Preludio Cómo Me Escapé de Los Nazis

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Cómo me escapé de los nazis (Relato histórico) Eugenio Maurer Ávalos Preludio Dos de agosto.- El mar duerme en completa calma; allá a lo lejos, detrás del rompeolas, copos de blanquísima espuma se elevan por los aires. Es la única señal de vida que presenta el mar. Muy próximo ya al puerto deslizase con majestuosa lentitud rasgando las olas el buque de pasajeros "Marqués de Comillas" zarpado un mes antes, el día de la Visitación de Nuestra Señora, del puerto de Bilbao. La acostumbrada agitación producida por el arribo de un barco de pasajeros, reina en el puerto de Veracruz. Haciéndose sombra con la mano, quiere cada uno descubrir sobre cubierta a su hermano, a su padre, a su amigo. Con la vista clavada en el buque, dominados por una tremenda emoción, esperan en silencio, el padre, la madre y los hermanos. Va a llegar el que ha estado ausente por seis años. Es Juan, que hace seis años partió a Francia para hacer sus estudios en el colegio de los jesuitas de Avignon. Apoyado en la barandilla extrema de la proa, se esfuerza por descubrir a los seres amados. Es alto, ancho de espaldas, rubio, de ojos verdes, Las líneas de su rostro descubren el sufrimiento. - ¡Míralo, allí está!, en el extremo de la proa-, exclama Pablo, el hijo menor de la familia Maurer. Juan también los ha visto y los saluda agitando el pañuelo. Después de la visita del médico del puerto y de todos los demás requisitos, comienzan a descender los pasajeros, Cada uno se precipita en los brazos de aquél a quien espera. - ¡Juan, hijo mío! exclama la madre, mientras por largo rato le estrecha contra su corazón. Abrázale después el padre, y sólo sabe murmurar con una voz apenas perceptible, el nombre de su amado hijo. Después, cuando le abrazan los hermanos, únicamente pronuncia cada uno el nombre de aquél a quien estrecha entre sus brazos.

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Historia Segunda Guerra Mundial

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PreludioDos de agosto.- El mar duerme en completa calma; all a lo lejos, detrs del rompeolas, copos de blanqusima espuma se elevan por los aires. Es la nica seal de vida que presenta el mar.Muy prximo ya al puerto deslizase con majestuosa lentitud rasgando las olas el buque de pasajeros "Marqus de Comillas" zarpado un mes antes, el da de la Visitacin de Nuestra Seora, del puerto de Bilbao.La acostumbrada agitacin producida por el arribo de un barco de pasajeros, reina en el puerto de Veracruz.Hacindose sombra con la mano, quiere cada uno descubrir sobre cubierta a su hermano, a su padre, a su amigo.Con la vista clavada en el buque, dominados por una tremenda emocin, esperan en silencio, el padre, la madre y los hermanos. Va a llegar el que ha estado ausente por seis aos.Es Juan, que hace seis aos parti a Francia para hacer sus estudios en el colegio de los jesuitas de Avignon.Apoyado en la barandilla extrema de la proa, se esfuerza por descubrir a los seres amados. Es alto, ancho de espaldas, rubio, de ojos verdes, Las lneas de su rostro descubren el sufrimiento.- Mralo, all est!, en el extremo de la proa-, exclama Pablo, el hijo menor de la familia Maurer. Juan tambin los ha visto y los saluda agitando el pauelo.Despus de la visita del mdico del puerto y de todos los dems requisitos, comienzan a descender los pasajeros, Cada uno se precipita en los brazos de aqul a quien espera.- Juan, hijo mo! exclama la madre, mientras por largo rato le estrecha contra su corazn.Abrzale despus el padre, y slo sabe murmurar con una voz apenas perceptible, el nombre de su amado hijo.Despus, cuando le abrazan los hermanos, nicamente pronuncia cada uno el nombre de aqul a quien estrecha entre sus brazos.Siguen a esta escena conmovedora algunos segundos de silencio, que expresan, mejor que la palabra, los sentimientos del corazn.Estn abstrados de todo lo que tienen a su alrededor, y miran hacia el mar que murmura suavemente.- Vamos unos cuntos minutos a la iglesia a dar gracias a Nuestro Seor por haber librado a Juan de tantos peligros y habrnosle devuelto sano y salvo-, dice la seora Maurer, rompiendo al fin el silencio. Aprueban todos, y Juan en medio de sus padres emocionados profundamente por tan grande gozo, se dirige a la iglesia. Dejemos que sus corazones se desborden ante el sagrario y veamos qu significan las palabras de aquella dichosa madre.