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PROTEÍNAS VEGETALES: AMENAZA Y OPORTUNIDAD PARA EUROPA FELIPE GÓMEZ DE VALENZUELA Director de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón Zaragoza, noviembre de 2018

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PROTEÍNAS VEGETALES: AMENAZA YOPORTUNIDAD PARA EUROPA

FELIPE GÓMEZ DE VALENZUELA

Director de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón

Zaragoza, noviembre de 2018

PROTEÍNAS VEGETALES: AMENAZA YOPORTUNIDAD PARA EUROPA

Las proteínas vegetales sustentan hoy, la producción europeade carne de cerdo y aves. La dependencia exterior europea esde más del 70 % y su disponibilidad es un factor estratégico

de primer orden para el Viejo Continente.

En la década de los 70, se desató la llamada “crisis del petróleo”producida por un desabastecimiento de crudo organizado por laOrganización de Países Productores de Petróleo (OPEP) comorespuesta al apoyo prestado por los países que ayudaron a Israelen la guerra del Yom Kipur.

Europa Occidental, con una dependencia del 60 % enhidrocarburos, sufrió directamente sus consecuencias y tambiénlas derivadas del impacto económico en otros países como EEUUo Japón, con quien mantenía estrechas relaciones comerciales.

Pasada esta crisis, la Unión Europea se planteó qué podría pasar siel desabastecimiento se extendiera a otras materias primas y sehizo patente su debilidad al comprobar que dependía en un 90%de las importaciones de minerales indispensables para su industriay economía.

Desde entonces, se insiste en la reducción del consumo dehidrocarburos, en el almacenamiento estratégico de un stock deminerales y materias primas, en inversiones en minería en laszonas productoras, en la toma de posición en industriasextractivas y en el desarrollo de nuevas tecnologías que reduzcanla dependencia europea de materia primas estratégicas.

De manera parecida, pero con un enorme retraso, se haidentificado que un desabastecimiento de proteaginosas afectaríade una manera terrible a la población europea en un factor clave:la alimentación. La importancia de una carencia alimentaria es unasunto antiguo. Un aforismo bizantino del siglo V d.C. decía:“Un pueblo con muchos alimentos tiene muchos problemas. Unpueblo sin alimentos no tiene más que uno”. En esto se adelantóEspaña, que por los años 60 sabía mucho de las consecuencias delaislamiento y de la autarquía y en una publicación sobre la soja dela colección “Hojas Divulgadoras” decía “La reciente crisismundial de soja ha puesto de manifiesto lo peligroso que esdepender casi exclusivamente de las importaciones en estamateria de primera necesidad. Es necesario contar con unoscontingentes de reserva (30-40 % de nuestras necesidades) deproducción nacional que nos defiendan en cierta medida de losaltibajos del comercio mundial”.

Campo de soja isogénica en Huesca. Foto autor

“La dependencia de importaciones de proteaginosas tiene dosconsecuencias graves”- afirma Rubiales, investigador del CSIC deCórdoba - La primera es el elevado consumo de abonosnitrogenados “10 millones de toneladas anuales de las queimportamos un 80%” y que podrían ser parcialmente sustituidossi se cultivaran leguminosas en rotación, y la segunda, lastremendas consecuencias en la producción de carne si nos llegaraa faltar.

Desde Donau Soja, una organización cuyo objetivo es implantarel cultivo de la soja a lo largo del Danubio, remarcan que los 40millones de toneladas que importa la Unión Europea, se producenen 16 millones de hectáreas del continente americano y que conun incremento de 2 al 5% de soja cultivada dentro de susfronteras, se reduciría la actual dependencia en un 50%.

Myriam Gaspard, de la Chambre Régionale D’Agricultured’Occitanie y Ana Hurtado, la responsable técnica de laConfederación Española de Fabricantes de AlimentosCompuestos para Animales (CESFAC) coinciden al señalar endos aspectos cruciales de la dependencia del exterior, que puedenresumirse en que mientras se mantenga esta situación, ni se podrácontrolar el precio, ni la salubridad de estos productos puespueden estar cultivados con fitosanitarios que en Europa estánprohibidos.

Si se pregunta, “¿Es realista decir que siempre podremos comprarfuera la proteína que necesitemos?, F. Stoddart, investigador de laUniversidad de Helsinky, matiza que “no sólo será un problemade disponibilidad de producto, sino de coste, ya que China y otrosgrandes mercados quieren adquirir crecientes cantidades de sojay será inevitable un aumento de los precios”. De la mismamanera Diego Rubiales, investigador del CSIC, abunda en laopinión anterior pero añade que hay un gran potencial “en eldesarrollo de variedades (de plantas proteaginosasmediterráneas) a través de programas de mejora genética”.

Álvaro Areta de COAG y Myriam Gaspard afirman que se debebuscar un modelo que garantice el suministro de proteínasvegetales de manera más eficiente y que aproveche las ventajasecológicas derivadas del cultivo de proteaginosas y ambosigualmente se refieren al incremento del consumo de carne en lospróximos años.

Este incremento en la demanda mundial de carne se situará, segúnlas previsiones de la Organización para la Alimentación y laAgricultura (FAO), en 57 millones de toneladas hasta 2023, de lasque 28,3 serán de ave, 16,7 de cerdo, 9 de bovino y 3,8 de ovino,teniendo el mayor crecimiento de consumo de las dos primeras enAsia.

Un europeo medio consumirá en 2023, según las previsiones de laComisión Europea , alrededor de 180 gramos de carne al día, delos que el 76%, es decir 137 gramos, serán de pollo o cerdo yestos últimos dependen directamente del suministro constante deproteínas vegetales del exterior, fundamentalmente soja.

Por tanto, el problema está definido, para hacer carne de porcino yaves, que son las carnes más populares, no solamente en Europasino en el mundo, se necesitan proteínas vegetales. La másdemandada por los fabricantes de piensos es la soja y ésta vieneen un 98 % de fuera de las fronteras europeas. Por otra parte hayáreas enteras del planeta que van a incrementar su consumo demanera considerable en la próxima década, especialmente el surAsia, desde China a Indonesia y desde la India a Japón donde yavive más del 50% de la población del mundo y hacia donde seestá desplazando su centro económico.

¿De dónde provienen las proteaginosas?

De todas las proteaginosas, la soja es la preferida por losfabricantes de pienso, ya que “su alto porcentaje en proteínas, sualta digestibilidad, el buen balance en aminoácidos y la buenacalidad de los productos fabricados con ella, hacen de estamateria prima el primer ingrediente de elección en crecimiento y

finalización de animales monogástricos, afirma José GalbeTraver, licenciado por la Facultad de Veterinaria de Zaragoza.

Su suministro, asegurado hasta la fecha a los europeos por trespaíses fundamentalmente (EEUU, Brasil y Argentina) ha hechoque la industria de piensos la prefiera a cualquier otra fuente deproteaginosas autóctonas que presentan ciertos inconvenientesdebidos a factores anti nutricionales (ANF, ver cuadro) y queademás su suministro no está, hoy por hoy, asegurado. La sojatiene también ANF, pero con un tratamiento térmico controladose eliminan con facilidad.

“La soja - dice el veterinario José Galbe Traver - tiene un efectonotable en el índice de conversión de los animales, es decir loskilogramos de pienso que se han de aportar a un animal para quetenga una ganancia de un kilo. Este impacto de la soja en esteparámetro permite un aprovechamiento más eficiente de lamateria prima y los nutrientes y supone una reducción en loscostes de alimentación, que suponen un porcentaje muy elevadoen el total de los costes de producción. Además aumenta laganancia media diaria de los animales, lo que implica unacortamiento en el tiempo de cebo y una salida más tempranahacia matadero” y esto es fundamental en carnes que se vendenprincipalmente por precio y en las que se compite en el mercado“con espada y daga veneciana”.La demanda en Europa de proteína para alimentación de pollos ycerdos se ha multiplicado por tres en las últimas cinco décadas,situándose en 45 millones de toneladas, mientras que la superficiededicada a su cultivo ha pasado del 5%, del total de las tierrasarables de la UE, a menos del 2%. La dependencia europea delexterior es superior al 70 %, según el estudio de la DirecciónGeneral de Políticas Internas del Parlamento Europeo.

El otro 30% se cubre prácticamente con girasol y colza europeas.Un desabastecimiento de proteínas vegetales supondría una caídainmediata de la producción de pollos, huevos y cerdo. Las carnes

más consumidas y populares de la UE. Nada menos que un 76%,como antes se ha señalado. Se deduce de estos datos que lasconsecuencias sociales y económicas serían considerables. Basterecordar las revueltas sociales y políticas de 2008 en los países delnorte de África por la subida del precio de los cereales y lasmanifestaciones y protestas de Italia por la subida del precio deltrigo duro el mismo año.

¿Sobre qué alternativas se trabaja?

En primer lugar, cabe destacar un proyecto europeo, Danube SoyInciative, (DSI) Úrsula Bittner (Secretaria General, Director deViena, Comunicación y Relaciones Públicas) comenta: “nuestravisión es proveer a Europa en 2025 del 50% de sus necesidadesen granos proteaginosos, la mayoría con soja europea, perotambién con otras legumbres europeas”. Por otra parte,investigadores españoles, como Diego Rubiales, insisten en laposibilidad de trabajar en leguminosas propias del ÁreaMediterránea, aunque matiza que ésta pasa por una inversión

decidida en genética. M. Gaspard abunda en lo manifestado porRubiales y cree que de no estar ligada a la política agraria común(PAC), la “alternativa mediterránea” no será interesante para losagricultores, añadiendo que, para rumiantes, es interesantedesarrollar también los “cultivos mixtos” que consisten encultivar cereales y leguminosas mezclados para alimento derumiantes.

El proyecto de DSI pretende hacer rentable el cultivo de la soja enla cuenca del Danubio. Se trata de encontrar nuevas variedadesque se adapten mejor y que produzcan más. En España secomienza a concebir como una posibilidad de alternativa paracultivo de segunda cosecha en tierras regadas por aspersión, comopor ejemplo lo está haciendo la Cooperativa de Monegros enSariñena, Huesca. Su uso puede ser tanto para la industria depiensos como para la de la alimentación humana (en forma deleche y aceite, principalmente).

Pero la diversificación es la clave de la seguridad y no se deberíarepetir el error que ha llevado hasta esta situación. Basar toda laproteína en el cultivo de la soja es exponerse a que una nuevaenfermedad o plaga que la afecte y que no se pueda combatir,ponga en crisis la seguridad alimentaria.

El sur de Europa es el área más biodiversa de toda la Unión y unade las más importantes del mundo. Solamente en España se dannaturalmente el 60% de las plantas existentes en Europa (unahectárea de Sierra Nevada tiene más biodiversidad que todaHolanda). Pero la diversidad, en éste y en otros temas, siempre esmás difícil de tratar que la homogeneidad. Por esta razón laindustria agroalimentaria ha tendido a cerrar el rango devariedades, de cultivos, de razas para ser cada vez más eficiente.Lo que ha hecho que se pierda diversidad y se gane en costes defabricación, mejorando la competitividad industrial y

respondiendo a la demanda social de alimentos cada vez másbaratos. Existe una contradicción entre lo expresado y lomanifestado por el consumidor a la hora de la compra que M.Gaspard lo expresa muy certeramente: “los consumidores dicen

Hora de comer en una granja de gusanos para proteína.https://i.blogs.es/cb6604/tinyfarms.jpg.662x0_q70_crop-scale/450_1000.jpg

productos locales, pero siguen comprando los más baratos”. Poresta razón, la mayoría de los investigadores de la zonamediterránea europea, sostienen que deben realizarse esfuerzosserios, tangibles y a largo plazo para investigar y desarrollarnuevas variedades y adaptarlas a los procesos de fabricación.

Otras alternativas, que no tienen tanta posibilidad de ser aplicadasen un futuro inmediato, son los insectos y algunas algas y plantasacuáticas. De momento se trabaja con ellas de forma restringida yprácticamente experimental.

Agricultores, ganaderos y fabricantes están presos en este círculode alimento barato y los consumidores no son muy conscientes delas consecuencias que esto podría tener en el futuro y las que estáteniendo en el presente. Trabajar con leguminosas mediterráneasdaría más seguridad alimentaria a Europa, mejoraría los suelos,disminuiría la contaminación por nitratos y el uso de pesticidas yproporcionaría alternativas de cultivo a los agricultores. Pero hayque investigar con decisión en genética y en modelos deindustrialización ya que no se puede perder de vista que laindustria tiene sus requerimientos concretos. Así lo corrobora AnaHurtado de CESFAC: “Hay que abordar diferentes frentes deacción y apostar por nuestros cultivos proteicos nacionales,apoyando en el campo a los agricultores y generando unproducto de calidad, de suministro constante en el tiempo ycompetitivo con los cultivos sustitutivos”. Técnicos de lasorganizaciones profesionales, también abundan en esa opinión,como Álvaro Areta de la Coordinadora de OrganizacionesAgrarias: “Es imprescindible aplicar una visión de cadena parasolucionar (…) la problemática de los distintos eslabones”.

El enfoque del problema a través del punto de vista de losdistintos eslabones es crucial. El presidente de la FederaciónEuropea de Fabricantes de Pienso, Ruud Tijssens, manifestó que“no entiendo lo que se dice sobre el déficit de proteínas enEuropa. Yo compro en el puerto toda la que necesito para mifábrica”. Y la representante de DSI , U. Bittner dice que si “se

aumentara del actual 2% a un 5% en Europa las tierras arablesdestinadas a soja, podríamos producir el 50% de nuestrasnecesidades”.

Mantener la “visión de cadena” es otro de los enfoques clave eneste asunto, como dicen todos los consultados. Es decir saber quénecesidades y qué requerimientos tienen los fabricantes depiensos para poder unir producción y fabricación de forma naturaly eficiente.

Como conclusión, puede decirse que las leguminosas-proteaginosas, son una posibilidad que siempre ha estado presenteen la alimentación animal, pero que una determinada forma deentender la producción de alimentos ha hecho que no se tenga enla debida consideración.En este momento, a pesar de la inerciaque hasta aquí ha traído, hay posibilidades de reacción desde elámbito político, de investigación, profesional (producción ytransformación) y del social.

No sólo será cuestión de precio lo que decidirá a quién se vende lasoja disponible en el mercado mundial. Una potencia comoChina, que ha incrementado sus importaciones de soja en un 400% en los últimos 20 años, tiene resortes financieros y políticos delos que Europa carece, para forzar a los países productores ainclinarse a su favor. Hay que ponerse a trabajar inmediatamente

¿Y LAS LEGUMBRES PARA CONSUMO HUMANO ?

La cultura gastronómica española y mediterránea, ha prestadoespecial atención a las recetas elaboradas con ellas. Unas fueronde “buenos tiempos” como garbanzos, judías, guisantes o lentejasy otras de no tan buenos como la algarroba, la almorta o las habas.Pero todas ellas proporcionaban proteína barata y sana a una

población creciente ycon poco poderadquisitivo. En 1964,en España seconsumían 41 kg percápita. Actualmenteson 11 kg los que seconsumen, apenas un25 %.

El suministro deproteína para humanosen países desarrollados

se obtiene de la carne, principalmente de la de pollo y cerdo. Laslegumbres, todas, han quedado relegadas a “comida incómoda”dado que las nuevas generaciones no muestran interés por suconsumo, ya que no han sido educadas en él y, además, llevaaparejado la aparición de flatulencias y la opinión generalizada deque “engordan”

La principal alternativa al consumo de carne son las legumbres,pero su situación en España es aún más preocupante que la de lasoja. El país importa el 61% de la lenteja que se consume, el 85%de la judía seca y el 75% del garbanzo.

Los países que nos suministran son principalmente EEUU,Canadá, Turquía y Méjico.

Según Diego Rubiales , hace 15 años Canadá no conocía lalenteja (ni siquiera estaba entre los alimentos de su dieta) y hoyson los primeros exportadores mundiales. Lo han logrado gracias

Una forma sana y nutritiva de comer garbanzos

a inversiones cuantiosas en investigación y a un plan deproducción y comercialización decidido.

Nuevas tendencias en la alimentación hablan de bajar, omantener, el consumo de carne en Europa, sustituyendo susproteínas por las de las leguminosas. Es perfectamente posible,realizable y deseable desde el punto de vista de la salud. No setrata de dejar de consumir carne, sino de diversificar la ingesta de

proteínas y limitar los efectosque, como toda industria, y lacárnica lo es, tiene laproducción de carne en elmedio ambiente.

Paradójicamente, laslegumbres producidas enEspaña son hoy, en sumayoría, un producto de altoprecio. Indicacionesgeográficas protegidas como

las judías del Barco de Ávila, las Fabes Asturianas, la Monxetadel Ganxet o las de Bañeza-León, las lentejas de la Armuña, deTierra de Campos y los garbanzos de Fuentesaúco o Escacena sonejemplos de la variedad y riqueza de las legumbres para consumohumano, un relicto de un pasado en el que un español (1961)consumía de media más de 120 grs al día de estas legumbres yhoy apenas alcanza a 30 grs según cifras del Ministerio deAgricultura, Pesca y Medio Ambiente. Bien es verdad, que en esaépoca no se comían las calorías necesarias ni había una dietaequilibrada en España, porque ni existía la oferta alimentariaactual ni la hubieran podido costear las rentas de la época.

En EEUU se consumen 120 kgs de carne al año per cápita, esdecir 328 gr/día, mientras que en España se consumen 68 kganuales per cápita, es decir 186 grs/día. Dijo Walter Willet(Harvard School of Public Health) “Tan importante es lo que secome como lo que se deja de comer”.

La investigación aplicada en genética de legumbres y en sucultivo es, como en caso de las leguminosas-pienso, un factorimprescindible para poder competir con otros cultivos y queconstituyan una alternativa viable en las rotaciones de losagricultores.

CONCLUSIONES

Una buena lista puede extraerse analizando el informe final delEIP Focus Group sobre cultivos proteicos. Para que losagricultores cultiven este tipo de plantas, hay que encontrar laforma de que sean rentables y ocupen un puesto cómodo en larotación y esto se consiguirá si se logra un compromiso basado enun proyecto de investigación europeo coherente a largo plazo, confondos suficientes y en el que los investigadores implicadospuedan conseguir créditos suficientes para ver premiada su laborpor el especial interés que tiene para el modelo europeo deseguridad alimentaria y la sostenibilidad. Es necesario priorizaradecuadamente las especies y variedades a mejorar dada lavariedad de éstas, la variación agroclimática de Europa y la

Cultivo de maíz con pyrethrum (para extraer piretrinas que es un poderoso insecticidanatural)

limitación de recursos para desarrollar las investigaciones.

Hay que ser consciente que el mercado de proteaginosas y susdestinos es amplio, como lo es la existencia de multitud demodelos agrarios europea. La gran demanda europea será cubiertacon soja, girasol y colza. La demanda local trabajará conlegumbres autóctonas. La demanda regional con cultivosamiláceos.

Los países del sur de Europa están desorganizados y ni laindustria ni los agricultores seguirían en este momento un planque les aconsejara trabajar con legumbres autóctonas. Lasproteaginosas mediterráneas pueden tener un gran futuro si nosempeñamos en conseguirlo.

La implantación de la sojaen España, parece una buenaalternativa para regadíos(como ya se estádemostrando en algunaszonas de Huesca, como laexperiencia que lidera laCooperativa de Monegros)por su bajo consumo enagua en comparación a otroscultivos típicos de veranocomo maíz, arroz, alfalfa…)pero hay que tener en cuentaque se debe trabajar en dosvertientes, la del consumohumano y la destinada a lafabricación de piensos. Lasoja europea es isogénica,mientras que la que se importa del exterior, para piensos, estransgénica. No se pueden cultivar variedades transgénicas enEuropa pero esto, con el tiempo, puede cambiar. De momento y sise trabaja con las variedades adecuadas, la soja puede tener un

Raíces de soja con los nódulos, que almacenannitrógeno, bien desarrollados (foto autor)

uso para fabricación de leche para consumo humano y la tortaresultante de la molturación, para pienso. Una interesante dobleutilización que tiene mayor precio que la transgénica y que puedeser una buena alternativa, como ya se ha dicho, en las rotacionesde regadíos por aspersión.

Existe una gran variedad de plantas propias del área mediterráneapara piensos (lupinos, almortas, yeros, vezas, habas, habines,algarrobas, alfalfa, guisantes proteaginosos, garbanzo negro) ypara consumo humano (judías, garbanzos, lentejas, guisantes...)que están esperando el momento de expresar todo su potencial.Así mismo, hay unos investigadores de primer orden y unoscentros de investigación con experiencia demostrada. Losagricultores y los fabricantes de piensos están esperandoalternativas que permitan diversificar riesgos.

Y en cuanto a las legumbres, sería aconsejable continuar con lasacciones que se llevaron a cabo durante 2016 que fue declarado“año de las leguminosas”. La restauración colectiva es unexcelente trampolín para el incremento de su consumo, comomantiene la organización “Mensa Cívica”, cuyo principal objetivose basa en promover el cambio en los pliegos de condiciones de larestauración pública incluyendo los principios de buenasprácticas.

Según los nutricionistas de Mensa Cívica el consumo de carne, entodas sus presentaciones, más que ser alto es innecesariamentealto. La carne es una buena fuente de proteínas y hierro, perotambién lo son las legumbres que aportan una gran cantidad deelementos, minerales y en alguna presentación, más proteínas quela propia carne. Incluirlas dos y tres veces en nuestra dietasemanal, será un gran acierto y proporcionará más salud anuestros hijos y una mayor sostenibilidad al sistemaagroalimentario, como dijo en su documento “Theenvironemental role of protein crop in the new commonagricultural police” la Dirección General para políticas internasdel Parlamento Europeo European Parliament en 2013.

Es una fantástica oportunidad de trabajar en un futuro alimentario

más seguro y sostenible.

CUADROS EXPLICATIVOS PARA SER INCLUÍDOS ENTRE EL TEXTO

ANF.- Anti Nutritional Factors.- Sustancias naturales queinhiben la utilización de los nutrientes o tienen la propiedadde degradarlos. La presencia de factores antinutricionalesendógenos en los alimentos vegetales se considera el principalfactor que limita su utilización en grandes proporciones en lospiensos compuestos para animales y peces. Algunos ANFpueden eliminarse por medios físicos, otros es más complicadoy deben reducirse a través de selección genética. Los ANFimpiden que la asimilación sea completa o dan saboresdesagradables.

Soja: ¿por qué es tan utilizada?– La soja es un alimentonatural de auténtico diseño. Su semilla se compone deproteínas, lípidos, Hidratos de carbono, y minerales; pero loscomponentes más importantes son las proteínas y los lípidos,llegando a copar entre ambos un 60% del total de sucomposición. La semilla de soja, en estado natural, contienediferentes factores antinutricionales (ANF) como laantitripsina, lipoxigenasa, ureasa, hemaglutinina y factorantitiroideo. Esto implica que el grano integral de soja debeser sometido tratamientos térmicos, para destruir los factoresantinutricionales presentes en el grano y de esta manera sacarsu máximo rendimiento nutricional, energético y proteico.

Efectos de las leguminosas sobre el suelo- La familia de lasleguminosas tiene una característica que las hace

especialmente útiles para la agricultura, son capaces decaptar el nitrógeno de la atmósfera y fijarlo en el suelo. Esdecir que se producen su propio nitrógeno y dejan para elcultivo siguiente, salvo la soja, que extrae más nitrógeno delque secuestra de la atmósfera. Pero además del nitrógeno quedejan en el suelo, la acción de las bacterias Rhizobium,propias de las leguminosas, aumentan la capacidad deintercambio del suelo y por lo tanto la asimilación denutrientes por el cultivo siguiente.

Queda de manifiesto, sin embargo, que la soja comomonocultivo, no es una opción sostenible y que debe desometerse a rotación.

¿Oleaginosa, proteaginosa o leguminosa? Estasnomenclaturas son confusas si se mezclan, ya que las dosprimeras tratan de referenciar el destino final de las cosechasy la última es una clasificación botánica. Las leguminosas sonuna familia del orden de las fabales, pueden ser árboles,arbustos o hierbas, y tienen características determinadas,como captar el nitrógeno del aire y almacenarlo en losnódulos de sus raíces, tener los frutos en legumbres y ser sushojas compuestas y estipuladas. Por otra parte las oleaginosasson las plantas que dan aceites (girasol, colza, oliva, soja…) yproteaginosas las que tienen alto contenido en proteínas ensus fibras. Por tanto, la soja es una leguminosa, desde el puntode vista de la botánica, pero es también una oleaginosa (puesde ella se obtiene aceite) y una proteaginosa (ya que la pastaresultante de la extrusión, la “torta o “turtó”, es muy rica enproteína y es la que se incorpora a las fórmulas de piensos).

El punto de vista ecológico. Las ONG ambientalistas criticanel uso de la soja y de otras oleaginosas como el palmiste,porque provocan la deforestación de grandes áreas de cultivoen países de Sudamérica y de Asia para su cultivo. No es tantola especie utilizada como los lugares donde se cultiva y lahuella ecológica que deja. Ante esta situación, proponen comosolución disminuir el consumo de carne, campaña quecoincide con la de las organizaciones animalistas quedenuncian maltratos animales en general basados en hechospuntuales no representativos y extrapolados al conjunto delsector.

Dos medias verdades sobre las legumbres. La primera es quese considera un alimento que contribuye de forma notable alaumento de peso. No es cierto, ya que suele engordar muchomás lo que se pone de acompañamiento (chorizo, morcilla,tocino…) que la legumbre, que es la base del plato. Lasegunda son las flatulencias, que pueden disminuirse tirandoel agua de remojo (si se hacen en casa) o el “líquido degobierno” que acompaña a las que se adquieren ya cocidas ypasándolas por agua. De todas formas, con un consumohabitual, el sistema digestivo produce muchos menos gases.

QUÉ SON LAS PROTEÍNAS Y PARA QUÉ SIRVEN

Las proteínas son biomoléculas constituidas por cadenas deaminoácidos y son esenciales para el crecimiento, elmantenimiento de numerosas funciones orgánicas y lareproducción.

Las proteínas vegetales, se producen especialmente en lasplantas de la familia de las leguminosas que incluyen a lasjudías, garbanzos, lentejas, lupinos, almortas, yeros, vezas,

habas, habines, algarrobas, cacahuete, alfalfa, soja,guisantes…

Los animales monogástricos: aves, cerdos, conejos, caballos,perros gatos, ratas y por supuesto los humanos, tienen másdependencia específica de ellas que los rumiantes.

Fuentes, entrevistas y bibliografía:

Stoddard, Frederick. University of Helsinky, Department ofAgricultural Sciences (MAAT). Finland

Bittner, Úrsula. Secretary General. ViennaDirector.Comunication/PR. Donau soja. Austria

Rubiales Olmedo, Diego. Investigador Instituto de AgriculturaSostenible. CSIC. Córdoba.

Areta, Álvaro. Doctor Ing. Agrónomo. Técnico de laCoordinadora de Organizaciones Agrarias. COAG. Madrid.

Gaspard, Myriam. Chargée de Mission PAC-FEADER.Réferente régionalle Unité Mixte Innovation Europe. ChambreRégionale D’Agriculture. Occitanie. France.

Hurtado Gómez, Ana. Responsable Técnico de ConfederaciónEspañola de Fabricantes de Alimentos Compuestos paraAnimales. CESFAC

Perspectivas productivas y de mercado agropecuarias amediano plazo de la UE. Dirección de Agricultura y DesarrolloRural de la CE (DG AGRI)

The environemental role of protein crop in the new commonagricultural police. Directorate-General for Internal Policies.European Parliament. 2013

José Galbe Traver. Licenciado en Veterinaria. Universidad deZaragoza.

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J.A. Baddeley, S Jones, CFE Topp and CA Watson (Scotland’sRural College)

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Ángeles, Carbajal Azcona. Consumo de carne y tendencias.Calidad de vida y epidemiología.

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www.donausoja.org

Mensa Cívica. http://www.mensacivica.com