Pinna impacto anclas

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B @ LEÓPOLIS EL SUPLEMENTO DE LA INNOVACIÓN EN LAS ISLAS EL MUNDO NÚMERO 206 / MARTES 11 DE JUNIO DE 2013 www.elmundo.es/baleares >Divulgación/ Matemáticas La historia que se empezó a contar con los dedos de las manos PÁGINA 3 Ejemplar adulto de nacra, ‘Pinna nobilis’, junto a la ‘Posidonia’. / IMAGEN CEDIDA POR MAITE VÁZQUEZ-LUIS Sumergidos, bajo las aguas del Mediterráneo, se extienden los bosques de Posidonia oceanica que absorben ingentes cantida- des de dióxido de carbono y al- bergan un gran número de es- pecies vegetales y animales. Pe- ro en los últimos años estos raros tesoros han sufrido una ‘tala’ invisible que puede llevar al Mare Nostrum a la deforesta- ción. La pérdida de los bosques marinos, como la de los terres- tres, amenaza la biodiversidad y arrastra al borde de la extinción a muchas especies que tienen en estos espacios su refugio y alimento ¿Se ha preguntado por qué algunos animales, antaño abundantes, son tan escasos y difíciles de ver en la actualidad? Hace menos de un siglo, la nacra (Pinna nobilis), el mayor molusco con concha del Medi- terráneo y uno de los mayores del mundo, era relativamente común. El nácar de las caras in- ternas de sus valvas se usaba para la fabricación de botones y objetos de decoración y, en épo- cas anteriores, con su biso –una especie de madeja de miles de filamentos con el que se adhie- re al fondo–, se confeccionaba la apreciada ‘seda de mar’ em- pleada en la elaboración de teji- dos muy finos y resistentes, con reflejos dorados. Un ejemplo de la abundancia de este molusco es que para la obtención de un kilo de este material era necesa- rio extraer más de 4.000 ejem- plares. En la actualidad este bivalvo se encuentra en peligro de ex- tinción. Su declive está directa- mente relacionado con el dete- rioro de su hábitat principal, las praderas de Posidonia, que tam- bién se encuentra en regresión en diferentes zonas debido a la contaminación, las obras litora- les o el anclaje de las embarca- ciones recreativas, entre otros factores. Para fijarse y evitar ser arras- trada por las corrientes marinas la nacra se sujeta con los fila- mentos de su biso a las raíces de la Posidonia, por lo que su futu- ro parece estar estrechamente unido al de esta planta. Y aun- que puede aparecer en otros ti- pos de praderas de faneróga- mas, como las de Cymodocea nodosa, o en algunas zonas ro- cosas, su principal refugio son los bosques citados. En el artículo El impacto del anclaje de embarcaciones sobre las poblaciones costeras de Pin- na Nobilis, realizado por un equipo del Instituto Mediterrá- neo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) y publica- do recientemente en la revista científica Biological Conserva- tion, los investigadores señalan que la presión ejercida por el anclaje en aguas de Mallorca y Cabrera tiene un impacto nega- tivo sobre esta especie. «La base es un estudio que se realizó durante tres años, perio- do en el que se monitorearon praderas en seis zonas coste- ras», informa Iris E. Hendriks, investigadora del IMEDEA. «Cuando comencé este trabajo estaba convencida de que íba- mos a encontrar una relación di- recta entre las poblaciones de nacra y su hábitat. Pensaba que en los lugares con mayor densi- dad de Posidonia iba a encon- trar más ejemplares maduros, pero al analizar los datos no ob- tuve los resultados esperados. Lo que si nos llamó la atención fue que precisamente tres de los lugares con poblaciones más al- tas lo que tenían en común era que no se podía anclar». SIGUE EN PÁGINA 2 El anclaje que amenaza al nácar > Medio ambiente/ Investigadores de Baleares alertan que las anclas de los barcos amenazan a la nacra, el molusco bivalvo más grande del Mediterráneo que se encuentra en peligro de extinción. Elena Soto

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Impacto de las anclas sobre la nacra (Pinna Nobilis)

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B@LEÓPOLIS EL SUPLEMENTO DE LA INNOVACIÓN EN LAS ISLASEL MUNDO

NÚMERO 206 / MARTES 11 DE JUNIO DE 2013 www.elmundo.es/baleares >Divulgación/ Matemáticas

La historia que se empezó a contar con los dedos de las manos PÁGINA 3

Ejemplar adulto de nacra, ‘Pinna nobilis’, junto a la ‘Posidonia’. / IMAGEN CEDIDA POR MAITE VÁZQUEZ-LUIS

Sumergidos, bajo las aguas del Mediterráneo, se extienden los bosques de Posidonia oceanica que absorben ingentes cantida-des de dióxido de carbono y al-bergan un gran número de es-pecies vegetales y animales. Pe-ro en los últimos años estos raros tesoros han sufrido una ‘tala’ invisible que puede llevar al Mare Nostrum a la deforesta-ción. La pérdida de los bosques marinos, como la de los terres-tres, amenaza la biodiversidad y arrastra al borde de la extinción a muchas especies que tienen en estos espacios su refugio y alimento ¿Se ha preguntado por qué algunos animales, antaño abundantes, son tan escasos y difíciles de ver en la actualidad?

Hace menos de un siglo, la nacra (Pinna nobilis), el mayor molusco con concha del Medi-terráneo y uno de los mayores del mundo, era relativamente común. El nácar de las caras in-ternas de sus valvas se usaba para la fabricación de botones y objetos de decoración y, en épo-cas anteriores, con su biso –una especie de madeja de miles de filamentos con el que se adhie-re al fondo–, se confeccionaba la apreciada ‘seda de mar’ em-pleada en la elaboración de teji-dos muy finos y resistentes, con reflejos dorados. Un ejemplo de la abundancia de este molusco es que para la obtención de un kilo de este material era necesa-rio extraer más de 4.000 ejem-plares.

En la actualidad este bivalvo se encuentra en peligro de ex-tinción. Su declive está directa-mente relacionado con el dete-rioro de su hábitat principal, las praderas de Posidonia, que tam-bién se encuentra en regresión en diferentes zonas debido a la contaminación, las obras litora-

les o el anclaje de las embarca-ciones recreativas, entre otros factores.

Para fijarse y evitar ser arras-trada por las corrientes marinas la nacra se sujeta con los fila-mentos de su biso a las raíces de la Posidonia, por lo que su futu-ro parece estar estrechamente unido al de esta planta. Y aun-que puede aparecer en otros ti-pos de praderas de faneróga-mas, como las de Cymodocea nodosa, o en algunas zonas ro-cosas, su principal refugio son los bosques citados.

En el artículo El impacto del anclaje de embarcaciones sobre las poblaciones costeras de Pin-na Nobilis, realizado por un equipo del Instituto Mediterrá-neo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) y publica-do recientemente en la revista científica Biological Conserva-tion, los investigadores señalan que la presión ejercida por el anclaje en aguas de Mallorca y Cabrera tiene un impacto nega-tivo sobre esta especie.

«La base es un estudio que se realizó durante tres años, perio-do en el que se monitorearon praderas en seis zonas coste-ras», informa Iris E. Hendriks, investigadora del IMEDEA. «Cuando comencé este trabajo estaba convencida de que íba-mos a encontrar una relación di-recta entre las poblaciones de nacra y su hábitat. Pensaba que en los lugares con mayor densi-dad de Posidonia iba a encon-trar más ejemplares maduros, pero al analizar los datos no ob-tuve los resultados esperados. Lo que si nos llamó la atención fue que precisamente tres de los lugares con poblaciones más al-tas lo que tenían en común era que no se podía anclar».

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El anclaje que amenaza al nácar> Medio ambiente/ Investigadores de Baleares alertan que las anclas de los barcos amenazan a la nacra, el molusco bivalvo más grande del Mediterráneo que se encuentra en peligro de extinción. Elena Soto

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EL MUNDO / AÑO XXII / MARTES 11 DE JUNIO DE 20132 B@LEÓPOLIS

Por E. S.

>PROYECTOS CON FUTURO

Los últimos avances científicos sobre taludes y deslizamientos

Los últimos años, especialmente a final de 2009, se han producido en la isla de Mallorca desprendimien-to y deslizamientos que han llama-do la atención por el número y por las dimensiones. El debate sobre las causas de esta extraña concen-tración de eventos, incluso con la influencia del cambio climático, continua abierto.

Este tema de máxima actualidad se tratará en profundidad desde hoy al 14 de junio en el VIII Sim-

posio Nacional de Taludes y Lade-ras Inestables que tendrá lugar en CaixaFòrum de Palma.

En el encuentro participarán un centenar de especialistas en desli-zamientos de terreno que debati-rán durante tres días los principa-les avances científicos en estos ám-bitos. Durante el simposio los expertos podrán conocer de prime-ra mano los detalles y las solucio-nes adoptadas. Por este motivo se llevarán a cabo tres excursiones

técnicas que tendrán lugar el día 14 de junio, en el que se visitarán los casos más emblemáticos y se debatirán entre investigadores y técnicos.

El escenario de visitas de campo será la Serra de Tramuntana, don-de se podrán valorar hechos re-cientes como el desprendimiento de rocas en el puig de Son Poc, el mes de marzo de este año, y los desprendimientos y deslizamientos que provocaron el corte de la ca-rretera Ma-10 durante el lluvioso periodo de 2008-2010.

Este encuentro tiene lugar en Mallorca por primera vez, y en la Serra de Tramuntana como labora-torio natural para la comprensión de este tipo de procesos.

VIENE DE PORTADA A partir de ahí, los investigado-res compararon sus resultados con los otra publicación del IMEDEA, que mira la presión de anclaje por metro cuadrado de costa, y había una relación muy estrecha entre sus datos de población y el número de barcos.

Este estudio ha evaluado du-rante tres años la densidad de la población de Pinna Nobilis en seis localizaciones diferentes ubicadas en aguas poco profun-das –entre cinco y seis metros de profundidad–. «Para intentar determinar qué factores po-drían interferir en la presencia de esta especie, elegimos dife-rentes puntos», explica Hen-driks, «Santa María y ocasio-nalmente Es Castell, en la isla de Cabrera, –dos lugares sin problemas antropogénicos–; Cap Ses Salines; la Bahía de Po-llença; la isla de sa Porrassa, en Magaluf; y Cala d’Or».

Presión de anclaje Como dato curioso, Hendriks destaca, que cuando iniciaron el estudio en Cala d’Or no estaba permitido el anclaje de embar-caciones. «Este espacio estaba cerrado debido a la aparición del alga invasora Caulerpa taxi-folia, por lo que sería muy inte-resante repetirlo ahora, que se ha abierto de nuevo la cala, y comprobar si la población ha disminuido. Nuestros datos con-cuerdan con la presión de ancla-je, pero ésta sería una prueba directa».

Para realizar los censos se lanza en la pradera de Posido-nia una cinta de 30 metros de longitud como línea del transec-to y se marcan franjas de 1,5 metros de ancho. Un equipo de dos buzos recorre cada calle marcando todos los ejemplares que se encuentran dentro e in-sertando un gancho de metal hasta la altura del sedimento con una etiqueta que lleva un código. Cuando llegan al final

de la línea, los buceadores cam-bian de posición y repasan el trayecto del compañero. En ca-da lugar, además, se evaluó la densidad de brotes y la cobertu-ra de la pradera.

En los seis lugares que han si-do objeto de este estudio se han encontrado densidades de po-blación muy diferentes y, según los investigadores, estas diferen-cias no se pueden explicar por factores relacionados con el há-bitat como, por ejemplo, la co-bertura de la praderas, ni tam-poco por el desalojo causado por las tempestades, y si por factores externos.

Así, el análisis de los datos obtenidos en esta investigación ha permitido determinar que en los lugares donde no estaba per-mitido anclar la densidad media era de 7,9 individuos por cada 100 metros cuadrados, mientras que en los lugares donde las embarcaciones podían anclar la densidad se reducía hasta una media de solo 1,7 individuos por cada 100 metros cuadrados.

Las larvas y el hábitat La nacra es muy longeva, puede vivir hasta los 30 años y crecer un metro de altura. Se trata de una especie bentónica que vive fija en el fondo en posición ver-tical, con un tercio de la concha introducida en el sedimento, pe-ro para reproducirse expulsa óvulos y espermatozoides y la fecundación la tiene lugar en la columna de agua. El huevo se convierte en una pequeña larva que viaja transportada por las corrientes, asentándose final-mente sobre el fondo, para de-sarrollarse y llegar a adulta en un lugar diferente al de sus pro-genitores.

«Estamos estudiando también el asentamiento de las larvas, y en este caso si que parece exis-tir una relación con el estado del hábitat, ya que el recluta-miento es mayor si la pradera de Posidonia es más densa, con-cluye Hendriks».

ESTUDIO DE UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

CCenso. En la imagen superior izquierda, la investiga-dora Iris Hendriks durante una inmersión para contar nacras. A la derecha, en la parte superior, ‘Pinna nobi-lis’ en la pradera de ‘Posidonia’; en el centro, un bucea-dor localizando ejemplares y, abajo una trampa de larvas. En la imagen inferior izquierda, mapa de las islas de Mallorca y Cabrera con las seis localizaciones en las que se realizó el estudio. / IMÁGENES DE IRIS HENDRIKS