Participacion de Orgaciones

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LA PARTICIPACIÓN EN ORGANIZACIONES DEMOCRATICAS Y AUTOGESTIONADAS Carlos E. Montaño Montevideo, 1991

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conceptos de lo que implica las organizaciones

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  • LA PARTICIPACIN EN ORGANIZACIONES

    DEMOCRATICAS Y AUTOGESTIONADAS

    Carlos E. Montao

    Montevideo, 1991

  • -INDICE-

    PREFACIO............................. 2

    CAP. I - INTRODUCCION. ALGUNOS CONCEPTOS PREVIOS.-

    1. La Poltica en la participacin.......... 4

    2. Concientizacin - participacin.......... 8

    3. Espacios de particip. La Organizacin.... 10

    4. Sntesis................................. 12

    CAP. II - LA PARTICIPACION REAL Y LA PARTICIPACION IDEAL.-

    Un Abordaje Terico.

    1. Marginacin y Marginalidad............... 14

    2. El Poder en la participacin............. 16

    3. Participacin vs. Dominacin............. 18

    PARTICIPACION REAL Y PARTICIPACION IDEAL.

    4. Diferencias cualitativas................. 20

    5. Punto de vista integrativo............... 23

    6. Concepto de Participacin Real........... 25

    7. Concepto de Participacin Ideal.......... 25

    8. Particip. en el Control de Decisiones.... 26

    9. Vicios en la Participacin............... 28

    SOBRE LOS ELEMENTOS VERTIDOS.

    11. Part. activa en las distintas instancias. 33

    12. La educacin como promotora de part...... 35

    13. Funciones de la participacin............ 36

    14. Bases o sustentos de la particip......... 37

    15. Participacin "annima" y "nominal"...... 37

    16. Niveles de participacin................. 38

    17. Elementos ticos y operativos para una

    participacin social plena............... 39

    18. Sntesis................................. 40

  • CAP. III - LA DEMOCRACIA Y LA AUTOGESTION ORGANIZACIONAL.-

    Definicin del Contexto Participativo.

    CUESTIONES SOBRE DEMOCRACIA.

    1. Definicin de Democracia................. 41

    2. La Democracia como concepto polifactico. 42

    3. Evolucin del concepto................... 42

    4. Concepciones sobre Democracia............ 44

    5. El Socialismo como sistema "democrtico -

    participativo"........................... 45

    CUESTIONES SOBRE AUTOGESTION.

    6. Socialismo-Autogestin-Dem.Gobernante.... 47

    7. Una Sociedad autogestionada.............. 48

    8. La autogestin organizacional............ 48

    9. Sobre la organizacin democrtica y

    autogestionada........................... 49

    CAP. IV - ALGUNOS ELEMENTOS OPERATIVOS PARA LA PROMOCION DE LA

    PARTICIPACION.-

    1. Sist.de Hiptesis que dinamizan la part.. 50

    2. Tcnicas de motivacin................... 56

    3. Algunos "principios" bsicos sobre part.. 57

    LECTURAS COMPLEMENTARIAS. BIBLIOTECA DE "PARTICIPACION".

  • - PREFACIO -

    "Slo con la participacin de todos, crtica,

    conciente, dejarn la mayora de los hombres de

    sufrir la dominacin de unos pocos."

    Mara Nieves Gmez Garca.

    Esta Monografa se inicia en el momento histrico en que el Uruguay vive sus primeros

    aos de transicin democrtica, luego de 12 aos de un rgimen que castig duramente a los

    Sectores Populares y reprimi los Movimientos Sociales.

    Estos, a partir de 1980, comenzaron a resurgir y salir paulatinamente de la clandestinidad,

    presionando al "gobierno de facto" hacia el retorno a la vida democrtica.

    A partir de all, los Partidos Polticos y los Movimientos Sociales se fueron robusteciendo y

    las presiones internacionales y protestas populares (marchas, caceroleos, etc.) comienzan a rendir

    sus frutos. Fracasa as, un intento del gobierno interventor de legitimarse en el poder cuando, al

    plebiscitar un proyecto de reforma constitucional, el Pueblo "dijo NO". Triunfan luego, los sectores

    democrticos de los partidos "permitidos", en elecciones internas. Surgen y se vitalizan tambin,

    viejos y nuevos movimientos sociales: el Plenario Intersindical de Trabajadores (P.I.T.); la

    Asociacin Social y Cultural de Estudiantes de Enseanza Pblica (A.S.C.E.E.P.); herederos

    histricos de los proscriptos C.N.T. y F.E.U.U. respectivamente; La Federacin Unificadora de

    Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (F.U.C.V.A.M.); el Servicio de Paz y Justicia

    (SER.PA.J.); y todo tipo de movimiento cooperativo y solidario (ollas populares, etc.).

    Es entonces que, en 1984 se realizan elecciones nacionales, triunfando la propuesta

    conservadora.

    Este hecho, sumado a lo que represent el perodo anterior dieron un vuelco en los sectores

    sociales que, de grandes protagonistas en la lucha por el retorno a la vida democrtica, pasan a una

    actitud casi pasiva frente a los temas de inters nacional y particular.

  • Hoy los Movimientos Sociales no congregan la misma cantidad de militantes. Hoy los

    Gremios deben construirse y reconstruirse, organizarse y reorganizarse partiendo prcticamente de

    "cero" desde una nueva realidad y con roles y objetivos necesariamente distintos-. Hoy vemos pues,

    una prdida de dinamismo, de iniciativa y de convocatoria en las Organizaciones Sociales que nos

    muestra una nueva realidad.

    El aspecto central de este cambio de actitud, como plantea Castagnola, est determinado por

    el hecho de que la democratizacin implica la reconstruccin de la esfera poltica, permitiendo la

    accin plena de los Partidos Polticos. As, los Movimientos Sociales y Organizaciones Populares

    dejaron de ser el canal privilegiado de expresin de demandas y adhesin antidictatorial que fueran

    en las etapas anteriores.

    * Este anlisis nos lleva a la formulacin de nuestra primera Hiptesis de Partida: bajo

    gobiernos autoritarios las Organizaciones Sociales tienden a generar adhesiones en virtud de una

    lgica de oposicin a la autoridad impuesta, mientras que en condiciones democrticas esta lgica

    pierde fuerza y se torna inoperante. No sern ya los Movimientos Sociales los que centralicen las

    adhesiones sino que los miembros que participan en la vida social y poltica se vincularn tambin

    con los Partidos Polticos, perdiendo los primeros gran cantidad de adeptos.

    * Por otro lado, en relacin a lo interno de la organizacin, formulamos nuestra segunda

    Hiptesis de Partida: existen ciertas concepciones y prcticas participativas "viciadas"; en la

    medida en que son entendidas como un acto meramente mecnico y funcional, donde slo interesa

    sus resultados, desconociendo as su base afectiva y su funcin educativa; o como una actividad

    que necesariamente debe ser ejercida por todos los miembros por igual, sin reconocer la necesaria

    divisin de tareas y funciones, su complementariedad, la eficiencia y las posibilidades y

    caractersticas especficas de cada sujeto participante.

    As, basados en estas hiptesis y con el afn de ponerlas en tela de juicio es que abordamos

    el tema de LA PARTICIPACION, la que enmarcamos EN ORGANIZACIONES

    DEMOCRATICAS Y AUTOGESTIONADAS.

    C. E. M.

  • I - INTRODUCCION.-

    ALGUNOS CONCEPTOS PREVIOS.

    Mucho hablamos, es un vicio humano, sobre la participacin. Participacin "de todos en

    todo", la que en definitiva desconoce la esencia humana por ignorar sus lmites y posibilidades.

    Participacin que se traduce en: "si todo no es hecho por todos, entonces no tiene valor".

    Mucho hablamos tambin, de participacin poltica, como si el concepto -y el hecho- de

    participar no implicara necesariamente una concepcin poltica.

    Mucho hablamos de "espacios" de participacin, sin pensar en la postura tica que se

    requiere para definir si esos espacios son creados, cedidos o mostrados por los miembros

    participantes. Lo que nos lleva a la idea de la concientizacin para la participacin.

    Podramos preguntarnos entonces si la dicotoma "participacin - no-participacin" pasa

    necesariamente por la "concientizacin" de las personas.

    Deberamos pues, cuestionarnos sobre el concepto de poltica en la participacin, de la

    relacin conciencia-participacin, de la postura tica que supone el hablar de espacios de

    participacin y de la utpica "participacin de todos en todo".

    Hablar de participacin es en definitiva, un triple desafo: supone una postura tica,

    ideolgica y operativa. Posturas muchas veces difciles de unir y conjugar. Requiere de

    abstracciones y concreciones, de utopismos y realismos. Un compromiso de sistematizacin de

    conceptos y de sntesis que nos motiva a abordar el tema con profunda pasin.

    Hablar de participacin es hablar de la vida misma, de todo aquello por el cual el ser

    humano existe, es hablar de la continua lucha que supone el vivir en sociedad. De los logros que

    queremos alcanzar y que slo obtendremos si nos movilizamos: "Nada podemos esperar sino de

    nosotros mismos". (J. Artigas)

  • LA POLITICA EN LA PARTICIPACION.-

    1. Esto nos introduce en el tema de la POLITICA y con l, en el de las relaciones de poder.

    Participamos para modificar una realidad en funcin de lo que llamaremos una "utopa-

    fuerza", una idea de qu queremos obtener. Es entonces que entramos en el tema de los intereses.

    Intereses que enfrentan a personas u organizaciones, a quienes quieren cambios y quienes no lo

    quieren; o que enfrentan al ser humano y su ideal con la realidad problema.

    Para esto debemos analizar los grados de poder que sustentan uno y otro ncleo de inters.

    Podemos pues, decir que poltica refiere a la accin conjunta de individuos o grupos,

    dirigida a la bsqueda de caminos a seguir para modificar una realidad determinada -que

    llamaremos problema- en relacin al poder que ostentan los distintos ncleos de inters.

    Digamos que en ese camino, en el que partimos de una realidad y que se dirige a un fin -

    determinado por una idea- existen ciertos "obstculos de logros".

    Brevemente podremos interpretar que quien ostenta el poder tendr el control de eliminar o

    mantener ese obstculo, originando para el ncleo menos poderoso la necesidad de desviar su

    camino y procurar objetivos de mediano y corto plazo o alcance, con la determinacin de llegar al

    fin requerido. La desviacin de este camino es lo que se da por llamar como tctica y estrategias.

    Vale decir que las tcticas y estrategias son las "desviaciones" del camino directo entre la realidad y

    el fin deseado, destinadas a obtener objetivos que nos permitan superar el obstculo, ya sea porque

    esos logros ms concretos nos dotan del poder necesario para eliminar el obstculo, o porque nos

    permiten superarlo "esquivndolo".

    As, por ejemplo, el Movimiento Sindical (que en los sistemas capitalistas es menos

    poderoso poltica y econmicamente, que la patronal) se podra plantear el objetivo de conquistar a

    la opinin pblica, concientizndola de las desventajas de la poltica -y del sistema- econmicos,

    buscando por ejemplo, dotar de mayor representatividad a sus parlamentarios en las siguientes

    elecciones, y poder lograr su fin: la socializacin de los medios de produccin.

  • Esto se podra implementar mediante diversas estrategias: * una de ellas puede ser la lucha

    generada dentro de la sociedad civil, donde se fijaran tcticas de huelgas, marchas, etc. * otra

    estrategia puede ser el debate parlamentario, dentro del sistema poltico que desarrollaran los

    representantes de los sectores trabajadores; aqu las tcticas pueden ser la aprobacin de ciertas

    leyes, la interpelacin de jerarcas gubernamentales, la censura de ciertas polticas del gobierno, etc.

    As en el CUADRO I-1, el camino (1) podremos seguirlo satisfactoriamente, llegando al fin

    buscado, si sustentamos el poder como para "romper" o eliminar el obstculo; mientras el camino

    (2) nos significa la implementacin de tcticas y estrategias para la obtencin de objetivos que nos

    permitan llegar al fin deseado.

    CUADRO I-1

    Por lo tanto, en relacin a lo anteriormente expuesto, decimos que el concepto de poltica no

    se limita a lo que compete exclusivamente al ordenamiento normativo del Estado como suele

    pregonar el liberalismo conservador, sino que debemos incluir en este trmino la lucha entre grupos

    -o tendencias- de la sociedad civil y en particular, la lucha de clases . Debe incluirse esa

    "microfsica del poder" que nos plantea Foucault .

    La participacin poltica surge entonces por dos vertientes:

    Veamos pues que, histricamente los distintos grupos sociales se entendan "representados"

    ante el Estado. Estos grupos no participaban directa ni indirectamente en l y, por lo tanto, el

    carcter de representatividad "total" del Estado ces y puso en evidencia lo contrario cuando estos

    grupos comenzaron a participar para satisfacer sus necesidades y defender sus intereses. Esta

    participacin poltica tuvo origen, por un lado, a raz de las reivindicaciones populares por la

    ampliacin de los derechos polticos y sociales. Por otro lado y para contrarrestar estos avances

    populares, los sectores dominantes buscaron -y buscan- sellar alianzas con las nuevas fuerzas

    sociales revistindose de nuevos fundamentos de legitimidad . Esto es clarsimo en los perodos

    que vivi el mundo entero con experiencias de Estados llamados "populistas".

  • La integracin de los sectores populares a la vida poltica segn Tomasetta sera, para esta

    segunda vertiente, la nica finalidad de la participacin . Integracin que se persigue mediante la

    identificacin de estos sectores con determinados padrones normativos, los que ponen cotas a las

    reales potencialidades polticas de participacin, inhibindolos y generando una mayor adaptacin

    de los mismos al sistema establecido.

    Por lo tanto, el problema de la participacin poltica es un problema de consenso y coercin,

    y al mismo tiempo un problema de igualdad y desigualdad. La participacin poltica se busca tanto

    para legitimar la dominacin como para luchar contra ella y contra las desigualdades.

    Digamos entonces que la concepcin de poltica debe abarcar tanto la accin con vistas al

    poder del Estado como la accin asociativa que agrupa distintos "cuerpos" de inters.

    Uno y otro, Clase y Estado se podran considerar como sistemas de solidaridad si lo

    entendiramos -as lo entiende Weber- como constituyendo un tipo de relacin social en que es

    posible realizar acciones individuales que identifiquen sus fines con los de otros sujetos .

    Pero digamos que esta afirmacin no considera que el Estado puede generar acciones que se

    contrapongan con ciertos fines de grupos determinados. Y para esto debemos saber que si se intenta

    imponer ciertos intereses por la coercin de un sector, constituye un sistema de dominacin;

    mientras que si se busca el consenso, conformara un sistema de igualdad.

    Vale decir:

    1.1- Sistema de Inters es contrapuesto a Sistema de Solidaridad, en el entendido de que el

    primero se refiere a la intencin de un actor -individuo o grupo- de distinguirse de otros sujetos,

    mejorando su posicin respecto de los mismos. Y por lo tanto, generando contraposicin,

    competencia y conflicto entre las partes. El segundo referido al reconocimiento de la identificacin

    e identidad grupal -grupo de pertenencia: familia, amigos, asociaciones voluntarias, etc.- o, lo que

    es lo mismo, una asociacin de individuos con intereses comunes. Lo que nos sugiere que el Estado

    no puede ser nunca un sistema de solidaridad y s de intereses.

    Por lo tanto, el estudio poltico de la participacin se debe centrar en la siguiente dicotoma:

  • 1.2- Sistema de Dominacin se opone a Sistema de Igualdad. En este caso, referido al tipo

    de relaciones asimtricas y simtricas respectivamente, definido en base a los grados de

    participacin poltica de los distintos grupos de inters.

    Decimos entonces, que los distintos intereses pueden verificarse tanto en un sistema de

    dominacin como en un sistema de igualdad. Y digamos que, por definicin nos referimos al

    concepto de poltica cuando estamos frente a grupos de intereses contrarios que medirn sus

    poderes para obtener sus fines y objetivos.

    1.3- En sntesis, subrayamos que participacin poltica consiste en una accin que se cumple

    en solidaridad de asociaciones y sub-asociaciones -solidaridad "interna"- con vistas a modificar o

    conservar la estructura del sistema de intereses dominantes. Es por lo tanto, una accin que se

    desarrolla en relaciones de poder.

    Sobre esto, Pizzorno plantea que "cuando un sistema de solidaridad opera sobre la

    estructura y los valores de un sistema de intereses, el resultado es un proceso que podramos llamar

    de formacin de `reas de igualdad'" .

    CONCIENTIZACION - PARTICIPACION.-

    2. Por otro lado podramos vincular lo anterior con el tema de la conciencia.

    En la "utopa-fuerza" de creer en un hombre "concientizado" es que podremos aspirar a la

    superacin paulatina del grado de conciencia. Conciencia que supone una capacidad de reflexin

    crtica. Es as que deberamos entender que no es lo mismo hablar de conciencia como el "espacio"

    o instancia psquica de los elementos que integran la personalidad, que referirnos a grados de

    conciencia o concientizacin. Esto ltimo, vinculado a la capacidad potencial de conocer e

    interpretarse a s mismo y a su entorno.

    O, como se refiere Alessandro Pizzorno respecto al "modelo de la conciencia de clase" -

    segn la terminologa marxista-, sta "no es reductible a datos psicolgicos (...), no se trata de un

    estado de conciencia que puede captarse independientemente de la accin que `objetivamente' le

    corresponde" . Slo podremos saber si existe conciencia de clase en el momento de la accin de

    clase.

  • Por lo tanto, la concientizacin sera el proceso por el cual se genera un grado de conciencia

    crtica y reflexiva, en la bsqueda del conocimiento e interpretacin de su situacin, de su entorno,

    as como de los potenciales y carencias individuales, grupales u organizacionales. Como dira Paulo

    Freire, es "un proceso mediante el cual, en la relacin sujeto-objeto, el sujeto adquiere la capacidad

    de captar en forma crtica la unidad dialctica entre el yo y el objeto. Por eso (...) no hay

    concientizacin fuera de la praxis, fuera de la teora-prctica, fuera de la unidad reflexin-

    accin" . Carlos Marx, haciendo un anlisis dialctico de la historia descubre que "...El modo de

    produccin de la vida material condiciona el proceso de vida social, poltica e intelectual en

    general. No es la conciencia de los hombres que determina su ser; es, por el contrario, su ser social

    que determina su conciencia" .

    Pero si separamos conciencia de realidad, si supusiramos por un lado, que la ltima

    depende de la primera, como si la realidad fuera el resultado de la conciencia -concepcin

    subjetivista- entonces supondramos la falsa idea de que el cambio de la realidad surge meramente

    a travs del cambio de conciencia. O si por otro lado, adoptramos una posicin mecanicista y

    pensramos a la conciencia como un espejo donde se refleja la realidad -concepcin objetivista-

    nuevamente estaramos negando la concientizacin.

    La concientizacin no puede detenerse en el grado de revelacin de la realidad, o sea, en el

    grado del conocimiento de la misma. Esta es autntica cuando la prctica de revelar la realidad

    constituye una unidad dinmica y dialctica con la prctica de transformarla. Es decir que el

    conocerse en una situacin de opresin y ser conciente de ello no significa la liberacin. Es slo el

    primer momento. "Los oprimidos, dice Freire, superan la contradiccin en que se encuentran

    cuando el hecho de reconocerse como oprimidos los compromete en la lucha por liberarse" .

    Por otro lado, segn la hiptesis que plantea Pizzorno, "la participacin poltica es mayor

    cuanto ms grande (ms intensa, clara y precisa) es la conciencia de clase" . Nosotros decimos

    "simplemente": conciencia social.

    Si como ya vimos, existe conciencia en tanto haya una accin destinada a lograr fines y

    objetivos que satisfagan las necesidades e intereses del individuo o grupo actuante, y si esta accin

    es un hecho de participacin poltica -un juego de intereses en relaciones de poder- entonces la

    hiptesis formulada anteriormente estara comprobada. Supondramos entonces, que la

  • concientizacin es un elemento previo a la participacin, en el entendido que la primera posibilita

    el conocimiento de una realidad global y de los problemas concretos, para tomar as posturas

    polticas explcitas, concretando as una participacin crtica y responsable y no digitada y

    dogmtica. Tal vez podramos aceptar esta suposicin, pero dejando constancia que sta es vlida

    slo a nivel terico.

    En realidad, la concientizacin como proceso slo puede lograrse mediante la praxis. Si

    aceptamos que concientizacin es reflexin-accin, no podemos pensar en sta separada de la

    participacin. Es decir que la participacin genera grados de conciencia, que a su vez posibilitan un

    mayor grado de participacin crtica, originando superiores grados de conciencia y as

    sucesivamente.

    O lo que es lo mismo, cuanto ms una persona participa junto con otras, de la accin con

    vistas a ciertos fines colectivos, tanto ms podr cobrar conciencia de esos fines, sintindose por lo

    tanto an ms impulsada a participar.

    Como recuerda Heller en lo "Cotidiano y la Historia", es en la vida cotidiana que el hombre

    se enfrenta con alternativas y decisiones, donde se forma la conciencia del "yo" y del "nosotros" .

    No podramos hablar entonces, ms que a nivel estrictamente terico, de participacin y

    concientizacin como elementos separados. Una est al servicio de la otra. Una apoya a la otra.

    Una fortalece y promueve la otra.

    CUADRO I-2

    LOS ESPACIOS DE PARTICIPACION: La Organizacin.-

    3. Pero la mejor participacin solamente necesita del elemento "conciencia"?.

    Adems de cmo se participa, necesitamos saber dnde participamos. Cuales son esos

    espacios "materiales" donde canalizar nuestra participacin.

  • Estos espacios en los cuales se participa son aquellas instancias concretas y especficas que

    forman parte de una estructura global y que son complementarias y coincidentes con otras

    instancias de la misma estructura. Dicha estructura global es lo que llamamos "organizacin". Vale

    decir que, organizacin es una estructura estatuda y reglamentada, que consta de la interrelacin

    coordinada de instancias o espacios concretos que son complementarios o coincidentes entre s.

    Complementarios, entendido como vinculados a reas diferentes, pero que conforman

    conjuntamente la estructura global; y coincidentes, en el entendido que pertenecen a reas

    similares.

    Introducimos as la idea de organizacin vinculada directamente a la participacin.

    Tenemos entonces, una parte informal y subjetiva y una parte formal y objetiva en la

    participacin. El grado de conciencia que promueve en forma dialctica una participacin conciente

    conformara la parte informal o subjetiva de la participacin. La organizacin, que nos otorga

    espacios concretos y nos promueve a una participacin operativa, completara la parte formal u

    objetiva.

    Pero "la organizacin, el proceso de la conciencia y la lucha son aspectos diversos de un

    nico proceso y no fases separadas mecanicamente y en el tiempo" afirma Rosa Luxemburgo en

    1904 .

    Cabe ahora preguntarse: estos espacios se crean por s solos?, son cedidos?, son

    mostrados?

    Podemos decir por simple observacin de la realidad, que tanto una afirmacin como otra se

    verifica en los hechos. La diferencia radica en una postura tica.

    La utopa idealista nos propone entender que los espacios de participacin se deben generar

    en la dialctica que la concientizacin de una necesidad (problema) nos mueve a participar, para lo

    cual debemos crear nosotros mismos el espacio o canal donde participar: lo que supone una

    organizacin.

    CUADRO I.3-

  • Pero, y si fallara el primer paso?, y si no tomamos conciencia de la existencia de una

    necesidad o problema?

    Aqu la realidad nos impone aceptar que un agente externo podr, sin que esto signifique

    manipulacin, generar un espacio para la toma de conciencia, lo que significa un espacio en la co-

    participacin para la toma de conciencia.

    Y en el caso de que, conocido el problema no sepamos dnde y cmo participar?

    Entonces hablamos de espacios de toma de conciencia, espacios de operativizacin u

    organizacin de la participacin y espacios de promocin de la conciencia y del conocimiento. Lo

    que puede ser "creado" y/o "mostrado" por agentes externos conjuntamente con los individuos u

    organizacin.

    Y qu significa entonces, "ceder" o "conceder" espacios?

    El concepto de "conceder" espacios de participacin s supone la postura "antitica" de

    pensar que existe quien tiene derecho a participar y quien no lo tiene, quien puede disponer de los

    espacios de participacin y, por consiguiente puede manipular y dirigir la participacin y

    conciencia de las personas.

    4. En sntesis: Concientizacin-Organizacin-Participacin son elementos didctilamente

    unidos. La falta o carencia de uno mutila al otro.

    Pero debemos saber que pueden ser compensados; es decir:

    4.1- Podemos estar frente a un grupo sumamente "concientizado" y con una profunda

    experiencia participativa, pero la falta de organizacin interna lo lleva a superponer tareas,

    sobrecargar las personas, etc. Este grupo tiende a desmotivarse. Digamos que la falta de

    organizacin est actuando desfavorablemente en los procesos de conciencia y participacin. Pero

  • podrn organizarse si actan en el proceso de aprendizaje y toma de conciencia de este problema de

    falta de organizacin interna.

    4.2- Si estudiamos un grupo sumamente organizado, cuyos miembros participantes no

    conocen siquiera los objetivos de la organizacin, estaremos frente a un grupo organizado y

    participante pero "desconcientizado"; desconocedor de aspectos importantes de su organizacin.

    Esto se podr deber al tipo de organizacin paternalista o a la participacin meramente operativa.

    En este caso se debera actuar sobre el tipo de estructura, fomentando el dilogo y la participacin

    en el conocimiento, discusin y decisin, y no solamente en la informacin de decisiones ya

    tomadas.

    Estos ejemplos, que podran ser muchos y variados, nos muestran el carcter relativo de

    estos tres conceptos integrados.

    No existe una persona totalmente concientizada, sino con un alto, medio o bajo grado de

    conciencia y diferenciado en reas o temas especficos.

    No existe una organizacin perfecta, sino adecuada a tal o cual realidad, necesidad, espacio,

    momento, tipo y nmero de integrantes, objetivos, etc.

    No existe una persona que participe totalmente en todos los aspectos de su vida.

    S existen ideales que nos mueven y promueven a aumentar los niveles y grados de

    conciencia en determinadas reas, campos o temas especficos -y no en forma total-, a mejorar la

    eficacia y eficiencia de las estructuras y normas de la organizacin -acordes con la realidad

    especfica- y a aumentar la participacin en el grupo combinando la participacin directa con la

    delegacin y divisin de tareas.

    En el primer ejemplo los miembros eran considerados como personas "concientizadas", pero

    no tenan conciencia de que la falta de organizacin y sus implicaciones podan ser un elemento

    que desmotivara la participacin de los integrantes del grupo.

  • En el segundo ejemplo la organizacin existente estaba bien estructurada, pero era

    imperfecta de acuerdo a su realidad, pues no permita a los miembros participar en la discusin y

    decisin de los temas.

    Podemos entonces aspirar a un hombre concientizado totalmente?, a una organizacin que

    permita la igual participacin de todos en todo?. Es evidente que no.

    Slo hablaremos de hombre "concientizado" cuando nos refiramos a un alto grado de

    conciencia en una determinada rea, campo o tema especfico.

    Slo hablaremos de una organizacin participativa si nos referimos a una estructura que

    permite la participacin de todos, pero sabiendo que sta es diferente en modo o intensidad y que se

    concreta en una o varias reas, instancias, temas o espacios determinados.

  • II - LA PARTICIPACION REAL Y

    LA PARTICIPACION IDEAL. UN ABORDAJE TEORICO.

    Esta dicotoma "participacin real - participacin ideal" podramos explicarla a partir de los

    niveles y tipos de participacin que se dan en la realidad, y el nivel y tipo de participacin que

    consideramos como nuestro ideal. Si hiciramos una escala de 0 a 10, el cero nos marcara la "no-

    participacin" o marginacin; entre el 1 y el 9 tendramos los distintos grados de participacin real;

    en tanto el 10 sera lo que consideramos como nuestro ideal de participacin. (ver CUADRO II-3)

    Pero no debemos oponer estos conceptos, ya que no son contradictorios ni excluyentes. Por

    el contrario, la "utopa-fuerza" de un cierto tipo y nivel de participacin (ideal) nos debe promover

    a participar en algn grado en los temas y reas concretos que nos conciernen. Asimismo, la

    prctica de la participacin, por mnima que sea, nos impulsa a una experiencia cada vez mayor de

    participacin, lo que nos permite aumentar niveles de conciencia y participacin -siempre y cuando

    sta no est controlada y digitada, lo que presumira una manipulacin-. Entonces, as como la

    dicotoma entre la teora y la prctica -conciencia y participacin en nuestro caso- se apoyan

    didctilamente, lo ideal y lo real -participacin ideal y participacin real, respectivamente- tambin

    se deben promover mutuamente.

    MARGINACION Y MARGINALIDAD.-

    1. S debemos sealar que opuesto a participacin es la marginacin, entendida como el

    quedar al margen de algn proceso concreto. Pero aclaremos que no identificamos esta

    contradiccin: participacin vs. marginacin, a la oposicin que plantea la DESAL: participacin

    vs. "marginalidad".

    Vale decir que este concepto de marginacin no debe confundirse con la llamada

    "marginalidad", que se refiere a un sector de la poblacin que permanece "aislado" de los procesos

    polticos, econmicos, productivos, sociales y culturales de la sociedad, como pregona el

    Funcionalismo.

  • Este concepto de marginalidad es aceptable siempre y cuando se refiera a un grado menor

    que el grado promedio de participacin -en la produccin, administracin y usufructo de los bienes

    y servicios sociales-. Ms an cuando, en Amrica Latina y en el mundo, estos sectores

    "marginales" de poblacin son muchas veces, obreros, jornaleros y lo que el marxismo llama

    "ejrcito industrial de reserva" -desocupados y sub-ocupados, si actualizamos el trmino-. Es decir,

    sectores que de algn modo participan, aunque ms no sea, en la vida social.

    1.1- Por lo tanto: marginalidad se refiere a un sector o capa social que tiene un bajo grado

    de participacin en la sociedad -cantegriles, callampas, favelas, villas miseria, etc.-. Y slo la

    aceptaremos como clasificacin de una estratificacin social, cuando existe un sector cuya

    participacin en lo poltico, productivo, econmico, social y cultural es considerablemente inferior

    a la de las capas superiores y son, por lo tanto, oprimidos.

    Como afirma Anbal Quijano, marginalidad "consistira en un modo limitado e

    inconsistentemente estructurado de pertenecer a y de participar en la estructura global de la

    sociedad..." . Dichos grados de participacin y pertenencia se dan dentro de ciertos lmites. Estos

    "lmites sociales" son "los elementos que configuran el campo de interaccin dentro del cual un

    individuo o un grupo participa en la sociedad a la que pertenece" .

    Concluyendo, la marginalidad se caracteriza por ser un fenmeno estructural, resultante de

    contradicciones bsicas del sistema y no de disfunciones que entorpecen el equilibrio social -como

    supone la corriente funcionalista-. Por otro lado, los grupos marginales constituyen una nueva

    categora dentro de un capitalismo dependiente que envuelve nuevas formas de insercin y

    organizacin en el proceso productivo . Cumplen, por lo tanto, un papel constitutivo del sistema,

    no siendo, en nuestra concepcin, grupos "marginales" propiamente dichos, porque no estn fuera

    del sistema, sino que ste precisa de tales sectores.

    1.2- Marginacin est referido a la accin intencional de una persona o sector poderoso que

    pretende mantener al margen a otro sector o persona en determinados aspectos. As vemos a

    sectores empresariales que procuran marginar a sindicatos de las decisiones de la produccin, o que

    pretenden dividir a los trabajadores para que no se organicen.

  • Pero no slo existe la marginacin de un sector social por otro. Vemos que cuando una

    persona se "descansa" en la participacin ajena -fuga necesaria- o se deja llevar por la "inercia"

    esperando que "el tiempo" o "la buenaventura" le solucione sus problemas, estamos frente a un

    caso de automarginacin. A modo de ejemplo: cuando un votante otorga "carta libre" a su

    representante en los temas de inters, sin siquiera informarse.

    Un anlisis de las estructuras de dominacin poltica y econmica -que aqu dejaremos por

    cuenta del lector- nos mueve a pensar en que sta se encuentra al servicio de propiciar una

    automarginacin y marginacin de sectores populares -trabajadores, pequeos propietarios,

    empresarios- por sectores poderosos -grandes empresarios, financistas, latifundistas-, respaldados

    por el Estado .

    Y esto -la marginacin y automarginacin de ciertos sectores sociales- es lo que origina la

    "marginalidad" -como un estrato social-.

    Podremos as decir que si participacin es opuesto a marginacin y sta, a su vez, est

    determinada por las estructuras dominantes, entonces inducimos que participacin est en

    contraposicin a dominacin.

    Aclaremos algunos conceptos:

    EL PODER Y LA PARTICIPACION.-

    2. Poder, tomando como base la definicin weberiana, se puede entender como "la

    posibilida d de iniciativa y la capacidad de decisin" .

    As, estaremos frente a tres elementos bsicos en los que estudiaremos el poder:

    a. el poder poltico.- Ya analizado someramente en el Captulo I, vemos que la poltica

    refiere a la accin mancomunada en la bsqueda del camino a seguir para modificar una situacin,

    segn las relaciones de poder. La cual se podr verificar tanto en el Estado como en asociaciones

    cuyos espacios comprenden la amplia gama de lo social. El poder poltico se podr estudiar en

    relacin fundamentalmente al liderazgo en la toma de decisiones y a la forma -coersitiva o

  • consensual- de obtener los logros, de acuerdo a los intereses, pero est indisolublemente vinculado

    a los siguientes elementos.

    b. el poder econmico.- El que, analizado por socialistas utpicos -Saint-Simon, Proudhon,

    etc.- y socialistas cientficos -Marx, Engels, etc.-, est determinado por la detentacin de los medios

    de produccin, del capital y de los bienes sociales.

    c. el poder cultural.- Es decir, aquel poder al que tenemos acceso mediante la educacin, en

    sentido amplio. Nos detendremos brevemente en este ltimo, ya que lo consideramos como un

    factor "no estructural".

    Digamos que el ser humano teme lo que le es desconocido y por ende, tiende a no tomar

    parte en la transformacin de aquello que desconoce -para alcanzar aquello que tampoco conoce-.

    Por el contrario, se descansar en la participacin ajena y le confiar a sta todo lo que teme: es lo

    que dimos por llamar "fuga necesaria", o en trminos sociolgicos, apata.

    Lo nuevo, lo desconocido, promueve entonces, dos mecanismos psicolgicos: * Por un lado

    se genera en el individuo un estado de ansiedad de tipo "paranoide" - se siente perseguido por esta

    "realidad desconocida"-. * Por otro lado, se genera un estado de ansiedad de tipo "depresivo" -

    sentimiento de prdida de lo conocido, del equilibrio anterior-.

    Como seala Erich Fromm en su obra "Miedo a la Libertad", sta entraa responsabilidades.

    El ser humano que decide libremente sobre la realidad que lo rodea y sobre s mismo, cargar sobre

    s las consecuencias de sus decisiones y acciones y por lo tanto, no podr responsabilizar a otros de

    su fracaso o triunfo.

    Digamos tambin, que en una sociedad "transplantada" como la nuestra, o en una sociedad

    donde existe una cultura -o subcultura- dominante, que se implanta y se impone por sobre las

    dems -y se legitima como "oficial"-, existir un gran sector de poblacin que, desconocedor de las

    pautas culturales predominantes -o de su trasfondo poltico y social- temer incidir en ella y

    confiar su control al sector que impone esa cultura -o subcultura- dominante. Ms an cuando le

    es desconocida cualquier otra forma de sociedad. Existe el dicho conformista de: "ms vale malo

    conocido que bueno por conocer".

  • Vemos as, que este "miedo a la libertad" slo se podr combatir con el conocimiento de

    aquello hasta el momento desconocido, esto es, con la educacin; lo cual sugiere que el hombre

    puede ser sujeto de s mismo y por lo tanto puede y debe luchar por ser sujeto de su historia.

    Entonces, cuando consideramos a la educacin como una entre otras prcticas sociales, cuyo

    efecto es dotar a los individuos de conocimientos y tcnicas para el entendimiento y control de las

    cosas y para su transformacin o mantenimiento, estamos frente a lo que dimos por llamar como

    proceso de conciencia o "concientizacin".

    Veamos que pensar en la educacin desconectada del poder que la establece, dice Freire ,

    "reduce la educacin al mbito de las ideas y de los valores abstractos", como si la educacin fuera

    "neutra" y equivalente a los distintos intereses de un obrero, ingeniero o financista.

    Por otro lado, "convierte a la educacin en un semillero de padrones de conductas", es decir,

    de adaptacin de los individuos a las pautas culturales, ignorando u ocultando que estas pautas no

    son de la sociedad en su conjunto, sino las que permiten perpetuar a la cultura dominante en el

    poder.

    Finalmente, otra consecuencia es que "se considera a la educacin como palanca que

    transformar la "realidad", lo que entendemos como un "utopismo pedaggico", pues olvidan que el

    poder que la cre nunca permitir que la educacin se vuelva en su contra.

    En este sentido es que se plantea en un Seminario sobre "Participacin Popular", que existen

    "cuatro elementos (que) definirn la 'participacin' desde el encuadre de un trabajo social liberador

    en contraposicin a las concepciones demaggicas populistas o desarrollistas:

    a. capacidad de anlisis de su problema social

    b. toma de conciencia de su situacin de clase y su condicin de dominacin

    c. desarrollo de la capacidad de accin colectiva y organizada orientada al control de

    quienes detentan al poder

    d. capacidad de decisin e ingerencia directa en la transformacin de las relaciones de poder

    vigentes" .

  • 3. Segn estas consideraciones que hemos hecho sobre el concepto de poder podremos

    introducirnos a un primer acercamiento respecto a la "participacin vs. dominacin". Digamos

    entonces que, por definicin las variables de poder son:

    *iniciativa

    *decisin .

    Apliquemos esta definicin en dos sentidos: "poder sobre s" y "poder sobre los dems".

    3.1- Vemos que poder sobre s sera entonces, la posibilidad de iniciativa propia y la

    capacidad de decisin en los temas de su inters. Lo que nos ubica en el entorno de la participacin,

    verificado en un sistema de igualdad.

    3.2- Por otro lado, digamos que poder sobre los dems es la posibilidad de encontrar

    obediencia -contrapuesto a la iniciativa propia- ante un mandato -contrapuesto a la decisin propia-.

    Y esto nos ubica en torno a la marginacin, la que vimos que se da en un sistema de dominacin.

    CUADRO II-1

    Como plantea Fromm, "la palabra poder tiene un doble sentido. El primero de ellos se

    refiere a la posesin del poder sobre alguien, a la capacidad de dominarle; el otro significado se

    refiere al poder de hacer algo, de ser potente". "As, el trmino "poder" puede significar cada una de

    estas cosas: dominacin o potencia" .

    Entonces, nosotros decimos que el poder sera la "Capacidad de Hacer", de transformar la

    realidad, la cual -y como plantea Weber- se enmarca en acciones con vistas a algn fin a alcanzar.

    Este fin se podr perseguir de dos maneras o modos:

    a. mediante la coaccin del sector poderoso, sobre el sector de menor poder. Y esto lo

    definimos como "poder sobre los dems", lo que estara enmarcado en un sistema de dominacin.

  • b. mediante la comunicacin y en busca de los consensos, como plantea Hanna Arendt . Y

    esto lo entendemos como el "poder sobre s" que los distintos sujetos tienen y que, enmarcado en la

    participacin igualitaria de los involucrados, mediante la comunicacin, logra ciertos acuerdos.

    CUADRO II-2

    En realidad, estos "modos de hacer" -modos de ejercer el poder- no se dan de forma pura,

    sino que se presentan unidos e integrados, con un mayor nfasis en uno u otro aspecto. Como dice

    Friedberg, la relacin de poder es una relacin desequilibrada -un actor controla o posee mayor

    poder que el oponente-; siendo a su vez recproca -ambos actores conceden algo al otro-; lo cual

    hace que esta relacin sea negociada -el intercambio de concesiones responde a una negociacin de

    ambos actores en juego- .

    Vemos entonces, que en la relacin de dominacin: "modo coactivo de hacer", habr

    necesariamente un cierto margen de negociacin: posibilidad de acuerdos.

    Asimismo, en toda relacin participativa: "modo comunicativo de hacer", tambin existir,

    producto de la desequilibrada cuota de poder da cada actor, un cierto margen de dominacin.

    Si estudiamos las dos variables de poder, en funcin del tipo cultural del mismo, veremos

    que efectivamente la educacin es necesaria para llegar a tener iniciativa y capacidad decisora. En

    el sentido que, como ya vimos, la educacin nos dota de las herramientas que nos permiten conocer

    la realidad y plantearnos ideales, fines y objetivos, as como las tcticas y estrategias para lograrlos,

    en funcin de ese ideal. Y esto es la praxis.

    PARTICIPACION REAL Y PARTICIPACION IDEAL.-

    4. DIFERENCIAS CUALITATIVAS

  • 4.1- La primera discriminacin entre estas dos categoras de participacin surge de la

    siguiente reflexin: si vemos que marginacin es "estar al margen" de algo, participacin es

    "formar", "tomar" o "tener" parte en algo.

    Pero podremos decir que es lo mismo tomar, que formar, o que tener parte en algo?

    Como consigna Barbano , existen tres contextos en los que se puede examinar el

    comportamiento poltico -en nuestro caso, la participacin, la que implica siempre un

    comportamiento poltico-:

    1. referido a la situacin de pertenencia de un individuo a un grupo: formar parte.

    2. referido a la posibilidad de cumplir una funcin en un grupo: tener parte.

    3. referido a una gama de acciones posibles: tomar parte.

    El primer contexto expresa un "status"; el segundo, una funcin; el tercero, una accin

    directa.

    Estos casos nos inducen a pensar en tipos de participacin activa: tomar parte en algo; y

    participacin pasiva: formar o tener parte en algo.

    Lo que nos muestra el primer contraste entre participacin real e ideal .

    Participacin activa sera definida entonces, como aquella que el sujeto, en la accin misma,

    siente y vive como tal. Es decir, una participacin que "moviliza" e impacta al individuo; implica

    por tanto un desempeo.

    Participacin pasiva sera el simple hecho de pertenecer a un grupo o tener una funcin

    asignada en l, sin que ello involucre una accin directa; implica tan slo una condicin.

    4.2- Por otro lado, podemos ver con claros ejemplos histricos: -los estudiantes uruguayos

    que, en 1983 se organizan (en la ASCEEP) para defender la autonoma universitaria y luchar contra

    la dictadura; los habitantes de favelas de Rio de Janeiro, que desfilan en sus Escolas de Samba

    promocionando a polticos que los apoyan econmicamente; el P.T. brasilero, que convoca en

    1983, a una movilizacin por elecciones directas a la presidencia del Brasil- que hoy la

  • participacin va teniendo un marcado empuje, no solamente por los mismos involucrados, sino por

    sectores polticos y sociales externos a los interesados. Y lo interesante es que la apoyan y

    promueven tanto grupos progresistas que desean una democracia ms autntica y plena, como

    sectores tradicionalmente no favorables a los avances populares.

    Parece entonces evidente, que la participacin ofrece ventajas para ambos sectores. Por un

    lado puede crear condiciones para implantar objetivos de liberacin e igualdad; por otro lado puede

    ayudar a mantener una situacin de dominacin.

    .En el ejemplo de los estudiantes de ASCEEP, fueron ellos mismos que tomaron conciencia

    de la necesidad de organizarse y luchar contra la dictadura y por la autonoma y co-gobierno

    universitario.

    .En el ejemplo de los favelados, fue un poltico que promovi, mediante incentivos

    econmicos, la participacin de aquellos en una Escola de Samba, con el inters de realizar una

    campaa poltica que lo pusiera en un sitial de poder social -poder poltico-.

    .En el ejemplo de la llamada "Paseata" por las elecciones directas, el pueblo se moviliz,

    convocado e impulsado por un sector poltico: el P.T., que persigue el inters de defender la

    democracia.

    Tenemos as un ejemplo de participacin a iniciativa propia o espontnea y dos ejemplos de

    participacin a iniciativa ajena o provocada.

    Estos dependern del grado de conciencia especfica que tenga el sector involucrado, y del

    nivel de organizacin. Por lo tanto, la participacin provocada puede ser considerada como

    manipulacin o como una actividad educativa, segn su intencionalidad y caractersticas.

    Vale decir que, los favelados no promovern como candidato a quien les financie su Escola

    de Samba si son concientes de sus discrepancias polticas con ste. Pero tambin diremos que slo

    participarn en la "paseata" por las directas, quienes estn concientes de que las elecciones

    "indirectas" relegan sus intereses.

    Aqu se suscita la segunda gran diferencia entre participacin real e ideal.

  • 4.3- Sin alejarnos del tema, vemos que existen otros tipos de participacin:

    La participacin impuesta, en la cual el individuo o grupo es obligado -mediante sanciones

    o gratificaciones, o por tradiciones culturales- a realizar ciertas tareas. Esta forma de participar es

    acrtica, involuntaria, desmotivadora y generalmente destinada a actividades indispensables o

    socialmente requeridas.

    La participacin voluntaria, impulsada si existe una satisfaccin por ella, es decir, si

    repercuten sus resultados favorablemente. Es relativamente crtica y con un fuerte sentimiento de

    identidad y motivacin.

    Estos dos tipos de participacin nos marcan una tercer dicotoma entre participacin real y

    participacin ideal.

    4.4- En otro aspecto del problema observamos que un sujeto que se informa , o que es

    informado, est participando; y tambin participa quien decide sobre algo; as como quien

    simplemente acta o ejecuta las decisiones tomadas por otro.

    Esto nos impulsa a pensar que existen distintas instancias de participacin:

    a. el conocimiento, de s, de su entorno, de los objetivos y fines de su organizacin y de

    temas especficos.

    b. la discusin, o intercambio de ideas.

    c. la toma de decisiones.

    d. la accin o ejecucin.

    Estas instancias estn vinculadas entre s, pero pueden desempearse tanto de forma

    independiente -compartimentada-, como conformando un proceso global; lo que marca una nueva

    diferencia entre la participacin real e ideal; esta ltima si se participa en todas las instancias.

    Me explico: digamos que para decidir sobre algo debemos conocer la esencia, el proceso

    que sufri y las variables del problema.

  • Qu pasa entonces con quienes votan en las elecciones nacionales a un candidato o a un

    partido, sin conocer su propuesta general, su ideologa y los intereses que defiende?

    Estas personas tambin participan, pero slo en la instancia de decisin -eleccin de

    candidatos-, lo que implica una "imperfeccin" que puede redundar en una participacin

    parcializada y acrtica, que podra ser dirigida y manipulada, pues se marginan de participar en las

    instancias anteriores; indispensables para tomar una decisin crtica y responsable.

    Qu ocurre con quien es informado de decisiones ya tomadas, que le son de inters?

    Aqu los sujetos participan en la informacin, en el conocimiento, aunque ms no sea, pues

    podran ni siquiera estar informados.

    Qu sucede con quien simplemente ejecuta decisiones ya tomadas, sin por lo menos saber

    por qu y para qu?

    Nuevamente debemos aceptar que esto es tambin, un cierto grado de participacin, referido

    a la instancia de ejecucin -por ejemplo un albail que levanta paredes podr entenderse como

    partcipe en la construccin de un edificio proyectado por un arquitecto.

    Sealemos entonces la idea central de este captulo y de nuestra propuesta: entendemos que

    los participantes deben fijarse un ideal alcanzable -a modo de utopa o idea fuerza- de participacin

    (lo que dimos por llamar "participacin ideal"), pero reconociendo como "participacin real" todos

    aquellos grados cualitativamente inferiores, en la medida en que stos son la base sobre la cual se

    sustenta el crecimiento progresivo de la participacin. Son los primeros peldaos de una escalera

    interminable.

    As, si bien la toma de decisiones es neurlgica en esta problemtica, podr existir

    participacin que, por circunscribirse solamente a la decisin, sea acrtica y manipulable. Asimismo

    existirn procesos que se limiten a algunas de las instancias de conocimiento, discusin, decisin o

    ejecucin, que deben ser valorados como niveles de participacin real, pues podrn fomentar el

    desarrollo de la misma.

    5. PUNTO DE VISTA "INTEGRATIVO" DE LA PARTICIPACION.

  • Digamos que existen dos puntos de vista sobre los cuales se aborda esta problemtica.

    Por un lado est el punto de vista cualitativo y por otro, el enfoque cuantitativo.

    El primero refiere a los temas ya analizados en el Numeral anterior.

    El enfoque cuantitativo, refiere a la cantidad de sujetos involucrados en determinados

    procesos.

    Ahora bien, el primer punto de vista puede llegar a ser, en cierto modo, individualista, pues

    no tiene en cuenta la cantidad de participantes. Se puede hablar, desde este enfoque, de un elevado

    grado de participacin sin que necesariamente participen la generalidad de los involucrados.

    Por otro lado, el punto de vista cuantitativo puede resultar mecanicista, pues slo le interesa

    cuntos sujetos participan y no cmo y en qu medida lo hacen.

    Resulta obvio que nuestro enfoque integra los dos puntos de vista. Dmosle entonces, a este

    anlisis, un punto de vista integrativo. Como propone Pareja, "el problema no es (solamente) que la

    gente participe ms", ni que "ms gente participe" , sino que se formulen demandas, que se

    generen espacios de igualdad donde participar y que estas demandas puedan ser canalizadas y

    desarrolladas. Y en este proceso no todos participan por igual y en todas las instancias, sino que se

    dividen tareas, se delimitan reas de responsabilidad y se combina accin directa con

    representacin y delegacin.

    Pues bien, pensemos en una "utopa-fuerza", una imagen interna de participacin ideal,

    donde todas las personas involucradas en determinados temas participan en grados cualitativamente

    elevados. Esta idea que se transforma en un impulso para alcanzar mejores y mayores grados de

    participacin, podra resultar estril y frustrante si no analizamos al individuo dentro de los grupos,

    a stos dentro de las organizaciones y, a su vez, a sta dentro de una sociedad.

    Cada individuo, cada sujeto social est involucrado directa o indirectamente en un sinfn de

    temas y organizaciones, no pudiendo atender a todos ellos de igual forma. Debe entonces, priorizar.

    Cada individuo -y aqu es donde ms juega lo subjetivo- debe ubicar en una escala jerrquica los

    temas de mayor relevancia, participando de diferentes grados en aquellas reas y organizaciones

    prioritarias. Este es un proceso que siempre se realiza ya sea de forma explcita como implcita.

  • Queda as establecido que la participacin ideal, desde nuestro punto de vista integrativo,

    est dimensionada por la cantidad de personas involucradas que participan en un alto grado. Pero

    encuentra un lmite -que conceptualiza la participacin real- referido al inters, capacidad, y

    priorizacin de cada sujeto involucrado.

    En sntesis, estos puntos de vista, en tanto sean considerados de forma aislada, conducen a

    errores de interpretacin que generan ciertos "vicios" en la participacin. (ver Num. 9)

    6. Con estos elementos podremos entonces, aventurar una primera definicin sobre la

    participacin, real e ideal.

    Segn el socilogo Errandonea, que parte de la definicin weberiana de poder, Participacin

    (social) es la "actividad interaccional dotada de cierta iniciativa y algn grado de capacidad de

    decisin. La variabilidad de ambos atributos es la implicada en la variabilidad de grados de la

    propia participacin" .

    Nosotros acotaremos a esta definicin algunos nuevos conceptos y definiremos la

    PARTICIPACION como el proceso interaccional dotado de cierta iniciativa, con intervencin en

    alguna de las instancias de conocimiento, discusin, decisin y ejecucin.

    "Proceso" en dos sentidos: * por un lado porque la praxis de la participacin-

    concientizacin-organizacin es un proceso gradual de perfeccionamiento mutuo;

    * por otro lado porque la participacin ideal implica un proceso que supone el conocimiento

    de cierta realidad, el intercambio de ideas sobre el qu hacer, la toma de decisin y la ejecucin.

    "Interaccional" en el sentido que participamos en "espacios" que conforman una

    organizacin o que relacionan acciones de distintos participantes.

    Los grados de participacin real se vern en los grados de iniciativa y de profundizacin,

    capacidad y oportunidad de intervencin en las instancias mencionadas.

    7. Digamos entonces, que PARTICIPACION IDEAL se define como aquella en que gran

    parte de los involucrados tienen un alto grado de iniciativa, profundizacin, capacidad y

  • oportunidad en el proceso de conocimiento, discusin, decisin y ejecucin; es decir: debe integrar

    todas las instancias de participacin e involucrar a la mayor parte de los sujetos.

    Significa un tomar parte en todas estas instancias; vale decir: la participacin ideal debe ser

    activa.

    Tambin debemos estudiarla en funcin de un alto grado de iniciativa propia; o sea: debe

    ser espontnea y voluntaria.

    Y en donde el proceso de conciencia, organizacin y participacin sea interno al grupo o

    individuo y acorde a una situacin espacio-temporal determinada; vale decir: debe ser poltica,

    conciente, crtica y ordenada.

    CUADRO II-2

    8. Pero dmosle a la dicotoma "participacin real - participacin ideal" una regla de

    medicin ms arbitraria, pero tambin ms operativa. Digamos que los grados de participacin, en

    una forma de evaluar ms eficiente y manejable, se registra segn las siguientes variables:

    a. grado de control de los miembros, sobre las decisiones. Esto, en el sentido de que la toma

    de decisin es la instancia que integra como variable, el concepto de poder (ver Num.3). Decisin

    que, en la medida en que est apoyada en las dems instancias, ser mas crtica y comprometida. Y

    esto est sumamente vinculado al impacto que una decisin produce, tanto en los miembros, como

    en la dirigencia.

    b. importancia sentida o impacto de las decisiones, en los miembros participantes.

    Digamos que no es lo mismo un grupo que toma por s mismo las decisiones que uno que

    controla las decisiones que son tomadas por otros: los dirigentes.

  • Es as que proponemos el siguiente esquema, el cual ilustra algunos grados de participacin,

    segn el menor o mayor acceso al control de las decisiones sobre los dirigentes, por parte de los

    miembros .

    CUADRO II-3

    a. informacin: es el menor grado de participacin y control. Los dirigentes informan a los

    miembros de la organizacin, las decisiones ya tomadas. No es raro ver organizaciones en las que

    ni siquiera se informa. Tambin es frecuente ver que la dirigencia, luego de informar a los

    miembros y frente a la reaccin de los mismos, reconsidera la decisin.

    b. consulta facultativa: en este caso, la dirigencia, cuando cree conveniente, consulta sus

    bases antes de tomar la decisin especfica, solicitando crticas y sugerencias.

    c. consulta obligatoria: otro grado de participacin es aquel en que la dirigencia est

    obligada a consultar a los miembros antes de tomar cualquier decisin.

    d. elaboracin-recomendacin: un grado ms avanzado de participacin y control, es aquel

    en que las bases elaboran propuestas y las recomiendan a la dirigencia. Aqu existe cierto grado de

    iniciativa.

    En todos estos casos, la decisin final siempre recae sobre la dirigencia, la que puede o n

    albergar los distintos grupos de inters o puede ser externa al grupo de base implicado.

    La dirigencia que rena tales grupos y que est constituida a partir del grupo de base, nos

    mostrar una organizacin "auto-gobernada", y presentar los siguientes grados de participacin de

    los miembros, en el control de las decisiones:

    e. co-gestin: en la cual la administracin de la organizacin es compartida por distintos

    grupos que, utilizando distintos mecanismos de co-decisin o colegialismo, conducen la

    organizacin. En este sistema entran en juego las delegaciones -o elecciones de delegados- de cada

  • grupo implicado. Un ejemplo interesante vemos en los rganos de co-gobierno universitario, donde

    estudiantes, docentes y egresados tienen en sus manos, mediante delegaturas, la conduccin de la

    Universidad y de las distintas Facultades e Institutos.

    f. delegacin por grupo de inters: en donde el grupo, como un todo, elige su dirigencia de

    entre sus propios miembros, auto-regulndose.

    En estos dos estados, la dirigencia, ya sea co-gobernada o de un nico grupo de inters,

    podr someterse a los grados de controles decisorios por las bases, segn lo indicado en los puntos

    a, b, c y d; o podr ser realmente democrtica y participativa.

    g. autogestin : donde los miembros deciden por s y ante todos. Es el grado ms elevado

    de control de las decisiones, ya que stas son tomadas por los propios involucrados. Como en toda

    organizacin de ciertas dimensiones, existe delegacin, pero sin poderes soberanos mayores que los

    de coordinar internamente y representarla hacia el exterior de la propia organizacin, y ciertas

    cuestiones de urgencia o rutinarias, previamente determinadas.

    VICIOS DE LA PARTICIPACION.-

    9. Abordemos ahora, como ya sugiriramos, los vicios de la participacin.

    9.1- Volviendo al concepto de participacin ideal, cuando un miembro de una Asamblea no

    habla para expresar sus ideas, se podr decir que ste no particip?

    Segn su actitud manifiesta no podemos dar respuesta, pero tal vez ste no se expres por

    diversos motivos que podran ser la falta de inters o atencin, la falta de conocimiento o

    experiencia sobre el tema en cuestin, por sentirse representado por quien ya habl, por

    caractersticas personales -timidez, inhibicin, dificultad de expresin-, etc.

    Parece quedar claro que este sujeto podr considerarse, en algn modo, partcipe de la

    Asamblea, especialmente si los motivos de su "silencio" son algunos de lo ltimos expresados. Sin

    embargo es frecuente or que tal o cual persona "no particip, pues permaneci callada". Tambin

    es comn ver que se rechaza, niega o invalida el trabajo de un grupo, porque no participaron en l

    todos los sujetos involucrados. Este ejemplo supone la idea de que todos deben participar en todo.

  • * vicio de idealismo o abstraccin.

    Estas cuestiones constituyen un vicio, que llamamos de abstraccin por consistir en el

    rechazo de la participacin concreta, en aras de una idea abstracta.

    Ella se traduce, en definitiva, en un utopismo frustrante que frena el proceso gradual de

    participacin. Es decir que, el medir la participacin nicamente por las acciones manifiestas y el

    ignorar que cada persona tiene determinadas capacidades, lmites e intereses, suponiendo que

    "todos deben participar en todo", significa desconocer la esencia humana.

    Este vicio de abstraccin encarna una ideologa que basa su anlisis del cambio social

    nicamente en el "deber ser". Define un tipo de participacin como ideal y rechaza cualquier nivel

    de participacin que no se identifique con su definicin, por considerarla inferior. Esta concepcin

    no tiene en cuenta que la praxis alimenta la conciencia y el compromiso de los seres humanos.

    Desconoce que el ser social tiene carencias y potencialidades, virtudes y defectos que hacen diverso

    y variado su nivel de participacin segn las caractersticas personales, el momento y la

    circunstancia, el tema, etc.

    Digamos que se cree en un "superhombre" o "supermilitante" que todo lo realiza en exacta

    simetra e identidad con el resto, olvidando que los seres humanos "hacemos lo histricamente

    posible", debiendo comprender -sin que esto implique resignacin- las limitaciones propias del ser

    y de la realidad, "de tal modo que pueda enfrentar de la manera ms exitosa la oscilacin entre

    pesimismo y oportunismo" .

    Tampoco se toma en cuenta que participacin grupal significa una interaccin entre

    individuos. Es decir, relacin de acciones propias de cada miembro, que no sern las mismas;

    siempre que no creamos en seres autmatas, idnticos,... tal vez en seres "perfectos" y de tan

    perfectos, iguales.

    En una organizacin, la participacin es complementaria. Si "todos hicieran todo", se

    sobrecargara de actividades a los miembros, se desperdiciaran recursos humanos y la organizacin

    no avanzara como lo hara en base a la cooperacin y complementacin.

  • 9.2- Tambin asimilados a la idea de participacin, pero en nombre de hacerla pragmtica y

    "real", encontramos los llamados dogmas. Estos estn al servicio de dirigir a los participantes,

    m ediante mecanismos de alienacin , los cuales ocupan "el lugar" de la concientizacin. Es decir,

    que para que las personas participen, en funcin de intereses ajenos -o no priorizados por los

    participantes-, se crean estructuras alienantes.

    * vicio de pragmatismo o concrecin.

    Esto conforma un nuevo vicio, pero en un doble sentido:

    a. por un lado, el vicio del dirigismo, basado en una estructura alienante y un sistema de

    dominacin que puede tener el sentido de "hacer participar" a las personas en determinadas

    instancias sin una importancia sustancial, y que no se concretan en nada, para que los sujetos se

    sientan partcipes y conformes. Un claro ejemplo es cuando la dirigencia fomenta la discusin de

    las bases sobre un tema en el cual ya tiene una posicin irrevocable. Un ejemplo ms delicado,

    constituyen las Elecciones Nacionales en un sistema de Democracia Gobernada . O la

    participacin en lo que se considera, por parte de la dirigencia, mejor para los sujetos -es el caso del

    paternalismo-.

    En esta circunstancia no podramos hablar sobre una concepcin del cambio social -como

    en el caso anterior-. Ms bien existen dos tipos de ideologas; solamente una de las cuales plantea el

    cambio social como objetivo deseable, siendo que la otra, en realidad pretende mantener el status-

    quo.

    De cualquier manera las dos tienen un punto en comn aunque denominado de diferente

    forma: "el vanguardismo" y "el paternalismo".

    Una, apuesta a un grupo "concientizado" y "esclarecido" la conduccin de las masas, para el

    cambio social, invirtiendo el sistema de dominacin.

    La otra plantea la legitimacin de un grupo que pensar y actuar "por todos", ocultando el

    fin de mantener el actual sistema de dominacin.

  • b. por otro lado, el vicio del dirigido, al aceptar los dogmas, pautas y valores culturales, por

    comodidad, subestimacin de s o sobrestimacin del dirigente: fue lo que dimos por llamar como

    "fuga necesaria".

    Este comportamiento se manifiesta en aquellos sujetos que, segn la terminologa

    sociolgica, definimos como apticos, es decir, indiferentes. Estos sujetos, por lo general se

    encuentran sumergidos en su cotidianeidad y si se les obligara a participar -como sucede en las

    elecciones nacionales- generalmente optan por la va que signifique "menor riesgo" -y por lo tanto,

    el menor cambio respecto a la situacin actual-, delegando la responsabilidad y el poder de su

    participacin a aquellos sectores ms afines a las tradiciones culturales y que gozan del mayor

    consenso entre sus pares -pertenencia- o aquellos a los que aspira asimilarse -referencia-.

    Este vicio del dirigido es en realidad consecuencia de lo anterior, ya que el vanguardismo y

    el paternalismo -entendidos como la conduccin total y acrtica- acentan el descanso, el

    conformismo y el descompromiso con los cambios, por parte de los sujetos.

    * En sntesis, quien comete el vicio de pragmatismo es aquel que mide la participacin de

    forma cuantitativa: interesa que muchos participen, aunque ms no sea en un grado nfimo;

    mientras que el vicio de abstraccin est en quien la considera en un plano cualitativo: slo

    considera que el individuo participa si lo hace segn su ideal y por lo tanto se desprecian sus

    resultados reales.

    La participacin debe contar, para su anlisis, tanto con elementos cualitativos como

    cuantitativos.

    * Asimismo, el primer vicio -de abstraccin- prioriza y sobredimensiona la instancia de

    discusin, restndole importancia a la ejecucin -y a los logros materiales que ella pudiera

    alcanzar-. El producto buscado, en este caso, es solamente el aumento de la conciencia de los

    miembros.

    En tanto en el segundo vicio -de pragmatismo-, se posterga el aumento de conciencia en pro

    de obtener como producto de la participacin, prioritariamente, el logro de sus objetivos.

  • La participacin, como ya vimos, debe sustentarse y buscar alcanzar mayores niveles de

    conciencia crtica; pero no deben subordinarse los logros materiales, pues estos ltimos constituyen

    un elemento fundamental en la motivacin de los miembros, en tanto satisfagan ciertos

    requerimientos.

    10. Por lo tanto, el tema participacin real-ideal trae colateralmente un planteo de vicios que

    generalmente confunde su estudio -y su prctica-.

    Diferenciemos con la palabra "positiva" a los conceptos ya definidos a lo largo del presente

    captulo, y con la palabra "negativa" a los conceptos de participacin que sufren estos vicios.

    10.1- Digamos que la "participacin real positiva" comprende grados de participacin por

    debajo del ideal, pero en funcin de las reales posibilidades del sujeto, y nos encaminan al ideal de

    participacin.

    10.2- En tanto la "participacin real negativa" es dogmtica y dirigida, y nos puede llevar a

    "cambiar" conciencia por dogma, sistema de igualdad por sistema de dominacin, estructura

    horizontal por estructura vertical (segundo vicio). Todo en nombre del pragmatismo.

    Observemos que si, como vimos anteriormente, concientizacin-participacin-organizacin

    son elementos de un nico proceso, o sea que la conciencia crtica favorece la participacin -y

    viceversa-, entonces el incentivar el dogmatismo -relegando la conciencia- para generar

    participacin, conduce a una relacin vertical, basada en la dominacin.

    10.3- Por otro lado, la "participacin ideal positiva" representa un ideal de participacin; es

    una "utopa-fuerza" que nos mueve a aspirar y concretar mayores y mejores grados de

    participacin.

    10.4- Entre tanto, la "participacin ideal negativa" consiste en "utopismo frustrante" que

    frena -no promueve- la participacin real y la desconoce, planteando como ideal, grados

    inalcanzables de participacin: como el "participar todos en todo"; y que no armoniza con las

    posibilidades e intereses humanos (primer vicio).

    Tambin vimos que la participacin real e ideal se realimentaban; una -la ideal- inspiraba a

    la otra -la real- y a su vez la real promova el acceso paulatino al ideal de participacin. Si vemos

  • que el utopismo de la "participacin ideal negativa" niega la "participacin real positiva", entonces

    este hecho est descartando una "participacin ideal positiva". Sera como subir una escalera con

    solamente el ltimo escaln.

    CUADRO II-4

    SOBRE LOS ELEMENTOS VERTIDOS-

    Pasemos ahora a la difcil tarea de relacionar y profundizar sobre los elementos vertidos

    anteriormente.

    Vimos cuatro conceptos que nos permitieron abordar la diferenciacin entre la participacin

    real e ideal:

    a) .participacin activa -tomar parte en algo-

    .participacin pasiva -formar o tener parte en algo-

    b) .participacin a iniciativa propia o espontnea

    .participacin a iniciativa ajena o provocada

    c) .participacin voluntaria

    .participacin impuesta

    d) .participacin en el proceso de conocimiento, discusin, decisin y ejecucin

    .participacin "recortada" en alguna de estas instancias

    Asimismo determinamos que la participacin es un proceso dialcticamente unido a la

    concientizacin y a la organizacin.

  • 11. De esta manera podremos decir que los elementos fundamentales y necesarios para

    tomar parte en las distintas instancias de participacin, es decir, para que un individuo participe

    activamente en las mismas, merecen un estudio especial:

    11.1- EL CONOCIMIENTO. Para que un miembro pueda tener acceso al conocimiento de

    determinada realidad se debe situar en un contexto determinado. Debe tener cierta formacin -

    poder cultural- que le permita la comprensin de la realidad. La mayor formacin general permite

    una ms amplia comprensin de los datos o hechos. La mayor especificidad en los conocimientos

    favorece una mayor profundizacin en el tema concreto.

    Debe tambin tener acceso a la informacin. Vale decir que el conocimiento se obtiene en

    relacin a dos aspectos: los elementos formativos -pautas culturales, nivel educativo, todo aquello

    que forma parte de la cultura, del saber y de la personalidad del individuo- y los elementos

    informativos -noticias y todo tipo de conocimiento nuevo-.

    Es frecuente or que "la informacin es la base de la participacin", lo que no es falso. Pero

    si no completamos esta frase podramos suponer que basta la informacin para que un sujeto

    participe activamente. Y esto podr llevarnos a una frustracin tal, que no podamos encontrar

    soluciones cuando estemos frente a individuos informados que no participen.

    Debemos saber que la informacin slo tiene respuesta cuando est sustentada en una

    formacin slida; de lo contrario podremos informar cosas incomprendidas, sin sentido para quien

    las escucha, y por lo tanto, sin inters. La informacin debe tener como soporte una educacin, un

    proceso de formacin que permita comprender crticamente todas aquellas novedades que

    percibimos.

    Digamos entonces, que en el proceso de participacin el conocimiento es el "puntapi

    inicial". De esto se desprende que si el conocimiento es determinante de la participacin, entonces

    la ignorancia lleva a la marginacin. Es por esto que decimos que el grado de formacin educativa -

    poder cultural- como forma de conocimiento, reflexin y definicin de una accin crtica, conciente

    y organizada es una herramienta que promueve la participacin.

    CUADRO II-5

  • 11.2- LA DISCUSION. Si asimilamos esta instancia con el concepto de intercambio de

    ideas, debemos decir que, para que sta sea productiva se debe basar en las ideas que los

    participantes tienen acerca del tema en cuestin. Es decir, debe existir un cierto grado de

    conocimiento de s, de su entorno, de los objetivos y fines propios y organizacionales y de los

    temas especficos, para poder discutir con cierta seriedad y criticidad.

    Asimismo y relacionado con lo anterior debe existir, para que la discusin, entendida como

    un intercambio de ideas no se torne una disputa sin fin, la posibilidad de decisin, es decir, de una

    sntesis. Pero el intercambio de ideas no slo puede llevar a decisiones, sino que puede producir

    nuevos conocimientos, los que a su vez podrn provocar nuevas decisiones.

    CUADRO II-6

    La discusin y el dilogo tienen, adems de aumentar el conocimiento, importancia por su

    condicin de elevar la capacidad de hablar y escuchar, as como de acrecentar el dominio de las

    tcnicas grupales -dramatizacin, coordinacin, expresin, liderazgo, etc.-.

    11.3- LA DECISION. Digamos que una decisin seria y responsable necesita de la

    discusin -como intercambio de ideas y como creadora y ampliadora del saber- y por lo tanto del

    conocimiento.

    Para que esta discusin arroje buenos resultados y se pueda tomar resoluciones, a pesar de

    que existan diversas tendencias, es necesario la capacidad de negociacin de las partes; y esta

    decisin debe considerar las posibilidades de accin y su factibilidad o capacidad de logro.

    11.4- LA ACCION. Por ltimo, digamos que para actuar necesitamos saber qu hacer, lo

    que supone las instancias de conocimiento, discusin y decisin, y a su vez, de una programacin

  • que nos oriente cmo, cundo y dnde actuar y cmo dividir tareas y asignar responsables -sean

    uno, varios o todos los actores-. Es necesario tambin, la existencia de recursos que posibiliten la

    "materializacin" de las acciones y la concrecin de objetivos que deben estar establecidos y

    explcitos.

    Veamos pues, que a medida que avanzamos en este proceso participativo aumentan los

    requerimientos. Es as que llegamos a la accin con todos los elementos necesarios para las

    instancias anteriores y con nuevos requerimientos.

    Esto , digmoslo claro, se debe a que hablamos de la participacin como proceso y no como

    etapas separadas.

    12. Por otro lado, ya nos referimos a que el poder sobre s determinaba cierto grado de

    iniciativa propia.

    Cabra entonces preguntarnos, si la iniciativa ajena representa necesariamente la promocin

    de un sistema de dominacin.

    Digamos en primer lugar, que el poder sobre los dems -dominacin- se refiere a la

    posibilidad de "encontrar obediencia" y esto se contrapone tanto a la iniciativa propia como ajena -

    siempre que la iniciativa ajena no sea un "mandato"-.

    Digamos tambin que la iniciativa ajena, como ya vimos, puede tener el objetivo de

    "provocar" participacin en los miembros. Entonces tendremos que ver con qu fin o intencin se

    estimula.

    12.1- Uno de los motivos podr ser el de desarrollar las capacidades o potencialidades en los

    individuos para aumentar y mejorar los grados de participacin. Y esto va estrechamente vinculado

    con la formacin o educacin del individuo; con el fin de que participando, ste genere y promueva

    actitudes y aptitudes para aumentar su participacin conciente y organizada.

    Como otras prcticas sociales, la educacin acta sobre la vida y el crecimiento de la

    sociedad y sus individuos en dos sentidos: por un lado en el desarrollo de sus fuerzas productivas y,

    por otro, en el desarrollo de sus valores culturales .

  • Es entonces que Mannheim dice que "en una sociedad dinmica como la nuestra, slo puede

    ser eficaz una educacin para el cambio. Esta educacin consiste en la formacin del espritu

    exento de todo dogmatismo, que capacite a la persona para elevarse por sobre los

    acontecimientos" . Una educacin para el cambio y la liberacin.

    12.2- Otra de las intenciones posibles para provocar participacin sera: partiendo de la idea

    de que los sectores "marginales" son "automarginados" -sin reconocer la existencia estructural de

    poder y dominacin-, se deben realizar estrategias educativas "integradoras" -no la llamamos

    formadoras de cultura, sino "deformadoras"-. Estos programas educativos tienen por objeto la

    incorporacin de los sectores sociales "marginales" a la vida social, adaptndolos e integrndolos a

    las condiciones exigidas por la cultura dominante. El precio de esta participacin sera entonces, el

    de "amoldarse" a una cultura ajena, renunciando a la propia.

    Paulo Freire llama a esta educacin como "bancaria": depositaria de conocimientos

    ajenos .

    12.3- Finalmente el tercer tipo de motivacin para que un sector promueva la participacin

    de otro, es el de mantener una estructura de dominacin, "comprando" a los dominados para que no

    se opongan y se conformen con algn grado de participacin a cambio de legitimar al grupo

    dominante en el poder. Donde sientan tales logros como un obsequio amable de la otra parte y en

    donde el miedo a perder lo poco que tienen sea mayor que el afn de lucha por ganar lo mucho que

    falta.

    Digamos entonces, que solamente el primer motivo no promueve un sistema de dominacin,

    siendo que el segundo lo mantiene -a pesar de la conviccin por parte del agente externo de lo

    contrario-, pues refleja un "asistencialismo" que intensifica la dependencia, en tanto el tercer

    motivo es, en un sentido deliberado, una forma de dominio.

    Sobre esto Paulo Freire dice que "si la educacin transforma, es porque puede mantener

    aquello que transforma" , pues la educacin como parte de la cultura y sta a su vez como parte de

    la realidad, condiciona la conciencia y la praxis del hombre.

  • Lo que nos plantea una contradiccin: cmo los hombres, dificultados por la realidad a

    reflexionar y actuar libremente, pueden ser agentes de cambio, y transformadores de aquella

    realidad que los condiciona?

    Esto es posible, dice Freire, dado que en el juego interactivo de pensar-actuar en el mundo,

    si en ciertos momentos y en ciertas reas los obstculos a su autntico actuar y pensar no son

    visibles para algunos, para otros s lo son; y aqu radica la importancia de la educacin-

    concientizacin. Los hombres alcanzan la razn de los obstculos en la medida en que su accin es

    impedida , lo que nos muestra la importancia de participar -mismo a impulsos externos- para

    tomar conciencia de la realidad.

    13. FUNCIONES DE LA PARTICIPACION. Otro de los elementos vertidos es el de la

    participacin voluntaria e impuesta.

    La primera como estimulada por la satisfaccin personal, mientras que la segunda es

    generada mediante gratificaciones, sanciones o "exigencias" sociales.

    Refirindonos al tipo de participacin impuesta, vimos que sta est casi exclusivamente

    orientada al logro de actividades indispensables o socialmente requeridas. Es por lo tanto un una

    participacin instrumental.

    Veamos ahora las caractersticas de la participacin voluntaria. Digamos que sta se realiza

    fundamentalmente sobre las necesidades sentidas por el sujeto. El individuo participa para dar

    solucin al problema de salud en su barrio, creando una Policlnica o mejorando el saneamiento;

    participa para fomentar la Escuela de la zona, para incentivar la cooperativa de vivienda, etc.

    Al mismo tiempo que instrumenta la satisfaccin de sus necesidades, crea conciencia de la

    realidad, de sus carencias y potencialidades, las que desarrolla mediante la praxis.

    Es decir que la participacin presenta una funcin instrumental, -como instrumento de

    logro- y otra funcin educativa, de formacin.

    14. BASES O SUSTENTOS DE LA PARTICIPACION. Asimismo, la participacin no es

    meramente una herramienta de logros, pues en cualquier actividad voluntaria notamos en los

  • participantes una satisfaccin personal, que muchas veces va ms all de los resultados tiles. La

    participacin es una necesidad del ser humano.

    Quien participa, no solamente soluciona sus problemas, sino que frecuentemente siente una

    satisfaccin en hacerlo, y cada vez aspira a ms, pues sta envuelve otras necesidades: la

    interaccin con otros individuos, el desarrollo y la autoexpresin, el crecimiento de la conciencia

    crtica y reflexiva y el despertar a nuevas realidades, la valoracin de s por los dems, la

    autoestima, etc. Por eso decimos que la participacin posee una base afectiva y una base

    instrumental.

    Veamos que cuando la participacin est "viciada" fundamentalmente el vicio de

    pragmatismo-, los sujetos hiperdimensionarn la variable instrumental, relegando a un segundo y

    tercer plano la funcin educativa y la base afectiva.

    15. Por otro lado podemos diferenciar tipos de participacin segn el carcter de la "autora"

    del participante. Encontramos entonces, una participacin "annima" y una "nominal", segn se

    conozca a quien o quienes son los sujetos participantes.

    La participacin annima es clara en los "cuasigrupos" -muchedumbres, tribunas, etc.- o en

    grandes Organizaciones donde los participantes no son individualizados ni existe una interaccin

    importante. Esta podr ser fuertemente masificada y por ello acrtica y manipulable -muchas veces

    dirigida por el lder, muchas otras orientada por las propias circunstancias-.

    Dice Freire que en estos casos de masificacin se llega a un grado fanatizado de conciencia

    que genera una entrega irracional .

    Por otro lado, la participacin "nominal" es generalmente de carcter individual o en

    pequeos grupos, no de forma masiva; donde el sujeto es responsable y responsabilizado (directa o

    indirectamente) por sus actos.

    16. NIVELES DE PARTICIPACION. A partir de esto, digamos que la participacin se

    "materializa" a dos niveles:

    * nivel micro-social

  • * nivel macro-social

    El primero se refiere a la participacin en grupos, fundamentalmente primarios: grupos

    familiares, de amigos, comisiones barriales, asociaciones, pequeas organizaciones.

    El segundo, vinculado a grandes organizaciones, instituciones, movimientos sociales, al

    Estado, etc.

    Convendra distinguir entonces, entre participacin en asociaciones -nivel macro- y

    participacin micro social.

    16.1- Para A. Meister la participacin a nivel microsocial es "la asociacin voluntaria de dos

    o ms personas en una actividad comn, en la cual no se pretende nicamente obtener beneficios

    personales e inmediatos" .

    16.2- La participacin a nivel macrosocial comprende la intervencin de las personas en los

    procesos dinmicos de la sociedad, que persiguen modificaciones en la misma. Por lo tanto,

    repercute en lo ms bsico de una sociedad, o sea, en la produccin de los bienes materiales y

    culturales, as como en su administracin y usufructo.

    Segn Safira Bezerra Amman, participacin social "es el proceso mediante el cual los

    diversos estratos sociales toman parte en la produccin, en la gestin y en el usufructo de los bienes

    de una sociedad histricamente determinada" .

    En armona con esto, si un grupo social solamente produce y no disfruta de su producto, o si

    produce y hace usufructo de l, pero no toma parte en la administracin, no podr afirmarse que

    esta sociedad sea verdaderamente participativa.

    16.3- Una sociedad participativa sera entonces, aquella en que todos sus miembros puedan

    tomar parte en la produccin, en la administracin y en el usufructo de los bienes sociales de

    manera equitativa; donde la estructura social y sus instituciones estn organizadas para tornar esto

    posible.

    As, la construccin de una sociedad participativa se convierte en la utopa-fuerza que da

    sentido a todo tipo de participacin real a nivel micro y macro-social.

  • 16.4- Relacionado a esto es que Marsiglia define la participacin popular "como el proceso

    por el cual los grupos que conforman los sectores populares conquistan espacios y desarrollan su

    capacidad de gestin y resolucin de problemas, conociendo, optando y decidiendo en todos los

    niveles, en funcin de sus intereses y de acuerdo a un proyecto histrico descubierto y elaborado en

    el propio proceso. Este proceso supone un cambio radical en las relaciones sociales,

    particularmente en cuanto a la distribucin de poder, de forma tal que estos grupos sociales se

    organicen e incidan directamente en el sistema social y en la creacin cultural, sintindose parte de

    un todo mayor, en un efectivo y real funcionamiento democrtico y participativo" .

    17. Finalmente sealemos algunos elementos que operan en una participacin social plena:

    17.1- Desde nuestro punto de vista, la participacin posibilita el aumento del grado de

    conciencia crtica y reflexiva; es por lo tanto una actividad formativa del ser humano y por ende

    aumenta el poder cultural de los individuos.

    17.2- Por otro lado, la participacin ayuda a solucionar problemas y satisfacer necesidades

    individuales y colectivas. Es entonces, un instrumento de logro que puede aumentar la eficacia y

    eficiencia mediante la cooperacin y divisin de tareas.

    17.3- Asimismo, genera un estado afectivo que produce auto-estima y valorizacin y

    reconocimiento por los dems. Es una necesidad fundamental y por lo tanto un derecho del hombre.

    17.4- Desde el punto de vista de la dominacin, la participacin ideal garantiza un mayor

    control de las autoridades por parte de los miembros. Propone as, la descentralizacin relativa de

    las decisiones y del poder poltico. La participacin diseminada en asociaciones, en la medida que

    expresa intereses reales y ms prximos y sen