LA ISLA DE SATO
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PROLOGO
Valorar la importancia de la
organización social, a través de las
diversas formas de organización,
transformación y desarrollo de las
sociedades, dado que las sociedades se
transforman y se desarrollan,
constituyendo la vida social y creando
diversas formas de organización que
contribuyen a la conformación de
grupos y establecen un factor
socioeconómico imprescindible dentro
de la sociedad.
La transformación de los procesos
productivos no sólo requiere de equipos
y tecnología para aumentar la
productividad, sino también de nuevas
formas de gestión, organización,
capacitación y desarrollo de los
trabajadores, que propicien el uso
racional y eficiente de los recursos y
estimulen el potencial creativo e
intelectual de todos los integrantes de
la organización.
LA ISLA SATO
Había una vez, hace muchos
años, una isla habitada por
criaturas sorprendentes, de
grandes habilidades y curiosa
aparienc ia . Cr iaturas
t e r r e s t r e s c a p a c e s d e
r e a l i z a r t a r e a s
i m p r e s i o n a n t e s p a r a
contribuir a su comunidad,
colas largas y cortas, ojos
enormes y hambrientos;
sabrás ahora de quien hablo,
¡claro¡ ¡dinosaurios!, estos
animales habitaron por largos
años la tierra hasta su
extinción.
Esta isla, la Isla Sato, era un lugar
mágico, todos sus habitantes eran
criaturas muy agradables, todos
trabajaban para el bien común y nunca
había problemas. Sato, un dinosaurio
sauroposeidon, era el único dinosaurio en
su especie, el dinosaurio más grande
jamás habitado en la tierra, era quien
ponía orden en esta isla, era el líder, el
gobernador, el más importante de la isla
entera.
Un día la tierra fue atacada por grandes meteoritos, los
animales de todas partes comenzaron a emigrar buscando
un refugio para ellos y sus familias, los dinosaurios
terrestres caminaron y caminaron por largos senderos,
los animales acuáticos se sumergieron hasta el fondo del
agua para resguardarse, los animales voladores
atravesaron el cielo completo. Estos últimos,
peterosaurios para ser más preciso, preocupados por su
seguridad en el aire, prefirieron volar sobre el mar, de tal
manera que los meteoritos no los volaran en mil pedazos o
los pudieran dañar, tal y como pasaba cuando se
impactaban sobre la tierra.
Uno de ellos, el más despistado quizá, “Pety” volaba
jugando sobre las olas del mar, viendo como los seres
acuáticos nadaban y nadaban sin sentido, vueltos
locos por aquel problema en la tierra, mientras el
solo se divertía, “¡Pety!”, grito su mamá “¡no te
separes!, vuelve al grupo”, Pety se divertía tanto
que no le preocupaba lo mas mínimo separarse de su
manada, era una criatura curiosa y aventurera,
pero de repente ¡ZAZ! Una ola gigantesca lo atrapó,
de un momento a otro Pety se encontraba sumergido
en el agua, luchaba contra las salvajes olas y sin
éxito alguno Pety se desvaneció.
A la mañana siguiente, Pety abrió sus ojos, “que
cosa tan rara” escuchó aún inconsciente, “¿qué
serán esas cosas?”, Pety había sido arrastrado
por el mar hasta la Isla Sato, “¡rápido! hay que
devolverlo al mar”, ”¡no! Se morirá!”, discutían a su
alrededor, Pety solo escuchaba como murmuraban
algunos junto a el, pero no entendía que pasaba,
hasta que de pronto… “¿Qué pasa aquí?” exclamo
Sato, “¿Quién es este?”, “no sabemos gran señor,
solo apareció aquí a en la orilla, creo que el mar lo
trajo hasta aquí” respondió temeroso uno de los
habitantes.
Paso un tiempo y Pety despertó, se encontraba confundido
pues no sabía si todo lo sucedido había sido un sueño, hasta
que llego Mel, “¡vaya hasta que despiertas!” alguien quiere
hablar contigo urgentemente, Pety se asustó pero como Mel
lo había tratado muy amablemente pensó que no corría
ningún peligro. Mel, una hermosa melanosaurio,
lo condujo por un camino hasta llegar al palacio de roca, el
lugar donde se encontraba Sato y el resto de los habitantes,
“siéntate” ordenó el, “creo que debes saber que en esta isla
todos tenemos que realizar una tarea muy importante, si
quieres permanecer tendrás que adaptarte a esto y...”
“pero yo solo…” interrumpió Pety, “yo solo quiero regresar
con mi mama” Sato se enfureció por la osadía de Pety al
interrumpirlo frente sus súbditos, rugio tan fuerte que
Pety del susto extendió sus alas y comenzó a volar lejos, los
habitantes se impresionaron por tal acto ya que ellos jamás
habían presenciado, una criatura capaz de volar frente a
ellos, simplemente no lo podían creer.
Sato al ver como ese dinosaurio, o lo sea que fuese,
atraía toda la atención de su público, se enfureció
aún más, así que comenzó a sentirse contento de que
Pety se fuera de la isla. Pety volaba y cada vez más
se alejaba de la isla pero a lo lejos veía como se
acercaba a la nada, se sintió asustado y recordó a
Mel y pensó que si volvia ella lo podía ayudar a
encontrar un camino de vuelta a casa. Pety regreso y
se sorprendió al encontrar algo que no esperaba, los
habitantes de Isla Sato le aplaudían y adoraban, su
habilidad de vuelo los tenia fascinados, entre la
multitud logro ver a Mel y aterrizo junto a ella,
“ayúdame por favor, tengo miedo y yo solo quiero
regresar a casa”, Mel asintió con la cabeza y lo llevo
a su casa. Durante el camino, Mel le explico a Pety
que nadie en esa isla podía atravesar el gran mar, lo
único que podían hacer por él era aceptarlo en su isla,
y que jamás debía interrumpir al gran líder puesto
que la isla funcionaba gracias el, era quien los
protegía del peligro.
Al dia siguiente Mel llevo de nuevo a Pety con el gran líder
Sato, que por supuesto, sintió celos de Pety al verlo de
vuelta. Sato sintió que Pety era una amenaza para su
gobierno ya que él podía volar y atraería la atención de su
gente y al poco tiempo Pety ocuparía su lugar, por lo que
Sato ideo un plan perfecto para que el pueblo viera que Pety
solo era un animal común y corriente; “te asignare un
trabajo” se dirigio Sato a Pety, “deberás cumplirlo o de lo
contrario te tendrás que marchar de la isla”, Pety
desilusionado acepto.
Durante el trayecto, Sato explico a Pety como funcionaban
las cosas en la isla, “todos los animales tenemos una gran
habilidad y eso es lo que nos permite ubicarnos en una labor,
los dinosaurios altos recolectan las frutas de los árboles, los
que tienen fuerza y cuernos permiten mover rocas y cavar
en la tierra para crear los nidos, los pequeños juntan las
ramas que caen de los árboles y las colocan en los ríos para
construir presas, los dinosaurios más veloces atrapan
comida en la orilla de la playa, los que caminan en dos patas
toman algunos ramos de hojas para sacudir las piedras
donde colocamos la comida recolectada la pregunta es, mi
pequeño viajero, ¿Cuál será tu habilidad?, o más bien
¿tendrás alguna?” pregunto Sato retóricamente.
Pety estaba asustado pero confiaba en el mismo y sabía que
podía hacerlo, Sato en cambio, estaba seguro que Pety
saldría de su isla más rápido de lo que llego. Los habitantes
de la isla estaban tan encantados con Pety que no podían
perderse de aquel acontecimiento, “¡Con los cuello largo!”
ordeno Sato consiente de que Pety era de baja estatura y
sería imposible que alcanzara los frutos de los árboles, “no
hay problema” replico Pety mientras tomaba vuelo, “¡miren
eso¡” grito un espectador, Pety había volado hasta lo más
alto de los arboles recolectando grandes cantidades de
frutos. Sato enojado dijo: “mejor no, este trabajo no es
para ti, te llevare a otro lado”. Caminaron por un camino
mientras Sato solo escuchaba a los habitantes hablar
maravillas de Pety, “!Con los excavadores¡” exclamo Sato,
“seguro ahí encajaras bien” dijo burlón, Pety no estaba tan
seguro esta vez, pues él jamás había cavado en la tierra, “no
hay problema” dijo temeroso mientras comenzaba a rascar
la tierra con sus garras,” ¡que rápido es¡” exclamo un
dinosaurio de cuerno largo, “lo hace muy bien” replicó.
Sato aún más enfurecido que antes grito: “Aquí no, este
trabajo tampoco es para ti”. Siguieron caminando mientras
todos adoraban a Pety, “¡Todos a la playa!, veremos qué tan
rápido eres”, llegaron a la playa y Sato le pidió a Pety que le
trajera dos pescados, “no hay problema” dijo Pety seguro,
ya que antes de perderse, él había tomado algunos pescados
para comer en el camino. Pety voló alejándose de la playa,
Sato estaba seguro que no volvería, “!Mirenlo todos¡ el
cobarde prefirió irse” los habitantes se encontraban
decepcionados de su ídolo, hasta que alguien entre la
multitud exclamo: “¡miren todos, ahí viene Pety!”, Pety llego
con dos enormes pescados en su pico, nadie había visto un pez
de un tamaño tan grande. Sato se expuso y grito “¡No! Que
nadie los coma, seguro son venenosos, no sabemos de dónde los
saco, este trabajo no es para ti, ¡vámonos!”.
Cada vez los habitantes se sentían más
impresionados por Pety, nadie jamás había cruzado
más allá de la playa. Caminaron hasta las rocas de
comida, había dinosaurios sacudiendo por todos
lados, Sato pensó que a falta de brazos y manos Pety
no podría realizar un trabajo así, “sacude” le
ordenó, “no hay problema” volvió a decir Pety seguro
de si mismo, extendió sus grandes alas y agitó tan
fuerte que todo el polvo salio volando y las rocas que
se encontraban debajo de él quedaron muy limpias.
Todos aplaudieron y giraban “¡bravo!, lo hizo de
nuevo”, Sato dio un gran rugido de envidia y
enfurecido gritó: “No, esto no puede ser, aquí no
puedes estar hay muchos realizando este trabajo y
no debes estar aquí, ¡vámonos¡ Solo queda un lugar
más”.
Finalmente llegaron con los dinosaurios pequeños, los que recolectaban
ramas y construían presas, “ayuda a los pequeños a construir esta
presa”, le ordeno Sato esperanzado de que Pety fracasara, “no hay
problema” dijo Pety alzando el cuello victorioso mientras tomaba
vuelo nuevamente “¿qué haces?” pregunto Mel “debes recolectar las
ramas del suelo” “mira esto” dijo Pety retóricamente; Pety voló muy
alto, se colocó sobre una rama grande y comenzó a brincar sobre ella
hasta tirarla sobre el rio y obstruir el paso del agua, “¡wow!” gritaba
el público incrédulo de lo que acababa de hacer Pety, todos aplaudían y
se acercaban a Pety para felicitarlo por su gran trabajo.
“¡Esto no es posible!” exclamo Sato con un rugido que jamás nadie había
escuchado, estaban tan enojado que algunos de los habitantes
corrieron para ocultarse entre los arbustos y los árboles, “¿qué no lo
ven?, esta criatura es una amenaza para todo el pueblo, ¿qué harán
cuando nos quite todo el alimento de la isla, el solo quiere quitárnoslo,
¡no debemos permitirlo!” todos los animales comenzaron a mirarse
entre ellos con miedo, la incertidumbre los invadia, “tiene razón”
murmuraban “nos lo quitara todo”, “este animal debe irse, solo trae
problemas” exclamo Sato; “pero no tengo a donde ir” replico Pety
asustado, “ese no es nuestro problema, debes irte o te encerraremos
en la cueva del volcán”, todos los habitantes se estremecieron al
escucharlo, la cueva del volcán era un lugar tenebroso y todo aquel que
entraba jamás salía de ahí.
Algunos tomaron a Pety a la fuerza y llevaron a la entrada de la cueva
del volcán, “tus últimas palabras prisionero mentiroso” exclamo Sato
con altanería, “yo no soy una amenaza, yo solo quise ayudar y ser
parte de esta isla, estoy solo en el mundo y quería un hogar, jamás
quise presumir mis habilidades fueron ustedes quienes me pidieron
hacer todas esas cosas “ “¡no sigas!” lo interrumpió Sato al ver que
Pety sembraba lastima entre sus súbditos, “¡enciérrenlo!” ordenó.
“¡ALTO! Es solo un niño perdido Sato no puedes hacerle esto” intervino
Mel, “¡tú no sabes nada mejor cállate!” repuso Sato, “¿ah no? Entonces
creo que a todos nos gustaría escuchar cuál es tu habilidad? ¿por qué
eres el líder? ¿Qué es lo que tú sabes hacer?” los habitantes
comenzaron a poner en duda la habilidad de Sato, ayudaron a Pety a
liberarse mientras cuestionaban a Sato sobre su poder, “bueno yo…”
quiso responder Sato, “tú no tienes habilidad Sato solo eres mandón y
crees que por ser el más grande debemos obedecerte, pero ya no más,”
“¡enciérrenlo a él!” comenzaba gritar la multitud enfurecida.
Pero algo en Pety le hizo entender algo muy importante,
“¡esperen!” se interpuso Pety entre la multitud y Sato,
“¿qué no se dan cuenta? Sato es el más hábil de toda esta
isla” los animales se sentían confundidos pues Sato no
cumplía con ninguna obligación al igual que todos ellos, “hay
una cosa muy importante que tal vez ustedes no han visto,
las cosas, para que funcionen correctamente, siempre
deben tener un orden, siempre debe haber alguien que
organice a los demás, sino todo sería un caos, ustedes no
sabrían que hacer, solo algunos tendrían comida, algunos
otros solo tendrían refugio, las cosas serían un desastre,
pero gracias a este gran dinosaurio ustedes han podido vivir
armónicamente y con todas sus necesidades a la mano,
deberían estar agradecidos en lugar de juzgarlo”.
Fue entonces que toda la isla entendió la razón
de su labor, Sato descubrió en sí mismo una
habilidad que solo no hubiera podido encontrar,
la del liderazgo y Pety supo que no por ser un
animal diferente y con grandes capacidades
debía alzar el cuello porque al igual que los
demás animales necesitaban los unos de los
otros, el necesitaba un lugar donde vivir y ser
aceptado por todos, hasta Sato que no le
agradaba para nada.
Todos aprendieron una lección ese día, no debes
juzgar un libro por su portada, a veces es
necesario mirar alrededor para saber porque
estas parado justo ahí y es justamente en ti
mismo donde puedes encontrar la respuesta a
muchas preguntas.