Nuestra E.M.M

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81 Rev Sanid Milit Mex 2015; 69(2) Mar-Abr: 81-91 Editorial Nuestra Escuela Médico Militar Cor. M.C. Gaspar-Alberto Motta-Ramírez, 1 M.M.C. Francisca Eloísa García-Chávez, 2 Cor. M.C. Ricardo Arturo Herrera-Avilés, 3 Gral. Brig. M.C. Ret. Francisco Balderrama-Ruiz 4 Hospital Militar Regional de Torreón, Coahuila 1 Médico radiólogo, año de graduación 1987. 2 Coautor, médico cirujano, año de graduación 2010. 3 Médico ginecoobstetra, director del Hospital Militar Regional de Torreón, Coahuila, año de graduación 1979. 4 Médico ginecoobstetra, año de graduación 1952. Correspondencia: Dr. Gaspar Alberto Motta Ramírez [email protected] Recibido: Enero 1, 2012 Aceptado: Enero 1, 2015 Nuestra relación con la Escuela Médico Militar es de toda la vida: personal por decidir que ésta debería ser la escuela donde estudiaríamos, siempre cercana a la gente de nuestro país, por su contacto con la realidad y su importancia para México y por ser un lugar que nos resulta entrañable. Es en esos años, en su seno, cuando nos recibe provenientes de un sinfín de sitios de nuestra república y de múltiples orígenes, donde se genera la gratitud, el orgullo y el amor incondicio- nal por ella (Figura 1). ¿Quién no recuerda ese momento en la explanada, cuan- do nombraban a cada aspirante de la lista de los ya acep- tados, que varía en su número, cuando la expectación era enorme, y observábamos cómo cada uno de los selecciona- dos al escuchar su nombre acudía corriendo a la que sería su casa por los próximos cinco años y marcar de esa manera su destino? La persona uniformada que daba lectura a los nom- bres de los aspirantes que ingresaban a la Escuela Médico Militar enfatizaba aún más la emoción indescriptible que se arremolinaba en el pecho de todos y cada uno de los que he- mos vivido ese momento. Estos hombres y mujeres jóvenes no sólo son los estudiantes de la Escuela Médico Militar, los considerados los mejores candidatos, los aventurados a alcanzar sus aspiraciones, que desean combinar la medicina con una contribución especial a la sociedad de nuestro país; son los futuros líderes de la medicina mexicana que han sido seleccionados para un programa de excelencia, que ense- ña liderazgo y trabajo en equipo, así como conocimientos avanzados de investigación clínica y médica (Figura 2). Para mitigar el exigente horario de estudios, los estudian- tes de la Escuela Médico Militar no deberán trabajar para ganarse la vida durante el tiempo de su instrucción. Su estan- cia está cubierta 1,2 y todos los estudiantes viven en los dor- mitorios de la Escuela, ya sea que provengan de o fuera de la ciudad. Un elemento importante del programa para estos alumnos procedentes de entornos muy diferentes es vincu- larse entre sí y con sus profesores, 3 la formación del espíritu de cuerpo 2 y así alcanzar un aprendizaje in situ, que es el que se desarrolla en los ambientes dinámicos y complejos y que condiciona el que la vida profesional de los médicos militares esté llena de acciones de aprendizaje informales, entretejidas con el ejercicio cotidiano de la clínica. La Escuela Médico Militar logró en sus inicios y a la fecha favorecer el apren- dizaje organizacional a través de una estructura basada en la creación, transferencia y aplicación del conocimiento avan- zado. Sin embargo, actualmente, aunque el compromiso es el mismo, los retos son otros. Es justamente ese espíritu de cuerpo, del trabajo en equi- po, uno de los valores agregados a la carrera de médico mi- The question for each of us is not what we would do if we had the means, time, influence, and educational advantages, but what we will do with the things we have. La pregunta para cada uno de nosotros no es lo que podríamos hacer si tuviéramos los recursos, el tiempo, la influencia y las ventajas educacionales, sino que deberíamos hacer con lo que tenemos. HAMILTON WRIGHT MABIE Ensayista y editora norteamericana

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NUESTRA ESCUELA MÉDICO MILITAR

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    Rev Sanid Milit Mex 2015; 69(2) Mar-Abr: 81-91

    Editorial

    Nuestra Escuela Mdico Militar

    Cor. M.C. Gaspar-Alberto Motta-Ramrez,1 M.M.C. Francisca Elosa Garca-Chvez,2 Cor. M.C. Ricardo Arturo Herrera-Avils,3 Gral. Brig. M.C. Ret. Francisco Balderrama-Ruiz4

    Hospital Militar Regional de Torren, Coahuila

    1 Mdico radilogo, ao de graduacin 1987. 2 Coautor, mdico cirujano, ao de graduacin 2010. 3 Mdico ginecoobstetra, director del Hospital Militar Regional de Torren, Coahuila, ao de graduacin 1979. 4 Mdico ginecoobstetra, ao de graduacin 1952.

    Correspondencia: Dr. Gaspar Alberto Motta [email protected]

    Recibido: Enero 1, 2012Aceptado: Enero 1, 2015

    Nuestra relacin con la Escuela Mdico Militar es de toda la vida: personal por decidir que sta debera ser la escuela donde estudiaramos, siempre cercana a la gente de nuestro pas, por su contacto con la realidad y su importancia para Mxico y por ser un lugar que nos resulta entraable. Es en esos aos, en su seno, cuando nos recibe provenientes de un sinfn de sitios de nuestra repblica y de mltiples orgenes, donde se genera la gratitud, el orgullo y el amor incondicio-nal por ella (Figura 1).

    Quin no recuerda ese momento en la explanada, cuan-do nombraban a cada aspirante de la lista de los ya acep-tados, que vara en su nmero, cuando la expectacin era enorme, y observbamos cmo cada uno de los selecciona-dos al escuchar su nombre acuda corriendo a la que sera su casa por los prximos cinco aos y marcar de esa manera su destino? La persona uniformada que daba lectura a los nom-bres de los aspirantes que ingresaban a la Escuela Mdico Militar enfatizaba an ms la emocin indescriptible que se arremolinaba en el pecho de todos y cada uno de los que he-mos vivido ese momento. Estos hombres y mujeres jvenes no slo son los estudiantes de la Escuela Mdico Militar, los considerados los mejores candidatos, los aventurados a alcanzar sus aspiraciones, que desean combinar la medicina con una contribucin especial a la sociedad de nuestro pas;

    son los futuros lderes de la medicina mexicana que han sido seleccionados para un programa de excelencia, que ense-a liderazgo y trabajo en equipo, as como conocimientos avanzados de investigacin clnica y mdica (Figura 2).

    Para mitigar el exigente horario de estudios, los estudian-tes de la Escuela Mdico Militar no debern trabajar para ganarse la vida durante el tiempo de su instruccin. Su estan-cia est cubierta1,2 y todos los estudiantes viven en los dor-mitorios de la Escuela, ya sea que provengan de o fuera de la ciudad. Un elemento importante del programa para estos alumnos procedentes de entornos muy diferentes es vincu-larse entre s y con sus profesores,3 la formacin del espritu de cuerpo2 y as alcanzar un aprendizaje in situ, que es el que se desarrolla en los ambientes dinmicos y complejos y que condiciona el que la vida profesional de los mdicos militares est llena de acciones de aprendizaje informales, entretejidas con el ejercicio cotidiano de la clnica. La Escuela Mdico Militar logr en sus inicios y a la fecha favorecer el apren-dizaje organizacional a travs de una estructura basada en la creacin, transferencia y aplicacin del conocimiento avan-zado. Sin embargo, actualmente, aunque el compromiso es el mismo, los retos son otros.

    Es justamente ese espritu de cuerpo, del trabajo en equi-po, uno de los valores agregados a la carrera de mdico mi-

    The question for each of us is not what we would do if we had the means, time, influence, and educational advantages, but what we will do with the things we have.

    La pregunta para cada uno de nosotros no es lo que podramos hacer si tuviramos los recursos, el tiempo, la influencia y las ventajas educacionales, sino que deberamos hacer con lo que tenemos.

    Hamilton WrigHt mabie

    Ensayista y editora norteamericana

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    litar condicionado por la formacin integral de la Escuela Mdico Militar que, adems, implicar una enseanza de liderazgo a lo largo de todos esos aos para formar un jefe, un lder del ejrcito. Los valores del instituto armado extra-polados a la formacin del mdico militar condicionan la adquisicin de un elevado sentido del honor, de la hones-tidad, del sacrificio y de un intenso desarrollo profesional para servir y someterse a las ms duras pruebas fsicas y mentales, incluidas las acadmicas. El mdico militar en su papel de mentor, con su ejemplo, participa en la formacin de la actitud moral, del sentido del deber, de responsabili-dad, en la firmeza del carcter y en los principios de moral y lealtad tan arraigados en los mdicos militares.2

    La unidad bsica de aprendizaje es el grupo de trabajo. En cierto modo, todo aprendizaje es organizacional, porque la mente humana aislada es slo una cuestin hipottica y es gracias a la vida social que adquirimos y enriquecemos el conocimiento.4

    Desde 1993, Donabedian plante la necesidad de estu-diar los modelos industriales de mejora de la calidad para obtener conclusiones aplicables al campo de la salud. In-dudablemente tenemos mucho que aprender de los estudios desarrollados en el campo de las empresas, que entienden al conocimiento como el principal elemento productivo. Las compaas modernas se conciben a s mismas como or-ganizaciones que aprenden, estructuras en las que la gente ampla continuamente su capacidad de producir los resulta-dos deseados, que incuban nuevos y ms amplios patrones de pensamiento, donde las aspiraciones colectivas se esta-blecen libremente y las personas continuamente aprenden cmo aprender de manera conjunta. Por ello, se ha acuado el trmino gestin del conocimiento, para significar la ar-ticulacin de las redes de seres humanos con la tecnologa informtica, a fin de generar, propagar y utilizar el conoci-miento avanzado en el contexto de la competencia global. La gestin del conocimiento no se realiza de manera vertical y mediante un control burocrtico, implica la transferencia neta de poder y capacidades para favorecer las decisiones y la autoorganizacin. Este proceso se denomina empode-ramiento y es la base de la participacin democrtica en el proceso creativo y de innovacin.4

    La Escuela Mdico Militar debiese asumir la gestin del conocimiento en salud como una de sus funciones. La ense-anza en ella se basa en una educacin clnica, al lado de la cama del paciente. As seramos ms humanos porque tra-taramos al personal de salud como el elemento creativo y, adems, transferiramos conocimientos a los pacientes para hacerlos copartcipes de las decisiones que afectan su salud.

    Desde hace varias dcadas, nuestros profesores clnicos observan y verifican la educacin basada en competencias, logrando que las habilidades de interrogatorio y explora-cin fsica de nuestros graduados sean de lo mejor. Ellos,

    Figura 1. Fachada del edificio de la Escuela Mdico Militar.

    Figura 2. El escudo de la Escuela Mdico Militar est formado por un haz de varas circundado por una serpiente cuyo rostro se refleja en un espejo. El haz de varas o fascis es smbolo de autoridad o justicia; la serpiente repre-senta a la sabidura, la prudencia y la previsin: es el smbolo de la Medici-na. El espejo inspira sentimientos de admiracin, es la difusin del conoci-miento de la medicina a todos los hombres. El escudo de color dorado est en medio de un crculo, en campo negro y circundado por hojas de encino y laurel. Detrs del escudo se observa una cruz con los colores patrios que simboliza al Cuerpo Mdico Militar actuando sobre toda la Nacin.

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    los maestros o los profesionales de mayor experiencia, es-timularon el espritu progresista a travs del intercambio de informacin con especialistas de otras ramas y adems fueron creativos al momento de enfrentar problemas irre-sueltos, poco o mal explicados en la bibliografa. Fomentar el estudio profundo de un tema siempre resulta beneficioso, porque, de ese modo, aparecen enseguida esas lagunas de ignorancia que resultan en un territorio frtil para el investi-gador incipiente y para el alumno de medicina.5

    El mdico militar con esa flexibilidad aprendida desde sus inicios se anima a cambiar, lo que es una manifestacin de la inteligencia aplicada,5 cada vez que se enfrenta a los eventos que requieren su experiencia. Si bien su disciplina es una de sus fortalezas, lo es tambin su sistematizacin cientfica forjada a travs de esa amalgama del alma mater.

    El control de calidad es la regla en un sinnmero de ac-tividades humanas. La Escuela Mdico Militar debiese ser responsable por sus egresados. Desafortunadamente, hasta ahora, el concepto de calidad en educacin mdica ha sido librado a diversas interpretaciones y, por tanto, la evalua-cin adecuada y consistente de programas es difcil de reali-zar. La calidad en educacin mdica debe definirse y medir-se con instrumentos vlidos y confiables. Un debate sobre el concepto de calidad es inevitable y conveniente, como tambin lo es la identificacin y el ajuste de indicadores y criterios apropiados a travs de la investigacin. Como el concepto de calidad estriba en valores establecidos, su defi-nicin en el contexto de la educacin mdica estar impreg-nada del mandato social asumido por la escuela. Por tanto, los indicadores no son esperables slo en los contenidos y procesos educativos y en la disponibilidad y utilizacin de los recursos, sino tambin en la forma en que las escuelas cumplen su misin social y sanitaria.6

    La Escuela posee un valor moral elevado. Es decir, so-lidaridad entre todos sus miembros, unificacin de tenden-cia hacia un solo ideal, fuerza para defender sus derechos y para estimular a sus miembros cuya admirable y entusiasta dedicacin de sus primeros alumnos y de sus profesores, de quienes debisemos seguir el ejemplo y que fueron no slo de los mejores mdicos de la poca sino de los que tenan pasin por ensear, seleccionados acertadamente en esos inicios por el creador de la Escuela, el Coronel M.C. y maestro de ciruga Guadalupe Gracia Garca,7 de quienes debisemos seguir el ejemplo.

    El comportamiento dentro del ejercicio de la medicina es cambiante, segn la influencia personal que se le imprima a las experiencias vividas, debido a que con el paso de los aos se acumulan vivencias que nacen de la vida misma y otras que nos enriquecen a travs de la educacin y la preparacin profesional.8 Tenemos el compromiso social de llevar la salud a toda la poblacin, sin importar su cultura ni su estructu-ra poltica, es necesario identificar sus problemas de salud y

    generar proyectos para su solucin. No debemos perder de vista el hecho de que nuestro pas se encuentra en vas de de-sarrollo, por lo que debemos cuidar la adecuada distribucin de recursos, privilegiar lo tico por sobre lo jurdico y hacer honor a una tradicin que ubica a la medicina en la defensa de los derechos fundamentales de los pacientes.8

    El comportamiento del mdico debe ser manifestacin de su forma de ser y superar lo que le digan que deba ser o hacer. Su formacin implica superacin en lo cognoscitivo, en las destrezas, en su actitud. Son los resultados los que miden la capacidad de una persona y no sus intenciones o sus proyectos y parte de la felicidad de un mdico es saberse capaz de solucionar los problemas que son motivo de su profesin. La principal obligacin tica del mdico ante un enfermo es tener el inters serio de solucionarle su problema de salud. Todo mdico tiene limitaciones en conocimientos y en capacidad resolutiva, pero como profesionales se nos pide que seamos conscientes de ellas; nadie est obligado a ser un experto en todas las reas o especialidades; ni es lgico pensar que as sea. Lo tico es no obligar al pacien-te a permanecer dentro del crculo de nuestras limitaciones cuando su problema nos ha rebasado.8

    Debemos desarrollar mayor conciencia y una adecuada capacidad de anlisis de los dilemas morales en la profe-sin, preparndonos a aceptar responsabilidades derivadas de nuestra funcin como mdicos, en lo particular, y como miembros de un equipo. Asimismo, debemos desarrollar la capacidad de evaluar nuestro propio comportamiento. El reto es intentar ser personas comprometidas con nuestros principios y valores. La actuacin tica y humanstica es una obligacin particular en la medicina.8

    La Escuela Mdico Militar condiciona por s sola, a sus 98 aos de creada y a toda la tradicin de excelencia acad-mica que la han caracterizado, el que sus aspirantes y futu-ros egresados tengan ese pleno convencimiento y vocacin para ejercer la medicina mdico militar (Figura 3).

    La Escuela Mdico Militar tiene como misin ser una escuela de nivel superior, que proporciona educacin para formar mdicos cirujanos militares de excelencia, a travs de los principios cientficos y humansticos de la educacin mdica y doctrina militar, para desempearse en el primer nivel de atencin del Ejrcito y Fuerza Area Mexicanos,9 y como visin, consolidarse como una institucin vanguar-dista, lder en educacin mdica con base en valores hu-mansticos y cientficos de la medicina, formando recursos humanos que brinden atencin mdica de calidad al perso-nal militar y derechohabiente del Ejrcito y Fuerza Area Mexicanos.9

    La Escuela Mdico Militar, producto de la Revolucin Mexicana, fue, es y contina siendo la respuesta a las ne-cesidades mdico-asistenciales del Ejrcito Mexicano y sus derechohabientes. Fue inaugurada el 12 de octubre de 1916,

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    iniciando sus cursos el 15 de marzo de 1917, egresados en 97 aos, hasta septiembre de 2014, 3,639 mdicos militares, de los que, de los hombres, 3,069 eran nacionales y 61 ex-tranjeros y de las mujeres, 500 eran nacionales y 9 extran-jeras (Figura 4).10

    Al cumplirse 98 aos de su fundacin, podemos compro-bar que cada da es mayor el compromiso de sus egresados y la conviccin de su legado histrico al Ejrcito y al pueblo de Mxico. Desde su creacin, la Escuela Mdico Militar ha pretendido ser til dentro de la realidad econmica, social y poltica de la comunidad; surgida de la Revolucin Mexi-cana de 1910, formando profesionistas con slida mstica de soldados y mdicos, para servir con eficacia, calidad y calidez a las Fuerzas Armadas Mexicanas, donde quiera que se les necesite. En sus aulas se han formado lderes cuya fortaleza radica en la unidad de trabajo, la disciplina acad-mica, la organizacin institucional y la comunin de visin y valores. Sus herramientas de trabajo no han sido slo las propias de la medicina, sino que, adems, han ejercido con libertad la creatividad, el entusiasmo, la compasin, la inno-vacin, el esmero, la dedicacin y el humanismo.

    Hoy podemos afirmar que los objetivos trazados en un inicio se han conseguido con creces, sin desviarse de su mi-sin de servicio. A lo largo de casi un siglo de vida, sus hijos, sus egresados, se han convertido en hombres y muje-res de bien; de trabajo y esfuerzo continuado; ejemplo para generaciones futuras; destacados investigadores nacionales e internacionales que han formado escuelas y asociaciones; pioneros en diversas ramas del rea biomdica; lderes en su especialidad y maestros consagrados a la formacin de las nuevas generaciones.10

    En la Escuela Mdico Militar encontramos quines ra-mos, encontramos quines eran nuestros amigos y quines no, aprendimos a esforzarnos por ese sueo que nos llev al aprendizaje de esta profesin, fusin de arte y ciencia, y a hacerlo bien en todo momento y ante cualquier circunstan-cia, inclusive en ocasiones con o sin los recursos necesarios, cimentados en los valores de la Escuela Mdico Militar: humanismo, honestidad, vocacin de servicio, disciplina, salud y liderazgo. Aprendimos a ser seguros de nosotros mismos, maduramos como seres humanos, con un fuerte sentido de orgullo y disciplina.

    Mxico siempre ha demandado de sus Fuerzas Armadas y de sus mdicos militares un compromiso que los ha lleva-do a afrontar situaciones crticas y difciles.11

    La vocacin en medicina es como el amor: una vez alcan-zado hay que mantenerlo vivo da a da.

    Los mdicos militares, en el empeo de sus quehaceres, inciden en lo ms preciado que tienen los seres humanos: su vida y su salud. Por tanto, convertirse en mdico militar sig-nifica mucho ms all que terminar los estudios de medicina

    Figura 3. Sello postal conmemorativo del cincuentenario de la creacin de la Escuela Mdico Militar. Coleccin particular: Cor. M.C. Gaspar Alberto Motta Ramrez.

    Figura 4. Fila de arriba: M.M.C. scar Guillermo Aguirre Flix, Cap. 1ero. M.C. Edmundo Rodrguez Morales, Gral. Brig. M.C. Ret. Ernesto Jimnez y Ramn, M.M.C. Astro Azcary Peregrino Perea, Tte. Cor. M.C. Ret. Rafael Vera Valtierra, Tte. Cor. M.C. Ret. Luis Granados Aguilera, Cor. M.C. Ret. Csar Rodrguez y Enrquez de Rivera, M.M.C. Adolfo Carlos Gloria Carrales. En medio: M.M.C. Roberto Arroyo Lpez. Fila de abajo: M.M.C. Rayniero Saldaa Aceves, Gral. Brig. M.C. Ret. Manuel Alejandro Ramrez Njera, Tte. Cor. M.C. Ret. Vctor de la Cruz Carriza-les, Gral. Brig. M.C. Ret. Francisco Balderrama Ruiz, Cor. M.C. Ricardo Arturo Herrera Avils, Tte. Cor. M.C. Ramiro Crdenas Arias, M.M.C. Li-liana Ros Mondragn y M.M.C. Juan Carlos Snchez Briones.Coleccin particular: Cor. M.C. Gaspar Alberto Motta Ramrez.

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    y los aos de formacin del posgrado; significa adquirir una nueva forma de vida, exquisitamente vocacional, una im-pronta que es caracterstica de nuestra verdadera profesin, adoptando la actitud de una visin integral del paciente, fun-damentada en la firmeza de su imprescindible tica.12

    Hoy da se requiere una nueva perspectiva acerca de la educacin mdica y debiese estar basada en sus principios bsicos, elementales y en ellos el contacto profesional es-trecho de los profesores con sus alumnos para empezarlos a destacar. Es indispensable la formacin de mdicos ci-rujanos militares basada en los principios de la medicina cientfica para desempearse en cualquier nivel de aten-cin mdica.13 En las palabras de Hipcrates: cuando se adquiere el arte de la medicina, tambin se incluye el amor a la humanidad. No slo su historial mdico obtenido en la revisin clnica que se realiza en el consultorio mdico o en la evaluacin en el rea de conflicto, el mdico conser-va sus experiencias ms amplias basadas en el humanismo para servir.11

    Hay que pensar en la mente-factura en lugar de la ma-nufactura.13 Nuestro deber es proyectar a la Escuela Mdi-co Militar: pensar en una escuela ya no para nosotros, sino para los futuros mdicos, para las futuras generaciones que vienen y que tendrn la facilidad de la autopista de la infor-macin electrnica a travs de sus redes sociales. Invertir en este proyecto de educacin para que en el futuro sea mucho mejor. Es necesario comprender el valor de una buena edu-cacin mdica y que una buena educacin es la que incluye la educacin basada en los pilares de la educacin mdica planteados por la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO): Apren-der a hacer, aprender a conocer, aprender a convivir y apren-der a ser.

    Por ello, es indispensable que para la gestin de personal mdico militar se desarrollen sistemas de evaluacin que midan el desempeo y motiven el cumplimiento de las me-tas institucionales. Los lderes deben ser capaces de gestio-nar ese capital humano, con el fin de maximizarlo y desarro-llarlo en beneficio del inters de la institucin y de Mxico y ello conlleva implcitamente una distribucin con base en las competencias y habilidades que permitirn alcanzar un mejor rendimiento del personal.14

    El mdico militar debe poseer una personalidad bien dife-renciada y al formar parte de las Fuerzas Armadas se funde con ellas en sus ideales, tendencias y convicciones teniendo simultneamente una slida preparacin profesional en la Medicina, especialmente en los temas que son frecuentes de enfrentar en situaciones de guerra o de urgencia; incluyen-do habilidades quirrgicas bien establecidas y manejo de la Traumatologa, la Ciruga General, la Medicina Preventiva y la Medicina Interna. Los egresados de la Escuela Mdico Militar son lderes con sentido humano y competitivos.

    Es sabido que mucho del carcter de una persona est genticamente determinado; pero tambin este carcter original puede modificarse por las condiciones del medio ambiente, especialmente en la niez y la adolescencia. Por ese motivo, cuando un joven de 16 a 18 aos ingresa a la Escuela Mdico Militar y se somete a un rgimen de vida dirigido por las virtudes que caracterizan al personal militar y a una exigencia estricta en el trabajo, la responsabilidad y el estudio de una profesin compleja como la Medicina permiten la formacin de un carcter nico en el mdico militar mexicano.

    La Escuela Mdico Militar tiene las caractersticas que permiten esta formacin mental, intelectual y moral de sus alumnos por dos condiciones bsicas:

    1. El estudiante vive en un internado militar sometido a las exigencias, disciplina y trabajo requeridos como cadete (soldado-alumno) soldado-cadete y simultneamente se le exige el estudio intensivo de una profesin de compro-miso con el espritu de servicio, basada en altos concep-tos morales, de una tica estricta e inviolable, y

    2. La participacin directa en la vida hospitalaria, gracias al sistema de enseanza a la cabecera del enfermo, que obliga al estudiante a vivir y convivir la enfermedad, su-frir con sus enfermos y gozar la recuperacin de su salud como si fuera en su propia familia.

    La explicacin del Dr. Demetrio Mayoral Pardo, ao de graduacin 1919, es muy expresiva: El mdico egresado de la Escuela Mdico Militar es un genuino elemento del insti-tuto armado, no slo bien preparado para sus importantes misiones tcnicas, mdicas y militares, sino tambin para atender eficientemente a la poblacin civil y cooperar con las autoridades civiles en importantes tareas de salud p-blica que son de extraordinario alcance para conservar al capital humano, que es la principal riqueza de una nacin. Por eso la Escuela Mdico Militar precisa desarrollar en los alumnos tendencias de rectitud moral, hbitos de valor, energa y espritu de sacrificio. Cualidades todas ellas que no pueden adquirirse sino por educacin lenta, progresiva en todos los instantes de la vida escolar, hacindoles vivir la vida militar, recordndoles continuamente que son soldados y que estn llamados a pensar y actuar como tales. Por eso visten con marcialidad el uniforme y desempean labores militares; se acostumbran a la disciplina y a la obediencia a sus superiores y se familiarizan tambin con el mando que debe ser enrgico, prudente y oportuno.15

    El espritu de sacrificio est presente en todo momento. En su recuento de experiencias, el Gral. Brig. M.C. Fran-cisco Balderrama Ruiz recuerda cuando recibi el ordena-miento que lo enviaba a la ciudad de Torren, Coahuila, para integrarse al Hospital Regional Militar y reconoce:

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    No saba por cunto tiempo vena. Estuve 35 aos y ah me retir. El Gral. Brig. M.C. Francisco Balderrama Ruiz, ao de graduacin 1952, fue director del Hospital Regional Militar de esa ciudad de junio de 1964 hasta el 15 de febrero de 1985, fecha en la que caus baja de las Fuerzas Armadas. Ese espritu de sacrificio tiene un componente de entrega, de paciencia y de tolerancia, mismos que son importantes para superarlo todo y son los ingredientes principales para sobrellevar cualquier contratiempo (Figura 4).

    Nuestra calidad radica en la suma de las caractersti-cas, sueos y anhelos de todos sus hijos; en su quehacer diario a veces simple, pero siempre confiable, oportuno y exacto.10 El personal mdico militar debe poseer cualidades trascendentales, como autonoma, autogestin, innovacin y aprendizaje continuos en los que la calidad es tanto o ms importante que la cantidad; ser capaz de conjugar praxis y conocimientos.14 Tambin es atrevido al dar siempre lo me-jor de s.

    Un concepto que puede definir a la medicina militar, pues capta en esencia lo que es ella, podra expresarse as: Hacer una buena medicina en malos lugares, en ambientes difciles. En nuestra estructura militar debemos combinar la medicina, que son los conocimientos y las habilidades ne-cesarias para ejercer este campo de la ciencia, con las cua-lidades y habilidades indispensables para desarrollar el ca-rcter militar y unir ambas caractersticas para obtener una medicina operacional, de manera que en nuestras escuelas de formacin logremos un producto que es el o la mdico militar, un profesional que es capaz de desempearse con eficiencia en ambos ambientes.9

    En los dormitorios, en las aulas, en los laboratorios, en las salas de hospitalizacin, en los quirfanos es donde esa enseanza con formacin mental, intelectual y moral inte-gra la humildad, la cortesa y el respeto que caracterizan al profesional mdico militar, sin olvidar que el mdico es tan slo un instrumento de salud, no su fuente. No es conve-niente exagerar la importancia que el mdico tiene en ese proceso de salud-enfermedad. Esas experiencias nos han en-seado que los pacientes quieren que el mdico los salude, los escuche, les mire a los ojos, ponga su mano en el hom-bro, haga lo correcto, prescriba lo justo, los consuele, los pacientes quieren del mdico el encanto de su ciencia, la magia de su arte y el hechizo de su verbo!

    No debemos envanecernos de ser lo que somos o por ha-ber alcanzado el grado militar que se obtiene al egresar de la Escuela Mdico Militar. Nuestras mejores cualidades deben ser la humildad y la honradez, el mejor valor la justicia, la excelencia en nuestra preparacin y el mismo objetivo: ser-vir a Mxico.

    Y mantener la verdadera lealtad. La verdadera lealtad es la lealtad a los ideales propios y ser sincero consigo mis-mo, es alcanzar el mximo de la lealtad, de esa lealtad que

    es verdadera nobleza porque nace del corazn. La lealtad a nuestro padres o cuando menos a su memoria, por los sacri-ficios que hicieron por nosotros, debe ser principio incon-movible de todo ser humano. Pero la lealtad por los ideales, la persistente determinacin por desarrollar lo mejor que uno tenga dentro de s mismo, sin pensar en el ego, sa es la verdadera lealtad.16

    La formacin de mdicos militares implica no slo la en-seanza de materias militares, sino que incluye la enseanza completa de mdicos formados para ser integrantes de las fuerzas armadas.15 No es el ttulo el que hace al mdico, sino el mdico el que hace el ttulo.16

    Esta enseanza completa de mdicos formados para ser integrantes de las fuerzas armadas se alcanza a travs de una extraordinaria tradicin de entrega a la educacin de los fu-turos mdicos, con mdicos pedagogos natos, para que con la docencia desinteresada, apasionada y actualizada, se capaciten todas las generaciones de mdicos militares egre-sados de la Escuela Mdico Militar.

    Los mdicos militares aseguran que su preparacin tica los hace capaces de auxiliar tanto a soldados como a pre-suntos delincuentes que resulten lesionados durante enfren-tamientos que se susciten contra integrantes de organiza-ciones criminales. La institucin educativa militar prepara a sus alumnos con humanismo y en respeto a los derechos humanos, con la ayuda de cursos en la materia.16 Es indis-pensable luchar incansablemente para lograr que el mdico militar sea escuchado por sus jefes militares: que se le tenga como un promotor de la salud del Ejrcito, que se le obe-dezca no por la superioridad del grado militar sino por el convencimiento, entendido que al defender el buen estado del combatiente, defiende al semejante, a la institucin a que pertenece y, hoy por hoy, a su pueblo.17

    El libro Forjando una doctrina. La Escuela Mdico Militar de 1945 del Gral. Brig. M.C. Francisco R Vargas Basurto, ao de graduacin 1922, seala en la serie de dis-cursos ah atesorados una devocin por una madre escuela, en la defensa que llega a ser intransigente de dicho plantel educativo. Su pretensin fue, es y ser inculcar la bsqueda de un mejoramiento cientfico, personal y colectivo.

    Es nuestro compromiso recordar las etapas dolorosas e inquietantes de la fundacin y de los primeros aos para quienes vinieron despus, cuando el triunfo comenzaba a adivinarse; para los que posteriormente hemos abrevado en lugar seguro y quieto, cimentando el porvenir de la Escuela Mdico Militar.17

    Ensear y pensar:18 las dos funciones de la Escuela Mdico Militar

    Los motivos para ser mdico son ms que tan slo saber medicina, es un compromiso con la salud de la comunidad, las personas y las familias en sus entornos, y con los va-

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    lores humanos y profesionales de la medicina. Por ello, la Escuela Mdico Militar debe formar a los profesionales de la salud: sensibles, humanos, ciudadanos e institucionales.19 La funcin del mdico militar no puede ser comprendida hoy aislada de la estructura actual de la sociedad y del sis-tema sanitario existente. En consecuencia, la formacin del mdico militar debe incluir, adems de conocimientos cien-tficos y habilidades tcnicas, el desarrollo personal de una actitud muy positiva con respecto a su funcin social. La sociedad actual est pendiente, con atencin y exigencia, no slo de la actuacin tcnica y tica de los profesionales de la salud, sino de todo lo que afecta a la calidad y fiabilidad de su formacin y de su educacin mdica continua que los mantenga competentes.19

    Por qu eleg(mos) ser mdico(s) militar(es)? Damos pasos en una direccin sin mirar del todo hacia

    el final del camino. Avanzamos preocupados de un futuro inmediato (el prximo examen suele ser una de las preocu-paciones profesionales ms recurrentes) y obviamos el ho-rizonte, que cada vez se acerca ms a nosotros sin que nos demos cuenta.

    Desde que estaba en secundaria, incluso en la preparato-ria, siempre sent un fuerte inters y atraccin por las cien-cias naturales; aunque era una pasin bastante inespecfica: me gustaba la ciencia en general. Poco a poco fui mostrando ms inters por la complejidad del cuerpo humano, no slo en sus aspectos biolgicos (que sin duda me resultaban y me resultan fascinantes), sino por la potente interaccin entre la complejidad de lo orgnico y la profundidad de lo ms humano. Todo formando una entidad indivisible, compacta e integrada, dotando de mayor diversidad al ya emocionante equilibrio bioqumico. Todo esto me condujo a decidir que quera estudiar Medicina, a elegir en qu quera dedicar mis prximos seis aos y a descartar otras muchas opciones en pos de la que ms satisfaca mis inquietudes. Sin embargo, al principio slo era un inters acadmico, impulsado por las ganas de saber, de conocer y de entender las razones de lo que somos. Pero pese a todo esto, todava no era plena-mente consciente de que esa decisin implicaba algo mu-cho ms importante: no slo iba a estudiar Medicina, sino que con ello haba decidido ser mdico militar. Claro que es algo bastante evidente, cuando ingres a la Escuela Mdico Militar fue para ser mdico militar. Es un pensamiento au-tomtico, una asociacin inmediata que todos hacemos sin pararnos a pensar lo que ello implica.

    La Medicina me fue enamorando cada vez ms, incluso las asignaturas ms arduas me resultaban sumamente inte-resantes. Pero al principio slo se reforzaba el sentimiento cientfico, el conocimiento terico del funcionamiento mo-lecular, celular, tisular y orgnico del ser humano, con le-ves matices sobre la psique, dicho as, como una entidad

    escasamente definida que flota sobre los procesos orgni-cos distorsionando su normal desarrollo. En definitiva, iba profundizando en la ciencia, pero todava no era capaz de imaginar lo que supona realmente ser mdico. Poco a poco, segn fueron pasando los aos y empezamos los servicios rotatorios por las salas del Hospital Central Militar, pude ir viendo cmo la Medicina como ciencia daba paso a la Me-dicina como profesin. La segunda fundamentada en la pri-mera, pero a la vez dotada de matices que la convertan en algo nuevo para m. Descubr lo que realmente le da sentido a la Medicina y otorga verdadera importancia al papel del mdico militar: el paciente. Fue en tercer ao cuando me di cuenta por qu haba elegido esta carrera y eso se dio en la ctedra de la materia de Introduccin a la Clnica con el Dr. Pndaro Martnez Elizondo, ao de graduacin 1949; el co-nocimiento cientfico adquiere sentido cuando el objetivo del mismo es solucionar los problemas de salud de las personas, y el papel de mdico toma importancia cuando su labor se centra en ayudar a los que lo demandan. A diferencia de otros compaeros que tienen algn familiar mdico, para m este mundo era algo totalmente nuevo. Cuando decid estudiar Medicina no contaba con ningn modelo a quien seguir, ni tena nadie que me sirviera como apoyo en las dudas. Fue una decisin ms individual, entre la Medicina y yo.

    El inters y la curiosidad inicial por la ciencia y sus fun-damentos fueron dejando paso a la pasin y al cario. Ca-rio hacia una profesin que trata de ayudar a los dems, de dar esperanza a quien no la tiene y ofrecer soluciones a los que han perdido lo que ms se valora: la salud propia y de sus seres ms queridos. La Medicina es un mundo su-mamente amplio, con un gran repertorio de posibilidades dnde poder elegir. Supongo que uno entra en Medicina porque se siente atrado, algo hace que te llame la atencin por encima de otras tantas posibilidades, y una vez dentro va descubriendo su hueco, ese sitio en el que se siente ms c-modo y donde realmente ve que puede ser feliz ofreciendo sus servicios (elijas lo que elijas, el objetivo de un mdico siempre ser ofrecer sus servicios a quien lo necesite). Bien es cierto que muchos compaeros han podido entrar en la carrera llamados por un supuesto prestigio, por la idea de un sueldo generoso o por la fuerza de la tradicin familiar. En estos casos creo que hay dos opciones: o se descubre la vo-cacin poco a poco a medida que vas profundizando en tus estudios, o terminas siendo un mdico militar con intereses contrarios a los de la Medicina: nuestro prestigio, nuestro futuro y nuestra propia realizacin personal y profesional dependern de la consideracin que nos tengan nuestros pa-cientes, son ellos quienes ponen en nuestras manos su salud, y a nosotros nos toca corresponder a esa confianza con de-dicacin y sinceridad.

    As acepto que estudi Medicina, y contino hacindo-lo, atrado por un inters de carcter cientfico, pero lo que

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    me motiva cada da ms y lo que me insufla ms ganas por llegar a ejercer como mdico militar es la importante connotacin humanitaria y social que ello conlleva: hacer que mis conocimientos sirvan para ayudar a los dems a vivir sanos, y con ello, quiz, facilitarles una vida un poco ms feliz.

    A mis 28 aos de egresado, reconozco que decid ser mdico por su humanidad, por ser la aplicacin ms til y comprometida que tiene la ciencia y por ser una forma de servir a Mxico. En la Escuela Mdico Militar logramos in-tegrar tres de las cosas ms cercanas a nuestros corazones: educacin mdica, atencin a la salud y el amor a nuestro pas (Figura 5).

    La Escuela Mdico Militar tambin representa una opor-tunidad para los que, teniendo la aspiracin de ser mdicos, acuden a ella por ser su nica opcin, as se plasma en todos sus egresados la riqueza de nuestro pueblo.

    Retos, un nuevo modelo de educacin mdico-militarLa medicina militar es una disciplina acadmica distinta,

    un cuerpo de conocimientos propio de las necesidades m-dicas y de los problemas de las unidades militares, que no es lo mismo que lo que se requiere en una prctica mdica normal.

    Si bien se hace hincapi especialmente en la instruccin cientfica y tcnica, el estudiante deber fortalecerse en su formacin moral, la que es indispensable en el ejercicio de la medicina. El mdico militar debe aprender como premisa primordial en toda consideracin que el paciente est siempre primero, que el paciente es el miembro ms importante del equipo de salud y en su interaccin con el paciente desde que es alumno de la Escuela Mdico Militar y durante toda la vida profesional su disposicin ser para servir al paciente con lo mejor de su competencia. El futuro mdico militar con esta visin ser un factor de cambio en la calidad de la asistencia o cuidado de los que solicitan los servicios de salud.

    La Escuela Mdico Militar debe ser partcipe de la accin de carcter universal de organizaciones internacionales, como la Asociacin Mdica Mundial, la seccin de Biotica de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educa-cin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organizacin Mundial de la Salud (OMS), que recomiendan la enseanza de la tica en la medicina por su directa repercusin en lo-grar una mejor atencin del paciente, porque con la ense-anza de tica en la prctica mdica sta mejorar.

    El mdico militar debe saber tratar traumatismos por ac-ciones militares, heridas causadas por armas no convencio-nales, trabajo excesivo, medicina ambiental (exposicin al calor o al fro extremos, grandes alturas y ambientes subma-rinos), bsqueda y salvamento, epidemiologa militar, tras-tornos psicolgicos y estrs relacionado con cuestiones mi-litares, manejo de auxilios clnicos primarios y de prdidas humanas masivas y desastres. l o ella deben moverse con comodidad entre el campo de la medicina y las instalaciones fijas, y con confianza en las recomendaciones mdicas acer-ca de la salud de un pelotn o comandante.

    La Escuela Mdico Militar debe incrementar la capaci-dad de los alumnos para integrar la informacin de la bi-bliografa cientfica en su prctica clnica de una manera sistematizada y efectiva a travs de la medicina basada en la evidencia, amn de una lectura crtica de la bibliografa cientfica y alcanzar as la excelencia en la prctica clnica.

    La educacin mdico-militar deber apoyarse en la prc-tica del mtodo cientfico para dar respuesta al sinnmero de interrogantes con las que an nos enfrentamos y, al aplicarla, alcanzar originalidad con la generacin de conocimientos y experiencias propios, porque de no generarlos continuare-mos en el subdesarrollo y en la dependencia tecnologa del extranjero.2

    El fortalecimiento de las habilidades que los mdicos militares necesitan para cumplir su papel docente, ensean-do a los es tudiantes, a los pacientes y sus familias, a la co-munidad y al equipo de salud incluyndolas en el perfil de competencias esperadas de sus egresados, insistiendo en la importancia de que estn preparados para cumplirlo porque dentro de los alcances de aprender a ensear se inclu yen: a) ensear es esencial en la relacin mdico paciente; b) ense-ar es una forma efectiva de aprender, y c) una proporcin de los estu diantes ser docente en el futuro.20

    Al integrar un curriculum, ste no debe ser guiado por los esfuerzos para cubrir al mximo posible el conocimiento mdico actual. Alguna informacin debe ser ms importante que otra, especialmente para los mdicos militares del fu-turo. Tenemos que ser ms selectivos en lo que se le exige aprender a los estudiantes de Medicina y debemos darles ms tiempo para estudiar de manera independiente. La meta debe ser ensear los mecanismos fundamentales bsicos y desarrollar en los estudiantes la habilidad de entender lo que

    Figura 5. Explanada de la Escuela Mdico Militar, 1 de septiembre de 1987. Ceremonia de graduacin de la Generacin LXVI (1981-1987).Coleccin particular: Cor. M.C. Gaspar Alberto Motta Ramrez.

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    ellos leen en la bibliografa mdica, no necesariamente me-morizar un nmero enorme de hechos.21

    La educacin mdico militar debe ensear habilidades interpersonales, destrezas no tcnicas:22 trabajo en equipo, manejo de recursos, retroalimentacin, bsqueda de apoyo con orientacin sobre casos-problema, manejo del estrs y fatiga, mejorar sus destrezas de comunicacin, liderazgo, destrezas en la coordinacin, ser proactivo ante las necesi-dades psicolgicas y fsicas de los pacientes y de los dife-rentes integrantes del equipo mdico;23 todo ello para mejo-rar la seguridad de los pacientes en el ejercicio de nuestra prctica mdica (Figura 4).

    La educacin mdico militar debe mantener sus destrezas cognoscitivas: atento a las situaciones, destrezas de juicio, anticipadoras de conflictos, toma de decisiones, estrategias de adaptacin, distribucin de la carga de trabajo, etctera.22

    Es incuestionable que el trabajo del mdico ha cambiado, no en su esencia, pero s en su desempeo. Nos vemos en-frentados a nuevos retos, no slo profesionales o tcnicos, sino personales, emocionales, sociales; en suma: humanos.

    La profesin de mdico militar siempre se ha conside-rado humanista, ni de ciencias puras ni de letras, pero en la actualidad, si alguien lee el programa de formacin de un mdico, predominan los datos tcnicos y las ciencias, destaca la preeminencia del conocimiento cientfico sobre la formacin humanstica. Este giro es inevitable dada la tecnificacin acelerada de la prctica de la medicina, que en general, ha sido netamente positiva. Sin embargo, el mdico militar debe contar con un humanismo integral, seguro de sus conocimientos cientficos y ante la diversidad y la ad-versidad, ser mejor.

    Los mdicos militares recibimos una formacin en la que ahora impera como pensamiento dominante la medicina basada en la evidencia, doctrina que en teora debe marcar el quehacer y la toma de decisiones de todo mdico que se considere cientfico. La variabilidad en la prctica clnica es un mal a perseguir. Todo esto puede ser necesario, aunque el trabajo del mdico nunca hasta ahora ha estado tan re-gulado en su larga historia de lucha contra la enfermedad y el sufrimiento humano. Cuando un estudiante o un residente llegan a un hospital, su problema bsico para desempear el trabajo de mdico no es su falta de conocimientos; ahora, despus de estudiar, el mdico residente puede escribir 100 sndromes en un papel sin pestaear; los problemas empie-zan cuando se enfrenta con la realidad en un hospital en el que las reglas del juego distan mucho de las que le han enseado en la Escuela Mdico Militar: todo es menos hipo-crtico, menos idlico, menos glamoroso, ms catico y ms cercano a una gran familia mal avenida.

    Nuestra impresin es que el nuevo mdico militar debera recibir formacin de asignaturas hasta ahora inditas, cmo: aplicacin del sentido comn a la medicina, el proceso de la

    enfermedad crnica y la muerte, el respeto a las decisiones de los pacientes aunque no se compartan, el tratamiento del dolor, la comunicacin de malas noticias a pacientes y fami-liares, la importancia del sentido de la medida y la biotica no slo en su vertiente terica sino en los casos cotidianos y otras disciplinas agrupadas en las habilidades no tcnicas o del comportamiento (comunicacin, trabajo en equipo, toma de decisiones, liderazgo).

    Hay que aliviar los programas de medicina de clases que enumeran datos efmeros y aprovechar el tiempo discutien-do casos clnicos, situaciones cotidianas, en educar a traba-jar en equipo y en otras actividades que hoy demandan los pacientes y nuestra institucin.

    La formacin en habilidades no tcnicas ser una nece-sidad imperiosa para las nuevas generaciones que se van a enfrentar a pacientes nonagenarios con enfermedades cr-nicas, en los que lo ms difcil no ser diagnosticar y curar que siempre ser importante, sino manejarse en el terreno de la calidad de vida, las expectativas de los pacientes y la sostenibilidad de los recursos.

    Slo una minora de los mdicos militares trabajarn en hospitales terciarios utilizando tecnologa compleja y trata-mientos agresivos. El resto deber saber ms de relaciones humanas que de medicina y para eso no se prepara a los nuevos mdicos:24 a adaptarse al cambio del papel que el hospital representa en el sistema de salud. Por muchos aos, el hospital ha sido la institucin central para la educacin de los profesionales de la salud, pero, debido a los profun-dos cambios en los sistemas de salud, el hospital se ha con-vertido en un lugar principalmente para enfermos graves, para realizar cirugas mayores o para ciertos procedimientos invasivos. La mayora de los pacientes que hubieran sido hospitalizados hace 25 aos estn siendo tratados ahora de manera ambulatoria, y en esa consulta ambulatoria se hace la mayor parte de los diagnsticos y se encuentra la mayor parte de los problemas mdicos ms comunes.21,25

    La educacin mdico militar, que se distingue por contar con ingenio, inteligencia, conocimiento, compasin y em-pata, deber adecuar los planes de estudio a las necesidades sociales y a las polticas de salud y humanizar la profesin de los mdicos militares del futuro; para ello, el Hospital Central Militar deber ser el centro nuclear para mejorar la enseanza de la medicina,25 debiendo incluirse a todos los escalones del servicio para mejorar el conocimiento de nuestro entorno social. Es indispensable fortalecer esa rela-cin, tanto de la Escuela Mdico Militar como de los dife-rentes escalones del servicio, evitando su divorcio.

    En filas, en las unidades all me hice mdico expre-sa con gratitud el Cor. M.C. Ramiro Crdenas Arias, ao de graduacin 1984, al reconocer la funcin asistencial que desempe al estar encuadrado en unidades operativas como jefe del escaln sanitario y el cmulo de experiencias

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    ah generadas que le sirvieron para alcanzar y recorrer ese camino del ejercicio profesional de la medicina militar (Fi-gura 4).

    La enseanza de medicina preventiva se ha sido descui-dado seriamente a pesar del hecho de que la mayor parte de los avances de la ciencia en los ltimos 50 aos se han debi-do al desarrollo de la salud pblica. El agua limpia, las ca-eras, las vacunas, el procesamiento de comidas han tenido gran efecto en la salud de los ciudadanos en todas las latitu-des y a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, hay problemas serios en lo que se refiere a la Medicina, la sociedad y la salud pblica, que afectan la salud de manera adversa y nosotros, como mdicos, necesitamos hacer re-ferencia a ellos en nuestros programas de educacin. Por ejemplo: el alcohol y el abuso de sustancias ilegales conti-nan infestando a un gran nmero de nuestros ciudadanos y las consecuencias para la salud del uso de cigarrillos y otros usos del tabaco, amn de la incapacidad que generan los accidentes, continan cobrando un alto precio en la salud de la comunidad.

    Necesitamos ensear a nuestros mdicos militares a guiar a sus pacientes, as como mejores tcnicas para tratar la adiccin. Es ms efectivo ensear a nuestros mdicos mili-tares cmo prevenir una infestacin parasitaria que prescri-bir cualquiera de los tratamientos disponibles. La educacin en nutricin es omitida frecuentemente en las escuelas de Medicina; la obesidad es uno de los mayores problemas en nuestra sociedad, debido, en parte a la falta de ejercicio re-gular, porque muchos ciudadanos pasan la mayor parte de su tiempo sentados en sus oficinas o en un sof frente al te-levisor. Se debe ensear a los mdicos militares a no perder la esperanza con los pacientes que sufren obesidad, porque existen maneras efectivas de ayudar a los pacientes a perder peso. Por ltimo, hay una gran necesidad de entender cmo cuidar a la poblacin que est envejeciendo. Ellos tienen ne-cesidades especiales. stos, y muchos otros, son problemas que merecen el mismo tiempo y la misma atencin que la enseanza de ciencias bsicas.21

    Cmo estudiamos medicina en el siglo XXITodo est en formato digital, hay apuntes en Internet lis-

    tos para ser impresos, clases en presentaciones tipo power point para entender anatoma con datos y animaciones tridimensionales. En muy pocos aos la enseanza de la Medicina ha dado grandes pasos hacia esta tecnificacin y eso se hace sentir en la manera de aprender que esta nueva poca nos impone. Estn de moda las centrales de apuntes, el abandono de la pizarra para hacer clases con Data, las informaciones y entrega de notas va correo electrnico y la disponibilidad de informacin a travs de Internet. Resulta particularmente inquietante la manera en que los Datas han cambiado la forma de hacer clases e incluso la arquitectura

    de los auditorios que ahora necesitan tener una pantalla de proyeccin.

    Este medio que asegura la posibilidad de traspasar in-formacin audiovisual muy completa y explicativa tiene la contrapartida de aumentar considerablemente la cantidad de informacin que recibimos, entre tablas, estadsticas y gr-ficos, en ocasiones de manera excesiva, con lo que puede llegar a perderse el hilo conductor o la idea central de la clase y saturar a los estudiantes con datos casi indigeribles. No es de extraar que ahora, quiz por su rareza, resulten particularmente agradables las clases de pizarrn que unos cuantos profesores siguen haciendo. Perfectamente claras en los contenidos y la discriminacin, con una simpleza que hace a la materia inolvidable.

    En los hospitales, ya sea privados, en el Hospital Central Militar y en los Hospitales Militares Regionales, es comn observar a los internos con palm, ipad o tableta y ya algu-nos se preguntan cmo va a influir esto en la formacin y desempeo como profesionales, porque su uso ha reducido la necesidad de memorizar y ha optimizado la disposicin de in-formacin de medicamentos o similares, pero, por otra parte, crea una notable dependencia de este tipo de objetos.

    Dados estos elementos, podra aventurar algunos desa-fos para la Escuela Mdico Militar y, por ende, para la edu-cacin mdico militar en esta materia, y el primero de ellos est en crear la cultura necesaria dentro de la comunidad militar y mdico militar para utilizar de manera satisfactoria estas nuevas tecnologas. Esto pasa por los acadmicos en cuanto a su dominio de los espacios virtuales y las distintas herramientas de comunicacin e informacin y los estudian-tes por el uso que hacen de stos.

    Es necesario que se creen las condiciones para el acceso de todos los estudiantes a los medios que actualmente se uti-lizan y que son necesarios. Con esto me refiero, por ejemplo, a una adecuada cantidad de computadoras en la biblioteca y en los laboratorios, sobre todo considerando que no todos cuentan con Internet y computadora personal. Tambin hay que asegurar que los estudiantes sepan usar las herramientas para buscar la informacin que necesiten, por lo que deber incluirse en los estudios espacio en su horario para tener cursos de capacitacin en manejo de datos, publicaciones y revistas electrnicas. Es necesario este tipo de formacin en el uso de bibliotecas virtuales debido a que la disponibilidad de Internet ha hecho muy natural el uso de informacin de procedencia dudosa y ha disminuido los hbitos de lectura o consulta de libros.

    Deberan hacerse extensivas a todos los ramos las inicia-tivas de entregar a los alumnos discos compactos con ma-terial complementario y otros elementos como apuntes que faciliten y mejoren el aprendizaje.26

    La Escuela Mdico Militar debe ensear con pasin la compasin. El ejercicio de la Medicina es el ejercicio de la

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    91Rev Sanid Milit Mex 2015; 69(2): 81-91

    compasin. El inters por el bienestar del paciente y el sen-tido de responsabilidad y respeto hacia l son fundamenta-les en la actividad clnica (Figura 5). En la Escuela Mdico Militar vamos por vocacin, logramos una formacin y con pasin practicaremos la profesin.

    La relacin mdico-paciente

    una relacin de naturaleza especial, entre una confianza y una conciencia.

    KJ WoJtyla (Juan Pablo ii)

    Nota de agradecimientoDeseo agradecer a todos los profesores, a mis profesores,

    mentores de mi quehacer mdico, a mis colegas, a los alum-nos de la Escuela Mdico Militar, a todos los integrantes del equipo de salud que incluye a mdicos residentes, mdi-cos internos, personal de enfermera, tcnicos auxiliares en diagnstico mdico, personal de trabajo social y personal administrativo, por la oportunidad que me dieron de apren-der de todos ellos.

    Este manuscrito se lo dedico con profundo respeto a mi Alma mater, la Escuela Mdico Militar y a mi madre la Sra. Mara del Refugio Ramrez Prieto. Ambas me condujeron con su ejemplo y su sabidura a ser un mejor ser humano.

    De mi madre aprend a tener alas para volar cuando estu-ve preparado y races para nunca olvidar mi origen.

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