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    Mga,aa, g mgaa

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    Juan Manuel Santos

    Presidente de la Repblica

    Mariana Garcs Crdoba

    Ministra de Cultura

    Mara Claudia Lpez Sorzano

    Viceministra de Cultura

    Enzo Rafael Ariza Ayala

    Secretario General

    Guiomar Acevedo

    Directora de Artes

    Jaime Cern

    Asesor Artes Visuales

    rea de Artes Visuales - Direccin de Artes

    Mara Victoria Benedetti

    Ana Mara Bernal

    Alexandra Haddad

    Catalina Rodrguez

    Carolina Muoz Uribe

    Edicin

    Mara Brbara Gmez Rincn

    Coordinacin Editorial

    Germn Lemus

    Ilustraciones

    Mottif

    lvaro Mauricio Moreno

    Diseo y Diagramacin

    Ministerio de Cultura

    Primera edicin, 2012

    ISBN: 978-958-753-044-5

    Material de distribucin gratuita con nes didcticos y culturales. Queda

    estrictamente prohibida su reproduccin total o parcial con nimo de lucro, por

    cualquier sistema o mtodo electrnico sin la autorizacin expresa para ello.

    m Museologa, curadura, gestin y museografa 7

    Cosas que ocurren cuando las prcticas artsticas circulan 9Jaime Cern

    Conceptos generales de Museologa 15Carlos Betancourt Salazar

    Notas sobre la curadura autoral 27

    Jos Roca

    Museografa: la exposicin como espacio de negociacin 37Luis Fernando Ramrez Celis

    Para hacer de un sueo una realidad 53Clemencia Poveda Motta

    gu Manual de produccin y montaje para las Artes Visuales 81

    Procesos y funciones 83reas de produccin y montaje: roles 85Estrategia de implementacin 92

    Etapa 1. Planeacin: nivel estratgico 92

    Etapa 2. Preproduccin: Actividades de preproduccin por rea 95

    Etapa 3. Produccin: Actividades de produccin y montaje por rea 105

    Etapa 4. Postproduccin 114Actividades de mantenimiento por rea 114Actividades de desmontaje por rea 115

    Normas para el proceso de embalaje 120

    Produccin y montaje de exposiciones. Ilustraciones 123

    Anexos 135Matriz de costos de produccin 136Formato de produccin y logstica por obra y por artista 137Formato de informacin para seguros 137Formato de recepcin, control y devolucin de obra 138Matriz para las chas tcnicas de obras 140Matriz para listado de equipos audiovisuales 141Matriz para bases, urnas y vitrinas 141Matriz para marquetera 142

    Contenido

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    Primera parteMga, aa, g mgaa

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    Cosas que ocurrencuando las prcticasartsticas circulan

    Jaime CernAsesor de Artes Visuales, Ministerio de C ultura

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    En aos recientes se han incorporado trminos tales como curadura, mu-

    seografa, diseo de montaje yproduccin artstica a las discusiones que cir-

    culan ampliamente dentro y fuera del campo del arte. Estos trminos no

    hacen referencia al surgimiento de nuevas actividades en el campo arts-

    tico, sino que se reeren al incremento en la complejidad de poner a circular pro -

    yectos artsticos a la luz de las consecuencias de entender el arte como una actividad

    profesional. Una actividad humana se entiende como profe sional cuando quienes la

    practican son quienes la denen y delimitan, producen los discursos que la susten-

    tan y negocian su pertinencia con los dems campos sociales.

    Como consecuencia de la primera de estas caractersticas, los artistas han expandi-

    do notablemente los horizontes conceptuales, tericos y prcticos de su actividad

    creativa, hasta el punto de que la categora de objeto se revel como estrecha o in-

    apropiada para hacer mencin del tipo de piezas que se han producido como arte

    durante el ltimo siglo. Sin embargo como consecuencia del tipo de discursos que

    han ido acompaando al arte en su insercin dentro del campo social, la nocin de

    objeto es cuestionable no solamente a la luz del tipo de actividad humana que escaracterizada como arte, sino en relacin con el tipo de experiencia cultural que se

    espera que produzca. Es as como se lleg a mencionar, en un momento dado, que

    la actividad artstica se sustentaba en la generacin de procesos, antes que de obje-

    tos, lo cual segua atando la comprensin del arte a la esfera de creacin, hasta que

    nalmente se ha llegado a plantear que el arte en general ( sin importar la poca o el

    medio en el cual se enuncie) funciona como una prctica social, en cuya construc -

    cin se incorporan diversos saberes, profesiones e instituciones.

    La apropiacin cultural que realiza cada persona que interacta con una obra de

    arte es constitutiva de la experiencia que histricamente denimos como arte. En

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    museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales cosasqueocurrencuandolasprcticasartsticascirculan13 14

    la circulacin de proyectos de arte. Tanto en la curadura como en la museografa

    encontramos situaciones que se sobreponen a las obras de arte y que vienen a ser

    ms que la suma de las partes, sealando un importante terreno de confrontaciones

    crticas respecto a la propia actividad creativa.

    Lo mismo podra ocurrir al revisar las distintas modalidades de produccin artstica

    ligadas no solo a la produccin de obras, sino de espacios de exhibicin y exhibicio-

    nes, dado que ellas tienen trasfondos histricos, tericos y culturales. La gama de

    actividades que caracterizan actualmente la produccin artstica es el resultado de

    la desatencin a los medios cannicos y de la transdisciplinariedad de las prcticas

    creativas actuales. Colgar pinturas exige un dominio tcnico para nada desprecia-

    ble, y situar en el espacio expositivo proyectos que desafan la objetualidad y des-

    bordan los lmites formales demanda saberes y destrezas que estn permanente-

    mente en construccin.

    Estos trminos y actividades estn en capacidad de interrogar los supuestos y re-

    presentaciones culturales que se movilizan en el interior del campo artstico, con el

    n de ampliar sus marcos de referencia y complejizar su relacin con el campo del

    saber que el arte acumula histricamente.

    este orden de ideas, las obras son construidas por todas las valoraciones y discursos

    que se emiten a lo largo y ancho de todo el campo social. Percibir el arte como una

    representacin cultural es el primer paso para entenderlo como una prctica so-

    cial generada no solo por los artistas, sino por todas las dems profesiones, saberes

    y personas que tienen que ver con el proceso de nombrar cualquier hecho como

    artstico. Esta situacin es la que nos lleva a movernos del arte en abstracto

    hacia las prcticas artsticas.

    Hablar de prcticas artsticas es reconocer que las concepciones determinantes que

    delimitan la actividad artstica no emergen indispensablemente de la dimensin de

    la creacin, sino tambin de las dems dimensiones del campo, y de los profesiona-

    les que en ellas actan. La dimensin de la circulacin artstica, en la que se sita

    la puesta en escena pblica de las prcticas artsticas, implica reexiones concep-

    tuales y tericas, as como labores operativas que en muchos casos no se pueden

    diferenciar entre s de forma ntida, y que pueden ser determinantes en la congu-

    racin de una concepcin artstica determinada. En este orden de ideas, la revisin

    de la museografa, la direccin de montaje y la produccin artstica involucran no

    solamente un aspecto anecdtico, tcnico o logstico de las prcticas artsticas, sino

    que muchas veces constituyen el lugar donde se sitan otros procesos creativos que

    tambin detonan el sistema mediante el cual una obra pueda llegar a ser nombrada

    como tal.

    Si intentamos describir el tipo de fenmeno con el que se encuentra un espectador

    al ingresar a una muestra, podremos notar que est determinado inicialmente por

    las decisiones museogrcas (concepcin del espacio, ambientacin, tipo de ilumi -

    nacin, situaciones mediante las que se hacen presentes las piezas, orden del re-corrido, etc.), y en segundo lugar por las curatoriales. Esto es ms evidente en una

    muestra en la que haya ms de un artista, porque la continuidad entre las piezas el

    hilo narrativo que emerge entre ellas viene a condicionar de forma inevitable la

    relacin que se establece entre cada una y el espectador.

    Del mismo modo que la actividad curatorial se hizo notoria como prctica artstica

    dentro de la neovanguardia en parte por los cuestionamientos a los marcos de

    representacin institucional que rodeaban y sustentaban la actividad artstica,

    la museografa se ha revelado como otra prctica que conviene analizar, porque

    es tambin uno de los trasfondos de representacin institucional que anteceden a

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    Conceptosgenerales deMuseologa

    Carlos Betancourt Salazar

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    Si bien la museologa es un trmino en disputa, en cuanto a su denicin

    y alcances, en este documento nos referiremos a la museologa como un

    conjunto de procedimientos relacionados con el ejercicio prctico y te-

    rico en el campo de los museos y, por extensin, a todas las instituciones

    o proyectos independientes que por sus caractersticas realizan actividades de or-

    den museolgico, pero no entran en la categora de museos, y que pueden incluir

    bibliotecas pblicas, centros culturales, galeras o proyectos artsticos y ex positivos

    de orden privado o institucional. Si bien esta denicin acoge premisas de orden

    terico y crtico que denen la actividad del museo como institucin social, tambin

    asume el uso extendido en nuestro medio de la museologa vinculada a un conjunto

    de disciplinas y actividades que incluyen curadura, conservacin, registro, educa-

    cin, comunicacin y gestin.

    En este sentido, y dependiendo del contexto, el muselogo puede verse profesio-

    nalmente como quien desde un espacio acadmico realiza una reexin crtica del

    campo museal y de las exhibiciones, as como quien desde la prctica de exhibicio -

    nes realiza funciones de conceptualizacin, coordinacin y programacin de activi-dades museales.En este campo amplio y aplicado de la denicin museolgica no

    puede hablarse de una profesin e speccamente museolgica, sino de un conjunto

    de profesionales que realizan actividades mltiples o variadas, pero complemen-

    tarias. En Colombia, la mayora de empleados de una institucin como un museo

    no han recibido una formacin especca en este campo, y pocos se deniran a s

    mismos como muselogos.

    En el contexto de instituciones culturales del pas que realizan actividades de or-

    den museolgico (museos, bibliotecas pblicas, centros culturales, etc.), la profe-

    sionalizacin de dichas actividades es todava incipiente debido, principalmente, a

    Carlos Betancourt SalazarCurr y uslg npnnt, s rqutt l Unr-s ls Ans, n stus str n Clu Un-rsty, Nu Yrk. H s urr ls xpsns Topo-logas: Materia en trnsito, Teatros de operacin: Zonas en friccinyEnsayos para un mundo perfecto,prt l Sln rt l bbva2006, 2007 y 2011. Ds 2009 h lr n l BltNnl Cl urr y usgrf xps-ns tprls, qu nluyn La vorgine impresiones de la In-dependenciayViaje al fondo de cuervo. Entr ls s 2003 y 2009fu urr l l rquttur y s Obra en proceso l Alnz Cl Frns Bgt. En l 2007 rlz lrnn gnrl, urur y usgrf pr l xpsntnrnt Bordes y connes: Catlogo de un viaje por Suramrica,lMnstr Rlns Extrrs Cl.

    H ssr y pru stnts pryts uss y xh-ns n rss nsttuns, qu nluyn l R Nnl Muss, l Srtr Cultur, Rrn y Dprt

    Bgt, l Cntr Mr, Pz y Rnln, l CsMus l Ch, l Blt Lus ngl Arng, l Mus Art Mrn Bgt y l Cpr-Hwtt, Ntnl DsgnMusu Nu Yrk.

    H st nul prfsr l prgr Arts Plst-s ls Unrss Jrg T Lzn y ls Ans, y lsprgrs psgr Gstn Culturl l Unrsl Rsr y Muslg l Unrs Nnl Bgt.Sus stnns nluyn l Kell-Muoz Fellowship l Sths-nn Insttutn (2001) y l B Nnl Cultur (2000).

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    estas, pero tambin instalaciones efmeras o performances de arte contemporneo

    que generan nuevos retos a la manera en que se co nstruye una coleccin, en las que

    la materialidad de los objetos deja de ser re levante y nuevas formas de archivo y do-

    cumentacin adquieren importancia por medio del registro, as como del desarrollo

    de nuevas tcnicas de conservacin relevantes para estos medios.

    La pertinencia de una coleccin no est sustentada solamente en su condicin de ar-

    chivo: ella existe por las investigaciones curatoriales que surjan de su contenido. Es

    este trabajo de investigacin el que puede denir una coleccin como un grupo de ob-

    jetos que se agrupan bajo una intencionalidad y de acuerdo a una lgica determinada.

    Una curadura hace la denicin conceptual de un proyecto expositivo y concibe

    el proyecto cientco de una exposicin, que se traduce en un guin museolgico,

    que ser la ruta de gua para el trabajo de otras actividades como la museografa, la

    gestin de exposiciones, el registro, la conservacin, etc. Las ex posiciones tempora-

    les reclaman hoy en da gran parte del esfuerzo de investigacin curatorial, a veces

    en detrimento de exposiciones permanentes, como resultado de las demandas de

    produccin de ofertas de una programacin por pblicos vidos de novedad, y de las

    diferencias en costos de produccin de una ex posicin permanente y una temporal.

    La investigacin, como base del trabajo museolgico, puede desarrollarse no solo a

    partir de un proyecto expositivo o una coleccin, sino que puede ampliarse a dife-

    rentes reas de trabajo, con proyectos de investigacin enfocados en el desarrollo

    de apoyos museogrcos, materiales de conservacin, encuestas de pblico, m-

    todos de gestin, etc. De igual manera, son parte de este contexto investigaciones

    tericas o espacios de discusin pblica acerca de la funcin y misin de los con-textos de exhibicin y reexiones crticas en torno a las dimensiones mediticas y

    patrimoniales de estos espacios.

    PreserVAcin

    En la museologa, la preservacin rene un conjunto de actividades que incluyen la

    adquisicin, el registro, la catalogacin, la conservacin y la restauracin de obras.

    En un marco institucional la preservacin es un eje fundamental del desarrollo de

    colecciones y de la denicin de una misin institucional, y por lo tanto es un tema

    importante desde el cual pueden denirse estratgicamente las acciones de una

    recursos econmicos limitados y falta de conciencia acerca de la necesidad de pro-

    fesionalizar ciertas actividades. La realidad cotidiana de la mayora de instituciones

    est dada por la supervivencia diaria con pocas posibilidades de planeacin de sus

    acciones a mediano y largo plazo. De igual manera, la ejecucin de estas actividades

    est a cargo de plantas de personal carismticas, pero limitadas en nmero, que

    realizan simultneamente labores administrativas, de registro, museografa, cura-

    dura y conservacin; esto en s mismo no es un aspecto negativo, aunque s lo es el

    hecho de que muchas de esas actividades se realicen, o se dejen de hacer, por vacos

    en el conocimiento de las variables que articulan la prctica museolgica. La coor-

    dinacin articulada de diferentes actores en el mbito de las exposiciones y de los

    museos demanda un equilibrio y una negociacin permanentes entre los diferentes

    roles, y explicarlo es el objetivo del presente documento.

    coleccionisMo y curAdurA

    Aunque el concepto de coleccin agrupa objetos de una manera relativamente cohe-

    rente y signicativa, en la prctica muchas colecciones no responden a un proyec -

    to institucional desarrollado con la misma pertinencia de objetivos en cuanto a su

    seleccin o poltica de adquisiciones, y estas suelen tener un carcter mucho ms

    cercano a un fondo que a una coleccin.

    As por ejemplo, muchas colecciones de museos del pas iniciaron con obras repre-

    sentativas del tiempo y lugar en que esas instituciones fueron creadas (por ejem-

    plo, los museos de arte moderno en las dcadas de los cincuenta y setenta), pero

    ante la ausencia de polticas claras de coleccionismo, se han convertido en fondos

    eclcticos de obras sin mayor coherencia entre s. En contextos como estos, el con-cepto de coleccin, como parte de una institucionalidad especca, debera poderse

    cuestionar, y acervos individuales podran ser vistos ms como redes de coleccio -

    nismo localizadas en un territorio. As, una coleccin debera poder entenderse

    como un grupo de fondos y/o colecciones de instituciones hermanas cuyas obras

    o grupos especcos de obras pudieran construir espacios de investigacin para

    curaduras locales.

    Ms recientemente, y ante el reconocimiento de la existencia del patrimonio inma-

    terial en las polticas culturales, la coleccin aparece dentro un contexto mucho ms

    amplio: colecciones inmateriales que pueden incluir culturas rituales, carnavales y

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    conceptosgeneralesdemuseologa21 22museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    de sistemas de monitoreo ambiental (temperatura y humedad relativas) y la imple -

    mentacin de equipos de control ambiental (por ejemplo, deshumidicadores) que

    mejoren las condiciones del espacio expositivo, segn las necesidades que requiera

    cada grupo de obras, de acuerdo a su soporte fsico.

    La restauracin, como parte de la conservacin curativa, es denida por el icom como

    El conjunto de acciones emprendidas directamente sobre un bien

    cultural singular y en estado estable, teniendo como objetivo me-

    jorar su apreciacin, comprensin y uso. Estas intervenciones solo

    se realizan cuando el bien ha perdido una parte de su signicacin

    o de su funcin a raz de deterioros o de restauraciones anteriores.

    De esta manera, en las prcticas de conservacin contemporneas, los profesionales

    de este campo optan por realizar intervenciones que se evidencien como distintas

    del objeto original, y que en lo posible sean reversibles en el tiempo.

    Las actividades registro son realizadas por un registrador y tienen una estrecha re-

    lacin con actividades del conservador, que en el caso de muchas instituciones se

    fusionan en una misma persona. Estas incluyen el inventario de piezas, tanto en sus

    aspectos fsicos (estado de conservacin) como en informacin acerca de la autora,

    procedencia e historial de la obra (en formatos preestablecidos o bases de datos es-

    pecializadas para el registro de colecciones, como lo es Colecciones colombianas de la

    Red Nacional de Museos del Ministerio de Cultura). Estas bases de datos, por un lado,

    se nutren de la investigacin curatorial, y por otro, una vez desarrolladas, nutren

    el trabajo de investigacin de curadores que estudian una coleccin determinada.

    Incluyen tambin el manejo, mantenimiento y cuidado de las reservas (lugar de al-

    macenamiento de una coleccin) en sus condiciones fsicas y ambientales, el movi-

    miento y transporte de las obras en condiciones adecuadas (guacales de madera),

    los seguros y la entrega de obras en las salas de exhibicin para que el musegrafo

    realice el montaje.

    En trminos de acciones de conservacin, cada institucin o proyecto expositivo

    tiene distintas posibilidades, dependiendo de sus recursos humanos, capacidad ins-

    talada, etc. Aunque la vocacin no sea de actividades musesticas (una biblioteca

    institucin. Las diferentes alternativas de operacin relacionadas con la preser-

    vacin (y en consecuencia, con la construccin de colecciones) suponen tambin

    elecciones de lo que se conserva, y lo que no, y por qu razn se opta por una u otra

    decisin, lo cual presupone la existencia de una coherencia entre estas acciones y

    las directrices misionales de una institucin como un museo.

    Estas elecciones relacionadas con el patrimonio son tambin decisiones polticas

    que, vistas desde un nivel crtico, pueden privilegiar o no determinadas versiones

    de la historia, valores artsticos o sociales en favor o en detrimento de determinados

    grupos sociales, tnicos o econmicos.

    Conservaresprotegerbienes culturales de riesgos como la destruccin, el deterioro o

    el robo. Es el restaurador o conservador quien tiene el conocimiento de las tcnicas

    requeridas para el tratamiento fsico de los objetos de una coleccin (restauracin,

    conservacin preventiva y curativa). El documento Conceptos claves de museologa,

    publicado por el Consejo Internacional de Museos (icom, por su sigla en ingls) en

    2010, seala que

    Las actividades de conservacin tienen como objetivo la puesta en

    marcha de los medios necesarios para garantizar el estado de un

    objeto contra toda forma de alteracin, a n de legarlo a la posteri-

    dad lo ms intacto posible. En su sentido ms amplio, estas activi-

    dades condensan las operaciones de seguridad general (proteccin

    contra robo y vandalismo, incendio o inundaciones, terremotos y

    motines), las disposiciones llamadas de conservacin preventiva,

    es decir el conjunto de medidas y acciones que tienen por obje-tivo evitar y minimizar los deterioros o prdidas futuras y [] la

    conservacin curativa como el conjunto de acciones directamente

    emprendidas sobre un bien cultural o un grupo de bienes, con el

    objetivo de detener un proceso activo de deterioro o reforzar su

    estructura.

    Parte de las actividades de conservacin preventiva incluyen el diseo de proce-

    sos que eviten el deterioro de las piezas cuando entran en un espacio expositivo, y

    contemplan la realizacin de estados de conservacin como referencia para moni-

    torear cualquier deterioro fsico de una pieza durante su exposicin, la instalacin

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    conceptosgeneralesdemuseologa23 24museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    grfco oguin museogrfco, articula los contenidos de una exposicin y sus concep-

    tos con la resolucin funcional de los mismos por medio del espacio de exposicin.

    Si bien hay diferentes deniciones de museografa, todas coinciden en denirla

    como una gura aplicada de la museologa que comprende el diseo e instalacin

    del espacio expositivo, e incluye tambin actividades de conservacin, registro, y

    arquitectura. La coordinacin de estas actividades la realiza un musegrafo, que

    se ocupa principalmente de las tareas inherentes a la exposicin y el acondicio-

    namiento del espacio. La museografa, en este sentido, tiene mucho de arquitec-

    tura y escenografa, por lo cual muchos profesionales de este campo provienen de

    estas disciplinas.

    La relacin entre estas variables hace que las condiciones de cada exposicin sean

    particulares, por no estar denida solamente por sus contenidos, sino tambin por

    el pblico que la visita y el espacio entendido como el lugar de experiencia del vi-

    sitante. La denicin de esta experiencia es una herramienta de comunicacin im -

    portante entre institucin y pblico, en la que entra en juego todo el conjunto de

    elementos, tanto internos como externos, de una exposicin que comprende la mu-

    seografa, los servicios complementarios, las publicaciones, el edicio, etc.

    coMunicAcin y Pblicos

    Un museo, una institucin cultural o cualquier espacio de difusin cultural hacen

    parte de una compleja red de mediaciones culturales que incluyen la Internet, el

    cine, la televisin, etc. La mediacin se entiende, en este mbito, como las interven-

    ciones que permiten establecer conexiones entre lo expuesto y el signicado que los

    objetos expuestos puedan tener.

    Con la mediacin se establecen vnculos y referencias comunes entre los visitantes.

    En este sentido, el hecho de hablar de mediacin simboliza una estrategia de comu-

    nicacin de carcter educativo que desarrolla una serie de tcnicas y medios alrede-

    dor de un proyecto expositivo o coleccin, con el n de facilitar el entendimiento y

    apropiacin de los mismos. En resumen, la mediacin le permite al individuo (como

    parte de un pblico) tener una mejor comprensin de s mismo por medio de los ele-

    mentos del arte y la cultura; sirve tambin para pensar la institucin cultural como

    transmisora de un patrimonio comn que rene a los miembros de una colectividad

    y les permite reconocerse.

    pblica, un centro cultural), cualquier proyecto de exposicin temporal debera

    poder responder a unos protocolos mnimos de conservacin mediante la capaci-

    tacin del personal encargado de exposiciones.

    exPosicin

    Una exposicin es tanto la accin de exponer, lo que se expone y el contexto donde

    se expone. El objeto expuesto en un contexto dado existe para emocionar, distraer

    e instruir, y por tanto tambin depende de todo el lugar que lo exhibe. As, una

    institucin como un museo no es solo un lugar destinado a cuidar o bjetos, sino que,

    como lo plantea Duchamp con el orinal convertido en obra de arte, puede cambiar

    una cosa en un objeto. Esta produccin simblica de objetos se construye a partir del

    trabajo de investigacin curatorial, de preservacin y comunicacin.

    La museologa usa el trmino objeto expuesto (expt) para designar tanto las obras

    originales de una exposicin, como todos los apoyos museogrcos que la com-

    plementan, como documentos sonoros, apoyos fotogrcos o en video, reproduc-

    ciones, maquetas, etc. Desde esta perspectiva tradicional, la exposicin funciona

    como un sistema de comunicacin particular que puede descansar sobre cosas

    verdaderas acompaadas por otros medios de exhibicin que ayudan a completar

    su signicado.

    Estas relaciones pueden ser cuestionadas en la medida en que muchas obras, como

    el caso del arte contemporneo, hacen uso de estrategias de exhibicin derivadas

    del mismo concepto de archivo, en las que la documentacin y el registro de la obra

    complementan su exposicin con comentarios sobre las relaciones museolgicas deexhibicin, y el lmite entre original y apoyo se diluye en la ambigedad museogrca

    planteada por la obra. De igual manera, la inclusin de medios electrnicos e Inter -

    net han ampliado la acepcin contempornea de exponer y plantean problemas de

    existencia de una exposicin por fuera de un lmite fsico; museos porttiles o de

    reproducciones son otros espacios que cuestionan las relaciones objetuales entre

    original y copia y entre espacio y modos expositivos.

    Las relaciones entre los expts expositivos en el espacio, y la experiencia del visi-

    tante en el mismo, son articuladas principalmente por la museografa entendida

    como un conjunto de tcnicas de exposici n que, bajo los trminosprograma museo-

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    conceptosgeneralesdemuseologa25 26museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    informacin que ampla el contenido de las ex posiciones, obras y artistas, y el envo

    de informacin a las bases de datos especializadas que maneja la institucin a por

    medio de sus correos electrnicos.

    En museologa, la nocin de pblico se reere tanto a usuarios de un determinado

    servicio o equipamiento cultural como a la comunidad servida por este, es decir, se

    encuentra en relacin con la poblacin del territorio donde se encuentra localizada

    una institucin y bajo la premisa del carcter pblico de dicha institucin. En la

    primera acepcin los visitantes no son simplemente una denicin genrica, sino

    que cualquier institucin o proyecto que se presenta y exhibe ante una audiencia

    determinada incluye tambin un gran nmero de pblicos especcos con caracte-

    rsticas y expectativas distintas. Las necesidades de reconocimiento de estos pbli-

    cos han generado investigaciones sobre estos y han hecho que se trate de de nirlos

    para crear y orientar programas especcos para responder a caracterizaciones tan

    diversas como nios, adultos, visitantes, usuarios, minusvlidos, consumidores, ob-

    servadores, espectadores, audiencia, etc.

    Esta preocupacin por la denicin de pblicos ha conducido a la realizacin de

    estudios sobre los mismos como herramienta para denirlos, y la metodologa y

    aplicacin de estos estudios es cercana a principios de mercadeo, como lo es la seg-

    mentacin de mercados.

    En esta medida, los esfuerzos de una institucin en el mbito de la comunicacin

    deben responder a la relacin que se quiera establecer con los diferentes grupos que

    se han identicado como pblico objetivo. Esta identicacin permite no solo gene-

    rar actividades que se enmarquen en la programacin en la sede de una institucin,sino que posibilitan proyectar y disear programas innovadores que sirvan a pobla-

    ciones por fuera de un espacio fsico de nido, y que abarquen ms un territorio que

    unas salas de exposicin.

    Gestin

    La gestin comprende acciones que, si bien no hace n parte de las actividades misio-

    nales de una institucin como un museo, permiten que en la operacin diaria sea

    posible llevar a cabo los objetivos y metas de una institucin o proyecto cultural.

    En ella se involucran actividades que incluyen tareas relacionadas con aspectos

    En la museologa, la comunicacin presenta los resultados del trabajo de curadura e

    investigacin realizado a partir de una coleccin (exposiciones permanentes) o tra-

    bajos que pueden ser desarrollados fuera de la institucin (exposiciones temporales,

    proyectos urbanos, trabajos con comunidades). Como productos, estos pueden in-

    cluir catlogos, talleres, visitas guiadas, conferencias, etc.

    Un primer nivel de esta comunicacin se da mediante programas de educacin, que

    son implementados por medio de programas pblicos (adultos o infantiles) desarro-

    llados por equipos de trabajo especializados, que pueden incluir directores de educa-

    cin o programas pblicos, educadores, guas de sala y talleristas, entre otros. Estos

    programas incluyen actividades de todo tipo, como conferencias, encuentros, talle-

    res, seminarios, etc., que pueden realizarse dentro o fuera de la sede de la institucin.

    En esta medida, la educacin tiene como objetivo ampliar los campos de interpreta-

    cin de un museo, proyecto expositivo o institucin cultural con el n ltimo de con-

    tribuir a la formacin integral de las audiencias que se relacionan con l y concierne a

    todas las actividades que puedan ser ofertadas indistintamente de edad, nivel educa-

    tivo y origen social del pblico. Conceptos como animacin, accincultural o mediacin

    son caractersticos de este esfuerzo de transmisin por medio de la educacin.

    Las publicaciones son otra forma de comunicacin que bien puede operar conjunta

    o independientemente de los programas pblicos, en la medida en que son activi-

    dades que pueden ser entendidas como complementarias. Las publicaciones inclu-

    yen catlogos, guas de estudio o materiales de informacin complementarios a una

    exposicin. Pueden comprender tambin herramientas de comunicacin en lnea

    con el pblico, como foros por medio de las redes sociales (You Tube, Twiter o Face-book), al igual que catlogos o exposiciones en lnea.

    Finalmente, las acciones de divulgacin y prensa desarrolladas como apoyo a los

    programas de una institucin o proyecto cultural son fundamentales para dar a co-

    nocer las actividades a unos pblicos potenciales. Ellas se implementan por medio

    de personal interno encargado de prensa o pueden ser contratadas externamen-

    te con comunicadores o agencias de prensa. Sus actividades estn centradas en el

    contacto permanente con periodistas por medio de comunicados de prensa y rela-

    ciones pblicas, que tienen como objetivo generar notas en diferentes medios de

    comunicacin; el montaje y alimentacin de las pginas web con la programacin e

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    2827 museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    Notas sobre lacuradura autoral

    Jos Roca

    contables, nancieros, jurdicos, seguridad, mantenimiento, mercadeo, recursos

    humanos, etc., as como aspectos relacionados con procesos de planicacin estra-

    tgica a mediano y largo plazo. Existen numerosas tareas de orden administrativo,

    como logstica, seguridad, informtica y marketing, cuya importancia es creciente.

    La privatizacin que se viene dando en diferentes sectores, incluyendo el cultural,

    los recortes de los recursos estatales y, en general, una tendencia global hacia eco-

    nomas de mercado, han propiciado que tanto las instituciones culturales como los

    proyectos de autogestin se ubiquen en un mismo plano de necesidades en la bs-

    queda de nuevas formas de nanciacin, sostenibilidad y rendicin de cuentas. Con

    respecto al alcance pblico de sus actividades, involucran cada vez ms preceptos

    de administracin y mercadeo tomados de los sectores comerciales de la sociedad.

    En este contexto, el mercadeo cultural aparece como una herramienta especca

    que sirve para denir estrategias, tomar en cuenta a las diferentes clases de p -

    blicos, crear programas y exposiciones (vistos como los servicios que oferta una

    institucin o proyecto), hacer bsqueda de recursos, que pueden provenir de do-

    naciones (con guras ampliamente generalizadas, como las sociedades de amigos)

    o responder al diseo de formas alternativas de nanciacin (alquiler de espacios,

    tiendas, restaurantes, etc.).

    En esta situacin aparece gran parte de los d ilemas ticos de las organizaciones cul-

    turales de hoy en da, y representan un reto en cuanto al equilibrio interno de las

    relaciones entre actividades dedicadas al desarrollo de la misin institucional y acti-

    vidades que generan ingresos y permiten sostenibilidad nanciera, pero que por su

    carcter tienen una vocacin mucho ms orientada al sector comercial.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    30

    La curadura en el campo artstico es una disciplina relativamente recien-

    te, especialmente como la entendemos hoy en da: un acto de creacin.1

    Mucho se ha discutido sobre si el curador es un artista o si quiere su-

    plantarlo. La verdad es que esta discusin surge ms de las angustias de

    algunos artistas que de las intenciones de la mayora de los curadores, que nunca se

    han planteado su labor como una creacin de carcter artstico, sino como un ejer-

    cicio creativo a partirdel trabajo de los artistas. No he conocido an un solo caso en

    que un curador se autoproclame artista. Lo primero que debe entender un curador

    es que su trabajo solo es posible gracias a los artistas, y no al contrario. Un artista

    puede existir sin curadores; lo contrario es imposible.

    La gura del curador2 ha existido desde hace tiempo en el mbito artstico, y su

    trabajo se realizaba primordialmente dentro de instituciones: era quien estaba a

    cargo del cuidado de una coleccin.3 Pero desde los aos setenta, a partir del trabajo

    pionero de personas como Harald Szeemann, Walter Hopps, Seth Siegelaub y Pontus

    Hultn, entre otros, comenz a entenderse la curadura como una disciplina con una

    dimensin autoral.4 Para la curadura autoral, la exposicin es anloga a un medio

    1 Al r especto se pueden consultar mis textos: Curadura crtica (http://www.universes-in-universe.de/columna/

    col16/col16.htm), Curar el museo (http://www.esferapublica.org/archivox0.htm), Bienalidades (http://

    bienalmercosul.art.br/blog/bienalidades/) y Do-declogo (http://bienalmercosul.art.br/blog/wp-content/

    uploads/duodecalogo.pdf).

    2 Con plena conciencia de la incorreccin poltica con respecto al gnero, y con nes de legibilidad, utilizar la

    palabra en masculino para no llenar el texto de aclaraciones como curador/a o, peor an, l@s curador@s, etc.

    3 Muchos curadores institucionales son los conservadores de las colecciones: personas expertas en una rama

    especca del saber, que cuidan de una coleccin, la estudian y la exhiben.

    4 En los ltimos aos se ha conformado una extensa bibliografa sobre el tema, resultado en parte de la profusin de

    programas de estudios curatoriales en todo el mundo. Para escuchar la voz de los pioneros de esta disciplina vale

    la pena ver los libros de entrevistas a curadores realizados por Carolee Thea, Foci: Interviews with Ten International

    Curators (Nueva York, Apexart, 2001), y Hans Ulrich Obrist, Breve historia del comisariado (Madrid, Exit, 2010).

    Jos Roca

    Curador adjunto de Tate Modern, en Londres. Durante una d-cada dirigi el Programa de Artes en el Banco de la Repblica,en Bogot, una de las instituciones ms respetadas en el circui-to latinoamericano. Fue cocurador de la 1. Trienal Poli/grcade San Juan de Puerto Rico (2004), la27. Bienal de So Paulo, Bra-sil (2006), el Encuentro de Medelln MDE07(2007); Cart[ajena], unaserie de intervenciones urbanas en Cartagena, Colombia (2007)

    y fue el director artstico de Philagrka 2010. Form parte deljurado de los premios de la 52. Bienal de Venecia (2007) y fue elcurador general de la Bienal do Mercosul 8(2011), en Porto Ale-gre, Brasil.

    http://www.philagrafika2010.org/http://www.bienalmercosul.art.br/http://www.bienalmercosul.art.br/http://www.philagrafika2010.org/
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    notassobrelacuraduraautoral31 32museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    en eso: escoger los artistas y las obras que conformarn una exposicin. La denicin

    de los criterios para esa escogencia es el punto de partida del acto curatorial, pero es

    en la mirada particular del curador y en las relaciones que logre establecer entre las

    obras que selecciona y el contexto en que realiza su exposicin donde est la dife-

    rencia entre una curadura lograda y una que no lo es. Esto es, por supuesto, eminen-

    temente subjetivo. En esta dimensin cualitativa radica el valor del trabajo curatorial.

    Una forma bsica de aproximarse al acto curatorial es denir un marco terico que

    permita reducir el universo para hacerlo ms manejable. Si curaresseleccionar, enton-

    ces tambin es excluir. Cualquier campo, incluso el artstico, es enorme e imposible de

    abarcar; es por eso que se hace necesario reducirlo a una dimensin razonable que

    permita actuar sobre l, ms an cuando hoy en da es lcito incluir en una exposicin

    de arte objetos que no pertenecen al campo artstico, lo cual ampla an ms el radio

    de accin y las posibilidades para escoger. La forma ms habitual de reducir el univer-

    so es denir un tema, que servir de ltro para mirar la produccin artstica de una

    regin, pas, o del mundo entero, segn sea el mbito en que se inscriba el proyecto

    curatorial. A modo de ejemplo vamos a imaginar una exposicin llamada Escultoras

    santandereanas de la dcada de los setenta. Este ttulo descriptivo ya establece varios pa-

    rmetros para reducir el campo de accin: de gnero (mujeres), de medio (escultura),

    geogrco (una determinada regin de Colombia) y temporal (una dcada precisa).

    Pero ninguno de los parmetros anteriormente citados es estrictamente restrictivo,

    ni de su conjuncin resulta automticamente una curadura: una vez que se dene el

    marco, las obras que la conformarn sern escogidas no solamente por s u pertinencia

    respecto a estos parmetros, sino por su calidad intrnseca y por las relaciones que

    puedan establecer con las dems. Y es all que la experiencia, el conocimiento, y lo que

    se llama coloquialmente el ojo del curador empiezan a entrar en juego.

    Volviendo a la hipottica exposicin, an si el ttulo parece describir un campo bas-

    tante preciso, es en la cualicacin del marco en que comienza a volverse compleja

    la tarea del curador: una artista con obra primordialmente bidimensional, pero in-

    uyente en el desarrollo de un movimiento escultrico posterior, puede formar parte

    de la exposicin? Alguien que trabaj esencialmente en la dcada anterior puede ser

    incluida como precedente histrico? Una escultora venezolana que trabaj con sus

    pares al otro lado de la frontera debera ser tenida en cuenta a pesar de no ser colom-

    biana? Estas y muchas otras preguntas comenzarn a aparecer en el desarrollo del

    proyecto curatorial que tomamos como ejemplo. Las respuestas solo pueden provenir

    como la pintura, la escultura o el grabado, y ese medio es la forma de expresin

    de las mitologas individuales del curador. Szeemann lo dene de manera contunden-

    te: Con el medio de la exposicin uno puede mostrar una idea personal, biogrca,

    utpica.5 Walter Hopps armaba que era partidario de las presentaciones radica-

    les o arbitrarias; de las presentaciones que tienen en cuenta factores interculturales

    e intertemporales extremos, a partir de todos los artefactos que tenemos. 6 La cura-

    dura autoral se concibe como un ensayo transmedial, interdisciplinario y a menudo

    no cronolgico, en contraste con una aproximacin ms convencional a la exposi -

    cin entendida como la historia (lineal) del arte. Szeemann es a la vez el paradigma

    de esta aproximacin, y el ejemplo ms extremo. Para los curadores de la siguiente

    generacin, la dimensin puramente autoral se ve relativizada mediante una rela-

    cin de complicidad y dilogo con los artistas. O sera ms exacto decir que esta rela-

    cin es explicitada, pues ya exista en el trabajo de Sze emann y sus contemporneos.

    Por ejemplo, para Hou Hanru la curadura consiste en plantear una pregunta, y que

    el artista participe tanto en su formulacin como en la respuesta, con el n de que el

    proceso sea una colaboracin.7 Para Hans-Ulrich Obrist el curador es un catalizador,

    y debe poder desaparecer una vez que logra poner en escena el trabajo del artista;

    para Victoria Noorthoorn no se trata simplemente de mediar o de presentar lo que

    hacen los artistas: en el dilogo con el artista el curador debe siempre mantener una

    mirada crtica: como todo buen escritor, todo artista necesita de un buen editor. 8

    curAr = seleccionAr

    Etimolgicamente, curarproviene de cuidar, estar a cargo de algo.9 Pero una de sus acep-

    ciones contemporneas es la deseleccionar. El acto del curador consiste exactamente

    5 Harald Szeemann, en Carolee Thea, op. cit., p. 21. El trmino mitologas individuales, usado en Documenta 5, y su

    complementariomuseo de las obsesiones son conceptos acuados por Szeemann, para quien la nica posicin tica del

    curador contemporneo consiste en presentar su muy personal visin del arte.

    6 Walter Hopps, citado en Hans-Ulrich Obrist, op. cit., p. 37.

    7 Ibid., p. 29.

    8 En Curadura en las artes plsticas: Arte, ciencia o poltica? (http://www.elbasilisco.com/archivos_pdf/

    pensando_6.pdf).

    9 Del latn curtor, -ris: Que tiene cuidado de algo. [] Persona elegida o nombrada para cuidar de los bienes o

    negocios de un menor, o de quien no estaba en estado de administrarlos por s (Diccionario de la Real Academia

    Espaola). En el campo artstico, el trmino curadorproviene del medio museal anglosajn, en donde se utiliza la

    palabra curator. En pases como Francia y Espaa se utiliza la palabracomisario, que implica estar a cargo de un

    proyecto, mas no tiene la dimensin autoral que el concepto de curadura tiene hoy en da.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    notassobrelacuraduraautoral33 34museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    qu ser restrictivo y coartar la libertad creativa: siempre hay maneras de presentar

    un argumento cuando la obra ideal no puede ser presentada por cualquiera de

    las razones anteriormente invocadas. Las mejores decisiones curatoriales surgen

    precisamente de las restricciones y dicultades de orden prctico, que obligan al

    curador a imaginar soluciones creativas que se salen del marco habitual. La cu -

    radura es una ecuacin en la que la suma de todas las obras es ms grande que

    cada obra entendida en su individualidad: la friccin crtica es el suplemento que se

    crea por el dilogo, la yuxtaposicin, la oposicin y la complementariedad de las

    obras escogidas.

    curAr = MediAr

    Es claro que el curador es un mediador entre la obra y el pblico, pero no es un me-

    diador neutro. Muchos curadores se escudan tras una fachada de humildad: Soy

    un curador al servicio de los artistas; Soy un facilitador, y mi trabajo consiste

    simplemente en mediar la obra para el pblico; Soy solo un organizador de ex-

    posiciones, etc. Es sin duda una posicin polticamente correcta plantear la cura -

    dura como unservicio, pero en la realidad hay una dimensin subjetiva inocultable

    en el trabajo curatorial que se deriva del gusto y los intereses profesionales: el

    curador debe asumir su rol autoral en vez de tratar de ocultarse tras una supuesta

    objetividad, y usar responsablemente el poder que se deriva de las posibilidades

    de visibilidad para los artistas que implica su trabajo. Y con respecto al pblico, el

    curador debe explicitar las razones para sus escogencias, en particular en el mbito

    del arte contemporneo, que es a veces difcil de entender para un pbico no fami-

    liarizado. John Tagg deca que la curadura es como la cartografa, no solo porque

    mapea la produccin artstica de un contexto dado, sino porque, como en un mapa,las convenciones tienen que ser compartidas para que el resultado sea legible.11

    Hay al menos dos textos curatoriales: el discurso escrito y el que se forma por el

    dilogo entre las obras, que es propiamente la exposicin. El primero tiene el deber

    de explicitar las intenciones con el n de facilitarle al pblico la comprensin; el

    segundo, ms amplio e impreciso, se formar en la mente del visitante a partir de

    su recorrido.

    11 John Tagg,A Socialist Perspective on Photographic Practice: Three Perspectives on Photography (Londres, Hayward Gallery,

    1979), citado en Nairne Ferguson Greenberg, Curating: The Contemporary Art Museum and Beyond (Londres, Academy

    Editions, 1997, p. 30).

    del curador, que debe tomar decisiones, sustentarlas y estar dispuesto a defender-

    las: es para esto que se rma una curadura. Pero, como se dijo antes, aun si hay un

    marco muy preciso, el universo sobre el cual actuar seguir siendo muy amplio. Una

    curadura no consiste en reunir todas las obras que estn dentro de los parmetros

    denidos (en este caso, todas las esculturas realizadas por mujeres en los setenta en

    Santander); la labor del curador consiste en mirar con detenimiento este universo

    reducido valga el oxmoron para determinar cules obras de qu artistas tienen

    la mayor calidad y pertinencia, y establecer un dilogo en tre ellas que resulte en un a

    experiencia esttica e intelectual signicativa para el pblico visitante.

    curAr = neGociAr

    El primer aspecto que debe abordar un curador es establecer el qu, elpor quy elpara

    quin de la exposicin que piensa curar. En algunos casos esto ya est denido, como

    cuando se le pide que realice una exposicin de un artista en particular, o que cure

    una bienal en un sitio dado. La mayora de los proyectos de los llamados curadores

    independientes surge de encargos especcos de las instituciones, as que la nocin de

    independencia es relativa, y se reere ms a no trabajar directamente para una institu-

    cin en particular que a la voluntad de realizar un proyecto de manera independiente

    y luego buscar un lugar para exhibirlo. Pero no hay que aceptar los parmetros insti-

    tucionales como si fueran inamovibles: hay siempre una posibilidad de negociacin.

    La siguiente decisin es el cmo: hay que denir desde el inicio los aspectos prcti -

    cos de la exposicin, pues ellos determinarn las condiciones reales de posibilidad

    del proyecto curatorial: espacio, presupuesto, equipo de apoyo, recursos tcnicos,

    etc. Una curadura no es un ensayo textual que se puede ilustrar con las obras quemejor ayuden a comprender el sentido del mismo, sino un ensayo visual y espacial

    que se conforma a partir de las obras que estn disponibles. De nada sirve realizar

    una lista ideal de obras si no hay la posibilidad de tenerlas para la exposicin, por

    razones de presupuesto, disponibilidad o cuestiones prcticas como tamao, fragi -

    lidad o complejidad tcnica. En esto la curadura debe ser como la poltica: hacer lo

    mejor posible con los medios disponibles.10 Este principio de realidad no tiene por

    10 En mi condicin de director de Artes del Banco de la Repblica organic innumerables exposiciones curadas por

    curadores externos, y siempre me sorprendi que muchsimos de ellos entendan la curadura como una lista ideal de

    obras y no prestaban atencin alguna a cuestiones obvias, como si las obras cabran o no en el espacio disponible, si los

    propietarios estaban dispuestos a prestarlas, o incluso desconocan el paradero de las obras que incluan en sus listas.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    notassobrelacuraduraautoral35 36museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    curAr = escenificAr

    La curadura es un ensayo que se construye en el espacio; es decir, un proyecto

    curatorial no puede ser simplemente una lista de artistas y obras, sino una serie de

    relaciones entre las obras escogidas, entre estas y el espacio en que se despliegan, y

    entre las obras, el pblico y el recinto que los contiene. La curadura es indisoluble

    de la museografa, que debe estar a su servicio. Pero la concepcin del espacio y

    el recorrido forma parte de la labor del curador, en dilogo con los artistas im -

    plicados; el rol del musegrafo es ms tcnico que conceptual, y debe apoyar las

    decisiones curatoriales. Toda exposicin es una puesta en escena, y en este sentido

    implica una dramaturgia. El curador, por ello, tiene un rol anlogo al del director

    o el metteur-en-scne en el teatro. Tanto el recinto expositivo como el teatro mues -

    tran una obra para un pblico, solo que en el teatro los espectadores (generalmen -

    te) estn inmviles. Una exposicin no es una lista de obras o artistas, sino una

    experiencia corporal: la forma como se da esta experiencia en el espacio debe ser

    estudiada. Por dnde entro? Qu veo y qu o igo? Cul es el remate visual de cada

    movimiento? Una exposicin memorable se concibe en la mente, se compone en el

    espacio y se experimenta con el cuerpo.13

    13 Do-declogo,op. cit.

    curAr = relAcionAr

    Como se dijo anteriormente, curar es seleccionar. Pero no es solo esto: curar es

    tambin poner en relacin lo escogido. Se trata de crear un texto polismico que,

    aun si tiene una intencin ms o menos precisa lo que el curador quiere decir,

    puede ser ledo de muchas maneras por el pblico. Una curadura mal planteada

    puede terminar siendo didctica o conductista, y cerrar las posibilidades de lectura

    de una obra o conjunto de obras al reducirlas a ser meras ilustraciones del discurso

    curatorial.

    En toda exposicin hay una tensin entre la experiencia directa de la obra por el

    pblico y la interpretacin de lo que se presenta. Especialmente en contextos ins -

    titucionales, cuya misin es la educacin de la mirada y la formacin de pblico,

    existe el imperativo de proveer herramientas para interpretar. Las ayudas inter -

    pretativas ms usuales son los textos de pared, las chas tcnicas extendidas y las

    visitas guiadas. En algunos museos y eventos se realizan adems materiales didcti-

    cos especializados especcamente concebidos para la exposicin. Es siempre pre-

    ferible un poco de sobredeterminacin generada por un contexto interpretativo

    explicitado a una situacin en la cual el pblico no logra leer la intencionalidad de

    la curadura: debe existir una tica de la inteligibilidad. El curador tiene el deber de

    hacer que su discurso sea claro, y al mismo tiempo debe dar el espacio para que la

    curadura no se torne demasiado literal. Pero a veces se tiende a olvidar que el arte

    es una forma no-racional de aprender pues contiene un enigma que se resiste a

    la interpretacin, y que all radica su potencia. El museo siempre trata de facilitar

    la relacin entre el arte y el pblico proponiendo mecanismos que ayuden a com-

    prender lo que est siendo presentado. Pero el arte es en s mismo una instancia deconocimiento: tambin se aprende con los sentidos. En ocasiones, una imagen vale

    ms que mil palabras, un sonido vale ms que mil imgenes, y un aroma vale ms

    que mil sonidos. No sabemos cul ser el dispositivo que desencadene los procesos

    de conocimiento.12

    12 Do-declogo,op. cit. Este texto fue escrito originalmente para el blog de la 8. Bienal de Mercosul, que se realiz

    en Porto Alegre, Brasil, del 9 de septiembre al 15 de noviembre de 2011. Hace una referencia irnica al famoso

    Dogma 95 que orient la prctica del cine autoral dans de la dcada pasada.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    Museografa:la exposicincomo espacio de

    negociacin

    Luis Fernando Ramrez Celis

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    El dilogo entre las diferentes fuerzas que conforman un proyecto expositi-

    vo es denitivo para la denicin del diseo museogrco y las tcnicas de

    exhibicin.

    La museografa es siempre un espacio de negociacin, no solamente entre la obra

    de arte que se exhibe, el espacio y el pblico: la negociacin sucede a todo nivel,

    desde la que se da entre musegrafos, artistas y curadores, la conservacin de la

    obra, el espacio, la iluminaci n y el clima, hasta la que se d a a nivel de presupuestos

    y factibilidad de los proyectos.

    La prctica de la museografa para exposiciones de arte contemporneo se lleva

    a cabo esencialmente a partir de la obra de los artistas y su comunicacin con el

    pblico, siendo la curadura factor central de esta comunicacin. Esto signica que

    el musegrafo disea y produce a partir del ordenamiento conceptual que da la

    curadura y a la vez es responsable de cuidar la correcta presentacin de las obras,

    respetando su integridad fsica, conceptual y potica.

    Una museografa acertada sera aquella que es invisible, imperceptible; aquella

    cuya nalidad primera es hacer visible la obra del artista, su relacin con otras

    obras y el espacio, y la comunicacin con el pblico. Todo lo que no tenga que ver

    con esta relacin esencial debera pasar inadvertido . Sin embargo, la neutralidad de

    la museografa y el espacio de exposicin es otro punto susceptible de negociacin

    entre la curadura, la obra exhibida, el carcter propio del espacio, los recursos,

    las instituciones y el musegrafo mismo como diseador y ordenador dispositivo

    de exposicin.

    Luis Fernando Ramrez CelisArtista y muselogo. Obtuvo una maestra en Artes Plsticas enla Universidad del Estado de Nueva York, en Stony Brook, comobecario Fulbright, una maestra en Museologa en la Univer-sidad de Valladolid y una especializacin en Multimedia en laUniversidad de los Andes. Actualmente trabaja como curadorde programas nacionales en la Unidad de Artes y Otras Colec -ciones del Banco de la Repblica en Bogot.

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    museografa: laexposicin comoespaciodenegociacin41 42museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    posiciones en los museos y fuera de ellos, tcnicas que se denen a partir de la

    negociacin con la obra de arte, el espacio, el pblico, la conservacin, la curadura

    y los diferentes actores de un proyecto expositivo.

    Existen diferentes tipos de exposicin:

    Exposiciones temporales. Son exposiciones de una duracin corta, que puede

    ir desde un mes a tres meses, aproximadamente. Un ejemplo de este tipo de

    exposiciones sera la retrospectiva de un artista en un museo, una exposicin

    en una galera o un saln de artistas.

    Exposiciones permanentes. Por lo regular son exposiciones de colecciones de

    museos, y su duracin es prolongada. En ellas los movimientos de obras y los

    cambios en el montaje pueden suceder a partir del cuarto ao, o de un periodo

    mayor de tiempo. Ejemplos de exposiciones permanentes son las colecciones

    de arte de los grandes museos. Las colecciones permanentes generalmente se

    alimentan con ms piezas y se transforman lentamente: son entes orgnicos

    que en la mayora de los casos se renuevan completamente despus de perodos

    prolongados, por el crecimiento propio de las colecciones, por renovaciones o

    ampliaciones de la planta fsica.

    Exposiciones itinerantes. A diferencia de la exposicin temporal, la itineran-te est concebida para viajar e instalarse en diferentes sedes. Puede generarse

    como una exposicin temporal para convertirse en una e xposicin viajera, para

    lo que muchas veces se realizan ajustes a la seleccin de obras, dependiendo de la

    capacidad presupuestal y del espacio de los lugares que conformen el recorrido.

    Las tcnicas de exhibicin son diferentes para cada t ipo de exposicin. Mientras que

    para las exposiciones permanentes los dispositivos museogrcos deben ser disea -

    dos para duraciones de varios aos, esto es, pens ando en una mayor durabilidad de los

    materiales, las exposiciones temporales pueden utilizar en su museografa materiales

    y tcnicas de menor duracin. Una diferencia clara se puede ver en las caractersticas

    propias de las vitrinas permanentes y de las temporales: las vitrinas temporales sue-

    len ser mucho ms sencillas en diseo y produccin, pues deben garantizar la estabi-

    lidad de las piezas por un perodo de uno o tres meses, mientras que las permanentes

    debern garantizar la conservacin de las piezas por un trmino prolongado.

    definiciones

    El Diccionario de la Real Academia Espaola dene los trminos museologa y museo-

    grafa as:

    Mga.

    (De museo y -loga). 1. f. Ciencia que trata de los museos, su his -

    toria, su inujo en la sociedad, las tcnicas de conservacin y

    catalogacin.

    Mgaa.

    (De museo y -grafa). 1. f. Conjunto de tcnicas y prcticas rela-

    tivas al funcionamiento de un museo.

    La museologa y la museografa son dos disciplinas diferentes, pero que se comple-

    mentan una a la otra. La museologa es una ciencia aplicada cuyo objeto de estudio

    es el museo. Por otra parte, la museografa es una prctica ante todo tcnica, que

    se sustenta en la primera. La museologa estudia la historia del museo, la relacin

    entre las colecciones, el espacio y el pblico. Establece el engranaje entre las dife-

    rentes prcticas museales, como la conservacin, la educacin, la comunicacin, la

    curadura y la museografa, desde un punto de vista terico. La museografa pone

    en prctica la museologa. Es la puesta en escena del museo mediante el montaje de

    exposiciones y colecciones, la luminotecnia para salas y obras, el manejo del clima

    en las salas, la arquitectura de exposiciones, la sealizacin, el diseo de vitrinas y

    de soporte de piezas, etc. Sin embargo, las dos disciplinas se cruzan y se mezclan. El

    musegrafo debe ser tambin en parte muselogo. Debe conocer los fundamentosde la teora de museos y exhibiciones para poder poner en prctica adecuadamente

    las tcnicas. Pero estos trminos no se quedan solamente en el territorio del museo.

    El estudio de museos y las tcnicas de exhibicin expanden su campo para aplicarse

    fuera del museo. Es as como se habla de museografa para todo tipo de exposicio -

    nes, dentro y fuera del museo: galeras de arte, exposiciones en el espacio pblico,

    exposiciones grcas que circulan por bibliotecas y escuelas, exposiciones en espa -

    cios no convencionales.

    Volviendo a otra posible denicin del trmino, la museografa sera entonces el

    conjunto de tcnicas aplicadas para la puesta en escena y el funcionamiento de ex-

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    museografa: laexposicin comoespaciodenegociacin43 44museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    c a ma ava

    Para materiales orgnicos la humedad relativa recomendada est entre el 50 y el 60 %.

    Una humedad menor puede resecar las piezas y resquebrajarlas; una humedad mayor

    puede propiciar la aparicin de hongos y la deformacin de los materiales. El manejo

    de la ha humedad relativa es uno de los factores ms delicados, junto con el control de

    la iluminacin para la estabilidad y conservacin de las obras en una exposicin.

    La temperatura tambin debe mantenerse constante dentro de unos rangos ideales:

    entre 17 y 24 grados centgrados, evitando cambios bruscos. Las variaciones en la

    temperatura afectan directamente la humedad relativa. A mayor temperatura, dis-

    minuye la humedad relativa, y lo contrario. Las variaciones en la humedad y tempe-

    ratura pueden acelerar las reacciones en los materiales, pueden deformarlos y propi-

    ciar la aparicin de hongos.

    e m a

    El sistema de cerramiento es la interfase entre el ambiente natural externo y el sis-

    tema articial interno. Las caractersticas del permetro de cerramiento de la sala

    son muy importantes para lograr las condiciones deseadas en el interior y evitar al

    mximo el deterioro de las obras: la proteccin contra la humedad, las variaciones

    de temperatura o la incidencia directa de la luz natural sern necesarias en mayor

    o menor medida, dependiendo del tipo de materiales y obras que se exhiban en

    el interior.

    En trminos de conservacin de las obras, una de las funciones de la arquitectura yla museografa es el control o el re emplazo de condiciones naturales de iluminacin

    y clima con condiciones articiales de luz y clima.

    La sala de exposicin ideal puede modicar sus condiciones de iluminacin, tempe-

    ratura y humedad relativa, segn las necesidades de la exposicin. Sin embargo, la

    mayora de los espacios que alojan obras de arte estn lejos de este id eal y es funcin

    del musegrafo lograr las mejores condiciones posibles y a la vez negociar las exi-

    gencias de los conservadores para lograr el objetivo central de exponer las piezas

    al pblico.

    Por ltimo, las exposiciones itinerantes son aquellas que estn concebidas para

    viajar y mostrarse de manera temporal en diferentes espacios de exposicin. La

    condicin de exposicin viajera hace que el tema presupuestal sea sensible por

    los gastos de embalajes, transporte y seguros. Muchas exposiciones itinerantes

    se nancian con la previa participacin y acuerdo de diferentes instituciones que

    pueden compartir los gastos iniciales del proyecto. Las exposiciones itinerantes

    tambin pueden ser de carcter documental, y en ellas los materiales que viajan

    son impresos con la informacin grca fotogrca y textual de un determinado

    proyecto.

    el contenedor

    El contenedor de la exposicin es el edicio del museo, la galera o cualqui er espa-

    cio adaptable para exposiciones de arte. En trminos de conservacin, el edicio

    y su contenido se pueden considerar como un ecosistema para bienes cultura-

    les, en el sentido de que hay un entorno o un medioambiente que debe funcio-

    nar adecuadamente para las obras de arte y las colecciones. Este medioambiente

    est principalmente determinado por las condic iones de humedad y temperatura,

    la iluminacin y los materiales de la construccin. Un entorno ideal debe tener

    una temperatura y humedad relativa estable y controlable para poder adaptarse

    al tipo de material exhibido: el papel soportar mucho menos la humedad y la

    luz natural que la pintura sobre lienzo, por ejemplo. Naturalmente, las condicio-

    nes ideales solo se dan en edicios diseados y construidos especcamente para

    alojar exhibiciones. Cuando se trabaja en edicios que no tienen las condiciones

    necesarias surge la necesidad de intervenir el espacio tcnicamente para mejo-

    rar esas condiciones. En este sentido, la negociacin se da entre la exigencia decondiciones climticas y de iluminacin de una determinada obra o coleccin que

    se quiere exhibir y las posibilidades que da el espacio para adaptarse a esas con-

    diciones: un espacio con luz natural no controlada y una humedad alta o variable

    no podr recibir una exhibicin de papel, pues habr riesgo de deterioro de las

    piezas. Habra que controlar las entradas de luz, in stalar sistemas correctivos para

    la humedad, como equipos deshumidicadores, sellar posibles entradas de aire

    o de goteras, instalar dobles muros de dry wall en los permetros, mejorar pisos,

    todas las labores de adecuacin necesarias hasta obtener lecturas de humedad y

    temperatura correctas.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    museografa: laexposicin comoespaciodenegociacin45 46museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    que la mayora de las piezas tengan un recinto independiente que controle la

    oscuridad y la acstica. Instalaciones o grupos de obras de un solo artista en una

    exposicin colectiva pueden requerir tambin de un rea independiente dentro

    del conjunto expositivo.

    Espacio mixto. Se trata de un espacio de mayor escala donde se pueden combi-

    nar espacios abiertos y sucesiones de espacios divididos. En todo caso, el diseo

    museogrfico deber ser capaz de potenciar las condiciones espaciales del lugar

    para traducir el guin curatorial en una experiencia visual y espacial coherente.

    Espacios de circulacin. Usualmente los espacios de circulacin o de paso,

    como vestbulos, corredores, rampas y escaleras, no son los ms apropiados para

    la exhibicin de obras, por el riesgo que se corre de contacto con el pblico o las

    variaciones de clima que pueden tener lugar. Sin embargo, dependiendo del tipo

    de obra y de las recomendaciones del curador y artistas, estos espacios pueden

    ser usados para instalar piezas.

    Otros espacios. Las exposiciones de arte contemporneo tienden a ocupar es -

    pacios no convencionales en los edificios mismos, como fachadas, circulaciones,

    techos, patios, vestbulos e incluso baos. Todas estas posibilidades se evalan

    en concordancia con los artistas y el curador, y nunca podrn ser soluciones

    meramente museogrficas que atenten contra las caractersticas propias de

    la obra de arte.

    El recorrido. Podemos hablar de dos tipos de recorrido bsico: lineal y no li-

    neal. El espacio mismo sugiere el tipo de recorrido que puede tener la exposi-cin. Si se trata de una exposicin de carcter cronolgico, el sentido del reco -

    rrido de izquierda a derecha en los muros puede indicar el sentido de la visita,

    pero es la manera como se inicia el recorrido y la sucesin de los espacios lo que

    va a condicionar el sentido del recorrido en la exposicin. Por otra parte, un

    recorrido no lineal no sugiere un orden especfico de visita de la exposicin: la

    no linealidad propicia relaciones entre las obras. Ambos tipos de recorrido se

    pueden proponer en espacios de carcter diferente: abierto o fragmentado. Los

    recorridos lineales obligados, en los que hay una entrada y una salida, y solo un

    sentido por el que circular en el espacio, resultan montonos y tienden a cansar

    al pblico.

    AdecuAcin de esPAcios

    La adecuacin de los espacios va desde las medidas bsicas arquitectnicas para me-

    jorar las condiciones de temperatura, humedad e iluminacin, hasta la generacin

    de espacios y recorridos a partir del guin curatorial.

    Ma a

    Impermeabilizacin de techos, limpieza de bajantes, construccin de paneles pe-

    rimetrales con dry wall para aislar las humedades en muros, cierre de ventanas y

    puertas innecesarias con paneles, mejora e instalacin de sistemas de iluminacin,

    aplicacin de ltros solares en las entradas de luz natural, instalacin de equipos

    para control de las condiciones de humedad y temperatura, aire acondicionado, des-

    humidicadores, etc.

    tp pa p

    El guin curatorial puede sugerir el tipo de espacio y recorrido que se requiere:

    Espacio abierto. El espacio se deja libre de divisiones. Las obras estarn en dilo-

    go unas con otras y la iluminacin se podr manejar teniendo en cuenta reas de

    menor incidencia para proyecciones de video o para obra en papel. En un espacio

    abierto conviven obras y soportes de diferente tipo, lo que hace que las condicio-

    nes ambientales deban promediarse para los diferentes sustratos y materiales: la

    obra en papel tendr ms luz de lo recomendado y las pinturas tendrn menos

    luz de lo esperado; las proyecciones de video se vern menos fuertes y los sonidoscontaminarn el espacio. En la mayora de los casos una buena distribucin mu-

    seogrfica y curatorial puede convertir estas desventajas en ventajas y lograr una

    exposicin exitosa mediante la negociacin entre los requerimientos particulares

    de cada una de las obras y el concepto general de la exposicin. El espacio abierto

    destinado para obras de una sola tcnica o soporte es mucho menos complejo

    de manejar.

    Sucesin de espacios divididos. A partir del guin curatorial, el diseo del espa-

    cio puede requerir recintos individuales para grupos temticos, cronolgicos, o

    grupos por tcnica (dibujo, pintura, video). Una muestra de video podr requerir

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    museografa: laexposicin comoespaciodenegociacin47 48museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    vida til limitada. Se recomienda tambin filtrar con vidrios opalizados o esme-

    rilados para reducir la incidencia de la luz.

    Hoy en da cada vez ms se estn aplicando sistemas de iluminacin led, que elimi-

    nan las radiaciones nocivas para las obras, reducen el consumo de energa de mane-

    ra drstica y son de larga duracin (20 aos). Sin embargo, no todos los espacios de

    exposicin tienen acceso a este tipo de tecnologa, por lo que se deben seguir usando

    fuentes lumnicas de tecnologas anteriores.

    La poltica de conservacin debe ser dialctica en cuanto al tema de la luz. Los 50

    luxes requeridos para obra sobre papel no son absolutos. Cuando conviven obras de

    diferentes materiales y sensibilidades, habr que hacer sufrir ms a unos (papel) y

    exponer a otros por debajo de lo que soportan para lograr un equilibrio. La luz es

    energa, y casi siempre va a ser causa de deterioro.

    f ma

    El led (light emitting diode) es un dispositivo semiconductor (diodo) que emite luz.

    Este fenmeno es una forma de electroluminiscencia. El color (longitud de onda)

    depende del material semiconductor empleado. Los ledes de luz blanca permiten

    sustituir las bombillas actuales, emisoras de radiaciones dainas, por dispositivos

    mucho ms ventajosos. Esta tecnologa consume un 92 % menos que las bombi -

    llas incandescentes de uso domstico comn y un 30 % menos que la mayora de

    los sistemas de iluminacin uorescentes; los ledes pueden durar hasta 20 aos y

    suponer un 200 % menos de costos totales de consumo de energa, si se comparan

    con las bombillas o tubos uorescentes. Los ledes son ideales para iluminacin devitrinas, y pueden sustituir a la bra ptica, que en su momento se pens como la

    mejor alternativa.

    La luz halgena es la ms difundida en el medio por la disponibilidad de pro-

    ductos en el mercado, y porque reproducen de manera correcta los colores. Se

    recomienda usar con luminarias que tengan ltro ultravioleta o bombillas que

    vengan ya con este ltro incorporado. Como en todas las luces incandescentes,

    la emisin de calor es considerable, por lo que se recomienda tener la fuente de

    luz alejada de las obras. Es dimerizable y en el mercado se consiguen luminarias

    de bajo costo.

    luz, luMinotecniA

    La iluminacin es uno de los componentes ms importantes del diseo museogr -

    co, y no solamente en trminos de conservacin de las obras: la iluminacin ayuda

    a denir el espacio, puede modicar su escala o puede alterar el carcter mismo de

    la exposicin.

    ca a

    La luz blanca o solar est compuesta por el espectro visible de la luz, que es la luz

    que el ojo humano es capaz de percibir, y por las longitudes de onda que no son

    perceptibles por el ojo humano: infrarrojas y ultravioletas.

    La museografa trata de evitar esta parte invisible del espectro, que es la ms peligrosa

    para la conservacin de las obras: ultravioletas e infrarrojos. Los ultravioletas destru-

    yen los enlaces qumicos, mientras que el calor que producen los infrarrojos afecta las

    propiedades mecnicas de la obra y aumenta la velocidad de las reacciones qumicas.

    La cantidad de luz a la que se expone una obra tambin puede ser factor de de-

    terioro. Los materiales ms sensibles a la luz son los de origen orgnico, como

    papeles y textiles, para los que se recomiendan intensidades de luz de alrededor

    de 50 lux. Para materiales medianamente sensibles, como pintura al leo sobre

    lienzo o madera pintada, la recomendacin es de 150 lux. Los materiales menos

    sensibles a la luz son metales, piedras, vidrio, cermica y madera. El objetivo es

    tratar de aplacar o de minimizar los daos. Existen varias maneras de reducir la

    incidencia de la luz:

    Tiempo de exposicin. Las obras ms sensibles a la luz no deben exhibirse de

    manera permanente, como por ejemplo acuarelas, dibujos sobre papel o graba-

    dos. El dao que hace la luz sobre estos materiales es acumulativo, por lo que en

    muchas colecciones se opta por exhibirlos por cortos perodos de tiempo con

    cantidad de luz muy baja y sensores de presencia de pblico para encender luces

    en la sala.

    Filtros. Es necesaria la utilizacin de filtros uv, ya sea para las luminarias o para

    las entradas de luz natural. Se debe tener en cuenta que los filtros tienen una

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    museografa: laexposicin comoespaciodenegociacin49 50museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    ndice de reproduccin cromtico. Es un valor que mide la reproduccin delos colores de una determinada fuente lumnica. El ndice de reproduccin de la

    luz natural es 100. Para que una luz devuelva bien los colores, debe tener todo

    el espectro: la luz natural. Dos fuentes lumnicas con igual temperatura de color

    pueden reproducir el color de manera distinta. En general, se puede decir que

    entre ms alto el valor del ndice, es mejor. A partir de un valor de 85 para abajo

    el color se desvirta.

    tp maa ma

    Wallwasher. Este tipo de luminaria est diseado para baar el muro desde elcielorraso hasta el piso de manera bastante uniforme. Instaladas una tras otra

    pueden iluminar el muro de manera completa sin tener reas de sombra entre

    una y otra. Es apropiada para montajes de obra bidimensional sobre muros.

    Luminarias puntuales. Una de las ms comunes es la que utiliza bombilloshalgenos AR111. Se pueden usar para dar acento a obras en el muro o para

    iluminar objetos tridimensionales sobre bases o debajo de urnas. Otro tipo de

    luz puntual un poco en desuso es el de las bombillas dicroicas. As como las

    ar111, se pueden conseguir con diferentes grados de apertura, para abarcar

    mayor o menor rea.

    Luminarias de recorte. Son aquellas que vienen con un dispositivo para en-

    marcar o recortar el rea iluminada. Algunas vienen con lentes especiales para

    lograr el recorte perfecto; otras, con aletas para restringir la incidencia de la luz.

    Tanto las luminarias baadoras de muro como las puntuales y de recorte se con -

    siguen hoy en da en tecnologa led, a unos costos mucho ms elevados pero con

    benecios a largo plazo.

    Siempre se pueden combinar las fuentes lumnicas. Por ejemplo, una sala puede

    tener una luz ambiente uorescente y luces puntuales halgenas incandescen-

    tes. La luz uorescente da el cuerpo, la puntual el acento.

    El ideal para cada montaje de una exposicin es desmontar todas las lmparas,

    limpiarlas y cambiar todos los bombillos, ya que el desgaste diferencial de los

    La bombilla incandescente convencional produce 90 % de calor para un 10 % de luz,

    por lo cual es una fuente no eciente y genera demasiadas emisiones infrarrojas.

    Todava muchas salas en el pas tienen este tipo de fuentes lumnicas. La recomen-

    dacin ms importante para este tipo de fuente es tenerla lo ms alejada posible de

    las piezas.

    La luz uorescente es una de las ms verstiles, aunque en Colombia no hay gran

    variedad de productos. Una de las ventajas de este tipo de fuente lumnica es que

    produce mucho menos calor que las halgenas incandescentes. Esto hace que sea

    una fuente prctica para utilizar en vitrinas. Los bombillos uorescentes compac-

    tos, o ahorradores, ofrecen diferentes tonos de luz, siendo los clidos los ms

    apropiados para aplicar en exhibiciones. Emiten radiacin ultravioleta, y por ello

    se recomienda utilizarlos con ltros en caso de tener materiales sensibles a la luz.

    La luz natural es la referencia para calicar las fuentes lumnicas articiales, pues

    es la fuente que reproduce de manera natural los colores. La luz natural es la

    ms difcil de controlar y en gran medida esto depende de los dispositivos ar-

    quitectnicos con que cuente la sala, como entradas de luz cenital controladas,

    orientacin de las entradas de luz, ltros solares en los vidrios, persianas para

    oscurecer. La medida ms evidente que se debe tomar es la de evitar la entrada

    directa de los rayos del sol a las salas. Esto afecta inmediatamente la temperatu -

    ra interior, y si incide directamente sobre una obra, el dao puede ser rpido e

    irreparable. Una de las dicultades arquitectnicas de las entrada de luz cenital

    no es la luz precisamente, sino el agua. El control del agua lluvia no es un tema

    fcil, y la presencia de marquesinas o claraboyas en las salas de exposicin siem -

    pre genera un riesgo que se puede evitar en parte con el permanente manteni-miento de las ventaneras, empaques de vidrios y sellamientos, y la limpieza de

    las bajantes de agua.

    Pam

    Temperatura de color. A mayor temperatura de color, la luz presenta una apa-

    riencia ms fra (azulosa). La temperatura de color de una fuente de luz define su

    tono blanco, amarillo o azul. Un fil amento incandescente produce una tempera-

    tura de 3200 K. El estndar para iluminacin es de 2800 a 4000 K, para cantida-

    des de luz por debajo de 250 lux.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    museografa: laexposicin comoespaciodenegociacin51 52museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    c

    El uso de colores en las salas de exposicin es un tema delicado. Como regla general,

    los colores saturados en los muros cansan la vista del visitante y generan la percepcin

    de halos de color alrededor de las obras. Para mejorar la percepcin de las obras en

    este tipo de montaje se requiere mayor potencia de luz, lo que implica temas de con-

    servacin de las obras.

    l pa m aa

    El efecto luz-sombra, luz-sombra es agotador. La iluminacin puntual obra a obra

    no es la ideal: cansa la vista y este tipo de montaje puede interferir con las obras.

    Para exposiciones de arte contemporneo, el color utilizado en los muros por lo

    general se usa cuando hace parte de la de la obra misma, que puede estar concebida

    como instalacin. En la mayora de los casos se recomienda usar colores neutros,

    como el blanco o el gris.

    Ap mg

    Los apoyos museogrcos acompaan al visitante en su recorrido desde la seali -

    zacin externa del edicio, por ejemplo, mediante vallas y pendones, hasta la cha

    tcnica especca de cada obra. La imagen grca de la exposicin se maniesta

    en este material de apoyo, que idealmente debe mantener una unidad grca con

    los impresos y catlogos. Los tamaos y tipos de apoyos varan de una exposicin

    a otra, pero en trminos generales podramos enumerarlos as: pendn exterior,sealizaciones interiores, texto o panel de presentacin, texto por grupo temtico

    en el interior de la sala, cha tcnica de la obra, cha extendida con texto especco

    sobre algunas obras.

    El diseo grco y la presencia de lo s apoyos que aparecen en las salas, y que tienen

    relacin con las obras, deben tener cierto grado de neutralidad, para no compe-

    tir con las obras. Un error comn es el de sobredisear las chas tcnicas con la

    presencia de logos y colores, creando as una constante de distraccin visual en el

    plano de exposicin, que puede llegar a interrumpir la continuidad del recorrido y

    bombillos causa diferencias en los colores. Naturalmente, los presupuestos dif-

    cilmente permiten esto.

    disPositiVos, color y APoyos MuseoGrficos

    Va

    Como mencionbamos anteriormente, las vitrinas para exposiciones permanentes

    requieren de un proceso de diseo y produccin mucho ms complejo que lo que

    puede representar una urna de acrlico para una exposicin temporal. Existen mu-

    chos estudios tipolgicos sobre las vitrinas, pero aqu solo vamos a diferenciar dos

    tipos en relacin con la iluminacin: con luz interna y luz externa. Las vitrinas de

    luz externa pueden ser horizontales, para objetos, o inclinadas, para documentos;

    pueden estar cerca de un muro o estar alejadas de estos; pueden tener vidrio o acr-

    lico plano sobre una caja de madera, o pueden ser una urna de virio o acrlico sobre

    una base. El hecho de que la iluminacin sea externa simplica en gran medida el

    problema. Se puede utilizar la iluminacin existente de la sala, que puede ser pun -

    tual o recortada, y cuidar que la sombra del observador no vaya a proyectarse sobre

    la supercie de exposicin.

    La vitrina con iluminacin interna estar por lo general empotrada en un muro o

    alejada de los muros con una caja de iluminacin sobre el espacio de la urna. El es -

    pacio destinado para la fuente de luz puede estar en un compartimiento superior

    con un acceso aparte, para facilidad de mantenimiento, lo que implica ms costos

    de fabricacin, pero facilidad para la reposicin de bombilla o tubos uorescentes,

    o puede tener la fuente de luz en el mismo espacio donde se encuentran los objetosexhibidos; esto para exposiciones temporales de corta duracin, en las que se sabe

    que el mantenimiento ser mnimo.

    Como regla general, el interior de la vitrina debe tener mayor luminancia que el ex-

    terior, porque si no se puede presentar un efecto espejo, que hace que el pblico y la

    sala se reejen en el vidrio o acrlico de la vitrina.

    Para que la luz no se escape de la vitrina es ideal utilizar un difractor para enfocar la

    luz hacia abajo.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    5453 museologa , curadura, gestinymuseografa//manualdeproduccinymontajeparalasartesvisuales

    Para hacer deun sueo unarealidad

    Clemencia Poveda Motta

    las relaciones entre las obras. Las decisiones con respecto a la cantidad de textos en

    las salas son importantes, porque cada exposicin exige diferentes niveles de apo-

    yo: una exposicin de carcter histrico tendr probablemente ms texto didctico

    acompaando las obras que una exposicin de arte contemporneo. La labor del

    musegrafo es la de acompaar o disear estos apoyos de manera que sea de fcil

    lectura para el pblico y no interrumpan la percepcin de las obras en la exposicin.

    Existen alternativas que eliminan las chas tcnicas en los muros, como chas de

    mano con planos de la sala e imgenes, con las que el visitante puede hacer el reco -

    rrido; sin embargo, muchas veces es el pblico mismo el que pide apoyos claramente

    ubicados en el espacio y relacionados con las obras y con informacin enriquecedo-

    ra de la experiencia.

    En el arte contemporneo son frecuentes las obras en las que el texto es parte in-

    tegral de la obra. La museografa debe tener en claro que los apoyos museogrcos

    se pueden confundir con la obra. Esta claridad se debe trasmitir al pblico con la

    informacin presentada estableciendo distancias prudentes entre la obra y la cha

    tcnica. La escala de estos elementos tambin es importante, por cuanto una cha

    tcnica de formato grande puede superar la escala de la obra misma. En este senti -

    do, en el momento de disear y denir la escala de los elementos se deben tener en

    cuenta el tipo de obra que se va a exhibir, la escala de las piezas y el equilibrio, que

    debe estar concertado entre la integridad de la obra que se exhibe y el respeto por el

    pblico, en cuanto a la facilidad de lectura y ubicacin de la informacin.

  • 7/28/2019 manualdeproduccinymontaje

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    El objetivo de este texto es brindar algunas pautas que puedan guiar al crea-

    dor de un proyecto de exposiciones de arte en aspectos como la formula-

    cin del proyecto, la gestin y consecucin de recursos y la produccin.

    La gestin y desarrollo de un proyecto de exposiciones vincula a todo un equipo

    humano con una serie de actividades complejas que exigen compromiso, armona,

    complicidad, organizacin y puntualidad, para que el resultado sea presentado de

    manera interesante y agradable al espectador-visitante, de modo que le permita en-

    tender el mensaje propuesto por la curadura mediante las obras exhibidas. Muchos

    detalles se debern tener en cuenta para lograr el xito del proyecto.

    Es bastante difcil, si no imposible, encontrar un mtodo preciso que pueda aplicarse

    a todos los proyectos artsticos. Algunas de las razones son:

    Las metodologas para la gestin cultural no funcionan con formatos preestable-cidos: cada proyecto tiene sus particularidades, y ellas mismas van generando su

    propio sistema.

    Los modelos se desgastan a medida que los proyectos evolucionan, de maneraque deben ir recrendose de acuerdo con las necesidades de los proyectos y de

    la sociedad.

    El carcter multicultural de nuestra sociedad impone metodologas flexibles yabiertas que se puedan replantear constantemente.

    En Colombia existen pocas personas con formacin acadmica en