las montañlas de oro

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LAS MONTAÑAS DEL ORO POEMA EN TRES CICLOS Y DOS REPOSITORIOS (1897) LEOPOLDO LUGONES Ediciones elaleph.com

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L A S M O N T A Ntilde A S D E LO R O

POEMA EN TRES CICLOSY DOS REPOSITORIOS

(1897)

L E O P O L D O L U G O N E S

Ediciones elalephcom

Diego Ruiz

Editado porelalephcom

1999 ndash Copyright wwwelalephcomTodos los Derechos Reservados

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A LUIS BERISSOA CARLOS VEGA

BELGRANO

L L

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INTRODUCCION

Es una gran columna de silencio y de ideasEn marcha El canto grave que entonan las mareasRespondiendo a los ritmos de los mundos lejanosEl rumor que los bosques soberbiamente ancianosDan como si debajo de largas sepulturasSintieacuteranse crujidos de enormes coyunturasLas sordas evasiones de las razas que arrojaEl heroiacutesmo noacutemade a la vendimia roja

El iexclhan de los supremos designios que se escuchaEn el postrer hachazo que acabaraacute la luchaYa sea que se trate de un cedro o de un giganteLas torres que no alcanza con su taloacuten triunfanteLa horda el traacutejico viento de las batallas

todoLo que es grande o solemne o heroico de alguacuten modo

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-Clamores de conquistas rumores de mareasVa en esa gran columna de silencio y de ideasQue el poeta ve alzarse desde las hondas grutasiexclEl Sol es su vanguardia -Por las eternas rutasQue accidentan la historia van los pasos enormesEs un largo desfile de tinieblas informesMas dominando aquella procesioacuten tenebrosaEl alba se levanta como una huacutemeda rosaCuyos peacutetalos caen en una lluvia de oroEl poeta apostrofa con su clariacuten sonoroA la columna en marcha lo que dice resuenaComo el flujo de bronce de una hornalla harto llenaTan fuertes son sus alas que aquel ser de ancho alientoParece que en los hombros lleva amarrado el vientoEs el gran luminoso y es el gran tenebrosoLa rubia primavera le elige por esposoEacutel se acuesta con todas las flores de las cimasLas flores le dan besos para que eacutel les deacute rimasEl sol le dora el pecho Dios le sonriacutee apenasHay nada maacutes sublime que esas sonrisas llenasDe divinidad que hacen surgir sobre la obscuraSilueta de los montes una inmensa blancuraZodiacal -Forja el hierro de su peto y su cascoLa Paciencia en los yunques de una ideal DamascoY el silencio custodia la hoguera donde amasaCon bronce y sombra el verbo que templaraacute en la brasa

A fin de que los hombres alcancen con sus bocas

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Su oreja enormemente sentado entre dos rocasComo un afable coacutendor los escucha y los hombresCreen que estaacuten a un mismo nivel almas y nombresY cabezas Los grandes hombres y las montantildeasEs forzoso que siempre esteacuten en pie ExtrantildeasSon las voces del antro a la cumbre La orugaQue esconde entre las hierbas su imperceptible fugaVe al aacuteguila y opina iexclEres un ser monstruosoAguilaraquoEn cambio el aacuteguila no ve a la oruga HermosoY divino es el cielo porque es indiferenteA las nubes que le hacen mal El cielo es la frenteDe Dios sobre la eterna serenidad suspensaCuando se llena de astros y sombra es que Dios piensaEl cielo se repite en las frentes radiosasNo importa que ellas sean claras o misteriosasO formidable siendo capaces de martirioiexclNo de la infamia Tanto vale rasgar un lirioComo manchar un astro el viejo Cosmos gimePor la flor y la estrella con un amor sublimeY total iexclGrave enigma de amor Esto consisteEn que el gran Ser no quiere que ninguno esteacute tristeY el dolor ese fuego que exalta todo nombre(Cristo sangriento brilla triste suda como hombre)Es un heroico vino que ignora la tristezaiexclHombres No escupaacuteis nunca sobre una gran cabezaNo seaacuteis mancha cuando pudierais ser heridaEl hierro sufre en lo hondo de la fragua encendidaPero hasta hoy nadie ha visto las laacutegrimas del hierroEl poeta es el astro de su propio destierro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

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A LUIS BERISSOA CARLOS VEGA

BELGRANO

L L

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INTRODUCCION

Es una gran columna de silencio y de ideasEn marcha El canto grave que entonan las mareasRespondiendo a los ritmos de los mundos lejanosEl rumor que los bosques soberbiamente ancianosDan como si debajo de largas sepulturasSintieacuteranse crujidos de enormes coyunturasLas sordas evasiones de las razas que arrojaEl heroiacutesmo noacutemade a la vendimia roja

El iexclhan de los supremos designios que se escuchaEn el postrer hachazo que acabaraacute la luchaYa sea que se trate de un cedro o de un giganteLas torres que no alcanza con su taloacuten triunfanteLa horda el traacutejico viento de las batallas

todoLo que es grande o solemne o heroico de alguacuten modo

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-Clamores de conquistas rumores de mareasVa en esa gran columna de silencio y de ideasQue el poeta ve alzarse desde las hondas grutasiexclEl Sol es su vanguardia -Por las eternas rutasQue accidentan la historia van los pasos enormesEs un largo desfile de tinieblas informesMas dominando aquella procesioacuten tenebrosaEl alba se levanta como una huacutemeda rosaCuyos peacutetalos caen en una lluvia de oroEl poeta apostrofa con su clariacuten sonoroA la columna en marcha lo que dice resuenaComo el flujo de bronce de una hornalla harto llenaTan fuertes son sus alas que aquel ser de ancho alientoParece que en los hombros lleva amarrado el vientoEs el gran luminoso y es el gran tenebrosoLa rubia primavera le elige por esposoEacutel se acuesta con todas las flores de las cimasLas flores le dan besos para que eacutel les deacute rimasEl sol le dora el pecho Dios le sonriacutee apenasHay nada maacutes sublime que esas sonrisas llenasDe divinidad que hacen surgir sobre la obscuraSilueta de los montes una inmensa blancuraZodiacal -Forja el hierro de su peto y su cascoLa Paciencia en los yunques de una ideal DamascoY el silencio custodia la hoguera donde amasaCon bronce y sombra el verbo que templaraacute en la brasa

A fin de que los hombres alcancen con sus bocas

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Su oreja enormemente sentado entre dos rocasComo un afable coacutendor los escucha y los hombresCreen que estaacuten a un mismo nivel almas y nombresY cabezas Los grandes hombres y las montantildeasEs forzoso que siempre esteacuten en pie ExtrantildeasSon las voces del antro a la cumbre La orugaQue esconde entre las hierbas su imperceptible fugaVe al aacuteguila y opina iexclEres un ser monstruosoAguilaraquoEn cambio el aacuteguila no ve a la oruga HermosoY divino es el cielo porque es indiferenteA las nubes que le hacen mal El cielo es la frenteDe Dios sobre la eterna serenidad suspensaCuando se llena de astros y sombra es que Dios piensaEl cielo se repite en las frentes radiosasNo importa que ellas sean claras o misteriosasO formidable siendo capaces de martirioiexclNo de la infamia Tanto vale rasgar un lirioComo manchar un astro el viejo Cosmos gimePor la flor y la estrella con un amor sublimeY total iexclGrave enigma de amor Esto consisteEn que el gran Ser no quiere que ninguno esteacute tristeY el dolor ese fuego que exalta todo nombre(Cristo sangriento brilla triste suda como hombre)Es un heroico vino que ignora la tristezaiexclHombres No escupaacuteis nunca sobre una gran cabezaNo seaacuteis mancha cuando pudierais ser heridaEl hierro sufre en lo hondo de la fragua encendidaPero hasta hoy nadie ha visto las laacutegrimas del hierroEl poeta es el astro de su propio destierro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 3: las montañlas de oro

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A LUIS BERISSOA CARLOS VEGA

BELGRANO

L L

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INTRODUCCION

Es una gran columna de silencio y de ideasEn marcha El canto grave que entonan las mareasRespondiendo a los ritmos de los mundos lejanosEl rumor que los bosques soberbiamente ancianosDan como si debajo de largas sepulturasSintieacuteranse crujidos de enormes coyunturasLas sordas evasiones de las razas que arrojaEl heroiacutesmo noacutemade a la vendimia roja

El iexclhan de los supremos designios que se escuchaEn el postrer hachazo que acabaraacute la luchaYa sea que se trate de un cedro o de un giganteLas torres que no alcanza con su taloacuten triunfanteLa horda el traacutejico viento de las batallas

todoLo que es grande o solemne o heroico de alguacuten modo

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-Clamores de conquistas rumores de mareasVa en esa gran columna de silencio y de ideasQue el poeta ve alzarse desde las hondas grutasiexclEl Sol es su vanguardia -Por las eternas rutasQue accidentan la historia van los pasos enormesEs un largo desfile de tinieblas informesMas dominando aquella procesioacuten tenebrosaEl alba se levanta como una huacutemeda rosaCuyos peacutetalos caen en una lluvia de oroEl poeta apostrofa con su clariacuten sonoroA la columna en marcha lo que dice resuenaComo el flujo de bronce de una hornalla harto llenaTan fuertes son sus alas que aquel ser de ancho alientoParece que en los hombros lleva amarrado el vientoEs el gran luminoso y es el gran tenebrosoLa rubia primavera le elige por esposoEacutel se acuesta con todas las flores de las cimasLas flores le dan besos para que eacutel les deacute rimasEl sol le dora el pecho Dios le sonriacutee apenasHay nada maacutes sublime que esas sonrisas llenasDe divinidad que hacen surgir sobre la obscuraSilueta de los montes una inmensa blancuraZodiacal -Forja el hierro de su peto y su cascoLa Paciencia en los yunques de una ideal DamascoY el silencio custodia la hoguera donde amasaCon bronce y sombra el verbo que templaraacute en la brasa

A fin de que los hombres alcancen con sus bocas

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Su oreja enormemente sentado entre dos rocasComo un afable coacutendor los escucha y los hombresCreen que estaacuten a un mismo nivel almas y nombresY cabezas Los grandes hombres y las montantildeasEs forzoso que siempre esteacuten en pie ExtrantildeasSon las voces del antro a la cumbre La orugaQue esconde entre las hierbas su imperceptible fugaVe al aacuteguila y opina iexclEres un ser monstruosoAguilaraquoEn cambio el aacuteguila no ve a la oruga HermosoY divino es el cielo porque es indiferenteA las nubes que le hacen mal El cielo es la frenteDe Dios sobre la eterna serenidad suspensaCuando se llena de astros y sombra es que Dios piensaEl cielo se repite en las frentes radiosasNo importa que ellas sean claras o misteriosasO formidable siendo capaces de martirioiexclNo de la infamia Tanto vale rasgar un lirioComo manchar un astro el viejo Cosmos gimePor la flor y la estrella con un amor sublimeY total iexclGrave enigma de amor Esto consisteEn que el gran Ser no quiere que ninguno esteacute tristeY el dolor ese fuego que exalta todo nombre(Cristo sangriento brilla triste suda como hombre)Es un heroico vino que ignora la tristezaiexclHombres No escupaacuteis nunca sobre una gran cabezaNo seaacuteis mancha cuando pudierais ser heridaEl hierro sufre en lo hondo de la fragua encendidaPero hasta hoy nadie ha visto las laacutegrimas del hierroEl poeta es el astro de su propio destierro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 4: las montañlas de oro

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INTRODUCCION

Es una gran columna de silencio y de ideasEn marcha El canto grave que entonan las mareasRespondiendo a los ritmos de los mundos lejanosEl rumor que los bosques soberbiamente ancianosDan como si debajo de largas sepulturasSintieacuteranse crujidos de enormes coyunturasLas sordas evasiones de las razas que arrojaEl heroiacutesmo noacutemade a la vendimia roja

El iexclhan de los supremos designios que se escuchaEn el postrer hachazo que acabaraacute la luchaYa sea que se trate de un cedro o de un giganteLas torres que no alcanza con su taloacuten triunfanteLa horda el traacutejico viento de las batallas

todoLo que es grande o solemne o heroico de alguacuten modo

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-Clamores de conquistas rumores de mareasVa en esa gran columna de silencio y de ideasQue el poeta ve alzarse desde las hondas grutasiexclEl Sol es su vanguardia -Por las eternas rutasQue accidentan la historia van los pasos enormesEs un largo desfile de tinieblas informesMas dominando aquella procesioacuten tenebrosaEl alba se levanta como una huacutemeda rosaCuyos peacutetalos caen en una lluvia de oroEl poeta apostrofa con su clariacuten sonoroA la columna en marcha lo que dice resuenaComo el flujo de bronce de una hornalla harto llenaTan fuertes son sus alas que aquel ser de ancho alientoParece que en los hombros lleva amarrado el vientoEs el gran luminoso y es el gran tenebrosoLa rubia primavera le elige por esposoEacutel se acuesta con todas las flores de las cimasLas flores le dan besos para que eacutel les deacute rimasEl sol le dora el pecho Dios le sonriacutee apenasHay nada maacutes sublime que esas sonrisas llenasDe divinidad que hacen surgir sobre la obscuraSilueta de los montes una inmensa blancuraZodiacal -Forja el hierro de su peto y su cascoLa Paciencia en los yunques de una ideal DamascoY el silencio custodia la hoguera donde amasaCon bronce y sombra el verbo que templaraacute en la brasa

A fin de que los hombres alcancen con sus bocas

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Su oreja enormemente sentado entre dos rocasComo un afable coacutendor los escucha y los hombresCreen que estaacuten a un mismo nivel almas y nombresY cabezas Los grandes hombres y las montantildeasEs forzoso que siempre esteacuten en pie ExtrantildeasSon las voces del antro a la cumbre La orugaQue esconde entre las hierbas su imperceptible fugaVe al aacuteguila y opina iexclEres un ser monstruosoAguilaraquoEn cambio el aacuteguila no ve a la oruga HermosoY divino es el cielo porque es indiferenteA las nubes que le hacen mal El cielo es la frenteDe Dios sobre la eterna serenidad suspensaCuando se llena de astros y sombra es que Dios piensaEl cielo se repite en las frentes radiosasNo importa que ellas sean claras o misteriosasO formidable siendo capaces de martirioiexclNo de la infamia Tanto vale rasgar un lirioComo manchar un astro el viejo Cosmos gimePor la flor y la estrella con un amor sublimeY total iexclGrave enigma de amor Esto consisteEn que el gran Ser no quiere que ninguno esteacute tristeY el dolor ese fuego que exalta todo nombre(Cristo sangriento brilla triste suda como hombre)Es un heroico vino que ignora la tristezaiexclHombres No escupaacuteis nunca sobre una gran cabezaNo seaacuteis mancha cuando pudierais ser heridaEl hierro sufre en lo hondo de la fragua encendidaPero hasta hoy nadie ha visto las laacutegrimas del hierroEl poeta es el astro de su propio destierro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 5: las montañlas de oro

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-Clamores de conquistas rumores de mareasVa en esa gran columna de silencio y de ideasQue el poeta ve alzarse desde las hondas grutasiexclEl Sol es su vanguardia -Por las eternas rutasQue accidentan la historia van los pasos enormesEs un largo desfile de tinieblas informesMas dominando aquella procesioacuten tenebrosaEl alba se levanta como una huacutemeda rosaCuyos peacutetalos caen en una lluvia de oroEl poeta apostrofa con su clariacuten sonoroA la columna en marcha lo que dice resuenaComo el flujo de bronce de una hornalla harto llenaTan fuertes son sus alas que aquel ser de ancho alientoParece que en los hombros lleva amarrado el vientoEs el gran luminoso y es el gran tenebrosoLa rubia primavera le elige por esposoEacutel se acuesta con todas las flores de las cimasLas flores le dan besos para que eacutel les deacute rimasEl sol le dora el pecho Dios le sonriacutee apenasHay nada maacutes sublime que esas sonrisas llenasDe divinidad que hacen surgir sobre la obscuraSilueta de los montes una inmensa blancuraZodiacal -Forja el hierro de su peto y su cascoLa Paciencia en los yunques de una ideal DamascoY el silencio custodia la hoguera donde amasaCon bronce y sombra el verbo que templaraacute en la brasa

A fin de que los hombres alcancen con sus bocas

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Su oreja enormemente sentado entre dos rocasComo un afable coacutendor los escucha y los hombresCreen que estaacuten a un mismo nivel almas y nombresY cabezas Los grandes hombres y las montantildeasEs forzoso que siempre esteacuten en pie ExtrantildeasSon las voces del antro a la cumbre La orugaQue esconde entre las hierbas su imperceptible fugaVe al aacuteguila y opina iexclEres un ser monstruosoAguilaraquoEn cambio el aacuteguila no ve a la oruga HermosoY divino es el cielo porque es indiferenteA las nubes que le hacen mal El cielo es la frenteDe Dios sobre la eterna serenidad suspensaCuando se llena de astros y sombra es que Dios piensaEl cielo se repite en las frentes radiosasNo importa que ellas sean claras o misteriosasO formidable siendo capaces de martirioiexclNo de la infamia Tanto vale rasgar un lirioComo manchar un astro el viejo Cosmos gimePor la flor y la estrella con un amor sublimeY total iexclGrave enigma de amor Esto consisteEn que el gran Ser no quiere que ninguno esteacute tristeY el dolor ese fuego que exalta todo nombre(Cristo sangriento brilla triste suda como hombre)Es un heroico vino que ignora la tristezaiexclHombres No escupaacuteis nunca sobre una gran cabezaNo seaacuteis mancha cuando pudierais ser heridaEl hierro sufre en lo hondo de la fragua encendidaPero hasta hoy nadie ha visto las laacutegrimas del hierroEl poeta es el astro de su propio destierro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 6: las montañlas de oro

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Su oreja enormemente sentado entre dos rocasComo un afable coacutendor los escucha y los hombresCreen que estaacuten a un mismo nivel almas y nombresY cabezas Los grandes hombres y las montantildeasEs forzoso que siempre esteacuten en pie ExtrantildeasSon las voces del antro a la cumbre La orugaQue esconde entre las hierbas su imperceptible fugaVe al aacuteguila y opina iexclEres un ser monstruosoAguilaraquoEn cambio el aacuteguila no ve a la oruga HermosoY divino es el cielo porque es indiferenteA las nubes que le hacen mal El cielo es la frenteDe Dios sobre la eterna serenidad suspensaCuando se llena de astros y sombra es que Dios piensaEl cielo se repite en las frentes radiosasNo importa que ellas sean claras o misteriosasO formidable siendo capaces de martirioiexclNo de la infamia Tanto vale rasgar un lirioComo manchar un astro el viejo Cosmos gimePor la flor y la estrella con un amor sublimeY total iexclGrave enigma de amor Esto consisteEn que el gran Ser no quiere que ninguno esteacute tristeY el dolor ese fuego que exalta todo nombre(Cristo sangriento brilla triste suda como hombre)Es un heroico vino que ignora la tristezaiexclHombres No escupaacuteis nunca sobre una gran cabezaNo seaacuteis mancha cuando pudierais ser heridaEl hierro sufre en lo hondo de la fragua encendidaPero hasta hoy nadie ha visto las laacutegrimas del hierroEl poeta es el astro de su propio destierro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 7: las montañlas de oro

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Eacutel tiene su cabeza junto a Dios como todosPero su carne es fruto de los coacutesmicos lodosDe la vida Su espiacuteritu del mismo yugo es siervoPero en su frente brilla la integridad del VerboCada vez que una de sus colmenas que en la historiaTrazan nuevos caminos de esfuerzo y de victoriaEmprende su jornada dejando detraacutes de ellaRastros de lumbre como los pasos de una estrellaNoches siniestras ecos de luacutegubres clarinesHuracanes colgados de gigantescas crinesY montes descarnados como imponentes huesosUno de esos enjendros del prodigio uno de esosArmoniosos doctores del Espiacuteritu SantoAlza sobre la cumbre de la noche su canto(La alondra y el sol tienen de comuacuten estos puntosQue reinan en los cielos y se levantan juntos)El canto de esos grandes es como un tren de guerraCuyas sonoras llantas surcan toda la tierraCantan por sus heridas ensangrentadas bocasDe trompeta que mueven el alma de las rocasY de los mares Hugo con su taloacuten fatigaLos oliacutempicos potros de su imperial cuadrigaY como de un oceacuteano que el sol naciente doraDe sus grandes cabellos se ve surgir la auroraDante alumbra el abismo con su alma Dante piensaAlza entre dos crepuacutesculos una portada inmensaY pasa transportando su empresa y sus escombrosUna carga de montes y noches en los hombros

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 8: las montañlas de oro

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Whitman entona un canto serenamente nobleWhitman es el glorioso trabajador del robleEacutel adora la vida que irrumpe en toda siembraEl grande amor que labra los flancos de la hembraY todo cuanto es fuerza creacioacuten universoPesa sobre las veacutertebras enormes de su versoHomero es la piraacutemide sonora que sustentaLos talones de Juacutepiter goznes de la tormentaEs la boca de lumbre surgiendo del abismoTan de cerca le ha hablado Dios que eacutel habla lo mismo

Aquella gran columna se ha poblado de voceslaquoLas cosechas proficuas esperan nuestras hocesraquoLos metales esclavos de inmutable obedienciaTrazan la ruta El iacutendice severo de la cienciaSentildeala el paraiacuteso de la grandeza humanaEl yunque y el martillo siacute mas no la campana

La razoacuten es el laacutebaro del ideal eternoLa razoacuten que no admite ni el cielo ni el infiernoDios es un viejo amo desterrado monarcaQue agoniza en la inmensa desolacioacuten de su arca-Sustituir la noche por la aurora y el falsoCulto por la evidencia de la luz y el cadalsoPor el libro ser astro ser cumbre ser progresoSentir sobre la frente la dicha como un besoFloral prender al flanco de la tiniebla el rayoCual flamiacutejera espuela contradecir el falloDe los siglos dar cimas a la conciencia augusta

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 9: las montañlas de oro

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Romper los viejos moldes de la creencia injustaConfiscar a la sombra su vasto calabozoAnegar las tinieblas en un vasto alborozoDeshacer para siempre las coronas de espinasSembrar modernas rosas sobre el altar en ruinasDesencajar las claves del formidable techoQue encubre la sombriacutea negacioacuten del derechoBautizar con vitales perfumes toda frenteExprimir frescas uvas sobre el deseo ardienteDesafiar las borrascas con la altivez de un cedroSecular pedir cuentas a Ceacutesar como a Pedro-laquoCeacutesar que mata y Pedro que mienteraquo alzar la manoHasta la consagrada mejilla del tiranoY con el mismo esfuerzo que inicie la venganzaAnte el culto de muerte proclamar la EsperanzaiexclHe aquiacute el nuevo dogma Dios lacerante yugoEs el primer tirano y es el primer verdugoLa libertad lo niega la ciencia lo suprimeLa libertad que alumbra la ciencia que redimeiexclA destronarle picas iexclGuerra a Dios iexclMuerte al mito-Mas iquestcon que vais entonces a llenar lo infinito

iexclNo La fe es la suprema reveladora El mundoEs un milagro eterno de fe Lo que es fecundoO luminoso o bello amor estrella rosaCertifica el imperio de una ley misteriosaQue combina la trama de los destinos y haceConverger los esfuerzos de todo lo que naceSobre un eterno foco que ejecuta y que piensa

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 10: las montañlas de oro

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Tal como el haz de muacutesculos de una derecha inmensaLa fe es una montantildea llena de precipiciosEn sus cavernas moran las larvas de los viciosLo negro es lo monstruoso Su cuesta es agria y duraEn todas las montantildeas soacutelo la cima es puraLa cima es el esfuerzo visible del abismoQue lucha en las tinieblas por salir de siacute mismoEl alma tiene una Dios Si el alma descuellaSobre su propio vuelo se reconoce en ella

Pueblo seacute poderoso seacute grande seacute fecundoAacutebrete nuevos cauces en este Nuevo MundoRespira en las montantildeas saludables alientosDestuerce los cerrojos del antro de los vientosRecoge las primicias de los frutos opimosCiacutentildeete la corona de espigas y racimosDesarma la muntildeeca y el calcantildear del fuerteCuyos sobacos huelen a braviacuteo y a muerteFunda en las nuevas aras los dogmas fraternalesNoblemente rodeados de nimbos sideralesBorra de tus enciacuteas la hiel de todo insultoY haz que las hostias sean en tu moderno cultoNo de carne sangrienta sino de dulce trigoEl Tiacuteo Sam es fuerte Arraigada en su ombligoTiene la cepa de Heacutercules En su vasta cabezaHay no seacute queacute proyectos de una informe grandezaAprende el recio canto que esfuerzan sus martillosMuerde con sus tenazas la cuntildea de tus grillosPon en las feacuterreas ancas de sus locomotoras

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 11: las montañlas de oro

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Una gigante carga de nubes y de aurorasDesflora con su hierro las cumbres familiaresY alzaacutendote desde esos gigantescos altaresProclama a Dios enfrente de las excelsas lumbresDel Sol Los arrabales del cielo son las cumbresCastiga si hay infamia que castigar nivelaLos antros no las cimas alza tu blanca velaSobre el egregio maacutestil de la fe tiende al vientoComo un plumaje de oro todo tu pensamientoY abre a la aurora su alma como un bosque armoniosoEl astro de tu suerte flota en lo misteriosoAlgo como una sorda germinacioacuten que abrazaCon sus potentes vaacutestagos la carne de la RazaAlgo que sobre el monte de sus espaldas pesaCual la triunfante garra de un coacutendor que hace presaPretende libertarte de tu pentildeoacuten sombriacuteoSalvadora borrasca que sacude al naviacuteoObscuras expansiones del oculto renuevoAlas que se presienten en la eclosioacuten del huevoTuacute eres el arca errante del abismo Tu frenteEs el lecho de sombra del ideal nacienteLos siglos te desean pero tu alma estaacute obscuraTodaviacutea la llama divina que fulguraSobre el total esfuerzo de las razas no brillaEn tu cabeza El aacuterbol duerme auacuten en la semillaMas la semilla en lo hondo del porvenir vegetaDe ella surgiraacute este aacutetomo este sol iexclUn poeta

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 12: las montañlas de oro

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iquestUn poeta Es preciso Dios no trabaja en vanoCuando sobre las cumbres del pensamiento humanoLa noche se constela de lejanos fulgoresCuando las grandes lenguas del viento dan rumoresInauditos y cuando sobre esas cumbres flotaLa inefable caricia de una armoniacutea ignotaLa luz presiente al astro la fe presiente al almaDios trabaja en el seno de una inmutable calma

Pero las grandes voces el trueno el mar el vientoDicen las predicciones de aquel advenimiento-Yo escucheacute esas tres grandes voces Dios ha queridoQue esas tres grandes voces sonaran en mi oiacutedoDios ha dicho palabras a la hoja de hierbaPueblo de Nuevo Mundo tuacute eres la gran reservaDel Porvenir Tu grave destino que meditaEl vasto pensamiento de la sombra palpitaComo el feto de un astro futuro entre el oleajeDe las Causas divinas Tu frente alta y salvajeDeja correr en olas pensamientos sombriacuteosTal como una montantildea madre de muchos riacuteosTus esperanzas formas que en lo vago se mecenLlenando excelsitudes luminosas parecenUna visioacuten de torres bajo una alba doradaAlliacute estaacute Dios Su mano paternal levantadaSobre el abismo ensentildea las proficuas cosechasEn su mirada de oro vibran sublimes flechasSu seno es inefable Su poder no fatigaNi un peacutetalo de rosa ni una antena de hormiga

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 13: las montañlas de oro

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Vosotros los siniestros que le llamaacuteis tiranoVosotros los campeones del ideal humanoVosotros los inteacuterpretes austeros de la VidaVosotros los apoacutestoles de la razoacuten deicidaLos que quereacuteis derecho libertad luz auroraPara todo el que sufre para todo el que lloraPara todo el que piensa para todo el que cantaiexclOh admirables rebeldes de la luz si os espantaQue Dios reine en sus cielos que su grandeza impereEn todo lo que vive y en todo lo que muereQue su palabra llena de celestes carintildeosCubra de bendiciones las cunas de los nintildeosQue el trueno de su boca desarraigue los montesQue el fulgor de su gloria llene los horizontesQue el rayo de sus ojos omnipotente vibreDejadle por lo menos que sea un hombre libre

Los astros centelleaban de fulgores divinosY daban fuertes sones como un bosque de pinosFlameante cabalgado por el huracaacuten sonesQue flotaban cual nubes sobre los escuadronesDe aquella gran columna blasfema El mar oiacuteaOiacutea la montantildea la selva el antro el diacuteaPresintiendo un cercano temblor de cataclismoAnte esas formidables alarmas del abismoAquellos sones eran las palabras de una iraTenebrosa que hablaba como el viento en la liralaquoiexclEl alma estaacute en peligroraquo clamaban Desde el cieloCaiacutean sordas laacutegrimas de sangre y luz el duelo

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 14: las montañlas de oro

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De las sombras pesaba sobre la tierra inerteComo un aacuterbol sobre una meditacioacuten de muerteLa Cruz austral radiaba desde la enorme esferaCon sus cuatro flamiacutegeros clavos cual si quisieraEn sus terribles brazos crucificar al PoloEn medio de aquel traacutegico horror yo estaba soloEntre mi pensamiento y la eternidad IbaCruzando con dantescos pasos la noche ArribaLos astros continuaban levantando sus quejasQue ninguna sentiacutea sonar en sus orejasRugiacutean como bestias luminosas heridasEn el flanco mas nadie sujetaba las bridasNadie alzaba los ojos para mirar aquellasGigantes convulsiones de las locas estrellasNadie le preguntaba su divino secretoNadie urdiacutea la clave de su largo alfabetoNadie seguiacutea el curso sangriento de sus rastros

Y decidiacute ponerme de parte de los astros

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 15: las montañlas de oro

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PRIMER CICLO

HIC SUNT LEONES(Anotacioacuten geograacutefica de un antiguo mapamundi)

ODA A LA DESNUDEZ

Queacute hermosas las mujeres de mis noches Ensus carnes que el laacutetigo flagela pongo mi besoadolescente y torpe como el riacuteo de las noches ne-gras que restantildea las llagas de las flores Pan dice losmaitines de la vida en su ruacutestico piacutefano de roble yCanidia compone en su redoma los filtros del peca-do con el polen de rosas ultrajadas con el zumo defogosas cantaacuteridas El cobre de un ciacutembalo repicaen las tinieblas reencarnan en sus maacutermoles los dio-ses y las paacutelidas nupcias de la fiebre florecen como

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 16: las montañlas de oro

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criacutemenes la noche su negra desnudez de virgencafre ensentildea engalanada de fulgores de estrellasque acribillan como heridas su enorme cuerpo tene-broso Rompe el seno de una nube y aparece crisaacute-lida de plata sobre el bosque la media luna comoblanca untildea apuntildealeando un seno y en la torre don-de brilla un cientiacutefico astrolabio con su mano hie-raacutetica estaacute un monje moliendo junto al fuego ladivina pirita azul en su almirez de bronce

Surgida de los velos aparece(ensuentildeo astral) mipaacutelida consorte temblando en su emocioacuten como unsollozo rosada por el ansia de los goces como divi-na brasa de incensario Y los besos estallan comogolpes Y el rociacuteo que bantildea sus cabellos moja mibeso adolescente y torpe y jimiendo de amor bajolas torvas virilidades de mi barba sobre las violetasque la ungen exprimiendo su sangre azul en suscabellos nobles palidece de amor como una grandeazucena desnuda ante la noche

iexclAh muerde con tus dientes luminosos muerdeen el corazoacuten las prohibidas manzanas del Edeacutendame tus pechos caacutelices del ritual de nuestra misade amor dame tus untildeas dagas de oro para sufrir tuposesioacuten maldita el agua de tus laacutegrimas culpablestu beso en cuyo fondo hay una espina Mira la des-

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 17: las montañlas de oro

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nudez de las estrellas la noble desnudez de las bra-viacuteas panteras del Nepal la carne pura de los recieacutennacidos tu divina desnudez que da luz como unalaacutempara de oacutepalo y cuyas viacutergenes primicias disputa-reacute al gusano que te busca para morderte con su he-lada enciacutea el panal perfumado de tu lengua tu bocacon frescuras de piscina Que mis brazos rodeen tucintura como dos llamas paacutelidas unidas alrededorde una aacutenfora de plata en el incendio de una iglesiaantigua Que debajo mis paacuterpados vigilen la sombrade tu suentildeo mis pupilas cual dos fieras leonas debasalto en los portales de una sala egipcia Quieroque cintildea una corona de oro tu corazoacuten y que en tufrente lidia caigan mis besos como muchas rosas yque brille tu frente de Sibila en la gloria cirial de losaltares como una hostia de sagrada harina y quetriunfes desnuda como una hostia en la pascuaideal de mis delicias

iexclEntreacutegate La noche bajo su amplia cabelleraflotante nos cobija Yo pulsareacute tu cuerpo y en lanoche tu cuerpo pecador seraacute una lira

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 18: las montañlas de oro

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A HISTERIA

iexclOh coacutemo te miraban las tinieblas cuando ci-ntildeendo el nudo de tu brazo a mi garganta mientrasyo espoleaba el formidable ijar de aquel caballocruzaacutebamos la selva temblorosa llevando nuestrohorror bajo los astros Era una selva larga toda ne-gra la selva dolorosa cuyos gajos echaban sangre algolpe de las hachas como los miembros de un mo-lusco extrantildeo Era una selva larga toda triste y ensus sombras reinaba nuestro espanto El espumantepotro galopaba mojando de sudores su cansancio yya haciacutea mil antildeos que corriacutea por aquel bosque luacutegu-bre iexclMil antildeos Y aquel bosque era largo largo ytriste y en sus sombras reinaba nuestro espanto Yera tu abrazo como nudo de horca y eran glacialesteacutempanos tus labios y eran agrios alambres mistendones y eran zarpas retraacutectiles mis manos y erael enorme potro un viento negro furioso en su ca-rrera de mil antildeos

Caiacutemos a un abismo tan profundo fue alliacute nohabiacutea Dios montes lejanos levantaban sus cuacutespidescasqueadas de nieve bajo el brillo de los astros co-mo enormes cabezas de califas describiacutea Saturno unlento arco sobre el tremendo asombro de la noche

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 19: las montañlas de oro

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los solemnes reposos del Oceacuteano desnivelaba la si-niestra luna y las ondas hirviendo en los pentildeascoshablaban como lenguas con el grito de las vidashumanas que tragaron Entonces desatando de micuello el formidable nudo de tu abrazo buscasteansiosa con tus ojos maacutertires mis torvos ojos queanegoacute el espanto Oh no mires mis ojos hay unveacutertigo dormido en sus tinieblas hay relaacutempagos defiebre en sus honduras misteriosas y la noche de mialma maacutes abajo iexcluna noche cruzada de cometas queson gigantes pensamientos blancos iexclOh no miresmis ojos que mis ojos estaacuten sangrientos como doscadalsos negros como dos heacuteroes que velan enluta-dos al pie de un catafalco Y aparecieron dos ojerastristes como flores del Mal bajo tus paacuterpados y yobesaba las siniestras flores y se apretaban tus hela-das manos sobre mi corazoacuten brasa lasciva y alzaacute-banse tus ojos en espasmo y yo apartaba misterribles ojos y en tus ojos de luz habiacutea llanto y misojos cerraacutebanse implacables y tus ojos abriacuteansesomnaacutembulos y queriacutea mis ojos tu locura y huiacutea detus ojos mi pecado y al fin mis fieros ojos como uncrimen sobre tus ojos tiacutemidos brillaron y al sumer-gir en mis malditos ojos el rayo triste de tus ojos

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 20: las montañlas de oro

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paacutelidos en mis brazos quedaste amortajada bajouna eterna frialdad de maacutermol

LOS CELOS DEL SACERDOTE

Obsta con densa maacutescara de seda el cruel car-miacuten de tu inviolada boca y la gran noche azul de tuspupilas y el cielo de tu frente luminosa Destrenzatus cabellos como un duelo sobre tu nuca artiacutesticaiexcloh Theoacuteclea(tus largas trenzas peinadas por losbesos de mi boca) y reviste la tuacutenica de luto quecuando en torno de tus flancos flota parece que lanoche se desprende de tus hombros Yo quiero conla boca ansiedad de mis celos exclusivos soacutelo paramis manos esa heroica desnudez de tu seno queaparece como el orto de un astro y esa gloria de tugarganta que triunfal emerge como una copapieacero que los teacutecnicos cinceles labraron y esa curvavencedora de tu ebuacutemea cadera que raliza la or-questal armoniacutea de tus formas bajo la gran caricia dela seda Cuando cruces (fantasmas luz estrofa) porlas ruinas que pueblan mi cerebro como la tristeluna que corona la trunca arquitectura de las nubesyo quiero verte envuelta por la sombra de la maacutesca-

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 21: las montañlas de oro

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ra negra y tus cabellos y la fuacutenebre seda de tus ro-pas como la estatua Libertad que velan cuando lapatria estaacute en peligro Sola en mi templo de amordame tus brazos que anegaraacuten mi cuerpo cual dosondas en turbulenta confuencia unidas y el besoque en los sabios sacrilegios me dejas en los labioscomo una hostia y el albor de tu seno en que cul-mina bajo una tibia irrealidad de blondas el orgulloducal de un palpitante pezoacuten de rosa y la graciatriunfal de tu cintura como una aacutenfora llena demagnolias y el hermeacutetico lirio de tu sexo lirio llenode sangre y de congojas

Y que solo tus manos se destaquen en la nochede seda de tus ropas guando esteacutes en mis brazosvictimarios(iexcldeseado crucifijo de las bodas)Y quesolo tus manos sean vistas por extrantildeas pupilas cualdos toacutertolas que se aman blancamente consagradaspor los besos exhaustos de mi boca y que gocenlos hombres del delito de tus manos desnudas iexclohTheoacuteclea

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 22: las montañlas de oro

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LA RIMA DE LOS AYES

Cuando te hablen del luto maacutes amargo de lasdesolaciones maacutes amargas de la amargura de lasnegras hieles de la negra agresioacuten de las nostalgiasde las almas maacutes tristes y maacutes torvas de las frentesmaacutes torvas y maacutes paacutelidas de los ojos maacutes turbios ymaacutes secos de las noches maacutes turbias y maacutes largasde las nebres maacutes bravas y maacutes rojas tele las irasmaacutes sordas y maacutes bravas acueacuterdate del teacutetrico en-lutado de la lira siniestra y enlutada envuelta en ne-gro pantildeos como un feacuteretro llena de sones y devoces vagas cual si jimiera una alma tenebrosa en elhueco sonoro de su caja

iexclQueacute noche Palideces de cadaacutever teniacutean los ful-gores de mi laacutempara y como una grande ave prisio-neralatiacutea el corazoacuten allaacute en la estancia que estabafriacutea y negra triste y negra iexclnegra con la presencia demi alma De un rincoacuten donde habiacutea mucha nochecomo un enorme horror surgioacute un fantas-maAcueacuterdate del ojo maacutes opaco de la frente maacutesliacutevida y maacutes calva del presagio maacutes triste de tussuentildeos de un miedo estrangulante como garra de laangustia de intensa pesadilla que se siente caer co-

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 23: las montañlas de oro

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mo una laacutepida de la noche del Viernes doloroso ypiensa luego en miacute iexcl yo era el fantasma

iexclAh cuando oigas hablar de esos tormentos cu-yo amargor anega las gargantas que aprietan lossollozos delirantes como filosos garfios de tenazaiexclAh cuando oigas hablar de esos delirios que ator-mentan las vidas desoladas como los vientos nu-bios que atormentan la desolada arena del SaharaiexclAh cuando oigas hablar de esas pasiones que vuel-ca el corazoacuten como la lava(candente sangre de lashondas vetas fue vuelca la erupcioacuten como hondanaacuteusea)iexclAh cuando oigas hablar de esas angustiasque obscuros huecos en los pechos cavan cual laenorme espiral de remolinos que perfora en los gol-fos la resaca diles que existe un loacutebrego paraje en lainfinita latitud de mi alma con silenciosas noches deseis meses cual la triste peniacutensula Kamchatka Quealliacute vive la musa de los Ayes mi concubina deso-lante y paacutelida en cuyas carnes hostilmente friacuteas sequiebra la Intencioacuten como una espada Que alliacuteexiste una cumbre siempre muerta bajo el airepolar y que se llama Monte de las Tristezas y quemoran familias de cipreses en sus faldas Que alliacuteflotan lamentos de suicidas que alliacute humea una esteacute-

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 24: las montañlas de oro

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ril sulfatara donde estaacuten capitales del Orgullo nu-merosas Pompeyas enterradas Que alliacute ruge unamar de ondas acerbas que enturbian los asfaltos ylas naftas y que en ella las almas desembocan lostristes sedimentos de sus llagas iexclQue alliacute brama lafiera que estaacute oculta tras el perfil de la frontera ataacute-vica que alliacute ladran los dogos formidables que alliacuteretontildea en su raiacutez la garra fue alliacute recobra la siniestraceacutelula todos los cienos de su oscura infancia

iexclAh cuando oigas hablar de esos errantes cuyaleprosa piel quema y contagia guando entres a esosluacutegubres talleres donde baten los hierros de las ar-mas cuando suentildees que un sapo te acaricia con subeso de almizcles y de babas cuando recuerdes aLuzbel llorando un llanto cruel como collar de bra-sas acueacuterdate del teacutetrico enlutado de la lira siniestray enlutada que viobra como un feacuteretro sonoro quemantuviese prisionera una alma de los sonoros feacute-retros que vibran cual las liras siniestras y enlutadasdel paacutelido siniestro que te besa del beso de huracaacutenque hay en tu alma del huracaacuten que pone con unbeso sus negros labios en tu frente paacutelida de la es-trella y la noche le tu alma y de mi alma

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 25: las montañlas de oro

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NEBULOSA THULE

iexclVamos oh reina unidos por los labios con lagran cabalgata de las fugas cuyas enormes yeguasvan abriendo la noche de las tumbas con sus pechosde bronce sumergidos como naacuteufragas proas en labruma Mi palacio es un feacuteretro de plata propicio alos ensuentildeos de las nupcias un gran palacio loacutebre-go maacutes rico que los Emperadores una tumba vi-brante con las nobles armoniacuteas que dan los vientosen sus liras truncas iexclUne tu fraacutegil esqueleto al miacuteopara sontildear la vida oh reina rubia

Los astros son propicios en el cielo la Cruz delSur sobre la noche apunta y la esplendente conjun-cioacuten de Venus favorece los lechos y las cunas elastroacutelogo haraacute sobre tu pelvis sagrario de marfil demis angustias un signo heroico y ataraacute tu velo conla estola ritual de su casulla y veraacutes mis estrofasrelucientes cual panoplias suntuosas que las yuntasde braviacuteos puntildeales ornamentan y danzaraacuten misodaliscas rubias con las cejas doradas y tentildeidas enantildeiles ceruacuteleos la untildeas mientras la blanca dama deHohenzollernun faisaacuten de oro en su balcoacuten des-pluma y me daraacuten tus labios (iexcloh tus labios carnales

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 26: las montañlas de oro

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y sabroso como frutas viviendo en tu esqueletodescarnado)y sangraraacute una intensa mordedura sen-sual y sobre el hierro de mi petore posaraacute tu calave-ra rubia como imperial medalla de oro antiguo conque condecoraron mi armadura y la triple cimera demi cascote daraacute el viento de sus grandes plumas ytras de las ebuacutemeas costillas(asiacute dos aves que apri-sionan juntasen una jaula de dorados hierros)se veraacutepalpitar como hojas mustias nuestros dos corazo-nes y tus manos sonaraacuten en mis veacutertebras agudas yambiguamente cubriraacuten tu velo fuacutenebres suspicaciasen la tumba

Y ante el cielo que anega en azul de pupila lanocturna serenidad cruzada por los orbes mientrascanta la paz de nuestras nupcias un soneto macabroque instrumenten catorce tibias huecas con su muacute-sica mientras silba el cordel patibulario y el esquiloacutenla medianoche anuncia sobre el fiero carmiacuten de misheridas que honraraacuten luengas croacutenicas de luchacaeraacute el polvo de oro de tus besos y miraraacuten losseres de la bruma bajo un sauce que crispa sus fo-llajes(como un blanco pavoacuten que en la penumbraestaacute haciendo la rueda a las estrellas)bajo un sauceque vela dos angustias unirse nuestros huesos co-mo rimas de una estrofa completa oh reina rubia

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 27: las montañlas de oro

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Bajo un sauce de plata protegidos por el inmensoescudo de la luna

LA VENDIMIA DE SANGRE

En la hipnoacutetica selva de mi alma donde anudansus coacutepulas los lobos donde teje su red la arantildea ne-gra y suda sus ponzontildeas el euforbio estaacute un gallar-do paladiacuten herido por la doble amenaza de tus ojostiene abiertos los hierros de la cota y en dos partidosu blasoacuten histoacuterico zodiacal simulacro que dominacon su alto vuelo un gerifalte heroico Ese es micorazoacuten el Maldiciente el que canta a los cielos te-nebrosos donde lloran en fuego las estrellas dondetrazan fatiacutedicos horoacutescopos los cometas de colaformidable que abren la maravilla de su ojo comoenormes pescados del abismo ese es mi corazoacutenhinchado de odios como un estuche de terriblesjoyas aacutevidas de punzar tu cuerpo de oro

En las tinieblas coacutemplices perpetra la viejaEternidad alguna infamia Impresionando legenda-rias ciacutetaras suentildea en azul un ritmo de AlemaniaHay felices alliacute damas que lucen el pudor insolente

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 28: las montañlas de oro

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de sus gracias y mancebos de veacutertebras pulidas co-mo engrasados ejes de bisagra Desfallecen las rosasilusorias la noche se ha manchado de fraganciascomo una gran leona sometida que acepta las pulse-ras de sus zarpas Hay un clariacuten que auacutella en las ti-nieblas estridencias de cobre que desgarran el tristeviento como un perro triste que llora a su hembraante la luna impaacutevida Esta es la noche de mis largaspenas de mis penas tan hondas y tan largas que enella han completado los otontildeos su laboriosa flora-cioacuten de canas iexclVen a ver coacutemo sufro iexclCoacutemo irritanel humor deleitoso de mis llagas esas bocas que riacuteenrisas negras bajo el friacuteo albayalde de las maacutes carasHieacutereme maacutes con tus agudos ojos despliega en miacutetu tiraniacutea de aacuteguila(iexcl oh mi novia espectral que losjardines en saacutebana de aromas amortajan)Y cuandohundido en la imponente noche como el escombrode una altiva estatua naufrague mi cerebro en elensuentildeo yo exaltareacute el carintildeo de tus garras comoaprieta el cilicio a sus rintildeones el lujurioso asceta ensus batallas

iexclOh la divina prenda de tus besos y la flor de tucarne en la mortaja y el olor de tu piel bajo mi bocay el valor de tu sangre y de tus laacutegrimas

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 29: las montañlas de oro

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iexclOh sufrir como un dios que se estremece deverguumlenza y amor entre las garras de una panteravirgen y asesina por su senil divinidad amada iexclOhgemir con el ansia inextinguible de tus fluacuteidos abra-zos con el ansia de tu carne invadida por la piedrade la virginidad friacutea y nostaacutelgica iexclOh sentir que enla espalda envilecida asienta el querubiacuten sus pies deplata y que tus pies de querubiacuten se asientan en la vilactitud de mis espaldas

ROSAS DE CALVARIO

Posada sobre el pliego en el negro dintel de misdelirios estaacute una inmoacutevil mariposa negra Es me-dianoche por sus largos hilos descienden las arantildeasponzontildeosas sobre el mundo dormido cae el reflejode una inmensa luna como el paacutelido lienzo que losvivos echan sobre la faz de los difuntos canta suscoplas de lujuria el Vicio quemando los fragantesalcoholes que revuelven la hez de los fastidios Es-taacuten dormidas las exhaustas nuacutebiles los ensuentildeoslascivos con sus brillantes alfileres punzan carnesque tienen floracioacuten de lirio Hay aacutesperas pimientasdifundidas en la opaca redoma de los filtros un

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 30: las montañlas de oro

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vasto desconsuelo en las estrellas una gran pena demortales friacuteos un murmullo de aacutelamos simboacutelicosque se alzan a la orilla del camino como un cortejode delgadas viudas veladas por el luto de los siglos

iquestEs que puedo llorar iexclSombra y encanto Lasflaquezas del casto que el delito en la aficioacuten esteacuterilexaspera no engendran maacutes sataacutenicos de firios queeste raudal de roedoras laacutegrimasen la cueva del toacuteraxcontenido como el flujo de lavas en la roca que estaacuteluacutegubre pena cuyo siacutembolo es la teacutetrica sombra dela ojera que entristece los paacuterpados marchitos Elagrio cascabel de la Locura martiriza cerebros queson limbos donde flotan las formas del ensuentildeogeometriacuteas vampiros blasfemias niacutenfeas llagasgritos restricciones iloacutegicas de cejas elipsis fugiti-vas estrabismos garras linternas partos agoniacuteascuerpos trenzados en monstruoso idilio maacutes tristeque las untildeas en las hienas que las calladas series deguarismos y que la decadencia de los faunos y quelos indomables apetitos que roe con intensa morde-dura la flamiacutegera brasa del Castigo

Mi novia yerta viene es un callado lirio que na-cioacute en bondad de los sepulcros(Flor Virgen AlmaEspuma Nieve Siacutembolo)iexcllo fraacutegil Bajo el rayo de

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 31: las montañlas de oro

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la luna tiemblan las perlas de agua de su nimbo yuna paacutelida luz de la otra vida la envuelve como unmanto de suspiros iexclOye cuaacutel ladran los siniestrosperros a la asombra noche En lo infinito la estrellaAldebaraacuten sobre el abismo el freno en las quijadasde los potros la escarcha en las espaldas de los tiacutesi-cos junto a Dios dientes blancos que rechinan yagudos como triaacutengulos ladridos de luacutegubres mas-tines en el largo pliegue del viento friacuteo s

En el establo de Beleacuten Mariacuteas sonriacutee al blanconintildeo con su doliente palidez de pueacuterpera con suaroma de flor del huerto biacuteblico Asiacute mi triste noviasonreiacutea profanada al fulgor de cuatro cirios que sefundiacutean como cuatro laacutegrimas bajo un gran simula-cro de martirio bajo el enorme suentildeo del espacioenfrente de mi espiacuteritu que era tal la mariposa negraposada en el umbral de mis delirios

METEMPSICOSIS

iexclEra un paiacutes de selva y de amargura un paiacutes conaltiacutesimos abetos con abetos altiacutesimos en dondeponiacutea quejas el temblor del viento Tal vez era la

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 32: las montañlas de oro

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tierra cimeriana donde estaba la boca del Infierno laisla que en el grado ochenta y siete de latitud australmarca el lindero de la liacutequida mar sobre las aguas selevantaba un promontorio negro como el cuello deun luacutegubre caballo de un potro colosal que hubieramuerto en su uacuteltima postura de combate con lahinchada nariz humeando al viento El orto formi-dable de una noche con intenso borroacuten manchabael cielo y sobre el fondo de carboacuten flotaba la altasilueta del pentildeasco negro Una luna ruinosa se per-diacutea con su amarilla cara de esqueleto en distanciasde ensuentildeo y de problema y habiacutea un mar pero eraun mar eterno dormido en un silencio sofocantecomo un fantaacutestico animal enfermo Sobre el filomaacutes alto de la roca ladrando al hosco mar estabaun perro

Sus colmillos brillaban en la noche pero sus ojosno porque era ciego Su boca abierta relumbrabaroja como el vientre caldeado de un brasero comola gran bandera de venganza que corona las iras demis suentildeos como el hierro de una hacha de verdu-go abrevada en la sangre de los cuellos Y en aquellahonda boca aullaba el hambre como el sonido fuacute-nebre en el hueco de las tristes campanas de No-viembre Vi que mi alma con sus brazos yertos y en

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 33: las montañlas de oro

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su frente una luz hipnotizada subiacutea hacia la boca deaquel perro y que en sus manos y sus pies sangra-ban como rosas de luz cuatro agujeros y que elmonstruo sintioacute en sus ojos secos encenderse dosllamas como liacutevidos incendios de alcohol sobre losmiedos

Entonces comprendiacute (iexclSanta Miseria)el miste-rioso amoro de los pequentildeos y odieacute la dicha de lasnobles sedas y las prosapias con raiacutez de hierro yhalleacute en tu lodo geacutermenes de lirios y puse la amar-gura de mis besos sobre bocas purpuacutereas que eranllagas y en las prostituciones de tu lecho vi esparci-das semillas de azucena y aprendiacute a aborrecer comolos siervos y mis ojos miraron en la sombra unacruz nueva con sus clavos nuevos que era una cruzsin viacutectima elevada sobre el oriente enorme de unincendio aquella cruz sin viacutectima ofrecida como unlecho nupcial iexcl y yo era un perro

ANTIFONAS

Cual las alas de un cisne nuestras canasHan cubierto el sepulcro de las frentes

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 34: las montañlas de oro

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Cual las alas de un cisne nuestras canas

Ha perdido su manto la azucenaComo una triste novia en breves diacuteasHa perdido su manto la azucena

La harina de las hostias profanadasSu miacutestica substancia ha recobradoLa harina de las hostias profanadas

La carne material la carne tristeComo una vintildea temporal se agotaLa carne material la carne triste

La saacutebana amorosa y la mortajaSon anaacutelogos lienzos de sepucroLa saacutebana amorosa y la mortaja

Emigre la semilla de la siembraDel geneacuterico horror de las matricesEmigre la semilla de la siembra

Como el pudor de la vejez es paacutelidoConservemos su friacuteo porque el friacuteoComo el pudor de la vejez es paacutelido

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 35: las montañlas de oro

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Tus brazos apretados a mi cuelloSon dos gajos de zarza flagelanteTus brazos apretados a mi cuello

Mis besos con agudas disonanciasEn tus nervios hostiles repercutenMis besos con agudas disonancias

Corriendo por tu piel ya diferenteComo gotas de azogue incoercibleCorriendo por tu piel ya diferente

Unidas nuestras mutuas inicialesEn el gran corazoacuten de las encinasUnidas nuestras mutuas iniciales

Permanezcan ocultas a los antildeosEn inviolable coacutepula juntadosPermanezcan ocultas a los antildeos

En las tibiezas de una noche suaveComo los vellos de una tigre negraEn las tibiezas de una noche suave

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 36: las montañlas de oro

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Dueacutermete sobre el maacutermol de mi pechoComo la reina de una historia antiguaDueacutermete sobre el maacutermol de mi pecho

Yo vertereacute por ti laacutegrimas blancasComo larga caiacuteda de azaharesYo vertereacute por ti laacutegrimas blancas

Yo pondreacute una lucieacuternaga nocturnaCual minuacutescula laacutempara en el tuacutemuloYo pondreacute una lucieacuternaga nocturna

En la cuacutespide enorme de un maderoEl Aacutengel Blanco de terribles alasEn la cuacutespide enorme de un madero

Para matar mi amor blasfematorioQue como un negro Gelboe descuellaPara matar mi amor blasfematorioMi lengua clavaraacute con una estrella

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 37: las montañlas de oro

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REPOSORIO

SALMOS DEL COMBATE

iquestEscuchas Mientras lloras y suspirasEnardecen los bravos acicatesAl palafreacuten de jenerosas irasY triunfa en las estrofas y las lirasLa eacutepica militar de los combates

Ardua es la ruta de las nuevas zonasEs que el dolor a combatir obligaDespojando de palmas las coronasComo el recio molar de las tahonasDe sus feacuteculas dulces a la espiga aacute

Deja el pomposo hareacuten de tus sultanasYa han bajado al estadio los atletasYa cantan alas huestes soberanasEl pregoacuten victorioso de las dianasCon sus claras gargantas las trompetas

Deja el triste lauacuted de los amoresResuella en los clarines de tu rimaYo estoy en el tropel de luchadores

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 38: las montañlas de oro

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La corona que cintildeo no es de floresEs de zarza de Horeb iexclQuema y lastima

Hay un timbal de Momo en cada empresaY una cola de lobo en cada hazantildeaSi el abismo a su paso se atraviesaComo los nobles paacutejaros de presaGuarda intacto el honor de tu montantildea

iexclVen El combate purifica al fuerteLa espuma nace del furor de la ondaSi el alevoso error tu sangre vierteCanta el aria del triunfo ante la muerteComo el grupo inmortal de la Gironda

Aacutelzate como enhiesto centinelaSobre la noche hostil ante los odiosAacutelzate y calza en el taloacuten la espuelaYa estaacute pronto la heroica escarapelaQue premia los gallardos episodios

Ya el bardo de las tristes serenatasOfrece al bardo su clariacuten sonoroY en los pendones de las luchas gratasFlamean agresivos escarlatasDonde embravece el Sol coacuteleras de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 39: las montañlas de oro

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SEGUNDO CICLO

No hagaacuteis mal a la tierra ni a lamar ni a los aacuterboles hasta quesentildealemos a los siervos de nuestroDios en sus frentes

(SAN JUAN)

EL HIJO DEL HOMBRE

El desierto- el desierto donde cae la fatiga deuna noche enorme y traacutejica y la luna como un co-bre de voraz oriacuten mordido en las nubes montantildeo-sas quiebra sus cuernos de plata en las nubestenebrosas como un crimen en las nubes mudasmudas altas altas El desierto donde tiemblan losorgullos moribundos de las tardes donde paacutelidaslloran laacutegrimas de sangre las desoladas auroras

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 40: las montañlas de oro

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donde el viento suentildea enormes pesadillas de fan-tasmas donde exhalan sus rugidos las angustias delas leonas prentildeadas donde beben turbias sales lasrabiosas zarzas donde aspiran los camellos olfa-teando la odre enjuta bajo el treacutemulo esqueleto delas palmas El desierto y la luna inmensa y traacutejica yla luna y la luna de una liacutevida afliccioacuten amortajadasobre el desierto incendiado por la fiebre de los so-les pasa toda triste toda triste y traacutejica triste y traacuteji-ca la tuna en su suentildeo luminoso de somnaacutembula

Una roca culminante como una ara Una ocadonde a veces vieron los siglos clavados el marcialperfil de una aacuteguila De rodillas estaacute un hombre conlas manos levantadas y de sus ojos absortos comodos salobres lagos se derrama la amargura de esosllantos que son flujos de esos llantos que son flujosde interiores puntildealadas Ora al padre Ya cercanoslos diacuteas de la sangre ya las palmas del martirio re-verdecen en los daacutetiles sombriacuteos y la vieja Sinagogaestaacute en alarma Ora el triste Jesucristo con los codosapoyados en la roca y sus codos sangran en las ro-jas asperezas de la roca y en sus labios irritadoscomo brasas hay un vago resplandor fosforescenteque relumbra en las tinieblas agitadas Los cabellos

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 41: las montañlas de oro

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sobre el rostro estaacuten tendidos cual la angustia deuna noche de dolor sobre una traacutejica fiebre duer-men en su pecho los cuarenta diacuteas tristes y su cora-zoacuten se alza en el fondo de su pecho como cumbreenvuelta en nieves y la luna como luacutegubre som-naacutembula toca el flanco de la roca con un rayo largoy triste y la sombra de la roca sobre el arenal sealarga y la sombra del Profeta es maacutes larga que lasombra de la roca que se pierde en la distancia y laluna se hunde y la sombra baja y la sombra baja yen el fondo de la sombra Jesucristo llora y ora conlas manos levantadas y sus labios irritados resplan-decen con la sed de las vijilias solitarias con las hon-das languideces del ayuno que sus ojos iluminan concentellas extrahumanas mientras vienen los leonesde las eternas montantildeas a apagar su sed lamiendocon sus rojas lenguas huacutemedas la amargura de suinmoacutevil lengua paacutelida

El desierto y la luna triste y traacutejica y las nubesmontantildeosas sobre el poacutertico lejano de los cielos y elProfeta con los ojos en la luz de las montantildeas ora alPadre sobre el crimen de la tierra y la tierra pidesangre con sus bocas de venganza con la boca de

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 42: las montañlas de oro

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los montes encendidos con la boca de los maresque interrogan el misterio de las playas

LOS ARBOLES

En el crepuacutesculo cruzan brigadieres gigantescosen las nubes en las nubes malva y fuego y sollozanviudeces efiacutemeras en las nubes desatando largaslaacutegrimas y velos largos pasan por la sombra los bri-gadieres del viento y prendidos a los flancos de suspotros los relaacutempagos de las espuelas soberbios lostorreones de las nobles capitales de las nubes se en-derezan en la gloria de un incendio como larga teo-riacutea de magniacuteficos abadesa los hornos del martirio sedirijen en silencio como yeguas desgrentildeadas que seagolpan a beber el oro liacutequido de los rutilantes pieacute-lagos como ofrenda de magnolias gigantescas alredor de un tabernaacuteculo desierto como pira deamazonas degolladas que confunden las heridasdesnudeces de sus cuerpos momo tempestad demaacutermol en el fondo de un brillante pensamiento Ygalopan los enormes caballeros con sus sables y suspetos y la noche va cayendo en el hueco del cre-puacutesculo como un gran cadaacutever negro Y es un oacuterga-

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 43: las montañlas de oro

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no de muacutesicas lejanas el viento es un oacutergano desones encantados y en su seno se estremecen rota-ciones de gigantes maquinarias y galopes de es-pantosos rejimientos y mecaacutenicas de baacuterbaroslenguajes y estertores espasmoacutedicos de enfermosen el oacutergano en el oacutergano del viento

Y en el cielo tenebroso en el cielo se esfuma laViacutea Laacutectea cual la sutura de un craacuteneo negro Y es elcielo tenebroso una flor llena de sombra una florviva regada de palpitantes luceros y en la luacutegubreribera de la noche con su gran paso de seda va elSilencio Y la Tarde va a sentarse resignada bajo lossauces espesos muda y paacutelida la Tarde una mujermuda y paacutelida que tiene llenos de brisa los cabellosbajo los sauces doblados cual banderas a media astasobre un duelo para oiacuter cantar las blancas agoniacuteasde los cisnes para ver coacutemo se anula la caiacuteda de lospeacutetalos Y los lirios se despiertan en la tierra y losastros se iluminan en el cielo y de los caacutelices blan-cos se levantan los suspiros de los muertos y rega-do de sangrientas rosas el monte de nubes vaarruinaacutendose a lo lejos

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 44: las montañlas de oro

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Esta es la hora en que los aacuterboles con sus car-nes devoradas por las hachas se revisten de miste-rioiexcl y coacutemo lloran sus hojas por el crimen de lashachas como paacuterpados sangrientos iexclCoacutemo sufrencon sus almas silenciosas del adioacutes que dan los diacuteasen el linde del desierto Su plantildeido de mil antildeos sedesata cada tarde como la humedad siniestra de losdolientes pantildeuelos su plantildeido que se queja delmartirio de las hachas en los profundos ropajes delSilencio mientras las llagas reviven en sus temblo-rosos cuerpos(iexcloh las llagas sollozantes bajo el filode las hachas iexcloh las llagas de los vaacutestagos abier-tos)y la noche va poniendo como una ancha cariciade terciopelo con sus manos gigantescas que salende los crepuacutesculos en el liacutevido terror de sus cabellos

LAS MONTANtildeAS

Va la luna dominando los paisajes como unaave de alas caacutendidas en anuncio de asunciones quepasa abriendo el sereno cristal de ilusorias mareslentamente sobre la honda majestad de los paisajesVa la luna por el linde de los pieacutelagos distantes y lanoche estaacute pintada cual la piel de los jaguares y se

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 45: las montañlas de oro

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mira como flota arboladas de mil maacutestiles vastasselvas anegadas por los reflejos lunares y se ve lasselvas naacuteufragas que parecen ir flotando con silen-cio de cadaacuteveres en el temor de unas grandes aguaspaacutelidas que a manera de anchas sedas amortajan alos aacuterboles

Bajo los altos silencios de los aires en un diaacutelo-go sombriacuteo con el viento dan gemidos las montantildeascon su lengua inexplicable Han pasado mil invier-nos han venido mil veranos y las nieves caen ca-en y su beso es friacuteo y triste y se cuaja en duraescarcha bajo el viento de las tardes bajo el vientoque desgarra en sus mil garras el encanto de su trajede su gran traje de bosque Y a manera de viudasseculares que enmudecen en su paacutelida indijencia lashan visto los patriarcas de las eacutepocas distantes ad-herido a sus cinturas con un ciacutengulo de espinas suamplio traje y desnudados sus bustos por el beso dela nieve(casto y malo casto y grave) lastimadasbajo el peso de sus corazas de piedra o mordidaspor la igniacutevoma dentadura de los craacuteteres siempreabiertos como llagas gigantescas como llagas lumi-nosas en aquella enorme carne

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 46: las montañlas de oro

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iexclOh cuaacuten friacuteos son los besos de las nieves delas nieves que ensagrienta la agoniacutea de las tardes ycuaacuten largo es el martirio que tortura aquellas rocasbajo el vuelo indiferente de las aacuteguilas salvajes en ladesnudez eterna de los silenciosos cielos en lagrande orquesta de oacuterganos de las negras tempesta-des en la enorme decadencia de los siglos transcu-rridos en las noches armoniosas como ciacuteclicoscantares Sus entrantildeas dan las aguas de los riacuteos y losvalientes metales y los paacutejaros anidan a la sombrade su bosque y las fieras se guarecen bajo aquelenorme traje y los astros las contemplan desde loalto de las noches como a gigantescas madres y sequejan con torrentes las montantildeas al silencio miste-rioso de los valles En las horas de los suentildeos y lasnieblas su alma volcaacutenica surge como un respirogigante y sentada en los linderos de la noche hablaal viento que dormita bajo el techo de su bosqueformidable habla al mundo y oye el mundo sus la-mentos sus lamentos maacutes eternos que los mares suslamentos que se quejan del castigo de las nievesdespertando las tristezas desgrentildeadas de los aacuterbolesy las ruinas que se elevan como fuacutenebres orquestasdestrozadas en los valles

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 47: las montañlas de oro

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LA MAR

En la costa dentellada rueda la Mar sus espumasque sollozan en la orilla su noble fimbria de espu-mas crespa fimbria momo las mansas melenas deun leoacuten encanecido bajo el domeacutestico peine de sudomador tendidas El sol huye a las distancias de lasoledad marina y parece una gran rosa deshojadasobre la rota opulencia de las nieblas una brisa lle-na de alas gigantes y de asperezas salinas cruza lapaacutelida tarde como un suspiro de viacutectima Y las olasvan gruntildeendo con sus feacutervidos pulmones cual lasodres armoniosas de una enorme sinfoniacutea y es ungran jemido heroico lo que viene de las aguas amover el alma impaacutevida de las rocas de la orilla Esla Mar la hembra jadeante que sus hondos nervioscrispa

Cuando sus pulsos acordes como octavas gi-gantescas con el ritmo de los astros armoniza ydesborda sus sonoras marejadas como un iacutempetu decrines sobre el nudo de las bridas cuando al soplode las trombas sus tonantes cabalgatas precipita y alijar lleva adherida como un laacutetigo silbante la vi-barnte brisa y se escuchan los millones de palabras

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 48: las montañlas de oro

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con que arguyen los oleajes al silencio de la orilla yla noche va emerjiendo del terror de las distancias yal horizonte inflamado silenciosa se encamina co-mo una ancha mariposa de terciopelo a abrasarseen la gigantesca laacutempara del ocaso que agoniza laMar sobre los cantiles de la costa inmensamente seencabrita y el confuso advenimiento de las vidasriega su matriz de flores y de foacutesforos rielantes lailumina y el misterio de los geacutermenes en los plaacuteci-dos silencios de las aguas tiene nupcias de amatista

Y la Mar sus grandes pechos de sirena echa a laorilla y los muerden los pentildeascos y las aacutesperas are-nas los lastiman y es entonces cuando se oye la granvoz de los abismos que se queja de la orilla y es unmartirio de olas el martirio de la mar estremecidaque en las rocas de la tierra va a estrellar perpetua-mente las desnudeces benignas de sus pechos es-pumosos fue las pentildeas formidables martirizan y losriacuteos caen caen en su seno tempestuoso cual sollo-zos de un martirio inextinguible del martirio de laMar que se encabrita en los baacuterbaros amores de sulecho de corales sobre el ara de las rocas de la orilladestrozaacutendose los pechos gigantescos en las hondas

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 49: las montañlas de oro

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convulsiones del insomnio de su gran cuerpo deviacutectima

El CARBON

En el seno de la fragua toda roja como una gra-nada abierta arde el negro corazoacuten hecho pedazoscorazoacuten caliente y noble de los montes de la tierra ylas ascuas se desgranan como rotos aderezos de unagarganta sangrienta en el horno trepidante que defiebres tempestuosas centellea en el horno en elhorno donde estallan los cabestros de las fuerzas ydel negro corazoacuten de las montantildeas surgen quejasque aprecen subterraacuteneos murmullos de cadaacuteveresde selvas que vivieron bajo el peso de las caacutelidasatmoacutesferas en la noche primitiva de las eacutepocas yson voces que recuerdan y en las ascuas encendidasse despierta la vitalidad flameante de los soles extin-guidos que durmiera diez mil antildeos en el alma de laslentildeas

En las noches que el silencio de la luna comouna aacutenima siniestra cubre en las noches que el cielocomo un eacutextasis suspende sobre el suentildeo de la tie-rra en las noches luminosas como Iliacuteadas surge el

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 50: las montañlas de oro

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lago tormento de las hogueras incendiadas de fogo-sas pedreriacuteas que se anudan como suntuosas cule-bras y el dolor de las hogueras estremece laprofunda compasioacuten de las tinieblas guarecidas enel fondo de los bosques por el miedo de la luna quelos lagos con su limpia lata riega Como una fla-meante pixide llena de heroicos fervores la hogue-ra al respiro de los vientos se reanima y susbaacuterbaros martirios acrecientan y los vientos exaspe-ran la honda sed que devorando la gran pompa desus llamas la tortura con febril incandescencia conferoces mordeduras de ascuas rojas de ascuas bravade ascuas vivas como luminosas lepras y son vocesque recuerdan esos luacutegubres jemidos de la hogueraSon las voces de las selvas sumergidas en la tumbasecular de las arenas los jemidos de los vientos pre-histoacutericos que guardaron como tumbas las cortezasla expansioacuten de los incendios que torcieron las raiacute-ces de los montes y doraron los metales del tesorode las vetas conmoviendo con rumores de grandespasos de hierro la solemne arquitectura del portalde las cavernasiexcl y cual llora el corazoacuten de las mon-tantildeas su martirio generoso desde el seno de la tierraY sus llantos son de brasas (laacutegrimas de oro flamiacuteje-ro)Y aquel gran corazoacuten maacutertir de los montes de la

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 51: las montañlas de oro

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tierra- que en su herido seno guarda transformadasen diamantes almas de estrellas

LAS VACAS

Noche Y bosque en la montantildea bajo el loacutebregodespliegue de la saacutebana de hojas cual si fuera uncuerpo inmenso reposa el Silencio con sus tristesdesvariacuteos sepulcrales en el terror metafiacutesico de lanoche de las frondas en un paisaje de aacuterboles queen un vago claroscuro se recortan como un haz depesadillas en que alternan una viacutebora y una horca yun triaacutengulo y una luacutegubre armazoacuten de truncos feacute-mures y una viacutebora y una horca y el cielo abre suprofunda majestad sobre la tierra como un gran to-nel de sombra Flota el suentildeo de los bosques im-pregnado de la gran extenuacioacuten de las aromas enel seno de la noche como un feto agonizante encolor de niebla el suentildeo de la selva misteriosa don-de tienden los crepuacutesculos el ajuar inmaculado desus sedas melancoacutelicas Hay un aacuterbol en la selva unaacuterbol de largas hojas vieja lira de los vientos densopalio de los suentildeos de la sombra y hay una manchade sangre al pie del aacuterbol excelso Y es una ancha

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 52: las montañlas de oro

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mancha roja junto al vivac de una noacutemade caravanamoabita que durmioacute cuarenta noches con su tropade grandes bueyes araacutebigos al amparo de la saacutebanade hojas y la sangre es de una vaca degollada cuyaluacutegubre osamenta se disputan las raposas De re-pente rompe el suentildeo de los bosques un mujidonegro y hondo negro y lleno de misterio y de zozo-bra como el liacutevido sollozo de una viudez herida quelancea el largo flanco de la sombra en un coro tansolemnemente negro que parece que se llena de unainmensa pesadilla la montantildea misteriosa

Son las vacas que han venido a medianoche ol-fateando en las distancias de la sombra el sutil olorde muerte que levantan de la tierra mojada por eldeguumlello las frescuras de la fronda Con pesadostrotes llegan las salvajes plantildeidoras en la niebla queenvolviendo los zarzales flota absorbiendo los cua-jados alientos de sus narices que sobre la muda tie-rra con ronco estertor Bollozan y destilan grandeslaacutegrimas llenas de candor salvajes sus pupilas sontildea-doras y la sangre derramada se humedece empapadade jemidos y congojas el terror de los silencios hu-ye a pasos gigantescos por las rocas y la nochedestrenzando sus cabellos de tiniebla como una

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 53: las montañlas de oro

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enorme palmera sobre aquel dolor se encorva iexclOhcuaacuten largo es ese llanto de las hembras desoladassobre el huacutemedo deguumlello que en la tierra erial seborra junto al noble trono de aacuteguilas con que al-canzan a los astros las rocas El siniestro bosqueatiende con sus mil lenguas inmoacuteviles el clamor delas salvajes plantildeidoras tan inmenso tan salvaje taninmortal tan desolado que estremece en sus alturaslas cornisas de la sombra el clamor con que las va-cas de la selva lloran su duelo (en la noche naacuteufragasobre los montes) su duelo sobre una ancha man-cha roja

LAS NUBES

Con los costados abiertos por flamiacutejeras lanza-das van cayendo en los desmayos vespertinos lasnubes Van cayendo sobre un alto crucifijo que en elfondo de una hoguera abre los brazos y como unaacuterbol invicto traza el linde de la inmensa ruta deoacutepalo que en los diacuteas fabulosos despertoacute los gran-des eacutexodos de los noacutemades antiguos Van cayendosobre un alto crucifijo las nubes Van cayendo vancayendo en el martirio y los paacutelidos silencios supe-

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 54: las montañlas de oro

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riores los escoltan por el cristalino friacuteo de los airesy los bravos escarlatas del ocaso aprontan lechos debrasas a sus cuerpos hialinos y sobre el ocaso cuel-gan las nubes crucificadas como harapos de bande-ras sobre los oros sonoros de los himnos

Cuando enderezan sus crines las borrascas te-nebrosas y los cielos se desgajan como selvas y elsilbido del viento vibra incesante como una flechatan larga que en una noche no acaba de cruzar sobreel abismo y galopan cabalgatas invisibles por losaacutembitos confusos de los limbos y los relaacutempagos seabren como poacuterticos de crimen sobre luacutegubresPalmiras entre escombros de obeliscos van las nu-bes a estrellarse en las montantildeas como largos bu-ques naacuteufragos con lamento nunca oiacutedo y suscuerpos se desgarran en las rocas aacutesperamente ele-vadas ante el paso de los siglos Son las nubes quebebieron el aliento de los mares en sedientas cara-vanas son las nubes del rociacuteo son las nubes de lalluvia bienhechora que conducen el consuelo celes-tial de los bautismos a los nobles cedros (proacutedigosde coronas) que coronan la ancianidad de los Liacuteba-nos y a los reales lirios que en efiacutemeros noviazgos

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 55: las montañlas de oro

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se consumen bebiendo sus blancos eacutextasis en eltemblor de un suspiro

iquestPor queacute vinieron los vientosa arrastrarlas ensus brazos convulsivos para echarlas en la hoguerade los soles para herirlas en las rocas de los paacutera-mos sombriacuteos para hundirlas en la sombra de lasnoches borrascosas emerjidas como selvas del mis-terio del abismo Ellas quieren el azul resplande-ciente que como un solemne riacuteo las mece sobre loscerros opulosamente blancas el azul de los silen-cios infinitos donde bogan coronadas por el suentildeode alguna aacuteguila dormida que cobija con sus alas elsilencio de los cielos vespertinos por eso lanzan susquejas desde lo alto de las rocas esculpidas por lossiglos enredando sus furiosas cabelleras en los bra-zos asesinos del viento en los largos brazos friacuteosque las llevan sobre el veacutertigo arrastrando sus cabe-llos liacutequidos sus cabellos que en las puacuterpuras sola-res se empaparon de oro vivo sus dolientescabelleras y sus cuerpos vaporosos que pasan sobrelos picos cual suentildeos tentaculares sobre inmoacutevilesespiacuteritus con las mudas cabelleras incendiadas derelaacutempagos con las mudas cabelleras empapadas dejemidos

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 56: las montañlas de oro

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EL VIENTO

Como una gran yegua negra que aparece por elfondo visionario del crepuacutesculo y el cuello ornadode inmensas crines extiende empapaacutendolo en loslargos flujos rojos del Poniente como una yeguanegra en cuya grupa sienta su triste abandono unainmensa mujer blanca que es la Luna una inmensamujer blanca de cabellos luminosos la noche vieneturbada de pensamientos solemnes y de jemidosheroicos que van quedando prendidos en las armasde los sauces como agonizantes paacutejaros de oro

Es el viento eso que jime en el alma de la nochecon un gigantesco soplo es el viento que monologaa lo largo de los profundos insomnios las palabrasde una lengua formidable quebrantada de sollozosel viento que adherido cruza a veces a los flancosde los potros que empujando cruza a veces los so-nantes carros de armas que las tormentas arrastrancon grandes trotes de bronces por el fondo de lasnoches las tormentas que parecen un incendio demontantildeas bajo enormes estandartes luminososTrae el viento los jemidos de las tumbas olvidadasque eternizan el reposo pie los largos esqueletos

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 57: las montañlas de oro

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cuyas aacutenimas terribles duermen debajo las lenguascadaacutevericas en hondo cautiverio de silencio comolarvas tenebrosas Trae el viento los jemidos de lashojas del otontildeo de la gran caiacuteda de hojas que des-nuda el fuerte cuerpo de los troncos hojas tristesque humedecen la tristeza de los largos trajes viejosTrae el viento el misterioso jemido de las angustiasfue desgarran las entrantildeas de los lobos Trae elviento los jemidos con que dan los moribundos susalmas a los grandiosos brazos de la Muerte largoscomo la esperanza largos como una vajilla astro-noacutemica como el brillo de la estrella que tienen fijalos ciegos en el limbo de sus ojos Trae el viento losjemidos de las viacutectimas que mueren sin socorrobajo la afliccioacuten esteacuteril de los compasivos cielosbajo las heridas mustias como ajados heliotro-pos(iexclpara queacute dejaron irse toda su sangre) rujiendocon sus tristes vientres rotos Trae el viento los je-midos de los teacutetricos suicidas cuyos heroicos cuer-pos danzan a la sombra de los aacutelamos la Danza delas Cuerda bajo el viento de sus loacutebregos cabellosque los follajes apaciguan con extrantildeos soplos Traeel viento los aullidos de los perros los aullidos infi-nitamente hondos con que hablan a las visionesque en los pliegues de la niebla semivelan el misterio

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 58: las montañlas de oro

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de sus rostros las visiones de estatura larga y fraacutegilcual suspiros caminantes bajo luacutegubres paraguashiperboacutelicos Trae el viento los jemidos de las paacuteli-das ciudades desoladas por la Peste con sus tem-plos silenciosos y sus calles donde miranlargamente a las estrellas los muertos desampara-dos con sus pupilas cuajadas y sus rostros que laluna galvaniza desde el cielo llorando sobre las laacute-grimas apagadas de los ojos sobre el canto de losgallos en la noche luminosa como un templo cuyaboacuteveda ha entreabierto un terremoto

Asiacute pasa el ancho viento asiacute pasa por el fondode la noche sosteniendo las tinieblas gigantescas ensus hombros asiacute pasa con su traje de jemidos la-mentablemente roto desatando inverosiacutemiles cabe-llos a la sombra de los aacuterboles sonoros el vientoque es el enorme sollozo que la tierra perpetuacutea so-bre el arpa de los bosques largo y hondo largo yhondo sobre el arpa de los bosques entre cuyas lar-gas cuerdas va arrastraacutendose el sollozo largo largosobre el arpa largo largo entre las cuerdas largolargo y hondo

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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REPOSORIO

LAUDATORIA A NARCISO

Tornareacute de ti ejemplo en firmeza Y constanciaDe corazoacuten mis manos lavareacute en tu fraganciaPara oficiar el rito que alumbra la amatistaCon su ojo minervino sobre un altar ipsuistaDireacute coacutemo moriste de amarte en el completoDeleite de la consumacioacuten y direacute el secretoQue tus muslos ocultan al placer fornicarioAsiacute como las puertas ebuacuterneas de un santuarioY la virtud del fuego que animoacute tu estructuraCarnal hecha de sangre de lirio y de amarguraY el elogio de tu alma que surgioacute de la nieveDe tu agoniacutea en una flor de vida asaz breve

La onda (fuga frescura) con un liacutequido besoAcaricioacute tu imagen largamente En el yesoPlaacutestico sus ambiguos dedos puso un estetaPara esbozar la estatua que nunca fue completaiexclOh dame las propicias lumbres del Arte sacroY asiacute en mi carne pueda fijar tu simulacroY asiacute mis devociones con un fervor intensoEn patenas de plata se ofrenden el incienso

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

EXPLICIT FELICITER

Page 60: las montañlas de oro

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Y asiacute mi sangre vintildea de esplendores divinosSe nutra con la propia sustancia de sus vinosY asiacute envuelva mi cuerpo de amor enajenadaComo una larga cinta de seda mi mirada

Yo vi que en la siringa de los arpejios sabiosPenosamente inflaacutebanse los soplos de mis la-

biosY en el delgado cauce puse la flauta ruacutesticaEntones fue el encanto de una agradable acuacutesti-

caPues al pasar el hilo de agua de la fuentePor los diez agujeros consecutivamenteDio al instrumento el ritmo ineacutedito y precisoSu melodiacutea en alabanza de NarcisoY aquella fluida muacutesica supo sonar tan bienQue pareciacutean oiacuterse los divinos exordiosDe alguna loa o himno de suaves clavicordios

iexclTus clavicordios oh poeta Paul Verlaine

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 61: las montañlas de oro

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TERCER CICLO

Dijo el Espiacuteritu Santo tratando delos pregones que se dan para hallarla Sabiduriacutea por sus sentildeas que dijoel abismo laquoNo la tengoraquo y el marlaquoNo es en miacuteraquo y que la muerte y laperdicioacuten dijeron laquoOiacutemos su famanuevas tenemos dellaraquo

(DON FRANCISCODE QUEVEDO VILLEGAS)

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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EL HIMNO DE LAS TORRES

I

Canto las altas torres gloria del siglo y decorodel suelo Las torres que ven las distancias las torresque cantan la gloria de las buenas artes del hierro yla de piedra Las torres gigantes que tienen cien len-guas intactas cien lenguas que son las campanassapientes de un maacutejico idioma que dice a los astroslas preces del culto extinguido con frases de broncey de fe

II

iexclLas piedras estaacuten empapadas de muacutesica sacralas piedras cuya alma es uniacutesona cuya alma es uneco Las piedras cuya alma despiertan los oacuterganoscon su fluido lenguaje de flautas cuando su noblemecaacutenica inventa los salmos que bajo los eruditosdedos de un paacutelido muacutesico parecen una galeriacutea dearcos iris ante cuyo triunfo en colores de famapasan reyes de reales melenas y obispos de tiarassuntuarias en caballos blancos cuyas herraduras

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 63: las montañlas de oro

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tienen un armonioso compaacutes Bajo los dedos de unpaacutelido muacutesico bien Pedro Luis de Preneste dichoel Palestrina (grande en su Misa del Papa Marcelo)bien Sebastiaacuten Bach

III

iexclLas torres emerjen con sus cuaacutedruples ojos quetienen un iris de sombra detraacutes de los vidrios que-mados de matices ricos que el fuego en los hornosfijoacute Y junto al versiacuteculo goacutetico de la gran campanaun versiacuteculo goacutetico donde estaacute fijada por los siglosde los siglos la gloria de un artesano fundidor deNola a cuyos moldes de tierra echaron las condesassus sortijas de oro en hervor de cobre junto al ver-siacuteculo goacutetico digo mirando por el cuaacutedruple ojo delas torres mi alma recibe del sol un adioacutes maacutes largoque todas sobre una ciudad vieja NurembergHarlen Reikjawik Belgrado Armagh Thorn Ox-ford Toledo Coimbra Nicea Bizancio EsmirnaAlejandriacutea iexclPariacutes con las frondosas testas de susClodoveos eternizadas en medallas Roma la capitalde las torres

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IV

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira a San Benezeto haciendo cantar latrulla en los altos andamios sobre los granitos bor-dados de gaacutergolas y a San Juniperto pensando unmosaico bajo los claustros bizantinos y a Santa Hil-degarda diciendo floridas secuencias para agradar aDios y a San Juan de Segovia labrando el oro de lasbasiacutelicas para componer como una oracioacuten de pe-dereriacuteas una custodia y a Jehan Fouquet iluminan-do de oro una miniatura anjeacutelica y a los errantescleacuterigos goliardos cantando en las ferias y bajo losportales de la abadiacutea sus estribillos en latiacuten injenuo

(Nudam fovet Floram lec-tus

Caro candet teneraVirginale lucet pectusParum surgunt ubera)

y a los dieciocho Concilios Ecumeacutenicos y que elprimero es una aurora mientras que el uacuteltimo esapenas una noche estrellada Y que en el primero elque rije es un monje con los ojos quemados y las

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 65: las montañlas de oro

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manos cortadas y el que rije el uacuteltimo es un Papaque ha huiacutedo una vez y que tiene las manos aristo-craacuteticas

V

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira en su antiguo mapamundi las aguasy las tierras y en las brumas australes la ignoranciaAnticthonia y la cinta de fuego del Ecuador apre-tando el ombligo de la tierra y el mar maacutes extrantildeoque una selva virgen y Jerusaleacuten en el centro delmundo y al Norte las tierras de Gog y de Magog yel Paraiacuteso de donde manan cuatro riacuteos arrastrandopalos olorosos de canela de ruibarbo de aacuteloe y dejenjibre y las murallas de Jaspe que encierran el jar-diacuten y la espada que parece una llama en el aire por-que no se ve el aacutengel que la tiene y alrededor delmundo los doce vientres Erus Scolanns NochusAnster Africus Euroanster Zephirus StannusIreius Boacutereas Aquilo y Vultumus

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VI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche y la medialuna semejante a la herradura de plata de un Pegasoen los territorios negros o bien como una artiacutesticapeineta de plata sobre una inmensa cabellera espar-cida Y a la luz de la media luna desarroacutellandose losImperios Francia Asiria Persia Ejipto Judea Ma-cedonia Roma Meacutejico Peruacute Rusia Arabiaotra vezFrancia Grances tropeles de horda banderas en elhorizonte lanzas agujereando la noche clamoresretumbando en el espiacuteritu del viento paacutejaros depresa entre desgarramientos de nubes cadaacuteveresbajo los aacuterboles osamentas sobre las piedras unsuentildeo y aacuteguilas aacuteguilas y banderas y lanzas y bos-que y noche y montes y un largo galope enmele-nado de antorchas llevaacutendose todo eso el granpoema del hierro y del caballo y las hostiles barba-ries marchando bajo el huracaacuten de

Dios bajo los truenos de Dios bajo el taloacuten queha hollado hundimientos de mundos el taloacuten deDios bajo la derecha de Dios abierta como unapalma de resplandores

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

L A S M O N T A Ntilde A S D E L O R O

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

L E O P O L D O L U G O N E S

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 67: las montañlas de oro

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VII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira las torres maacutes viejas levantarse en-tre poblaciones de esfinges de pterodaacutectilos detortugas de leones suentildeos del hambre cuaternariosuentildeos bajo las palmeras tan grandes que cada unaparece una noche suentildeos de gigantes llenos de ve-llo de gigantes cuyos dientes han quebrado las cos-tillas sangrientas del buey salvaje de gigantescavadores de montantildeas de gigantes que poseen eldogo y el pavo real de gigantes que cuando estaacutenciegos de vejez van a oiacuter rujir el mar para aprendersonidos y hacer idiomas Y las torres son sobre ca-daacuteveres de ciudades Makhimos Damasco EusebesPalenke Tebas Ellora Tiahuanaco TombuctuacuteKamakura Babel con su torre de blasfemia en elpavor de las estrellas cadaacuteveres que hablan con al-fabetos jerogliacuteficos para cantar de los viejos sacer-dotes la historia y las tablas de una celestearitmeacutetica y los dogmas teologales y las virtudes delas hierbas y las peregrinaciones de los hombrescuyos ojos vieron nacer el oro en las redomas filo-sofales y subir las almas por la escala de las encar-naciones de astro en astro Jacob Hermes Orfeo

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

VIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

L A S M O N T A Ntilde A S D E L O R O

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Numa MancoCaacutepac Chrisna Rama Moiseacutes Zo-roastro

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que ya viene el alba y que una mu-chacha fresca riacutee y que en su risa se desparrama unpuntildeado de sortijas de plata Y mira despedirse lasnaves que van para los Continentes para las tierrasrojas para las tierras negras donde el Sol se acuestaentre palmeras donde hay serpientes que parecenjoyas venenosas y flores maacutes bien pintadas que lostigres y bisontes y elefantes y jirafas y paacutejaros delParaiacuteso y lucieacuternagas y resinas y esencias y baacutelsa-mos y corales y perlas estas en conchas de valvasrosadas como hostias intactas entre labios que co-mulgan y dulce nueces y polvo de oro y tamboresy calabazas y tinajas que hacen la muacutesica de losdioses y princesas desnudas que aman los besos delos amantes blancos Y va Cristoacutebal Coloacuten con unacruz y una espada bien leal y Marco Polo con untratado cosmograacutefico de Cosmas en la mano y Vas-co de Gama con un astrolabio en el maacutestil y He-

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

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Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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rrando de Magallanes con urea hacha al cinto y laMayFlower con la carta del rey Juan y DumontdUrville con un planisferio y una aacutencora y Tasmancon una bruacutejula y Stanley con el laacutepiz del NewYork Herald y su casco de corcho y Livingstone elpadre del Nilo

IX

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo la tierra ensentildea hostilmentesu doble tocado de nieves y el oscuro Polo maacuteshermeacutetico que el Paraiacuteso con sus icebergs y suspacks y el blink deslumbrante como un nimbo dealtos reinos y el tabernaacuteculo donde estaacute la Auroraboreal en el secreto de sus mudos deslumbramien-tos y la caverna donde la PiedraImaacuten pierde el al-ma y el palacio liacutevido de la Fata Morgana sontildeadoraen las nubes y el mar oscuro que mece los suentildeosde la morsa negra y la siniestra Orca que oye a losmarineros y roe las piedras con sus cuarenta y ochodientes y el Kraken que tiene tres corazones y abra-za las naves con sus brazos palpadores del abismo yla ballena que llora al parir como las mujeres y el

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

XIII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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XIV

Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 70: las montañlas de oro

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oso blanco que duerme seis meses sin respirar yque tiene la verguumlenza en su lengua negra Y haciaallaacute van los hombres de la zona rubia FranklinCook Markham Eliseo Kent Kane Fridtjof Nan-sen y una mujer Lady Franklin que busca por elHorror unos huesos amados y vuelve con el almaencanecida de tantas nevadas como han caiacutedo sobresus tristezas iexclGrandes infortunios noches gigantes-cas y soles maacutes deacutebiles que la vida de una violeta

X

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que nace otro diacutea todo en sangreotro diacutea y que los hombres niegan a Dios y se hanpequentildeos y malos Y hay no obstante otros hom-bres sabios que hacen libros como quien siembrauna selva para tener maderos con que arbolar navesfuturas Darwin y Claudio Bernard Crookes y elprofesor Roentgen Pasteur Edison Ernesto Helloy Nietzsche Karl Marx y Fabre d Olivet EliphasLeacutevi Champollion Augusto Comte Maury Vogt yRalph Waldo Emerson Y mira mi alma coacutemo lavieja ciencia de las Piraacutemides resucita y el suentildeo

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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XI

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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XII

Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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gos pasos la Montantildea de Sombra conduciendo unatraiacutella de perros negros de perros verdugos cuyasarna se pegara a todo lirio

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

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Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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parlante que ve a la distancia con oscura mirada ylos tres elementos que son las tres llaves de la cien-cia de las Generaciones Y mira coacutemo se llena deamor el metal tocaacutendole el alma por medio del ra-yo y coacutemo se ordena la armoniacutea de los aacutetomos ycoacutemo en la carne de los seres se modela la futuraestatua que ha de ser el coronamiento de los Reinosla triple estatua de talones de piedra cintura de aacuter-bol y cabeza elocuente y coacutemo en el sereno mar desangre de las matrices estaacute de la maternidad la florcallada en el suentildeo de su corola de nueve peacutetalos ycoacutemo los carros sonantes corren por la paralela dehierro en pos del corcel de hierro cuya alma es untrueno de hierro y cuyos bronquios de hierro tosenel huracaacuten y cuyo corazoacuten de hierro va tempestadode brasas iexclgran caballo negro negro negro grancaballo comedor de fuego gran caballo en temblorde enormes muacutesculos lanzado con una nube en lasnarices a los jadeantes trotes del millar de leguasgran caballo negro gran caballo negro gran caballonegro al cual no se ve sudar

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

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Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira que la tarde viene con un paso lije-ro armoniosamente a caer en la mar como unapoetisa ciega que sobrelleva su palidez tocando elarpa Y sobre una torre de oro aparecen con loscabellos coronados de laureles y espinas algunoshombres Hugo Verlaine La Place HerschelWronski Wagner Botthe Klopstock Poe Whit-man y Adam Mickiewisch Y la Torre tiene nuevepisos y en el segundo estaacuten los que son coronadosde diamante y en el tercero los que son coronadosde plata y en el cuarto los que son coronados dehierro y en el quinto los que son coronados de rojocobre y en el sexto los que son coronados de esta-ntildeo y en el seacuteptimo los que son coronados de eacuteba-no y en el octavo los que son coronados de marfily en el noveno los que son coronados de verbena Ylos nueve pisos de la Torre son los lechos de nueveestrellas nueve doncellas de plata y desde la cima dela Torre se escucha ya el himno de los Serafines yes como si en dos se abriera el Sol

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira coacutemo viene la noche de cien antildeos yque ya ha llegado y coacutemo desde su fondo en que lasestrellas brillan solas como el triple millar de lanzasde un campamento abandonado levaacutentanse lassombras heroicas Grandes estatuas grandes espa-das grandes cuerpos con almas como espadas den-tro y coronas Kosciusko Dantoacuten LouverureBoliacutevar Martiacute Garibaldi Kanariacutes Riego San Mar-tiacuten Lincoln Nana Sahib Juaacuterez y los Quince milRojos de Pariacutes Y mira mi alma coacutemo empieza apudrirse el mundo a la manera de una manzana quegermina y coacutemo en los antros se mueve un enormedespertar de leones y coacutemo los clamores han sona-do tan fuerte que Dios se ha inclinado a escucharlodesde lo Inefable con una laacutegrima oceaacutenica en suspaacuterpados donde duerme la lumbre de cien astros ycoacutemo la noche semeja una pira de grandes lentildeaspronta a empenacharse de llamas por la obra deunas fuertes manos que salen del abismo aptas paradesanudar toda brida y coacutemo en cada llaga pareceque estaacute encendida una antorcha y coacutemo la Ven-ganza con su cabeza de nintildeo cadaveacuterico baja a lar-

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

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Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Y mi alma golondrina ideal desde su torre siguemirando y mira la Aurora venir en paz y sobre laAurora levantarse la Torre de Oro Y que la tierraestaacute paciacutefica como una vintildea sobre los uacuteltimos diacuteasde un abuelo viejo y que cada madre es como unjardiacuten de almendros y que el Sol viene ardiente ybello como un heacuteroe joven que estrena sus armas yque las piedras y los aacuterboles y las bestias del mun-do levantan al cielo sus almas confusas en el him-no de todas las lenguas de todos los nuacutemeros en elhimno que surge de la Torre de Oro coronada LiraAacuterbol musical Craacuteter de armoniacuteas Casa de las do-radas virtudes Torre de Gloria

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

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Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Y he aquiacute que todas las torres han caiacutedo y quemi alma suspensa en los aires como una laacutemparaapagada mira descender a Dios sobre la Torre deOro uacutenica y sobre los hombres y que los hombresmiran a Dios de frente Entonces iexcloh armoniacutea delos santos cielos parece como si sobre una heridavieja se derramara un unguumlento de perlas fina comosi cada pecho estuviera lleno de muacutesica como sicada pie calzara el terciopelo maacutes rico como si cadamano estuviera puesta sobre la cabeza de la

Amada como si cada lengua fuera un canterode violetas

Y una voz se levanta diciendo he aquiacute la Virgenque ha roto su prisioacuten de seis mil antildeos para ofren-dar a la Vida el jardiacuten codiciado de su seno he aquiacutesus cabellos he aquiacute su carne que el horror de laesterilidad marchita y que en la gloria de la germi-nacioacuten florecen como divinos adornos del tranceluminoso Y tuacute hostia de mi comunioacuten inacabadavintildea de mi sed perpetua maacutertir de mis desdichasextraordinarias Astra tuacute eres la Virgen que llega conlas puntas de tus senos doradas por el oro fuacutenebrede mis sepulcrales recuerdos con la mirada de tus

L E O P O L D O L U G O N E S

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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Page 76: las montañlas de oro

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negros ojos como una caricia prolongada en dosnoches consecutiva con la gracia perturbadora detus liacuteneas bajo el sudario con tus manos sabias enla cosecha de los frutos nocturnos con el tesoro detus besos tesaurizado en las angustiosas esperas agozar plenamente la hiperduliacutea de mi corazoacuten des-conocido Porque ya es la Pascua sobre tu noche deseis mil antildeos

XV

Y sobre a Torre de Oro aparecen las virtudesseraacuteficas el AMOR vestido con todas las piedraspreciosas del mundo La ESPERANZA cubiertacon todas las flores de los climas Y maacutes alta maacutesalta sobre todas las oraciones sobre todas las lirasvestidas con el fulgor de todos los soles saludadapor el fervor de todas las alabanzas como un cora-zoacuten de oro fundieacutendose en llamas maacutes alta maacutesalta la Rosa resplandeciente la FE en un formida-ble despedazamiento de astros

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