Pablo B. Y LUciano

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Se ha dividido este capítulo en dos partes, una titulada 'El hambre' y otra que se llama 'La historia', ambas pueden subsistir independientemente la una de la otra, la diferencia estriba en que la primera de ellas es más general y la segunda ahonda en los problemas económicos, sociales, políticos e históricos por los que se pasó de forma cronológica y que, sin conocerlos, sería imposible discernir la razón real por la que se llegó a la Guerra Civil, el segundo capítulo del estudio.

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8/3/2012. Tecnologa 2 ESO

Vertical estrechaHISTORIA DEL HAMBRE EN ESPAA ENTRE 1900 Y 1936

PRLOGOLo que en un principio fue un proyecto de investigacin sobre las cartillas de racionamiento tras la Guerra Civil espaola, poco a poco, tras muchas conversaciones, nos fuimos convenciendo que el fenmeno del hambre y el intervencionismo del estado en los precios, o en el reparto de los alimentos, no fue un invento del franquismo y s una consecuencia de las desastrosas polticas agrarias y sociales de una sucesin de gobiernos, algo endmico en el pas desde siempre, que se agrav como consecuencia de distintas guerras, tanto propias como ajenas, y que tocaron techo tras los acontecimientos del enfrentamiento entre hermanos de 1936, posteriormente agravado con la Segunda Guerra Mundial y el aislamiento internacional que se padeci como consecuencia del rgimen fascista.Escribir sobre el hambre en la historia de Espaa dara para varios tomos, ya que siempre fue una constante de nuestro pasado; por una parte el clima, que con sus sequas cclicas han devastado las cosechas, hasta la propia orografa del terreno, la mayor parte montaoso, han hecho las comunicaciones por tierra, en muchos casos, imposibles hasta hace relativamente poco. Si le unimos, a esos casi supuestos aislamientos poblacionales, la falta de cohesin entre los pueblos que componen el territorio, nos encontramos ante un problema de difcil solucin y que a duras penas hemos soportado hasta pocas muy recientes, sin que quiera decir con esto que estn superados, porque la cosa parece que va para largo.Se ha dividido este captulo en dos partes, una titulada 'El hambre' y otra que se llama 'La historia', ambas pueden subsistir independientemente la una de la otra, la diferencia estriba en que la primera de ellas es ms general y la segunda ahonda en los problemas econmicos, sociales, polticos e histricos por los que se pas de forma cronolgica y que, sin conocerlos, sera imposible discernir la razn real por la que se lleg a la Guerra Civil, el segundo captulo del estudio.

EL HAMBREA modo de aproximacin

Escribir sobre los 35 aos que determinaron no slo la historia presente de Espaa, sino tambin el desarrollo de varias generaciones como consecuencia de su nutricin, se puede convertir en un complejo trabajo de investigacin, sobre todo porque muy pocos, hasta ahora, se han atrevido a profundizar en esos cruciales momentos que desembocaron irremisiblemente en una lucha fraticida y donde los intereses ideolgicos se supeditaron a los intereses comerciales, econmicos y de poder, como veremos ms adelante.Salvo, y veladamente, en la literatura poco se sabe del hambre de esos siete quinquenios tan intensos que vivieron los espaoles y donde el pueblo, como en una pelcula, slo actuaba de figurante y, tambin, como los grupos de presin jugaban de forma miserable con ellos.Decir que el hambre fue una constante en todo ese momento histrico no es una barbaridad, aunque s es cierto que los hubo de cierta bonanza, que no significa decir hartazgo y ni siquiera una cierta estabilidad en el rgimen alimenticio. Se padecieron, de forma cclica, dos baches importantes donde muchos, por no decir casi todos, haba das que no tenan nada que llevarse a la boca, pero no es bueno anticiparse a los acontecimientos y creo conveniente, en primer lugar, esbozar, aunque sea burdamente la Espaa de entonces.Un pueblo tiene posibilidades de estar bien nutrido si tiene buenas infraestructuras, si existe una poltica coherente y planificada agraria, si el estado vela por el libre comercio luchando contra la especulacin y acaparamiento y por ltimo si se tiene una tecnologa suficientemente desarrollada en la conservacin de los alimentos.Con estas premisas, tan bsicas, intentaremos adentrarnos en el asunto, para comprender, a vista de pjaro, la problemtica existente en aquellos momentos.

Espaa tena una aceptable red de ferrocarriles que una estratgicamente distintos puntos neurlgicos del pas en la distribucin de alimentos.

Desde Isabel II, haban ido creciendo lentamente. Muchos tramos, los llamados de va estrecha, pertenecan a empresas privadas, haciendo este sistema de transporte deficitario y de dudosa eficacia, algo que por razones econmicas se estanc, me refiero a su modernizacin e integracin en una red general en el pas, convirtindose ms en un caos que retrasaba el progreso industrial del pas que en acicate que favoreciera el desarrollo comercial. Esta red de comunicaciones no se moderniz en los 35 aos de este estudio, por lo que el grfico refleja exactamente lo que haba en esa poca histrica.Tambin posea Espaa una magnfica red de puertos de mar, herencia de muchos siglos de comercio, no slo con las colonias americanas.La red de caminos y carreteras era desastrosa, hay que tener en cuenta que los vehculos de motor estaban, por decirlo de alguna forma, en experimentacin y no llegaron a muchos sitios del pas por primera vez hasta casi el final del periodo que estudiamos.Este estado de cosas hacan que existiera una gran desigualdad econmica, y por consiguiente alimenticia, dependiendo del lugar donde se viviera, por lo que se puede generalizar slo en los estudios macroalimenticios y no hacer extensivo a lugares puntuales de la geografa hispana si se quiere ser ecunime en el estudio.Siguiendo con los postulados anteriormente descritos hay que hacer mencin, como podr leer en el apartado 'Historia', la carente o nula poltica agraria y de planificacin, precisamente en un pas donde casi toda su economa se sustentaba en los productos del campo y donde los acaparadores y latifundistas, que solan ser los mismos, jugaban con el precio de los alimentos de forma escandalosa, unidos, aunque enfrentados a veces, a las industriales catalanes, la siderurgia del norte y ms tarde a los bancos, para terminar, en el ltimo momento, con las petroleras, que fueron las que dirigieron los invisibles hilos de la poltica de abastecimientos y financiaron a los golpistas.El ltimo factor a tener en cuenta es el de la conservacin de los alimentos, inexistente en aquellos momentos, slo los salazones, los ahumados, conservados en aceite o grasa y los embutidos como haca dos mil aos y las incipientes fbricas de enlatados, sobre todo de pescado, eran lo nico que haca mantener los alimentos de una forma ms o menos estables en su estado de conservacin para el consumo. El fro industrial, aunque ya se conoca, brillaba por su ausencia, y en los hogares el frigorfico no era ms que una quimera que rozaba la ficcin en la realidad cotidiana. Esto haca que el consumo se limitara a alimentos frescos y de rpido consumo. El alimentarse de productos de temporada traa consigo pocas de relativa calma para los estmagos, como es en primavera y verano, y otras de escasez, en otoo y sobre todo en invierno. A esto habra que sumar los derechos sociales de los trabajadores y unos salarios dignos, algo que hasta el final del periodo brillaba por su ausencia, porque en el fondo segua rigiendo el sistema feudal.

Realizado por Luciano Berrios y Pablo BentezHistoria Del Hambre De Espaa.