Massaccio

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Page 1: Massaccio

Masaccio. Tommaso di Ser Giova Mone Cassai

Florencia (1401) - (1428)

Estilo: Renacimiento Italiano , Quattrocento

El 21 de diciembre de 1401 nace en Castel San Giovanni - actualmente San Giovanni

Valdarno - Tomasso di Ser Giovanni di Mone Cassai, más conocido como Masaccio

("tosco", "pesado") uno de los pintores más importantes del Quattrocento. Su padre,

notario de profesión, se llamaba Ser Giovanni Cassai - apellido derivado de la profesión

de su abuelo, artesano que hacía muebles y cajas - y su madre Iacoba. En 1406 queda

huérfano de padre, naciendo ese año su hermano Giovanni, conocido como Scheggia,

quien protagonizará San Pedro sana con su sombra en la capilla Brancacci. Caterina, la

otra hermana, se casó con un pintor llamado Mariotto di Cristofano. Sus primeros

contactos artísticos tendrían lugar en su ciudad natal, trasladándose Masaccio a

Florencia hacia 1417, acompañado de su madre, viuda de su segundo matrimonio. El 7

de enero de 1422 aparece inscrito en el gremio de médicos, boticarios y pintores de la

ciudad, empapándose del ambiente humanista que se respiraba en la capital de la

Toscana, relacionándose con Donatello y Brunelleschi, como se observa en el Tríptico

de San Giovenale, su primera obra conocida. En esos momentos también trabaja en el

fresco de La Consagración para la iglesia del Carmine. Se considera que al año

siguiente realiza un viaje a Roma, donde se interesa por el mundo antiguo. En 1424 se

inscribe en la "Compagnia di San Luca" e inicia sus relaciones con Masolino, con quien

trabaja en algunas obras como la Santa Ana, Virgen con Niño y ángeles y en la

decoración de la capilla Brancacci, su obra maestra. La ejecución de los frescos se

prolongará hasta 1428, trabajos que compagina con otros encargos como el Políptico de

Pisa o el fresco de la Trinidad de la iglesia de Santa Maria Novella. Gracias al catastro

de 1427 sabemos que Masaccio vivía con su hermano Giovanni y su madre en una casa

alquilada de la Via dei Servi y que ocupaba un taller en la actual Piazza di San Firenze.

En 1428 se traslada a Roma, interrumpiendo los trabajos en la capilla Brancacci - que

continuará 60 años después Filippino Lippi - para colaborar nuevamente con Masolino

en la ejecución de un tríptico para la iglesia de Santa Maria Maggiore, que no llegó a

finalizar ya que falleció misteriosamente ese mismo año, sugiriéndose que fue

envenenado, aunque no existen datos fidedignos que avalen esta hipótesis. Cuando

recibió la noticia del fallecimiento de Masaccio, su buen amigo Brunelleschi comentó:

"Hemos sufrido una gran pérdida". El estilo de Masaccio destacará por sus figuras

monumentales, inspiradas en la escultura de Donatello, actualizando las ideas de Giotto

y situándose frente a Gentile da Fabriano, quien triunfaba en Florencia con sus elegantes

escenas tardogóticas. Masaccio aporta un elevado interés hacia la perspectiva científica

al dotar de un nuevo sentido del espacio a sus composiciones, la expresión de sus

personajes y el empleo de la iluminación, que transmiten a sus obras un lenguaje crucial

para la evolución de la pintura renacentista, considerándose como el primer maestro del

Quattrocento, que influiría en artistas como Botticelli, Fra Filippo Lippi o Miguel

Ángel.

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LA OBRA DE MASACCIO

En menos de diez años de actividad lleva a cabo una revolución sin precedentes en la

Historia de la Pintura, a no ser en GIOTTO. Por paradójico que parezca, siendo uno de

los pintores italianos del siglo XV cuya obra causa más impacto en Italia y en el resto de

Europa, es uno de los peor conocidos. Es discípulo de MASOLINO DA PANICALE (h.

1383-1440), con quien colabora en algunas obras. Aunque son DONATELLO (1386-

1466) y FILIPPO BRUNELLESCHI (1377-1446) quienes más influyen en su

formación.

La característica principal de sus no muchas pero excelentes obras es el aspecto

monumental, macizo, serenamente majestuoso de sus personajes. Los movimientos son

pocos y medidos. El color lo aplica para conseguir una gradación relacionada con las

leyes de la perspectiva tridimensional. La gama fría que emplea en algunos sectores de

sus cuadros significa el alejamiento de esa parte de la composición. Recurre a la

gradación de la intensidad de los contornos para determinar, junto con la escala y el

color, la situación espacial. La luz subraya la corporeidad de las figuras y las cosas. La

perspectiva es aérea más que lineal, creando un ambiente.

>El Tributo

Titulo: El Tributo, 1424-28

Autor: Masaccio

Museo: Iglesia del Carmine de Florencia

Caracteristicas: Fresco 255 x 598 cm.

Estilo: Renacimiento Italiano

El Tributo se ubica en el compartimento superior del lateral izquierdo de la capilla

Brancacci. Se narra la llegada de Jesús con sus apóstoles a Cafarnaum, recogida en el

Evangelio según San Mateo, en tres episodios dentro de la misma composición: en el

centro contemplamos al recaudador solicitando el tributo a Cristo y éste indicando a

Pedro que en el agua encontrará el dinero; en el fondo, a la izquierda, observamos a san

Pedro sacando una moneda de la boca de un pez; y en la derecha el pago del tributo ante

una construcción. Las figuras del grupo principal se sitúan en un paisaje, formando casi

un círculo y vestidas a la manera griega. Su monumentalismo está inspirado en las

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estatuas clásicas y en las obras de Donatello por las que Masaccio sentía especial

admiración. Conviene destacar la expresividad de los rostros, que aportan una tremenda

sensación de realismo, reforzada por los gestos. Al ubicar al recaudador de espaldas, el

maestro intenta involucrarnos en la escena y hacernos partícipes del episodio. La luz

inunda la composición, resaltando los colores empleados -que también sirven para dar

efecto de perspectiva a la obra colocando los más cálidos en primer plano y los más

fríos al fondo- y el efecto volumétrico de los personajes, interesándose Masaccio por la

anatomía, como se observa en las piernas del recaudador mientras que los apóstoles

ocultan sus cuerpos bajo pesadas túnicas. Incluso se puede afirmar que existe una cierta

sensación atmosférica, desdibujando los contornos de la zona final. La arquitectura de la

derecha es aún algo arcaica pero sirve para obtener perspectiva. Esta obra será de

referencia para pintores de la siguiente generación como Paolo Ucello, Domenico

Veneziano o Piero della Francesca. Respecto al significado que Masaccio pretende

transmitir con este fresco existen diversas interpretaciones; se ha apreciado una

referencia a la reforma tributaria que se produjo en Florencia durante el año 1427, que

obligaba a declarar las rentas propias con la introducción del catastro; también se

apuesta por una interpretación relacionada con el comercio marítimo de Florencia en la

escena del hallazgo de la moneda, en clara alusión a Felice Brancacci, el patrono de la

obra; otros especialistas consideran que se debe parangonar a san Pedro con el papa

Martín V, cuya actividad se enfocó a la consolidación del poder de la Iglesia,

refiriéndose concretamente al principio por el cual la Iglesia debe obtener el dinero para

el pago de impuestos de fuentes ajenas a su entorno; también se ha planteado la historia

como la redención a través de la Iglesia dentro de un significado eminentemente

religioso. La crítica ha querido ver en la segunda figura de la derecha en el grupo central

un retrato de Felice Brancacci, por lo que sería lógico pensar que el significado estaría

en relación con el comitente.

Masaccio presenta un personaje de perfil, como será habitual en el

Quattrocento recortado sobre un fondo neutro para resaltar el

volumen de la figura, acentuado gracias al turbante rojo con el que

indica los planos pictóricos. Destaca su fisonomía intelectual,

especialmente sus ojos penetrantes. Viste túnica granate de tonalidad

similar a la empleada por San Juvenal en el Tríptico de San

Giovenale, interesándose ligeramente por los plegados. Algunos

especialistas identifican al personaje con Leon Battista Alberti, uno

de los arquitectos que puso más énfasis en la admiración hacia las

obras clásicas y en la perspectiva. También se ha especulado con que

fuera un integrante de La Consagración ya que según cuenta Vasari en esa obra de la

iglesia del Carmine florentina estaban retratados buena parte de los artistas y mecenas

del momento como Brunelleschi, Masolino, Donatello, Filipo Brancacci o Giovanni di

Bicci de Médici. La autoría de Masaccio fue identificada por primera vez por Berenson

en 1900.

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Crucifixión debía de estar colocada sobre la Virgen con Niño en el

desmembrado Políptico de Pisa. Su fondo dorado hizo pensar que

se trataba de una obra de un autor anónimo hasta que se incluyó el

catálogo de Masaccio. Ese fondo de evidente influencia gótica

puede deberse al deseo del cliente, el notario de San Giuliano. La

figura de Cristo en la cruz preside la composición, acompañado a

su izquierda por san Juan Bautista y a su derecha por la Virgen,

formando una deesis. A sus pies se contempla a María Magdalena,

supuestamente pintada más tarde porque su corona es diferente; la

Magdalena, con los brazos abiertos y la cabeza agachada, llena de

dramatismo la escena y otorga un mayor efecto de perspectiva. Las cuatro figuras están

dotadas de monumentalidad escultórica, si bien el Cristo es algo arcaico en su anatomía,

especialmente en la posición de la cabeza, que quizá venga motivada por la ubicación

de la tabla en lo alto del retablo. El escorzo de la figura de la Magdalena refuerza esta

hipótesis. Se supone que a los lados de esta escena se ubicaban San Pablo y San

Andrésen.

La Trinidad (Santa María Novella, Florencia, 1425-1427) es un

manifiesto de la nueva pintura del Renacimiento. Frente a la

imagen plana del Gótico italiano, se finge abrir una capilla

donde tiene lugar el misterio de la Santísima Trinidad. En el

primer término se sitúa el altar donde se abre un nicho con un

sepulcro y un esqueleto rodeado por una inscripción: "fui lo que

tú eres y serás lo que yo soy". Sobre ese espacio aparecen los

donantes, de tamaño natural, pintados en escorzo al tener en

cuenta la mirada del fiel que los contempla desde el suelo.

Supone una ruptura con el arte precedente ya que, entonces, se

les daba un tamaño menor al de las figuras divinas debido a su

inferior jerarquía en la concepción teocrática del mundo. Aquí,

se aplican las nuevas leyes de la perspectiva y de la proporción.

No obstante, existe una diferencia en el nivel de jerarquía, pero

se expresa de otra manera: tras los donantes se abre una capilla

donde la Virgen y San Juan lloran a los pies de la cruz y en la

que Cristo aparece en eje con la paloma del Espíritu Santo y

con Dios. Los puntos de vista son diferentes. Para los donantes,

es desde abajo ya que pertenecen al espacio del espectador.

Para el misterio, el punto de vista es frontal adquiriendo así un

espacio sobrenatural. La composición es serena, monumental y

de gran sobriedad cromática. La escena se inscribe en un

triángulo, aunque tiende al contrapicado. El volumen de las

figuras es casi escultórico y los pliegues de las ropas tienen fuerza. La arquitectura traduce los

diseños de BRUNELLESCHI.