Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

20
¿QSIGNIFICA EL “REINO DE DIOS”, AQUÍ Y AHORA? ¿Qué significa el “Reino de Dios”? ¿EL “REINO DE DIOS”? ¿CON QUÉ SE COMERÁ ESO”? EN SU TIEMPO Y EN SU PAÍS LOS PEQUEÑOS DE AYER “TOY CONTENTO, YO NO QUÉ ES LO QUE SIENTO…” ¿CÓMO DICES QUE DICEN QUE DIJO? SALVACIÓN Y LIBERACIÓN: DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA AQUÍ Y AHORA ¿AQUÍ Y AHORA? ¿EN ESTE DESBARAJUSTE QUE TENEMOS HOY? LOS JODIDOS DE SIEMPRE ¿Quieres que te lo explique con dibujitos?

description

Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?El mundo fraterno de los hijos e hijas de Dios.Es el sueño que me quita el sueño.

Transcript of Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

Page 1: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

¿QUÉ SIGNIFICA EL “REINO DE DIOS”, AQUÍ Y AHORA?

¿Qué significa el “Reino de Dios”?

¿EL “REINO DE DIOS”? ¿CON QUÉ SE COMERÁ “ESO”?

EN SU TIEMPO Y EN SU PAÍS

LOS PEQUEÑOS DE AYER

“TOY CONTENTO, YO NO SÉ QUÉ ES LO QUE SIENTO…”

¿CÓMO DICES QUE DICEN QUE DIJO?

SALVACIÓN Y LIBERACIÓN: DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

AQUÍ Y AHORA

¿AQUÍ Y AHORA? ¿EN ESTE DESBARAJUSTE QUE TENEMOS HOY?

LOS JODIDOS DE SIEMPRE

¿Quieres que te lo explique con dibujitos?

Page 2: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

CARACAS, JULIO DE 2008

¿QUÉ SIGNIFICA EL “REINO DE DIOS”?

¿El “Reino de Dios”? ¿Con qué se comerá “eso”?

En la Biblia y en específico en los evangelios, se encuentra una frase que a los

jóvenes de hoy en día nos suena extraña: el “Reino de Dios” ¿con qué se

comerá “eso”? nos podemos preguntar algun@s, mientras que para much@s

otr@s es una frase sin sentido que pasa desapercibida… por eso mismo pocas

personas saben que esa frase es, casi con toda seguridad, no sólo original de

Jesús, sino más aún, el centro de su mensaje.

¿Cómo así que era el centro de su mensaje? Si siempre nos han enseñado que

el centro del mensaje cristiano es Él mismo: “Yo soy el camino, la verdad, y la

vida”1. O en el peor de los casos, el centro de la predicación ha sido la Iglesia

(“Fuera de la <<barca de Pedro>> no hay salvación”). ¿Pero el “Reino” como el

mensaje principal del cristianismo? eso no aparece por ningún lado. De hecho

los cristianos, y en particular los católicos, hablamos mucho y de muchas cosas,

pero del Reino poco y pocas veces.

Veamos pues, como entendía Jesús, “esto” del “Reino”.

En su tiempo y en su país

En la época que le tocó vivir, Jesús de Nazaret se encontró con una situación

social y religiosa marcada por la injusticia, la indiferencia y la desesperanza. Era

un mundo dominado política y militarmente por los romanos, era el “Imperio del

César”. Así que Israel, “el pueblo escogido por Dios”, era en realidad un “paisito”

de tercera categoría (¿hoy diríamos del <<Tercer Mundo>>, no?), que

prácticamente “no tocaba un pito en el concierto de las naciones”.

Page 3: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

Desde el punto de vista interno, era una sociedad religiosa, sus normas de

convivencia social estaban íntimamente ligadas a sus creencias y costumbres

religiosas. En la Ley de Moisés estaba establecido todo aquello que podía o no

hacerse en Israel, y también todas las normas y los ritos de purificación por los

pecados-delitos (en una sociedad así, no podría distinguirse muy bien una cosa

de otra). De modo pues que los judíos de la época de Jesús se encontraron

viviendo bajo el “Imperio de la Ley” dentro del “Imperio del César”

Es en esas circunstancias concretas, en el Israel del siglo I, que Jesús aparece

con la idea del “Reino de Dios”.

Los pequeños de ayer

Jesús comparó esa situación que se vivía, con lo que sentía en su corazón:

En el “Imperio del César”, valía más quien era más fuerte, o quien más tenía

plata, o quien tenía la ciudadanía romana… los demás eran considerados de

segunda y hasta de tercera categoría (¿cómo que desde siempre los poderosos

dividen el mundo en tres, no?)

En el “Imperio de la Ley”, valía quien era más puro, o quién podía comprar los

animales para hacer las purificaciones en el Templo, o quien tenía la

ascendencia judía… los demás eran pecadores, indignos de “Dios” o peor aún

paganos.

Mientras que para el Papá-Dios en el que creía Jesús, todos valen: hombres,

mujeres, extranjeros, judíos, pobres, ricos, etc. De hecho, Jesús pone como

modelo de vida a un pequeño.

Page 4: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

Y aún más, le reclama a los Imperios el desprecio con el que tratan a los pobres,

a los enfermos, a las mujeres, a los niños, a los extranjeros, a los que no

cumplen la ley de Moisés, a los que llama “los pequeños”.

Papá-Dios (Abbá) nos ama a todos, y porque nos ama a todos le indigna esta

situación de injusticia e hipocresía: “Ése no es el mundo que mi Padre soñó…”

es el grito desgarrador con el que Jesús prepara el anuncio del “Reino de Dios”.

“Toy contento, yo no sé qué es lo que siento…”2

Pero no todo es tragedia alrededor de Jesús. A pesar de la dura situación social

que le tocó enfrentar, en su interior había una “fuente” de la cual manaban paz y

alegría. No me importa que suene “cursi”, esa fuente se llama AMOR, y era lo

que desbordaba Jesús cuando estaba entre la gente.

Tantos episodios de los evangelios donde muestran a Jesús comiendo,

bailando, jugando, riendo, brindando, etc., no pueden ser ficción o inventos. Son

muestras de que a Papá-Dios no sólo le gusta la Vida, sino que además le gusta

celebrarla.

Jesús se esfuerza en hacer llegar ese mensaje a tod@s: come con prostitutas y

cobradores de impuestos (considerados pecadores sin remedio), asiste a las

bodas de sus amig@s, hace continuar la fiesta cuando se acaba el vino y

convierte una tarde triste y nublada que iba a terminar despidiendo a la gente

con hambre y cansada, en un fiestón inolvidable, de puro compartir lo que cada

quién traía y lo que cada uno era…

Aquella tarde lo que se multiplicaron no fueron sólo panes y peces, sino también

la generosidad y la esperanza.

Page 5: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

¿Cómo dices que dicen que dijo?

(“Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”)

Esa forma de actuar de Jesús, tan libre de los Imperios, tan amoroso con

quienes según los líderes (políticos y religiosos) no eran “dignos”, le convirtió en

una figura pública, ganándose pues tantos amigos como enemigos.

En ése ambiente, los líderes le lanzaron a Jesús un dardo venenoso (al mejor

estilo del “periodismo” actual): “¿Es o no lícito que los judíos paguen tributos al

César?” y Él (al mejor estilo de entrevistado-acosado, ¿o acusado?), responde

con una frase “trabalengüística” que aún no parece ser bien entendida del todo.

Jesús no entra en el juego político, más bien lo desenmascara. Pone de

manifiesto la hipocresía de los líderes religiosos (que son judíos), ya que ellos

mantenían un sistema de ritos y normas de purificación, que no sólo excluía de

la vida social a mucha gente, sino que además generaba cuantiosas sumas de

dinero que iban a sus arcas.

¡Cómo pretendían ellos quedar como defensores de la justicia y de los intereses

de Israel, si ellos mantenían un sistema de injusticia al interno de la nación!

¡Hipócritas, los impuestos que Uds. pagan no salen de sus bolsillos, sino de los

de los pobres!

Más aún con esa frase denuncia el hecho de que la sociedad le dé más valor al

dinero que a la persona.

Lo del César es el dinero… Lo de Dios es la gente… De nada hubiese servido

cambiar a Tiberio César por el Rey Herodes, o por el Sumo Sacerdote Anás, o

por el Líder Revolucionario Jesús “el Barrabás”, o por quien fuera… Era el

Templo (centro del poder religioso-político-económico-social) el que tenía que

Page 6: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

ser derribado y debía construirse un nuevo Templo (un corazón de carne, un

corazón sensible en cada ser humano) donde reinara Dios, no el dinero. Eso era

para Jesús el “Reino de Dios”.

Jesús se la jugó por la gente (le dio a Dios lo que es de Dios) y lo pagó muy

caro.

Los líderes religiosos y políticos podían aceptar a un predicador famoso y

querido por el pueblo, pero no que su predicación dejara en evidencia que

servían al dios dinero.

Salvación y Liberación: Dos caras de la misma moneda

Para Jesús, el “Reino de Dios” es como una moneda:

Por una cara, nos muestra la Salvación. “Mi Reino no es de este mundo”, le dice

a Pilatos. Él no vino a tomar el lugar del César, ni el de Herodes. Su Reino,

ciertamente, tiene una dimensión espiritual, mística, escatológica, como

queramos verlo… En él se resumirán tantos años de historia, tantas vidas,

tantos afanes, tantas alegrías. En esta perspectiva, el “Reino de Dios” es

plenitud plena, valga la redundancia. Plenitud de Amor, plenitud de Justicia,

plenitud de Paz.

Pero por otro lado (y al mismo tiempo), el Reino es Liberación. “Hoy se han

cumplido estas palabras en mí”. “Hoy”, no “Ayer” ni “Mañana”, sino HOY. Hoy los

ciegos ven (cada vez que alguien ve el amor de Dios en su vida), hoy los cojos

andan (cada vez que alguien ayuda a otro a levantarse de algún problema), hoy

los hambrientos comen (cada vez que los que tienen para comer todos los días

comparten con quienes no tienen), hoy se ha proclamado el “Año de Gracia del

Señor” (cuando se exonere de la deuda externa ¿o eterna? a los países del mal

llamado “Tercer Mundo”).

Page 7: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

El Reino de Dios es HOY y es también (al mismo tiempo) ETERNIDAD. Ya llegó

con Jesús, pero todavía no es pleno. El Reino de Dios es, al mismo tiempo,

Salvación y Liberación.

AQUÍ Y AHORA

¿Aquí y ahora? ¿En este desbarajuste que tenemos hoy?

Probablemente esa frase del “Reino de Dios”, haya tenido cabida en la época de

Jesús. De hecho, el que mucha gente lo siguiera, a pesar de la oposición de los

líderes y las autoridades, le da valor a esa propuesta. Pero hoy en día, en

contraste con el mundo que encontró Jesús, el nuestro es un mundo cada vez

más alejado no solo de lo religioso sino también cada vez mas fragmentado y

mas hundido en el materialismo y el individualismo, ¿tendrá sentido seguir

hablando de Dios?

¿Tendrá sentido hablar de un “Reino de Dios” en un mundo que consigue en las

ciencias, las respuestas a la mayoría de sus preguntas? ¿En un mundo donde

las instituciones religiosas han perdido su credibilidad? ¿En un mundo donde la

injusticia sigue reinando?

El panorama no es muy consolador: el calentamiento global, la crisis mundial de

alimentos-agua-energía, las guerras constantes, el avance de las drogas y el

sida en la juventud, el cáncer de la corrupción enquistado en los gobiernos,

incluso en los que se autoproclaman “revolucionarios”, el crecimiento en la

brecha entre ricos y pobres, la parranda de mentiras y anti-valores que

bombardean los medios de “comunicación”, pareciera que esto se lo llevo quien

lo trajo, que los cuatro jinetes del Apocalipsis vinieron a acabar con todo. Como

Page 8: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

leí en un “grafitti” pintado en alguna calle de Caracas: “Cristo viene, y viene

arrecho”.

A pesar de todo esto, sí hay una razón para seguir hablando de Dios. Sí tiene

sentido hablar del “Reino de Dios”. Más aún, se hace absolutamente necesario

retomar la propuesta de Jesús. Nuestro mundo lo necesita. Es su única

salvación.

Los jodidos de siempre

Esa razón no es otra que los que Jesús llama los pequeños. Los pequeños de

ayer y de hoy, son los jodidos de siempre. No puede ser verdad que a Dios no le

importe el sufrimiento de l@s que viven en los cerros3, de aquell@s que les

cuesta redondearse la arepa, de los que son discriminad@s por cualquier

“razón” (¿es que acaso hay razones para discriminar a la gente?).

En este mundo, y en particular en nuestro país, hay suficientes recursos para

que tod@s vivamos dignamente. No puede ser normal (muy a pesar de los

estadísticos y los economistas) la regla de “Paretto”: el 20% de las personas

acumulan el 80% de las riquezas, mientras el 80% de la población tienen que

repartirse el restante 20% de los recursos. Eso sencillamente va en contra de la

lógica de Dios.

No he encontrado quien plantee mas “claro y raspao” esa lógica que Pedro Trigo

sj, a quien cito a continuación: “Que Dios reine en nuestra historia significa que

1 Evangelio según San Juan, Capitulo 14, Versículo 62 Frase de una canción popular en Venezuela. En dicho contexto, expresa lo que siente una persona cuando está enamorada. La traigo a colación para reflejar cómo estaba enamorado Jesús de su pueblo y como ha estado enamorado, y sigue estando, Papá-Dios de la Humanidad.3 En Venezuela a la palabra “cerro”, al igual que “barrio”, se le da un sentido como de menosprecio, que tiene que ver con lo socio-económico. Así, los “cerros” de Caracas se les llama a los lugares donde vive la gente pobre, mientras que los sitios donde vive la gente de clase media y alta se les llama “lomas” o “colinas”. Más fino, pero a la final son cerros igualitos!

Page 9: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

con la profundización de la democracia a escala planetaria vayamos superando

privilegios y discriminaciones e incluyendo a los excluidos, tanto en el interior de

cada país, como a los países excluidos. Significa que la producción y el

consumo se desabsoluticen para que se cultiven otras dimensiones humanas

como el estar, el convivir, el celebrar, el permanecer en silencio, la reciprocidad

de dones, la gratuidad, el vivir en la presencia de Dios y relacionarse con él”.4

Pueden haber muchas otras razones para hablar del “Reino de Dios”, pero ésta,

si no es la más importante, es la más urgente.

¿Quieres que te lo explique con dibujitos?

Ahora bien, si ya estamos de acuerdo en que el tema del Reino de Dios es

importante y que debe ser tomado en serio por quienes pretendemos seguir a

Jesús, la pregunta que sigue en el aire es: ¿Cómo anunciarlo en este mundo?

¿Cómo expresarlo, no solo de un modo que se entienda, sino que además

conmueva a las personas y las impulse en esta dirección?

En ese sentido y siguiendo el dicho: “una imagen dice más que mil palabras”, he

realizado varios bocetos de dibujos, a través de los cuales pretendo expresar lo

que en mi tiempo y en mi país, veo en relación con el Reino de Dios.

4 Pedro Trigo, sj. “Jesús y el Reino de Dios. Su significado actual”

Page 10: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

En realidad son un collage de imágenes que me vienen a la mente cuando

pienso en el Reino de Dios.

La primera de ellas,

es una caricatura de

Caracas, donde nací

y vivo actualmente.

Es una ciudad llena

de contrastes sociales, donde los cerros y barrios populares, con sus

característicos colores rojizos y anaranjados (por los bloques con que

construyen las casas) destaca entre la selva de cemento. Al fondo, el Ávila (o

Warairarepano como lo llamaban los aborígenes caracas antes de la conquista)

domina el paisaje y se convierte en punto de referencia. Es allí donde vivo, y es

allí donde me toca anunciar el Reino, en medio de la locura del tráfico, la

paranoia del “hampa con el moño suelto”, el corre-corre de la gente en el metro y

los centros comerciales, las infinitas escaleras de los barrios…

Un dibujo simple, tal vez demasiado, para

expresar una idea, por el contrario, compleja,

quizás muy compleja: Un Cristo Resucitado que

frente a una muchedumbre (de distintos colores,

tamaños, formas, etc., pero con un mismo

corazón) extiende los brazos (¿como en la cruz?)

y rompe las cadenas que atan a los seres

humanos… Además está parado sobre una

serpiente (símbolo del mal), en señal de haberla

vencido. Creo que es una imagen que puede

reflejar, tanto la Liberación en esta vida de tantas

injusticias y violencias como la Salvación en la vida eterna.

Page 11: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

El Reino va haciéndose

más concreto en el día a

día. Por eso dibujo algunos

elementos de esa vida

cotidiana que reflejan como

Papa-Dios va reinando en

nuestra vida: un martillo,

un balón, una patineta, un

i-pod, un serrucho, unos

libros, unos anillos de matrimonio, etc. A través de estos símbolos, el trabajo, los

estudios, el compromiso, los deportes, la música, etc, tienen un espacio en el

Reino, el cual no se reduce a una dimensión “sagrada” donde lo “mundano” no

tiene cabida. El Reino acontece cuando Dios reina sobre lo “mundano”, sobre lo

cotidiano.

Cuando eso sucede, la

alegría invade los

corazones, y la vida se

torna una fiesta. Por eso los

tambores, la trompeta, la

guitarra, las maracas, el

teclado, etc., unen sus

melodías para que

celebremos la presencia de Dios. En ese pentagrama, no solo viven las notas

musicales, sino también todas aquellas causas o ideales a través de las cuales

el Reino acontece:

- Un corazón, representando el Amor.

- La paloma de la Paz y la balanza de la Justicia, que no pueden ir

separadas.

- El símbolo del reciclaje, nuestro planeta necesita más cuidado que nunca.

Page 12: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

- El ying-yang, que en este contexto para mi expresa la tensión del Reino:

“Si, pero todavía no”. Si (la parte blanca) porque mucha gente ha

aceptado la propuesta de Jesús, pero todavía no (la parte negra) porque

muchos no la han aceptado, e incluso, porque los que han aceptado esta

propuesta pueden echarse para atrás.

- La estrella de David, la media luna y la cruz: Si el mensaje de Jesús no

giro alrededor de sí mismo ni de Dios, sino de su Reino, que por supuesto

los incluye a ambos, pero también a la Humanidad y a la Creación entera;

entonces su mensaje puede ser (y de hecho hasta cierto punto lo es)

compartido por las otras religiones. Hay razón entonces para animar el

dialogo ecuménico e interreligioso. La propuesta del Reino de Dios puede

ser el punto vital en el que las religiones se pongan de acuerdo y trabajen

en colaboración.

El Reino es como un banquete de bodas, donde Jesús es el novio y baila con su

eterna prometida: la Humanidad.

“En este país cabemos todos” dije en estos

días en un ascensor: algunos se murieron de

la risa y otros me miraron con cara de pocos

amigos. Es indudable que di en la llaga de la

intolerancia política de gente a la que aprecio.

Ahora me atrevo a juntar en un mismo dibujo,

los símbolos de ambos bandos: la estrella roja

del “Socialismo del siglo XXI” y las manos blancas del “Movimiento estudiantil”.

Estamos viviendo una época complicada, los ánimos están agitados. Con este

tema tengo algunas incertidumbres, pero también otras cosas más claras:

- La solidaridad, la generosidad y la fraternidad, son valores que no se

pueden imponer; por el contrario, se deben promover.

- Las posiciones radicales o extremas nos están haciendo cada vez más

daño. No se está queriendo dialogar (escuchar y comprender al otro), sino

Page 13: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

que cada uno desea convencer al del otro bando, y si no lo logra,

entonces considerarlo enemigo.

- Este modelo económico (más rentista-liberal que capitalista propiamente

dicho) es la causa de la desigual distribución de las riquezas. Estoy

convencido que es necesario buscar alternativas a esta situación, en la

dirección del Reino.

- Sin embargo, no me convence el socialismo. Con este podríamos pasar

de un modelo rentista-liberal a un capitalismo de Estado, donde la cúpula

gobernante “en nombre del pueblo” toma para sí la mayor parte de las

riquezas (que estarían en manos del Estado) mientras la mayoría de la

población seguiría viviendo en la pobreza.

- ¿Y entonces, cual es la solución? Bueno, si la tuviera, no estaría

escribiendo esto… Siento que es necesario colocar el tema del modelo

económico en función del Reino de Dios, más allá de las banderas

políticas, a ver si vemos luz al final del túnel.

- En este país cabemos todos. De hecho, una gran parte de la población

esta asqueada de la manera como los políticos (de ambos bandos)

intentan manipularnos y utilizarnos para sus fines personales. La

honestidad de los políticos es como la virginidad de Britney Spears.

Definitivamente estaremos más cerca del Reino cuando algún día exista

un político honesto.

“Si el mundo está, como ahora está, patas arriba ¿no

habrá que darlo vuelta para que pueda pararse sobre sus

pies?”5 Eso es lo que parece estar ocurriendo en América

Latina, empezando por Venezuela. Ojalá todo este

movimiento no sea “alegría de tísico”. Que efectivamente

pueda equilibrarse la balanza de la distribución de las

riquezas. Y que sea Papá-Dios quien reine en nuestros

corazones y en nuestros países.

5 Joaquín Torres García. Pintor uruguayo, dibujó el mapa sudamericano con el Sur arriba.

Page 14: Qué significa el Reino de Dios, aquí y ahora?

Otro aspecto, muy actual, tiene que ver con el SIDA. A ver si

llegamos a entender que la lucha contra el SIDA, es contra el

SIDA, NO contra los “sidosos”. La discriminación hacia quienes

portan el VIH+ o ya sufren la enfermedad es un “apartheid”

comparable al de los “leprosos” de la época de Jesús. Otro

“apartheid” que se ve incluso al interno de nuestra Iglesia, es

contra la comunidad GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales). Sí, ya

sé que hay argumentos sustentados en infinidad de textos bíblicos y del

magisterio sobre el tema. Pero la verdad es que seguimos sin entender que

aunque no compartamos dicho estilo de vida, no tenemos ningún derecho a

discriminarlos y a apartarlos de la vida civil y eclesial. ¿Cuándo empezaremos a

valorar a las personas por lo que son: hij@s de Dios?

Ese mundo fraterno de los hij@s de Dios es

el sueño que me quita el sueño… Es el que

comparto en la Comunidad de Vida Cristiana

(CVX) con otr@s tant@s, es un ideal por el

que la vida cobra sentido.

DENIS CORONADO PINEDA

CVX MARANATHÁ

VENEZUELA