1 NO A LA REFORMA CONSTITUCIONAL 2-3-4 LIBIA: LA AGRESIÓN IMPERIALISTA Y LA IZQUIERDA CONTAMINADA 5-6 A LOS CABALLOS DE ARTURO FERNÁNDEZ 6-7 RETALLA DE LA RENDA MÍNIMA: LA CARA MÉS SALVATGE DELS ATACS SOCIALS DE CIU 8-9 EL DEBAT DE LA VELLA “NOVA ESQUERRA” 10-11 ACAMPADA DE BARCELONA 12 “LA LEVADURA QUE HACE CRECER EL PAN”. REFLEXIONES DE UN INDIGNADO 13 LA TARDA EN QUÈ VAIG A TORNAR A CREURE EN EL TEATRE 14-15 FESTA NOU TREBALL: EL PSUC FA 75 ANYS

Po r t aveu de l P a r t i t Soc i a l i s t a U n i f i c a t d e Ca t a l u nya V i u

n 108agostsetembre2011 www.psuc.org

Durant aquests últims anys des del PSUCviu hem anat denunciant el procés d'involució democràtica, social i política

per part del govern del PSOE que ha comptat amb el suport, en els seus aspectes fonamen-tals, pel PP i CiU.La votació al Congrés amb els vots del PSOE, PP i UPN a favor de la reforma de la Consti-tució, és un cop d'estat en tota regla dels po-ders financers, dels interessos d'Alemanya i dels seus bancs, que deixa sense la menor ca-pacitat política i de decisió al conjunt dels òr-gans de representació de les Corts Generals i el Parlament de Catalunya. Això significarà la radicalització de les retallades socials, i a la pràctica, la desaparició dels drets socials i la retallada de les llibertats civils i sindicals.

A Catalunya, CiU, amb el suport del PP, està duent a terme una política de dreta extrema, amb un brutal atac contra els drets dels ciu-tadans, centrat en les retallades sobre sani-tat, educació i del conjunt de les polítiques socials. L'exemple més sagnant és l'intent de desaparició en la pràctica de la RMI, que afecta els sectors més febles de la nostra so-cietat.En aquests moments d'extrema gravetat, cal la màxima mobilització. En primer lloc per exigir un referèndum sobre la modificació de la Constitució, on ciutadans puguin debatre i expressar la seva voluntat sobre la pèrdua de sobirania democràtica. En segon lloc, llui-tar contra totes les reformes socials i laborals que està impulsant el Govern del PSOE, amb

el suport del PP i de la dreta nacionalista.Tots els militants del PSUCviu han de par-ticipar de manera activa conjuntament amb el PCE, IU i EUiA en totes les mobilitzacions convocades pels sindicats, pel 15M i per les diferents plataformes de ciutadans, per po-der contrarestar aquest atac contra els drets socials i democràtics. Estem davant la deca-dència d'un sistema i per això la perillositat de les respostes d'aquest. Avui més que mai és necessària la unitat d'acció i la capaci-tat de buscar la confluència dels sectors de l'esquerra política i social, per anar cons-truint una alternativa d'esquerra transfor-madora i anticapitalista, davant d'un model agonitzant que ens porta a una neodictadura dels poders financers.

No a la reforma constitucional

2 INTERNACIONAL

Libia: la agresión imperialista y la izquierda contaminadaAFGHistoriador, especialista en Oriente Medio y Magreb

Aparentemente, de la actual situación de ex-trema confusión emanada de las noticias que nos proporcionan los medios de co-

municación al servicio del Imperialismo Occi-dental (UE y EEUU) y su brazo armado OTAN, podemos deducir que –al fin- el Imperialismo está cercano a conseguir el triunfo militar -al menos- en su guerra de rapiña en Libia.

A día de hoy, 23/08/11, las tropas mercenarias al servicio de la OTAN, los clanes tribales de Benghazi vinculados al Rey Idris I, los guerri-lleros de Al Qaeda y los liberales escindidos del Estado legítimo libio, en contubernio con los bombardeos indiscriminados de la OTAN sobre la población civil, hospitales, centros educativos, terrenos cultivados, hoteles y de-pósitos de agua y combustibles, además del armamento pesado, transporte, alimenta-ción, comandos sobre el terreno e inteligencia militar proporcionado por la Santa Alianza (EEUU, Francia, Gran Bretaña, España, Italia, entre otros), parece están arrasando la capi-tal Trípoli. Algunas informaciones hablan de 5000 muertos y muchos más heridos por los bombardeos del Imperio y las tropelías pro-vocados por los “mujahidines de la libertad” al servicio de la OTAN.

Antecedentes históricos de una guerra imperialista por la colonia y sus recursos

Esta guerra imperial, asimétrica, recuerda mucho a otras intervenciones militares pos-teriores a la II Guerra Mundial en el Magreb y otras partes del mal llamado Tercer Mundo. Nos ceñiremos a esa región para contextuali-zar. Como en los años 50 y 60, los actores no difieren de aquellos franceses e ingleses que trataban evitar la independencia efectiva de los países del Magrib y Oriente Medio. En al-gunos casos, los paralelismos con la descolo-nización de Argelia y Túnez son evidentes.

Si bien la Segunda se podía considerar rela-tivamente “pacífica”, la Primera llegó a las armas, la guerra de guerrillas, la creación por parte del imperialismo francés de la OAS (organización de colonos de extrema dere-cha) y el envío a la Casbah de Argel de los paracaidistas franceses, grupos de élite que bombardeaban, ocupaban y asesinaban con Carta Blanca concedida por el mismísimo De Gaulle (que por cierto, llamaba a la libertad francesa de forma histriónica durante la ocu-

pación nazi, siendo a posteriori, permítaseme la licencia, un carnicero asesino en Argel). Esto sucedió en los últimos años 50, inicios de los 60.

También mantiene reminiscencias coloniales el bombardeo imperial con aviación y ma-rítimo, con el desembarco de mercenarios y comandos de élite incluidos, en el país, some-tido a una guerra psicológica contra su po-blación y de castigo relámpago (blitzkrieg), en donde se atacan las infraestructuras clave en escasos días o semanas, a lo sumo, con el objetivo cuádruple:

1- Aterrorizar a la población civil y, a ser posi-ble, levantarla en contra de su Gobierno.2-Destruir las instalaciones aéreas, los depó-sitos de combustibles y, por tanto mantener a las tropas del agredido en zonas bien identi-ficadas como presa fácil.

3- Cortar suministros alimenticios y logísti-cos y acceder fácilmente mediante tropas au-tóctonas mercenarias (cipayos) y de invasión colonizadoras metropolitanas a los centros de poder y las áreas de recursos codiciados.

4- Crear la conciencia en la población, el Ejér-cito y en general, en el país que se está a mer-ced del agresor, que esté puede decidir cuán-do y como quiera el destino del país y ser su gestor. Es el pensamiento “racista” emanado de las teorías de Rousseau y del liberalismo del s. XVIII y desarrolladas durante el s. XIX por el liberalismo capitalista.

De la teoría a la praxis: el Egipto nasserita, progresista, socializante y aconfesional de 1956 sufrió esta lección de “civilización occi-dental”. El 26 de Julio de ese año, Nasser na-cionalizó el Canal de Suez, vía marítima de primer orden en ese momento, y destinó los recursos obtenidos al desarrollo económico del pueblo. Francia y Gran Bretaña fueron expropiadas de las acciones de la Compañía Francesa del Canal, y sus multinacionales y empresas auxiliares colectivizadas. También los pozos de gas y petróleo de la península del Sinaí fueron expropiados.

Con el apoyo sionista, estas dos naciones im-periales lanzaron una guerra contra Nasser y Egipto con las técnicas descritas. La firme oposición del pueblo egipcio y el apoyo de la URSS en la ONU, junto con la tibia solidari-dad norteamericana, impidieron el desastre.Hoy Gadaffi vive una situación similar. Ema-

nado de los estertores de las revoluciones panárabes egipcias, sirias, tunecinas y yeme-níes, el movimiento de los Oficiales Libres de Gadaffi derrocó el 1 de septiembre de 1969 la decrépita, corrupta y neocolonial oligarquía del Rey Idris I e instauró una República De-mocrática de carácter socializante (él siempre la calificó de socialista, pero desde un punto de vista marxista este atributo parece contra-dictorio).

El Rey Idris, agente franco-británico e italia-no en la excolonia –insisto-, mantenía en el país una inmensa base naval norteamerica-na y británica; los recursos petroleros y los gaseoductos estaban controlados por hasta 15 potencias extranjeras, las cuales a su vez cedían la explotación a decenas de multina-cionales; permitía la explotación económica internacional mediante importantes bancos y entidades financieras extranjeras operando en el país, expoliando y especulando con los capitales libios; concedía la creación de infra-estructuras y el desarrollo de sectores clave del país a multinacionales imperiales; y rega-laba privilegios virreinales a la tribu salusí de Benghazi, vinculada al sunnismo radical y, posteriormente a Al Qaeda. Incluso los aseso-res del Gobierno de Idris I eran extranjeros.

Gadaffi y sus Oficiales Libres nacionalizaron el petróleo, reestablecieron lazos panarabis-tas con Túnez y Egipto, entre otras naciones; reguló la banca, nacionalizando las más im-portantes; expulsó las bases imperialistas; se garantizó el acceso de la población a bienes y servicios básicos públicos; redistribuyó el Estado atajando de raíz los privilegios de la casta salusí de Benghazi, creando la Jamahi-riya (Estado de las Masas), donde las organi-zaciones profesionales, vecinales, obreras y

estar, derechos laborales y de la mujer que goza el Estado.

Una guerra clásica imperialista: hidro-carburos, agua, geoestrategia

A partir de finales de los 90, Gadaffi vuelve al discurso antiimperialista conocido por to-dos. Renacionaliza el sector hidrocarbúrico, la banca liberalizada y aún se queja amarga-mente que él “lo hubiera hecho más rápido y radical, pero la votación de la Jamahiriya no la gané yo”.

Gadaffi mira hacia Venezuela, China, India, Irán y los países del Alba. La situación des-pués de tantos años de soledad internacional comienza a mejorar.

Gadaffi vuelve a dar un golpe de timón en política internacional. Una vez revisadas las concesiones hidrocarbúricas y de suministros y fortalecida su presencia en la Unión Africa-na (UA), Gadaffi negocia con China la expor-tación de gas y petróleo, haciendo crecer los contratos de explotación exponencialmente en detrimento de la UE. China a su vez envia-rá una legión de técnicos, operarios y espe-cialistas para planificar, desarrollar y formar cuadros libios en infraestructuras, empresas, tecnología y servicios. Además, se le facilitan vías diplomáticas a esta nación (contactos in-ternacionales) en el continente para invertir en el mismo. China en 2009 será el 1r. inver-sor en África, desbancando a la UE y EEUU. Se acaba el aislamiento libio, se abren además relaciones con países antiimperialistas.

Ya desde 1981 se viene advirtiendo la profun-da enemistad de EEUU con Libia.

Sin embargo, la agresión tomada y decidida en febrero de 2011 incluye varios factores con el objetivo de despistar la posible respuesta de la progresía internacional.

Se camuflan las verdaderas intenciones de la misma –que desarrollaré en un artículo pos-terior, este artículo es meramente indicativo y de urgencia-:

Es una guerra colonial clásica porque el obje-tivo es la posesión de los recursos hidrocar-búricos, en este caso concreto, y las enormes reservas de agua potable contenidas en el subsuelo libio.

EEUU y la UE, sobretodo, necesitan reservas de unos recursos que comienzan a escasear para poder hacer funcionar sus industrias y generar plusvalías. Sin materia prima no hay producción –transformación- y no se generan capitales tangibles.

Entrelazado con 1. , es una guerra colonial por apropiarse de esos recursos descritos, además de impedir el acceso a los mismos a otras potencias en conflicto de intereses con las agresoras. Es decir, EEUU y la UE prten-den evitar 2 cosas:

a) Que China –sobretodo-, Rusia y/o la India obtengan en condiciones de cooperación (o por cualquier medio) unos recursos que ne-cesitan imperiosamente las potencias occi-dentales.

b) Que Libia se alíe con China y otros, y ejer-za de Ciccerone en el continente evitando de esta manera la expansión de dichas naciones.Es una guerra colonial clásica a causa de las estrategias militares y políticas utilizadas en su desarrollo, idénticas a los casos de Nasser, Lumumba y la Siria de hoy.

Es una guerra colonial clásica ya que se utili-za la compra de sectores de población autóc-tona descontentos (cipayos) por parte de las potencias occidentales agresoras, y se man-tiene desde el exterior del país, un ficticio Go-bierno en el exilio y sus figuras autocráticas prestas y dispuestas para dirigir el país una vez se haya acabado el Golpe. Además, si se confirma el dato que se apunta por algunos canales, parte de los sublevados son de origen árabe no libio –mercenarios- por lo que sería otro dato que corroboraría mi tesis.

Es una guerra colonial clásica puesto que las fuerzas agresoras no esconden en ningún momento sus intenciones con la agresión, esgrimen la causa de la civilización y la im-posición de la “democracia” occidental como forma de Buen Gobierno –occidentalismo, eurocentrismo, darwinismo social, racismo-; agreden directamente con sus ejércitos y armas al pueblo libio; pretenden aportar so-luciones para la “educación social” de Libia sin contar con ellos (mito del Buen Salvaje de Rousseau) y no ocultan que el “petróleo” es parte de la causa de la agresión.

Es una guerra colonial clásica porque se desprecia desde la visión occidental cual-quier opinión contraria a la legitimidad de la misma en la propia metrópoli (EEUU y UE).

3 INTERNACIONAL

Gadaffi derrocó en 1969 la decrépita, corrupta y neocolonial oligarquía del Rey Idris I e instauró una República Democrática de carácter socializante

En los 90 Gadaffi recula; empieza a invertir en Euro-pa, dejando que las compa-ñías internacionales operen en sus hidrocarburos, aun manteniendo la titularidad pública

campesinas discuten el devenir del país y las líneas políticas a seguir. Notable es el avance de los derechos de la mujer teniendo en cuen-ta que la religión oficial es el Islam.

Apoya sin fisuras todos los movimientos de liberación nacional anticoloniales en África y Europa, se alinea con Tito y Nehru en los Países no Alineados. Lucha denodadamente contra el Apartheid en Sudáfrica.

Con idas y venidas, y sobre todo después de la agresión imperialista de Ronald Reagan en 1986, y el derrumbe soviético y del pana-rabismo en general, Gadaffi evoluciona. Las propias contradicciones de no tener un mo-delo social y económico definido permiten una apertura liberal del mercado interno al exterior. Son los años 90.

Añadido a sus excentricidades (muchas de ellas explotadas desde un punto de vista eurocentrista muy superficial, puesto que algunas “excentricidades” no son tales sino cultura islámica) y su acercamiento a Occi-dente, tenemos un Gadaffi simpático para el Imperio y no tanto para la izquierda. Gadaffi recula, deja de dar apoyos a los grupos ar-mados europeos y condena el “terrorismo”. Para poder circular los capitales, a falta de mercados, Gadaffi empieza a invertir en Europa, dejando a la vez que las compañías internacionales operen en sus hidrocarbu-ros, aun manteniendo la titularidad pública de los mismos, y asegurándose el control de las transacciones y el carácter público de la Banca.

A pesar de todo, se compara a Libia en estos momentos duros con “la Escandinavia del Magreb”, por el nivel de vida, servicios, bien-

4 5INTERNACIONAL

Además, se ocultan y minimizan los efectos causados por la guerra a la población y al país libio. P.e.: ¿Cuántos muertos necesita poner Libia para que valgan lo mismo que uno de los de Lockerbie? ¿Cuánto vale un libio en re-lación a un europeo?

Es una guerra colonial clásica porque el de-bate de las ideas para apoyar u oponerse a la misma parten del mismo concepto: lo bueno o malo que era Gadaffi. Este es un punto de vista occidentalista, reaccionario y antimate-rialista.

Es una guerra colonial clásica mostrada cla-ramente en la resistencia activa y pasiva del pueblo libio durante más de 6 meses a un agresor muy superior en todos los aspectos militares y de propaganda. Se demuestra aquí la capacidad de rechazo a las imposicio-nes extranjeras.

Apuntes para un debate: la izquierda con-taminada

Permítanme que me explaye un poco en el punto 7 del anterior parágrafo. En Europa y Occidente, el debate se encona en este punto: Gadaffi si o no, bueno-malo, ni OTAN ni Ga-daffi, ying y yang… Metafísica, en resumen.Aunque un servidor trate humildemente de exponer aquí y sobretodo en otros artículos algunos aspectos de la Libia revolucionaria, es imprescindible desterrar –de una vez por todas- la exportación sistemática y autocom-

placiente del pensamiento occidentalista a realidades que no tienen nada que ver con los planteamientos preconfigurados y esquemá-ticos de la izquierda occidental.

Gadaffi es un dictador y un asesino. Repetido hasta la saciedad por los medios de la burgue-sía agresora y aceptado por la izquierda ibéri-ca –incluida la revolucionaria- en general, sal-vo honrosas excepciones de algunos partidos supuestamente “trasnochados”. Tan aceptado, que alguna organización de “trabajadores” daba por bueno el guión, hablando de Ga-daffi en términos como “carnicero de Trípoli” tan solo 2 días después de la “insurrección popular” que pretendía derribarlo. Alguna organización asimilaba como real la idea que “Gadaffi bombardeaba su población” sin ser capaz de ver cómo se estaba fabricando desde el imperialismo la excusa perfecta para tomar partido por unos “insurrectos populares”.

Del absoluto desentendimiento –por no de-cir desprecio- de las fuentes para poder dar una versión contrastada por parte de nuestra izquierda contaminada, podemos entender que se acepte acríticamente la versión impe-rial del tema. Sin conocer nada de la realidad social Libia tampoco se pueden entender las causas de la “revolución”.

El pueblo se ha levantado contra Gadaffi. Otro axioma falso. De las primeras noticias confusas se podían extraer consecuencias falsas. Los paralelismos con Túnez o Egipto no eran reales. Sin extenderme, podemos de-cir que tanto Túnez como Egipto han sufrido unas revueltas del pan (de subsistencia), pro-vocadas por la carestía interna producto de la crisis capitalista (que golpea con más virulen-cia a la periferia del sistema) juntamente con la crisis de la metrópoli, que no “ayuda” tanto a las economías colonizadas. En cambio, la realidad libia nos demuestra que en todos los indicadores socioeconómicos este país tiene unos índices de bienestar y salud económica y social excelentes, siendo el primer país por renta per cápita nacional y personal de Áfri-ca, entre otros factores, cosa que desmiente la supuesta carestía y opresión económica im-puesta de Gadaffi a la población.

La realidad libia nos indica la composición del “pueblo levantado”, que en realidad es lo siguiente:A. Militares liberales desertados de Gadaffi –los que se sublevaron desde los cuarteles, Younis a la cabeza-. Impulsaron el Golpe de Estado.B. Al Qaeda- Secta Salusí. Originarios de Benghazi, protegidos por el Rey Idris I en su momento. Sunnitas radicales con lazos en Arabia Saudí y Qatar.C. Los monárquicos nostálgicos de Idris I –con sede en Londres- del Partido Liberal. Es-tos son los de la bandera tricolor (roja, verde, negra). Llevan conspirando desde 1969 con el MI-6 y desde 1981 con la CIA y Reagan para derrocar por la fuerza a Gadaffi.D. La OTAN (EEUU y UE). E. Islamic Libyan Fighting Group, creado en los años 90 por excombatientes de Afganis-

tán, cercanos a Al Qaeda, financiados por Bin Laden en Afganistán.F. Mercenarios qataríes.G. El Partido Democrático Libio. Con sede en Washington, son más liberales en lo económi-co – ¡aún más!- que el Liberal.

El verdadero pueblo en armas está al otro lado de esta gente, resistiendo por más de 6 meses la agresión imperialista.

En Libia no hay Partido Comunista ni movi-miento obrero organizado ajeno a la Jamhi-riya, y menos con capacidad de asestar un Golpe de Estado al Gobierno. Recordemos además, que el movimiento obrero y popular participa en la Jamahiriya y en los Comités de Defensa de la Revolución.

Aún si hubiere algún obrero o campesino despistado que se levantó contra Gadaffi, al ver la dicha composición del CNT, creó se lo pensará muy mucho antes de ver a su país convertido en el paraíso de la multinacional del saqueo y rapiña, la monarquía reinstau-rada, la privatización de los servicios básicos, y la oficialidad de la religión integrista. Por no hablar del retroceso de los derechos de la mujer.

Lo más grave es que ningún partido-organi-zación ha rectificado. Y alguno de ellos sigue en sus trece, demostrando una gran capaci-dad de crítica y autocrítica. Sigue en sus trece afirmando que “ni OTAN ni Gadaffi”, mos-trándose así al mundo –no solo a Occidente- como unos supuestos adoradores del pueblo libio que debe desprenderse de Gadaffi para luego deshacerse del imperialismo.

La gran falsedad es que no existe “pueblo libio” al que defender de Gadaffi. Se ha de-mostrado la falsedad de la premisa que indica “pueblo libio rebelde”. Existen facciones polí-ticas armadas –incluso de origen extranjero- formadas, entrenadas y subvencionadas por el imperialismo yankee-europeo para derro-car y recolonizar un país soberano abierta-mente antiimperialista. Existe una agresión directa de la OTAN. Existe un pueblo que está siendo sometido a la Dictadura del Capital, no valen las excusas, ni las medias tintas ante la realidad que es el Imperialismo.

Existe pueblo libio al que defender del impe-rialismo saqueador, existe una realidad libia –la Jamahiriya- que independientemente de nuestra posición ante ella, de comprensión o incomprensión, de apoyo político o crítica- debe ser defendida porque es la forma que ha escogido el pueblo de Libia de deshacerse del poder colonial representado por Italia, Gran Bretaña y EEUU a lo largo de su historia, y supone una organización social infinitamen-te más justa, equitativa, solidaria, progresista y revolucionaria que las viejas formas autár-quicas que el Imperio pretende reimponer.

Ante el imperialismo –que provoca guerras asimétricas- no se le puede combatir desde la asimetría política: entonces se toma partido -aún sin pretenderlo- por el más fuerte.

A partir de finales de los 90, Gadaffi vuelve al dis-curso antiimperialista cono-cido por todos. Renacionali-za el sector hidrocarbúrico, la banca es liberalizada

Es una guerra colonial clásica porque el objetivo es la posesión de los recursos hidrocarbúricos, y las enor-mes reservas de agua pota-ble del subsuelo libio

Existe una agresión direc-ta de la OTAN. Existe un pueblo que está siendo so-metido a la Dictadura del Capital, no valen las excu-sas ante el Imperialismo

5 ECONOMIA

A los caballos de Arturo FernándezPedro Luna Antúnez

Una vez más el dócil gobierno central ha claudicado ante los caballos del gran ca-pital. La comparecencia del ministro de

trabajo Valeriano Gómez el pasado viernes 0 de junio se realizó sin estridencias y en un clima de resignación. A Valeriano Gómez, otrora economista en el gabinete técnico de la ejecutiva confederal de la UGT, se le vio incómodo, posiblemente porque él jamás se hubiera imaginado verse en una situación comparable; es decir, justificando una nefas-ta reforma de la negociación colectiva sin el aval de los sindicatos mayoritarios. En líneas generales podríamos afirmar que el decreto del gobierno no reforma la negociación co-lectiva sino que la destroza para hacerla más manejable a los intereses de la patronal. Es más, sienta un grave precedente puesto que retuerce la negociación colectiva hasta debi-litarla y en algunos casos hacerla desapare-cer.

Como la reforma laboral y la del sistema público de pensiones, la reforma de la ne-gociación colectiva no era necesaria si se trataba de paliar los déficits laborales de la economía española. Los propios sindicatos han reiterado hasta la saciedad que la actual crisis no tenía su origen en el mercado de tra-bajo. No les faltaba ni un ápice de razón. Sin embargo, se hallaron casi sin quererlo en un diálogo social permanente tendiente a mate-rializar la mayor reforma laboral de los últi-mos treinta años. Uno de los objetivos, tanto del gobierno como de la clase empresarial, era la negociación colectiva.

El páramo. Con la nueva reforma de la ne-gociación colectiva se pretende flexibilizar las relaciones laborales especialmente en el ámbito de las pequeñas y medianas empre-sas. Porque serán prácticamente inexistentes las relaciones laborales que se articularán en tales empresas al priorizarse los convenios

de empresas por encima de los convenios sectoriales. En una pirueta circense Valeria-no Gómez defendió la nueva jerarquía de los convenios de empresa ya que los “sectoriales son convenios que hay que ir desterrando porque son un lastre para las empresas”. Él sabe perfectamente que el verdadero lastre será para millones de trabajadores que se quedarán sin interlocución a la hora de nego-ciar sus convenios colectivos al arrancarles de cuajo el colchón de las organizaciones sin-dicales. ¿Qué capacidad real de negociación se dará en las pymes, que representan más del 90% de empresas de este país? Millones de trabajadores quedarán en el desamparo más absoluto frente a la voracidad insaciable de las patronales. Para ellos se ha creado un páramo sin derechos laborales.

Los mediadores. A fin de desbloquear los posibles desacuerdos entre sindicatos y pa-tronal la reforma proyecta el arbitraje exter-no de carácter vinculante. Así se establece para la mayoría de los ámbitos de negocia-ción, detalle que pone de relieve la propia desconfianza del gobierno en la nueva filo-sofía de relaciones laborales que impone. Por ejemplo, los convenios colectivos quedarán en manos del mediador si una vez transcu-rrido el plazo máximo de negociación, fijado en 20 meses, las partes no llegan al acuerdo. Asimismo, el arbitraje podrá intervenir en los casos de descuelgue salarial no consen-suados. Recordemos que una de las propues-tas de la patronal era que las empresas con “dificultades económicas” tuvieran la potes-tad de no aplicar los incrementos salariales pactados en los convenios sectoriales. En este sentido, el texto permite a las empresas aco-gerse a los descuelgues salariales mediante el previo acuerdo con las organizaciones sin-dicales. En el supuesto de que ambas partes no llegaran a un acuerdo, el descuelgue pa-saría por una comisión paritaria o en último extremo por el laudo del arbitro externo. Del mismo modo, el arbitraje resolverá la falta

de acuerdo respecto a la revisión de la fle-xibilidad interna en las empresas al margen de los convenios, otra de las demandas de la patronal que la reforma atiende de manera favorable.

La música y la letra. Decía Ignacio Fer-nández Toxo que el acuerdo no fue posible porque a pesar de que “había buena músi-ca faltaba la letra”. La música eran los con-venios de empresa, la flexibilidad interna, el descuelgue salarial, la limitación de los plazos de negociación y los laudos externos. Incluso en el borrador que contenía las pro-puestas sindicales se sentaban las bases para una nueva regulación de las mutuas a fin de contribuir a la “competitividad de las empre-sas”. De hecho, el acuerdo estuvo a punto de

En líneas generales el de-creto del gobierno no refor-ma la negociación colectiva sino que la destroza

Pocas reformas más podrá realizar el PP cuando el PSOE ya ha arrasado los derechos sociales y laborales

Ante la lección de dignidad y valores del 15-M a la izquierda política y sindical sólo nos queda aprender y tomar nota

6 7ECONOMIA

cerrarse pocos días antes de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. ¿Y finalmente por qué no se llegó al consen-so? Tanto el gobierno del PSOE como los sindicatos apuntan al nuevo mapa político que surgió de las elecciones del 22 de mayo como el detonante que propició un cambio de estrategia en el núcleo duro de la patro-nal. Es un argumento bastante plausible. No obstante, el avance electoral de CiU y PP era de esperar. Declaraba Valeriano Gómez, al frustrarse la firma del acuerdo, que la CEOE espera tiempos mejores con la entrada del PP en el gobierno para modelar las reformas laborales a su antojo. ¿Pero acaso la patronal española puede quejarse de las reformas del PSOE? Pocas reformas más podrá realizar el PP cuando el PSOE ya ha arrasado el terre-no de los derechos sociales y laborales. Una vez más el PSOE ha hecho el trabajo sucio de la derecha. Quizás cabría hacerse alguna pregunta más para comprender el porqué el decreto presentado por el gobierno no lleva la firma de las partes.

Los indignados. La prensa los llama “in-dignados” como si expresar tal estado fue-se algo anómalo en los tiempos que corren. Pero cuando el número de desempleados rebasa los cinco millones y la tasa de paro juvenil es del 40% lo más lógico es que los jóvenes se echen a la calle. Lo raro es que tal explosión de indignación no se hubiera pro-duciendo con anterioridad. Ante la lección de dignidad y valores demostrada por el mo-vimiento 15-M a la izquierda política y sin-dical sólo nos queda aprender y tomar nota. Hace poco un amigo escribía “que en menos de un mes, unos miles de ciudadanos libres, sin ex-periencia política, lograron lo que tantos partidos y organizaciones sindicales no habían consegui-do en treinta años”1. Es cierto. Precisamente por ello cabe preguntarse si la eclosión del movimiento 15-M no habría incidido en la ausencia de un acuerdo en la reforma de la negociación colectiva. Dos días antes de la presentación del decreto el movimiento 15-M convocó una concentración frente al congreso de diputados para protestar contra la reforma. Allí deberíamos de haber estado los sindicatos.

Arturo Fernández. A pesar de las aparien-cias, Arturo Fernández es el gran vencedor del envite. El actual presidente de la patro-nal madrileña ha desplazado a Joan Rossell al frente de la CEOE, no a nivel orgánico pero si a efectos prácticos. Él es el referente de la clase empresarial española y no tendrá que esperar a la victoria electoral del PP para convertirse en el hombre fuerte de la CEOE puesto que ya lo es. Ni siquiera el gobierno del PSOE discute su liderazgo al concederle, primero, el protagonismo mediático y segun-do, una reforma de la negociación colectiva a la carta. Podríamos decir que el gobierno se ha postrado ante los caballos de Arturo Fer-nández.

(1) Jesús Gómez Gutiérrez en “Malasaña en pruebas”, Gracias (8-6-2011)

POLÍTICA

Diosdado ToledanoIvan Escofet

A principis del mes d'agost al voltant de 50.000 beneficiaris de la Renda Míni-ma d’Inserció (RMI), coneguda també

com PIRMI (Programa Interdepartamental de Rendes Mínimes d'Inserció), s'han trobat amb la sorpresa de no rebre l’ ingrés de 423 € que mensualment els hi feien al seu compte bancari. El motiu que esgrimeix el Depar-tament de Benestar Social i Família és que, a partir d'ara, caldrà recollir aquest import mitjançant un xec pe tal d'evitar possibles situacions de frau en la percepció d'aquesta prestació. El que han aconseguit, però, és que milers de persones s'hagin trobat sen-se poder atendre les seves necessitats més bàsiques, arriscant així el pagament del lloguer del pis o l'habitació, i sense diners per comprar articles de primera necessitat. De fet, amb aquesta actuació, la Generalitat ha deixat de pagar la prestació al 36% dels beneficiaris.

En la línia política habitual de la dreta, i en general de tots els governs compromesos amb les polítiques d'agressió social, ens trobem novament amb l'estratègia de cul-pabilitzar als sectors més desfavorits de possibles situacions d'abús en la percepció d'ajudes socials, ajudes de misèria si tenim en compte que amb 423,70€ mensuals difí-cilment es poden garantir unes condicions

mínimes de subsistència a qualsevol per-sona. Aquesta estratègia no es pas nova; ja l'hem vist anteriorment quan es tractava de criminalitzar als aturats o quan es titlla de vagues als beneficiaris del subsidi agrari. I resulta d'un cinisme superlatiu parlar de possible frau pel que fa a les ajudes socials en un país on el 86% de les gran fortunes (les superiors als 10 milions d'euros de ren-da) evadeixen les seves obligacions amb Hisenda.

La RMI legislada a Catalunya (Llei 10/1997, de 3 de juliol), també està prevista a l'article 10 de la Carta Comunitària dels drets socials fonamentals dels treballadors i està destinada a aquelles persones que es troben en una situació d’exclusió laboral i no tenen altres mitjans de subsistència. A partir d'ara, en aplicació de la Llei de mesures fiscals i finan-ceres aprovada per la Generalitat el 27 de juliol, es retallarà substancialment la per-cepció d'aquesta Renda Mínima d'Inserció:

- Es suprimeix l'actualització anual de la RMI segons l'IPC previst.

- El còmput de la RMI i dels complements als que els perceptors tinguin dret queda limitat al Salari Mínim Interprofessional (641,40 € mensuals).

- S'elimina la possibilitat de pagament im-mediat de la RMI des del mateix mes en

Retalla de la Renda Mínima: la cara més salvatge dels atacs socials de CiU

7 POLÍTICA

que es sol·licita l'ajuda i a l'espera de la seva aprovació en aquells casos urgents, quan abans l'equip d'atenció primària es feia res-ponsable.

- L'ajuda queda limitada a 60 mensualitats (5 anys). Un cop s’extingeix aquest dret, i encara que es mantinguin les condicions socio-laborals per rebre aquesta renda, el ti-tular de l'expedient i la família beneficiària no podran sol·licitar de nou l’abonament de la RMI fins que no hagi passat 1 any des de l'extinció, situació que condemnarà a milers de persones a l’exclusió social durant aquest temps.

- S'amplia d'un any a 2 el període de residèn-cia necessari per tenir dret a la RMI, exclo-ent així a un bon nombre d’immigrants.

- S’anul·len els efectes del Decret Llei 1/2010 de 12 que escurçava a sis mesos el període

d'ingressos no superiors a la RMI per tenir dret a la seva percepció, i s'amplia novament a 12 mesos.

I és que sembla que no totes les disposicions provinents d'institucions comunitàries, de recepció automàtica al nostre ordenament jurídic, tenen la mateixa importància. Així, mentre les recomanacions del Banc Central Europeu en matèria de dèficit, contra-refor-mes laborals i retalls socials són aplicades de forma immediata pel conjunt de governs europeus, no passa el mateix amb aquelles altres normes destinades a la protecció dels drets socials més elementals. I és que en mo-ments de crisi els mercats i les institucions polítiques al seu servei, com ara el govern d'Artur Mas, no entenen de principis de le-galitat ni d'estat de dret. I és que resulta evi-dent que som davant d'un govern submís a les directrius emanades des les anti-demo-cràtiques institucions de l'UE, per més que

després CiU ho amagui al darrera del seu sobiranisme de pa sucat amb oli.

Amb aquesta nova retallada, aquest cop contra el sector socialment més feble de la ciutadania, el govern d'en Mas accelera la seva cursa dirigida al desmantellament de tota l’estructura de drets socials conquerits durant anys de lluita. La coartada és la de sempre, segons les pròpies paraules del Pre-sident de la Generalitat: si no es continua amb el programa de retallades l'economia “es pot anar a pic”. Precisament, el que està passant és que amb la seva política ultra-lliberal la vida de milers de persones s'està anant ‘a pic’. I mentre la dreta a Catalunya i els auto-denominats socialistes al govern de l'Estat actuen com els auxiliars adminis-tratius del Banc Central Europeu, aplicant les directrius de l'anomenat “Pacte per l'euro”, les exigències dels mercats (és a dir, dels bancs i especuladors) i ens parlen de la necessitat de reduir despeses, no tenen inconvenient en suprimir l'impost de suc-cessions i de donacions en benefici de les grans rendes.

En aquesta situació cal defensar un princi-pi de solidaritat bàsic com és el que tot ciu-tadà ha de tenir garantida una renda míni-ma que garanteixi una subsistència digna, en base exemples com el del País Basc, on existeix una renda ciutadana de 658,00 € al mes, que pot arribar fins als 1.000 segons els familiars que el beneficiari tingui al seu càrrec.

Als treballadors i treballadores i al conjunt de sectors populars afectats per les políti-ques d'agressió social ens queda sortir al carrer per combatre als enemics declarats dels nostres drets i no cedir ni un pam en les nostres conquestes socials.

Resulta d'un cinisme superlatiu parlar de frau en les ajudes socials en un país on el 86% de les gran fortu-nes evadeixen Hisenda

Amb aquesta nova retallada, Mas accelera la seva cursa per desmantellar l’estructura de drets socials conquerits durant anys de lluita

Cal defensar un principi de solidaritat bàsic com és el que tot ciutadà ha de tenir una renda mínima que garanteixi una subsistència digna

8 9POLÍTICA

El debat de la vella “nova esquerra”Josep Molins

A finals del mes de juny va veure la llum un manifest amb el títol “Una ilusión compartida”, en la que una llista de signants, entre els quals hi figura un grup d'artistes, actors, escriptors i

intel·lectuals, anunciava la necessitat de “reconstruir l'esquerra”. Si bé no es tracta pas de fer una radiografia dels signants d'aquest ma-nifest, sinó d'analitzar el seu contingut i el moment en què apareix, també és cert que cap idea no té entitat sense les persones que la con-verteixen en quelcom material. I començant per aquí, és evident que la trajectòria d'uns quants d'aquests signants els avala com a perso-nes sincerament interessades en què l'espai de l'esquerra de lluita es reorganitzi en l'actual situació d'agressions socials sense precedents. Però de la mateixa manera, una altra part dels que subscriuen aquest Manifest massa vegades s’han caracteritzat per mantenir postures farcides d'una mena de progressisme naïf i possibilista que, en molts casos, els han dut a manifestar el seu suport públic a les candidatu-res i propostes electorals del PSOE.

Però si entrem en allò que ens diu el manifest, el primer problema que ens trobem és que en sí mateix ofereix pocs elements nous per tots aquells que participem del debat de com impulsar l'esquerra de lluita. I és precisament per això, perquè no aporta cap substància a aquest debat ni enarbora cap proposta política, que difícilment pot esdevenir objecte de controvèrsia. D’entre les declaracions d'intencions que s'hi poden trobar, potser l’única que pot donar a entendre per on van els trets és la que diu “... l'energia del teixit social pot consolidar una convocatòria en la que conflueixin les diferents sensi-

bilitats existents a l'esquerra i trobar el consens necessari per crear una il·lusió compartida...”.

A hores d'ara resulta evident que el moviment iniciat el 15 de maig ha sacsejat l'escenari polític i, especialment, els debats que es pro-dueixen a les pròpies organitzacions d’esquerres. De fet, després de les massives acampades i multitudinàries manifestacions, les accions generalitzades als barris i pobles dirigides a mobilitzar als sectors més afectats per la crisi, a denunciar el paper del capital financer, a obstaculitzar els intents de desnonaments, en defensa dels serveis públics… són molts els qui han volgut apujar-se a la gepa del 15-M. Però si precisament ha demostrat quelcom aquest massiu moviment de rebel·lió social és que el temps de les declara-cions d'intencions, de la denúncia purament verbal (o institucional) de la voracitat del sistema capitalista, característica d'un sector de l'esquerra possibilista, ha passat a millor vida. I és que alguns dels qui avui busquen rendibilitzar el que està succeint als carrers i pla-ces arreu de l’estat són els mateixos que en el seu moment es van quedar paralitzats per l'augment electoral de la dreta i pel gir ultra-liberal del PSOE; són els qui es lamentaven que, davant l’actual cicle polític, no quedava altre cosa que apostar pel mal menor, sense vo-ler adonar-se que aquest camí ens duia al mal major de la desmo-bilització social: així, davant les amenaces de retallar les pensions, calia acceptar el “mal menor” d'augmentar l’edat de jubilació fins els 67 anys; per evitar el triomf de la dreta calia entrar a formar part de governs amb el socialistes i, si era necessari, donar suport als re-talls socials que aquests aplicaven. A tots ells, el 15-M els ha passat per sobre en demostrar que encara existeix muscle social suficient

9

per enfrontar les agressions del sistema sobre la base d’una estratègia de mobilització.

Per això, quan avui alguns ens parlen de la necessària unitat de l’esquerra, cal tenir ben clar que la unitat no és pas un valor en sí ma-teix, especialment si no ve acompanyada d’un compromís bàsic sobre quin programa cal defensar i on cal posar els límits per determinar quin és l’espai de l’esquerra que volem re-agrupar. Ja tenim prou expe-riència en crides a la unitat que, prescindint d’allò que és fonamental, és a dir, el debat programàtic, enlloc d’enfortir el front dels qui aspi-rem a la transformació radical de la societat, ens han afeblit greument. I malauradament la història recent ens demostra com molts dels qui endegaren un debat deliberadament abstracte sobre la “unitat de les esquerres”, han acabat per entregar-se a la socialdemocràcia, ja sigui mitjançant la seva integració orgànica (és el cas de la desapareguda Nueva Izquierda i les seves diverses marques autonòmiques ), o ja sigui com a comparses dels social-lliberals participant dels seus governs i de les seves polítiques anti-socials.

Ara es publiquen manifestos que corren parells a processos de fun-dació de noves organitzacions polítiques. I és curiós comprovar com alguns dels campions de la unitat de l’esquerra en abstracte endeguen la seva voluntat unitària en base a l’estratègia de divisió d'una esque-rra concreta. Així, la nova organització de l’esquerra verda i moderna, EQUO, comença el seu recorregut sobre la base de les escissions d’IU a València o les Illes i cooptant a alguns dirigents d’IU del sector més mo-derat i “obert” a la política de pacte amb el PSOE. De la mateixa manera, els pares intel·lectuals de la criatura, ICV, anuncien la seva intenció de trencar l’acord electoral amb IU ara que ja han pogut organitzar el seu referent arreu de l’Estat. Tot plegat un bon exemple d’esperit unitari.

Però, malgrat el més que qüestionable procés de construcció d’aquesta nova esquerra, el problema és que aquest projecte no té res de nou ni original, i ja fa temps que arreu d’Europa van quedar palesos els límits d'aquell espai que prometia una renovació a l'esquerra de la social-de-mocràcia. Cal recordar el paper dels verds alemanys de Joschka Fis-cher, mirall de moltes de les corrents eco-socialistes posteriors, con-vertits en comparses del SPD de Schröeder en les seves polítiques de desmantellament de l’estat social, i que no dubtaren en transvestir el seu pacifisme per donar suport a aventures imperialistes a països com el Líban i l’Afganistan. Recentment a casa nostra, l’esquerra verda tam-poc no ha tingut pas problemes en donar suport a l'aventura atlantista a Líbia en defensa de la “pau”, en compliment de les directius del Partit Verd Europeu.

Els que treballem per refundar una esquerra amb voluntat de transfor-mar la societat estem convençuts que cal una eina organitzativa, eina que ens caldrà construir sense sectarismes i sobre la base de la coor-dinació amb altres forces socials i espais polítics que participin d'un mateix anàlisi anti-capitalista, que coincideixin en què la contradicció fonamental segueix estant en la propietat privada dels mitjans produc-tius, i que siguin conseqüents amb allò que defensen. I precisament aquest hauria d'ésser el límit: cal la coordinació des de la base entre les forces d'esquerres que fan la política que diuen defensar, amb aquells espais on es troben molts dels qui efectivament han estat al capdavant de les lluites socials ara, i molt abans que esclatés la rebel·lió del 15 de maig. Són aquests els qui sempre, des de diversos fronts, han treballat per aconseguir la coordinació de les forces de l'esquerra real per lluitar contra les agressions del sistema, i que han acompanyat aquesta lluita de proposta política concreta. Una refundació que tingui com a fronte-ra que mai no es pot esdevenir còmplice de polítiques d'agressió social ni formar part dels governs que les apliquin.

Ja veurem que en surt de la convocatòria a la que convida el mani-fest “per la reconstrucció de l'esquerra”, en que acaba la cançó de la nova esquerra que enarboren des d'EQUO i ICV. A la resta ens queda no despistar-nos amb aquesta vella melodia. I és que no es tracta pas de crear una mena d'agrupació de “progressistes” dirigida al repartiment d'actes de diputats, sinó de treballar per quelcom tan important com construir una esquerra radical que vagi a l'arrel del problema, que no és, sinó, la superació del sistema capitalista.

POLÍTICA

El primer problema que ens trobem del manifest “Una ilusión compartida” és que ofereix pocs elements nous per als que intentem impulsar l'esquerra de lluita

Alguns dels qui avui busquen rendibilit-zar el 15M són els mateixos que es van quedar paralitzats per l'augment electoral de la dreta i pel gir ultra-liberal del PSOE

10 11OPINIÓ

Acampada de BarcelonaJaume Botey

Em cenyeixo exclusivament al que he observat a Barcelona, no al moviment en general. Òbviament es tracta d'una

valoració subjectiva, però en la qual coinci-dim gent "històrica" de moltes procedències: d'antics moviments, del 0,7%, del moviment contra la guerra, mobilitzacions d’ immi-grats, Fòrums Socials, partits i sindicats. Tothom ho mira amb un enorme respecte coincidint en apreciacions com "és una cosa nova", "reflex encara difús d'un malestar profund", "tenen raó", "moviment complex", "han aguantat més del que prevèiem", "ens han superat", "el repte és el dia després, què quedarà", “cap a on o com es canalitzarà".

Composició. Es tracta d’una suma heterogè-nia fonamentalment de joves precaris, que en la seva precarietat coincideixen amb "pre-caris" d'altres procedències i edats, aturats de llarga durada, víctimes dels EROs, parelles que no poden independitzar-se, etc. Encara que hi ha universitaris i postuniversitaris ja graduats, no és un moviment universitari. Tampoc coincideix amb els moviments ‘an-tisistema’ (okupes...), ni amb els moviments ‘antiglobalització’ (fòrums socials, deute extern, papers per a tothom, anti-Bolonya... potser propers al moviment contra "pisos buits" i els desnonaments... Hi ha encara poca consciència "internacionalista". Estan allunyats del moviment obrer clàssic i de les seves estratègies; fins i tot de les estratè-gies del moviment d'aturats o de les marxes d'aturats. No és un col·lectiu de "proleta-ris" (això ja no es porta, però en ells menys, gairebé no han entrat encara en el món del

treball). Culturalment allunyats tant dels Partits i Sindicats majoritaris com dels pe-tits, minoritaris o extraparlamentaris; però, i malgrat les aparences, no són "antipartits" sinó "anti-aquests-partits" que senten que no els representen i tapen la corrupció.

Es tracta d'un fenomen nou i, per tant, im-precís, nascut de la irritació i la impotència, de gent que veu tancat el seu futur, explo-sió d’exclosos o potencialment exclosos, d'universitaris amb màsters que esperen una beca de 400 euros, joves que veuen que, malgrat les titulacions, el seu futur és més negre que el que va ser pels seus pares. És in-terclassista i reflex que l'angoixa ha arribat, també, a famílies fins ara benestants. Majo-ritàriament la societat reconeix que la seva actitud és legítima perquè sent que reflecteix també la indignació que qui més qui menys també pateix (retallades en la jubilació, salut, ensenyament, desnonaments).

Les acampades s'han convertit en el vaixell-insígnia del malestar social. No és just tenir-ne una lectura predominantment conspi-rativa pel fet que sorgissin justament una setmana abans de les eleccions.

Ideologia. Per paradoxal que sembli par-teixen gairebé de zero, amb un important desconeixement dels mecanismes i institu-cions econòmiques internacionals respon-sables de la crisi i en conseqüència amb un llenguatge molt genèric: "bancs, capitalisme, opressió...", lluny del llenguatge ‘hiperideo-logizat’ dels col·lectius de joves dels partits clàssics d'esquerra o del moviment ‘antisis-tema’ o ‘antiglobalització’. Gairebé es podria

parlar d’un llenguatge "naïf", ingenu, fins i tot més que el del maig del 68 o de les acam-pades del 0,7%. Aquesta és la seva fortalesa, la seva capacitat d'identificació amb sectors molt amplis, que expressen intentant con-sensuar el mínim comú denominador de sectors tan heterogenis, però alhora és la seva debilitat. De moment no hi ha grans referents ideològics, com no sigui el petit i indignat llibret de Héssel.

Simplement critiquen el model de democrà-cia, no la democràcia en si ni els mecanismes de la mateixa, les seves representacions ins-titucionals, sinó "aquesta" democràcia. Per exemple, en nom de la "democràcia" i de la "llibertat" a Catalunya es va rebutjar la pro-posta de cridar a l'abstenció: "cadascú ha de fer el que cregui convenient". Rebutgen amb elegància però fermesa i unanimitat tot el que pugui semblar a adoctrinament. Sembla que en senten la olor, vingui d'on vingui i en fu-gen ("es creuen que som tontos"). I no obstant això, reconeixen la seva falta d’informació i demanen xerrades i conferències i poder compartir experiències del passat.

És obvi que la mateixa existència del mo-viment és un símptoma de la debilitat de l'esquerra. Ha qüestionat l’acceptació passi-va de dogmes econòmics absurds o les des-igualtats com un fet inevitable, coses que hauria hagut de fer l’esquerra.

Respecte dels continguts, tot i ser tan simples, és evident que han encertat el diagnòstic: els bancs, que han segrestat la democràcia i als que entre tots hem pagat un fabulós rescat de la crisi provocada per ells mateixos, i els

11

polítics o la classe política en general, sense massa distincions de moment, per haver ce-dit a la pressió del poder financer legislant a favor del capital i pels nombrosos casos de corrupció. És normal que de moment els po-sin tots al mateix sac. Ja hi haurà temps per distingir. Però queda clar que la democràcia no és només un sistema polític, també ho ha de ser en l'econòmic. Proclamen en defini-tiva que el neoliberalisme és incompatible amb la democràcia.

Imatge, metodologia i criteris d'actuació. Han guanyat la batalla del suport ciutadà: ordre, neteja, vies d’evacuació, torns, no hi ha pintades, no es beu alcohol... els volunta-ris de la informàtica, la comissió de juristes, la gent i les empreses de càtering que porten menjar... No paren d'entrar i sortir persones en un clima de complicitat, treballadors, vells de l'antifranquisme, altres estudiants, jubilats. Van convertir la plaça Catalunya en l'àgora on durant tot el dia i en grups es discutia d'hipoteques, de democràcia o de salut.

L'Assemblea és assemblea real. Atès que és impossible gestionar una assemblea de 5.000 persones, aquesta es preparava per comissions. Res no pot anar a l'assemblea general si prèviament no ha passat per la co-missió corresponent –n’hi va arribar a haver més de 25- i des d'aquesta a la Comissió de l'Assemblea que és la que acorda l'ordre del dia de l'Assemblea General de cada dia.

Crida l'atenció, malgrat que és un fet tan massiu i en un important percentatge de gent diferent cada dia, el silenci, el respecte, la possibilitat que tothom parli, la mímica, la manera de tallar al que s'allarga o al qual es repeteix...

Un element fonamental és la "no-violència" com a criteri. No violència "cap-endins" (van aconseguir aïllar els provocadors d'extrema dreta i als d'extrema esquerra, conscients que en un moment podien fer-ho malbé tot) i sobretot "cap-enfora". Davant la "càrrega" dels Mossos va quedar clar que les seves crides a la no-violència no eren retòriques. En molt poques ocasions he vist la dignitat moral i actitud decidida de mantenir-se as-seguts davant dels cops.

Va ser exemplar la manera com es va gestio-nar un fet tan difícil com preservar la plaça en el moment de la celebració del Barça. Cap incident!

És lògic que davant actituds tan transparents i missatges tan diàfans hagin atret l'atenció de l'opinió pública i els mitjans de comuni-cació. Es tracta, simplement, d'un senyal de salut democràtica de la societat de la qual ens en hem d’alegrar.

Reptes de futur. Partits, sindicats i altres organitzacions han quedat descol·locats. El que al començament podia semblar un brot més de descontentament juvenil, només una

festa, fa tres setmanes que dura, ha crescut en projecció social i nombre d'assistents, en capacitat d'organització, serietat i metodolo-gia en les assemblees, en la solidesa dels cri-teris sobre no-violència i ha crescut també, encara que més lentament, en plantejaments i propostes. Encara que només sigui per la capacitat de maduresa que el moviment ha donat als seus participants ja valia la pena. Pels que hi han participat des de dins ha si-gut una escola de formació democràtica i de líders.

Però ha valgut la pena també per la simbiosi i ponts creats amb la societat, la menys orga-nitzada i la organitzada. Avui partits polí-tics i les seves joventuts estan a l’expectativa del moviment, barrejats com tants enmig de la onada. Però malgrat el molt aconseguit és evident que es tracta encara d'un moviment incipient, que necessitarà temps per madu-rar, tant en continguts com en organització. El temps serà el millor barem per valorar-ne la profunditat. El temps dirà:- com aconsegueixen organitzar-se (barris, centres de treball...) per tal que el moviment no es dilueixi, a nivell d'estat, d'autonomia i de localitat; quina organització va sorgint que mantingui al mateix temps l'horitzontalitat actual;- com es poden vertebrar amb la resta de mo-viments que durant anys, des de diferents perspectives, han intentat, també, canviar el sistema;- com aconsegueixen resoldre el dilema de mantenir-se com moviment social de base i assembleari i alhora poder incidir en pro-postes polítiques i com superar els mutus recels en relació als partits i sindicats;- com aconsegueixen mantenir l'autonomia ideològica del moviment i evitar ser fagoci-tats per altres col·lectius més organitzats;. com evitar finalment que el moviment es

torni en contra dels seus objectius, és a dir, que siguin els sectors que sempre busquen pescar en aigua tèrbola, els que acabin capi-talitzant la indignació.

Es tracta, crec, d'un moviment cultural de llarg abast del que en aquests moments no és possible preveure la seva evolució i menys encara la seva repercussió electoral. Qualse-vol hipòtesi en aquest sentit crec que és pura conjectura. Crec, finalment, que el que ara toca és acompanyar, tenir una actitud po-rosa, a l'expectativa, crítica però sense pors, amb l'esperança que puguin mantenir la seva sobirania i el dret a organitzar-se, amb la consciència que "els aparells" no tenen ja el "copyright" de la democràcia i que la por i la desconfiança que poden tenir aquests aparells, si es perceben, pot tornar-se en contra d’ells com bumerangs.

OPINIÓ

Les acampades s'han con-vertit en el vaixell-insígnia del malestar social

La mateixa existència del 15M és un símptoma de la debilitat de l'esquerra

El que ara toca és acom-panyar, amb actitud crítica però sense pors

12 13OPINIÓ

Francesc Garcia

E l lema campeaba en una pancarta en medio de la multitud insur-gente. Era un domingo de junio 2011. La enorme manifestación ocupaba todo el centro de la ciudad, tan densa que marchábamos

apiñados y con sensación de claustrofobia... pero, a la vez, con enorme alegría. Por fin, nuestro pueblo había despertado, tras 3 años de sufrir en silencio y resignadamente la mayor crisis económica de la Historia. Crisis plasmada en incontables ERE s, con miles de despidos, recortes sociales salvajes en educación y sanidad, subidas del IVA, desempleo de casi 5 millones de personas...

¿Cómo fue posible aguantar tanto sin responder? Quizá se deba a la idiosincrasia de nuestro pueblo, políticamente inculto y que apenas ha vivido breves periodos de democracia, que ha sufrido la dictadura más sangrienta de Europa y aún no ha logrado sacudirse la pesada losa del miedo. Por otra parte, la propia situación de la clase obrera: 20 % de paro, precariedad laboral generalizada, contratos basura... hacía muy difícil la contestación en forma de huelgas generales. El 29-S de 2010 fue un primer intento, pero sin continuidad. Es muy difícil llevar a la huel-ga a una población que se juega su pan y el de sus familias.

Era necesario configurar otra forma de protesta. Los jóvenes lograron hacerlo. Imitando a los pueblos árabes, ocupando las plazas de las gran-des ciudades. Una convocatoria el 15 de mayo derivó en acampada en la Puerta del Sol de Madrid. La consiguiente represión, en lugar de pro-vocar miedo provocó rabia y pronto no sólo Madrid sino todas las ciu-dades del estado tenían su "plaza Tahrir". La portada del "Washington Post", con la muchedumbre atestando la plaza fue nuestra mejor aliada. Si uno de los mayores periódicos de EEUU te saca en portada, el grupo PRISA ya no va a poder ocultar ninguna noticia. Era la primera victoria del movimiento.

La campaña electoral, asfixiante por su mediocridad, saltó hecha añi-cos cuando en las plazas se cantaba: "lo llaman democracia y no lo es", o resonaban slogans como: "¿Por qué mandan los mercados, quien los ha votado? ", "no hay pan para tanto chorizo", " banqueros, ladrones, culpables de la crisis "... De repente, las verdades furtivas, las frases más políticamente incorrectas, se hicieron dueñas de la calle y el Estado de Derecho, esa frase con la que tanto se llenan la boca, quedó en nada. El rey estaba desnudo.

Un enorme dedo acusador se alzó en las Agoras señalando a los cul-pables: banqueros, agencias de calificación de riesgo, transnacionales, políticos rastreros que se arrodillan ante el Dios Mercado.

Pasaron las elecciones y las plazas siguieron llenas, los resultados elec-torales se volvieron insignificantes frente al Agora griega en que se ha-bía convertido todo el país. La Política (con mayúsculas), la hacía el pue-blo en la calle. Poco importaban ante eso, los cacareos del Bipartidismo en sus ruedas de prensa, parlamentos autonómicos y ayuntamientos.

Entonces vinieron la represión y la criminalización de las protestas, pero también en eso fracasó el sistema. La represión generó odio en vez de miedo, miles y miles bajaron a defender a los muchachos apaleados en Plaza Catalunya el 27 de mayo.

El 15 de junio, la exageración en las formas de criminalizar el 15-M, provocó la risa: Barcelona no era Vietnam, y el hecho de utilizar un helicóptero para burlar el cerco de los manifestantes se quedó en una escena esperpéntica.

Muchos nos preguntamos ¿Cuántas veces ha visto " Apocalypse Now" el conseller Puig? Desde luego, no éramos "viet-congs" quienes cercába-mos el Parlament... ¿Qué quería Puig, rociarnos con napalm?

En lugar de decrecer, el movimiento se consolidó y hoy marca toda la agenda política. El 19 de junio, millones de manifestantes atestaban las calles de todas las ciudades, en una movilización sin precedentes desde la guerra de Irak. Era el punto y aparte en una movilización que va a tener su continuidad en otoño, con el objetivo a medio plazo de la huel-ga general.

El 20 de julio se cumplen 10 años de los disturbios de Génova, cuando el movimiento antiglobalización estaba en su apogeo. 10 años del asesi-nato de Carlo Giuliani en la Piazza Alimonda de esa ciudad. Un crimen que nos encendió la sangre y, que en mi caso, fue el detonante para afiliarme al PSUC viu. Un aniversario que no va a ser de nostalgia sino de lucha. Carlo va a tener el homenaje que él hubiera querido: miles de personas ocupando las calles otra vez.

Será (como decía la pancarta ) La levadura que hace crecer el pan. La levadura lo han sido muchachos como él, que nos hicieron despertar de nuestra apatía e indolencia. Muchachos que nos han dicho: ¿Com-pañeros, cuánto vais a aguantar en silencio mientras os arrebatan los derechos por los que ayer os jugasteis la libertad y la vida en la negra noche fascista?

Veo a los veteranos camaradas, y esta hermosa primavera les ha quita-do 30 años de encima, les ha devuelto la ilusión y una enorme sonrisa se dibuja en sus labios. Muchos hemos hecho amistades durante estos días y creo que por mucho tiempo. Tras el asfixiante verano, se ave-cina un otoño aún más cálido, un otoño de estallido social frente a la dictadura de la UE, el FMI, los tiburones de las finanzas y los políticos serviles que les hacen el juego.

Sólo es el principio de una larga lucha por la Europa de los trabajadores y los pueblos oprimidos.NADA A PERDER, TODO UN MUNDO POR GANAR.

"La levadura que hace crecer el pan". Reflexiones de un indignado

Era necesario configurar otra forma de protes-ta. Los jóvenes lograron hacerlo. Imitando a los pueblos árabes, ocupando las plazas de las grandes ciudades

La represión generó odio en vez de miedo, mi-les y miles bajaron a defender a los muchachos apaleados en Plaza Catalunya el 27 de mayo

13 CULTURA

Antoni Lahiguera

A finals d’aquest passat juny, i dins del marc de la “Mostra de Teatre de Barcelo-na” vàrem poder assistir a la represen-

tació (estrena a Catalunya) de l’obra “B-52”1, per part de la companyia asturiana “El Perro Flaco”, i que suposava el debut de Santiago Alba Rico com autor teatral2. Aquestes són les meves reflexions d’allò que, aquella ca-lorosa tarda, vaig veure i viure al Teatre del Raval.

L’obra: B-523

L’aparent senzillesa del text amaga uns bu-cles de metallenguatge. Un grup d’actors que representen un grup d’amics que juguen a re-presentar una dramatització (pilotar un mor-tífer bombarder B-52). Assumint els diferents rols que suposa una tripulació militar aèria, ens submergim dins la ideologia dominant al “ventre de la bèstia”: els Estats Units. I des d’aquí, des de la defensa d’aquesta ideologia, posar en evidència les contradiccions sobre les que se sustenta. Exigeix, doncs, un co-neixement cert de la societat nord-americana dominant: el fonamentalisme cristià (la llei de Déu com a norma; encara que caldrà sal-tar-se el manament de No mataràs); la con-formació dels ciutadans de plens drets com als ciutadans WASP (blancs, anglosaxons i protestants) que suposarà com les minories no WASP s’esforcen (amb impotència) per

ser acceptats (les dones que es comporten com “homens”, els negres que somnien ser blancs4...) Així, mera aparença, equilibri inestable que només troba sortida amb la fu-gida cap endavant, amb l’acceptació acrítica de les ordres i jerarquies, amb una exacerba-da competitivitat, amb mai mirar enrere (si no veus les massacres potser creguis que mai ocorregueren, o al menys minimitzaran les dissonàncies cognitives). Fugida endavant, amb promeses de confort, amb promeses de consum, amb promeses, buides promeses.

La companyia: El Perro Flaco

“El Perro Flaco”5 desenvolupà l’obra amb frescor, intensitat i credibilitat; atributs que tirava a faltar als darrers anys a Barcelona, sobre tot als escenaris de l’elitista i burgés TNC, farcit de grandiloqüència i sobre ac-tuació. L’excel·lència de la interpretació que dugueren a terme aconsella seguir a aquesta petita companyia, quan ens tornin a visitar. Companyia que s’hi va fundar al 2006, i que amb les seues pròpies paraules es defineixen com “compromesa amb un teatre arrelat en la realitat, crític, provocador, diferent...”

Posada en escena

L’escenari és minimalista, una bastida i poca cosa més. L’obra es desenvolupa a colp d’un excel·lent guió i a colp d’una excel·lent inter-pretació. Tot i això, si s’introdueixen elements

audiovisuals (imatges i sons) que cusen la ficció realista de l’obra a la realitat delirant de la vida quotidiana. Parlem, doncs, de tea-tre al cent per cent.

Darrera reflexió

L’obra (B 52) i la companyia (El Perro Flaco) ha estat la sorpresa més satisfactòria que, al món de la cultura, m’he trobat als darrers temps. Donat el poc espai del que dispo-sem em resulta impossible aprofundir més en ells. Però us encomano a seguir els seus passos, tant lluny de dogmes, propis d’eixe esperit crític que ha de conformar l’ètica ciu-tadana, l’ètica del poble, l’ètica dels oprimits. Tant de bo que, més aviat que tard, tornem a gaudir les seues propostes a aquesta Ca-talunya nostra, on els nacional-catòlics i els ultraliberals governen (però no convencen) des de fa ja tants i tants anys.

La tarda en què vaig a tornar a creure en el teatre

Un grup d’actors que repre-senten un grup d’amics que juguen a representar una dramatització (pilotar un mortífer bombarder B-52)

14 15VIDA DE PARTIT

Jesús Sánchez-Marín

El passat dia 2 de juliol es va celebrar a Bar-celona la festa anual de Nou Treball, que aquest any commemorava el 75è aniversari de la creació del Partit Socialista Unificat de Catalunya. Superant les dificultats econòmi-ques que els temps i la situació imposen, un grup de tenaços camarades va aconseguir que la festa se celebrés amb modèstia però també amb dignitat.

Durant el matí els assistents van reptar la ca-lor estiuenca per participar en el debat sobre mitjans de comunicació que va comptar amb la presència del director de Mundo Obrero Ginés Fernández, el seu homòleg d'El Viejo Topo (Miguel Riera) i Daniel Raventós, editor de SINPERMISO, al costat de Miguel Candel i la directora de Nou Treball. Una mica més tard es va debatre sobre les retallades neoli-berals, amb la participació d'un representant dels estudiants (Aldo Reverter, de l'AEP), de la sanitat (Toni Barbarà, de "DEMPEUS per la Salut Pública", dels aturats organitzats en Assemblea (Soliña Barreiro), Meses de Con-vergència (Diosdado Toledano), moderats per Neus Molina, de CCOO sanitat i respon-sable política del PSUC viu a Barcelona.

Al migdia es va obrir un espai dedicat a l'univers poètic presentat per Mariano Ara-gón, responsable de l’ACIM i que va reunir Felipe Alcaraz, A. Antón i S. López Arnal en una xerrada amb el tema "Poesia i Política".

Ja a la tarda, un concorregut debat va in-tentar recollir els últims esdeveniments en l'escena nacional i internacional: des del moviment 15M a les eleccions al Perú pas-sant per la crisi europea. Un representant de l'Assemblea de Plaça Catalunya, Guy Saurat del PCF i Fabio Amato de Rifondazione i el

nostre camarada Eduardo Luque van ser els ponents. L’imprescindible repassada a la tra-jectòria històrica del PSUC va anar a càrrec dels camarades Antoni Lucchetti, Antoni Montserrat i Ramon Franquesa. Mentres-tant, en l'espai de cinema es rememorava la Comuna de París en el seu 140è aniversari a través de fragments cinematogràfics selec-cionats i editats per Soliña Barreiro.

El debat central, dedicat al Pacte de l'Euro, va comptar amb les intervencions de Juan Ma-nuel Tapia (de l’executiva de CCOO de Ca-talunya), Salvador Jové (ex-eurodiputat d'IU) i José Antonio Garcia Rubio (Responsable d'Economia d'IU).

Després del tradicional sopar del qual se’n va ocupar un cop més la camarada Maruja Ruiz i el seu equip, Natàlia Rossetti va pre-sentar l'acte polític que va començar amb el lliurament d’un diploma commemoratiu als als militants que van entrar al partit en els primers anys seixanta. La jove camarada Marta Castillo va llegir la carta que Victòria Pujolar, la recordada veu de Radio Pirenai-ca, va fer arribar a la Direcció per saludar els presents. Les intervencions de la responsable política local i dels convidats internacionals van donar pas a la salutació del camarada Daniel Morcillo, Secretari General del Partit Comunista de Madrid i al discurs de Jorge Torres, de Joves Comunistes. Albert Escofet, Secretari General del PSUC viu, va informar la indisposició que havia impedit al secretari general del PCE assistir a la celebració.

Com a fi de festa, el grup catorzedabril va recordar de manera molt especial l'actor Alfred Lucchetti, recentment desaparegut, a través d'una selecció de les seves cançons més estimades, l'última de les quals va ser La Internacional.

Festa Nou Treball:el PSUC fa 75 anys

15 VIDA DE PARTIT

Redacció: PSUC viu, C. Doctor Zamenhof 16-18, 08020.Tel.: 93 412 2195. Fax: 93 307 38 47. Correo-e: noutreball@psuc.org. Dip. Legal: B-28994/99

www.psuc.org