne-gras impiden el enroque del adver-sario y amenazan seriamente. Adver-timos que no es oportuno jugar 10. .. . , D2A, ni contestar a 11. A X T con 11. . . . , A X P + , pues sucede 12. R1D.

    18

    11. C6A D2A 12. C X T A X P + 13. R1D D X C

    Las negras han entregado una ca-lidad por un pen; adems, el mo-vimiento 14. P3R puede cortar la retirada del alfil 7A; pero Lilienthal demostr que, tras 14. . . . , C5C; 15. R2R, disponen del poderoso movi-miento 15. . . . , A2C! Aceptar el cam-bio supone dejar al rey en una situa-cin peligrosa. Si se restituye la calidad por medio de 16. A3T, A X T ; 17. A X C , las negras prosi-guen 17. ..., C4R y, despus de 18. A3T, 0-0!; 19. R X A , T1A; 20. C3A, P5C!, recuperan la pieza y continan amenazando.

    En una partida Kroguius-N. Gu-sev (1954), se hizo 15. D4R para impedir el movimiento 15. ..., A2C.

    Diagrama nm. 18

    La partida continu as: 15. ..., CD4R; 16. R2R, P4A; 17. D2A, A2C; 18. D3C. Aqu recomendamos no jugar 18. .. . , R2A, como se jug en ella, sino 18. . . . , A XA; 19. D X P + , R1A; 20. D X P + , R2R, y las blancas no pueden defenderse.

    z) 9. P4TD

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.

    D4T + , CD2D; 6. D x P , P3TD; 7. D2A, P4A; 8. C3AR, P4CD.)

    Las blancas no intentan empren-der una accin tctica en la diagonal 1TR-8TD, sino debilitar el flanco de la dama adversaria.

    9. ... A2C 10. 0-0

    La variante 10. PXPC, P X P ; 11. T X T , D X T no dificulta el juego de las negras.

    10. . . . T1A

    En la partida Smislov-Korchnoi (Campeonato de la U. R. S. S. por equipos, 1967) sucedi 10. .. . , A2R, con objeto de terminar el desenvol-vimiento del flanco del rey, pero sin definir la postura de las torres; la posicin se simplific del siguiente modo: 11. P X P A , A X P ; 12. A5C, D3C; 13. A X C , C X A ; 14. P X P , P X P ; 15. T X T + , A X T ; 16. C3A, 0-0; 17. P3R, T1A; 18. D3D, P5C; 19. C4T, D3A; 20. CXA, D X C ; 21. T1D, P3T; 22. D4D, D X D ; 23. C X D, A X A; 24. R X A, P4R, y cuyo final result ms o menos equili-brado.

    Tambin se puede ensayar 10. ..., P X P D para responder a 11. C X P con 11. . . . , A XA; 12. R X A , A4A; a 13. T1D sucede 13. . . . , T1A, y a 13. C3C procede 13. ..., A3C.

    Citamos asimismo el movimiento 10. .. . , P5C. Si 11. P X P , se prosigue con 11. ..., A X P ; 12. CD2D. En la partida Flor-Fine (Kemeri, 1936) sucedi 12. . . . , T1AD. Al objeto de evitar la oposicin de la torre 1A contra la dama, recomendamos ju-gar 12. D4A (y luego D4TR) y no 12. CD2D.

    11. PXPC PXPC

    En una partida Zagorianski-Estrin (Mosc, 1948), el bando negro hizo 11. ..., P X P D .

    19

  • Diagrama num. 19

    Y tuvo una posicin satisfactoria al cabo de 12. D1D, PXP; 13. CXP, D3C; 14. C3AD, A XA; 15. RXA, P5C; 16. C4T, D2C + ; 17. P3A, A2R. Pero el blanco habra mejo-rado la suya, si hubiera jugado 13. DXP; verbigracia: 13. ..., A4A (si 13. .... C4A, sucedera 14. D x D + , T x D ; 15. T7T, lo que da a ste la preponderancia); 14. D3D, D3C; 15. C3A, A3 A; 16. C2D. Si 16. ..., C5C, entonces 17. C2D4R. Las blancas tie-nen igualmente la iniciativa despus de 16. ..., T1CD; 17. C3A4R. 16. ..., AX A; 17. RXA es relativamente mejor, aunque la posicin de las blancas es en cierto modo preferible.

    El movimiento 12. D4TD redunda en beneficio de las negras: 12. ..., C4A; 13. DXP (es interesante 13. PXP, C x D ; 14. P x A , T2A!, no obstante ser insuficiente), C6C!; 14. D X D + , RXD; 15. T1D+ (a 15. PXP, que se hizo en una partida Stetsko-Neustadt celebrada en Mos-c el ao 1950, sigue 15. ..., A x C ; 16. A XA, CxT; 17. P7T, lo que da a las negras ventaja material),

    A4D! (pero no 15 R1R?, pues 16. C3A2D, CXT; 17. A x A y 18. PXP da a las blancas la preponde-rancia); 16. TXP; de esta manera, transcurri la partida Ravinski-Za-gorianski, Mosc, 1949. Y con 16. ..., CXA! (en dicha partida se jug

    16. ..., TXA?; 17. T x T , CxT; 18. C3A); 17. C3A, TXC; 18. PXT, C X P + y 19. ..., CXPAD, las ne-gras se aseguran la superioridad.

    Volvamos sobre la situacin que 13. ..., C6C crea en el tablero, para analizar el no usado movimiento 14. D4TD?!

    Diagrama nm. 20

    A 14. ..., CXA sigue 15. PXP, A3A; 16. D4A, y a 16. ..., AXC sucede 17. D4T+, que ofrece ven-taja a las blancas. Por ello, conviene a las negras jugar 14. ..., CXT!; 15. P X P + , A3A; 16. DXC, A4A. Anlisis.

    12.D3C

    Contra 12. PXP debe oponerse 12. ..., CXP; as, se evita que la dama adversaria se site en el esca-que 3C o en el 3D. Lo cual es rea-lizable si se hace el rutinario movi-miento 12. ..., AXp.

    12. ... D3C 13. C3T

    A esta posicin lleg la partida Keres-Platz (Budapest, 1952). Las negras optaron desacertadamente por 13. ..., A3T, y 14. C4A!, PXC; 15. DXD, CXD; 16. TXA, CD4D; 17. A2D dio a las blancas la preponderancia.

    20

    Lo conveniente es 13. ..., A3A; de ese modo, la torre adversaria no amenazar al alfil, y las negras po-drn jugar P5A. Si sucede 15. C5R, CXC; 16. PXC, la posicin se com-plicar ofreciendo posibilidades a uno y otro bando.

    2) 8. ... P3CD

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. D4T + , CD2D; 6. D x P , P3TD; 7. D2A, P4A; 8. C3AR.)

    Con este movimiento, recomenda-do por O'Kelly, lo mismo que con el 8. ..., P4CD, las negras preparan la movilizacin del alfil de la dama y refuerzan la defensa del pen 4A para evitar sacrificarlo. A ms de esto, impiden la ruptura del flanco de la dama que 9. P4T puede pro-ducir despus de 8. ..., P4CD.

    9. 0-0

    9. PXP, AXP, 10. C5R produce las variantes del apartado (y), y. cuya diferencia influye poco en el valor de la posicin: el pen negro no se halla en el escaque 4CD sino en el 3CD.

    9. ... A2C 10. PXP AXP 11. C3A T1AD

    Diagrama nm. 21

    Las negras han terminado acerta-damente la movilizacin de sus fuer-zas. La dama blanca ocupa una posicin desfavorable en la vertical AD. La partida Birnstil - Neustadt (torneo internacional por correspon-dencia, 1964-1965) continu 12. T1D (hecha por consideraciones de or-den general, esta jugada introdu-ce muchas dificultades), P4CD; 13. P3TD, D3C; en ella, las blancas se vieron forzadas a debilitar sus es-caques blancos y a cortar el paso de su alfil de casillas negras con el movimiento 14. P3R, y su situa-cin fue comprometida al cabo de 14. ..., 0-0; 15. A2D, D2T (la dama va a situarse en la diagonal, que el oponente ha debilitado); 16. D3D, D1T; 17. D2R, C5C; 18. A1R, CR4R; 19. CXC, CxC; 20. P4R, C3A!; 21. P4CD, C5D; 22. D2T, A3C; 23. P4TD, D1C; 24. PXP, PXP; 25. TD1A, D4R; 26. R1T, D4T; 27. P3T (a 27. P4A poda se-guirse 27. ..., T x C ; 28. A x T , C7R!; 29. A1R, A8C; 30. P4T, D5C y las amenazas 31. ..., A x P y 32. ..., D6T+, y a 31. D2A oponerse

    31 A6R), T5A; 28. P4A, TR1A; 29. D2C, P4A!

    2

    7. C3AR

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. D4T + , C1C2D; 6. D x P , P3TD.)

    Esta variante es ms antigua que la precedente 7. D2A; en ella, las blancas admiten el movimiento ad-versario P4CD, que, como se ha visto, tambin puede hacerse si se hace previamente 7. D2A.

    7. ... P4CD

    Tras 7. ..., P4A; 8. D2A (o 8. 0-0, P4CD; 9. D2A, A2C; 10. P4T), se produce la variante que hemos visto en el apartado 1. Igualmente se jug 8. PXP, AXP en varias partidas.

    21

  • Diagrama num. 22 Diagrama num. 23

    9. D4TR, 0-0; 10. 0-0, C4D; 11. DXD, TXD; 12. CD2D, P4CD; 13. C3C, A3C; 14. A5C, T1R; 15. A2D, lo que da a las blancas cierta iniciativa (Smislov-Evans, X Olim-piada, 1952). Neuekirch y Tsvietkov proponen sustituir 14. ..., T1R con 14. ..., P3A; 15. A2D, C4A; 16 CR4D, lo cual equilibra el juego

    9. 0-0, P4CD; 10. D4TR, A2C 11. CD2D, A2R; 12. C3C, T1AD 13. D4D, 0-0; 14. A2D, C4A; 15 DXD, TRXD; 16. CxC, AXC 17. A5T, T1R; 18. TR1D, A4D: 19. C1R, A XA; 20. RXA, C4D ofrece a los dos bandos posibili-dades equivalentes (Keres-Korchnoi, torneo de pretendientes, 1962).

    De lo dicho se desprende que 8. PXP no entraa peligro para las negras.

    Tras 8. D2A, se produce la po-sicin analizada en la variante 1. El asunto se reduce a saber si 8. D6A conviene a las blancas.

    (Ver diagrama nm. 23)

    8. D6A

    La idea de este movimiento con-siste en impedir el P4A, y dificultar la evolucin normal del flanco de la dama negra. Ahora, la torre ha de abandonar su casilla, lo que en

    ciertas variantes posibilita a las blancas quebrantar la postura del pen 4CD, mediante. P4T.

    Mas la dama es un bloqueador deficiente, pues las negras hacen que se retire, y realizan el movi-miento P4A.

    Otras retiradas de la dama: 8. D3D (no dificulta el juego de

    las negras), A2C; 9. P4TD, A5R; 10. D1D, P4A (Donner-Rossolimo, Amsterdam, 1950). Si no se ataca la posicin del pen 4C y se con-tina 9. C3A, P4A; 10. 0-0, como se hizo en una partida Reshevski-Fine (Nottingham, 1936), las negras avanzan ventajosamente los peones del flanco de su dama 10. ..., P5A; 11. D2A, P5C; 12. C1D, T1A; 13. A5C, D4T, y el juego redunda en favor de ellas. Prosigui 14. AXC, CX A; 15. C3R, P6A!; 16. C5R, A XA; 17. RXA, D4C! Las blancas pueden igualar opuestamente el efecto del avance de los peones ad-versarios.

    8. D3C. Podra parecer que la dama est situada bien en el esca-que 3C; pero, despus de 8. ..., A2C; 9. 0-0, P4A; 10. PXP, las negras pueden atacarla con 10. ..., CXP! Si las blancas no toman el pen 4A con su pen 4D, aqullas no tienen ningn impedimento que les dificulte desplegar sus fuerzas.

    22

    8. ... T1CD

    Tambin se us 8. ..., T2T, cuyo valor depende de si el bando blanco puede sacar provecho de tal posi-cin de la torre.

    Diagrama nm. 24

    A 9. A3R puede suceder 9. ..., C4D o 9. ..., C5C. Vemoslo: 9. ..., C4D (o 9. ..., C5C); 10. A5C, A2R; 11. A XA, DXA; 12. 0-0, A2C y P4A. Con lo que las negras desatan la dificultad, segn Alek-hine.

    En un encuentro entre Capablan-ca y Reshevski (Nottingham, 1936), las blancas prosiguieron 9. A4A, lo cual no impidi a su oponente situar el alfil en 2C. Luego de 9. ..., A2C, no se puede tomar el pen con la dama, por suceder 11. ..., AXC des-pus del cambio de damas y las blancas pierden una pieza. Capa-blanca retir la suya a 1A: 9. ..., A2C; 10. D1A, y 10. ..., P4A; 11. PXP, AXP; 12. 0-0, 0-0; 13. CD2D, D2R dio a las negras cierta supe-rioridad espacial. A ms de esto, la posicin de la dama blanca es desa-certada.

    Por tanto, lo mejor es 9. D2A (o 9. 0-0, A2C; 10. D2A) para sacar alguna ventaja de la posicin de la

    torre negra tras 9. ..., A2C; 10. 0-0, P4A; 11. P4TD.

    Diagrama nm. 25

    Si 10. ..., D3C, puede hacerse 11. A3R!; a 11. ..., C4D sigue 12. PXP, AXP; 13. A XA, y las negras han de tomar el pen con el caballo, lo que empeora su situacin. Pues continuar 13. ..., DXA; 14. DXD, CXD; 15. P x P no sirve, porque la torre queda indefensa. Caso que se haga 12. ..., CXA (en lugar de 12. .., AXP); 13. PXD!, CXD; 14.

    PXT, CXT; 15. C5R, AXA; 16. RXA, C3C; 17. P5T, C1T; 18. T1A, las blancas ganan. A 10. ..., D1T se puede oponer 11. PXPC, PXPC; 12. TXT, DXT; 13. C3T, y las perspectivas de las blancas son ms prometedoras. Anlisis.

    9. A4A

    Aqu se produce tambin la po-sicin que hemos analizado en la variante 1, prosiguiendo 9. 0-0, A2C; 10. D2A, P4A; 11. P4TD, T1A. Se puede hacer 11. ..., D3C en vez de 11. ..., T1A. En una partida Alek-hine-Yunge (Praga, 1942), las negras intentaron ganar el pen central con 11. ..., AXC; p e r o 12. AXA, PXPD; 13. PXP, PXP; 14. T1D dio a las blancas la iniciativa.

    23

  • Diagrama nm. 26 9. ... C4D 10. A5C

    La partida prosigui 14. ..., D3C. A 14. ..., P4R se responde con

    15. P3R!, y si 14. ..., A4A; 15. A4A, P4R; 16. AXP, CXA; 17. DXA, el bando blanco gana un pen, por lo menos; si se juega- 15. ..., T1A y no 15. ..., P4R, sucede 16. A7C y no salva la situacin 16. ..., P6D; 17. DXP, A X P + por cuanto 18. R1A.

    15. C2D P4R

    Era digno de atencin 15. ..., A4A. Si 15. ..., C4R al objeto de cambiar el caballo por el alfil, su-cedera 16. C3C, CXA + ; 17. PXC y las blancas aventajaran a las ne-gras en la posicin. A 17. ..., P4R sigue 18. P4A, ya 17 T1D su-cede 18. C x p (18. ..., T x C ? ; 19. T8T + . R2R; 20. A3R).

    16. C3C

    Las blancas tienen la iniciativa a cambio de un pen. En la sobre-dicha partida, las negras hicieron el desacertado movimiento 16. ..., C4A? (es mejor 16. ..., A2R); 17. C X C, A X C?, y Alekhine sacrific brillantemente una torre: 18. T6T!, DXT. Tras lo cual llev a trmino un feliz ataque.

    Este movimiento es ms eficaz que 10. A2D, el cual se produjo en un encuentro entre Rossetto y Dar-ga (Amsterdam, 1964); en l, las negras se hicieron con la iniciativa en el transcurso de 10. ..., A2C; 11. D2A, P4A; 12. 0-0, T1A; 13. D3D, PXP. A 14. CXP conviene oponer 14. ..., C4A.

    10. ... A2R 11. AXA DXA 12. 0-0 A2C 13. D2A P4A

    En otro encuentro entre Reshevs-ki y Pillnik (Hollywood, 1945), las negras demoraron el movimiento P4A, jugando previamente 13. ..., T1AD. Y al final de 14. P4TD, PXP; 15. DXP, 0-0; 16. C3A, P4A; 17. CXC, AXC; 18. TR1A, PXP; 19. CXP, AXA; 20. RXA, C1C; 21. D3C las blancas lograron cierta iniciativa.

    14. PXP CXP

    A esta posicin se lleg en los encuentros Alatortsev-Ragosin (XVI Campeonato de la Unin Sovitica, 1948) y Sabo-Geller (torneo de pre-tendientes, 1958). Hay una equi-valencia de posibilidades para los dos bandos. La partida de los dos primeros prosigui 15. C3A, CXC; 16. D X C, 0-0; la posicin est equi-librada. Y en la de los segundos, luego de 15. T1A, T1AD; 16. C3A, las negras tenan que haber hecho 16. ..., C3C para dominar la casilla 4A de las blancas e impedir el mo-vimiento P4CD, lo que les habra situado en una posicin satisfactoria.

    b

    6. ... P4A

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. D4T + , CD2D; 6. DXP.)

    24

    El bando negro no se detiene en preparar el movimiento P4CD; con-traataca inmediatamente por el cen-tro.

    7. C3AR C3C

    As transcurri una de las par-tidas del encuentro Alekhine-Euwe (1937). Igualmente se emple 7. ..., PXP. Por ejemplo:

    Diagrama nm. 27

    8. DXP, A4A; 9. D4TR, A2R; 10. 0-0; la posicin de las blancas es un poco ms gil. A 10. ..., C4D procede 11. D4C.

    8. CXP, C3C; 9. D3D, A5C+; 10. A2D, AXA + ; 11. CXA, 0-0; 12. 0-0, P4R; 13. C5C, DXD; 14. PXD, T1D; 15. C4A, TXP; 16. CXPR, T7D; 17. P3C, P3TD; 18. C3T, T1D, y las probabilidades son aproximadamente equivalentes.

    8. D3D PXP

    Varios comentaristas del encuen-tro Alekhine - Euwe recomendaron jugar 8. ..., CD4D. Pero nos pa-rece que las probabilidades se in-clinan a favor de las blancas des-pus de 9. PXP, AXP; 10. D5C+, C2D; 11. P4R, D3C; 12. D2R o de 9. ..., D4T+; 10. C2D, DXP; 11. 0-0. Anlisis.

    9. 0-0!

    De esta manera, las blancas elu-den las simplificaciones. 9. CXP produce la posicin de la variante 7. ..., PXP; 8. CXP, C3C; 9. D3D (vase el comentario sobre el sp-timo movimiento de las negras).

    9. ... A2R

    De todos modos, las negras no pueden impedir la toma de.su pen 5D (9. ..., A4A; 10. T1D o 10. P4C).

    10. CXP 0-0

    No conviene 10. ..., P4R por cuan-to 11. D5C + , CD2D; 12. C5A.

    11. C3AD P4R

    Las blancas tienen la iniciativa, y su adversario trata de neutrali-zarla. La partida de referencia pro-sigui 12. C5A, A5C (12. ..., DXD?; 13. CXA + ); 13. D2A, AXC (13. ..., D2A; 14. A2D, C3C4D; 15. TR1A!, C x C ; 16. Ax.C, A x A ; 17. DXA, DXD; 18. C7R + , R1T; 19. T x D dara a las blancas una ventaja considerable en la fase l-tima de la partida, al decir de M. Botvinnik); 14. PXA, AXC; 15. DXA, D2A. Segn ste, las blancas habran menoscabado sensiblemen-te el flanco del rey adversario con 16. A5C, C4D; 17. A4R, P3C; 18. D3A.

    El citado gran maestro estima que las negras tenan que haber jugado 14. ..., D2A y no 14. .... AXC. Verbigracia: 15. A5C, C3A4D; 16. TD1A, P3A; 17. A2D, A3R, y las posibilidades son equivalentes para los dos bandos.

    Alekhine recomend sustituir 11. ..., P4R con 11. ..., D2D, teniendo en cuenta los posteriores movimien-tos P4R y T1D, y cuya finalidad es impedir la maniobra C4D5A tras el movimiento P4R. Pero el bando blanco puede variar el plan de jue-go, y retirar el caballo a 3A luego de 12. T1D, P4R. Tal posicin se

    25

    http://de.su

  • analiza en la partida Donner-Martn (Buenos Aires, 1955).

    Considerando la recomendacin de M. Botvinnik, parece que las negras no tienen por qu temer el C4D5A. Quiz por ello las blancas hicieron 12. C3A! en lugar de 12. C5A, proponiendo a su contendien-te el cambio de damas en la sobre-dicha partida.

    Diagrama nm. 28

    Tras 12 , DXD; 13. PXD, A3D; 14. P3C (tambin debe considerar-se 14. C5CD), A2D; 15. P4D, PXP; 16. CXP, las negras encuentran di-ficultades.

    Volvamos sobre la posicin que produce 7. ..., C3C.

    Diagrama nm. 29

    En vez de retirar la dama al es-caque 3D como hizo Alekhine, su-gerimos jugar 8. D2A; responder a 8. ..., PXP con 9. 0-0, y subseguir T1D, para evitar toda simplifica-cin.

    6. ... P3A (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;

    3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. D4T + , C1C2D; 6. DxP.)

    Con este movimiento se prepara el contragolpe P4R y se domina la casilla 4D propia.

    7. C3AR A3D No es conveniente hacer 7. ...,

    P4R?, pues sucede 8. PXP, CXP; 9. CXC, D4T + ; 10. C3A, DXC; 11. AXP+ (encuentro Ilivitski-Aro-nin, XX Campeonato de la Unin Sovitica, 1952).

    8. 0-0 P4R Las blancas disponen de dos con-

    tinuaciones: 9. C3A, 0-0; 10. T1D, D2R; 11.

    D3C, PXP (si no, 12. PX.P, C x P ; 13. C4D, con ello se rechaza pronto el movimiento C4R); 12. CXP, C3C; 13. A5C (es ms eficaz que 13. P4R, A5CR; 14. C5A, Ax.C; 15. P x A , tras lo cual las negras dominan su punto 4D), A4R (No conviene 13. ..., P3TR, por suceder 14. AXC, PXA; 15. C4R, A4R; 16. P4A, y las blancas tienen la superioridad; 14. ..., D x A causa la prdida de un pen tras 15. C4R, y 16. CxA, DXC; 17. CXP); 14. C4R, P3TR (se amenazaba con 15. C3AR); 15. CXC + , AXC; 16. AXA, DxA; 17. T2D, T1D; 18. T1T1D, A5C; 19. P3TR, A4T; 20. P4TD. Las blan-cas estn mejor situadas.

    9. CD2D, 0-0; 10. D2A, PXP; 11. CXP, T1R; 12. C4A, C3C; 13. CXA, DXC; 14. T1D, D4R; 15. P3C, D4TR; 16. P3A, A2D; 17. P4R, y las blancas llevan ventaja en la evolucin de la partida (A. Geller-Bivschev, 1955).

    26

    LAS BLANCAS DIFIEREN LA TOMA DEL PEON 5A

    7. C3A

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, Px.P; 5. D4T + , CD2D; 6. C3AR, P3TD.)

    Diagrama nm. 30

    El ltimo movimiento impide el P4CD de las negras. Vemoslo: 7. ..., P4CD?; 8. CXP y, si 8. ..., C3C; 9. CXP+, R2R; 10. D4C + . Hay tres respuestas: 7. ..., T1CD para apoyar el avance P4CD (variante a); 7. ..., P4A para romper el centro adversario (variante b), y 7. ..., A2R o 7. ..., A3D para llevar adelante el desarrollo de la apertura (variantes c y d, respectivamente).

    a 7. ... T1CD

    Amenazando con 8. ..., P4CD, se pretende forzar al adversario a que tome el pen 4A, y, de esa ma-nera, desenvolver el flanco de la dama negra.

    8. DXP

    Analicemos de paso el original movimiento 8. A4A que no entraa peligro si se hace una defensa ri-gurosa: 8. ..., P4CD; 9. D5T, T3C (a 9. ..., A3D es oportuno 10. C5R, pues se amenaza con 11. C6A, y las blancas aventajarn a su oponente en la evolucin de la apertura tras 10. ..., AX.C; 11. PXA, C4T; 12. A3R y 13. A7T); 10. C5R, CXC; 11. PXC, C4D; 12. 0-0-0, A5C; 13. CXC, AXD; 14. CXT PxC!

    Es la nica respuesta efectiva; a la lgica 14. ..., AXC sucede 15. T X D + , RXT; 16. A5C + , R1R; 17. A6A + , A2D (17. ..., R1A; 18. T1D); 18. T1D!, y las blancas ganan.

    15. TXD+, RXT; 16. A5C + .

    Diagrama nm. 31

    Esta posicin se produjo en la partida Katetov-Richter (1942). Las probabilidades de xito son equi-valentes, no obstante llevar las ne-gras la ventaja de un pen. El alfil 4T est situado desacertadamente, y no hay forma de hacer que parti-cipe en el juego. He aqu una de las variantes que inmoviliza el flan-co de la dama negra: 16. ..., R2A; 17. A7R, A2C; 18. AXA, RXA; 19. T1D, R2A; 20. T4D. Anlisis.

    27

    C

  • 8. ... P4CD 9. D3D

    En un encuentro Petrosian-Panno (Los Angeles, 1963), las blancas ju-garon 9. D3C, y el juego se equili-br al cabo de 9. .... A2C; 10. 0-0, P4A; 11. A3R, A2R; 12. PXP, CXP; 13. D1D, 0-0; 14. DXD, T1AXD; 15. TR1D, R1A.

    9. ... A2C 10. 0-0 P4A

    Tambin se practic el siguiente plan de juego: 10. ..., A3D; 11. T1D, 0-0 en apoyo del subsiguiente movimiento. En una partida Petrov-Pirts (Lodz, 1938), las negras se de-senvolvieron bien al final de 12. C5C, A XA; 13. RXA, P4R; 14. CD4R, P3T.

    11. PXP

    Otras continuaciones: 11. P3TD, PXP; 12. DXP, A4A;

    13. D4TR, C4D; 14. A5C, P3A; 15. A2D, CXC; 16. A x C , 0-0; 17. TD1D, D2R (Keres - Bondarevski, torneo de 1941).

    11. A3R, PXP; 12. AXP, A4A; 13. T1A1D, 0-0; 14. T1T1A, D2R.

    Las posibilidades son equivalentes en los dos casos.

    11. ... AXP

    La partida Petrov-Alekhine (Mar-get, 1938) revela que no conviene tomar el pen con el caballo: 11. ..., CXP; 12. DXD+ (12. D2A cede la iniciativa a las negras, por suce-der 12. .... P5C), TXD; 13. A4A, P5C; 14. C1D, C4D; 15. T1A. Aqu tom Alekhine el alfil (15. ..., CxA; 16. PXC); esto dio a las blancas cierta superioridad. Y 15. ..., A2R (recomendado por los co-mentaristas de la partida); 16. C3R brind a stas la iniciativa.

    12. A4A

    Igualmente se jug 12. A3R, 0-0; 13. T1T1A, T1A; 14. A XA, TXA; 15. C2D, A XA; 16. RXA, D2A, lo que da a la posicin de las ne-gras cierta preferencia (Flor-Ban-nik, semifinal del XVIII Campeo-nato de la U. R. S. S., 1950).

    12. ... T1AD

    13. TD1D (a 13. A6D procede 13. .... AXA; 14. DXA, D2R), 0-0; 14. C5R, AXA; 15. RXA (Kons-tantinov-Schneideman, Gorki, 1938).

    13. C2D, AXA; 14. RXA, P4R; 15. A5C, P3T (Shansweet-O'Kelly, Nueva York, 1951).

    Una y otra variante ofrecen a ambos contendientes iguales posi-bilidades.

    Por tanto, la continuacin 7. ..., T1C es perfectamente aplicable.

    b

    7. ... P4A

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. D4T + , C1C2D; 6. C3AR, P3TD; 7. C3A.)

    8. 0-0

    En una de las partidas del en-cuentro Alekhine-Euwe, las negras respondieron con 8. ..., A2R, y tuvieron dificultades tras 9. PXP, AXP; 10. DXP, P4C; 11. D4TR, A2C; 12, A5C, 0-0; 13. T1T1D (si 13. T1A1D, se puede jugar 13. ..,, D3C al objeto de que las blancas pierdan un tiempo en la defensa del pen 2AR), D2A (a 13. ..., D3C sigue 14. P4CD); 14. T1A.

    (Ver diagrama nm. 32)

    Prosigui 14. ..., D3C; 15. P4CD, A2R; 16. TR1D, A3A; 17. A3R, D2C, y, sacrificando temporalmente una calidad, las blancas sacaron ven-taja material: 18. TXC, A XT; 19. C5C, D1C; 20. A XT, DXA; 21. CXPT.

    28

    Diagrama nm. 32

    Al ao siguiente, en una partida Fine-Dake (Nueva York, 1938), las negras tambin se vieron en un apu-ro; hicieron 12. ..., P5C en vez de 12. ..., 0-0, por lo que las blancas les aventajaron al trmino de 13. C4T, A2R; 14. T1A1D, D4T; 15. P3C, T1D; 16. C2C, C3C; 17. TXT+, AXT; 18. C3D. Estas dos partidas ponen de manifiesto que 8. ..., A2R es insuficiente, pues 9. PXP, AXP hace que las negras pierdan un tiempo.

    Ello suscita la cuestin de si es mejor proseguir 8. ..., T1CD. Ver-dad es que la torre puede ser ataca-da con A4R; mas con ello no da a las blancas ningn resultado posi-tivo (a 9. A4A sigue 9. ..., P4C), la postura de aqulla en 1C es efectiva por cuanto defender el alfil 2C.

    8. ... T1CD 9. PXP AXP

    10. DXPA P4C 11. D4TR A2C

    La torre est mejor en la casilla 1C que en la 1A, lo cual sucedi en la ya mencionada partida de Alekhi-ne-Euwe. Despus de 12. A5C, 0-0; 13. TD1D, D2A; 14. T1A, las ne-gras pueden hacer 14. ..., D4T; verbigracia: 15. P3T, P5C; 16. PXP, DXP; 17. C4T, DXD; 18. AXD,

    A2T; y as se detiene fcilmente la accin 19. T7A (accin contundente, si la torre negra se halla en la casilla 1T), mediante 19. ..., T1-1A; 20. T1-1A, C4D.

    c

    7. ... A2R

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P - 5. D4T + , C1C2D; 6. C3AR, P3TD; 7. C3A.)

    8. C5R

    Al decir de los tericos, este apa-rente enrgico movimiento, que Reshevski emple contra Fine en el torneo de la A. V. R. O. de 1938, no promete nada a las blancas. Pues las negras lograron ventaja en dicha partida. Sin embargo, el anlisis muestra que tal valoracin es dis-cutible. Pero antes analicemos la continuacin 8. 0-0.

    Diagrama nm. 33

    Aqu no es oportuno proseguir 8. ..., P4CD; 9. CXP, C3C, a con-secuencia de 10. CXP+, R1A; 11. D6A, T1C; 12. C5R!, y las blancas deben ganar; por ejemplo: 12. ..., A2C; 13. DXC, AXA; 14. CXP+,

    29

  • PXC; 15. DXD + , TXD; 16. RXA, 15. el final promete a aqullas la victoria. A 12. ..., A3D procede 13. A4A; a 13. ..., DXC sigue 14. C6C+, y a 13. ..., AXC7A sucede 14. CXP. Tras 12. ..., CR2D; 13. CX PA, RXC; 14. CX PR, las ne-gras han dado tres peones por una pieza, pero su posicin es deplora-ble. Pueden oponer una resistencia ms eficaz con 12. ..., CR4D, aun-que 13. CXC, PXC; 14. A4A da a las blancas la ventaja de un pen y una superioridad decisiva en la posicin.

    Y as, el movimiento P4CD nece-sita una preparacin, para la cual es posible 8. ..., T1C, forzando al oponente a que tome el pen 5A. Si se compara con la variante a, las negras pierden un tiempo cuando efectan el movimiento P4A y res-ponden a P x p con A X P, pues el alfil tiene que hacer dos movimien-tos para tomar el pen.

    8. ..., 0-0; 9. DXP (ahora se ame-nazaba con 9. ..., P4CD, y a 10. Cx.P sucedera 10. .... C3C), P4CD; 10. D3D (no conviene 10. D6A, poi 10. ..., T2T, ni 11. A4A, porque 11. ..., C3C y la amenaza de ganar la dama con 12. ..., A2C), A2C. Las negras tienen buen juego: a 11. A4A, 11. A5C y 11. T1D oponen 11. ..., P4A. Veamos unos ejemplos:

    11. A4A, P4A; 12. T1A1D (12. PXP, CXP; 13. DXD, T1AXD; 14. T1T1D?, P5C! ofrece a las ne-gras la iniciativa), P5C (si 12. ..., P5A; 13. D2A, P5C; 14. C4T, T1A, las blancas replican con 15. C5A!, y a 15. .... C x C ; 16. P x C , A4D procede 17. C5R!, D4T; 18. P4R); 13. C4T, A5R; 14. D4A, A4D; 15. D2A, T1A (aqu no es oportuno P5A, pues 16. C2D); 16. PXP, CXP; 17. CXC, AXC; 18. D3D, D3C; 19. P3R, TR1D (Kasparian-Tolusch, Piarnu, 1947). Las negras tienen ms posibilidades.

    11. T1D, P4A; 12. PXP, AXP brinda diversas probabilidades. Ad-vertimos que se puede hacer 12. ..., CXP y responder a 13. D2A con 13. ..., D4T.

    Pero volvamos sobre la partida Reshevski-Fine.

    8. ... T1CD 9. DXP

    Muchos autores ponen un signo de interrogacin al movimiento he-cho por Reshevski (8. C5R), y acon-sejan a las blancas igualar el juego sujetndose al anlisis de Mller: 9. CXC, DXC; 10. DXP, P4CD; 11. D3D, A2C. Es errneo 11. ..., P4A?, pues la torre ser objeto de ataque: 12. PXP, AXP; 13. A4A, T3C; 14. DXD + , RXD (si no, 15. A7A); 15. 0-0-0+ , A3D; 16. A3R, T1C; 17. A5A, y las negras pierden materialmente.

    9. ... P4CD 10. D3C CXC 11. PXC C2D

    En los manuales, esta posicin se considera ventajosa para las negras. Pero la realidad es distinta.

    12. A4A P4AD

    El agresivo movimiento 12. ..., P4C compromete la posicin de las negras, pues 13. A3R da a las blan-cas buen juego.

    13. 0-0 D2A

    Diagrama nm. 34

    30

    La partida prosigui 14. P4TD, 0-0; 15. PXP, PXP; 16. C4R, A2C, y Reshevski trat intilmente 'de operar por la vertical TD: T7T, D3C; 18. T1A1T. Al cabo de 18. ..., T1T; 19. TXT, TXT; 20. TXT, A XT, la situacin qued despejada; mas la superioridad de peones de las negras en el flanco de la dama hizo que stas se impusieran. Sin duda, ello fue el motivo de que se valorase toda la variante en favor de las negras. Pero el movimiento 17. T7T no es forzado. Lo oportuno es 17. D3R!, que exige de las negras una defensa precisa.

    Diagrama nm. 35

    A 17. ..., C3C? sigue 18. C6A + , R1T; 19. D3D, y las blancas ganan. Si 17. ..., D3C, entonces 18. T1A1D, T1A1D; 19. A5C o 19. C6D, con serias amenazas. Por lo visto, el bando negro ha de hacer 17. ..., R1T, para evitar el jaque que da el salto del caballo a 6A. Tras 18. T1A1D, C3C, se produce una com-plicada posicin que ofrece posibili-dades a uno y otro bando, segn Lilienthal.

    Sin embargo, nos parece que el bando blanco tiene ms posibilida-des: merece destacar, por ejemplo, 19. T7T; y as, conviene a las ne-gras jugar 17. ..., CXP. Pues el oponente dispone de varias conti-

    nuaciones: 18. T7T, 18. T1-1A y 18. CXP. Con todo, las negras tie-nen recursos defensivos; a ms de esto, se puede ensayar 17. ..., AXC, sacrificando el valioso alfil, y a 18. AXA oponer 18. ..., T1A1D, aun cundo la situacin de las blan-cas es preferible, gracias a su pareja de alfiles. Anlisis.

    Adems de 14. P4TD efectuado en el encuentro Reshevski - Fine, despierta inters el sacrificio de un pen 14. C4R, propuesto por Li-lienthal (advertimos que la enrgica continuacin 14. C5D?, P x C ; 15. P6R no hace efecto, a consecuencia de 15. ..., C4R; 16. P x P + , R x P ; 17. DxP-+, R3A; y as, termina el ataque del bando blanco).

    Diagrama nm. 36

    14. ..., CXP es peligroso poi cuanto sigue 15. D3A, P3A; 16. T1T1A. Por ejemplo: 16. ..., P5A; 17. P3C, 0-0 (17. ..., P5C; 18. A x C da a las blancas un pen de ven-taja y les mejora la posicin); 18. PXP, P5C; 19. D3C, y stas ocupan una posicin excelente. A 14. ..., 0-0 puede suceder 15. D3R, D3C (si 15. ..., CXP, entonces 16. CXP); 16. A5C, lo que da al bando blanco la iniciativa. Si se juega 14. ..., A2C; 15. T1A1D, las blancas tienen me-jores perspectivas, debido a que las negras, al parecer, han de tomar

    31

  • el caballo 4R (la postura de este caballo es muy activa!) y ofrecer al oponente la ventaja de la pareja de alfiles.

    Por todo ello, la continuacin 9. D X P no puede estimarse desfavo-rable a las blancas.

    d

    7. ... A3D

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5. D4T + , CD2D; 6. C3AR, P3TD; 7. C3A.)

    Este movimiento lo justifica ni-camente un juego carente de ini-ciativa por parte de las blancas. Vemoslo: 8. 0-0, 0-0; 9. D X P , P4CD; 10. D3D, A2C; la posicin est equilibrada (Petrov-Fine, Zem-mering, 1937).

    Lo correcto es 8. P4R!, tras lo cual no cabe el sacrificio de una calidad 8. .. . , P4CD; 9. C X P , P X C ; 10. D X T , C3C, porque sigue 11. D7T, C X P ; 12. 0-0, 0-0; 13. C5R. No es posible mejorar la situacin aprovechando la circunstancia de que la dama blanca est apartada de sus fuerzas; esto hace que las blancas mantengan la superioridad material.

    B

    5. ... A2D

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5. D4T + .)

    Las negras quieren situar el alfil en 3A, para neutralizar el alfil "ca-taln".

    6. D X P A3A

    Entre tanto, se puede ensayar el movimiento 6. .. . , C3A, que, aunque no se ha usado en esta posicin, lo estimamos realizable. La idea de

    movilizar el caballo, con el prop-sito de hacer luego C4T y P4A, se llev a cabo en otro orden de mo-vimientos (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. C3AR, P X P ; 5. D4T + , A2D; 6. D x P , C3A o 1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3 . C3AR, C3AR; 4 . P3CR, P x P ; 5. D4T + , A 2 D ; 6. D x P , C3A; vase el captulo "Apertura catalana despus de 1. P4D, P4D; 2. P4AD", variante b). A 7. P4R sigue 7. .. . , P4R, y si 7. C3AD, se responde con 7. .. . , C4T y, despus, P4A. Para impedir la maniobra del caballo en cuestin, se puede jugar 7. A2D; pero al subsiguiente movimiento las blancas han de mover uno de sus caballos, por lo que el C3AD per-mite el C4TD, y el C3AR no evita el C5R.

    a

    7. C3AR

    La otra continuacin 7. P3A sirve para apoyar el movimiento P4R (vase la variante b), con que se intenta tomar el centro.

    7. A X A + , C X A ; 8. C3AR no promete nada al bando blanco, y el negro puede realizar P4R tras 8. .. . , A3D; 9. 0-0, 0-0; 10. T1D, D2R.

    1

    7. ... A4D

    Esto ofrece a las blancas mejores perspectivas; 7. ..., C1C2D parece ms seguro; tambin se usan 7. ..., D4D y 7. .. . , A2R. Estas tres conti-nuaciones se analizan en la varian-te 2.

    8. D3D

    8. D2A permite a las negras ejer-cer presin en el punto 4D blanco, mediante 8. .. . , C3A! (8. ..., A5R; 9. D1D produce las variantes que se analizan a continuacin).

    32

    Diagrama nm. 37

    En el encuentro Moiseiev-Abra-mov (semifinal del XVII Campeo-nato de la Unin Sovitica, 1949) sucedi 9. D4T, A5C + ; 10. A2D, A X A + ; 11. C1CXA, 0-0; 12. 0-0, P4CD; 13. D X P , C X P ; 14. C X C , A X A ; 15. R X A , D X C . Al que no le agrade debilil r el pen 2AD puede, sustituir 1. .. . , P4CD con 12. .. . , P4R; 13. P X P , C X P ; 14. C X C , A X A ; 15. R X A , D X C , y las dos posiciones son equivalentes. Anlisis.

    9. D1D, A5C + ; 10. C3A, 0-0; 11. 0-0. De esa manera se desarroll la partida F 1 o r - F i n e (torneo A. V. R. O., 1938); las negras deci-dieron pasar a la fase final con un pen de ms, aunque ello no fue s u f i c i e n t e para ganar: 11. ..., A X CR; 12. A X A , D X P ; 13. A X C , D X D ; 14. T X D , P x A ; 15. C4T!; transcurridos unos movimien-tos, los dos contendientes acordaron dejarlo en tablas. Es digno de aten-cin 11. ..., A X C D y el subsi-guiente movimiento C4TD, con lo que se mantiene la presin y se dominan las casillas blancas.

    A consecuencia del debilitamiento de dichas casillas, no es recomen-dable 9. P3R, pues las negras pre-ponderan Iras 9. ..., A5R; 10. D4T, D4D (11. C1C2D, A5C!) .

    8 . D 4 T + .

    Diagrama nm. 38

    8. ..., A3A; 9. D1D (si 9. D2A, se prosigue 9. ..., A5R), P4R!

    Momento tctico apropiado para batir el centro de las blancas. 9. .. . , CD2D es menos ofensivo, pues, en un encuentro Smislov - Taimanov (Leningrado, 1951), las blancas aven-tajaron a su adversario al remate de 10. 0-0, P3TR; 11. CD2D, A5C; 12. C4A, 0-0; 13. A4A, C3C; 14. CD5R, A5R; 15. C3D, A3D; 16. C5A! A 16. ..., A X A procede 17. C X A , C X C ; 18. P X A . Esta va-riante muestra claramente el poder ofensivo del alfil cataln.

    10. 0-0 (10. P X P , D x D + ; 11. R x D , C5C ofrece al bando blanco buen juego), P X P ; 11. D X P (11. C x P , A X A ; 12. R x A , D4D-+- fa-cilita el juego de ste), D X D (eludir este cambio supone dar a las blan-cas la preponderancia: 11. C1C2D; 12. C3A, A4A; 13. D4TR, 0-0; 14. A4A; extracto de la par tida Fhrman-Koblenz, semifinal del XVI Campeonato de la Unin So-vitica, 1947); 12. C X D , A X A ; 13. R X A , A4A ofrece igualdad de opor tunidades.

    8. ..., D2D; 9. D1D, P4A; 10. P X P , A X P ; 11. 0-0, A3A; 12. D2A! u 11. ..., 0-0; 12. C3A, A3A; 13. C5R, D X D ; 14. T X D , A X A ; 15. R X A . En los dos casos, las blancas mantienen la iniciativa. Si

    33

  • stas aceptan el cambio de damas 9. DXD + , C1CXD; 10. C3A (de lo contrario, el bando negro resuelve fcilmente los problemas con 10. ..., P4A), ste logra una posicin satis-factoria tras 10. ..., A3 A; 11. 0-0, A5C! Anlisis.

    8. ... P4A

    Al otro ataque contra la dama 8. ..., A5R se puede responder con 9. D3R, lo que brinda a las blancas buenas perspectivas luego de 9. ..., P4A; 10. PXP, D4T+; 11. C3A, AXP; 12. D4A. Caso que 9. ..., C3A, lo mejor para stas es 10. 0-0! y el subsiguiente movimiento C3A.

    Tambin vale 9. D1D.

    Diagrama nm. 39

    9. ..., P4A; 10. C3A, A3A; 11. 0-0, C1C2D(11. ..., PXP, 1.2. DXP, D X D; 13. C X D brinda a las blancas cierta iniciativa; consltese el co-mentario sobre el decimoquinto mo-vimiento de las negras en la variante principal). 12. D3D, PXP; 13. CXP, A XA; 14. RXA, A2R; 15. T1D, 0-0; 16. D5CD! La situacin del bando blanco es preferible (Petrov-Kotov, XII Campeonato de la U. R. S. S., 1940). A 16. ..., D1A, adems de 17. A5C con que se con-test a este movimiento en dicho

    encuentro, se puede responder con 17. A3R.

    La retirada de la dama al escaque 2D, hecha en la partida Smislov-Konstantinopolski (XVIII Campeo-nato de la Unin Sovitica, 1950), es desacertada, porque dificulta la lucha de las blancas por sus casillas 4R y 5D: su caballo, pieza impor-tante en esta lucha, se ve atado y es necesario cambiarlo, circunstan-cia que supone perder un tiempo.

    9. D2D.

    Diagrama nm. 40

    9. ..., C3A; 10. 0-0, A5C; 11. C3A, 0-0; 12. P3TD; AXC; 13. PXA (13. DXA no conviene, por 13 AXC; 14. AXA, CxP) , C4TD. Con el dominio de los esca-ques blancos del centro y del flanco de la dama, las negras mantienen la superioridad en la posicin.

    La partida Petrov-Alekhine (VIII Olimpiada, 1939) en que se hizo por primera vez el movimiento 8. D3D, las negras continuaron 8. ..., A5C + y, tras 9. C3A, 0-0; 10. 0-0, les fue relativamente fcil hacer el cambio en la casilla 3AD; con todo, su oponente tuvo cierta ventaja en la posicin.

    9. C3A A3A

    9. ..., PXP no es tan contundente, porque puede suceder 10. CXA,

    34

    DXC; 11. 0-0, D4TR; 12. C5R, y la ventaja es de las blancas. La par-tida Ravinski - Abramov (Mosc, 1949) prosigui 12. ..., C1C2D; 13. CXC, CXC; 14. AXP, T1D; 15. DXPD, DXPR; 16. A5C, P3A; 17. A6A, y las negras estuvieron some-tidas al ataque del adversario.

    10. 0-0 CD2D

    Caso que 10. ..., PXP; 11. CXP, AXA; 12. RXA, C3A; 13. CXC, DXD; 14. PXD, PXC; 15. A3R, la contienda resulta en beneficio de las blancas. 11. DXP (en vez de 11. CXP), DXD; 12. CXD, AXA; 13. RXA hace que las blancas man-tengan la iniciativa.

    11. T1D

    El movimiento P4R necesita ser preparado; pues si se juega previa-mente 11. P4R, las negras tienen buen juego contestando con 11. ..., PXP.

    11. ... D3C

    Con ello se intenta aprovechar el abandono del punto 1A por la torre, para ganar un tiempo amenazando con tomar el pen 2A.

    A 11 ..., A2R es oportuno 12. P4R; de esta manera, se amenaza con jugar P5D y se fuerza a respon-der 12. ..., PXP, tras lo cual las negras han de cambiar el alfil por el caballo, y su adversario se queda con la pareja de alfiles.

    En una partida Alekhine-Rabar (Munich, 1942), el bando negro jug previamente 11. ..., PXP, con el fin de cambiar su alfil de casillas blancas por el cataln; CXP, AXA; 13. RXA, A2R. Pero 14. D3A! ejerci una desagradable pre-sin en el flanco de la dama negra. Aqu, una solucin relativamente mejor era 14. ..., D1A, aunque 15. C3C y el subsiguiente movimiento A4A daba a las blancas una eviden-te preponderancia en la posicin.

    Rabar opt por 14. ..., D3C, y su adversario logr la victoria al final de 15. A3R!, 0-0 (a 15. ..., D x P procede 16. CA5C!, y a 15 C4R sigue 16. C4-5CD); 16. C5A, A4A (o 16. ..., D1D; 17. CXA + , DXC; 18. DXP, T1A1C; 19. D7A, TXP; 20. A4D, y las blancas ganan, segn Alekhine); 17. C4TD, D4T; 18. CXA, CXC; 19. CXP!, R x C ; 20. A4D!

    Diagrama nm. 41

    Las posiciones son ms o menos iguales y pertenecen al encuentro Gereben-Sabo (Budapest, 1948); en l, las blancas no consiguieron ms que dar jaque continuo despus de 12. P4R, PXP; 13. CXP, A4A; 14. A3R, C4R!; 15. D2R, CA5C; 16. CXA, AXA; 17. CXC, A X P + ; 18. R1T, CXC; 19. C4T, D4T; 20. DXA, DXC; 21. D5AD, P3A; 22. A3T, R2A (23. A X P + y 24. D5D + ).

    En una partida jugada ms tarde entre Mller y Razek (Viena, 1951), las blancas hicieron 14. CXA en cambio de 14. A3R. Prosigui 14. ..., A X P + ; 15. R1A, PXC; 16. C4T, D4T; 17. RXA, DXC; 18. D6D. La posicin de aqullas pare-ce amenazadora; pero 18 C4A o 18. ..., C4R ofrece a las negras contrajuego. Anlisis.

    35

  • 2

    7. ... CD2D

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5. D4T + , A2D; 6. DxP , A3A; 7. C3AR.)

    Antes de analizar esta jugada, tenida por una de las mejores posi-bilidades del bando negro, nos de-tendremos en las continuaciones 7. ..., D4D y 7. .... A2R.

    7. .... D4D.

    Diagrama nm. 42

    Este movimiento no se menciona en los tratados de aperturas. Des-pus de 8. D2A, A5C+ (8 D5R es menos eficaz, debido a 9. D1D); 9. C3A, C1C2D; 10. 0-0, AXC; 11. PXA, C3C; 12. P4R, D5A, la posicin de las negras es aceptable. 9. A2D parece ofrecer mejores pers-pectivas que 9. C3A, pues hace que la postura de la dama negra en el centro sea inestimable.

    En muchas derivaciones de la va-riante 5. D4T + , A2D; 6.DXP, A3 A las negras han de cambiar su alfil de casillas negras (A5C) por el ca-ballo 3AD si quieren luchar efecti-vamente por el punto 4R blanco. Y as, el movimiento 7. ..., A2R re-sulta impreciso: las blancas pueden

    preparar la toma del centro al re-mate de 8. C3A, 0-0; 9. 0-0, C1C2D.

    Diagrama nm. 43

    10. T1R. En el encuentro Taima-nov-Kotov (XVII Campeonato de la U. R. S. S., 1949) sucedi 10. ..., C5R; 11. D3D, CXC; 12. PXC, P4A; 13. D3R, A4D; 14. C5C, con mayores posibilidades para las blan-cas. A 14. P4A, A X P; 15. C2D, con-tinuacin ms enrgica que la pre-cedente, puede suceder 15. ..., A4D; 16. AXA, PXA; 17. D6R+, R1T; 18. DXPD, C3C, lo cual no da a las blancas ninguna ventaja. An-lisis.

    10. D3D. Las blancas preponderan si consiguen efectuar el movimiento P4R. Por ejemplo: 10. ..., P3CD; 11. P4R, A2C; 12. T1D, P4A; 13. P5D, PXP; 14. P5R, P5A; 15. D2R, C1R (Jolmov-Chesnauskas, Campeo-nato de Lituania, 1960). En la par-tida Sabo-Ragozin (encuentro Buda-pest-Mosc, 1949) se prosigui 10. ..., C4D; mas el bando blanco qued en mejor postura luego de 11. P4R!, CXC; 12. PXC, P4A (12. .... C4A; 13. D3R, C x P no conviene, debido a 14. C5R); 13. C1R, y el negro encontr dificultades tras 13. ..., R1T; 14. PXP, PXP; 15. T1C, A3D; 16. P4AD! (Ejemplo: 16 A x A ; 17. CXA, P3CD; 18. T1R y C4A o 17. R x A y C3A.)

    36

    10. T1D, C3C; 11. D3D produce la posicin de la partida Smislov-Averbach (vase el comentario so-bre el octavo movimiento de las negras en la variante principal).

    Respecto de 10. A5C, consltese la partida nm. 3, Ravinski- Smis-lov, en el captulo Unas partidas ejemplares, al final de este libro.

    8. C3A

    Ya que las negras atan posterior-mente este caballo con el movimien-to A5C y alcanzan una posicin aceptable, conviene atender al plan en que se demora movilizar el ca-ballo en cuestin. Verbigracia: 8. 0-0, C3C; 9. D3D, P3TR.

    El encuentro Moiseiev-Lipnitski (XIX Campeonato de la Unin So-vitica, 1951) transcurri as: 9. ..., A5R; 10. D3C, A4D; 11. D3R, T1A; 12. C3A, A3A; 13. D3D, A5C; 14. T1R, AXC3AD; 15. PXA, A5R; 16. D5C + , P3A; 17. D5A, D4D; 18. D3T, P4TD; la situacin de uno y otro bando es aproximadamente igual.

    Se puede hacer 14. C5CD en vez de 14. T1R, y contestar a 14. ..., A5R si 14. ..., T1T, entonces 15. A4A) con 15. D3C, lo cual ofrece al bando blanco buenas perspectivas; por lo visto, la mejor respuesta del negro es 14. ..., P3TD, pues, luego de 15. C7T, A5R (de lo contrario, 16. CXA); 16. D3C, T1T; 17. DXA, TXC, la posicin de las blancas es poco mejor. Anlisis.

    10. C1C2D, P3T; 11. P3C, A2R; 12. A2C, y el dispositivo de las blancas es ms gil (Keres-Lipnitski, XVIII Campeonato de la U. R. S. S., 1950).

    En la partida Pureshav-Porat (XV Olimpiada, 1962), tras 8. 0-0, C3C, las blancas prosiguieron 9. D2A y contestaron a 9. ..., A5R con 10. D1D.

    (Ver diagrama nm. 44}

    Y discurri 10. ..., P4A; 11. C1C2D (aqu debe atenderse a 11.

    Diagrama nm. 44

    ,C3A), A3A; 12. C3C, P5A; 13. C3C2D. Las negras tenan que haber proseguido 13. ..., A2R, y responder a 14. D2A con 14. ..., T1AD, lo cual les hubiese proporcionado contra-juego en el flanco de la dama, aun cuando las blancas dominasen sobre el centro despus de 15. P4R, 0-0; 16. T1R. Pero decidieron proseguir 13. ..., A5C, y 14. CXP!, CXC; 15. D3C, C7D (pero no 15. .... CxP , porque 16. DxA, C5C; 17. A3T sita a las blancas en una posic'n de ataque muy peligrosa); 16. A X C, AXA; 17. CXA, AXA; 18. RXA, DXP; 19. C3A, D3C; 20. D3T, C4D; 21. P4R, C5C; 22. C5R dio a las blancas mejores posibilidades.

    8. ... C3C

    Es posible 8. ..., C4D, cuyo sen-tido consiste en cambiar el caballo por el 3AD adversario e impedir que las blancas mantengan la pareja de alfiles, como sucede en la variante principal. Sin embargo, la situacin de stas es preferible tras 9. 0-0, CXC; 10. PXC, C3A; 11. D3D.

    En el encuentro Smislov-Aver-bach (XVIII Campeonato de la Unin Sovitica, 1950), las negras concluyeron primero el desenvolvi-miento del flanco del rey con 8. .... A2R; 9. 0-0, 0-0, y efectuaron

    37

  • la maniobra C2D-3C-4D despus de 10. T1D: 10. ..., C3C; 11. D3D.

    Diagrama nm. 45

    11. .... C3C4D; 12. A2D, CXC; 13. AXC (a 13. PXC puede suceder 13. .... A5R; 14. D3R, D4D, y se domina sobre los escaques blancos), A5R; 14. D4A, A4D; 15. D4T, C5R, con igualdad de oportunidades.

    Se puede hacer 12. C5R!, que es ms ofensivo que 12. A2D y fuerza al adversario a retirar el alfil a 1R, pues 12. ...,C5CD; 13. CXA, CXD; 14. CXD, CXA; 15. CXPC hace que el caballo se pierda. Anlisis.

    9. D3D A5C 10. 0-0

    Si se quiere impedir el movimien-to P3TR y atar el caballo, hay que hacer inmediatamente 10. A5C, a lo que puede suceder 10. ..., P3TR; 11. AXC, DXA; 12. 0-0, 0-0; 13. T1A1D, T1A1D; 14. T1T1A, y la situacin de las blancas es poco mejor.

    En la partida Ilivitski-Fhrman (XVI Campeonato de la U. R. S. S., 1948), el bando blanco mantuvo la iniciativa tras 14. ..., A1A; 15. P4R, A1R; 16. C5C, P3A; 17. C7A, T1T1A; 18. CXA, TXC; 19. D3A.

    Convena ms cambiar el alfil por el caballo que retirarlo a 1A; ve-

    moslo: 14. ..., AXC; 15. PXA, A5T; 16. T1R, P4A; 17. C5R, D2R.

    Caso que 13. P4R (y no 13. T1A1D), T1A1D; 14. T1A1D (es preferible 14. T1A1D) A1R (las ne-gras preparan el movimiento P4A); 15. P3TD, A1A; 16. D3R, T1T1A, como sucedi en una partida Junge-Alekhine celebrada en Munich el ao 1942, aunque con cierta trans-posicin de movimientos, el bando negro compensa la superioridad es-pacial del adversario con su slida posicin. Para contestar a P4A con P5D, Junge hizo 17. A3T; pero Alekhine mejor su posicin luego de 17. ..., T1C; 18. T1A1R, C5T.

    La maniobra A5C-A x C promete poco a las blancas, a pesar de que sus fuerzas estn bien dispuestas (T1A1D y T1A1A).

    10. ... 0-0

    Y aqu pueden las negras impedir la atadura del caballo con 10. ..., P3TR.

    11. T1D

    11. A5C, P3TR produce las va-riantes analizadas en el comentario sobre el dcimo movimiento de las blancas. La continuacin 11. P3TD, AXC; 12. PXA, A4D!; 13. A5C, P3TR equilibra las posibilidades.

    11. ... P3TR

    Ya se ha dicho que este movi-miento no es forzado. Pero como se hizo en la partida Smislov-Keres (competicin del ao 1948), quiz es la causa de que los autores de manuales lo den por vlido. 11. ..., D2R tambin es aceptable, porque a 12. A5C sigue 12. ..., P3TR; 13. AXC, DXA.

    (Ver diagrama nm. 46)

    Las posibilidades de ambos ban-dos son aproximadamente iguales. Y la partida de referencia transcu-rri as: 12. A2D, D2R; 13. P3TD,

    38

    Diagrama nm. 46

    AXC; 14. DXA (14. AxA, A5R y 15. ..., T1A1D o 15. .... C3C4D proporciona a las negras un juego ptimo), T1A1D (tambin se puede jugar 14. ..., C5R; vemoslo: 15. D4C, D1R! y el movimiento ame-nazador P4TD o 15. D2A, CxA; 16. TxC, P4A, y las negras con-tinuarn dominando sobre la casilla 4R blanca); 15. A1R. Aqu reco-mienda Keres jugar 15. ..., P4TD en cambio de 15. ..., T1T1A (tras este movimiento, las blancas impe-dan el P4AD, mediante 16. A1A, A4D; 17. P4CD), y dominar sobre las casillas dbiles de las blancas con el eventual P5T.

    Igualmente se hizo 12. A1A, AXC; 13. DXC, D4D; 14. D5A, CR2D; 15. DXD, AXD; 16. C1R, P4AD; el juego est equilibrado (Barz-Gligorich, Belgrado, 1954).

    b

    7. P3AR

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5. D4T+, A2D; 6. D x P , A3 A.)

    El intento del bando blanco de hacerse directamente con el centro puede tener buen xito si el adver-sario realiza un juego pasivo; de

    ese modo, lo tuvo al final de 7. ..., C1C2D; 8. P4R, A2R; 9. C2R, P3TD; 10. C1C3A, 0-0; 11. A3R, C3C; 12. D3D (partida Baumeister-Jacob, Munich, 1954). Si se subs-tituye 8. ..., A2R con 8. ..., C3C tambin lo tiene despus de 9. D3D, D2D; 10. C3A, A5C; 11. A2D.

    El valor del movimiento 7. ..., C1C2D depende de si las negras hallan una continuacin ms eficaz para responder a 8. P4R, continua-cin que puede ser 8. ..., P4R; poi ejemplo: 9. P5D, C3C; 10. D3A, A4C; 11. D X P + , A2R les da supe-rioridad en el desarrollo de la par-tida, no obstante costarles un pen

    7. ... D4D!

    Este simple movimiento asegura a las negras buen juego. Cmo han de jugar las blancas? Sin duda, 8. DXD, PXD no les promete nada, y a 8. D3D sigue 8. ..., P4R.

    8. D3A P4R!

    Aqu tambin es posible esta jugada!

    9. PXP C5C

    Ms adelante se ver que este movimiento es ms ofensivo que 9. ...,C3A2D.

    10. P4R

    A 10. A4A procede 10. ..., C2D, y a 11. P4R sigue 11. ..., D4C, lo mismo que en la variante principal.

    10. ... D4C

    Que fuerza a perder un tiempo para huir el peligro 11. ..., A5C; las negras restablecen el equilibrio material.

    11. P3TD

    Si al noveno movimiento las ne-gras hubieran retirado el caballo a 2D, las blancas podran hacer. 11.

    39

  • A1A. Pero a esta jugada seguira ahora 11. ..., D3C, y se amenazara con 12. ..., A5C y 12. ..., D7A + .

    11. ... CXPR

    Hay igualdad de posibilidades.

    5. C3AR

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP.)

    En el apartado A se ha visto que la maniobra D4T-D x P da tiem-po a las negras para desenvolver el flanco de la dama.

    Haciendo 5. C3AR, las blancas no se apresuran en tomar el pen, aun-que han de estar dispuestas a jugar el gambito, pues el oponente puede defenderlo.

    Diagrama nm. 47

    Las negras tienen una serie de continuaciones: el inmediato con-tragolpe en el centro 5. ..., P4A (A); 5. ..., P3TD para defender poste-riormente al pen con P4CD; tam-bin pueden hacer inmediatamente 5. ..., P4CD (B); 5. ..., P3AD (C); 5. ..., A5C+ (D); 5. ..., C3A (E); 5. .... C1C2D (F), y 5. ..., A2R (G).

    Tras 12. A1A, D4A; 13. A3R, DXD; 14. CXD, C1C2D, la posicin queda simplificada. La postura de las piezas negras es activa, y el centro del bando blanco no entraa peligro alguno.

    A

    5. ... P4A

    a 6. 0-0

    6. D4T+ se analiza en la va-riante b.

    6. ... C3A

    6. ..., C1C2D produce la variante expuesta en F.

    Si sucede 6. ..., PXP; 7. CXP, las blancas tienen la iniciativa. Por ejemplo: 7. .... A4A; 8. D4T+, C1C2D; 9. DXP, 0-0; 10. C3C, A3C; 11. A4A, P4R; 12. A2D, T1R; 13. C3A, y la situacin de ellas es mejor (Schebeschten-Koch, 1951).

    En el encuentro Nikolaievski-Ban-nik (Campeonato de Kiev, 1955), a 6. ..., PXP sucedi 7. DXP, DXD; 8. CXD, P3TD.

    (Ver diagrama nm. 48)

    Continu 9. C2D, A4A; 10. C2A, P6A; 11. PXP, C1C2D; 12. C3C, A2R; 13. C5T. La posicin de las blancas es ms prometedora.

    Si 6. ..., P3TD, puede seguirse 7. PXP, DXD; 8. TXD, A x P ; 9. C5R, y se ejerce presin en el flanco de la dama.

    Y si 7. D2A, las blancas han de contar con que se defender el pen negro 5A: 7. ..., P4CD; 8. C5R, C4D o 8. ..., T2T.

    7. C5R

    Esta agresiva continuacin est relacionada c o n el sacrificio del pen. Otra posibilidad es el movi-miento 7. D4T (vase el apartado 2).

    7. ... A2D

    7. ..., CXP?; 8. P3R causa pr-dida material a las negras.

    Antes de analizar la continua-cin 7. ..., A2D nos detendremos en la 7. ..., C X C; en ella, las negras pueden intentar mantener el pen de ventaja.

    8. PXC

    (Ver diagrama nm. 49)

    8. ..., C2D (a 8. .... C4D convie-ne responder 9. C3T); 9. P4AR, A2R; 10. C3T, 0-0; 11. CXP, D2A; 12. A3R, C3C; 13. T1A hace que las blancas preponderen (Friedstein-Karlsohn, Mosc, 1967).

    8. ..., DXD; 9. TXD.

    (Ver diagrama nm. 50)

    9. ..., C2D; 10. P4A, T1CD; 11. P4TD, P3A; 12. PXP, PXP; 13.

    Diagrama nm. 49

    C3T, P4TR; 14. CXP, P5T; 15. P5T, PXP; 16. PXP, T1C; 17. T3T, y el bando blanco aventaja al negro en la posicin (Friedstein-Reschko, semifinal del XXI Campeonato de la U. R. S. S 1953).

    9. ..., C4D.

    (Ver diagrama nm. 51)

    10. C3A, CXC; 11. PXC, A2R; 12. T1C! Ya no se puede hacer 12. ..., T1CD, debido a 13. A6A+, R1A; 14. A7D. En u n a partida Pirtsjabala-Lipnitski (Tbilisi, 1947), las negras restituyeron el pen a su oponente con el movimiento 12. ...,

    40 41

    Diagrama nm. 48

    1

    II

  • Diagrama nm. 51

    0-0!, y la situacin de ste fue poco mejor despus de 13. A X p , T1C; 14. A4R, T X T ; 15. A XT.

    Parece ms enrgico 10. C3T. Y si 10. ..., A2D, sucede 11. C X P , A4C; 12. P3C (es interesante 12. C3R!), 0-0-0; 13. A3TD; la posicin de las blancas es ms gil (Ravinski-Zagorianski, Campeonato de Mosc, 1949). En el encuentro Tolusch-Ka-mischkov (semifinal del XVII Cam-peonato sovitico, 1949), las negras no restituyeron el pen a su adver-sario, para lo cual hicieron 10. .. . , P6A en vez de 10. ..., A2D. Tras 11. A X C , P X P (a 11. .... P x A sigue 12. C5C); 12. A X P 7 C , P X A ; 13. C5C, R2D; 14. C3A, R3A; 15. C X P , A3R; 16. P4R, P5A, las po-sibilidades son ms o menos iguales. Pero si las blancas hubieran jugado 12. A6A + !, P X A ; 13. A X P , ha-bran tenido ms probabilidades, a pesar de que su adversario les aven-tajase en un pen.

    Probablemente, 10. ..., P6A se pueda aplicar con xito.

    (Ver diagrama nm. 52)

    El atraso de las negras en la evo-lucin de la partida se manifiesta tras 11. P4R! Con el sacrificio del pen, las blancas tienen una evi-dente superioridad en la posicin:

    42

    Diagrama nm. 52

    11. ..., P X P ; 12, A X P , C2A; 13. C4A. Este anlisis se debe a Ra-vinski.

    En vez de hacer 10. ..., A2D o 10. ..., P6A, el bando negro puede llevar a trmino la evolucin del flanco del rey, permitiendo que el caballo blanco se site en 6D, al objeto de quebrantar la postura del pen 5R con el movimiento P3A. Vemoslo: 10. .. . , A2R; 11. C X P , 0-0; 12. C6D, P3A. Si 13. C X A , T1TXC; 14. A X C , P X A ; 15. P X P , A X P ; 16. T X P , entonces 16. ..., P5A!; las negras tienen la iniciativa por un pen (Lebedev - Sokolski, 1955). A nuestro ver no se deba haber jugado 12. C6D, sino 12. P3C que brindaba a las blancas mejores perspectivas.

    Pero quizs convenga ms hacer 7. ..., C4D que 7. ..., C X C .

    (Ver diagrama nm. 53)

    En un enfrentamiento Klaman-Spasski (1955), la enrgica conti-nuacin 8. C X C , P X C ; 9. C3A (las negras tienen contrajuego si sucede 9. D4T, D3C; 10. P x P , A X P ; 11. D x P , A3T), A2C (es mejor 9. ..., A2R); 10. C4R, P X P ; 11. D X P dio a las blancas la iniciativa. Des-pus de 11. ..., D3C; 12. D5R, D2A; 13. D X D , C X D , las negras recha-

    Diagrama nm. 53

    zaron las amenazas inminentes; pero 14. C2D, P6A; 15. P X P , C4D; 16. T1C permiti al bando blanco ejercer presin en el dispositivo ad-versario.

    Al hacer 7. .. . , A2D, las negras desbaratan la estructura de peones del flanco de su dama; mas elimi-nan el alfil cataln.

    8. C X C A X C 9 . A X A + P X A

    El propsito de atacar contra el pen negro 3A con 10. D4T fue realizado felizmente en la partida Korchnoi-Ivkov ( c o m p e t i c i n U. R. S. S.-Yugoslavia, 1964): 10.

    , D3C; 11. P X P , A X P ; 12. DXP5A, 0-0; 13. C2D, C4D (es me-jor 13. ..., T1A1D); 14. P4R, C3A; 15. C3C, A2R; 16. A3R, D4C; 17. T1T1A, C5C; 18. A5A dio a las blancas una superioridad notable. Sucedi 18. ..., A XA; 19. D X A , D5T; 20. P3A!, D X P T ; 21. C5T, C3A; 22. P3C, D7R; 23. C X P , y la slida posicin del caballo blanco en 6A atenaz las fuerzas adversa-rias.

    Pero y si se deja que las blancas tomen el pen 3A y se toma a cam-bio el P4D? En tal caso, las negras tendran una posicin aceptable al

    cabo de 10. ..., P X P ; 11. D X P + , C2D; 12. D X P , A4A.

    Aqu propone Ravinski un plan, con el cual las blancas prueben a tomar la iniciativa: 12. A5C (y no 12. DXP) , D1A; 13. D4R.

    2

    7. D4T

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5. C3AR, P4A; 6. 0-0, C3A.)

    7. ... C2D

    7. ..., A2D parece ms lgico. Despus de 8. D X P , las negras consi-guen buen juego con 8. .. . , P4CD! Verbigracia: 9. D3D, P5A; 10. D I D , TA; 11. T1R, A5C (Ivkov-.Yano-schevich, 1951). Por el contrario, 8. P X P plantea a las negras serios problemas.

    Diagrama nm. 54

    8. ..., C4T; 9. D2A, A X P . En esto, las blancas pueden hacer 10. A2D y el subsiguiente movimiento A3A o 10. C5R!

    10. A2D, T1AD; 11. A3A. Las negras no pueden enrocar: 11. .. . , 0-0?; 12. C5C!, P3CR; 13. D2D y la amenaza decisiva D4A-4T (Visser-

    43

  • Van den Linden, Utrecht, 1943). Puede hacerse 11. ..., C3A en vez de 11. ..., 0-0, lo que da a las ne-gras buen juego.

    10. C5R!, T1AD; 11. C3AD! (es mejor que 11. A2D, P4CD; 12. CxA, CXC; 13. D3A, C3AD; 14. AxC, TXA; 15. DxPC, D3A, pues las negras equilibraron el juego; encuentro Barz - Bogoliubov, Mu-nich, 1942), P4CD; 12, A5C, D3C; 13. T1T1D, y el dispositivo de ata-que de las blancas es amenazador. En una partida Barz-Richter (1948) se prosigui 13. .... T1D; 14. D2J>, P5C; 15. AXC, PXA; 16. C4R, tras lo cual la posicin del bando negro no es defendible.

    Segn los comentaristas, a 11. ..., C3A (en vez de 11. ..., P4CD); 12. C X P5A, 0-0 sigue el ofensivo mo-vimiento 13. T1D, y si 13. ..., C5D; 14. D3D, A3A, sucede 15. A3R, con ventaja para las blancas. Pero con-tinuemos esta variante haciendo 15. ..., AXA, y, luego de 16. RXA, D2A; 17. AXC, las negras salen del apuro .con 17. ..., TR1D. Anli-sis.

    15. A5C es ms preciso que 15. A3R y hace que las blancas prepon-deren en la posicin; no conviene 15. ..., P3TR, debido a 16. AXC, DXA; 17. C4R, D2R; 18. P4CD! Este anlisis pertenece a Ravinski.

    En el encuentro Bilek - Tolusch (competicin Budapest-Leningrado, 1959) no se hizo 9. D2A, sino 9. D3T.

    (Ver diagrama nm. 55)

    9. ..., P3CD; 10. C5R. A 10. P4CD no se contesta con

    10. ..., PXP a. p., sino con 10. ..., C3A, y la amenaza 11. ..., P4TD resulta bastante desagradable. To-lusch demostr que 10. C5R no es peligroso para las negras.

    10. ..., AXP; 11. D3AR, T1AD; 12. T1D, D2R ( a m e n a z a b a 13. TxA); 13. A5C, A5T!

    Adems de amenazar con 13. TXA, se haca con 14. C4C seguido de un ataque arrollador.

    Dfagrama nm. 55

    La posicin puede simplificarse con 13. ..., A3 A, tras lo cual nc entraa peligro 14. CXA, CXC; 15. DXC + , TXD; 16. AXT+, R1A, p u e s la amenaza 17. ..., AXp+ hace que las negras eviten los inconvenientes.

    14. P3C (si se retirase la torre, el movimiento 14. ..., P3TR para-lizara el ataque), PXP; 15. PXP, AXP; 16. TXC (tras 16. T7D, CXT; 17. A x D , CxC; 18. D4R, AXA; 19. DX.C, 0-0!, la superiori-dad de las negras no ofrece duda), A XT; 17. C6A, D3D; 18. TXP, A5T! Estas han tomado la iniciativa, y mantienen la ventaja material. Si 19. T7R + , R1A; 20. AXC, AXC; 21. AXP+, sigue 21. ..., RXT; 22. D6A + , R1R, y as sucesiva-mente.

    Volvamos sobre la posicin pro-ducida por 8. PXP y, en vez del movimiento 8. ..., C4T, analicemos el 8. ..., AXP.

    (Ver diagrama nm. 56)

    9. DXP, A2R; 10. C3A, T1AD; 11. T1D, y la posicin de las blan-cas es ms activa. En una partida Korchnoi-Antoschin (1955) se pro-sigui 11. ..., D4T? (lo oportuno era 11. '..., 0-0); 12, D3C, 0-0; 13. A3R, TR1D; 14. C4D, ejerciendo

    44

    Diagrama nm. 56

    presin en el flanco de la dama negra.

    La continuacin 7. ..., PXP no conviene a las negras, porque, tras 8. CXP, DXC; 9. AXC + , A2D; 10. T1D (despus de 10. AxA-+-, DxA; 11. DxP , la superioridad de las blancas es poco menos que nula), AXA; 11. DXA + ,PXD; 12. TXD, stas toman el pen 5A y preponde-ran en la fase ltima de la partida. No obstante lo cual, es digno de atencin el sacrificio de una calidad, o sea no jugar 9. ..., A2D, sino 9. ..., PXA; 10. DXP+, D2D; 11. DXT, A4A y 12. ..., 0-0 (Volovich-Yurkov, 1966).

    Las negras no pueden desenvol-ver desahogadamente la apertura si hacen 7. ..., A2R, pues sucede 8. C5R! Verbigracia: 8. ..., 0-0 (o 8. ..., A2D; 9. CXA, D x C ; 10. P x P , con ventaja para las blancas); 9. CXC, PXC; 10. PXP. Ahora no pueden tomar el pen: a 10. ..., AXP procede 11. DXP3A con doble amenaza. En el encuentro Pomar-Puig (Mlaga, 1964), las ne-gras prosiguieron 10. ..., P4R, y 11. AXP dio a las blancas la ventaja de un pen: 11. ..., A2D (11. ..., A6T?; 12. T1D); 12. AXA, CXA; 13. DXP.

    8. PXP 9. DXP

    10. C3A

    AXP 0-0 P3TD

    As, transcurri la partida O'Ke-lly-Euwe (Nueva York, 1951); en ella se hizo por primera vez 7. ..., C2D. Luego de 11. C4R, A2R; 12. A3R, C3C; 13. D3C, C4D; 14. T1A1D, D2A, el bando negro des-barat el propsito de su adversario de sacar ventaja. Hay igualdad de oportunidades.

    Con motivo de esta p a r t i d a , Euwe puso un signo de admiracin a 7. ..., C2D. Pero las blancas no estn obligadas a jugar 11. C4R; 11. A5C o 11. T1D les brindan mayores posibilidades.

    6. D4T+

    (1. P4D. C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. C3AR, P4A.)

    Esto facilita a las negras situar el alfil en 3A y tener un juego de-sahogado.

    6. ... A2D

    Indudablemente se puede hacer 6. ..., C1C2D; 7. DXP, P3TD.

    7. DXP 8. PXP

    A3A

    Si se apoya la presin en el cen-tro con 8. 0-0 y a 8. ..., C1C2D se opone 9. C3A, 9. ..., P4CD sita a las negras en una posicin excelen-te. No se puede tomar el pen: 10. CXP?, C3C; 11. D3D, P5A, y las blancas pierden el caballo. A 10. D3D sigue 10. ..., P5A. Con el do-minio sobre las casillas centrales, el bando negro puede aprovechar la ventajosa postura de sus peones en el flanco de la dama (es posible 10. .... D3C; 11. P3C, T1D, que da ms agilidad a la posicin).

    45

    b

  • Por ello, debe hacerse 9. PXP y no 9. C3A. El encuentro Petrosian-Bondarevski (Campeonato de Ar-menia, 1947) prosigui 9. ..., AXP; 10. C3A, 0-0; 11. P4CD, A2R; 12. P3TD, P4TD; 13. A3R. Aqu, 13. ..., TA forz a retirar la dama blanca y dio buen juego al bando negro.

    8. ... CD2D

    En la partida Keres-Klovan (Piar-nu, 1960), las negras jugaron 8. ..., 1>4D, tras lo cual su oponente pudo eliminar el alfil 3A y mantener la pareja de los suyos: 9. D X D, C X D; 10. C5R, C5C; 11. CXA, C1CXC; 12. C3T, AXP; 13. A2D, 0-0; 14. 0-0. La posicin de las blancas es preferible.

    9. 0-0

    No es posible sostener el pen 5A, pues a 9. P4CD procede 9. ..., P4TD; 10. P5C, A4D y 11 AXPA, con ventaja para las negras. Si 9. A3R, es oportuno 9. ..., C5R o 9. ..., C4D, y si 10. A4D, entonces 10. ..., D4T + .

    9. ... AXP

    Con cierta transposicin de ju-gadas, se ha producido la posicin del encuentro Petrosian-Bondarevs-ki (vase el comentario sobre el oc-tavo movimiento de las blancas). Las posibilidades son aproximadamente iguales.

    B

    5. ... P3TD

    (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. C3AR.)

    (Ver diagrama nm. 57)

    Todo parece indicar que las ne-gras tratan de defender el pen de gambito. Hubo un tiempo en

    46

    Diagrama nm. 57

    que se consider que 5. ..., P3TD, apoyo del subsiguiente movimiento P4CD, casi impugnaba el gambito cataln, nombre que se suele dar al movimiento 5. C3AR. Pero los fragmentos de partidas y anlisis ex-puestos en el presente apartado muestran lo contrario.

    Acerca de lo dicho es interesante defender el pen 5A con 5. ..., P4CD y a 6. P4TD (si 6. C5R, sucede 6. ..., C4D) responder con 6. ..., P3A, evitando el movimiento 5. ..., P3TD. En el encuentro Kroguius-Fhrman (espartacada sovitica, 1967), las blancas desplegaron su posicin a cambio del pen sacrificado: 7. 0-0 (7. C5R, C4D; 8. C3AD, P3A; 9. C4C, P5C; 10. C1C entraa muchas dificultades), A2C; 8. C5R, D1A; 9. P3C, PAXP; 10. DXP.

    Hay tres continuaciones bastante prometedoras: 6. C5R (a); 6. 0-0 (b), y 6. P4TD (c).

    Caso que 6. D2A, las negras man-tienen el pen de ms: 6. ..., P4CD, y a 7. C5R sigue 7 T2T.

    a 6. C5R

    Esta jugada se estima prematura, debido a 6. ..., P4A, y 7. P3R, PXP; 8. PXP, A5C+ no promete nada a